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Prehistoria contemporánea.

Lógica sacrificial
del progreso y sabotaje del destino

Jordi Maiso
Instituto de Filosofía – CSIC

Resumen
El presente texto pretende repensar las relaciones entre progreso, civilización y barbarie desde
la crisis actual de la civilización capitalista. Apoyándose en los análisis de la teoría crítica, y a la
luz del callejón sin salida al que parecen conducir tanto las crecientes dificultades de valorización
del capital como la perspectiva de la inminente crisis socio-ecológica, la única noción aún viable
de “progreso” parece ser el “sabotaje del destino”; se trata de sondear en qué medida es posible.
Palabras clave: Progreso; Barbarie; Crisis; Capitalismo; Regresión; Teoría crítica.

Abstract
Present Prehistory: the sacrificial logic of progress and the sabotage of fate
The aim of this paper is to rethink the relations between progress, civilization and barbarism
from the current crisis of capitalistic civilization. Leaning on the analysis of critical theory, and
considering that the increasing difficulties of the valorization of value as well as the imminent
socio-ecological crisis seem to lead to a dead-end, the sole workable understanding of “progress”
today seems to be the “sabotage of fate”; but to what extent is it possible?
Keywords: Progress; Barbarism; Crisis; Capitalism; Regression; Critical theory.

A comienzos de los años 90, el capitalis- en el trabajo asalariado, el incremento de los


mo globalizado y su programa de moder- trabajadores pobres y un crecimiento des-
nización parecían haberse impuesto como proporcionado de la exclusión social son
modelo triunfante y sin alternativas; a eso hoy moneda corriente en países que creían
se referían las consignas de “fin de la histo- haberse librado para siempre de la miseria.
ria” y “fin de las ideologías”. Hoy el pano- Con Benjamin, podríamos afirmar que sor-
rama parece muy distinto. La brutal crisis prenderse de que semejante regresión sea
que atravesamos ha desmentido todas las posible “en pleno siglo XXI” no tiene nada
expectativas de un mundo unificado que de filosófico; todo lo más revela que la iden-
garantizara paz y bienestar para todos. Lo tificación del progreso con el mero avance
que hasta hace poco se estilizaba como el de la historia ya no se sostiene.
“florecimiento económico” de países como A nadie se le ocultaba que los procesos
España se revela hoy como una prosperidad de desregulación, privatización y capitaliza-
a crédito y con pies de barro, que no tenía ción de todas las esferas de la vida, que han
nada que ver con los milagros económicos tenido lugar en las últimas décadas, iban a
de la segunda posguerra. Fenómenos como recrudecer las relaciones sociales. Puede que
el hambre, la pobreza, la imposibilidad de la crisis socio-ecológica (climática y energé-
integrar a enormes segmentos de población tica) que se abre ante nosotros sea una ver-

 Artículo recibido el 1 de junio y aceptado el 8 de julio de 2014.


