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ATLAS

SURAMERICANO
de mapas de riesgo de desastres
causados por fenómenos naturales
ATLAS
SURAMERICANO
de mapas de riesgo de desastres
causados por fenómenos naturales
ATLAS SURAMERICANO
de MAPAS de RIESGO de DESASTRES CAUSADOS por FENÓMENOS NATURALES

© CDS-UNASUR
Dirección Ejecutiva de la Delegación Peruana ante el CDS-UNASUR
Ministerio de Defensa
Av. De la Peruanidad s/n, edificio Quiñones (Campo de Marte) - Jesús María - Lima - Perú
Central Telefónica (511) 209-8530
www.mindef.gob.pe

Edición, diseño y diagramación:


Digital World Perú
www.digitalworldperu.com

Lima, agosto de 2015

ISBN: XXXXX

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú No xxxxxxxxxxx


ATLAS
SURAMERICANO
de mapas de riesgo de desastres
causados por fenómenos naturales
AGRADECIMIENTOS y
RECONOCIMIENTOS
La Dirección Ejecutiva de la Delegación Peruana ante el Consejo de Defensa

Suramericano de UNASUR expresa su profundo agradecimiento por la

valiosa colaboración y participación de expertos, especialistas técnicos,

coordinadores e integrantes de cada una de nuestras Delegaciones

Nacionales, en la producción de este Primer Tomo del Atlas Suramericano

de Mapas de Riesgo de Desastres Causados por Fenómenos Naturales,

el mismo que expresa el espíritu de nuestros países de contribuir al

fortalecimiento de capacidades para prevenir y estimar el impacto de los

probables desastres y reducir anticipadamente sus riesgos, así como en la

planificación y cooperación para la respuesta eficaz de nuestros Estados

Suramericanos ante un eventual desastre de gran magnitud.

Este logro conjunto es el esfuerzo y cooperación de muchas instituciones

civiles y militares de nuestros países, y marca un hito en la aspiración de

diseñar en el ámbito de la defensa un Sistema de Gestión de Riesgo de

Desastres ocasionados por fenómenos naturales o la acción humana a nivel

de Suramérica, por lo que estamos seguros que las generaciones futuras

también reconocerán la valiosa contribución de las siguientes entidades:


REPÚBLICA ARGENTINA

§ Ministerio de Defensa
§ Secretaría de Coordinación Militar de Asistencia en ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA
Emergencias
§ Gobierno Autónomo Municipal de La Paz
§ Subsecretaría de Planeamiento para la Asistencia
§ Viceministerio de Defensa Civil del Ministerio de
en Emergencias
Defensa
§ Dirección Nacional de Información para el Análisis
y la Gestión de Riesgos

REPÚBLICA DEL PARAGUAY


REPÚBLICA DE CHILE
§ Dirección General de Defensa Civil del Ministerio
§ Instituto Geográfico Militar
de Defensa Nacional
§ Subdirección del Servicio Hidrográfico y
§ Jefatura del Departamento de Inteligencia del
Oceanográfico de la Armada
Ministerio de Defensa Nacional
§ Subdirección de Ingeniería del Instituto Geográfico
§ Dirección de Planes Operativos y Logísticos de la
Militar
Direccion General de Defensa Civil

REPÚBLICA DEL PERÚ

§ Dirección Ejecutiva de la Delegación Peruana ante


el Consejo de Defensa Suramericano CDS-UNASUR
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
§ Centro Nacional de Estimación, Prevención y
Reducción del Riesgo de Desastres - CENEPRED § Subdirección de la Dirección de Geografía
§ Comité Multisectorial del Estudio Nacional de y Cartografía de la Fuerza Armada Nacional
Fenómeno de “El Niño” - ENFEN Bolivariana (DIGECAFA)
§ Instituto de Mar del Perú - IMARPE
§ Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del
Perú - SENAMHI
§ Instituto Geofísico del Perú - IGP
§ Dirección de Hidrografía de Marina - DHN
§ Autoridad Nacional del Agua - ANA
§ Instituto Nacional de Defensa Civil - INDECI
§ Instituto Geológico Minero y Metalúrgico - INGEMMET
§ Gobierno Regional de Piura
§ Gobierno Regional de Arequipa
§ Instituto Nacional de Estadística e Informática - INEI
CONTENIDO GENERAL

10 PRESENTACIÓN

12 MARCO CONCEPTUAL

14 CAPÍTULO I. SINOPSIS DE SURAMÉRICA

Espacio geográfico 16
Características geológicas y morfológicas del espacio 16
geográfico suramericano
División política 19
20 CAPÍTULO II.

CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS
POR CADA PAÍS

República Argentina 22
Estado Plurinacional de Bolivia 34
República de Chile 120
República de Paraguay 138
República del Perú 174
República Bolivariana de Venezuela 324

409 ANEXOS
PRESENTACIÓN

El presente documento es el fruto del trabajo articulado de un conjunto de profesionales suramericanos,


que han aportado decididamente en la evaluación técnica y revisión de documentos e informes
técnicos que corresponden a los fenómenos de mayor recurrencia que fueron propuestos por los
países miembros del CDS. Esta articulación de esfuerzos permitió fomentar la participación de diversas
instituciones técnico-científicas relacionadas con la gestión de riesgo de desastres y con entidades del
ámbito de la defensa relativas a emergencias y atención de desastres de cada uno de nuestros países.

El Atlas Suramericano de Mapas de Riesgo de Desastres Causados por Fenómenos Naturales es un


instrumento de cooperación elaborado por nuestros Ministerios de Defensa, que busca constituirse
como una herramienta de carácter regional en el ámbito del Consejo de Defensa Suramericano CDS-
UNASUR, para sistematizar estudios técnico-científicos e información de diferentes fenómenos naturales
que por su impacto generan niveles de alto riesgo para los países suramericanos, mostrando a su vez
diferentes metodologías aplicadas en la elaboración de los estudios de riesgo de desastres de nuestros
respectivos países.

La materialización y concreción de este Primer Tomo del Atlas Suramericano de Mapas de Riesgo de
Desastres Causados por Fenómenos Naturales, nos permitirá avanzar en la realización de un diagnóstico
integral, multisectorial, multidimensional y transversal principalmente sobre los riesgos, retos y
desafíos que tenemos frente a los probables desastres naturales, toda vez que siguen aumentando en
frecuencia, imprevisibilidad y gravedad.

Con el fin de facilitar el acceso, intercambio y búsqueda de información a todos los actores sociales
e institucionales involucrados en la gestión del riesgo de desastres y en los procesos de desarrollo
nacionales, esta herramienta de cooperación entre los Ministerios de Defensa de los países del CDS-
UNASUR, estará a disposición a través de la plataforma de información geoespacial de última generación,
tecnológica puesta a disposición del CDS-UNASUR, que ha sido diseñada y desarrollada por el equipo
técnico del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED),
institución del Perú que viene asesorando técnicamente a la Dirección Ejecutiva de la Delegación
Peruana ante el CDS-UNASUR para la coordinación general por parte de Perú de este proyecto.

Es importante destacar que este proyecto tiene sus inicios en abril del año 2012 con el desarrollo del
Primer Taller sobre Mapas de Riesgo de Desastres Naturales para Mitigaciones Anticipadas, dentro de la
actividad 2.e del Plan de Acción del Consejo de Defensa Suramericano, realizado en la ciudad capital de
la República de Chile, en la que se destacó la importancia que reviste que un organismo como el CDS
pueda crear un sistema de cooperación que permita apoyar y asistir a sus miembros cuando se vean
afectados por algún evento catastrófico.
Posteriormente, en el primer semestre del año 2013 en Santiago de Chile se continuó con el Segundo
Taller del Grupo de Trabajo para la Elaboración de Mapas de Riesgo de Desastres Naturales a nivel de cada
país Suramericano, en el cual se compartieron experiencias y metodologías en la elaboración de mapas
de riesgos, destacando que este trabajo requiere de la colaboración de diversos organismos de cada
Estado, quienes proporcionarán la información necesaria que permita prevenir eventos catastróficos.

En ese mismo año, en el segundo semestre se realizó en Lima-Perú el Tercer Taller del Grupo de
Trabajo de la referida actividad, en la cual se desarrollaron procedimientos técnicos y metodológicos
estandarizados para la elaboración de mapas de riesgo de los países Suramericanos, destacando la
factibilidad de elaborar un Atlas de Mapas de Riesgo de Desastres en la región y el desarrollo de
mecanismos tecnológicos que faciliten la transferencia, difusión y acceso a información geoespacial y
registros administrativos del riesgo de desastres para los países miembros del UNASUR.

Para el año 2014, en la ciudad de Lima-Perú, se realizó la Primera Reunión del Grupo de Trabajo para la
“Elaboración del Atlas de Mapas de Riesgo de Desastres Naturales en Suramérica”, en la que se destacó
la presentación de la primera versión digital del mencionado Atlas y una propuesta de plataforma web
denominado “SIGRID CDS-UNASUR”, así como un proyecto de esquema de Plan de Trabajo para la
culminación del Atlas por un período de cinco años.

En abril del año 2015 se realizó la segunda reunión del Grupo de Trabajo de esta actividad, en la cual
se aprobó el Primer Tomo del Atlas Suramericano de Mapas de Riesgo de Desastres Causados por
Fenómenos Naturales y el Sistema de Información para la Gestión del Riesgo de Desastres denominado
SIGRID CDS-UNASUR, como un valioso instrumento para la prevención y estimación de riesgos en
el ámbito del Consejo de Defensa Suramericano, los que serán elevados y presentados a la próxima
Instancia Ejecutiva para su posterior aprobación por parte del CDS-UNASUR.

La presentación de este Primer Tomo evidenció que existe cada vez una mayor conciencia sobre la
necesidad de promover iniciativas para la incorporación de la reducción del riesgo por desastres naturales,
en las políticas de Estado. Cada experiencia busca, a través de estudios específicos, determinar el nivel
de peligro, vulnerabilidad, estimar el nivel de riesgo, y con ello proponer las acciones de cooperación
desde nuestros países que contribuyan a mitigar sus efectos sobre la población, la infraestructura y el
entorno.

Dirección Ejecutiva de la Delegación Peruana


ante el Consejo de Defensa Suramericano CDS-UNASUR
MARCO CONCEPTUAL
El Atlas Suramericano de Mapas de Riesgo de Desastres causados por Fenómenos Naturales es una
herramienta que permite conocer, de manera real, las distintas experiencias en las metodologías
aplicadas para la determinación de los niveles de riesgos originados por fenómenos naturales. Estas
experiencias permitirán orientar y priorizar el diseño de programas y proyectos de reducción de
pérdidas en sus respectivos ámbitos político-administrativos.

Para la construcción de mapas de riesgos se requiere disponer de mapas de amenazas (peligros) y de


vulnerabilidades, según la relación:

Riesgo = Amenaza x Vulnerabilidad

A escala de la región es factible disponer de información de amenazas por fenómenos naturales. Sin
embargo, estudios y cartografía de vulnerabilidad, que implican el cálculo de la resistencia de los
elementos expuestos a diferentes niveles de amenaza, está disponible solo para algunas ciudades.

De manera general, la exposición representa un aspecto del riesgo, ya que ilustra aquellos elementos
que pueden sufrir algún nivel de daños o pérdidas como consecuencia de la acción de la amenaza.
Conocer la distribución y cantidad de elementos expuestos a un nivel de amenaza específico, permite
priorizar y promover actividades básicas como estudios de vulnerabilidad y riesgo. Este conocimiento
se puede considerar como un indicador o especie de alerta que señala a los interesados hacia dónde
enfocar prioridades de análisis y medidas estructurales (físicas) y no estructurales (legislación,
educación y difusión) para la reducción de riesgos.

La exposición a la amenaza es una condición indispensable para que existan pérdidas o daños, pero no
determina el grado o nivel de estos daños, que dependen de condiciones intrínsecas de los elementos
expuestos, es decir de su vulnerabilidad.
Objetivo

El objetivo del Atlas Suramericano de Mapas de Riesgo


de Desastres causados por Fenómenos Naturales es
mostrar las distintas experiencias y metodologías
empleadas en la determinación de los niveles de
riesgos originados por fenómenos naturales, así
como exponer la cartografía de la distribución
espacial de población, bienes e infraestructura que
están expuestos a diferentes niveles de amenaza por
fenómenos naturales.
CAPÍTULO

I
SINOPSIS
de
SURAMÉRICA
Sinopsis de
Suramérica

1. Espacio geográfico

América del Sur se sitúa en la parte meridional del continente americano. Se extiende desde
los 11º de latitud norte, que corresponde a las costas septentrionales de Venezuela, hasta los
56º 30’ de latitud sur, que corresponde a la isla Diego Ramírez, al sur del Cabo de Hornos, en el
extremo meridional de Chile. Tiene una extensión de 17 820 950 000 km², aproximadamente.

16 Limita por el norte y el este con el océano Atlántico; por el oeste, con el océano Pacífico; por
el sur, con el Paso de Drake, que lo separa de la Antártica, donde confluyen las aguas de los
océanos Atlántico y Pacífico.
Su punto más bajo está en la península de Valdés (-40 m) y su punto más alto, en la cima del
nevado del Aconcagua (Argentina).

2. Características geológicas y morfológicas del espacio geográfico suramericano

Geología y geomorfología


Sistemas orográficos

En América del Sur hay tres grandes sistemas orográficos:

a. El Sistema Andino o Cordillera de los Andes

El Sistema Andino es la segunda cadena montañosa más alta del mundo. Se localiza en la
parte occidental de América del Sur, entre el Cabo de Hornos, por el sur, y Venezuela por el
norte. Ocupa gran parte de los territorios de Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia
y Venezuela. Tiene una longitud aproximada de 8 900 km., siendo, por tanto, la cordillera más
larga que hay en la superficie terrestre.
Esta cordillera, de acuerdo con la teoría tectónica de placas, se habría formado como
consecuencia de la presión que ejercen, de un lado, la placa continental sudamericana, y de
otro, la placa de Nazca.
CAPÍTULO I. SINOPSIS DE SURAMÉRICA

Los nevados más altos de la Cordillera Andina: Aconcagua, Tupungato, Mercedario y Ojos del
Salado.

b. El Sistema Brasileño o Macizo Brasileño

El Sistema Brasileño ocupa gran parte del territorio del Brasil. Primitivamente conformaba
el escudo brasileño que, por efecto de la erosión, quedó reducido a una penillanura, es decir,
a un relieve de meseta, de escasa elevación. Sobre esta vasta meseta destacan las sierras de
Mantiqueira y Domar, en el extremo oriental, donde se encuentran los picos Bandeira (2 890 m)
e Itaya (2 884 m), que son los más altos; las sierras de Espinhaco y Dourada, en la parte central,
donde se encuentra Brasilia, su nueva capital. En la parte occidental se localiza la meseta de
Mato Grosso.

c. Los Sistemas de Parima y Pacaraima

Estos sistemas orográficos se extienden en la parte norte de América del Sur, entre Venezuela
y Brasil. Actúan como divisorias de aguas entre los ríos Orinoco y Amazonas. Son de escasa
elevación, pero tan antiguos como el Macizo Brasileño. El pico más alto de este sistema es el
Roraima.

Mesetas:


§ Altiplano Boliviano § Meseta de Quito
§ Mesetas del Collao y Bombón § Meseta Brasileña y Mato Grosso 17
§ Meseta de Cundinamarca (Colombia) § Meseta de Patagonia

Llanuras:

§ Llanura Amazónica § Los Llanos del Orinoco (Venezuela)


§ El Gran Chaco y las Pampas

Sistema hidrográfico


Sistemas fluviales

Suramérica posee los ríos más largos y caudalosos del mundo.

Río Amazonas
El Amazonas forma la cuenca colectora más grande del mundo, sobrepasa los 7 000 000 de km2. Su
ancho es variable, alcanzando 241 km en su desembocadura. Su longitud sobrepasa los 6 760 km,
desde su nacimiento más remoto.
El río es navegable en toda su longitud y tiene en sus márgenes importantes puertos fluviales, como
Iquitos en Perú y Manaos y Belén en Brasil.
Sus aguas irrumpen con violencia entre las aguas del océano Atlántico, produciendo un ruido
característico conocido con el nombre de “pororoca”. 300 km mar adentro, todavía sus aguas son
dulces.
Los afluentes más importantes del gran río Amazonas son Napo, Putumayo, Negro, Madeira.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Río Paraná–La Plata


Este río conforma el segundo sistema fluvial más extenso de América del Sur. Su cuenca colectora
abarca los territorios de Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Argentina. Tiene su origen en el Macizo
Brasileño, al norte de Río de Janeiro. Al desembocar en el Atlántico forma un estuario muy amplio,
conocido con el nombre de Río de la Plata, de más de 300 km de longitud. Forma la catarata de
Iguazú.

Río Orinoco
El río Orinoco tiene una cuenca limitada por la cordillera de los Andes y el Sistema de Parima.
Recorre los Llanos del Orinoco y desagua en el océano Atlántico, formando un gran delta. Está unido
al sistema fluvial del Amazonas a través del canal de Casiquiare.

Lagos

a. El lago Maracaibo, el más extenso que se localiza en el extremo noroccidental de Venezuela,


con 12 780 km² de superficie, vierte sus aguas en el golfo de Venezuela.
b. El lago Titicaca, en el Altiplano peruano–boliviano, es, además, el lago navegable más alto del
mundo con 8 380 km², para cuyo efecto cuenta con dos importantes puertos lacustres: Puno, en
el Perú, y Huaqui en Bolivia. Su único afluente es el río Desaguadero, que vierte sus aguas en el
lago Poopo, en Bolivia.

18 Climatología

§ En América del Sur hay una gran variedad de climas:


§ En las zonas de baja latitud el clima es tropical, es decir, cálido-húmedo y lluvioso.
§ En las regiones de latitudes medias del norte y del sur los climas son templados.
§ En las regiones de alta latitud o áreas cercanas al polo sur el clima es muy frío.
§ En las altas cordilleras el clima es glacial o extremadamente frío.

Población y división política

América del Sur tiene en la actualidad más de 300 millones de habitantes; tiene menos del 6%
de la población mundial; la densidad es de 17 hab/km². Más de la mitad de su territorio tiene una
densidad de 2 hab/km². La población está conformada por los descendientes de tres principales
grupos raciales: 1. Amerindia o autóctona, 2. Raza negra, 3. Blanca o europea.
CAPÍTULO I. SINOPSIS DE SURAMÉRICA

3. División política

Países de América del Sur

PAÍS SUPERFICIE POBLACIÓN CAPITAL IDIOMA MONEDA


(En km²)

ARGENTINA 3 761 274 40 117 096 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Español Peso
BOLIVIA 1 098 581 8 814 000 Sucre y La Paz Español Boliviano
BRASIL 8 511 965 180 368 000 Brasilia Portugués Real

COLOMBIA 1 141 748 45 378 000 Bogotá Español Peso


CHILE 736 902 16 173 000 Santiago Español Peso
ECUADOR 275 830 13 482 000 Quito Español Dólar

GUYANA 214 970 850 000 Georgetown Inglés Dólar guayanés


PARAGUAY 406 752 6 279 000 Asunción Español Guaraní
PERÚ 1 285 216 27 300 000 Lima Español Sol

19
SURINAM 163 265 400 000 Paramaribo Neerlandés Florín de Surinam
URUGUAY 176 215 3 428 000 Montevideo Español Peso
VENEZUELA 916 445 26 235 000 Caracas Español Bolívar
CAPÍTULO

II
CONSOLIDACIÓN DE
INFORMES TÉCNICOS
ELABORADOS POR
LOS PAÍSES
República Argentina

Estado Plurinacional de Bolivia

República de Chile

República de Paraguay

República del Perú

República Bolivariana de Venezuela

República
Argentina
ÍNDICE
MAPA DE RIESGO POR INUNDACIONES • CUENCA DEL SALADO

1 Justificación de la elección 24

2 Descripción de la cuenca 24

3 Evento histórico 25

4 Impactos 25

5 Explicación de los parámetros del mapa 25

5.1. Amenaza 27

5.2. Vulnerabilidad 28

5.3. Riesgo 30
Mapa de Riesgo por Inundaciones
Cuenca del Salado

1. Justificación de la elección

Teniendo en cuenta que la cuenca del Salado ha provocado la inundación del año 2003, que
afectó a un núcleo poblacional y económico-productivo muy importante del país, resulta
apropiado trabajar sobre esta cuenca para el análisis de mapas de riesgos. El evento fue
registrado como uno de los de mayor magnitud por las pérdidas y el alto grado de afectación.

24
2. Descripción de la cuenca

La cuenca del Salado se localiza en el noreste del país. Abarca desde su nacimiento hasta su
desembocadura las siguientes provincias de Argentina: Salta, Santiago del Estero, Córdoba
y Santa Fe. La cuenca desemboca en el río Paraná, que junto con el sistema del río Uruguay,
conforman la cuenca del Plata, la más importante del país y una de las más destacadas en
América del Sur.
Desde la Puna donde nace, en el departamento de Joaquín V. González, hasta su
desembocadura en el sistema fluvial del Paraná, en la provincia de Santa Fe, el río Salado
recorre aproximadamente 1 500 km. La cuenca abarca aproximadamente 90 000 km².
El río realiza un recorrido en sentido noroeste-sudoeste, en el cual se distinguen tres tramos:
superior, medio e inferior. El tramo superior de la cuenca abarca desde la naciente en el Tunal
(Joaquín V. González), hasta la provincia de Santiago del Estero. En ese tramo, el río presenta
características de un río de montaña y piedemonte. El tramo medio de la cuenca comienza
cuando el río ingresa a la provincia de Santiago del Estero, adquiriendo a partir de allí,
características de un río de llanura. Aquí también adquiere el nombre de Salado, ya que en su
tramo anterior se lo denomina Juramento. Finalmente, el tramo inferior de la cuenca comienza
cuando el río ingresa a la provincia de Santa Fe (a la altura de la ciudad de Tostado) hasta su
desembocadura en el río Coronda. En el tramo inferior, el Salado recibe aportes de distintas
subcuencas, entre las que destacan Saladillo, Las Conchas, Palos Negros-La Cabral, San Antonio,
Cululú, Vizcacheras, Pantanoso y Arizmendi.
Entre las localidades más importantes que se encuentran en la cuenca destacan Santiago del
Estero, Santa Fe y Santo Tomé.
El régimen del río es pluvial, depende exclusivamente de las lluvias y de la variedad estacional
que estas presenten. En un período estable, el caudal medio del río, en la ruta Provincial Nº 70,
es de 150 m³/s.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

3. Evento histórico

Durante el año 2002 y comienzos de 2003 se produjeron lluvias localizadas que provocaron
el desborde de cursos de agua y el ascenso de napas. En abril de ese año las precipitaciones
alcanzaron niveles de 152 mm para el cordón oeste, provocando que en Santo Tomé el río
alcanzara los 5,01 m, señalando un crecimiento de 13 cm respecto al día anterior. El día 28 de
abril, el agua ingresó en la planta urbana de Recreo y en la ciudad de Santa Fe. El río Salado
aumentó su nivel en 24 horas y marcó una diferencia de más de 1 m respecto al año anterior.
Creció así hasta alcanzar una velocidad de 2,50 m/s (cuando la media normal es de 0,60 m/s).
En el caso de la ciudad de Santa Fe, si bien la misma contaba con una defensa contra
inundaciones, esta no estaba concluida. El tercer tramo de la defensa, en el sector oeste de la
ciudad, no se había finalizado para abril de 2003 y eso permitió el ingreso del agua que fue
ocupando su valle de inundación al ingresar por el sector del hipódromo.
El 30 de abril el caudal alcanzó el pico de crecida, que llegó a los 7,88 m. Al día siguiente, el río
comenzó a descender y el agua retrocedió gracias a que se realizaron brechas en el sistema de
defensas para permitir el escurrimiento.

4. Impactos

Entre los principales impactos que la crecida generó se cuentan: en la localidad de El Recreo, el
anegamiento alcanzó los 0,70 m provocando la evacuación de 11 000 personas sobre un total
de 13 000 habitantes. 25

En el caso de Santa Fe, el resultado fue que más del 75% de la población de la ciudad resultó
afectada, según un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas.
Las pérdidas económicas de la superficie productiva oscilaron entre 50 y 100%, de acuerdo con
la localidad que se considere. Llegó a sancionarse una legislación de emergencia agropecuaria
para numerosos departamentos. A modo de ejemplo, según señaló la Federación Agraria
Argentina, alrededor de 1 500 000 ha sembradas con soja se encontraban bajo el agua, se vio
comprometida el 70% de la zafra de la oleaginosa, así como también resultaron afectadas unas
3,5 millones de cabezas bovinas, estimándose pérdidas por el orden de los 160 000 000 de
dólares.
Respecto de los evacuados, las cantidades varían, pero llegaron a funcionar aproximadamente
117 centros de evacuados.

5. Explicación de los parámetros del mapa

De acuerdo con lo trabajado en el Taller de elaboración del Atlas de Mapas de Riesgos de


Desastres Naturales en Sudamérica:
Para el análisis con base en la disponibilidad de datos, se ha trabajado a escala de radio
censal y con la información disponible en organismos o fuentes confiables, lo que no
siempre ha permitido obtener la información en escala 1:5 000 o 1:25 000.
Para determinar el valor de ponderación de cada una de las dimensiones, así como para
establecer el valor de cada categoría dentro de las variables, se ha utilizado el Proceso de
Análisis Jerárquico de Saaty descripto en el Manual para la Evaluación de riesgos originados
por fenómenos naturales.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 1
Área que ocupa la cuenca

26
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

5.1. Amenaza

Para el análisis de las amenazas se tomaron las dimensiones que se detallan en la matriz. Para
trabajar la cuestión de las amenazas, como la cuenca tiene tres tramos bien diferenciados, con
características particulares, estas fueron consideradas al momento de analizar y ponderar las
dimensiones de la peligrosidad. En este sentido, teniendo en cuenta los episodios de inundación
que históricamente ha sufrido la cuenca y las características que las inundaciones tienen en
cada provincia, se consideraron diferentes ponderaciones para cada tramo. Así, en el tramo
superior de la cuenca (en la provincia de Salta) la ponderación de las dimensiones otorga mayor
peso a las precipitaciones; en el tramo medio de la cuenca (en la provincia de Santiago del
Estero), la dimensión más importante para determinar la peligrosidad es la pendiente, mientras
que en el sector inferior de la cuenca el parámetro con más preponderancia vuelve a ser el de
precipitaciones; por tal razón, se construyeron categorías para cada dimensión.
Pendiente: en el caso de la pendiente, tomando como base la información del Modelo Digital de
Elevación, se construyeron tres categorías:

Tabla 1

Descriptor Inclinación del terreno Nivel de peligrosidad

Entre 0 y 10° Alto

Pendiente Más de 10° y hasta 20° Medio 27

Más de 20° Bajo

Tipo de suelos y geomorfología: para analizar el tipo de suelos y la geomorfología se recurrió


a la base de datos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Al reunir estas
dimensiones se determinó el grado de anegabilidad de los suelos.

Tabla 2

Descriptor Anegabilidad Nivel de peligrosidad

Anegable Alto

Categorías de
anegabilidad Probable Medio

Improbable Bajo

Precipitaciones: con base en la información aportada por el Servicio Meteorológico Nacional


(SMN) de registro de precipitaciones medias anuales para el área de la cuenca, se construyeron
las siguientes categorías
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 3

Descriptor Precipitación media en mm Nivel de peligrosidad


1,103
1,055 Alto
1,01
0,915
Nivel de
precipitaciones 0,865 Medio
0,820
0,775
0,725 Bajo
0,675

5.2. Vulnerabilidad

Para el análisis de la vulnerabilidad se tomaron las dimensiones propuestas en la matriz. De


acuerdo con los estudios y realidad de la población de la cuenca, se otorgó mayor valor de
ponderación a la dimensión de Necesidades Básicas Insatisfechas debido a su importancia como
indicador de la situación de la población.
Por ello, se construyeron categorías para cada dimensión:

28 Densidad poblacional: teniendo en cuenta la información del Censo 2010, aportada por el Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos (INDECI) se ha realizado una categorización con base en el
número de habitantes por km² que se encuentra en cada radio censal. Vale la pena aclarar que la
categorización se adaptó a las características de la cuenca:

Nivel educativo: teniendo en cuenta la información del Censo 2010, aportada por el Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos (INDECI), se ha realizado una categorización con base en la proporción
de población que no ha finalizado sus estudios. Tomando esa proporción se construyeron cuatro
categorías en las cuales los máximos y mínimos han sido tomados en referencia a las características
poblacionales de la cuenca en cuestión. Las categorías construidas reflejan los siguientes valores:

Tabla 4

Descriptor Proporción respecto de la población Nivel de vulnerabilidad


del radio censual en cuestión
Más de 75% Muy alto

Más de 50 y menos de 75% Alto


Población que no
culminó sus estudios
Más de 25 y hasta 50% Medio

Menos de 25% Bajo

Edad de la población: teniendo en cuenta la información del Censo 2010, aportada por el
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDECI) se ha realizado una categorización con base
en la tasa de dependencia infantil de cada radio censal. Teniendo en cuenta que la población
menor de 5 años es especialmente vulnerable a los desastres y emergencias, resulta un buen
indicador para esta dimensión. Se han construido así cuatro categorías:
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 5

Descriptor Proporción de niños menores Nivel de vulnerabilidad


de 5 años
Más de 30% Muy alto

Más de 20 y menos de 30% Alto


Taza de dependencia
infantil
Más de 10 y hasta 20% Medio

Hasta el 10% Bajo

Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI): teniendo en cuenta la información del Censo 2010, aportada
por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDECI) se ha realizado una categorización con
base en la proporción de población con Necesidades Básicas Insatisfechas de cada radio censal.
Teniendo en cuenta que este indicador refleja en general el perfil socioeconómico de la población,
se le ha otorgado un peso mayor en el proceso de ponderación de las dimensiones.
Se han construido así cuatro categorías tomando como valores de referencia los máximos y
mínimos de la cuenca:

Tabla 6

Descriptor Proporción respecto de la población Nivel de vulnerabilidad 29


del radio censal en cuestión
Más de 20% Muy alto

Más de 10 y menos de 20% Alto


Proporción de Población con
Necesidades Básicas
Insatisfechas Más de 5 y hasta 10% Medio

Hasta 5% Bajo

Uso del suelo: para la caracterización del uso del suelo no se contó con la información catastral
necesaria. Sin embargo, se utilizó la clasificación que realiza el Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA), que establece la proporción de suelo destinado a actividades de tipo agrícola.
Con base en ello se construyó una topología de cuatro categorías:

Tabla 7

Descriptor Proporción respecto del Nivel de vulnerabilidad


departamento en cuestión
Hasta 10% Muy alto

Más de 10 y menos de 20% Alto


Proporción de suelo
destinado a uso agrícola
Más de 20 hasta 30% Medio

Más de 30% Bajo


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tipo de vivienda: teniendo en cuenta el tipo de viviendas que se encuentran en el radio censal,
se tomó como mejor indicador de la dimensión, la proporción de viviendas que presentan la
categoría denominada CALMAT IV, que se refiere a los materiales menos adecuados utilizados en
la construcción. Este indicador refleja la calidad constructiva de la vivienda. Se han construido
cuatro categorías al considerar la situación de la cuenca:
 Tabla 8

Descriptor Proporción respecto del Nivel de vulnerabilidad


radio censal en cuestión
Más del 30% Muy alto

Más de 20 hasta 30% Alto


Proporción de viviendas
con CALMAT IV
Más de 10 hasta 20% Medio

Hasta 10% Bajo

5.3. Riesgo

Para establecer el nivel de riesgo se tomaron los niveles de peligrosidad y de vulnerabilidad,


otorgando el mismo peso a ambas dimensiones. Allí donde hay amenaza y vulnerabilidad en
30 forma simultánea existe riesgo. De esta manera, se ha otorgado a ambas dimensiones el mismo
valor de ponderación dentro del cálculo final, quedando establecidas las siguientes categorías:

Tabla 9

Categoría Nivel de riesgo

Más de 0,036 Alto

Más de 0,014 hasta 0,036 Medio

Hasta 0,014 Bajo


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 2
Cuenca del río Salado • Mapa de Peligro

31
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 3
Cuenca del río Salado • Mapa de Riesgo

32
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 4
Cuenca del río Salado • Mapa de Vulnerabilidad

33
Estado Plurinacional
de Bolivia
ÍNDICE
RIESGOS DE LOS DISTRITOS URBANOS DEL MUNICIPIO DE LA PAZ

Resumen 36

Antecedentes 36

1 Introducción 37

2 El municipio de La Paz 37

3 Descripción biofísica del área urbana 38

4 Conceptos fundamentales 39

5 Características generales del valle de La Paz 41


5.1. Geología del valle de La Paz 41
5.2. Geomorfología del valle de La Paz 62
5.3. Características geotécnicas del valle de La Paz 66
5.4. Tectónica en el valle de La Paz 70

6 Mapa de amenazas 70
6.1. Análisis de la información 71
6.2. Ponderación de las amenazas geodinámicas
del valle de La Paz 74
6.3. Generación del mapa de amenazas del valle de La Paz 76

7 Mapa de vulnerabilidades 78
7.1. Marco metodológico 78
7.2. Referencia geográfica y escala de trabajo 79
7.3. Fuente de la información 79
7.4. Preparación de la información 79
7.5. Herramientas de análisis y bases de información 79
7.6. Procesamiento de la información 80
7.7. Análisis de resultados 94

8 Mapa de riesgos 97
8.1. Características principales del riesgo 97
8.2. Metodología 98
8.3. Descripción de los grados del riesgo 100
8.4. Análisis de resultados 103

9 Referencias bibliográficas 116


Riesgos de los distritos urbanos
del municipio de La Paz
Memoria explicativa

Resumen
Dentro de una conceptualización moderna del Riesgo y bajo un enfoque holístico, en el que no
solo se consideren criterios técnicos fríos, sino además sociales, económicos y ambientales, se ha
desarrollado un Modelo de Evaluación del Riesgo para el Municipio de La Paz.
La creación de este modelo contempló en una primera etapa la elaboración de dos productos base,
que son el Mapa de Amenazas y el Mapa de Vulnerabilidad; estos productos que tienen una amplia
utilidad por sí solos fueron la base para la determinación del producto final.
De manera general, el modelo diseñado estuvo fundamentado en las capacidades de los Sistemas
de Información Geográfica; específicamente, fue construido con una herramienta (Evaluación Espacial
36 Multicriterio) que permite trabajar con un número amplio de variables, las cuales pueden ser evaluadas
de forma paralela para la resolución del problema planteado, que en nuestro caso correspondía a la
espacialización de un Índice de Riesgo, este índice permitió reflejar la condición del conjunto de variables
utilizadas para luego de un proceso de reagrupación, mostrar de forma cualitativa un nivel de riesgo.
Una evaluación conjunta de estos productos y la utilización de herramientas y técnicas modernas
permitieron el análisis de datos para descubrir estructuras espaciales, asociaciones y relaciones entre
ellos, además de poder modelar fenómenos geográficos.

Antecedentes
En el año 1977 se contrataron los servicios de las consultoras francesas BRGM y BCEOM para la
elaboración del Plan de Desarrollo Urbano de la ciudad de La Paz. Como parte de este estudio, las
mencionadas consultoras elaboraron un documento denominado “Riesgos naturales encontrados en
la cuenca de La Paz y alrededores”.
En el año 1987 el Proyecto de Fortalecimiento Municipal (PFM) elaboró el primer mapa de riesgos de
la ciudad; los estudios realizados presentan, por primera vez, datos estadísticos de los riesgos de la
ciudad.
El Estudio de Constructibilidad y Plan de Desarrollo Urbano de 1978, junto con el Reglamento de
Uso de Suelo y Patrones de Asentamiento (USPA) correspondiente, fueron los primeros en incorporar
medidas para controlar y ordenar la ocupación de las zonas de las laderas. En ellos se señala que
toda pendiente mayor a 45° debe ser área de uso forestal, limitando por ende el uso residencial a
una pequeña parte del territorio.
A este hecho se suma la división de la metrópoli (1989) en dos ciudades: La Paz y El Alto. Esta
división político-administrativa no permitió dar continuidad a la planificación conjunta del espacio,
cuyos primeros intentos se habían dado en las décadas de los años 40’ y 50’, pero en las que no se
realizó una intensiva inversión.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

En el año 1999 El IIPLAM elaboró un documento denominado “Riesgos geológicos en el área urbana
de La Paz”, el cual contiene un plano a escala 1:25 000 en el cual se identifican las zonas de riesgo.
A raíz de la torrencial granizada del día 19 de febrero de 2002, que causó grandes inundaciones,
pérdida de infraestructura urbana y vidas humanas, el Gobierno Municipal de La Paz (GMLP) procedió
a la creación del programa Prevención de Riesgos, Atención de Emergencias y Reconstrucción del
Municipio. Con base en recursos propios y un financiamiento del PNUD, esta institución encomendó
la elaboración del primer mapa de riesgos de la ciudad, el cual fue denominado “Mapa de Riesgos
Socioeconómico de la Ciudad de La Paz - 2004”.

1. Introducción

En el proceso de crecimiento del municipio de La Paz se han presentado diferentes tipos de


desastres, sobre estos eventos, si bien se hicieron diferentes estudios para tratar de determinar
su origen, causas y comportamiento, pocos fueron los análisis del sistema afectado, el cual está
compuesto por la población y sus bienes.
La ciudad de La Paz está situada, en parte, sobre una cadena de laderas; es así que en su
proceso de crecimiento tuvo y tiene hoy en día, que adaptarse a las características fisiográficas
de la zona, mismas que hacen de su desarrollo un caso particular. Elevadas pendientes,
temperaturas muy variables y condiciones socioeconómicas diversas son elementos que,
sumados al hecho de ser sede de Gobierno, han inferido en su crecimiento espacial, social,
económico y cultural. 37
De manera paralela a su crecimiento y desarrollo, la posibilidad de que eventos adversos
puedan afectar a la población también se tuvo que incrementar, ya que producto de la
interrelación de factores físicos con la actividad de la población, año tras año se suceden
eventos desastrosos de diferente magnitud.
El crecimiento de la ciudad, especialmente en las laderas de La Paz, no solo significa un proceso
de expansión, implica además un proceso de densificación de estos asentamientos; esto,
sumado a un incremento de estructuras fuera de norma, talleres y comercios construidos sin el
criterio técnico adecuado, incrementa el riesgo en estas áreas.

2. El municipio de La Paz

Localización

Geográficamente, el municipio de La Paz se ubica a 16º 29’ de latitud sur respecto a la línea del
Ecuador, y 68º 08’ de longitud oeste, al extremo norte de la Meseta Altiplánica, en el valle que
forma la cuenca del río Choqueyapu, a una altura promedio de 3 640 metros sobre el nivel del
mar. La sección capital de la provincia Murillo, del departamento de La Paz, limita al norte con el
municipio de Guanay, al noreste con el municipio de Caranavi, al este con los municipios de Coroico
y Yanacachi, al sureste con el municipio de Palca, al sur con los municipios de Mecapaca y Achocalla,
en tanto que al suroeste limita con el municipio de El Alto y al oeste con el municipio de Pucarani.
El área de estudio para el presente trabajo está delimitada por siete de los nueve macrodistritos
existentes en el municipio de La Paz, los cuales son considerados como urbanos y están descritos
en la siguiente ilustración:
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Figura 1.
División política del municipio de La Paz.
Extraído de: Plan de Desarrollo Municipal 2006.

38 3. Descripción biofísica del área urbana

Clima

La conformación de la Cordillera Real que se localiza al norte, forma una barrera climática que
en la estación de lluvias sirve de freno a las corrientes húmedas que provienen de la cuenca
amazónica. El clima de la ciudad está, obviamente, condicionado por el clima del municipio y
como en este, las precipitaciones en el área urbana son en promedio de 500 mm/año, también
concentradas entre diciembre y marzo, marcando el clima húmedo de verano y el seco de
invierno.
Los contrastes entre el día y la noche son muy fuertes, con una diferencia anual promedio
diaria de 14º y con temperaturas de 0 ºC en la noche en la época fría del año. La temperatura
promedio es de 10,4 ºC y el gradiente térmico medio es de 0,64 ºC c/100 metros.
La humedad promedio es de 64,7% en la época de lluvias y de 48% en la época seca de
invierno. Los vientos en verano son en dirección este a oeste, en invierno predominan los de
dirección sudoeste a este. El promedio de exposición solar es de 240 horas/mes en 200 días
por año. (Datos del documento de Revisión y Actualización del Plan Maestro de Drenaje para el
Área Urbana de La Paz, Nippon Koei co, Ld, PCA, La Paz, 2006)
 
Topografía

El 35% de la mancha urbana está constituido por los terrenos de alta pendiente, que
sobrepasan el 50% de inclinación del terreno, con problemas de inestabilidad potencial,
dificultades para la dotación de servicios básicos y consiguientemente altos costos de
urbanización. Se ubican en las proximidades de la ceja de El Alto, Alto Chijini, Villa Nuevo Potosí,
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tacagua, Andrés de Santa Cruz, más al sur las pendientes son accidentadas, como en el valle
del río Achumani, Aranjuez, Alpacoma, La Florida y río Abajo, en la actualidad están siendo
incorporadas al tejido urbano.
El 28% lo constituyen terrenos de pendiente media, que van del 10 al 49%, ubicadas en
zonas intermedias de unión entre las terrazas y las pendientes abruptas, y se relacionan con
los abanicos torrenciales actualmente urbanizados en Villa Fátima, Los Andes, Tembladerani,
Sopocachi; también, las planicies de Llojeta y Pampajasi.
El restante 37% de terrenos son las pendientes suaves de hasta 10%, que se ubican en
el centro de la cuenca, en las terrazas de las gravas Miraflores, en Achachicala al norte hasta
Seguencoma al sur, en los valles de Chuquiaguillo e Irpavi, en fajas más o menos elevadas, en
Obrajes a partir Irpavi y Achumani, expuestas a inundaciones.
Las quebradas son el resultado de la erosión hídrica y podemos distinguir entre quebradas
aisladas más o menos profundas, alargadas según la línea de mayor pendiente; se ubican sobre
las laderas de los valles de Achachicala-Kaluyo, Chuquiaguillo y Kallapa, encajonadas en las
terrazas de las gravas de Miraflores como en Pampahasi, Llojeta, Achocalla-Mallasa, entre otros.
Las quebradas desarrolladas con ramificaciones hacia los lados y hacia arriba, toman un aspecto
dendrítico como se observa en los valles de los ríos Achachicala y Chuquiaguillo.

4. Conceptos fundamentales

“La unificación de la terminología se hace importante al momento de coaligar esfuerzos en la


reducción de desastres”. (Mora, 2007. CLAS, A.C.) 39

Amenaza

Un fenómeno, sustancia, actividad humana o condición peligrosa que puede ocasionar la muerte,
lesiones u otros impactos a la salud, al igual que daños a la propiedad, la pérdida de medios de
sustento y de servicios, trastornos sociales y económicos, o daños ambientales. (UNISDR, 2009)

Análisis de vulnerabilidad

Es el proceso mediante el cual se determina el nivel de exposición y la predisposición a la


pérdida de un elemento o grupo de elementos ante una amenaza específica, contribuyendo
al conocimiento del riesgo a través de interacciones de dichos elementos con el ambiente
peligroso. (Lavell, A. et al. La gestión local del riesgo: nociones y precisiones en torno al concepto
y la práctica). Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América
Central. (CEPREDENAC, PNUD, 2003)

Análisis multicriterio

La evaluación multicriterio es un conjunto de técnicas utilizadas en la decisión multidimensional


y los modelos de evaluación, dentro del campo de la toma de decisiones. (Barredo, 1996)

Elemento en riesgo

Comprende a la población, propiedades, actividades económicas, servicios públicos. (Van Westen


- ITC, 2005)
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Evaluación Espacial Multicriterio (SMCE) - Ilwis

Siguiendo el marco definido por Sharifi & Rodriguez (2002), vemos la planeación y el proceso
de toma de decisiones como una actividad interactiva y recursiva, que va a través de etapas
analizando el entendimiento de un problema o una oportunidad (inteligencia), encontrando o
desarrollando soluciones alternativas (diseño de soluciones) para llegar a la solución óptima.
La etapa de la inteligencia está destinada a construir un concepto o un modelo (cualitativo o
cuantitativo) del proceso, donde primeramente describe este fenómeno tratando de entender la
situación actual y conduce los objetivos que guían los pasos a seguir.
La SMCE es una herramienta del software Ilwis que puede ser categorizada como un método
heurístico del modo más transparente. Su implementación ayuda a los usuarios a aplicar la
evaluación multicriterio y su análisis espacial. (CCI, 2001)
Las prioridades se establecen en la jerarquización de objetivos diferenciando la importancia de
los distintos criterios. Finalmente, una función de agregación es aplicada como una sumatoria de
pesos, la cual agrega todos los puntajes estandarizados a un puntaje total para cada alternativa.
Las diferencias de puntaje permiten jerarquizar las alternativas estableciendo así una jerarquía
de objetivos y criterios, funciones de definición de valores. La priorización de objetivos y
criterios es altamente subjetiva. (Boerboom - Sharifi, s.f.)
 

Normalización o estandarización

40 Las puntuaciones en los atributos son normalizadas a efectos de eliminar problemas de cálculo
originados en el uso de diferentes escalas y/o unidades utilizadas en la matriz de decisión.
La normalización no siempre es necesaria, pero sí es esencial en la mayoría de los métodos
compensatorios. El propósito de la normalización es el de obtener escalas comparables, lo que
permite realizar comparaciones intra-atributos. En consecuencia, los puntajes normalizados no
tienen unidades de dimensión y, para el caso de atributos de beneficios, cuanto mayor sea el
puntaje normalizado, mayor es la preferencia del mismo. (Flament, 1999)
 
Proceso Analítico Jerárquico

Desarrollado por Thomas Saaty en 1980, este proceso consiste esencialmente en formalizar
nuestra comprensión intuitiva de problemas complejos utilizando una estructura jerárquica. El
propósito de AHP es permitir que el decisor pueda estructurar un problema multicriterio en
forma visual, dándole la forma de una jerarquía de atributos, la cual contendría mínimamente
tres niveles: el propósito u objetivo global del problema, ubicado en la parte superior, los varios
criterios que definen las alternativas en el medio y las alternativas concurrentes en la parte
inferior del diagrama. En la medida que los criterios sean muy abstractos, tal como bienestar
humano, o capacidad, por ejemplo, pueden incluirse subcriterios más operativos en forma
secuencial entre el nivel de los criterios y el de las alternativas, lo que da origen entonces a una
jerarquía multinivel.
 
Riesgo

La combinación de la probabilidad de que se produzca un evento adverso y sus consecuencias


negativas. (UNISDR, 2009)
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

  Territorio urbano

La unión de estos conceptos tiene varias definiciones; sin embargo, tomando el concepto
básico de Territorio, que indica que es el “medio geográfico ocupado, apropiado y controlado
por diferentes agentes y grupos sociales” (Vargas, Galindo, 2004), se entenderá Territorio Urbano
como el medio en el cual se desarrolla un Sistema Urbano.
 
Vulnerabilidad

Las características y las circunstancias de una comunidad, sistema o bien que los hacen
susceptibles a los efectos dañinos de una amenaza (UNISDR, 2009).
 
Vulnerabilidad socioeconómica

Para propósitos socio-económicos más generales y análisis de nivel macro, la vulnerabilidad


es un concepto definido menos estrictamente. Incorpora consideraciones del valor intrínseco
de los elementos involucrados y su valor funcional al bienestar de la comunidad en general y
la respuesta en la emergencia y la recuperación post desastre en particular. En muchos casos,
es necesario (y suficiente) conformarse con una clasificación cualitativa en términos de “alta”,
“media” y ·”baja” o explicitar declaraciones concernientes a la disrupción dispuesta a ser sufrida.
(Barrenechea, Gentile, Natenzon, 2002)
  41
5. Características generales del valle de La Paz

5.1 Geología del valle de La Paz

Con los antecedentes expuestos podemos resumir que la evolución geológica del valle de La
Paz se inicia sobre una paleogeografía constituida por sedimentos paleozoicos y paleógenos
plegados y fallados, tales como las formaciones Belén y Sica Sica asignadas al Devónico y la
formación Luribay asignada al Paleógeno; sobre esta paleogeografía rugosa y áspera se han
depositado facies de abanicos proximales y distales de la formación Huacallani sintectónicos
a la deformación de esta región; una serie de cuerpos ígneos de pequeñas dimensiones, muy
alterados, constituyen los cuerpos subvolcánicos de la Muela del Diablo, estas dos últimas
unidades corresponden al Neógeno, según Bles et al. (1978), estas litologías corresponden a las
formaciones del zócalo del valle de La Paz.
Un nuevo solevantamiento de la cordillera provocará que la paleogeografía plegada, rugosa
y áspera, sometida a erosión, cambie su régimen a una cuenca de relleno que inicia con
sedimentos de facies distales fluviolacustres someras y facies proximales de abanicos aluviales
que irán colmatando este valle, esta sedimentación neógena ocurrirá durante el Plioceno inferior,
donde la toba “Cota-Cota” ha dado una edad K/Ar de 5,5 ± 0,1 a 5,8 ± 0,2 Ma, y la toba Chijini
dio 2,8 ± 0,1 Ma Lavenu et al. (1989), indicando una edad Plioceno Superior.
Sobre la toba Chijini, que es un estrato guía que aflora en casi todo el valle de La Paz, las facies
de la formación La Paz son continuas en las laderas de la Autopista, Cotahuma, San Simón,
Pulpituni y Villa Salomé, en otros sectores sobre la mencionada toba se hallan en discordancia
erosiva los depósitos glaciales de la formación Calvario, sobre esta última discordantemente ya
sea directamente sobre la formación La Paz o sobre la formación Calvario se han depositado las
facies fluviales a lacustres de la formación Purapurani.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Al tope de la formación Purapurani, en el sector del valle Kaluyo, existe una toba 2,8 ±
0,1 Lavenu et al. (1989), que marca el límite superior y sobre esta se han depositado
los sedimentos glaciares de la formación Kaluyo; más al sur, en el sector del cerro
Condorini, en el valle del río Orkojahuira por el sector de Chuquiaguillo, esta toba marca
el límite entre facies fluviales y fluvioglaciares, asignadas a las mismas formaciones.
En las laderas de los valles de Kaluyo, Chuquiaguillo e Irpavi, al norte de La Paz, los depósitos
glaciares son espesos y es en el sector de Patapatani, en el extremo noroeste del valle de La
Paz, donde se han desarrollado las morrenas de la formación Milluni, ya sobre el altiplano y en
el sector de la Autopista próximo al Alto de Munaypata, afloran las facies de flujos de barro de
esta formación.
El relleno final de la cuenca del valle de La Paz lo constituyen las denominadas Gravas del
Altiplano, que corresponden a facies fluvioglaciares intercaladas con facies de abanicos aluviales
y en las facies distales desarrollan depósitos fluviales, que marcan la colmatación total del valle
de La Paz; en paisaje constituyen las terrazas más antiguas a nivel del altiplano en el Alto de
Lima, Ceja, Ciudad Satélite, Huaripampa y las altiplanicies del Alto de Ovejuyo y Huaripampa.
Según Bles et al. (1978), estas litologías descritas desde la formación La Paz, Calvario,
Purapurani, Kaluyo, Milluni y Gravas del Altiplano corresponden a las formaciones del Altiplano.
La erosión retrógrada del río Beni cortó la Cordillera Oriental y se dio la captura fluvial de una
parte del drenaje endorreico del altiplano, que dio origen al desarrollo del valle del río La Paz,
ahora este punto se halla en la confluencia de los ríos Luribay y La Paz, siendo este el punto
más bajo con 2 000 msnm. La profundización del valle alcanzó los 2 400 metros de desnivel
en comparación con la Ceja del Altiplano en las alturas de Patapatani; asimismo, la altura del
42 cañadón de Aranjuez es de 3 200 msnm y el desnivel, comparado con la altura de referencia
anteriormente citada, es de 1 200 metros.
El desarrollo del valle de La Paz, según Bles et al. (1978), considera cuatro épocas de erosión,
siendo la primera época de erosión caracterizada por los primeros indicios de procesos de
remoción en masa manifestados como flujos de barro, generalmente gravosos, tales como
Jukumarini, Laikakhota, Pampahasi y Kayu, este último registrado en el valle de Achocalla.
A la segunda etapa de erosión corresponden los depósitos desarrollados sobre los principales
drenajes mayores del valle de La Paz, que ya estaban individualizados para esa época; estos son
los ríos Choqueyapu, Orkojahuira e Irpavi.
En este lapso de sedimentación las gravas de la terraza Villa Salomé y sus remanentes aguas
arriba, probablemente son correlacionables o representan las facies fluviales de la glaciación
Choqueyapu I, este evento glacial es reconocido por el desarrollo de valles glaciales en el valle
de Kaluyo, Chuquiaguillo y Hampaturi; en este último, aguas arriba del Jacha Khora, presenta
morrenas terminales, mientras que en los otros valles se observan depósitos de morrenas
laterales, valles facetados y valles colgantes.
  En el valle de Kaluyo, sector de Limanipata, se presentan dos grandes deslizamientos que
albergan lagunas, este deslizamiento embalsó la parte del río Kaluyo que dio origen a un lago
temporal y sus sedimentos son asignados a los depósitos lacustres de Limanipata. Esta época es
importante, ya que en este lapso se produjo la formación de los depósitos aluviales que dieron
lugar a la terraza Miraflores, de amplia distribución en la zona homónima, villas Copacabana, San
Antonio, Villa Armonía, Alto Obrajes, Alto Seguencoma, zona central y Achachicala.
Una serie de morrenas laterales y de fondo se observan sobre las laderas del valle de Kaluyo;
Achachicala e Irpavi corresponden a la glaciación Choqueyapu II.
Como consecuencia del retroceso de la glaciación se formó el torrente de barro de Peña Azul,
estos depósitos masivos heterogéneos se los observa en el valle del río Irpavi, a unos 30 a 100
m sobre el nivel de la terraza actual.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Otros depósitos de terraza asignados a esta época son las de Alto Achumani,
Huayllani y Kellumani.
Finaliza esta segunda época de erosión con grandes flujos de barro en los
sectores de Sopocachi, Chijini, Cementerio, Pura Pura, Villa San Antonio, Alto
Obrajes, Bella Vista, Chinchaya-Ciudad del Niño y Cerro Aruntaya (Ciudadela
Stronguista).
La tercera época de erosión está caracterizada por grandes deslizamientos,
entre los más notables tenemos el de Achocalla, de Alpacoma, Llojeta,
Tembladerani, Huancani (Cóndores Lakota), Ovejuyo y sincrónicamente se han
desarrollado algunas terrazas como las del Barrio Gráfico, Obrajes, Kellumani y
Bosque de Bolognia.
La cuarta época de erosión se caracteriza por los flujos de barro reciente, tales
como el de Cota Cota, Ovejuyo, Apaña, y grandes deslizamientos como el de
Villa Armonía, Santa Bárbara, Las Dalias, El Pedregal, Codavisa, Auquisamaña,
Obispo Bosque, San Martín, Alpacoma, Lomas de Sur en Achumani y el más
reciente, que es un reactivamiento del deslizamiento de Pampahasi bajo
Central y Callapa,
Existen además pequeños deslizamientos a nivel de predios y manzanos
aledaños a todos los movimientos en masa citados.
También en esta etapa se consideran los abanicos aluviales, coluvios, terrazas
recientes y lechos aluviales.
Al concluir este resumen iniciamos la descripción de cada una de las unidades 43
que conforman el valle de La Paz.

Formaciones del zócalo

Formación Belén

Las rocas que componen la formación Belén (Fricke et al., 1964), están
constituidas por litologías pelíticas oscuras con estratificación laminar y con
nódulos de pirita autigena, muy cizalladas y falladas afloran en la serranía

Foto 1

Formación Belén
cubierta en
discordancia
por sedimentos
de la formación
Huallaconi, en La
Rinconada.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 2

Formación Sica
Sica, sobrepuesta
tectónicamente sobre
sedimentos de la
formación Luribay, en el
Gramadal.

de Aranjuez con relación de falla sobre las rocas paleógenas y neógenas y


cubiertos discordantemente por diversos sedimentos del Plio-Pleistoceno
y Holoceno. Estas rocas son asignadas al Devónico inferior por la fauna
44 fosilizada que contiene, principalmente trilobites, como Phacops orurensis, que
pertenecen a la era Paleozoica sistema Devónico.
 
Formación Sica Sica

Rocas plegadas y falladas con rumbos de N45W y buzamientos de 55 al norte


afloran en contactos pseudoconcordantes con las pelitas de la formación Belén,
en la serranía de Aranjuez; de color gris verdoso con estratificación laminar
gruesa, constituye una alternancia de limolitas y areniscas finas, se hallan
falladas y corridas sobre las rocas de la secuencia paleógena que aflora en el
sector, la potencia de estas rocas se incrementa hacia el sureste.
Estas rocas corresponden a la secuencia devónica de la cordillera oriental
y el paso es transicional desde la formación Belén (Koslowski, 1923), se
ha observado la presencia de algunos fósiles como Tentaculites y algunos
braquiópodos; sin embargo, no se pudieron identificar los especímenes.

Formación Luribay

Un gran hiatus erosivo separa al sistema Paleozoico del sistema Cenozoico,


Son típicos de la serranía de Aranjuez estratos subverticales con rumbo
N45W, constituidos por conglomerados polimícticos conformados por clastos
sedimentarios de areniscas y pelitas con contacto puntual de líticos en una
matriz arenosa de color rojo violáceo a marrón naranja; estas capas alcanzan
un espesor de hasta 4 m, alternan con estratos de areniscas soldadas de
grano fino a medio y limolitas friables; presentan muchas estrías de falla con
desplazamientos horizontales tipo capa en capa, se hallan sobrepuestas por
fallamiento por rocas paleozoicas, estas rocas son correlacionables con la
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

formación Coniri del altiplano; en la garganta de Aranjuez alcanzan unos 500 m de espesor. Por
relaciones estratigráficas y de correlación radiométrica, son sedimentos del sistema Paleógeno.

Hasta la década del 80 del siglo pasado se denominó formación Aranjuez, estudios posteriores
de geología regional, de correlación estratigráfica y paleontológica permitieron correlacionarla
con la formación Luribay, que es más completa y tiene buenos límites estratigráficos con
las formaciones paleógenas inferiores y neógenas superiores; por tal motivo, en los mapas
geológicos 1:100 000 publicados por el Servicio de Geología y Minería (SERGEOMIN), se
denominaron a estas con su actual nombre que sigue vigente.

Formación Huacallani (Huacallaconi)

Sobre la serranía de Aranjuez y en zonas aledañas al Pedregal, Muela del Diablo, se han
depositado sedimentos gruesos, medianos y finos, correspondientes a abanicos aluviales y flujos
de barro heterogéneos y masivos que rellenan pequeñas cuencas aisladas de dirección noroeste
a sureste. En su cuenca principal, donde se halla la comunidad de Huacallani, se observan
facies de abanicos aluviales que gradan a areniscas y limolitas, sedimentos sueltos de color rojo
rosáceo a beige y gris ceniza. Estos sedimentos se han depositado en una cuenca transpresiva
que se interpreta por las discordancias progresivas que sellan varias fallas inversas.

La formación Huacallani, descrita en la localidad homónima y redenominada en este trabajo


(Huallaconi de Bles et al., 1978; Huacallaconi de GEOBOL, 1960), alcanza espesores de unos 80
m en sus partes distales. Es del sistema Cenozoico y pertenece a la era Neógena.
45

Subvolcánico Muela del Diablo

La actividad magmática durante el Neógeno se encuentra manifestada por el cuerpo


subvolcánico de la Muela del Diablo (GEOBOL, 1960), corresponde a una apófisis ígnea alterada,
en los alrededores afloran otras pequeñas manifestaciones de igual composición, son rocas
de grano fino, con textura porfirítica, cristales de horblenda totalmente oxidados y cristales de
plagioclasas sericitizados con algo de carbonato, son asignadas al Neógeno debido a que afectan

Foto 3

Formación Luribay,
sobrepuesta
tectónicamente por
sedimentos de la
formación Belén, en la
serranía de Vilaque.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 4

Formación Luribay,
toma próxima a la
Muela del Diablo
facies fluviales
en areniscas y
conglomerados, con
fallas inversas.

46

Foto 5

Formación Huacallani,
facies de abanicos
aluviales, capas
inclinadas hacia el
sudeste, ingreso
a la población de
Huacallani.

Foto 6

Subvolcánico Muela
del Diablo, extruyendo
a través de sedimentos
paleozoicos y
neógenos, en el sitio
homónimo.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

a rocas paleozoicas, cenozoicas y se atribuye a una actividad ígnea durante el Mioceno Superior.
Dado el marco geodinámico y su relación con la placa en subducción, estas rocas corresponden
a andesitas shoshoníticas por su alto contenido de Ti mayor al 1%.

Formaciones del altiplano

Formación La Paz

El relleno del valle de La Paz inicia con el desarrollo de una amplia cuenca fluviolacustre,
con el desarrollo de facies finas en su depocentro con variaciones laterales en su régimen
sedimentario, la secuencia más completa y espesa se la puede ubicar en el valle de Tejada
Alpacoma con más de 500 m de secuencia sedimentaria, que en su base desarrolla un
conglomerado netamente fluvial constituido por líticos ígneos de granitos de hasta 1 m de
diámetro, que se hallan en discordancia angular sobre rocas del Devónico Sica Sica, en otros
sectores se observa que se hallan en discordancia angular sobre la antigua paleogeografía y
sobre distintas rocas plegadas de diferentes sistemas.
Los sedimentos de la formación La Paz están constituidos por capas de limos y arcillas
con presencia esporádica de yesos, arenas y gravas fluviales, niveles de lignitos, turbas y
paleosuelos, desde la base hasta el tope alternan varios niveles de tobas.
En los sectores intermedios de la cuenca de sedimentación se presentan capas de gravas y
arenas rojizas, cerca de su base en Cota Cota la toba homónima interestratificada en capas de
la formación La Paz (Gregory, 1913), ha dado una edad K/Ar de 5,5 ± 0,1 a 5,8 ± 0,2 Ma y en el
47
sector del río Minasa la toba Chijini dio una edad K/Ar de 2,8 ± 0,1 Ma Lavenu et al. (1989).
La Paz se interdigita con las capas fluviolacustres finas, más hacia la fuente de aporte las facies
proximales gravosas se hacen más espesas y constituyen los sedimentos predominantes en
detrimento total de las capas finas.
Es característico en esta secuencia el desarrollo de discordancias progresivas, estableciendo que
la cuenca, durante esta época, era muy subsidente debido a una deformación sinsedimentaria.
El ambiente de sedimentación corresponde a un lago somero, con aluviones de ríos que
alcanzan el depocentro con algunas islas de gramíneas y alta evaporación con precipitación de
yesos y desarrollo de turbas y grietas de desecación.
La toba Chijini se acuña al noreste y desaparece en Villa Salome, mientras que al sur es visible
en el valle de Ayma y en las cercanías del ingreso a Sapahaqui, en la ceja del altiplano. Esta es
una toba de caída probablemente relacionada con una gran erupción ubicada al occidente de la
cuenca.

Formación Calvario

La formación glacial Calvario (Dobrovolny, 1962) corresponde a un till de color gris ceniza en
la base y amarillento-rosáceo en el tope. Es una mezcla heterogénea de clastos y bloques que
pueden medir hasta 1 m de diámetro de granitos angulares y limolitas azules. La matriz está
constituida por limos arcillosos y arenas.
Según Bles et al. (1977), la parte superior de este till presenta pasajes a gravas fluviales o
fluvioglaciares de algunos metros de espesor.
En el valle de La Paz sus afloramientos están en el sector de Alto Tejar, por la avenida Segundo
Vascones, en Munaypata, Quebrada Pantisirca; de este sitio es continuo hasta la quebrada
Capellani, Matadero, Guitarrani y Minasa, desapareciendo hacia el sur y este del valle de La Paz.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 7

Capas subhorizontales
de facies fluvio-
lacustres de la
formación la Paz, zona
de Ovejuyo, sector
Huancané.

48

Foto 8

Depósitos del primer


evento glacial Calvario,
zona Alto Tejar,
quebrada Coa Coa.

Formación Purapurani

Discordantemente sobre distintos niveles de la formación La Paz y la formación


Calvario, facies de sedimentos fluviales se desarrollan, característico en la
localidad tipo zona de Pura Pura. Estos sedimentos presentan clastos de granito
bien redondeados, en ese sitio es discordante sobre las formaciones La Paz y
Calvario formando canales; más al sur, en la ladera oeste hacia el tope, presenta
gravas alternadas con niveles finos limoarcillosos a arenosos.
En la ladera este son gravas gruesas con clastos subangulares constituidos
principalmente por líticos sedimentarios con poco granito, en la quebrada Peske
Punku, en la zona de Chuquiaguillo, aflora una toba de hasta unos 6 m de
espesor.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Hacia el tope presenta un nivel de alteración bien visible en la quebraba Utapulpera que, según
Ballivian et al., corresponde al desarrollo del nivel de erosión N° 3 que explica la desaparición
de la formación Purapurani hacia el norte del valle de La Paz.
En su tope se halla la toba Kaluyo, descrita por Ahlfeld (1958) que, según Lavenu (1989), dio
una edad K/Ar de 2,8 ± 0.1 Ma, esta situación permite aseverar que el episodio glacial Calvario y
el fluvial Purapurani se han depositado en un lapso muy corto, probablemente en unas centenas
de miles de años.
Su tope, en el valle de Kairani de la cuenca del río Irpavi, presenta un depósito lacustre con el
desarrollo de un importante paleosuelo y en la quebrada Ventanani, en la cuenca Orkojahuira
(en Chuquiaguillo), un pequeño afloramiento de la toba Kaluyo.
La formación Purapurani (Dobrovolny, 1962), en su mayor espesor, alcanza unos 80 m.

Formación Kaluyo

Sobre la toba Kaluyo, en el valle homónimo, se han depositado sedimentos glaciales con
bloques de granitos, limolitas, areniscas. Es típico observar en las laderas de los valles
desarrollados sobre estos sedimentos, en los ríos Choqueyapu, Orkojahuira e Irpavi sobre
la cota 4 100 msnm, la presencia de grandes bloques de granito de más de 1 m de diámetro,
característicos de esta glaciación.
Hacia el sur existe un cambio de facies que, según Servant et al. (1989), se interpreta como las
facies fluvioglaciales de este evento y se caracterizan por flujos de gravas masivas sin textura ni
estructuras sedimentarias, con líticos principalmente subredondeados. 49
En la ladera oeste, a la altura del peaje de la autopista, se observa el nivel 4 de erosión de
Servant et al. (1989), que pone en contacto la erosión a las gravas del altiplano sobre la
formación Kaluyo (Servant, 1977), que en este sector son gravas fluvioglaciares.
En el valle de Kaluyo se observa este nivel de erosión donde sobrepone a la glaciación Milluni
(Dobrovolny, 1962) sobre la glaciación Kaluyo.

Foto 9

Depósitos aluviales
gravosos de la
formación Purapurani,
zona oeste, curva de la
autopista, cerca del alto
de Munaypata.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 10

Afloramiento de
la toba Kaluyo, en
el valle homónimo;
encima de ella,
depósitos glaciales
de la glaciación
Kaluyo.

Formación Milluni

50 Sobre el altiplano boliviano, entre las cotas de 4 100 a 4 200, se han desarrollado espesos y
extensos depósitos glaciares que corresponden a la glaciación Milluni (Dobrovolny, 1962), es
característico de estos sedimentos el campo de morrenas desarrollado desde el Alto de Lima
a la mina homónima, con alturas de hasta 150 m; es típico en estos depósitos de la tercera
glaciación la presencia de grandes cantos erráticos de hasta 3 m de diámetro sobre las laderas
de estas morrenas, hacia el sur estas cambian a depósitos fluvioglaciares y aluviales que
constituyen las Gravas del Altiplano.
 
Gravas del Altiplano
Sobre el nivel 4 de erosión, a la altura del peaje de la autopista La Paz-El Alto, se observa un
horizonte de color gris que separa a los sedimentos de flujos de barro de la formación Kaluyo
de las denominadas Gravas del Altiplano. (Bles et al., 1977)
Estos depósitos proximales son fluvioglaciares, los depósitos intermedios gradan a flujos de
barro y los distales corresponden a depósitos aluviales; asimismo, son discordantes sobre
distintos depósitos, a la altura del peaje están sobre los depósitos de flujos de barro de la
formación Kaluyo, en las antenas de Ciudad Satélite se han depositado sobre la formación
Purapurani y más al sur, sobre el valle de Achocalla, descansan directamente sobre la formación
La Paz. En su espesor máximo alcanzan los 20 m en las cabeceras de Llojeta. Son gravas mal
seleccionadas con clastos predominantemente sedimentarios de areniscas, con contacto puntual
entre clastos en una matriz arenolimosa.
Todas estas formaciones, desde la formación La Paz hasta las Gravas del Altiplano, constituyen
el relleno del altiplano y a la vez constituyen la terraza más antigua del valle de La Paz. En los
siguientes acápites describiremos las unidades litológicas producto de la conformación del valle
de La Paz, según varios niveles de erosión identificados.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

  Depósitos y deslizamientos de las cuencas


 
PRIMERA ÉPOCA DE EROSIÓN

Flujos de barro tipo Pampahasi


Según Bles et al. (1977), debido a la erosión
retrocedente del río Beni que corta la Cordillera
Oriental, como actualmente se observa a la altura
de la confluencia de los ríos Luribay y La Paz,
este evento desgarra al altiplano y se produce el
desarrollo de la cuenca de La Paz, este proceso fue
desarrollando paisajes inestables y producto de la
búsqueda de su equilibrio se produjeron grandes Foto 11
deslizamientos que se reconocen en las laderas que Afloramiento de las gravas fluvioglaciales de
conforman el valle de La Paz. Kaluyo, a la altura del peaje de la autopista.
La capa gris es el tope y constituye el nivel de
Los depósitos asociados a los primeros flujos de
erosión 4. Las gravas encima de este nivel son
barro son principalmente gravosos, con improntas
las Gravas del Altiplano.
de texturas y fábricas fluviales y lacustres deforma-
das, indicando que han sido transportadas por flujos
turbulentos; engloban también, a veces, grandes
bloques de ceniza volcánica de la cinerita Chijini,
estos deslizamientos han removilizado sedimentos
de la formación La Paz, formación Milluni y Gravas 51
del Altiplano. En la literatura geológica escrita para
el valle de La Paz estos deslizamientos son conoci-
dos como Kayu, Jukumarini, Laikakhota y Pampahasi.
El flujo de barro de Jukumarini está en discordan-
cia sobre las formaciones La Paz y Purapurani, sus
escarpes se sitúan en la ladera oeste y se hallan
mejor expuestos en la zona homónima, se extien-
den al sur hasta las serranías que separan Llojeta
de Alpacoma. Ha removilizado a las formaciones
Purapurani, Kaluyo gravosa, Gravas del Altiplano y
partes de la formación La Paz, el máximo espesor
es de unos 50 m medido sobre la avenida Buenos Foto 12
Aires, sector del río Melchuco; su color es marrón Vista de Google earth de las morrenas de la
claro. El flujo de barro de Laikakhota está expuesto glaciación Milluni, en primer plano la morrena
desde el sector de la caja de agua, próximo al ce- de Milluni con su valle glacial al medio y sus
menterio de la Llamita, y discurre hacia el sur por lagunas en rosario.
Villa Pabón y el cerro Killi Killi, continuando en el
cerro Laikakhota; ha removilizado sedimentos de las
formaciones La Paz, Chijini, Calvario y Purapurani.
Su color es beige a gris claro.
El flujo de barro de Pampahasi inicia en la serranía
cuchilla de Chuquiaguillo y su flujo conforma
una meseta inclinada hacia el sur, conocida como
Pampahasi, más al sur aflora en las serranías de
Kupini, en ambas márgenes de la subcuenca y
zona homónima, y llegan hasta la zona de Bella
Vista y San Alberto. Su espesor máximo es de unos
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 13

Vista de la ceja del Alto en Rosaspampa,


el contacto discordante de las Gravas del
Altiplano sobre la formación La Paz.

40 m en Pampahasi, cerca de Kupini, su color varía de gris marrón a gris claro. En Pampahasi
bajo central, en el escarpe del actual deslizamiento, este flujo de barro gravoso sella un
antiguo deslizamiento rotacional que ha movilizado bloques de más de 100 m de diámetro
52 de la formación La Paz, estas masas deslizadas presentan una capa de cinerita Chijini con un
buzamiento de unos 70°, además de capas de arenas, gravas, limos y arcillas; estas capas se
hallaban a unos 500 m más al norte y unos 150 m por encima de su posición actual.
Cuando se produjo el deslizamiento de Pampahasi bajo central y Callapa, en el escarpe de más
de 80 m se observaron dos niveles de aguas subterráneas, uno a 30 m debajo de la ceja de
Pampahasi, presumiblemente en el contacto con los bloques rotados que son un deslizamiento
antiguo, y otro a unos 20 m por debajo del anterior, en el contacto entre los bloques deslizados
con la formación La Paz in situ.

Foto 14

Vista del escarpe de deslizamiento de


Metropolitana, las capas gris marrón
son las gravas Pampahasi y las capas de
color beige infrayacentes son sedimentos
deslizados. En la ceja de Pampahasi, el
barrio de Cervecería.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

SEGUNDA ÉPOCA DE EROSIÓN

Según Bles et al. (1977), durante esta época los valles de los ríos Choqueyapu, Orkojahuira e
Irpavi ya estaban individualizados.

Glaciación Choqueyapu
En esta etapa se identifica la cuarta glaciación denominada Choqueyapu I (Troll et al., 1935),
que ingresa por estos valles hasta la cota de 3 800, bien visibles en las zonas de Ciudadela
Ferroviaria, Chuquiaguillo y Hampaturi, donde se observan bloques de granitos y limolitas azules
en una matriz limo arenosa de color gris ceniza y marrón claro; son típicas las morrenas laterales
y solamente en Hampaturi se observan las morrenas terminales.

Terraza Villa Salome


Depósitos fluvioglaciares a fluviales contemporáneos a la glaciación Choqueyapu, lo constituyen
los niveles de terrazas altas de Villa Salome (Terraza Irpavi de Dobrovolny, 1962). Constituida
por gravas de color marrón grisáceo, heterogéneas, con líticos sedimentarios y matriz arenosa.
Afloran a una cota de 3 800 msnm formando unas terrazas suavemente inclinadas hacia el río
Irpavi, que se halla a unos 200 m por debajo de este nivel.

Deslizamiento de Limanipata
Según Bles et al. (1977), en el valle del río Kaluyo, en la zona denominada “7 Lagunas”, se
observa un paisaje de hummocky, resultado de dos deslizamientos rotacionales en ambas
53
laderas, en la margen derecha del río Choqueyapu se tienen siete lagunas alineadas, esta masa
deslizada es de 2,6 km de ancho por 0,9 km de largo y el otro deslizamiento a la izquierda
del río mencionado existen cuatro lagunas permanentes no alineadas. La dimensión de este
deslizamiento es de 1,6 km de ancho por 1 km de largo. Las dimensiones cortas corresponden a
la dirección de flujo de oeste a este en el primero y de este a oeste en el segundo.
Estos deslizamientos constituyen depósitos heterogéneos mezclados de lentes de gravas,
arcillas, arenas y limos, todos deformados y de un color gris blanquecino a beige; en promedio,
el escarpe oriental es de más de 100 m de rechazo vertical, mientras que el escarpe occidental
presenta un escarpe con un rechazo de hasta 70 m.

Lacustre Limanipata
Producto del deslizamiento de Limanipata se produjo un endicamiento del río Choqueyapu
formándose un lago (Bles et al., 1977), el cual presenta en la actualidad depósitos lacustres
arcillosos de unos 4 m de espesor, este lago probablemente tuvo una corta duración, hasta que
la erosión la desaguó hacia el valle de La Paz.

Terraza Miraflores
Depósitos aluviales que se hallan a unos 30 o 40 m sobre el nivel de los ríos actuales son
las terrazas de Alto Seguencoma, Alto Obrajes, Miraflores, San Jorge, Villa San Antonio, Villa
Copacabana, Villa Fátima y Alto Achumani, denominadas como la Terraza Miraflores por
Dobrovolny en 1962.
Son gravas con bloques de granito de hasta 3 m de diámetro, en promedio, bloques de hasta
medio metro de areniscas y granitos son frecuentes en una matriz arenosa, con contenido
aurífero; en Miraflores y San Jorge se observa un flujo de barro arcilloso de unos 3 m de
espesor, interestratificado en esta secuencia.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Sus texturas y fábricas son típicamente aluviales


y corresponden a flujos entrelazados que en una
época rellenaron el valle de La Paz
Estos sedimentos constituyen un buen acuífero, ya
que en el contacto con la formación La Paz afloran
muchos manantiales en diversas zonas del valle de
La Paz.

Glaciación Choqueyapu II
Un nuevo episodio glacial (Bles et al., 1977)
se manifestó en el valle de La Paz, observable
en el valle de Kaluyo, ya que sobre las laderas
de este valle y sobre el antiguo paisaje glacial
se han desarrollado pequeñas formas glaciales
consistentes en morrenas laterales y de fondo, de
Foto 15
pequeñas dimensiones.

Vista de las morrenas terminales de Flujos de barro de la Segunda Etapa de Erosión


la glaciación Choqueyapu I, cabeceras
del río Irpavi próximo a la comunidad
Una extensa etapa de inestabilidad probablemente
Lorokhota. afectó al valle de La Paz (Bles et al., 1977),
una serie de procesos de flujos de barro han
equilibrado parcialmente las pendientes de las
laderas manifiesta en todo el valle, siendo los
54
más extensos los de la ladera oeste en Sopocachi
y zona del Cementerio, consistente en gravas y
arenas y limos removilizados, de color gris marrón a
gris; en la ladera este se los observa en la avenida
Periférica, villa Copacabana, villa San Antonio, Alto
Obrajes y Cóndores Lakota.
Los arranques han tenido lugar en la ceja del
altiplano para los de la ladera oeste, y para los de
la ladera este la serranía Cuchilla y los altos de
Ovejuyo son discordantes sobre las terrazas de
Miraflores.

Foto 16

Vista de la corona de deslizamiento de


Limanipata, en la ceja de Huaripampa y
el paisaje de hummocky desarrollado en
el sector de 7 Lagunas.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR LOS PAÍSES

Foto 17

En el valle de Kaluyo el río


homónimo ha cortado los
sedimentos finos del episodio
lacustre de Limanipata, como
consecuencia del represamiento
sufrido por el deslizamiento de
Limanipata.

55

Foto 18

Vista de la terraza Miraflores


en el valle del río Orkhojahuira,
10 m por debajo de la zona de
Miraflores se observa la capa
arcillosa de un flujo de barro
interestratificado.

Foto 19

Vista del valle de Kaluyo, en el


centro de la foto se observan
ondulaciones producidas por el
evento glacial Choqueyapu II.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Torrente de barro Peña Azul


En el valle del río Irpavi, desde la parte baja de
Hampaturi, comunidad de Lorokhota, a la altura
de la quebrada Jacha Khora, se individualiza un
torrente de barro encauzado al valle del río Irpavi;
este ha conformado una meseta suavemente
inclinada hacia el sur, su extensión es de más de
9 km y su ancho probablemente fue de 0,8 a 2,0
km, se halla a unos 40 a 50 m sobre el nivel del
río Irpavi, fue confundida con la terraza Miraflores,
pero corresponde a un flujo de detritos masivo
constituido por bloques de 3 a 4 m de diámetro
de limolitas gris azuladas con líticos angulares de
areniscas, limolitas y granitos, algunos estriados
sostenidos en una matriz gris azulada a gris beige.
Los comunarios originarios de Alto Irpavi
denominaron al sector superior de esta meseta
Foto 20
como sector Peña Azul, porque en la superficie de
Vista de los flujos de barro en la la misma se observan grandes peñas de limolitas
zona oeste, en la prolongación de color azul, estos bloque de limolitas no tienen
Illampu. muy buena resistencia a la tracción y como se
observa en la cabecera de los valles, esos bloques
apenas se los observa hasta unos 3 km del lugar de
56
origen; entonces, la única explicación para que se
hallen tan lejos de la fuente de origen es que estos
hayan sido transportados en suspensión en un flujo
turbulento masivo, que ha permitido preservarlos.

TERCERA ÉPOCA DE EROSIÓN

Este periodo de evolución del valle de La Paz,


según Bles et al. (1977), está caracterizado por
los grandes deslizamientos de Achocalla, Llojeta,
Cerro Aruntaya (Ciudadela Stronguista) y Huancani
(Cóndores Lakota) y partes altas del río Wila Khota,
cubren en discordancia la terraza Miraflores y a la
formación La Paz.
Estos flujos son predominantemente una mezcla de
limos y arcillas mezclados con lentes disturbados
de gravas y arenas, como se observa en el torrente
de barro de Achocalla, en el sector de Mallasa; son
típicos los bloques de cinerita en superficie y, en
el valle de la Luna, conforman un paisaje lunar por
la erosión pluvial con las típicas formas de rocas
monigote con bloques de cinerita el tope.
Foto 21 Este flujo, desde su zona de arranque en la ceja del
Vista del torrente de barro de Altiplano hasta su final más abajo de Avircato, tiene
Peña Azul, en las cabeceras de la una extensión de casi 22 km y en Aranjuez alcanza
quebrada Koani. su máximo espesor de unos 50 m.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Foto 22

Vista de la meseta de Alto Irpavi


producto de un torrente de barro,
cuando las lagunas glaciales.

El deslizamiento de Llojeta tiene una longitud de casi 4,6 km, arranca en la ceja de Ciudad
Satélite y finaliza a la altura del Cementerio Jardín, en las orillas del río La Paz.
Este flujo de color gris beige está compuesto por una mezcla de limos y arcillas albergando
lentes deformados de gravas y arenas, además de paleosuelos; en su parte terminal desarrolló
algunas lagunas someras temporales.
57
El deslizamiento de Huacani, en las cercanías de Cóndores Lakota y partes del río Wila Khota,
arranca en las cumbres de las Ánimas y finaliza en las alturas de Cota Cota sobre el campus
universitario de la UMSA, es de poco espesor llegando alcanzar unos 3 a 4 m, es discordante
sobre la formación La Paz. Tiene una dimensión de 1,8 por 0,5 km y un espesor medio de 6 m.
El deslizamiento de Cerro Aruntaya cubre discordantemente la meseta Peña Azul de 1,5 km
de largo, un ancho máximo de 1,1 km y espesores de hasta 30 m, constituido por una mezcla
heterogénea de limos y arcillas con lentes deformados de arenas y gravas.
En esta época se tienen también depósitos de terraza, tal como la de barrio Gráfico, Obrajes,
Achachicala y barrio Ferroviario. Aruntaya, Bosque de Bolonia, Kellumani y alturas de Achumani
corresponden a depósitos aluviales que han quedado después de la última incisión del valle de
La Paz hasta su actual piso.
Generalmente son gravas heterogéneas, siendo los depósitos de terraza de las cuencas de los
ríos Choqueyapu, Orkojahuira e Irpavi, con presencia de granitos de hasta 0,5 m de diámetro
con clastos subredondeados de areniscas sustentados en una matriz arenosa, mientras que
los depósitos aluviales de las cuencas de Achumani son gravas con líticos sedimentarios
subredondeados con matriz arenosa.
Estas terrazas se hallan a diferentes alturas sobre los lechos de los ríos actuales, variando estas
entre 10 y 20 m, siendo los espesores de igual magnitud.

Lacustre Calacoto
En las zonas de Calacoto, La Florida y Aranjuez, producto del torrente de barro de Achocalla, se
produjo un represamiento del río La Paz, conformándose un lago efímero que dio lugar a los
depósitos del lago Calacoto, constituido por capas de arcillas gris beige con estratificación laminar
y de hasta unos 20 m de espesor hasta la década de los años 50 del siglo pasado, estaban bien
representados en la zona de Calacoto. La mancha urbana creciente fue cubriendo a la misma y
solo están expuestos en la zona de Aranjuez, en la exladrillera de Clímaco Flores.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 23

Vista del gran deslizamiento de


Achocalla, al fondo la inmensa corona
del deslizamiento desarrollada en la
ceja del Altiplano, al medio los bloques
rotados, sector de las lagunas y en el
medio y extremo izquierdo de la foto el
gran flujo de barro.

ÉPOCAS DE EROSIÓN RECIENTE Y ACTUAL (Bles et al., 1977)

Terrazas aluviales
Las más conspicuas constituyen los depósitos de terrazas aluviales que han sido ganadas a los
ríos actuales, han sido altamente urbanizadas siendo las más amplias las terrazas de Calacoto,
Irpavi, Achumani, Koani, Huañajahuira, Obrajes y Chuquiaguillo; en menor dimensión, son las del
río Minasa, quebradas en San Simón, Alto Villa Copacabana y valle Hermoso.
58 Son gravas sueltas con contacto puntual entre líticos con matriz arenosa, generalmente de color
gris claro. Sus espesores varían de decenas de centímetros hasta la decena de metros.

Flujos de barro
Algunos flujos de barro recientes, altamente urbanizados, son los de Cota Cota, Ovejuyo,
Auquisamaña, El Pedregal y Codavisa. Son terrenos constituidos por gravas, limos y arenas
disturbadas con presencia, en algunos casos, de lagunas permanentes (Cota Cota), y actualmente
presenta muchas zonas inestables, ya que existen viviendas agrietadas y vías deformadas.

Foto 24

Vista de una foto aérea de 1957, de la


zona de La Florida, las parcelas gris claro
corresponden a los sedimentos lacustres
finos del lago Calacoto, limitado al NE
por la calle Benito Juárez y al SE por
el río que la separa de la serranía de
Aranjuez.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Los espesores son variables siendo a la altura


de la calle 28 de Cota Cota, de unos 40 m, los
colores varían de marrón gris a grises claros.
Dentro de estos clasificaremos a Villa Armonía,
si bien fue considerado como un flujo de barro
de la tercera etapa, la deformación por reptación
que sufre actualmente, agrietando viviendas y
deformando sus vías de comunicación, lo hace
activo y altamente amenazante a los vecinos que
viven en esa zona.

Deslizamientos

Dada la inestabilidad de las laderas, acrecentada


por procesos de erosión del pie del talud, satura-
ción de aguas por precipitaciones pluviales altas, Foto 25
rotura de redes de agua potable y alcantarillado, Vista de la zona de Achumani urbanizando las
sobrecarga por construcciones y urbanizaciones terrazas actuales del río homónimo. Al fondo a la
ilegales de terrenos inestables, y microsismicidad derecha, las terrazas antiguas de este río.
producida por alto tráfico, se han venido provo-
cando un sinfín de deslizamientos principalmente
rotacionales, en algunos casos también traslacio-
nales, o combinación de ambos. 59
En el valle de La Paz, estas zonas inestables se
las ha identificado en Limanipata, en ambas ori-
llas del río Choqueyapu, en Munaypata sobre
la cancha km 3, más al sur en la Segundo Vas-
cones, en la ladera oeste son frecuentes los de
Tembla-derani, Cotahuma, Obispo Bosque, Jaimes Foto 26
Freyre, San Martín, Adela Zamudio, Playa Verde, Vista del deslizamiento de Allpacoma, en la margen
Kantutani (relleno sanitario). izquierda del río homónimo y cómo se han formado
unas lagunas sobre la base de la corona de este
También, en la zona de Llojeta, en las quebradas
deslizamiento.
del Chuajahuira y Jarañapampa, Los Pinos y al pie
del mismo, el deslizamiento del Cementerio Jardín
y urbanizaciones aledañas.
De igual manera, en la zona de Tejada Alpacoma,
el sector de las ladrilleras, donde existen desliza-
mientos rotacionales, traslacionales y torrentes de
barro alineados a la falla Alpacoma.
Siguiendo por la ladera oeste, en el sector de Alto
Seguencoma y cabeceras de la quebrada Re-me-
dios en la zona Reyes Carvajal, y más al sur en el
Gramadal próximo a la urbanización Amor de Dios.
En la garganta de Aranjuez también existen
deslizamientos activos, así como en los valles de
las urbanizaciones valle de Aranjuez y Sequoia.
En el caso urbano Central es notorio el des-
lizamiento del Calvario, más al sur están los de la
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 27

Vista de las cabeceras del río Warisani,


sector de Santa Bárbara, deslizamientos
activos en superficies casi horizontales
solamente por saturación de aguas de
los suelos.

