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Aíío XXI.

PERIÓDICO DE LAS FAMILIAS,


QUE TIIiNELA ALT.V ILONRA DK COXTAÍl COMO I'IUMKI'LA SL'SCIUTORA
NTJM. 50.

A S. M. LA REDTA (U- B. G.)


COSTIE^E LOS DlItWOS MAS ELEG.WTES DE Ü S MODAS DE PARÍS, MODELOS DE TODA CLASE DE TIIADAJIIS DE ADUJA, INCLUSOS LOS DE lAPlCEÍllA E^ COLOltES, CROCHETS, CANEVAS ETC^
S e pxiblicoj Tin n u m e r o todos^ l o s O o m i n i í o s ; .
PRRCIO DF: I,A MOr.A Kl.i'lllANTli II.USTRAÜA. PRiiaO m LA MODA ET.KGANI'li ILUSTHAIJA. PÍIRCIO m lA MODA EIJÍGANTE ILUSTRADA.
£ n E s p a ñ n , Canarias y P o r t u g a l . E n las A m é r i c a s E s p a ñ o l a s £n los d e m á s estados de Annérica.
^.DlClo^ r.cosú5iiCA. r.DIC.ON [•.CO^OM]^.A. K D i a o W ECONÓMICA.
Un ailo 93 re;iUis.—Seis tnyses SO icnlii^.—Trcf meses 30 reales. Por un año 8 pesos fuelles.—Seis iiii'-;e> S pesos fuertes. i'iir lili iiilo lü pesos fiierleii—Seis inesua 6 pesos fuerles,
P r e c i o de la edición de t u j o . P r e c i o de IB edición de l u j o . Precio de la edición d e l u j o .
Un año JüO rp.—Seis meses 80 is. —Tres jinües üS rs. Por un aílo 12 ps. fs. —Seis mi.'ses 7 [is. fs. I'ür «11 año 15 ps. fs,—Por seis meses 8 ps. ts.

Vio se v e n d e n números s u e l t o s . DIRECTOR PROPIETARIO: D . Abelardo de Carlos. A l q u e r e ú n a seis susoriciones se l e dará u n a gratis.

Sumario.—Descripción tlcl griibiuTo de modas. — Musiiico ile •^?>ía- llas, lapelcs de lámpara ó mesa, lam
cuentas encoiitriuliis. — T e g i d u iiiosuico. — Mosnini t';iliV(lo.— bi-equines de chimenea, etc.
Mosaico en enrejiulo.—Tres dibujoH pura pinito d e red ó do Se ensartan las cuentas en algodón
crochet.—líiiíudo jntni j;uiirnecerzupiitilks, etc.—Cíociict pü- de liaeer media, no torcido y muy
T!i colcliii.^Puiito'proiillii (crochet).—ExplicHcion de ht p i n i - gnieso.
na de al)rigon.— líl Doctor Antünio.—BihUo^^nitui.— Explicü-
cion del figiirin ihiminndo.—Piihicíou de l:i anterior eliarüda. Para empezar este mosaico, se en-
sarta un iii'miei'o de cuentas suficíen-
le para el ancho del objeto que se ha
de ejecutar, esto es, para el número
Descrípcion del grabado de modas. <ic filas de cuenlas necesarias; pero si
se quiere un objeto redondo, se en-
Los tkis figurines representan un saco curio se- sai'tan cuenlas bástanles para formar
mi-ajusLaiio (visto por delante y,por dcti-jis) llama- el contni'no exterior; se comienza en
do Luis XV. Sí! hace en '¿vó de AtVica negro, torra- seguida por el medio de la redondela,
do y entrelelado, y se le rodea con un rizado enca- y después se hace primevo una mitad
ñonado de cinta negra, que sube sobre las Ires cos- y luego la otra, Irahajando Ue ida y
turas, y termina en una roseta de cinta. Las nuui- vuelta, porque es mas fácil disminuir
gas, abiertas, van sojeLis con un lazo también de- que aumentar el número de cuenlas
cinta; otro igual se coloca en el pecbo. que se emplean.
El trage (figurín visto por delan-
te) es de popelina gris, se adorna con El dibujo n." 1 representa el princi-
pio de una cinta de mosai-
un rizado de taletan negro recorta- co que tenga G cuentas de
do.—El otro Irage (visto por detrás ancho; las cuentas van nu-
es de tafetán negro, oi'Iado píir un meradas. La que se halla
volante muy estrecho. Un rizado de en la hebra (sin número)
mismo tafetán eslá dispuesto en pun- pertenece á la 2." lila: se
tas agudas: entre jíasa la hebra al travos de
cada punta se ba- la eiu'ula2, —se ensarta
ila un vohmle (te otra,—se pasa en el n." 4,
tatetan violeta Ibr- — una tercera,—
raando abanico. se pasa en el n." 6,
—se vuelve la la-
bor, se completa
IVIosaico de cuen- la segunda vuelta
tas encontradas. e n s a r t a n d o una
cuenta, y pasando
Seleejecutacon a hebra en el nú-
cuentas de Bohe-
mia, y se le em-
plea para cordo-
nes de campani-

lai.'JlAl o I)!-, M()[iA>.


394 LA MODA ELEGANTE, PERIÓDICO DE. LAS FAMILIAS.
mero •! {véiiseel dibujo n." 2),—se ensarta una segunda,—se pa- extremo á otro del marco, y se hace el tegido como hemos di-
sa el n." 2; una lercera,—se pasa en oí n." 3, -~ y así sucesiva- cho ya. Es menester siempre formar la cadena con un hilo mas;
mente.—Si la labor se haee m u un ni'iniei'o impai-, con Ti cnen- ^3Bí por ejemplo, para \'i cuentas. I."» hilos.
las por ejemplo, se ensarlaii allernaLivamenle en una vuellados El dibujo n." (i indica al mismo liempo otra variedad del le-
cuenlas,—eu la sifiuienle (res,—y la ¡ei'cera cuenU gido mosaico. En cada lado, las filas forman un
se coloca como ¡niÜea el ilüjujo n." 3, esto es, que asa ó dos, y entonces la labor setiiu;e sobre dos
después de Iiaber colocado 2 cuentas, se ensarta la heiu'as á la vez, señaladas en nuestro dibujo por
3.% y se la asegura, no auna cuenla, siuoá !a hebra las letras <? y ¿. Si aconícciese que cl j)rincij)io
que va de una cueida ú ulra. Se saca enionces la N." 3. y el extremo del hilo que ha servido para la ca-
hebra pasando la aguja al Iravós de la cuoula que dena se encontrasen sobi'C el mismo pedazo de
se acaba de ensartar (v¿ase ol dibují) n . " 3 ) , y se papel perforado, esto es, á un solo y mismo la-
comienza la vuella sigui nie que se conipone de 2 do, pudiera empleárselos para la trama, esto
cuenlas: de esle modo el aigndou en el que se han es, pa)-a ensartar las cuentas: eu el caso contra-
cnsarlado las cuentas í'ornia poi' un laclo una espe- N." 4.
N." rio, es menester alar una hebra á la derecha y
cie de cadeneta, mienti'as ([ue ])oi' el otro, CÍI don- N.M. otra á la izquierda de la cadena (en el un'smo lado del marco).
de las vueltas se tei'uiinan cnnio es costumbre, forma una línea Se eusai'ta entonces en una de las hcl)ras, que designaremos
de puntos muy semej^inle ;i las costuras pespunteadas. por la letra n, e! número de cuenlas necesario píirii muchas fi-
El aumento ó crecido se indica en la fig. n." A. Muestra nn las. Si se hace un dibujo, se deben observar las precauciones
ancho de (i lilas iguales, con aumento de wna cuenta en la Hla siguientes: l.'Mas o cuentas destinadas á los dienleciilos exte-
-7.\ Al principio ile esta se ensartan 3 cuentas en vez de una rioi'es no deben nunca ensartarse en la hebra a,— se las colo-
(véanse en el dibujo n." A las cuentas d, 2 y 3), de modo que ca en la 0;—2." contando las cuentas que i'ej)resentiui los pun-
a t á n d o l a hebra á la vuelta anterior, dos de estas tres cuentas tos ó cuadros del dünijo, se va alternalivanieute de dei'ccha á
pasan mas aibi de la labor. Se hace la 7." vuelta como de cns- izquierda,—y luego de izquierda á derecha, —por([ui', la hebra
lundjrc, y se comienza la 8." Cuando hay que sujetar la 3 . ' ¿ sirve para sujetar las cuenlas, y ella es la que se pasa en las
cuenla, se pasa la hebra al mismo liempo en las cuentas nú- filas ensartadas para fijai'las sobi'e la cadena y formar la trama.
meros 1 y 2,—después, por fuera, en la n." 3,—olra vez en ia Se ensartan 3 cuentas en la hebra O para formar los picos 6
n." 2,—de mievo eu la n." 3,—hiego por detrás en la n." i y al dientes. Cuando se han asegura<lo las hebi'as, se atan ofi'as nue-
mismo tiempo en la última de la 8." vuelta, junto á la cual se vas, escogiendo cuentas de abertura grande para cubrir los nu-
ensartan 2 cuentas, y se comienza una nueva vuelta. Ksla indi- dos. Cuando se lia coneluido la labor, se rompe el papel per-
cación basta para tijecular todos los crecidos. forado.
