Libros en 15’
GESTIÓN I MÁRKETING I FINANZAS I OPERACIONES I RECURSOS HUMANOS I eBUSINESS I INNOVACIÓN
Gestionar la energía, no el tiempo,
clave del rendimiento
y la renovación personal
The Power of Full Engagement
¿ Es posible trabajar al máximo 24
horas, 7 días por semana durante
30 ó 40 años? ¿Podría un velocista
sostener su máxima velocidad si tuviera
que correr un maratón? En ambos casos,
la respuesta es no. Como atletas de la vida
que somos, necesitamos un nivel de ener-
gía elevado, una buena preparación y un
plan de acción para mantenernos en ca-
rrera, seguir en forma e, incluso, disfrutar.
La energía es el ingrediente secreto del
éxito. Ya sabemos de la necesidad de te-
ner un propósito en la vida, de la impor-
tancia de la confianza, del valor del opti-
mismo, etc.; no obstante, en último tér-
mino, la medida de nuestra vida no es
cuánto tiempo pasamos en el planeta,
sino más bien cuánta energía gastamos
en el tiempo que vivimos. Por tanto, el
rendimiento, la salud y la felicidad de-
penden de una gestión hábil de la ener-
gía. Sin combustible, no se llega lejos.
Para participar plenamente en las acti-
vidades que realizamos, necesitamos es-
tar en buena forma física, emocional-
mente conectados, mentalmente centra-
dos y espiritualmente alineados con un
propósito que trascienda nuestro propio
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La reproducción y distribución de ‘Manager Focus’ está regulada por nuestros términos de uso
por Jim Loehr y Tony Schwartz
Algunas claves
interés a corto plazo. Son cuatro formas
de energía que hay que desarrollar: física,
emocional, mental y espiritual.
“Para mantener
el pulso de la vida,
Como todo en la vida, la energía emo- debemos aprender
cional se puede practicar y mejorar. Para
ello se aplica el mismo principio de en- a gastar y renovar
trenamiento que el de los participantes
en las Olimpiadas: estirar los límites de
nuestra energía
resistencia y dejar tiempo para la recupe- siguiendo un patrón
ración. Si funciona en los deportistas de
elite, el éxito está garantizado para los
rítmico”
deportistas del trabajo.
El plan de cambio para pasar de poca “Se alcanza mejor
o ninguna implicación en la vida y en el un elevado rendimiento
trabajo a una implicación y rendimiento
máximos se basa en tres pasos: propósi- sostenido adoptando
to, verdad y acción. Con un propósito la mentalidad
que articula los valores que son impor-
tantes –tanto personal como profesional- de un velocista
mente– para el individuo, con una mira- que la de un corredor
da verdadera a lo que uno es y con un
plan de acción para llegar a donde uno de maratón”
quiere, muchas personas (atletas profe-
sionales y atletas corporativos) y organi-
zaciones han renovado su nivel de ener-
gía. Ése es el medio; el fin es desarrollar
una actividad satisfactoria y plena, en el
trabajo y en casa. ■
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Los autores
Jim Loehr y Tony Schwartz
son socios senior y directores de
LGE Performance Systems. Jim
Loehr es autor, entre otros, de
Stress for Success, además de
asesor de numerosos atletas en
su calidad de psicólogo del
rendimiento. Tony Schwartz es
autor de What Really Matters:
Searching for Winsdom in
America, y co-autor, junto con
Donald Trump, de Art of the Deal.
La editorial
The Free Press
245 páginas
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La clave es la energía,
no el tiempo
No todo el tiempo que se dedica
a una actividad es productivo.
Buena parte se evapora porque
“uno no está a lo que está”. Y no
es de extrañar, teniendo en cuenta
que el 55% de los trabajadores
(datos recogidos por Gallup
Organization en 2001) no se siente
involucrado en su trabajo y que
otro 19% está “activamente
desinvolucrado”. Lo peor es que,
cuanto más tiempo se lleva en el
puesto, menor es la participación.
¡Qué pérdida de dinero, pero,
sobre todo, qué pérdida de
energía! Aprender a gestionar la
energía con eficiencia e
inteligencia tiene un poder
transformacional único, tanto para
la persona como para la empresa
o conjunto de personas (véase “El
poder de la plena participación y
concentración”).
La energía es simplemente la
capacidad de realizar trabajo.
Nuestra necesidad fundamental
como seres humanos es gastar y
recuperar energía. Tras un período
de consumo de energía, el cuerpo
debe recuperarse. Se trata de un
fenómeno de compensación y se
aplica a todas las áreas
(emocional, mental y espiritual).
Demasiado esfuerzo sin
recuperación conduce al
agotamiento y, a la inversa, la
inactividad conduce al
anquilosamiento.
El ritmo entre consumo y
recuperación es el pulso de la
vida, en armonía con la
naturaleza, donde todo sucede
según patrones rítmicos
preestablecidos: la respiración, las
ondas cerebrales, el latido del
corazón, las estaciones, las
mareas, etc. La linealidad es
2
perjudicial para la salud. Por eso,
cuando la vida se vuelve plana, se
buscan medios artificiales para
lograr un pequeño –y falso–