Caja de Agua, Villa Pabón, Calle Sucre, San Juan Lazareto y los más activos el de Santa Bárbara y
Laikakhota.
En la ladera este los deslizamientos se han registrado desde San Simón al norte, y hacia
el sur se tienen los de avenida Latinoamericana, Valle Hermoso, villa San Antonio, Calle 1 de
Pampahasi, Villa Litoral, Unión Frontera, los Retamanis y el macro deslizamiento de villa Armonía
y sus movimientos recientes, como el de Zenobio López, IV Centenario y Germán Jordán.
60
Otros deslizamientos son los de San Isidro, Los Álamos, calle 8 de Obrajes, Huanu Huanuni,
avenida Mecapaca, calles 20, 21, 22 y 23 de Bella Vista, además de los de Kupini Alto y Bajo.
En el valle del río Irpavi se tienen los deslizamientos de Callapa, Chinchaya, Chicani y Aruntaya.
En las cuencas de Achumani, Jillusaya y Huañajahuira de norte a sur, tenemos los deslizamientos
de Kellumani, Alto los Rosales, Lomas del Sur, Las Carmelitas, Los Lirios, calle 28 y 35 de Cota
Cota, El Pedregal, Los Rosales, Codavisa, La Merced, Virgen de Copacabana, norte de la ciudadela
Stronguista, 23 de Marzo, urbanización de las tres fuerzas y Apaña. En la Serranía de Aranjuez
existen varios deslizamientos controlados por el drenaje hacia el río La Paz.

Foto 28

Vista del gran abanico aluvial de


Ovejuyo, sitio de descarga de las
quebradas Charapaya y Ovejuyo.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Abanicos aluviales

Son aquellos depósitos que se forman donde la energía de los ríos cambia; entonces, estos se
han formado en estos sectores, siendo los más importantes los abanicos de Ovejuyo, Irpavi II,
La Florida, la bajada de Villa Salome, el Jacha Khora y Huayllani, son depósitos de gravas sueltas
con matriz arenosa, con líticos principalmente sedimentarios subredondeados, de color gris claro.

Foto 29

Vista del valle de Kaluyo y los


depósitos aluviales actuales que
están siendo explotados
por áridos.
61

Foto 30

Vista del deslizamiento de


Pampahasi Bajo central, a los
pocos días del suceso.

Foto 31

Vista del deslizamiento de


Pampahasi Bajo central, tres
meses después del suceso.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Depósitos aluviales actuales

Constituyen los sedimentos existentes en los canales de los ríos actuales; son depósitos de
gravas, arenas, limos y ocasionalmente arcillas.

5.2. Geomorfología del valle de La Paz

La evolución del paisaje del valle de La Paz está relacionada con una fase de tectónica
finimiocena que deformó y falló sedimentos paleozoicos, produciendo un paisaje áspero por el
cabalgamiento de las rocas paleozoicas sobre las rocas paleógenas y neógenas, la orientación
de estas sierras es de sudeste a noroeste, adoptando un lineamiento andino. Posterior a esta
deformación, se formó el Altiplano producto del relleno discordante de este paisaje, algunas
formas de denudación glacial y fluvial quedaron preservadas sobre un paisaje de pie de monte a
llanuras aluviales.
Durante el Pleistoceno este paisaje fue modificado por una incisión del valle, esta erosión
produjo los valles desgarrados del altiplano, tal como el de La Paz, Sapahaqui y Luribay, más al
norte el valle de Sorata.
La evolución geomorfológica del valle de La Paz corresponde a formas de erosión y formas de
acumulación.
Una descripción más completa se halla en el Informe Geológico Nº 6 “Características
Geomorfológicas de la Cuenca de La Paz y Alrededores”, elaborado por Malatrait et al. (1978).
62

Formas de erosión

En la evolución geomorfológica del valle de La Paz, las formas más conspicuas son los escarpes
de glaciación en las aristas y agujas glaciares del Huayna Potosí y las cumbres de Incachaca,
Hampaturi y Palcoma, así como sus lagunas en rosario, que exponen el bed rock (roca madre) y
los valles en U desarrollados en las cabeceras de los ríos Kaluyo, Orkojahuira, Irpavi y Achumani.
En las cabeceras del río Kaluyo se puede observar el típico desarrollo de un paisaje glacial

Foto 32

Vista de la corona
del deslizamiento de
Pampahasi Bajo Central.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

con las paredes del valle facetados y valles


colgantes.
Otras formas conspicuas de este valle son los
escarpes de deslizamiento, siendo los más
espectaculares los escarpes de Achocalla,
Tejada Alpacoma, Llojeta, Pampahasi y
Limanipata.
Sobre cada suelo también se tienen formas
características de erosión, tal como las pirá-
mides de tierra en suelos gravosos con matriz
arenosa, se tiene un intenso carcavamiento
desarrollando una erosión dendrítica muy
densa, típico del valle de las Ánimas,
Huayllani, Serranía Cuchilla de Chuquiaguillo,
quebradas Utapulpera y Coa Coa en la ladera
oeste, además de la Muela del Diablo en la
zona sur.
Foto 33
En las zonas de sedimentos finos, como
la formación La Paz, en los sectores de Vista de los procesos de erosión diferencial con la
Achumani, Aruntaya, Cactario, se tienen otros conformación de pirámides de tierra en el río Ovejuyo.
paisajes, tales como rocas monigotes. Paisajes
de pseudo carts con erosión subterránea
se han dado en algunos sectores de flujos 63
de barro y deslizamientos, siendo los más preservados los de Malasilla en el valle de la Luna,
urbanización Sequoia, Final Armaza, Allpacoma, Llojeta y Alto Seguencoma.
Producto del ciclo geomorfológico fluvial se han desarrollado valles en V juveniles y valles
maduros con piso plano y flujos entrelazados. En la garganta de Aranjuez, el río La Paz
constituye un río sobreimpuesto.
Producto de la profundización del valle de La Paz, se han diferenciado cuatro etapas de erosión
identificadas por varios niveles de terrazas y paleodeslizamientos.
Las formas de erosión han expuesto geoformas relacionadas con procesos endógenos como
altos y bajos estructurales, serranías homoclinales (Aranjuez) y cuerpos ígneos (Muela del
Diablo).

Foto 34
Vista de los procesos
de erosión interna en
Llojeta Bajo, drenaje
dendrítico muy denso
y el deslizamiento del
Cementerio Jardín
(foto aérea de 1930).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Formas de acumulación

De acuerdo con los procesos identificados, se tiene el Ciclo Geomorfológico Glacial y el Ciclo
Geomorfológico Fluvial como principales agentes morfogenéticos que han dado lugar a una
variedad de formas que han modelado el paisaje.
El paisaje más conspicuo es el de las formas glaciales, y los depósitos más grandes y bien
preservados lo constituyen las morrenas de la glaciación Milluni. Bien expuesta en el camino
Alto de Lima a Milluni, constituyen serranías paralelas con cantos erráticos en sus laderas y
cúspides, una de las más grandes tiene unos 15 km de longitud y alcanza alturas de hasta 150
m desde su piso hasta una de sus cúspides.
Otras morrenas de menor dimensión son las identificadas durante la glaciación Choqueyapu I, la
forma más representativa son las morrenas laterales de Chuquiaguillo de hasta 6 km de largo y
una altura de 50 m desde el piso del valle glacial y las morrenas terminales en Hampaturi.
La glaciación Choqueyapu II solamente fue identificada en las laderas altas del valle de La Paz,
en Chuquiaguillo y Kaluyo, estas formas son morrenas laterales y de fondo, de unos 500 m de
largo y unos 6 a 7 m de alto.
El otro paisaje dominante es el relacionado con el ciclo geomorfológico fluvial caracterizado por
los depósitos de terraza, siendo el más antiguo el de la ceja del Alto de La Paz y Achocalla,
constituyendo una planicie ligeramente inclinada hacia el suroeste, de similar génesis lo
constituyen Huaripampa y el Alto de Ovejuyo.
Cuatro etapas de erosión han sido determinadas relacionados con procesos y formas asociadas a
64 la geomorfología, siendo las principales las formas asociadas al ciclo geomorfológico fluvial y a
procesos de remoción en masa.
Grandes formas asociadas al ciclo geomorfológico fluvial las constituyen las terrazas aluviales,
siendo las más altas y antiguas las de Villa Salome, solamente observables en el valle del río
Irpavi en su margen derecho, limitadas por escarpes abruptos debido a erosión y deslizamientos.
Otra forma importante la constituye la terraza Miraflores, geoforma sobre la que se ha levantado
el centro de la ciudad de La Paz y se convierte en el sitio donde existe mayor densidad de
construcciones, principalmente edificios.
Se halla limitado por escarpes de erosión y formas de acumulación, tales como abanicos
aluviales y deslizamientos.
Otras terrazas similares son las de barrio Gráfico, Bolognia, Kellumani y otras similares.
Las terrazas recientes son aquellos depósitos aluviales actuales limitados por canalizaciones,
siendo las más importantes las de Achumani, Irpavi y Calacoto en la zona sur, igualmente con
alta densidad de construcciones residenciales y de edificios comerciales. Estas formas son
propensas a inundaciones.
Los abanicos aluviales, generalmente dentro del valle de La Paz, ya han sido invadidos por
urbanizaciones, siendo los más importantes los de la ladera oeste en la Landaeta, a la altura del
estadio Bolívar, Chamoco Chico, El Tejar, San Pedro y Sopocachi.
En la ladera este los abanicos aluviales se han identificado en Las Delicias, Villa El Carmen,
Chuquiaguillo, villas Copacabana y San Antonio.
En el valle del río Irpavi, estas formas se hallan en Villa Salome, Chicani, Chinchaya, Irpavi II y
Aruntaya.
En la zona sur, el más vulnerable es el abanico aluvial de Ovejuyo, propenso a un desborde del
río del mismo nombre.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

La forma más antigua la constituye la meseta de Pampahasi, que es una superficie inclinada
hacia el sur constituida por un flujo de barro gravoso con niveles de arcillas deformadas, y se
alternan aluviones de barro gravoso. De similar paisaje es el flujo de barro de Laikakota, que en
Agua de la Vida ha conformado un paisaje parecido.
Otra forma similar lo constituye el flujo de barro de Jukumarini, que aflora en la ladera oeste,
siendo representativo. La pendiente hacia el este es más empinada.
Formas más preservadas, aunque con alta cobertura urbana, son los flujos de barro del
Cementerio, Chijini, San Pedro y Sopocachi, en la ladera oeste.
En la ladera este, son los flujos de barro de Villa San Antonio, Alto Obrajes y Bella Vista,
mientras que en la cuenca Irpavi se tiene el cerro Aruntaya,
En la cuenca Irpavi se tiene también la meseta de Peña Azul, geoforma asociada a un flujo
turbulento de barro probablemente asociado a un desborde de lagos glaciares formados durante
la glaciación Choqueyapu I, de casi 9 km de longitud, que en un momento ha debido rellenar
todo el valle de Irpavi y parte de Calacoto; ahora, por la erosión sufrida, esta forma ha quedado
preservada en un alto topográfico limitado por escarpes de erosión, son típicos de esta forma
los bloques de limolitas azules de hasta 3 m de diámetro que sobresalen en la superficie, y que
los comunarios de estas zonas denominaron como sector Peña Azul, y es en el mapa geológico
que se reconoce como nueva unidad formacional para el valle de La Paz.
Otra forma similar, aún más grande, es el torrente de barro de Achocalla, que desde la ceja del
Alto del mismo valle ha desarrollado una corona de deslizamiento, el deslizamiento rotacional
desarrollado. Sobre los escarpes secundarios se han formado lagunas, delante de estos escarpes
la masa deslizada se ha licuado y en forma de una corriente lodosa turbulenta ha discurrido 65
por el valle del río La Paz, formando una meseta a unos 40 o 50 m sobre el nivel del río
esta meseta está bien preservada en las zonas de Mallasilla, Mallasa, Jupapina, Umamanta y
Huajchilla.
De parecida génesis, aunque más reciente, es el flujo de Cota Cota con su corona de
deslizamiento en Ovejuyo y el flujo de barro heterogéneo que es una mezcla de gravas, limos y
arenas que llegó hasta la zona de Los Pinos.
Típico de este flujo es que en los escarpes secundarios se han formado las famosas lagunas de Cota
Cota (Khota Khota = zona de lagunas, en Aymara), aun hoy visible en el campus universitario de San
Andrés.
Los deslizamientos son otras de las formas que se tienen en el valle de La Paz, se manifiestan
en diferentes magnitudes, generalmente son deslizamientos rotacionales y traslacionales, o
una combinación de ambos, sobre esos terrenos movidos son permanentes los procesos de
reptación, que se observan en las zonas urbanizadas o no, donde la deformación del suelo es
muy lenta pero constante.
Formas muy preservadas de estos deslizamientos se tienen en Limanipata con un escarpe
desarrollado sobre ambas cejas del Alto de Kaluyo y Alto de Huaripampa, siendo el de la
orilla izquierda del río Choqueyapu el que ha desarrollado un paisaje hummocky típico de
deslizamientos rotacionales.
Así mismo, el deslizamiento de Callapa es otro de grandes dimensiones y está compuesto por
varias coronas que se alinean desde la plazuela Ergueta hasta el ingreso a Callapa por Kupini.
De 1,5 km de largo, el escarpe desarrollado en primera instancia tenía unos 40 a 50 m, escarpes
secundarios se han desarrollado en varios sectores, el cuerpo y pie de este deslizamiento se
halla en la zona de Callapa; dada la dinámica actual, este deslizamiento se reactivó el 26 de
febrero de 2011, evidenciándose que todas estas formas se desarrollan en una serie de eventos
de corta duración.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Los tipos de movimiento registrados en este deslizamiento son rotacionales y traslacionales y


el ajuste de los escarpes es mediante derrumbe de bloques que han quedado en contra talud,
esarrollándose un talud natural de 100%.
En Tejada Allpacoma, que es un valle totalmente inestabilizado, se tienen todas las
formas posibles de procesos de remoción en masa, con deslizamientos rotaciona-
les, traslacionales, flujos viscosos de lodos, derrumbes y otras formas de remoción
en masa. En algunos sectores del sur en la serranía de Aranjuez existen acumula-
ciones por gravedad, estos son los conos de talud más conocidos como sallerios.
Otra forma acumulada por gravedad que excede los conos de talud son los coluvios en todas las
pendientes de hasta 100%, caracterizados por una acumulación en las laderas de material grueso
y fino sin agua, solo por gravedad.
Una descripción más detallada de los procesos y agentes que dieron lugar a la geomorfología del
valle de La Paz se halla en el estudio “Características Geomorfológicas de la Cuenca de La Paz y
Alrededores” por Malatrait (1997).

5.3. Características geotécnicas del valle de La Paz

La Paz, en casi su totalidad, aproximadamente 100% está constituida por diferentes calidades
de suelos y el restante mínimo porcentaje lo constituyen rocas de diferente calidad.
Los suelos que conforman al Valle de La Paz de acuerdo con sus condiciones geotécnicas, tienen
diferentes calidades, es así que brevemente de acuerdo con las diferentes clasificaciones dadas
66 en el Mapa geotécnico de la ciudad de La Paz y sus alrededores, de la BRGM (1977), daremos las
características generales, con base en las asociaciones de suelos y rocas.

Formaciones del zócalo

Problemas
Son rocas con relieves abruptos, varios tipos de remoción en masa por erosión y alteración,
casi siempre inestabilidad superficial, con erosión diferencial baja e intensa.

Aptitudes
§ La aptitud de los terrenos es débil y pobre, en algunos sectores es apta para fundaciones
por lo fácil de su excavación, requiere de estudios y de movimientos de tierra para poder
urbanizarse.

Formaciones La Paz y Purapurani

Problemas
Son suelos con relieves abruptos, presentan inestabilidad en varios sectores por erosión del
pie de talud, con presencia de arcillas plásticas saturadas, arenas saturadas sin cohesión,
presión hidráulica fuerte, fallas o fracturas de descompresión y disminución de las propiedades
físico mecánicas con saturación por la descompresión y remoción.

Aptitudes
§ Pobre y localmente buena, para urbanizaciones extensas (según topografía, naturaleza del
terreno y las condiciones hidrogeológicas).
§ Para edificios aislados en terrenos de baja pendiente, condiciones de fundación
generalmente buena. Con la debida precaución para terrenos plásticos (drenaje y aireado),
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

buen mantenimiento de redes de agua potable y alcantarillado, terrenos aptos para la


fabricación de cerámica bruta (tejas y ladrillos).

Formaciones La Paz, Purapurani, Calvario

Problemas
Relieve abrupto afectado por erosión superficial intensa, presenta inestabilidad en varios
sectores por fallas o fracturas, circulación de aguas subterráneas, presencia de arcillas muy
plásticas y disminución de las propiedades físico-mecánicas de los niveles finos con saturación,
descompresión o remoción.

Aptitudes
§ Media a buena, para urbanizaciones extensas (según topografía, naturaleza del terreno y las
condiciones hidrogeológicas).
§ Para edificios aislados en terrenos de baja pendiente, condiciones de fundación buenas
a excelentes. Se recomienda un buen mantenimiento de redes de agua potable y
alcantarillado, localmente los terrenos gravosos y arenosos pueden ser fuentes de préstamo.

Formaciones La Paz, Purapurani, Kaluyo, Gravas del Altiplano

Problemas
Relieve abrupto afectado por erosión superficial intensa, presenta en ciertos lugares del
67
Altiplano niveles arcillosos y gravosos poco densos y plásticos. En el Kenko y Huaripampa,
zonas de fallas potencialmente activas.

Aptitudes
§ Excelente en el Altiplano y terrenos poco inclinados.
§ Media a buena, para urbanizaciones extensas (según topografía, naturaleza del terreno y las
condiciones hidrogeológicas).
§ Para edificios aislados en terrenos de baja pendiente, condiciones de fundación buenas a
excelentes. Se recomienda un buen mantenimiento de redes de agua potable y alcantarillado.
§ Prohibir toda construcción en las zonas de fallas potencialmente activas del Altiplano.
§ Buenas fuentes de préstamo.

Formaciones Calvario y Milluni Superior

Problemas
Relieve abrupto afectado por erosión superficial, inestabilidad en ciertos sectores por la
saturación de aguas, presenta en algunos lugares del Altiplano niveles arcillosos y gravosos
poco densos y plásticos.

Aptitudes
§ Buena en el Altiplano y Huaripampa.
§ Pobre, en algunos sectores es apta para fundaciones por lo fácil de su excavación y requiere
de estudios y de movimientos de tierra para poder urbanizarse. Se recomienda un buen
mantenimiento de redes de agua potable y alcantarillado.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Deslizamientos antiguos Pampahasi, Laikakota y Jukumarini

Problemas
Erosión y remoción en masa de los bordes de las planicies. Naturaleza heterogénea.

Aptitudes
§ De excelente a buena.
§ Media a buena, para urbanizaciones extensas (según topografía, naturaleza del terreno y las
condiciones hidrogeológicas).
§ Buenas fuentes de préstamo los materiales gravosos.

Miraflores

Problemas
Erosión e inestabilidad de los taludes (erosión de pie), caída de bloques, excavación
mecanizada a veces difícil debido a la presencia de pedrones, niveles arcillosos densos y
plásticos.

Aptitudes
§ Excelente, constituye el mejor terreno de fundación de la cuenca siempre y cuando se eviten
los taludes muy empinados.
68 § Buena fuente de préstamo los materiales gravosos y la presencia de grandes bloques de
granito es utilizada como piedra sillar.

Sedimentos lacustres Calacoto

Problemas
Erosión fuerte, características físico-mecánicas muy variables y sensibles a la saturación de
aguas, inestabilidad y asentamientos.

Aptitudes
§ Pobre a débil, para urbanizaciones extensas (según topografía, naturaleza del terreno y las
condiciones hidrogeológicas).
§ Terrenos aptos para la fabricación de cerámica bruta (tejas y ladrillos).

Abanicos aluviales, terrazas de ríos y aluviales actuales

Problemas
Zonas saturadas a veces inundables.
Riesgos de erosión y derrumbes de los bordes de ríos y terrazas.
Riesgos de asentamientos diferenciales e inundaciones, sobre todo en los abanicos.

Aptitudes
§ Excelente a buena, son las áreas de urbanización de Irpavi, Achumani y Calacoto. Se debe
tener cuidado con el nivel freático y con los niveles finos.
§ Las gravas y arenas son fuentes de préstamo excelentes.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Remoción en masa antigua (avenida Periférica, Villa Copacabana, Villa San Antonio, Alto Obrajes, Cóndores Lakota)

Problemas
Erosión superficial.
Remoción en masa de varios tipos, localmente relieves abruptos, disminución de las
propiedades físico-mecánicas por efecto de saturación de aguas.

Aptitudes
§ De media a pobre, localmente buena, zonas altamente urbanizadas en la ladera oeste y este,
son indispensables buenas obras de drenaje de aguas superficiales, subterráneas y de redes
de drenaje sanitario.
§ Los niveles gravo arenosos son buenas zonas de préstamo.

Remoción en masa reciente (Achocalla, Llojeta, cerro Aruntaya (ciudadela Stronguista), y


Huancani (Cóndores Lakota) y partes altas del río Wila Khota)

Problemas
Erosión superficial y subterránea.
Remoción en masa de varios tipos, localmente relieves abruptos, disminución de las
propiedades físico-mecánicas por efecto de saturación de aguas.

Aptitudes 69
§ De media a pobre, buena, zonas altamente urbanizadas en la ladera oeste y este, son
indispensables buenas obras de drenaje de aguas superficiales, subterráneas y de redes
de drenaje sanitario. El carácter mayoritariamente arcilloso de estos terrenos hace que se
presenten asentamientos diferenciales, los trabajos de estabilización de suelos son muy
costosos.

Flujos de barro y deslizamientos actuales

Problemas
Inestabilidad potencial y real, características físico-mecánicas muy variables, frecuentemente
bajas y sensibles a la saturación.
Reactivación generalmente por saturación de aguas superficiales y subterráneas, erosión de pie
de talud natural y antrópica, sobrecarga por movimientos de tierra, construcciones ilegales y
escombros y acumulación de basura.

Aptitudes
§ De pobre a nula. Rehabilitación posible de ciertos lugares, de poca extensión, esencialmente
por medio de obras de drenaje, protección y recalce del pie.

Coluvios

Problemas
De pobre a nula.
Rehabilitación posible de ciertos lugares, de poca extensión, esencialmente por medio de obras
de drenaje, protección y recalce del pie.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Aptitudes
§ De media a débil, localmente buena (pendientes poco inclinadas y granulometría
gruesa), para edificios pesados es necesario comprobar los riesgos de inestabilidad y de
asentamientos diferenciales, tomar las precauciones usuales de drenaje.

Relleno artificial

Problemas
Características nulas a muy bajas, erosión interna, terrenos compresibles, espesor variable.

Aptitudes
§ De débil a nula. Buena en caso de compactación correcta.
§ Necesidad de comprobar el espesor y la compacidad del relleno.

5.4. Tectónica en el valle de La Paz

La deformación manifestada en el valle de La Paz está correlacionada con el Ciclo Andino II, fase
Quechua. Lavenu y Mercier (1994) señalan que el lapso 5,5 y 2,8 Ma de sedimentación de la
cuenca de La Paz fue plegada y sellada por sedimentos glaciales y aluviales plio-cuaternarios,
los pliegues desarrollados en los afloramientos de Achumani y Llojeta son paralelos a las
70 grandes fallas de Amachuma y el Kenko, en la vecindad estas fallas afectan a la cobertura
cuaternaria.
Un estudio realizado por El Observatorio San Calixto y Sergeotecmin en el año 2007 y
presentado a las autoridades del municipio del Alto de La Paz, estableció que estas fallas
tienen una recurrencia cada 15 000 años, el análisis de paleosuelos obtenidos de varias
trincheras excavadas en distintos sitios de la falla el Kenko (Ciudad Satélite, Ludoteca y
Cuartel Tarapacá), estableció que la falla más antigua data de hace 30 000 años y la última
falla es de hace 15 000 años.
Las mensuras realizadas de la geometría de las fallas y de las direcciones axiales de los pliegues
da una componente de desplazamiento siniestro, las fallas mayores tienen una dirección 125° N
y las asociadas tienen una dirección 110° N, desarrollando fracturas tipo Riedel, la deformación
del final del Plioceno muestra un acortamiento próximo a EW. En el mismo sector, las fallas que
afectan a los sedimentos pliocenos muestran dos cinemáticas, una de fallas inversas y la otra de
fallas normales.
Por comparación, las fallas que afectan al cuaternario en los mismos sitios muestran siempre una
cinemática en fallas normales resultantes de una extensión próxima a N-S.
Entonces, el cálculo cinemático realizado por Lavenu y Mercier (1994) sobre estas fallas muestra
que las fallas inversas son compatibles con una compresión este-oeste y un acortamiento norte-
sur.

6. Mapa de amenazas

El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP) preocupado por los constantes fenómenos
geodinámicos que afectan al valle de La Paz, como los deslizamientos e inundaciones, que
se hacen cada vez más trágicos debido al crecimiento explosivo de la mancha urbana que ha
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

invadido informalmente lechos de ríos y laderas inestables, decidió elaborar un nuevo mapa
geológico que sirva de base para identificar las diferentes amenazas geodinámicas a estas zonas
vulnerables y así poder identificar los riesgos que puedan afectar el desarrollo de la ciudad más
importante de Bolivia.
Ya en el año 1978 las consultoras BRGM-BCEOM (1977-1978) realizaron el “Estudio
ecogeológico de la cuenca de La Paz y sus alrededores”, plasmado en 23 documentos temáticos,
elaborados para planificar el desarrollo urbano de la ciudad de La Paz. La escala de trabajo de
esos documentos fue de 1:50 000, pero dado que la cobertura urbana es susceptible de ser
amenazada por los fenómenos citados a nivel de manzano, era necesario sobre la base de
la información existente generar un mapa geológico a una escala de 1:5 000, para ese fin se
utilizaron las ortofotos del año 2006, además de fotos aéreas del siglo pasado que datan de
las décadas del 30, 50, 60, 70, 80, 90 y de la primera década del presente siglo, el análisis
realizado permitió una interpretación multitemporal de la geología del valle de La Paz.
Este trabajo fue realizado por geólogos de nuestro municipio que poseen diferentes aptitudes y
la combinación de esas capacidades permitió realizar este trabajo en forma óptima.
Sobre esa información básica y necesaria se elaboraron otros mapas temáticos a la misma
escala, tal como el mapa geomorfológico, mapa geotécnico y un mapa de pendientes.
Combinando esos mapas temáticos se obtuvo un mapa de amenazas por remoción en masa,
paralelamente se trabajó un mapa de amenazas por inundaciones.
Por otra parte, otro grupo de técnicos de varias disciplinas (ingenieros civiles, agrónomos,
geógrafos) elaboraron el mapa de vulnerabilidades.
La combinación algebraica de estos mapas permitió obtener el Mapa de Riesgos Versión 2011. 71

6.1. Análisis de la información

Troll y Finsterwalder (1935) realizaron los primeros estudios sobre la geología del valle de
La Paz, más tarde Dobrovolny (1962) elaboró el estudio geológico del valle de La Paz y sus
primeras consideraciones sobre el deslizamiento de Santa Bárbara, identificando el torrente de
barro de Achocalla. Dobrovolny (1968) hace un estudio más detallado del torrente de barro de
Achocalla.
Posteriormente, Bles et al. (1978), mediante las consultoras BRGM-BCEOM, dentro del Estudio
Ecogeológico de la Cuenca de La Paz y sus Alrededores, elaboraron el informe sobre las
características litoestratigráficas del valle de La Paz para el Plan de Desarrollo Urbano de la
Ciudad de La Paz de la Honorable Alcaldía Municipal de La Paz, donde clasifican las unidades
litológicas en formaciones del zócalo que agrupan a rocas de los sistemas Silúrico, Devónico,
Cretácico, Paleógeno y Neógeno.
También, dentro de esa clasificación se tienen las formaciones del Altiplano, que son los suelos
agrupados en los sistemas Neógeno y Cuaternario, que rellenaron el valle de La Paz hasta el
Altiplano, representados por las planicies del Alto de La paz, Huaripampa y el Alto de Ovejuyo.
El desarrollo de la cuenca por la erosión en el sistema cuaternario, está clasificado como
depósitos y deslizamientos de las cuencas, se consideran la primera época de erosión, segunda
época de erosión, tercera época de erosión y finaliza con las épocas de erosión reciente y actual.
El siguiente cuadro es la leyenda del mapa geológico de La Paz editado por la BRGM-BCEOM,
que resume todas las formaciones litológicas identificadas por Bles et al. (1978):
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 1
Mapa geológico de La Paz BRGM-BCEOM (1978)

Depósitos y deslizamientos de las cuencas

c Coluvios
ÉPOCAS DE
a Aluviones actuales de los ríos EROSIÓN
RECIENTE Y
aa Flujos de terrenos y deslizamientos del periodo actual ACTUAL

d Flujos de terrenos de la época de erosión reciente

tr Terrazas de ríos

TERCERA
Lf Formación lacustre de ARANJUEZ - LA FLORIDA: Arcillas finas ocres
ÉPOCA DE
f3 Flujos de terrenos de la tercera época de erosión EROSIÓN

1 Flujos de terrenos de la segunda época de erosión 1 = Coluvios de la misma edad


f2
ir Terraza IRPAVI (Dobrovoiny, 1962): Gravas
mi Terraza MIRAFLORES: Gravas con clastos de granitos de gran tamaño SEGUNDA
ÉPOCA DE
72 LLp Formación lacustre de LIMAN PATA EROSIÓN

dLp Deslizamiento de LIMAN PATA

ch Glacial de valle CHOQUEYAPU: Morrenas con capas de turbas

PRIMERA
dp Deslizamientos de gravas y fluviales tipo PAMPAJASI ÉPOCA DE
EROSIÓN

Formaciones del altiplano

1 Cubierta de la superficie baja del altiplano: Gravas (1) y


sba2 Arcillas lacustres (2)

LB Formación lacustre Ballivian: Arcillas finas ocres amarillentas


PLEISTOCENO
(GA) 1 GRAVAS DEL TECHO DEL ALTIPLANO
GA 1 = Superficie estructural del nivel 4 de erosión o de estas gravas

1 Formación glacial CHACALTAYA (MILLUNI SUPERIOR)


- Morrenas al norte (1)
MS
- Lava de barro al Sur

1 MI Formación glacial KALUYO (MILLUNI INFERIOR)


- Till al norte. (1) con presencia de cinerita en su base
2 - Gravas fluvio-glaciales al Sur (2)
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

PU Formación lacustre fluvial PURAPURANI


- Gravas con capas de limos ocres a veces con cinerita en la base (1)
2 2 = Arcillas, arenas y gravas gris azul claro

1 CA Formación glacial CALVARIO


2 3 - Till (1) y gravas fluvio-glaciales que pueden supra (2) e infrayacen (3) al till.
PLIOCENO

1 Formación lacustre LA PAZ


3 2
- Arcillas, arenas y gravas gris azul claro con cinerita. Chijini (1) y otras cineritas (2).
- 3 = facies gravosa

Formaciones del zócalo

MD Roca intrusiva de la Muela del Diablo


?

HU Formación Huallaconi: Gravas y conglormerados rojizos


EOCENO ?

AR Formación Aranjuez: Conglomerados y limolitas rojas


CRETÁCICO ?

SI Formación Sica Sica: Lutitas negras y cuarcitas


SILURO
DEVÓNICO
Leyenda: Elaborado por el ing. J. L. BLES con los levantamientos geológicos a escala 1:10000 de los ingenieros: A. ALVARES, O. ANZOLEAGA,
O. BALLIVAN, J. L. BLES, O. BUSTILLOS, H. HOSCHSTATTER, A. MALATRAIT y N. OTAZO. 73

Asimismo, Bles et al. (1978) realizan una interpretación de la evolución y correlación


estratigráfica de la región de La Paz.

Figura 2. Mapa de ubicación, corte A’-B’. Zona de La Paz.


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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Figura 3. Corte geológico A’-B’ del Pliocuaternario de La Paz (BRGM-BCEOM).

En 1987 el Proyecto de Fortalecimiento Municipal (PFM) realizó el mapeo de deslizamientos


por cuencas en el valle de La Paz, dentro del Sub Proyecto Riesgos, identificando amenazas y
74 vulnerabilidades se elaboraron planes de trabajo para la mitigación de los riesgos.
En el año 1992 la Dirección de Control y Manejo de Cuencas (DICOMAC), preparó el Plan de
Prevención y Alertas para el año 1993, de las diferentes cuencas del valle de La Paz, con base
en una inventariación y actualización del trabajo elaborado por el PFM en el año 1987.
Es así que una década después, en el año 2003, con la compilación de toda esa información
geológica, hidrológica, datos del censo 2001 se han elaborado los Mapas de Amenazas y
Vulnerabilidades ponderados y generado el Mapa de Riesgos versión 2004, con una precisión de
escala 1:50 000
Estos estudios fueron bastante regionales y dado que muchos de los problemas geodinámicos
de la ciudad de La Paz se dan a nivel de predio y manzano, fue necesario elaborar un nuevo
mapa geológico a escala 1:5 000.

6.2 Ponderación de las amenazas geodinámicas del valle de La Paz

Las amenazas geodinámicas identificadas a nivel global son las endógenas y las exógenas.
Las amenazas endógenas son los sismos y el vulcanismo.
Las amenazas exógenas son las remociones en masa y las inundaciones.
En La Paz, las amenazas identificadas más frecuentes son por remoción en masa e inundaciones.
Para la ponderación de las amenazas del valle de La Paz, se han elaborado cuatro mapas
temáticos, siendo el mapa geológico el más importante, siguiéndolo en importancia el mapa de
pendientes, y sucesivamente el mapa geomorfológico y el mapa geotécnico.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa geológico

Para la elaboración de este mapa se realizó una revisión bibliográfica identificando los
documentos generados por la BRGM-BCEM el año 1978, siendo el más importante en esa
materia para la correlación de las diferentes unidades litológicas que conforman el valle de La
Paz.
También se realizó una interpretación fotogeológica para la que se usaron pares estereográficos,
que fueron interpretados con la ayuda de estereoscopios de espejos. Las fajas de vuelo
utilizadas fueron de distintas décadas del siglo pasado; así, se interpretaron fotos de la década
del 30, 50, 60, 80 y 90 y del año 2006.
Para la restitución fotogramétrica y transformar la información de una proyección cónica a una
ortogonal se utilizaron las ortofotos del año 1994 con una resolución de 60 centímetros, las de
2006 con una resolución variable de 0,13 a 2 m y una imagen de satélite Quick Bird a colores
con una resolución de pixel de 2 m.
La determinación de usar esta información fue debido a las características de recubrimiento y de
resolución, siendo la mejor la de 2006 en cuanto a resolución, la imagen Quick Bird en relación
con la cobertura, y la ortofoto de 1994 una intermedia que facilitó los trabajos de restitución.
Para el trabajo de campo se imprimieron juegos de planos a escala 1:2 500 para el control y
mapeo de campo, este trabajo se llevó a cabo en doce meses extensivos 2009-2010 (10%) y
diez meses intensivos 2010-2011 (90%), las correcciones y correlación de la información se
llevó a cabo en cinco meses, finalizando el trabajo en aproximadamente 24 meses calendario.
Una vez concluido el proceso de relevamiento en el municipio se dio paso a una tercera etapa 75
en la que se correlacionó la información de forma global con trabajo de campo y gabinete,
en esta etapa participó en conjunto el grupo de profesionales para uniformar criterios de
descripción de las distintas unidades identificadas, este proceso duró alrededor de cinco meses.
La etapa final para la elaboración de este producto consistió en la digitalización de la misma
utilizando el software Arc Gis versión 9.3, herramienta especializada para el manejo de
información espacial.

Mapa de pendientes

El municipio cuenta con varios levantamientos topográficos del valle de La Paz, los trabajos
recopilados fueron comparados con la ortofoto del año 2006, después de este proceso de
correlación se resolvió utilizar el relevamiento realizado por el IGM del año 2001 con curvas de
nivel cada 20 m, este levantamiento tiene la particularidad de ajustarse a las formas de erosión
muy densa, tal el caso de Huayllani, Plan Autopista y Las Ánimas.
Sobre esta topografía en formato vector y utilizando herramientas de Arc Gis versión 9.3, se
transformó la información a TIN en formato raster, que es una triangulación irregular de una red
para poder obtener un Modelo de Elevación Digital (DEM).
Sobre el modelo digital y utilizando herramientas del mismo programa, se obtuvo el mapa de
pendientes en grados que después fue reclasificado en cinco clases, de acuerdo con la siguiente
gráfica:
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 2
Niveles de reclasificación del mapa de pendientes (en grados)

0-8 Muy bajo

8-22 Bajo
15-22 Moderado

22-31 Alto

31-78 Muy alto

Mapa geomorfológico

El relevamiento de las unidades identificadas en este mapa fue hecho de forma paralela al
mapeo realizado para la elaboración del mapa geológico, identificando las geoformas y procesos
que dieron origen a las mismas.
En la fotointerpretación y restitución se individualizaron las unidades geomorfológicas, en la
edición final se discriminaron las unidades geológicas de las unidades geomorfológicas. Ya con
el mapa geomorfológico se elaboró su columna geomorfológica y, al igual que con el mapa
geológico, se pueden realizar impresiones desde escala 1:500.
Para utilizar esta información en la generación del mapa de amenazas se asignaron pesos a cada
unidad geomorfológica, del 1 al 5, siendo 1 muy alto, 2 alto, 3 moderado, 4 bajo y 5 muy bajo,
76 esta información en vector fue transformada a formato raster. Igualmente se reclasificó del 1 al
5 con los mismos valores que en el vector.

Mapa geotécnico

El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, mediante la DEGIR, ha generado una base de


datos de geotecnia, esta información que tiene una buena dispersión de información, permitió
un análisis geoestadístico, que para un gran porcentaje de la ciudad de La paz es válido, se
discriminó la información que discrepaba con algunos de los datos de la BRGM-BCEOM que
figuran en el Informe Geológico Nº 15 “Características geotécnicas de la cuenca de La Paz”.
Considerando el trabajo citado se procedió sobre el mapa geológico. Se utilizó la información
estadística y de campo. Se identificaron las aptitudes de los suelos con el empleo de
herramientas portátiles para analizar su granulometría, saturación, plasticidad, cohesión,
deformación y fracturación, así como su grado de peligro.
Para utilizar esta información en la generación del mapa de amenazas se asignaron pesos a cada
unidad geotécnica considerando los parámetros citados en el párrafo antes descrito, del 1 al 5,
siendo 1 muy alto, 2 alto, 3 moderado, 4 bajo y 5 muy bajo, esta información en vector fue
transformada a formato raster. Igualmente se reclasificó del 1 al 5 con los mismos valores que
en el vector.

6.3. Generación del mapa de amenazas del valle de La Paz

El mapa de amenazas del valle de La Paz fue realizado mediante la ponderación de los procesos
geodinámicos endógenos y exógenos.
Dentro de los endógenos se tienen los sismos y vulcanismo. Si bien existen sismos en el sector,
en la actualidad no hay registros de epicentros en la ciudad ni en sus proximidades, las escalas
registradas son menores a 4 según Richter.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

La otra amenaza endógena es la del magmatismo debido a que estamos 330 km al NE del
volcán activo más próximo, el Guallatiri de Chile, que está a unos 15 km al sur de Tambo
Quemado.
La Muela del Diablo y las volcanitas de Cohoni corresponden a una actividad volcánica miocena,
ya no activa desde esa fecha en este sitio.
Las amenazas exógenas corresponden a la remoción en masa (deslizamientos, flujos de barro
y derrumbes). En el mapa geológico elaborado se han identificado estas litologías. La otra
amenaza es la de las inundaciones, igualmente se ha hecho un análisis hídrico de la red de
drenaje de la ciudad de La Paz.
Entonces, se ha elaborado el mapa de amenazas relacionado con el proceso de remoción en
masa considerando los siguientes parámetros: geología, geomorfología, geotecnia y pendientes.
Para ponderar la amenaza se elaboró el mapa geológico del valle de La Paz a escala 1:1 000,
sobre esta base se elaboraron también los mapas geomorfológico y geotécnico a la misma
escala.
Sobre un modelo de elevación digital de 10 m de pixel se elaboró un mapa de pendientes con
un pixel de 10 m.
Los mapas geológico, geomorfológico y geotécnico se rasterizaron desde la base vector, con un
tamaño de pixel de 10 m.
La amenaza fue ponderada de la siguiente manera, para procesos de remoción de masa:
2
Tabla
Tabla 3 77
Ponderación de
Ponderación de las
las variables
variables de
de amenaza
amenaza

N° Parámetro Porcentaje Justificación

Constituye el mapa base y fue elaborado a escala 1:300. Para


fines de cartografía fue restituido a escala 1:1 000. Sobre una
1 GEOLOGÍA 40% restitución fotogramétrica del valle de La Paz del año 2006,
con una resolución de 0,13 a 1 m. Por esa razón tienen ese
porcentaje.

Solamente se dispone de un Modelo de Elevación Digital


(DEM) a 10 m, con las interpolaciones se elaboró un mapa de
2 PENDIENTES 30% pendientes a 10 m. Este plano debería tener una mayor ponde-
ración pero al no disponer de un DEM al metro se le ha dado
ese porcentaje.

Elaborado sobre el mapa base, dado que la ciudad de La Paz se


ha edificado sobre geoformas resultado de procesos y agentes
muy actuales. Entonces, estas están muy relacionadas, excep-
3 GEOMORFOLOGÍA 20% tuando aquellas geoformas relacionadas con la erosión que es
independiente de la litología.
Por esta razón tiene ese porcentaje.

La aptitud mecánica de los suelos está muy relacionada con la


4 GEOTECNIA 10% litología, aquí se considera su cohesión, plasticidad, permeabi-
lidad y su capacidad portante, por esa situación se le asignó
ese porcentaje.
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

AMENAZA = (GEOLOGÍA*0,4) + (PENDIENTES*0,3) + (GEOMORFOLOGÍA*2) + (GEOTECNIA*1)

Se ponderó en una escala de valores de 5, siendo:

Tabla 4

NÚMERO GRADO DE AMENAZA


1 Muy bajo

2 Bajo

3 Moderado

4 Alto

5 Muy alto

7. Mapa de vulnerabilidades

Uno de los aspectos que es importante relevar al comenzar el análisis es que a través del
tiempo el concepto de vulnerabilidad social se ha relacionado directamente con el nivel
económico o social de la población, relación que gracias a diversos estudios actuales se ha
78 demostrado que no es del todo real; es por esto que, con una visión más holística e integral de
análisis y evaluación del problema, diversos autores concluyen que la vulnerabilidad social es
una relación más compleja que está vinculada a distintos elementos que hacen y conforman un
ambiente urbano.
Se debe entender de manera general, que este grado de exposición estará determinado por
una sumatoria de factores de diferente origen, naturaleza y características, que si bien en
condiciones de “normalidad” pueden mejorar las condiciones de vida de la población, ante
su pérdida o mal funcionamiento por una situación adversa se afectará en diversa magnitud y
forma a la dinámica regular de la población.
La identificación, caracterización y evaluación de estas interrelaciones es el punto de partida
que propone la metodología del presente trabajo. En este sentido, la integración futura de
nuevos elementos o variables será necesaria para, en una primera instancia, comprender e
identificar la interdependencia que existe entre la población y los elementos que hacen de este
un medio urbano; luego, en una segunda, evaluar de qué forma y en qué magnitud podría ser
afectada esta dinámica por un desastre natural.
Esta situación de vulnerabilidad, a través del tiempo, se vuelve una consecuencia de diferentes
tipos de fenómenos económicos, políticos, sociales y culturales. Este conjunto de fenómenos,
sumados a un crecimiento no planificado de la ciudad en muchos sectores de la población, ha
incrementado el grado de exposición.

7.1. Marco metodológico

El marco metodológico planteado para este proyecto tiene un enfoque heurístico, se basó en
una primera etapa en el conocimiento amplio y sólido del municipio, que tiene el equipo de
profesionales que participó en la recolección de datos, evaluación y análisis; esta información
colectada se tradujo en factores que bajo un análisis y una evaluación integral, determinó una
relación (índice) del nivel de vulnerabilidad de la población.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Este modelo heurístico se convierte en una parte del sistema de soporte de decisiones (DSS),
que apunta a las decisiones espaciales (Castellanos y Van Westen, 2003).
De forma general, dentro de este enfoque se pueden distinguir dos análisis, el primero es
un mapeo directo de las variables y el segundo es un mapeo cualitativo; ambos operan
en combinación. El mapeo directo se hizo con base en transposición de tablas del INE y
la espacialización de las variables. En el análisis posterior, el grupo de trabajo utilizó sus
conocimientos para determinar el método de asignación de pesos para cada parámetro de clase
dentro de los grupos o factores.

7.2. Referencia geográfica y escala de trabajo

La escala de trabajo fue de 1:5 000.


El datum de referencia fue WGS84 Zona 19 sur

7.3. Fuente de la información

La recolección de la información tuvo diferentes fuentes; los datos estadísticos de población


que corresponden al censo 2001 provienen del Instituto Nacional de Estadística.
Los datos concernientes a ubicación de servicios fueron proporcionados por la Oficialía Mayor
de Desarrollo Humano.
Finalmente, otra parte de la cartografía utilizada proviene de la anterior Oficialía da Mayor de
Ordenamiento Territorial (2007), además de información generada por el Sistema de Alerta 79
Temprana de la Dirección Especial de Gestión Integral de Riesgos.

7.4. Preparación de la información

Este procedimiento permitirá convertir la información geográfica de los distintos formatos en los
que se encuentre (shapes, tablas) uno que pueda ser utilizado por ILWIS 3.7 O.S. Se propone
este software como herramienta para los procesos algebraicos de información espacial por la
operabilidad que brinda cada uno de sus scripts, pasos y operaciones, además de la ventaja que
brinda al ser un software libre.

Homogeneización de cartografía

La cartografía fue homogeneizada e integrada; se confeccionaron capas subfactoriales para


todas las variables de acuerdo con los siguientes criterios generales: integración de capas bajo
proyección UTM con un datum WGS84.

7.5. Herramientas de análisis y bases de información

Las herramientas de análisis de este trabajo serán los sistemas de información geográfica Ilwis
3.7 (Open Source) de acceso libre, y Argis 9.3, sistemas especializados que se caracterizan por
su capacidad de manejar información geográfica, permitiendo así realizar estudios dirigidos
a la gestión de recursos naturales y humanos, la planificación de la gestión urbana y del
equipamiento, la cartografía y el control de grandes instalaciones (red telefónica, redes de
abastecimiento y evacuación de aguas, redes de transporte, etc.), esta herramienta tecnológica
especializada constituye una ayuda para la toma de decisiones.
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

7.6. Procesamiento de la información

La elaboración de este trabajo contempló cuatro etapas.

PRIMERA ETAPA: Delimitación del área de evaluación (distritos urbanos)

El trabajo de evaluación fue realizado en siete macrodistritos urbanos; si bien existe un límite
municipal establecido, este no coincide en su totalidad con aquellos incluidos como urbanos
según el censo del INE 2001, es decir, existe una diferencia en el área que cubren los datos
del INE con el que pertenece al municipio. Esta diferencia debe ser entendida y asociada a un
proceso de crecimiento e integración espacial que tiene un ambiente urbano como el nuestro
con otros municipios colindantes.
El caso del municipio de La Paz no es aislado, el crecimiento demográfico y la expansión urbana
ocasionan que los límites de áreas pobladas (mancha urbana) de diferentes municipios con el
tiempo vayan desapareciendo, un proceso conocido como metropolización.

80

Figura 4. Vista área urbanizada del municipio de La Paz-macrodistritos urbanos.

De esta forma es posible advertir que el límite con los municipios de Mecapaca, Achocalla y
especialmente El Alto, se ha convertido simplemente en un elemento geográfico formal que
define jurisdicciones administrativas, pero que de forma práctica las condiciones y características
de los linderos son homogéneas.
En sentido de evaluar las características y condiciones de vulnerabilidad de la población,
se tomó como espacio de interacción de las variables el delimitado por las zonas censales
delimitadas por el INE en 2001, ya que la base estadística oficial sobre la cual se basa la
información de nuestro municipio es la creada por el censo.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

En la siguiente figura es posible observar las zonas censales que fueron utilizadas en el proceso
de 2001 y la relación espacial que tiene la misma con respecto al límite del municipio.

81
Figura 5. Diferencia de macrodistritos vs. zonas censales INE.
Fuente: Elaboración propia.

SEGUNDA ETAPA: Agrupación sistemática de variables

En esta etapa se elaboró el mapa Índice de Vulnerabilidad del Municipio de La Paz utilizando
la herramienta SMCE; esta herramienta permite, a manera de un árbol, ir agrupando las
distintas variables utilizadas dentro de los cinco ejes previamente definidos, los cuales fueron
construidos de acuerdo con la información disponible y otra que fue posible desarrollar por el
Sistema de Alerta Temprana de la DEGIR.
Los insumos, factores o variables se reagruparon tal como indican las tablas siguientes,
los criterios que se utilizaron para crear estos grupos de factores están basados en la
caracterización y en la correlación que se hizo entre estos y la interrelación con el elemento
central que es la población.
Los recursos o insumos necesarios para el desarrollo del proyecto fueron:
3
Tabla
Tabla5
Cartografía Básica
básica

Eje temático Capa temática


Límite municipal

Límite macrodistrital
Cartografía
básica Límite distrital

Manzanos (mancha urbana)


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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

4
Tabla
Tabla 6
Factor
Factor poblacional
poblacional

Factor Tipo de distribución Significado del tipo de distribución

Género y edad Distribución poblacional por género y por nivel etario.

Distribución poblacional por nivel o


Nivel de instrucción
grado de instrucción alcanzado al momento de la encuesta.
Factores
poblacionales Distribución de la población por categoría ocupacional (ej.
Categoría ocupacional obreros, trabajadores por cuenta propia, etc.).

Distribución por tipo Distribución de la población por la forma de tenencia de


de tenencia de vivienda vivienda (ej. propia, alquilada, etc.).

5
Tabla
Tabla 7
Factores
Factores físicos
físicos

Factor Tipo de distribución Significado del tipo de distribución

Distribución por
características de Por tipo de pared, por tipo de techo, por tipo de piso.
82 la vivienda

Por disponibilidad de electricidad, por tipo de evacuación de


Factor físico Distribución de aguas servidas, por disponibilidad de baño, wáter o letrina, por
servicios básicos modo de uso de servicios sanitarios, provisión de agua
potable, distancia a redes de colectores.

Vías de acceso Distancia a vías de acceso.

6
Tabla 8
Tabla
Factores económicos

Factor Tipo de distribución Significado del tipo de distribución

Centros de abasto Distancia a/de supermercados, distancia a mercados.


Factor
económico Centros financieros Distancia a bancos.

7
Tabla 9
Tabla
Factor
Factorde
deapoyo
apoyoyypolítica
políticainstitucional
institucional

Factor Tipo de distribución Significado del tipo de distribución

Apoyo y política Centros de emergencia Ubicación de bases de atención a emergencias de la DEGIR.


institucional
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

8
Tabla10
Tabla
Factor apoyo y política
Factores institucional
de servicios

Factor Tipo de distribución Significado del tipo de distribución

Estaciones de bomberos Distancia a estaciones de bomberos.

Centros educativos Densidad de centros educativos públicos.


públicos

Centros policiales Distancia a módulos policiales.

Servicios Densidad de centros de atención médica pública, centros de


Centros de salud atención administrados por ONGs, centros de salud institucio-
nales, laboratorios prefecturales, morgues.

Cementerios Cementerios públicos y privados, cementerios clandestinos.

Cobertura de transporte
público Rutas de microbuses, rutas de minibuses, rutas de trufis.

TERCERA ETAPA: Estandarización y ponderación de variables 83

En esta etapa de estandarización y ponderación trabajó un equipo multidisciplinario para poder


definir los mejores criterios, especialmente en la asignación de pesos.
En la estandarización se tomó en cuenta el tipo de variable y la consideración que se debía
hacer sobre la utilización de toda la serie de valores de cada una, o si se hacía necesario limitar
los valores con un nivel de incidencia en los valores de algunas de ellas.
En el proceso de ponderación o asignación de pesos dentro de la herramienta SMCE se
utilizaron dos métodos, uno fue el método de orden jerárquico (Rank Order) y el otro, el método
de asignación directa.
La utilización de uno u otro método estuvo basada en el análisis del número de clases para cada
grupo, subfactor y factor, tomando en cuenta que el método de orden jerárquico no es viable
para más de seis niveles.

Descripción del método Ponderación por Orden de Jerarquía

El conjunto de pesos de un problema con tres criterios (c1, c2, c3) que no son negativos y
se suman, se representa como un triángulo ABC en la Ilustración 40. Si el criterio C1 es más
importante que el criterio C2 si el criterio C2 es más importante que el criterio C3, entonces el
conjunto de pesos factible S es igual a la ADE del triángulo sombreado en la Ilustración 40. Esto
demuestra que la información contenida en el análisis de jerarquización es importante, desde
el conjunto de pesos que no son negativos y sumaran 1 (extraído de Ilwis Help, traducción: R.
Porcel).
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Este método calcula el peso, wk, para


el criterio k según la ecuación 1, donde
n es el número de criterios. Una vez
más, los pesos forman el orden de los
criterios definidos por el conjunto S, lo
que significa que w1 w2 ≥ ≥ ... ≥ 0 wn.

Figura 6. Gráfico descriptivo.


Fuente: Extraído de Ilwis Help.

n +1− k
wk = n

∑ (n + 1 − i)
i −1

84 Ecuación 1

Siguiendo esta fórmula, la asignación de pesos según el número de clases será de acuerdo con
la siguiente tabla:

9
Tabla11
Tabla
Pesospor
Pesos por número
número de
devariables
variables

Number of criteria Criterion weights using rank sum method

N w1 w2 w3 w4 w5 w6
2 0.66 0.33

3 0.50 0.33 0.17

4 0.40 0.30 0.20 0.10

5 0.33 0.27 0.20 0.13 0.07

6 0.29 0.24 0.19 0.14 0.10 0.05

Método directo de asignación de pesos

Estos factores fueron incorporados sistemáticamente dentro del árbol de evaluación de la


herramienta de acuerdo con los siguientes criterios para cada factor y subfactor:

Factor poblacional
Este factor fue incorporado al árbol de análisis de acuerdo con la muestra de la figura 7:
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Figura 7. Árbol de criterios-SMCE Ilwis OS.


Fuente: Elaboración propia.

a. Género y edad
Para el primer subfactor Género y edad se especializaron las tablas de la población dadas
por el censo 2001, separando a la población por género, la ponderación que se hizo fue
en consideración simple a la representación en porcentaje de cada uno en relación con el
universo de población. La siguiente clasificación se hizo por grupos etarios quinquenales,
misma agrupación que toma el INE en la presentación de resultados. Para ambos géneros se
aplicó una escala de nivel de vulnerabilidad basada en la edad haciendo una consideración
básica de que los niños y adultos mayores tienden a ser más vulnerables ante una posible
situación de desastre, ej.:

85

Figura 8. Esquema de análisis. Detalle de incorporación por nivel etario.


Fuente: Elaboración propia.

Los niños que van de 0 a 9 años y adultos mayores de 65 años fueron considerados como
sectores de la población más vulnerables ante una condición adversa; en el mismo sentido,
aquellos comprendidos entre los 10 y 59 años son el grupo que se considera menos
vulnerable ante este tipo de situación, se consideró además un nivel de transición que va de
60 a 65 años.
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

b. Nivel de instrucción
Para este otro subfactor se tomaron como datos de entrada las tablas procesadas por el
INE (censo 2001) donde se clasificó a la población de acuerdo con detalle de categorías
plantadas por la mencionada institución:

Figura 9. Esquema de análisis


Fuente: Elaboración propia.

86
De cada una de estas categorías se consideró que suman al nivel de vulnerabilidad aquellos
grados iniciales hasta la secundaria completa y todos los demás grados incompletos de
estudio, en este mismo sentido se entendió que aquellas clases de profesionalización que
fueron completadas son un factor que puede reducir el nivel de vulnerabilidad ante un
evento adverso.

c. Población por categoría ocupacional


Dentro de este factor se consideró que todas las personas que desarrollan algún tipo de
actividad económica remunerada tienen una ventaja, en contraposición a aquellas que no la
perciben, incluyéndose las que desarrollan su actividad dentro del hogar.

Figura 10. Esquema de análisis-SF Población por categoría ocupacional.


Fuente: Elaboración propia.
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d. Tenencia de la vivienda
Dentro de este factor se consideró que ante un evento adverso los núcleos poblacionales
menos afectados serían aquellos que viven en una vivienda alquilada, prestada o cedida
por algún tipo de servicio; esto, en razón de que al existir una pérdida parcial o total de
inmueble no sería directamente afectada, pese a que pudiese existir una pérdida de
enseres y artículos personales. Por el contrario, esta posible pérdida del inmueble afecta
directamente a los propietarios y anticresistas, los segundos, al perderse la vivienda
perderían el patrimonio de la persona o familia y al no existir una figura legal que defina las
condiciones de la devolución total o parcial del monto entregado en calidad de anticrético
esta pérdida significaría el total de su patrimonio destinado a vivienda.

Figura 11. Esquema de análisis-SF Tenencia de vivienda.


Fuente: Elaboración propia.

Factores físicos 87

Dentro de este eje fueron considerados los subfactores dirigidos a las condiciones de la
vivienda de la población, estas condiciones se agruparon en tres subgrupos, el primero que
refiere al material de la vivienda, el segundo a los servicios básicos con los que cuenta y el
tercero a la densidad de vías de acceso que existe en cada zona censal.

a.
Estructura de la vivienda
La pregunta central para la ponderación que se planteó para este eje fue: ¿Cuál es la
posibilidad de que falle en su función ante un evento adverso? Adicionalmente al análisis de
cada subfactor se plantearon algunas otras preguntas que se detallan a continuación.

Figura 12. Esquema de análisis-Factores físicos.


Fuente: Elaboración propia.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Método de ponderación: Rank Ordering


Dentro del subfactor dirigido a evaluar las condiciones propias de la vivienda se tomaron
tres elementos constructivos básicos, que son: paredes, techos y pisos; a partir de esta
división se los clasificó por el tipo de material que refiere cada uno de ellos según las clases
establecidas por el INE.
En el caso del tipo de paredes se consideró que si están construidas con ladrillo, hormigón
y piedra, estos tres tipos de materiales reducen la posibilidad de fallar en caso de un evento
adverso; por el contrario, materiales como el adobe y madera incrementan las posibilidades
de fallar.
Para el caso de techos, además de tomar la posibilidad de falla se tomó en cuenta la
posibilidad de reutilización de la calamina o de la teja.
Para pisos, además de considerar su posible reutilización se tomó en cuenta el bajo costo
que tienen algunas de las clases consideradas, como es el caso de los pisos de ladrillo o de
tierra.

88

Figura 13. Esquema de análisis-SF Estructural de la vivienda.


Fuente: Elaboración propia.

b. Servicios básicos

Para este subfactor se tomaron en cuenta seis grupos, de los cuales se pudo conseguir la
información suficiente: disponibilidad de electricidad, tipo de evacuación de aguas servidas,
disponibilidad de baño o letrina y modo de uso de servicios sanitarios fue la información
extraída del censo 2001; provisión de agua potable y distancia a redes de colectores fueron
variables tomadas de información proporcionada al municipio por aguas del Illimani en 2005.
En el grupo “Disponibilidad de electricidad” se diferenció a aquellas personas que sí poseen
el servicio, considerando esto como un elemento que reduce su condición de vulnerabilidad,
en el mismo sentido se consideró que aquellas que están conectados a una red de
alcantarillado son menos vulnerables.
Para la provisión de agua potable se hizo una inferencia por distancia, es decir, poniendo un
rango de 500 m para la red primaria y 300 m para la red secundaria.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Figura 14. Esquema de análisis-SF Servicios básicos.


89
Fuente: Elaboración propia.

Factor económico

Dentro de este factor se consideraron dos elementos de la dinámica económica poblacional, que
son: los centros de abasto y los bancos.
La consideración de estos elementos es que un área poblacional será menos vulnerable si tiene
centros de aprovisionamiento cercanos, y si puede acceder a algún servicio bancario (retiros de
dinero, recepción de giros) frente a posibles eventos adversos que alteren la normalidad de sus
actividades.
Las dos razones fundamentales por las que los usuarios acuden a una agencia bancaria o
financiera son la “cercanía a su casa” y “la cercanía al centro de trabajo” (MBS Consulting, 2011).

Figura 15. Esquema de análisis-Factor económico.


Fuente: Elaboración propia.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Factor Apoyo Institucional

Dentro de este factor se consideró la disposición de las bases de atención a emergencias que
posee la DEGIR, estas bases cuentan con la capacidad suficiente, especialmente en época de
lluvias, para atender y cubrir los requerimientos de la población de todo el municipio.

Figura 16. Árbol de criterios-Factor apoyo institucional.


Fuente: Elaboración propia.

Factor elementos esenciales

Dentro de este eje se consideraron aquellos elementos que complementan y caracterizan el


entorno urbano, son los elementos complementarios a los servicios básicos que permiten
interaccionar a los miembros de la sociedad y que deben garantizar su seguridad.

90

Figura 17. Esquema de análisis-Servicios.


Fuente: Elaboración propia.

a. Est. bomberos, c. educativos, centros policiales

Para estos tres primeros subfactores se espacializó su ubicación y con base en un análisis
de distancia se trabajó su grado de influencia, es decir para las estaciones de bomberos
se consideró su acción a nivel de todo el municipio. El criterio tomado para los centros
educativos es que estos pueden y han funcionado como albergues transitorios para
damnificados en diferentes ocasiones; si bien no existe un convenio o política definida con
las instancias que administran estos establecimientos, estos centros han sido muy útiles en
el trabajo de ayuda y hospedaje a sectores de la población afectados.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

En el caso de los módulos policiales, hecho el análisis de las condiciones en las que
funcionan los mismos se consideró un radio de acción de hasta 3 000 m, distancia que
puede variar de un módulo a otro por las características heterogéneas que tienen, en
muchos sí disponen de vehículos o motocicletas y en otros el desplazamiento de efectivos
es solo a pie.

Figura 18. Esquema de análisis.


Fuente: Elaboración propia.

b. Centros de salud
En referencia a los centros de salud se tomaron en cuenta los archivos elaborados por el
Dr. Hardy, quien mapeó y caracterizó los centros de salud en el municipio, con base en este
trabajo se clasificaron en cinco grupos de atención directa y dos servicios indirectos; a los
de atención directa se los clasificó a su vez por el tipo de administración y accesibilidad a la
población, de acuerdo con el siguiente esquema:
91

Figura 19. Esquema de análisis-GR Centros de salud.


Fuente: Elaboración propia.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Los Centros de Salud Mental se separaron en un grupo individual por el tipo de atención
especializada que brindan.
Los centros de atención médica pública se dividieron en tres grupos por el nivel y/o
capacidad de atención que pudieran brindar, considerando tres clases, la primera que
engloba hospitales, clínicas y servicio de emergencia, que son las instalaciones a donde
la población acude de forma masiva y donde pueden brindar atención especializada. Los
policonsultorios son centros con capacidad más reducida pero que ofrecen atención en
algunas especialidades.
Los centros de salud son entidades con capacidad de atención reducida y están dirigidos a
atender casos más simples, en gran parte son más de tipo ambulatorio.
Método de ponderación: Rank ordering.

c. Cementerios
Sobre este relevamiento de información se clasificó al total en dos grupos por un factor
de legalidad, considerando que aquellos que son legales en un caso de desastre en el que
puedan ser afectados existe una empresa o institución que será responsable de reparar o
subsanar los posibles daños causados por el fenómeno adverso, además de velar por todo
posible efecto de contaminación.

92

Figura 20. Esquema de análisis-Cementerios.


Fuente: Elaboración propia.

Adicionalmente se hizo una inferencia de distancia para ambas clases, en el caso de los
clandestinos se tomó una distancia o perímetro de 500 m y para los legales, una de los 20 a
500 m.
Método de ponderación: Rank ordering.

d. Cobertura del transporte público


Gracias al trabajo realizado por la Unidad de Tráfico y Vialidad del GAMLP se incluyó la
información correspondiente a la cobertura del transporte público, de esta información se
obtuvieron tres clases, las cuales se diferencian por el tipo de vehículo que utiliza cada línea
y que además está asociado a un costo o tarifa.

Figura 21. Cobertura de transporte público.


Fuente: Elaboración propia.

Método de ponderación: Directo


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

CUARTA ETAPA-RECLASIFICACIÓN DE UNIDADES POR GRADO DE VULNERABILIDAD

Este proceso consiste en una reclasificación o agrupación de los valores para hacer más visual
y comprensible el producto final para el usuario transportando estos valores cuantitativos a un
criterio cualitativo, esta agrupación de los valores del mapa Índice se hizo con base en los datos
estadísticos extraídos del histograma; con el análisis de estos valores se elaboró la tabla de
umbrales para la reclasificación.

93

Figura 22. Histograma. Mapa Índice de Vulnerabilidad.

Del histograma anterior se obtiene la siguiente tabla resumen:

10
Tabla 12
Tabla
Tabla resumen de indicadores
Tabla de resumen de indicadores

Indicador Valor
Valor mínimo 0,25

Valor máximo 0,66

Promedio 0,45

Mediana 0,42

5 Muy Alto
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Para la transposición a grados cualitativos se utilizaron cinco clases:


11
Tabla13
Tabla
Grados cualitativos
Grados cualitativos

Grado Color
Muy bajo Verde oscuro

Bajo Verde claro

Moderado Amarillo

Alto Naranja

Muy alto Rojo

Aplicada la función Slicing del software Ilwis, según los valores estimados para cada una de las
clases, se obtuvo el mapa de vulnerabilidad reclasificado.

7.7. Análisis de resultados

En esta etapa del trabajo se analizaron primeramente los resultados por grupo, luego por
subfactor y por factor, para determinar la coherencia de cada uno de ellos antes de calcular el
94 producto final, es así que después del proceso de modelamiento los porcentajes de peso para
cada factor son los que se aprecian en el gráfico siguiente:

18%
36%

8%

FAC. POBLACIONAL

8% FAC. FÍSICO

FAC. ECONÓMICO
FAC. AP. POL. INAL.
30%
FAC. EL. ESENCIALES

Figura 23. Pesos por factor en porcentaje.

Productos obtenidos
Los productos parciales resultado de los cinco ejes principales planteados fueron:

§ Mapa de Vulnerabilidad - Factor Poblacional


§ Mapa de Vulnerabilidad - Factor Físico
§ Mapa de Vulnerabilidad - Apoyo Institucional
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

§ Mapa de Vulnerabilidad - Factor Económico


§ Mapa de Vulnerabilidad - Factor Servicios

Los productos finales son:


§ Mapa Índice de Vulnerabilidad Socioeconómica
§ Mapa Índice de Vulnerabilidad Socioeconómica-Reclasificado

Descripción de los productos obtenidos

Mapa de Vulnerabilidad - Factor Poblacional


De acuerdo con el resultado obtenido se puede mencionar que:
§ La concentración de la población más vulnerable se encuentra ubicada en la zona de
Irpavi Bajo, Ciudadela Stronguista y parte de Vino Tinto.
§ Existe un mayor nivel de vulnerabilidad en las laderas de la ciudad con respecto al centro
de la urbe.
§ Las zonas con menor índice son las zonas de Koani, Achumani y Sopocachi.

Mapa de Vulnerabilidad - Factor Físico


De acuerdo con el resultado obtenido se puede mencionar que:
95
§ Las zonas más vulnerables según este factor son las que están en áreas perimetrales del
municipio, especialmente al oeste de la zona de Inca Llojeta y al este de Chasquipampa,
hacia Ovejuyo.
§ Las zonas que tienen un nivel medio alto son Mallasa, Valle de las Flores, Primavera,
Limanipata e Inca Llojeta.
§ Las zonas que muestran un nivel más bajo son Sopocachi, Koani, Achumani y Calacoto.

Mapa de Vulnerabilidad - Apoyo Institucional


De acuerdo con el producto obtenido se puede mencionar que:
§ Las áreas más vulnerables de acuerdo con este factor son las que están más alejadas de
las bases definidas por DEGIR, esto es explicable ya que solo se consideró este factor
sobre un análisis de distancia. Bajo este criterio, los sectores de Mallasa y Chasquipampa
hacia el este serían las más vulnerables.

Mapa de Vulnerabilidad - Factor Económico
De acuerdo con el producto obtenido se puede mencionar que:
§ Las zonas más vulnerables son Mallasa, Ciudadela Stronguista, Kellumani, Chuquiaguillo,
Limanipata y el área que se encuentra al suroeste de Incallojeta.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

§ Las zonas con un nivel moderado son las que están ubicadas en la ladera oeste,
Chasquipampa, Ovejuyo, Tembladerani y Alto Achumani.
§ Las zonas con nivel más bajo, es decir con mejor cobertura de este tipo de elementos de
dinámica económica, son la Central, Miraflores, Sopocachi, Obrajes y San Miguel.

Mapa de Vulnerabilidad - Factor Servicios


De acuerdo con el producto obtenido se puede mencionar que:
§ Las zonas que tienen un mayor índice de vulnerabilidad son las que están de manera
general al sur partiendo de Obrajes hasta Lipari, hacia el sur, Kellumani y Chasquipampa al
este, al norte Limanipata y Chuquiaguillo.
§ Las zonas con un nivel moderado son las que se encuentran en la ladera oeste, Villa
Copacabana y Villa Victoria,
§ El área con un nivel bajo es la que incluye el Centro, Sopocachi, San Pedro y Miraflores.

Mapa Índice de Vulnerabilidad Socioeconómica


De acuerdo con el producto obtenido se puede mencionar que:
§ El área con un índice bajo es la que se encuentra en el centro de la ciudad, desde la zona
de San Sebastián, San Pedro, Sopocachi y parte de Miraflores.
§ Las que muestran un valor medio son la ladera oeste, Villa Copacabana, parte de Calacoto
96 y Achumani Bajo.
§ Las zonas con índice más alto de vulnerabilidad son Limanipata, Kellumani, Jupapina, la
parte alta de Chasquipampa y Ovejuyo.

Mapa Índice de Vulnerabilidad Socioeconómica - Reclasificado


Utilizando el Mapa Índice de Vulnerabilidad se reagruparon los valores en cinco clases o
niveles; esto, con objeto de hacer más visual los niveles de vulnerabilidad.
Del histograma del mapa reclasificado se obtiene la siguiente gráfica:
Ilustración N° 57

Comparativo por grados (N° de pixeles)

500000

450000

400000
Number of pixels

350000

250000

200000

150000

100000

50000

0
Muy bajo Bajo Moderado Alto Muy alto

Figura 24. Comparativo por grados (N° de pixeles).


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

§ Las zonas con un nivel muy alto de vulnerabilidad se encuentran en la periferia del área
de estudio.
§ Las zonas con un nivel alto son Mallasa, Ciudad Stronguista, la parte alta de
Chasquipampa, Callapa, Santa Rosa de Callapa y Santísima Trinidad.
§ Las zonas con un grado moderado son Achachiala, Vino Tinto, Pura Pura, Bajo Llojeta,
Calacoto, Cota Cota, Chasquipampa e Irpavi.
§ Las zonas con grado “Bajo” son parte de Achumani, Obrajes, Tembladerani, Miraflores bajo,
Gran Poder, Villa Copacabana y Villa Fátima.
§ Las zonas con un nivel “Muy Bajo” son Sopocachi, Santa Bárbara, San Sebastián, todo el
casco central y parte de San Pedro.
La siguiente tabla muestra la relación por área y porcentaje.

Tabla 14
Relación de grados por superficie y porcentaje

Grado Sup m2 % ha

Muy bajo 6.235.189,92 5,64 508,672474

Bajo 17.690.010,66 16,00 1390,24983

Moderado 38.588.705,88 34,90 5137,86816


97
Alto 29.965.585,63 27,10 3001,09752

Muy alto 18.077.789,38 16,35 1037,52202

TOTAL 110.557.281,47 100,00 11075,41

Fuente: Elaboración propia.

8. Mapa de riesgos

El mapa de riesgos determinará áreas geográficas donde existe la posibilidad de que ocurran
daños a causa de eventos adversos, se basa en las características naturales del terreno como:
topografía, geología, fallas geológicas activas, condiciones geomecánicas del suelo tomando en
cuenta el sistema al que estaría afectando, sistema que puede ser social, político o económico;
el objeto de identificar dicha relación de probabilidad versus sistema afectado permitirá
programar las medidas de protección adecuadas. Por otro lado, será una base para reglamentar
los usos de las distintas áreas geográficas de acuerdo con el nivel de riesgo que represente. Es
un instrumento importante para el ordenamiento territorial y así garantizar su sostenibilidad en
el tiempo.

8.1. Características principales del riesgo

Dinámico y cambiante

El riesgo es producto de factores de amenaza con factores de vulnerabilidad, siendo ambos


dinámicos y cambiantes en el tiempo; por ello, el riesgo tiene el mismo comportamiento
dinámico y cambiante respecto al tiempo.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Diferente percepción del riesgo en la sociedad

Los miembros de la sociedad o comunidad no tienen la misma percepción del riesgo, por estar
condicionada a la función y responsabilidad que cumple el individuo en la sociedad, además
está condicionada a la posición social, económica y psicológica del mismo individuo.

Antrópico

El riesgo no solo está condicionado por los fenómenos naturales, sino también, y de gran
manera, por la interacción continua del hombre frente a su entorno. En ese entendido es un
proceso social de configuración de riesgo determinado por procesos económicos, sociales,
políticos y culturales que contribuyen a la generación del riesgo y determinan niveles y
condiciones de exposición al riesgo.

8.2. Metodología

La elaboración del producto final constó de tres etapas:

Primera etapa: Revisión del mapa insumo


Segunda etapa: Construcción del modelo de evaluación
Tercera etapa: Revisión de resultados
98
Primera etapa: Revisión del mapa insumo

La revisión de los insumos significó la revisión del mapa de amenazas y del mapa de
vulnerabilidad, esta revisión de cada uno significó en primera instancia el análisis espacial
comparativo de superficies, revisión de valores por pixel en los mapas índice y revisión de
incoherencias.
Esta etapa es necesaria ya que se deben verificar las condiciones y características espaciales de
superficie para cada uno de los mapas, es decir, para el mapa de vulnerabilidad ya se mencionó
que fue trabajado sobre la cartografía base utilizada en el censo 2001 del INE, esta cartografía
restringe la información al área considerada para ese proceso y que en otros sectores sale del
límite municipal, es bajo estas consideraciones que se debió hacer ese tipo de revisión.
Basados en ese enfoque, se decidió que para el análisis final de resultados se tomarían en
cuenta solo las unidades circunscritas por el límite municipal. Por otra parte, se revisó la
existencia de pixeles con información que fuera de los límites generales de cada uno de los
mapas insumo, estos pixeles suelen aparecer debido a pequeños segmentos innecesariamente
digitalizados en layers de origen CAD.

Segunda etapa: Construcción del modelo de evaluación

Para el procesamiento del mapa índice de riesgo se utilizó la herramienta SMCE del Software
Ilwis 3.7, construido el modelo nuevamente se reunió el grupo multiciplinario de profesionales
para ajustar los porcentajes para cada una de las variables insumo, este ajuste se basó en dos
elementos esenciales, el primero en la diferente visión y puntos de vista sobre la temática de
riesgos que tiene cada línea profesional (economistas, geólogos, agrónomos, ingenieros civiles) y
en el amplio conocimiento y experiencia del equipo participante del municipio.
El siguiente flujograma resume la secuencia de las variables utilizadas:
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

MAPA GEOLÓGICO 50% DE PESO EN


MAPA DE FACTORES DE VULNERABILIDAD
LA PONDERACIÓN DE AMENAZAS

MAPA GEOMORFOLÓGICO 20% DE PESO EN FACTORES POBLACIONALES 34% DE PESO


LAS AMENAZAS EN LA VULNERABILIDAD

MAPA DE PENDIENTES 30% DE PESO FACTORES FÍSICOS 23% DE PESO


EN LA PONDERACIÓN DE AMENAZAS EN LA VULNERABILIDAD

MAPA GEOTÉCNICO 10% DE PESO EN FACTORES ECONÓMICOS 10% DE PESO


LA PONDERACIÓN DE AMENAZAS EN LA VULNERABILIDAD

PODERACIÓN DE VARIABLES FACTORES APOYO INSTITUCIONAL


10% DE PESO EN LA VULNERABILIDAD

99

CRUCE DE VARIABLES FACTORES SERVICIOS BÁSICOS


23% DE PESO EN LA VULNERABILIDAD

MAPA DE AMENAZAS SOCIO-NATURALES PONDERACIÓN DE FACTORES

MAPA DE VULNERABILIDADES

CRUCE DE VARIABLES AMENAZA Y VULNERABILIDAD

PONDERACIÓN DE VARIABLES

MAPA DE RIESGOS

Figura 25. Flujograma mapa de riesgos.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Una vez que los subproductos variables que son el mapa de amenazas y el de vulnerabilidad
fueron consolidados, el siguiente paso fue establecer, en el cruce de ambos, la relación de peso
que deberían tener las mencionadas variables; es así que después de un proceso de ajuste
consensuado se identificó que la relación de pesos que más se ajustaba era la que muestra la
siguiente gráfica:

30%

Mapa de Amenazas

Mapa de Vulnerabilidad

70%

Figura 26. Mapa de riesgos variables en porcentajes.


100

Tercera etapa - Revisión de resultados y caracterización de zonas

En esta etapa nuevamente participó el conjunto de profesionales involucrado, el método


adoptado para la revisión fue la realización de un taller de retroalimentación. En la dinámica de
este taller se analizaron los resultados de forma general y específica para cada macrodistrito,
además se fueron justificando los valores por cada zona o sector.
De forma simultánea, mientras se analizaban los valores de cada una de las zonas se iban
caracterizando los elementos o causales que definieron el valor de índice por unidad espacial.

8.3. Descripción de los grados de riesgo

A continuación se representa en un cuadro la explicación de los cinco grados de riesgo, y el


porcentaje de la mancha urbana expuesto a este grado de riesgo.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 15
Descripción de grados de riesgo

Grado Descripción de los daños esperados Superficie (porcentaje aprox.)

Muy leves, asentamientos diferenciales, erosión e inesta-


bilidad en los taludes, erosión de pie, muy pocas
personas afectadas, edificaciones levemente dañadas,
Muy bajo buena cobertura de servicios básicos y elementos 6%
esenciales.
Condiciones por vulnerabilidad específica de acuerdo
con la zona.

Leves, zonas saturadas y en lugares inundables, se


pueden presentar asentamientos diferenciales especial-
mente en los abanicos aluviales. Pocas personas afecta-
Bajo das, de igual manera edificaciones, líneas vitales, centros
de producción, servicios y medio ambiente.
22%

Condiciones de vulnerabilidad específicas de acuerdo


con la zona.

Daños moderados con relieve de abrupto a moderado


afectado por erosión superficial e interna, inestabilidad
en ciertos sectores por la saturación, disminución de las
características físico-mecánicas, en ciertos sectores,
presencia de niveles limosos y gravosos densos y
Moderado plásticos, existen zonas de falla potencialmente activas. 41%
Daños moderados en edificaciones, líneas vitales,
101
centros de producción, servicios y medio ambiente.
Condiciones por vulnerabilidad específica de acuerdo
con la zona.

Daños elevados, en áreas de relieve abrupto afectado


por erosión superficial e interna. Inestabilidad en varios
sectores por: erosión de pie, presencia de arcillas
plásticas y saturadas, presencia de arenas saturadas sin
cohesión, presencia de aguas subterráneas, grietas de
tracción y de compresión, pérdida de las propiedades
Alto físico-mecánicas de los suelos con la saturación, con la 21%
remoción y con la descomposición. De igual manera los
daños pueden ser elevados en las edificaciones, líneas
vitales, centros de producción, servicios básicos y el
medio ambiente. Muchas personas son afectadas.
Condiciones por vulnerabilidad específica de acuerdo
con la zona.

Daños muy elevados, área de relieve abrupto y afectado


por erosión superficial e interna, inestabilidad en el
sector por la presencia de arcos de rotura manifestado
(falla de rotura), además de grietas de tracción y de
compresión de diferente magnitud, por la circulación de
aguas subterráneas, presencia de arcillas muy plásticas,
Muy alto erosión del pie de talud y disminución de las propieda-
des físico-mecánicas de los niveles finos de saturación,
10%
descomposición o remoción. De igual manera los daños
son elevados en las edificaciones, líneas vitales, centros
de producción, servicios básicos y el medio ambiente. La
mayoría de personas son afectadas.
Condiciones por vulnerabilidad específica de acuerdo
con la zona.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Riesgo muy bajo

El 6% del área total de la mancha urbana de la ciudad de la Paz. Son áreas geográficas en las
que no existen elementos expuestos, no existen fenómenos de remoción en masa de magnitud,
aunque existen amenazas al medio ambiente en pequeña escala. En el mapa corresponde al
área urbana comprendida entre las zonas de Achachicala, Pura-pura, San Pedro, Sopocachi y
Miraflores.

Riesgo bajo

En este nivel de riesgo se encuentra el 22% del área total de la mancha urbana. Están
demarcadas las áreas con pendiente baja y muy baja, suelos con capacidad portante de buenas
a excelentes, zonas saturadas pertenecientes a terrazas aluviales antiguas y recientes, abanicos
aluviales y otros. Estas áreas en lugares son inundables, de la misma forma se pueden presentar
asentamientos diferenciales, especialmente en los abanicos aluviales. Están identificadas la
planicie de Achumani, Irpavi Bajo, Bolognia, la zona de Calacoto, Alto Obrajes. Identificada
también la terraza de Pampahasi, las zonas de Tembladerani, Sopocachi, Villa victoria, Gran
Poder y otras. Pocas personas afectadas, de igual manera edificaciones, centros de producción,
servicios y medio ambiente.

Riesgo moderado

En este nivel de riesgo se encuentra el 41% de la mancha urbana de la ciudad de La Paz,


102 pueden presentarse en estas áreas daños moderados en edificaciones, en vías de acceso, en
centros de producción. Las áreas con riesgo moderado presentan relieve de abrupto a moderado
afectado por erosión superficial e interna, inestabilidad en ciertos sectores por la saturación,
disminución de las características físico-mecánicas, en algunos sectores se observa la presencia
de niveles limosos y gravosos densos y plásticos, existes zonas de falla potencialmente activas.
Se pueden presentar daños moderados en edificaciones, líneas vitales, centros de producción,
servicios y medio ambiente. Entre las zonas que se caracterizan por presentar riesgo moderado
están, en la zona sur, La Rinconada, parte de Cota Cota y Chasquipama, Irpavi II. En la zona norte,
Vino Tinto, Achachicala, Chuquiaguillo y otras zonas diseminadas en toda la mancha urbana de la
ciudad de La Paz.

Riesgo alto

En este nivel de riesgo se encuentra el 21% del área ocupada por la mancha urbana de la
ciudad de La Paz. En estas áreas los daños son elevados, presentan relieve abrupto afectado por
erosión superficial e interna, inestabilidad en varios sectores por: erosión de pie, presencia de
arcillas plásticas y saturadas, presencia de arenas saturadas y sin cohesión, presencia de aguas
subterráneas, grietas de tracción y de compresión, pérdida de las propiedades físico-mecánicas
de los suelos con la saturación, con la remoción o por la descomposición. Así mismo, los daños
pueden ser elevados en las edificaciones, líneas vitales, centros de producción, servicios básicos
y ocasionan daños al medio ambiente; puede resultar muchas personas afectadas, entre estas
áreas están comprendidas las zonas de Alto Achumani, Codavisa, Bajo Llojeta, parte de la zona
de Cota Cota, Bella Vista y otras zonas en el macrodistrito sur, además de las zonas de San
Simón, Octavio Campero, Kupini y otros en el macrodistrito San Antonio. En el macrodistrito de
Mallasa están con riesgo alto, las márgenes derecha e izquerda del río Achocalla por la calidad
de suelo, pendiente y presencia de aguas subterráneas, las otras zonas con riesgo alto están
diseminadas en toda la mancha de la ciudad de La Paz.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Riesgo muy alto

En este factor de riesgo se encuentra el 10% de toda el área de la mancha urbana de la


ciudad de La Paz, en estas áreas los daños pueden ser muy elevados, estas áreas presentan
relieve abrupto y están afectadas por erosión superficial e interna, inestabilidad en el sector
por la presencia de arcos de rotura manifestada (falla de rotura), además de grietas de tracción
y de compresión de diferente magnitud, por la circulación de aguas subterráneas, presencia
de arcillas muy plásticas, erosión del pie de talud y disminución de las propiedades físico-
mecánicas de los niveles finos de saturación, descomposición o remoción. De igual manera, los
daños son elevados en las edificaciones, líneas vitales, centros de producción, servicios básicos
y el medio ambiente. La mayoría de personas son afectadas.
Estos grados de riesgo se pueden identificar en la siguiente relación de colores en el mapa de
riesgos.

14
Tabla
Tabla 16
Relación
Relación dede grado
grado dede riesgo
riesgo por
por calor
calor yy superficie
superficie

Grado Color Área (%)


Muy bajo Verde oscuro 6%

Bajo Verde claro 22%

Moderado Amarillo 41%

Alto Naranja 21% 103


Muy alto Rojo 10%

8.4. Análisis de resultados

Áreas de riesgo muy alto

La combinación del mapa de vulnerabilidades con el mapa de amenazas arroja como


resultado 36 áreas dentro de la mancha urbana de la ciudad de La Paz, con riesgo muy alto,
lo que representa el 10% del área de la mancha; mientras el 21% de la mancha urbana está
identificada con riesgo alto, el 41% está catalogado con riesgo moderado, 22% del área total
de la ciudad de La Paz está identificada con riesgo bajo, y solamente el 6% del área está
identificada como área de riesgo muy bajo.
Las 36 áreas son sujetas a monitoreo permanente, inspecciones continuas y acciones en el
control de las causas por las cuales se ha llegado a identificar el riesgo; en las 36 áreas es
necesaria la caracterización de áreas mitigables al riesgo y áreas no mitigables al riesgo, este
trabajo corresponde a un mapeo y evaluación de las áreas ya identificadas a una escala mayor 1:
1 000, 1:500, además de considerar las zonas de expansión urbana identificadas con riesgo muy
alto.

Descripción de las áreas de muy alto riesgo

Son 36 áreas de la mancha urbana de la ciudad de La Paz las de muy alto riesgo, y estas se
subdividen, en función de su extensión, por macrodistritos:
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

A. Macrodistrito Sur - 5

2%
13%
25%

17%
Muy bajo
Bajo

Moderado

Alto
43% Muy alto

Figura 27. Distribución del riesgo en porcentaje en el macrodistrito sur - 5.