VA dibujo n." 7 representa na registro de libros concluido.
Tiene una hoja de ti'ébol sobre fondo de cuenlas blancas de
cristal, cenefa de cuentas doradas, dientes á los lados y un lle-
,," Tegido iTiosaico. co á cada e.xlremo.
Los (illnijos números 5, C, 7, S, O y 10 pertenecen S cst;i l.iljor.
Este regislro se hace sobre 2o cuentas: la cadena tiene, por
Esta labor se aplica á varios objetos, según la especie de eufon- tanto, 2G hilos de 10 centímetros de largo. Para los dientes se
ías que se empleen en ella. ensai'lan de cada vez 2 cuentas de cristal, una dorada y otras
Las cuenlas se ensartan en lilas rectaí: v legidas sobre hilo'-; dos de cristal. La franja ó fleco se compone de hueles de cuentas
cuyo número debe ser uno mas que el <\\; las cuentas ensaiia- de cristal, terminándose por otro bucle pe-
tadas. El largo de los hilos que queño que tenga en medio una cuenla
sirven de cadena ha de ser sufi- dorada, y á cada lado una verde claro,—
ciente para el que se ha de dar una verde oscuro,—una negra.
al objelo, porque en ellos no líl dibujo n." S es la hoja de trébol. La
pueden hacerse nudos. Se los cenefa se continúa á lo largo del regislro,
anuda junios por uno de sus ca- como lo indica el dibujo n." 9, que repre-
bos; eu este nudo se pasa un al- senta olro registro. El dibujo n." 10 puede
filer, se le asegura sobre un eu- servir para objetos del mismo género.
gin pesado {véase el dibujo nú-
mero .-i); el olro extremo de los
hilos se pasa por un pedazo de Mosaic:) calado.
cartón picado á distancias regu-
lares. Para hacer la trama con T^S di 1)lijos iiriiiici'üs 11, 12 y 13 pcrleiieccu d est:i l:il)Or.
cuentas venecianas, que son mny Se harán con este dibujo ¡apetiilos para
pequeñas, se emplea seda nuiy fi'ascüs, jardineras y lambien cuadrados
linayuna aguja lo mismo, pues- que tengan la dimensión de cada cristal
to que tiene ([ue pasar ensaimada de la ^xvítana, y remplacen las cortinas ó
por cuenlas que ya lo están. Es- visos de vidriera.
tas últimas deben ser perfecta- El dibujo n." 11 índica el principio de
mente iguales. esta labor. Se toma un hilo muy largo, á
Se ensarta la I.° fila de cneu- cada extremo del cual so ensarla una agu-
tas; se la coloca de izquierda á ja, y que se sujeta por su mitad sobre un
derecha, cei'ca del nudo : se a- c o g i n ; s e trabaja con las dos lu.'bras, en
prielan las cuentas con el índice cada una de las cuales se ensarta una cuen- ^-.<' I3.
de la mano izquierda, de moilo ta; después se cruzan las dos h liras en
que haya una entre cada hilo de una tercera cuenla,—se ensarla otra cuenla en cada hebra,
la cadena; después se pasa la aguja de derecha á izquierda —se las cruza en otra tercera, y así sucesivamente como i n -
al través de las cuenlas que se acaban de ensartar,—se en- dica el dibujo. Las cifras colocadas en uno de los lados sir-
sarta una segunda lila, se procede del mismo modo, y asi ven para la vuella signienle, que se hace, como esta, sobre
sucesivamente. Cuando la tira se ha terminado, se aseguran una hebra ensartada en dos agujas (véase el dibujo n." 12).
los cabos de la cadena lan sólidamente como sea | osihle: al- En lugar de ensartar una cuenta en una de las dos hebras, se
gunas veces se doblan hacia abajo, y se ios sujeta por medio N . " íí. la pasa por ia cuenla de la vuelta anterior (cuenta n." J),—se
deuna cinta eslre- ensarta una cuenta
cha. I*ara una lii'a iMi la oti-a hebra,
muy corta (un re- después se cruzan
gistro de libro por las dos hebras en
ejemplo), se evitan una s{tla cuenta,
el que los hilos ex- como se hizo an-
cedan de la cade- tes, — y asi se si-
na. Se toma, para gue, pasándola he-
ejecularesla labor, bra de la derecha
un marquito de al t r a v é s de las
madera ( véase el c u e n las numera-
dibujo n." 6); por das. — Ahora solo
uno y otro lado se ( ¡ e s c r i b i r e m o s la
^." 7.
le forra de una te- vuelta que termina la
••••«pnHHBHaBKaaaflBMflDB
PiiB«aBEH«iBBBMKXBaKBjaBRa
la cualquiei'a, so- labor (véase el dibujo
bre la cual se co- n." 13). Después de ha-
sen dos pedazos B..,BBBBBBBBBBBBBrBaBBBB4lC:a ^•X
4<^BBBBBBBBBBBBBHKBBÍ«
I^BBBBBBBBBBBBBBBBBB-a
ber pi-eparadouna h e -
de papel Bristol -BBBBBBBBBBBBBBDMBBBBB^L^'XK" ' _>BBBBBBBBBBBBBBBBBBBB_ bra ensartada en una
B_BBBBBBaBBB>]BflrMÍ ] B B B / ^ Q Í Í " " •BBaK>íaBBRBBBBBBBBBB-V
perforado,iguales -BBBBBBaBBB>:>;:'lBBO£d<itr-"'-- IBHBiSBBMBBBBBBBBBBBBB» aguja por cada cslre-
j,rj.:n.i • •• u .•
. ..í:[|[DBBBBa y colocados exac- B...BBMBBBBBRB!!&:4iJiBr~
-BBBBBBBBHBBBTÍ- --"
~l«SBBÍBBBBBBBBBBBBB..a
nW^MBBBBBBBBBIIBBB-
~BIBBBB«BBaBBBBBBaB-
nio, se pasa una de cs-
JDnBBBBBQB
fsaa- A - v ^ - 4 - u - c — • o i ^ i á ^ P a B B B B Q tamente enfrente B-BBBBBKBBBBBB.. _
..BBBBBBBBBBBBWSBatl 8 ~B»4<R»BBB|BBBBBSBBbÍ
~i]HaaBBBBBBBaBB-B
BBS<«gBBBÍIBBBBBflBB^
tashehras porlacuen-
!SS5P@i£i^HM.^k:£^^^'''^ B B • B uno de otro. En-
•-•BBBBBBBBaaBBBr?,
_ BBB B B B B B B • • B BQLjfB'
ifllBBag^BÍBBBBOB>a' l a n . " 8 , se ensarta una
!aSSW*rtií^'3PM5^HHf-SBQ • B_aa«BBBBBB>'.JdQ "
tonces se estable- _BBBRKBBBBB3«4^! cuenla en la cual se
B-BBBBBBBBBBB:^
ce la cadena, pa- B_BBBBÍBBBBBBaBBaBBBaBBn33QBBaBBBBÍBaÍBÍBBBBBaS«SaSBSS8b,B
-BBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBX: cruzan las doshebras,
BL B B B B B B B I B B B B B B B B B B B B X
aSiBBBBBBKBBIBBBaflHBBHBO
sando las hebras a. •_•B
B -BBB-BBB-BBB_BBB- B
BB- B B- B
B_BaB_BBB_BB
B- B . B _ Í „ B _ B _ B _ f l _ N _ B _ a _ B _ f l _ m _ l Z B _ a - Í se pasa la hebra á la
K." 8.—SiüNos: °Üro. i-^Vordc de seda al través N." 9.—Siüxo-^; "(iuenlas l)lancasdecr¡slal. "Oi'o. °Accro. '^Uron- derecha por la cuenta " 10.—SIGNOS ; "Negro. ^Oro.
claro. =^ld. oscuro. "Negro, del papel de un n."d, — s e cruzan las
ce claro. **Id. oscuro. •-''Negro. '^'Uosa. '*tlul)i. •Cristal blanco. '^Verde.
