La Tutoría Como Estrategia Pedagógica para El Desarrollo de

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Propósitos y Representaciones ISSN 23077999
Jul.Dic. 2018, vol. 6, Nº 2: pp.0962 eISSN 23104635
http://dx.doi.org/10.20511/pyr2018.v6n2.252
Editorial
La tutoría como estrategia pedagógica para el
Desarrollo de Competencias Investigadoras de Posgrado
La tutoría como estrategia pedagógica para el desarrollo de
competencias de investigación en posgrado
Alejandro CruzataMartínez* Universidad San Ignacio de Loyola, Lima, Perú
ORCID: https://orcid.org/0000000301040496
Roberto Bellido García Universidad San Ignacio de Loyola, Lima, Perú
Miriam VelázquezTejeda Universidad San Ignacio de Loyola, Lima, Perú
Joel AlhuayQuispe Universidad San Ignacio de Loyola, Lima, Perú
Recibido el 180718 Revisado el 300718 Aprobado el 171018 En línea el 181018
*Correspondencia Citar como:
Correo electrónico: acruzatam@usil.edu.pe CruzataMartínez, A., Bellido, R., Velázquez
Tejeda, M., & AlhuayQuispe, J. (2018).
La tutoría como estrategia pedagógica para el
desarrollo de competencias investigativas de
posgrado. Propósitos y Representaciones, 6(2),
0962. Doi: http://dx.doi.org/10.20511/
pyr2018.v6n2.252
© Universidad San Ignacio de Loyola, Vicerrectorado de Investigación, 2018 Este
artículo se distribuye bajo licencia CC BYNCND 4.0 Internacional (http://
creativecommons.org/licenses/byncnd/4.0/).
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La tutoría como estrategia pedagógica para el desarrollo de competencias investigativas de posgrado
Resumen
La producción de conocimiento es un elemento esencial en las escuelas de posgrado
y se considera que este proceso está muy avanzado cuando el estudiante culmina y
defiende su tesis de investigación. Sin embargo, un número de estudiantes no logra
desarrollar habilidades de investigación y completar su tesis. El objetivo de esta
propuesta es precisar los roles y competencias que requiere el tutor de posgrado para
lograr el acompañamiento y la mediación en los estudiantes de posgrado, fomentando
la organización de la tutoría universitaria y la investigación científica.
Se plantea una propuesta que permita el fortalecimiento de las competencias
investigativas en los estudiantes de posgrado por medio de la tutoría. La propuesta se
basa en el modelo integrador de la tutoría desarrollado por Cruz, García y Abreu (2006),
dirigido a tutores y estudiantes que se encuentran desarrollando sus tesis de
investigación en la escuela de posgrado.
Palabras clave: Competencias investigadoras, tutoría, evaluación del desempeño.
Propósitos y Representaciones
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Alejandro CruzataMartínez, Roberto Bellido García, Miriam VelázquezTejeda, Joel AlhuayQuispe
Resumen
La producción de conocimiento es un elemento esencial en las escuelas de
posgrado y se considera que este proceso está muy avanzado cuando el
estudiante culmina y sustenta su tesis de investigación. Sin embargo, una
cantidad de estudiantes no logra desarrollar las competencias investigativas
y culminar la tesis. El objetivo de esta propuesta es precisar los roles y las
competencias que demanda el tutor de posgrado para lograr realizar un
acompañamiento y mediación en los estudiantes de posgrado, potenciando
la articulación de la tutoría universitaria y la investigación científica. Se
propone una propuesta que permita fortalecer las competencias investigativas
en los estudiantes de posgrado por medio de la acción tutorial. La propuesta
se basa en el modelo integrador de la tutoría desarrollado por Cruz, García
y Abreu (2006), dirigidos a los tutores y estudiantes que se encuentran
desarrollando sus tesis de investigación en la escuela de posgrado.
Keywords: Competencias investigativas, tutoría, evaluación del desempeño.
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Introducción
La universidad científica, desarrollada en la Universidad de Berlín a principios del siglo
XIX por los hermanos Humboldt y otros, tenía como uno de sus pilares fundamentales
el doctorado investigador, el cual se sustentaba en un tutor con gran experiencia
investigadora, quien le asignaba un tesis a su discípulo y lo guió hasta su defensa. Este
modelo ha demostrado ser sólido y aún está presente en la mayoría de los programas
de maestría y doctorado en el mundo.
Sin embargo, en la actualidad son muchos los factores que inciden en el
cuestionamiento de este modelo como condición imprescindible para garantizar la
calidad de los trabajos finales de posgrado orientados a la producción de nuevos
conocimientos y la formación de investigadores:
• Muchas de las nuevas competencias que demanda la formación profesional no
son promovidas por este modelo.
• Los cambios de generación de nuevos conocimientos son, en distintos sentidos,
contrarios a los métodos formativos del modelo clásico de tutoría.
• La extensión de los programas académicos de posgrado, antes restringidos a la
preparación para la investigación básica y ahora extendidos al perfeccionamiento
de todas las profesiones, cada una con sus propias características.
• El extraordinario crecimiento en el número de egresados de educación superior
que genera una alta demanda de estudios de posgrado.