Del total del área del macrodistrito Sur, 13% está identificada como área de muy alto riesgo;
en esta superficie actualmente se identifican 13 sub-áreas con las siguientes características:

a) 4 Áreas identificadas como áreas de expansión urbana.


b) 3 Áreas se encuentran con obras de contención y con obras de control de aguas
104
subterráneas.
c) 2 Áreas están controladas relativamente con movimientos de tierra.
d) 4 Áreas que en los últimos dos años han presentan desajustes.

En las siguientes tablas se detallan las características y condiciones.

Tabla 17
a) Áreas de riesgo muy alto identificadas en zonas de
expansión urbana en el macrodistrito Sur - 5

N° Nombre de zona Grado de riesgo Riesgo - Causas Observaciones

Deslizamiento por sobrepeso No cuenta con sistema de


Ciudadela y aguas subterráneas. Falta saneamiento básico.
1 Stronguista Norte Muy alto
de vías de acceso, falta de
servicios

Deslizamiento por sobrepeso No cuenta con sistema de


2 CODAVISA Muy alto
y aguas subterráneas. saneamiento básico.

Inundación, deslizamiento y A la fecha no cuenta con


3 Flor de Irpavi Muy alto
arrastre de material obras de control hidráulico.

4 Los Lirios Pedregal Muy alto Deslizamientos, material No cuenta con saneamiento
poco consolidado básico
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 18
b) Áreas de riesgo muy alto controladas con obras de contención y obras de control
de aguas subterráneas en el macrodistrito Sur - 5

N° Nombre de zona Grado de riesgo Riesgo - Causas Observaciones

Deslizamiento, material de Se emplazó muro pantalla


1 Las Carmelitas Muy alto
relleno y aguas subterráneas. sobre 30 pilotes.

Se emplazó muro pantalla


Cota Cota calles Deslizamiento por la presen-
2 32-35
Muy alto
cia de aguas subterráneas.
sobre pilotes y galerías
filtrantes.

Muro cajón en la base y


24 de Junio- Deslizamiento, suelos inesta-
3 Alto Seguencoma
Muy alto
bles, aguas subterráneas.
anclado, galerías filtrantes y
cortinas drenantes.

Tabla 19
c) Áreas de riesgo muy alto y controladas relativamente con movimientos de tierra,
en el macrodistrito Sur - 5

N° Nombre de zona Grado de riesgo Riesgo - Causas Observaciones


105
En el año 2003 se produjo
Deslizamiento, material de
1 23 de Marzo Achuma Muy alto
relleno, poco consolidado
deslizamiento y movimien-
tos de tierra

Se realizó movimientos de
Deslizamiento por calidad de
2 Santa Fe de Kesini Muy alto
suelos
tierra y se asentaron nuevas
viviendas

Tabla 20
d) Áreas de riesgo muy alto en el macrodistrito Sur - 5 con presencia de deformaciones
altas y moderadas identificadas en los dos últimos años

N° Nombre de zona Grado de riesgo Riesgo - Causas Observaciones

Cota Cota Desprendimientos y desliza-


Asentamientos
1 calles 25-28 Muy alto miento por aguas subterrá-
diferenciales
neas.

Desajustes asentamientos
Calle 23-Ventilla Deslizamiento por sobrepeso
2 Bella Vistat
Muy alto
y aguas subterráneas.
diferenciales, grietas de
tracción.

Calle 29, Inundación, deslizamiento y A la fecha no cuenta con


3 Las Lomas- Muy alto
arrastre de material. obras de control hidráulico.
Achumani

Calle 20 Deslizamiento, material poco Presencia de aguas, grietas


4 Bella Vista
Muy alto
consolidado. de tracción y aguas
subterráneas.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Las causales del nivel de riesgo en estas trece áreas identificadas son:

GEOLOGÍA
En conjunto presentan material arcilloso plástico poco consolidado, pertenecientes a
torrentes de barro, materiales deslizados antiguamente, suelos afectados por erosión
superficial e interna. De la misma manera presentan cárcavas de diferente magnitud, así
mismo se observa presencia de aguas subterráneas que saturan el suelo y hacen que
pierda sus cualidades físico-mecánicas tornándose en una amenaza en el área por la
calidad de suelo.
Geomorfológicamente algunas áreas presentan un arco de antiguo deslizamiento,
drenajes de aguas superficiales profundas y carcavamiento que posteriormente han
sido modificados con movimientos de tierra de consideración, lo que ha cambiado
la topografía del área; de la misma manera, las áreas de acuerdo con el mapeo e
identificación, presentan grietas de tracción de diferente magnitud, algunas de ellas
monitoreadas periódicamente y reportan incremento milimétrico.

VULNERABILIDADES
Las áreas son de expansión urbana en la actualidad, no cuentan con servicios básicos,
a la fecha se han asentado varias viviendas con construcciones precarias; también
se observan edificaciones de media y gran inversión que consumen y necesitan los
106 servicios básicos; tampoco existen vías de comunicación suficientes.
En las áreas donde presentan desajustes se tiene una mancha urbana considerable,
todas densamente pobladas y con los servicios instalados, siendo que los servicios de
agua potable y de alcantarillado deben ser revisados por dos razones; primero, porque
su instalación data de muchos años atrás y segundo, porque por los desajustes de la
zona los sistemas de alcantarillado han sufrido deterioros y están dañados.
No existen centros de salud en estas áreas que puedan cubrir los requerimientos de la
población del lugar.

CONCLUSIONES
El mapa de riesgos identifica trece zonas como de muy alto riesgo en este distrito.
(De acuerdo con los tiempos de inspecciones y/o de informes, el riesgo identificado a la fecha
cambiará a medida que se intervenga en el área con saneamiento básico, control de aguas
superficiales, control de torrenteras y las nuevas construcciones se adecuen y normen a la
calidad del suelo existente en la zona.)
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

B. Macrodistrito San Antonio - 4

5%
7%

27%

28%
Muy bajo
Bajo

Moderado

Alto
33% Muy alto

Figura 28. Distribución del riesgo en porcentaje en el macrodistrito San Antonio - 4.

Del total del área del macrodistrito San Antonio, el 7% está identificada como área de muy
alto riesgo; el 7% del total del área del macrodistrito San Antonio está subdividido en diez 107
áreas identificadas de la siguiente manera:

10 áreas de riesgo muy alto subdivididas en:


a) 3 Áreas se encuentran con obras de control de aguas subterráneas.
b) 3 Áreas están controladas relativamente con movimientos de tierra.
c) 4 Áreas que en los últimos dos años presentan desajustes de consideración.

Tabla 21
a) Áreas de riesgo muy alto controladas con obras de contención y
obras de control de aguas subterráneas en el macrodistrito San Antonio - 4

N° Nombre área - zona Grado Causas - Observaciones

San Simón - San José - Deslizamiento por pendiente, con obras de control
1 Santa Catalina
Muy alto
de aguas subterráneas.

Deslizamientos en sectores, control de aguas


2 Villa San Antonio Muy alto
subterráneas.

Villa Armonía - IV Centenario, Deslizamientos, con obras de control de aguas


3 Germán Jordán
Muy alto
subterráneas (cortinas drenantes).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 22
b) Áreas de riesgo muy alto y controladas relativamente con movimientos de tierra,
en el macrodistrito San Antonio - 4

N° Nombre área - zona Grado Causas - Observaciones

1 Kupini-Plaqueta Muy alto Deslizamientos, con movimientos de tierra.

2 Juan Sin Miedo-Tejajahuira Muy alto Relleno, material suelto.

3 Valle Hermoso-Villa
Copacabana
Muy alto Deslizamiento, movimientos de tierra.

Tabla 23
c) Áreas de riesgo muy alto en el macrodistrito San Antonio - 4 con presencia de
deformaciones altas y moderadas identificadas en los dos últimos años

Nº Nombre área - zona Grado Causas - Observaciones


108
Río Irpavi margen derecha - Deslizamiento, pendiente, erosión,
1 Izquierda aguas arriba
Muy alto
aguas subterráneas.

2 Octavio Campero Muy alto Deslizamientos

3 San Isidro Alto Muy alto Deslizamientos

Ladera Este - Valle de


4 las Flores - Cervecería - Muy alto Múltiples factores
Metropolitana - Bajo Salome
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

C. Macrodistrito Cotahuma - 1

4%
8%
15%

Muy bajo
26% Bajo

Moderado
47% Alto

Muy alto

Figura 29. Distribución del riesgo en porcentaje en el macrodistrito Cotahuma - 1.

Del total del área del macrodistrito Cotahuma 15% está identificado como área de muy
alto riesgo; este 15% del área del macrodistrito Cotahuma está subdividido en seis áreas
identificadas de la siguiente manera: 109

6 áreas de riesgo muy alto subdivididas en:

a) 3 Áreas están controladas relativamente con movimientos de tierra.


b) 3 Áreas que en los últimos dos años presentan deformaciones de consideración y
consecuentes

Tabla 24
a) Áreas de riesgo muy alto y controlado relativamente con movimientos de tierra, en el
macrodistrito Cotahuma - 1

N° Nombre área - zona Grado Causas - Observaciones

1 Final Armaza Muy alto Deslizamiento inactivo, con movimientos de tierra.

2 Cotahuma - Julio Téllez Muy alto Deslizamiento - movimientos de tierra.

3 Relleno Sanitario - Kantutani Muy alto Deslizamiento - movimientos de tierra.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 25
b) Áreas de riesgo muy alto en el macrodistrito Cotahuma - 1 con deformaciones altas y
moderadas identificadas en los dos últimos años

N° Nombre área - zona Grado Causas - Observaciones

1 Playa Verde - Adela Zamudio Muy alto Deslizamiento

Francisco Bedregal - Cancha


2 Fígaro
Muy alto Deslizamiento

3 Alpacoma - Llojeta Muy alto Deslizamiento - en sectores con movimientos


de tierra.

D. Macrodistrito Periférica - 3

4%
5%

18%
110
29%

Muy bajo
Bajo

Moderado

44% Alto

Muy alto

Figura 30. Distribución espacial en porcentaje, macrodistrito Periférica - 3.

Del total del área del macrodistrito Periférica, el 4% está identificado como área de muy alto
riesgo. El 4% del total del área del macrodistrito Periférica está subdividida en tres áreas
que están identificadas de la siguiente manera:

3 áreas de riesgo muy alto, subdivididas en:

a) 1 área está identificada como área de expansión urbana.


b) 2 áreas están controladas relativamente con movimientos de tierra.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 26
a) Áreas de riesgo muy alto identificadas en zonas de expansión urbana,
en el macrodistrito Periférica - 3

N° Nombre de la zona Grado de Riesgo - Causas Observaciones


riesgo

Deslizamiento - Pendiente – Área de expansión urbana, no


1 Limanipata Muy alto
Erosión de pie cuenta con saneamiento básico.

Tabla 27
b) Áreas de riesgo muy alto y controlado relativamente con movimientos
de tierra en el macrodistrito Periférica - 3

N° Nombre de la zona Grado de Riesgo - Causas Observaciones


riesgo

Antiguo deslizamiento controlado


1 Plaza Litoral Muy alto Deslizamiento
con movimientos de tierra.

Antiguo deslizamiento controlado


Deslizamiento -
2 Agua de la Vida Muy alto
movimientos de tierra
relativamente con movimientos
de tierra.
111

E. Macrodistrito Centro - 7

4%
4%

12%

57% Muy bajo


Bajo

23% Moderado

Alto

Muy alto

Figura 31. Distribución del riesgo en porcentaje en el macrodistrito Cotahuma - 1.

Del total del área del macrodistrito Centro el 4% está identificada como área de muy alto
riesgo. El 4% del total del área del macrodistrito Centro está subdivididos en una sola área,
identificada como:
§ 1 Área que en los últimos dos años presenta deformaciones de consideración y
consecuentes.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 28

N° Nombre de la zona Grado de Riesgo - Causas Observaciones


riesgo
El movimiento es constante, las
1 Santa Bárbara Muy alto Deslizamiento deformaciones se incrementan
constantemente.

F. Macrodistrito Mallasa - 6

0% 2%

9%

26%

Muy bajo
112 Bajo

Moderado
63% Alto

Muy alto

Figura 32. Distribución del riesgo en porcentaje en el macrodistrito Mallasa - 6.

Del total del área del macrodistrito Mallasa el 26% está identificada como área de muy alto
riesgo. El 26% del total del área del macrodistrito Mallasa está subdividido en tres áreas de
grandes dimensiones, identificadas de la siguiente manera:

3 áreas de riesgo muy alto y subdivididas en:

a) 1 área está controlada relativamente con movimientos de tierra.


b) 2 áreas que en los últimos dos años presentan deformaciones de consideración,
deslizamientos locales y derrumbes.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 29
a) Áreas de riesgo muy alto y controlado relativamente con movimientos
de tierra en el macrodistrito Mallasa - 1

N° Nombre área - zona Grado Causas - Observaciones

Movimientos de tierra, material de relleno


1 Relleno Sanitario - Mallasa Muy alto
poco consolidado.

Tabla 30
b) Áreas de riesgo muy alto en el macrodistrito Mallasa - 6 con deslizamientos locales y
derrumbes a causa de erosión de pie de talud, identificadas en los dos últimos años

N° Nombre área - zona Grado Causas - Observaciones

1 Márgenes río Achocalla Muy alto Deslizamiento

2 Márgenes río La Paz Muy alto Deslizamiento

113

G. Macrodistrito Max Paredes - 2

2% 3%

17%
27%

Muy bajo
Bajo

Moderado

51% Alto

Muy alto

Figura 33. Distribución del riesgo en porcentaje en el macrodistrito Max Paredes - 2.

Del total del área del macrodistrito Max Paredes, el 2% está identificado como área de muy
alto riesgo; en sectores pequeños y donde la vulnerabilidad es muy baja, donde muy alta. El
2% del total del área del macrodistrito Max Paredes se observa en el mapa en sectores muy
pequeños y aislados y las deformaciones observadas no son de gran magnitud.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 31
Áreas de riesgo por macrodistrito
Tabla resumen

N° Nombre de la zona Grado Riesgo - Causas

Macrodistrito Sur (5)

1 Ciudadela Stronguista - Norte Muy alto Deslizamiento - suelos malos

2 23 de Marzo Achuma Muy alto Deslizamiento

3 Las Carmelitas Muy alto Deslizamiento - con obra de contención

4 CODAVISA Muy alto Deslizamiento

5 Flor de Irpavi Muy alto Deslizamiento

6 Los Lirios - Pedregal Muy alto Aguas subterráneas

7 Cota Cota c 32 a c 35 Muy alto Aguas subterráneas - con obras de contención

8 Cota Cota c 25 a c 28 Muy alto Aguas subterráneas

9 Santa Fe de Kesini Muy alto Alta pendiente

114
10 Calle 23 Bella Vista - Ventanilla Muy alto Deslizamiento

11 24 de Junio - Seguencoma Alto Muy alto Deslizamiento - con obra de contención

12 Calle 29 Las Lomas - Achumani Muy alto Deslizamiento

13 Calle 20 Bella Vista Muy alto Deslizamiento

Macrodistrito San Antonio (4)

1 San Simón - San José - Santa Catalina Muy alto Deslizamiento, pendiente con obra de contención

2 Río Irpavi Margen derecha - Izquierda Muy alto Deslizamiento, pendiente, erosión, aguas subterráneas

3 Villa San Antonio Muy alto Deslizamientos

4 Villa Armonía - IV Centenario, Germán Muy alto Deslizamientos


Jordán

5 Octavio Campero Muy alto Deslizamientos

6 San Isidro Alto Muy alto Deslizamientos

7 Ladera Este - Valle de las Flores - Muy alto Múltiples factores


Cervecería - Metropolitana -
Bajo Salome

8 Kupini - Plaqueta Muy alto Deslizamientos - con movimientos de tierra


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

9 Juan Sin Miedo - Tejajahuira Muy alto Relleno - material suelto

10
1
Valle Hermoso - Villa Copacabana
Relleno Sanitario - Mallasa
Muy alto
Muy alto
Deslizamiento
Movimientos de- Movimientos dede
tierra, material tierra
relleno
poco consolidado.
Macrodistrito Cotahuama (1)

1 Playa Verde - Adela Zamudio Muy alto Deslizamiento

2 Francisco Bedregal - Cancha Fígaro Muy alto Deslizamiento

3 Alpacoma - Llojeta Muy alto Deslizamiento - con movimientos de tierra

4 Final Armaza Muy alto Deslizamiento inactivo - movimientos de tierra

5 Cotahuma - Julio Téllez Muy alto Deslizamiento - movimientos de tierra

6 Relleno Sanitario - Kantutani Muy alto Deslizamientos - movimientos de tierra

Macrodistrito Periférica (3)

1 Limanipata Muy alto Deslizamiento, pendiente, erosión

2 Plaza Litoral Muy alto Deslizamiento

3 Agua de la Vida Muy alto Deslizamiento - movimiento de tierra

Macrodistrito Centro (7) 115

1 Santa Bárbara Muy alto Deslizamiento

Macrodistrito Mallasa (6)

1 Relleno Sanitario - Mallasa Muy alto Deslizamiento - movimiento de tierra

2 Márgenes río Achocalla Muy alto Deslizamiento

3 Márgenes río La Paz Muy alto Deslizamiento


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§ GEOBOL. (1967). Hoja Geológica La Paz n° 5944.


República de
Chile
ÍNDICE
INUNDACIÓN POR TSUNAMIS

1 Carta de inundación Iquique 122


1.1.
Objetivo 122
1.2. Ubicación geográfica 123
1.3. Descripción física de la zona a evaluar 124
1.4. Características generales del área geográfica a evaluar 124
1.5. De la evaluación de riesgos 124
1.6. Determinación de la amenaza de tsunamis para
el área de Iquique 124
a. Capas base para la elaboración
de la CITSU Iquique 126
b. Generación del área de inundación en el SIG 126
 

2 Carta de Inundación Valparaíso–Viña de Mar 129


2.1.
Objetivo 129
2.2. Ubicación geográfica 130
2.3. Descripción física de la zona a evaluar 131
2.4. Características generales del área geográfica a evaluar 131
2.5. De la evaluación de riesgos 131
2.6. Determinación de la amenaza de tsunami para
el área de Valparaíso–Viña del Mar 131
a. Capas base para la elaboración de la CITSU
Valparaíso-Viña del Mar 133
b. Generación del área de inundaciones en el SIG 133
Inundación por
tsunamis

1. Carta de inundación Iquique


 
1.1. Objetivo

Elaborar una cartografía de las áreas inundables por tsunami para la ciudad de lquique, a través
de una metodología de simulación numérica, la cual pueda ser aplicada a programas locales
de Protección Civil y Planificación Urbana, para facilitar el manejo de las áreas potencialmente
afectadas.
122
Las características físicas naturales del territorio donde se emplaza la ciudad de lquique,
sumadas a la densidad poblacional y uso de su borde costero, plantean la necesidad de evaluar
adecuadamente el riesgo de tsunami al que se encuentra sometida.
Frente a la necesidad de determinar las zonas vulnerables en dicha localidad, se confeccionó
la Carta de Inundación por Tsunami (CITSU) lquique (3a edición, 2012), que presenta en forma
gráfica la inundación por tsunami correspondiente a la zona urbana del borde costero de la
ciudad de lquique para el evento sísmico extremo conocido. Estos resultados se obtienen a
partir de la técnica de modelación numérica, la cual integra datos topográficos, batimétricos y
los parámetros de la fuente sísmica correspondiente al evento utilizado. Con esta información
es posible resolver las ecuaciones teóricas involucradas en la propagación de un tsunami hacia
la costa. La modelación de este evento fue desarrollada a través del software Cornell Multi-grid
Coupled Tsunami model 1.7 (COMCOT).
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

1.2. Ubicación geográfica

123

Figura 1. Localización geográfica CITSU.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

1.3. Descripción física de la zona a evaluar

La bahía de lquique se abre desde punta Piedras hacia el sur, punta Morro al este y la península
Serrano hacia el oeste. La ciudad se emplaza sobre una plataforma litoral muy estrecha y
enmarcada en un altísimo faldeo costero de más de 600 m. Su altitud media es de 52 msnm
variando hasta los 125 m. En la línea del litoral alternan tramos rocosos bajos y algunas playas
de bolsillo muy angostas alimentadas por una deriva litoral dominante de dirección norte.
Su fondo es parejo, constituido por arena y fango. Hacia el sur hay piedras y rocas que solo
permiten el tráfico de embarcaciones menores. Está protegida de los vientos predominantes por
la cadena de altos cerros que hay al sur de ella, y que terminan en punta Gruesa y por las obras
de defensa del puerto artificial.

1.4. Características generales del área geográfica a evaluar

lquique se ubica a 1 787 km al norte de Santiago de Chile y a 310 km de la ciudad de Arica.


Hacia el este, la ciudad y el territorio están limitados por la cordillera de la costa, que en el
sector alcanza alturas promedio de 700 msnm, caracterizándose por presentar un corte abrupto
hacia el este. Su origen es poligenético, labrado por el mar a partir de un escarpe de falla de
rumbo norte-sur.

1.5. De la evaluación de riesgos

124 La evaluación del riesgo y sus derivados no corresponde al ámbito de este servicio, por lo que
no se cuenta con dicha información. No obstante, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la
Armada elabora las cartas CITSU, las que definen las áreas potencialmente inundables en caso
de que ocurriese un tsunami de grandes dimensiones.
El SHOA es el organismo técnico permanente y oficial del Estado, responsable solo del
funcionamiento, operación y mantenimiento del Sistema Nacional de Alarma de Maremotos
(SNAM).

1.6. Determinación de la amenaza de tsunamis para el área de Iquique

La nueva carta de inundación por tsunami comprende el área costera de la ciudad de lquique.
Se utilizaron datos digitales de topografía y batimetría del área, información urbana de la ciudad
y antecedentes sismológicos e históricos del evento de 1877.
Para efectos de la simulación se consideró la región comprendida entre los 202° 11’ y 202° 18’
30” de latitud sur y entre los 0702° 07’ y 0702° 11’ de longitud este. La carta de inundación de
lquique (escala 1:15 000), está referida principalmente al área urbana costera de la ciudad de
lquique.
Para efectos de la simulación se consideró la región comprendida entre los 202° 11’ y 202° 18’
30” de latitud sur y entre los 0702° 07’ y 0702° 11’ de longitud oeste. La carta de inundación
de lquique (escala 1:15 000) está referida principalmente al área urbana costera de la ciudad de
lquique.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

125
Figura 2. Alturas máximas para el evento de 1877 obtenidas por el modelo (escala en metros).

Los tsunamis de 1868 y 1877 corresponden a grandes eventos tsunamigénicos de campo


cercano para la zona norte de Chile. No obstante, para la nueva edición de la CITSU de lquique
se consideró el evento extremo que pudiera generar un tsunami destructivo en dicha localidad.
Las grillas confeccionadas poseen una resolución 120”, 30”, 6” y 1”, las cuales son ingresadas
al modelo en manera conjunta, permitiendo evaluar resultados en forma parcial y global para
observar un correcto anidamiento entre ellas, es decir que la transferencia de información de
desnivelaciones ocurra.
Para la definición de las diferentes grillas se utilizaron datos de relieve y batimetría global tipo
GEBCO (General Bathymetric Chart of the Oceans), cartas náuticas SHOA y topografía local de
los sectores de Valparaíso y Viña del Mar, provenientes de planimetría de borde costero y del
Servicio Aerofotogramétrico de la Fuerza Aérea (SAF).
En una etapa posterior se utiliza el software GMT (Generic Mapping Tools), de libre acceso,
para la elaboración de las grillas en coordenadas esféricas. A partir de las condiciones iniciales
presentadas, el modelo COMCOT genera una variación de la superficie del mar, de acuerdo con
la Teoría de Okada, que considera que el tsunami se genera por una ruptura rectangular que
provoca un movimiento vertical del fondo del mar, transfiriéndose a la superficie del agua.
Se utilizan ecuaciones lineales y no lineales en el modelo. Dado que la amplitud del
tsunami en aguas profundas es mucho menor que la profundidad de la capa de agua, es
posible aplicar ecuaciones lineales para la propagación del fenómeno. El modelo COMCOT
puede responder a las Ecuaciones No Lineales de Aguas Someras (Nonlinear Shallow Water
Equations) implementadas en coordenadas esféricas en zonas cercanas a la costa, ajustándose
a la información de relieve ingresado. Junto a lo anterior se considera la profundidad del agua
(junto a su desnivelación), además de la fricción de fondo mediante la fórmula de Manning en
direcciones X y Y.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Posterior al proceso de la modelación numérica se desarrolla la etapa de edición cartográfica,


mediante el uso de un Sistema de Información Geográfica (SIG), donde se administran y
procesan todas las capas de información geográfica que constituirán el mapa final de la Carta de
Inundación por Tsunami (CITSU).

a. Capas base para la elaboración de la CITSU lquique

§ Topónimos. § Topografía (curvas de nivel).


§ Planimetría urbana (ejes viales). § Modelo de superficie (Hillshade).
§ Línea de costa.

126

Figura 3: Capas base de información geográfica, CITSU lquique.

b. Generación del área de inundación en el SIG

Acción que tiende a importar Archivo XYZ.


Con el post-proceso de los resultados entregados por el modelo, se realiza la programación para
obtener el área inundada en forma de “capa” para su posterior visualización en el SIG. Bajo el
método anterior, se genera un documento de datos de longitud, latitud y cota de inundación para
el área de lquique.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

127

Figura 4: Detalle del archivo XYZ (resultado del Figura 5: Detalle del archivo XYZ (resultado del modelo
modelo numérico) desplegado en SIG. numérico) desplegado en SIG.

Una vez generada la capa de puntos y reorganizada la información Z, se genera una nueva
capa de tipo polígono, la cual se edita en forma manual en función de los puntos obtenidos a
partir de la modelación. El resultado final de este proceso es el área de inundación de la carta
CITSU, compuesta por los diferentes niveles de profundidad de la inundación en metros, que se
despliegan en el mapa.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

128
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

2. Carta de Inundación Valparaíso-Viña del Mar

2.1. Objetivo

Las condiciones geotectónicas y morfológicas de la zona central de Chile, asociadas a su


potencial sísmico, son determinantes al momento de evaluar la vulnerabilidad de la zona
urbana de la bahía de Valparaíso frente a la amenaza de tsunami. La determinación de las áreas
inundables por tsunami generadas por un evento sísmico extremo en las ciudades de Valparaíso
y Viña del Mar, constituye un aspecto fundamental que condiciona la efectividad de los planes
locales de Protección Civil y el manejo de las áreas que potencialmente puedan ser afectadas.
Frente a la necesidad de determinar las zonas vulnerables en dichas localidades, se confeccionó
la Carta de Inundación por Tsunami (CITSU) Valparaíso-Viña del Mar (2a edición, 2012), que
presenta en forma gráfica la inundación por tsunami correspondiente a la zona urbana del borde
costero de la bahía de Valparaíso para el evento sísmico extremo conocido. Estos resultados
se obtienen a partir de la técnica de modelación numérica, la cual integra datos topográficos,
batimétricos y los parámetros de la fuente sísmica correspondiente al evento utilizado. Con esta
información es posible resolver las ecuaciones teóricas involucradas en la propagación de un
tsunami hacia la costa. La modelación de este evento fue desarrollada a través del software
Cornell Multi-grid Coupled Tsunami model 1.7 (COMCOT) .

129
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

2.2. Ubicación geográfica

130

Figura 6. Localización geográfica CITSU. Valparaíso-Viña del Mar.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

2.3. Descripción física de la zona a evaluar


La bahía de Valparaíso está emplazada sobre una antigua playa de arena cubierta por relleno
artificial, y su proceso de expansión urbana se ha logrado ganando terreno al mar. Especial
mención merece el caso del sector Almendral, que siendo originalmente una playa, se consolidó
más tarde, después de un proceso de relleno, como una parte importante del plan de la ciudad.
En este mismo sentido hay que hacer mención a la ocupación gradual de las quebradas y
terrazas marinas ascendentes, es decir, los cerros que rodean la bahía de oeste a este.

2.4. Características generales del área geográfica a evaluar


El área geográfica se encuentra emplazada en medio de una planicie costera en dirección Norte-
Sur. Por su condición geográfica y su localización se define como una ciudad puerto de la costa
sureste de América del Sur a unos 118 Kms al noreste de la ciudad capital de Santiago. Tiene
una identidad propia, cuyo mayor símbolo es su entorno natural, compuesto por una bahía
rodeada de una cadena montañosa de tipo cordillerano que baña sus faldas en el mar y que la
convierte en un anfiteatro que mira hacia el Océano Pacífico.

2.5. De la evaluación de riesgos


La evaluación del riesgo y sus derivados, no corresponde al ámbito de este Servicio, por lo que
no se cuenta con dicha información. No obstante, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la
Armada elabora las cartas CITSU,las que definen las áreas potencialmente inundables en caso
que ocurriese un tsunami de grandes dimensiones.
131
El SHOA es el organismo técnico, permanente y oficial del Estado, responsable sólo del
funcionamiento, operación y mantenimiento del Sistema Nacional de Alarma de Maremotos
(SNAM).

2.6. Determinación de la amenaza de tsunami para el área de Valparaíso- Viña del Mar
La nueva carta de inundación por tsunami para la bahía de Valparaíso comprende el área costera
de las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar.
Se utilizaron datos digitales de topografía y batimetría del área; información urbana de
la ciu-dad y antecedentes sismológicos e históricos del evento de 1730. Para efectos de la
simulación se consideró la región comprendida entre los 33º 04’ y 32º 56’ de latitud sur y
entre los 071º 30’ y 071º 40’ de longitud oeste. La carta de inundación de Valparaíso-Viña
del Mar (escala 1:15 000) está referida principalmente al área urbana costera de la bahía de
Valparaíso y Viña del Mar.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

132

Figura 7: Alturas máximas para el evento de 1730.

Históricamente, se conoce la ocurrencia de cinco terremotos con epicentro en la región de


Valparaíso que han generado tsunamis en la bahía de estudio. Las fechas de registro de estos
eventos sísmicos corresponden a: 13 de mayo de 1647, 8 de julio de 1730, 19 de noviembre de
1822, 16 de agosto de 1906 y 3 de marzo de 1985. Al ser más recientes los eventos de 1906 y
1985, son los mejores documentados pero el tsunami asociado a ellos no fue el más destructivo.
Las grillas confeccionadas poseen una resolución 120”, 30”, 6” y 1”, las cuales son ingresadas
al modelo en forma conjunta permitiendo evaluar resultados en forma parcial y global para
observar un correcto anidamiento entre ellas, es decir, que la transferencia de información de
desnivelaciones ocurra.
Para la definición de las diferentes grillas se utilizaron datos de relieve y batimetría global tipo
GEBCO (General Bathymetric Chart of the Oceans), Cartas Náuticas SHOA y topografía local de
los sectores de Valparaíso y Viña del Mar, provenientes de planimetría de borde costero y del
Servicio Aerofotogramétrico de la Fuerza Aérea (SAF).
  En una etapa posterior se utiliza el software GMT (Generic Mapping Tools), de libre acceso,
para la elaboración de las grillas en coordenadas esféricas. A partir de las condiciones iniciales
presentadas, el modelo COMCOT genera una variación de la superficie del mar, de acuerdo con
la Teoría de Okada, que considera que el tsunami se genera por una ruptura rectangular que
provoca un movimiento vertical del fondo del mar, transfiriéndose a la superficie del agua .
  Se utilizan ecuaciones lineales y no lineales en el modelo. Dado que la amplitud del tsunami
en aguas profundas es mucho menor que la profundidad de la capa de agua, es posible aplicar
ecuaciones lineales para la propagación del fenómeno. El modelo COMCOT puede responder a
las Ecuaciones
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

No Lineales de Aguas Someras (Nonlinear Shallow Water Equations) implementadas en


coordenadas esféricas en zonas cercanas a la costa, ajustándose a la información de relieve
ingresada. Junto a lo anterior se considera la profundidad del agua (junto a su desnivelación),
además de la fricción de fondo mediante la fórmula de Manning en direcciones X y Y.
  Posterior al proceso de la modelación numérica se desarrolla la etapa de edición cartográfica,
mediante el uso de un Sistema de Información Geográfica (SIG), donde se administran y
procesan todas las capas de información geográfica que constituirán el mapa final de la Carta de
Inundación por Tsunami (CITSU).

133

Figura 8. Capas base de información geográfica, CITSU Valparaíso-Viña del Mar.

a. Capas base para la elaboración de la CITSU Valparaíso-Viña del Mar

§ Topónimos. § Topografía (curvas de nivel).


§ Planimetría urbana (ejes viales). § Modelo de superficie (Hillshade).
§ Línea de costa.

b. Generación del área de inundaciones en el SIG

Acción que tiende a importar Archivo XYZ.


Con el post-proceso de los resultados entregados por el modelo se realiza la programación para
obtener el área inundada en forma de “capa” para su posterior visualización en el SIG. Bajo el
método anterior, se genera un documento de datos de longitud, latitud y cota de inundación
para el área de Valparaíso y Viña del Mar.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

134

Figura 9. Archivo XYZ (resultado del modelo numérico) desplegado en SIG.

Figura 10. Detalle del archivo XYZ (resultado del modelo numérico) desplegado en SIG.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Una vez generada la capa de puntos y reorganizada la información Z, se genera una nueva
capa de tipo polígono, la cual se edita en forma manual en función de los puntos obtenidos a
partir de la modelación. El resultado final de este proceso es el área de inundación de la carta
CITSU, compuesta por los diferentes niveles de profundidad de la inundación en metros, que se
despliegan en el mapa.
La CITSU de Valparaíso representa solo la amenaza de un evento tsunamigénico conocido
en particular. Esta no debe considerarse como un mapa de riesgo. Se recomienda utilizar
la información como complemento para otros estudios que permitan finalmente obtener
instrumentos o planes de riesgo o de planificación urbana.

135

Figura 11. Carta de inundación, CITSU Valparaíso-Viña del Mar.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

136
República del
Paraguay
ÍNDICE
MAPA DE INUNDACIONES
Introducción 140
Objetivo 140

1 Ubicación geográfica 141

2 Ecorregiones 141

3 Hidrografía 141

4 Histórico de los eventos extremos 141

5 Aspectos relevantes 142

6 Indicadores de los recursos hídricos 142

6.1. Agua superficial 142


6.2. Red hídrica nacional 143
6.3. Tramos del río Paraguay 143
6.4. Tipología de las inundaciones 144

7 Caracterización social del área de estudio: sectorización 145

8 Características generales del área geográfica a evaluar 147

9 La dependencia del ecosistema de los ríos Paraguay y Paraná 148

10 Los rasgos básicos de la ecología de Ñeembucú 149

11 Aspectos legales 152

11.1. Identificación de actores clave 153


11.2. Disposiciones generales de la Ley 2315/05 154
11.3. Dirección de Meteorología e Hidrología (DINAC) 154
11.4. Fuerzas Armadas de la Nación 154

12 Evaluación de riesgos 155

12.1. Determinación del nivel de peligrosidad 155


12.2. Análisis de las vulnerabilidades 161
12.3. Determinación del riesgo 166
Mapa de
inundaciones

Introducción

Se espera que los principales impactos del cambio climático en los países en vías de desarrollo
estén centrados en la disponibilidad de agua, las inundaciones, la pérdida de glaciares, la
producción agrícola y el hambre, las poblaciones indígenas, los aumentos en el nivel del mar, los
eventos extremos, la morbilidad y mortalidad por enfermedades como la diarrea, los procesos
de desertificación y salinización del suelo y la pérdida de biodiversidad. También se sabe que las
poblaciones humanas más vulnerables a estos eventos son las poblaciones más pobres, ya que las
140 mismas no poseen la capacidad para reaccionar oportunamente y disponen de pocos ahorros ante
las emergencias. Las poblaciones más pobres dependen de los bienes y servicios de los ecosistemas;
son, por lo tanto, más vulnerables a su degradación, la calidad de estos bienes se pierde impactando
principalmente sobre los sectores agrícolas y sobre la calidad del agua.
La capacidad para enfrentar el cambio climático depende del desarrollo económico de los pueblos.
Países como el Paraguay, que poseen una economía altamente dependiente de la agricultura y la
ganadería, lo hacen muy vulnerable a los cambios del clima. El nivel de deforestación del medio
ambiente ha alcanzado límites intolerables, y el grado de deterioro de un ecosistema influencia su
vulnerabilidad ante los cambios climáticos; además, la fragmentación de los hábitats lleva a una
pérdida de biodiversidad y limita la sobrevida de las especies.
Los eventos extremos que se suscitan en el país corresponden a fuertes tormentas, inundaciones
y sequías, que afectan las infraestructuras sanitarias y su capacidad de respuesta para apoyar a las
poblaciones más desposeídas.
 

Objetivo

El objetivo de la actividad es que todas las delegaciones expliquen de manera pedagógica sus
experiencias en materia de riesgos, para establecer un conjunto de procedimientos técnicos y
metodológicos estandarizados para la elaboración de mapas de riesgos de los países suramericanos
y, al mismo tiempo, la implementación de mecanismos tecnológicos que faciliten su difusión,
transferencia y acceso.
El Paraguay, como país miembro de UNASUR, presenta el siguiente trabajo relacionado con las
inundaciones asociadas a intensas lluvias que conllevan, por consiguiente, la crecida de los ríos que
riegan todo el territorio del país.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

1. Ubicación geográfica

Paraguay, con 406 752 km², limita con Bolivia, Brasil y Argentina, sin salida al mar, localizado
en el centro del continente sudamericano, entre los 19° 20’ y 27° 30’ de latitud sur y 54° 20’ y
62° 68’ de longitud oeste. Se halla íntegramente en la cuenca del Plata y forma parte, a la vez,
de dos grandes subcuencas de aguas superficiales: la del río Paraguay (todo el Chaco y la mitad
oeste de la Región Oriental) y la del río Paraná (la parte este de esta región).
Las dos regiones en que se encuentra dividido el país son marcadas por el río Paraguay,
diferenciándolas en Región Occidental o Chaco, con tres departamentos, y Región Oriental,
donde se encuentran las principales ciudades, con catorce departamentos y la capital, Asunción.
Es un país eminentemente joven, ya que el 62,1% de su población tiene menos de 30
años. El clima del país es tropical a subtropical, muy cálido y lluvioso e inviernos cortos, con
temperaturas bajas y pocas lluvias.

2. Ecorregiones

La Región Oriental se divide en las ecorregiones de Aquidabán, Amambay, Alto Paraná, Selva
Central, Litoral Central y Ñeembucú y la Región Occidental, como parte de la gran ecorregión del
Chaco.

3. Hidrografía 141

El Paraguay se halla completamente dentro de la cuenca del Plata ocupando un vasto sector a
ambos lados del río que da nombre al país, y un importante sector de la margen izquierda del
río Paraná.

4. Histórico de los eventos extremos

En el Paraguay los eventos extremos característicos son las inundaciones y las sequías, ambos
asociados al ENOS (El Niño Oscilación Sur), que cuando se manifiesta positivo provoca aumento
de las precipitaciones y temperaturas más altas que las normales, este fenómeno es conocido
como “El Niño”. “La Niña”, en cambio, está asociada a bajas precipitaciones y temperaturas
medias más bajas que lo normal. Las poblaciones ribereñas, la agricultura y la ganadería son
las más afectadas por los excesos hídricos de “El Niño”, mientras que durante los periodos de
“La Niña” se ven afectados la agricultura, la ganadería y el transporte fluvial. Los efectos de
“El Niño” del 82-83, 97- 98 y de “La Niña” son los más documentados en el país. En el 82-
83 superó los niveles históricos de altura del río Paraguay, inundándose toda la zona que se
encuentra por debajo de la cota 60. Se han cuantificado por ese fenómeno 60 000 personas
desplazadas debido a las inundaciones.
Son las poblaciones que viven en zonas inundables del litoral asunceno y en menor cuantía, en
otras ciudades del litoral. Los efectos adversos se observan en la vivienda y en el asentamiento.
En el periodo 97-98 hubo pérdida de vidas humanas, viviendas dañadas y familias desplazadas;
además, la agricultura tuvo pérdidas millonarias.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

En el periodo 1998-2000 la disminución de las lluvias ocasionó una severa y prolongada


sequía causando daños importantes en los sectores productivos del país. Actualmente, los
departamentos de Ñeembucu y Alto Paraguay se encuentran más afectados por las inundaciones.

5. Aspectos relevantes

Las inundaciones en el Paraguay adquieren relevancia en áreas urbanas a partir de la década


de 1970, cuando se intensifican los procesos de ocupación del suelo vinculado a las planicies
naturales de inundación de ríos y riberas de arroyos urbanos. El proceso de ocupación del
territorio sin ningún tipo de regulación se ve agudizado en el país en los años 1982-1983,
asociados a los efectos del fenómeno climático “El Niño”, cuando la crecida del río Paraguay
llega a niveles extraordinarios, con pocos antecedentes registrados hasta la fecha. En esa
ocasión la población ribereña ocupa espacios más altos casi siempre vinculados a los cauces
hídricos, ocasionando un impacto sobre toda la ciudad debido a la ocupación de plazas y
parques, refugios improvisados en terrenos públicos y privados, entre otros, y los efectos
sanitarios típicos en estos casos.
Las inundaciones urbanas no solo son consecuencia de los desbordamientos de los ríos, sino
también se vinculan con la ocurrencia de tormentas severas que se registran normalmente
entre los meses de octubre y abril. Este fenómeno, asociado a la concentración de población
en centros urbanos y la falta de infraestructuras de evacuación de aguas pluviales, ocasionan
impactos en los ámbitos sociales y económicos.
142 En los centros urbanos y en especial en Asunción, estos impactos se traducen en calles
pavimentadas deterioradas sistemáticamente por la ausencia de redes de drenaje pluvial;
ausentismo laboral y escolar, impactos sobre la salud pública ante la permanencia de agua
estancada en zonas próximas a los cauces hídricos, donde generalmente se concentran la
población marginal y residuos sólidos depositados en forma indebida.
Los arroyos urbanos en estos casos se convierten en los evacuadores del agua pluvial, el cual
se desborda de su cauce natural arrastrando todo tipo de residuos sólidos, que finalmente se
depositan en la ribera del río Paraguay ocasionando un impacto ambiental.

6. Indicadores de los recursos hídricos

6.1. Agua superficial

El Paraguay se ubica íntegramente en la cuenca del río de la Plata, con un amplio sistema
hídrico conformado por los ríos Paraguay y Paraná. El río Paraguay es navegable para
embarcaciones de calado mayor desde su confluencia con el río Paraná hasta Asunción, y, desde
Asunción hasta Corumbá (Brasil), para embarcaciones medianas.
El río Paraná tiene una extensión de 679 km y es navegable por embarcaciones de cualquier
tamaño desde su confluencia con el río Paraguay hasta la represa de Itaipú, y, desde esta hasta
sus nacientes en el Brasil, por las embarcaciones menores.
El país posee 18 000 m3 de recursos hídricos renovables per cápita/año y un consumo de
agua dulce per cápita de 112 m3. Si bien esta disponibilidad es alta, no está uniformemente
distribuida en el territorio nacional, observándose dos regiones con características hídricas bien
diferenciadas:
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

El Chaco, con déficit hídrico durante todo el año, y la Región Oriental, con mayor disponibilidad
de agua.

6.2. Red hídrica nacional

El Paraguay se inserta íntegramente en la cuenca del río de la Plata.


Dos de los principales tributarios de la cuenca están vinculados al territorio paraguayo, los ríos
Paraguay y Paraná.
El río Paraguay constituye el afluente más importante del río Paraná, con el cual es considerado
el segundo sistema fluvial más importante de Sudamérica; contiene en su cuenca y sistema
el humedal más grande del mundo: El Pantanal, el cual abarca más de 140 000 km² en Brasil,
Paraguay y Bolivia.
La cuenca del río Paraguay (42% de la cuenca del Plata) está constituida principalmente por una
gran planicie con una superficie que abarca unos 1 095 000 km², estando su naciente a unos
300 m sobre el nivel del mar. De acuerdo con varios autores, el río se divide en cuatro sectores:
Zona 1: región del Pantanal (principalmente en Brasil); Zona 2, región entre El Pantanal y el río
Apa - margen izquierda; Zona 3, región entre el Apa y el río Pilcomayo - margen derecha, y Zona
4, región entre el río Pilcomayo y el río Paraná.
En el territorio paraguayo el río tiene una extensión de 1 250 km. En su ribera se asientan
centros urbanos importantes como Concepción, Pilar y Asunción, capital del país.
El régimen hidrológico del río Paraguay se caracteriza por un módulo de 3 000 m3/s, con
caudales máximos del orden de 12 000 m3/s y mínimos del orden de 800 m3/s. El ciclo 143
anual presenta picos de onda de crecidas extremas entre los meses de junio y julio, y
mínimos de diciembre a febrero. Los caudales están asociados a la variabilidad de las lluvias,
incrementándose fuertemente con la ocurrencia del fenómeno “El Niño”.
El río Paraguay es un río de llanura, por lo que las variaciones de sus caudales son lentas a lo
largo de todo el tramo de su recorrido, presentando un solo máximo y mínimo anual en todos
los puntos de control.

6.3. Tramos del río Paraguay

Forma la naciente de la cuenca del río Paraguay. En sus primeros 50 km se conoce al río con
el nombre de Diamantino, juntamente con otras cabeceras cercanas a las estribaciones del ma-
cizo de Matto Grosso (Brasil), luego de un recorrido aproximado de 270 km, forma una zona de
expansión y de embalse conocida como El Pantanal, de superficie superior a los 140 000 km².
Desde su naciente hasta el fin El Pantanal, en territorio brasileño, el río tiene un recorrido de
1 260 km.
Corresponde a la cuenca alta del río Paraguay en territorio paraguayo, desde la confluencia
del río Negro, en las cercanías de la ciudad de Bahía Negra, hasta el río Apa, con un recorrido
de 350 km. Esta zona es límite entre Brasil y Paraguay, correspondiendo la margen derecha a
Paraguay y la margen Izquierda a Brasil.
Forma la cuenca media del río Paraguay en territorio nacional, con un recorrido de más de 500
km, desde la confluencia del río Apa hasta la confluencia del río Pilcomayo, frente a la ciudad de
Asunción. Recorre enteramente el territorio paraguayo en ambas márgenes.
Se denomina cuenca baja a la zona del río Paraguay, aguas abajo de Asunción hasta la
confluencia del río Paraguay con el Paraná recorriendo 400 km, rodeado de extensas zonas
humedales o zonas de anegación. El río Paraná tiene una longitud total de aproximadamente
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

4 000 km, de los cuales 818 km bañan costas paraguayas (687 km, límite con Argentina, y
131 km con el Brasil). Su caudal es considerable debido a las abundantes lluvias de la zona
tórrida, donde se hallan las nacientes del río, zona esta que se caracteriza por la cantidad de
precipitaciones pluviales (entre 1 200 y 2 200 mm por año).
La velocidad de las aguas del río Paraná no es constante. Debido a la gran velocidad de las
aguas y a su cauce rocoso, se forman fuertes remolinos en todo su curso, especialmente aguas
arriba de Encarnación, lo cual constituye un serio obstáculo a la navegación. El ancho del río
también es muy variable en todo su curso. Se presentan varios pasos difíciles a lo largo de su
recorrido que son difíciles de franquear debido a la tortuosidad del canal, fuertes pendientes
del río y por lo tanto, velocidades considerables y las restingas altas próximas a la ruta de
navegación. La cuenca hidrográfica del río Paraná es de aproximadamente 1 510 000 km².

6.4. Tipología de las inundaciones

En el Paraguay se presentan dos tipos de inundaciones: (a) inundaciones ribereñas, debido


fundamentalmente a las crecidas estacionales y extraordinarias de los grandes ríos Paraná
y Paraguay, y (b) inundaciones pluviales urbanas, debido a las precipitaciones intensas en las
ciudades y al aumento de los efectos de la urbanización.
El origen de las crecidas ribereñas originadas por el río Paraguay se presenta como consecuencia
de las precipitaciones estacionales que se acumulan en El Pantanal, debido a las características
geográficas de la zona, el cual actúa como un embalse natural donde el agua de las crecientes
se acumula lenta y progresivamente para luego entregarlas con regularidad al cauce del río
144 Paraguay durante seis meses, de abril a septiembre (meses de menor volumen de precipitación
en El Pantanal), constituyéndose en un regulador de su régimen hidráulico.
Este efecto regulador provoca una demora de alrededor de tres o cuatro meses en la ocurrencia
del pico de crecida, ya que aguas arriba de El Pantanal (Puerto Cáceres) las crecidas tienen su
pico entre los meses de febrero y marzo, mientras que aguas abajo (Corumbá), generalmente se
dan en los meses de abril-junio.
En la cuenca media, sobre la margen izquierda, los tributarios más significativos son los ríos Apa,
Aquidaban, Ypane, Jejui Guazu, Manduvirá, Piribebuy y Salado.
Los picos de crecidas pasan por Asunción típicamente entre los meses de mayo a julio.
Las cuencas media y baja, a diferencia de El Pantanal, aportan al río las aguas producto de
las precipitaciones, en forma mucho más rápida, alterando su régimen fluvial regular. En la
medida en que las lluvias sobrepasen los valores medios mensuales, estas ocasionan crecientes
extraordinarias.
Las inundaciones de los afluentes no son siempre coincidentes con las crecidas del río Paraguay,
la integración de las diversas contribuciones sufre grandes variaciones, tanto en tiempo como en
espacio, tornando muy complejo el régimen, en conjunto, sobre todo para los trechos inferiores.
Los niveles de agua del río Paraná tienen un efecto importante de remanso aguas arriba de la
confluencia del río Paraguay, por lo tanto los niveles de agua de este último no es solo función
de la descarga. El efecto de remanso bajo ciertas circunstancias se observa aguas arriba, tan
lejos como Formosa (Argentina) y Alberdi (Paraguay).
También se conoce que el efecto remanso es ocasionado por las crecidas de dos principales
tributarios aguas abajo de Asunción. El de la margen derecha, el río Bermejo que tiene una
crecida anual regular entre enero y marzo, derivado de los deshielos de los Andes. Las crecidas
provenientes del río Tebicuary (margen izquierda), el cual es el tributario drenante más al sur del
río Paraguay, en ciertas ocasiones duplica las descargas del Paraguay en la confluencia de los
dos cursos de agua, sin embargo dichas crecidas no son de carácter estacional.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

También contribuye a la formación del remanso, la diferencia en el régimen de crecidas entre


el río Paraná y el río Paraguay. La onda de crecida proveniente del río Paraguay llega con un
retardo de aproximadamente tres meses con respecto a la onda proveniente del alto Paraná, en
Confluencia.
Esto implica que la máxima descarga del Paraguay ocurre cuando el Paraná lleva menores
caudales.
En conclusión, si el río Paraguay tiene un alto aporte de la zona de El Pantanal (normalmente
entre abril y septiembre) y se añaden las crecidas de las cuencas altas y medias (normalmente
entre junio y agosto), se producen las inundaciones a partir de la cuenca alta. En época del
fenómeno “El Niño” este periodo suele avanzar desde el mes de mayo.
La situación se agrava en la cuenca baja, cuando este evento coincide con las crecidas del río
Paraná, que originan el efecto de remanso o taponamiento en el río Paraguay.
En el río Paraná, como causa de las diferencias morfológicas y climatológicas, las cuencas
superior e inferior están sujetas a diferentes tipos de crecidas que ocurren en épocas distintas
del año.
Las crecidas de la cuenca alta son producidas por periodos prolongados de intensas y
frecuentes tormentas consecutivas que producen, en conjunto, crecidas de gran volumen y picos
suavizados, principalmente en el verano y principios del otoño.
Las crecidas en la cuenca inferior son ocasionadas por precipitaciones excesivas ocurridas
durante periodos de unos pocos días, generalmente en el final del otoño y el comienzo de la
primavera. Los volúmenes de las crecidas son menores y sus picos más agudos que los de la
cuenca superior. 145

El régimen general del río Paraná está determinado por su cuenca superior. La cuenca inferior,
particularmente el río Iguazú, si bien tiene solamente un pequeño efecto en el derrame total
anual del año, es responsable de crecidas de corta duración, pero de gran caudal de pico.
Las situaciones más críticas de crecida se producen por la superposición de fuertes picos
provenientes del río Iguazú sobre caudales elevados del río Paraná.
Con relación a las inundaciones de origen pluvial, estas se dan a partir de la interacción dos
situaciones específicas: (a) tormentas severas y (b) alteración de la cuenca por efecto de la
urbanización descontrolada.
Normalmente se producen tormentas en Paraguay entre los meses de octubre y abril, que en
ocasiones pueden generar volúmenes de precipitación superior a la capacidad de evacuación en
las ciudades. Esta situación es muy común en Asunción, Villarrica, Concepción y Encarnación.

7. Caracterización social del área de estudio: sectorización

La sectorización fue definida a raíz de los recorridos realizados a la zona a través de visitas de
reconocimiento inicial de campo, y a nivel de cada una de las familias entrevistadas durante la
ejecución del registro de estructuras y la aplicación del censo familia.
Para realizar la sectorización se clasificaron los diferentes grupos de familias alojadas en las
viviendas de una manera homogénea, encontrándose características socioeconómicas y modos
de vida tanto semejantes como diferentes en la zona del departamento de Ñeembucu, en
especial.
Los asentamientos activos: Se incluyen en este tipo de asentamiento aquellos sectores que
presentan una ocupación territorial considerablemente más capitalizada.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Son los casos de aprovechamiento agropecuario y forestal intenso. En estos asentamientos


se efectúan obras de protección contra las crecidas (endicamiento, polderización, muros
de defensa costera, como también inversiones complementarias de alto valor económico:
sistematización, canalización, equipos de bombeo, etc.). Si bien estas obras de protección
pueden presentar una efectividad diferencial contra las crecidas, según las características
técnicas de las mismas, representan un esquema de asentamiento totalmente diverso al
anterior (terrenos destinados a pequeñas industrias como caleras y de cerámica). El objetivo
fundamental, en estos casos, es independizar el nivel de actividad de los ciclos naturales de
los ríos.
Los asentamientos residenciales: Son aquellas formas de ocupación de las riberas e islas
cuyo propósito básico es el de alojamiento, es decir, el desarrollo de una actividad productiva
autónoma. El hombre, en este caso, ocupa el espacio con fines puramente habitacionales.
Este sector tiene una inserción ocupacional netamente asalariada, no solo en el ámbito de las
islas, sino además, en los centros urbanos cercanos.
Este último hecho se explica por verificarse cierta tendencia de mayores instalaciones de este
tipo en las islas y riberas cercanas a los grandes centros urbanos del área.
Zonas de islas y riberas de territorio paraguayo: La población ribereña e isleña constituye
el sector más afectado por las inundaciones. De 1965 a 1979, solo para dar un periodo de
referencia, han sufrido los efectos de seis crecidas severas y del 82 al 98, de otras seis entre
las más severas del siglo XX y la que actualmente se está registrando en los departamentos de
Ñeembucu y Presidente Hayes.

146 Teniendo en cuenta la alta recurrencia de las inundaciones, es obvio que las mismas operan
como un fuerte condicionante del tipo y nivel de actividad desarrollada, dependiendo ello
fundamentalmente, del instrumental tecnológico utilizado por el hombre para instalarse en
estas áreas.
Características de la población isleña y ribereña: Las características de asentamiento y áreas
expuestas a inundaciones periódicas y las modalidades de actividad económica dominadas
por formas productivas con escasa capacidad de generación de valor y actividades asalariadas
estacionales, imprimen rasgos sociales de alta marginalidad general en la población isleña y
ribereña, definidos en sus aspectos más visibles por condiciones materiales de vida de muy
reducido nivel: bajos ingresos medios y condiciones habitacionales precarias (sin considerar
otros indicadores de nivel de vida, como salud y educación).
Las áreas rurales: Elementos que definen las características del ambiente rural: en los
ambientes rurales, la identificación de sectores sociales afectados por las crecidas pasa
necesariamente por el análisis de las características de la estructura agraria en donde está
inmersa dicha población.
Relacionando el análisis de la información ocupacional disponible con los esquemas de
asentamiento de población, se podría concluir que existe un fuerte predominio de los
asentamientos denominados pasivo y residencial, teniendo cierta significación el asentamiento
activo.
Una estructura agraria, a su vez, está definida, entre otras cosas, por el tipo de productores
rurales que la conforman. Las distintas formas productivas delimitan las condiciones y
perspectivas de vida de los productores y, en definitiva, de la población rural toda.
Con objeto de determinar el tipo de productores rurales afectados se ha enunciado una
tipología de productores elemental, la que tiene como criterio básico de diferenciación,
aspectos que hacen a las condiciones de desenvolvimiento socioeconómico de los productores
ante eventuales modificaciones de elementos que hacen a sus respectivas condiciones de
capitalización y aumento de la producción; tales como movimientos de precios, política
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

económica general y, lo que interesa en particular en este estudio, cambios en el carácter de los
recursos naturales disponibles, como puede suceder como consecuencia de las crecidas.
Con este criterio se distinguieron tres tipos de productores: minifundista, familiar capitalizado y
empresarial.
Aglomerados urbanos: Las características recopiladas de los centros afectados indican una clara
estratificación socioeconómica de los espacios urbanos. El principal elemento organizador de
esta estratificación es el precio de la tierra urbana.
En este sentido, se puede afirmar que las áreas inundables (por las crecidas históricas y
las recurrentes) son ocupadas principalmente por los sectores más bajos del sistema de
estratificación urbano. Se trata de tierras de menor precio relativo o de tierras fiscales.
La relación entre la población urbana afectada y la población urbana total de los aglomerados
tocados por los diversos tipos de crecidas, indica que las crecidas históricas o recurrentes
afectan una proporción relativamente baja de estas poblaciones. Estas simples proporciones son
consistentes con los comentarios referidos al tipo de sectores sociales afectados por las diversas
crecidas; solo a partir de las crecidas teóricas se estaría involucrando a estratos sociales de más
alto nivel socioeconómico.
Inundaciones de origen pluvial: lluvias intensas
El origen de las inundaciones pluviales urbanas está asociado a la ocurrencia de tormentas
severas (TS) y el efecto de la urbanización creciente.
Las tormentas en Paraguay ocurren con mayor frecuencia durante el semestre de verano, de
noviembre a abril, como consecuencia de las condiciones favorables de calor y humedad en la 147
región. Estas tormentas están asociadas a sistemas meteorológicos conocidos como Complejos
Convectivos de Mesoescala (CCM) y líneas de turbonada, ambos bien estudiados en la región.
De esta forma, la duración promedio de los CCM es de once horas. La extensión promedio de los
CCM está entre 200 000 y 500 000 km². La mayor ocurrencia de las TS como consecuencia de
los CCM se presenta en los meses de noviembre y abril, a las 9:00, hora local.

8. Características generales del área geográfica a evaluar

La ecorregión de Ñeembucú, el medio físico y el biológico

El enfoque socioambiental

Se entiende como ecorregión de Ñeembucú a un sistema integrado por organismos vivientes


y el medio físico con el cual intercambian materia y energía; este sistema tiene componentes
bióticos tales como los animales, plantas y los microorganismos, y los componentes abióticos
tales como el agua, el suelo, el aire y la temperatura. El estero de Ñeembucú tiene sus
peculiaridades en tanto sistema de ambientes acuáticos, y en una gran extensión está formada
por esteros y embalsados; este sistema está estrechamente interconectado con el lago de Ypoá.
En realidad, todos los componentes del medio físico (agua, suelo, clima) están interrelacionados,
así como estos están estrechamente asociados con las plantas y animales y el medio humano;
ese medio es el escenario donde se desarrollan la vida humana, los procesos sociales y también
se fue enriqueciendo la cultura de sus antiguos pobladores desde la remota antigüedad.
Con un enfoque socioambiental, el medio de la ecorregión es el campo en el que se busca
la satisfacción de las necesidades básicas y mejorar la calidad de la vida, y en esa medida la
ecorregión es también escenario de conflictos, ya que en ese espacio las propuestas de manejo
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

sustentable del ambiente y de los recursos que de él se extraen conducen a conflictos, pues se
enfrentan a intereses, necesidades y objetivos encontrados de actores sociales que pugnan por
la apropiación, uso y control de los recursos naturales.
Focalizando la atención en el agua, que modela la ecorregión, se deben tener presentes las
estrechas interacciones entre el agua subterránea, el agua superficial, el agua que se precipita;
la alteración de cualquier fase del ciclo del agua tiene directo impacto en las otras y en la
conformación de los suelos y de las plantas y animales.
Así, el represamiento de un curso de agua influye no solo en el volumen del agua superficial,
sino también en el nivel del agua subterránea y en la humedad y capacidad de uso de los
suelos.

9. La dependencia del ecosistema de los ríos Paraguay y Paraná

La dinámica de esta ecorregión, a su vez, no puede entenderse con independencia del


ecosistema constituido por los ríos Paraguay y Paraná.
En ese sentido, debe tenerse presente que la hidrovía Paraguay-Paraná comprende un área
de unos 720 000 km²; el río Paraguay —que desemboca en el río Paraná— desde el puerto
Descalvado, tiene una extensión de 3 282 km hasta el puerto Nueva Palmira, y constituye un
medio de comunicación para Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Brasil. Aunque pareciera
que el Paraná no tiene mayor influencia en la ecología de los humedales de Ñeembucú, las
crecidas de este río tienen consecuencias directas en los mismos; el impacto de este río es aún
148 mayor luego de la construcción de las represas de Itaipú y Yacyretá.
Puede suponerse que la biología acuática que se manifiesta a lo largo del río Tebycuary, y
en los arroyos Montuoso, Yacaré y Ñeembucú está sufriendo los impactos de las alteraciones
del río Paraná. En realidad, los problemas ambientales más críticos de los humedales de la
ecorregión están estrechamente asociados al régimen hídrico de los ríos Paraguay y Paraná, que
en los últimos años se han caracterizado por mayores concentraciones de caudal y periodos
de bajantes más pronunciados; por otra parte se observa un mayor aporte de sedimentos que
alteran la estabilidad de los cauces.
En el ciclo hidrológico del río las crecidas de otoño-invierno contrastan con las bajantes de
primavera-verano, siendo el caudal medio anual de 3 734 m3.
La hidrovía Paraguay-Paraná comprende el río Paraguay desde Cáceres (km 3 442) hasta
Confluencia (km 1 240) y el río Paraná desde Confluencia hasta Nueva Palmira. La parte
paraguaya del río Paraguay suele ser dividida, para efectos analíticos, en tres tramos:
Puerto Busch (km 2 524): A unos 30 km aguas arriba de Bahía Negra, hasta el río Apa, en el Alto
Paraguay.
Río Apa - Asunción (km 1 630): Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que fisiográficamente
este tramo llega hasta Punta Itapirú a 47 km de Asunción.
Asunción-Confluencia (km 1 240): En el tramo Alto Paraguay hasta el río Apa el río no es
sinuoso; en algunos tramos el canal de navegación varía entre 180 y 160 m y su profundidad
varía entre 3 y 1,8 m.
En el Paraguay medio, entre el río Apa y Asunción, el río corre por un lecho de unos 650 m y en
las crecientes desborda sobre un ancho de hasta 10 km; bancos de arena bajan de profundidad
a menos de 2 m en épocas de aguas bajas. Las barrancas escarpadas en la margen izquierda
constituyen una barrera estructural para las crecidas.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

En el Paraguay inferior (tramo Asunción-Confluencia), en épocas de crecientes la inundación


avanza entre 10 y 15 km. El lecho oscila entre 350 y 700 m; la influencia del Paraná con su
efecto barrera o succionador llega hasta la altura de Formosa; la pendiente media del río llega a
hasta 0,029 m por km².
En el tramo puerto Pilcomayo (km 1 619)-Confluencia la navegación actual se ve obstaculizada
por curvas de reducido radio de giro que limitan las maniobras de los convoyes. A lo señalado
se suman pasos críticos con anchos y profundidades insuficientes.
En el Paraguay inferior el río recorre 344 km con un ancho medio de 700 m; los sedimentos del
río son arenas finas y medias. Entre Asunción y Confluencia drenan en el río Paraguay cuatro
microcuencas: la del Pilcomayo (164 531 km²) y del Bermejo (141 541 km²), en la margen
derecha; en la margen izquierda drenan el Tebycuary (41 290 km²) y el Ñeembucú (2 848 km²).
Las nacientes andinas de los ríos Pilcomayo y Bermejo drenan los Andes centrales y el Altiplano
andino, que contienen suelos desérticos.

10. Los rasgos básicos de la ecología de Ñeembucú

La ecorregión de Ñeembucú tiene una superficie de 35 700 km² y comprende básicamente


los departamentos de Ñeembucú, Misiones y parte de Paraguay. El clima de la ecorregión es
subtropical, húmedo a subhúmedo y tiene una precipitación anual media que varía de 1 400
mm en una franja cercana al río Paraguay, y 1 500 mm, los meses más secos corresponden al
periodo junio-agosto y los más húmedos van de noviembre a enero; la temperatura media anual
varía entre 21 y 22 °C. 149
El pantanal de Ñeembucú se extiende desde el lago Ypoá, en el norte, y Ayolas en el este
—donde se construye la gran represa de Yacyretá— hasta la confluencia Paraguay-Paraná, en el
suroeste.
Los humedales son ecosistemas de alta productividad, ya que su biomasa tiene distintas
aplicaciones (alimento para ganado, de carpinchos, etc.). Estos no solo conforman el paisaje
peculiar de Ñeembucú, sino que constituyen además el hábitat de plantas y animales únicos;
sobre todo, cumplen funciones esenciales en el ciclo del agua y, sin duda, sin los humedales
las inundaciones serían más penosas y las épocas secas más severas; los hábitats en cuestión
comprenden áreas silvestres con poca o ninguna interferencia humana, y en esa medida
alimentan la biodiversidad; las aguas lénticas transparentes, con desplazamiento lento de las
aguas y con plantas acuáticas, facilitan el deshove de la fauna ictícola.
Teniendo en cuenta las funciones ecológicas básicas de los humedales en tanto
reguladores de los regímenes hidrológicos de las cuencas fluviales y como refugio de la
vida silvestre —hábitat de una fauna y flora peculiares—, en especial las aves acuáticas, se los
considera como un recurso de gran valor. Su importancia tiene alcance internacional, según se
establece en la Convención de Ramsar relativa a los humedales de importancia internacional,
especialmente como hábitat de aves acuáticas, que fue ratificada por nuestro país por Ley
350/94.
Esta convención considera que los humedales constituyen “un recurso de gran valor económico,
cultural, científico y recreativo, cuya pérdida sería irreparable” y se propone impedir progresivas
intrusiones en los mismos y el desarrollo de cualquier actividad que los degrade; este cuerpo
legal establece la obligación de las partes contratantes de conservar y usar en forma sostenible
los humedales de su territorio.
La gran riqueza de la biodiversidad de la ecorregión ciertamente es el resultado de la baja presión
demográfica sobre los recursos naturales que todavía se observa, pero que en ausencia de
medidas protectoras puede alterarse substancialmente como resultado de procesos emergentes.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

El pantanal de Ñeembucú, de unas 800 000 hectáreas, es el más extenso de las áreas
húmedas del Paraguay; esto determina su importancia. El departamento de Ñeembucú, con
una superficie de 12 147 km², se caracteriza por su conformación topográfica plana y baja,
el terreno con predominio de una pendiente menor al 1% está ocupado por áreas anegables
por encharcamiento del suelo, originado por lluvias locales y por áreas inundables, por el agua
de desbordes fluviales que provienen de lluvias muy distantes y cargadas de sedimentos y
minerales de ecosistemas alejados; el mayor riesgo es el de encharcamiento es de las aguas de
desbordes de los ríos Paraguay y Paraná.
Las referidas características del relieve terrestre (conformación plana y baja), así como la
peculiaridades de los humedales, ligadas a la dinámica de los ríos Paraguay y Paraná que
confluyen en el sureste de Ñeembucú, hacen de la región la más vulnerable a las inundaciones
catastróficas del sistema Paraguay-Paraná-Plata; en realidad los procesos hídricos tienen
preponderancia en la ecorregión que se subordina al régimen de los ríos Paraguay y Paraná; las
inundaciones periódicas se producen cuando uno u otro río, o ambos, elevan su nivel normal; la
superposición de crecientes afecta a Ñeembucú más que a otros departamentos.
Las crecientes se forman en función directa de las lluvias producidas en la cuenca superior o
de lluvias regionales; en el primer caso, los niveles máximos llegan desde Ladario, cerca de
El Pantanal matogrosense a Pilar con unas tres semanas de retraso. Un caso de inundación
catastrófica de ese tipo se dio en 1983.
Cuando la creciente resulta de lluvias regionales el nivel máximo del río Paraguay, en el puerto de
Pilar, antecede al nivel máximo en puerto Ladario, tal como se dio en 1998; ese año, Pilar superó
los 9 m el 6 de mayo, mientras en Ladario sobrepasó los 4 m el 15 de mayo. En el caso del río
150 Paraná las represas construidas aguas arriba de la confluencia cambiaron el régimen del río.
La cota del puerto de Pilar, situada a 45,62 msnm es 7,58 m más baja que la de Asunción y
18,67 m en relación con Concepción, el efecto tapón del río Paraná en momentos de crecida
provoca inundaciones que son catastróficas, dependiendo del caudal del río Paraguay.
Los ecosistemas en cuestión incluyen las zonas de transición entre ambientes terrestres y
ambientes acuáticos. El término humedal designa medios (lagos, riachos, lagunas, pantanos,
embalsados) que tienen en común los rasgos de un ambiente acuático o húmedo de captación
de aguas; la velocidad del escurrimiento determina las condiciones de vida de plantas y
animales. En los ambientes lóticos o de aguas corrientes, tales como ríos, arroyos y pantanos, a
menor velocidad de la corriente corresponde mayor diversidad de fauna y flora.
En los ambientes lénticos las llanuras aluvionales se cubren de agua formando lagunas que se
estancan en periodos de bajante y escurren en los periodos de inundación; en los pantanos o
sabanas húmedas que permanecen inundadas parte del año, la vegetación con tallo subterráneo
muy desarrollado cumple diversas funciones ecológicas, que permiten al suelo la absorción del
agua y la fijación de nutrientes por descomposición de materia orgánica.
Diversos son los esteros de la región; el Ñeembucú desagua en el arroyo de ese mismo nombre
y desemboca en el río Paraguay, cerca de Pilar; este estero con embalsados se alimenta del
estero Pikyry.
Entre los ríos que desembocan en el río Paraguay el Tebicuary es uno de los más importantes,
ya que tiene una extensión de 500 km y una cuenca de 35 000 km²; el Tebicuary es el mayor
tributario del río Paraguay y recorre un extenso territorio, y como tal arrastra gran cantidad de
materia orgánica, pero también otros sedimentos y substancias tóxicas; su brazo oriental nace en
la cordillera de Caaguazú, cruza diversos departamentos y recibe varios afluentes. El otro brazo
nace en el departamento de Caazapá, entre las cordilleras de Ybyturuzú y la de San Rafael.
En el Tebicuary desembocan los arroyos Yacaré y Lima; el mismo está circundado en el suroeste
por el estero Yacaremí y al norte por el lago Ypoá. Son también tributarios del río Paraguay el
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

arroyo Montuoso, que desemboca cerca de Pilar al norte, y el Hondo, que fluye entre Humaitá
e Isla Ombú. Al sur del departamento están interconectados los esteros Ñeembucú, Piraguazú
y el Pikyry. El Yabebyry y el Piraguazú, afluentes del Paraná, son canales de desagüe del estero
Ñeembucú.
La dinámica de los humedales es peculiar y permanece desconocida en medida importante.
En cuanto a su desplazamiento, el agua del norte del departamento escurre hacia el sur y
luego hacia el oeste para desembocar en el río Paraguay. Además de las inundaciones por
las crecientes de los tributarios y por las lluvias locales los ribereños refieren el y poñy (agua
que gatea), formado por el agua liberada cíclicamente por “la esponja” de los humedales.
Informantes señalan la existencia de conflictos de desagüe entre los productores que dificultan
el drenaje de los humedales o, según la topografía, envían desmedidamente el agua a los
vecinos.
Más del 89% de la superficie del departamento está formada por humedales, que suman más
de un millón de hectáreas. Las tierras arables llegan a unas 25 mil hectáreas y las mismas se
han estado reduciendo como consecuencia de problemas de drenaje de los humedales, según
se verá más adelante.
El hecho de que la mayor parte de la superficie de la región esté cubierta por agua tiene
implicancias diversas para la cultura del agua en Ñeembucú; el agua implica, además de oferta,
demandas, usos y conflictos entre usuarios. La calidad del agua es de importancia básica para
la fauna y la flora y sobre todo para las poblaciones humanas; la calidad del agua se analiza
considerando parámetros organolépticos, fisicoquímicos, microbiológicos, sustancias indeseables,
sustancias tóxicas y plaguicidas.En cuanto a la contaminación química, debe tenerse en cuenta
que, si bien la vegetación acuática tiene una gran capacidad de depuración del agua, los 151
contaminantes son absorbidos por plantas que almacenan las sustancias tóxicas, y con ellas
interactúan poblaciones biológicas, y en algún momento entran en descomposición.
Una buena parte de la ecorregión está constituida por zonas anegadizas e inundadas debido
a sus características topográficas y al desborde de los ríos Paraguay y Paraná. A pesar de
la inmensa masa de agua que cubre la mayor parte de la superficie del departamento en
Ñeembucú, también se dan las sequías, pero estas no implican falta de agua sino falta de lluvias
que resiente la pastura, y en esa medida, la ganadería.
La ecorregión constituye en su mayor extensión una llanura de sedimentos aluvionales
provenientes del cuaternario, con suelos hidromórficos formados por el arrastre de sedimentos
en los cauces de los ríos y arroyos, con predominio de los tipos gley hidromórficos y aluvionales
poco profundos, y gley húmico ácidos con alto contenido de materia orgánica.
Los suelos de la zona son medio ácidos (pH 4,7-6,6); la capa superficial, que llega a
aproximadamente 80 cm, es de arena fina que retiene el agua, mientras la capa inferior formada
por arcilla impide la penetración subterránea del agua; en lo referido a la fertilidad del suelo, los
nutrientes básicos para los cultivos son en general pobres, observándose la falta de nitrógeno.
En el departamento predominan suelos del tipo VIII que por su alto riesgo de degradación solo
permiten la obtención en forma controlada de productos derivados de su vegetación natural,
como el manejo del bosque, o deben destinarse a protección.
También en el departamento existen manchones del suelo de tipo VI que presentan severas
limitaciones, que no permiten su uso para cultivos anuales pero pueden utilizarse para la
producción de cultivos perennes, forestería y pastos, ocasionalmente. En este punto es
importante tener en cuenta que si bien es cierto que los estudios de suelos realizados
últimamente —así como los anteriores— indican que los mismos no tienen aptitud para la
producción agrícola, las prácticas de manejo tradicional permiten su uso para esos fines. Los
conocimientos y prácticas tradicionales son diversos e incluyen la exportación de nutrientes de
los humedales a los suelos cultivables.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

En el noroeste del departamento de Ñeembucú se encuentran suelos arcillosos-finos. Los suelos


de origen aluvional son de textura fina afectados por procesos de salinización, con un relieve de
0 a 3%. En las zonas bajas predominan pastizales de gramíneas. El drenaje es muy pobre y de
pedregosidad nula.
Al sur de Pilar, en los distritos de Isla Ombú y Humaitá, hay suelos arenosos y arcillosos finos,
los suelos son de origen sedimento aluvional, con un relieve de 0 a 3%; el drenaje es pobre y la
pedregosidad o rocosidad es nula. En cambio, sobre la ribera del Paraná, en la zona de General
Díaz y Cerrito, el drenaje es muy pobre. Estas características se observan en una franja paralela
al río Paraná, que tiene aproximadamente un ancho de 10 km.
La información técnica presentada indica que en Ñeembucú predominan suelos con severas
limitaciones para uso agrícola.
Incluso en el extremo suroeste (Isla Umbú, Desmochados, Mayor Martínez, General Díaz y
Humaitá) los suelos son físicamente pobres, con estructuras poco desarrolladas, con mucha
presencia de arena y muy escasa arcilla; las características señaladas se asocian al bajo
contenido de materia orgánica y a la baja capacidad de retención de nutrientes.
En lo referido a áreas prioritarias para la conservación de la región del Bajo Paraguay, debe
tenerse presente que según estudios de la Subsecretaría de Recursos Naturales la ecorregión de
Ñeembucú, que ocupa la quinta parte de la Región Oriental, está integrada por la totalidad de
los departamentos de Misiones y Ñeembucú, y parte de los departamentos de Paraguay, Itapúa y
Central y tiene áreas prioritarias para preservar la vida silvestre.
Las áreas prioritarias de la ecorregión de Ñeembucú comprenden la cuenca del lago Ypoá de
152 950 mil ha, el estero de Ñeembucú de 800 mil ha, y el bosque Arary de 100 mil ha.
El Decreto N° 16.147 de 1993 declara un área para reserva natural en la cabecera del arroyo
Yabebyry y sus esteros adyacentes, “bajo la denominación de refugio de Vida Silvestre
Yabebyry”, pero la Entidad Binacional Yacyretá se desentendió del asunto y el área no
regularizada como área de reserva y ni siquiera delimitada, enfrenta amenazas serias de
ocupación por parte de campesinos sin tierra.
De un breve repaso de las características del medio físico y biológico de la ecorregión, así
como de los procesos que les afectan, se deriva que el manejo de los recursos naturales no
es equitativo ni respetuoso del ambiente; debido a la ausencia o debilidad de los mecanismos
de normas ambientales, con frecuencia el manejo en cuestión resultó beneficioso para
empresas y depredatorio para el ambiente. Debe advertirse en este punto que el capital natural
(madera, agua, ictiofauna, suelo, etc.) está en franca disminución, y en esa medida se debilita la
sustentabilidad global.
En este caso, el deterioro del medio ambiente afecta negativamente la vida de las poblaciones
locales y a su salud.

11. Aspectos legales

La Constitución de la República del Paraguay del año 1992, establece la obligación de la


autoridad gubernamental para brindar protección y seguridad a la ciudadanía y al medio
ambiente; así como reconoce y garantiza el derecho de los ciudadanos de solicitar a la
autoridad pública, medidas para la defensa del medio ambiente.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

11.1. Identificación de actores clave

El Gobierno paraguayo fue signatario del “Decenio Internacional para la Reducción de los
Desastres Naturales.”
En 1993, el Parlamento Nacional sanciona la Ley N° 153/93 por medio de la cual se crea el
Comité de Emergencia Nacional (CEN). Esta Ley atribuye al CEN objetivos amplios que cubren
todas las fases y etapas del ciclo de los desastres; y le designa la misión de contrarrestar
los efectos de los desastres; asimismo, promover, coordinar y orientar las actividades de las
instituciones públicas, municipales y privadas destinadas a la prevención, mitigación, respuesta
y rehabilitación de las comunidades afectadas por situaciones de emergencia.
En el año 2005 se deroga la Ley de creación del CEN por la Ley N° 2615/95 que crea la
Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), dependiente de la Presidencia de la República, con
un enfoque más moderno y orientado a la gestión del riesgo.
El objetivo de la SEN es prevenir y contrarrestar los efectos de las emergencias y los desastres
originados por los agentes de la naturaleza o de cualquier otro origen, además de promover,
coordinar y orientar las actividades de las instituciones públicas, departamentales, municipales
y privadas destinadas a la prevención, mitigación, respuesta, rehabilitación y reconstrucción de
las comunidades afectadas por situaciones de emergencia o desastre.
Para cumplir con su misión, la SEN puede:
§ Recabar toda información que permita conocer el comportamiento general de las
condiciones meteorológicas e hidrológicas o de cualquier otro agente que pueda dar lugar 153
a las situaciones de emergencia definidas en esta Ley;
§ Identificar los riesgos previsibles y determinar su incidencia en la población, sus bienes y
sus actividades económicas;
§ Llevar estadísticas de las situaciones de emergencia que se hayan producido, determinando
en cada caso el número de comunidades, de familias y personas afectadas;
§ Registrar, con la cooperación de los ministerios del ramo, la cantidad y el valor de los daños
ocasionados por cada situación de emergencia o desastre y las consecuencias que han
tenido sobre la estructura económica del país.
§ Reunir todos los elementos de juicio, cuyo conocimiento permita elaborar, corregir y
mejorar los planes y programas de acción alternativos para los casos de emergencias o
desastres;
§ Dirigir y coordinar la asistencia a las comunidades que se encuentren en situación de
emergencia o desastre.
§ Estimular la creación y organización de estructuras de reducción de riesgos y atención de
emergencias y desastres en los departamentos, ciudades y pueblos del país para permitir
el fortalecimiento de la protección civil y coordinar sus actividades en respuesta a las
situaciones de emergencia o de desastre definidas en esta ley.
§ Formar, capacitar y adiestrar a los funcionarios públicos y a los voluntarios que integran las
organizaciones dentro de los gobiernos departamentales y municipales.
§ Elaborar y ejecutar programas de educación y adiestramiento que capaciten a las
comunidades, a fin de que puedan enfrentar, de ser posible por sí mismas, las situaciones
de emergencia, integrando efectivamente en esta tarea a la comunidad educativa nacional.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

§ Procurar la cooperación internacional mutua en materia de reducción de riesgos y la


asistencia recíproca en materia de protección civil en casos de emergencias o desastres y
participar en los organismos bilaterales o multilaterales que persigan fines similares; y,
§ Realizar campañas de difusión sobre los sistemas y métodos de protección civil, basados
en los informes de investigación y en los estudios realizados para reducir los riesgos que,
en caso de materializarse, pueden afectar a la población y sus bienes.

En el Fondo Nacional de Emergencia se depositará el 10% (diez por ciento) de las


recaudaciones fiscales provenientes del Impuesto Selectivo al Consumo que gravan las ventas
de cigarrillos y bebidas alcohólicas; y las donaciones recibidas por la SEN de personas o
instituciones nacionales o extranjeras.

11.2. Disposiciones generales de la ley 2615/05

Los municipios y gobernaciones preverán recursos presupuestarios para la prevención y


atención de emergencias o desastres, conforme a la siguiente escala: las gobernaciones
tendrán un fondo presupuestario del 2% (dos por ciento) del Presupuesto Anual bruto para el
primer año, 3% (tres por ciento) para el segundo y así sucesivamente hasta completar el 5%
(cinco por ciento). Este recurso será utilizado en coordinación con la SEN.
Los municipios deberán prever recursos presupuestarios para la reducción del riesgo y
154 atención de emergencias. Esta disponibilidad deberá ser comunicada a la SEN y a las
gobernaciones jurisdiccionales.

11.3. Dirección de Meteorología e Hidrología (DINAC)

La Dirección de Meteorología e Hidrología es una de las tres direcciones de servicio de la


Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC), creada por Ley Nº 73 en el año 1990 y tiene
como misión: promover el estudio y desarrollo de la meteorología e hidrología en todo el
territorio nacional, en coordinación con las instituciones estatales afines a esta ciencia, además
de administrar y operar la red de observatorios meteorológicos oficiales; prestar los servicios
requeridos para satisfacer las necesidades de las distintas actividades dependientes de las
condiciones atmosféricas, tales como la ganadería; la agricultura, el transporte terrestre, fluvial
y aéreo; la generación de energía; la construcción; la industria; los asentamientos humanos;
gestión de los recursos hídricos; la defensa del medio ambiente; las actividades deportivas, y
las necesidades de las Fuerzas Armadas.

11.4. Fuerzas Armadas de la Nación

Se constituye en el más fuerte brazo operativo de la SEN, a través de su intervención en los


ámbitos de movilización, recursos humanos y seguridad, para brindar respuestas oportunas y
eficaces a las comunidades afectadas. Por otro lado, la Dirección de Hidrología y Navegación,
dependiente de la Armada, reporta diariamente las observaciones fluviométricas según escalas
hidrométricas de los ríos Paraguay, Paraná e Yguazú y del lago Ypacaraí, las cuales son de vital
importancia en el campo de los pronósticos de familias ribereñas a ser afectadas y la posterior
planificación para la evacuación.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Policía Nacional

Interviene en la primera evaluación de los eventos ocurridos, el censo de familias afectadas y


determinación de accidentes. Asimismo, participa en la atención directa de personas heridas,
búsqueda, rescate, evacuación e intervención en otros eventos a través de la Agrupación de
Bomberos de la Policía Nacional.

12. Evaluación de riesgos


 
12.1. Determinación del nivel de peligrosidad

Peligrosidad: hace referencia a la ocurrencia potencial, en un intervalo de tiempo y un área


geográfica específicos, de un fenómeno natural, que puede tener un efecto negativo sobre
vidas humanas, pertenencias o actividades, hasta el punto de causar un desastre.
Los denominados Sistemas de Información Geográfica (SIG) tienen múltiples campos de
aplicación en el análisis y la gestión del riesgo de inundaciones fluviales, desde aspectos
del estudio de la peligrosidad, como regionalización de datos de precipitación, obtención de
parámetros morfométricos y de la red, discretización de parámetros hidrológicos, delimitación
de áreas inundables, cartografías de riesgo integradas, etc.; hasta la adopción de medidas
de mitigación de carácter predictivo, preventivo o corrector (post-desastre), que comprenden
la predicción meteorológica e hidrológica, la ordenación del territorio y los sistemas de 155
aseguramiento, y los planes de protección civil y emergencias. Su empleo supone normalmente
un ahorro de tiempo, esfuerzo y una garantía de objetividad y precisión.
Recientes avances técnicos, por ejemplo en la conexión de los SIG con los modelos
hidrológicos e hidráulicos y en la conexión SIG-Internet, el abaratamiento de los costes y la
aparición de nuevas fuentes de información, han facilitado su utilización y les han hecho unas
herramientas imprescindibles en la gestión de este riesgo natural.
 

a. Identificación de los peligros

La intensidad y los efectos potenciales de las inundaciones dependen de varios aspectos,


no solo de aspectos meteorológicos, sino también de las características propias del terreno,
como son los tipos y usos del suelo, el tipo y la distribución de la vegetación, la litología, las
características de la red de drenaje, magnitud de las pendientes de la cuenca, obras realizadas
en los cauces, entre otros.
Otros aspectos importantes a considerar son los meandros y las zonas en las que los ríos se
estrechan o pierden profundidad por falta de dragado (limpieza de los sedimentos en cursos
de agua), especialmente en las desembocaduras donde se acumula el limo y la tierra arrastrada
por la corriente.
Los criterios recomendados para evaluar la intensidad de las inundaciones son diferentes en
dependencia del tipo de inundación. Para inundaciones estáticas se considera la profundidad
o altura del flujo; mientras que para inundaciones dinámicas se recomienda utilizar el producto
de la velocidad por la profundidad del flujo (siempre y cuando esta formula arroje valores más
altos, en términos de intensidad que la anterior).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Los umbrales entre los niveles de intensidad muy alta, alta, media y baja han sido definidos
considerando la peligrosidad que una determinada columna de agua puede significar para la
infraestructura o las viviendas y la vida de los pobladores.
En la siguiente tabla se presentan los rangos definidos para cada nivel de intensidad para
inundaciones.