“subidón”. ¿Que nos falta energía
física porque hemos desayunado
mal? Subidón de cafeína o azúcar.
¿Que nos faltan estímulos
emocionales? Una de telebasura
con las vicisitudes amorosas del
personaje de la semana. ¿Perdidos
espiritualmente? Consulta al
vidente. Y así sucesivamente.
El equilibrio procede del
respeto y entrenamiento de
nuestro ritmo de consumo y
recuperación. Todos sabemos
instintivamente cómo podemos
emplear la energía, pero no puede
decirse lo mismo de la
recuperación. Si hay una
actividad en la que la
recuperación es crítica, ésta es el
deporte. Siempre se ha sabido que
algunos de los mejores
deportistas son lo que puede
llamarse “maniáticos”: repiten
una y otra vez el mismo
procedimiento entre jugadas.
Ahora se sabe también que es
una forma de ayudarse en la
recuperación. Mientras lo hacen,
recuperan el ritmo cardíaco,
descansan la mente y revisan su
estrategia, todo ello de manera
automática; una gran ventaja
frente a otros que no siguen
ningún patrón.
La dificultad actual estriba en
que la tecnología es lineal:
siempre está on. Sin embargo,
nosotros a veces estamos off, por
lo que tenemos que crear
deliberadamente pausas en
nuestra vida. Además, podemos
desarrollar más capacidad de
gasto energético. Por paradójico
que parezca, la capacidad se
desarrolla aumentando el grado
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de estrés y dejando después
tiempo para una recuperación
adecuada. Sin estrés, el músculo
no se desarrolla. Sin pausa,
tampoco.
Las fuentes de energía
De las cuatro fuentes de
energía, la física es la piedra
angular por razones obvias. Es el
combustible de nuestra capacidad
emocional y nuestro talento. Sin
embargo, la energía espiritual es
la que marca la diferencia.
Energía física
Con tecnología o sin ella,
seguimos teniendo un soporte
básico: el cuerpo. Se rige por tres
ritmos básicos: comer, dormir y
respirar. O se respetan
escrupulosamente o la máquina se
para. Ningún entrenamiento
podrá acostumbrarnos a dejar de
comer, a sobrevivir a base de
bollería industrial y café, o a no
dormir; tarde o temprano, el
cuerpo se resentirá.
En ausencia de aditamentos
artificiales, nuestra reserva de
energía natural sube y baja a lo
largo del día, especialmente entre
las tres y las cuatro de la tarde, y
la vulnerabilidad a los accidentes
es más elevada durante ese
tiempo. Planificar un descanso o
reducir la actividad en ese lapso
de tiempo ayuda a elevar la
capacidad de concentración
posterior (en general, cada 90 ó
120 minutos, a lo sumo, conviene
introducir una pausa para
recuperarse).
Energía emocional
La energía emocional nos
permite desplegar toda una gama
de emociones al servicio de
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El poder de la plena participación
y concentración
El modelo antiguo
Gestionar el tiempo
Evitar el estrés
La vida como un maratón
El tiempo de ocio es un tiempo
perdido
Las recompensas estimulan
el rendimiento
Reglas de autodisciplina
El poder del pensamiento positivo
nuestro bienestar y del de los
demás. Las principales emociones
positivas proceden de la
experiencia del disfrute (no hay
que confundirlo con el placer:
éste es automático, se logra sin
intervención activa del
individuo), de hacer frente a un
reto o a una aventura, de
aprovechar una oportunidad, etc.
Las negativas, como el miedo y el
deseo de huir, pueden salvarnos
la vida en una emergencia, pero,
fuera de las situaciones límite,
nos debilitan.
Al igual que ocurre con la
energía física, la emocional
también puede ejercitarse. Los
“músculos” que la sustentan son
la autoconfianza, el autocontrol,
el contacto interpersonal y la
empatía. La clave es utilizarlos y
dejar que se recuperen mediante
alguna actividad que nos haga
disfrutar, sea satisfactoria y nos
reafirme. Cada persona es la suma
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The Power of Full Engagement
El modelo nuevo
Gestionar la energía
Buscar el estrés
La vida como una serie de sprints
El tiempo de ocio es un tiempo
productivo
El propósito estimula el rendimiento
Reglas para los rituales
El poder de la concentración plena
The Power of Full Engagement, página 6.
de sus complejidades y
contradicciones. El objetivo
último es movernos libremente y
con flexibilidad entre los polos
opuestos que llevamos dentro.
Energía mental
Necesitamos capacidad mental
para organizar nuestra vida y
centrar nuestra atención. Para ello
debemos guiarnos por la
paradójica noción de “optimismo
cauteloso”: ver el mundo como es,
pero trabajar positivamente hacia
el resultado o solución deseado.
Ejercitar un “estilo positivo de
explicarse el mundo” ayuda a
encontrar soluciones, a lo que
dedicamos toda nuestra
creatividad. Sin embargo, el
proceso creativo tampoco es
lineal, sino oscilante: va y viene a
lo largo de cinco fases en las que
la mente se mueve del hemisferio
izquierdo al derecho en un viaje
de ida y vuelta. Cuerpo y mente
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 MF