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dad incómoda, pero lo cierto es que el es- interiorizar en una civilización global en la
cenario es sobradamente conocido. El hecho que coexisten paraísos terrenales e infiernos
de que, con todo, la consigna siga siendo el terrestres. El miedo atenaza y atomiza a los
business as usual da cuenta de una situación individuos, arrojándoles a una lucha por la
de impotencia sin precedentes. La esperan- supervivencia que es entendida exclusiva-
za en una transformación de las relaciones mente en clave individual.
sociales parece haberse desvanecido. ¿Qué ¿Qué significa eso para la teoría críti-
queda entonces de la confianza en que el ca? Esta intenta pensar la sociedad desde
progresivo sofisticamiento de la sociedad el punto de vista de su transformación. Su
y de sus modos de satisfacer las necesida- divisa sigue siendo el imperativo categóri-
des lleve a un incremento generalizado del co que formulara el joven Marx: «Derribar
bienestar? En el horizonte de la actual crisis todas las relaciones sociales en las que el
y ante el bloqueo de una praxis transforma- hombre es una criatura degradada, esclavi-
dora, ¿en qué constelaciones se presentan zada, desamparada y despreciada» (Marx,
las relaciones entre progreso, civilización y 1981, p. 385). Pero, para que este imperati-
barbarie? vo pueda preservar su carácter vinculante,
A comienzos del siglo XX se formuló la hay que actualizar su impulso para ponerlo
dicotomía “socialismo o barbarie”. El lado a la altura de la fase socio-histórica en cur-
del que se inclinó la balanza estuvo claro aún so. Eso es lo que intentó Adorno cuando, en
antes de que el lema better dead than red ad- la segunda mitad del siglo XX, constataba
quiriera fama internacional: Auschwitz fue que las perspectivas de la emancipación
la recaída en la barbarie; este nombre desig- habían cambiado: «Hitler ha legado a los
na una cesura para nuestra concepción del seres humanos en su estado de no-libertad
progreso civilizatorio por detrás de la cual un nuevo imperativo categórico: orientar el
ya no es posible volver. Mientras persistan pensamiento y la acción de modo que Aus-
las condiciones que hicieron Auschwitz po- chwitz no se repita, que no ocurra nada se-
sible, la barbarie persiste como un elemento mejante» (Adorno, 2003, p. 385). El paso de
más de nuestra cotidianeidad: «Desde Hit- un imperativo a otro revela el curso catas-
ler, los hombres cuentan con que todo es po- trófico de la modernidad y el debilitamiento
sible, y al mismo tiempo no quieren creerlo. de la posición de la crítica. Para Adorno, la
Eso les lleva a tolerar lo que se inflige a otros meta de la revolución era la eliminación del
y les caracteriza como ciudadanos de nues- miedo; pero Auschwitz denota un grado de
tra era de barbarie» (Dahmer, 2009, p. 167). universalización del miedo con el que nin-
Hemos llegado a acostumbrarnos a convivir guna revolución por sí sola puede romper
con la barbarie y el fin de la “era de las ca- ya. «Con Auschwitz la prehistoria alcanza el
tástrofes” (Hobsbawm) no supuso ninguna límite hasta el que llegaba la teoría emanci-
ruptura en este sentido; desde entonces, la patoria precedente. Después de Auschwitz
desproporción entre poder social e impo- la prehistoria persiste, pero entre el antes
tencia individual ha seguido agudizándose. y el después de Auschwitz hay una línea
Hoy, la barbarie es parte del business as usual de demarcación que separa dos épocas»
porque se prueba más eficiente que la civili- (Claussen, 1988, p. 19). Por ello, la memoria
zación. El “breve siglo XX” comenzó en 1915 de Auschwitz debe «aguzar la vista para lo
con el genocidio armenio y llegó a su fin con que viene después: la historia de la libera-
Srebrenica y Ruanda; en su transcurso se ción malograda» (Claussen, 2005, p. 39).
robusteció la tolerancia hacia las atrocida- En nuestra fase actual de la prehistoria,
des (Hullot-Kentor, 2008). Hoy, apenas cabe podemos constatar que la universalización
imaginar que un asunto como el caso Dre- del miedo no solo no ha cesado, sino que
yfus pudiera desatar un escándalo interna- resulta cada vez más patente. En la socie-
cional. Las imágenes cotidianas de guerra, dad actual cada vez más seres humanos son
hambre, miseria, masacres y catástrofes de declarados “superfluos” para el proceso so-
la primera y la segunda naturaleza revelan cial –no logran acceder a los únicos modos
la amenaza latente que cada cual tiene que de integración socialmente reconocidos, el

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trabajo y el dinero– y, por tanto, se les ex- transformación emancipadora de la socie-