Tabla 1
Niveles de intensidad de inundaciones

Niveles de Profundidad del flujo (H) (m) Profundidad x velocidad de flujo


intensidad inundaciones estáticas (m2/s) inundaciones dinámicas
Muy alta H >1,5 m H*V > 1,5 m

Alta 0,5 m < H < 1,5 m 0,5 m < H*V < 1,5 m

Media 0,25 m < H < 0,5 m 0,25 m < H*V < 0,5 m

Baja < 0,25 m H*V < 0,25 m

Tabla 2
156 Niveles de intensidad de inundaciones

Nivel de intensidad Rangos


Muy alta 0,75 < NI <1

Alta 0,50 < NI < 0,75

Media 0,25 < NI < 0,50

Baja 0 < NI < 0,25

NI: Nivel de 5
intensidad. Muy Alto

El riesgo de inundaciones es el resultado de la integración de sus tres componentes:


peligrosidad, exposición y vulnerabilidad; esta integración se expresa a través de la ecuación
del riesgo, que combina los factores mediante un producto de ellos.
Aquí es importante mencionar que el río Paraguay presenta dos picos de crecidas anuales:
uno en verano, originado por lluvias en el tramo superior, al norte de El Pantanal, y otro en
primavera, por precipitaciones en los tributarios del curso inferior. Los caudales de crecida
generados al norte de El Pantanal son retenidos en él, ya que actúa como un gran embalse
natural y el pico de crecida tarda aproximadamente seis meses en atravesarlo. En consecuencia,
en la desembocadura del Paraguay, los niveles máximos se alcanzan en junio-julio y los
mínimos en diciembre-enero. Este retraso es muy importante en las crecidas del río Paraná,
dado que los mayores caudales de este último se registran en verano. Cuando se producen las
grandes crecientes, estas diferencias entre los regímenes se anulan sumándose los picos de las
ondas de crecida del Paraguay y el Paraná.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Dada la importancia reguladora de El Pantanal, toda modificación que se produzca en este


ecosistema tendría serias consecuencias aguas abajo.
Los niveles de peligro por inundación de un área dada resultan de la relación entre frecuencia
de las inundaciones y su intensidad (es decir, su profundidad o el producto de la profundidad
por la velocidad).
  Lo anterior se representa gráficamente en la siguiente matriz: (los valores numéricos de
intensidad son para inundaciones estáticas)

Tabla 3
Niveles de peligrosidad de inundaciones

Peligro medio Peligro alto Peligro muy alto Peligro muy


Muy alta (0,5)
(0,25) (0,75) alto (1)

Alta Peligro bajo Peligro medio Peligro alto Peligro muy


Intensidad

(0,19) (0,38) (0,56) alto (0,75)

Peligro bajo Peligro medio Peligro medio Peligro alto


Media
(0,13) (0,25) (0,38) (0,5)
157

Peligro bajo Peligro bajo Peligro bajo Peligro medio


Baja
(0,06) (0,13) (0,19) (0,25)

Baja Media Alta Muy alta

Frecuencia años

Tabla 4
Niveles de peligrosidad de inundaciones

Nivel de peligrosidad Rangos


Muy alta 0,75 < NP <1

Alta 0,50 < NP < 0,75

Media 0,25 < NP < 0,50

Baja 0 < NP < 0,25

5
NP: Nivel de peligrosidad.
Muy Alto
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

b. Caracterización de los peligros

§ Identificación de los elementos expuestos

Actualmente, unas 17 mil familias fueron afectadas por las inundaciones en los departamentos
de Ñeembucú, Presidente Hayes y Alto Paraguay, 7 000 en Ñeembucú y los 10 000 restantes en
Alto Paraguay y Presidente Hayes.
El nivel del río Paraguay sigue aumentando con las precipitaciones últimas y la situación se
torna preocupante, ya que más familias pueden ser afectadas por las aguas en este distrito de
Presidente Hayes y del Alto Paraguay.

Tabla 5
Peligrosidad integrada de inundaciones

Peligrosidad por desbordamientos fluviales

Peligrosidad por precipitación en áreas endorreicas

Peligrosidad por roturas de obras hidráulicas

158 Peligrosidad integrada


Evidencias empíricas (inundaciones históricas)

Factores agravantes de la peligrosidad

Permanencia espacial de la población

Exposición social Exposición social total

Permanencia temporal de la población

Población especialmente vulnerable


Vulnerabilidad
individual Infraestructura para la vulnerabilidad
Vulnerabilidad
social Densidad por vivienda
Vulnerabilidad
colectiva Interrupción de vías

Zonas de evacuación
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

§ Mapa de zonificación del nivel de peligrosidad

Para elaborar el mapa de amenaza a escala 1:10 000 se trabaja sobre la base de ortofotomapas
a escala 1:10 000, al mínimo 1:20 000 que permiten diferenciar con bastante precisión las
diferentes zonas de inundación a diferentes frecuencias.
Mapas a escala 1:10 000 y 1:50 000
Existen diversas metodologías para la elaboración de mapas de amenazas por inundación, la
utilización de cada una de ellas depende del objetivo del mapa y de la disponibilidad y acceso a
información. En este trabajo se presenta la metodología del método geomorfológico integrado, la
cual permite, con poca información, elaborar un mapa de amenazas por inundaciones de buena
calidad, a escalas 1:10 000 o 1:50 000.
El procedimiento básico para la elaboración del mapa de amenaza utilizando el método
geomorfológico integrado es el siguiente:

Paso 1.
Recopilación de información: recopilación de información con el fin de conocer la
situación y características generales de la cuenca y del tramo de río, así como datos
de caudales y datos históricos (fecha, extensión, daños, cambios en el uso del suelo,
etc.). Esto puede ser realizado por medio de encuestas, documentos históricos (fotos,
periódicos, documentos de las instituciones de gobierno, privadas y ONG, etc.), fotos
aéreas y de radar, etc.
159

Paso 2.
Cartografía geomorfológica y de los datos históricos de inundaciones: esta etapa tiene
como objetivo realizar el levantamiento de los datos en el terreno y su cartografía,
partiendo de la utilización de diversas técnicas como son la fotointerpretación, la
observación visual de los rasgos geomorfológicos y dinámica del río y las entrevistas a
la población.
Los pasos a seguir son: mapeo de los datos históricos y de la inundación referencial
(si se dispone); es decir, plotear en un mapa las diferentes cotas y extensiones de las
inundaciones históricas y de la inundación de referencia. Cartografía geomorfológica: a
partir de la fotointerpretación y comprobación en el campo de los principales rasgos
geomorfológicos, plotear en el mapa la siguiente información: características del
sistema fluvial: cauce del río, terrazas aluviales, canales abandonados, diques naturales,
conos aluviales o de deyección.

Paso 3.
Zonificación de las zonas inundables: en esta fase se realiza la correlación de toda la
información recopilada y generada en el campo, con el fin de realizar la zonificación de
áreas de amenazas por inundación en función de las alturas de agua y de su periodo
de retorno o frecuencia.
Mapeo de los límites y extensión de las inundaciones, según los periodos de retorno
de Tr 10, Tr 50 y Tr 200:

a) Determinación de las inundaciones que corresponden a las inundaciones de los Tr


definidos;
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

b) Identificación en los mapas (de datos históricos, de inundación de referencia,


geomorfológico) de los puntos a donde ha llegado la inundación que corresponde
a la inundación de referencia;
c) Identificación o estimación de la cota de los puntos a donde llegó la inundación.

Ejemplos:
Datos de extensión

Figura 1. Cota de niveles de inundación.

Paso 4. Zonificación de las zonas inundables:


a) Estimación del caudal Q correspondiente en las secciones transversales de control
de cotas de agua;
160
b) Conexión y extrapolación de los puntos obtenidos de la altura del agua sobre el
nivel de referencia del río, de las cotas y de la morfología de la sección;

Figura 2. Nivel de referencia.

c) Control de las extrapolaciones a partir de la comparación de los caudales en las


secciones transversales de control;
d) Se calcula el caudal para la cota propuesta en la extrapolación y se valida o ajusta
con los caudales de referencia.

Tr = 100 años

Tr = 50 años

Tr = 10 años

Figura 3. Comparación de caudales.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

12.2. Análisis de las vulnerabilidades

Vulnerabilidad: describe el grado de pérdida de un conjunto dado de elementos como


resultado de la ocurrencia de un fenómeno. Esta puede ser estructural, social, económica,
ecológica, etc.

Clasificación de
elementos expuestos

Definición de las
prioridades
Evaluación de la
vulnerabilidad física
Definición de grado de
precisión y criterios de
medición

Cálculo de vulnerabilidad
medición

Figura 4. Evaluación de la vulnerabilidad física.

La vulnerabilidad de las regiones propensas a inundaciones equivale a la posibilidad de


ocurrencia de un fenómeno de inundación en una zona determinada. Para un análisis de
susceptibilidad, lo que se pretende determinar es cómo funcionaría una zona si existiese un
fenómeno de precipitación excepcional; para ello, lo que se debe conocer son las posibles
áreas propensas a inundación, y evidentemente se deben conocer las dinámicas naturales 161
de estas zonas que permitan a planificadores e instituciones de manejo de desastres, de
instrumento de análisis, evitar sucesos naturales que se conviertan en peligros que atenten
contra el desarrollo humano.
El análisis de vulnerabilidad a inundación ha determinado la siguiente clasificación que
constará en la capa.

a. Clasificación de la susceptibilidad a inundación

Zonas con vulnerabilidad muy alta: Son aquellas que pueden inundarse en periodo
prolongado y con alta recurrencia durante el año, por lo general correspondientes a
bacines y depresiones, valles indiferenciados, la pendiente fluctúa de 0 a 5% y la
textura de los depósitos dominantes es arcillosa. La acumulación de las aguas puede
ser producto de las precipitaciones y de la crecida de los ríos en verano.

Zonas con susceptibilidad alta: Son aquellas que pueden inundarse en periodos
cortos durante el año, por lo general correspondientes a bacines y depresiones,
valles indiferenciados, la pendiente fluctúa de 0 a 5% y la textura de los depósitos
dominantes es arcillosa. La acumulación de las aguas puede ser producto de las
precipitaciones y de la crecida de los ríos en verano.

Zonas con susceptibilidad media: Son zonas en que pueden inundarse en cortos
periodos pudiendo ser en los inicios de la época de verano (lluvias), las pendientes
oscilan entre 0-5% y 5–12%. La acumulación de las aguas puede ser por las
precipitaciones o por la crecida de los ríos que fluyen hacia las zonas internas bajas.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 6
Indicador de vulnerabilidad

Clase Descripción Indicador


5 Sin vulnerabilidad a inundación

4 Vulnerabilidad baja a inundación Baja


3 Vulnerabilidad media a inundación Media

2 Vulnerabilidad alta a inundación Alta

1 Vulnerabilidad muy alta a inundación Muy alta

Zonas con susceptibilidad baja: Son zonas susceptibles a inundaciones, únicamente al


producirse precipitaciones excepcionales anormales, como el fenómeno de “El Niño”,
como aquellos presentados en los años 1982-1983 y 1997-1998 que produjeron
grandes destrozos con pérdidas económicas y humanas. Las aguas inundan hasta las
partes altas de las terrazas medias y/o indiferenciadas.

162
Para el caso de los mapas que servirán de base para el ordenamiento territorial, es conveniente
indicar las zonas que no son susceptibles.

§ Análisis de la exposición
Para ello es importante identificar los tipos de vulnerabilidad que de modo directo e indirecto
están involucrados con los elementos previamente identificados y que son potencialmente
vulnerables ante la ocurrencia de una inundación.

§ Vulnerabilidad física
§ Vulnerabilidad ambiental y ecológica
§ Vulnerabilidad económica
§ Vulnerabilidad social
§ Vulnerabilidad educativa
§ Vulnerabilidad cultural e ideológica
§ Vulnerabilidad política e institucional
§ Vulnerabilidad científica y tecnológica
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 7
Tipos de vulnerabilidad

Tipo de vulnerabilidad Variables


Localización de viviendas
Materiales de construcción utilizados en las viviendas
Vulnerabilidad física
Características geológicas, calidad y tipo de suelo

Cumplimiento de las normas técnicas vigentes de construcción

Explotación de los recursos naturales


Vulnerabilidad ambiental
ecológica Fuentes emisoras de sustancias o materiales peligrosos

Actividad económica
Vulnerabilidad económica
Grado de escasez (ingresos, servicios y competitividad)
Nivel de organización
Vulnerabilidad social Grado y tipo de organización e integración entre instituciones y
organizaciones locales

Existencia de capacitación en colegios y escuelas sobre temas de


Defensa Civil
Vulnerabilidad educativa Existencia de capacitación a la población sobre temas de Defensa Civil

Campañas de difusión

Vulnerabilidad política Político y legal 163


institucional Organización y capacidad institucional
Conocimiento colectivo sobre ocurrencia pasada de peligros
Vulnerabilidad cultural e Percepción local del riesgo
ideológica
Actitud frente al riesgo

Información y soporte técnico


Vulnerabilidad científica y
tecnológica Conocimiento y cumplimiento de recomendaciones

Una vez identificados los elementos expuestos al peligro, se realiza el análisis de los diferentes
tipos de vulnerabilidad que, de forma directa e indirecta, se encuentran asociados ante la
posible ocurrencia de una inundación; luego se procederá a identificar, evaluar y analizar los
diversos indicadores que reflejarán el nivel de susceptibilidad, fragilidad y capacidades que
caracterizan a una determinada condición espacio-temporal de la vulnerabilidad territorial del
área en estudio.
Este análisis, por tanto, permitirá obtener una visión holística de las causas, estado y
capacidades poblacionales frente al peligro en un territorio determinado.
Para realizar la capa de susceptibilidad a inundaciones, se efectúa la interpretación de las zonas
de la región que se encuentran inundadas y de las zonas susceptibles a inundaciones, a través
de fotografías aéreas a escala 1:20 000 de la región.
A continuación se procede al análisis de las zonas que pueden ser inundadas, para lo cual se
tomará en cuenta el mapa de suelos a escala 1:20 000 donde se tomarán en cuenta las clases
texturales de las unidades de suelo.
Con el campo de textura se realiza una reclasificación de acuerdo con las clases texturales de
cada unidad de suelo, la cual se presenta en el siguiente cuadro:
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 8
Tipos de suelos

Texturas
Arenoso (fina, media gruesa) Gruesa
Arenoso franco Gruesa
Franco arenoso (fino a grueso) Moderadamente grueso
Franco limoso Moderadamente gruesa
Franco Media
Limoso Media
Franco arcilloso (<35% de arcilla) Media
Franco arcillo arenoso Media
Franco arcillo limoso Media
Franco arcillos (> 35%) Fina
Arcilloso Fina
Arcillo arenoso Fina
Arcillo limoso Fina
Arcillo (> 60%) Muy fina

b. Análisis de la fragilidad
164
Estos eventos son el resultado de fuertes o continuas lluvias que ocurren en las partes altas y/o
medias de las elevaciones, las cuales sobrepasan la capacidad de absorción del suelo y carga de
los ríos (debido principalmente a la ocupación humana de los cauces).
Una manera de determinar, en una primera aproximación, las zonas susceptibles a inundaciones,
es la interpretación de sensores remotos. Los fenómenos de las inundaciones están relacionados
principalmente con las llanuras de inundación invadidas por terrenos de cultivo, urbanizaciones
y asentamientos humanos. Son recurrentes en algunos sectores y se repiten anualmente con
diferentes intensidades en los meses de marzo a junio.

c. Análisis de la resiliencia

El riesgo de no prestar atención a la reducción del riesgo de desastres puede provocar serios
perjuicios a la economía y los ecosistemas, además de originar una pérdida de confianza
en la población y en los inversores. Los frecuentes desastres de bajo y mediano impacto y
los desastres aislados pero intensos pueden perturbar seriamente los servicios básicos de
la comunidad, como los sistemas de distribución de alimentos, de abastecimiento de agua,
asistencia médica, transporte, eliminación de basura y comunicación, a nivel local y con el resto
del mundo. Puede ser que empresas e inversores privados eviten invertir en ciudades donde se
perciba cierta indiferencia por las acciones a favor de la reducción de riesgos.
Para superar la percepción de que el presupuesto para la gestión de riesgos de desastre compite
por escasos recursos contra otras prioridades, la reducción del riesgo debe formar parte integral
del desarrollo local. La gestión integral u holística del riesgo de desastres es más atractiva
cuando responde simultáneamente a las necesidades de muchos socios participantes y de las
otras prioridades competidoras. Por lo general, los incentivos son mayores cuando la gestión de
riesgos de desastres contribuye de manera visible en la mejora del bienestar económico y social.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

La reducción del riesgo de desastres es tarea de todos y por ser un trabajo en equipo, brinda
una oportunidad única para aumentar el nivel de participación de la población.
En cada distrito, el gobierno local debe guiar las acciones, ya que su papel directivo ofrece la
mejor percepción posible de las necesidades existentes a nivel local. Una evaluación de los
actores participantes ayudará a los servicios públicos a identificar sus roles y responsabilidades
(dentro de sus actividades de desarrollo y mecanismos de control), identificar los factores que
favorecen el riesgo y adoptar medidas apropiadas para abordarlos.
Los grupos ciudadanos de zonas propensas al riesgo, como los asentamientos humanos, los
negocios locales y otros grupos deberían participar en evaluaciones de riesgo y compartir los
resultados entre ellos. Las ciudades se comprometerían a trabajar con institutos de investigación
nacional y local y con centros de supervisión de amenazas, animándolos a que contribuyan
a documentar y a evaluar amenazas pasadas, potenciales y escenarios de riesgo. Estas
instituciones deberían formar parte del mecanismo de coordinación creado para tratar sobre la
reducción del riesgo de desastres.
Los gobiernos locales también deben coordinar con las autoridades nacionales y viceversa, para
aplicar y adaptar las políticas nacionales y la legislación a las condiciones locales existentes.
Para permitirles ocupar una posición líder, tanto la responsabilidad de las actividades como la
asignación y el uso de los recursos deben estar descentralizados.
Donde este no sea el caso, se recomienda aplicar un enfoque gradual. La administración
municipal debe ocupar la primera fila en lo que a capacidad de respuesta y responsabilidad se
refiere.
Diez aspectos esenciales para lograr ciudades resilientes: 165

1. Establecer la organización y la coordinación necesarias para comprender y reducir el


riesgo de desastre dentro de los gobiernos locales, con base en la participación de
los grupos de ciudadanos y de la sociedad civil —establecer alianzas locales—. Velar
porque todos los departamentos comprendan su papel y la contribución que pueden
hacer a la reducción del riesgo de desastres y a la preparación en caso de estos.
2. Asignar un presupuesto para la reducción del riesgo de desastres y ofrecer incentivos
a los propietarios de viviendas, las familias de bajos ingresos, las comunidades, los
negocios y el sector público para que inviertan en la reducción de los riesgos que
enfrentan.
3. Mantener información actualizada sobre las amenazas y las vulnerabilidades, conducir
evaluaciones del riesgo y utilizarlas como base para los planes y las decisiones relativas
al desarrollo urbano. Velar por que esta información y los planes para la resiliencia
estén disponibles para todo el público y que se converse acerca de estos propósitos en
su totalidad.
4. Invertir y mantener una infraestructura que reduzca el riesgo, tales como desagües
para evitar inundaciones y, según sea necesario, ajustarlo de forma tal que pueda hacer
frente al cambio climático.
5. Evaluar la seguridad de todas las escuelas e instalaciones de salud y mejorarlas cuando
sea necesario
6. Aplicar y hacer cumplir reglamentos de construcción y principios para la planificación
del uso del suelo que sean realistas y que cumplan con los aspectos relativos al
riesgo. Identificar terrenos seguros para los ciudadanos de bajos ingresos y, cuando sea
factible, modernizar los asentamientos informales.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

7. Velar por el establecimiento de programas educativos y de capacitación sobre la


reducción del riesgo de desastres, tanto en las escuelas como en las comunidades
locales.
8. Proteger los ecosistemas y las zonas naturales de amortiguamiento para mitigar las
inundaciones, las tormentas y otras amenazas a las que podría ser vulnerable. Adaptarse
al cambio climático al recurrir a las buenas prácticas para la reducción del riesgo.
9. Instalar sistemas de alerta temprana y desarrollar las capacidades para la gestión de
emergencias, y llevar a cabo con regularidad simulacros para la preparación del público
en general, en los cuales participen todos los habitantes.
10. Después de un desastre, velar por que las necesidades de los ciudadanos se sitúen
en el centro de los esfuerzos de reconstrucción, y que se les apoye y también a sus
organizaciones comunitarias para el diseño y la aplicación de respuestas, lo que incluye
la reconstrucción de sus hogares y sus medios de sustento.

12.3. Determinación del riesgo

Riesgo: El grado esperado de pérdida (de elementos vulnerables) debido a fenómenos


naturales particulares (amenaza).
166
Una vez identificados y analizados los peligros a los que está expuesta el área de estudio, y
realizados los respectivos análisis de vulnerabilidad, se procede a la conjunción de estos para
calcular el nivel de riesgo del área en estudio; es decir, estimar la probabilidad de pérdidas y
daños esperados (personas, bienes materiales, recursos económicos) ante la ocurrencia de un
fenómeno de origen natural o tecnológico (inducido por el hombre).
El cálculo del riesgo corresponde a un análisis y combinación de datos teórico empíricos con
respecto a la probabilidad de ocurrencia del peligro identificado, es decir, la interrelación
de las condiciones espacio-temporales del área en estudio representado en las distintas
dimensiones de vulnerabilidad territorial.
Existen diversos criterios o métodos para el cálculo del riesgo; por un lado, el analítico o
matemático, y por otro, el descriptivo.
El criterio a considerar se basa fundamentalmente en la aplicación probabilística de la
siguiente ecuación:

R: f (P, V)
Donde:
R = Riesgo
f = En función
P = Peligro
V = Vulnerabilidad
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Esta ecuación es la referencia básica para la estimación del riesgo, donde cada una de las
variables: Peligro (P), Vulnerabilidad (V) y, consecuentemente, Riesgo (R), se expresan en
términos de probabilidad.
Para estratificar el nivel del riesgo se hará uso de una matriz de doble entrada: matriz del grado
de peligro y matriz del grado de vulnerabilidad. Para tal efecto, se requiere que previamente
se hallan determinado los niveles de intensidad y frecuencia de un determinado peligro y del
análisis de vulnerabilidad, respectivamente.
  Esta matriz de doble entrada permite determinar el nivel del riesgo sobre la base del
conocimiento del peligro y de las vulnerabilidades.
  Con los valores obtenidos del grado de peligrosidad y el nivel de vulnerabilidad total, se
interrelaciona, por un lado (vertical), el grado de peligrosidad, y por otro (horizontal), el grado de
vulnerabilidad total en la respectiva matriz.

Tabla 9
Matriz de riesgo

Peligro muy Riesgo medio Riesgo alto Riesgo muy alto Riesgo muy alto
alto 1 0,25 0,5 0,75 1

Peligro alto Riesgo bajo Riesgo medio Riesgo alto Riesgo muy alto
0,75 0,19 0,38 0,56 0,75 167

Peligro medio Riesgo bajo Riesgo medio Riesgo medio Riesgo alto
0,13 0,25 0,38 0,5
0,50

Peligro bajo Riesgo bajo Riesgo bajo Riesgo bajo Riesgo medio
0,25 0,06 0,13 0,19 0,25

Vulnerabilidad Vulnerabilidad Vulnerabilidad Vulnerabilidad


baja media alta muy alta
0,25 0,5 0,75 1

Tabla 10
Niveles de riesgo

Nivel de riesgo Rangos


Riesgo muy alto 0,75 < R <1

Riesgo alto 0,50 < R < 0,75

Riesgo medio 0,25 < R < 0,50

Riesgo bajo 0 < R < 0,25

5 Muy Alto
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

a. Determinación de los niveles de riesgo


El conocimiento de las zonas que presentan diferentes niveles de riesgo (nivel de peligrosidad
y vulnerabilidad) es utilizado en los procesos de ordenamiento y planificación territorial, por lo
que estos deben representar el uso que se les puede dar y los daños potenciales a que este uso
estaría expuesto.
Se definen los siguientes criterios.

Tabla 11
Niveles de riesgo

Nivel Pérdidas y daños previsibles en caso de uso Implicancias para el ordenamiento


para asentamiento humano territorial

Las personas están en peligro tanto dentro como Zona de prohibición, no apta para la instala-
fuera de la casa. Existen grandes probabilidades de ción, expansión o densificación de asenta-
destrucción repentina de edificios y/o casas. Los mientos humanos. Áreas ya edificadas deben
Riesgo eventos se manifiestan con una intensidad relativa- ser reubicadas o protegidas con importantes
muy alto mente débil, pero con una frecuencia elevada o con obras de protección, sistemas de alerta
intensidad fuerte. En este caso también están en temprana y evacuación temporal.
peligro todo afuera de un edificio.

Las personas están en peligro afuera de las edifica- Zona de reglamentación en la cual se puede
ciones, pero no o casi no adentro. Se debe contar con permitir de manera restringida, la expansión
daños en los edificios, pero no la destrucción repen- y densificación de asentamientos humanos,
168
Riesgo tina de estos, siempre y cuando su modo de siempre y cuando existan y se respeten
alto construcción haya sido adaptado a las condiciones
del lugar.
reglas de ocupación del suelo y normas de
construcción apropiadas.
Construcciones existentes que no cumplan
con las reglas deben ser reforzadas, protegi-
das o desalojadas y reubicadas.

El peligro de las personas es regular. Las edificacio- Zona de sensibilización apta para asenta-
nes pueden sufrir daños moderados o leves, pero mientos humanos, en la cual la población
Riesgo puede haber fuertes daños al interior de los mismos. debe ser sensibilizada ante la ocurrencia de
medio este tipo de peligro, a nivel moderado y poco
probable, para el conocimiento y aplicación
de reglas de comportamiento ante el peligro.

El peligro para las personas y sus intereses económi- Zona de sensibilización apta para asenta-
cos es de baja magnitud, con probabilidades de mientos humanos, en la cual la población
Riesgo ocurrencias mínimas. debe ser sensibilizada ante la ocurrencia de
bajo este tipo de peligro, muy poco probable para
que conozcan y apliquen reglas de comporta-
miento apropiadas.

Riesgo Los indicadores de peligros son inexistentes. Zona de asentamientos humanos e inversio-
nulo nes sociales y económicas, entre otros.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Observación: zonas en donde los análisis realizados son muy indicativos, por lo que no se
pueden realizar estimaciones de frecuencias o alturas de agua o estas son muy imprecisas.
Generalmente, las zonas corresponden a aquellas afectadas por eventos extremos.
Por su posible influencia en la generación de daños a personas, edificaciones o infraestructura
el análisis deberá completarse con la catalogación de puntos conflictivos y la localización de
las áreas potencialmente afectadas por fenómenos geológicos asociados a precipitaciones o
crecidas.
Se considerarán puntos conflictivos aquellos en los que, a consecuencia de las modificaciones
ejercidas por el hombre en el medio natural o debido a la propia geomorfología del terreno,
pueden producirse situaciones que agraven de forma substancial los riesgos o los efectos de la
inundación.
Se tendrán especialmente en cuenta los puntos de los cauces por los que, en caso de avenida,
han de discurrir caudales desproporcionados a su capacidad, y aquellos tramos de las vías de
comunicación que puedan verse afectados por las aguas.

b. Mapa de zonificación del nivel del riesgo

Para la elaboración del mapa definitivo de riesgo ambiental, el cual se plantea como
componente fundamental, es necesaria, tal y como se hizo referencia con anterioridad,
la determinación y evaluación de la distribución espacial de la “amenaza física”, misma
que fue obtenida a partir de la superposición de cuatro capas de información diferentes y
correspondientes a las tres variables desarrolladas en la caracterización física del estudio. Así,
las capas de información a utilizar son: la clinometría (pendiente), la hidrografía, el relieve y los 169
procesos morfodinámicos.
Partiendo de estas consideraciones, las fases metodológicas que deben ser llevadas a cabo para
la evaluación sistemática de la amenaza física en los departamentos afectados y conforme a las
siguientes actividades, son:

Selección de capas temáticas a utilizar en la evaluación de la amenaza: en esta etapa solo se


retomaron los mapas temáticos elaborados para la caracterización física del estudio, los cuales
representarán las variables o “factores de amenaza” y servirán de base para la determinación de
los indicadores específicos de la misma.
A este respecto, deben ser utilizadas las variables de clinometría, hidrografía y geomorfología,
cada una de ellas con sus respectivos mapas temáticos para conformar las capas de información
base a utilizar en el método de superposición de mapas.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 1
Zonas inundables de Alberdi

170
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 2
Zonas inundables de Asunción

171
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 3
Zonas inundables de Concepción

172
República del
Perú
ÍNDICE
EVALUACIÓN DE RIESGOS EN EL ÁREA DE INFLUENCIA DEL VOLCÁN UBINAS
Introducción 178

1 Aspectos generales 179

1.1. Objetivo 179


1.2. Finalidad 179
1.3. Justificación 179

2 Metodología para elaborar el mapa de riesgo volcánico 180

2.1. Elaboración de mapas de peligros volcánicos 180


2.2. Etapas para la elaboración de mapas de
peligros volcánicos 180
2.3. Elaboración de mapas de vulnerabilidad 200
2.4. Elaboración de mapas de riesgos 201

3 Caso Ubinas 202

3.1. Elaboración del mapa de peligros del volcán Ubinas 202


3.2. Elaboración de los mapas de vulnerabilidad 229
3.3. Elaboración de mapas de riesgo 242
3.4. Cálculo de probables pérdidas económicas ante
la ocurrencia del fenómeno de vulcanismo 270
4 Conclusiones 271

5 Recomendaciones 272

6 Referencias bibliográficas 273

EVALUACIÓN DE RIESGO POR INUNDACIONES ASOCIADAS AL


FENÓMENO “EL NIÑO” 1997-1998 DE CATEGORÍA EXTRAORDINARIA
EN LA CUENCA DEL RÍO CHIRA (EVALUACIÓN DE NIVELES DE PELIGROSIDAD)

Introducción 280

1 Aspectos generales 281

1.1. Objetivo 281

1.2. Justificación 281

1.3. Antecedentes 281

2 Características generales del área de estudio 284

2.1. Ubicación geográfica 284

2.2. Población 285

2.3. Hidrografía 286

2.4. Geomorfología 287

2.5. Contexto litológico 294

2.6. Clima 302

2.7. Uso de suelo 309


3 Determinación del nivel de peligrosidad 311

3.1. Metodología 311

3.2. Parámetros para la evaluación del fenómeno 312

3.3. Determinación de los niveles de peligrosidad ante


inundaciones 312

§ Análisis de la susceptibilidad 312

§ Factores condicionantes 312

§ Factores desencadenantes 315

3.4. Estratificación de peligrosidad 317

3.5. Mapa del nivel de peligrosidad por inundación 318

4 Conclusiones 320

5 Recomendaciones 321

6 Referencias bibliográficas 322


Evaluación de riesgos en el área de
influencia del volcán Ubinas

Introducción
El Estado peruano, a través de la Delegación Peruana del Consejo de Defensa Suramericano–UNASUR,
suscribió en fecha 24 de octubre de 2013 el Acta del Tercer Taller de la Actividad 2.a del Plan de
Acción 2013 “Continuar con el Grupo de Trabajo encargado de la elaboración de mapas de riesgo de
desastres naturales a nivel de cada país suramericano”, junto con un cronograma y procedimientos
técnicos para su elaboración, correspondiendo al Perú desarrollar los mapas de riesgos referidos a
178 Erupciones Volcánicas y Fenómeno “El Niño”. En el presente informe se presenta “La metodología
para elaborar mapas de riesgo volcánico”, así como un estudio de caso, que es el “Mapa de riesgo
del volcán Ubinas”.
El Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED) en
el marco del cumplimiento de sus funciones establecidas en la Ley Nº 29664 Ley del SINAGERD y
al Oficio N°160-2014/VPD/EGE/CDS-UNASUR, participa en los compromisos asumidos como país
coordinando y asesorando técnicamente a la delegación peruana de CDS-UNASUR para la obtención
de los mapas de riesgo materia de los compromisos firmados en el acta del Tercer Taller de la
Actividad 2.a y de acuerdo con las matrices y procedimientos técnicos adoptados por cada país
miembro.
En este contexto, el CENEPRED presenta el informe de evaluación de riesgos originados por
erupciones volcánicas en el ámbito geográfico de influencia del volcán Ubinas, el cual se encuentra
ubicado en el distrito de Ubinas, provincia de General Sánchez Cerro, departamento de Moquegua,
dado que es un peligro que puede afectar seriamente a la vida, la salud y el patrimonio de las
poblaciones próximas al volcán.
El presente informe desarrolla la metodología establecida en el manual para la evaluación de
riesgos originados por fenómenos naturales elaborado por el CENEPRED, el cual ha permitido, con la
importante colaboración de entidades técnico–científicas del país, caracterizar cada peligro generado
por erupciones volcánicas; asimismo, determinar los factores de susceptibilidad del territorio,
determinar los escenarios de riesgos, los niveles de peligrosidad, la estratificación de peligro,
la zonificación de peligrosidad, analizar los elementos expuestos, analizar la vulnerabilidad, los
niveles de vulnerabilidad, la estratificación de la vulnerabilidad, la zonificación de la vulnerabilidad,
cuantificar las posibles pérdidas y zonificar los riesgos de los centros poblados expuestos al área de
influencia del volcán Ubinas.
La metodología para elaborar los mapas de peligros volcánicos, así como el mapa de peligros del
volcán Ubinas, han sido desarrollados y preparados por el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico
(INGEMMET), a través del Observatorio Vulcanológico del INGEMMET (OVI), institución que ha
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

publicado los mapas oficiales de peligros de los volcanes Misti, Ubinas, Sabancaya-Ampato. En este
trabajo también participaron el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el Instituto Nacional de Defensa
Civil (INDECI), el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), el Laboratoire Magmas et
Volcans, de la Université Blaise Pascal-CNRS-IRD (Francia) y la Universidad Nacional de San Agustín,
de Arequipa.

1. Aspectos generales

1.1. Objetivo

Contar con una metodología para la elaboración de mapas de riesgo volcánico en Sudamérica y,
a partir de ello, elaborar el mapa de riesgo del volcán Ubinas.

1.2 Finalidad

El presente trabajo tiene como finalidad presentar el informe técnico que contiene los mapas de
riesgo para el fenómeno de erupciones volcánicas y “El Niño”, como parte de los compromisos
asumidos en el Plan de Acción 2014 del CDS–UNASUR: “Elaboración del Atlas de Mapas de
Riesgo de Desastres Naturales en Suramérica”.
Asimismo, mostrar los procedimientos técnicos y metodológicos que cada país utiliza para la 179
elaboración de sus mapas de riesgos, según la fenomenología seleccionada.

1.3. Justificación

El fenómeno vulcanológico en el Perú, en la actualidad, está marcado por la actividad de los


volcanes Ubinas y Sabancaya, siendo el primero el de mayor actividad. La crisis eruptiva del
volcán Ubinas se inició en el año 2006 y duró hasta diciembre de 2009. En su momento se
reportaron emisiones de lava, proyectiles balísticos y caída de cenizas en zonas cercanas al
volcán. Las cenizas afectaron principalmente áreas situadas a menos de 12 km del volcán, donde
se encuentra casi la totalidad de pueblos del valle de Ubinas.
En el mes de setiembre de 2013 el volcán Ubinas inició un nuevo proceso eruptivo que generó
entre otros fenómenos asociados, la emisión de cenizas que afectan negativamente a los pastos
naturales (los cuales son fuente de alimento para camélidos, ovinos y vacunos), áreas de cultivo
(papas, maíz, trigo, cebada, alfalfa, entre otros productos de pan llevar) y contaminan las fuentes
de agua para uso de pobladores, ganadería y cultivos. También se ha producido emplazamiento
de flujos de lodo (lahares), originados por la mezcla de ceniza y el agua provenientes de las
precipitaciones. Estos flujos de lodo están afectando las principales vías de acceso al valle de
Ubinas.
Las cenizas volcánicas generan problemas de salud en los seres humanos de los poblados del
área de influencia del volcán Ubinas, registrándose incremento de males respiratorios, dermatitis
y afecciones estomacales.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

2. Metodología para elaborar el mapa de riesgo volcánico

2.1. Elaboración de mapas de peligros volcánicos

¿Qué es un mapa de riesgo volcánico?


Un mapa de riesgo volcánico es información cartográfica que se muestra el grado de
peligrosidad volcánica de las áreas adyacentes a un determinado volcán. En estos mapas se
representa cartográficamente la extensión probable de todos los productos que un volcán es
capaz de generar durante una erupción y que pueden provocar daños en su entorno.
Un mapa de peligros debe mostrar diversas áreas que podrían ser afectadas por una erupción,
suponiendo que el comportamiento eruptivo sea similar al que ha presentado a lo largo de su
historia eruptiva, principalmente durante los últimos miles a cientos de años. Además, este mapa
debe mostrar qué áreas están fuera de peligro, que pueden servir como refugios en caso de una
erupción.

2.2. Etapas para la elaboración de mapas de peligros volcánicos

La construcción de mapas de peligros volcánicos involucra cuatro etapas principales:


recopilación e interpretación de la información; estudio geológico; identificación y
180 caracterización de peligros; definición de los niveles de peligrosidad, zonificación y edición. De
forma complementaria se realiza la difusión y socialización del mapa de peligros. La Figura 1
presenta las etapas para la elaboración de los mapas de peligro volcánico.

ETAPA 1: RECOPILACIÓN E INTERPRETACIÓN DE INFORMACIÓN


Es normalmente una etapa previa, sin embargo puede ser actualizado durante todas las fases de
construcción de un mapa de peligros volcánicos. Se realizan las siguientes acciones:

§ Recopilación e interpretación de información histórica, de mitos y leyendas, en conjunto


entre especialistas de las ciencias sociales, vulcanólogos y/o geólogos.
§ Recopilación e interpretación de la información geológica, vulcanológica, geoquímica y de
evaluación de peligros.
§ Adquirir información cartográfica actualizada, preferentemente a escalas 1/25 000;
1/50 000 y 1/100 000, en formato digital.
§ Adquisición de fotografías aéreas e imágenes satelitales.
§ Actualización y/o corrección de la base cartográfica, especialmente de la toponimia, curvas
de nivel, redes viales existentes, red hidrográfica e infraestructura relevante.
§ Elaboración de un modelo de elevación digital con buena resolución.
§ Recabar información sobre el casquete glaciar, si se tuviera en el área de estudio (área,
espesor, volumen, etc.).
§ Implementación de una plataforma operativa de GIS, sobre el cual se trabajarán todos los
mapas.
§ Elaboración de una síntesis geocientífica basada en toda la información recopilada y
procesada.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

ETAPA 2: ESTUDIO GEOLÓGICO

Este estudio tiene por finalidad conocer la evolución del volcán, conocer los tipos de actividad
eruptiva pasada, los alcances de los productos durante erupciones pasadas, la frecuencia de los
eventos eruptivos, entre otros. Todos estos son insumos importantes para elaborar el mapa de
peligros volcánicos.

a. Elaboración de mapa geológico preliminar basado en interpretación fotogeológica

Antes de salir al campo a realizar los trabajos geológicos se realiza el análisis e


interpretación foto-geológica, haciendo uso de fotografías aéreas e imágenes satelitales
sobre una base cartográfica a escala 1/25 000. De este trabajo se elabora un mapa
geológico preliminar basado en interpretación foto-geológica y que servirá para el
cartografiado geológico en campo.

Recopilación e interpretación de información


• Información histórica vulcanológica y geológica
• Adquisición de mapas, imágenes satelitales y fotografías aéreas
• Elaboración de base cartográfica y modelo de elevación digital

Estudio geológico

ELABORACIÓN TRABAJO DE TRABAJO DE ELABORACIÓN


MAPA GEOLÓGICO CAMPO LABORATORIO DE MAPAS
PRELIMINAR TEMÁTICOS BASE
• Interpretación
fotogeológica
• Cartografías o
geológico
• Análisis químicos e
isotópicos
• Mapa Geológico a
escala 1: 25 000
181
• Interpretación de • Muestreo de productos • Estudio petrográfico • Mapa Estructural
imágenes de volcánicos • Dataciones radiométricas • Mapa de Isópacas
Satélite • Levantamiento de • Análisis sedimentológicos • Mapa de Isopletas
columnas estratigráfi-
cas
• Registro fotográfico de
depósitos y estructuras

Identificación y caracterización de peligros

IDENTIFICACIÓN Y DEFINICIÓN DE ESCENARIOS MODELAMIENTO DE PROCESOS


EVALUACIÓN DE PELIGROS GENERADORES DE PELIGRO VOLCÁNICOS

• Peligros por caídas • Escenario de erupción baja (IEV 1 a 2) • Modelamiento de


piroclásticas • Escenario de erupción moderada a emplazamiento de flujos de
• Peligros por flujos de grande (IEV 3 a 4) escombros o lahares
escombros (lodo) • Escenario de erupción muy grande • Modelamiento de
• Peligros por flujos de (IEV 5 a 6) emplazamiento de caídas
lava • Escenario de erupción efusiva piroclásticas
• Peligros flujos piroclásti- • Escenario de erupción con emplaza- • Modelamiento de conos de
cos miento y colapso de domos energía en zona proximal
• Peligros por avalancha de • Escenario de colapso de flanco y
escombros. emplazamiento de avalanchas de
escombros

Definición de niveles de peligrosidad - mapas peligrosos

MAPA PROXIMAL DE MAPA DE PELIGROS POR MAPA DE PELIGROS POR


PELIGROS MÚLTIPES CAÍDAS PIROCLÁSTICAS FLUJOS DE LODO O LAHARES

Se elabora en función de
los mapas de peligros por
flujos de lava, avalancha
de escombros y flujos
piroclásticos

Fuente: Observatorio Vulcanológico del INGEMMET (OVI).

Figura 1. Etapas para la elaboración de mapas de peligros volcánicos.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

b. Trabajos de campo
Los trabajos de campo incluyen el reconocimiento, estudio y cartografiado de los depósitos
generados durante la actividad volcánica pasada. También la descripción detallada de los
depósitos emitidos por el volcán en estudio, previa georreferenciación del lugar. Sigue una
descripción de acciones específicas:

Cartografiado geológico-vulcanológico a detalle


Consiste en representar y graficar en un mapa topográfico a escala 1:25 000 (base
cartográfica), los contactos entre las unidades litológicas, principalmente volcánicas,
vulcanoclásticas u otras existentes en el volcán estudiado. Se incluyen además los
depósitos superficiales de otro origen (glaciar, glaciofluvial, coluvial, etc.). El levantamiento
geológico debe ser realizado con el mayor detalle posible (vulcanológico, estructural,
geoquímico, geomorfológico, etc.).
Se realizan los siguientes trabajos:
§ Se realiza de preferencia a escala de detalle, sobre una base topográfica (curvas
de nivel, redes viales existentes, toponimia, red hidrográfica) y un DEM (Modelo de
Elevación Digital).
§ Representación de las estructuras geológicas observadas o inferidas en el área, donde
se incluyan fallas, lineamientos, plegamientos, cicatriz de colapso, cráter, caldera,
domos, etc.
§ Levantamiento de columnas estratigráficas y tefroestratigráficas, previa georreferenciación
182 del lugar con coordenadas UTM y cota. Este trabajo consiste en la descripción detallada
de las características de los depósitos (espesores, tamaño de grano, litología, mineralogía,
gradaciones, color, etc.).

Muestreo de productos volcánicos


Se toman muestras para análisis geoquímico, estudio petrográfico, mineralógico y dataciones
radiométricas Ar-Ar y K-Ar. También se recolectan muestras de turba o carbón para datación
14C.

Descripción de los aspectos geomorfológicos e hidrológicos


Se describen el relieve, la pendiente del terreno, el tipo de terreno, litología, etc., así como
aspectos hidrológicos (forma de drenaje superficial) de la zona de estudio.

Registro fotográfico de los principales depósitos y estructuras volcánicas


Se deberán obtener fotos de la morfología del terreno volcánico, depósitos, estructuras y
rocas que conforman el substrato del volcán.

c. Trabajos de laboratorio
Se efectúan los siguientes trabajos de laboratorio:

Análisis químicos e isotópicos


Se realiza con la finalidad de conocer la composición química y características petrológicas
de los productos volcánicos. Este trabajo se hace debido a que el grado de explosividad de
las erupciones volcánicas, así como el tipo de erupciones, están íntimamente ligados a la
composición química del magma que generan las erupciones. Estos análisis se realizan en
laboratorios especializados del Perú, Europa y EE.UU.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Estudio petrográfico
Para conocer la mineralogía y características texturales de los productos volcánicos.

Dataciones radiométricas
Se realiza con los métodos 14C, K-Ar y Ar-Ar. Se realiza para conocer la edad de las
erupciones pasadas, a fin de saber la frecuencia o recurrencia de las erupciones, así como la
evolución e historia eruptiva. Las dataciones se efectúan en laboratorios de Europa y EE.UU.

Análisis sedimentológicos
Se efectúa con la finalidad de conocer las características granulométricas de los depósitos e
identificar los estilos eruptivos.

d. Elaboración de mapas temáticos base


En esta etapa se elabora el mapa geológico, mapa geomorfológico, mapa estructural regional
y mapas de isópacas e isopletas. Estos mapas son herramientas importantes para realizar
una óptima evaluación de peligros. Sigue una descripción.

Mapa geológico
El mapa geológico es una representación de unidades litológicas, principalmente volcánicas,
vulcanoclásticas u otras existentes en un volcán y áreas adyacentes graficadas sobre un
plano topográfico. Este mapa contiene, además, unidades del sustrato, así como depósitos
superficiales de origen variado (glaciar, glaciofluvial, coluvial, etc.). En este mapa se 183
representan también las estructuras geológicas y vulcanológicas observadas o inferidas,
donde se incluyen fallas, lineamientos, cicatriz de colapso, cráter, caldera, domos, etc. Se
asignan unidades o formaciones por medio de distintos colores; se elabora una leyenda
teniendo en cuenta la ubicación geocronológica de las unidades y también se incluye un
mapa de ubicación respecto a su ámbito regional.
Este mapa se realiza en campo (cuyos pasos se explicaron antes) y se mejora y edita
en gabinete. El mapa se realiza de preferencia a escala de detalle 1:25 000, sobre la
base cartográfica previamente elaborada y que debe tener curvas de nivel, redes viales
existentes, toponimia, red hidrográfica y un DEM (Modelo de Elevación Digital). Es la base de
los mapas de peligros volcánicos, y como tal debe contener la mayor cantidad de depósitos
ligados a erupciones de un volcán y edades radiométricas.

Mapa estructural regional


En el mapa estructural regional se muestran estructuras como fallas, lineamientos, calderas,
cráteres, domos, entre otros; existentes en el volcán pero también a nivel regional.
Normalmente, este mapa se realiza sobre una base topográfica a escala 1:250 000.

Mapa geomorfológico
El mapa geomorfológico representa la distribución de geoformas presentes en el edificio
volcánico y alrededores. Estos mapas representan mediante colores y símbolos las
características del relieve, los procesos que las generaron, sus condiciones y la evolución en
el tiempo.
El mapa geomorfológico se realiza con ayuda de los mapas geológicos, la fotointerpretación
y se presentan normalmente a escala 1:250 000.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa de isópacas
Un mapa de isópacas está conformado por líneas que muestran los espesores (isoespesores)
de depósitos de caída piroclástica. Para ello se toman espesores de los depósitos en
muchos afloramientos alrededor del volcán. Es preciso escoger un depósito de caída que
esté bien preservado, ya que se requieren muchos puntos de control. La escala del mapa es
variable, dependerá del área cubierta por el depósito en estudio.
A partir de los mapas de isópacas se puede estimar el volumen aproximado del depósito, la
altura de la columna eruptiva y el Índice de Explosividad Volcánica (IEV) de la erupción que
emplazó dicho depósito.

Mapa de isopletas
Un mapa de isópletas está conformado por líneas que muestran las dimensiones de las
tefras (ceniza, lapilli, bloques, bombas). Cada línea representa una isodimención. Para ello
se mide el diámetro máximo de las tefras, normalmente entre 5 y 10 mediciones por punto.
Luego se saca el promedio. Para este trabajo también es preciso escoger un depósito de
caída que esté bien preservado, ya que se requieren muchos puntos de control.
A partir de los mapas de isopletas se puede estimar el volumen aproximado del depósito, la
altura de la columna eruptiva y el IEV de la erupción que emplazó dicho depósito. La escala
del mapa es variable, dependerá del área cubierta por el depósito en estudio.

ETAPA 3: IDENTIFICACIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE PELIGROS


184
En esta etapa se realizan los siguientes trabajos: identificación y evaluación de peligros;
definición de escenarios y modelamiento de procesos volcánicos.

a. Identificación y evaluación de peligros


Para realizar la identificación y evaluación de peligros, se aplican los siguientes
lineamientos generales:
§ El análisis del peligro se realiza por cada proceso, en forma independiente.
§ Los criterios para evaluar el peligro son recurrencia y severidad, y se usa
preferentemente el término posibilidad y no probabilidad, a menos que se disponga de
suficientes datos para un análisis estadístico.
§ El rango de tiempo utilizado para evaluar los peligros es variable en cada volcán. En
algunos puede ser los últimos 50 mil años (Pleistoceno tardío-Holoceno); otros, durante
el Holoceno. Se elige en función del grado de actividad actual del volcán.
§ También, se analiza toda la información histórica, geológica, cronológica, geoquímica y
petrológica disponibles.
Los principales peligros identificados en los volcanes del sur peruano son los generados
por caídas de ceniza, lahares, flujos piroclásticos, avalanchas de escombros, flujos de lava y
gases volcánicos. Sigue una descripción de estos peligros en el siguiente cuadro.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 1
Tipos de peligro

Tipo de peligro Descripción

Las caídas de piroclastos se generan durante erupciones explosivas, cuando los


fragmentos de roca son expulsados hacia la atmósfera de forma violenta,
formando una columna eruptiva que puede alcanzar varias decenas de kilóme-
tros de altura y que posteriormente caen sobre la superficie terrestre. Los
fragmentos más grandes y densos caen cerca del volcán y se denominan
bombas o bloques (>64 mm), mientras que las partículas de menor tamaño,
denominadas lapilli (2-64 mm) y ceniza (<2 mm) son llevadas por el viento a
grandes distancias, luego caen y forman una capa de varios milímetros o
centímetros de espesor (Walker, 1971). Las partículas pueden afectar extensas
Peligros por áreas, de varias centenas de km² (Cas y Wright, 1987).
caída de piroclastos Los proyectiles balísticos siguen trayectorias que no son afectadas por la
y proyectiles balísticos dinámica de la columna eruptiva o la dirección del viento. Son expelidos a
decenas o centenares de metros por segundo y típicamente se hallan restringi-
dos a un radio de 5 km del centro de emisión (Tilling & Beate, 1993); sin embar-
go, en erupciones plinianas pueden alcanzar mucha más distancia. El peligro de
impacto es grande cerca al cráter, y decrece conforme se incrementa la distancia
(Walker, 1971).

Estas partículas pueden causar problemas de salud en las personas, contaminar


fuentes de agua, colapsar los techos por el peso acumulado, afectar cultivos,
interrumpir el tráfico aéreo, entre otros (Tilling & Beate, 1993).
185
Los flujos piroclásticos son masas calientes (300 °C a 800 °C) conformados por
una mezcla de ceniza, fragmentos de roca y gases. Estos flujos descienden por
los flancos del volcán a ras de la superficie y a grandes velocidades comprendi-
Peligros por
das entre 100 y 300 m/s (Hoblitt et al., 1995). Poseen normalmente una parte
flujos y oleadas inferior densa, que se encauza y desplaza por el fondo de las quebradas o valles
piroclásticas y otra superior menos densa, denominada oleada piroclástica, compuesta por
una nube turbulenta de gases y ceniza que con facilidad salen del valle, sobre-
pasan relieves importantes y afectan una mayor área. Estos flujos y oleadas
destruyen y calcinan todo lo que encuentran a su paso (Tilling & Beate, 1993).

Los flujos de escombros o lahares, denominados también en este estudio como


flujos de barro, son mezclas de partículas volcánicas de tamaños diversos
movilizados por el agua y que fluyen rápidamente (20-60 km/h) por valles y
quebradas originados en los volcanes. Se generan en periodos de erupción o de
tranquilidad volcánica (Tilling & Beate, 1993). El agua puede provenir de fuertes
Peligros por flujos lluvias, fusión de hielo o nieve, ríos o lagunas cratéricas.

de escombros Los lahares viajan a lo largo de quebradas o ríos y eventualmente pueden salir
(lahares) de estos cauces en los abanicos de inundación, como ocurrió con los lahares
que destruyeron la ciudad de Armero, en Colombia, luego de la erupción del
volcán Nevado del Ruiz en 1985 (Naranjo et al., 1986; Thouret, 1990). El área
afectada depende del volumen de agua y de materiales sueltos disponibles, así
como de la pendiente y topografía. Normalmente destruyen todo a su paso,
pueden alcanzar grandes distancias (>200 km) e incluso generar inundaciones
cerca del cauce de ríos (Tilling & Beate, 1993).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tipo de peligro Descripción

Los flujos de lava son corrientes de roca fundida expulsadas por el cráter o
fracturas en los flancos del volcán. Pueden fluir por el fondo de los valles y
alcanzar varios kilómetros de distancia, pero raramente llegan a más de 8 km
del centro de emisión (Francis, 1993). En los volcanes de la Zona Volcánica
Central de los Andes (ZVC), las lavas son viscosas y normalmente se enfrían
Peligros por flujos en la zona del cráter formando domos o recorren algunos kilómetros de
de lava distancia. Por ejemplo, en el volcán Sabancaya, la mayoría de flujos de lava
alcanzaron entre 3 y 6 km de distancia (Mariño et al., 2012), en el volcán
Ubinas recorrieron entre 3 y 5 km de distancia.

Los flujos de lava calcinan y destruyen todo a su paso, sin embargo no repre-
sentan un alto peligro para las personas debido a su baja velocidad (Tilling &
Beate, 1993).

Las avalanchas de escombros son deslizamientos súbitos de una parte


importante de los edificios volcánicos. Se originan debido a factores de
inestabilidad, tales como la elevada pendiente del volcán, presencia de
fallas, movimientos sísmicos fuertes o la intrusión de material volcánico en
el edificio volcánico. Las avalanchas de escombros ocurren con poca
frecuencia, pueden alcanzar decenas de kilómetros de distancia y se despla-
Peligros por zan a gran velocidad; así, por ejemplo, en el caso del monte St. Helens, se
estimaron velocidades del orden de 240 km/h (Glicken, 1996). Los mecanis-
avalanchas de mos del colapso, transporte y emplazamiento han sido mejor entendidos a
186 escombros partir de la erupción del volcán St. Helens (18 de mayo de 1980), donde se
produjo el colapso sucesivo del flanco norte del monte St. Helens. La avalan-
cha de escombros tuvo un volumen estimado de 2,5 km3 y recorrió alrededor
de 23 km de la fuente (Brantley & Glicken, 1986; Glicken, 1996).

Las avalanchas de escombros entierran y destruyen todo lo que encuentran


a su paso. Adicionalmente, pueden generar lahares y crecientes a partir del
desagüe de agua represada por la avalancha (Tilling & Beate, 1993).

Durante las erupciones volcánicas se produce una importante liberación de


gases, principalmente vapor de agua; pero también dióxido de carbono,
dióxido de azufre, ácido clorhídrico, monóxido de carbono, ácido fluorhídri-
co, azufre, nitrógeno, cloro y flúor (Hoblitt et al., 1995).

Los gases volcánicos se diluyen y dispersan rápidamente; sin embargo,


Peligros por gases pueden alcanzar concentraciones altas en las zonas bajas o depresiones
muy cercanas al volcán, lo que puede generar intoxicación y muerte de
volcánicos
personas y animales. Los gases también pueden formar compuestos quími-
cos que se adieren a las partículas de ceniza, así como reaccionar con las
gotas de agua y provocar lluvias ácidas que generan corrosión, daños en los
cultivos, así como contaminación de aguas y suelos. Frecuentemente, los
efectos nocivos están restringidos a un radio menor a 10 km (Tilling & Beate,
1993).
Factor condicionante Ponderado
Pendiente terreno 0,379
Geomorfología terreno 0,249 Tomas Satty (1980):
Grado de alteración de las rocas 0,160
Grado de fracturamiento 0,102

Fallas 0,065
Litología 0,043
CAPÍTULO II.

Ponderación: 0,379 Ponderación: 0,249 Ponderación: 0,160


Factor Geomorfología Factor Grado de
Factor Pendiente
Ponderación Valor para condicionante del terreno Ponderación Valor para condicionante alteración de Ponderación Valor para
condicionante de terreno
multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento las rocas multicriterio geoprocesamiento
PT1 Montañas PT1 0,416 1 PT1 Completamente PT1 0,416 1
PT1 Mayores a 60° PT1 0,416 1
alterada
PT2 Colinas PT2 0,262 2
PT2 50° a 60° PT2 0,262 2
PT2 Muy alterada PT2 0,262 2
PT3 Altiplanicie PT3 0,161 3
PT3 40° a 50° PT3 0,161 3
Factores condicionantes de los peligros volcánicos

PT3 Alterada PT3 0,161 3


PT4 Valle abierto PT4 0,099 4

Descriptores
Descriptores

Descriptores
PT4 30° a 40° PT4 0,099 4
PT4 Poco alterada PT4 0,099 4
PT5 Valle angosto PT5 0,062 5
PT5 menores a 30° PT5 0,062 5
PT5 Roca fresca PT5 0,062 5

Ponderación: 0,102 Ponderación: 0,065 Ponderación: 0,043


Factor Grado de Factor Factor
condicionante facturamiento Ponderación Valor para condicionante Fallas Ponderación Valor para condicionante Litología Ponderación Valor para
multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento
PT1 Muy alto PT1 0,416 1 PT1 Muy alto PT1 0,416 1 PT1 Soldada PT1 0,558 1
PT2 Alto PT2 0,262 2 PT2 Alto PT2 0,262 2 PT2 Poco soldada PT2 0,263 2
PT3 Mediano PT3 0,161 3 PT3 Mediano PT3 0,161 3 PT3 Endurecida PT3 0,122 3
Descriptores

PT4 Poco PT4 0,099 4

Descriptores
PT4 Poco PT4 0,099 4 PT4 Suelta PT4 0,057 4

Descriptores
PT5 Ausencia PT5 0,062 5 PT5 Ausencia PT5 0,062 5

Figura 2. Factores condicionantes de avalancha de escombros.


CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

volcánicos. Los valores ponderados presentados se obtienen utilizando el Análisis Jerárquico de


En los siguientes cuadros se muestran los factores condicionantes de cada uno de los peligros

187
188
Factor condicionante Ponderado

Volumen de tefras 0,379


Altura columna eruptiva 0,249

Velocidad de viento 0,160


Dirección de viento 0,102

Altura de viento 0,065


Geomorfología del terreno 0,043
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Ponderación: 0,379 Altura Ponderación: 0,249 Ponderación: 0,160


Factor Volumen de Factor Factor Velocidad de
columna Ponderación Valor para
Ponderación Valor para condicionante condicionante viento Ponderación Valor para
condicionante tefras eruptiva
multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayores a PT1 0,416 1 PT1 Mayores a PT1 0,416 1
PT1 Mayor a 1km3 PT1 0,416 1
20km 30 m/s
PT2 0,01 a 1km3 PT2 0,262 2
PT2 8 a 20 km PT2 0,262 2 PT2 20 a 30 m/s PT2 0,262 2
PT3 0,001 a PT3 0,161 3 PT3 4 a 8 km PT3 0,161 3
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES

0,01km3 Descriptores PT3 10 a 20 m/s PT3 0,161 3


PT4 1 a 4 km PT4 0,099 4

Descriptores
PT4 0,00001 a PT4 0,099 4 PT4 3 a 10 m/s PT4 0,099 4

Descriptores
0,001 km3 PT5 Menores a PT5 0,062 5 PT5 Menores a PT5 0,062 5
PT5 Menores a PT5 0,062 5 1 km 3 m/s
0,00001 km3

Ponderación: 0,043 Ponderación: 0,065 Ponderación: 0,102


Factor Dirección de Factor Altura de Factor Geomorfología
condicionante viento Ponderación Valor para condicionante viento Ponderación Valor para condicionante del terreno Ponderación Valor para
multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento
PT1 Hacia el este PT1 0,558 1 PT1 Mayores a PT1 0,416 1 PT1 Montañas PT1 0,416 1
a 12 km
PT2 Hacia el sur- PT2 0,263 2 PT2 Colinas PT2 0,262 2
este PT2 9 a 12 km PT2 0,262 2
PT3 Altiplanicie PT3 0,161 3
PT3 Hacia el nor- PT3 0,122 3 PT3 7 a 9 km PT3 0,161 3
este PT4 Valle abierto PT4 0,099 4

Descriptores
Descriptores

PT4 5 a 7 km PT4 0,099 4

Descriptores
PT4 Hacia el nor- PT4 0,057 4 PT5 Valle angosto PT5 0,062 5
oeste PT5 Menores a PT5 0,062 5
5 km

Figura 3. Factores condicionantes de caída de tefras.


Factor condicionante Ponderado

Volumen de material 0,379


Presencia de agua 0,249

Precipitaciones 0,160
Geomorfología del terreno 0,102

Pendiente del terreno 0,065


Volumen de glaciar o nieve 0,043

Ponderación: 0,379 Ponderación: 0,249 Ponderación: 0,160


Factor Presencia de Factor
CAPÍTULO II.

Factor Volumen de
Ponderación Valor para condicionante agua Ponderación Valor para condicionante Precipitaciones Ponderación Valor para
condicionante material
multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayor a PT1 0,416 1 PT1 Mayores a PT1 0,416 1
PT1 Mayor a PT1 0,416 1
1 000 000 m3 100 000 m3 30 m/s
100 000 a PT2 10 000 a PT2 0,262 2 PT2 20 a 30 m/s PT2 0,262 2
PT2 PT2 0,262 2
1 000 000 m3 100 000 m3
PT3 10 a 20 m/s PT3 0,161 3
Descriptores
PT3 10 000 a PT3 0,161 3 PT3 1 000 a PT3 0,161 3
100 000 m3 10 000 m3 PT4 3 a 10 m/s PT4 0,099 4

Descriptores
PT5 Menores a PT5 0,062 5

Descriptores
PT4 1 000 a PT4 0,099 4 PT4 100 a PT4 0,099 4
10 000 m3 1 000 m3 3 m/s

PT5 Menores a PT5 0,062 5 PT5 Menor a PT5 0,062 5


1 000 m3 100 m3

Ponderación: 0,102
Factor Volumen de
Ponderación: 0,065 Ponderación: 0,065 Ponderación Valor para
Factor Geomorfología Factor Pendiente del condicionante glaciar o nieve
Ponderación Valor para Ponderación Valor para multicriterio geoprocesamiento
condicionante del terreno condicionante terreno
multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento PT1 Mayor a PT1 0,416 1
10 000 m3
PT1 Montañas PT1 0,416 1 PT1 Mayores a 60° PT1 0,416 1
PT2 1 000 a PT2 0,262 2
PT2 Colinas PT2 0,262 2 PT2 50° a 60° PT2 0,262 2
10 000 m3
PT3 Altiplanicie PT3 0,161 3 PT3 40° a 50° PT3 0,161 3
PT3 500 a PT3 0,161 3
PT4 Valle abierto PT4 0,099 4 PT4 30° a 40° PT4 0,099 4 1 000 m3

Descriptores
Descriptores
Descriptores

PT5 Valle angosto PT5 0,062 5 PT5 Menores a 30° PT5 0,062 5 PT4 100 a PT4 0,099 4
500 m3
PT5 Menos de PT5 0,062 5
100 m3
CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Figura 4. Factores condicionantes de flujos de lodos o lahares.


189
190
Factor condicionante Ponderado

Volumen de lava 0,416


Tasa descarga 0,262

Composición química de lava 0,161


Pendiente del terreno 0,099

Geomorfología terreno 0,062


CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Ponderación: 0,416 Ponderación: 0,262 Ponderación: 0,161


Factor Factor Composición
Factor Volumen de Tasa descarga
Ponderación Valor para condicionante Ponderación Valor para condicionante química de lava Ponderación Valor para
condicionante lava
multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento (%peso [sílice]) multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayores a PT1 0,416 1 PT1 Mayores a 62 PT1 0,416 1
PT1 Mayor a PT1 0,416 1
0,1 km3 100 000 m3
PT2 61 - 62 PT2 0,262 2
0,001 a PT2 10 000 a PT2 0,262 2
PT2 PT2 0,262 2
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES

0,1 km3 100 000 m3 PT3 59 - 60 PT3 0,161 3


PT4 58 - 59 PT4 0,099 4
Descriptores

PT3 0,0001 a PT3 0,161 3 PT3 5 000 a PT3 0,161 3


0,001 km3 10 000 m3 PT5 56 - 57 PT5 0,062 5

Descriptores

Descriptores
PT4 0,00001 a PT4 0,099 4 PT4 1 000 a PT4 0,099 4
0,0001 km3 5 000 m3
PT5 Menores a PT5 0,062 5 PT5 Menores a PT5 0,062 5
0,00001 km3 1 000 m3

Ponderación: 0,099 Ponderación: 0,062


Factor Pendiente Factor Geomorfología
condicionante del terreno Ponderación Valor para condicionante terreno Ponderación Valor para
multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayores a 50° PT1 0,416 1 PT1 Montañas PT1 0,416 1
PT2 35° a 50° PT2 0,262 2 PT2 Colinas PT2 0,262 2
PT3 20° a 35° PT3 0,161 3 PT3 Altiplanicie PT3 0,161 3
PT4 5° a 20° PT4 0,099 4 PT4 Valle abierto PT4 0,099 4

Descriptores
Descriptores

PT5 Menores a 5° PT5 0,062 5 PT5 Valle angosto PT5 0,062 5

Figura 5. Factores condicionantes de flujos de lava.


Factor condicionante Ponderado

Volumen de material emitido 0,416


Altura columna eruptiva 0,262

Geomorfología terreno 0,161


Pendiente del terreno 0,099

Distancia a ríos o quebradas 0,062

Ponderación: 0,416 Ponderación: 0,262 Ponderación: 0,161


Volumen de Factor Altura columna
CAPÍTULO II.

Factor Factor Geomorfología


material Ponderación Valor para condicionante eruptiva Ponderación Valor para condicionante terreno Ponderación Valor para
condicionante
emitido multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayores a PT1 0,416 1 PT1 Montañas PT1 0,416 1
PT1 Mayor a PT1 0,416 1
0,1 km3 100 000 m
PT2 Colinas PT2 0,262 2
0,001 a PT2 10 000 a PT2 0,262 2
PT2 PT2 0,262 2 PT3 Altiplanicie PT3 0,161 3
0,1 km3 100 000 m

PT3 0,0001 a PT3 0,161 3 PT3 5 000 a PT3 0,161 3 Descriptores PT4 Valle abierto PT4 0,099 4
0,001 km3 10 000 m PT5 Valle angosto PT5 0,062 5

Descriptores

Descriptores
PT4 0,00001 a PT4 0,099 4 PT4 1 000 a PT4 0,099 4
0,0001 km3 5 000 m
PT5 Menores a PT5 0,062 5 PT5 Menores a PT5 0,062 5
0,00001 km3 1 000 m

Ponderación: 0,099 Ponderación: 0,062


Factor Pendiente Factor Distancia a ríos
condicionante del terreno Ponderación Valor para condicionante o quebradas Ponderación Valor para
multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayores a 60° PT1 0,416 1 PT1 Mayores a PT1 0,416 1
4 000
PT2 50° a 60° PT2 0,262 2
PT2 1 000 a 4 000 PT2 0,262 2
PT3 40° a 50° PT3 0,161 3
PT3 500 a 1 000 PT3 0,161 3
PT4 30° a 40° PT4 0,099 4

Descriptores
PT4 100 a 500 PT4 0,099 4
Descriptores

PT5 Menores a 30° PT5 0,062 5


PT5 Menores a 100 PT5 0,062 5

Figura 6. Factores condicionantes de flujos piroclásticos.


CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

191
192

Factor desencadenante Ponderado

Intrusión de magma 0,558


Sismicidad 0,263

Precipitación pluvial 0,122


Energía de explosiones 0,057
volcánicos (peligros):
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Ponderación: 0,558 Ponderación: 0,263 Ponderación: 0,122


Factor Factor Sismicidad Factor Precipitación
Intrusión de desencade- pluvial
desencade- Ponderación Valor para (magnitud) Ponderación Valor para desencade- Ponderación Valor para
magma nante (mm anual)
nante multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento nante multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayores a 7 PT1 0,416 1 PT1 Mayores a 300 PT1 0,416 1
PT1 Mayor a PT1 0,416 1
1 km3 PT2 6a7 PT2 0,262 2 PT2 200 a 300 PT2 0,262 2
PT2 0,01 a PT2 0,262 2
1 km3 PT3 5a6 PT3 0,161 3 PT3 100 a 200 PT3 0,161 3
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES

PT4 4a5 PT4 0,099 4 PT4 50 a 100 PT4 0,099 4

Descriptores
Descriptores
PT3 0,001 a PT3 0,161 3
0,01 km3 PT5 Menor a 4 PT5 0,062 5 PT5 Menores a 50 PT5 0,062 5

Descriptores
Factores desencadenantes de los peligros volcánicos

PT4 0,0001 a PT4 0,099 4


0,001 km3

PT5 Menores a PT5 0,062 5


0,0001 km3

Factor Energía de Ponderación: 0,057


desencade- explosiones Ponderación Valor para
nante (MJ) multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayores a 200 PT1 0,416 1
PT2 100 a 200 PT2 0,262 2
PT3 50 a 100 PT3 0,161 3
PT4 10 a 50 PT4 0,099 4

Descriptores
PT5 Menores a 10 PT5 0,062 5

Figura 7. Factores desencadenantes de avalancha de escombros.


En los siguientes cuadros se muestran los factores desencadenantes de los fenómenos
Factor desencadenante Ponderado

Volumen de material emitido 0,669


Composición química del magma 0,243

Gases en magma 0,088


CAPÍTULO II.

Ponderación: 0,669 Composición Ponderación: 0,243 Ponderación: 0,88


Factor Volumen de Factor Factor Gases en
química del
desencade- material Ponderación Valor para desencade- Ponderación Valor para desencade- magna (%) Ponderación Valor para
magma
nante emitido multicriterio geoprocesamiento nante geoprocesamiento nante multicriterio geoprocesamiento
(%peso [sílice]) multicriterio
PT1 Mayor a PT1 0,416 1 PT1 Mayores a 65 PT1 0,416 1 PT1 Mayores a 50 PT1 0,416 1
1 km3
PT2 62 - 65 PT2 0,262 2 PT2 40 - 50 PT2 0,262 2
PT2 0,01 a PT2 0,262 2
1 km3 PT3 60 - 62 PT3 0,161 3 PT3 30 - 40 PT3 0,161 3
0,001 a PT4 58 - 60 PT4 0,099 4 PT4 20 - 30 PT4 0,099 4
Descriptores

PT3 PT3 0,161 3

Descriptores
0,01 km3
PT5 56 - 58 PT5 0,062 5 PT5 Menores a 20 PT5 0,062 5

Descriptores
PT4 0,00001 a PT4 0,099 4
0,001 km3

PT5 Menores a PT5 0,062 5


0,00001 km3

Figura 8. Factores desencadenantes de caída de tefras.


CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

193
194
Factor desencadenante Ponderado

Volumen de material disponible 0,416


Presencia de agua 0,262

Precipitación pluvial 0,161


Humedad del terreno 0,099

Volumen de glaciar o hielo 0,062

Factor Volumen de Ponderación: 0,416 Ponderación: 0,262 Ponderación: 0,161


Factor Presencia de Factor Precipitación
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

desencade- material Ponderación Valor para desencade- Ponderación Valor para desencade- pluvial
agua Ponderación Valor para
nante disponible multicriterio geoprocesamiento nante multicriterio geoprocesamiento nante (mm anual) multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayores a PT1 0,416 1 PT1 Mayores a PT1 0,416 1 PT1 Mayores a 300 PT1 0,416 1
1 000 000 m3 100 000 m3
PT2 200 - 300 PT2 0,262 2
PT2 100 000 a PT2 0,262 2 PT2 10 000 a PT2 0,262 2
1 000 000 m3 PT3 100 - 200 PT3 0,161 3
100 000 m3
PT3 10 000 a PT3 0,161 3 PT4 50 - 100 PT4 0,099 4
Descriptores
PT3 1 000 a PT3 0,161 3
100 000 m3
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES

10 000 m3 PT5 Menores a 50 PT5 0,062 5

Descriptores
PT4 1 000 a PT4 0,099 4

Descriptores
10 000 m3 PT4 100 a PT4 0,099 4
1 000 m3
PT5 Menores a PT5 0,062 5
1 000 m3 PT5 Menores a PT5 0,062 5
100 m3

Ponderación: 0,099 Ponderación: 0,062


Factor Humedad del Factor Volumen de
desencade- terreno Ponderación Valor para desencade- glaciar o hielo Ponderación Valor para
nante multicriterio geoprocesamiento nante multicriterio geoprocesamiento
PT1 Saturado PT1 0,416 1 PT1 Mayores a PT1 0,416 1
10 000 m3
PT2 Muy húmedo PT2 0,262 2
PT2 1 000 a PT2 0,262 2
PT3 Húmedo PT3 0,161 3 10 000 m3
PT4 Semi seco PT4 0,099 4

Descriptores
PT3 500 a PT3 0,161 3
Descriptores

PT5 Seco PT5 0,062 5 1 000 m3


PT4 100 a PT4 0,099 4
500 m3
PT5 Menores a PT5 0,062 5
100 m3

Figura 9. Factores desencadenantes de flujos de lodos o lahares.


Factor desencadenante Ponderado

Ascenso de magma 0,558


Tasa de descarga 0,263

Composición química del magma 0,122


Contenido de gases 0,057
CAPÍTULO II.

Ponderación: 0,558 Ponderación: 0,263 Composición Ponderación: 0,122


Factor Factor Tasa de Factor
Ascenso de química del
desencade- desencade- descarga Ponderación Valor para desencade- Ponderación Valor para
magma Ponderación Valor para magma
nante nante multicriterio geoprocesamiento nante geoprocesamiento
multicriterio geoprocesamiento (%peso [sílice]) multicriterio
PT1 Mayores a PT1 0,416 1 PT1 Mayores a 62 PT1 0,416 1
PT1 Muy alto PT1 0,416 1
100 000
Alto PT2 61 - 62 PT2 0,262 2
PT2 PT2 0,262 2 PT2 10 000 - PT2 0,262 2
100 000 PT3 59 - 60 PT3 0,161 3
PT3 Mediano PT3 0,161 3
PT4 58 - 59 PT4 0,099 4
Descriptores
PT3 5 000 - 10 000 PT3 0,161 3
PT4 Poco PT4 0,099 4

Descriptores
Descriptores
PT4 1 000 - 5 000 PT4 0,099 4 PT5 56 - 57 PT5 0,062 5
PT5 Ausencia PT5 0,062 5
PT5 Menores a PT5 0,062 5
1 000

Factor Ponderación: 0,057


desencade- Contenido de Ponderación Valor para
nante gases multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayores a 70 PT1 0,416 1
PT2 50 a 70 PT2 0,262 2
PT3 30 a 50 PT3 0,161 3
PT4 10 a 30 PT4 0,099 4

Descriptores
PT5 Menores a 10 PT5 0,062 5

Figura 10. Factores desencadenantes de flujos de lava.


CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

195
196
Factor desencadenante Ponderado

Tasa de descarga 0,558


Ascenso de magma 0,263

Contenido de gases 0,122


Composición química del magma 0,057
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Ponderación: 0,263 Ponderación: 0,558 Ponderación: 0,057


Factor Factor Ascenso de Factor Contenido de
Tasa de desencade-
desencade- Ponderación Valor para magma Ponderación Valor para desencade- gases Ponderación Valor para
descarga nante
nante multicriterio geoprocesamiento multicriterio geoprocesamiento nante multicriterio geoprocesamiento
PT1 Mayor a 1 km3 PT1 0,416 1 PT1 Mayores a 70 PT1 0,416 1
PT1 Mayores a PT1 0,416 1
100 000
PT2 50 a 70 PT2 0,262 2
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES

PT2 0,01 a 1 km3 PT2 0,262 2


PT2 10 000 - PT2 0,262 2
100 000 PT3 0,001 a PT3 0,161 3 PT3 30 a 50 PT3 0,161 3
0,01 km3 PT4 10 a 30 PT4 0,099 4
Descriptores

PT3 5 000 - PT3 0,161 3


10 000 PT4 0,0001 a PT4 0,099 4

Descriptores

Descriptores
PT5 Menores a 10 PT5 0,062 5
PT4 1 000 - 5 000 PT4 0,099 4 0,001 km3
PT5 Menores a PT5 0,062 5 PT5 Menor a PT5 0,062 5
1 000 0,0001 km3

Factor Composición Ponderación: 0,122


desencade- química del
Ponderación Valor para
nante magma
multicriterio geoprocesamiento
(%peso [sílice])
PT1 Mayores a 62 PT1 0,416 1
PT2 61 - 62 PT2 0,262 2
PT3 59 - 60 PT3 0,161 3
PT4 58 - 59 PT4 0,099 4

Descriptores
PT5 56 - 57 PT5 0,062 5

Figura 11. Factores desencadenantes de flujos piroclásticos.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

b. Definición de escenarios
Para la elaboración de los escenarios eruptivos generadores de peligros se consideran los
siguientes aspectos:
§ Los dinamismos eruptivos, es decir los tipos de erupciones que podrían darse en el
volcán.
§ La magnitud de las erupciones, establecida en función del trabajo de campo y de la
distribución de los productos volcánicos.
§ El comportamiento de otros volcanes peruanos, considerados como “análogos”.
§ La presencia de casquete glaciar en las partes altas de los volcanes.

Los principales escenarios identificados en los volcanes del sur del Perú son:

§ Escenario de erupción vulcaniana con VEI 1-2.


§ Escenario de erupción vulcaniana o sub-pliniana con VEI 3.
§ Escenario de erupciones plinianas con VEI 4-6.
§ Escenario de erupciones efusivas.
§ Escenario de erupciones con emplazamiento y colapso de domos.
§ Escenario con colapso de flanco y emplazamiento de avalanchas de escombros.
Más adelante se describen estos escenarios generadores de peligros.
197

c. Modelamiento de procesos volcánicos


Para darle un mayor grado de precisión a los límites de las zonas de peligro, es necesario
realizar el modelamiento numérico de los procesos con ayuda de programas informáticos
especializados. Hasta la fecha se ha modelado el emplazamiento de lahares, flujos
piroclásticos y avalanchas de escombros.

Modelamiento con LAHARZ


El LAHARZ es utilizado para modelar el emplazamiento de lahares (Iverson et al., 1998;
Schilling, 1998). Este programa correlaciona el volumen de un evento lahárico y el área
planimétrica y en sección transversal inundadas por un lahar. Para ello se vienen utilizando
volúmenes de agua de 1, 5, 10 y 20 millones de m3.

Modelamiento de cono de energía


Para la delimitación del alcance de los flujos piroclásticos se utiliza la metodología
denominada “cono de energía” (Malin y Sheridan, 1982) para definir las zonas de peligro
proximales alrededor de un volcán. Este trabajo también se puede realizar de forma
automatizada con el uso del LAHARZ.

ETAPA 4: DEFINICIÓN DE LOS NIVELES DE PELIGROSIDAD Y EDICIÓN DEL MAPA DE PELIGROS

La zonificación de peligros está basada en el tipo de actividad pasada del volcán, en las áreas
afectadas en erupciones pasadas, en las características morfológicas del área circundante
al volcán y la pendiente del terreno. Para una mejor visualización, los mapas de peligros
preferentemente deben presentarse en un solo formato. En él debe distinguirse un mapa
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

principal para peligros múltiples, los mapas de peligros por caídas piroclásticas y/o un mapa de
peligros por lahares distales.
Previamente se deben identificar los principales escenarios eruptivos, estableciendo tres niveles
de peligro principales: alto, moderado y bajo; estas categorías de peligrosidad son representadas
en los mapas de peligros volcánicos con los colores rojo, anaranjado y amarillo, respectivamente.
Para elaborar el mapa de peligros se deben tener en cuenta los siguientes lineamientos
generales:

§ Cada mapa debe ser autosuficiente, es decir debe ser entendido por los usuarios con base
en el contenido gráfico y de texto presente en dicho mapa.

Los mapas deben ser simples, adecuados para ser fácilmente comprendidos por
planificadores y tomadores de decisiones.

§ Se debe incluir el nombre de los autores del mapa y la institución de procedencia.

§ Es importante incluir un glosario básico, explicativo de los tipos de peligros volcánicos.

§ Todos los datos de la base cartográfica deben estar claramente especificados, tales como
georreferenciación, proyección, datum, fecha de levantamiento, escala, simbología y/o
leyenda, etc.

§ El mapa debe tener un título claro que guarde una relación precisa con su contenido.
198
§ En cuanto sea posible se debe combinar el DEM y la topografía. Esta última debe mostrar
líneas maestras y cotas principales que ayuden a una mejor visualización o ubicación, en la
medida que la escala lo permita.

§ Que tenga señalado el Norte.

§ La leyenda debe tener un lenguaje simple, entendible, buen tamaño de letras y una
extensión adecuada, de modo que exista un balance entre la extensión del texto y las
figuras.

§ Incluir infraestructuras importantes, ciudades, puntos importantes, toponimia, etc., con el


detalle que permita el mapa.

§ Todo símbolo del mapa debe estar en la leyenda.

§ Se deben adaptar los términos científicos a la terminología local, en cuanto sea posible.

§ Incorporar las referencias bibliográficas más importantes que permitieron o aportaron en la


elaboración del mapa.
Se elaboran tres tipos de mapas: mapa proximal de peligros múltiples, mapa de peligros por
caídas piroclásticas y mapa de peligros por lahares distales.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

a. Mapa proximal de peligros múltiples

El mapa proximal de peligros múltiples presenta las zonas de alto (color rojo), moderado
(color anaranjado) y bajo peligro (color amarillado) determinadas para el emplazamiento de
flujos piroclásticos, flujos de lava, proyectiles balísticos, lahares y avalanchas de escombros.
El alcance de estos fenómenos se estima con base en la aplicación del concepto de cono
de energía (Malin y Sheridan, 1983), el cual relaciona el alcance horizontal alcanzado por
un flujo (L) con la diferencia de alturas (H) entre el punto de generación de flujo y el punto
de depósito. La escala de este mapa es 1:50 000. En la tabla siguiente se detallan las
características de cada zona.

Tabla 2
Tabla N° 2
Descripción de los niveles de peligrosidad del mapa proximal de peligros múltiples.
Descripción de los niveles de peligrosidad del mapa proximal de peligros múltiples

Zonas Color Descripción

La zona de bajo peligro (amarillo) se proyecta a las áreas más


distales respecto al volcán. Esta zona comúnmente puede ser
afectada por flujos piroclásticos, oleadas piroclásticas, flujos de
barro, pero solo en caso de que la erupción sea de alta a muy
Zona de bajo Amarillo alta magnitud (IEV ≥ 4). En resumen, la zona de bajo peligro
peligro (amarillo) debe ser considerada como una zona donde la
probabilidad de ocurrencia de erupciones muy explosivas (por
ejemplo plinianas) es muy baja. 199

Es la zona colindante con la zona de alto peligro y se represen-


ta en color anaranjado. Esta zona involucra áreas que pueden
ser cubiertas por depósitos más voluminosos ligados a
Zona de moderado Naranja erupciones muy explosivas, con VEI 3, principalmente por
flujos de lodo (lahares), flujos piroclásticos, avalanchas de
peligro escombros y excepcionalmente proyectiles balísticos y/o
flujos de lava.

Es la más propensa a ser afectada por cualquiera de los


procesos o eventos ligados a una erupción, incluso durante
Zona de alto Rojo erupciones con VEI 1 a 2. La zona de alto peligro comprende un
peligro área establecida alrededor del cráter que a veces involucra
diversas quebradas y valles que drenan el volcán, las cuales
pueden ser afectadas por la ocurrencia de flujos de lodo
(lahares), flujos piroclásticos, avalanchas de escombros,
proyectiles balísticos y/o flujos de lava. Cualquier tipo de
erupción puede afectar dicha área, inclusive las de baja magni-
tud. La probabilidad de ocurrencia de erupciones de este.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

b. Mapa de peligros por caídas piroclásticas

Este mapa muestra el grado de peligrosidad frente a caídas de ceniza, lapilli y pómez. Es
elaborado teniendo en cuenta como mínimo dos escenarios: erupciones explosivas leves
a moderadas y erupciones muy explosivas (plinianas). La base topográfica con escalas
menores a 1:100 000.
Para delimitar las zonas con diferentes grados de peligrosidad se deben utilizar mapas
de isópacas. Para la construcción de este mapa también se consideran las direcciones y
velocidades predominantes de los vientos a diferentes alturas, según características del
volcán y escenarios eruptivos. Los vientos controlan la dispersión de las tefras.
Se incluyen tres zonas de peligros: zona de alto peligro (rojo), zona de moderado peligro
(naranja) y zona de bajo peligro (amarillo). La descripción de cada una de estas zonas
difiere de acuerdo con cada volcán.

c. Mapa de peligros por lahares

Muestra el grado de peligrosidad frente al emplazamiento de lahares (flujos de barro de


origen volcánico). Es elaborado con base en mapas topográficos con escalas mayores a
1:100 000. La delimitación de las áreas de peligrosidad se realiza con el apoyo del LAHARZ.

200 2.3. Elaboración de mapas de vulnerabilidad

En el marco de la Ley N° 29664 del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres y su
Reglamento (D.S. N° 048-2011-PCM) se define la vulnerabilidad como la susceptibilidad de la
población, la estructura física o las actividades socioeconómicas, de sufrir daños por acción de
un peligro o amenaza.
El crecimiento poblacional y los procesos de urbanización, las tendencias en la ocupación
del territorio, el proceso de empobrecimiento de importantes segmentos de la población, la
utilización de sistemas organizacionales inadecuados y la presión sobre los recursos naturales,
han hecho aumentar en forma continua la vulnerabilidad de la población frente a una amplia
diversidad de fenómenos de origen natural.
En la elaboración de los mapas de vulnerabilidad se contó con la participación de profesionales
del Gobierno Regional de Moquegua, INGEMMET, INDECI, Municipalidad de Ubinas.
Para la elaboración de los mapas de vulnerabilidad se tienen en consideración las siguientes
etapas:

a) Análisis de elementos expuestos en zonas susceptibles

b) Análisis de exposición (social, económica, ambiental)

c) Análisis de elementos expuestos susceptibles y desestimados

d) Análisis de fragilidad y resiliencia

e) Análisis de vulnerabilidad (social, económica, ambiental)

f) Elaboración del mapa de niveles de vulnerabilidad

El gráfico a continuación muestra el flujograma de la secuencia de dicho proceso:


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

NIVELES DE
VULNERABILIDAD

Elementos expuestos susceptibles FRAGILIDAD


VULNERABILIDAD
SOCIAL SOCIAL
ANÁLISIS DE ELEMENTOS
EXPUESTOS EN ZONAS

Elementos desestimados RESILENCIA


SUSCEPTIBLES

Elementos expuestos susceptibles FRAGILIDAD


VULNERABILIDAD
EXPOSICIÓN ECONÓMICA ECONÓMICA
Elementos desestimados RESILENCIA

Elementos expuestos susceptibles FRAGILIDAD


VULNERABILIDAD
AMBIENTAL
AMBIENTAL
Elementos desestimados RESILENCIA

NIVEL DE PELIGROSIDAD
SOCIAL

ESTRATIFICACIÓN DEL NIVEL


DE PELIGROSIDAD DE NIVEL DE PELIGROSIDAD
ACUERDO CON UMBRALES O ECONÓMICA
LMP

NIVEL DE PELIGROSIDAD
AMBIENTAL
201

Figura 12. Flujograma para la generación del mapa de niveles de vulnerabilidad.

