PUCPR La familia como institución social no es excluyente de aquellos que optan por convivir.
La familia no matrimonial ha logrado reconocimiento jurídico
del Estado, gracias a su mayor visibilidad y fuerza social.
En el caso de las uniones de hecho, nos enfrentamos a la
historia del no-matrimonio.
Se observa en los ordenamientos jurídicos tendencias a
proteger distintas formas familiares, y evitar el discrimen por nacimiento, origen o forma familiar. Convivencia no Enriquecimiento matrimonial Injusto Unión de Hecho Sociedad Doméstica Concubinato Matrimonio Queridato Comunidad de Unión Civil bienes atípica Pacto Civil de Solidaridad Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico: ◦ Articulo II, Sec. 1, Carta de Derechos: La dignidad del ser humano es inviolable. Todos los hombres son iguales ante la Ley. No podrá establecerse discrimen alguno por motivo de raza, color, sexo, nacimiento, origen o condición social, ni ideas políticas o religiosas. Tanto las leyes como el sistema de instrucción pública encarnarán estos principios de esencial igualdad humana. ◦ La Ley 17 de 20 de agosto de 1952: “Todos los hijos tienen respecto a sus padres y a los bienes relictos por éstos, los mismos derechos que corresponden a los hijos legítimos”. Constitucióndel Estado Libre Asociado de Puerto Rico: • Ocasio v Díaz, 88 DPR 676 (1963)
• El Art. II, Sec. 20, Carta de Derechos:
El derecho de toda persona a disfrutar de un nivel de vida adecuado que asegure para sí y para su familia la salud, el bienestar y especialmente la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios. El derecho de toda mujer en estado grávido o en época de lactancia y el derecho de todo niño, a recibir cuidados y ayudas especiales. Art. 152 CC: Patria Potestad: ◦ Corresponde a ambos padres conjuntamente, con independencia si están casados o no. ◦ Corresponderá a uno solo de los padres cuando: (1) El otro haya muerto, se encuentre ausente o esté impedido legalmente; (2) sólo uno lo haya reconocido o adoptado.
Art. 108 CC: Derechos de los hijos:
◦ El divorcio no privará en ningún caso a los hijos nacidos en el matrimonio de ninguno de los derechos o ventajas que por la ley les están señalados o que les correspondan por razón del matrimonio de sus padres Art. 107 CC: Cuidado de los hijos menores después del divorcio: • En todos los casos de divorcio los hijos menores serán puestos bajo el cuidado y la patria potestad del cónyuge que el Tribunal, en el ejercicio de su sana discreción, considere que los mejores intereses y bienestar del menor quedarán mejor servidos; pero el otro cónyuge tendrá derecho a continuar las relaciones de familia con sus hijos. Exposición de Motivos de Ley Núm. 100 de 2 de junio de 1976 que enmendó el Art. 107: ◦ El menor tiene derecho a gozar de la vida más saludable y satisfactoria posible luego del divorcio de sus padres y a quedar lo menos afectados posible por éste.
Rivera Aponte v Morales, 167 DPR 280
(2006): ◦ La muerte de la madre custodia no confiere automáticamente la custodia de un menor al padre sobreviviente. Filiación: • Ocasio v Díaz, 88 DPR 676 (1963): La normativa relativa a la filiación en Puerto Rico, posee como base fundamental la prohibición del discrimen por nacimiento que manda la Constitución. El TS resolvió que un reconocimiento de paternidad es para todos los efectos jurídicos y no limitado o relativo. Art. 152 A: Relaciones con tíos y abuelos: • en situaciones de ruptura familiar los padres con patria potestad no pueden impedir sin justa causa que sus hijos menores de edad se relacionen con sus abuelos. • Cuando se trate de un menor no emancipado fruto de una relación extramatrimonial tampoco podrá el padre o la madre o tutor que ejerza la patria potestad y custodia sobre dicho menor, impedir, sin justa causa, que éste se relacione con sus abuelos. Troxel v. Granville, 530 U.S. 57 (2000): • TSEU declaró inconstitucional una norma relacionada a los derechos de visita de niños menores de edad por ser excesivamente amplia, ya que comenzaba diciendo: “Any person may petition the court for visitation rights…”. Rexach v Ramírez, 162 D.P.R. 130 (2007): • El TSPR evaluó el Art 152A CC y determinó que cumple con los requisitos necesarios para garantizar el derecho de los padres, para determinar las personas con quienes se relacionan sus hijos.