cluye. Eso no solo prueba la irrelevancia dad actual. Si algo amenaza hoy la persisten-
social de cada uno como individuo –lo cual cia del modelo social vigente no es la acción
pone en cuestión el propio concepto de in- consciente de unos sujetos que hubieran de-
dividualidad–, sino la nulidad real de su cidido poner fin a los sacrificios inútiles que
existencia. La posibilidad de ser declarado exige la persistencia del capitalismo, sino la
“superfluo”, en un modelo social cuya ca- “muerte de éxito” del capitalismo globaliza-
pacidad de inclusión mengua como una piel do; este se habría impuesto sin alternativas,
de zapa, atormenta a cada vez más indivi- pero su modelo de valorización del valor se
duos. La creciente precariedad de la integra- toparía con límites internos (crisis del traba-
ción que ofrece el capitalismo actual puede jo abstracto) y externos (crisis energética y
comprobarse en algunos de sus productos climática), que ponen obstáculos cada vez
recientes, como los guetos en ciudades an- más serios a su funcionamiento. El proble-
taño industriales como Detroit o Baltimore ma es que este posible final del capitalismo
o la intolerable situación de los trabajadores no traería la emancipación, sino las ruinas
temporales de empresas como Amazon1. Lo (Jappe, 2012; Kurz, 2013). Precisamente en
cierto es que el nexo entre utilidad social y el momento en que el modelo de socializa-
derecho a la existencia nunca ha llegado a ción capitalista comienza a resquebrajarse,
desaparecer del discurso público, ni siquie- la idea de un modelo distinto permanece
ra durante la edad de oro del capitalismo inalcanzable. Ante esta situación, ¿cabe se-
fordista. Hoy el grado de violencia que pue- guir confiando en alguna forma de “progre-
de caer sobre aquellos que son declarados so” o más bien augurar que, pese a todos los
“sobrantes” puede apreciarse, por ejemplo, avances técnicos y científicos recientes, nos
en las brutales condiciones que imperan en acercamos a una nueva y oscura fase de la
los Centros de Internamiento de Extranjeros prehistoria?
en España y la U.E. (Zamora, 2013). Hablar del presente como “prehistoria”
En esta situación languidece incluso la remite a la persistencia de problemas his-
conciencia desdichada, como revela el des- tóricos irresueltos. Se trata también de una
tino de conceptos como dominio, regresión, provocación contra la concepción –más o
fetichismo, cosificación, o incluso prehisto- menos secularizada– de la historia como
ria y barbarie. Estos conceptos, que una vez teodicea, que, en buena medida, permanece
pusieron el dedo en la llaga de las relaciones intacta. Ante el estado actual de no-libertad,
sociales, parecen haber enmudecido. Para la referencia de Marx a la “prehistoria de la
quienes viven en una sociedad atravesada sociedad humana” (Marx, 1990, p. 9) sigue
de sufrimiento evitable e injusticias brutales, siendo absolutamente actual; pero su con-
estos vocablos son meras cáscaras vacías, re- fianza en el inminente final de la prehistoria
siduos de una retórica que hoy parece tras- se revela un producto del incorregible opti-
nochada, con un ardor fuera de lugar en los mismo del siglo XIX. En el más lúgubre siglo
contextos políticos y académicos actuales. XX, Adorno y Benjamin señalaron que algu-
Quizá nuestra época pueda caracterizarse nos sectores de la sociedad sin duda progre-
como posthistoria, pero solo en la medida san –sobre todo las aptitudes y conocimien-
en que se trata de una prehistoria incapaz tos–, pero que la sociedad como tal aún no
de concebir alternativa alguna a su propio ha conocido el progreso. La historia no fue
modelo (Schmieder, 2011). aún nunca la de una humanidad consciente
Lo cierto es que ni el estado de la con- capaz de disponer de su destino, sino que
ciencia subjetiva ni la realidad objetiva del ha tenido lugar como un proceso incons-
capitalismo global, permiten esperar una ciente, pura “historia natural”, marcada por

1 Cfr. por ejemplo Ausgeliefert!, producido por la ARD y realizado por D. Löbl y P. Onneken: <http://
programm.ard.de/TV/daserste/ausgeliefert-leiharbeiter-bei-amazon/eid_281069485704849?list=now>
(consultado el 14/06/2014).

