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8/11/2021
En México se tomaron 2 factores principales que afectaran a las mujeres para llevar a
cabo esta idea, que son: necesidades de movilidad y violencias sexuales y agresiones. Con
esto me gustaría pasar a definir que es agresión sexual y acoso. la agresión sexual incluye
ataques como la violación o intentos de violación, así como cualquier contacto sexual no
deseado y el acoso es aquella persona que hostiga, persigue o molesta a otra. Una vez se
tienen claros estos conceptos, se puede presenciar que este tipo de violencia no está
presente únicamente en el transporte público sino en muchos otros espacios, y por ende
puede llagar a no ser una real solución a esta problemática. Una vez se implemento este
sistema en México, se le pregunto a las mujeres si se sentían seguras antes y después de la
segregación de géneros en el transporte público, a lo que el 70% de las mujeres respondió
que se sentían inseguras al movilizarse antes de la implementación de la división de
géneros, y 21% de mujeres respondió que se sentían todavía inseguras después de la
implementación de la división de géneros. Lo que nos lleva a pensar que aun siguen la
mujeres estando inseguras y que esta solución reduce la problemática pero no la erradica.
Por otro lado, aunque la idea no cumpla con evitar a toda costa la agresión y acoso sexual,
es una idea que si puede reducir significativamente casos de abuso sexual en espacios
públicos hacia las mujeres. Por esta razón considero que puede ser una buena iniciativa
para regular este flagelo que ha aquejado a las mujeres por años, sin embargo, pienso que
no basta para que una mujer sienta la misma seguridad que tiene un hombre en un
transporte publico o incluso en la calle, o que un padre se sienta igual de seguro de dejar ir
sola a su hija a la escuela, así como lo haría con su hijo. Algo similar a lo que expresaba
Elsa Marie D’Silva, fundadora y directora ejecutiva de la Fundación Red, cuando dijo “En
algunos países, el acoso sexual en el transporte se traduce en niñas que faltan a la
escuela, mujeres que renuncian a ofertas de trabajo o incluso que no pueden acceder a
servicios de salud esenciales” Para esto debería haber un cambio de conciencia en la
sociedad, llevarlos considerar y a cambiar esa manera de pensar, como ejemplo que a través
de campañas de concientización obligatorias exigidas por los gobiernos, así como en los
colegios se pueda enseñar la equidad de genero y el respeto hacia la mujer.
Aun con estos posibles buenos resultados que pueda dar la división de géneros en el
transporte público, hay quienes piensan que no es una buena idea y que realmente no es una
efectiva manera de combatir este fenómeno, “La segregación por razón de género en el
transporte público no aborda las causas fundamentales de la discriminación y la
violencia de género. De ninguna manera es una solución al problema del acoso sexual ”
X. Andion (2018, May 11) El transporte inclusivo será fundamental para el empoderamiento de las mujeres y
el desarrollo en general [Online]. Available: https://blogs.worldbank.org/es/voices/transporte-inclusivo-
fundamental-para-el-empoderamiento-de-las-mujeres. quien añade también que “No da más
derechos a las mujeres y no aborda las normas y leyes” estando de acuerdo a la postura de
ella, considero que dicha solución no aborda las principales causas de la agresión y el acoso
sexual, pues como lo acabamos de definir el acoso es el hostigamiento de una persona hacia
Para resumir, la división de género en el transporte publico en cualquier país, puede hacer
sentir a las mujeres más seguras a la hora de movilizarse, pero no hay realmente una
reducción significativa de esta problemática, seguramente se reduce en el espacio del
transporte público, pero así mismo aumenta en otros espacios públicos y podría agravar esta
problemática. Para concluir, esta solución no resulta efectiva, pero si lo pudiera hacer la
opción de implementar el respeto a la mujer y la equidad de género como parte de la
educación básica y superior.
Rosa, el nuevo color del feminismo: un análisis del transporte exclusivo para mujeres Amy
Dunckel-Graglia* 5 de febrero de 2013
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-94362013000100007