Para atender las necesidades del desarrollo local, también es fundamental
conceptualizar un modelo de tutoría que sea de gran relevancia para el propósito de
formar investigadores en los campos de las ciencias exactas, naturales, sociales y
otras áreas de investigación básica.
Un elemento muy importante a considerar en este tipo de programas es que no
compromete a la institución con un título final, sino que su propósito es brindar, dentro
del concepto de educación continua o a lo largo de la vida, la oportunidad o derecho de
egresar dentro de un programa académico de posgrado, basado principalmente en el
esfuerzo personal del estudiante. Por esta razón, el
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La institución educativa debe generar las condiciones para facilitar, dentro de sus posibilidades, el trabajo
de tutoría con métodos diferentes a los aceptados dentro de los programas académicos tradicionales.
Los programas académicos de posgrado requieren de un sistema de tutorías que permita la atención
a los estudiantes. Ante esta situación, surgen las siguientes preguntas: ¿Cómo desarrollar competencias
investigativas de posgrado a través del trabajo de tutoría? ¿Cuáles son los roles que debe tener el tutor
para desarrollar habilidades investigativas en los estudiantes de posgrado? ¿Qué habilidades demanda
el tutor para desarrollar la
¿habilidades de investigación?
En este sentido, los objetivos de la investigación son:
• Proponer los roles de los tutores para desarrollar habilidades investigativas en posgrados
estudiantes.
• Explicar las competencias requeridas por el tutor de posgrado.
Enfoque conceptual
Habilidades de investigación de posgrado
Uno de los problemas más frecuentes en la práctica social ha sido cómo evaluar la calidad de los
egresados de la educación superior en la búsqueda de la eficiencia de sus resultados en el contexto en
el que deben desempeñarse. En las últimas décadas, términos como inteligencia, conocimiento, destrezas,
habilidades, capacidades, creatividad, se han sumado a términos como valores, significados personales
para describir la calidad. Una cualidad que se evalúa comparando los resultados obtenidos por el egresado
con el modelo social ideal de excelencia y que depende fundamentalmente del sujeto individual. Una de
las propuestas contemporáneas que intenta superar esta contradicción viene definida por el término
Habilidades.
A pesar de muchos intentos, no existe una definición única del término, y cada autor destaca alguna
cualidad según sus intenciones o prácticas profesionales. La mayoría de las definiciones incluyen
habilidades como unidades de acción que expresan
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lo que una persona debe saber y ser capaz de hacer para desarrollar y mantener un nivel
eficiente de desempeño en su trabajo. Incluye aspectos cognitivos, afectivos, conductuales
y de experiencia.
Las competencias profesionales son aquellas que permiten al individuo resolver los
problemas inherentes al objeto de su profesión en un contexto de trabajo específico, de
acuerdo con las funciones, tareas y cualidades profesionales que respondan a las exigencias
del desarrollo social.
Cada profesión y cada profesional, en función del objeto de su profesión, rol social,
funciones y tareas que se le asignen, debe desarrollar aquellas competencias propias de su
actividad, que le permitan alcanzar actuaciones exitosas y eficientes.
“Incorporar el concepto de competencias a la práctica educativa significa que el
resultado estará ligado a acciones concretas, no como efecto de un aprendizaje
tradicional, sino de un aprendizaje donde se incrementen las capacidades humanas a
través del desarrollo integrado de las dimensiones cognitivas de la persona, en cuya
solución de problemas se caracteriza por la investigación, la investigación y el uso de
métodos científicos” (Fuentes & Cruz, 2001, p. 2).
Las habilidades investigativas requeridas a los estudiantes por la escuela de posgrado son:
• Comunicación Integral:
Comprender y utilizar los rasgos distintivos de la cultura y la academia.
lengua para comunicar oralmente y por escrito información relevante para su desempeño
personal y profesional.
• Investigación científica:
Desarrollar procesos de investigación a través del método científico general para diseñar y
aplicar propuestas para tratar o resolver diferentes temas mediante la implementación de las mismas.
• Gestión de los recursos:
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Gestión, desde los procesos de investigación con un enfoque interdisciplinario, de los
recursos necesarios para ser incluidos en los diferentes espacios competitivos que
permitan un óptimo desarrollo profesional.
• Desarrollo humano:
Demostrar y utilizar los conocimientos previos para desarrollar competencias
profesionales que permitan al estudiante contribuir e intervenir en los procesos de reconstrucción
o construcción de los diferentes contextos sociales en los que trabaja.
El Tutor y la Tutoría
Según Coromoto (2007), etimológicamente, tutor significa: “maestro, amigo, guía,
compañero, defensor, protector, guardián, director y apoyo”.
Martínez (2005) define que “el tutor es un asesor, un mentor, un guía y, al mismo
tiempo, un supervisor. La labor del tutor es fundamental porque debe saber qué y cómo
orientar a los tutorados sin sustituir el trabajo de los alumnos y logrando su máxima
independencia. En otras palabras, para llevar a cabo su trabajo, los tutores deben
apoyarse no solo en el conocimiento del área de estudio correspondiente, sino también
en una serie de pautas psicológicas y pedagógicas para reforzar su labor, especialmente
las relacionadas con el carácter creativo de su trabajo. ”.