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el devorar y ser devorado. El capitalismo puesta del capitalismo hispánico para hacer
permitió un enorme desarrollo de las fuer- frente a las consecuencias de dos décadas de
zas productivas que logró una autonomía burbuja inmobiliaria y capitalismo de casino
sin precedentes respecto a los rigores de la era construir el complejo de Euro-Vegas. La
naturaleza, pero no rompió con la esfera de consigna está clara: persistir con el mismo
la coacción natural, sino que dio lugar a una modelo que nos ha traído hasta aquí, hasta
segunda naturaleza. La autonomización de que no quede nada que valorizar o con lo
la economía, que se separó del resto de ac- que crear nuevas burbujas; el que esto im-
tividades sociales y las sometió a los dicta- plique un incremento de la vulnerabilidad
dos de la valorización del valor, convirtió a de la población, nueva pobreza, trabajo en
los seres humanos en «objetos, y no sujetos, condiciones de working poor o nuevas olas
del proceso social que, sin embargo, se man- de desahucios y población sin techo parece
tienen en funcionamiento como sujetos» el “precio inevitable” de un horizonte de po-
(Adorno, 1968, p. 358). sible “recuperación”. Y es que hoy ya nadie
Esta autonomización de la esfera econó- se atreve a afirmar seriamente que el capita-
mica en el capitalismo se basa en un quid pro lismo pueda garantizar progreso y bienestar
quo entre medios y fines, entre producción y para todos; nadie se lo creería. El capitalismo
satisfacción de necesidades, que degrada la contemporáneo ya no precisa siquiera de un
vida a mera supervivencia. Incluso en socie- discurso de legitimación, porque sabe que se
dades caracterizadas por la abundancia y por ha impuesto sin alternativas: le basta el mero
un alto grado de sofisticación en la satisfac- “seguir-así”, literalmente a toda costa.
ción de necesidades –como sigue siendo el La propia referencia habitual a la “sos-
caso en los centros del capitalismo–, «las ne- tenibilidad”, aunque haya sido degradada a
cesidades y la conciencia humana quedaron mera consigna de negocio, revela el secreto
fijadas en el aseguramiento de la subsisten- que tácitamente todos sabemos: el mode-
cia. El estado alienado en que los hombres, lo social en el que vivimos es insostenible.
como dice Marx, solo viven cuando no traba- No son guerras o accidentes tecnológicos lo
jan y trabajan cuando no viven solo se ha exa- que amenazan las condiciones de vida en
cerbado» (Krahl, 2008, p. 345). Hoy, después el planeta, sino el modelo de producción y
del lapso en el que el bienestar y la paz social reproducción social a escala mundial (Sch-
parecían una conquista duradera, en un mo- mieder, 2011). Pensemos, por ejemplo, en el
mento en que cada vez más seres humanos agotamiento de los recursos energéticos: el
son declarados “superfluos” y la destrucción pico del petróleo convencional ha tenido lu-
irreversible del planeta se revela de modo gar en 2006, y eso significa que el volumen
incontrovertible, la cuestión de la supervi- de extracción de petróleo se ha estancado de
vencia y el miedo pasan de nuevo al primer modo irreversible y ya solo puede reducirse
plano. Cuando los imperativos de entidades e incrementar su coste. El 96% del transpor-
anónimas y objetivadas de la economía sepa- te mundial depende del petróleo y, hasta
rada (“los mercados”) se imponen con una ahora, ninguna de las llamadas “alternati-
violencia sin ambages en todas las esferas de vas” (biocombustibles, energías renovables
la vida, el embrutecimiento salvaje de la pre- o fracking) puede aspirar a cubrir –ni siquie-
historia adquiere una nueva dimensión. ra de lejos– el consumo actual de energía2.
La cuestión de si el capitalismo logrará Sin un incremento del consumo de energía
sobreponerse a esta crisis y, en caso de ha- no puede haber crecimiento económico y,
cerlo, a qué precio, permanece incierta; pero sin crecimiento económico e incremento de
está claro que su destructividad se revela la productividad, el capitalismo no puede
cada vez más abrumadora e inútil. La pro- mantenerse.

2 Tanto por su baja tasa de retorno energético como por su menor densidad energética. Aquí me apoyo en
los trabajos de E. Santiago Muiño (2014) y de Antonio Turiel (<http://crashoil.blogspot.com.es/> [consul-
tado 14/06/2014]).