Energía espiritual gasto y la recuperación de energía

“Formas espiritual se dan casi al mismo
La cantidad de energía que
muy lineales de podemos desarrollar en un
tiempo. Trabajar por conseguir lo
que queremos nos inspira y
comportamiento, momento dado es un reflejo de
refuerza la conexión con nuestro
nuestra capacidad física. La
como poco sueño, motivación para cambiar, la
propósito y valores.

demasiada comida, perseverancia y la dirección

dependen de nuestra energía El sistema
demasiada espiritual. de entrenamiento:
hostilidad, En este contexto, la energía
definir el propósito
poca actividad espiritual procede de la conexión
de nuestras acciones con nuestros
El crecimiento y el desarrollo
progresan de abajo arriba:
física o demasiado valores más firmes y con un empiezan por el cuerpo; van a las
propósito que va más allá de emociones, a la mente y al
estrés continuo, nuestro interés exclusivo. El espíritu. Sin embargo, las ganas
aumentan equilibrio procede de prestar
atención a los demás y a uno
de cambiar siguen el itinerario
inverso, guiado por la fuerza del
la incidencia de las mismo. En situaciones extremas, propósito, el reflejo de la energía
espiritual. El propósito crea un
enfermedades ” las personas que tienen un motivo
para vivir más allá de su propia destino que, al haber sido creado
protección sobreviven. En por uno mismo, mueve y coordina
realidad, nuestras acciones todos los recursos disponibles.
están tan unidos que el ejercicio siempre tienen un motivo, aunque
físico aumenta la capacidad a veces no es uno que nosotros Para que el propósito pueda
cognitiva, y así es durante toda la hayamos decidido. Hay que cumplirse, ha de estar en línea
vida, aunque uno empiece a pararse a pensar si es así y con los valores en los que
entrenarse a los 65 años o más reformularlo. De lo contrario, la creemos. La búsqueda y
tarde. desmotivación nos atacará. El cumplimiento de un propósito es
uno de los temas eternos en el
arte: el camino del héroe es el
modelo propuesto hace siglos, el
Los principios de la implicación mismo desde Homero hasta La
guerra de las galaxias, en el caso
y la concentración de la cultura occidental. Los
héroes actúan no porque
1. Gestionar la energía, no el tiempo, es la clave del rendimiento. conozcan el significado de la
vida, sino porque saben que la
2. La participación y concentración plena requiere energía de cuatro vida es el vehículo por el que
fuentes diferentes, pero relacionadas: física, emocional, mental y pueden expresar los valores en los
espiritual. que creen.
3. Puesto que la energía disminuye tanto si se abusa de ella como si se la
infrautiliza, hay que equilibrar el consumo de energía con una El cambio de perspectiva
renovación. sucede cuando el propósito
experimenta una de las siguientes
4. Para ampliar la capacidad, hay que romper los límites normales y transformaciones:
entrenarse de modo sistemático, como hacen los atletas.
5. Los rituales de energía positiva –rutinas muy específicas para manejar la • Pasa de ser negativo a ser
energía– son la clave de la participación, de la concentración y de un positivo. Un propósito negativo
rendimiento elevado. es el que arranca de una
amenaza o un déficit: “Haré

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esto para que el barco no se
hunda”. Mientras uno achica
agua, no navega hacia ninguna
parte. No obstante, cuando el
propósito es positivo, cuando
responde a una oportunidad, el
individuo utiliza lo mejor de sí
mismo.
• Pasa de ser extrínseco a ser
intrínseco. El extrínseco refleja
la necesidad de tener más de
algo que nunca es bastante y
que está fuera de uno mismo