•Cristal blanco.
LA MODA ELEGANTK, PERIÓDICO DE LAS FAMILLVS, 305
dos hebras en una cuenta que se ensarla, y así se continúa. toda esta vuelta, después de ía cual se hacen 3 con lana blanca,
Los cabrs de hÜo se pasan en las cuentas inmediatas antes y asi sucesivameníe, pero cuidando, como lo indica el dibujo,
de cortarse. ^ de hacer alternar los puntits largos, hechos con la lana ingle-
sa. El revés de la labor se convierte en derecho de la colcha,
Mosaico en enrejado. la cual se hace por tii-as sepai'adas, que ílespues se reúnen por
una \uella de puntos cadenetas, ejeeuladas con lana color
Los iii'iiiKiios líi y 13 ¡KTtciiiL'ceii i'i eslu Inbor.
castaño.
Se lince como el .interior, non ¡a diferencia de qne se enpar-
lan siempre dos cuentas, en vez de nna, parn cada iielira, y Punto-presilla (crochet).
también p;ii-a crnzíir las dos licbnis (véase el dilnijo n." 14). M A T E R I A L E S . —L.in;i ciífiro ve r i l o - m a r , — l i l . i , — l i l í i n c ; i , — n e g r a : seda de A r g e l color iii.ii?.:
El diiüijo n." iri representa uno de ios lados de una jai'dinera víirios crotliels du i i i a i k r . i .
en tamauü reducida, líl inusaico de cuentas en eni-cjado se Este punto servirá para colchas ú otros objelos análogos. Se
arma en un marco de.junen, lis- acüsliunbra hacer la labor por liras
te mosaico se hace con las cuen- reparadas ó por cuadros.
tas cuyns colores van indieadus El ]uiuln'pi'es¡lla es una variedad
por los signienlcs s'gnos ; " bron- del croc'ln'l tmieeino; se compone,
co claro, * bronce oscuro , " ne- como é.sle, de dos vueltas que van
gro, ^cuentas blancas de cristal. da derecha á izqulertla y después
de izquierda á derecba.
Se hace una cadeneta algo apre-
Tres dibujos para punto de red tada, sobre la cual se vuelve del
ó crochet. modo siguicnle:
•1.' vitc'ldi (fel diffiíjo, de derecha
Dos de eslos dibujos pueden á izquierda.—En cada punió de la
prolongarse en todos sentidos. El cadenciase pasa la hebra, se con-
cuadro del medio se Iiaccaislada- \V^' serva sobi'e el crochel-
mente, se le empleará en furiua 2L
de tablero, haciéndolo alternar 2." viidtji (k>( dilmjo, do izquierda
con cuadros de muselina de di- -Bn» H i! :t K .M ;: » . B . :: K ií . Ü á derecba. Se loma la hebra sobre
bujos, ó bien bordada. •fií» » V n n n K !t L D •
Mhi a ü D u n i! H ;: D a d H !
c j! i el crochel, se la pasa al través de
miJi::j: n:i aa DO BB a. KK • : ! as a3 «a ar. ¡'.a los ;{ últimos puntos, se los deja
caer fuera del crochel: se vuelve á
Si i ' " " CX] BB í¡í3 Ba O- »:: D-' •<• nu as ü^ ^a
¥l,{ :: j n t.'i 1 M a d la (" y » 1 tomar la hebra, se la pasa al través
Bizado para guarnecer zapati- •«f:":s 3 1 ao líí! na ca :::: D BM un mv ^u s:;: í^^. del último jamlo que acaba de ha-
llas, etc. ::á ! • • • • » • • • • • • : ; (
í í l : : : ; Lü «a D • • CC :t3i GO • • CD • • ."".D .ía fr^' cerse, después en los .'i siguientes.
Podrá lambien emplearse este f1 :::: ^r. HÜ I:H Ü » a i : »3B HÍ: y.a as s s an v.s
Nuesli'o dibujo indica esta opera-
rizado para guai-necer cogines de
íí J'll ! :Í » ;c S u :: K :s !! » K :: ! ción (véase crochet A) y la división
: :¡ C • a i.' « =í J ri n D !! de los puntos.
.sola, tapetes de lámpara, etc. — fl
Nuestro modelo se bace con cin- H • a • _ • _ a :t • _ • • •_ i!.J
.JU} lí.' vuelta, de derecba á izquier-
ta verde de i ceiilímefros y 1/2 ¥1; ís o ü u C j ! s n ti li! ! : B „ i da. En el lado pei'pendicular de ca-
de ancho, y cinta ne^'i'a de 2 cen- da uno de los puntos desmontados
límctros. Se pliega jior el medio ;:3! co aa r e • • OD ¡üi ca an '"r, aa CC Jfü- tres á tres, se pasa la hebra que se
cada una de estas cintas, en se- conserva en calidad de punto sobre
M'i :i » K :: ¡9 u :: i: :g :t n H I
guida, después de liaber co'oca- m I u lE :: s a :t i: a :: ¡a a :> J el crochet, pero picando éste en el
do la cinta eslreciía en el centro lado de detrás de los puntos de la
déla otra, se ejecutan ios ador- vuelta anterior, á fin de que estos
nos con cuentas de acero. \\ queden inlactos por el dei-eclio, y
\\ ¡jarezcan semejantes á presillas en-
lazadas (véase el d'bujo, crochet W).
Crochet para colcha. •>s l'i/e/tf'de ¡ziiiijffffin á dcrcc/m. CO'
mo lapcnúllima, pero cuidando de
Este punto es muy fácil de eje- dejar caer fuera del crochet juntos
cutar; se le hace alcrochel.-'WííV- los'.ipunios que se han demostra-
//(', de ida y vuelta. Se emplea díi ya del mismo modo cu la vuelta
lana blanca céfiro, — lanas ingle- penúllinia (véase el dibujo).
sas amarilla, negra, azid, encar- Todas las demás vueltas son se-
nada y verde, Üv. devanan juntas mejanles á las dos últimas.
estas .") úllimas lanas, y con ¡as.*) Despuí-s de haber explicado este
hebras reunidas se bace un-i ca- -.lAimi.NTnA EN MHPAICO niC CCENTAS. punto, describiremos nneslro mo-
deneta de \H pinitos, sobro los delo, que se compone <!e un fondo
cuales se hace una vuulla de puntos sencillos. Las I mar las o hebras: se hacen 3 punios gencillos, y, y de una orla» heclios por separado y cosidos
ti'cs vueltas siguientes se labran cou la lana blanca I con el 4." puní o ¡^e rodean las 3 vueltas hechas con i después.
sencilla; para la vuelta que sigue se vuelven á to- la lana blanca. Se continúa del mismo modo para' El fondo es verde cou rayas negras. Se hacen al-
I • & • • 11 i^r I I [iB«igf]i m\ astncBi i i er i l BS;» EI a s n l i i BBB T BHM a i 1 BBBi Bi B a a i i a i i a i i i B O B I M I B a a i i i « i O B I T • • •
• s b r í I diini r I I I I [ •< • ! I I t j 1 I nuai i i n a a i a a a i I i r) a a i B B i ai B I aMBaaNai ai i i i i ai BI n i i ai ai B B B B B I
I mami i r B I i i aeaosi • ! «DBBDI I I C I I I B i n i m\ aamt i i • m-r • I f u i B i Bi a a a j i B K I B I Í i a a a i a i a a a i i •< a a i i B B I I .