Para Sánchez (2001), en una Educación Abierta ya Distancia, un Tutor tiene tres
funciones: orientar, enseñar y motivar. En la primera se introduce al estudiante en el
método de estudio, en la segunda se le deben garantizar los recursos y condiciones
necesarios para la transmisión de conocimientos; y en el tercero, el estudiante debe
descubrir sus aspiraciones, intereses y motivaciones para poder desempeñar sus
funciones de manera más responsable hasta alcanzar las metas trazadas e incluso
plantearse nuevas metas cualitativamente superiores.
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En este sentido, la tutoría se realiza en la actualidad en diversas modalidades
educativas, en numerosas áreas del conocimiento, y en distintos niveles educativos
(grado, posgrado), por lo que el concepto de tutor y función difieren en sus aspectos
operativos.
• Enseñanza Tutorial
A nivel de pregrado, se entiende como: ...una modalidad de instrucción en la que un
docente (tutor) brinda educación personalizada a un alumno oa un grupo reducido
de alumnos. Generalmente se adopta como medida emergente o complementaria
para alumnos con dificultades para seguir cursos convencionales (Latapí 1988).
Así, en los estudios de grado, tradicionalmente se ha considerado una guía de
tesis. Más recientemente, el concepto de tutoría ha sido considerado como un
elemento acompañante durante el proceso escolar (ANUIES, 2000). En cambio, en
los estudios de posgrado, la producción científica de los tutores se valora como
condición suficiente para orientar el proceso de formación de tutores, que tiende a
centrarse en la investigación de un tema altamente especializado, muchas veces en
detrimento de una visión panorámica y equilibrada. en el campo.
La tutoría tradicional prepara a los tutores para el éxito académico o escolar,
pasando por alto el desarrollo de habilidades para enfrentar la complejidad e
incertidumbre inherentes a la sociedad del conocimiento (Stehr, 1994). La sociedad
actual requiere de individuos capaces de actuar en ambientes reales y dinámicos de
la vida profesional, capacitados para trabajar con problemas mal definidos que
involucran múltiples variables y no respetan los límites disciplinarios.
Según Ceja, Vengas y Armenta (1988) un tutor debe tener una actitud de
facilitador y guía de la interacción y trabajo de los estudiantes tutorados, además de
tener las siguientes características:
• Dominio de la disciplina y de su campo profesional.
• Conocimiento del nivel de formación de los alumnos tutorados y su
habilidades desarrolladas.
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• Empatía.
• Formación sociopedagógica.
• Disposición para brindar el apoyo necesario, en el momento adecuado, de
acuerdo a las necesidades del estudiante.
• Ser un mediador para que los alumnos saquen sus propias ideas en las
relaciones con los usuarios de los servicios y con otros compañeros.
• Autoreconocimiento como profesional que no tiene todas las respuestas.
• Ser facilitador y modelo en el desarrollo de conocimientos, habilidades
profesionales y comunicación de valores y ética profesional.
En vista de lo anterior, se puede señalar que la tutoría se realiza de un tutor a un
estudiante o a un grupo de estudiantes, que puede ser presencial o a distancia, y que
el tutor ayuda a los estudiantes en la construcción del conocimiento. y en la preparación
de exámenes. Sin embargo, lo más importante de este proceso es la participación
activa del tutor en el proceso de aprendizaje del alumno.
Un tutor es un apoyo, una guía y un facilitador del desarrollo del
la capacidad creativa y crítica del alumno.
El Tutor de Postgrado
Si bien el Reglamento de Estudios de Posgrado establece los requisitos académicos
para que un docente de carrera de tiempo completo sea acreditado como tutor, así
como las responsabilidades generales, estos no describen las competencias que
deben tener los tutores que participan en este nivel de estudios.
Esta circunstancia perjudica la selección de nuevos tutores, el desarrollo de
programas de actualización y, en particular, la evaluación del desempeño de los tutores
y su papel en el logro de los objetivos y metas propuestos por cada programa.
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Los tutores deben tener una serie de habilidades que les permitan alcanzar sus
objetivos académicos. Por ello, es fundamental identificar las características que se
requieren para ser un tutor competente.
El concepto operativo de competencias del tutor se definió como: un conjunto de
conocimientos, habilidades, actitudes y valores, que relacionados entre sí, permiten el
desempeño satisfactorio de las actividades y funciones en el proceso educativo, de
acuerdo con los indicadores y estándares establecidos en el contexto educativo. Todo
ello con el fin de que los alumnos se incorporen a la sociedad con ventajas al término de
sus estudios.
A partir del análisis de las funciones y roles de los tutores analizados en el capítulo
anterior, así como del conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores,
validados por los comités académicos de los programas de posgrado, se realizó una
clasificación teórica de los habilidades identificadas por tutores expertos, que se muestran
en la siguiente sección.
El tutor de posgrado ha sido conceptualizado como:
• Elemento indispensable para la mejor consecución de la excelencia en
estudios de posgrado (Sarukhán, 1988).
• Componente sine qua non de cualquier programa de posgrado.