(dinero, aprobación, posición
social, poder, etc.). La
motivación intrínseca es la que
nos lleva a hacer algo por la
satisfacción inherente que nos
proporciona. David Myers lo
explica en The Pursuit of
Happiness: “La correlación
entre ingresos y felicidad es
modesta, y en Estados Unidos
y Canadá ha caído casi a cero.
Los ingresos tampoco influyen
visiblemente en la satisfacción
con la pareja, la familia, las
amistades o con uno mismo,
aunque sí proporcionan la
sensación de bienestar”. Sin
embargo, la felicidad nos hace
productivos. En suma, el
dinero no compra la felicidad,
pero la felicidad puede
ayudarte a hacerte rico.
• Pasa de centrarse en uno
mismo a centrarse en los
demás. No es la naturaleza del
trabajo lo que determina si es
motivador o si tiene sentido.
Nuestro reto es encontrar el
modo y la forma de utilizar el
puesto de trabajo para expresar
los valores en los que creemos,
que siempre van más allá de
nuestras necesidades
personales.
Hay cuatro preguntas que
ayudan a clarificar las ideas para
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empezar a explorar en qué valores
creemos (la base de nuestro
propósito):
• Salta al final de tu vida.
¿Cuáles son las tres lecciones
más importantes que has
aprendido y por qué son tan
fundamentales?
• Piensa en alguien a quien
respetes. ¿Qué tres cualidades
son las que más admiras?
• ¿Cómo eres tú en tu mejor
momento?
• ¿Se te ocurre algún epitafio
que te gustaría ver en tu tumba
y que plasmara quién y cómo
fuiste realmente en vida?
Los valores en los que creemos
guían o deberían guiar nuestras
decisiones cotidianas. Si el
respeto a los demás es un valor
para una persona, se sentirá más
inclinada a autocontrolarse en
situaciones tensas. Si la
integridad es importante, el
individuo aceptará la
responsabilidad por sus errores.
Los valores y un sentido de
propósito crean una visión de
cómo queremos gastar nuestra
energía, una visión ambiciosa y
realista al mismo tiempo,
abstracta y específica.
El sistema
de entrenamiento:
enfrentarse a la verdad
Saber que nos guían ciertos
valores no significa que los
pongamos siempre en práctica.
Nuestras limitaciones son una
amenaza sólo si intentamos
negarlas. Además, hemos
montado todo un Ministerio de
Defensa en nuestro interior para
5
The Power of Full Engagement
Cuerpo y mente
forman una unidad
L
os principales marcadores de
la capacidad física son la
fortaleza, la resistencia, la
flexibilidad y la agilidad, y se
aplican por igual a la capacidad
emocional, mental y espiritual. En
el nivel físico, la flexibilidad hace
que el músculo pueda moverse en
muchas direcciones. Los
estiramientos aumentan la
flexibilidad.
La flexibilidad emocional
refleja la capacidad para moverse
dentro de un amplio espectro de
emociones para dar con la
adecuada en lugar de responder
con rigidez o a la defensiva. La
agilidad emocional es la
capacidad de recuperarse de las
decepciones, frustraciones y
pérdidas.
La resistencia mental es la
capacidad de mantener la
concentración durante un tiempo,
mientras que la flexibilidad
permite pasar de lo racional a lo
intuitivo y abarcar múltiples
puntos de vista.
La fortaleza espiritual se refleja
en el compromiso con los valores
más arraigados en uno mismo, en
todas las circunstancias, aunque
exija sacrificios. La flexibilidad
refleja la tolerancia hacia valores
y creencias diferentes de las
propias mientras no acarreen
daño a los demás.
autoengañarnos. Las defensas
más habituales son la retirada
emocional, la intelectualización y
ponerse en lo peor por sistema.
Lo más dañino de esas estrategias
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 MF