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Ya no cabe confiar en una “astucia de que pusiera fin a esa lógica. La crítica de
la razón”, y estamos ante una sociedad a Marx presuponía por tanto el sujeto revo-
la que apenas se puede comprender ya se- lucionario; si este no entraba en escena, lo
gún su propia ratio, «porque entre tanto se que se produciría sería el hundimiento en
ha deshecho de ella como chatarra y la ha la barbarie. Ante un tal escenario, está claro
sustituido por la disposición inmediata» que el sabotaje de esa “lógica histórica” sería
(Adorno, 1961a, p. 284). Ante «un estado lo único razonable. Pero aquí tal vez sea útil
natural altamente civilizado» en el que «la recordar una afirmación de Horkheimer:
ciega ley natural y la voluntad socialmente «La experiencia más desagradable a la que
organizada» se revelan idénticas (Claus- lleva el materialismo es que la razón solo
sen, 1988, p. 23), no parece exagerado ha- existe mientras pueda apoyarse en un su-
blar de “prehistoria contemporánea”. Más jeto natural. Puede contar con ese sujeto en
bien parece insostenible seguir pensando la medida en que quiera hacer uso de ella.
que la actual crisis se debe a “patologías”, Pero la razón también puede extraviarse sin
“desviaciones”, “excesos” o “accidentes en que quepa echar la culpa de ello al sujeto»
la autopista de la modernización”; es inútil (Horkheimer, 1995, p. 235).
pensar que la solución vendrá con la vuel- Todo depende de algo tan frágil y que-
ta al “cauce normal de las cosas”. La ideo- bradizo como ese “sujeto natural”, meneste-
logía de la prehistoria contemporánea es roso. La crítica necesita de sujetos que no se
su pretensión de persistir obcecadamente plieguen al sobrio realismo de las relaciones
en su lógica pese a la evidencia de que esta de fuerzas, porque vive del impulso de no
nos lleva a estrellarnos contra una pared, de querer resignarse a relaciones sociales que
que la catástrofe será irreversible y de que reprimen, explotan, maltratan o dejan mo-
el camino hasta ella costará cada vez más rir a seres humanos; sujetos solidarios con
sacrificios. La socialización del mercado se los “cuerpos torturables” (Brecht). Pero la
descompone y, si el capitalismo sobrevive, existencia de estos sujetos tampoco garanti-
probablemente será gracias a despojarse de za el sabotaje del destino: las constelaciones
su envoltura democrática; su funcionamien- subjetivas del deseo y el miedo dependen de
to se verá cada vez más marcado por la “dis- las relaciones de fuerza en el proceso social,
posición inmediata”, acompañada de una y, hoy, la avasalladora prepotencia de las re-
violencia cada vez más endémica: tanto por laciones sociales se impone de forma incon-
los intentos de defender el status quo, cuan- testable a la economía libidinal. Los sujetos
do los modelos de reproducción social ya no vivientes están en una situación de indefen-
garanticen la supervivencia de grandes ca- sión cada vez mayor, y dependen cada vez
pas de población, como por la lucha por los más de un poder social concentrado que mo-
despojos de los últimos restos de la riqueza nopoliza las condiciones necesarias para su
capitalista (Jappe, 2012). Si la historia sigue subsistencia. La amenaza de caer desterrado
su curso “lógico”, nos llevará a una prehis- en el “extranjero intra-social” (el desempleo,
toria cada vez más salvaje. En este sentido, la mendicidad, la ausencia de casa) es cada
había afirmado Adorno que, si cabe hablar vez más concreta para amplios estratos de
aún de progreso, sería en la medida en que población que hasta hace poco se considera-
se dirigiera a evitar la catástrofe total y más ban “clase media”. La universalización del
extrema (Adorno, 1962a, p. 618). En pala- miedo atenaza las fuerzas libidinales de la
bras de Ulrich Sonnemann, se trata de ver si crítica y da lugar a un malestar difuso, que
es posible salvaguardar la perspectiva de un en el mejor de los casos se articula como
“sabotaje del destino”. protesta. Pero esta protesta ya no surge por-
Ya en el planteamiento de Marx el fin de que los sacrificios que este modelo social
la prehistoria no respondía a un automatis- exige sean intolerables, sino por el miedo
mo. Lo que su teoría podía fundamentar ló- –preconsciente o inconsciente– a quedar ex-
gicamente eran las contradicciones internas cluido de una sociedad cuya capacidad de
que llevarían a la lógica del capital al colap- integración disminuye a ojos vista y por el
so, pero no que hubiera un sujeto histórico deseo de seguir formando parte de ella, de