• Peso de la prueba- lo tienen los abuelos
• La relación abuelo-filial contribuye al bienestar
general de los menores. • Ley de Adopción de Puerto Rico, Ley Núm. 61-2018 27 de enero de 2018: El articulo 30, según enmendado establece que pueden ser adoptantes dos (2) personas unidas en matrimonio o una pareja unida por relación de afectividad análoga o compatible a la conyugal, cuando adopten conjuntamente.… En Ortiz de Jesús v. Vázquez Cotto, 119 DPR 547 (1987) el Tribunal Supremo resolvió que: • Nunca… hemos reconocido que la relación concubinaria, por sí sola, pueda generar un "régimen matrimonial de hecho" con todos los aspectos jurídicos que ello conlleva; entre otros, la obligación de prestarse alimentos. El articulado de nuestro Código Civil que regula la institución de alimentos, en particular los debidos al cónyuge o ex cónyuge en estado de necesidad económica, parten del supuesto de un matrimonio legalmente constituido. Alimentos a menores de edad: • Chévere v Levis, 150 DPR 523 (2000): Para establecer una pensión alimentaria es compulsorio el descubrimiento de prueba sobre la situación económica del alimentante. Si el alimentante no custodio admite su capacidad económica para satisfacer los gastos y necesidades de los menores de edad, no tendrá que descubrir sus ingresos. • Chévere v Levis, 152 DPR 492(2000): Criterios para establecer pensión cuando se acepta capacidad: Estilo de vida que tiene derecho el menor, según lo que disfrutaron o fueron acostumbrados Estilo de vida del alimentante Necesidades del menor
• Ferrer García v González, 162 DPR 172 (2004):
Cuando la capacidad económica del alimentante no está en controversia no procede descubrimiento de prueba alguno respecto a su estilo de vida. El concubinato es la relación estable entre dos personas que cohabitan públicamente, haciendo vida marital, sin estar unidos en matrimonio. A este tipo de relación también se le ha denominado como unión libre, unión de hecho, unión consensual, unión irregular, entre otros, y su alcance ha ido modificándose y evolucionando progresivamente. Surge de la unión voluntaria entre dos personas solteras, que han convivido públicamente por un tiempo relativamente largo sin estar unidos en legítimo matrimonio, pero que podrían contraerlo legalmente, si así lo desean. A pesar de que la Asamblea Legislativa no ha legislado para regularla, nuestro Tribunal Supremo, aplicando principios ordenadores de otras figuras jurídicas como la comunidad de bienes y la doctrina del enriquecimiento injusto ha regulado los aspectos patrimoniales ha reconocido la figura de la comunidad de bienes como el régimen económico aplicable en algunos casos en los cuales dos personas viven en concubinato. La comunidad de bienes existe "cuando la propiedad de una cosa o de un derecho pertenece pro indiviso a varias personas". "A falta de contratos o disposiciones especiales se regirá la comunidad por las prescripciones de los artículos 326 a 340 (secs. 1271 a 128, Código Civil de Puerto Rico". El Art. 327 del Código Civil dispone: "[e]l concurso de los partícipes, tanto en los beneficios como en las cargas, será proporcionado a sus respectivas cuotas. Se presumirán iguales, mientras no se pruebe lo contrario, las porciones correspondientes a los partícipes en la comunidad.“ Le corresponde al que reclame la disolución y liquidación de la comunidad de bienes "probar que se aportó esfuerzo y trabajo para producir o aumentar el capital objeto de la reclamación[...]". Como dispuso el Tribunal Supremo en Domínguez Maldonado v.E.L.A., una concubina o un concubino posee un interés propietario en aquellos bienes adquiridos o en el aumento en valor de esos bienes durante la relación concubinaria "como resultado del esfuerzo, labor y trabajo aportados conjuntamente". Con la aportación de bienes o de esfuerzo se constituye una comunidad de bienes, por lo que nuestro ordenamiento le ha reconocido a un concubino el derecho de instar una acción de disolución y liquidación de comunidad de bienes. Toda vez que la comunidad de bienes nunca se presume, la jurisprudencia ha delimitado las circunstancias bajo las cuales se puede conformar la misma entre los concubinos, a saber • (1) por pacto expreso; • (2) por pacto implícito; • (3) para evitar un enriquecimiento injusto. Pacto expreso-se trata de un contrato o convenio por el que se crea una comunidad de bienes de origen voluntario. No tiene requisitos de forma, por lo que puede ser verbal o escrito. No obstante, si el pacto es verbal, el mismo debe acreditarse por medio de prueba documental, testifical o por presunciones admisibles en derecho. Pacto implícito -es un tipo de contrato que surge cuando una persona realiza un determinado acto o adopta un comportamiento, que, sin declarar abiertamente voluntad alguna, permite inducir o inferir que tal voluntad existe y la presupone necesariamente. La existencia