Realizar buenas obras (Efesios 2:10). Relacionarnos con Dios (Hechos 17:26- 28). Ser santos y sin manchas delante de él (Efesios 1:4). DIOS ANHELA SALVAR A LA HUMANIDAD Él dota, capacita y comisiona a quienes aceptan la invitación de proclamar el evangelio de salvación.
El Espíritu Santo nos impulsa
y nos santifica para la tarea de la predicación. DEBEMOS PARTICIPAR EN SU OBRA
“Dios podría haber alcanzado su objeto de salvar a los
pecadores, sin nuestra ayuda; pero a fin de que podamos desarrollar un carácter como el de Cristo, debemos participar en su obra. A fin de entrar en su gozo—el gozo de ver almas redimidas por su sacrificio,—debemos participar de sus labores en favor de su redención”
(El Deseado de todas las gentes, 116).
El evangelismo y la ganancia de las almas son vitales, esenciales y necesarios, no solo para el pastor, sino para toda la congregación.
Somos llamados a “anunciar las virtudes de aquel que nos llamó de
las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9). LA OBRA PRINCIPAL “La obra de salvar a las almas por las cuales Cristo murió es superior a todas, es el asunto que debería atraer y ocupar las energías del ser. Hagan de esta la obra principal y más importante de su vida”. (Mensajes para los jóvenes, 159). EL PASTOR YSUS FUNCIONES
Funciones VEN (Vitales, Esenciales y Necesarias) que
incluyen:
La enseñanza y la predicación de la Palabra de Dios.
Atención a los miembros a través de la visitación y la
consejería. La administración de las ceremonias de la iglesia.
Realización de reuniones de la junta.
Manejo de otras necesidades internas de la congregación.
Es un organismo que tiene a Cristo como cabeza y en el que cada miembro, habiendo recibido dones espirituales, desempeña una función significativa.
Una iglesia vibrante, activa y saludable es
aquella en la que los miembros descubren, desarrollan y utilizan sus dones espirituales. Los pastores han de llevar a cabo un doble ministerio.
1. Alimentar a los miembros (Juan 21:15-17).
2. Capacitar a los creyentes y motivarlos a participar
en actividades que influyan sobre los que no han aceptado a Jesús. “La mejor ayuda que los predicadores pueden dar a los miembros de nuestras iglesias, no consiste en sermonearlos, sino en trazarles planes de trabajo. Dad a cada uno un trabajo que ayude al prójimo. Enseñad a todos que, por haber recibido la gracia de Cristo, tienen el deber de trabajar por él. Especialmente a las personas que hace poco aceptaron la fe, debe enseñárseles a colaborar con Dios. Si se los pone a trabajar, los abatidos se olvidarán muy pronto de su desaliento; el débil se tornará fuerte; el ignorante, inteligente; y todos aprenderán a presentar la verdad tal cual es en Jesús”. (Testimonios para la iglesia, T9, 68). Los pastores han de llevar a cabo capacitaciones para los miembros de la iglesia, especialmente relacionadas con la evangelización.
Se necesitan más obreros para la
tarea. Leer Mateo 9:35-38.
LIDERAZGO CAPACITADOR
Es un líder que ayuda a construir la confianza
y al aptitud de otros a través de una visión concreta, ayudándolos a tomar parte activa en esa visión y a utilizar sus talentos para llevarla a cabo. “El mandato que dio el Salvador a los discípulos incluía a todos los creyentes en Cristo hasta el fin del tiempo. Es un error fatal suponer que la obra de salvar almas sólo depende del ministro ordenado. Todos aquellos a quienes llegó la inspiración celestial, reciben el Evangelio en cometido. A todos los que reciben la vida de Cristo se les ordena trabajar para la salvación de sus semejantes. La iglesia fue establecida para esta obra, y todos los que toman sus votos sagrados se comprometen por ello a colaborar con Cristo”. (El Deseado de todas las gentes, 761). PARA ANALIZAR:
¿Qué propósito tiene Dios al darnos los dones
espirituales?
¿Para quién es el llamado a la evangelización y la
ganancia de almas un deber “vital, esencial y
necesario”?
¿Cómo puede el liderazgo capacitador aumentar la
eficacia del ministerio de evangelización de un pastor?