La vida de cada cual es un gusta de los demás?”. Lo más

“Un ritual positivo permanente trabajo en marcha,
es una conducta por lo que hay tener una
perspectiva amplia. En lugar de
que se convierte pensar “Estoy agobiado por
en automática ansiedad (estrés, irritación, etc.)”,
frase que coloca al individuo en
con el tiempo, posición de víctima, es mejor
plantearse la idea de que “Esta
impulsada por un ansiedad está tratando de
valor firmemente abrumarme”, con lo que la
persona es más una observadora
arraigado” y, por tanto, tiene más opciones
para actuar. No es una víctima,
sino un actor.
no es que nos impidan ver la
realidad, sino que no nos Por si alguien no conoce ese
permiten hacernos responsables lado oscuro suyo, ésta es la
de ella y adoptar medidas en pregunta clave: “¿Qué es lo que
consecuencia. más te molesta, lo que menos te
probable es que eso seas tú.
El descubrimiento de uno
mismo no es un evento que
ocurra una sola vez en la vida. Es
un proceso, una práctica, y, por
tanto, está sujeto a la misma
oscilación rítmica de todo en la
vida. Aprendemos un poco, nos
enfrentamos a un problema y
descansamos, y así sucesivamente.
Tampoco es posible enfrentarse a
todos los problemas. Hay cosas
sobre las que no tenemos control.
Es mucho mejor concentrar
nuestra energía en aquello en lo
que podemos influir. Saber la
verdad sobre uno mismo ayuda a
marcar la diferencia.

Alto rendimiento sostenido

Plena participación
Con energía física Mentalmente centrado
Emocionalmente conectado Espiritualmente alineado
con los demás

Manejo de la energía
Manejo de la capacidad: cantidad, calidad, enfoque y fuerza de la energía disponible
para operar en un entorno de alta complejidad y demanda

Capacidades/destrezas principales (“músculos” primarios)

Física Emocional Mental Espiritual
Corazón y pulmones Autoconfianza Enfoque Carácter
Abdominales Autocontrol Optimismo realista Pasión/compromiso
Hombros y espalda Relación interpersonal Gestión del tiempo Integridad
Piernas Empatía Creatividad Servicio a los demás
Brazos

The Power of Full Engagement, página 202.

