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La enfermedad por coronavirus (COVID-19), que comenzó

específicamente en China en el mes de Noviembre del 2019, se ha


convertido en una pandemia en pleno desarrollo. Además, ha
afectado al sistema de atención de salud en todo el mundo. Hoy
en día, las cifras de contagios son elevadas y demuestran la
capacidad de extensión que tiene este nuevo virus denominado
como SARS-CoV-2 y que hasta la presente fecha ha acarreado el
fallecimiento e infección de miles de personas. Dicho virus, se ha
convertido en uno de los grandes enemigos de la humanidad en la
actualidad, obligando a las personas a vivir a diario en situación
de alerta. Por tal motivo, las medidas de bioseguridad son
nuestras principales aliadas y han sido de vital importancia para
evitar el riesgo para la salud proveniente del medio ambiente y de
la exposición directa a los diversos agentes biológicos causantes
de las diversas enfermedades que aquejan al mundo.

Las medidas de bioseguridad son un conjunto de normas y


protocolos aplicadas en múltiples procedimientos y destinadas a
prevenir el riesgo biológico derivado de la exposición a agentes
potencialmente infecciosos o con cargas significativas de riesgo
biológico, químico y físicos, como por ejemplo el manejo de
residuos especiales, almacenamiento de reactivos y uso de
barreras protectoras entre otros. Son diferentes estrategias para
confrontar y en la medida de lo posible evitar los riesgos
relevantes para la vida y la salud humana, animal y vegetal. Por
tal motivo, para cuidar de nuestra salud y proteger a los demás,
debemos conocer y compartir algunas de las medidas de
bioseguridad, asegurándonos de ponerlas en practica y de esta
manera, evitamos que los virus y bacterias, en su mayoría
mortales para el ser humano, se propaguen y sigan afectando
nuestra vida diaria. Las más conocidas son:

Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos infectadas
o sucias. Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el
codo flexionado o con un pañuelo. Usar mascarillas al salir de
casa. Evitar espacios cerrados, congestionados o que entrañen
contactos cercanos. Lavarse periódica y cuidadosamente las
manos con un gel hidroalcohólico o con agua y jabón. Limpiar y
desinfectar frecuentemente las superficies, en particular las que se
tocan con regularidad, y también los insumos de uso habitual.
Guardar al menos 1 metro de distancia entre usted y otras
personas. Si su mascarilla es de tela, lavarla cada día y si es una
mascarilla médica, desecharla en la basura. Limpiar y desinfectar
los edificios escolares (en especial, las instalaciones de agua y
saneamiento) y aumentar el flujo de aire y la ventilación en los
mismos. No utilizar mascarillas con válvulas.

Las medidas de bioseguridad han servido para controlar los


altos índices de enfermedades infecto-contagiosas a lo largo del
tiempo, por ello se hace necesario nuestro aporte poniéndolas
en práctica. De esta manera, todos juntos, estamos
contribuyendo a detener la propagación de peligrosos virus a
través de la implementación de dichas normas. No podemos
olvidar que para cuidar y preservar nuestra salud y proteger a los
demás, debemos ser conscientes, responsables y mostrar
disciplina en el cumplimiento de las mismas en los diferentes
ámbitos donde nos desenvolvemos diariamente.

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