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poder seguir disfrutando de los beneficios pueden construirse nuevas formas de subje-
del consumo y el bienestar. De acuerdo con tividad y de relación con el mundo que pue-
ello, esta protesta estaría movida por nece- dan romper con la lógica del “progreso” que
sidades fundamentalmente regresivas, que ha dominado hasta ahora y abran formas de
evidencian una debilidad y una dependen- socialidad no completamente sometidas a la
cia de los sujetos sin precedentes. lógica del capitalismo. Puede que, ante los
Por otra parte, el sentimiento de tener peligros que se avecinan, esto sepa más bien
que pasar por situaciones cada vez más in- a poco; pero no parece que dispongamos de
soportables –por ejemplo para acceder al otros recursos. «Para la contemplación es
empleo o para conservarlo– sin poder reac- demasiado tarde» (Adorno, 1962b, p. 469).
cionar de ninguna manera puede llevar a
un malestar sordo que se sirva de cualquier
pretexto para descargar la presión compri-
mida en los individuos. Cuando, en una REFERENCIAS
sociedad que sigue produciendo un enor-
me margen de abundancia, capas enteras ADORNO, Th. W. (1961a). Versuch, das Ends-
de población se ven expulsadas del acceso piel zu Verstehen. En Gesammelte Schriften 11.
Frankfurt a. M.: Suhrkamp, 2003, pp. 281-321.
al consumo y al trabajo, los sentimientos de
ADORNO, Th. W. (1961b). Über Statik und Dyna-
ansiedad, miedo, rabia e impotencia consti-
mik als soziologische Kategorien. En Gesam-
tuyen un potencial de regresión que no pue-
melte Schriften 8. Frankfurt a. M.: Suhrkamp,
de ser subestimado, y que no espera sino a 2003, pp. 217-237.
una movilización eficaz. ADORNO, Th. W. (1962a). Fortschritt. En Ges-
La intuición de Adorno de que la inte- ammelte Schriften 10.2. Frankfurt a. M.: Su-
gración total de la sociedad coincide con su hrkamp, 2003, pp. 617-638.
desintegración parece confirmarse. La vía ADORNO, Th. W. (1962b). Wozu noch Philoso-
hacia el progreso, no ya como incremento phie. En Gesammelte Schriften 10.2. Frankfurt
del bienestar, sino como sabotaje de un des- a. M.: Suhrkamp, 2009, pp. 459-473.
tino que nos lleva hacia una nueva barbarie, ADORNO, Th. W. (1968). Spätkapitalismus oder
parece estrecharse cada vez más. Porque con Industriegesellschaft? En Gesammelte Schriften
el capitalismo no solo se va a pique un mo- 8. Frankfurt a. M.: Suhrkamp, 2003, pp. 354-
delo productivo, sino toda una forma de ci- 370.
vilización que da lugar a las formas de obje- ADORNO, Th. W. (2003). Negative Dialektik.
tividad y subjetividad realmente existentes: Frankfurt a. M.: Suhrkamp.
el riesgo es hundirnos con este modelo de CLAUSSEN, D. (1988). Abschied von Gestern. Kri-
civilización, porque somos carne de su car- tische Theorie heute. Bremen: Wassmann.
ne. Pero también somos algo más que eso: CLAUSSEN, D. (2005). Grenzen der Aufklärung.
en los individuos socializados, en sus nece- Frankfurt a. M.: Fischer.
sidades y heridas, persisten elementos de DAHMER, H. (2009). Divergenzen. Münster:
los que el modelo de socialización no puede Westfällisches Dampfboot.
HORKHEIMER, M. (1995). Briefwechsel, 1937-
apropiarse completamente: «La opresión ex-
1940. Frankfurt a. M.: Fischer.
trema podrá tal vez forzar lo irreconciliado
HULLOT-KENTOR, R. (2008). A New Type
[en los individuos] al silencio, pero no extin-
of Human Being and Who We Really Are.
guirá la tensión almacenada en el interior» Brooklyn Rail, November 2008. <http://www.
(Adorno, 1961b, p. 237). Con este elemento brooklynrail.org/2008/11/art/a-new-type-
no reconciliado tiene que enlazar una teoría of-human-being-and-who-we-really-are>.
crítica del presente, antes de que las heridas (Consultado el 14/06/2014).
que producen las formas de socialización –y JAPPE, A. (2012). Crédito a muerte. Logroño: Pepi-
de exclusión– contemporáneas se coagulen tas de calabaza.
y den lugar a nuevas lógicas de resentimien- KRAHL, H. J. (2008). Konstitution und Klassenkam-
to y a necesidades de autoafirmación y de pf. Frankfurt a. M.: Neue Kritik.
descarga de la frustración acumulada. Solo KURZ, R. (2013). Weltkrise und Ignoranz. Berlin:
enlazando con esas necesidades y heridas Tiamat.

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