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El sistema
de entrenamiento:
incorporar rituales
positivos
La investigación confirma que
somos animales de costumbres:
hasta el 95% de lo que hacemos
se produce automáticamente o
como reacción a una demanda o
ansiedad. Sólo el 5% de nuestras
conductas es resultado de un
esfuerzo consciente. La diferencia
entre funcionar brillantemente o
ser mediocre radica en qué parte
de ese 95% se compone de
rituales positivos.
Los rituales positivos son un
conjunto de actos precisos y
repetidos que sirven al propósito
escogido. Atletas, pilotos de
combate, toreros, cirujanos y
presidentes de multinacionales
tienden a exhibir un
comportamiento con muchos
rituales positivos. Eliminan la
necesidad de pensar siempre en lo
mismo, por lo que liberan energía
para pensar en otras cosas más
necesarias, dan estructura al día y
al transcurso del tiempo, nos
reconfortan y nos relajan, además
de ayudarnos a gestionar nuestra
energía para lograr nuestros
objetivos.
Los elementos clave de un
ritual positivo son que se repita
en el tiempo a intervalos
específicos y que contenga actos
precisos. Hágase así durante un
período de tiempo de 30 a 60
días y el ritual quedará
establecido.
Si el propósito es dedicar
tiempo a la vida en pareja y
limitar las diversas ocupaciones
individuales, el ritual puede ser
dedicar 90 minutos
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The Power of Full Engagement
Monjas bajo la lupa
El epidemiólogo David Snowdon ha estudiado una congregación de
monjas de avanzada edad (School Sister of Notre Dame) para extraer
conclusiones sobre la influencia de las actitudes y emociones en la
calidad de vida. Todas las monjas habían tenido que escribir una
redacción personal al entrar en la orden. El análisis reveló que las monjas
que expresaban sentimientos positivos (felicidad, amor, esperanza,
gratitud y satisfacción) en dichas cartas tendían a vivir más años y a
disfrutar de vidas más productivas. Su riesgo de mortalidad en cualquier
edad era la mitad que el de las monjas con menos frases positivas. Este
resultado es coherente con otros estudios que parecen indicar que un
historial de depresión multiplica por dos la probabilidad de desarrollar la
enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, aún hay más: ningún factor predijo mejor el riesgo de
contraer la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo, que la densidad de las
ideas y la complejidad gramatical de los ensayos biográficos que las
monjas habían escrito al entrar en el convento cuando tenían en torno a
los veinte años.
Fue también sorprendente descubrir que las monjas que se habían
dedicado a la enseñanza durante casi toda su vida sufrían menor declive
mental que las que se habían dedicado a tareas que exigían menos
esfuerzo intelectual.
ininterrumpidos a la pareja el
sábado a partir de las ocho de la
“Al igual
mañana. Si el propósito es actuar que ocurre
con integridad (hacer lo que se
dice y decir lo que se hace), con la energía
porque ése es uno de los valores
en los que creemos y disfrutamos
física, la emocional
cuando lo cumplimos, el ritual también puede
puede ser formularse dos
preguntas antes de comprometerse ejercitarse”
a algo (“¿Qué pienso al respecto?”
y “¿Estoy tratando de agradar a
alguien con esto?”) y anotar la Si el propósito es recuperar
fecha para la cual el compromiso energía, el ritual organiza el
estará cumplido. Si el propósito es tiempo de renovación: deporte,
actuar con decisión, el ritual es lectura, reflexión, etc.
prepararse antes de la reunión
visualizándose a uno mismo El propósito es el combustible.
haciendo sugerencias, dedicar Nuestras limitaciones, el acicate.
tiempo antes de ella a informarse El ritual, el medio. El resultado es
y formularse en la reunión las dos una experiencia de la vida