2.4. Elaboración de mapas de riesgos

Una vez identificados y analizados los peligros a los que está expuesto el ámbito geográfico de
estudio mediante la evaluación establecida por las entidades técnico–científicas (INGEMMET)
y el nivel de susceptibilidad ante los fenómenos de origen natural, y realizado el respectivo
análisis de los componentes que inciden en la vulnerabilidad explicada por la exposición,
fragilidad y resiliencia, la identificación de los elementos potencialmente vulnerables, el tipo y
nivel de daños que se puedan presentar, se procede a la conjunción de estos para calcular el
nivel de riesgo del área en estudio.
El riesgo es el resultado de relacionar el peligro con la vulnerabilidad de los elementos
expuestos, con el fin de determinar los posibles efectos y consecuencias sociales, económicas
y ambientales asociadas a uno o varios fenómenos peligrosos. Cambios en uno o más de estos
parámetros modifican el riesgo en sí mismo, es decir, el total de pérdidas esperadas y las
consecuencias en un área determinada (Carreño et al., 2005).
El cálculo del riesgo está fundamentado en la ecuación adaptada a la Ley N°29664, Ley que
crea el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, mediante la cual se expresa que el
riesgo es una función f () del peligro y la vulnerabilidad.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Donde:
R = Riesgo
ƒ = En función
Pi = Peligro con la intensidad mayor o igual ai durante un periodo de exposición t
Ve = Vulnerabilidad de un elemento expuesto e

3. Caso Ubinas

3.1. Elaboración del mapa de peligros del volcán Ubinas

a. Introducción

Los resultados de los estudios geológicos y vulcanológicos permiten reconocer y diferenciar las
distintas estructuras, depósitos y geoformas volcánicas formados durante la historia eruptiva del
volcán Ubinas, las cuales, dependiendo de sus parámetros y efectos, son indispensables en la
evaluación de los peligros.
Para evaluar los peligros volcánicos del Ubinas se estableció un registro estratigráfico de
202 los productos emitidos a lo largo de su historia eruptiva y se determinó en forma relativa la
extensión de sus depósitos y el modo de depositación de tales productos. Asimismo, se
hicieron estudios mineralógicos, petrológicos, y geoquímicos de los productos para ver el
comportamiento pasado de dicho volcán. Finalmente, se evaluó la morfología del volcán y de
las áreas aledañas. Desde luego, se supone que una próxima erupción no diferirá mucho de las
anteriores en sus características y que el área afectada también será similar. Todo lo expuesto
referente a los peligros del volcán Ubinas se refleja en el mapa de peligro volcánico presentado
en este estudio.

b. Ubicación

El volcán Ubinas se localiza en el extremo norte de la región Moquegua, aproximadamente a 95


y 70 km de distancia de las ciudades de Moquegua y Arequipa, respectivamente. Los principales
poblados ubicados dentro del radio de influencia directa del volcán se localizan al sur, sureste y
noroeste (Figura 13).
Políticamente, el volcán Ubinas y los pueblos localizados en sus inmediaciones pertenecen a
la región Moquegua, provincia General Sánchez Cerro, distrito de Ubinas. Al sur y sureste del
volcán se localizan los principales poblados donde habitan alrededor de 3 000 personas, entre
ellos Querapi, Ubinas, Tonohaya, Sacuaya, San Miguel, Huatahua, Anascapa, Huarina y Escacha.
Las distancias aproximadas de los poblados aledaños al volcán, en línea recta son: Ubinas 6,5
km al SE; Tonohaya 7,2 km al SE; San Miguel 10 km al SE; Huatahua 11,8 km al SE, Escacha 8,5
km al SE, Anascapa 10 km al S, Sacohaya 5 km al S, Querapi 4 km al S, Huarina 14 km al SE,
Matalaque 17 km al SE y Logén 17 km al SO (Figura 13).

c. Geología del volcán Ubinas

Los estudios estratigráficos, cartografiado geológico y dataciones radiométricas Ar/Ar, C14,


efectuados por Rivera (1998), Rivera et al. (1998) y Thouret et al. (2005), muestran que el volcán
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Ubinas se construyó en dos periodos: el primer periodo entre ~800 000 y 370 000 años, cuando
se formó el cono inferior denominado “Ubinas I”, y el segundo periodo ocurrido desde 370 000
años hasta la actualidad, cuando se formó el cono superior llamado “Ubinas II” (Figura 14).

Ubinas I (~800 000–370 000 años)

Durante este periodo se emplazaron coladas de lava andesítica que conforman la base del
volcán (Figura 14). Posteriormente se produjo el colapso de gran parte del flanco sur del
edificio volcánico “Ubinas I” generando depósitos de avalanchas de escombros de ~2,8 km3 de
volumen, que fueron canalizados en los valles de Ubinas y Para. Seguidamente se produjo el
emplazamiento de depósitos de flujos de pómez y cenizas, que llegaron a más de 5 km al sur
del volcán. Estos depósitos piroclásticos tienen alrededor de 120 m de espesor.

Ubinas II (370 000 a tiempos históricos)

Este periodo está dividido en dos fases (Figura 14):

c.1) En una primera fase, denominada “Cono de la Cumbre”, se emplazaron coladas de lava que
conforman el cono superior del volcán, cuyas pendientes tienen ≥ 40º (Figura 14). Estas
lavas se encuentran sobre los 4 900 msnm y han sido datadas entre 370 000 y 142 000
años (Thouret et al., 2005). Posteriormente se produjo el crecimiento de un domo de lava
en el flanco sur del Ubinas, datado en 251 000 años (Thouret et al., 2005). Este domo se
destruyó produciendo flujos de bloques y cenizas que fueron depositados en el fondo del
valle del río Ubinas, a 8 km al sureste del volcán.
c.2) En la segunda fase, denominada “Caldera de la Cumbre” (14 000 años hasta la actualidad), 203
se emplazaron varios tipos de depósitos ligados principalmente a erupciones explosivas,
visibles a 9 km al sur del volcán Ubinas (Figura 15). En esta zona, en la base se distingue
una capa de lapilli pómez de 3,8 m de espesor emplazado poco antes de 14 000 años
(Thouret et al., 2005). Encima de estos depósitos se encuentra una capa de pómez de 1,2
m de espesor datada en 7 480 ± 40 años y que probablemente está ligado a la formación
de la caldera actual del volcán Ubinas. La última erupción de gran magnitud del volcán
Ubinas ocurrió hace 980 ± 60 años y emplazó depósitos de pómez que poseen 4,5 km3 de
espesor a 6 km al sureste del cráter y posee un volumen mínimo de 2,8 km3. Este depósito
fue dispersado principalmente hacia el sureste, a una distancia mayor de 40 km. Asimismo,
existen depósitos de avalanchas de escombros que yacen al pie del flanco sur, justamente
sobre los cuales se asienta el poblado de Querapi. Estos depósitos se emplazaron hace
3 670 ± 60 años como producto de un segundo derrumbe del flanco sur del volcán y
llegaron a 6 km al sur.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

204

Figura 13. Ubicación del volcán Ubinas y poblados aledaños. En el cuadro de la página siguiente se
presenta la cadena volcánica cuaternaria del sur peruano.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Figura 14. Mapa geológico del volcán Ubinas (tomado de Rivera, 2010).
205
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

d. Actividad histórica del volcán Ubinas

Relatos históricos y datos geológicos muestran que el volcán Ubinas presentó al menos 23 crisis
volcánicas desde 1550 hasta 1995-96 (Rivera, 1998), referidas a alta actividad fumarólica y
emisiones de cenizas, con una recurrencia de 1 a 6 episodios por siglo. Los eventos registrados
sucedieron en los años 1550, 1599, 1662, 1667, 1678, 1784, 1826, 1830, 1862, 1865, 1867,
1869, 1906, 1907, 1912-1913(?), 1923-1925(?), 1936, 1937, 1951, 1956, 1969, 1995-1996,
2006. Estos eventos causaron daños en centros poblados y terrenos de cultivos localizados en
áreas aledañas al volcán. Los daños ocasionados fueron principalmente por lluvias de cenizas y
emisiones de gases.
Datos históricos refieren que algunas de las erupciones presentadas por el Ubinas fueron
moderadas a altas. Dichas erupciones son comparables con la erupción de tipo Vulcaniana o tipo
Saint Vincent del año 1662, que alcanzó un Índice de Explosividad Volcánica (IEV) 3, o la del
año 1677 que tuvo IEV 2. Según Simkin & Siebert (1994), estas erupciones depositaron un flujo
piroclástico de cenizas y escoria de color gris de 1 m de espesor, a 1 km al oeste del cráter. En
áreas distales, este depósito de flujo está sobre las cenizas y pómez del volcán Huaynaputina,
que hizo erupción en el año 1600 d.C.
Durante el siglo XX el Ubinas presentó al menos diez eventos eruptivos, caracterizados por
intensas emisiones de gases y cenizas, ligados a eventos de tipo freático y freatomagmático.
Las caídas de cenizas causaron daños considerables en terrenos de cultivo y poblados situados
alrededor del volcán, provocando la muerte de algunas personas y de ganado a consecuencia
de epidemias desconocidas. Frecuentemente, las cenizas se mezclaron con el agua y se
transformaron en flujos de barro que discurrieron por el fondo del valle de Ubinas, destruyendo
206 diversos cultivos (diario El Pueblo, 1936, 1937, 1951, 1969; Mariño et al., 2012).
En el cuadro a continuación se presenta un resumen de la actividad del volcán Ubinas en
épocas históricas, antes del año 2006.

Tabla 3
Tabla N° 3
Resumen de la actividad histórica del volcán Ubinas
Resumen de la actividad histórica del volcán Ubinas (tomado de Rivera, 1998)

Año Inicio Final Tipo de actividad IEV Observaciones

1550 Erupción central y 3(?)


explosiva

1599 07 feb. 22 feb. Erupción explosiva 2 Cenizas grises cayeron cerca de


moderada Arequipa.

1600 Erupción explosiva

1662 Erupción explosiva 2(?)  Las cenizas viajaron hasta las pampas
de Sama y Locumba.

1677 Erupción explosiva 3 Probablemente cayeron cenizas y


de gran magnitud flujos piroclásticos de escorias
encontradas al NW y N del volcán
(hasta 1 km del cráter).

1778 Erupción explosiva

1784 Erupción central y 2 Alta actividad fumarólica y emisión


explosiva de cenizas.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Año Inicio Final Tipo de actividad IEV Observaciones

1826 Erupción central y 2


explosiva

1830 Erupción central y 2


explosiva

1862 Erupción central y 2


explosiva

1865 Erupción central y 2 Emisión de cenizas grises.


explosiva

1867 24 may 28 may Erupción central y 2


explosiva

1869 Octubre Erupción central y 2


explosiva

1906 Octubre Erupción central y 2


explosiva

1907 Octubre Erupción central y 2


explosiva

1912 - Erupción central y 2 Cenizas cayeron sobre Ubinas, Chojata


1913 (?) explosiva y Yalahua; afectó tierras de cultivo y
murieron ganados por epidemias
desconocidas generadas por las cenizas.
207
1923 - Erupción explosiva Cenizas grises cayeron cerca de la
1925 (?) ciudad de Arequipa.

1936 03 ene Julio Erupción explosiva y 2 En el valle de Ubinas las cenizas


fumarólica afectaron áreas importantes de cultivo.

1937 Mayo Julio Erupción central y 2 Las cenizas destruyeron terrenos de


explosiva cultivo y generaron epidemias en el
valle de Ubinas.

1951 Mayo 21 oct. Erupción central y 2 En el valle de Ubinas las cenizas


explosiva causaron serios daños.

1956 Junio Erupción explosiva y 2 Emisión de cenizas causaron daños en


fumarólica los terrenos de cultivo y en
poblados del valle de Ubinas.

1969 Mayo Dic. (?) Erupción explosiva 2 En el valle de Ubinas las cenizas
destruyeron los cultivos y afectaron a
la población.

1995 - Dic. Abril (?) Alta actividad 1 Esta actividad alarmó a la población
1996 fumarólica del valle de Ubinas.

IEV: Índice de Explosividad Volcánica: es una escala de magnitud de una erupción que va de 0 a 8. Describe el tamaño de las erupciones volcánicas basada, entre otros
factores, en el volumen de material emitido, altura de la columna eruptiva, etc.
Tomado de Rivera, 1998.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

e. Tipos de peligros reconocidos en el volcán Ubinas

e.1. Peligros por caídas de tefras

Según la estratigrafía estudiada, se distinguen dos casos:

1) Emisiones de cenizas de moderado volumen (<1 km3), y materiales balísticos productos de


erupciones vulcanianas que podrían cubrir un área mayor o igual a 60 km2.

2) Emisiones de lapilli pómez producto de erupciones sub-plinianas y plinianas que podrían


cubrir los flancos del volcán, hasta una distancia mayor de 30 km alrededor del cráter.

e.2) Peligros por flujos de barro o lahares

Durante los meses de diciembre a marzo, en la parte alta de la cumbre (5 000 a 5 672 msnm)
se acumula el hielo y la nieve en un promedio de 60 cm de espesor y cubre un área de 5 a 7
km2 (que hace un volumen de 0,003 km3, aproximadamente). Una erupción explosiva vulcaniana,
sub-pliniana o crecimiento y colapso de domo genera flujos piroclásticos y/o tefras calientes,
estos pueden interactuar y a la vez fundir el hielo y la nieve, para luego generar flujos de
barro o lahares, los cuales se desplazarían desde la parte alta por las diversas quebradas que
drenan el volcán, sobre todo por aquellos ubicados al sur y SE del volcán. Estos flujos de barro
conforme se desplazan, van acumulando gran cantidad de materiales sueltos como cenizas,
lapilli y bloques esparcidos en los flancos.
El peligro por flujos de barro radica en los diversos depósitos que se encuentran en las
208
quebradas de los flancos sur, SE y E (quebrada El Infiernillo, quebrada Chillón y río Ubinas;
figura 16). Estos fueron transportados y depositados con la ayuda del agua proveniente de los
periodos de lluvia y/o debido a la fusión de la nieve que permanece en la parte alta del volcán.
La posibilidad de ocurrencia de este proceso es muy alta, aun sin actividad eruptiva o también
después de cualquier erupción (erupciones de 1923 y 1969, y la ocurrida en febrero de 2007).

e.3) Peligros por flujos piroclásticos

Una erupción explosiva moderada a alta (tipo vulcaniano, sub-pliniano o pliniano) puede generar
flujos piroclásticos. El volumen dependerá del tipo y magnitud de la erupción, así como de la
composición del magma. Estos flujos piroclásticos calientes (300 a ~700 °C) podrían canalizarse
por las diversas quebradas que surcan el estrato-cono, sobre todo por las quebradas orientadas
hacia los valles de Ubinas y Para (Figura 15). Durante su recorrido causarían destrucción por
enterramiento e incineración de todo lo que encuentren a su paso (tierras de cultivo y poblados).
Dependiendo del tipo de erupción, esta puede recorrer más de 6 km del cráter, calculada
a partir de la metodología propuesta por Crandell (1988), Scott (1989), y Siebert (1987), para
flujos piroclásticos, y también basada en la presencia de flujos de cenizas que yacen encima de
depósitos de avalanchas de escombros que afloran en la quebrada El Infiernillo y en la parte
baja del valle de Ubinas, poblados de Tonohaya y San Miguel.

e.4) Peligros por avalanchas de escombros

El flanco SE del volcán Ubinas es inestable por tres razones: (1) dicho flanco es semi-vertical,
mide entre 1,2 y 1,4 km de altura, (2) se encuentra alterado e hidrotermalizado y (3) muestra
una red de fracturas verticales y dos fallas de rumbos 30° y 35° NO. Además, este flanco ha
colapsado al menos dos veces durante la historia del Ubinas.
La ocurrencia de un sismo de magnitud mayor a 5, de una erupción violenta (pliniana, sub-
pliniana) o del crecimiento de un domo de lava dentro del cráter, podría provocar el colapso o
derrumbe total o parcial de la pared sur, generando la formación de avalanchas de escombros.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

209

Figura 15. Alcance de flujos piroclásticos asociados al volcán Ubinas.

Estas avalanchas se canalizarían por las quebradas Sacuhaya, Volcanmayo, Chillón y prolongarse
hasta la parte baja del valle de Ubinas, a una distancia mayor a 8 km del volcán, para convertirse
luego en lahares y canalizarse en el río Tambo. La hipótesis sobre la generación de avalanchas
de escombros está basada en la existencia de:

§ Avalanchas de escombros del Pleistoceno superior (>340 000 años) que actualmente
ocupan todo el valle del río Ubinas y parte baja del valle de Para hasta la confluencia del
río Tambo (10 km al SE del cráter). Estas avalanchas poseen un volumen aproximado de 1,6
km3.
§ Avalanchas de escombros recientes de hace un poco más de 3 670 ± 60 años B.P. (Thouret
et al., 2005), depositadas al pie de la pared sur del edifico volcánico, en forma de colinas
cónicas (hummocks), que afloran a 4,5 km al sureste del cráter, sobre el cual se asientan
caseríos como Querapi y Sacuhaya. Estas avalanchas poseen un volumen aproximado de 0,4
km3.
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

210 Figura 16. Alcance de lahares asociados al volcán Ubinas.

Figura 17. Alcance de avalanchas de escombros asociadas al volcán Ubinas.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

e.5) Peligros por gases volcánicos

El volcán Ubinas puede emitir gases similares representando un peligro para los ojos y el
sistema respiratorio de personas y animales. La acumulación de gases venenosos como SO2
y CO en las depresiones topográficas de los flancos este y SE provocarían la muerte casi
instantánea de personas y animales que habitan en las partes bajas de dichos flancos por asfixia
e intoxicación. Además, los gases pueden envenenar las fuentes naturales y artificiales de agua,
con grave riesgo para la salud humana, la agricultura y la ganadería.

f. Escenarios eruptivos generadores de peligros en el volcán Ubinas

Se desciben los distintos escenarios eruptivos con los respectivos peligros latentes que podría
presentar el Ubinas en caso de una reactivación. Para la elaboración de los escenarios eruptivos
se ha considerado lo siguiente:

§ Los tipos de depósitos volcánicos emitidos por el Ubinas y descritos en los estudios
geológicos.
§ Características morfológicas actuales del volcán Ubinas.
§ Los dinamismos eruptivos presentados por el Ubinas, y los tipos de erupciones que podrían
darse en el volcán Ubinas.
§ La magnitud de las erupciones pasadas, establecida en función del trabajo de campo y de la
distribución de los productos volcánicos.
§ El comportamiento de otros volcanes peruanos, considerados como “análogos” al Ubinas. 211

Se han establecido seis escenarios eruptivos posibles generadores de amenaza y de riesgo,


teniendo en cuenta que un escenario concierne a una erupción específica con sus distintos tipos
de peligros asociados. Los escenarios establecidos también toman en cuenta modelos existentes
sobre la dispersión de tefras (Carey y Sparks, 1986), extensión de flujos piroclásticos (Hayashi
y Self, 1992), flujos de barro y avalanchas de escombros (Malin y Sheridan, 1982), en caso de
erupciones de volcanes andesíticos. También se tuvieron en cuenta los ejemplos de erupciones
volcánicas recientes ocurridas al norte de la Zona Volcánica de los Andes Centrales: volcanes
Misti (Thouret et al., 2001; Rivera, 2010), Huaynaputina (Thouret et al., 2002; De Silva et al.,
2008), Sabancaya (Thouret et al., 1994; Gerbe y Thouret, 2004).

f.1) Escenario de erupción vulcaniana con VEI 1-2

Una erupción vulcaniana consiste en una serie de explosiones discretas que tienen lugar
con intervalos de minutos u horas. A menudo, el material expelido corresponde a fragmentos
despedazados de un tapón de lava solidificada en el conducto de emisión o cráter (Morrisey
y Mastin, 2000). La erupción es debida a la presión generada por exsolución del magma a
profundidad (Francis, 1993). Este tipo de erupción presenta los siguientes peligros:

Peligros por caídas de tefras

Existe una gran posibilidad de que la próxima actividad eruptiva del Ubinas sea de tipo
moderado, es decir vulcaniano, la cual generaría caídas de ceniza, ya que este fenómeno se ha
dado en los últimos 500 años y durante su actividad reciente, 2006-2009; 2013. Durante una
erupción vulcaniana se generan materiales de caída y desde luego, viajan en mayor proporción
hacia el oeste, en época lluviosa (diciembre a marzo), y al NE, S y SE en época seca (abril a
noviembre), influenciados por la dirección y la velocidad de los vientos que prevalecen en esas
zonas. La distancia recorrida para las caídas de ceniza sobrepasaría los 20 km (incluye la zona
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

roja del mapa de peligros por caída). Las cenizas y demás productos asociados a erupciones
vulcanianas pueden contaminar el agua destinada al consumo humano y terrenos de cultivos.
Asimismo, las cenizas pueden contaminar los pastos del ganado. En caso de una importante
actividad las cenizas podrían afectar las represas El Frayle y Aguada Blanca, cuyas aguas
abastecen a la ciudad de Arequipa.
Parte de los depósitos de caída de tefras conformados por cenizas finas y bloques con fracturas
radiales que afloran en la caldera del volcán, sobre los flancos del volcán y en los sectores de
Corohuayo y Sacohaya, corresponden a depósitos generados por erupciones vulcanianas del
Ubinas. Incluso, las cenizas generadas en la actividad 2006-2009 fueron producidas por una
erupción vulcaniana.
Los datos sobre erupciones históricas muestran que las emisiones de cenizas son los productos
más comunes en el volcán Ubinas; algunas veces se ha reportado transformación de caída de
cenizas en flujos de lodo o barro, debido a la ocurrencia de lluvias fuertes durante un proceso
eruptivo (ejemplo, 17 de febrero de 2007). En la actividad eruptiva 2006-2009 se registraron
caídas de ceniza en la ciudad de Arequipa, localizada a una distancia de 65 km al oeste del
volcán.

Peligros por flujos piroclásticos

Durante una erupción explosiva leve a moderada la posibilidad de ocurrencia de flujos


piroclásticos en el volcán Ubinas es de baja a moderada. La zona de mayor peligro que podría
ser afectada por estos flujos comprende un área aproximada de 60 km², con un radio de 4 a 5
km alrededor del cráter (zona roja del mapa de peligros por peligros múltiples). Desde luego,
212 a partir de esta zona los flujos piroclásticos pueden canalizarse por las quebradas Sacuhaya,
Volcanmayo, Chillón, El Infiernillo, con dirección a los valles de Ubinas y Para.

Peligros por flujos de barro o lahares

En el volcán Ubinas pueden generarse flujos de barro con o sin erupción (periodo de lluvias),
ya que durante diciembre y marzo presenta hielo y nieve en la cumbre sur. Este hielo y nieve
puede fusionarse y convertirse en agua que fluye y se mezclaría con el material susceptible de
ser incorporado en el camino del lahar.

Los flujos de barro generados durante una erupción vulcaniana (VEI 1-2) pueden recorrer más de
10 km de distancia por las quebradas que descienden de los flancos del volcán, sobre todo con
dirección a los ríos Volcanmayo y Ubinas, debido a la mayor pendiente, para luego desembocar
en el río Tambo. Los lahares durante su recorrido irían incorporando fuentes adicionales de agua
que harían que se desplazaran a mayor distancia. El peligro por flujos de barro está basado en
los diversos depósitos que se encuentran en las quebradas de los flancos sur, SE y E (quebrada
El Infiernillo, quebrada Chillón y río Ubinas). La posibilidad de ocurrencia de este proceso es
muy alta, aun sin actividad eruptiva o también después de cualquier erupción (erupciones de
1923 y 1969, y la ocurrida en febrero de 2007).

Desde el punto de vista de peligros y riesgos generaría destrucción de las propiedades que
encontrara a su paso. Están sujetos a este tipo de peligro terrenos agrícolas, carreteras y
viviendas de los poblados de Ubinas, Tonohaya, San Miguel y Huatahua, situados cerca de las
márgenes de la quebrada Chillón y río Ubinas. Los lahares también pueden afectar tramos de la
carretera Ubinas-Arequipa, así como canales de agua, entre otros.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

f.2) Escenario de erupción vulcaniana o sub-pliniana VEI 3

Durante las erupciones de tipo vulcaniano o subpliniano (VEI 3), las columnas eruptivas pueden
sobrepasar los 15 km de altura sobre la cima del volcán, y emplazar caídas de ceniza y flujos
piroclásticos.

El registro estratigráfico muestra que el Ubinas presentó una erupción de tipo vulcaniano (VEI
3) en el año 1667 d.C. (Simkin y Siebert, 1994; Rivera et al., 1998; Thouret et al., 2005) cuyos
depósitos fueron formados por caídas de ceniza y flujos de escorias, visibles en la parte superior
del cono volcánico (flancos norte y oeste).

Peligros por caídas de tefras

En caso de una erupción vulcaniana o sub-pliniana del Ubinas se generarán materiales de caída
y, desde luego, viajarán en mayor proporción hacia el E, NE y SE del volcán, en época seca
(diciembre a marzo) y hacia el oeste en época de lluvia (abril a noviembre), influenciados por
la dirección y la velocidad de los vientos que prevalecen en esas zonas. La distancia recorrida
para las caídas de cenizas sobrepasaría los 30 km (zona naranja y amarilla del mapa por peligro
múltiple). Las cenizas y demás productos pueden contaminar el agua destinada al consumo
humano y a la agricultura de todo el valle de Ubinas.

Peligros por flujos piroclásticos

Los flujos piroclásticos producidos por una actividad vulcaniana del Ubinas son poco
abundantes. Solamente han sido reconocidos flujos de escorias poco voluminosos generados por 213
una actividad similar. Este flujo de 0,8 m de espesor emplazado en el año 1667 aflora en el
flanco NE, a 3 km del cráter.

Durante un evento explosivo moderado la posibilidad de ocurrencia de flujos piroclásticos en


el volcán Ubinas es de alta a moderada, la zona de mayor riesgo por estos flujos comprende un
área aproximada de 80 km2, con un radio de 7 km alrededor del cráter, pudiendo canalizarse por
las quebradas Sacuhaya, Volcanmayo, Chillón, El Infiernillo, la cabecera del valle de Ubinas y del
valle de Para (zona de alto y moderado peligro en el mapa de peligros múltiples).

f.3) Escenario de erupción pliniana VEI 4-5

La erupción ocurrida en el volcán Huaynaputina (Moquegua) en febrero de 1600 d.C. representa


un ejemplo clásico de erupción pliniana ocurrida en el sur peruano en tiempos históricos. Los
productos de esta erupción cubrieron un área que sobrepasa los 210 000 km², afectando gran
parte del sur del Perú, norte de Chile y Bolivia (Thouret et al., 1999; Adams et al., 2001; Thouret
et al., 2002). Esta erupción causó la muerte de más de 1 500 personas y sepultó más de siete
poblados aledaños al volcán y, a la vez, tuvo efectos climáticos globales.

Para el volcán Ubinas, la ocurrencia de este tipo de erupción en un corto o mediano plazo (años
a decenas de años) tiende a ser poco probable.

Peligros por caídas de tefras

Una erupción pliniana del volcán Ubinas generaría tefras (principalmente pómez) que desde
luego caerían en áreas aledañas y lejanas al volcán (>40 km). La dirección y distancia a recorrer
por las caídas de pómez estaría en función de la dirección y velocidad de los vientos de altura
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(alturas mayores a 10 km). Según las estaciones del año, en época lluviosa (diciembre a marzo),
las tefras tenderían a viajar al oeste, mientras que en la época de seca (abril a noviembre), las
tefras tenderían a viajar hacia el este.

Dependiendo de la magnitud de la erupción, las tefras depositadas formarán una capa encima
del terreno de varios decímetros a metros de espesor hasta un radio de 30 km alrededor del
volcán, aproximadamente. Asimismo, los espesores serán del orden de varios centímetros a
algunos decímetros entre los 30 y 50 km de distancia del volcán; y habrá algunos centímetros
de espesor de ceniza a más de 50 km del volcán (ver mapa de peligros por caída de tefras).
Estos datos están basados en la erupción pliniana (VEI 5) de hace 2 000 años del volcán
Misti. Asimismo, esta hipótesis está basada en fenómenos similares ocurridos en el Holoceno,
descritos en la estratigrafía. La última erupción pliniana del Ubinas ocurrió hace 980 años,
cuyos depósitos cubrieron un área de 800 km2 y su eje máximo se prolongó a más de 40 km en
dirección este-sureste, donde el espesor del depósito alcanzó 25 cm.

Desde el punto de vista de peligros y riesgos, las tefras (lapilli de pómez, bloques y cenizas)
expelidas por dicha erupción pueden causar daños a la propiedad y víctimas por impacto
de los materiales que caen sobre estas. La acumulación de las tefras puede causar que las
construcciones (viviendas, colegios, centros médicos, etc.) colapsen, rompan las líneas de
transmisión y afecten la agricultura, ganadería y fuentes de agua para consumo humano. La
tefra suspendida en el aire puede causar serios problemas respiratorios, dañar las maquinarias,
perturbar el tráfico vehicular y el transporte aéreo.

En el mapa de peligro se han definido tres zonas: alto, moderado y bajo peligro, con posibilidad
214 de acumulación y depósito de tefras, influenciados por las direcciones de los vientos.

Peligros por flujos piroclásticos y oleadas piroclásticas

Los flujos piroclásticos voluminosos generados por erupciones plinianas del Ubinas son
productos poco abundantes. Estos ocurrieron entre 14 000 y 240 000 AP (Rivera, 2010) y fueron
distribuidos en el valle de Ubinas: sectores de Sacohaya y reservorio de agua de Ubinas. En una
posible ocurrencia, los cálculos efectuados sobre la distancia que recorrerían están basados en
coeficientes de correlación propuestos por Scott (1989), Crandell (1988) y Siebert et al. (1987),
quienes proporcionaron coeficientes de relación entre altura o desnivel (H) y distancia de viaje
(L). Según este resultado, la distancia mínima a recorrer sería de 9 km, igual a la producida
anteriormente. En caso de producirse en el volcán Ubinas una erupción pliniana la posibilidad
de ocurrencia de flujos piroclásticos es de baja a moderada. La zona de alto peligro por flujos
piroclásticos radica en un área de 180 km2, con un radio hasta de 10 km alrededor del cráter.
Desde luego, la morfología de los valles hará que los flujos lleguen a mayor distancia al pie
de los flancos sur y SE del volcán. Esta zona abarca las zonas alto, moderado y bajo peligro
del mapa de peligros múltiples. Dentro de esta área se consideran las quebradas Sacuhaya,
Volcanmayo, Chillón, El Infiernillo y los ríos Ubinas y Para (S y SE del volcán Ubinas), por donde
se canalizarían.

Una erupción pliniana también puede generar oleadas piroclásticas. Estas están conformadas
por cenizas y gases calientes, las cuales pueden resultar ser más movibles con respecto a los
flujos piroclásticos antes descritos. Inicialmente emitidos se mueven a velocidades de 20 y 50
m/s. Las oleadas son flujos diluidos de baja densidad, pueden traspasar barreras topográficas
y cubrir altos cerros o cumbres (Francis, 1993). Aunque son pocos los depósitos de oleadas del
Ubinas, en una eventual erupción pliniana generada por este volcán es relativamente probable
que se generen oleadas piroclásticas; estas, al igual que los flujos de pómez y ceniza, recorrerían
distancias mayores a 10 km y luego se canalizarían por las diversas quebradas que surcan el
estrato-cono.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Peligros por flujos de barro o lahares

Como se ha manifestado anteriormente, en el volcán Ubinas pueden generarse flujos de barro


con o sin erupción (periodo de lluvias). En caso de ocurrir una erupción en época de lluvia
(diciembre y marzo), fecha durante la cual gran parte de la cumbre se halla cubierta de hielo
y nieve. El hielo y nieve pueden fusionarse y convertirse en agua que fluye y se mezclaría con
el material susceptible de ser incorporado en el camino del lahar. Los lahares voluminosos se
desplazarían por las quebradas Volcanmayo, Sacuhaya y Chillón, con dirección al río Tambo.
La presencia de depósitos de flujos de barros antiguos y recientes en los cauces de los ríos
Ubinas y Para, y en las quebradas El Infiernillo, Secuaya y Chillón, indican que la posibilidad de
ocurrencia de este tipo de evento ante cualquier erupción volcánica, es alta.

f.4) Escenario de colapso de flanco y generación de avalanchas de escombros

El volcán Ubinas presenta una morfología característica de colapsos (caldera de avalancha en


forma de herradura) en el flanco sureste, que indica que hubo dos colapsos de flanco, uno en el
Pleistoceno superior y otro hace más de 3 670 años.

Efectuando los cálculos de coeficientes de correlación propuestos por Scott (1989), Crandell
(1988) y Siebert et al. (1987), al igual que para flujos piroclásticos, se puede estimar la distancia
que pueden recorrer futuras avalanchas de escombros en caso del derrumbe del flanco sur del
Ubinas. En efecto, tomando los valores de coeficientes de relación entre altura o desnivel (H) del
edificio volcánico y la distancia (L) recorrida por los depósitos de avalanchas pre-existentes: >1
km3 y <1 km3 que fue hasta 6 km del volcán. Los resultados muestran que la distancia mínima
a recorrer sería de 4 km y la distancia máxima sería de 11 km, aproximadamente (zona de 215
moderado y bajo peligro del mapa de peligros múltiples).

Por consiguiente, si se produce un sismo de gran magnitud el crecimiento de un domo y/o una
erupción explosiva de gran magnitud provocarían el colapso de una parte del edificio y/o del
flanco sur de la estructura, provocando avalanchas de escombros a lo largo del valle de Ubinas.
Suponiendo que ocurriera una erupción explosiva moderada: vulcaniana o sub-pliniana con
VEI 2-3, se generarían avalanchas de escombros de menos 1 km3 que viajarían de 3 a 6 km
de distancia por el valle del río Ubinas. Suponiendo que se produjera una erupción explosiva:
pliniana con VEI = ≥ 4, se generarían avalanchas de escombros y viajarían más de 8 km del
cráter.

f.5) Escenario de explosiones laterales dirigidas

Las explosiones laterales dirigidas (“blast”) son fenómenos complejos que comparten
características de flujos piroclásticos y oleadas. Se tratan separadamente por cuanto tienen un
componente inicial de ángulo bajo y pueden afectar amplios sectores de un volcán de hasta
180° alrededor del cráter y alcanzar distancias de decenas de kilómetros. Un ejemplo de ellos
ocurrió en 1980 en el Mont St. Helens (Decker y Decker, 1989), donde un cuerpo magmático
estuvo en crecimiento dentro del volcán, el cual provocó el “hinchamiento del volcán”, y
un sismo generó avalancha de escombros, consecuentemente se despresurizó el cuerpo
magmático produciéndose una explosión lateral dirigida. Los depósitos de avalancha y los flujos
piroclásticos generados por dicha explosión viajaron alrededor de 28 km de distancia del cráter.

Aunque en la historia eruptiva del volcán Ubinas no se ha registrado tal evento, en un futuro
puede producirse, el cual se generaría por el colapso sectorial del flanco sureste y por la
intrusión de un domo, por ejemplo, ya que dicho flanco se encuentra alterado hidrotermalizado
y, a la vez, debilitado por fenómenos de colapso. Los flujos piroclásticos recorrerían los flancos
sur, SE y este, cubriendo las lomas y laderas localizadas al pie del Ubinas, para luego canalizarse
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

por los cauces de los ríos y quebradas de los valles Ubinas y Para, hasta una distancia mayor de
10 km del volcán (zona de moderado y bajo peligro en el mapa de peligros múltiples).

f.6) Escenario de erupción efusiva

Una erupción efusiva consiste en la emisión pasiva de flujos de lava. En nuestro medio son
principalmente de composición andesítica, cuyas velocidades de efusión no superan los metros
cúbicos por segundo, y los flujos raramente se prolongan más de 8 km de la fuente (Francis, 1993).

Aunque el volcán Ubinas ha emitido gran cantidad de flujos de lava durante su historia eruptiva,
hasta hace aproximadamente 20 000 años (Rivera, 2010), en una próxima actividad, es poco
probable que ocurra tal evento. Esto se sustenta en los diversos depósitos de caída y flujos
piroclásticos recientes encontrados sobre los afloramientos lávicos que alegan que la actividad
durante el holoceno y la época histórica fue de tipo explosivo.

Actualmente, si se produjera una erupción efusiva o extrusiva, las lavas serían similares a las
emplazadas en épocas anteriores de composición andesítica. Estas lavas tendrían que rellenar la
caldera para poder desplazarse por los flancos. Para que ocurra este proceso, las lavas deberían
sobrepasar un volumen mayor a 1 km3 y, desde luego, no recorrerían mucha distancia a partir
del cráter (menos de 6 km), pudiéndose predecir su curso (zona de alto y moderado peligro en
el mapa por peligro múltiple). Además, es necesario mencionar que el emplazamiento de lavas
dentro del cráter y la caldera del Ubinas puede propiciar el colapso del flanco sur del volcán, el
cual es débil y poco resistente al embalse de la lava. Si las lavas logran rebalsar la caldera, estas
tenderían a recorrer las quebradas de los flancos norte, NO y NE. Los flujos de lava causarían
216 graves daños por incendio, impacto e incineración, y consecuentemente enterrarían todo lo que
encontraran a su paso. El área amenazada por este fenómeno se estima que no sobrepasa los 20
km². En cualquier caso los flujos de lava rara vez amenazarían la vida de los pobladores, porque
les daría tiempo para evacuar la zona.

Asociado a cualquier erupción efusiva puede presentarse el descongelamiento de la nieve que


se asienta eventualmente entre los meses de diciembre a marzo en la cumbre del volcán, y en
consecuencia puede dar lugar a la formación de flujos de barro. Estos flujos de barro, al recorrer
las partes bajas, serían más peligrosos que las lavas.

Por otro lado, es probable la formación de un domo de lava. El domo se forma cuando la lava
por extrusión de una chimenea es demasiado viscosa para fluir más de unas decenas o cientos
de metros (Francis, 1993). Durante el crecimiento, los extremos suelen ser inestables y pueden
dar lugar a la formación de flujos piroclásticos que pueden ser originadas por explosiones
volcánicas o por el crecimiento y colapso del domo. La mayor amenaza asociada a domos de
lava radica en los flujos piroclásticos producidos por explosiones o colapsos. Estos flujos pueden
producirse sin previo aviso y desplazarse a velocidades mayores de 50 m/s y mayores a 10 km
de su fuente (Miller, 1989).

El escenario que describe una futura erupción generada por el colapso de un domo de lava,
y la consecuente formación de flujos piroclásticos en el volcán Ubinas, está basado en los
depósitos de flujos de bloques y cenizas que se encuentran distribuidos en la parte baja del
valle de Ubinas (sector de Corohuayo, localidad de Tonohaya y la quebrada El Infiernillo). Estos
depósitos pueden compararse con los depósitos recientes producidos por colapsos de domos de
los volcanes Unzen y Redoubt, ocurridos en el Japón en mayo de 1991 y en Alaska en enero de
1990, respectivamente (Brantley et al., 1993). Ambos volcanes extrujeron domos que colapsaron
y produjeron flujos piroclásticos (Figura 10), acompañados por oleadas de cenizas en la parte
superior, lateral y en frente de dichos flujos.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

g. Descripción del mapa de peligros del volcán Ubinas

El mapa que se presenta en este estudio toma en cuenta diversos peligros y escenarios
eruptivos descritos anteriormente. Este mapa muestra diversas áreas que incluyen terrenos
agrícolas, carreteras y poblados que podrían ser afectados por una actividad eruptiva del volcán
Ubinas que tenga como foco de emisión el cráter actual, suponiendo que el comportamiento
eruptivo sea similar al que ha presentado a lo largo de su historia eruptiva, principalmente
durante los últimos 1 000 años, durante el cual presentó erupciones vulcanianas, sub-plinianas
y plinianas.

En la elaboración del mapa también se tomaron en cuenta los datos de alturas y direcciones
de vientos que predominan en áreas aledañas al volcán Ubinas, proporcionados por SENAMHI
(Servicio Nacional de Meteorología e Hidrologia de Perú), que al inicio de la crisis volcánica
(abril y mayo, 2006) lanzaron globos aerostáticos al espacio, al oeste del volcán Ubinas, con el
fin de determinar la dirección y velocidad de los vientos que influirían en la dirección y alcance
de las cenizas que emitiría el Ubinas durante una importante erupción. Asimismo, se tomaron
datos del IGP sobre direcciones y velocidades de vientos prevalecientes en la zona.

En el mapa existen líneas que limitan las zonas sujetas a un grado de peligro. Por la naturaleza
del mapa, no implican que inmediatamente por fuera de ella se esté absolutamente exenta del
peligro y riesgo o que al interior de las mismas necesariamente tenga que haber afectación.

217

Figura 18. Mapa proximal de peligros múltiples del volcán Ubinas.


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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

g.1) Mapa proximal de peligros múltiples

En el mapa principal de peligros se diferenciaron tres zonas en función de su grado de


peligrosidad: alto, moderado y bajo peligro (Figura 18), cuyos límites fueron trazados
considerando el alcance máximo de los productos emitidos en erupciones pasadas y con base
en cálculos matemáticos aplicados en vulcanología (por ejemplo, cálculo de líneas de energía).

Para la delimitación del alcance de los flujos piroclásticos en los flancos del complejo volcánico
se empleó la metodología denominada “cono de energía” (Malin y Sheridan, 1982), que ha
sido bastante utilizado para definir las zonas de peligro proximales alrededor de un volcán.
Este método postula que el alcance horizontal (L) de un flujo piroclástico está en función de
la diferencia de alturas (H) entre el punto de generación del flujo y el punto de depósito. La
relación H/L es un indicador de la movilidad del flujo; así, para una relación H/L cercana a 0,1
los flujos poseen gran movilidad y por tanto alcanzan mayor distancia, mientras que para una
relación H/L cercana a 0,3 poseen poca movilidad. Los alcances de los flujos piroclásticos se
determinaron con el programa LAHARZ.

Para realizar el modelamiento con el software LAHARZ se deben introducir previamente dos
parámetros: el coeficiente H/L y una altura Ho, este último es la altura en metros sobre el cráter
desde donde descienden los flujos piroclásticos.

La zonificación de peligros del mapa principal se realizó para peligros múltiples, es decir para
el emplazamiento de flujos piroclásticos, flujos de lava, proyectiles balísticos, avalanchas de
escombros y lahares. El mapa tiene una escala 1:50 000.
218
Zona de alto peligro (rojo)

Para delimitar la zona de alto peligro (Figura 18) se consideró el área que cubrirían los flujos
piroclásticos generados durante erupciones leves a moderadas (VEI 1-2: Escenario 1); esto,
corroborado con el valor 0,35 para la relación H/L y 450 para el valor de Ho. Estos valores
son frecuentes para flujos piroclásticos de escoria de volumen pequeño, generados durante
erupciones explosivas leves con VEI 1 a 2. Se consideró este escenario, ya que la probabilidad
de ocurrencia de erupciones vulcanianas es bastante alta en este volcán, debido a que ocurrió
de manera recurrente durante la época histórica así como también recientemente (actividad
2006-2009; 2013; 2014).

Los límites de los flujos piroclásticos se encuentran en un radio promedio de 6 km alrededor


del cráter. Las mayores distancias se encuentran en los flancos sur y sureste del Ubinas. Esto
se explica por la morfología del volcán. Estos alcances bajos son frecuentes en erupciones
vulcanianas pequeñas. Por ejemplo, durante la erupción del volcán Reventador, de 1976, se
generaron flujos piroclásticos que se emplazaron sobre el fondo del anfiteatro, recorriendo
pocos kilómetros de distancia (Aguilera et al., 1988).

Los límites de la zona de alto peligro obtenidos, también coinciden con el alcance de un gran
número de flujos de lavas del Ubinas, que se encuentran hasta los 6 km de distancia desde
su punto de emisión. Por otro lado, los proyectiles balísticos generados durante erupciones
vulcanianas (IEV 1-2), han alcanzado distancias limitadas a las zonas muy proximales al cráter,
típicamente menores a 3 km, en varios volcanes del sur del Perú. Por ejemplo, durante la
erupción del volcán Ubinas 2006-2008, el alcance máximo de proyectiles balísticos fue cercano
a 2 km (Rivera et al., 2010).

En resumen, la zona de alto peligro (rojo) puede ser afectada por flujos piroclásticos generados
durante erupciones pequeñas a moderadas con VEI 1-2, por flujos de barro (lahares), flujos
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

piroclásticos, proyectiles balísticos, flujos de lava e incluso, colapso del flanco sur. Cualquier tipo
de erupción puede afectar dicha área, inclusive las de baja magnitud, como las ocurridas desde
el año 1550 hasta 1969 (VEI 1-2). La probabilidad de ocurrencia de erupciones de magnitud
baja (VEI 1-2) es alta, aproximadamente uno a seis eventos cada 100 años.

Zona de moderado peligro (naranja)

Para delimitar la zona de moderado peligro (Figura 18) se consideró la zona cubierta por flujos
piroclásticos generados durante erupciones sub-plinianas (VEI 3), flujos de lavas, proyectiles
balísticos, lahares y/o avalanchas de escombros emplazadas anteriormente. El límite coincide
con el valor 0,30 para la relación H/L y 750 el valor de Ho. Valores frecuentes para flujos
piroclásticos de escoria de tamaño mediano, generados durante erupciones con IEV 3. En este
escenario se consideró como centro de emisión el cráter del volcán Ubinas.

Se consideró este escenario ya que se encontraron depósitos de flujos piroclásticos de escoria al


norte y noroeste del volcán Ubinas, ligados a su erupción del año 1667 d.C. (VEI 3, Rivera et al.,
1998).

Los límites de la zona de moderado peligro también coinciden con los máximos alcances de
algunos flujos de lava emitidos por el volcán Ubinas, que se encuentran a alrededor de 6 km de
distancia desde su punto de emisión. Por otro lado, el alcance máximo de proyectiles balísticos
están dentro de un radio menor a 4 km (Blong, 1984). Esta distancia se halla dentro de los
límites de la zona de moderado peligro.

En resumen, la zona de moderado peligro (naranja) puede ser afectada por flujos piroclásticos 219
generados durante erupciones sub-plinianas con VEI 3, por flujos de lavas voluminosas o que
poseen mayor movilidad; por proyectiles balísticos, lahares y/o avalanchas de escombros. Esta
zona se extiende desde ~5,0 km hasta una distancia máxima de 12 km del cráter. Esta zona
involucra cauces de quebradas y valles localizados al pie del volcán. Asimismo, comprende la
parte de la altiplanicie volcánica (sectores oeste, norte y noreste del Ubinas).

Zona de bajo peligro (amarillo)

Para delimitar la zona de bajo peligro (Figura 18) se consideró la zona cubierta por flujos
piroclásticos generados durante erupciones plinianas (VEI 4-5), lahares y/o avalanchas de
escombros emplazadas anteriormente, así como posibles erupciones “extremas” que el Ubinas
no ha presentado en el pasado: depósitos de blast (erupción lateral dirigida). El límite máximo
coincide con el valor 0,2 obtenido para la relación H/L y 750 el valor de Ho. Valores cercanos
a 0,2 del coeficiente H/L son frecuentes para flujos piroclásticos de pómez y ceniza, originados
durante erupciones plinianas (VEI 4-5). Este escenario presento el Ubinas entre 14 000 y
260 000 años AP, durante el cual se habrían emplazado depósitos de flujos piroclásticos de
pómez ligados a erupciones plinianas.

En consecuencia, la zona de bajo peligro (amarillo) se proyecta a más de 10 km alrededor del


cráter. Esta zona puede ser afectada por flujos piroclásticos, oleadas piroclásticas, avalanchas de
escombros y/o flujos de barro, en caso de que la erupción sea de alta magnitud (VEI 4-5).

g.2) Mapa de peligros por caídas piroclásticas

El mapa de peligros, además, presenta dos mapas de caídas piroclásticas (Figuras 19 y 20) a escala
regional donde se muestran áreas de peligros que serían afectadas por caída de tefras (cenizas,
pómez, escoria) del Ubinas. Estos mapas corresponden a dos escenarios: para erupciones leves a
moderadas con VEI 1-3 (vulcaniana y sub-pliniana) y erupciones importantes con VEI 4-5 (pliniana).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Para la elaboración del mapa también se tuvieron en cuenta las direcciones predominantes
de vientos, ya que estas controlan la dispersión de las cenizas. Las direcciones de vientos
fueron determinadas mediante el análisis de datos NCEP/NCAR, para el periodo 1979-1998,
por especialistas del Instituto Geofísico del Perú (Yamina Silva, IGP, 2007). Para el escenario
explosivo leve a moderado con VEI 1-3 se utilizaron direcciones de vientos a 5 865, 9 690 y
10 960 msnm, y para el escenario pliniano (IEV 4-5), se utilizaron direcciones de vientos a 12
445, 16 645, 20 662 y 26 415 msnm. Durante el año se tienen dos direcciones preferentes,
entre abril y octubre se dirigen hacia el este, sureste y noreste, y entre noviembre y marzo se
dirigen principalmente hacia el suroeste y oeste.

Mapa de peligros por caídas de ceniza para erupciones leves a moderadas con IEV 1-3

Este mapa (Figura 19) prevé dos zonas hacia donde preferentemente pueden viajar las cenizas:
hacia el oeste en época lluviosa (diciembre a marzo), y hacia el NE, E y/o SE en la época seca
(abril a noviembre). Existe una zona de mayor peligro (zona roja), próxima al cráter, la cual
sería la más afectada, e inmediatamente una zona naranja y otra amarilla que serían afectadas
en caso de una mayor actividad (VEI 2 -3). El área afectada está basado en la ocurrencia de
erupciones de magnitud moderada (VEI 1-3) presentada por el Ubinas durante los últimos 500
años.

Mapa de peligros por caídas de ceniza para erupciones importantes con VEI 4-5

Este mapa (Figura 20) muestra un área extensa que podría ser afectada por caída de ceniza
y de lapilli de pómez en caso de una erupción altamente explosiva (sub-pliniana, pliniana).
220

Figura 19. Mapa de peligros por caídas de ceniza para erupciones leves a moderadas con VEI 1-3.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Dependiendo de la magnitud de la erupción, las tefras depositadas formarán una capa encima
del terreno, de varios decímetros a metros de espesor, hasta un radio de 30 km alrededor del
volcán. Asimismo, los espesores serán del orden de varios centímetros a algunos decímetros
entre los 30 y 50 km de distancia del volcán, y habrá algunos centímetros de espesor de
ceniza a más de 50 km del volcán. Esta hipótesis está basada en el área cubierta durante las
erupciones plinianas ocurridas hace 7 000 y 980 años AP del volcán Ubinas (Thouret et al.,
2005; Rivera, 2010).

Los vientos pueden influir en la distribución de la caída de pómez. En efecto, en caso de la


ocurrencia de una erupción pliniana las tefras tenderán a viajar hacia el oeste en época lluviosa
(diciembre a marzo), y hacia el este en la época seca (abril a noviembre). Existe una zona de
mayor peligro (zona roja), próxima al cráter, la cual sería la más afectada, e inmediatamente una
zona naranja y otra amarilla que serían afectadas en caso de una mayor actividad.

221

Figura 20. Mapa de peligros por caídas de ceniza para erupciones importantes con VEI 4-5.
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

h. Definición de los niveles de peligrosidad

Nuevos rangos de peligrosidad realizados para esta publicación en coordinación CENEPRED-


INGEMMET.

§ Peligros por avalancha de escombros

Tabla N° 4
Tabla 4
Peligros por avalancha de escombros

NIVEL RANGO
Muy alto 0,264 ≤ R ≤ 0,422

Alto 0,161 ≤ R < 0,264

Medio 0,099 ≤ R < 0,161

Bajo 0,061 ≤ R < 0,099

5 Muy Alto

§ Peligros por caída de tefras


Tabla N° 5
PeligrosTabla
por 5caída de tefras
222 NIVEL RANGO
Muy alto 0,264 ≤ R ≤ 0,427

Alto 0,160 ≤ R < 0,264


Medio 0,098 ≤ R < 0,160

Bajo 0,059 ≤ R < 0,098

5 Muy Alto

§ Peligros por flujos de lodos o lahares Tabla N° 6


Peligros por flujos
Tabla 6 de lodos o lahares

NIVEL RANGO
Muy alto 0,264 ≤ R ≤ 0,419

Alto 0,162 ≤ R < 0,264


Medio 0,100 ≤ R < 0,162

Bajo 0,062 ≤ R < 0,100

5 Muy Alto
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

§ Peligros por flujos de lava


Tabla N° 7
PeligrosTabla
por7 flujos de lava

NIVEL RANGO
Muy alto 0,262 ≤ R ≤ 0,416

Alto 0,161 ≤ R < 0,262


Medio 0,099 ≤ R < 0,161

Bajo 0,062 ≤ R < 0,099

5 Muy Alto

§ Peligros por flujos piroclásticos


Tabla N° 8
Peligros por flujos
Tabla 8 piroclásticos

NIVEL RANGO
Muy alto 0,262 ≤ R ≤ 0,416

Alto 0,161 ≤ R < 0,262


Medio 0,099 ≤ R < 0,161
223
Bajo 0,062 ≤ R < 0,099

5 Muy Alto
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 1
Niveles de peligrosidad ante avalancha de escombros

224
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 2
Niveles de peligrosidad ante flujos de lodos o lahares

225
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 3
Niveles de peligrosidad ante flujos de lava

226
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 4
Niveles de peligrosidad ante flujos piroclásticos

227
228
Mapa 5
Niveles de peligrosidad ante caída de tefras. El mapa de la derecha
es el mapa de isopacas de la erupción 2006-2009
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

3.2. Elaboración de los mapas de vulnerabilidad

El análisis de elementos expuestos ayudó a identificar los centros poblados expuestos a


los peligros asociados a un escenario de erupción volcánica del Ubinas (flujos piroclásticos,
flujos de lava, flujos de lodo o lahares, avalancha de escombros y caída de tefras). Los centros
poblados para la aplicación de la metodología del análisis de vulnerabilidad son: Querapi, San
Miguel, Tonohaya y Huatagua. Esta selección se fundamenta en las conclusiones del informe
técnico Nº A6641 denominado: “Evaluación de peligros geológicos en el valle de Ubinas”, de
marzo de 2014, elaborado por el INGEMMET. A continuación se desarrolla el procedimiento
técnico para cuatro de los centros poblados de los cuales se pudo obtener información para este
análisis.
Se muestra el flujograma general de trabajo y los parámetros considerados para el análisis de la
vulnerabilidad.

POBLACIÓN

MATERIAL PREDOMINANTE PAREDES CONEXIÓN DE AGUA

MATERIAL PREDOMINANTE TECHOS CONEXIÓN DE DESAGÜE

MATERIAL PREDOMINANTE PISOS FRAGILIDAD CONEXIÓN DE LUZ


SOCIAL 229
ANTIGÜEDAD EDIFICACIÓN

ESTADO DE CONSERVACIÓN EDIFICACIONES EXPOSICIÓN DIMENSIÓN


SOCIAL SOCIAL

CAMPAÑA DE GESTIÓN DE RIESGOS


RESILENCIA
SOCIAL
ACTITUD FRENTE AL RIESGO

VULNERABILIDAD

MATER. PRED. PAREDES

MATER. PRED. TECHOS

FRAGILIDAD EXPOSICIÓN DIMENSIÓN


MATER. PRED. PISOS
ECONÓMICA ECONÓMICA ECONÓMICA

ANTIGÜEDAD EDIF

ESTADO CONSERVACIÓN EDIFICACIONES


LOCALIZACIÓN EDIFICACIÓN

SERV. AGUA POT. Y SANEAMIEN.

SERVICIO DE TRANSPORTE

SERVICIO DE ELECTRICIDAD

SERVICIO DE TELECOMUNICACIONES

Figura 21. Flujograma general del análisis de la vulnerabilidad de los centros poblados.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

a. Dimensión social

El análisis de la dimensión social ayuda a identificar las características intrínsecas a los centros
poblados, y la contribución de esta dimensión al análisis de la vulnerabilidad. Se identificaron y
seleccionaron parámetros de evaluación agrupados en las componentes de exposición, fragilidad
y resiliencia.

CAMPAÑA DE GESTIÓN DE RIESGOS


RESILIENCIA
SOCIAL
ACTITUD FRENTE AL RIESGO

EXPOSICIÓN DIMENSIÓN
SOCIAL SOCIAL
MATERIAL PREDOMINANTE PAREDES

MATERIAL PREDOMINANTE TECHOS POBLACIÓN

MATERIAL PREDOMINANTE PISOS FRAGILIDAD CONEXIÓN DE AGUA


SOCIAL
CONEXIÓN DE DESAGÜE
ANTIGÜEDAD DE LA EDIFICACIÓN

CONEXIÓN DE LUZ
ESTADO DE CONSERVACIÓN EDIFICACIONES

230
Figura 22. Flujograma de análisis de la dimensión social de los centros poblados.

a.1. Exposición social:


Los parámetros considerados para la exposición social son: población, conexión de agua,
conexión de desagüe y conexión de luz. Estos parámetros son considerados en el análisis
multicriterio (método de Saaty). Según lo establecido por el método de Saaty, para una matriz
de 4x4 (número de parámetros utilizados) el resultado numérico de la relación de consistencia
debe ser menor al 8% (RC < 0,08), lo que indica que los criterios utilizados para la comparación
de pares son los más adecuados. Los parámetros ponderados se muestran en el cuadro a
continuación.

Tabla N° 9
Tabla 9
Parámetros ponderados
Parámetros parala la
ponderados para exposición
exposición socialsocial

Descriptores Peso ponderado


Población 0,627

Sin conexión a la red de agua 0,197


Sin conexión a la red de desagüe 0,129

Sin conexión a la red de luz 0,049

5 Muy Alto
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

a.2. Fragilidad social:


Los parámetros considerados para el análisis de la fragilidad social son: estado de conservación
de la edificación, material predominante en paredes, material predominante en techos,
antigüedad de la edificación y material predominante en pisos. Los parámetros ponderados se
muestran en el cuadro a continuación.

Tabla N° 10
Tabla 10
Parámetros ponderados
Parámetros para
ponderados para la fragilidad
la fragilidad socialsocial

Descriptores Peso ponderado


Estado conservación edificación 0,479

Material predominante paredes 0,231


Material predominante techos 0,166

Antigüedad de edificación 0,088

Material predominante pisos 0,036

a.3 Resiliencia social: 231

Los parámetros considerados para el análisis son: campañas de capacitación en gestión del
riesgo y actitud frente al riesgo.

Tabla N° 11
Tabla 11
Parámetros
Parámetrosponderados para
ponderados para la resiliencia
la resiliencia social social

Descriptores Peso ponderado


Campañas de capacitación en
0,300
gestión de riesgos de desastres

Actitud frente al riesgo 0,700

b. Dimensión económica 5 Muy Alto


El análisis de la dimensión económica ayudó a identificar los servicios (agua, sistema de
transporte, luz y telecomunicaciones) y características de las viviendas (dan una idea aproximada
de las condiciones económicas de la población) expuestas a los fenómenos asociados a la
erupción volcánica del Ubinas.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

FRAGILIDAD EXPOSICIÓN DIMENSIÓN


ECONÓMICA ECONÓMICA ECONÓMICA

ESTADO CONSERVACIÓN EDIFICACIONES LOCALIZACIÓN DE EDIFICACIÓN

ANTIGÜEDAD DE LA EDIFICACIÓN SERV. AGUA POT. Y SANEAMIEN.

MATER. PRED. PAREDES SISTEMA DE TRANSPORTE

MATER. PRED. PISOS SERVICIO DE ELECTRICIDAD

MATER. PRED. TECHOS SERVICIO DE TELECOMUNICACIONES

Figura 23. Flujograma de análisis de la dimensión económica de los centros poblados.

b.1. Exposición económica:


Los parámetros considerados para la exposición social son: localización de edificaciones, servicio
232 de agua, sistema de transporte, servicio de electricidad o luz y servicio de telecomunicaciones. Los
parámetros ponderados se muestran en el cuadro a continuación.

Tabla12
Tabla N° 12
Parámetros ponderados
Parámetros paralalaexposición
ponderados para exposición económica
económica

Descriptores Peso ponderado


Localización de la edificación 0,479

Servicio de agua 0,231

Sistema de transporte 0,166

Servicio de luz o electricidad 0,088


Servicio de telecomunicaciones 0,036
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

b.2. Fragilidad económica:

Los parámetros considerados para el análisis de la fragilidad social son: estado de conservación
de la edificación, material predominante de paredes, material predominante en techos,
antigüedad de edificación y material predominante en pisos. Los parámetros ponderados se
muestran en el cuadro a continuación.

Tabla 13
Parámetros ponderados para la fragilidad económica

Descriptores Peso ponderado


Estado de conservación de edificaciones 0,479

Material predominante en paredes 0,231

Material predominante en techos 0,166

Antigüedad en edificaciones 0,088

Material predominante en pisos 0,036

Definición de niveles de vulnerabilidad


233
Para la determinación de los niveles de vulnerabilidad se utilizaron las ponderaciones de
parámetros y descriptores, y la aplicación de fórmulas sencillas que se automatizaron en la
base de datos mediante el uso del software para georreferencia. Se muestra la aplicación del
procedimiento de cálculo para una fila de la base de datos.

Dimensión social

n,m
Valor = • Parametroi .Descriptorj
i, j

Tabla 14
Exposición Social
Exposición social

Conexión de agua Conexión de desagüe Conexión de luz Valor


Exposición social
Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor
Conexión de agua Conexión de desagüe Conexión de luz Valor
0,557 0,253 0,320 0,495 0,123 0,495 0,360
Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor

0,557 0,253 0,320 0,495 0,123 0,495 0,360


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 15

Fragilidad social
Estado conservación Material predominante Material predominante Antigüedad de Material predominante
edificación paredes techos edificación pisos Valor
Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor

0,479 0,495 0,231 0,495 0,166 0,495 0,088 0,156 0,036 0,061 0,450

Tabla 16

Resiliencia social

Campaña gestión de riesgo Actitud frente al riesgo Valor

Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor

0,300 0,253 0,700 0,061 0,119

=Valor Exposicion
Exposición.Peso + Fragilidad .Peso + Resiliencia.Peso
234
Tabla 17
Vulnerabilidad social

Exposición
Exposiciónsocial
económica Fragilidad socialFragilidad económica
Resilencia social

Valor Peso Valor Peso Valor Peso Vul. Social


Valor Peso Valor Peso Vul. económica
0,360 0,343 0,450 0,082 0,119 0,575 0,229
0,495 0,500 0,305 0,500 0,400

Dimensión económica

n,m
Valor = • Parametro
´ i .Descriptorj
i, j

Tabla 18
Exposición económica
Exposición económica
Localización de Servicio de agua Exposición económica
Sistema de Servicio de Servicio de
edificación potable y saneamiento transporte electricidad telecomunicaciones Valor
Localización de Servicio de agua Sistema de Servicio de Servicio de
edificación
Parámetro Descriptor potable y saneamiento
Parámetro Descriptor transporte
Parámetro Descriptor electricidadDescriptor
Parámetro telecomunicaciones
Parámetro Descriptor Valor
Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor
0,479 0,495 0,231 0,495 0,166 0,495 0,088 0,495 0,036 0,495 0,495

0,479 0,495 0,231 0,495 0,166 0,495 0,088 0,495 0,036 0,495 0,495
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 19

Fragilidad económica
Estado conservación Material predominante Material predominante Antigüedad de Material predominante
edificación paredes techos edificación pisos Valor
Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor Parámetro Descriptor

0,479 0,253 0,231 0,495 0,166 0,253 0,088 0,253 0,036 0,156 0,305

= Exposición.Peso + Fragilidad .Peso + Resiliencia.Peso


Valor Exposicion

Tabla 20
Vulnerabilidad económica

Exposición económica Fragilidad económica

Valor Peso Valor Peso Vul. económica

0,495 0,500 0,305 0,500 0,400


235

c. Cálculo del valor de la vulnerabilidad

Vulnerabilidad Vul.� Social �� x Peso + Vul.� Económica


= Economica �� x Peso

Tabla 21
Vulnerabilidad social

Vul. social Vul. económica

Valor Peso Valor Peso Vulnerabilidad

0,229 0,500 0,400 0,500 0,315

Tabla 22
Nivel de vulnerabilidad para centros poblados

Nivel Rango
Muy alto 0,253 ≤ R ≤ 0,495

Alto 0,156 ≤ R< 0,253


Medio 0,061 ≤ R<0,156

Bajo 0,034 ≤ R< 0,061

5 Muy Alto
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

d. Estratificación de la vulnerabilidad

Tabla 23
Estratificación de la vulnerabilidad

Matriz de vulnerabilidad

Vivienda de estera, madera o cartón, estado de construcción: en ruinas; con pozo ciego o sin
servicio de desagüe; sin conexión a agua potable, agua procedente de río, acequia, manantial o
Muy alto similar; con habitantes sin conocimiento de gestión de riesgos sin difusión, con actitud fatalista,
conformista y con desidia, escasamente previsora, sin medidas de prevención.

Vivienda de adobe o quincha, estado de construcción: inconclusa, con estado de conservación:


malo; con servicio de luz por motor propio, con pozo séptico, con agua de pilón de uso público,
Alto con difusión parcial y poco frecuente en gestión del riesgo, parcialmente previsora sin imple-
mentar medidas para prevenir.

Vivienda de ladrillo, estado de construcción: bueno y en construcción; con servicio de luz fuera
de vivienda; con conexión a desagüe fuera de vivienda; con conexión a agua potable fuera de
Medio vivienda; con habitantes con conocimiento de gestión de riesgos con difusión masiva y poco
frecuente, parcialmente previsora, con escasas medidas de prevención.

Vivienda de concreto, estado de construcción: muy bueno y terminado; con servicio de luz
dentro de vivienda; con conexión a desagüe dentro de vivienda; con conexión a agua potable
Bajo dentro de vivienda; con habitantes con conocimiento de gestión de riesgos por difusión masiva,
236 previsora, con medidas de prevención.

e. Niveles de vulnerabilidad para los centros poblados

§ Centro poblado Querapi

Tabla 24
Niveles de vulnerabilidad

Nivel Rango
Muy alto 0,253 ≤ R ≤ 0,495

Alto 0,156 ≤ R< 0,253

Medio 0,061 ≤ R< 0,156

Bajo 0,034 ≤ R< 0,061

5 Muy Alto
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

§ Centro poblado San Miguel

Tabla 25
Niveles de vulnerabilidad

Nivel Rango
Muy alto 0,262 ≤ R ≤ 0,416

Alto 0,161 ≤ R< 0,262

Medio 0,099 ≤ R< 0,161

Bajo 0,062 ≤ R< 0,099

5 Muy Alto

§ Centro poblado Huatagua

Tabla 26
Niveles de vulnerabilidad

Nivel Rango
Muy alto 0,253 ≤ R ≤ 0,495

Alto 0,156 ≤ R< 0,253


237
Medio 0,061 ≤ R< 0,156

Bajo 0,034 ≤ R< 0,061

5 Muy Alto

§ Centro poblado Tonohaya

Tabla 27
Niveles de vulnerabilidad

Nivel Rango
Muy alto 0,262 ≤ R ≤ 0,416

Alto 0,161 ≤ R< 0,262

Medio 0,099 ≤ R< 0,161

Bajo 0,062 ≤ R< 0,099

5 Muy Alto
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 6
Zona de vulnerabilidad de Huatagua

238
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 7
Zona de vulnerabilidad de Querapi

239
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 8
Zona de vulnerabilidad de San Miguel

240
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 9
Zona de vulnerabilidad de Tonohaya

241
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

3.3. Elaboración de mapas de riesgo

Se realizó el cálculo de los niveles de riesgos para los centros poblados de Querapi, San Miguel,
Tonohaya y Huatagua, realzando el producto de los niveles de peligrosidad y los niveles de
vulnerabilidad correspondiente.
En función a nuevas ponderaciones de los parámetros sugeridos por el INGEMMET, se han
calculado los valores de riesgo que se presentan para esta publicación.

Mapas de riesgos para avalancha de escombros

§ Centro poblado Querapi

Tabla 28
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,067 ≤ R ≤ 0,209

Alto 0,025 ≤ R < 0,067


Medio 0,006 ≤ R < 0,025

Bajo 0,002 ≤ R < 0,006


242
5 Muy Alto
Tabla 29
Matriz de riesgos

Muy alto 0,422 0,026 0,066 0,107 0,209

Alto 0,264 0,016 0,041 0,067 0,131


Peligrosidad

Medio 0,161 0,010 0,025 0,041 0,080

Bajo 0,099 0,006 0,015 0,025 0,049

0,061 0,156 0,253 0,495

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

§ Centro poblado San Miguel

Tabla 30
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,069 ≤ R ≤ 0,176

Alto 0,026 ≤ R < 0,069


Medio 0,010 ≤ R < 0,026

Bajo 0,004 ≤ R < 0,010

5 Muy Alto

Tabla 31
Matriz de riesgos

Muy alto 0,422 0,042 0,068 0,111 0,176

Alto 0,264 0,026 0,043 0,069 0,110


Peligrosidad

243
Medio 0,161 0,016 0,026 0,042 0,067

Bajo 0,099 0,010 0,016 0,026 0,041

0,099 0,161 0,262 0,416

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad

§ Centro poblado Huatagua

Tabla 32
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,067 ≤ R ≤ 0,209

Alto 0,025 ≤ R < 0,067

Medio 0,006 ≤ R < 0,025

Bajo 0,002 ≤ R < 0,006

5 Muy Alto
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 33
Matriz de riesgos

Muy alto 0,422 0,026 0,066 0,107 0,209

Alto 0,264 0,016 0,041 0,067 0,131

Peligrosidad
Medio 0,161 0,010 0,025 0,041 0,080

Bajo 0,099 0,006 0,015 0,025 0,049

0,061 0,156 0,253 0,495

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad

§ Centro poblado Tonohaya


Tabla 34
244 Niveles de riesgos
Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,069 ≤ R ≤ 0,176

Alto 0,026 ≤ R < 0,069

Medio 0,010 ≤ R < 0,026

Bajo 0,004 ≤ R < 0,010

5 Muy Alto

Tabla 35
Matriz de riesgos

Muy alto 0,422 0,042 0,068 0,111 0,176

Alto 0,264 0,026 0,043 0,069 0,110


Peligrosidad

Medio 0,161 0,016 0,026 0,042 0,067

Bajo 0,099 0,010 0,016 0,026 0,041

0,099 0,161 0,262 0,416

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 10
Riesgos ante avalancha de escombros de Querapi

245
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 11
Riesgos ante avalancha de escombros de San Miguel

246
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 12
Riesgos ante avalancha de escombros de Huatagua

247
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 13
Riesgos ante avalancha de escombros de Tonohaya

248
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapas de riesgos para caída de tefras

§ Centro poblado Querapi

Tabla 36
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,067 ≤ R ≤ 0,211

Alto 0,025 ≤ R < 0,067

Medio 0,006 ≤ R < 0,025

Bajo 0,002 ≤ R < 0,006

5 Muy Alto

Tabla 37
Matriz de riesgos

Muy alto 0,427 0,026 0,067 0,108 0,211


249

Alto 0,264 0,016 0,041 0,067 0,131


Peligrosidad

Medio 0,160 0,010 0,025 0,040 0,079

Bajo 0,098 0,006 0,015 0,025 0,049

0,061 0,156 0,253 0,495

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

§ Centro poblado San Miguel

Tabla 38
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,069 ≤ R ≤ 0,178

Alto 0,026 ≤ R < 0,069

Medio 0,010 ≤ R < 0,026

Bajo 0,004 ≤ R < 0,010

5 Muy Alto

Tabla 39
Matriz de riesgos

Muy alto 0,427 0,042 0,069 0,112 0,178

250
Alto 0,264 0,026 0,043 0,069 0,110
Peligrosidad

Medio 0,160 0,016 0,026 0,042 0,067

Bajo 0,098 0,010 0,016 0,026 0,041

0,099 0, 161 0,262 0,416

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

§ Centro poblado Huatagua

Tabla 40
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,067 ≤ R ≤ 0,211

Alto 0,025 ≤ R < 0,067

Medio 0,006 ≤ R < 0,025

Bajo 0,002 ≤ R < 0,006

5 Muy Alto

Tabla 41
Matriz de riesgos

Muy alto 0,427 0,026 0,067 0,108 0,211

251
Alto 0,264 0,016 0,041 0,067 0,131
Peligrosidad

Medio 0,160 0,010 0,025 0,040 0,079

Bajo 0,098 0,006 0,015 0,025 0,049

0,061 0,156 0,253 0,495

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

§ Centro poblado Tonohaya

Tabla 42
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,069 ≤ R ≤ 0,178

Alto 0,026 ≤ R < 0,069

Medio 0,010 ≤ R < 0,026

Bajo 0,004 ≤ R < 0,010

5 Muy Alto

Tabla 43
Matriz de riesgos

Muy alto 0,427 0,042 0,069 0,112 0,178

252
Alto 0,264 0,026 0,043 0,069 0,110
Peligrosidad

Medio 0,160 0,016 0,026 0,042 0,067

Bajo 0,098 0,010 0,016 0,026 0,041

0,099 0,161 0,262 0,416

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 14
Riesgos ante caída de tefras de Querapi

253
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 15
Riesgos ante caída de tefras de San Miguel

254
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 16
Riesgos ante caída de tefras de Huatagua

255
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 17
Riesgos ante caída de tefras de Tonohaya

256
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapas de riesgos para flujos de lodo o lahares

§ Centro poblado Huatagua

Tabla 44
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,067 ≤ R ≤ 0,207

Alto 0,025 ≤ R < 0,067

Medio 0,006 ≤ R < 0,025

Bajo 0,002 ≤ R < 0,006

5 Muy Alto

Tabla 45
Matriz de riesgos

Muy alto 0,419 0,026 0,065 0,106 0,207


257

Alto 0,264 0,016 0,041 0,067 0,131


Peligrosidad

Medio 0,162 0,010 0,025 0,041 0,080

Bajo 0,100 0,006 0,016 0,025 0,050

0,061 0,156 0,253 0,495

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

§ Centro poblado Tonohaya

Tabla 46
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,069 ≤ R ≤ 0,174

Alto 0,026 ≤ R < 0,069

Medio 0,010 ≤ R < 0,026

Bajo 0,004 ≤ R < 0,010

5 Muy Alto

Tabla 47
Matriz de riesgos

Muy alto 0,419 0,041 0,067 0,110 0,174

258
Alto 0,264 0,026 0,043 0,069 0,110
Peligrosidad

Medio 0,162 0,016 0,026 0,042 0,067

Bajo 0,100 0,010 0,016 0,026 0,042

0,099 0,161 0,262 0,416

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 18
Riesgos ante flujos de lodo o lahares de Huatagua

259
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 19
Riesgos ante flujos de lodo o lahares de Tonohaya

260
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapas de riesgos para flujos piroclásticos

§ Centro poblado Querapi

Tabla 48
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,066 ≤ R ≤ 0,209

Alto 0,025 ≤ R < 0,066


Medio 0,006 ≤ R < 0,025

Bajo 0,002 ≤ R < 0,006

5 Muy Alto

Tabla 49
Matriz de riesgos

Muy alto 0,422 0,025 0,065 0,105 0,206 261

Alto 0,264 0,016 0,041 0,066 0,130


Peligrosidad

Medio 0,161 0,010 0,025 0,041 0,080

Bajo 0,099 0,006 0,015 0,025 0,049

0,061 0,156 0,253 0,495

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

§ Centro poblado San Miguel

Tabla 50
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,066 ≤ R ≤ 0,209

Alto 0,025 ≤ R < 0,066

Medio 0,006 ≤ R < 0,025

Bajo 0,002 ≤ R < 0,006

5 Muy Alto

Tabla 51
Matriz de riesgos

Muy alto 0,422 0,041 0,067 0,109 0,173


262

Alto 0,264 0,026 0,042 0,069 0,109


Peligrosidad

Medio 0,161 0,016 0,026 0,042 0,067

Bajo 0,099 0,010 0,016 0,026 0,041

0,099 0, 161 0,262 0,416

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

§ Centro poblado Huatagua

Tabla 52
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,066 ≤ R ≤ 0,209

Alto 0,025 ≤ R < 0,066

Medio 0,006 ≤ R < 0,025

Bajo 0,002 ≤ R < 0,006

5 Muy Alto

Tabla 53
Matriz de riesgos

Muy alto 0,422 0,025 0,065 0,105 0,206


263

Alto 0,264 0,016 0,041 0,066 0,130


Peligrosidad

Medio 0,161 0,010 0,025 0,041 0,080

Bajo 0,099 0,006 0,015 0,025 0,049

0,061 0,156 0,253 0,495

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

§ Centro poblado Tonohaya

Tabla 54
Niveles de riesgos

Nivel Rango
Muy alto no mitigable 0,069 ≤ R ≤ 0,173

Alto 0,026 ≤ R < 0,069

Medio 0,010 ≤ R < 0,026

Bajo 0,004 ≤ R < 0,010

5 Muy Alto

Tabla 55
Matriz de riesgos

Muy alto 0,422 0,041 0,067 0,109 0,173


264

Alto 0,264 0,026 0,042 0,069 0,109


Peligrosidad

Medio 0,161 0,016 0,026 0,042 0,067

Bajo 0,099 0,010 0,016 0,026 0,041

0,099 0,161 0,262 0,416

Bajo Medio Alto Muy alto

Vulnerabilidad
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 20
Riesgos ante flujos piroclásticos de Querapi

265
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 21
Riesgos ante flujos piroclásticos de San Miguel

266
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Mapa 22
Riesgos ante flujos piroclásticos de Huatagua

267
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Mapa 23
Riesgos ante flujos piroclásticos de Tonohaya

268
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 56
Estratificación del riesgo

Estratificación de riesgos

Para flujos piroclásticos y avalancha de escombros: pendiente de terreno es mayor a 50°. La


geomorfología del terreno caracterizada por ser montañosa. La litología corresponde a presen-
cia de depósitos de piroclásticos. La hidrogeología en el terreno está formada por grandes
acuitardos. La sismicidad tiene una magnitud mayor a 7. Para caída de tefras: Severamente
afectados por caída de ceniza hasta 3 cm de grosor durante una erupción volcánica. Con
Muy alto direcciones de vientos noreste predominantes de abril a noviembre y con direcciones de
vientos suroeste predominantes de diciembre a marzo. Vivienda de estera, madera o cartón,
estado de construcción: en ruinas; con pozo ciego o sin servicio de desagüe; sin conexión a agua
potable, agua procedente de río, acequia, manantial o similar; con habitantes sin conocimiento
de gestión de riesgos sin difusión, con actitud fatalista, conformista y con desidia, escasamente
previsora, sin medidas de prevención.

Para flujos piroclásticos y avalancha de escombros: La pendiente de terreno está entre 35 y 50°.
La geomorfología del terreno caracterizada por ser colinas. La litología corresponde a compues-
tos volcánicos. La hidrogeología en el terreno está formada por acuitardo sedimentario. La
sismicidad tiene una magnitud entre 6 a menor a 7. Para caída de tefras: Moderadamente afecta-
dos por caída de ceniza de más de 1 cm de grosor durante una erupción volcánica. Con direccio-
Alto nes de vientos noreste predominantes de abril a noviembre y con direcciones de vientos
suroeste predominantes de diciembre a marzo. Vivienda de adobe o quincha, estado de 269
construcción: inconclusa, con estado de conservación: malo; con servicio de luz por motor
propio, con pozo séptico, con agua de pilón de uso público, con difusión parcial y poco frecuen-
te en gestión del riesgo, parcialmente previsora sin implementar medidas para prevenir.

Para flujos piroclásticos y avalancha de escombros: La pendiente de terreno está entre 20 y 35°.
La geomorfología del terreno caracterizada por ser altiplanicie. La litología corresponde a
intrusivos. La hidrogeología en el terreno está formada por grandes acuitardos. La sismicidad
tiene una magnitud entre 5 a menor a 6. Para caída de tefras: Ligeramente afectados por caída
de ceniza de menos de 1 cm de grosor durante una erupción volcánica. Con direcciones de
Medio vientos noreste predominantes de abril a noviembre y con direcciones de vientos suroeste
predominantes de diciembre a marzo. Vivienda de ladrillo, estado de construcción: bueno y en
construcción; con servicio de luz fuera de vivienda; con conexión a desagüe fuera de vivienda;
con conexión a agua potable fuera de vivienda; con habitantes con conocimiento de gestión de
riesgos con difusión masiva y poco frecuente, parcialmente previsora, con escasas medidas de
prevención.

Para flujos piroclásticos y avalancha de escombros: La pendiente de terreno está entre 5 y 20°.
La geomorfología del terreno caracterizada por ser valle abierto. La litología corresponde a
depósitos cuaternarios, bofedales y otros. La hidrogeología en el terreno está formada por
acuitardo volcánico y en zona de alteración. La sismicidad tiene una magnitud menor a 4. Para
caída de tefras: Ligeramente afectados por caída de ceniza de menos de 1 cm de grosor durante
Bajo una erupción volcánica. Con direcciones de vientos noreste predominantes de abril a noviem-
bre y con direcciones de vientos suroeste predominantes de diciembre a marzo. Vivienda de
concreto, estado de construcción: muy bueno y terminado; con servicio de luz dentro de vivien-
da; con conexión a desagüe dentro de vivienda; con conexión a agua potable dentro de vivien-
da; con habitantes con conocimiento de gestión de riesgos por difusión masiva, previsora, con
medidas de prevención.
3.4. Cálculo de probables pérdidas económicas ante la ocurrencia del fenómeno de vulcanismo

Las probables pérdidas económicas ante la ocurrencia de una erupción volcánica trascenderían
aproximadamente a S/ 30 305 566,47

Tabla 57
Resumen

Resumen de probables pérdidas económicas por influencia del volcán Ubinas S/

Área urbana e infraestructura de servicios 1 889 003,05

Área con predios agrícolas y pastizales 1 511 363,42

Vías de comunicación (la mayoría son carreteras afirmadas y sería destruido un 26 738 400,00
limitado número de km)

Estaciones de monitoreo 150 000,00

Postes de alumbrado público y cableado 6 800,00


270
Total 30 305 566,47
Conclusiones
1. Los centros poblados de Querapi, San Miguel, Huatagua, Tonohaya y demás ubicados en el área de
influencia del volcán Ubinas, se encuentran expuestos a los peligros por flujos piroclásticos, flujos de lodos
o lahares, caída de tefras y avalancha de escombros, siendo considerados como zonas de muy alto riesgo.

2. De acuerdo con el cálculo de posibles pérdidas económicas y sociales, y la capacidad tecnológica para
afrontar el fenómeno de vulcanismo en los centros poblados de Querapi, Huatagua y Tonohaya, no se
justifica ninguna inversión en infraestructura de reducción de riesgos en dichas zonas, debiendo dichos
centros poblados ser considerados de muy alto riesgo no mitigable.

271
3. El peligro que se viene manifestando en el área de influencia del volcán Ubinas es la caída de tefras, la
cual tiene una muy alta frecuencia de emisión de cenizas volcánicas que por su nivel de acumulación,
vienen contaminando el agua, suelo y aire, superando los límites máximos permisibles para la salud
humana, sanidad animal y sanidad vegetal.

4. Ante el peligro por flujos de lodos o lahares en el área de influencia del volcán Ubinas, se encuentran
expuestos seis centros poblados, aproximadamente 200 habitantes, 90 viviendas, dos instituciones
educativas, un centro de salud, 283 249 hectáreas de predios rurales.

5. Ante el peligro por flujos de lava en el área de influencia del volcán Ubinas, no existen centros poblados
expuestos ni actividades sociales, ni económicas, debido a que la lava discurriría por zonas no habitadas;
solamente estarían expuestas dos estaciones de monitoreo vulcanológico del Instituto Geofísico del Perú y
dos estaciones del INGEMMET.

6. Las vías de comunicación expuestas a los fenómenos de flujos piroclásticos, flujos de lodos o lahares, caída
de tefras y avalancha de escombros constituyen aproximadamente 191,32 km: 64,72 km de carreteras
afirmadas, 59,88 km de carreteras no afirmadas y 66,72 km de trochas.

7. Se calcula que las posibles pérdidas de los elementos expuestos (instituciones educativas, puestos de salud,
viviendas, vías de comunicación, predios rurales, estaciones de monitoreo, entre otros), ubicados dentro del
área de influencia del volcán Ubinas, llegarían al monto aproximado de S/ 30 305 566,47.
Recomendaciones
§ El Gobierno Regional de Moquegua, en coordinación con la Municipalidad Provincial de General Sánchez
Cerro y las municipalidades distritales de Ubinas y Matalaque, deberán reasentar progresivamente a los
centros poblados de Querapi, Tonohaya y Huatahua ubicados en zonas de muy alto riesgo no mitigable
ante el fenómeno de vulcanismo, debiendo aplicarse la Ley Nº 29869, Ley de reasentamiento poblacional
para zonas de muy alto riesgo no mitigable y su reglamento.

§ El INGEMMET, IGP y SENAMHI deberán continuar con el monitoreo de la actividad volcánica de manera
permanente del volcán Ubinas con relación a los peligros asociados ante el fenómeno de vulcanismo,
con la finalidad de informar oportunamente a las autoridades encargadas de la gestión de riesgo a nivel
regional y local, las cuales deberán comunicar a las poblaciones expuestas al fenómeno de vulcanismo.

§ El Gobierno Regional de Moquegua, en coordinación con los gobiernos locales y con la asistencia técnica
272 del CENEPRED, deberán realizar de manera prioritaria estudios y/o informes de evaluación de riesgos ante
el fenómeno de vulcanismo a los centros poblados de: Escacha, Sacohaya, Anascapa, Ubinas, Huarina y
Matalaque, dado que se encuentran en el área de influencia del volcán Ubinas con un nivel muy alto de
peligrosidad al fenómeno de vulcanismo, aplicando la metodología desarrollada en el presente informe.

§ El INGEMMET, IGP, SENAMHI y las entidades involucradas en la generación de información, deberán realizar
estudios, muestreos y levantamiento de información a detalle en los centros poblados indicados en el
párrafo anterior, lo cual permitirá: reducir el porcentaje de incertidumbre para futuros estudios, determinar
sus respectivos niveles de riesgo y propiciar una adecuada toma de decisiones.

§ El ANA, OEFA, DIGESA, SENASA, MINAGRI y el Ministerio de Salud deberán continuar con el análisis de
concentraciones químicas de elementos químicos peligrosos en agua, material particulado y gases tóxicos
en aire por influencia de las cenizas volcánicas; asimismo, deberán realizar investigación científica sobre el
efecto acumulativo de ingestión de elementos químicos y material particulado PM10 en el ser humano, así
como en la sanidad animal y vegetal, dentro del área de influencia del volcán Ubinas.
Referencias
bibliográficas
§ ADAMS, N.K.; DE SILVA, S.L.; SELF, S.; SALAS, G.; SCHUBRING, S.; PERMENTER, J.L.; ARBESMAN, K. (2001).
The physical volcanology of the 1600 eruption of Huaynaputina, southern Peru. Bulletin of Volcanology 62,
8, 493-518.

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275
Glosario
§ BLOQUES O BOMBAS. Fragmentos de lava de tamaño superior a 64 mm, arrojados por una erupción
volcánica.

§ CALDERA. Gran depresión de origen volcánico, generalmente de forma circular o elíptica, cuyo diámetro
puede tener decenas de kilómetros, formada por grandes erupciones volcánicas.

§ CÁMARA MAGMÁTICA. Es la zona donde se produce y almacena el magma y que posteriormente es


expulsado a la superficie. La cámara magmática se comunica con el cráter del volcán a través de un
conducto conocido como chimenea.

§ CENIZA VOLCÁNICA. Fragmentos de roca de origen volcánico de tamaño menor a 2 mm expulsados a la


atmósfera durante erupciones explosivas.

§ COLUMNA ERUPTIVA. Se forma durante las erupciones explosivas. Está constituida por grandes cantidades
de gases calientes, ceniza, fragmentos líticos, pómez (o escoria), de distintos tamaños.