de este tipo de contrato se deduce de la relación humana y económica que existe entre las partes durante la convivencia concubinaria. Esa relación humana entre las partes se considera, no para encontrar en ella la voluntad de contratar, sino como trasfondo o escenario en que se hacen entendibles las relaciones económicas entre las partes, y que forman un comportamiento del que se puede inferir que existe una voluntad constitutiva de comunidad de bienes. En el acuerdo implícito se requiere probar que de la relación humana y económica entre los concubinos, éstos se obligaron implícitamente a aportar y efectivamente cada uno aportó bienes, esfuerzo y trabajo para beneficio común. En caso que no se pruebe la existencia de la comunidad de bienes, cualquiera de los concubinos podría probar que aportó bienes, valores y servicios, que estos produjeron ganancias, y como un acto justiciero para evitar el enriquecimiento injusto de la otra parte, reclamar el valor de dichos bienes, valores y servicios y sus correspondientes ganancias. No obstante, cuando el reclamante fundamenta su participación económica, sobre los bienes generados durante el concubinato, en la figura jurídica del enriquecimiento injusto, no puede ampararse en la presunción de igualdad en la proporción de las cuotas que dispone el Art.327. Dicho presunción sólo se activa cuando se establece que entre los concubinos se originó una comunidad de bienes por pacto expreso o implícito. Por esto, si una parte alega que la participación económica de la otra es menor, debe rebatir la presunción bajo el estándar de preponderancia de la prueba, probando el valor de la participación, esfuerzo y trabajo en los bienes adquiridos y objeto de reclamación por el concubino. Si la persona contra la cual se establece la presunción no presenta evidencia para rebatir el hecho presumido, el juzgador viene obligado a deducirlo, quedando tal hecho establecido. Por el contrario, si la parte contra la cual se establece la presunción, presenta evidencia en apoyo de la determinación de la no existencia del hecho, la parte a la cual le favorece la presunción debe persuadir al juzgador de que el hecho presumido sí existe. Torres v. Roldán, 67 DPR 367 (1947): • Se pueden generar derechos entre los concubinos siempre y cuando éstos posean un convenio expreso o implícito a esos efectos. • En ausencia del convenio (expreso o implícito), puede existir derecho a una participación en la proporción en que sus fondos hayan aportado, ello para evitar el enriquecimiento injusto. Cruzv. Sucn Landrau, 97 DPR 578 (1969): • Reiteró la norma de Torres v. Roldán y estableció correctamente que la comunidad de bienes entre concubinos termina cuando uno de ellos contrae matrimonio.
Carrero v. Sánchez, 103 DPR 77 (1974):
• En un pleito sobre división de comunidad de bienes instada por una concubina, tanto el marido como la esposa (miembros de la Sociedad Legal de Gananciales) son partes indispensables. Caraballo v. Acosta, 104 DPR 474 (1975): • Se reconoce participación a una “concubina”. • Se crea una comunidad de bienes entre la concubina y la Sociedad Legal de Gananciales • Le compete demostrar a la SLG que la participación de la concubina es de menos de 50%. • Esta opinión es un error doctrinal que debe ser corregida por el Tribunal Supremo. Quetglass v Carazo, 134 DPR 644 (1993): • los bienes comprados con dinero ganancial, aunque aparezcan inscritos a nombre de terceras personas en el Registro de la Propiedad, pertenecen a la sociedad. Rodríguez v. Moreno, 135 DPR 623 (1994): • las relaciones extramatrimoniales de dos personas casadas con otras dos, puede generar una comunidad de bienes atípica entre ambas sociedades legales de gananciales. • Son partes indispensables todas las personas cuyos derechos se pueden ver afectados. Perjuicio o Beneficio de la Sociedad de Gananciales ◦ Para proteger la igualdad habría que esperar el resultado de la gestión unilateral, lo que significa que es válida si hay beneficios y no lo es si hay pérdidas o deudas.
◦ Mientras tanto, el cónyuge que se entere que el
otro está utilizando dinero u otros bienes en su queridato, tendría que probarlo cuando se liquide la comunidad de bienes post gananciales. Domínguez v. ELA, 137 DPR 954 (1995): • Se iguala la protección de la esposa a la de la concubina respecto a los bienes adquiridos. • En la opinión disidente el Juez Negrón García expresa que la opinión mayoritaria resolvió contrario a la prueba presentada, ya que ignoraron una declaración jurada suscrita en vida por el marido, la cual establece que hubo una relación económica en donde ambos trabajaron y aportaron para beneficio común. También establece que se resolvió contario a lo resuelto en el caso de Caraballo v. Acosta, 104 DPR 474 (1975). • Actualmente y a tenor con la Ley 62-2018 los cónyuges en este caso tendrían el régimen de sociedad legal de gananciales