• El tutor debe ser un guía diligente del tutoradoalumno. Para ello, el sistema
académico debe adecuarse a las características particulares del estudiante [...]
el tutor forma cuadros académicos de alto nivel intelectual [...] el tutor debe ser
un reconocido experto en su área de conocimiento, que esté realizando
activamente actividades de investigación y docencia directamente relacionadas
con el objeto de la tutoría (Garritz, & López, 1989).
El tutor de posgrado debe cumplir la misión de formar a las nuevas generaciones,
capacitándolas para realizar investigaciones relevantes de alto nivel académico y
compromiso social, que contribuyan a la solución de los problemas nacionales.
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problemas y, al mismo tiempo, fortalece el sistema educativo nacional
En todos los niveles.
En los estudios de posgrado, el proceso educativo se orienta hacia la fundamentación, diseño y
ejecución de investigaciones; es decir, la generación de nuevos conocimientos.
En México, el Instituto Politécnico Nacional (Instituto Politécnico Nacional
Instituto) se refiere a las siguientes responsabilidades de los tutores de posgrado:
• Orientar a los alumnos en el desarrollo de su programa de actividades.
• Ayudar a los estudiantes desde el principio hasta el final de su investigación.
• Planificar la carga académica, actividades de investigación y seminarios que ayuden a la formación
de los estudiantes.
• Apoyar el desarrollo de habilidades personales y transversales de los
Estudiantes de doctorado: responsabilidad, razonamiento, comunicación y
trabajo en equipo.
• Compartir sus métodos, técnicas y experiencias con el doctorado
estudiantes.
• Dar retroalimentación y evaluar el progreso del trabajo de los estudiantes.
• Brindar apoyo en la elaboración de la tesis doctoral para que el
los estudiantes pueden completar sus estudios.
Las prácticas de tutoría pueden ser múltiples y diversas, especialmente a nivel de maestría, por lo
que este trabajo hará énfasis en las tutorías de maestría y doctorado orientadas a la formación de
investigadores.
Existen diferentes opiniones sobre la importancia y finalidad de la tutoría
a nivel de posgrado, entre los que se destacan los siguientes:
• Consiste en una relación obligatoria de un determinado número de horas semanales o
mensuales.
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•
Debe ser, esencialmente, la posición de una persona que analiza escenarios,
propone opciones, sugiere posibilidades de acción y permite que el estudiante
tome decisiones.
•
Es un nexo necesario entre el campo de la investigación y el de la docencia.
Para los docentes, el sistema de tutorías se define como la atención personalizada
para el diseño, formulación y elaboración del proyecto de investigación.
Garritz y López (1989) afirma que… la tutoría ofrece una alternativa para construir
un espacio en el que se favorezca el desarrollo del potencial del futuro investigador, ya
que posibilita una estrecha relación entre docente y alumno, y se considera al docente
como guía quien asesora al estudiante en el desarrollo de sus actividades académicas.
Como se muestra, la tutoría se ha convertido en una de las mejores estrategias
para mejorar la calidad de la educación de posgrado, especialmente en los niveles de
maestría y doctorado. Al respecto, Garritz y López (1989) señalan que, para el buen
funcionamiento del programa de maestría o doctorado, la investigación es un “elemento
indispensable”, que es su esencia misma.
Así, la tutoría de posgrado es una relación bipersonal (tutoralumno), en la que
ambos participan en la creación de nuevos conocimientos y en el análisis de la
información disponible. Estos aspectos diferencian la tutoría de posgrado de las
modalidades y niveles educativos, ya que su fin último se concreta en el diseño,
desarrollo y análisis de una investigación original, producto que conjuga el aprendizaje
del estudiante y el desarrollo de determinadas potencialidades.
inherentes al acto de investigación.
Como relación bipersonal o interpersonal, tanto el estudiante como el tutor participan
en la tutoría. Son innumerables los intercambios entre ellos, ya sean académicos o
personales, en diferentes escenarios y contextos complejos. De esto depende, en gran
medida, el éxito o fracaso académico (índice de eficiencia) del estudiante de posgrado.
Esto implica la necesidad de estudiar cada uno de los elementos de este proceso por
separado.
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La tutoría, como proceso, permite que el estudiante obtenga la formación
suficiente para tener éxito como profesional, investigador y docente; tomar decisiones
importantes en la vida y desarrollar las destrezas, habilidades, actitudes y valores
necesarios en el ámbito académico, así como en el personal y social.
Es importante señalar que el prestigio que alcanza un programa de posgrado
depende esencialmente de la calidad de sus tutores, y de la medida en que sus
egresados cumplan cabalmente con los propósitos de la formación de posgrado:
responder a las necesidades sociales actuales y futuras.
Roles de tutoría: una explicación necesaria
El término rol, muy utilizado en la literatura sociológica y psicológica, proviene del
vocablo francés rol, que significa rol interpretado por un actor (Diccionario Enciclopédico
[Diccionario Enciclopédico], 1953, p. 601). Esta acepción se convirtió en galicismo,
primero al inglés y luego al español, donde equivale al rol o parte dentro de un guión y
se extiende a las acepciones de misión, comisión, compromiso, etc. (Diccionario
Enciclopédico, 1953, p. 908) .