•I • • • • I I I • a B K B í - w r at a n a u a i i i i i a a s i • • • ! niaai i
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a niiH. w 9 t B B ana • 3a n rsE
¿ 'S^ 5 i*S!^ 'sfíS^^^^-*- rliBrriDí a i i i B B M M i i M B B I B I B I B B B I t i i i t Bul
11 Bl I I BBBi 1 I BI I I I I 1 BBBi 8 * 1 BBI a a a j I I 1* i t
! r BI I I BBBI I I BI M ¡ í I I I ! B a a i B B r í M i i M I i • ' ' •
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I ••DI • « • ! I I I namw • • • • ! r r i oaor • • « ! i i i rBaai '' l i l i l í t i a a i I i I I I I I I aOKi i i i a i i i i n c B i i t i i i i
I I • • • ! • • • ! I I niiíat r i • • • [ i t c a s i • s n r c rnuii .-•'i-^-'-í-WflH; I 1 M I I Bl Bl I I I I I BBBi 1 M I I BI Bl I 1 I I laari >i i I _
^ • t I I • • • ! • a ' - i I DBi I I I r n a l i afeí:i • • £ ! aSa iEEM a I a a aB a a a» i v I 1 I I I I I B M 1 I M I BI KI 1 I I t I I BI 1 I 1 I I Ql MI n I
~ | I I • ! a u n aaa m n ni i i Q I a a o i • • c i D I I I I• [J • • s• i a ; i :]icii!i
I 1 I n I Ki a i I M I I u s a i i i i i i B I a i i i i i i ami/i i i i
•i ei aaDoi i l1ial ai a iu a<o-isii
•1BBBaia ia aI sIi rnaa
i^cl
i í ««
n r mui^t iI «iI iB
i oa aBaDiA I« uI aI i tiii
BBEi
Ui Ci I a aacii
i n i a Ia
BVICJI
U B DI I B lKaHaI i -iDai o a a Bi air a a c an
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BBBI Banr a a o B B i I I a i I 1 a a c í 1 1 D I 11 1 1 1 1 1 i " a s i B a m 1 1 1 1 r 1 1 1 a i 1 r
I ama'^i i i M • • n i Bsiar i i E V a í • i ^ I ar n a n í e\ a a c í ni 1 1 r a a r i • • 1 B V I H c a í 11 1 vr a a s
I jBiini a a a i M i l a a n a I n a i I a l B I • r 1 siai 1 1 1 er a i p 1 1 K I i;i m 1 11 ° : B I
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1 1 Ki ar 1 i r I I u n r i 1 1 1 »> p i 1 1 r 1 1 u a r
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I M I I (31 01 I I I I I I C B D I I I I r ni T I I I I n s K i 1 1 1
I BBC r r "-«gi " " • • i i i wi i i n a a B B B aan 1 r r i 1 1 D B D I I I I I I I I r a o u i 1 1 1 11 r i 1 B B B I
_ a a B B i I I I a a s r t.'Bni r r i i C I B B I n o S i iiña B Ü B . . DI m B I r DI DI Li I I I a o i I DI r i er 1 g n 1 1 1 a i B I n i ..
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SirLsssSM rSB'afas'DSSfus"?! «•«"«'I "•" aSSi « ! • iiBaí a o i a a i a s a r M i i i at i n a n í i i Hr i i i i i > ! • • " •
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I aaaaai i rar n a a i ¡si B B C I M B I I S S a B o i B I B a S S o í 1 BBaí a i B o a i i i a i a a i r a a o i B I B B O I I aí-i KI I I a a a
B I I I I M aaoi r i B B B a n m i i u a j í i i i i i i «i BI i i i r a 1 1 1 1 Bl a i i 1 1 1 Bl e i a a B o n i p i a i aasizn] Q I D I i i i i
_ i a B a a B í i i n i i a a a t a i rnaai i r a i áflBBiii L i a M B a u
• > B I a B a n a l l i l ' B r a i amsi n a n i i j i a a a e a t a i r i B S S M I ; I I I BBBI a i a a n í i i D I a a i i icaní ni B B Q I I B><I O Í I I B B K
• B l aBBBiai I I B B i i B B a e o í • • • r i i B B B B B I • Si B B I S S B I ' BBDr
I BBBI BBIarI rarBBr « a aaia ri :i! ii ii r• m
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l i l i BBOI BBBI M I I I 1 11 Ri 11 « a B i 1 1 ni I M I M I r a a . i [ i i B v e í
I BBUI I 1 « B i í N a m I 1 B M I BBBI BBB I 1 BBBI I I s ñ S r r I I 1 I a i• I—M I—1 1 m Bl I- •I M I I -Hl' I—I I I I- I Q I nr- — a a
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tSSaaf •::caBauo_iÍaaLXOi»B3ipDaaBLJÍiiBa^aüüa«BaÍ^^aB5dcaB^
s a B D B I DI Bl • • • • •• Ia i01ma i II 1
• I I nsai ai i H a i
11 a ai I I
••DI afana
arai aai
"HA
' a i aai i

T;IKS DIIKJOS I'AHA P.EU O cnocaET,


396 LA MODA ELEGANTE, PERIÓDICO DE LAS FAMILIAS.
ternativamenic en la i." vuelta 15 punios verdes,—3 adornos se componen de lerciopelo del mismo co- da por la volunlad de uno solo lan iiniióvü y silenciosa
negros: se dejan las lanas por el revés sin corlar- lor, pero mas oscuro, sobi'cpueslo y orlado a p u n - como .si en bigar de un ptifíl)lo bubie.'^c sido" un puelWo
to de cadeneía. de esláluiís. I'"l [lapa Sixio V. desde el asiento elevado
las: la 2.' vuella se hace luda con ia íana vei'de. que ocupalm, mu'iiba á sus pií^s aquella nuillilud sin
LasSvuellas sigiiienles se hacen como las dos an- N." 8.—/'í//c'/()í eorio de terciopelo negro, ador- voz en su preseuria.
teriores, después l a O / {de derecha a izquierda) le- nado con tiras de raso negro, orladas de galón es- Por i¡n,&e ú\ó la señal, comenznron á trabajar las
da con lana negra,—la siguiente loda con lana ver- trecho. garrucbiis y las cuerdas, \ la masa de gi-aiiilo pruicipió
de, Se vuelve á empezar desde la 1.' vneila, y. así N." {).—Siiliil'i de baile de cachemira blanca, guar- a levantarse leiilinuenU^.
se oonlinúa. necida de lai'etan azul y encage negro. l''oulana movió sus bioidcras, el papa se inrlina con
La orla se hace, sobre 2Í punios lurmando 7 pre- N." 10.—riilctíii de rano negro, señalando el ta- curiosidad, los miles de personas que domina contienen
sillas; el íondo es blanco,—los huiare- mas oscuros lle, con adornos de trencilla. su aliento,—\\n iiiituUo, y el enorme monolito se alza
en su piiesU>.
con lana lila,—'los menos oscuros cou seda maíz. N." \\.— Taima fruncida de lerciopelo negro, De i'e[)ente resuena un chasquido de mal agüei'o, el
Después de haber cosido la orla al i'edednr del Ibn- adoi'nada de pasamaneria y de rizados de raso negro. obelisco Si' (jiTeila iminívil un seciumlo y luego Itaja al-
do, que se ejeeula el rízadilu que lo rodea, y para N." i-¿.— !('/í'/(i/ coito de paño-iei'ciopelo, color gunas jnilgi'iilas; las cuerdas aflojadas por la tracción ya
el cual es menester emplear cierlo número de ero- de arena, adornado con bolones de acei'o y costu- no le soslieneii. I'^l papa Irunce el ceño; Homa ejiteí'a
ras pespunteadas.

lii/.ADO FAiíA r.i:,\iiMr;iox ni; /AI'ATU.I.A, im;. L ©@CT@B] áPíTOISIÍ®.