§ CRÁTER. Abertura situada en la superficie terrestre, por donde el volcán expulsa los materiales volcánicos
durante una erupción. Normalmente posee forma circular, con un diámetro de menos de 2 km.
276
§ ERUPCIÓN EXPLOSIVA. Se produce cuando el magma que asciende a la superficie acumula más presión de
la que puede liberar. Las burbujas en su interior crecen, el magma se fragmenta y los productos volcánicos
son expulsados violentamente. Estas erupciones son frecuentes en volcanes con alto contenido de gases, o
cuando se produce una interacción del magma con agua meteórica.

§ ERUPCIÓN VOLCÁNICA. Es el producto del ascenso del magma y su posterior expulsión sobre la superficie
de la tierra. Los materiales pueden ser arrojados con distintos grados de violencia, dependiendo de la
composición química del magma, la cantidad de gases y en algunos casos por la interacción del magma con
el agua.

§ FUMAROLA. Emanación de gases y vapor de agua, generalmente a altas temperaturas, que sale de fracturas
o grietas de la superficie de un volcán. La mayor parte de los gases emitidos son vapor de agua; sin
embargo, se encuentran otros gases como CO2, CO, SO2, H2S, CH4, HCl, etc.

§ ÍNDICE DE EXPLOSIVIDAD VOLCÁNICA (IEV). Es una escala para describir el tamaño de las erupciones
volcánicas y se basa, entre otros factores, en el volumen de material emitido y la altura de la columna
eruptiva. La escala IEV varía entre 0 y 8. Una erupción con un IEV de 0 denota una erupción no explosiva,
sin importar el volumen de productos emitidos. Las erupciones con un IEV de 5 o más son consideradas
“muy grandes” y ocurren raramente alrededor del planeta (aproximadamente una erupción cada década). La
erupción del volcán Ubinas entre los años 2006 y 2008 tuvo un IEV 2.

§ LAPILLI. Fragmento de roca volcánica de tamaño comprendido entre 2 y 64 mm, emitido durante una
erupción explosiva.

§ LLUVIA ÁCIDA. Mezcla del agua atmosférica con gases magmáticos emitidos durante una erupción
volcánica. Estos gases forman ácidos fuertemente corrosivos que caen a la superficie en forma de lluvia.
§ MAGMA. Roca fundida, en estado líquido o parcialmente líquido en el interior de la tierra. Los magmas
generalmente se forman a profundidades mayores a los 60 km, tienen temperaturas entre 500 y 1 200
°C y tienen componentes en estado sólido, líquido y gaseoso. Cuando el magma llega a la superficie y
se solidifica, da origen a las rocas volcánicas. Los magmas pueden también enfriarse y solidificarse en el
interior de la tierra dando origen a las rocas plutónicas.

§ MONITOREO GEODÉSICO. Consiste en registrar y conocer los procesos de deformación del edificio
volcánico. En un volcán, cuando el magma asciende, ejerce una presión desde el interior sobre el edificio
volcánico causando su deformación. Para poder cuantificar dicha deformación se utilizan instrumentos de
medición adecuados

§ (GPS, EDM, Estación Total, etc.) que miden variaciones en parámetros tales como longitud, ángulos,
elevaciones y coordenadas alrededor del volcán.

§ MONITOREO GEOQUÍMICO. Consiste en registrar y conocer las variaciones de la composición química


y de los parámetros físicos-químicos (temperatura, pH, conductividad eléctrica) de las fuentes de agua
y fumarolas asociadas a un determinado volcán. Dichas variaciones podrían indicar un incremento de la
actividad volcánica y pueden ser precursores de una erupción volcánica. 277

§ MONITOREO SÍSMICO. Consiste en registrar y conocer la dinámica del volcán a partir de los diferentes tipos
de sismos asociados al fracturamiento de rocas (volcano tectónicos), ascenso, acumulación y traslado de
magma, gases y agua (largo periodo, tremor, explosión) que ocurren en el interior del edificio volcánico.
El monitoreo sísmico se realiza mediante la instalación de sismómetros sobre y alrededor del edificio
volcánico. El incremento y/o disminución de los sismos volcánicos, la forma de su registro y su frecuencia,
podrían ser premonitores de una probable actividad eruptiva.

§ MONITOREO VISUAL. Este tipo de monitoreo es directo y se realiza utilizando videocámaras, binoculares y
cámaras fotográficas. Permiten registrar la hora y magnitud cualitativa de las explosiones volcánicas, inicio y
duración de las emisiones, altura y dirección de dispersión de la columna eruptiva, entre otros parámetros.

§ MONITOREO VOLCÁNICO. Implementación de técnicas geofísicas, geoquímicas y geodésicas, de


forma continua y permanente, que tienen como objetivo detectar oportunamente condiciones
anómalas precursoras de un proceso eruptivo, a partir del cual se pueden emitir las alertas tempranas
correspondientes, lo que permitirá a la sociedad implementar con antelación planes de evacuación y
reducir el impacto negativo de una erupción.

§ PELIGRO O AMENAZA VOLCÁNICA. Se define como la probabilidad de que alguna manifestación volcánica
específica pueda presentarse en un área o región particular del entorno del volcán, en un intervalo de
tiempo dado y que puede causar destrucción o daño.

§ PELIGRO POR AVALANCHAS DE ESCOMBROS. Las avalanchas de escombros son deslizamientos súbitos
de una parte voluminosa de los edificios volcánicos. Se originan debido a factores de inestabilidad, tales
como la elevada pendiente del volcán, presencia de fallas, movimientos sísmicos fuertes y explosiones
volcánicas. Las avalanchas de escombros ocurren con poca frecuencia y pueden alcanzar decenas de
kilómetros de distancia. Bajan a gran velocidad y destruyen todo lo que encuentran a su paso.
§ PELIGRO POR FLUJOS DE BARRO O LAHARES. Los flujos de barro son mezclas de partículas volcánicas de
tamaños diversos movilizadas por el agua, que fluyen rápidamente (20-60 km/h). Se generan en periodos
de erupción o de tranquilidad volcánica.

El agua puede provenir de fuertes lluvias, fusión de hielo o nieve. Estos flujos viajan a lo largo de
quebradas o ríos y eventualmente pueden salir de estos cauces. El área afectada depende del volumen
de agua y de los materiales sueltos disponibles, así como de la pendiente y topografía. Normalmente
destruyen todo a su paso y pueden alcanzar grandes distancias, incluso mayores a 200 km.

§ PELIGRO POR FLUJOS DE LAVA. Los flujos de lava son corrientes de roca fundida que son expulsadas por
el cráter o fracturas en los flancos del volcán. Pueden fluir por el fondo de los valles y alcanzar varios
kilómetros, pero en los volcanes peruanos normalmente se enfrían en la zona del cráter (domos) o recorren
escasos kilómetros. Los flujos de lava destruyen todo a su paso, sin embargo, no representan un peligro
alto para las personas debido a su baja velocidad.

§ PELIGRO POR FLUJOS PIROCLÁSTICOS. Los flujos piroclásticos son masas calientes (300 °C a 800 °C)
conformadas por una mezcla de ceniza, fragmentos de roca y gases. Estos flujos descienden por los flancos
278 del volcán a ras de la superficie y a grandes velocidades, entre 200 y 300 m/s. Poseen normalmente una
parte inferior densa, que se encauza y desplaza por el fondo de las quebradas o valles y otra superior, menos
densa, denominada oleada piroclástica, compuesta por una nube turbulenta de gases y ceniza que con
facilidad salen del valle, sobrepasan relieves importantes y afectan una mayor área. Estos flujos y oleadas
destruyen y calcinan todo lo que encuentran a su paso.

§ PELIGRO POR GASES VOLCÁNICOS. Durante las erupciones volcánicas se produce una importante
liberación de gases, principalmente vapor de agua; pero también dióxido de carbono, dióxido de azufre,
ácido clorhídrico, monóxido de carbono, ácido fluorhídrico, azufre, nitrógeno, cloro y flúor. Estos gases
se diluyen y dispersan rápidamente, sin embargo, pueden alcanzar concentraciones altas en las zonas
bajas o depresiones muy cercanas al volcán, donde pueden generar intoxicación y muerte de personas y
animales. Los gases también pueden condensarse y adherirse a partículas de ceniza, así como reaccionar
con las gotas de agua y provocar lluvias ácidas que generan corrosión, daños en los cultivos, así como
contaminación de aguas y suelos.

§ PELIGRO POR LLUVIAS DE CENIZA Y PIEDRA PÓMEZ. Las lluvias de ceniza y piedra pómez se generan
cuando los fragmentos de roca son expulsados hacia la atmósfera violentamente, formando una columna
eruptiva alta y que posteriormente caen sobre la superficie terrestre. Los fragmentos más grandes y densos
caen cerca del volcán, mientras que las partículas de menor tamaño son llevadas por el viento a grandes
distancias, luego caen y forman una capa de varios milímetros y centímetros de espesor. Estas partículas
pueden causar problemas de salud en las personas, contaminar fuentes de agua, causar el colapso de los
techos por el peso acumulado, afectar cultivos, interrumpir el tráfico aéreo, entre otros.

§ PIEDRA PÓMEZ. Roca volcánica de color claro, llena de cavidades que la hacen muy poco densa.
Generalmente tiene una composición dacítica a riolítica. Las cavidades se forman por la expansión de los
gases volcánicos durante la salida hacia la superficie.
§ PIROCLASTOS. Fragmentos de roca volcánica fracturada emitidos durante una erupción explosiva. Incluyen
piedra pómez, ceniza, escoria y otros fragmentos de roca.

§ SISMÓGRAFO. Instrumento que sirve para registrar el movimiento del suelo producido por un sismo. El
registro obtenido se denomina sismograma.

§ SISMOS ASOCIADOS A EXPLOSIONES. En ellos se distingue una entrada de la onda primaria y una amplitud
máxima asociada a la onda sonora.

§ SISMOS HÍBRIDOS. Son una combinación entre un LP y un VT.

§ SISMOS LARGO PERIODO (LP). Llamados también de baja frecuencia, originados a poca profundidad,
mayormente menores a 1 km. Se encuentran asociados a procesos de desgasificación del magma.

§ SISMOS VOLCANOTECTÓNICOS (VT). Poseen características similares a las de origen tectónico. Tienen
frecuencias altas, se pueden diferenciar las fases de la onda primaria (P) y la secundaria (S). Son sismos
asociados a rompimiento de rocas o apertura de grietas.

§ SISMOS VOLCÁNICOS. Sacudidas de la superficie terrestre originadas por el paso de los fluidos dentro del 279
edificio volcánico.

§ SISTEMA DE ALERTA TEMPRANA. Conjunto de capacidades necesarias para generar y difundir información
de alerta que sea oportuna y significativa, con el fin de permitir que las personas, las comunidades y las
organizaciones amenazadas por un peligro se preparen y respondan de forma apropiada y con suficiente
tiempo de anticipación para reducir la posibilidad de que se produzcan pérdidas o daños.

§ TEFRA. Término general que comprende cualquier material sólido emitido durante una erupción volcánica
explosiva. Puede ser ceniza, lapilli, bloques y bombas volcánicas, piedra pómez, escoria, entre otros.

§ TREMOR VOLCÁNICO. Señal sísmica continua y rítmica que generalmente precede o acompaña a las
erupciones volcánicas. El tremor volcánico está asociado al movimiento de magma o de otros fluidos
magmáticos.

§ VISCOSIDAD. Medida de la resistencia de un material a fluir en respuesta a un esfuerzo. Mientras más alto
sea el contenido de sílice en las lavas, más alta es su viscosidad.

§ VOLCÁN. Lugar situado sobre la superficie terrestre por donde se produce una expulsión de material
magmático, total o parcialmente fundido, formando una acumulación que por lo general toma una forma
aproximadamente cónica alrededor del punto de salida. Con el tiempo y a causa de repetidas erupciones,
dichas acumulaciones rocosas pueden volverse muy grandes y formar diversos tipos de montañas, también
conocidas como volcanes o edificios volcánicos. Por ejemplo, el Misti, el Ubinas y el Chachani.

§ VOLCÁN ACTIVO. Un volcán se considera activo si ha tenido por lo menos una erupción durante el tiempo
histórico (últimos 500 o 600 años), o incluso durante el Holoceno (últimos 10 mil años). Debido a que los
procesos volcánicos se dan en la escala del tiempo geológico, el potencial de producir nuevas erupciones
es alto.
Evaluación de riesgo por inundaciones
asociadas al fenómeno “El Niño” 1997-1998 de
categoría extraordinaria en la
cuenca del río Chira

280
Introducción

Este informe presenta los resultados de la evaluación de riesgo por inundaciones asociadas al
fenómeno “El Niño” 1997-1998 de categoría extraordinaria en la zona baja de la cuenca del
río Chira. Para su realización se ha contado con los valiosos aportes técnicos especializados del
Comité Multisectorial encargado del Estudio del fenómeno “El Niño” (ENFEN) en lo referido a
la caracterización física del Fenómeno El Niño y del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico
(INGEMMET) en la elaboración del mapa de peligrosidad por inundación asociada al evento evaluado;
contribuciones que serán incorporadas a la metodología del CENEPRED para la evaluación del riesgo
por inundaciones en la cuenca del río Chira.
Los trabajos para la obtención de los mapas de riesgo por fenómeno “El Niño” se enfocan de
manera especial en el evento “El Niño” de los años 1997-1998, clasificado como El Niño costero
extraordinario según el valor del Índice Costero El Niño (ICEN), establecido por el Comité ENFEN. El
evento produjo intensas lluvias en la costa norte de Perú, incluyendo la zona baja y media de la
cuenca del río Chira, en Piura, sobre la que se focaliza el presente estudio.
Debido a que los eventos “El Niño” costero extraordinarios de 1982-83 y 1997-98 han presentado
diferencias sustanciales en su desarrollo, así como en sus impactos hidrológicos, incluso a nivel
de las sub-cuencas del Chira, el presente escenario servirá como una referencia valiosa para su
conocimiento y sobre todo, en la prevención de desastres asociados a este tipo de eventos.
El proceso de elaboración del presente informe tuvo como marco de desarrollo el cumplimiento
de funciones del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres
(CENEPRED) establecidas en la Ley Nº 29664 Ley del SINAGERD y el Oficio N° 160-2014/VPD/
EGE/CDS-UNASUR, donde se participa en los compromisos asumidos como país, coordinando y
asesorando técnicamente a la delegación peruana de CDS-UNASUR para la obtención de los mapas
de riesgos, compromisos firmados en el acta del Tercer Taller de la Actividad 2.a correspondiendo a
Perú desarrollar los mapas de riesgos referidos a erupciones volcánicas y fenómeno “El Niño”.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

1. Aspectos generales

1.1. Objetivo
Identificar los niveles de peligrosidad por inundación asociado a un fenómeno “El Niño” costero
de categoría extraordinaria en la cuenca del río Chira, del departamento de Piura, tomando como
referencia el evento de 1997-1998.

1.2. Justificación

“El Niño” es un fenómeno recurrente y aperiódico. Los eventos “El Niño” extraordinarios, que
afectan severamente la costa norte peruana, se asocian a procesos físicos particulares que hacen
incierta la estimación de su periodo de recurrencia (Takahashi et al., 2011; Takahashi y Dewitte,
2015), aunque existen indicaciones de que este fenómeno podría presentarse con mayor
frecuencia debido al cambio climático (Cai et al.; 2014).
Una de las regiones más impactadas por el evento El Niño ha sido Piura, en especial la cuenca
baja del río Chira, donde se concentran poblaciones importantes, y los valles de San Lorenzo y
el Chira, zonas productoras y exportadoras con rendimientos altos de producción agrícola. Los
movimientos en masa son considerados como una de las causas más comunes de la ocurrencia
de desastres dentro de los límites de la cuenca del río Chira, afectando poblaciones, vías de
comunicación, infraestructura hidráulica, entre otros, y generando altos costos de recuperación
de las zonas afectadas, además de las pérdidas económicas y comerciales que afectan al país
por ser la región norte una de las despensas agrícolas a nivel nacional (Vílchez et al., 2006).
281
Por ello, es importante estimar los riesgos ante los procesos activados por el fenómeno El Niño
extraordinario en la cuenca del río Chira, porque de esta manera las autoridades regionales y
locales podrán implementar acciones que permitan prevenir y reducir las pérdidas económicas y
humanas asociadas a este tipo de eventos.

1.3. Antecedentes
La costa peruana se caracteriza por presentar tierras áridas, registrándose precipitaciones que
fluctúan de 100 a 150 mm/año, en promedio. El régimen de las lluvias se altera cada cierto
tiempo, desde hace 7 000 años, trayendo consigo excesos de lluvia que provocan anomalías
de hasta 7 000% al año. Esta anomalía es causada por el fenómeno El Niño, que trastoca
totalmente el escenario hídrico de las tierras secas de la costa norte del Perú (4ºS – 7ºS) (Torres,
G. y Gonzales, 2000).
Se denomina fenómeno El Niño a la presencia de aguas anormalmente cálidas (más de 0,5
°C por encima de lo normal) en la costa occidental de Suramérica por un periodo mayor a
tres meses consecutivos. Actualmente es considerado como un evento ocasional, irregular,
aperiódico y de grandes repercusiones socioeconómicas en el mundo. Se presenta con variada
intensidad, siendo los episodios de 1982-1983 y 1997-1998 los de mayor impacto en el siglo
XX. En otras ocasiones ocurre el fenómeno opuesto.
Los vientos alisios del sur se intensifican frente a las costas suramericanas y provocan un
mayor afloramiento de aguas frías, las cuales cubren la superficie del Pacífico desde Suramérica
hasta un poco más allá del centro del océano. Por sus características contrarias a El Niño, este
fenómeno es conocido como “La Niña”. Se destacan los episodios de 1988-1989 y 1998-2000
por su intensidad, duración y efecto climático (Díaz et al., 2014).
Las primeras publicaciones científicas sobre El Niño parecen haberse dado en Perú a fines del
siglo pasado, refiriéndose a la “Corriente de El Niño” como un fenómeno anual que se produce
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

en las costas del norte de Perú y sur de Ecuador. Los marinos peruanos, desde el puerto de
Paita, al norte del Perú, quienes frecuentemente navegaban a lo largo de la costa en pequeñas
embarcaciones, ya fuera al norte o al sur de Paita, nombraron a esta corriente El Niño, sin duda
debido a que es la más notable y sentida después de Navidad (Carrillo, 1892).
El geógrafo peruano Pezet (1895) sostenía: “la existencia de esta contracorriente ‘El Niño’
es un hecho conocido y lo que se desea ahora es que se emprendan estudios apropiados y
definitivos, investigaciones y observaciones con el fin de llegar al fondo de esta interrogante y
para descubrir todo lo referente a esta contracorriente y a la influencia que pareciera ejercer en
las regiones donde su acción se siente con mayor intensidad” (Pezet, 1895, citado por Glantz,
1996).
Hoy, el término “Fenómeno El Niño” se refiere al evento anómalo y no al anual. Fue así que a
partir de 1960 los avances científicos permitieron conocer que El Niño puede manifestarse en
todo el Pacífico tropical, y entonces se empezó a hablar del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur
(ENSO, por sus siglas en inglés; por ej. Enfield, 1987). Por otro lado, también se reconoció que la
relación entre El Niño y la Oscilación del Sur no es necesariamente estrecha y que hay eventos
El Niño que ocurren sin necesidad de la contraparte atmosférica (Dezer y Wallace, 1987). En
la actualidad, la comunidad científica especializada reconoce la existencia de varios tipos de
eventos El Niño (Capotondi et al., 2014), caracterizados en primera aproximación por donde se
observa el calentamiento superficial, de manera que en algunos de estos nuevos tipos de El
Niño no se observa en la costa de Perú (por ej. Takahashi et al., 2011).
Entre los años ochenta y noventa se produjeron avances sustanciales en la teoría básica del
fenómeno ENSO (Neelin et al. 1998), los cuales integraron la física de la atmósfera y el océano
282 en el Pacífico ecuatorial. En particular, la respuesta atmosférica al calentamiento superficial en
el océano Pacífico ecuatorial se caracteriza por el debilitamiento de los vientos del este (fase
negativa de la Oscilación Sur), lo cual resulta en ondas Kelvin calidad que luego producen el
calentamiento en el Pacífico oriental, pero a su vez resulta en ondas Rossby oceánicas que
producen enfriamiento, meses después. Esto lleva al sistema de regreso a su estado inicial. Sin
embargo, en la última década se han identificado otros mecanismos relevantes al fenómeno, por
lo cual no se cuenta aún con un modelo teórico que incluya todas las posibilidades.
Se le confiere la categoría de “El Niño extraordinario” con base en características robustas
que permiten su estudio de forma separada, particularmente en el calentamiento
desproporcionadamente alto en el Pacífico oriental que estaría asociado a un proceso de
retroalimentación amplificado gracias a la activación de la convección atmosférica en esta región
normalmente árida (Takahashi y Dewitte, 2015). Además de altas temperaturas y lluvias, El Niño
extraordinario también se asocia a un aumento en el nivel del mar. Por ejemplo, en el evento de
1982-1983, las anomalías mensuales excedieron los 40 cm. (Wyrtki, 1985), produciendo grandes
daños en todos los puertos norteños y en el balneario de Colán.
Estos cambios en la temperatura del mar también influyen en la profundidad de las aguas
oceánicas frías y con nutrientes, así como en su salinidad, alterando las condiciones
ambientales del ecosistema marino. Los cambios en la circulación atmosférica alteran el
clima global, con lo que se afectan la agricultura, los recursos hídricos y otras actividades
económicas importantes en extensas áreas del planeta (Figura 1).
En Perú, para el monitoreo de El Niño, el comité ENFEN estableció el índice costero El Niño
(ICEN, ENFEN, 2012), el cual le permite establecer la presencia de El Niño y La Niña en la
costa peruana, así como las magnitudes de los eventos. Este índice se basa en la anomalía
de la temperatura superficial del mar en la región denominada 1+2 (90° W-80° W, 10° S-Ec.).
Además, recientemente el ENFEN ha implementado el sistema de alerta (ENFEN, 2014) que le
permite advertir oportuna y oficialmente en caso de que haya probabilidades de ocurrencia de
El Niño o La Niña costeros sin tener que esperar a que el criterio basado en el ICEN se haya
cumplido.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Fuente: Tao Project Office/PMEL/NOAA

Figura 1: Temperatura superficial del mar en condiciones normales y “El Niño” en el Pacífico ecuatorial.

283
En Perú, además del efecto directo que tiene el calentamiento costero sobre las lluvias en la
costa, también se experimentan impactos en las precipitaciones como respuesta a anomalías de
TSM remotas en el Pacífico, particularmente una tendencia a la reducción/aumento en la región
andina-amazónica durante El Niño/La Niña en el Pacífico central (Lagos et al., 2008; Lavado y
Espinoza, 2014). Debido a esto, el monitoreo y pronósticos del ENFEN incluyen a El Niño tanto en
la costa como en el Pacífico central.
Varios investigadores han encontrado que existe una relación significativa entre la ocurrencia
de El Niño-Oscilación Sur (ENSO) y la hidrología de los países de la cuenca del océano Pacífico
(Waylen, Caviedes, 1986; Ropelewski, Halpert, 1987, 1989; Hastenrath, 1990; Mechoso, 1992;
Dracup, 1994; Piechoso, 1997, entre otros), en particular con la precipitación.
Aunque la relación entre descargas de los ríos y la precipitación no es absolutamente lineal, sí
se puede esperar que eventos extremos en la precipitación estén correlacionados con similares
eventos en las descargas.
En los últimos treinta años, en 1982-1983 y 1997-1998, Perú sufrió los efectos de dos eventos
“El Niño costero” extraordinarios (ENFEN, 2012). Si bien ambos eventos produjeron fuertes
perturbaciones climáticas, también presentaron diferencias sustanciales tanto en su desarrollo
como en sus impactos. El primero tuvo lugar entre julio de 1982 y noviembre de 1983, mientras
que el segundo fue entre marzo de 1997 y setiembre de 1998 (ENFEN, 2012). Debido a esto,
las lluvias intensas en la costa norte iniciaron más temprano en el año 1997 que en 1982 (CAF,
2000; León, 2014), pero esto permitió que el evento de 1997-98 fuera más fácil de pronosticar,
ya que el calentamiento precedió varios meses más la temporada lluviosa. Por ejemplo,
dentro de la misma cuenca del Chira, El Niño 1982-83 produjo mayores tasas de erosión en la
subcuencas de Puente Internacional, Aliviaredo, Sullana, Ejidos, mientras que en El Niño 1997-
98 fueron mayores en las subcuencas de Ardilla y puente Sánchez Cerro (Morera, 2014ab).
El impacto económico a nivel nacional de El Niño extraordinario es alto. Según CAF (2000), los
eventos de 1982-83 y 1997-98 habrían producido pérdidas equivalente al 7 y 4,5% del PBI
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

de esos años, respectivamente. Estos impactos son particularmente intensos en la costa norte,
donde están principalmente asociados a las extensas inundaciones (Galarza y Kamiche, 2012;
Machuca, 2014; Machuca et al., 2014).
Sin embargo, los eventos naturales no constituyen un único factor determinante, pues el impacto
de los FEN depende de la vulnerabilidad de los asentamientos humanos y de la infraestructura
en general, así como también del valor económico de los bienes expuestos y la capacidad de
respuesta local para mitigar o prevenir los efectos destructivos, y a la vez para aprovechar los
impactos positivos (Ferradas, 2000).
En la Figura 2 se muestra la relación antes mencionada, en donde se aprecia el impacto en el
PBI de los ENOS más recientes. En el caso del ENOS 1982-83, el impacto fue mayor que en
el ENOS 1997-98, aunque se puede apreciar que el shock negativo y abrupto se produce en
ambos casos.

284
Fuente: CIUP.

Figura 2: El PBI durante los eventos “El Niño/Oscilación Sur”.

2. Características generales del área de estudio

2.1. Ubicación geográfica

En Perú, la cuenca del río Chira ocupa una superficie de 10 534,76 km2 y está ubicada en las
coordenadas 04º 07’-5º 08’ latitud sur y 79º 10’-81º 07’ longitud oeste, que se extiende desde
el litoral del océano Pacífico hasta el flanco occidental de la región andina.
Sus límites son: por el norte, las cuencas Fernández y Tumbes; por el sur, la cuenca del río Piura;
por el este, la cuenca Huancabamba en Perú y las cuencas de Macará y Chinchipe en Ecuador y
por el oeste, las intercuencas 1379 y 1391 y su desembocadura en el océano Pacífico.
Políticamente, la cuenca del río Chira comprende cinco provincias del departamento de Piura:
provincia de Ayabaca (distritos Sicchez, Suyo, Sapillica, Frías, Ayabaca, Pacaipampa, Lagunas,
Montero, Paimas y Jililí); provincia de Piura (distritos de Las Lomas y Tambogrande); provincia
de Sullana (distritos de Lancones, Sullana, Querecotillo, Salitral, Marcavelica, Bellavista, Ignacio
Escudero y Miguel Checa); provincia de Paita (distritos de Tamarindo, La Huaca, Pueblo Nuevo de
Colán, El Arenal, Vichayal y Amotape) y provincia de Talara (distrito de La Brea) (Figura 3).
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Fuente: ANA
285

Figura 3: Mapa de ubicación de la cuenca del Chira.

2.2. Población

La población de la cuenca del río Chira se encuentra asentada principalmente en los centros
poblados y ciudades de cuatro provincias del departamento de Piura (Tabla 1).

Tabla 1
Población por distritos de la cuenca del río Chira

Provincia Distritos Viviendas Varones Mujeres Población total


Ayabaca 9 229 19 458 18 922 38 450

Frías 819 1 780 1 694 3 474

Jilili 728 1 568 1 388 2 956

Lagunas 1 387 3 340 3 285 6 625


Ayabaca
Montero 1 769 3 790 3 547 7 337

Pacaipampa 6 060 12 422 12 338 24 760

Paimas 2 245 4 958 4 680 9 638

Sapillica 2 598 5 720 5 407 11 127


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Provincia Distritos Viviendas Varones Mujeres Población total


Sicchez 592 1 160 1 114 2 274

Suyo 3 119 6 424 5 527 11 951

Amotape 589 1 210 1 095 2 305

Arenal 322 538 554 1 092

Paita La Huaca 2 679 5 664 5 203 10 867

Tamarindo 1 192 2 263 2 139 4 402

Vichayal 1 367 2 658 2 357 5 015

Piura Las Lomas 5 994 12 552 11 456 24 008

Ignacio
Escudero 4 258 9 156 8 706 17 862

Lancones 3 624 6 949 6 170 13 119

Marcavelica 6 610 13 227 12 692 25 919


Sullana
Miguel Checa 1 740 3 807 3 625 7 432

Querecotillo 6 182 12 361 12 091 24 452

286 Salitral 1 579 3 072 3 025 6 097

Sullana 36 174 75 934 80 667 156 601

Totales 100 856 210 011 207 752 417 763

Fuente: Tabla generada a partir de información censal de centros poblados. Censo Nacional de Población y Vivienda - INEI 2007.

2.3. Hidrografía

La cuenca está conformada por las subcuencas Alamor, Bajo Chira, La Solana, Macara, Medio Alto
Chira, Medio Bajo Chira, Medio Chira y Quiroz (Figura 4).
El río Chira tiene sus orígenes en la unión del río Catamayo con el río Macará, en la frontera
entre Perú y Ecuador; recorre 50 km entre ambos países hasta la quebrada de Alamor, donde
ingresa en territorio peruano. La longitud total del río Catamayo-Chira, eje principal de la cuenca
binacional Catamayo-Chira, hasta su desembocadura en el océano Pacífico, es de 315 km, de
los cuales 119 km se encuentran en suelo peruano. Sus límites son: por el norte, las cuencas
Fernández y Tumbes; por el sur, la cuenca del río Piura; por el este, la cuenca Huancabamba en
Perú y las cuencas de Macará y Chinchipe en Ecuador y por el oeste, las intercuencas 1379 y
1391 y su desembocadura en el océano Pacífico.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

287
Fuente: ANA.

Figura 4: Mapa de unidades hidrográficas del nivel 4 - Cuenca del Chira.

2.4. Geomorfología

Para la descripción morfoestructural del área de estudio se han tomado como fuente las
unidades geomorfológicas estudiadas y documentadas por el Instituto Geológico, Minero y
Metalúrgico (INGEMMET) en la región Piura,1 principalmente las comprendidas dentro del ámbito
de la cuenca del río Chira (Figura 5), las cuales se describen a continuación.

Por su origen de carácter tectónico-degradacional y erosional

Unidad de montañas (Foto 1)

a) Relieve montañoso en rocas volcánicas (RM-rv)


Dentro de esta subunidad se consideran afloramientos de rocas volcánicas (tobas, tufos,
derrames lávicos andesíticos y brechas), sus elevaciones alcanzan los 3 850 msnm.
Presentan laderas con pendientes medias a fuertes.

1
Tomado de: Vílchez, M.; Luque, G.; Rosado, M. (2013). Riesgos geológicos en la región Piura. INGEMMET, Boletín 52 serie C. del
Capítulo V. Aspectos geomorfológicos. pp. 59-77.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 1

Montañas modeladas
en rocas volcánico-
sedimentarias en
Pacaipampa, Piura.

(Tomado de: Vílchez et al.,


INGEMMET. 2013. Riesgo
geológico en la región
Piura).

b) Relieve montañoso en rocas volcánico-sedimentarias (RM-rvs)


Dentro de esta subunidad se consideran afloramientos de rocas volcánico-sedimentarias del
Cretáceo y Paleógeno, como el volcánico Lancones, las formaciones Chignia y Zapallal, el
288 volcánico Llama y el Grupo San Pedro. Presentan crestas altas e irregulares, con pendientes
que pueden superar los 30°, sus elevaciones alcanzan los 3 400 msnm. También se tienen
montañas con laderas empinadas y cimas redondeadas.

c) Relieve montañoso en rocas metamórficas (RM-rm)


Corresponde a cadenas montañosas antiguas expuestas en el lado oriental y occidental
de la región Piura. Litológicamente corresponden al Complejo Olmos, Complejo Marañón,
Complejo Basal de la Costa, las formaciones Río Seco, Salas y Cerro Negro. Presentan
laderas con pendientes moderadas a abruptas, de cumbres redondeadas y alargadas.
Se presentan muy erosionadas, asociadas a procesos de erosión en cárcavas y flujos de
detritos (huaycos). Sus elevaciones alcanzan los 3 450 msnm.

d) Relieve montañoso en rocas sedimentarias (RM-rs)


Corresponde a afloramientos de rocas sedimentarias afectados por procesos tectónicos y
erosivos, conformados por rocas de tipo conglomerado, areniscas, lutitas, limolitas, lodolitas,
calizas y cuarcitas del Cretáceo. Presentan laderas con pendientes medias a fuertes.

e) Montaña estructural (Me)


Su asociación litológica es principalmente sedimentaria; estructuralmente se presentan
como alineamientos montañosos compuestos por secuencias estratificadas plegadas
y/o con el buzamiento de las capas de roca que controlan la pendiente de las laderas;
generalmente asociadas a colinas estructurales, su distribución es reducida.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Unidad de colinas y lomadas (Foto 2)

a) Relieve de colinas y lomadas en rocas intrusivas (RCL-ri)


Corresponde a afloramientos de rocas intrusivas de tipo dioritas, granitos, monzogranitos,
tonalitas y gabros; se disponen como stocks y batolitos, de formas irregulares y alargadas,
con cimas algo redondeadas en algunos casos, y laderas de pendientes bajas a medias.

b) Relieve de colinas y lomadas en rocas sedimentarias (RCL-rs)


Corresponde a afloramientos de roca sedimentaria, reducidos por procesos denudativos, se
encuentran conformando elevaciones alargadas, con laderas de baja a moderada pendiente.

c) Relieve de colinas y lomadas en rocas volcánicas (RCL-rv)


Corresponde a afloramientos de rocas volcánicas (tobas, tufos y derrames lávicos),
litológicamente corresponden al volcánico La Bocana, presentan formas irregulares, cimas
agudas y laderas con pendientes medias a altas.

d) Relieve de colinas y lomadas en rocas volcánico-sedimentarias (RCL-rvs)


También conformadas por afloramientos de rocas volcánico­-sedimentarias del Cretáceo,
perteneciente al volcánico Lancones. Presentan crestas irregulares con pendientes medias.

e) Colinas estructurales (Ce)


Corresponde a afloramientos de roca sedimentaria, que se presentan en la zona de estudio
con un alineamiento en dirección suroeste-noreste. El drenaje de esta geoforma es paralelo 289
y su disposición está controlada por la estructura geológica conformada por pliegues y
fallas. La inclinación de las laderas es controlada por el buzamiento de las capas. También
se presentan espinazos.

Foto 2

Colinas y lomadas volcánico-


sedimentarias en Lagunas,
Ayabaca, Piura.

(Tomado de: Vílchez et al.,


INGEMMET. 2013. Riesgo
geológico en la región Piura).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

f) Montes islas (Mi)


Son remanentes no reducidos de cordilleras que configuran cerros aislados o pequeños
grupos de cerros de corta longitud, conformados por rocas de tipo volcánico sedimentario
(volcánico Lancones), rocas metamórficas de tipo pizarras, filitas y cuarcitas (Formación
Salas) y rocas sedimentarias (Grupo Goyllarisquizga). También se forman los montes
islas por procesos de meteorización y erosión desigual de rocas. Resaltan por su forma y
elevación dentro de la planicie que los rodea.

g) Altiplanicie o meseta andina (Mes)


Se encuentra conformando un terreno plano-ondulado constituido por afloramientos
de rocas intrusivas (tonalitas y dioritas Pambarumbe), las cuales han sufrido un intenso
proceso de meteorización y erosión, que modeló el terreno. Geodinámicamente se
asocian a procesos de erosión de laderas a manera de cárcavas, con avance retrogresivo y
ensanchándose por medio de derrumbes y deslizamientos pequeños hacia sus márgenes;
también se presentan procesos de reptación de suelo y flujos de tierra.

Por su origen de carácter tectónico deposicional y agradacionales

Unidad de pie de montes (Foto 3)

a) Piedemonte Aluvial (P-a)


290
Son planicies inclinadas, constituidas por una sucesión de abanicos aluviales o deluviales
que descienden de las colinas y montañas. Estos abanicos están constituidos por material
inconsolidado, consistente en grava mezclada con finos de limo y arena; es muy poroso. El
material se encuentra distribuido caóticamente.

b) Piedemonte aluvio-torrencial(P-at)
Es una planicie inclinada, extendida al pie de estribaciones andinas o los sistemas
montañosos. Está formado por la acumulación de corrientes de agua estacionales, de
carácter excepcional, asociados usualmente al fenómeno El Niño.

Foto 3

Piedemontes aluvio-
torrenciales en el sector
Totora, La Brea, Talara, Piura.

(Tomado de: Vílchez et al.,


INGEMMET. 2013. Riesgo
geológico en la región Piura).
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

c) Piedemonte coluvio-deluvial (P-cd)


Corresponde a las acumulaciones de ladera originadas por procesos de movimientos en
masa del tipo deslizamientos, derrumbes, avalancha de rocas y/o movimientos complejos.
Generalmente su composición litológica es homogénea; son depósitos de corto recorrido
relacionados con las laderas superiores adyacentes. Su morfología es usualmente convexa y
su disposición semicircular a elongada en relación con la zona de arranque o despegue del
movimiento en masa.

d) Abanicos de piedemonte (Ab)


Son conos o abanicos de baja pendiente hacia el valle (2°-15°), están formados por
acumulaciones de material acarreado por flujos excepcionales en la desembocadura
de quebradas y ríos tributarios; muchos de estos depósitos están asociados a cursos
individuales de quebradas secas, que se activan excepcionalmente con la presencia del
fenómeno El Niño, que es cuando acarrean y depositan material.

e) Morrenas (Mo)
Esta unidad comprende geoformas convexas suaves y alargadas producidas por la
acumulación de materiales depositados por acción glaciar durante el Pleistoceno-Holoceno.
Existen varios tipos de morrenas de acuerdo con su posición frente a un glaciar: morrena de
fondo es la que se sitúa debajo, en contacto con el lecho; morrena lateral, cuando se sitúa
en las orillas o bordes del lecho glaciar; morrena central, formada por la unión de morrenas
laterales en la confluencia de dos glaciares en un mismo valle, y morrena frontal o terminal,
cuando se sitúa en la zona de deshielo del glaciar. 291

Unidad de planicies y depresiones (Foto 4)

a) Valle fluvial y terrazas indiferenciadas (VT-i)


Valles tributarios de cauce angosto que discurren cortando la cordillera occidental de los
Andes, donde no ha sido posible diferenciar el fondo de valle, las terrazas y llanuras de
inundación debido a la escala de trabajo.

b) Llanura aluvial o cauce inundable (Lli)


Son superficies bajas, adyacentes a los fondos de valles principales y al mismo curso fluvial,
sujetas a inundaciones recurrentes, ya sean estacionales o excepcionales. Morfológicamente
se distinguen como terrenos planos compuestos de material no consolidado y removible.

c) Llanura o planicie costera (LI)


Son geoformas que se extienden desde el borde litoral hasta los piedemontes y
estribaciones andinas, poseen un relieve plano a plano-ondulado cuya pendiente es menor
a 5°. Están conformadas por acumulaciones de grava, arenas y limos inconsolidados a semi-
consolidados (en los tablazos), son muy susceptibles a la erosión pluvial; la planicie posee
una vegetación de tipo bosque seco con áreas denudadas. Las quebradas secas que se
observan en este relieve han sido labradas por la acción pluvial en cada evento de El Niño;
existen también zonas depresionadas donde se forman anegamientos. En eventos tipo El
Niño, las torrenteras secas que cortan esta unidad se activan y por ella discurren flujos de
lodo y gravilla.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

d) Llanura disectada (LI-d)


Conformada por un terreno plano, de edad Pleistoceno (tablazo Mancara), localizada a una
altitud de aproximadamente 200 msnm, constituida por una secuencia de conglomerados y
areniscas finas y gruesas, bioclásticas, con fragmentos de conchas, lumaquelas y coquinas,
dentro de una matriz areniscosa y salina.
Esta llanura ha sido sometida a un intenso proceso de erosión pluvial, donde por
concentración de escorrentía superficial se produce el desgaste e incisión del terreno; se
presentan algunas formas de movimientos en masa en las márgenes de las torrenteras
o quebradas que se han formado, las cuales han cambiado la morfología original
subdividiendo la llanura en porciones menores separadas por valles o disectadas por una
intensa red de drenaje. Geodinámicamente se asocian a procesos de erosión de laderas a
manera de cárcavas, las cuales presentan un desarrollo retrogresivo y lateral por medio de
derrumbes, deslizamientos y movimientos complejos.

e) Mantos de arena (Ma)


Geoforma conformada por la acumulación de arenas eólicas a manera de mantos, los cuales
se encuentran cubriendo terrenos planos de la planicie costera; dentro de estos mantos
se pueden encontrar pequeñas dunas. Estos depósitos, durante su avance, pueden cubrir
terrenos de cultivo, viviendas y carreteras.

f) Terrazas aluviales (Ta)


Son porciones de terreno que se encuentran dispuestas a los costados de la llanura de
292 inundación o del lecho principal de un río. A mayor altura, representan niveles antiguos de
sedimentación fluvial, los cuales han sido disectados por las corrientes como consecuencia
de la profundización del valle. Sobre estos terrenos se desarrollan actividades agrícolas.

g) Islas (ls)
Esta unidad corresponde a superficies planas a semiplanas que resultan de la acumulación
a manera de islas del material suelto acarreado por la corriente de los ríos; se ubican en
medio de los cauces. Geomorfológicamente están asociadas a las llanuras de inundación y
lecho del río. Son susceptibles a procesos de erosión fluvial.

Foto 4

Terrazas aluviales
del río Chira,
Piura.

(Tomado de:
Vílchez et al.,
INGEMMET. 2013.
Riesgo geológico
en la región Piura).
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Foto 5

Vaso de la presa San Lorenzo,


Las Lomas, Piura.

(Tomado de: Vílchez et al.,


INGEMMET. 2013. Riesgo
geológico en la región Piura).

Unidad de cuerpos de agua

a) Lagunas, embalses de agua y cuerpos de agua (Lag)


Dentro de esta unidad se reúne a todos los cuerpos de agua de origen natural (lagunas)
y artificial (represamientos), los cuales tienen dimensiones representables a la escala de
trabajo. 293

Figura 5. Mapa de unidades geomorfológicas en la cuenca del río Chira (Tomado de: Vílchez et al., INGEMMET, 2013).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

2.5. Contexto litológico

En la cuenca del río Chira se han diferenciado seis unidades litológicas que han sido
denominadas como sedimentos modernos, rocas intrusivas, rocas volcánicas, rocas volcano-
sedimentarias, rocas sedimentarias y rocas metamórficas, algunas de ellas con algún subtipo. Se
muestran en la Tabla 2 y en las fotos 6 a 16.

Tabla 2
Unidades litológicas de la cuenca Chira

Formación Unidad Subunidad Descripción

I: SEDIMENTOS I1: Materiales poco Depósitos fluviales: Acumulación de material a lo


MODERNOS consolidados largo de valles y llanuras de inundación por
(Foto 6) corrientes fluviales; están constituidos por conglo-
Superficial merados, arenas y limoarcillas.

Depósitos lacustres: Conformados por antiguas


marismas y llanuras de inundación que se encuen-
tran en estado de colmatación con arena eólica.

I1: Materiales poco Depósitos marinos: Acumulaciones de cantos, arena y


consolidados limos del borde litoral así como las fajas playeras
294 (Foto 6) inundables.

Depósitos aluviales: Se encuentran en las estribacio-


nes andinas de la Cordillera Occidental y en los
flancos de los grandes cursos fluviales, los materiales
que los constituyen son conglomerados con una
matriz arenosa o limoarcillosa.

Depósitos glaciares: Se encuentran por encima de los


3 600 msnm, están constituidos por brechas
inconsolidadas en matriz microbrechosa o arenácea.

I: SEDIMENTOS
Superficial MODERNOS Tablazo Lobitos: Depósito marino cuaternario de
edad pleistocénica; es una secuencia conglomerádi-
ca poco consolidada, con rodados angulosos y matriz
bioclástica o areniscosa.

I2: Acumulaciones Depósitos eólicos: Constituidos por acumulaciones


de arena de arena acarreadas por el viento, cubren los
(Foto 7) tablazos y secuencias más antiguas.

I3: Materiales Tablazo Talara: Plataforma pleistocénica más alta de


consolidados la llanura desértica, en forma de costra sedimentaria
(Foto 8) con grosor de 3 m en promedio, está constituido por
conglomerados lumaquélicos o lumaquelas y
coquiníferos o coquinas.

Tablazo Máncora: Se compone litológicamente de


conglomerados, arenas finas o gruesas, bioclásticas,
con contenido de fragmentos de conchas lumaquelas
y coquinas.

2
Tomado de: Vílchez.; M. Nuñez, S.; Valenzuela, G. (2006). Estudio geoambiental de la cuenca del río Chira. INGEMMET, Boletín 31 serie C. del Capítulo
VI. Contexto Litológico Estructural. pp. 49-58.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Formación Unidad Subunidad Descripción

II: ROCAS II1: Rocas intrusi- Complejo plutónico Las Lomas: Alrededor del
INTRUSIVAS vas (Foto 9) poblado de Las Lomas; conformado por gabros,
dioritas, granodioritas y los monzogranitos.

La tonalita Altamisa: Toma el nombre de la localidad


de Altamisa, ubicada a 8 km del poblado de Chalaco;
tiene coloración gris clara, de grano medio.

La tonalita-diorita Pambarumbe: Plutón que aflora en


la localidad del mismo nombre en Morropón, es una
roca gris clara de grano medio.

La granodiorita-tonalita de Suyo: Cuerpo plutónico


en los alrededores del poblado de Suyo; es una roca
de grano grueso, color gris claro.

El granito Paltashaco: Plutón más importante y de


mayor distribución geográfica en la región.

El granito Higuerón: Cuerpo intrusivo de dimensión


regional, muy fracturado y meteorizado por el clima
húmedo.
Substrato
rocoso II: ROCAS II2: Rocas intrusivas En esta subunidad se encuentran rocas graníticas del
INTRUSIVAS poco meteorizadas Paleozoico superior, está constituida por un stock
(Foto 10) granítico de tonalidad blanquecina, también se
hallan rocas intrusivas de edad mesozoica.
295
III: ROCAS El volcánico Formación de edad pliopleistocénica, situado a lo
VOLCÁNICAS Huaypira: largo de la falla Huaypira; está constituido por
(foto 11) andesitas piroclásticas.

El volcánico Ereo: Lavas andesíticas, brechas piroclásticas, lavas félsicas


y derrames básicos.

El volcánico Tobas andesíticas, riolíticas e ignimbritas.


Purculla:

Volcánico Shimbe: Andesitas lávicas y metaandesitas.

Volcánico Llama: Brechas piroclásticas, andesitas, tobas.

Formación Lavas andesíticas y piroclastos.


Sacapalca:

Volcánico Pisayam- Flujos de lava y piroclastos de composición andesíti-


bo: ca a riolítica.

Volcánico Saraguro: Lavas andesíticas, riolíticas, piroclastos.

IV: ROCAS Volcánico Lanco- Constituido por una intercalación de areniscas,


VOLCANO-SE- nes: brechas piroclásticas, lutitas, conglomerados.
DIMENTARIAS
(Foto 12) Grupo Copa Constituido por lodolitas negras nodulares intercala-
Sombrero: das con areniscas y brechas piroclásticas.

Volcánico La Secuencia inferior: Lavas andesíticas, lavas félsicas y


Bocana: delgados niveles lenticulares de limolitas y calizas.
Secuencia intermedia: Dacitas y andesitas con
intercalaciones locales de rocas piroclásticas y
sedimentos volcanoclásticos. Secuencia superior:
Rocas piroclásticas y andesitas almohadilladas.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Formación Unidad Subunidad Descripción

Formación San Secuencias volcano-sedimentarias, areniscas


Pedro: silicificadas de grano fino a medio, cherts, limoarcilli-
tas silicificadas, niveles de coladas lávicas presentan-
do ocasionalmente lavas almohadilladas.

V: ROCAS V1: Conglomera- Formación Chira: Constituida por secuencias de


SEDIMENTARIAS dos, areniscas, lutitas, areniscas, conglomerados y limolitas.
lutitas, limolitas,
lodolitas Formación Verdún: Constituida por areniscas, lutitas y
(Foto 13) conglomerados.

Formación Cerro Prieto: De edad paleozoica,


constituida por metalutitas, areniscas, conglomera-
dos.

Formación Talara: Conformada por lutitas, conglome-


rados y areniscas.

Formación Talara: Conformada por lutitas, conglome-


rados y areniscas.

V: ROCAS V1: Conglomerados, Formación Jahuay Negro: Constituida por lutitas,


SEDIMENTARIAS areniscas, lutitas, limolitas, conglomerados y areniscas.
limolitas, lodolitas
(Foto N° 13) Formación Tortuga: Constituida por conglomerados,
lutitas, lodolitas y areniscas.
296
Formación Encuentros: Constituida por lutitas,
areniscas y conglomerados.

Formación Huasimal: Conformado por lutitas y


areniscas.

Formación Tambo Grande: Constituida por intercala-


ciones de areniscas, lodolitas y microconglomerados.

Formación Quilanga: Constituida por areniscas,


conglomerados y limoarcillitas.

Formación Cazaderos: Constituida por areniscas


Subtrato conglomerados y lutita.
rocoso
Formación Zapotillo: Constituida por lutitas y
grauwacas.

V2: Areniscas, Formación Miramar: Constituida por secuencias de


conglomerados areniscas y conglomerados.
(Foto N° 14)
Formación Gigantal: Constituida por conglomerados.

Formación Yapatera: Conformada por conglomerados


con rodados de cuarcita y arenisca arcósica.

Formación Tablones: Constituida por secuencias de


conglomerados y areniscas.

V3: Calizas, Formación Muerto: Constituida por la intercalación


areniscas calcáreas, de calcilutitas, calizas, lutitas, areniscas calcáreas y
calcilutitas, lutitas, limonitas.
limolitas, conglo-
merados (Foto Nº Formación Pananga: Constituida por calizas y
15) areniscas
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Formación Unidad Subunidad Descripción

VI: ROCAS Complejo Olmos: Constituido por esquistos de clorita y muscovita,


METAMÓRFICAS esquistos cuarzosos.
(Foto 16)
Formación Chaleco Constituida por cuarcitas, areniscas cuarcíticas y
de Paño: limolitas gris verdosas.

Formación Río Constituida por cuarcitas, se intercalan filitas


Seco: tobáceas y pizarras.

Formación Cerro Conformada por esquistos micáceos, cornubianitas,


Negro: esquistos manchados, cuarcitas oscuras y pizarras
negras.

Grupo Salas: Constituido por filitas, tobas pizarrosas y cuarcitas.

Fuente: INGEMMET (2006).

297
Foto 6

Material aluvial de fondo del


cauce de la quebrada Copa
Sombrero, Sullana, Piura.
(Tomado de: Vílchez et al.,
INGEMMET, 2006. Estudio
geoambiental de la cuenca
del río Chira-Catamayo
2013).

Foto 7

Dunas que afectan viviendas en el


balneario de Colán, provincia de
Paita, Piura. (Tomado de: Vílchez et al.,
INGEMMET, 2006. Estudio geoambiental
de la cuenca del río Chira-Catamayo
2013).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 8

Depósitos modernos consolidados formando los tablazos de Talara y Máncora, Colán, Paita, Piura. (Tomado de: Vílchez et al.,
298
INGEMMET, 2006. Estudio geoambiental de la cuenca del río Chira-Catamayo, 2013).

Foto 9

Roca intrusiva muy


meteorizada, que
aflora en la zona
de Ayabaca, Piura
(Tomado de: Vílchez
et al., INGEMMET, 2006.
Estudio geoambiental de
la cuenca del río Chira-
Catamayo, 2013).
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Foto 10

Roca intrusiva con


meteorización
esferoidal, que
presenta una capa de
color rojizo, Lancones,
Sullana, Piura.

299

Foto 11

Cabeceras de la cuenca Chira-Catamayo, constituidas de rocas volcánicas en la zona de las Huaringas, Ayabaca, Piura. (Tomado
de: Vílchez et al., INGEMMET, 2006. Estudio geoambiental de la cuenca del río Chira-Catamayo, 2013).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 12

Unidad de rocas
volcano-sedimentarias
en la carretera Las
Lomas-Suyo, Piura.

(Tomado de: Vílchez et


al., INGEMMET, 2006.
Estudio geoambiental
de la cuenca del río
Chira-Catamayo, 2013).

300

Foto 13

Unidad de rocas sedimentarias constituidas por secuencias de conglomerados, areniscas, lutitas, limolitas y lodolitas, afloran
en la quebrada Algarrobillo, Sullana. (Tomado de: Vílchez et al., INGEMMET, 2006. Estudio geoambiental de la cuenca del río
Chira-Catamayo, 2013).
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Foto 14

Unidad de rocas
sedimentarias
constituidas por
areniscas de la
formación Miramar en
el cerro San Francisco,
Querecotillo, Sullana,
Piura. (Tomado de:
Vílchez et al., INGEMMET,
2006. Estudio
geoambiental de la
cuenca del río Chira-
Catamayo, 2013).

301

Foto 15

Unidad de rocas sedimentarias constituidas por calizas, areniscas calcáreas, lutitas, limolitas y conglomerados, en la quebrada
Huatería, Lancones, Sullana, Piura. (Tomado de: Vílchez et al., INGEMMET, 2006. Estudio geoambiental de la cuenca del río
Chira-Catamayo, 2013).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 16
Rocas metamórficas tipo filitas y esquistos,
que afloran en el sector de “Silla de Paita”,
provincia de Paita, Piura. (Tomado de:
Vílchez et al., INGEMMET, 2006. Estudio
geoambiental de la cuenca del río Chira-
Catamayo, 2013).

2.6. Clima

La climatología de la cuenca del Chira describe el comportamiento medio climático de la


temperatura máxima y mínima del aire y de la precipitación, a escala mensual, para el periodo
1981-2010, a fin de conocer el comportamiento medio de la zona de estudio (Figura 6).
Asimismo, con la finalidad de evaluar los impactos del comportamiento climático del evento El
Niño, se analiza el comportamiento de la precipitación durante El Niño del periodo diciembre
302 97-abril 98.

Figura 6. Mapa de precipitación anual climática de la cuenca del río Chira.


Fuente: SENAMHI.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

En la zona baja de la cuenca, representada por las estaciones meteorológicas de La Esperanza


y Mallares, en promedio la temperatura máxima anual presenta valores comprendidos entre 28
y 31 °C, en tanto la temperatura mínima registra valores entre 19 y 20 °C; respecto a las lluvias,
estas durante el año acumulan la cantidad de 130 a 250 mm.
Para el verano (diciembre-marzo), el comportamiento de la temperatura máxima registra valores
de 28 a 33 °C, y la mínima entre los valores 19 a 23 °C; por otro lado las lluvias, durante
estos meses, presentan acumulados que fluctúan de 72 a 171 mm, siendo el 50% respecto al
acumulado anual (Figuras 7 y 8).

Estación: La Esperanza
Distrito: Colán

35.0 40

30.0 35

30
25.0
25
20.0
(°C) 20 (mm)
15.0
15
10.0
10
5.0 5

0.0 0
E F M A M J J A S O N D

Lluvia Temperatura máxima Temperatura mínima


303
Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

Figura 7. Precipitación y temperatura–Estación La Esperanza.

Estación: Mallaras
Distrito: Marcavelica

35.0 90

80
30.0
70
25.0
60
20.0 50
(°C) (mm)
15.0 40

30
10.0
20
5.0
10
0.0 0
E F M A M J J A S O N D

Lluvia Temperatura máxima Temperatura mínima

Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

Figura 8. Precipitación y temperatura–Estación Mallares.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Para la parte media de la cuenca, como estaciones meteorológicas representativas están


Lancones y Partidor, en promedio para el año; el comportamiento de la temperatura máxima
registra valores comprendidos entre 29 y 32 °C, mientras la mínima se ubica entre 17 y 19 °C;
las lluvias presentan acumulados anuales de 450 a 650 mm.
En el verano, la temperatura máxima registra valores comprendidos entre 32 a 34 °C, la mínima
está comprendida entre 19 y 22 °C. Las lluvias presentan acumulados hasta de 629 mm para
este periodo, representando el 80% del acumulado anual (Figuras 9 y 10).

Estación: Lancones
Distrito: Lancones

35.0 140

30.0 120

25.0 100

20.0 80
(°C) (mm)
15.0 60

10.0 40

5.0 20

0.0 0
E F M A M J J A S O N D

Lluvia Temperatura máxima Temperatura mínima

304 Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

Figura 9. Precipitación y temperatura-Estación Lancones.

Estación: Partidor
Distrito: Las Lomas

35.0 250

30.0
200
25.0
150
20.0
(mm)
15.0 100

10.0
50
5.0

0.0 0
E F M A M J J A S O N D

Lluvia Temperatura máxima Temperatura mínima

Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

Figura 10. Precipitación y temperatura-Estación Partidor.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

En la zona alta de la cuenca, considerando la estación meteorológica de Ayabaca, la temperatura


promedio para el año presenta valores comprendidos entre 10 y 18 °C para las temperaturas
extremas (máxima y mínima), y en cuanto a las lluvias presentan acumulados de hasta 1 337
mm.
En verano las temperaturas extremas presentan valores comprendidos entre 10 y 17 °C, siendo
el acumulado de lluvias para este periodo de 844 mm (Figura 11).

Estación: Ayabaca
Distrito: Ayabaca

35.0 350

30.0 300

25.0 250

20.0 200
(°C) (mm)
15.0 150

10.0 100

5.0 50

0.0 0
E F M A M J J A S O N D

Lluvia Temperatura máxima Temperatura mínima

Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

305
Figura 11. Precipitación y temperatura-Estación Ayabaca.

Comportamiento de las lluvias durante el periodo El Niño de carácter extraordinario 1997-1998


En la cuenca del Chira el comportamiento de las lluvias para el evento El Niño 1997-1998
(diciembre-abril), muestra un incremento con respecto al periodo 1981-2000, mostrando
excesos a partir del mes de diciembre que se extendieron hasta abril de 1998. Los mayores
excesos para la zona baja y media se presentaron en el mes de enero; mientras que para la zona
alta de la cuenca se presentaron en el mes de diciembre 1997. En este periodo, las anomalías
positivas que presentaron fueron:
En la cuenca baja (Mallares y La Esperanza), excesos de lluvias por encima de sus promedios
normales, en el mes de enero, con valores de 288 a 510 mm, y en el mes de marzo con valores
de 262 a 606,8 mm (Figuras 12 y 13).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Estación: La Esperanza
Distrito: Colán

400

300 308 297

(mm) 224
200

100 82
19 18 34 25 24
4
0
Diciembre Enero Febrero Marzo Abril

1997-1998 Normal

Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

Figura 12. Lluvias mensuales de diciembre a abril


(año normal y periodo 1997-1998)-Estación La Esperanza.

Estación: Mallares
Distrito: Marcavelica

306 700
681

600
548
500
435
400
(mm)
300

200 199

100 75 61
9 37 50 42
0
Diciembre Enero Febrero Marzo Abril

1997-1998 Normal

Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

Figura 13. Lluvias mensuales de diciembre a abril (año normal y periodo


1997-1998)-Estación Mallares.

En la zona media (Lancones), los excesos de lluvias por encima de sus promedios normales
registraron anomalías positivas con el mayor valor de 1 033,9 mm para el mes de enero
(Figuras 14; 15 y 16). Mientras que para la zona alta de la cuenca (Ayabaca) registraron su
máximo valor de anomalía positiva en los meses de diciembre y abril con 170 mm (Figura 17).
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Estación: Lancones
Distrito: Lancones

1200
1103
1000 925

800
719

(mm) 600 557


427
400

200 131
83 82
24 69
0
Diciembre Enero Febrero Marzo Abril

1997-1998 Normal

Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

Figura 14. Lluvias mensuales de diciembre a abril


(año normal y periodo 1997-1998)-Estación Lancones.

307
Estación: Partidor
Distrito: Las Lomas

1200

1000 864
849
800 825

(mm) 600
420
400 370

235
200 183 88
84
40
0
Diciembre Enero Febrero Marzo Abril

1997-1998 Normal

Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

Figura 15. Lluvias mensuales de diciembre a abril


(año normal y periodo 1997-1998)-Estación Partidor.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Estación: Alamor
Distrito: Lancones

1000 901

800
783
(mm) 600
574
487
400
314
218
200 118
86 81
16
0
Diciembre Enero Febrero Marzo Abril

1997-1998 Normal

Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

Figura 16. Lluvias mensuales de diciembre a abril


(año normal y periodo 1997-1998)-Estación Alamor.

308
Estación: Ayabaca
Distrito: Ayabaca

500
454
413
400 402

300 295
(mm) 269 261
200 228
187
154
100 97

0
Diciembre Enero Febrero Marzo Abril

1997-1998 Normal

Fuente: SENAMHI-MINAGRI.

Figura 17. Lluvias mensuales de diciembre a abril


(año normal y periodo 1997-1998)-Estación Ayabaca.

Los datos registrados en este periodo de verano con mayores valores de lluvias, para la
cuenca baja, Mallares presentó los acumulados máximos mensuales de 548 mm para el
mes de enero, siendo su normal climatológica de 37,4 mm; y para el mes de marzo, un
acumulado de 681,4 mm con una normal climatológica mensual de 74,6 mm. Para el caso de
La Esperanza, el máximo acumulado mensual se presentó en el mes de enero con 307,6 mm,
teniendo una normal climatológica de 19,2 mm.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Para la cuenca media, Lancones presentó el mayor acumulado de lluvias en el mes de enero
con 1 103 mm, siendo la normal climatológica de 69,1 mm. Mientras que para la cuenca alta,
Ayabaca presentó el mayor acumulado del periodo en el mes de marzo, con 454,4 mm, con una
normal climatológica de 295 mm.
Por último, los acumulados de lluvias para todo el periodo diciembre 97-abril 98, en la zona
baja de la cuenca del Chira (Mallares y La Esperanza), registró un acumulado de 1 923,9 y
934,6 mm, respectivamente; la cuenca media (Lancones) presentó acumulado de lluvias de
3 731,3 mm y para la cuenca alta (Ayabaca) su acumulado del periodo registró 1 725 mm.
Considerando que durante el periodo diciembre a abril y el comportamiento normal de las
lluvias (1981-2010), en la zona baja, presenta un acumulado de 90-215 mm, en la zona media
acumulan cantidades de 300 mm a 650 mm y en la zona alta las lluvias hacen un total de
aproximadamente 1 034 mm.

2.7. Uso de suelo

Capacidad de uso mayor del suelo de la cuenca hidrográfica del río Chira3

En el valle del río Chira el cultivo de arroz abarca mayor extensión, desde la represa de
Poechos hasta el sector La Bocana, en el bajo Chira. En el sector Salitral, Querecotillo, Huangala,
Chalacala Baja y Alta, predomina el cultivo de plátano (zona bananera orgánica de exportación),
observándose también plantaciones de papaya, limón, mango en menor escala, maíz, frijol palo,
en pequeñas parcelas para autoconsumo, ubicados en los bordes de los principales canales 309
como Miguel Checa y el de trasvase Chira-Piura; como cerco de las parcelas encontramos
cocoteros, árboles de tamarindo, algarrobos, mango y ciruelo.
La agricultura intensiva con riego tecnificado abarca grandes extensiones en la planicie costera,
como el caso del sector Cieneguillo Centro, donde encontramos cultivos de mango, limón,
espárrago, uva. En el sector de Cerro Mocho, cultivos de caña de azúcar con riego tecnificado, al
igual que en el sector La Huaca (margen izquierda del río Chira). También existen plantaciones
de caña de azúcar en zonas colindantes al canal de trasvase en el valle del río Chira.
Las zonas productoras y exportadoras son los valles del San Lorenzo y el Chira, que poseen los
rendimientos más altos de todas las zonas agrícolas.
En el sector de Miramar (bocana del río Chira) se aprecia un modo inusual de convivencia y
producción, donde se mezcla el cultivo agrícola temporal, ganadería y la extracción de petróleo.
La agricultura que se desarrolla en el Medio Piura aprovecha el agua del río Piura, habiendo
cultivos temporales como frijol palo, chileno, maíz, plantaciones de limón, mango, arroz. Este tipo
de agricultura se observa también en los sectores Huapira, Lancones, Venados, donde producen
maíz, frijol palo, cebolla, con algunas parcelas de limón y plátanos para autoconsumo y en
menor escala.
La Autoridad Autónoma de Cuenca Hidrográfica Chira-Piura evaluó, en el 2008, la capacidad de
uso mayor e identificó las unidades mostradas en la Figura 18 y Tabla 3.

3
Plan de Gestión de los Recursos Hídricos en la Cuenca Chira-Piura - Informe Principal del Diagnóstico (ANA) 2012.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

310
Fuente: Plan de Reforestación y Conservación de Suelos en las Cuencas Hidrográficas de la Región Piura,
Autoridad Autónoma de Cuenca Hidrográfica Chira-Piura, 2008.

Figura 18. Mapa de capacidad de uso mayor del suelo de la cuenca hidrográfica del río Chira.

Tabla 3
Capacidad de uso mayor del suelo para la cuenca del río Chira

Fuente: Mapa de capacidad de uso mayor del suelo de la cuenca hidrográfica del río Chira, Plan de Reforestación y Conservación de Suelos en las Cuencas Hidrográficas
de la Región de Piura, febrero 2008.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Uso actual de suelos4


En la cuenca del río Chira las actividades principales son la agricultura y la ganadería vacuna y
caprina, mayoritariamente.
En la cuenca baja del río Chira la agricultura con riego tecnificado viene ganando terrenos a los
bosques secos de algarrobos y cada día mayor cantidad de áreas boscosas son utilizadas para
la ganadería y apicultura. Una clara evidencia de esta expansión agrícola es el cultivo de caña
de azúcar para etanol, el cultivo de uva, espárrago. Gran parte de la población económicamente
activa de la región Piura se dedica a la actividad agropecuaria y actividades extractivas del
bosque. Actualmente el área cultivada en la cuenca del río Chira es de 70,720 ha.

3. Determinación del nivel de peligrosidad

3.1. Metodología

Para determinar el nivel de peligrosidad por inundaciones, se utilizó la metodología descrita en


la figura siguiente:

311
Factor condicionante

SUSCEPTIBILIDAD A
INUNDACIONES
Elementos de contraste

Factor desencadenante
INDECI, Registro de emergencias 1997-98
PRECIPITACIONES POR
FENÓMENO ENSO INGEMMET, Peligros geológicos FEN

ANA, Puntos críticos

PELIGROSIDAD POR INUNDACIONES


ANTE UN PROBABLE FEN
1997-98

Fuente: CENEPRED.

Figura 19: Flujo para determinar el nivel de peligrosidad.

4
Plan de Gestión de los Recursos Hídricos en la Cuenca Chira-Piura - Informe Principal del Diagnóstico. Autoridad Nacional del Agua (ANA), 2012.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

3.2. Parámetros de evaluación del fenómeno

A nivel internacional, la probabilidad de ocurrencia de inundaciones se evalúa con base  en la


intensidad (la cual es una función de la velocidad y altura del agua), así como en su frecuencia
(periodo de retorno), es decir, el tiempo necesario para que una inundación se genere. Sin
embargo, no existiendo aún un estándar en los criterios para la evaluación de estos parámetros,
lo más indicado es basarse en los registros geomorfológicos e históricos y las condiciones
particulares de cada región evaluada (Diez et al., 2014).
Para la evaluación de inundaciones en el río Chira, considerando la escala de trabajo y con base
en la información disponible, se empleó el método estadístico bivariante basado en a las áreas
ocupadas por inundaciones y su relación con las unidades de cada factor condicionante (Laín et
al., 2005; Santacana et al., 2001; Carrara et al., 1995).
La frecuencia, dada por la recurrencia de los eventos, en este caso será cualitativa debido a la
falta de información para determinarla. En este caso se basa en la premisa: “eventos de gran
magnitud, implican una recurrencia baja; eventos de baja magnitud implican una recurrencia
elevada” (Mella y Garrido, 2015). Tomando en cuenta lo anterior, la recurrencia está establecida
principalmente por el cartografiado geomorfológico de zonas inundables, es decir las áreas
susceptibles de ser afectadas por inundaciones y las recurrencias relativas de cada una de ellas.

3.3. Determinación de los niveles de peligrosidad ante inundaciones

El presente análisis está basado en un evento de máxima avenida, representada por un evento
312 extremo de El Niño. El mapa de peligrosidad de las inundaciones se obtuvo mediante la suma
de los mapas de susceptibilidad y el factor detonante, en este caso precipitaciones por el
fenómeno El Niño 1997-1998.

Análisis de la susceptibilidad
Para la evaluación de la susceptibilidad se consideraron como factores condicionantes la
pendiente (características topográficas) y la geomorfología (cartografiado de zonas inundables).
Esta última controla teóricamente el flujo y la dirección del agua, ya que la actual configuración
de las formas del terreno y la distribución de los sedimentos fluviales han sido originadas por
los mismos ríos que provocarán inundaciones en el futuro (Vílchez et al., 2013).
Se han tomado en cuenta también los registros históricos de inundaciones relacionadas con
eventos El Niño para la identificación de áreas de inundación en la cuenca evaluada.

Factores condicionantes

a) Pendiente
La inundación ocurre usualmente en terrenos de suave pendiente (< 5°), de ahí que
estos terrenos se consideren altamente susceptibles a estos procesos. Con base en la
revisión de trabajos anteriores se adoptaron los siguientes rangos: (Tabla 4)
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 4
Ponderación de pendientes para el análisis de susceptibilidad

Rango Clase Comentarios Valor Grado


pendiente

0-1° Terrenos llanos Áreas muy susceptibles a inundaciones 5 Muy alta

1°-5° Pendiente suave Áreas medianamente susceptibles a 3 Alta


inundaciones

5°-15° Pendiente moderada 1 Muy baja

15°-25° Pendiente fuerte 1 Muy baja


Áreas donde no se presentan inundacio-
nes
25°-45° Pendiente escarpada 1 Muy baja

> 45° Terrenos muy escarpados 1 Muy baja

Fuente: INGEMMET.

b) Geomorfología
Fuente: INGEMMET.

Las unidades geomorfológicas han sido evaluadas de acuerdo con su altura relativa,
313
pendiente y asociación morfogenética que determinan la susceptibilidad a un evento de
inundación: (Tabla 5).

Tabla 5
Ponderación de la geomorfología para el análisis de susceptibilidad

Geoforma Unidad Subunidad Valor


Relieve montañoso en rocas intrusivas 1

Relieve montañoso en rocas volcánicas 1

Relieve montañoso en rocas volcánico-sedimentarias 1


Montañas
Relieve montañoso en rocas metamórficas 1

Relieve montañoso en rocas sedimentarias 1


De carácter Montaña estructural 1
tectónico- Relieve de colinas y lomadas en rocas intrusivas 1
degradacional y
Relieve de colinas y lomadas en rocas volcánicas 1
erosional
Relieve de colinas y lomadas en rocas volcánico-sedimentarias 1
Colinas
Relieve de colinas y lomadas en rocas metamórficas 1

Relieve de colinas y lomadas en rocas sedimentarias 1

Colinas estructurales 1

Montes isla 1

Relieve depresionado 5
Planicies y
depresiones Altiplanicie o meseta andina 4
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Geoforma Unidad Subunidad Valor


Piedemonte coluvio-deluvial 1

Piedemonte aluvio-torrencial 2

Piedemonte aluvial 3
Piedemontes
Abanicos de piedemonte 2

Vertiente de detritos 1

Morrenas 1

Valle fluvial y terrazas indiferenciadas 5


De carácter
deposicional Llanura aluvial o cauce inundable 5

y agradacio- Terrazas aluviales 4


nal Islas 5
Planicies y
depresiones Mantos de arena 1

Cordón de dunas 1

Llanura o planicie costera 3

Llanura disectada 3

Faja litoral 1

Cuerpos de Estuario 3
314 agua Lagunas, embalses y cuerpos de agua 3

Fuente: INGEMMET.

Fuente: INGEMMET.

Figura 20. Mapa de susceptibilidad de la cuenca del río Chira. (Tomado de: Vílchez et al., 2013).
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Factores desencadenantes

Las precipitaciones son un factor determinante para la generación de inundaciones y otros


procesos como los movimientos en masa. Estas se generan en una cuenca en función del área
de captación de la cuenca, alturas, pendientes y cobertura vegetal (Faustino, 2006); la respuesta
del evento de escorrentía se producirá de forma inmediata o tardará un tiempo hasta alcanzar el
cauce del río a través del desplazamiento del flujo por sus afluentes.
A nivel internacional se ha extendido el uso de tres grandes periodos de retorno de lluvias
máximas: 500 100 y 10 años (Diez et al., 2011). Sin embargo, al no contar con información
de máximos en 24 horas para analizar la frecuencia de las lluvias en el área evaluada, se ha
realizado un análisis de peligrosidad relativa considerando las precipitaciones promedio del mes
de febrero de 1998, mes y año del evento El Niño para las estaciones que circundan a la cuenca
del río Chira, con base en la información aportada por el Servicio Nacional de Meteorología e
Hidrología (SENAMHI, 2014).
Se interpoló con la herramienta IDW del ArcGIS versión 10.1 y se obtuvo el modelo de la Figura 4.

a) Valoración de los rangos de precipitación a la inundación

En primer lugar fue necesario calcular las áreas ocupadas por cada episodio de
inundación y las áreas de cada rango de precipitación. Luego se estableció el peso (W)
en función a la probabilidad de ocurrencia de una inundación en un área determinada,
como se expresa en la siguiente fórmula:
315

W = ∑ni=1 [P (A/Bi)] x P (Bi)

Donde:
W = Probabilidad de que un determinado pixel desarrolle inundaciones
P (A/Bi) = Probabilidad de que una inundación (A) ocurra para cada clase de
precipitación B
P (Bi) = Probabilidad de ocurrencia de precipitaciones

Luego de esto se transforma de información vectorial a matricial para poder hacer las
operaciones algebraicas de geoprocesamiento. Para este estudio, el tamaño de pixel empleado
al convertir los mapas a ráster ha sido de 50x50 m. Luego se asigna el valor del índice o
probabilidad (peso W) obtenido para las unidades cartográficas del terreno.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Elaborado con datos de SENAMHI al 2014.

Figura 21. Estimación con IDW de la precipitación promedio mensual de febrero de 1998, mes en que
se detonó el evento El Niño en Piura.
316

Tabla 6
Rangos de precipitación empleados para el modelo de precipitación

Unidades de precipitación (UP) Precipitación en mm


1 20 - 60

2 61 - 150

3 151 - 260

0,088

0,036

Tabla 7
Cálculo estadístico de la contribución de las unidades de precipitación a la peligrosidad por
inundaciones en la zona de estudio

UP Área Up (m2) A inundaciones Prob. In en up P up P total Normalización


(m2)

1 1825464756 4825642,9 0,0026435 0,1709 0,00045177 13,1


2 3676708356 1,6486 0,00000001 0,3443 3,44E-09 1,2
3 5176858894 0 0 0,4847 0 0
Total 10679032006

Fuente: INGEMMET.

Fuente: INGEMMET.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Se observa que la unidad 1 (precipitación promedio entre 20 y 60 mm) corresponde al área


donde se registraron las inundaciones asociadas al evento El Niño 1997-1998.
El resultado de la suma entre el mapa de susceptibilidad y precipitaciones se reclasifica en
cuatro niveles, que van desde baja hasta muy alta y representan la peligrosidad relativa a las
inundaciones del área de estudio (Figura 6). Además, la susceptibilidad es condicionante para la
discriminación de las zonas de inundación y su precipitación promedio.

3.4. Estratificación de peligrosidad

Tabla 8
Estratificación de la peligrosidad

Niveles Descripción

Son terrenos llanos, con pendiente de 0 a 5°, presencia de llanuras de inundación, por tanto áreas
Muy alto muy susceptibles a inundaciones. Presentan precipitaciones promedio mensual entre 20 y 60 mm.

Son terrenos llanos, con pendiente de 5 a 25°, moderada presencia de materiales inconsolidados.
Alto Zonas de planicies y planicies disectadas. Precipitación promedio mensual entre 61 y 150 mm.

Medio / Son terrenos llanos, con pendientes mayores a 35°, colinas, lomadas, zonas onduladas, montañas y
Moderado otras formas abruptas. Precipitación promedio mensual entre 151 y 260 mm.
317

Relieves montañosos, con pendientes mayores a 45°, áreas con baja o nula susceptibilidad a inunda-
Bajo ciones. Se presentan precipitaciones en exceso acumuladas entre 72 y 600 mm durante el verano.

Fuente: INGEMMET
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

3.5. Mapa del nivel de peligrosidad por inundación

Figura 22. Mapa de peligro por inundaciones asociadas al evento El Niño de 1998 en la cuenca del río Chira.
318

Fuente: INGEMMET.
CAPÍTULO II.

Fuente: ANA, INGEMMET.

Figura 23. Mapa de ubicación de puntos críticos de inundación.


CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

319
Conclusiones
§ En el Perú, los eventos del fenómeno El Niño costero, particularmente los extraordinarios, ocasionan el aumento
de la temperatura del mar en el litoral norte, que a su vez origina intensas lluvias que dan origen a inundaciones,
huaycos y deslizamientos.

§ Ante el peligro de inundaciones originadas por lluvias asociadas al fenómeno El Niño, en el área de la cuenca
del río Chira, encontramos aproximadamente 417 763 habitantes en 100 856 viviendas (INEI, 2007).

§ El presente informe de evaluación de la peligrosidad ante inundaciones en la cuenca del río Chira está
sustentando en estudios especializados de identificación y mapeo de los factores condicionantes del territorio,
así como del factor climático desencadenante; trabajos realizados y sustentados por las entidades técnico-
320 especializadas como el INGEMMET y las entidades conformantes del Comité ENFEN.

§ Del mapa de peligrosidad obtenido se observa que los distritos de las provincias de Paita (Amotape, Tamarindo,
La Huaca, Colán, Arenal y Vichayal) y de la provincia de Sullana (Marcavelica, Salitral, Ignacio Escudero, Sullana,
Querocotillo y Miguel Checa) presentan zonas de muy alta peligrosidad susceptibles a inundaciones.
Recomendaciones
§ Se recomienda que el Gobierno Regional de Piura coordine permanentemente con el ENFEN con la finalidad
de informar oportunamente a las autoridades encargadas de la gestión de riesgo a nivel local, de tal manera
que se adviertan a las poblaciones expuestas sobre la proximidad de lluvias intensas.

§ El Gobierno Regional de Piura, en coordinación con los gobiernos locales y con la asistencia técnica del CENEPRED,
deberán realizar de manera prioritaria estudios y/o informes de evaluación de riesgos ante el fenómeno de
inundaciones de los centros poblados de los distritos ubicados en zonas de muy alta peligrosidad; para ello es
necesario obtener información socioeconómica y de infraestructura de viviendas a nivel de detalle.

§ Se recomienda que el INGEMMET, IGP, SENAMHI, el comité ENFEN y las entidades involucradas con la generación
de información, coordinen con el Gobierno Regional de Piura para la realización de estudios, muestreos y 321
levantamiento de información a escala de detalle a los centros poblados indicados en el párrafo anterior, con
el objetivo de reducir el porcentaje de incertidumbre en la estimación de los niveles de riesgo asociado a El
Niño en apoyo de la toma de decisiones.

§ Se recomienda que la Autoridad Nacional del Agua (ANA), en coordinación con el Gobierno Regional y gobiernos
locales involucrados en la zona de estudio, delimiten las fajas marginales que contribuyan a la ocupación y uso
seguro del territorio. Para iniciar este trabajo deben tomar en cuenta el cartografiado de procesos geológico y
geohidrológicos efectuado por el INGEMMET en la región Piura.
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2, pp. 105-138.
República Bolivariana de
Venezuela
ÍNDICE

1 Informe técnico de la actividad sobre incendios forestales 328

1.1. Objetivo 328

1.2. Ubicación geográfica 328

1.3. Descripción física de la zona a evaluar 330

1.4. Sistema eléctrico del área metropolitana de Caracas 334

1.5. Determinación del nivel de peligrosidad 335

a. Caracterización de los peligros 337

b. Identificación de elementos expuestos 337

1.6. Análisis de vulnerabilidad 337

1.7. Desarrollo del modelo 339

a. Metodología para la elaboración de un mapa de amenaza


por incendio forestal en el Waraira Repano 339

b. Metodología para la elaboración de un mapa de vulnerabilidad


por incendio forestal en el Waraira Repano 341

c. Metodología para la elaboración de un mapa de riesgo por


incendio forestal en el Waraira Repano 343

1.8. Análisis de los mapas resultado 345

a. Mapa de amenazas 345

b. Mapa de vulnerabilidad 346

c. Mapa de riesgos 347


2 Inundación y movimientos de masa 348

2.1. Objetivo 348

2.2. Ubicación geográfica 348

2.3. Caracterización social del área de estudio: sectorización 349

2.4. Caracterización urbana 358

2.5. Caracterización geomorfológica 359

2.6. Metodología para analizar la amenaza 373

a. Selección de capas temáticas a utilizar en la evaluación de


la amenaza 373

b. Transformación de elementos lineales y puntuales en


polígonos de análisis 374

c. Asignación de valores ponderados a las categorías de


cada variable 376

d. Superposición de mapas temáticos 378

e. Clasificación de unidades de amenaza 379

f. Análisis de resultados de la amenaza 380

2.7. Análisis de vulnerabilidad 382

a. Metodología para analizar la vulnerabilidad 383

a.1. Selección de capas temáticas a utilizar en la


evaluación de la vulnerabilidad y asignación de
valores a las categorías de cada variable 383

a.2. Cálculo de valores ponderados de vulnerabilidad


para cada unidad de análisis espacial 387

a.3 Superposición de mapas temáticos 387

a.4 Transformación de las estructuras en polígonos o


áreas de análisis 393

a.5 Clasificación de unidades de vulnerabilidad 394

b. Análisis de resultados de la vulnerabilidad 395


3 Análisis de riesgo 398

3.1. Metodología para analizar el riesgo 399

a. Selección de capas temáticas en la evaluación del riesgo 402

b. Identificación de la asignación de valoraciones ponderadas


a las categorías de cada variable 403

c. Superposición de mapas temáticos 403

d. Cálculo de valores ponderados de riesgo para cada


unidad de análisis espacial 403

e. Clasificación de unidades de riesgo 404

3.2. Análisis de resultados del riesgo 405

Referencias bibliográficas 408


1 sobre incendios forestales
Informe técnico de la actividad

1. 1 Objetivo

El objetivo de la actividad es que todas las delegaciones expliquen de manera pedagógica


sus experiencias en materia de riesgos y establecer un conjunto de procedimientos técnicos
y metodológicos estandarizados para la elaboración de mapas de riesgos de los países
suramericanos y, a su vez, la implementación de mecanismos tecnológicos que faciliten su
difusión, transferencia y acceso.
Para tal fin, la delegación venezolana participó en las siguientes mesas técnicas de trabajo:
Incendios forestales y heladas asociadas a las temperaturas extremas e inundaciones y
328 Movimientos de masa asociados a la precipitación.

1.2. Ubicación geográfica

El parque nacional Waraira Repano se encuentra dentro del territorio del distrito capital y los
estados Miranda y Vargas, de la República Bolivariana de Venezuela. De manera relativa, este
se encuentra parcialmente en la jurisdicción de las parroquias Sucre, La Pastora, Altagracia, San
José, Candelaria y el Recreo, del municipio libertador del distrito capital Maiquetía, La Guaira,
Macuto, Caraballeda y Naiguatá, del estado Vargas, y por otra parte, los municipios Sucre, Plaza y
Zamora, del estado bolivariano de Miranda.
De acuerdo con el Decreto Presidencial N° 473 del 12 de diciembre de 1958 y publicado en la
Gaceta Oficial N° 25841 del 10 de diciembre de 1958, el parque nacional Waraira Repano se
encuentra dentro de los siguientes linderos:
Por el norte: se parte del punto al oeste de la quebrada Tacagua determinado por la
intersección de la curva de nivel de la cota 120, con una línea paralela a su cauce, en 200 m
en las inmediaciones del cerro Mirabal, y se continúa por esta curva de nivel en dirección al
este, atravesando las parroquias de Maiquetía, La Guaira, Macuto, Caraballeda y Naiguatá, hasta
el punto en que esta curva de nivel llega a la divisoria de aguas de la vertiente oriental del río
Botuco.
Por el este: partiendo del último punto citado, se continúa por la línea divisoria oriental de la
hoya del río Botuco y luego se sigue por la divisoria de aguas de la cuenca alta del río Chiquito
hasta enlazar con la fila maestra; de aquí se continúa por la fila maestra en dirección al este,
hasta encontrar la divisoria de aguas entre el río Araira, por una parte, y por la otra la cuenca
alta de los siguientes cursos de agua: río Silma, que es un afluente del río Guatire, quebrada
Ceniza y quebrada Seca, y después se continúa, por esta divisoria de aguas hasta encontrar la
curva de nivel de la cota 500.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Por el sur: partiendo del punto anteriormente citado, se sigue por la curva de nivel de la cota
500, atravesando el río Curupao y siguiendo por su vertiente derecha hasta encontrar una
quebradita o zanjón, afluente del río Curupao, frente al sitio denominado “Curupao”; se continúa
cauce arriba por dicha quebradita o zanjón hasta llegar a la cumbre de la fileta divisoria de
aguas, orientada de este a oeste, entre el río Grande y la Fila Maestra; luego se sigue por dicha
fileta atravesando la quebrada Izcaragua hasta llegar al río El Encantado, y continuando por el
cauce de este río hasta la confluencia con el río Grande, se continúa por este río hasta el punto
en que se encuentra la curva de nivel de la cota 1 000 y se continúa por dicha curva de nivel
hasta enlazar con la proyectada “Avenida de la Cota Mil”, por la cual se sigue hasta atravesar
la autopista Caracas–La Guaira; luego se continúa dejando una faja de terreno de 200 m de
ancho en la margen izquierda de dicha autopista, conservando ese mismo ancho de 200 m con
respecto al cauce de la quebrada que nace en la Cortada de Catia, y luego se continúa hasta
encontrar el cauce de la quebrada Tacagua.
Por el oeste: partiendo del citado punto en el cauce de la quebrada Tacagua, el lindero sigue
siendo una línea paralela a 200 m a la izquierda de la quebrada Tacagua o de la autopista, hasta
encontrar el punto donde se comenzó el lindero norte.
Posteriormente, en el año 1974 según Decreto Nº 114 de fecha 26 de mayo y Gaceta Oficial
Nº 30.408 del 27 de mayo de 1974, se amplía el área del parque nacional El Ávila.
De manera general se incrementa el área del parque hacia las parroquias Caruao del estado
Vargas y parroquia higuerote, del municipio Brión del estado bolivariano de Miranda. De manera
específica, cuatro puntos determinan la extensión de esta área, los cuales se definen así:
Punto 1: Intersección de la cota +400 con el lindero este del parque nacional El Ávila (cerca del
río Botuco). 10º 34’ 30’’ N 66º 33’ 05’’ W. 329

Punto 2: Intersección de la cota +400 con línea divisoria sur de aguas de la cuenca del río
Curiepe. 66º 18’ 14’’ W 10º 18’ 14’’ N.
En el año 2010, por decreto presidencial se cambia de nombre a este parque nacional pasando
de ser llamado El Ávila a Waraira Repano como lo señala la Asamblea Nacional (2010). A conti-
nuación se muestra el área de estudio en la Figura N° 1.