Dentro de las Ciencias Sociales, particularmente en Sociología, el concepto de
rol tiene una connotación especial a partir de los estudios de Talcott Parsons (1945, p.
283), quien describió este término como el rol específico que cumple un individuo
dentro de un sistema de relaciones humanas. .
De hecho, según la teoría parsoniana, el mismo individuo es un actor que
desempeña diversos roles sociales expresados a través de funciones que pueden ser
manifiestas o latentes. Las primeras serán aquellas funciones aceptadas y reconocidas
por los actores, las segundas son aquellas que no tienen aceptación o reconocimiento,
lo que puede conducir a conductas patológicas definidas como “disfuncionales” (Merton,
1973, p. 165).
El aporte de Parsons que dio origen a la llamada 'teoría de los roles' es parte
integral del conocimiento sociológico contemporáneo y, por tanto, de la construcción
epistémica de la Sociología de la Educación, en la que la posterior
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La tutoría como estrategia pedagógica para el desarrollo de competencias de investigación en posgrado
El desarrollo de esta teoría, llevado a cabo por Merton, tuvo una influencia significativa (1973, p.
166).
Resultados
Con base en lo establecido, se incluyen los roles propuestos por Cruz, García y Abreu (2006),
en su trabajo Modelo Integral de Tutoría.
Estos autores identifican ocho roles que conviven simultáneamente y se dividen únicamente
para el estudio en roles que conforman el eje vertical y el eje horizontal de la tutoría.
Existen dos roles centrales que forman un eje vertical, que organizan la tutoría en su
conjunto, a saber: Formación Investigadora y Formación Profesional, que incluye los roles de
docente, socializador, coaching, orientador académico, patrocinador y orientador psicosocial. La
propuesta se centra en:
• El papel del tutor en la formación investigadora.
• Las competencias que debe tener el tutor para la formación investigadora.
• Cómo evaluar el papel del tutor.
Formación en investigación, que tiene dos partes: la primera, apoyar la práctica profesional con
la mejor evidencia científica disponible, la segunda, generar nuevos conocimientos, siendo esta
una función más propia de los estudios de posgrado.
a) La tutoría debe promover una práctica profesional basada en la evidencia científica disponible,
para lo cual el estudiante debe aprender a identificar problemas y formular preguntas pertinentes,
buscar, localizar, recuperar y analizar críticamente información bibliohemerográfica relacionada
con asuntos profesionales; de esta manera el alumno podrá proponer posibles soluciones y
reflexionar sobre su propia acción con plena conciencia.
Asimismo, los tutorados deben estar capacitados para poder evaluar la metodología
utilizada en las investigaciones recuperadas, con el fin de evaluar la validez de los resultados y
juzgar si contribuyen a esclarecer o resolver problemas profesionales, considerando enfoques
multi o transdisciplinarios.
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relevante para la práctica profesional, así como ser capaz de proponer proyectos de investigación
para llenar los vacíos de conocimiento.
La guía de tutoría permitirá a los alumnos organizar los conocimientos pertinentes para
elaborar modelos conceptuales que les permitan juzgar la complejidad de los problemas y
proponer soluciones basadas en la evidencia científica disponible.
b) La tutoría debe prepararse para evaluar, con precisión metodológica, las intervenciones de
carácter profesional, elaborando modelos conceptuales que consideren las variables involucradas
y los posibles factores de confusión, identificando diseños de investigación adecuados y la
viabilidad y aspectos éticos.
de la evaluacion
Los alumnos tutorizados serán capaces de operar variables, seleccionar o desarrollar
instrumentos, verificar la calidad de sus datos, realizar análisis estadísticos, interpretar y comparar
sus resultados con otros estudios similares para obtener conclusiones válidas y fiables. Todo ello
para contribuir a la mejora de su desempeño profesional, permitiéndoles valorar la posible
generalización de sus resultados, y su potencial transferencia a otros contextos.
Para quienes se capacitan para realizar investigaciones orientadas a la generación de
nuevos conocimientos, es necesario identificar al menos tres grandes etapas: planteamiento,
desarrollo y conclusión.
Aproximación a la Investigación.
Durante esta etapa, la tutoría guía al estudiante en el proceso de búsqueda, localización,
recuperación y evaluación de la información relevante con el fin de acotar el problema de
investigación.
El tutor guía al estudiante en la revisión crítica y multidisciplinar del material recopilado para
sistematizarlo y elaborar un estado del arte que le permita al tutorado visualizar los problemas en
su complejidad, considerando la multicausalidad, el posible orden temporal y la dirección de las
relaciones entre variables; y considerando la dinámica
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características de los fenómenos para configurar un marco general de referencia
sobre el fenómeno a estudiar que permita identificar potenciales problemas de
investigación científica o profesional, valorando tanto su relevancia científica como
su trascendencia social.
Se asiste al estudiante en la selección del problema que le servirá para
desarrollar la investigación y, en su caso, la tesis de grado. Se guía al estudiante
a construir modelos conceptuales a partir de conocimientos previos, buscando la
capacidad explicativa y la consistencia interna, con el fin de identificar variables o
factores involucrados con el problema, ordenados cronológicamente para generar
hipótesis.