[Co(iliiui:icioii.]
chels, porque seria imposible conservar lodos los CU0,":I!1;T I'AIIA COLCHA.
puntos en uno .solo. Se loma la lana blanca, y se \í\ dia seualiulo t'oníana después de lialior confesado
•pasa la hebra en cada uno de los puntos del borde y couuilgndo y despoe.-' de baliei' recibido la hendifion palidece. l'Vinlana pierde PH presencia de ánimo.
del fondo: se desmontan estos puntos (vuella de pontilii'ia, snliifi al elevado andamio desde el cual de- —¡.•\gua! ¡Aí^oa! i:riló de repente una voz. ¡.Mojad las
izquierda á derocha) con la lana lila, y se. bacen 3 bía dirijir la operación. cuerdas!
punios cu el aire aLiles de desmontar caila puolo; Sus órdenes dehian ?er comunicadas por medio de enni- I'onlana oliedeee á esla feliz sugestión; arrojan agua
con el A." punto en e! aire, .se deja resbalar fuera panaH y (le handei'as de di\ersos cnliires, de modo que á las cuerdas, el cáñamo aflojado se conlnio, 'los traba-
del crochel el punió de la vuella anleríor. I'bi el los obreros que no eslaiíaii ai alcance de la voz pudiesen jadores se ponen con miovo ardor á la obra, y en al-
otro lado de la oi'la se hace otro rizadí) igual. oir y o!)edecei-. gunos instantes la majcsiiiosa cobuima se qneda en pií';
I.a plaza did Valicano cuiíierla de una mucbednmbre y se deliene ante aijuctla muchedumbre pasmada de ad-
Con el puulo-presilla .se pueden ejecutar dibujos c.nmpacla pareri;i eslar empeiii'ada de cabezas. ¡Tiiraciüu, como una ¡mielia nueva y gloriosa de la au-
de tapicería : en esle caso los 3 ¡umlos que fornuui Sin duda debiií presentar un especláeuto grande (^ im- dacia y del gciuo del tionibrc.
una presilla se contarán por un punto de tapicería. ponente aquella inmensa reunión de hombrea manloni- Aquel vu\\\ opnctnna inlervencion liahia hecho al-
El cambio de colores se canziu- tai resultado,
efectúa entonces solo en era el eapilan deun bu-
la vuelta que va de dere- (¡ue mercaníe llamado
cha á izquierda ; la que Ürcsca y nalural de San
va de izquierda it derecha Üeiuo; proUabtemenie
se hace con la lana eui- en el curso de su vida
de niin'ino habla ob-
.picada en el fondo. Taní- IW^f^ servado en ocasiones
bien pueden bacL'rse s;d- J\ \ ^i bcmejanles l;i acción
picados de p.ilmis ó de (^ v ilid a^i.ia sobre el cáña-
mo aflojado. Sea como
ramitos de ílores. (¡üieía, á pesar del servicio
iiicoülestalile que acababa de
laccr. los guardias suizos que
Explicaciondc :a p á g i n a no co[uiciaii mus virlud ([ue
de a b r i g o s . •;t sumisión á su amo, ni o-
ro ci-inien que la desobe-
N." i.—Atkini'iz de pa- diencia, ¡irenilieron á Bresca
ño-terciopelo gris oscuro, 'k'\aroii á [¡rcsenciadol
,)apa. I.a conoeiiia se\cridad
rodeado de liras de la(e- de Si\lo V. dcjatia ]iocas es-
, lan negro, íbrmando un [leranzas por lu vida del ca-
arabesco en cada esquina; lillan.
l)orlas de seda negi'a y se-
da gris, Feliznienle, el buen éxüo
de la euipri'sa en que lan-
N." 2.—.SW>/Y.'/(jf/íMle pa- ío se lialiia enqiefiadü el pa-
ño gris, adornado de pa- /a, [I- di;jpusü á la clemencia
samanería negi'a, con respeclo al bombi'e cu-
N." S.—Pafclo) (le Itu'- )a iiis|nracÍon lobabía salva-
ciopelo negro, orlado con do lodo en el uiüiutínlo crí-
lico.
• un rizado de ciu'.a de ra-
so negra: Itjs adornos <le Su Santidad recibirá Bres-
ca con lieniívolencia y |)ro-
las mangas, de los'hom- meliií concederle el favor
brosy del talle son de pa- (|ue le pidiera l'uese cual
samanería negra. quisiere.
N." A.—Palelo! semi-a- l-;i liuen eapilan pidió en
jusUdo de Iciriopeloazui primer lugai'la bendición del
fuerte, orlado por un ga- papa, y en s?^undo el privi-
lón de pasamaneria nogi'a legio paia i'd y sus descen-
dientes de sunnnislrarlodos
calada. liis años las palmas n! pala-
N." ri.—/V//icfí de gró cio apnsldlico. !•)! papa con-
de África negio, sujeta en cediii por medio de un bre-
los hombros por dos plie- ve lo (¡ue le pedían, v ade-
gues gruesos asegurados más di(i á bresca el (ílulo y
el ¡:rado de (•apilan en el e-
por bolones- esla pelliza jércilo potUili(ílo con el de-
se adorna con costuras recho de llevar el uniforme y
pespunteadas de seda vio- euiuboUr el pabellón papal
leta, rodeando una pasa- en SI! l)uque. \'.\ l)reve del
manería negra. papa existe aun en poder de
N." 6.—Subn-todo semi- la l'anulia Uresca, y el pi'i-
vilegio que concedía existe
ajuslado de paño gris, a- igualmciUe.
dornada con trencilla, ga-
lón y rizados de tafetán lil doctor hizo una pausa
negro. y añad¡():
— La hisloria ha venido
N.° 7.— Vclllza de pa- jusía, pues henos aquí yaeu
ñocolorllabana; las man- el término de nueslro viaje-
gas se cortan de un .solo línlre csa.s dos monlañas que
pedazo cenia espalda:los se desvanecen á lo lejos, se
l'CNTO-ritESILI.A (cilOCilO
- -•-yiwgyiS'j..,. j ^ . L ^ . . - j . u - u j u w w w B i M w g i g w c a j , .iiuii ii. i u^^.u-'.^j.twBy'jiu^iig^'.JV'yif^iaH^'-uaii-w'.^Bft^Me.'.wpTg*' •sm
398 LA MODA ELEGANTE, PERIÓDICO DE LAS FAMILUS.
entiende el valle de Tíii;giíi. Eso rio qiio entra en el m a r V esto también, continui'te! doclor, sin su obstinación en nera; por último, los dos guias tuvieron su parle del
á cien pasos de aqui, es el Argenlino, el oi-gullo de los querer vivir en el Pantano, habría podido adquirir fama ramillete, y nuestros viajeros ataviados asi, atravesaron la
lialúlantes de esfe valle, y delieuipo en tiempo sn azote y Porluna. Pero enseñadnos vuestras obras. aldea de Castellaro, llamando u n poco la. alencíon, p e r o
tamljíen, pues cusnulo lia'cfecido con los torrentes de la E\ n ú m e r o de los objetos de arle no era grande;— acogidos siempre con las señales de respeio y de simpa-
montaña, m u g e como un toio furioso y lo arrastra todo ¿para qué aimienlarle cuando los que estaban en el taller lia "que les habian acompañado por lodas partes. De
á su paso. no hallaban conipradoi-es?—pero sin embargo, los qtte tiempo en tiempo un aldeano se acercaba á Antonio y le
Dos minutos de marcha llevaron á nuestros viajeros á habian eran snlicientes para probar la haliilídad y buen pedia ([ue fuese á ver á un enfermo; pero como el caso
u n a pla/.oleLa en donde se cruzan el camino de Taggia guslo del obrero, lil todo se reducía á míos cnanios cu- no era urgente, ei doclor respondía con una sonrisa y
y el de Niza. Aquí les csporaba una carretela dcs- chillos de cortar papel, cai'leras rii'anu'iile labradas, Y dejaba la visita para el día siguiente.
¿uliicrla. tres mesas de una ejecución admirable. Un camino anclu] y bueno (lo que sir John llamaba
VA camino (¡ue lomaron alravesab;i unos olivares cu- En una de ellas habia mía si'rie de personajes con los tm camino de cristianos),' se habría al Norte á la salida
yas ramas reunidas por arriba rurraaban por encima de direrentes Irages de los Imbilaides de la Hiviera; pero lie la aldea y seguía serpenteando por el revés de la
sus cabcí^as una Ix'neda de verdina. ei trabajo estaba hecho con lal perfección que Lucy no colina, ora ocultando, ora dejando distinguir la fachada
—¡(Jiié honilüsesludios para un pinlorscrian esos tron- pudo menos de exclamar: del santuario á que daban sombra dos enormes en-
cos relorcidos! evilanió l.uc\; no lie vislo nunca una co- —Ii^sa ol)ra no es de un ebanista, es de un art'sla que cinas.