Foto 1. Parque Nacional Waraira Repano.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

1.3. Descripción física de la zona a evaluar

La zona que comprende el parque nacional Waraira Repano se circunscribe a la serranía del
litoral del complejo cordillerano central venezolano. Este sistema debe su origen a la colisión de
las placas tectónicas del Caribe y la de América del Sur, aproximadamente unos 85 millones de
años, como señala Vivas (2012) y que muestra que hubo un culmen de levantamiento orográfico
hace aproximadamente 65 millones de años, lo cual permite ubicarlo en los periodos Paleoceno
y Eoceno.
El movimiento sufrido por la colisión de las placas tectónicas ha sido de deslizamiento lateral
más que de subducción. El esfuerzo resultante de este proceso ha generado igualmente la
formación de importantes sistemas de fallas geológicas tanto longitudinales como transversales.
Entre las principales fallas se encuentra el complejo de fallas de El Ávila, cuya traza principal
se asocia con la base del macizo, lo que genera o se evidencia en la fuerte inclinación de sus
vertientes y zonas de debilitamiento litológico al pie de ellas.

330

Figura 1. Parque Nacional Waraira Repano.

El área ocupada por el parque nacional Waraira Repano se caracteriza por un relieve que va
desde los 0 msnm hasta los 2 765 msnm en su cúspide. Esta variación se corresponde para la
vertiente norte que se evidencia por su contacto con la zona litoral del estado Vargas, mientras
que por su vertiente sur la variación va desde los 1 000 msnm, aproximadamente, en su base,
hasta los 2 765 msnm.
El punto más alto del conjunto montañoso es el pico Naiguatá con una altura de 2 765 msnm.
Otras alturas representativas se asocian con Topo Galindo (2 550 msnm), pico Occidental (2 250
msnm), Topo Infiernito (1 945 msnm) y La Cumbre (1 550 msnm).

Figura 2. Mapa de relieve.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Las diferencias altitudinales del relieve que describen al parque nacional Waraira Repano son, en
esencia, el determinante y modificador de los pisos climáticos que caracterizan a esta porción
de espacio. De manera general se puede inferir que el clima es de montaña, pero siempre
recordando que dependerá del piso térmico, exposición de sus laderas a la insolación y el
viento.
La temperatura media es de unos 13 °C con precipitaciones medias de 1 500 mm, siendo la
vertiente norte más húmeda que la sur por efecto de la orografía que induce la lluvia orográfica.
Son evidentes dos estaciones: la seca, que va de diciembre a abril y la de lluvias, de mayo a
noviembre, siendo más marcado durante los meses de agosto, septiembre y octubre.
La hidrografía del área del parque es bastante abundante. A lo largo de todo el territorio se
evidencian cursos de agua permanentes de diversa jerarquía destacándose un sinnúmero de
afluentes del río Guaire, principal río de la ciudad de Caracas, esto en la vertiente sur, mientras
que en la vertiente norte, afluentes que desembocan directamente en el mar Caribe, mientras
que otros forman parte de la subcuenca de río Grande o río Caucagua y otros, desembocan en
las costas de Barlovento.

331

Figura 3. Mapa de hidrografía.

La flora del parque nacional Waraira Repano varía según la altura con relación al nivel del mar;
las alturas en el parque varían desde los 0 msnm hasta la altura máxima de 2 765 msnm, gracias
a estas alturas de variadas mediciones pueden encontrarse múltiples tipos de vegetación. El
Waraira Repano posee dos tipos de vertientes: una norte, la cual se localiza desde el mar Caribe,
y la vertiente sur, localizada desde Caracas.
Bosque xerofítico: este tipo de vegetación se encuentra presente en la vertiente norte, en
las áreas más cercanas al mar Caribe, entre los 0 msnm hasta los 500 msnm. La vegetación
posee características de las zonas de altas temperaturas y donde escasea el agua, las especies
vegetales más comunes son diferentes especies de cactus, el carmacate, el cují negro, el tiamo,
el olivito, el dividivi, el roble, el indio desnudo, el cardón, el roble, el guamacho, la tuna y el
cariaquito. Sabanas: presente en las zonas bajas del parque, aproximadamente desde los 1
000 hasta los 1 600 m, las sabanas cubren entre el 30 y 50% de la vertiente sur. Las especies
vegetales más comunes son el toporón, el micay, el gamelote, el capinmelao, el mantequero, el
mameicillo, el hipericón, la tara amarilla, el quiripití y el hayuelo.
Bosque tropófilo: seguidamente de la vegetación de sabana, prosigue el bosque tropófilo,
también llamado veraneo o caducifolio. Los árboles presentes en esta área durante el verano
o sequía, pierden el follaje. Este tipo de bosque aproximadamente se encuentra entre los
1 200 hasta los 1 600 msnm. Las especies vegetales más comunes son: el araguaney, el jabillo,
el copey, el indio desnudo, el pardillo y el bucare.
Selva nublada: se presenta este tipo de vegetación en algunas áreas aproximadamente a partir de
los 1 600 hasta los 2 000 msnm. El origen de esta vegetación se debe a la presencia constante
de niebla, producto de las nubes que se alojan en las partes altas de la montaña. Es un área
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

húmeda, los árboles son altos y sus hojas siempre son de color verde. Las especies vegetales
más comunes son varios tipos de orquídeas, helechos, rubiáceas, cesneriáceas, peperonias,
aráceas, palmeras, el guayaba de hierro, el almendro, el matapalo, el quesillo, el copey y la santa
María.
Subpáramo: en esta área abunda vegetación del tipo matorral andino, se parece a los páramos
de los Andes y se presenta a partir de los 2 200 m hacia arriba, es decir, en las mayores alturas.
Las especies vegetales más comunes son: la rosa del Ávila, el incienso, la hierba de páramo, el
bambucillo, orquídeas, la espadilla azul y el lirio de monte.
Vegetación secundaria: este tipo de vegetación está conformado por especies que no
pertenecen a la zona, son especies atípicas, es decir, fueron plantadas por el ser humano o son
reforestaciones. Puede observarse vegetación secundaria en la zona de la Zamurera y Papelón,
donde plantaron especies exóticas, tales como los pinos de Australia, el eucalipto y las grevileas.
Algunos especialistas recomiendan que para próximas reforestaciones se utilicen especies
autóctonas, para de esa manera mantener el parque sin cambios secundarios producto del
ingreso de nuevas especies vegetales.

332

Figura 4. Mapa de vegetación.

Descripción socio-urbana

En el contexto geográfico regional-urbano, el parque nacional Waraira Repano está rodeado de


centros poblados de primera importancia y nacional; tal es el caso de la ciudad de Caracas, al
sur del área, con más de 2,4 millones de habitantes, sumando a esto la población flotante que
se moviliza de otros centros poblados a Caracas. Otros centros de alta densidad son Guarenas,
Guatire y Los Teques; al norte se localizan centros de importancia nacional y regional y se
asientan el principal aeropuerto del país (Aeropuerto Simón Bolívar) y el puerto marítimo de La
Guaira. Por igual, el litoral central es de importancia regional en el aspecto recreativo y turístico
dado el atractivo de las playas y costas; así, se tienen centros de población de importancia como
son La Guaira, capital del estado Vargas, Catia la Mar y Macuto, entre otros (CENAMB, s/f).

CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Tabla 1
Población cercana al parque nacional Waraira Repano que le ejercen presión directa.

Código Parroquia Pob. 2011 Municipio Pob. Mun Entidad Pob. Entidad

1 SAN JOSÉ 39 604

2 ALTAGRACIA 47 922

3 SAN 27 353
BERNARDINO DISTRITO
LIBERTADOR  1 943 901  1 943 901 
CAPITAL
4 EL RECREO 112 809

5 SUCRE 345 944

6 LA PASTORA 80 397

7 CHACAO 61 213 CHACAO 61 213

8 GUARENAS 209 987 PLAZA  209 987 

9 MIRANDA  2 675 165


CAUCAGÜITA 67 013

10 LEONCIO 63 260 SUCRE  600 351


MARTÍNEZ

11 PETARE 372 616

12 CARABALLEDA 48 622 333


13 LA GUAIRA 19 162

14 MACUTO 20 033
VARGAS 352 920 VARGAS 352 920
15 MAIQUETÍA 31 657

16 NAIGUATA 17 877

17 CARLOS  30 525
SOUBLETTE
 
1 595 994 3 168 372 4 971 986

Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas (2011). Elaboración propia.

La presión demográfica sobre el parque nacional es muy alta tanto desde la parte urbana
del área metropolitana de Caracas, que trata de subir a esa parte de la montaña pero las
restricciones le han permitido garantizar la no intervención, como a lo interno por las
comunidades rurales que de una u otra  forma también van ejerciendo presión para ampliar su
actividad económica, que es básicamente de subsistencia.
Sin embargo, cabe destacar que han existido propuestas para la desafectación de algunas zonas
del parque nacional para aprovecharle desde el punto de vista urbano, pero no ha trascendido
ya que eso es una atribución de la Asamblea Nacional y que de llegarse a dar afectaría desde el
 
punto de vista de seguridad y defensa.

 
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

1.4. Sistema eléctrico del área metropolitana de Caracas

Hasta ahora se ha venido describiendo el parque nacional Waraira Repano, paisaje ícono de la
ciudad capital de Venezuela, reservorio de diversidad de especies animales y vegetales, y como
es bien llamado pulmón natural de Caracas.
Ahora bien, todas esas características le revisten de gran importancia. Sin embargo, existe otro
elemento que el hombre ha establecido dentro de esta área y que desde el punto de vista de
seguridad y defensa es de gran impacto, este es el tendido eléctrico que atraviesa el parque y
que se encarga de distribuir la energía eléctrica a las subestaciones del distrito capital, estado
Vargas y estado bolivariano de Miranda.
El sistema de electricidad de Caracas se conecta al sistema mediante dos nexos de
interconexión. Uno de estos nexos lo conforman dos circuitos a 230 mil voltios que parten
desde la subestación Santa Teresa 400/230 mil voltios, y el otro nexo lo representa la conexión
de los transformadores 765/230 mil voltios de la subestación Sur (ver imagen anexa).

334

Figura 5. Sistema de interconexión.

Desde el punto de vista de seguridad y defensa, es de gran importancia el conocer y tener


un plan de gestión ante un posible incendio forestal dentro del parque nacional, dado que
es la amenaza principal a la cual es vulnerable el sistema de distribución eléctrico del área
metropolitana de Caracas.
También, es importante el conocimiento y generación de lineamientos de acción ante la
posibilidad de un evento, ya que la población afectada, aproximadamente, sería de 5 millones
de personas; además se trastornaría el centro de poder político, económico-financiero,
empresarial más importante del país, las pérdidas económicas por demás serían cuantiosas y,
desde el punto de vista natural, los incendios conllevan la denudación del suelo que, expuesto,
posteriormente las lluvias pueden detonar deslizamientos afectando vertiente abajo y causando
daños a infraestructuras de importancia, como la avenida Boyacá (cota mil) de gran importancia
y estrategia.
En los últimos años se ha venido evidenciando afectación por incendios al parque nacional
Waraira Repano (ver imagen) que autoridades como el ministro de Ambiente, Miguel Rodríguez,
han calificado de inducidas y premeditadas con el fin de generar daños directos e indirectos
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

sobre bienes y servicios, para generar matriz de opinión política, por lo cual desde este punto
de vista es importante la generación de un plan maestro de gestión de riesgo ante incendios
forestales para este parque nacional.
Ejemplo de uno de los incendios forestales más recientes, ocurridos en el parque nacional
Waraira Repano, fue el que afectó “Las líneas de transmisión 1 y 2 del sistema eléctrico Tacoa-
Boyacá (...) Varias zonas metropolitanas de Caracas no tienen servicio eléctrico, entre ellas La
Candelaria, San Bernardino, Parque Carabobo, San Agustín del Norte, Sabana Grande, El Bosque y
parte de La Florida”, de acuerdo con la información del ministro de Energía, Jessi Chacón.

Figura 6. Incendios ocurridos el 24 de marzo de 2014. Caracas, Venezuela 335

1.5. Determinación del nivel de peligrosidad

Identificación de los peligros desde el punto de vista forestal


Todos los años, empezando la época seca, aproximadamente hacia el mes de marzo, se
generan incendios forestales que consumen cientos de hectáreas del parque, algunos eventos
documentados históricamente permiten establecer tal afirmación (ver cuadro anexo).
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 2
Incendios forestales en el parque nacional

Fecha inicio Tipo de Ubicación Sitio Fuentes Observaciones de


evento geográfica efectos

25/04/1970 Incendio DISTRITO CAPITAL Parque Nacional  El Nacional Varias ha. destruidas
forestal El Ávila - Catuche

25/04/1970 Incendio MIRANDA/CHACAO Parque Nacional  El Nacional


forestal El Ávila cercano a
la redoma de la
Castellana

04/02/1984 Incendio DISTRITO CAPITAL Parque Nacional El Universal


forestal El Ávila

12/04/1984 Incendio VARGAS/VARGAS/- Parque Nacional El Universal


forestal NAIGUATÁ El Ávila. Detrás del
sector Carmen de
Uria
 
 
12/04/1985 Incendio MIRANDA/CHACAO Parque nacional El Universal  
forestal El Ávila entre
 
Altamira y la
 
Castellana
 
23/05/1991  Incendio DISTRITO CAPITAL Parque Nacional El Universal 
forestal El Ávila

336 11/01/1992 Incendio DISTRITO CAPITAL Parque Nacional El Universal


forestal El Ávila

13/03/1996  Incendio DISTRITO CAPITAL Parque Nacional El Universal  La temporada de sequía


forestal El Ávila, sector complica la situación pues
Loma del Cuño la vegetación está muy seca
y con la ayuda del viento
las llamas se extienden con
facilidad.

07/03/2001 Incendio DISTRITO CAPITAL Parque Nacional El Universal


forestal El Ávila, sector
Lídice.
 
14/02/2003 Incendio MIRANDA/PLAZA Parque Nacional El  Universal El incendio se desarrolló a
forestal  El Ávila, sector lo largo de la cota 950
Curupao-Guarenas consumiendo vegetación
boscosa alta. Fue combati-
do por cuadrillas de
Inparques Protección Civil,
Polimiranda y Alcaldía de
Plaza.

06/03/2003 Incendio DISTRITO CAPITAL Parque Nacional El Universal


forestal El Ávila Afectado el suministro de
agua potable; paralizadas
las líneas 1 y 3 del metro
de Caracas.

21/04/2006 Incendio DISTRITO CAPITAL/- Parque Nacional El Universal


forestal LIBERTADOR/EL El Ávila a la altura Presumen que pudo haber
RECREO de La Florida sido provocado. Empleadas
9 unidades de combate de
incendios y 50 efectivos
bomberiles.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Fecha inicio Tipo de Ubicación Sitio Fuentes Observaciones de


evento geográfica efectos

27/01/2007 Incendio DISTRITO CAPITAL/- Parque Nacional El El Universal 20 incendios El Ávila


forestal LIBERTADOR/LA Ávila durante los últimos 3
PASTORA meses. El último fue en el
sector Catuche-La Pastora.

11/03/2007 Incendio DISTRITO Parque Nacional El El Universal Sectores afectados:


forestal CAPITAL/LIBERTA- Ávila Caucaguita y Puerta de
DOR Caracas.

Fuente: Elaboración propia.

a. Caracterización de los peligros

Dentro del parque nacional Waraira Repano existen restricciones de uso por la figura jurídica
creada para su protección y que es responsabilidad directa del Instituto Nacional de Parques
(INPARQUES).
Desde el punto de vista humano, los peligros están asociados a la actividad turística,
fundamentalmente, puesto que existen obras civiles como: torres de electrificación, el sistema
teleférico y el hotel Humboldt, por mencionar las de mayor envergadura, que se crearon para
el goce y disfrute de las personas de este paisaje, lo que conlleva la existencia de volúmenes
importantes de personas frecuentemente dentro del parque.
337
Por otra parte, desde el punto de vista natural existe una serie de peligros que se pueden
englobar en dos grandes grupos: forestales e hidrogeológicos, los primeros asociados con los
incendios que se presentan con cierta frecuencia durante los periodos secos del año, y los
segundos asociados a la conformación geológica, orientación y disposición de los recursos en
torno a un área mayor a la cual se encuentra integrada este parque, como lo es la cordillera de
la costa.

b. Identificación de elementos expuestos

1. Los poblados de San Isidro de 4. Subestaciones eléctricas


Galipán, San Francisco de Galipán,
5. Pista de hielo
El Corozal y Hoyo de la Cumbre
6. Hotel Humboldt
2. Sistema teleférico Waraira Repano
7. Campamentos
3. Torres de alta tensión
8. Puestos de GNB

1.6. Análisis de vulnerabilidad

El sistema eléctrico que se encuentra dentro del parque nacional Waraira Repano es vulnerable
a diferentes amenazas, como: movimientos de masas, sísmico, incendio tanto naturales como
inducidos. Sin embargo, por los fines perseguidos en este estudio se aborda la correspondiente
con el aspecto de los incendios forestales.
Como ya se ha descrito, el sistema eléctrico (líneas de distribución) atraviesa el parque nacional;
en esencia es un detonante natural que puede generar fuego, asociado con el oxígeno del aire,
así como su orientación con relación a los vientos dominantes, lo que crea el escenario ideal
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

para un incendio que puede afectar la infraestructura dispuesta para la transmisión de energía
eléctrica.
De manera natural, el periodo seco genera las temperaturas ideales para una posible
combustión espontánea y, de manera antrópica, es la mayor probabilidad de iniciar un incendio
dentro del parque, por el acceso de personas al mismo con fines de recreación y esparcimiento
así como por los restos de vidrios, colillas de cigarro o combustibles inflamables, propiamente
dichos, utilizados para fogatas, entre otros.
En tal sentido, las medidas de prevención como la educación de los visitantes y del ciudadano
en general, el mantenimiento de los cortafuegos, refuerzo del patrullaje de los guardaparques,
dotación de insumos y equipamiento para el personal que labora en el parque, son de gran
importancia para disminuir la vulnerabilidad del sistema eléctrico ante la ocurrencia de un
incendio.

Análisis de resiliencia

Entendiéndose la resiliencia como la capacidad que tiene una sociedad para superar una
adversidad y generar las condiciones tal y como se encontraban antes de ocurrir un evento,
se tiene que, en el caso específico que atañe a este informe, referente al riesgo de incendios
forestales dentro del parque nacional Waraira Repano, se podría señalar la resiliencia desde tres
tópicos.

338
1. Desde el punto de vista natural, el biólogo Díaz Martín indica que, dependiendo
de su conformación físico-natural, “la recuperación de un bosque silvestre
puede tardar entre 10 y 70 años, pues los incendios forestales arrastran consigo
innumerables consecuencias como la destrucción de la fauna y la flora y su hábitat
natural, empobrecimiento y erosión de los suelos, interrupción de los ciclos del
agua y del oxígeno, con la correspondiente pérdida de agua para el consumo
humano, contaminación atmosférica producto de las fuertes emanaciones,
destrucción de la belleza del paisaje y hasta el recalentamiento de la atmósfera
por su contribución al efecto invernadero” (Vitalis, 2008).

2. Desde el punto de vista económico, existen dos vertientes: la tangible y la


intangible. La tangible se asocia a la suma en dinero que debería invertir el
Estado venezolano en la recuperación de la infraestructura dañada o destruida.
La intangible se evidencia en los daños económicos producto de la afectación
directa en establecimientos públicos, hogares, empresas, caos de la ciudad, así
como también en los costos de movilización de personal, instrumentos e insumos
especializado para atacar tal eventualidad.

En este caso la resiliencia es un poco complicada de cuantificar tanto en dinero


como en tiempo. Por ejemplo, el incendio más reciente requirió más de once horas
para ser controlado.

3. Desde el punto de vista de defensa, la respuesta se prevé que sea inmediata,


puesto que existe toda la coordinación con los cuerpos del Estado: bomberos,
Protección Civil, Guardia Nacional e INPARQUES, para actuar.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

1.7. Desarrollo del modelo

a. Metodología para la elaboración de un mapa de amenaza por incendio forestal en el


Waraira Repano.

a.1. Selección del área de estudio.


Se seleccionó el lugar específico donde ocurre la situación problemática
planteada, así como también de las áreas adyacentes a esta siguiendo el
mapa base.

a.2. Extracción de la imagen del Waraira Repano de la base ESRI de los servicios
WMS.
En primera instancia los servicios de WMS producen mapas de datos
referenciados espacialmente, de forma dinámica a partir de información
geográfica. Esta imagen se extrajo en conexión directa del ARCGIS a la red.

a.3. Se plotearon los puntos de las estaciones meteorológicas del área de estudio.
Se realizó mediante la creación de un documento excel con coordenadas y las
precipitaciones de las estaciones.
339
a.4. Creación de un raster con la media de la precipitación del área.
Usando el método de interpolación kriging, que es un método matemático,
el cual calcula el valor de un punto a otro ya establecido, de acuerdo con la
distancia; es decir, determinar cuál sería el valor numérico de la variable.

a.5. Elaboración del álgebra de mapas.


Se realizó sumando la población expuesta + precipitación + vegetación +
líneas vitales.

a.6. Montaje del mapa en ARCMAP en un layout


Finalmente se montó el mapa en el programa ARCMAP 10.2 insertándole
la cuadrícula, el norte, la escala, el título, leyenda y logos de la unidad,
respectivamente.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Selección del área de estudio y Preprocesamiento de la imagen


delimitación de la misma satelital

Edición visual

Creación de raster Álgebra de mapas

Mapa en ARCMAP 10.2

Figura 7. Flujo de trabajo para la obtención del mapa de amenaza.

340

Alto Medio Bajo

Foto 2. Mapa de amenaza.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

b. Metodología para la elaboración de un mapa de vulnerabilidad por incendio forestal en el


Waraira Repano

Partiendo de la selección y extracción de la imagen del sitio en estudio para la realización


del mapa de vulnerabilidad por incendio forestal en el Waraira Repano, se dieron los
siguientes pasos:

b.1. Corte del Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE)


Se extrajo a través de la vectorización de la información contenida en la imagen
base, a cual se le dio una ponderación de 1 a 3, donde 1 es menos vulnerable, 2
es medianamente vulnerable y 3 es vulnerable.
b.2. Realización de las capas de vegetación, población expuesta, paisajismo y líneas
vitales del área de estudio.
Tal como se hizo para el corte del Área Bajo Régimen de Administración Especial,
se realizó la vectorización para formar cada una de las capas necesarias para la
elaboración de este mapa.
Para realizar la capa de vegetación, en las imágenes satelitales es posible
distinguir visualmente diferentes tipos de cobertura vegetal, en esta
representación se observaron tres tipos diferentes de vegetación, como lo son:
bosque, el cual está compuesto de árboles y arbustos que pierden su follaje
durante el verano, dando una sensación de sequía; arbustal, compuesto por
árboles de estatura pequeña, y área deforestada, ecosistema donde predomina la 341
vegetación herbácea.
Para realizar la capa de la población expuesta se tomó como referencia toda
aquella que rodea a gran parte de la zona en estudio.
Para realizar la capa de paisajismo se tomó como referencia el área de estudio en
general, con todos sus complementos de forma homogénea
Luego, para la realización de la capa de líneas vitales se vectorizaron las
principales líneas vitales, la conexión del teleférico, sistema de transporte aéreo
constituido por cabinas colgadas de una serie de cables accionados por energía
eléctrica y la avenida Boyacá, también conocida como Cota Mil (por su elevación
de 1 000 msnm).
Estas capas de información se encuentran organizadas en el índice. El orden de
los Shapefile se corresponde con el orden de entrada.
b.3. Transformación de las capas en formato raster para hacer una sumatoria entre
capas.
Se transformaron las capas de formato vector a formato raster para elaborar el
álgebra de mapas, siendo esta la sumatoria de todas las capas tomando en
cuenta la ponderación que inicialmente recibió cada una.
b.4. Montaje del mapa en ARCMAP en un layout
Finalmente, se montó el mapa en el programa ARCMAP 10.2 insertándole
la cuadrícula, el norte, la escala, el título, leyenda y logos de la unidad,
respectivamente.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Selección del área de


Preprocesamiento de la
estudio y delimitación de
imagen satelital
la imagen satelital

Edición visual

Elaboración de la Capa de Elaboración de la Capa de Elaboración de la Capa de Elaboración de la Capa de


Paisajismo Vegetación Población Expuesta Líneas Vitales

Transformación
de las capas a
formato raster

Álgebra de mapas Mapa en ARCMAP 10.2

Figura 8. Flujo de trabajo para la obtención del mapa de vulnerabilidad.

342

Alto Medio Bajo

Foto 3. Mapa de vulnerabilidad.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

c. Metodología para la elaboración de un mapa de riesgo por incendio forestal en el Waraira


Repano

Teniendo elaborados los mapas de amenazas y vulnerabilidad, se dio el siguiente paso:

c.1. Se realizó la sumatoria del mapa de amenazas + el mapa de vulnerabilidad.


c.2. Montaje del mapa en ARCMAP en un layout
Finalmente se montó el mapa en el programa ARCMAP 10.2 insertándole
la cuadrícula, el norte, la escala, el título, leyenda y logos de la unidad,
respectivamente.

Mapa de Amenaza Mapa de Vulnerabilidad

Mapa de Riesgo

343

Figura 9. Flujo de trabajo para la obtención del mapa de riesgo.

Alto Medio Bajo

Foto 4. Mapa de riesgo.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Análisis pluviométrico del norte del Distrito Capital (Waraira Repano)

El siguiente estudio muestra el comportamiento pluviométrico de la zona norte del Distrito


Capital (Waraira Repano), para ello se tomaron cinco estaciones pertenecientes al Instituto
Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), que se muestran en la siguiente tabla.

Tabla 3
Estaciones

Estación Estado Ubicación Altura (msnm)

1 Hotel Humbolt Dist Capital -66,88000 10,544 2 100

2 San José del Ávila Dist Capital -66,91000 10,522 999

3 Observatorio Dist Capital -66,92000 10,506 1 000


Cagigal

4 Alto El Lagunazo Dist Capital -67,20000 10,423 2 300

5 La Carlota Dist Capital -66,88 10,50000 836


344

Los promedios arrojados por el método estadístico descriptivo (media aritmética) muestran las
siguientes tendencias pluviométricas en la zona:

Tabla 4
Promedios

Estación PrecMed (mm)

1 Hotel Humbolt 936,2

2 San José del Ávila 774,2

3 Observatorio Cagigal 840,6

4 Alto El Lagunazo 875,9

5 La Carlota 892,8
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

1000

900

800

700

600

500

400

300

200

100

0
Hotel San José Observatorio Alto La Carlota
Humbolt del Ávila Cagigal El Lagunazo

Figura 10. Distribución pluviométrica de la zona.

Análisis de los resultados

Los resultados del estudio, tomando un mínimo de 15 años de datos para cada estación,
muestran que la zona es de régimen pluviométrico abundante, especialmente en los meses que
representan el periodo lluvioso en la porción norte del territorio venezolano (mayo-noviembre),
con una distribución bastante homogénea, es decir, presenta mucha variación en la zona donde 345
los valores máximos medios de precipitación se presentan en la estación Hotel Humboldt
superando los 900 mm, los valores mínimos medios en la estación San José del Ávila menores
a 800 mm, mientras que las estaciones Observatorio Cajigal, Alto El Lagunazo y La Carlota se
mantienen en un rango medio que oscila entre 800 y 900 mm.

1.8. Análisis de los mapas

a. Mapa de amenazas

El mapa de amenazas de incendios forestales se debe actualizar de manera anual como


máximo, así como los datos de las variables tomadas, ya que esos datos permitirán anticipar la
probabilidad de que se genere el evento y si las áreas determinadas en un momento de tiempo
serán las mismas o si, por el contrario, se han modificado.

Las zonas deforestadas, la temperatura, precipitación, orientación y velocidad de los vientos son
algunas de las variables consideradas para caracterizar el escenario de riesgo ante incendios
forestales dentro del parque nacional Waraira Repano, y que por ser variantes, aunque siguiendo
un patrón, el monitoreo puede dejar ver anomalías y generar alertas ante posibilidad de
generarse condiciones para un evento.

Para este momento la vertiente sur del parque es la que se evidencia con mayores condiciones
para generarse incendios forestales. El sitio de emplazamiento de la avenida Boyacá (cota mil), al
pie del talud, actúa como:
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

1. Elemento vulnerable por los efectos secundarios que se generen ante la ocurrencia de un
incendio, como: las llamas, la caída de restos forestales, desprendimiento de material rocoso
y, a mediano o largo plazo, generación de derrumbes por efecto del agua sobre el suelo
desnudo.

2. Elemento amenazante por permitir el desplazamiento a diario de cientos o miles de


vehículos automotores de pequeño y gran tamaño con diversidad de carga, como gasolina,
gases de diversos tipos, en fin, combustibles que son detonantes de un incendio.

La ubicación de la arteria vial mencionada anteriormente facilita el acceso de personas al


parque, además de que le pone en contacto con el área metropolitana de Caracas, donde
sus ciudadanos ven en el parque un sitio de esparcimiento y recreación, lo que conlleva
un número importante de personas visitándole a diario con fines deportivos, turísticos,
laborales (vendedores, empleados), entre otros, en lo cual cada actividad afecta de manera
diferente, generando de manera premeditada o no las condiciones para el inicio de
incendios.

Las descargas eléctricas pueden ser otro elemento detonante de incendios dentro del
parque. Sin embargo, estas tienen un comportamiento bastante estacional asociado
mayoritariamente con el periodo de lluvia, pero la misma humedad existente no permite,
teóricamente, el desarrollo de incendios forestales, por lo cual esto se correlaciona
directamente con el desarrollo de incendios fundamentalmente en los primeros cuatro a
cinco meses del año, periodo caracterizado por sequía.

346
b. Mapa de vulnerabilidad

Dentro del límite del parque nacional Waraira Repano se encuentran elementos antrópicos de
gran importancia geoestratégica, económica, turística, de seguridad y defensa. Estos se ubican
en la zona de mayor amenaza registrada para este momento ante la generación de incendios
forestales, lo que ubica al Estado venezolano en una situación difícil por la importancia
que revisten tales elementos expuestos. Geoestratégicamente, la figura de parque nacional
vino a generar las condiciones para resguardar la vegetación y fauna de ese ecosistema, así
como mirando a futuro de que las condiciones ambientales de la hoy área metropolitana
de Caracas no se vieran desmejoradas y permitieran, además, servir de esparcimiento a los
aproximadamente 5 millones de ciudadanos que viven en sus alrededores y que hoy día
pareciera que este parque fuese una isla dentro de la gran mancha urbana.

Además, esta zona funge como una fortificación de la ciudad de Caracas, que la protege de
fenómenos que ocurren en el mar Caribe o de cualquier tipo de incursión armada.

Desde la óptica económica en esta área, de manera directa e indirecta, se genera muchísimo
dinero. Primero, desde el punto de vista turístico existe toda la infraestructura como el
teleférico, el hotel Humboldt, la pista de hielo, los senderos, campamentos, vialidad, que
permiten el desarrollo del turismo de montaña que genera empleos y por ende recursos
económicos, cosa que se pudiese ver afectada si un(os) incendio(s) afectaran las inmediaciones
donde se encuentran asentadas. Segundo, desde el punto de vista energético las torres y guayas
del sistema de electrificación que conducen la energía eléctrica para abastecer las diversas
subestaciones del área metropolitana de Caracas, por lo cual este sitio es la arteria por donde
circula el combustible para hacer funcionar a esa gran urbe.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Y desde el punto de vista de seguridad y defensa, este se asocia con la vulnerabilidad del
sistema de electrificación, ya que la ciudad de Caracas es el centro de poder y decisiones de
Venezuela, por lo que una afectación resultaría gravísima para la seguridad y paz de la república.

c. Mapa de riesgo

Conceptualmente, el riesgo per se es, según Maskrey (1993), “como el número de pérdidas
humanas, heridos, daños a las propiedades y efectos sobre la actividad económica debido a la
ocurrencia de evento desastroso, es decir el producto del Riesgo Específico y los elementos bajo
riesgo”. De lo expuesto en los análisis anteriores se puede concluir que la zona seleccionada del
Waraira Repano es propensa a riesgos ponderados como altos, medios y bajos, siempre teniendo
en cuenta que estos eventos adversos se producen en el periodo de sequía; sin embargo, se
hace imperioso que las instituciones del Estado que hacen vida en el parque nacional Waraira
Repano deben cada día ir mejorando su planificación, lo que significa que es necesario masificar
la información en la prevención de incendios forestales. Por otra parte, es imprescindible que las
subestaciones eléctricas se comprometan a reforzar sus planes de contingencia al respecto con
la amenaza forestal y así poder mantener el servicio eléctrico en la ciudad capital.

347
2 movimientos de masa
Inundación y

2. 1 Objetivo

El objetivo de la actividad es que todas las delegaciones expliquen de manera pedagógica


sus experiencias en materia de riesgos y establecer un conjunto de procedimientos técnicos
y metodológicos estandarizados para la elaboración de mapas de riesgos de los países
suramericanos y, a la vez, la implementación de mecanismos tecnológicos que faciliten su
difusión, transferencia y acceso.
348 A tal fin, la delegación venezolana participó en las siguientes mesas técnicas de trabajo:
Incendios forestales y heladas asociadas a las temperaturas extremas e inundaciones y
movimientos de masa asociados a la precipitación.

2.2. Ubicación geográfica

El Estado Vargas, en Venezuela, se ubica en una delgada franja territorial en la región central de
la costa sobre el mar Caribe. Limita al norte con el mar Caribe y archipiélago de los Roques; al
sur, con el Distrito Metropolitano de Caracas; al este con el mar Caribe, Distrito Metropolitano de
Caracas y estado Miranda y al oeste, con el mar Caribe y el estado Aragua.

El estado Vargas debe su nombre al doctor José María Vargas, el sabio, el científico, el ilustre
primer rector de la Universidad Central de Venezuela, nacido en la Guaira en 1786.

Tiene una superficie de 1 496 km², representa el 0,16% del territorio nacional. El estado está
compuesto por un municipio: Vargas.

Alberga el principal puerto de Venezuela y el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, el


principal de la nación. En sus muelles se puede ver la carga y descarga de buques de pasajeros
y mercantes, junto con buques de la Armada venezolana.

A esta se traslada diariamente un buen número de caraqueños para ocupar sus sitios de trabajo,
mientras que muchos otros habitan allí y otros tantos se trasladan todos los fines de semana en
busca del descanso en las playas de El Litoral.

Todavía conserva las calles antiguas, angostas y empedradas, típicas coloniales, que siempre han
caracterizado a esta población, y los fuertes de El Vigía y La Pólvora, que fueron durante años la
defensa clave contra los ataques de piratas y filibusteros.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Su territorio formó parte de la provincia de Caracas durante toda la época colonial. En 1864,
cuando se creó, provisionalmente, el Distrito Federal, Maiquetía y La Guaira formaron parte de
esa entidad, agrupadas en dos departamentos: Aguado, que comprendía Maiquetía, Carayaca,
Tarma y Olivares; y Vargas, formado por La Guaira, Macuto, Caraballeda, Naiguatá y Caruao.
En 1868 pasó a formar parte junto con el Departamento Libertador del Estado Bolívar (actual
Miranda). En 1679 nuevamente fue parte del Distrito Federal, hasta 1880, cuando volvió a estar
integrado con el Estado Bolívar, excepto Macuto, que siguió perteneciendo al Distrito Federal. En
1900 el departamento Vargas se incorporó nuevamente al Distrito Federal y Aguado al Estado
Miranda. En 1909, tanto Vargas como Aguado fueron incorporados al Distrito Federal. En 1936
se fusionan Aguado y Vargas en un solo departamento: Vargas. Hasta 1987 mantuvo el nombre y
las condiciones de departamento, cuando por decreto de 1986 pasó a ser municipio Vargas. En
1998 adquiere la categoría de estado.

El sitio en estudio es Anare, que se encuentra ubicado a 10° 37´ 25´ N, 66° 39´ 02´ W, UT-4:30.

2.3. Caracterización social del área de estudio: sectorización

La sectorización fue definida a raíz de los recorridos realizados a la zona, a través de visitas de
reconocimiento inicial de campo y a nivel de cada una de las familias entrevistadas durante la
ejecución del registro de estructuras y la aplicación del censo familiar.

Para realizar la sectorización se clasificaron los diferentes grupos de familia alojados en las
viviendas de una manera homogénea, encontrándose características socioeconómicas y modos
de vida semejantes y diferentes en la zona del valle de Anare (fuera del área del casco urbano y 349
del Hospital Psiquiátrico), este ejercicio dio el siguiente resultado (ver Figura 1 Localización del
área de estudio):
§ Sector cerro Los Blancos (subdividido internamente en tres partes)
§ Sector de nuevas áreas de barrios (San Rafael o barrio Los Chinos y El Rincón)
§ Sector cerro Los Negros

Se recogió una reseña general a partir de las primeras impresiones de los recorridos y visitas
realizadas en cada una de ellas, de parte de los promotores sociales que ejecutaron el trabajo
de campo:

Sector cerro Los Blancos

La unidad cerro Los Blancos es la zona de barrio de mayor tamaño y diversidad socioeconómica,
por lo cual se ha dividido en tres sectores:

Cerro Los Blancos 1. Las familias habitan esta zona desde hace mucho tiempo, la mayoría de
ellas poseen casas que evidencian una buena construcción. Tienen además un buen nivel de
vida en cuanto a servicios sanitarios, artefactos eléctricos, algunos poseen vehículos, espacios
adecuados a sus necesidades, además de tener un nivel educativo que en las generaciones
intermedias supera el grado de bachiller. Se aprecia un alto nivel de buena convivencia.

Cerro Los Blancos 2. La composición de este sector es muy variada. Las familias que se
encuentran al lado de la carretera principal son antiguas en la zona. Se sienten en su mayoría
incrédulos frente a la posibilidad de ayuda o mejora de su calidad de vida por parte de los
entes estadales. Casi todos son pensionados que viven acompañados por familiares jóvenes que,
en muchos casos, no contribuyen con los gastos del hogar. Las construcciones van desde una
casa con piscina-bar hasta la casa modesta pero cómoda y funcional.
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 5.
Sector cerro Los Blancos.

En la parte alta del sector la mayor problemática es la falta de escaleras y caminos vecinales,
el acceso a las viviendas es muy accidentado, existen construcciones improvisadas. La
característica de convivencia es de anarquía, los vecinos no se preocupan por la solución de los
problemas de esta parte del sector.

Cerro los blancos 3. La gran mayoría de las familias que habitan en esta zona ha sido
beneficiada por los planes de ayuda de Estado. Al igual que el sector Cerro Los Blancos 1, están
consolidados como vecindario y sus habitantes viven allí desde hace mucho tiempo. Se aprecia
350 un buen nivel de integración y cooperación comunitaria. Las casas son cómodas y espaciosas, no
se observa ningún tipo de hacinamiento.

Sector San Rafael (barrio Los Chinos) y El Rincón

Este sector es de pobreza extrema, está ocupado por los hijos o familiares de las familias de
la parte alta del barrio cerro Los Blancos. La mayoría son jóvenes con hijos pequeños o están
consolidándose como parejas. Las construcciones varían de calidad pero, en líneas generales,
sus condiciones son deficitarias en cuanto a espacio, salubridad y calidad de materiales de la
vivienda. El nivel de educación es muy bajo, la mayor parte no excede de cuarto o sexto grado
de educación primaria. Es el sector con mayor número de problemas.

Además, es importante señalar que este sector fue habitado después de la tragedia de 1999 por
personas que perdieron sus viviendas dentro de la misma comunidad. El terreno pertenece al
hospital psiquiátrico. Se pueden observar viviendas muy pequeñas, carentes de los servicios de
electricidad y las que tienen el servicio es porque lo toman de forma ilegal de los postes de luz.
Muchas no cuentan con el servicio de disposición de aguas servidas y otras ni siquiera cuentan
con sanitarios.

Las paredes de las viviendas están construidas con desecho (zinc o cartón), igualmente los
techos son de zinc, el piso generalmente es de cemento rústico. Se observa un alto nivel
de hacinamiento. La relación de convivencia es de cooperación y muy pocos de anarquía.
Según versión de algunos vecinos, en este sector se vende y consume droga. El sector tiene
dos accesos, uno por la entrada principal, al lado del psiquiátrico, y otro por la subida al
transformador.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Foto 6
(izquierda)
Sector San
Rafael (Barrio
Los Chinos) y El
Rincón.
Foto 7
(derecha)
Sector cerro Los
Negros.

Sector Cerro Los Negros

La mayoría de las familias trabajan a diario para recuperar sus viviendas de los embates de
la tragedia de 1999. Se aprecia un alto nivel de integración y cooperación comunitaria, en
especial en lo que respecta a la devoción a san Rafael, y todo lo relativo a la organización de
sus fiestas. Son gente que reconoce a los que trabajan por su comunidad y a sus líderes. Las
características entre las familias que habitan este sector son similares. Presentan condiciones de
pobreza crítica, con hogares en su mayoría de una sola familia, los jefes de hogar cuentan con
empleo, no así muchos de los integrantes del grupo familiar quienes laboran a destajo o están 351
desempleados. La población en general es nativa de la zona, pudiéndose encontrar personas con
más de 60 años que viven en el sector.
No cuentan con redes de cloacas, la descarga es superficial a las quebradas o al río. El agua
potable es insuficiente por la poca fuerza de bombeo hacia la parte más alta, la frecuencia de
dotación del servicio es cada dos días. Asimismo, la toma de electricidad es ilegal, parte de la
población cuenta con medidor eléctrico, pero no cancelan el pago.

Las casas en su mayoría son de materiales de desecho (bahareque, zinc, cartón), estas viviendas
están en pésimas condiciones de habitabilidad por la aparente inestabilidad del terreno,
ubicadas muchas de ellas cercanas a la quebrada, se visualizan las escaleras agrietadas y
deslizadas. No hay brocales, lo que ocasiona el deterioro de las escaleras. No cuentan con
acceso vehicular.

Identificación de actores clave de la comunidad


Se ha identificado la existencia de una asociación de vecinos que se integró, ya que
anteriormente existían dos asociaciones de vecinos, una para Cerro Los Blancos y otra para Cerro
Los Negros.
La actual asociación de vecinos es representada principalmente por el señor Félix Guía
(presidente) y el señor Juan Caros Romero (vicepresidente). El presidente de la Asociación de
Vecinos presentó como asesor de la misma, en materia urbana, al arquitecto Guillermo Thiemer,
quien vive en el casco urbano de Anare.
Sin embargo, se aprecia luego de las visitas, recorridos y primeras entrevistas con las familias,
que siendo la asociación de vecinos la organización comunitaria existente en la zona, su
representatividad no parece óptima, con evidentes problemas de liderazgo, lo que se traduce
en severos cuestionamientos a su directiva en lo relacionado con la solución de los problemas
puntuales de la comunidad. La participación de los habitantes en este tipo de organización es nula.
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

ABRAE Parque Nacional El Ávila


El decreto de creación del Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) Parque
Nacional Cerro El Ávila, de fecha 12 de diciembre de 1958, establece su límite sobre la cota
120 msnm fijando condicionantes de desarrollo a partir de esta curva de nivel, por lo tanto solo
afecta las zonas que se encuentran por encima de la misma.
El área objeto de estudio, las UA Nº 18 Cerro Los Negros y 19 Cerro Los Blancos, no ocupa
los terrenos afectados por este decreto de parque nacional. Sin embargo se señalará en el
plano base del caso de estudio (ver Foto 1 Localización del área de estudio), para efectos de
identificación y demostración de que no hay asentamientos habitacionales en esa zona y para
las etapas posteriores respetar esos linderos al proponer acciones de desarrollo urbano.

Plan de Ordenamiento Territorial del Estado Vargas (POTEV)


Dada la creación del Estado Vargas como entidad federal, le corresponde, acorde con lo
contenido en la legislación urbanística, la elaboración de un Plan de Ordenamiento del Territorio,
el cual comenzó a definirse en el año 2000, después del deslave de 1999. Este Plan (POTEV) es
elaborado por la Comisión de Ordenamiento Territorial del Estado Vargas, y actualmente acaba
de finalizar la fase de revisión por parte del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales
para su próxima aprobación.
El objetivo fundamental del POTEV es regular y promover el uso racional del espacio, a los
fines de lograr el mayor bienestar de la población, la conservación, defensa y mejoramiento del
ambiente, así como la seguridad y defensa nacional.

352 Asimismo, como objetivos específicos plantea:

§ Mejorar la calidad de vida de la población mediante la promoción del desarrollo


socioeconómico del estado, en concordancia con las políticas de desarrollo nacional
y regional, garantizando un patrón ordenado de ocupación con una mejor distribución
de la población y una localización más segura de sus actividades en armonía con las
potencialidades y restricciones físico-naturales en su condición de estado costero;
§ Garantizar la óptima dotación de servicios públicos;
§ Ampliar y diversificar la base económica a partir de la variedad de recursos y oportunidades
naturales del Estado Vargas, reforzando la agricultura, la pesca, el turismo y la recreación;
§ Insertar las acciones de gestión de riesgos en el estado mediante la consideración de las
amenazas de origen natural y tecnológico;
§ Promover la localización de la población en lugares más seguros y acordes con la capacidad
de soporte del espacio;
§ Garantizar mediante programas de conservación de cuencas, la utilización de tierras de alta
calidad agroecológica;
§ Garantizar y consolidar el desarrollo de los recursos pesqueros;
§ Asegurar el abastecimiento de las demandas de agua para el desarrollo sostenible de la
entidad mediante la evaluación de los recursos hidráulicos disponibles;
§ Desarrollar el marco institucional y legal del Plan de Ordenamiento del Estado Vargas;
§ Utilizar la participación y la coordinación como elementos clave en la gestión.

Por otra parte, el Plan de Ordenamiento Territorial del Estado Vargas establece un sistema de
centros poblados, siendo esta organización espacial-funcional la forma de aproximación a la
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

realidad del estado. Dentro de este sistema se define el eje Carmen de Uria-Anare-Los Caracas,
como centro de servicios y áreas especiales, en las cuales se considera el uso turístico y
agrícola.

§ Uso agrícola: solo para la protección de las cuencas; cabe destacar que el Plan no considera
a Anare como una cuenca.

§ Uso turístico:
a) Elaboración del Catálogo Turístico Estatal
b) Capacitación en el área turística
c) Protección a los cascos tradicionales
d) Propiciar actividades turísticas artesanales tradicionales
Al mismo tiempo, Anare forma parte de la Zona Costera Naiguatá-El Botuco, dentro de la cual se
consideran acciones de prevención, mitigación y preparación para el manejo del riesgo.
Como propuestas, los siguientes son proyectos a ser realizados en el eje Carmen de Uria-Anare-
Los Caracas, según este plan:

§ Control de la erosión y de los grandes focos de producción de sedimentos;


§ Identificación y clasificación de los procesos erosivos;
§ Estudios detallados de las áreas sujetas a procesos erosivos;
§ Clasificación de las áreas afectadas y de las ganadas al mar; 353

§ Elaborar instrumentos de planificación y ocupación del espacio para regular las actividades
urbanas;
§ Diseño de un programa para la reubicación de la población en áreas inestables;
§ Diseño y ejecución de programas de conservación y manejo de cuencas, orientados al
control de procesos erosivos;
§ Desarrollo de programas de conservación y manejo de cuencas comprendidas dentro de las
áreas protegidas;
§ Elaboración del mapa de zonificación de riesgos;

§ Divulgación del contenido del mapa del POTEV relativo a áreas vulnerables y del mapa de
riesgos:
a) Desarrollo de programas que orienten a la población en torno a la forma de actuar
frente desastres naturales,
b) Concientización de las autoridades locales sobre los riesgos y potencialidades
ambientales,
c) Programas de alerta, alarma y emergencias (contingencias).

§ Formulación y ejecución de los planes urbanísticos incorporando la variable riesgo:


a) Elaboración de programas de reurbanización y habilitación de barrios,
b) Programa de desalojo, reubicación y saneamiento de áreas altamente vulnerables,
c) Organización de la comunidad para la implementación del programa,
d) Identificación de las áreas para localizar nuevos desarrollos de vivienda,
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

e) Establecimiento de mecanismos de financiamiento para la ejecución del programa de


reubicación.

§ Ocupación de las áreas ganadas al mar:


a) Clasificación de las áreas afectadas de las áreas ganadas al mar,
b) Evaluación y reglamentación de las áreas en función del riesgo,
c) Control urbanístico para garantizar el cumplimiento de las regulaciones,
d) Formulación y ejecución de proyectos específicos para su ocupación.

§ Desarrollo de nueva infraestructura de servicios bajo las orientaciones del POTEV y el mapa
de riesgos;

§ Diseño e implementación de medidas estructurales y no estructurales para mitigar la


vulnerabilidad de los desarrollos urbanos:
a) Desarrollo y mantenimiento de la infraestructura de protección y control, de servicios y
aprovechamiento, y de aquella directamente productiva;

§ Diseño de programas articulados a la vulnerabilidad de los desarrollos urbanos (áreas


urbanas-asentamientos no controlados;

§ Funcionamiento eficiente y adecuada dotación de servicios públicos:

354 a) Implementar y desarrollar cuantitativamente la infraestructura de servicios en función


de los ámbitos territoriales unidades de gestión,
b) Establecimiento de los programas de inversiones en obras de infraestructura y
mantenimiento.

§ Adecuación de infraestructura de servicios para la disposición;

§ Vialidad y transporte:
a) Diseño, ejecución y mantenimiento del sistema de transporte a las áreas recreativas
como a las futuras actividades del Estado Vargas,
b) Desarrollo del programa de consolidación y mantenimiento de la red vial del Estado
Vargas, que garantice la comunicación interna y externa y la integración de los centros
poblados.

§ Formulación y ejecución de proyectos de vivienda orientados por el mapa de riesgos:


a) Diseño de un programa para la reubicación de la población localizada en áreas
inestables.,
b) Elaboración de programas de reurbanización y habilitación de barrios,
c) Programa de desalojo, reubicación y saneamiento de áreas altamente vulnerables.
§ Aguas
a) Aprovechamiento de las fuentes disponibles,
b) Construcción y ampliación de los acueductos existentes,
c) Construcción de una red de recolección de aguas servidas,
d) Programa de empotramiento de usuarios,
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

e) Tratamiento y disposición.

§ Programas de mejoras y ampliación de servicios públicos (agua, cloacas y alcantarillado,


electricidad y telefonía, recolección de desechos sólidos), tanto nivel a urbano como rural;

§ Infraestructura turística recreacional;

§ Creación de los servicios necesarios y de la infraestructura de apoyo para la población


flotante:
a) Adecuación y construcción de instalaciones receptivas y para-receptivas,
b) Programa intensivo de mantenimiento de los espacios de uso público.

§ Saneamiento ambiental del Borde Costero:


a) Diseño y aplicación del programa de limpieza de playas,
b) Elaboración de estudios y proyectos de rehabilitación y estabilización de costas.
§ Planificación y Ordenamiento Espacial:
a) Elaboración de planes particulares de desarrollo urbano en los principales centros de
servicios al turismo.
§ Desarrollo del equipamiento y la infraestructura:
a) Construcción de módulos de información turística en lugares estratégicos para el
visitante,
355
b) Colocación de la señalización turística adaptada a las características del sitio.
Promoción y capacitación turística:
§
a) Diseño y aplicación de talleres de sensibilización, concientización, capacitación y
competitividad turística, asociados a la educación ambiental,
b) Diseño y aplicación de campaña promocional de turismo en Vargas.
§ Gestión coordinada y participación comunitaria:
a) Coordinación interinstitucional de planes, programas y proyectos para el desarrollo
estratégico del turismo,
b) Fomento a la participación comunitaria orientando a la organización asociativa en las
comunidades receptoras de turismo.

ABRAE: Plan de ordenamiento del Área de Protección y Recuperación Ambiental del


Eje Arrecife-Los Caracas (APRA)

El Plan de Ordenamiento del Área de Protección y Recuperación Ambiental del Eje Arrecife-Los
Caracas, elaborado por la Autoridad Única de Área del Estado Vargas en el año 2002, cuenta con
proyecto de decreto en fase de consulta.
El Área Bajo Régimen de Administración Especial “Área de Protección y Recuperación Ambiental”,
Eje Arrecife-Los Caracas”, se ubica en el frente norte costero del Estado Vargas y ocupa una
superficie de 10 982 ha, aproximadamente, que representa el 7% de la superficie del Estado
Vargas, abarcando la casi totalidad del litoral metropolitano.
En el proyecto de Decreto del Plan de Ordenamiento del Área de Protección y Recuperación
Ambiental del Estado Vargas (Eje Arrecife-Los Caracas) se estableció para la administración
y manejo de dicha área, una sectorización en cuatro macrounidades de ordenamiento, de
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

acuerdo con criterios de funcionalidad y con la localización geográfica de las mismas. Una
de las macrounidades territoriales de ordenamiento corresponde a la macrounidad IV-Punta
Tanaguarena-Los Caracas, la cual se localiza en el extremo oriental del área y abarca toda la
parroquia Naiguatá.
Entre los objetivos de este plan se destacan las siguientes directrices:
§ Elaborar y aplicar normas y reglamentos específicos que ordenen la utilización y la
ocupación del área;
§ Integrar el área al entorno, buscando el equilibrio entre las consideraciones de orden físico,
urbano-ambiental y las de orden social;
§ Garantizar programas de ejecución de obras y servicios para satisfacer la demanda de
equipamiento a través de políticas adecuadas;
§ Elaborar y aplicar programas y acciones de protección de los recursos naturales del área;
§ Preservar las áreas no intervenidas;
§ Intensificar los sistemas de control, vigilancia y seguridad existentes sobre ocupación
urbana y adecuarlos a las condiciones actuales del área.

Macrounidad funcional: Punta Tanaguarena-Los Caracas

Persigue la ejecución de las siguientes directrices:


§ Consolidación de Naiguatá y Camurí Grande como centros de servicios especializados de
356 apoyo al turismo y mejoramiento de la vialidad y servicios;
§ Fortalecimiento del potencial turístico asociado a las playas del área que presentan la
mayor capacidad potencial de recepción de usuarios, actualmente subutilizada mejorando la
vialidad, el transporte y los servicios de apoyo;
§ Mejoramiento de servicios para el aprovechamiento de playas en El Tigrillo, Anare y Care;
§ Reordenamiento del área de Carmen de Uría para la creación de un espacio turístico-
recreacional, estableciendo mecanismos de compensación para la población allí asentada
para el cambio del uso actual;
§ Recuperación y fortalecimiento de Los Caracas como centro vacacional.
Este plan establece zonas amenazadas en Anare, donde se encuentran las siguientes
categorías como condicionantes para el diseño urbano a considerar (ver Foto 2 Amenazas):
§ Sectores de conos y valles con cercanías a laderas;
§ Terrenos ganados al mar;
§ Sectores de colinas de “alta” susceptibilidad a movimientos de masa;
§ Sectores de conos y valles retirados de laderas;
§ Sectores de aluviones entre conos, con cercanías a laderas mayores a 30 m
§ Sectores de aluviones entre conos, con cercanías a laderas menores a 30 m;
§ Sectores de colinas de “mediana” susceptibilidad a movimientos de masa;
§ Sectores de colinas de “baja” susceptibilidad a movimientos de masa.
A la vez, el plan propone una sectorización de protección y recuperación ambiental de Anare,
según los siguientes criterios (ver foto 3 Subunidades propuestas de protección y recuperación):
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

§ Unidades de ordenamiento y control de cauces (UC), las cuales contemplan la afectación


de todo el río Anare en cuanto a la recuperación y protección de su cauce, la habilitación y
reordenamiento urbano y la conservación y resguardo del ambiente;
§ Unidades de ordenamiento, protección y manejo del borde urbano costero (UBUC), en
cuanto a saneamiento, rehabilitación y desarrollo del borde urbano costero, y la protección
y conservación del mismo;
§ Unidades de ordenamiento urbano (UU) dirigidas a la planificación y ordenamiento urbano,
a la recuperación de cascos históricos tradicionales, habilitación de barrios, desarrollo
estratégico, nuevos desarrollos y recuperación ambiental.

Esquema de Ordenamiento Urbano de la parroquia Naiguatá (USB-AUAEV)

La Autoridad Única de Área para el Estado Vargas (AUAEV), a raíz de los eventos ocurridos en
diciembre de 1999, contrató en octubre de 2000 al Instituto de Estudios Regionales y Urbanos
(IERU) de la Universidad Simón Bolívar un estudio para la formulación de un esquema de
ordenamiento urbano para la parroquia Naiguatá, el cual debe servir de base para la ordenación
urbanística de este sector del litoral, que no ha sido aprobado aún.
La propuesta de ordenación espacial urbana de la parroquia Naiguatá considera en el área de
Anare, lo siguiente.
§ La explotación adecuada del recurso playa, evaluando las nuevas condiciones naturales
y los cambios inducidos por la intervención del borde litoral por efecto del acarreo de
materiales y de la canalización de los cursos de agua producto del evento de 1999;
357
§ La oportunidad que brinda la necesidad de establecer áreas de protección a inundaciones
en zonas adyacentes a los cursos de agua, para incrementar el espacio a destinar a la
actividad turístico-recreacional;
§ La presencia del parque nacional El Ávila como un importante recurso natural que
permite la programación de actividades de recreación y esparcimiento no suficientemente
explotado, sin implicar con ello su degradación ambiental;
§ Las manifestaciones artísticas y culturales propias de los habitantes de la parroquia, como
un valor patrimonial que puede ser explotado para potenciar el carácter turístico del área y
como forma de preservar la tradición cultural del sitio.
En este mismo estudio se presentan las siguientes consideraciones, específicamente para las UA
Nº 18 y 19 de Anare.
§ Define los dos cerros que se encuentran en Anare (cerro Los Negros y Los Blancos) como
áreas residenciales a rehabilitar, sujetas a estudios específicos y le asigna una densidad
bruta de 250 habitantes por hectárea;
§ Para el sector conocido como San Rafael (Barrio Chino) se definen áreas residenciales para
viviendas unifamiliares o bifamiliares de uso permanente, con una densidad bruta de entre
200 y 300 habitantes por hectárea;
§ Un aspecto importante es la función que le asigna al río Anare, en cuanto a su papel como
ente integrador del espacio definido por el casco histórico del pueblo y el frente costero
y los espacios ubicados al sur del área de estudio. Lo concibe como un parque-paseo que
comunica el borde costero (áreas recreativas y turísticas) con toda la trama urbana a ambos
lados del río: en el lado oeste rematando con un área deportiva al sur del área de estudio
(parte sur del Cerro Los Negros); en el lado este se conecta con caminerías para paseos
recreacionales entrando al parque nacional El Ávila;
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

§ En el sector El Rincón proyecta una planta de tratamiento de agua que permita el


aprovechamiento eficaz, efectivo y eficiente del caudal del río Anare;
§ En un área comprendida entre el Cerro Los Negros y el borde oeste del río Anare considera
la construcción de un preescolar o casa de cuidado diario; de igual forma lo proyecta en la
parte alta del Cerro Los Blancos.

PROPUESTA DE LA COMUNIDAD

La comunidad ha propuesto un plano donde se expresa una serie de consideraciones a


tomar en cuenta en el diseño del conjunto urbano que se elaborará en la fase 3 de esta
intervención técnica.

2.4. Caracterización urbana



Como se mencionó anteriormente, el área de estudio se encuentra dividida por el casco urbano
de Anare y las zonas de barrios (zonas informales al sur de la carretera nacional local 002), como
se puede observar en la foto 1 Localización del área de estudio.
358
Casco urbano de Anare

El casco central está conformado por manzanas bien definidas, con vialidad asfaltada y en
algunos casos con aceras peatonales. Las viviendas en su mayoría son construcciones con
columnas y vigas de concreto bien definidas, paredes de bloque frisado y pintadas, ventanas
y puertas con rejas metálicas y losa de techo tipo platabanda. La mayoría de las viviendas se
encuentran bien conservadas, salvo algunas que a raíz del deslave de 1 999 fueron abandonadas
y las viviendas se encuentran en mal estado.
Con respecto a los equipamientos, el educacional tiene una edificación en mal estado de
mantenimiento que imposibilita dar clases ante el riesgo de la estructura, sin embargo la
prestación del servicio de esta misma escuela se reubicó temporalmente en una edificación
que se encuentra en los terrenos del Psiquiátrico. El asistencial consiste en una medicatura
en buen estado que atiende a los pobladores de todo Anare y está situada a la entrada del
pueblo. El equipamiento recreacional- deportivo consiste en el estadio de béisbol el cual,
a raíz de la tragedia de 1 999, el río derrumbó una pared y no ha sido construida hasta los
momentos. La Plaza Bolívar es la única que existe en el sector de Anare, se observa que le
hacen mantenimiento y es el mayor centro de concentración de los pobladores. La iglesia de San
Rafael Arcángel se encuentra bien conservada y en época de grandes celebraciones (fiesta de
san Miguel Arcángel) se hace pequeña, pero las calles son amplias y albergan gran cantidad de
gente
Esta zona se encuentra servida por redes de acueducto, cloacas y electricidad; los drenajes
para las agua de lluvia son inexistentes. En la parte oeste del muelle pesquero se encuentra
ubicado el sistema de bombeo de las aguas servidas a través de la descarga submarina sin
tratamiento previo. Este sistema recoge las aguas servidas tanto del casco urbano como de las
áreas de desarrollo informal (Cerro Los Blancos y Cerro Los Negros). Cabe destacar que no existe
planta de tratamiento, por lo que es un problema para la conservación del medio ambiente y los
recursos naturales.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

En la franja costera oeste, cerca del muelle pesquero, está ubicado el centro de acopio, en una
construcción en buen estado, el cual funciona como centro de descarga de los pescadores de la
zona.

Sectores UA 18 Cerro Los Negros y 19 Cerro Los Blancos

El uso del suelo predominante es el residencial. En el sector no existen fuentes de trabajo, por
lo cual los habitantes se tienen que desplazar fuera de la zona.
Los equipamientos existentes son la escuela que funciona temporalmente en un local tomado
del Hospital Psiquiátrico, como mencionamos anteriormente, y el consultorio de la Misión Barrio
Adentro.
Con respecto a los servicios de red, se puede observar que el eléctrico es en gran parte a través
de tomas ilegales del sistema de alumbrado público, aunque existen algunas pocas viviendas
con medidores pero en su mayoría están inservibles. Tampoco hay servicios de teléfonos
públicos.
El servicio de acueducto es a través del sistema de bombeo de Quebrada Seca, sin embargo es
ineficiente, por lo cual es determinante la presencia de tanques de agua tanto privados como
comunales.
En cuanto al manejo de las aguas servidas, existe un sistema de cloacas conectado al sistema
del Hospital Psiquiátrico, pero parte de la población cuenta con pozos sépticos y en las partes
más alejadas de las zonas de barrios descargan las aguas negras a los cauces de quebradas. No
hay sistema de recolección de desechos sólidos. 359
La vialidad existente se encuentra en general en mal estado debido al deterioro de la capa de
rodamiento. Con respecto a las caminerías, estas fueron realizadas en forma improvisada y por
los mismos habitantes.

2.5. Caracterización geomorfológica

Tomando en cuenta que la mayoría de los factores de amenaza natural que se presentan en el
estado Vargas, y que determinaron los sucesos ocurridos en diciembre de 1999 y en febrero
de 2005, tienen su origen en el comportamiento morfodinámico propio de la zona, y debido a
que para el logro de una planificación urbano-residencial óptima es fundamental la apreciación
integral de estos procesos, se ha hecho necesario para la realización de este estudio el
levantamiento detallado de información, tanto de las unidades de relieve presentes en la región,
como de los procesos geomorfológicos que las caracterizan.
Para la obtención de esta información, la cual permitió determinar la condición de potencialidad
o restricción natural que desde el punto de vista geomorfológico presentan los sectores
analizados, han sido utilizadas tres fuentes de información distintas:
§ La primera, constituida por la interpretación de las vistas aéreas 139, 140 y 141 de la
misión 030603 a escala 1:5 000 del año 2000 y mediante la cual se pudieron delimitar
las unidades de relieve existentes a nivel de “posiciones geomorfológicas”, así como
localizar e inventariar los procesos morfodinámicos más resaltantes y más vinculados con
las condiciones de estabilidad de los sectores analizados.
§ La segunda, correspondiente al análisis de la información topográfica de las hojas L2-I43,
L2-I44, L2-J43 y L2-J44 producidas por la empresa Estereofoto en el año 2002, y a partir de
la cual se realizó una sectorización clinométrica de las áreas correspondientes a los barrios
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

360

Figura 1. Porción de fotografía aérea Nº 140 de la misión 030603 a escala 1:5000 en la que se delimita el área
correspondiente a los barrios Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos.

El Colorado y El Estanque, en los que posteriormente se evaluaron las áreas más restrictivas
debido a sus niveles de pendiente.
§ La tercera, representada por el levantamiento de campo realizado durante los días
27 de enero y 18 de marzo de 2005 en los sectores Cerro Los Negros y Cerro Los
Blancos, mediante el cual se pudo tener una apreciación directa de las unidades y
procesos interpretados en las fotografías aéreas, y donde, a partir de un proceso de
geoposicionamiento y registro fotográfico digital, se pudo establecer una correlación entre
los procesos morfodinámico propios de la zona y las características físicas y sociales más
resaltantes de la misma.
De esta manera, y a partir de la integración de la información obtenida, se pudo llegar a
la realización de los mapas temáticos correspondientes a los rangos de pendiente y a la
geomorfología. A través de la delimitación de unidades en cada uno de estos mapas se pudo
llegar a la definición final de formas geomorfológicas y de su comportamiento geodinámico,
y con esto a la apreciación precisa de las condiciones de estabilidad de los distintos sectores
analizados en la caracterización.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

En lo que se refiere a su contexto geomorfológico regional, el área de estudio se encuentra


ubicada en su totalidad dentro del flanco norte de la región natural denominada “Serranía del
Litoral” en su tramo central, la cual, a nivel nacional, se extiende desde la zona de Nirgua en
el estado Yaracuy hasta la localidad de Cabo Codera, en el estado Miranda. No obstante esta
condición de ubicación, y debido a su cercanía con el espacio del mar Caribe, el área presenta
estrechas relaciones con las características y procesos propios de la región natural de la
Plataforma Continental y los Sistemas Costeros.
Dentro de este entorno regional, el espacio concreto que enmarca el área de estudio, que está
conformada por los barrios Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos, se encuentra emplazado
fundamentalmente en tres tipos de paisaje geomorfológico: el de “montaña baja”, que es de
mayor extensión y está constituido por las estribaciones terminales de la vertiente norte de
la cordillera del Litoral Central; el de “valle aluvial”, que está conformado por las unidades
adosadas al cauce del río Anare, y el de “piedemonte”, que corresponde a las fases de transición
entre las unidades de montaña baja y las formas aluviales.
De manera general, las formas correspondientes al paisaje de montaña baja, donde se emplaza
la mayor proporción de estructuras de los barrios Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos, se
caracterizan por presentar moderados a bajos valores de altitud, y valores altos a moderados
de pendiente. Esta condición topográfica particular hace que los medios geomorfológicos se
encuentren constantemente expuestos a intensos procesos de erosión laminar y concentrada,
y a frecuentes movimientos de remoción de masa, como deslizamientos, desprendimientos
reptación y flujos de detritos, entre otros.
Las unidades asociadas al paisaje de valle aluvial, que ocupa una menor extensión superficial
dentro del área de estudio, presentan los más bajos valores de pendiente y de altitud, y se 361
presentan como unidades que en su mayor proporción se encuentran expuestas a procesos
de inundación tanto lateral como longitudinal que, como se observó en los años 1999, 2004 y
2005, poseen un alto poder destructivo.
Por su parte, las unidades geomorfológicas pertenecientes al paisaje de piedemonte, que se
extienden hacia ambas márgenes del río Anare en su conexión con las laderas montañosas, se
caracterizan por presentar bajos valores de altitud y moderados valores de pendiente, y desde
el punto de vista morfodinámico se encuentran expuestas a procesos dominantes de deposición
sedimentaria, tanto de origen aluvial como coluvial.
Dentro de este contexto, y con base en la evaluación específica de estos tres tipos de paisaje
geomorfológico, se han identificado y delimitado un total de nueve “formas de terreno” distintas
y de ocho categorías de procesos morfodinámicos diferentes, que se muestran, se describen y
analizan en los puntos desarrollados a continuación:

Unidades de relieve

Unidades de montaña

a) Estribaciones o filas secundarias

Representan las unidades que enlazan o unen los puntos de mayor altitud dentro de las
zonas montañosas y que, por tanto, se establecen como espacios de unión entre las laderas
contrapuestas de los paisajes de montaña. En el contexto hidrográfico se presentan como líneas
divisorias de agua, y como tal, delimitan algunas de las microcuencas identificadas para el área
de estudio.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 8.

Vista de fila secundaria en


sector alto del barrio Cerro Los
Blancos, donde se puede observar
la disminución relativa de las
pendientes y la dispocisión de las
viviendas a lo largo de la forma.

En lo concerniente a sus características topográficas específicas, se distribuyen entre los 30


y 100 msnm y exponen, a diferencia de las formas de laderas circundantes, una reducción
considerable de los valores de pendiente, los cuales varían entre el 10 y 30% (ver Foto 8).
Esta condición topográfica específica generalmente implica la existencia de una relativa
estabilidad geodinámica, que hace que estas unidades sean consideradas como espacios
potenciales para la instalación de estructuras antrópicas, como vías de comunicación, líneas de
362 servicio y viviendas, entre otras. Únicamente en sectores muy puntualizados dentro del área de
estudio, las formas de estribación presentan leves procesos de erosión laminar y concentrada,
los cuales pueden ser fácilmente controlados con obras de disipación de energía y control de
erosión de poca envergadura.

b) Laderas cóncavas
Están conformadas por unidades de poca extensión dentro del cuerpo montañoso de los
sectores analizados y se encuentran ubicadas entre las formas altas, representadas por las
estribaciones, y las formas bajas de piedemonte, representadas por los conos de deyección,
los abanicos aluviales y los glacís. De forma específica, este tipo de ladera expone un perfil
topográfico longitudinal de configuración cóncava, y su origen está definido por la ocurrencia de
antiguos deslizamientos rotacionales de gran magnitud y volumen, de los cuales permanecieron
las formas semicirculares correspondientes a las antiguas cicatrices de desprendimientos
denominadas “paleoformas”.
En cuanto a sus características topográficas, se ubican en altitudes predominantes que van
desde los 20 y 70 m de altitud y poseen valores de pendiente muy variados que se encuentran
entre los 30 y 90% para las laderas ubicadas en el barrio Cerro Los Blancos, y entre el 45 y
120% para las ubicadas en el barrio Cerro Los Negros (ver Foto 9).
Generalmente, y debido a sus condiciones de evolución morfogenética, las laderas cóncavas se
presentan como los espacios de mayor inestabilidad geodinámica de los macizos montañosos,
donde ocurren constantes movimientos de masa, como deslizamientos rotacionales,
deslizamientos laminares y flujos de detritos, así como procesos erosivos laminares y
concentrados. Sin embargo, debido a que los factores litológicos e hidrográficos de los sectores
analizados no presentan tanto potencial para el desplazamiento de grandes volúmenes de
material, solo se observaron procesos de erosión concentrada y deslizamientos de poca
magnitud, asociados a movimientos antrópicos de tierra.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Foto 9.

Vista general de vertiente cóncava


en sector Cerro Los Negros, donde se
pueden observar las condiciones de
alta pendiente y la forma semicircular
demarcada por la línea amarilla.

En este sentido, las únicas laderas cóncavas donde se observaron movimientos en masa de gran
magnitud, que generaron daños estructurales a las viviendas ubicadas dentro de su entorno,
correspondieron a las laderas de los extremos sur de los sectores Cerro Los Negros y Cerro
Los Blancos, donde las condiciones de pendiente y de intervención antrópica son adversas a la
estabilidad de las masas montañosas.

c) Laderas irregulares
363
Están constituidas por unidades montañosas semejantes a las laderas cóncavas, pero que
exponen como elemento característico un perfil longitudinal de alta irregularidad topográfica, el
cual es producto del constante deslizamiento de masas de suelo y de componentes litológicos
en el cuerpo de la vertiente, que posteriormente quedan expuestas a los procesos erosivos. En
cuanto a su distribución, las laderas rectilíneas se ubican en la mayor proporción del área de
estudio y se extienden en todos los casos, desde las formas más altas, correspondientes a las
filas montañosas secundarias, hasta las más bajas, representadas por los glacís, los abanicos
aluviales y los conos de deyección.
Así, en lo que se refiere a sus características topográficas, se extienden predominantemente
entre los 20 y 80 m de altitud y exponen, debido a sus condiciones propias de irregularidad,
variados rangos de pendiente, los cuales se ubican entre el 30 y 100% (ver Foto 10).

Foto 10.

Panorama de ladera irregular ubicada


en el sector Cerro Los Blancos donde
se puede apreciar la discontinuidad en
la pendiente del terreno, así como la
existencia de procesos de erosión laminar
generalizada.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Desde el punto de vista morfodinámico, las laderas irregulares identificadas en el área se


presentan como unidades fundamentalmente expuestas a procesos de erosión laminar y
concentrada, pero que eventualmente poseen movimientos de masa, como deslizamientos
rotacionales, deslizamientos laminares y flujo de detritos, que en general son de moderada
magnitud. Solo en algunos casos, donde las pendientes son muy elevadas y donde las
intervenciones del terreno han sido muy drásticas, se han presentado fenómenos que han
afectado estructuras residenciales y de servicios.

d) Laderas rectilíneas
Comprenden aquellas laderas que se caracterizan por presentar un perfil longitudinal
rectilíneo, donde no predominan formas cóncavas ni convexas y donde únicamente se exponen
irregularidades locales de pequeña extensión que en todo caso, no dominan la configuración
topográfica de estas vertientes. En su mayor proporción se ubican en los flancos expuestos hacia
la carretera Naigutá-Los Caracas, tanto en el sector Cerro Los Negros como en el sector Cerro Los
Blancos.
En lo que respecta a sus características topográficas específicas, se distribuyen en un rango
altitudinal comprendido entre los 5 y 90 m, y presentan valores de pendiente que de forma
predominante superan los 90%, pero que en una gran proporción alcanzan una inclinación
superior al 120% (ver Foto 11).
Debido a esta condición particular de relieve, y a que la mayor proporción de estas laderas no
poseen o poseen muy poca cobertura vegetal, se producen sobre las mismas constantes e in-
tensos procesos de erosión laminar y concentrada, así como movimientos de remoción de masa
364 que si bien no afectan directamente a las estructuras de los sectores analizados por encontrarse
emplazadas a cierta distancia de estas, sí tienden a comprometer la seguridad y estabilidad de
la vía de comunicación principal del estado.

Foto 11.
Vista general de ladera rectilínea en sector
Cerro Los Blancos en la que se puede observar
el alto valor de pendiente y la existencia de
procesos de erosión laminar y concentrada
que constantemente suele afectar la carretera
Nauguatá-Los Caracas misma que puede ser
observada en la fotografía.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

e) Vegas coluviales

Corresponden a aquellas unidades de relieve a través de las cuales discurren los flujos de
escorrentía superficial (quebradas y torrentes), y que conforman así los cauces naturales en
los que se acumulan los materiales sedimentarios provenientes de las laderas montañosas
adyacentes, los cuales son transportados principalmente por procesos de gravedad. Dado que el
mayor porcentaje de los sectores analizados se enmarca dentro de un paisaje montañoso cuyas
laderas rodean al valle del río Anare, las vegas coluviales se disponen tanto en el Cerro Los
Negros como en el Cerro Los Blancos, de forma perpendicular al trazado natural de dicho curso
fluvial.
De esta forma, y considerando que las vegas coluviales son unidades que atraviesan
longitudinalmente todas las formas de ladera, las mismas presentan altitudes que varían entre
los 5 y 100 m y pendientes que oscilan entre el 15 y 60% (ver Foto 12).

365

Foto 12.
Detalle de vega coluvial en sector Cerro Los
Negros donde se puede notar la profundización
del cauce del flujo principal
y la reducción de las pendientes, en
comparación con la existente en las laderas
adyacentes.

En lo que se refiere a su condición geomorfológica, y a pesar de que generalmente las vegas


coluviales se presentan como formas donde la pendiente general tiende a ser más baja
en comparación con las existentes en las zonas de laderas circundantes, estas han sido
clasificadas en el área como unidades de moderada inestabilidad geomorfológica debido a que
eventualmente han sido afectadas por procesos de crecidas torrenciales capaces de remover y
transportar grandes volúmenes de sedimentos y materiales en general.
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 13.

Vista general de vía de penetración


hacia el sector Cerro Los Blancos, la cual
discurre transversalmente a los glacís de
acumulación y a los conos de deyección
que separan el valle del río Anare con
las formas de montaña.

Unidades de piedemonte

366 a) Glacís de acumulación


Se encuentran representados por formas transicionales de origen deposicional, que en el área
de estudio se distribuyen de forma paralela al valle del río Anare e intercalados con los abanicos
aluviales y los conos de deyección. Se distinguen por presentar pendientes de moderadas
a bajas y una constitución predominante de materiales sedimentarios, los cuales han sido
transportados por agentes fluviales o de gravedad desde las laderas adyacentes hasta el pie de
los cuerpos montañosos.
Topográficamente se localizan entre los 10 y 20 m de altitud y presentan pendientes que de
forma predominante varían entre el 15 y 30%, aunque hacia su parte superior, donde colindan
con las laderas montañosas, los valores clinométricos suelen ser superiores (ver Foto 13).
En términos morfodinámicos, son unidades que al no estar expuestas a intensos procesos de
erosión o movimientos de masa, y al estar en su mayor parte fuera del alcance de los flujos
torrenciales asociados con los cursos de agua, presentan en sí mismas moderadas condiciones
de estabilidad. Sin embargo, debido a que presentan una pequeña extensión relativa y que
se encuentran relativamente cerca de las unidades de montaña, eventualmente pueden estar
expuestos a procesos de remoción en masa.

b) Abanicos aluviales y conos de deyección


Son unidades deposicionales que se ubican en el área de desembocadura de los torrentes
y quebradas provenientes de los cuerpos montañosos, y han producido acumulaciones
sedimentarias en forma semitriangular, que se componen de una mezcla de materiales
transportados por el agua, en el caso de los abanicos aluviales, y de materiales transportados
por la gravedad, en el caso de los conos de deyección.
Dentro del área de estudio se ubican a ambos lados del valle del río Anare, justo donde este
se conecta con las unidades montañosas de los sectores Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos.
Presentan como condiciones topográficas específicas, altitudes que van desde los 10 hasta
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Foto 14.

Vista parcial de abanico aluvial en sector


Cerro Los Blancos, donde se puede apreciar
la disposición de las viviendas orientadas
hacia cada uno de los lados de la geoforma,
tal como lo indican las líneas rojas.

los 20 m, y valores de pendiente que no superan casi en ninguno de los casos el 30% de
inclinación (ver Foto 14).
367
Desde el punto de vista geomorfológico, los abanicos y conos son unidades que generalmente,
al presentarse como las áreas de desembocadura de los torrentes provenientes de los macizos
montañosos, se encuentran expuestas a la ocurrencia de flujos torrenciales capaces de afectar
de forma considerable las estructuras ubicadas sobre ellas. No obstante, solo en el curso fluvial
de mayor tamaño en el sector Cerro Los Negros se observó la ocurrencia de estos fenómenos.

Unidades de valle

a) Vegas aluviales
Corresponden a las formas de acumulación sedimentaria aluvial de origen reciente (holocénicos
y pleistocénicos), que se disponen en ambas márgenes del río Anare y que se encuentran
enmarcadas por las unidades de piedemonte del sector Cerro Los Negros y por las terrazas
aluviales del sector Cerro Los Blancos. En el área de estudio son unidades de muy poca
extensión que principalmente se ubican en las adyacencias de la carretera Naiguatá-Los Caracas.
En términos topográficos presentan altitudes por debajo de los 5 m y niveles de pendiente que
en todos los casos son inferiores al 15%.
Debido a estas condiciones, son unidades que, como se pudo constatar durante los eventos de
los años 1999, 2004 y 2005, se encuentran expuestas a intensos flujos torrenciales capaces
de transportar y depositar enormes volúmenes de materiales, que durante dichos fenómenos
fueron los responsables de generar inumerables pérdidas humanas y materiales (ver Foto 15).

b) Terrazas aluviales bajas

Están conformadas por las unidades de relieve plano que se encuentran adosadas a la margen
derecha del río Anare, y cuyo origen se remonta a las sucesivas deposiciones aluviales ocurridas
durante el Cuaternario y al posterior entalle de las formas generado por el mismo río. Se
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 15.
Panorámica de unidad de vega aluvial
cercana a la carretera Naiguatá-Los Caracas,
la cual ha estado expuesta al desbordamiento
del río Anare en los años 1999, 2004 y 2005.

presentan como unidades de relieve de relativa extensión, considerando que pertenecen a


valles encajonados.
Desde el punto de vista topográfico, poseen altitudes que oscilan entre los 10 y 15 m y
pendientes que varían entre el 0 y 5% en los sectores más planos, y entre 5 y 15% en los
368 sectores más inclinados que colindan con los glacís, los abanicos aluviales y los conos de
deyección. Además de esto, y debido a que son unidades de acumulación sedimentaria
relativamente reciente que se presentan dentro de un solo nivel contiguo a las vegas del río, los
desniveles existentes entre el curso fluvial y el tope de la forma no exceden los 2 m.
En lo que respecta a su condición geomorfológica, considerando que son formas de muy
baja pendiente y expuestas en menor grado a los procesos de inundación de alta intensidad
como los ocurridos en las vegas aluviales, las terrazas son unidades de relativa estabilidad
geodinámica, donde no se evidencian procesos erosivos de importancia ni ningún tipo de
desplazamiento de masa, salvo en los bordes o taludes de terraza, donde el más reciente
desbordamiento del río Anare generó una fuerte socavación (ver Foto 16).

Foto 16.
Vista de terraza aluvial baja, donde se puede
observar el talud expuesto a la vega del río
Anare que recientemente fue socavado por
el desbordamiento del mismo.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Foto 17.

Vista de cicatriz de despegue de


deslizamiento rotacional en el sector Cerro
Los Negros, el cual destruyó casi totalmente
la vivienda ubicada en su parte inferior.

Procesos morfodinámicos

a) Deslizamientos rotacionales

Son aquellos movimientos de masa que, de forma similar a otros fenómenos de remoción o
derrumbe, se producen por sobresaturación hídrica de los suelos, la cual genera el colapso de
369
grandes volúmenes de sedimento y materiales rocosos que se desploman en un movimiento
de rotación hacia las partes bajas de las laderas montañosas. Posteriormente a la ocurrencia
de este tipo de movimiento en una ladera montañosa, la misma expone una forma cóncava y
semicircular denominada “cicatriz de despegue”, la cual luego es susceptible a la ocurrencia de
nuevos deslizamientos y de intensos procesos de erosión.
En el área de estudio los deslizamientos rotacionales se distribuyen fundamentalmente sobre las
laderas cóncavas e irregulares de ambos sectores, pero es en el barrio Cerro Los Negros donde
se han producido, a partir de los fenómenos hídricos de los años 1999 y 2004, los movimientos
de mayor intensidad y que más han afectado las estructuras residenciales y de servicios (ver
Foto 17).

b) Deslizamientos laminares

Están referidos a aquellos movimientos en masa en los cuales, debido a la sobresaturación


hídrica de los suelos y de la capa meteorizada de detritos, todo el depósito de material residual,
detrítico u orgánico, desliza a lo largo de una superficie de resbale (que generalmente es una
superficie litológica poco meteorizada) y transporta grandes volúmenes de sedimento y rocas
en forma de lámina hacia las posiciones inferiores. Luego de la ocurrencia de estos procesos,
las laderas quedan expuestas a intensos procesos de erosión concentrada generados por flujos
hídricos de alto poder de disección.
En el área de estudio los deslizamientos laminares se distribuyen principalmente en las laderas
cóncavas e irregulares del sector Cerro Los Negros, donde a pesar de que no han provocado
el colapso de estructuras residenciales o de servicios, sí han aportado grandes volúmenes de
material a las vegas y vías de comunicación de dicho sector (ver Foto 18).
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 18.

Vista general de una ladera expuesta a deslizamientos laminares en


parte baja del sector Cerro Los Negros, donde se puede observar la
roca que sirvió de superficie de resbale al proceso.

c) Flujos de detritos

Se definen como movimientos de masa en los


cuales, debido a la sobresaturación hídrica de los
suelos adyacentes a una vega coluvial o línea de
escorrentía superficial, el material sólido se licua
y fluye aguas abajo de su posición inicial dejando
tras de sí un canal de suelo desnudo o de material
rocoso expuesto. En el área receptora de este
material se forma un cono de desprendimiento
cuyo tamaño será proporcional al volumen de
material deslizado.

Dentro del área de estudio los flujos de detritos más importantes se identificaron en las laderas
370 rectilíneas del sector Cerro Los Negros, aunque también fueron observados otros movimientos
de menor intensidad hacia la vía principal del sector Cerro Los Blancos. En ambos casos la
afectación a las estructuras residenciales fue baja, pero los materiales transportados limitaron el
acceso a través de las vías de comunicación involucradas (ver Foto 19).

d) Flujos torrenciales

Corresponden a aquellos movimientos de masa que se producen de forma similar a los flujos de
detritos, en las vegas o líneas de escorrentía superficial, pero donde el transporte de materiales
se da por socavación y abrasión del cauce y de las áreas adyacentes, y no por sobresaturación
del material detrítico o sedimentario acumulado en sus laderas conexas.
Las unidades donde se determinó la ocurrencia de este proceso corresponden a las vegas
coluviales que se distribuyen en las laderas irregulares y cóncavas de los dos sectores

Foto 19.

Panorámica de carretera Naiguatá-Los Caracas,


la cual fue afectada por los flujos de detritos
producidos en la ladera rectilínea del sector
Cerro Los Negros en el mes de febrero de
2005.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Foto 20. Foto 21.


371
Detalle de una línea de escorrentía superficial en sector Detalle de surcos de erosión concentrada en laderas
Cerro Los Blancos donde se activó un proceso de flujo rectilíneas de sector Cerro Los Blancos, las cuales han
torrencial que movilizó importantes volúmenes de material contribuido al transporte de materiales hacia la carretera
aguas abajo de la vía principal. Naiguatá-Los Caracas.

considerados en el estudio, a través de las cuales se transportaron importantes cantidades


de sedimento que afectaron algunas viviendas ubicadas cerca de sus cauces de tránsito
(ver Foto 20).

Áreas de erosión concentrada

Se encuentran conformadas por aquellos espacios donde se han producido intensos procesos de
erosión concentrada, los cuales a su vez se han derivado de flujos de escorrentía superficial de
alto poder de socavación, que han removido grandes volúmenes de suelo y material residual en
líneas de escorrentía bien definidas.
En el área de estudio las zonas de erosión concentrada solo han sido identificadas en las laderas
rectilíneas e irregulares del sector Cerro Los Blancos, donde el material litológico presenta las
condiciones de disgregación suficientes como para permitir la formación de surcos y cárcavas de
relativa profundidad (ver Foto 21).

a) Áreas de erosión laminar


Están constituidas por aquellas superficies en las cuales el desgaste de las capas del suelo o
del material residual, no se ha producido por concentración de flujos hídricos capaces de formar
surcos o cárcavas, sino por flujos laminares que han generado la reducción homogénea de los
estratos superficiales.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Foto 22.

Vista general de un área expuesta a erosión


laminar en el sector Cerro Los Blancos,
donde se puede notar cómo la ausencia
de cobertura vegetal y la realización de
movimientos de tierra han impulsado el
desgaste de los suelos.