Se orienta al estudiante a seleccionar estrategias metodológicas que permitan
contrastar hipótesis, controlar posibles factores de confusión para validar el
estudio, evitar reduccionismos y juzgar la factibilidad y viabilidad de la investigación.
El asesoramiento sobre la selección de técnicas apropiadas para estructurar
el plan de análisis de datos de acuerdo con el diseño y las preguntas de
investigación, deberá reflejarse en el protocolo de investigación y, en su caso,
presentarse y defenderse ante los órganos académicos correspondientes para
evaluar la calidad de la propuesta. investigación y, en su caso, se orientará al
estudiante para obtener la aprobación de los comités de investigación y de ética.
Investigación y desarrollo.
Esta etapa tiene como objetivo orientar al tutorado para la realización de la
investigación, ayudándole a establecer técnicas de laboratorio oa realizar estudios
piloto cuando sea necesario. El tutor monitorea la recolección, calidad y
organización de los datos, y ayuda a responder a los imprevistos, analiza posibles
formas de abordarlos y guía al estudiante en la toma de decisiones para realizar
los ajustes indispensables al proyecto original.
El tutor asiste al estudiante en la presentación de su progreso ante los
diferentes foros académicos y en la valoración e integración, en su caso, de las
observaciones emitidas por los comités de evaluación.
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Conclusión de la investigación.
Un tutor asiste al estudiante en el análisis de los datos y la interpretación de los resultados, contrastándolos
con los antecedentes teóricos y empíricos relacionados. Esto permite al estudiante identificar los alcances
y limitaciones del estudio, así como nuevas hipótesis, otros problemas de investigación y posibles
aplicaciones. Finalmente, los tutores colaboran en la selección de las revistas o editoriales adecuadas
para la publicación de los resultados. Ayudan a los estudiantes a crear un borrador de sus resultados de
acuerdo con las pautas de los editores, así como a realizar los ajustes pertinentes y responder a las
sugerencias de los árbitros.
A lo largo del proceso de investigación, el tutor incentivará al estudiante a articular críticamente el
corpus de conocimiento del campo de estudio con la praxis y resultados de su proyecto de investigación.
La formación investigadora debe exponer al estudiante a una pluralidad de problemas profesionales
y proyectos de investigación de forma que sea capaz de observar la complejidad del campo, identificar y
seleccionar los conocimientos científicos necesarios para su ejercicio profesional o proponer nuevos
proyectos de investigación. de manera independiente y autorregulada.
Habilidades básicas que debe tener el tutor.
Habilidades cognitivas
Formación psicológica que le permita al tutor la actualización sistemática y la superación permanente,
que posibilite su constante desarrollo para orientar contenidos amplios, profundos, actualizados y
esenciales. Se expresa en la capacidad cognitiva.
Se demuestra en la búsqueda, registro, estudio y actualización sistemáticos de la cultura para el
dominio de contenidos relacionados con su quehacer profesional como dimensión del modo de actuación
profesional. Se identifica por las acciones que realiza para obtener información de diversas fuentes, su
procesamiento y uso de acuerdo al potencial formativo que poseen.
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También se contenta con estudiar y dominar la caracterización integral de los tutelados
desde todas sus dimensiones, cognitiva, afectiva, actitudinal, las cuales deben ser utilizadas en
la dirección del proceso educativo. Para tener éxito en esta tarea de búsqueda, estudio y dominio
del contenido, es necesario desarrollar esta capacidad expresada en habilidades y hábitos de
localización, procesamiento, registro e interpretación de información de diferentes fuentes, así
como motivación y disposición. hacerlo de manera sistemática y por diferentes medios, incluyendo
la superación personal y la mejora académica.
Esta forma de actuar influye en la formación de una cualidad de la personalidad del docente
que debe identificarlo como un educado y autorrealizado.
persona.
Esta habilidad incluye los siguientes componentes:
1) Conocimiento de la información.
• Dominio de la teoría de la información.
• Dominio de las características de las diferentes fuentes de información.
• Dominio de las formas y métodos de obtención de la información.
• Dominio de cómo funcionan los procesos cognitivos y los componentes de las habilidades
para su autorregulación, autosuperación y autoevaluación.
2) Las habilidades intelectuales, comunicativas, profesionales y los hábitos de búsqueda,
localización, procesamiento, registro e interpretación de información de distintas fuentes, tales
como:
• Saber orientarse en los centros de información a través de
los ficheros y otros medios automatizados.
• Saber buscar bibliografías sobre un tema. Saber procesar y registrar información en
resúmenes, diferentes tipos de fichas, elaborar esquemas, gráficos, informes, mapas
conceptuales, etc.
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• Saber interpretar la información, haciendo un uso crítico de ella para sustentar sus
ideas, a través de todo el sistema de habilidades lógicas y procesos de
pensamiento.
• Saber producir información en forma de artículos, noticias,
medios didácticos, libros, material didáctico, etc.
• Saber planificar la actividad científicoinvestigadora.
• Saber llevar a cabo el proceso de investigación.