lección mas pinloresca de .''libóles viejos. no solo dibuja con perfección, sino que es u n colorista —Los Castellini que han hecho esle camino con el
—Digan !o que quieran olisiirvú el doctor, sobre el de p r i m e r ib-den. sudor de su frente, dijo Antonio, le enseñan con orgullo,
efcclo rnonc'itono <le los olivos vistos en masa, y.o se pue- —Mi amigo, dijo Antonio, es acreeedor á lodo el m é - y cíerlamenle (ienen derecho para ello. Ellos cuentan
de negar á ese árbol consideraudo individualraentc la rito de la composición y de la ejecución, pero no hay cómo cada uno de los guijarros cou que eslá empedrado
variedad y la oi-ijíinalidad de la forma. otros colores eu esas figuras que los de las maderas q u e filé traído de las orillas del mar por los habilanles; los
—,No segnramenle, respondió I.ucy; por ni¡ [larte con- las componen. mas ricos euipleaban ínulas para esle (raspoi'(e, los de-
fieso que tengo mí llaco por los olivos. Hablan ¡i mi co- Lucy no sabia á qué atenerse, y sir John luvo nece- más se cargaban las piedras a hombros, y lodo el m u n -
razón y á mi imaginación. ,Me recuerdan el simbolo de sidad de añadir el teslimonio de sus anteojos al de su do, pi)bies"'y i'icos, Jóvenes y viejos, niños y mujeres tra-
paz que la paloma llev(i á .Nc¿; la selva movediza de propia vista, antes de admitir el hecho, lin seguida bajaban de d¡a y de iioclie por amor á la Madona. La
ramas de olivo que ncoji<í á imestro Salvador A su en- ofreció comprar todo lo que le liaiuaii enseñado, sin- Madona de Lampedusa es su fé, su ocupación, su orgu-
trada eu Jeriisalen; el liuerlo donde orñ y j)adeció... lieiulo dijo el doclor, que el surlido ilel elianisla uo fue- llo, su idea fija.
Üajo la im¡U'csion de las sanias ideas qnií se desperta- se mas considerable. —¿No )tay alguna tradición sobre la sania imagen?
ban en su meiMe, I.ucy se parecía en verdad á una de Antonio y sus amigos se ilespidieron del escnllor que preguntó Lucy.
las divinas matronas qne nos ba dejado el (luido. se conftmdia en acciones de gi'acias; y á la salida del —Sí por cierto, respondió el doctor.
Antonio no se sorpi'cndiíí ya de la equivocación de taller siguieron todavía algunas calles, cuyas casas co- —Desearía saberla.
Batlista. roiiadas' de (errados no ]}resenlai)an en su c u m b r e mas —Todo lo que tiene relación con la santa imagen,
—Doclor, le dijo ai cabo de una pausa, quisiera una (jiie verilura y sol, en tanto que todo era sombra por repuso Aulonio, así como la fecha y las circunstancias
de esas ramilas (|ue cuelgan sobi'C imeslras cabezas. abajo; basta qíic al fin llegaron á. un puente que estaba de su Iraslaciou á Casíellaro se halla contenido en dos
Antonio se la di('i, y ella se puso á examinar las lio- sobre el valle. iuscripcioues, t;na en lalíii y olrit eií versos ¡(alíanos,
jas verde oscuro por un lado y gi-is plateado por el ICnrrenle sobre una cuesta m u y alta estaba Castellaro qne se pueden ver en el interior de la ermita. Andrés
otro. Poco ticTiipo lardaron en llegará Taggía.lCvIraña ciu- doraiio por los rayos del sol. Anfotlo, iiainral de Caslidlaro. siendo capilan de piratas,
dad es Taggia con su as[iec(o de la edad media, sus ca- ¡Qué brillante y qué hermoso! dijo Lucv; es el pueblo fui; alacadu un ilía y cugido por los turcos que le lle-
lles con bóvedas sombrías y arcos mislei-iosos y sus vistas mas bonito del n n i n d o . varon á la isla de Lampedusa,- [lero él logró escaparse y
al campo cubierto de verdura. —¿Pero no parece que está á punió de arrojarse al esconderse hasla que ei bu(¡ue (urco que le habia cap-
_ Lucy se sorprendía al vei'el crecido m'imero de ma- valle? turado se marchó) de la isla. Anfolío, hombre tle recur-
cizos pueulcs de piedra que atravesaban las calles tocan- —Sí por cierlo, repuso riendo el barón; preciso es sos, se puso á roiisiruir ima embarcacíou, y hallándose
do de casa á casa, y que como la explicaba su cicerone, que los í[ne habiian las casas de delante tengan la ca- apurado para ailijuirír una vela, apeló á iiii expediente
tenían por objeto proteger á los Jiabilanles contra los beza lirme. tan alrcvido como original: quibí del aliar de una igle-
terremotos. A la milad del puenle vieron u n a columna de piedra sia ó capilla de la isla un cuadro t\e ¡a Madona, que de-
Otra cosa que lamiiien llamaba m u c h o la atención á con una Madona y u n a inscripción latina. bía scivirle de vela. Ahora bien, i'sta \ e l a de nueva es-
la Joven inglesa, era el descubrir de Irecho eu trecho pecie Henil tan bien su objeto, que Anfollo después de
—0(ro terremoto, (jxclamó el doctor; esa inscripción u n a travesía feliz, llegó de nuevo á las riberas de su
sobre los escalones de las puerlas platos de naranjas, de dice que en junio de 1831 el temblor delruyií dos arcos
limones y de verduras sin nadie que los guardara. patria.
del puenle, el tercero, y el en que estamos ahora. Dos
Su sorpresa aumeiili'i cuando supo que esas frutas y niños, h e r m a n o y hermana, (pie pasaban por el p u e n - Asi en un acceso de generosidad el corsario ofreció su
esas verduras estaban allí en venta; con ePeclo, el qne te cuando luvo liigar id sacndíiuienlo, fueron pi-ecipi- sania vela á la veneración de sus conqiatriotas. Pero a u n
necesita lal ó cual articulo, le toma y deja su valor que tados con esle arco, que es el undécimo, y ¡cosa sin- hay mas; se elígiií por arlamacion un silio á dos liros
es de uno ó dos cnarlos. gular! no se hicieron daño ninguno, lín reconocimiento de fusil del santuario actual; se levantó eu ese silio una
Kste sistema comei'cial hizo reír al barón; quien ob- ^e esla especie de milagro, el padre mandó elevar esa co- capilla, y eu ella "se depositó la ofrenda con los honores
servó, que a u n q u e era muy ingenioso y económico, n o l u m n a con u n a inscripción conmemorativa del hecho, debidos. Pero según parece, la Madona h'nia ima repug-
podría plantearse en muchas parles. Al pié de un siMiderillo rápido un poco mas allá del nancia invencible al lugar que se h.üiia elegido, pues
iNuesIros viajeros llegaron en seguida á u n a calle mas pueide, nueslros viajerrs enconlrarou dos hombres que todas las mañanas hallaban el cuadro evaclamente en el
ancha que las otras, donde u n gran n ú m e r o de pei'so- los esperaban con dos nuilas. pueslo que hoy ocupa la ermila. Pusieron centíuelas á
nas de todas clases, vecinos, sacerdotes, artesanos y jor- Kl doclor dijo que prefería ir andando. la ¡luerla de la capilla, loda la aldea estuvo en pié d u -
naleros estaban j'Cunidos en grupos, o se paseaban bajo Sir .Iidni una vez montado, abrió su paraguas y pasó rante una porción de noches guardando la eiilraila, pe-
los aicos ([ue reinaii á cada lado. delante seguido de cerca, jior su bija. r o l a s precauciones fniu'on iiiúliles. A despecho de aque-
—Kste es el Panlano, exclamó el doctor Antonio, (]uo. lla vigilancia el cuadro se trasladaba, por un poder mi-
—Nnuca be visto peoí' cannno que este; seguramente lagroso, á su lugar predileelo.
es como si dijéramos la liolsa y el Itegent-Slrect de los la parroquia no gasta mucho dinero en sus caminos.