La existencia de este tipo de procesos se ha determinado prácticamente en todos los sectores


del área de estudio que presentan intervención antrópica o deforestación, pero los de mayor
intensidad y relevancia se distribuyen en las laderas cóncavas e irregulares del sector Cerro Los
Blancos, donde la mayor meteorización mecánica de los materiales y la existencia de mayores
niveles de pendiente los han impulsado de forma más intensa (ver Foto 22).

372 b) Líneas de socavación fluvial

Están conformadas por aquellos segmentos de las terrazas aluviales o de los glacís que colindan
con las unidades de valle, que durante los flujos de crecidas excepcionales, como las ocurridas
durante el mes de diciembre de 1999 o
en febrero de 2005, fueron socavados
por la acción de la abrasión del flujo de
agua y de los materiales que en este se
mantienen en suspensión.
En los sectores analizados las líneas de so-
cavación fluvial se encontraron fundamen-
talmente hacia la margen derecha del río
Anare, donde la fuerza centrípeta generada
en la parte externa de los meandros fue
desgastando el borde de las terrazas alu-
viales que exponen desniveles con respec-
to a la vega aluvial (ver Foto 23).

Foto 23.
Vista de línea de socavación en entrada a la vía
principal de sector Cerro Los Blancos donde la fuerza
abrasiva del río Anare desgastó el substrato de
apoyo de la calzada de la vialidad.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Foto 24.
Panorámica general de vega del río Anare, la cual
se ha presentado como el espacio receptor de los
materiales sedimentarios transportados por este
río en los más recientes fenómenos de inundación
torrencial.

Áreas de deposición de flujos torrenciales

Corresponden a aquellos espacios donde se han acumulado los sedimentos y materiales


provenientes de los torrentes formados en las partes altas de las laderas montañosas, y
que por ende se encuentran expuestos a fenómenos de inundación y de aludes de material
sedimentario. Dada la ocurrencia de estos procesos aluviales, las áreas de deposición de flujos
torrenciales son consideradas los espacios con alto riesgo geomorfológico, debido a que los 373
mismos representan fenómenos de gran poder destructivo.
En lo que respecta a su ubicación, las unidades expuestas a deposiciones de flujo torrencial se
extienden principalmente dentro de las vegas aluviales del río Anare, donde en los años 1999,
2004 y 2005, los aludes torrenciales afectaron considerablemente las viviendas y estructuras de
servicios emplazadas dentro o en las adyacencias de dichas unidades (ver Foto 24).

2.6. Metodología para analizar la amenaza

Para la elaboración del mapa definitivo de riesgo ambiental, el cual se plantea como
componente fundamental para la proposición del diseño urbano previsto en este estudio, ha
sido necesaria, tal y como se hizo referencia con anterioridad, la determinación y evaluación
de la distribución espacial de la “amenaza física”, misma que fue obtenida a partir de la
superposición de cuatro capas de información diferentes y correspondientes a las tres variables
desarrolladas en la caracterización física del estudio. Así, las capas de información utilizadas
fueron: la clinometría (pendiente), la hidrografía, el relieve y los procesos morfodinámicos.
Partiendo de estas consideraciones, las fases metodológicas que fueron llevadas a cabo para la
evaluación sistemática de la amenaza física en los barrios Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos
fueron las siguientes:

a. Selección de capas temáticas a utilizar en la evaluación de la amenaza

En esta etapa solo se retomaron los mapas temáticos elaborados para la caracterización física
del estudio, los cuales representan las variables o “factores de amenaza” y sirven de base para
la determinación de los indicadores específicos de la misma.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

A este respecto, las variables utilizadas fueron clinometría, hidrografía y geomorfología(1), cada
una de ellas con sus respectivos mapas temáticos (los cuales se muestran a continuación y
fueron expuestos en el Informe N° 2) conformaron las capas de información base a utilizar en el
método de superposición de mapas aplicado en el presente estudio.

Clinometría Hidrografía Geomorfología

Figura 11. Mapas temáticos de las variables.

b) Transformación de elementos lineales y puntuales en polígonos de análisis

En esta fase, con el fin de poner todos los factores de amenaza en capas de información
que puedan ser manejables en la aplicación del método de superposición cartográfica, se
transformaron aquellos elementos lineales como las líneas de escorrentía superficial, las
374 cárcavas o las cicatrices de despegue, entre otros, en polígonos o áreas delimitadas en torno a
cada elemento considerado.
Para la generación de estos polígonos, se procedió a la construcción de “buffer”2 o perímetros
circundantes a cada curso de agua y a cada proceso morfodinámico determinado en los sectores
en estudio, los cuales representan el área de influencia directa que eventualmente podría ser
afectada por la acción de la escorrentía o de un proceso geomorfológico determinadado.

Buffer que
circunda los
cursos de agua
intermitente

Figura 12. Mapas temáticos de las variables.

De esta manera, para los cursos de agua de régimen intermitente, que fueron los únicos
identificados en el área, la extensión del “buffer” o área de influencia fue de 10 m bajo el
criterio de área de socavación y curvas de nivel, como se puede observar en el gráfico anterior.

(1)
Geomorfología: Forma de la superficie terrestre.
(2)
Buffer: Expresión gráfica de la posible área de influencia de un fenómeno natural.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

En el caso de los procesos morfodinámicos, la extensión de los polígonos de afectación


fue variable dependiendo de la intensidad y sobre todo de la dinámica de cada proceso en
particular. Así, las cárcavas o líneas de flujo torrencial tuvieron un área de influencia de 5 m,
mientras que los deslizamientos rotacionales o laminares tuvieron una extensión variable, pero
la mayor extensión (de 25 m) se asignó a las áreas aguas abajo de los procesos, debido a que
sobre estos espacios se produce la mayor afectación derivada de la dinámica de los procesos.
Asimismo, es importante destacar que en aquellos procesos morfodinámicos cuyos rasgos
resultantes no se encontraban bien definidos sino que se encuentran extendidos en áreas
más amplias, como en el caso de las áreas de erosión laminar, solo se construyeron polígonos
envolventes que representaron las áreas afectadas por el tipo de proceso analizado.
Para aquellos espacios donde los polígonos envolventes de diferentes procesos presentaron
solape o superposición, el polígono que se consideró válido para la evaluación de la amenaza
correspondió al del proceso de mayor intensidad o de mayor influencia en la condición de
inestabilidad geodinámica del área estudiada.
En el caso de aquellos espacios donde no se identificaron procesos morfodinámicos o donde
no se presentan cursos de escorrentía superficial, se construyó un polígono envolvente y
concordante con los límites del área de estudio.
Con base en estas consideraciones, los mapas transformados correspondientes a los factores de
amenaza geomorfológica resultaron esquemáticamente en lo siguiente:

375

Figura 13. Unidades de relieve y procesos morfodinámicos.

Figura 14. Mapa de factores de amenaza.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

c. Asignación de valores ponderados a las categorías de cada variable

En esta etapa, posteriormente a la preparación de las diversas capas de información a ser


utilizadas para la determinación de la amenaza física y a partir del análisis detallado de cada
una de las variables consideradas en el estudio (clinometría, hidrografía y geomorfología), se le
otorgaron valores individuales a las diferentes categorías discriminadas para cada unos de estos
componentes físicos.
Para la asignación de estos valores individuales se utilizó un intervalo cuantitativo comprendido
entre 1 y 3 puntos, siendo el valor de 1 asignado a los polígonos de categorías con menor
nivel de amenaza física, representados por aquellas áreas sin líneas de escorrentía, áreas de
baja pendiente, unidades de relieve estables o áreas sin procesos morfodinámicos aparentes;
y el valor de 3 asignado a los polígonos de mayor amenaza física, conformados por las áreas
circundantes a los cursos de régimen intermitente, por las áreas de mayor pendiente, a las
unidades de relieve más inestables o a las áreas donde se evidenciaron los movimientos de
masa de mayor intensidad.
A todas aquellas categorías consideradas como amenaza intermedia entre estos casos extremos,
fueron asignados valores distintos, comprendidos entre el 1 y el 3, los cuales representan una
amenaza de grado medio.
A este respecto, los valores particulares asignados a cada categoría dentro de cada una de las
variables físico-naturales consideradas en el estudio, fueron los siguientes:

376 Variable clinometría

Pendientes Valor
Menor a 15 1

15-29 1,3

30-44 1,7

45-60 2
61-75 2,3

76-90 2,7

Mayor a 91 3

Figura 15. Pendientes.

Variable hidrografía

Tabla 5

Variable hidrografía

HIDROGRAFÍA VALOR
Flujo torrencial (buffer circundante a cursos 3
de régimen desconocido o intermitente)

Área de escorrentía 0
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Figura 16. Hidrografía.

Variable geomorfología

Tabla 6

Variable Geomorfología

UNIDADES DE RELIEVE VALOR


377
Vegas coluviales 3
Vegas aluviales 3
Laderas cóncavas 3
Laderas irregulares 2.5
Laderas rectilíneas 2.5

Abanicos y conos de deyección 2

Glacís de acumulación 1.5

Estribación o fila secundaria 1

Terrazas aluviales 0.7

Abanicos y conos de deyección

Figura 17. Relieves.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 7

Morfodinámica

PROCESOS MORFODINÁMICOS VALOR


Deslizamientos rotacionales 3
Deslizamientos laminares con concentración de 2
Flujos de detritos 2
Áreas de deposición de flujos torrenciales 2
Áreas de socavación fluvial 2

Áreas de erosión concentrada 1.7

Áreas de erosión laminar 1

Cuando no existe proceso 0

378

Figura 18. Morfodinámica.

d. Superposición de mapas temáticos

En esta fase, posteriormente a la asignación de valores para cada categoría dentro de cada
variable física, se procedió a la superposición de los mapas temáticos.
El objetivo fundamental de esta superposición cartográfica es la evaluación específica de los
diferentes factores de amenaza que se presentan individual o combinadamente en cada sector
del área de estudio, y con ello, la delimitación de aquellas unidades donde la combinación de
dos o más factores de amenaza individual implican la existencia de una alta amenaza física
integrada.
Es importante destacar que las unidades utilizadas como áreas de análisis espacial para la
determinación de esta amenaza integrada, correspondieron a los polígonos de pendiente, debido
a que al presentarse como las áreas de menor tamaño y de menor nivel de generalización, se
expusieron como espacios idóneos para integrar de forma detallada el resto de los componentes
físico-naturales.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Amenaza Amenaza de Amenaza Amenaza


hidrográfica pendientes geomorfológica geomorfológica
Unidades de Procesos
relieve morfodinámicos

Figura 19. Tipos de amenazas.

e. Clasificación de unidades de amenaza



Finalmente, y una vez calculados los valores de amenaza integrada para cada uno de los
polígonos identificados y considerados en la evaluación, se procedió a la clasificación de los
mismos en cinco niveles o categorías que estuvieron definidas por rangos numéricos, los cuales
se fijaron mediante intervalos de clases calculados a partir de los valores máximos y mínimos
posibles. 379
Posteriormente, a cada uno de estos cinco niveles o categorías de amenaza integrada se
le otorgó un color, que luego fue asignado a cada polígono analizado en función de su valor
respectivo de amenaza integral. Esta asignación, que fue desplegada en las bases cartográficas
a escala 1:1 000 utilizadas para la representación de los componentes físicos evaluados en el
estudio, permitió apreciar de forma rápida y precisa la distribución espacial de las unidades de
amenaza, la cual servirá de base para la determinación del riesgo ambiental.
Los niveles o categorías de amenaza integrada, con sus respectivos intervalos de clase y colores
asignados, se presentan en la siguiente tabla:

Tabla 8

Niveles de amenazas

NIVELES DE AMENAZA INTERVALOS DE CLASE COLOR


INTEGRADA CORRESPONDIENTE ASIGNADO
Muy alto =2.24

Alta 1.95 - 2.23

Media 1.47 - 1.94

Baja 0.94 - 1.46

Muy baja =0.93


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

f. Análisis de resultados de la amenaza



Una vez cumplidas las diferentes etapas o fases metodológicas que fueron consideradas
indispensables para la determinación de la amenaza integral en los barrios Cerro Los Negros y
Cerro Los Blancos, se procedió a la elaboración definitiva del “Mapa de Amenaza Físico-Natural”,
en el cual se muestra la distribución espacial de las unidades de amenaza resultante de las
diferentes áreas consideradas en el estudio.
En este mapa, el cual posteriormente fue utilizado como una capa de información básica
para el análisis de riesgo ambiental del estudio, se exponen los cinco niveles o categorías de
amenaza que han permitido discriminar a los distintos espacios del área de estudio con base en
la probabilidad de ocurrencia de procesos hidrológicos o geomorfológicos, que eventualmente
puedan afectar negativamente las estructuras residenciales, de servicios o los grupos humanos
que de estas dependen.
Es muy importante destacar que el mapa definitivo de amenaza físico-natural elaborado
para este estudio, a pesar de que ha contado con un exhaustivo levantamiento, análisis y
procesamiento de información que ha servido de base para su realización, representa solo
un esquema o modelo aproximado de cómo se distribuyen y de cuáles son las variables que
determinan los fenómenos naturales potencialmente destructivos del área estudiada, ya
que en la consideración de los procesos hidrológicos o geomorfológicos siempre existe una
alta carga de incertidumbre que hace poco probable la estimación precisa de las amenazas.
Pero, aun así, es una información útil de aproximación a una microzonificación del riesgo más
localizada al área de estudio a los trazos de macrozonificación de riesgo del Área de Protección
380 y Recuperación Ambiental (APRA) elaborado por la Autoridad Única de Área del Estado Vargas
(AUAEV). Además, en los casos donde se pueda ejecutar los frentes de obras se deberá realizar
el estudio de riesgo respectivo.
Partiendo de estas premisas fundamentales, y tal como se puede observar en el Mapa N° 1
Amenaza Físico-Natural del anexo y en el siguiente gráfico, el cual se expone a continuación,
se tiene que el mayor porcentaje del área analizada está comprendida por unidades de Baja y
Muy Baja Amenaza natural, las cuales ocupan 30,33 y 29,90%, respectivamente, y se distribuyen
ampliamente tanto en el sector Cerro Los Negros como en el sector Cerro Los Blancos.
La alta de unidades de baja amenaza natural, a pesar de que las mismas se distribuyen en
laderas montañosas rectilíneas e irregulares de los dos sectores estudiados, obedece a la
existencia de moderados y bajos valores de pendiente, a la relativa escasez de líneas de
escorrentía superficial y sobre todo a la escasa presencia de movimientos en masa de gran
intensidad o extensión. Adicionalmente a esto, la presencia de substratos geológicos de mayor
estabilidad relativa y de filas secundarias de relativa extensión, contribuye notablemente a la
estabilidad de las laderas.

Tabla 9

Porcentajes

Amenaza muy alta 11,76%

Amenaza alta 11,36%


Amenaza media 16,66%

Amenaza baja 30,33%

Amenaza muy baja 29,90%


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Figura 20. Unidades de amenaza.


381

Por su parte, las unidades que han sido catalogadas como espacios de Alta amenaza física,
los cuales ocupan 11,36% de extensión con respecto a la superficie total del área de estudio,
se encuentran fundamentalmente distribuidas en las zonas circundantes a las vegas coluvio-
aluviales del extremo sur del sector Cerro Los Blancos, y en una menor proporción hacia las
vegas coluvio-aluviales del extremo norte del sector Cerro Los Negros.
La presencia de este alto nivel de amenaza sobre unidades de relieve donde las pendientes
son inclusive más bajas que las existentes en las laderas montañosas circundantes, responde
al hecho de que tanto las vegas como sus espacios inmediatos circundantes corresponden
a espacios propensos a la acción destructiva de las crecidas hidrográficas y, por tanto, a
la desestabilización de los terrenos. Además de esto, las áreas definidas dentro de esta
categoría de amenaza, también se encuentran condicionadas por la existencia de procesos
morfodinámicos de mayor intensidad y extensión, como lo son los flujos torrenciales, los
fenómenos de erosión concentrada y los flujos de detritos dentro de las áreas montañosas; o la
deposición de flujos torrenciales dentro de las áreas del valle.
Finalmente, las unidades que han sido catalogadas como espacios de Muy alta amenaza natural,
que ocupan una extensión de 11,76% del total del área de estudio, y que se distribuyen
hacia los tramos medios de las vegas coluvio-aluviales ubicadas al norte de ambos sectores,
corresponden a terrenos montañosos donde son comunes las altas pendientes, la alta cercanía
a los flujos de escorrentía superficial y la existencia de numerosos procesos morfodinámicos
de alto potencial destructivo, como los deslizamientos rotacionales, laminares y los flujos de
detritos.
Además de estas, una importante proporción de las áreas definidas dentro de esta categoría
de amenaza se encuentra constituida por espacios ubicados en las adyacencias del río
Anare, donde la existencia de áreas de socavación fluvial y de áreas de deposición de flujos
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

torrenciales, implican la presencia de condiciones de muy alta inestabilidad geodinámica y,


por tanto, de alta propensión a la destrucción de estructuras residenciales y de servicios. Esta
condición de amenaza se ha visto evidenciada en los fenómenos ocurridos en los años 1999,
2004 y 2005.

2.7. Análisis de vulnerabilidad

A partir de la década de los noventa la concepción fisicalista de los desastres dio un viraje
significativo y asumió un enfoque más social hacia la problemática. Sin embargo, a pesar de
este viraje, es evidente que las políticas y programas implementados por la mayoría de los
organismos nacionales e internacionales responsables de la gestión de los desastres siguen
basándose en la concepción fisicalista y prestan poca atención a los procesos sociales que
generan y acumulan vulnerabilidades.
No obstante, actualmente en Venezuela y sobre todo en el estado Vargas se está implantando
el “Plan Vargas 2005” por diferentes entes gubernamentales para la ejecución de obras físicas
para la mitigación de riesgo a través de la estabilización de las cuencas torrenciales (obras de
prevención estructural), tales como presas de retención de sedimentos y canalización, vialidad
y puentes, protección de costas, saneamiento ambiental, entre otros. Además, se establece un
módulo para el fortalecimiento de capacidades institucionales y comunitarias para la Gestión
Local de Riesgo (GLR).
Este módulo GLR del “Plan Vargas 2005” establece que existe una diferencia entre desastre y
382 riesgo, concibiendo al desastre como un riesgo no manejado, es decir, que la acción humana
puede ser capacitada y sensibilizada para que ella misma no genere un escenario de riesgo. Por
ende, la comunidad debe reconocerse como un actor social que participa en el riesgo, aunado a
los diferentes niveles de interés y relaciones de las comunidades y las instituciones.
De esta manera, si no se manejan los riesgos, es decir si no se establece la prevención o
mitigación del riesgo, se estará ante la presencia de un posible desastre que no permitirá
un desarrollo, si partimos de la premisa de que la amenaza se trabaja a través de acciones
ingenieriles de mitigación y la vulnerabilidad se trabaja a través de acciones humanas de
prevención.
En consecuencia, la vulnerabilidad no es equiparable con una probabilidad del azar sino que se
encuentra determinada por una combinación de rasgos de conducta como pueden ser: el riesgo
objetivo, la no-percepción subjetiva del riesgo, la ignorancia sobre los elementos básicos acerca
del riesgo y el aislamiento de los canales usuales de información.
Partiendo de esta noción de vulnerabilidad y dentro del presente estudio en el cual se intentan
analizar individualmente los componentes físico-naturales y socio-urbanos de los barrios Cerro
Los Negros, Cerro Los Blancos, barrio San Rafael y barrio El Rincón, ubicados en Anare de la
parroquia Naiguatá del estado Vargas, con el fin de determinar las áreas potenciales para la
reorganización urbana de las estructuras residenciales y de servicios de dichos espacios, se ha
realizado un análisis específico de “vulnerabilidad”, el cual se ha orientado a la apreciación y
evaluación de los resultados obtenidos del registro de estructuras y censo social elaborados en
noviembre del año 2004.
A este respecto, solo se han considerado dos categorías de vulnerabilidad para la elaboración
de los análisis de riesgo ambiental a partir de la información levantada por cada estructura en
la caracterización social y urbana que ya se ha presentado en informes anteriores, tomando con
mayor consideración en cuanto a lo urbano los elementos de vulnerabilidad de la estructura
(peso, resistencia y estado) y la vulnerabilidad del servicio (disposición de aguas servidas y
desechos sólidos); en cuanto a lo social los elementos sobre el conocimiento del riesgo, tiempo
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

viviendo en el barrio, número de habitantes por casa y nivel de comunicación que tienen los
habitantes del área de estudio.
A partir de la integración y análisis espacial de estos factores de vulnerabilidad, que fueron
tratados cartográficamente como capas de información temática, se llegó a la elaboración de un
mapa integrado de vulnerabilidad social-urbano, el cual permitió, conjuntamente con un mapa
similar de “amenaza físico natural”, la definición de las áreas de riesgo y con ello, las áreas
potenciales para el desarrollo y el diseño urbano.
En los puntos temáticos que se desarrollan a continuación se exponen de forma específica
los aspectos metodológicos considerados para la elaboración del mapa de “vulnerabilidad”,
así como el análisis de los resultados obtenidos inherentes a la distribución espacial de las
unidades de vulnerabilidad dentro de los sectores en estudio.

a. Metodología para analizar la vulnerabilidad

Para la elaboración del mapa definitivo de riesgo ambiental, el cual se plantea como
componente fundamental para la propuesta del diseño o reordenamiento urbano previsto en
este estudio, ha sido necesaria, tal y como se hizo referencia con anterioridad, la determinación
y evaluación de la distribución espacial de la “vulnerabilidad social-urbana”, misma que fue
obtenida a partir de la superposición de dos capas de información diferentes y correspondientes
a las variables desarrolladas en la caracterización social y en la caracterización urbana del
estudio. De este modo, las subcapas de información utilizadas para la creación de estas dos
variables (urbano-social) fueron para la vulnerabilidad urbana: el peso de la estructura, la 383
resistencia de la estructura, el estado físico de la estructura, la disposición de las aguas servidas
desde las estructuras y la disposición de los desechos sólidos desde las estructuras; para la
vulnerabilidad social fueron el conocimiento del riesgo del jefe de familia, el tiempo viviendo en
el barrio del jefe de familia, el número de habitantes por cada casa y el nivel de comunicación
que tienen los jefes de familia del área de estudio.
Es importante advertir que tanto la selección como la utilización de estas subcapas o variables
específicas, estuvo determinada por la disponibilidad de información levantada a nivel de casa
por casa en el área de estudio durante el mes de noviembre de 2004, que fue presentada
en los Informes N° 2 y N° 3, con suficiente nivel de detalle como para aportar elementos de
diferenciación espacial en los sectores analizados.
Partiendo de esta consideración general y de forma específica, las fases metodológicas que
fueron llevadas a cabo para la evaluación sistemática de la amenaza física en los barrios Cerro
Los Negros, Cerro Los Blancos, barrio San Rafael y barrio El Rincón, fueron las siguientes:

a.1 Selección de capas temáticas a utilizar en la evaluación de la vulnerabilidad y asignación


de valoraciones a las categorías de cada variable

Para la selección de las capas temáticas se utilizó como unidad de análisis la estructura. A
partir de ella se levantaron los datos obtenidos del registro de estructura y censo social para la
caracterización de la estructura y caracterización del jefe de familia que habita la estructura, los
cuales representarán los indicadores específicos tanto en el área urbana como en el área social
que sirven de base para la determinación de las variables o factores de vulnerabilidad. A este
respecto, las variables utilizadas fueron: el peso de la estructura, la resistencia de la estructura,
el estado físico de la estructura, la disposición de las aguas servidas desde las estructuras y
la disposición de los desechos sólidos desde las estructuras; para la vulnerabilidad social se
tomaron como factores a considerar el conocimiento del riesgo del jefe de familia, el tiempo
viviendo en el barrio del jefe de familia, el número de habitantes por cada casa y el nivel de
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

comunicación que tienen los jefes de familia del área de estudio. Además, se le otorgaron
valores individuales a las diferentes categorías discriminadas para cada una de las variables
urbanas y sociales. Para la asignación de estos valores individuales se utilizó un intervalo
cuantitativo comprendido entre 1 y 3 puntos, siendo el valor de 1 asignado a las estructuras con
menor nivel de vulnerabilidad, el valor 2 a las estructuras de una vulnerabilidad de grado medio
y el valor de 3 a las estructuras de mayor vulnerabilidad.
Como hemos expuesto, la Vulnerabilidad urbana la componen dos variables: la vulnerabilidad
de la estructura y la vulnerabilidad de los servicios.
Ante ello, la vulnerabilidad de la estructura se construyó con base en su peso, resistencia y
estado físico, de la manera siguiente:

§ PESO:

384

Muy Bajo VARIABLE PUNTUACIÓN CALIFICACIÓN

Sector Cerro Pesada (23%) 3 Alta vulnerabilidad


MuyLos
Bajo Negros VARIABLE PUNTUACIÓN CALIFICACIÓN COLOR
Pesada (23%) 3 Alta vulnerabilidad
Sector Cerro Los Negros
Sectos Cerro Los Blancos Mediana (10%) 2 Media vulnerabilidad
Sectos Cerro Los Blancos Mediana (10%) 2 Media vulnerabilidad
Sector Barrio San Rafael Ligera (67%) 1 Baja vulnerabilidad
Sector Barrio San Rafael Ligera (67%) 1 Baja vulnerabilidad

Sector Barrio El Rincón


Sector Barrio El Rincón

Figura 21. Carga vertical por región.

Se refiere a la carga vertical (peso muerto) de la estructura, es decir, la carga que tiene que
soportar la infraestructura (bases, pilotes, fundaciones, losa, etc.) en caso de que exista, sobre
la cual está descansando la estructura. Esta variable se establece de forma independiente del
tamaño de la estructura, ya que considera el peso específico de la misma y no su peso total.
Un aspecto que se debe resaltar aquí es la importancia que tiene el tipo de techo dentro del
cálculo del peso de la estructura, ya que esta representa la mayor expresión de carga que está
siendo soportada por las columnas, transmitida de manera vertical a las bases de la estructura
y a su vez al suelo. Por lo tanto, se consideran tres categorías de peso, a saber: a) Pesada: son
las estructuras de dos o más pisos y cuyo techo es de concreto (platabanda); b) Media: en este
renglón se ubican las estructuras con dos tipologías diferentes: las estructuras de un solo piso y
con techo de concreto (platabanda) y las estructuras de dos pisos cuyo techo sea de zinc o un
material similar; c) Ligera: son las estructuras de un piso y con techo de zinc o material similar,
de manera que la expresión gráfica de las variables se establece asignándole una calificación
a cada estructura, donde el peor escenario tendrá una puntuación 3 de color rojo y el mejor
escenario será 1 de color amarillo. En tal sentido, se puede observar en el siguiente gráfico que
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

casi el 67% de las estructuras son ligeras (en color amarillo) en las zonas más altas de cada
montaña y al sur de Cerro Los Blancos. Sin embargo, es evidente que el patrón de localización
de las estructuras pesadas (23%) se ajusta a la presencia de los accesos vehiculares, es decir,
se encuentran ubicadas a lo largo de la carretera “El Transformador”, la calle de acceso a Cerro
Los Negros, la calle que da acceso a San Rafael y el borde de la carretera nacional La Guaira-Los
Caracas, al norte de la zona de estudio. Es claro que la accesibilidad juega un papel importante
en este aspecto debido al grado de dificultad que conlleva trasladar materiales de construcción
y otros accesorios a zonas con accesibilidad deficiente.

§ RESISTENCIA:

385
Muy Bajo
Muy Bajo
Sector Cerro
Sector LosNegros
Cerro Los Negros RESISTENCIA RESISTENCIA
Sectos
Sectos Cerro Los
Cerro LosBlancos
Blancos VARIABLE PUNTUACIÓN
VARIABLE PUNTUACIÓNCOLOR
CALIFICACIÓN
CALIFICACIÓN
Sector Barrio San Rafael Debil (33%) 3 Alta vulnerabilidad
Sector Barrio San Rafael
Sector Barrio El Rincón Fuerte (67%) Debil (33%)
2 3
Baja vulnerabilidad Alta vulnerabilidad
1
Sector Barrio El Rincón Fuerte (67%) 2 Baja vulnerabilidad

Figura 22. Capacidad de resistencia por región.

Se refiere a la capacidad de la estructura de soportar cargas longitudinales, no solo por


movimientos derivados de los flujos de agua torrencial sino incluso por movimientos propios
del suelo, como desplazamientos, erosión y asentamiento. Un aspecto que se debe resaltar
aquí es la importancia que tienen el tipo de paredes y los marcos de ventanas y puertas
dentro del cálculo de la resistencia de la estructura, ya que representan la mayor expresión
de tolerancia que puede soportar una vivienda ante eventos físicos que son transmitidos
de manera horizontal sobre la estructura. Dentro de los materiales a considerar se pueden
encontrar el bahareque, el bloque frisado y no frisado, la madera, el cartón y el zinc. Por lo
tanto, se consideran dos categorías de resistencia, a saber: a) Fuerte: aquellas paredes y marcos
de puertas y ventanas de las estructuras que están compuestas por materiales de construcción
resistentes, bien trabajados y en buen estado; y b) Débil: aquellas paredes y marcos de puertas
y ventanas de las estructuras que están realizadas con materiales poco resistentes o con
técnicas mal realizadas o con materiales adecuados pero en mal estado. De esta forma, a cada
variable se le asignó una calificación, donde la estructura no resistente tendrá una puntuación
3 de color rojo y la resistente será 1 de color amarillo. En tal sentido, se puede observar en el
siguiente gráfico que el 67% de las estructuras son fuertes (baja vulnerabilidad), sobre todo las
ubicadas en las zonas con menor pendiente que cuentan con buen acceso vehicular y peatonal
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

(caminerías). Pero las estructuras débiles (33%) de alta vulnerabilidad corresponden a zonas
en los extremos más altos de toda el área de estudio y en un terreno invadido recientemente,
propiedad del Hospital Psiquiátrico de Anare, que se puede asociar a los procesos de expansión
de la comunidad.

§ ESTADO:
Se refiere al aspecto físico que ha adoptado la estructura causado por el tiempo, mal uso de
la edificación y/o por un fenómeno físico natural. Por lo tanto, se consideran tres categorías de
estado, a saber: a) Bueno: se refiere a estructuras que no tienen filtraciones, grietas, humedad
o cualquier otro indicativo de deterioro o daño estructural; b) Regular: se refiere a estructuras
con deterioro o daño estructural poco significativo, además de aquellas construcciones no
terminadas; c) Malo: se refiere a estructura con deterioro o daño estructural muy significativo.
De esta manera, las variables se establecen asignándole una calificación a cada estructura,
donde la estructura en mal estado tendrá una puntuación 3 de color rojo, la estructura de
regular estado tendrá una puntuación 2 de color naranja y la estructura en buen estado será 1
de color amarillo. Se puede observar en el gráfico siguiente, que esta variable está distribuida
en forma más o menos aleatoria, sin embargo, existen sectores como las áreas de expansión
en donde se hace patente el predominio de estructuras en mal estado. Cabe destacar que
existen zonas con estructuras en mal estado cuya explicación va más allá del aspecto urbano.
Lo que sí se puede puntualizar es que menos del 30% de las estructuras están en buen estado,
ubicándose la mayoría en las zonas de menor pendiente de Cerro Los Blancos.

386

Muy Bajo VARIABLE PUNTUACIÓN CALIFICACIÓN

Sector Cerro Los Negros Malo (38%) 3 Alta vulnerabilid


Muy Bajo VARIABLE PUNTUACIÓN CALIFICACIÓN COLOR
Sectos Regular
3 (54%) Alta vulnerabilidad2 Media vulnerabilid
Sector Cerro Cerro Los
Los Negros Blancos Malo (38%)

Sectos Cerro Los Blancos


Sector Barrio San Rafael
Regular (54%) Bueno
2 (28%) 1
Media vulnerabilidad Baja vulnerabilid
Sector Barrio San Rafael Bueno (28%) 1 Baja vulnerabilidad
Sector Barrio El Rincón
Sector Barrio El Rincón

Figura 22b. Estado de conservación de la infraestructura.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

a.2 Cálculo de valores ponderados de vulnerabilidad para cada unidad de análisis espacial

Seguidamente a la selección de las capas temáticas, se utilizó como base de análisis la


estructura y se tomó en cuenta el número asignado a cada una de ellas; de este registro se
identificaron un total de 314 estructuras.
Posteriormente, todos los números correspondientes a cada estructura fueron ingresados a una
hoja de cálculo, donde se le asignó un valor respectivo a cada una de las variables en cuanto
a lo urbano los elementos de vulnerabilidad de la estructura (peso, resistencia y estado) y la
vulnerabilidad del servicio (disposición de aguas servidas y desechos sólidos); en cuanto a lo
social los elementos sobre el conocimiento del riesgo, tiempo viviendo en el barrio, número
de habitantes por casa y nivel de comunicación entre los vecinos. La suma algebraica de estos
valores definirá una primera aproximación a la determinación del valor de la vulnerabilidad
social-urbana integrada.
Además, aunque se elaboró una asignación de valoraciones a las categorías de cada variable,
se estableció un nuevo rango que define el grado de afectación de la combinación de las
variables sociales y urbanas para cada estructura, dividiendo en tres partes iguales el intervalo
cuantitativo comprendido entre 1,00 y 3,00 puntos:

1. BAJA VULNERABILIDAD: implica una escasa afectación negativa del aspecto en estudio
sobre la estructura. Va de 1,00 a 1,66.
2. MEDIA VULNERABILIDAD: considera rasgos de afectación del aspecto en estudio que
pueden afectar la estructura pero que pueden ser tratados y solucionados. Va de 1,67 a
2,33. 387
3. ALTA VULNERABILIDAD: En este punto la afectación negativa puede ser tan fuerte que no
permite ningún tratamiento para la solución del problema o mejora de la estructura. Va de
2,34 a 3,00.
Mientras el valor sea más cercano a 3 la vulnerabilidad será mayor y más difícil solucionar los
problemas derivados de ella. Con estas tres medidas y los rangos establecidos de acuerdo con la
distribución de las estructuras dentro del conjunto total de las estructuras evaluadas, se pueden
conocer aspectos importantes como la distribución de los valores dentro de estos rangos y así
saber lo vulnerable o no que resulta el área de estudio.
Adicionalmente, debido a que se consideró que no todos los factores de vulnerabilidad
individuales poseen el mismo grado de importancia en la conformación de la vulnerabilidad
integrada, los mismos fueron ponderados mediante un porcentaje que le dio un peso relativo a
cada valor asignado en su respectivo renglón. Los porcentajes asignados fueron los siguientes:

a.3 Superposición de mapas temáticos

Tabla 10

Vulnerabilidad urbana y social

Vulberabilidad urbana 60% Vulnerabilidad social 40%


Vulnerabilidad estructural 40%
Conocimiento del riesgo 35%
Valor
(Peso 33%, Resistencia 33% y Estado 33%)
Tiempo viviendo en el barrio 30%
Vulnerabilidad de los servicios 60% N° de habitantes por casa 20%
(Dispocición de aguas servidas 60% y Comunicación entre los vecinos 15%
Disposición de desechos sólidos 40%)
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

En esta fase, posteriormente al cálculo de valores ponderados de vulnerabilidad para cada


unidad de análisis espacial, se procedió a la superposición de los mapas temáticos.
El objetivo fundamental de esta superposición cartográfica es la evaluación específica de los
diferentes factores de vulnerabilidad que se presentan de manera individual en la estructura de
vivienda o combinadamente en cada sector del área de estudio, y con ello, la delimitación de
aquellas estructuras donde la combinación de dos o más factores de vulnerabilidad individual
implican la existencia de una alta vulnerabilidad social-urbana integrada. La vulnerabilidad
social-urbana se origina de la relación entre la vulnerabilidad urbana y la vulnerabilidad social,
que a continuación se desarrolla.

§ Vulnerabilidad urbana
La vulnerabilidad urbana se origina de la relación entre la vulnerabilidad estructural y la
vulnerabilidad de servicios, que se analizan a continuación:

388

Disposición de Disposición de
aguas servidas (60%) desechos sólidos (40%)

Vulnerabilidad de los servicios

Figura 23. Vulnerabilidad de servicios.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Vulnerabilidad estructural
La distribución porcentual del peso de las variables tomadas en consideración (estado de
la estructura y resistencia) dentro del análisis de las estructuras y cómo estas afectan su
vulnerabilidad está ajustado de acuerdo con su capacidad para hacer frente a una situación
de riesgo, ya sea por deslizamiento de tierra, movimiento telúrico o inundación, entre otros
posibles. De igual forma, a través de la variable referida al peso de la estructura, se considera
el aspecto relacionado con la forma como esta impacta el suelo donde se ubica; esto implicaría
la aceleración o, en el peor de los casos, la activación de fenómenos geomorfológicos tales
como movimientos rotacionales o deslizamientos longitudinales del terreno. A través de la
calibración del proceso y las visitas al sitio, se llegó a la conclusión de que las tres variables que
intervienen evaluando estos dos aspectos tienen el mismo peso porcentual, asignándosele 33%
a cada una.
Con la combinación ponderada de estos aspectos se obtiene una distribución particular de
los valores de vulnerabilidad estructural cuyas características principales son: a) existen pocas
estructuras de poca vulnerabilidad distribuidas en forma aleatoria en la zona de estudio;
b) Las estructuras con vulnerabilidad media se encuentran localizadas en zonas con buena
accesibilidad peatonal y vehicular, c) En cuanto a las estructuras con alto valor de vulnerabilidad,
las mismas se encuentran ubicadas en la parte alta de ambos cerros, en la parte sur del Cerro
Los Negros (al margen de un flujo de agua intermitente) y son particularmente predominantes
en el sector San Rafael.

389

Peso (33%) Resistencia (33%) Estado (33%)

Vulnerablidad estructural

Figura 24. Vulnerabilidad estructural.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Vulnerabilidad de los servicios

En cuanto a este aspecto es clara la preponderancia del impacto que ejercen las aguas servidas
por sobre los desechos sólidos debido a la capacidad de los líquidos para filtrarse en el suelo,
generando una degradación química de la roca y saturación de la porosidad del suelo, de
manera que, cuando un suelo es contaminado con aguas servidas, es imposible que recupere
sus características físico-químicas preexistentes; sin olvidar que los desechos sólidos tienen su
principal impacto a través de su acumulación y descomposición en la degradación química de la
roca y saturación de la porosidad del suelo en una menor medida que las aguas servidas, en la
obstrucción de cauces naturales de drenajes formando especies de diques y en la proliferación
de enfermedades. Al hacer la ponderación de estas dos variables, siempre validándolas en el
sitio, se tiene que las aguas servidas impactan en un grado mayor que los desechos sólidos,
por ello se le asigna 60% en su relación con los desechos sólidos (40%) para el cálculo de la
vulnerabilidad de los servicios.
Sobre esta combinación ponderada para la vulnerabilidad de los servicios, las estructuras que
no tienen sistema de recolección de aguas servidas están ubicadas en las partes más altas de
ambos cerros y en los nuevos asentamientos no controlados, consideradas como de expansión o
poco consolidadas. El mismo patrón se repite para los desechos sólidos debido a la ubicación de
los contenedores cerca de la carretera nacional La Guaira-Los Caracas, en la parte norte del área
de estudio que condena tanto a las partes altas de los cerros (Los Blancos y Los Negros), como a
los sectores ubicados en el extremo sur, a ser deficitarios en este servicio.

390

Vulnerabilidad Vulnerabilidad
estructural (40%) de servicios (60%)

Figura 25. Porcentaje de vulnerabilidad urbana.

§ Vulnerabilidad Urbana

La distribución porcentual del peso de las variables tomadas en consideración (vulnerabilidad


estructural y vulnerabilidad de los servicios) dentro del análisis de lo urbano y cómo estas afectan
su vulnerabilidad, está ajustado de acuerdo con su capacidad para generar una situación de riesgo
ambiental.
Ante ello, se puede apreciar que la vulnerabilidad de los servicios tiene un mayor impacto
ambiental que la vulnerabilidad de la estructura, ya que un alto nivel de mal manejo de la
descarga de los servicios cataliza un proceso de amenaza físico-natural. Por ello, se ha asignado
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

a la vulnerabilidad de los servicios el 60% de representación de la vulnerabilidad urbana y a la


vulnerabilidad estructural, el 40%. Cabe destacar que desde el punto de vista exclusivamente
urbano las estructuras con alta vulnerabilidad son relativamente pocas y se encuentran
ubicadas, casi en su totalidad, en los nuevos asentamientos no controlados y en las partes altas
de ambos cerros.

§ Vulnerabilidad social
La distribución porcentual del peso de las variables tomadas en consideración (conocimiento
del riesgo, tiempo en el barrio, número de habitantes y comunicación) para el análisis de lo
social y cómo estas afectan su vulnerabilidad, concuerda con su capacidad para hacer frente a
una situación de riesgo ambiental. De ese modo, se aprecia que entre todas las variables —un
alto conocimiento del riesgo y un bajo número de habitantes por casa— son las condiciones
óptimas para poder enfrentar al riesgo, ya que un alto nivel de comunicación y un mayor
tiempo viviendo en el barrio no necesariamente es lo básico para enfrentarlo, aunque ayuda
a aminorarlo. De esta forma se le ha asignado una pequeña diferencia de valor entre ambas,
asignando a la variable conocimiento del riesgo el 35% de representación de la vulnerabilidad
social, a la variable número de habitantes por casa el 30%, representando en conjunto con
la anterior el 65% de la variable social. El resto porcentual de la vulnerabilidad social lo
conforman las variables sobre el tiempo viviendo en el barrio (20%) y comunicación entre
vecinos (15%).

391

Conocimiento del Tiempo en el barrio N° habitantes por Comunicación entre


riesgo (35%) (20%) casa (30%) vecinos (15%)

Vulnerabilidad social.

Figura 26. Vulnerabilidad social.


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

§ Vulnerabilidad social-urbana
La distribución porcentual del peso de las variables tomadas en consideración (vulnerabilidad
urbana y vulnerabilidad social) dentro del análisis social-urbano y cómo estas afectan su
vulnerabilidad, está ajustado de acuerdo con su capacidad para generar una situación de
riesgo ambiental. De ese modo, se puede apreciar que la vulnerabilidad urbana tiene un mayor
impacto ambiental que la vulnerabilidad social; ya que un alto nivel de mal asentamiento de
estructuras y servicios urbanos cataliza un proceso de amenaza físico-natural, aunque un
buen manejo de la vulnerabilidad social puede disminuir este impacto urbano negativo.
De esta forma se le ha asignado una pequeña diferencia de valor entre ambas, pero dando
mayor preponderancia a la vulnerabilidad urbana con 60% y a la vulnerabilidad social, 40%,
representando en conjunto a la totalidad de la vulnerabilidad social-urbana. También se
puede observar en el gráfico siguiente que la mayor concentración de estructuras con alta
vulnerabilidad social-urbana se encuentra ubicada en los nuevos asentamientos no controlados
y en las partes altas de ambos cerros.

392

Vulnerabilidad urbana Vulnerabilidad social


(60%) (40%)

Vulnerabilidad social-urbana

Figura 27. Vulnerabilidad social-urbana.


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

a.4 Transformación de las estructuras en polígonos o áreas de análisis

Tomando en consideración que en los análisis de riesgo ambiental, las capas de información
inherentes a la amenaza física y a la vulnerabilidad social deben representar de la manera
más exacta posible las condiciones reales de los componentes físicos y sociales del espacio
analizado, en la mayoría de los casos dichas capas de información deben ser acondicionadas
para que las unidades resultantes de riesgo ambiental reflejen escenarios coherentes con su
dinámica.
Atendiendo a estos requerimientos, y tal como se observó en el punto correspondiente al
análisis de amenaza, las capas de información respectivas a la hidrografía y los procesos
morfodinámicos debieron ser modificadas mediante “buffers” o polígonos envolventes que
permitieron considerar las áreas de influencia de los procesos puntuales como cicatrices de
despegue o flujos de escorrentía superficial, los cuales influyen determinantemente en la
condición de amenaza de los sectores analizados.
En el caso particular del análisis de vulnerabilidad social-urbana, donde la caracterización,
análisis y evaluación de la información básica requerida fue restringida a las estructuras
residenciales debido a que el dato esencial sobre lo urbano y lo social se obtuvo del Registro
de Estructura y del Censo Social, por ello fue más fácil elaborar polígonos envolventes
que consideraran, al igual que en el caso de las variables físicas, el área de influencia de las
estructuras residenciales y representar así una mayor distribución espacial de las áreas de
vulnerabilidad, más allá de la información individual que se recolecta en cada una de las
estructuras.
Por todo lo anterior, es importante destacar que la elaboración de estos polígonos, además 393
de permitir la construcción de polígonos que agruparan viviendas con el mismo grado de
vulnerabilidad, hizo posible que todos los sectores del área de estudio tuviesen alguna
valoración de vulnerabilidad para el análisis de riesgo, lo cual es muy importante, ya que en
sectores tan densamente poblados como los existentes dentro del área de estudio, la presencia
de espacios sin valores de vulnerabilidad (sin la presencia de viviendas) y por tanto sin valores
de riesgo, sería una condición muy poco ajustada a la realidad; además, las estructuras poseen
espacios abiertos, tales como patios traseros y áreas comunes que deben agruparse en su
valoración, ya que no solo la vivienda es vulnerable.
Adicionalmente, y bajo esta misma premisa, algunos de los polígonos de vulnerabilidad
generados para el área de estudio fueron eventualmente ampliados en función de la dinámica
natural del área, de forma que se abarcaran aquellos espacios que aun sin contar con la
presencia de estructuras, se encuentran bajo la influencia de procesos como deslizamientos
rotacionales o laminares, los cuales al producirse en posiciones altas, igualmente son capaces de
afectar las estructuras residenciales localizadas aguas abajo de sus lugares de activación.
A este respecto, la transformación de las estructuras a polígonos de análisis o mejor dicho a la
determinación de su área de influencia, se elaboró de acuerdo con los siguientes criterios: a) la
relación de la estructura con respecto a las curvas de nivel; b) la relación de la estructura con
respecto a la condición y forma del terreno sobre el cual esta asentada, y c) la cercanía con otras
estructuras de la misma clase de vulnerabilidad para su agrupación, de manera que el proceso
de transición se puede observar en el siguiente gráfico:
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Estructura definidas de Área de influencia de las Área definidas de


vulnerabilidad social-urbana estructuras por nivel de vulnerabilidad social-urbana
vulnerabilidad social-urbana

Figura 28. Áreas vulnerables.

a.5 Clasificación de unidades de vulnerabilidad

394 Finalmente, y una vez calculados los valores de vulnerabilidad integrada para cada uno de los
polígonos identificados y considerados en la evaluación, se procedió a la clasificación de los
mismos en tres niveles o categorías que estuvieron definidas por rangos numéricos, los cuales
se fijaron mediante intervalos de clases calculados a partir de los valores máximos y mínimos
posibles.
Posteriormente, a cada uno de estos tres niveles o categorías de vulnerabilidad integrada se
le otorgó un color, que luego fue asignado a cada polígono analizado en función de su valor
respectivo de amenaza integral. Esta asignación, que fue desplegada en las bases cartográficas
a escala 1:1 000 utilizadas para la representación de los componentes urbanos y sociales
evaluados en el estudio, permitió apreciar de forma rápida y precisa la distribución espacial
de las unidades de vulnerabilidad, la cual servirá de base para la determinación del riesgo
ambiental.
Los niveles o categorías de vulnerabilidad integrada, con sus respectivos intervalos de clase y
colores asignados, se presentan en la siguiente tabla:

Tabla 11

Niveles de vulnerabilidad integrada

NIVELES DE INTERVALOS DE CLASE COLOR


VULNERABILIDAD INTEGRADA CORRESPONDIENTE ASIGNADO
Alto ≥ 2,34

Medio 1.67 - 2.33


Bajo ≤ 1,66

0.94 - 1.46

=0.93
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

b. Análisis de resultados de la vulnerabilidad

Una vez cumplidas las diferentes etapas o fases metodológicas que fueron consideradas
indispensables para la determinación de la vulnerabilidad integral en los barrios Cerro Los
Negros, Cerro Los Blancos, San Rafael y El Rincón, se llegó a la elaboración definitiva del “Mapa
de vulnerabilidad social-urbana”, en el cual se muestra la distribución espacial de las unidades
de vulnerabilidad resultante de las diferentes áreas consideradas en el estudio.
En este mapa, que posteriormente fue utilizado como una capa de información básica para
el análisis de riesgo ambiental del estudio, se exponen los tres niveles o categorías de
vulnerabilidad que han permitido discriminar los distintos espacios del área de estudio con base
en las condiciones sociales y urbanas que afectan negativamente las estructuras residenciales,
de servicios o conducta de los grupos humanos.

Tabla 12

Niveles de vulnerabilidad

Alta vulnerabilidad 31,24%

Media vulnerabilidad 11,17%

Baja vulnerabilidad 39,42%

Sin vulnerabilidad 18,17%

395

Figura 29. Áreas vulnerables.

Es muy importante destacar que el mapa definitivo de vulnerabilidad social-urbana elaborado


para este estudio, a pesar de que ha contado con un exhaustivo levantamiento, análisis y
procesamiento de información que ha servido de base para su realización, representa solo
un esquema o modelo aproximado de cómo se distribuyen y de cuáles son las variables que
determinan las condiciones sociales y urbanas que potencian la vulnerabilidad del área
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

estudiada; por lo cual se sugiere ir registrando las condiciones históricas a nivel urbano que
vayan afectando la zona, así como la capacitación y sensibilización de sus habitantes.
Partiendo de estas premisas fundamentales, y tal como se puede observar anexo en el Mapa
N° 2 Vulnerabilidad social-urbana y en el siguiente gráfico, el cual se expone a continuación,
se tiene que en términos generales existe una relativa proporcionalidad entre las superficies
ocupadas por los diferentes niveles o categorías de vulnerabilidad, teniéndose la siguiente
distribución porcentual para cada una de ellas.
En el área determinada como Sin vulnerabilidad, la cual ocupa el 18,17%, no existen viviendas
y si existía alguna vivienda no pudo ser identificada al estar bajo matorrales para la fecha en
que fue levantado el registro de estructura en noviembre de 2004, por ello no se pudo catalogar
la vulnerabilidad.
En términos específicos, las unidades catalogadas de Baja vulnerabilidad, las cuales ocupan el
39,42% de la superficie total del área de estudio, se distribuyen al centro y norte del sector
Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos, así como en pequeñas áreas del barrio San Rafael y casi
sin presencia en el barrio El Rincón.
Las variables que determinaron la existencia de este nivel de vulnerabilidad dentro de estos
espacios, fueron fundamentalmente la presencia de una buena disposición de las aguas servidas
y desechos sólidos por la cercanía a los servicios de recolección formales con la existencia de
estructuras de viviendas resistentes y en la mayoría de los casos, ligeras (exceptuando las partes
bajas de la montaña de Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos), así como un buen conocimiento
del riesgo, con más de 21 años viviendo los jefes de familia en el barrio.

396 Es de hacer notar que, a pesar de que muchas de estas unidades descritas presentan las
condiciones idóneas desde el punto de vista de su nivel de vulnerabilidad, coexisten con
unidades muy inestables que eventualmente podrían promover el incremento de este nivel.
Si se pudiera establecer cuál de los cuatro sectores de análisis es el menos vulnerable dentro
del área de estudio, este sería el sector Cerro Los Negros y luego en una menor medida, Cerro
Los Blancos.
En cuanto a las unidades clasificadas como de Vulnerabilidad media, las cuales ocupan el
11,17% de la superficie total del área de estudio, se distribuyen de manera aleatoria en toda la
zona de estudio y en pequeñas proporciones concentradas, en cada uno de los cuatro sectores.
Las variables que determinaron la existencia de este nivel de vulnerabilidad dentro de estos
espacios, fueron fundamentalmente el contraste del gran peso de las estructuras contra su
buena resistencia y regular estado físico, además del contraste de la buena disposición de las
aguas servidas contra el mal manejo de los desechos sólido, más que todo hacia las zonas de
expansión de los cuatro barrios, así como el gran contraste de las pocas viviendas con más de 7
habitantes contra un buen conocimiento del riesgo, más de 21 años viviendo en el barrio y una
regular comunicación entre los vecinos en toda el área de estudio.
Además de esto, las áreas definidas dentro de esta categoría de vulnerabilidad, también se
encuentran condicionadas en sus adyacencias por unidades muy inestables que eventualmente
podrían promover el incremento de dicho nivel.
Si se pudiera establecer cuál de los cuatro sectores de análisis tiene una vulnerabilidad de
grado medio dentro del área de estudio, sería el sector Cerro Los Blancos, aunque es importante
advertir que este sector tiene una proporción espacial más grande hacia la baja vulnerabilidad
que este de grado medio.
Finalmente, las unidades que han sido definidas dentro de la categoría de Vulnerabilidad
alta, las cuales ocupan una extensión proporcional de 31,24% del área de estudio, y que se
distribuyen casi todo al sur de la misma, donde se puede ubicar a los barrios El Rincón y San
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Rafael, y en una menor área de presencia e impacto dentro de cada barrio se puede encontrar
en Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos. Es importante advertir, y así se verá en el siguiente
párrafo, que el fenómeno que genera mayor vulnerabilidad es más de origen urbano que social.
Las variables que determinaron la existencia de este alto nivel de vulnerabilidad dentro de
estos espacios, fueron fundamentalmente la debilidad y mal estado de las estructuras tanto
en áreas de expansión como en áreas consolidadas de la zona de estudio, además de la mala
disposición de las aguas servidas y desechos sólidos tanto por el precario diseño de la red y
disposición de estos servicios, la lejanía a los servicios de recolección formales como la falta
de una recolección externa regular por parte de las autoridades pertinentes al aseo urbano, así
como la presencia de nuevas familias con menos de 5 años viviendo en el barrio y una mala
comunicación entre los vecinos de esa zona, más que todo en los barrios San Rafael y El Rincón,
y en las partes altas de Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos.
Esta condición particular hace que los espacios que comprenden esta categoría sean sectores en
los que, además de tener una gran dificultad para su acceso y de existir una mayor propensión
a la producción de fenómenos con potenciales extremadamente perjudiciales, se presentan
mayores dificultades técnicas para el control y prevención de sus efectos negativos.
Si se pudiera establecer cuál de los cuatro sectores de análisis tiene una vulnerabilidad de
grado alto dentro del área de estudio, sería claramente establecido el sector donde se ubica el
barrio El Rincón y en una menor medida, el barrio San Rafael.

397
3 riesgoAnálisis de

En los capítulos anteriores se había planteado que a partir de la década de los noventa la
concepción fisicalista de los desastres (que son ocasionados solo por una amenaza física) dio
un viraje significativo y asumió un enfoque más social hacia la problemática. También se expuso
que existía una diferencia entre desastre y riesgo, concibiendo al desastre como un riesgo no
manejado.
398 En consecuencia, el manejo de un riesgo puede bajar las probabilidades de que pueda ocurrir
un desastre, objetivo principal de este informe N° 4, que intenta analizar los componentes
físico-naturales y socio-urbanos de los barrios Cerro Los Negros, Cerro Los Blancos, San Rafael
y El Rincón, ubicados en Anare, de la parroquia Naiguatá del estado Vargas, con el fin de
determinar las áreas potenciales para la reorganización urbana de las estructuras residenciales y
de servicios para convertirlos en espacios seguros. Dichos resultados serán la base del próximo
informe N° 5 sobre el diseño del conjunto urbano.
Es importante advertir nuevamente que en el presente estudio se parte de la premisa de que
la amenaza-físico natural se trabaja a través de acciones ingenieriles de mitigación, es decir
acciones de reducción y no de eliminación; y la vulnerabilidad social-urbana se trabaja a través
de acciones humanas de prevención, en cuanto a la capacitación y organización comunitaria e
institucional.
Ante ello, se seguirá con la propuesta para el manejo del riesgo expuesto en la obra
“vulnerabilidad: el entorno social, político y económico de los desastres”, donde se sugiere
combinar analíticamente las ciencias sociales y naturales a través de un modelo de “presión
y liberación” (Modelo PAR-pressure and release), asegurando que el concepto de vulnerabilidad
es decisivo para entender los desastres y su prevención o mitigación, donde se explora hasta
qué punto y cómo la población puede lograr acceso a los recursos limitados —y como dicen
sus autores— tener cierta admiración por la habilidad de la población para “sobrevivir” a la
pobreza y aun a las calamidades, en problemas tales como la recuperación de las viviendas
después de los desastres y el crecimiento de la vulnerabilidad de los desastres en contextos de
urbanización rápida.
Este modelo PAR establece que estar bajo el riesgo se demuestra cuando la posibilidad de que
las características de la población coincidan en tiempo y espacio con una amenaza natural que
“activa un evento” al cual han quedado vulnerables.
Por esta razón es importante diferenciar que cuando en un espacio físico no hay presencia
o acción humana, no existe la vulnerabilidad; por ende, no existe riesgo sino solamente
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

una amenaza físico-natural y viceversa, ya que el riesgo es la integración de la amenaza y la


vulnerabilidad. En consecuencia, para efectos del territorio del estado Vargas, desde el momento
en que hay presencia del hombre hay presencia del riesgo.
Además, se debe aclarar que la palabra vulnerabilidad tiene un significado corriente de “estar
propenso a o ser susceptible de daño o perjuicio”, para efectos de este trabajo, como se
señaló en el capítulo de vulnerabilidad, se utilizará, en principio un concepto práctico como
la capacidad y seguridad que tiene una persona o grupo para anticipar, sobrevivir, resistir y
recuperarse del impacto de una amenaza natural.
Antes de comenzar el desarrollo del capítulo Análisis del riesgo es importante advertir que este
estudio tiene una limitación en el levantamiento de información con respecto a este análisis
al no considerar la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno riesgoso y la intensidad de un
posible fenómeno riesgoso, al menos cuantitativamente, ya que no se cuenta con estos estudios
históricos en estas áreas del estado Vargas, datos que deberían ser registrados y acumulados a
lo largo del tiempo.
De esta manera, hay que considerar que se debe sensibilizar a la comunidad para que sea ella
misma la que empiece a cuantificar un registro de las casas afectadas a nivel histórico a partir
del plano base elaborado, donde técnicamente se vaya actualizando y compilando año tras año.
En consecuencia, el diseño urbano tendrá también sus limitaciones con respecto a ello, pero
tanto el análisis de riesgo como el diseño urbano tendrán una base válida porque han contado
con un exhaustivo levantamiento de información.
A partir de ahora deben ser las comunidades quienes continúen el trabajo de registro de una 399
base de datos histórica de casa por casa que son afectadas por una amenaza físico-natural o
una vulnerabilidad social urbana, siendo este uno de los objetivos principales de los talleres
que se realicen con las comunidades, además de la gestión urbana.

3.1. Metodología para analizar el riesgo

La metodología que se utilizará para el análisis de riesgo se basará, a grandes rasgos, en dos
modelos que, como se ha mencionado, parten de la obra Vulnerabilidad: el entorno social,
político y económico de los desastres, el primero mencionado en la introducción de este
capítulo es el “modelo de presión y liberación” (Modelo PAR-pressure and release), que establece
que al evaluar el riesgo de desastre, la producción social de vulnerabilidad necesita considerarse
al menos con el mismo grado de importancia que se dedica a entender y atender las amenazas
naturales. En consecuencia, el riesgo afrontado por la gente tiene que considerarse como una
combinación compleja de vulnerabilidad y amenaza.
Como expresó en el primer capítulo del presente informe N° 4, la amenaza físico-natural se
refiere a los eventos naturales extremos que pueden afectar, individualmente o en combinación,
diferentes sitios en diferentes épocas. La amenaza tiene diferentes grados de intensidad y
severidad.
Este primer modelo metodológico que se va a utilizar en el análisis del riesgo, para efectos
del estudio sobre vulnerabilidad en situaciones específicas de amenaza, es una herramienta
relativamente simple que muestra cómo los desastres se presentan cuando las amenazas
naturales afectan a la gente vulnerable.
La base para la idea de la presión y la liberación (modelo PAR) es que el riesgo de un desastre
es la intersección de dos fuerzas opuestas: aquellos procesos que generan vulnerabilidad por un
lado y exposición física a una amenaza por el otro.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Ante ello, se hace indispensable la caracterización y evaluación de la denominada “amenaza”,


la cual, conjuntamente con la determinación de la “vulnerabilidad”, conforma la variable
integradora y fundamental de los análisis de riesgo específico. A este respecto, los componentes
asociados al análisis del riesgo se expresan a través de la siguiente fórmula:

R = (A+ V)
Donde:
R = Riesgo
A = Amenaza
V = Vulnerabilidad

El segundo modelo, denominado “modelo de acceso”, es un extenso análisis de los factores


principales en el modelo PAR que se relacionan con la vulnerabilidad humana y exposición a la
amenaza física, indica más específicamente cómo las condiciones necesitan cambiar para reducir
la vulnerabilidad y, por lo tanto, mejorar la protección y la capacidad para la recuperación.
En el modelo de acceso las amenazas por sí solas alteran el conjunto de recursos disponibles
para los hogares y alteran los patrones de recuperabilidad de diferentes grupos de personas, en
otras palabras, el modelo de acceso será el plan de contingencia, al conocer las acciones que se
deban informar, capacitar y ejecutar luego de haber ocurrido un evento de riesgo o desastre.
Sin embargo, para efectos de esta intervención —con este segundo modelo— solo se podrá
400
llegar a exponer y explicar a la comunidad de la zona de estudio, la necesidad de conocer el
mapa de riesgo de su barrio, así como la necesidad de instalar un centro de documentación del
riesgo en alguna edificación comunal del barrio, para compilar y tener acceso a la información
necesaria sobre la montaña y el asentamiento humano sobre ella, e ir comenzando a trabajar
y organizarse a nivel comunal para la formulación de proyectos y gestión de riesgo ante
las instituciones que sean pertinentes. Además, en paralelo, la comunidad deberá manejar
como mínimo las nociones básicas de una gestión urbana del Plan Especial Urbano, donde
establece las directrices de las zonas de alto riesgo y las zonas de consolidación urbana, es
decir, partiendo del estudio ejecutado, la comunidad podrá revisar y aprobar el reordenamiento
urbano con base en las zonas antes señaladas (zonas de riesgo y zonas de consolidación
urbana).
De manera que se continúa con el desarrollo del primer modelo denominado PAR en este
capítulo del análisis del riesgo. En la siguiente figura se presenta un esquema de este
modelo, estructurado en la idea de encontrar una progresión que conecte el impacto de un
desastre sobre la población a través de una serie de niveles de factores sociales que generan
vulnerabilidad. Aquí la explicación de vulnerabilidad tiene tres vínculos o niveles que conectan
el desastre con procesos que a veces son muy remotos y yacen en la esfera económica y
política.
Se observa en la siguiente figura el primer vínculo o nivel donde podría comenzar la progresión
de una vulnerabilidad, la más distante, serían las “causas de fondo” (o causas subyacentes),
un conjunto de procesos extensos, bien establecidos dentro de una sociedad y la economía
mundial. Las causas de fondo más importantes que dan origen a la vulnerabilidad son los
procesos económicos, demográficos y políticos. Estos afectan la asignación y distribución de
recursos entre diferentes grupos de personas.
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

Fuente: Este modelo se elaboró a partir del esquema presentado en la obra Vulnerabilidad: el entorno social, político
y económico de los desastres, de Pier Blaikie, Terry Canon, Ian Davis y Ben Wisner de la Red de Estudios Sociales en
Prevención de Desastres en América Latina. Año 1996, p. 30.

Figura 30. Modelo de presión y liberación. 401

Las causas de fondo reflejan la distribución del poder en la sociedad. La gente que es
económicamente marginal (como los invasores urbanos) o que viven en ambientes “marginales”
tienden a ser de importancia marginal para aquellos que tienen poder económico y político.
Según los autores de esta metodología, esta situación crea dos fuentes de vulnerabilidad para
esos grupos: a) su acceso a medios de vida y recursos que son menos seguros y provechosos
tiene posibilidades de generar mayores niveles de vulnerabilidad, y b) tienen probabilidades de
ser una baja prioridad para intervenciones del gobierno que traten de mitigar las amenazas.
Las presiones dinámicas son procesos y actividades que “traducen” los efectos de las causas
de fondo en vulnerabilidad de condiciones inseguras. Las presiones dinámicas canalizan las
causas de fondo hacia formas particulares de inseguridad que tienen que considerarse en
relación con los tipos de amenaza que afronta esta gente. Estos incluyen reducido acceso a
los recursos como resultado de la forma en que presiones locales o regionales tales como
un rápido crecimiento de población, rápida urbanización, desmejora la producción y uso del
suelo, invasiones sobre terrenos no apropiados para viviendas que es un claro ejemplo que se
manifiesta en el área de estudio.
Las condiciones inseguras son las formas específicas en las cuales la vulnerabilidad de la
población de estudio se expresa en el tiempo y espacio junto con una amenaza. Son ejemplos
los aspectos sociales y urbanos presentados en los capítulos anteriores.
La cadena de explicación que liga condiciones inseguras con presiones dinámicas y causas de
fondo se puede ilustrar observando algunas ideas de localizaciones peligrosas. La presencia de
población en lugares riesgosos a veces es el resultado de presiones económico-políticas más
amplias, que pueden desplazar grupos más débiles; o con respecto a la migración rural-urbana
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

en la zona de Anare, primero por el desarrollo agrícola-pesquero y su demanda comercial,


luego con la creación del Hospital Psiquiátrico que generaron y generan el rápido asentamiento
humano en tierras no aptas para vivienda pero que les ofrece un acceso rápido a un sector que
les demanda servicio y producción.
En cada uno de los casos la localización insegura está ligada por una serie de presiones
dinámicas que se pueden remontar hasta sus causas de fondo. Esto se ilustra en la figura
anterior, donde la vulnerabilidad que surge de condiciones inseguras se intercepta con una
amenaza física (evento activador) para crear un desastre, pero se explica solo por el análisis de
procesos dinámicos y causas de fondo que generan las condiciones inseguras.
En síntesis, se quiere expresar que las causas de fondo, las presiones dinámicas y las
condiciones inseguras están todas sujetas a cambio. Y en muchos casos los procesos implícitos
están cambiando más rápido que en el pasado, un ejemplo ilustrativo de esto sería el cambio,
modernización y reducción en costo de las técnicas y materiales de construcción para las
urbanizaciones.
Este trabajo de la disminución o eliminación de la vulnerabilidad se puede hacer a través de la
capacitación, planificación y aplicación de técnicas de urbanización y educación ambiental para
liberarse de la presión de una amenaza y disminuir el riesgo.
Partiendo de estas consideraciones, las fases metodológicas que fueron llevadas a cabo para la
evaluación sistemática del riesgo en los barrios Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos fueron las
siguientes:

402 a. Selección de capas temáticas en la evaluación del riesgo

En esta etapa solo se retomaron los mapas temáticos elaborados para la caracterización
de la amenaza y de la vulnerabilidad desarrollados en los capítulos 1 y 2 del presente
informe, los cuales representarán las variables o “factores de riesgo” y servirán de base para
la determinación de los indicadores específicos de la misma, como se puede observar en los
siguientes mapas:

Mapa 2
Amenazas y vulnerabilidad

Mapa de Amenazas Mapa de Vulnerabilidad


CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

b. Identificación de la asignación de valoraciones ponderadas a las categorías de cada variable

En esta etapa se identificaron las valoraciones definitivas de cada variable (amenaza y


vulnerabilidad), posteriormente a la preparación de las dos capas de información a ser utilizadas
para la determinación del riesgo y a partir del análisis detallado de cada una de estas variables
consideradas en los capítulos anteriores, donde se le otorgaron valores individuales a las
diferentes categorías discriminadas para cada unos de estos componentes.
A este respecto, los valores particulares asignados a cada variable consideradas en el estudio,
fueron los siguientes:

NIVELES DE AMENAZA INTERVALOS DE CLASE COLOR


INTEGRADA CORRESPONDIENTE ASIGNADO
Muy alto ≥2,24

Alto 1,95-2,23
Medio 1,47 - 1,94

Bajo 0,94 - 1,46

Muy bajo ≤0,93

NIVELES DE VULNERABILIDAD INTERVALOS DE CLASE COLOR


INTEGRADA CORRESPONDIENTE ASIGNADO
Alto ≥2,34

Medio 1,67-2,33
403
Bajo ≤1,66

Figura 31. Niveles de amenaza integrada.

c. Superposición de mapas temáticos

En esta fase, posteriormente a la identificación de los valores para cada categoría dentro de
cada variable, se procedió a la superposición de los mapas temáticos.
El objetivo fundamental de esta superposición cartográfica es la evaluación específica de los
diferentes factores de riesgo que se presentan en cada sector del área de estudio, y con ello, la
delimitación de aquellas unidades donde la combinación, por ejemplo, de altos niveles tanto de
amenaza como de vulnerabilidad implican la existencia de un alto riesgo.
Es importante destacar que las unidades utilizadas como áreas de análisis espacial para
la determinación de este riesgo, correspondieron a los polígonos de pendiente de la
amenaza debido a que al presentarse como las áreas de menor tamaño y de menor nivel de
generalización, se expusieron como espacios idóneos para integrar de forma detallada el resto
de los componentes físico-naturales y social-urbanos.

d. Cálculo de valores ponderados de riesgo para cada unidad de análisis espacial

Seguidamente a la superposición de mapas temáticos, la cual, como se planteó, utilizó como


base de análisis la capa de información clinométrica, se procedió a la enumeración sistemática
de todos y cada uno de los polígonos de pendiente, con el fin de poder realizar las operaciones
alfanuméricas que resultaron en la valoración ponderada de cada uno de los polígonos
analizados.
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CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

404 Figura 32. Polígonos analizados.

En esta enumeración se identificó un total de 4 406 polígonos resultantes.


Posteriormente, todos los números o identificadores correspondientes a cada polígono fueron
ingresados a una hoja de cálculo, donde se le asignó un valor respectivo a cada uno de los
factores de riesgo (amenaza y vulnerabilidad). La suma algebraica de estos valores definirá una
primera aproximación a la determinación del valor de amenaza integrada.
Adicionalmente, y debido a que se consideró que ninguno de los componentes de amenaza y
vulnerabilidad poseen el mismo grado de importancia en la conformación del riesgo, los mismos
fueron ponderados mediante un porcentaje que le dio un peso relativo a cada valor asignado en
su respectivo renglón. Los porcentajes asignados fueron los siguientes:

Vulnerabilidad 40%

Amenaza 60%

e. Clasificación de unidades de riesgo

Finalmente, y una vez calculados los valores de riesgo integrado para cada uno de los polígonos
identificados y considerados en la evaluación, se procedió a la clasificación de los mismos en
cinco niveles o categorías que estuvieron definidas por rangos numéricos, los cuales se fijaron
mediante intervalos de clases calculados a partir de los valores máximos y mínimos posibles.
Posteriormente, a cada uno de estos cinco niveles o categorías de riesgo integrado se le otorgó
un color, que luego fue asignado a cada polígono analizado en función de su valor respectivo
de riesgo integral. Esta asignación, que fue desplegada en las bases cartográficas a escala
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

1:1 000 utilizadas para la representación de los componentes físico-naturales y social-urbanos


evaluados en el estudio, permitió apreciar de forma rápida y precisa la distribución espacial de
las unidades de riesgo.
Los niveles o categorías de riesgo integrado, con sus respectivos intervalos de clase y colores
asignados, se presentan en la siguiente tabla:

Tabla 13

Niveles de riesgo integrado

NIVELES DE AMENAZA INTERVALOS DE CLASE COLOR


INTEGRADA CORRESPONDIENTE ASIGNADO
Muy alto ≥2,75

Alto 2,11-2,74

Medio 1,45 - 2,10

Bajo 0,81 - 1,44

Muy bajo ≤0,80

3.2. Análisis de resultados del riesgo

Una vez cumplidas las diferentes etapas o fases metodológicas que fueron consideradas 405
indispensables para la determinación del riesgo integral en los barrios Cerro Los Negros, Cerro
Los Blancos, San Rafael y El Rincón, se llegó a la elaboración definitiva del “mapa de riesgo”, en
el cual se muestra la distribución espacial de las unidades de riesgo resultante de las diferentes
áreas consideradas en el estudio.
En este mapa se exponen los cinco niveles o categorías de riesgo que han permitido discriminar
los distintos espacios del área de estudio con base en la probabilidad de ocurrencia de
procesos de amenaza y/o vulnerabilidad, que eventualmente puedan afectar negativamente las
estructuras residenciales, de servicios o los grupos humanos que de estas dependen.
Es muy importante nuevamente destacar que el mapa definitivo de riesgo elaborado para este
estudio, a pesar de que ha contado con un exhaustivo levantamiento, análisis y procesamiento
de información que ha servido de base para su realización, representa solo un esquema o
modelo aproximado de cómo se distribuyen y de cuáles son las variables que determinan los
fenómenos naturales, sociales y urbanos potencialmente destructivos del área estudiada,
además de ofrecer una información útil para la aproximación a una microzonificación del
riesgo más localizada al área de estudio a los trazos de la macrozonificación de riesgo del Área
de Protección y Recuperación Ambiental (APRA) elaborado por la Autoridad Única de Área del
Estadio Vargas (AUAEV).
Sumado, a esto, en los casos donde se puedan ejecutar los frentes de obras se deberá realizar
el estudio de riesgo específico que aplique. Nuevamente se sugiere el registro de los eventos
físicos naturales que vayan afectando la zona a través del tiempo, así como el registro de las
condiciones inseguras que ocasiona una vulnerabilidad social-urbana.
Partiendo de estas premisas fundamentales, y tal como se puede observar en el anexo Mapa N°
3 Riesgo Ambiental y en el siguiente gráfico, el cual se expone a continuación, se obtiene que el
mayor porcentaje del área analizada está comprendida por unidades de bajo y medio riesgo, los
cuales ocupan 31,68 y 29,65%, respectivamente, es decir casi más del 60% de toda el área de
estudio y se distribuyen ampliamente de manera aleatoria en todos sus sectores.
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Tabla 14

Porcentaje de riesgos

Riesgo muy alto: 8,35%

Riesgo alto: 27,76%

Riesgo medio: 29,65%

Riesgo bajo: 31,68%

Riesgo muy bajo: 2,57%

406

Figura 33. Áreas de riesgo.

 En términos específicos, las unidades catalogadas de Bajo y Muy bajo riesgo, las cuales dentro
de la zona de estudio ocupan el 31,68 y el 2,57%, respectivamente, distribuyéndose hacia
todos sus sectores, si acaso se pudiera establecer que existe una mayor área consolidada de
riesgo bajo es la cercana a la carretera nacional Naiguatá-Los Caracas y las que están detrás
del terreno del Hospital Psiquiátrico, donde prevalece la mayor parte de pendientes bajas
y alejadas de quebradas o cursos de agua intermitente; también el riesgo bajo es ocasionado
por la presencia de estructuras con una buena disposición de las aguas servidas y desechos
sólidos, por la cercanía a los servicios de recolección formales, son estructuras resistentes y en
la mayoría de los casos ligeras (exceptuando las partes bajas de la montaña de Cerro Los Negros
y Cerro Los Blancos), así como también la familia que la habita tiene un buen conocimiento del
riesgo con más de 21 años viviendo en el barrio.
En algunos espacios distribuidos dentro de estas mismas unidades de relieve, que presentan
algunas características o condiciones que incrementan la probabilidad de producción de
fenómenos destructivos, y que ocupan en conjunto una proporción superficial de 29,65%, se
han determinado las áreas de Riesgo medio, las cuales se encuentran dispersas dentro del
área de estudio y generalmente circundan espacios de amenaza hidrológica mayor. También el
riesgo medio es ocasionado por el contraste del gran peso de las estructuras contra una buena
CAPÍTULO II. CONSOLIDACIÓN DE INFORMES TÉCNICOS ELABORADOS POR CADA PAÍS

resistencia estructural y regular estado físico, además del contraste de la buena disposición
de las aguas servidas contra el mal manejo de los desechos sólido, así como también con el
contraste entre el hacinamiento en las viviendas contra el buen conocimiento del riesgo de
tienen las familias que la habitan con más de 21 años viviendo en el barrio, además de tener
una regular comunicación con los vecinos.
Estrechamente vinculados a estas unidades se encuentra dentro del área una importante
proporción de espacios más propensos a la acción de los procesos destructivos de mayor
magnitud e intensidad que han sido considerados como unidades de Riesgo alto y Muy alto,
las cuales ocupan 27,76 y 8,35%, respectivamente, de la superficie total del área de estudio.
Estas áreas se distribuyen principalmente sobre niveles de pendiente y de unidades de relieve
de alta inestabilidad geodinámica, sobre los flujos torrenciales y deslizamientos rotacionales o
laminares, los cuales se ven agravados por la alta cercanía de flujos de escorrentía superficial.
La acción combinada de estos factores específicos de amenaza física hace que los espacios
clasificados dentro de esta categoría estén expuestos constantemente a la producción de
fenómenos muy intensos y recurrentes de remoción de masas, que en numerosas oportunidades
han hecho colapsar las estructuras residenciales y de servicios que se ubican en esa zona de
riesgo. Además de la mala disposición de las aguas servidas y desechos sólidos tanto por el
precario diseño de la red y disposición de estos servicios que desde las estructuras mismas
se han diseñado y construido, así como la debilidad y mal estado de las estructuras debido
también a que corresponden a viviendas provisionales y mal construidas. Aunado a ello, hay
familias que habitan estas viviendas que no tienen más de cinco años viviendo en el barrio y
poseen una mala comunicación entre los vecinos, más que todo en los barrios San Rafael y El
Rincón, y en las partes altas de Cerro Los Negros y Cerro Los Blancos.
407
Esta condición particular hace que los espacios que comprenden esta categoría de alto
riesgo, sean sectores en los que, además de existir una mayor propensión a la producción de
fenómenos con potenciales extremadamente destructivos, se presentan mayores dificultades
técnicas para el control, la prevención o la mitigación de sus efectos negativos.
En conclusión, nuestra zona de estudio tiene tres niveles de riesgo que se distribuyen de la
siguiente manera:
Muy Bajo

Bajo y muy bajo riesgo 34%

Medio riesgo 30%

Alto y muy alto riesgo 36%

La zona que ocupa el bajo y muy bajo riesgo es el espacio para la consolidación urbana.
La zona que ocupa el riesgo medio es el espacio que debe ser revisado en primer término
sobre el grado de amenaza contra el grado de vulnerabilidad, para determinar las acciones
de consolidación urbana en cuanto a la identificación de las obras de mitigación de la
amenaza y a las acciones de mejoramiento urbano tanto de las viviendas como de los
servicios y capacitación sobre gestión urbana ambiental a la población para la reducción de la
vulnerabilidad.
La zona que ocupa el alto y muy alto riesgo es el espacio que debe ser revisado en segundo
término sobre el grado de amenaza contra el grado de vulnerabilidad, para determinar las
acciones de consolidación urbana en cuanto a la identificación de las obras de mitigación de
la amenaza y a las acciones de mejoramiento urbano tanto de las viviendas como de los
servicios y capacitación sobre gestión urbana ambiental a la población para la reducción de la
vulnerabilidad, así como establecer cuáles serán las barreras naturales y urbanas de crecimiento.
Referencias
bibliográficas
• CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. (1999).

• BALDÓ, J.; VILLANUEVA, F. (1998). Un Plan para los Barrios de Caracas. Caracas: CONAVI. Caracas: CONAVI.
15-16 Artículo 14. G. O. Ext. N° 5.392 del 22/10/99.

• BALDÓ, J.; VILLANUEVA, F. (1998). Op. cit. Caracas: CONAVI. p. 17.


408
• CONAVI. (2000). Términos de referencia para la instrumentación del Programa II Habilitación Física de
Zonas de Barrios del Decreto con rango y fuerza de Ley de Reforma del Decreto con rango y fuerza de Ley
que regula el Subsistema de Vivienda y Política Habitacional de fecha 26 de abril de 1999.

• CGR INGENIERÍA. (2000). “Estudio de crecidas de las cuencas del Litoral Central”. AUAEV, Caracas,
diciembre.

• CGR INGENIERÍA. (2000). “Estudio de rendimientos diarios de los principales ríos del Litoral Central y
Análisis de intensidad duración frecuencia de lluvias”, octubre.

• Cálculos Omar Hernández, firma personal, ABRAE, apoyado en CALTEC.


ANEXOS
410
MATRIZ DE PROCEDIMIENTO DE LA MESA TEMÁTICA DE SISMOS
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Ámbito de Trabajo Mapa de Peligros Mapa de Vulnerabilidad Mapa de Riesgos


CÓDIGO Fenómeno del Mapa de Riesgo
Variables Escala Variables Escala Niveles Escala
Ubicación de
edificaciones en
Magnitud 1:25 000 zonas de alto 1:25 000 Muy Alto 1:25 000
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES

potencial sísmico

Intensidad Tipología de Alto


edificación

Altura de edificación
Aceleración Medio

0001 Sismos Lima Población (grupos


Tipos de suelo etareos, condición Bajo
socioeconómica,
educación)

Elementos sensibles
Peligro sísmico (servicios básicos)

Educación
Vías de acceso
Aspecto ambiental
MATRIZ DE PROCEDIMIENTO DE LA MESA TEMÁTICA DE TSUNAMIS

Ámbito de Trabajo Mapa de Peligros Mapa de Vulnerabilidad Mapa de Riesgos


CÓDIGO Fenómeno del Mapa de Riesgo
Variables Escala Variables Escala Niveles Escala

Rutas de evacuación,
Altura de ola 1:10 000 1:10 000 Muy Alto 1:10 000
Zonas de refugio

Distancia de Tipología de Alto


Inundación edificación

Tiempo de arribo Altura de edificación Medio

0001 Tsunamis Lima


Velosidad de flujo Población Resiliencia Bajo

Elementos sensibles
Periodo de la ola (servicios básicos,
puertos)

Presencia de zonas
Fuente sísmica agrícolas Resiliencia
(sistema de alarma)
ANEXOS

411
412
MATRIZ DE PROCEDIMIENTO DE LA MESA TEMÁTICA DE INUNDACIONES

Ámbito de Trabajo Mapa de Peligros Mapa de Vulnerabilidad Mapa de Riesgos


CÓDIGO del Mapa de Riesgo
Variables Escala Niveles Variables Escala Niveles Escala
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Densidad 1:25 000 1:25 000


Geomorfología 1:25 000
poblacional 1:5 000 1:5 000

1:25 000 1:25 000


Precipitación 1:25 000 Nivel educativo
1:5 000 1:5 000

Edad de la 1:25 000 1:25 000


ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES

Tipo de suelos 1:25 000 población 1:5 000 1:5 000


Necesidades
0003a Local 3 (Alto, medio, básicas 4 (Muy alto, alto,
bajo) insatisfechas (nivel 1:25 000 medio, bajo) 1:25 000
Pendiente 1:25 000 socioeconómico, 1:5 000 1:5 000
luz, agua,
educación)
1:25 000 1:25 000
Uso del suelo
1:5 000 1:5 000

Tipo de vivienda
(material, altura, 1:25 000 1:25 000
número de pisos) 1:5 000 1:5 000
MATRIZ DE PROCEDIMIENTO DE LA MESA TEMÁTICA DE MOVIMIENTOS DE MASA

Ámbito de Trabajo Mapa de Peligros Mapa de Vulnerabilidad Mapa de Riesgos


CÓDIGO del Mapa de Riesgo
Variables Escala Niveles Variables Escala Niveles Escala
1:25 000 1:25 000
Geotécnica 1:25 000 Tipo de material
1:5 000 1:5 000

Nivel 1:25 000 1:25 000


Pendiente 1:25 000 socioeconómico 1:5 000 1:5 000

Inventario de mm 1:25 000 1:25 000


1:25 000 Nivel educativo
(registroshistóricos) 1:5 000 1:5 000

Densidad 1:25 000 1:25 000


0003 Local Cartografiado de mm 1:25 000 3 (Alto, medio, poblacional 4 (Muy alto, alto,
bajo) 1:5 000 medio, bajo) 1:5 000

Edad de la 1:25 000 1:25 000


Cobertura vegetal 1:25 000 población 1:5 000 1:5 000

Infraestructura 1:25 000 1:25 000


Precipitación 1:25 000
básica 1:5 000 1:5 000

1:25 000 1:25 000


Aceleración sísmica 1:25 000 Usos de suelos
1:5 000 1:5 000
ANEXOS

413
414
MATRIZ DE PROCEDIMIENTO DE LA MESA TEMÁTICA DE INCENDIOS FORESTALES

Ámbito de Trabajo Mapa de Peligros Mapa de Vulnerabilidad Mapa de Riesgos


CÓDIGO del Mapa de Riesgo
Variables Escala Variables Escala Variables Escala
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Condiciones
meteorológicas Área bajo régimen
(temperatura, 1:25 000 administrativo 1:10 000 1:50 000
humedad relativa, especial (ABRAE)
viento)
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES

Factor de Centros poblados


estacionalidad 1:25 000 (niños, adulto 1:10 000 1:50 000
mayor)
0004 Waraira Repano-Caracas (Alto, medio, bajo)
Incendios Líneas vitales (Vías
Forestales de comunicación,
Tipo de bosque 1:25 000 telefonía, tendido 1:10 000 1:50 000
eléctrico, servicio
básico)

Tipo de suelo 1:25 000 Economía (turismo) 1:10 000 1:50 000

Topografía Contaminación
1:25 000 ambiental (Salud) 1:10 000 1:50 000
MATRIZ DE PROCEDIMIENTO DE LA MESA TEMÁTICA DE VOLCANES

Ámbito de Trabajo Mapa de Peligros Mapa de Vulnerabilidad Mapa de Riesgos


CÓDIGO Fenómeno del Mapa de Riesgo
Variables Escala Variables Escala Variables Escala

1) Población:
- Procesos/Peligro: flujos de lava,
Mujeres, gestantes
caídas piroclásticas, flujos
y recién nacidos,
piroclásticos, lahares (flujos de
niños, adultos
lodo), avalanchas de escombros.
mayores, discapaci-
- Recurrencia y severidad.
tados, grado de
- Rango de tiempo: Holoceno.
educación quechua
- Bases cartográficas (DEM y
hablantes.
0001 Erupción Volcánica Volcán Ubinas topografía). 1:50 000 1:25 000 (Muy alta, Alta, 1:25 000
2) Económico:
- Geología del volcán. Volumen de Media, Baja)
Agricultura,
nieve/glaciar.
ganadería,
- Actividad histórica (reportes,
comercio turismo.
crónicas, etc.).
3) Infraestructura:
- Índice de explosividad volcánica
Establecimientos
(IEV).
de salud, vivendas,
- Características físico-químicas del
colegios.
magma.
4) Ambiental:
- Geomorfología del terreno.
Fuentes de agua,
- Dirección y altura de vientos.
calidad de aire
ANEXOS

415
416
MATRIZ DE PROCEDIMIENTO DE LA MESA TEMÁTICA DEL FENÓMENO “EL NIÑO”

Ámbito de Trabajo Mapa de Peligros Mapa de Vulnerabilidad Mapa de Riesgos


CÓDIGO Fenómeno del Mapa de Riesgo
Variables Escala Variables Escala Niveles Escala
CAUSADOS POR FENÓMENOS NATURALES

Población vulnerable
Nivel del mar por edad y género

Temperaturas Población dedicada a


1:50 000 actividades de pesca
del aire
ATLAS SURAMERICANO DE MAPAS DE RIESGO DE DESASTRES

Población dedicada
Precipitación a actividades de
agricultura
Infraestructura de
riesgo
Alto
2 FEN Cuenca del río Chira 1:25 000 Muy alto 1:10 000
Red de agua y
alcantarillado
Red eléctrica
Vivienda e
infraestructura vial
Salinización de
suelos
Erosión de suelos
Infraestructura de
salud y educación

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