• Saber comunicar los resultados de la actividad científica.
Operaciones fundamentales que integran la capacidad cognitiva:
a) La investigación, el estudio sistemático, el procesamiento y el registro de información
actualizada sobre el contenido de las ciencias afines a la materia, área de conocimiento,
nivel y enseñanza en que desarrolla su trabajo.
b) Investigación, estudio sistemático, elaboración y registro del contenido de la didáctica
para su labor educativa desde una perspectiva integradora y
punto de vista contextualizado.
c) Investigación, estudio sistemático, procesamiento y registro de información sobre los
fundamentos filosóficos, psicológicos, sociológicos, pedagógicos y curriculares del
proceso de enseñanza y aprendizaje.
d) Búsqueda, estudio sistemático, elaboración y registro del contenido de los programas,
los contenidos formativos transversales y los valores sociales fundamentales a
desarrollar en la docencia y su integración en el ámbito educativo.
proceso.
e) Búsqueda, estudio sistemático, procesamiento y registro de información política, histórica,
económica, artística, científica y su relación con la
contenido de la educación del alumno tutorizado.
f) Búsqueda, estudio sistemático, procesamiento y registro para su integración al proceso
educativo de las tradiciones, potencialidades y principales problemas
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de los tutorados en los contextos de grupo, escuela, familia, comunidad, nación y
humanidad.
g) Búsqueda, estudio sistemático, tratamiento y registro para su aprovechamiento de
teoría y metodología de la investigación científica.
h) Investigación, estudio sistemático, procesamiento y registro para su uso en el proceso
educativo de los contenidos de lengua materna, lenguas extranjeras, teoría de la
comunicación, informática y tecnología educativa.
Habilidades de Diseño del Proceso Educativo
Se define como la formación psicológica de la personalidad y el constructo que designa la
idoneidad del docente para planificar el proceso educativo de forma creativa y contextualizada
y realizar la transposición didáctica del contenido de la cultura a la actividad educativa del
alumno tutorizado. Esta habilidad incluye acciones de diagnóstico, previsión, selección y
estructuración de contenidos, selección de fuentes, determinación de métodos,
procedimientos, tareas docentes, diseño de la evaluación y formas de organización de los
diferentes tipos de diseño. Se expresa en la capacidad metodológica.
Habilidades comunicativasorientadoras
Se define como la formación psicológica de la personalidad y el constructo que designa la
idoneidad del docente para establecer todas las interrelaciones en el proceso de formación
de los tutoradosalumnos a través de las acciones de orientación, organización, control y
evaluación de la formación de los alumnostutelados en todas sus dimensiones, y de su
propia actividad pedagógica. Se expresa a través de su capacidad comunicativa.
Incluye las cualidades y habilidades del tutor para establecer una adecuada relación
interpersonal con el estudiante durante el proceso de tutoría; con una actitud abierta,
inquisitiva y crítica para identificar los intereses, motivaciones, fortalezas y debilidades
académicas del estudiante. Además de tener una actitud empática, dinámica y asertiva para
estimular las ideas y
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propuestas desarrolladas por el estudiante en su proceso de formación hacia una vida
académica independiente.
Las habilidades anteriores no son estáticas y cuando se modifican las
se produzcan los programas, deberán ser analizados y, en su caso, modificados y
adicionados a los que sean necesarios para el logro del propósito fundamental del
programa de posgrado. Estas habilidades están estrechamente relacionadas con los roles
del tutor analizados anteriormente. También representan un primer acercamiento teórico
que debe ser potenciado por la tarea de tutoría académica.
Evaluación del Desempeño del Tutor
En América Latina, muchos agentes educativos consideran que para crear la necesidad
de una superación continua en la gestión de los docentes, es fundamental que los docentes
se sometan consciente y periódicamente a un proceso de evaluación de su desempeño.
Sin embargo, otros actores educativos están obstruyendo todo esfuerzo por establecer
este tipo de políticas en sus sistemas educativos, a través de posiciones gremiales que,
en un intento de “proteger al docente”, olvidan el derecho de los estudiantes a recibir una
educación superior cualitativa y ni siquiera considerar el derecho de los docentes a recibir
servicios de asesoría y control que contribuyan al mejoramiento de su
su trabajo.
La evaluación docente no debe ser vista como una estrategia de vigilancia jerárquica
que controla las actividades docentes, sino como una forma de promover y favorecer la
superación del profesorado, y como una forma de identificar las buenas cualidades
docentes para generar políticas que contribuyan a su generalización.
Por su función social, los tutores están constantemente sujetos a la evaluación de
todos aquellos que reciben sus servicios directa o indirectamente.
Estas opiniones, que se expresan espontáneamente sobre su comportamiento o habilidades
e independientemente de los diferentes factores que intervienen en el sistema escolar,
pueden dar lugar a situaciones de ambigüedad, contradicciones, un alto nivel
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del subjetivismo, y en ocasiones puede ser la causa de decisiones inadecuadas y
de la insatisfacción y desmotivación de los docentes.
Por lo tanto, es necesario contar con un sistema de evaluación que haga justo y
racional este proceso para evaluar el desempeño de los tutores con objetividad, profundidad
e imparcialidad.