habitantes de Taggia. Aqui se hacen los negocios y aquí —Ya siu'á mejor en cuanto enlremos en el territorio Los Caslolliní acabaron por comprender qne ia Mil-
se pascan las i)ersonas de importancia. I']se militar alio de (.laslellaro, dijo el tlodor Aidonio. llaslellaro ha insis- dona quería que su residencia fuese Irasporlada adonde
es el gcTe de los earabínems, una de las polcncias de (ido mas di' una vez cerca de Taggia sobre la necesidad su imagen iba (odas las noches, y aunque había esco-
Taggia, Si permanecemos aquí algunos minulos mas, de poner en mejor estado esla parle de c a m i n o ; poro gido el punto mas alto y escabroso de toda la monlaña,
no lardará en marcharse para extei'nler un parle oficial lio ailíviiiariais mnu'a la respuesta de Taggia... Es osla: un lugar donde era jtreciso levantar arcos á fin de dar
diciendo que el docltir Antonio alraves'í el l'anlano á —irTuggia lio llene necesidad de Castellaro; Casíellaro si á la capilla cimientos sólidos, los buenos habilanles
las cuatro y einc<j muiulos de la larde eu compañía de necesita venir á Taggia, por consiguiente que gobierne á pusieron con (more manos, á la obra que una revelación
u n a señoi'a y úc. un caballero extranjeros; suceso ím- su costa lodo el camino.» Tales son las nociones de eco- (ait clara les imponía, y se construyó esa capilla cuya
porlaiile i¡ne llegará áiiolicias de mi ¡imigo el coman- nomía polilíca que aqui se tieiRUi. teleiu'idad no tiene rival en muchas leguas á la r e -
dante de San Itemo antes de que el sol se halle en el Kl aire vivo de la monlaña impregnado con el aroma donda.
ocaso. del romero y el loinillo que crecen eu abniídancía por I'^slo pasaba en l'iü). Con el Iíempo agregaron algunos
—¿Habláis de veras'.' ]iregunlü l,ucy; me parece impo- todas parles, prínc¡[)íó á obrar como un esliumlanie agra- cuartos (Kira comodidad de los visiUyiles y de los pere-
sible ([lie nadie se (K'u|te eu (ales cosas. dable eu nueslros viajeros, cuya auimacioii se aumen- grinos; conslruyeron un leirado, y en el día se provec-
—;Giimnl exelamii Anlonít»; ,-.s¡i'JoIni no podría ser un taba á cada paso. ían mas embclleeimienlos que sin duda se ejecutarán,
general IVaneés disfrazado (¡ue viene á pi'oinover Iras- Sir.lohn eslnvo bastante poético, para conii)arar los pues aunque losCaslelliuí no son ricos, llenen en su fa-
tornos en TaggiaV Nneslra [lolicia está siempre alerta enormes racimos amarillos de la relama que cubría la vor esa palaiira poilerosa conlra ia cual no hay ob^^lácu-
para salvar tic. tales judigros al paií-'. colina con las sonrisas que asoman á un semblante ar- los,—la fé que produjo las cruzadas.
Todos se qiiilaniu ei sumbrei'o al pasar nuestros ami- rugado. En el momenlo en que Aulonio cesaba de hablar, John
gos, y mas de un saludo alccluoso diri.iiido en particular Lucy con su alegría íiifanlil comenzó á arrojar á la V miss Huischiii, dos personajes que tenemos olvidados
al doclor, vino á probar i¡ue este s e ' hallaba en país cabeza de Anlonio c ida llor que esle la daba. íiace tiempo, se acercaban para ayudar á Lucy á que
conocido. Antonio la llamaba traidora, y lingíendo un espaulo se apeara.
Antonio hizo una señal á un jornalero alio y delgado morlal huia á esconderse delrás de las rocas y los ár- Lucy se \'ohÍó entonces y abrazó» de una ojeada el ad-
y de cabello rubio, diciendo al mismo üempo á Lacy; boles. mirable paisaje que se desarrollaba delante de ella.
— ICs el arlis|;i que hizo \ueslrosillón, miss Daveñuc. Nada mas alegre que las carcajadas cou que I.ucy Al Norteima larga serie de gargantas negras y ¡irefun-
El jiiven después de s^dudar á I.ucy y á su padre es- respondía á los dichos de Antonio; nada mas cómico das corladas á pico, cerrada en e! borizonle por un cor-
trccli('i !amaui) al doclor Antonio. que la gravedad con que el doctor la prevenía í[ne no se tinaje gigantesco de nionles de los Alpes luibierlos do
A esle aclii de familiai'idad se dibujó en la fisononn'a volviera fiirüvarnente, porqtie así se quitaba el placer níe\'e;—al Sur e! espacio majestuoso del Medilerráneo;—
de sir .lobn su gesto oi'diniu'ío; es decir, solo una mitad, de la soriiresa. al Esle y al Oeslc hileras de colinas sobrepuestas en sua-
pues haciendu un valeroso esfinuv.o, el baroii logró su- Una vez salió de un escondite agitando un enoi'me ves oiidiilaciones; y luego en la llanura el fresco y agra-
primir la milad reslanle. ramillete de flores del mas risueño asiieclo. Del centro dable valle de Taggia con su corriente de agu"a que
Sin end'argo, esla inqu'esínn desl'avorable desapareció do cada una do las grandes (lores blancas que tenia en la resplandecía al sol y su rico cinlnron de hnerlas, vasto
en brevií ante id modo álable y i-espeluoso con que el jo- mano salían unos pélalos estaiubrosos de un color de mosaico que ofrecía todos los matices del verde é inerus-
ven ebanista inli'odnjo á imesirus viajeros en su laller, lila oscuro. tatlo de arabescos de ¡data.
vasta sala donde hallaron á un mozo ocupado en modelar La admirable delicadeza del coujimlo de la llor la da- Aquí y allá u n granado tardío eu flor desplegaba or-
una cabeza. ba cierlo parecido con una cola de pavo real. gullosamenle sn follaje pui'purino. Enfrente si! elevaba
—Ese joven, díjii el doclor, liene una afición loca á ¿Oué es esoV pregiinhí Lucy. eu anfilealro la sombría Taggia, lan seria en sus bas-
la estmllura; sin haber aiirendído modela calx'zíis y has- Ene] i'appurin spiíiosa, respon'díi'i Anlonio, y esas flores tiones y eu sus torres de la edad media como u n con-
ta liguras de cuerpo oEitero. f'^stá en vispei'as de ir á Ho-. que admiráis lauto, no son mas que alcaparras abiertas, vidado desconleulu senlado á un esiiléndido l'eslin.
ma, ílonde una familia rica y generosa de ese país le h a tío esas alcaparras cuyos usos culinarios son tan eoiio- I.'n poco mas lejos hi'u:ía el Oeste la visla dislíngia lan-
ofrecido pagar iodos sus gastos, y mucluj me engaño sí cldos, zándose de un gru[io de cipreses al campanario de la
el nondu'e de Salvalore Hevelü no llega á ser deiilro de Esla noticia no enfrió la admiración de miss Davenue iglesia dominicana, y mas lejos aim la cumbre del ú ' "
poco un nombre ilustre en la rejuiblica de las artes (f). t¡iie basta llcgi't á confesar su gusto decidido por las al- limo peñasco, e! santuario de Nueslra Señora de la Guar-
capari'as. Viendo que Antonio prcntlia algunas de esas da, cuya blanca silueta se destacaba sobre el azul os-
[1) Amonio accrialm. Ilevulli con IÜ ol)r;i i|ini expuso en Genova cu flores en su sombrero cónico, Lucy quiso llevar también curo del cielo.
ISíiÜ, se líilüti'nleieiieiitc entre les jóvenes escultores (pie jironieten nins; algunas en el suvo, —Hija mía, evclamó el harón, ¿no podrías dejar el
ILI olira era un hajo-j'elieve represenL-tn(Io un episdilio de \» villa <!c Cris-
lúliiil Colon y tlestinado al monumenlo i|ne elevan & Colon les ijeiio- Sir John cuyo ínien h u m o r parecía inallerable, per- entusiasmo para después de comer?
veses, mitió igualmente que le adornasen de la misma ma- Estas palabias pronunciadas en u n tono de súplica in-
LA MODA ELEGANTE, PERIÓDICO DE LAS FAMILIAS, 399
terriimpioi'on la silf^nciosa contoniplacion de miss l)a- —¡Oh! no, dijo .'Vnlonio; no podéis supiíuer que yo —Temo que no hayáis dormido bien esta noche.
vcnne qne corrii'i al lado del liaron. sea un acompañante de tal inconslancia. ¿Veis aquella —Al contrario, respondió la joven con cierta sequedad,
Al ]uinl() Ifs sii'viei'on una excelenle comida, en la masa blanca, allí á la izquierda de Taggia con luces en mi \ída h e dormido mejor.
qne sír John lomó sn parle con nn apeliUi qne decia en el interior? Antonio la miró mas aun pero en silencio. Ni siquiera
mnclio en favor de las cualidades liigiúnicas del are de —Va me había llamado la atención esa casa, dijo l,ucy; la ofreció el brazo, pero ella guardaba andando eierla
la monlaña. tiene un aspecto misterioso. distancia quo debía autorizarle á pensar que en aquel
Terminada la comida, I.ncy propuso lomar el cafó so- —V.s lo que llamo yo mi casa cuando vengo á m o m e n t o no desealja su apoyo.