preguntas anteriormente citadas. intensa, pero equilibrada. ■
7
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incitación a la lectura de dichos
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ISSN: 2340-227X
© 2003. PMP Management Factory.
Ref.: 19/03
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The Power of Full Engagement
Nuestra tribuna por Efrén Martín, psicólogo industrial, gerente de FVMartín
y profesor de la Universidad Comercial de Deusto.
s cada vez mayor el número de autores
E
que defienden la equivalencia de
pensamientos, sentimientos y acciones
(es decir, que cuerpo y mente son uno). Para
ello se basan en las siguientes consideraciones:
• Pensamiento y emoción. Estos dos aspectos
son en el fondo lo mismo, ya que el primero
provoca la activación de la segunda, y
viceversa, para bien y para mal. El
pensamiento positivo lleva a emociones
positivas. El negativo, al miedo, la ira o la
tristeza. Y estas reacciones emocionales
secuestran al intelecto, creando
pensamientos abominables.
• Pensamiento y acción. El uno es clarificado
por la otra (las técnicas de creatividad
recomiendan combinar pensamiento y
acción como si de un juego se tratara).
También el pensamiento erróneo concluye
en acciones desacertadas y, por supuesto, las
acciones equivocadas activan la justificación
mental (autoengaño).
• Emoción y acción. Sin olvidar la
interpretación mental de los estímulos
ambientales, una postura inmóvil puede
conducirnos a la relajación o al
aburrimiento, mientras que el movimiento
hace más fácil la risa (sonreír e inclinarse
apoyando las manos sobre las rodillas suele
ser muy efectivo) y también el enfado
(apretar los dientes, gritar y gesticular “como
un loco” lo potencia al máximo).
Pensar, sentir y actuar son complejos
mecanismos de nuestra naturaleza humana.
¿Quién los dirige? Es el propósito el que
integra a los anteriores, los orienta hacia una
finalidad y los renueva (o no).
El problema es iniciar y mantener dicho
propósito de enmienda, día a día. Mientras no
se siente la necesidad, ni se piensa ni se actúa
en estas cuestiones (es decir, en redirigir la
propia vida). Cuando se siente, suele ser
demasiado tarde, porque se ha quemado el
combustible necesario para el despegue. Para
hacer algo nuevo, hay que dejar de lado algo
viejo... a tiempo.
Otro obstáculo que hay que vencer –además
del quererlo todo, que implica valores
débilmente estructurados– es la evitación, un
mecanismo defensivo con forma intelectual
(negación), emocional (rechazo) y física (huida).
Se trata de un comportamiento excelente ante
amenazas insuperables, pero procastinar
(posponer) no sirve para vivir una vida intensa y
equilibrada. Éstas son las razones:
• Evitar las actividades físicas en la vida
cotidiana cambia músculo por grasa.
• Evitar concentrarnos en resolver problemas
logra que nos consuman las lógicas
preocupaciones.
• Huyendo de los conflictos y deseando
agradar se debilita nuestra fortaleza
emocional.
• Igualmente, evitando vivir nuestros valores y
propósitos, nos sorprendemos haciendo lo
contrario de lo que dictaba nuestra
intención.
¿Qué aportan estos autores? Una síntesis
valiosa de la complejidad humana, del difícil
equilibrio entre el éxito personal y el
profesional. Los valores adquieren plena fuerza
cuando son integrados en nuestra estructura
racional-emotiva-conductual, en el mismísimo
carácter, a través de la construcción de hábitos
por repetición de rituales positivos (una
expresión más estimulante que “rutina” o
“disciplina”, que suenan menos motivadoras).
Libros como éste mantienen viva la llama
(energía) de nuestro débil propósito de mejora
mientras buscamos la victoria definitiva sobre
nuestros defectos, que son nuestra mayor
causa de sufrimiento. Vivir desconectados y en
desequilibrio tiene un gran coste físico,
intelectual, emocional y espiritual. ■ (© 2003)