Los enfoques éticos y políticos de la evaluación enfatizan que el problema más
acuciante del proceso de evaluación docentetutor es el uso que la administración y la
comunidad educativa pueden hacer de los informes o certificados de evaluación y las
implicaciones que de ello se derivan. La evaluación se puede utilizar para mejorar los logros
profesionales, la autonomía y la colaboración entre los docentes, o se puede revertir y
promover la desconfianza, los temores y el rechazo absoluto entre los docentes como
resultado de conceptos erróneos sobre la evaluación y sus consecuencias para los docentes.
La evaluación en sí misma tiene que ser una oportunidad de reflexión y mejora de la
realidad, pero su oportunidad y sentido de repercusión en la personalidad, el entorno y el
grupo de trabajo del evaluado tiene que ser comprendida y ubicada adecuadamente para
posibilitar la formación de los docentes. mejora profesional.
La evaluación del desempeño profesional del tutor es un proceso sistemático de
obtención de datos válidos y confiables, con el objetivo de verificar y evaluar los efectos
educativos producidos en los estudiantes sobre las habilidades pedagógicas, la
emocionalidad, la responsabilidad laboral y la naturaleza de las relaciones interpersonales
de los tutores. con los tutoradosestudiantes, padres de familia, directores, compañeros y
representantes de instituciones sociales.
De la definición anterior se puede inferir que evaluar es conocer una
la realidad pasada en su máxima extensión, destacando los conflictos en las condiciones y
acciones realizadas, desarrollando hipótesis de mejora y sobre todo, a partir del conjunto
de datos e informes más fundamentados, con la máxima intervención de los participantes,
emitir un juicio sobre el alcance, la evolución y la complejidad de la tarea.
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La evaluación es un juicio de valor que necesita estándares bien consolidados para
referirse y contrastar la realidad evaluada. Esta verificación requeriría plena coincidencia
en la identificación de dichas normas y en su aplicación.
La definición anterior nos brinda una clave para determinar las dimensiones que debe
incluir la operacionalización de la variable “desempeño profesional del tutor”, por lo que
es útil para la construcción de una definición operacional de dicho concepto.
¿Cómo evaluar el desempeño de un docente?
Se han utilizado diferentes estrategias y fuentes de información para evaluar la calidad
del desempeño docente, entre las que se destacan las siguientes:
• A través de los logros del alumnotutorado.
• A través de instrumentos estandarizados que miden las habilidades del docente.
• A través de la opinión de los tutorados.
• Basado en la opinión de los tutores (autoevaluación).
• A través de la opinión de los supervisores, directores y otros docentes
autoridades.
• Evaluación por pares.
• Evaluación de la docencia mediante portafolios.
Cada uno de ellos tiene sus propias características, ventajas y desventajas, por lo
que sería más adecuado evaluar utilizando una variedad de estrategias y fuentes. Cuando
se dispone de información sobre el desempeño de los tutores, los comités académicos
pueden realizar acciones beneficiosas para el conjunto del profesorado, ya que a partir
del diagnóstico resultante de la evaluación es posible identificar las debilidades y tratar de
fortalecerlas. También es posible consolidar las fortalezas aplicando acciones ya
implementadas en varios programas, como el reconocimiento a la excelencia de los
tutores.
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Los indicadores propuestos para evaluar la calidad del desempeño del tutor son:
• El nivel de preparación alcanzado, que refleja un bagaje acumulado de la práctica
pedagógica y del pensamiento humano en general, en constante
perfeccionamiento dado el actual desarrollo permanente de la ciencia y la
tecnología, el medio ambiente y las características del nivel educativo
correspondiente.
• Nivel de desarrollo de las competencias pedagógicas profesionales del tutor.
• El papel que juega en la orientación del proceso de formación profesional y
personal de la personalidad de los tutelados.
• Actitud reflexiva sobre su propio trabajo y el impacto en su
estudiantes y sociedad.
Evaluar al tutor no significa proyectar en él las carencias o limitaciones razonables
del Sistema Educativo, sino asumir un nuevo estilo, clima y horizonte de reflexión
compartida para optimizar y posibilitar espacios reales de desarrollo profesional. de
docentes, y para la generación de culturas innovadoras en los
centros educativos.
Conclusiones
En el contexto actual de demandas investigativas y de producción académica en el
contexto universitario, es necesario desarrollar habilidades investigativas, las cuales se
caracterizan por ser complejas y requieren de apoyo tutorial.
Las habilidades son características de las personas, pero no como cualidades
abstractas de la personalidad, sino como logros efectivos dentro de una situación de
trabajo, como un saber ser y un hacer, por lo que el apoyo tutorial debe permitir y
promover este conocimiento.
Se suele considerar el proceso de tutoría sólo como una relación bipersonal,
necesaria e indispensable por supuesto, pero se ignora que la formación termina
cuando los estudiantes se convierten en expertos integrados plenamente en comunidades de
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práctica (Wenger, 2001) y redes sociales de expertos nacionales e
internacionales. En consecuencia, la tutoría debe ser considerada como un
proceso dual, formativo y socializador donde es fundamental generar nuevos
modelos más integrales.
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