bre el terrado, lo (¡ue fii(5 aceplado por su padi'e. Fiu;- Taggia. _ Después de lialier vuello un ángulo agudo formado
ron pues al lerrado, y sir .loliii después de liaher sabo- —l--slá bástanlo lejos, dijo Lucy; ¿no poilríaís quedaros por una roca, llogaron á una meseta cubierta de rosales
reado su cafi' y pairado nn tribuía de admirarion á la aquí? silvestres.
sorprendente berjnosnra del paisaje, sacó el Tiiivs del —No hay ningiin cuarlo. Aun (>n el estado aclual do su espíritu, Lucy no p u -
bolsillo, y sfl sumeijió en las terribles columnas del —¿No tenéis amigos en (Jnstellaro? do menos de aleyrai'se á su vista.
apreciablc diario. —No lengo ninguno que me sea tan caro como la —Aquí eslaba fa capilla ju'imiliva, dijo Antonio; po-
Lucy y Antonio obscrvalian ert un lixtasis silencioso persona que me espera cu Taggia. déis ver los restos de los cimtenlos onln; los rosales; re-
las maravillas de aquella liora de la larde. —¿Tanto queréis a eso amigo? tiraos un poco pues si no pueden haceros daño eslas
El firmamento eslaba líiiipidü y bii'laiile como el —Úiiioro y reverencio á esa mujer con toda mí alma, espinas.
acero: (res nubocilla.i parecidas á tres largos chales de respondíí'i Antonio. Val pronunciar eslas palabras so metió él en el sitio
gasa anaranjada se ceniian i'inicatnente al Oestt'. ICl sol Lucy guardó silencio. mas ititrincadj y comenzi'j á cortar á diestro y siniestro:
escondido detrás de la cresta de la cordillera occidental, —¿No recordáis, continuó Antonio, qne os dije tma después, arrancando cuiíladosamoute las ositinas hizo
lanzaíia sobre el valle á través do las brechas Forma- vez. que de toilos mis amigos el que ocupa el ']}rimer un magnífico ramillole y le onlregó sin decir una pa-
das por las nionlañas mas bajas rayos oblicuos que pa- puesto en mí corazón es de vuestro sexo? Pues bien, labra á Lucv, que también le recíi)í('i en silencio.
reciao columnas de fuego. ahora voy A sn casa. Adiós, basta mañana; \ deseo qne Lucy y el doctor se fueron al lerrado donde estaban
A medida que el disco resplandecicnle desaparecía, la soñéis cosas agradables... ¡lüos mío! ¡(Jué frías tenéis los novios. Cogido así do ím[)roviso el pobre B.iflisla que
sombraloínaba eiisamdie eiifreule sobre la monlaña, y las manos! Sin embargo, el aii'e no es írosco... entraos aun no liabía''lugrMdo dominar el lenior y la respetuosa
como una marea de ondas oscuras arrojaba delante de al insliinle y lomad una taza do té bien caliente. Adiós, no admiración que Lucy le inspiraba, se puso encarnado
sí las anchas olas de luz, y las eslrecliaba ¡lor grados puedo permanecoi' mas tiempo. como un lómale,'y Iratéi dií ocultarse delrás <Ic .Speran-
liasla reducirlas á una si[ji[ile línea purjiurina, que se Auníjue sir John; que ya estaba despierlo, pidii'i m u - za, maniobra que lodos dislinguieron sin hacer caso;
deieiiia un instante sobre las sondiras mal altas como pa- chas voces á su hija quo se entrara, Lucy pormanecló por consideración al ji'iveu, Anlonío fué á buscar u n a
ra dar u n postrer adiós, y luego, desaparecía entera- en el terrado hasla que hubo visto u n a sombra negra mesita para niiss Daveone, y osla so puso á dibujar de-
luente. atravesar el pnenlo por medio de una lUnia de luciér- bajo de un loMo ipie había prepar'ado Speranza.
Elonces la ¡¡ríniera hilera de montañas recobró de nagns que en aquel momento daban al valle el aspecto iíl {lector se despidió diciendo que tenia que \isítar
repente la rigidez de sus contornos, en tanto (]ue las de un mar de eslrelias movedizas. algunos (íid'erinos lanío en Castellaro como en Taggia.
cúspides mas lejanas detrás de las cuales se babia pues- Entonces, solo entonces se levantó y se fué con su ISattisla se alejó gradualmente hasla i]ue acabií por des-
to el sol, flotaban en una b r u m a diáfana de lapizlázuli padre que había entrado á ¡¡edir el lé. apai'occr, y Speranza se senttí á IralKijar on algunas de
\' de r o s a . ' Dos horas mas tarde la misma figura alta que había sus galas de novia a! lado de su jóiven bienhechora, á
El cielo era en el Occidente como un horno majes- atravesado el puente, esfaba asomada i u n a de las ven- quien vamos .i d(íjar ]ior algunos inslanles.
tuoso cuyos escondidos reflejos teñían de carnu'sí la nieve tanas de la casa misteriosa, destacándose en roliovo so- I'jitro los muchos ociosos que eriin el ornato del paseo
lejana dé los Alpes, y alutnbraban el horizonte de la bro la luz quo alumbraba el ínlerior. do Taggia y i]ue por consiguiente habían \isln á nuestros
m a r . Un iliomento después desapareció la claridad r o - Si en aquel inslanlo se hubiese rauí'murado al oído amigos atravesar el P-inlaiio, se contaba ol señor Orlando
jiza, la sombi-a se condensó en ol valle, y los desfilade- de aquella forma h u m a n a que esfa'ia sumerjida en una Pislacbini, empresario y primer galán de la compañía
ros del Norte se oscurecieron rá|)idamente. Los lonos contemplación silenciosa: 'dlay en eierla parle, y no dramática que llevaba su nombre y las delicias del res-
de color de fuefro del Oeste se habiaii perdido en tiíUas nmy lejos, una persona (jue no duerme por ti,i) ¡cómo petable púidico de Taggía.
rosadas; eslas á su vez se cambiaron en un resplandor se habría eslreniecído y temblado! Al decir esto riltimo empleamos una frase un tanlo
verdoso y nacarado que pasó del gris al azul, hasla ([ue Es nmy cierto en verdad que el hombre mas primi- hiperlKÍlica copiada tevlualmoule d o l o s carteles m a n u s -
por fin Occidente y Oriente se hallaron sumergidos en tivo y mas a¡iasíonado no puede prever todo lo que la critos pegados en las cuatro esquinits del l'autano. Si tu-
u n azul Oscuro igual por todas partes y esmaltado acá tierna sensibilidad de una mujer puedií ítivenlar para viéramos iiue eslahlecer los hechos en su verdad his-
y acullá con una estrella t r é m u l a . crearse tormentos. tórica, diríamos, quo como nadie iba al tealio, la
—¿Y nuestras bonílas nubes? preguntó Lucy. La figura acabó por desaparecer; cerró la ventana compañía en cuestión no podía hacer las delicias de
—Desapai'ecíeron, ['espondió Antonio; emblema de mu- snspií'ando, y pronmicii) con fervor estas palabras que nadie.
chas esperanzas brillantes que se desvanecen cuando salieron del fondo de sn alma: Tanilden somos dueños de declarar que el honorable
uno so enlroga á ellas. —¡Dios la colme de bendiciones! cuerpo dramático se moría do h a m b r e ; posición muy des-
—Pero volverán mañana, dijo Lucy con m u c h a sen- agradable, y por la cual el infeliz empresario on ayunas
cillez. XVI. estalla apoyado con airebaslanlo aliaüdo en una colum-
Y como al decir esto, ínclínai'a un poco la cabeza na de piedVa, calculando cómo y de qué m a n e r a podría
hacia Autoniíi, la brisa (le la larde llevó hasta los laidos NUEVOS PKRSO.NAJES V .NL'EVOS INCiDENTES. procurarse una comida.
del doctor algunas de las li-enzas de oro de la joven, Arrancado de sus tristes preocupaciones por la llegada
como pidiéndole que las besara. En el puesto de honor, es decir, al pié de la balaus- de los extranjeros. Orlando Pistacchini so llevó m a q u i -
—¡Quien sabe, exclamó, sí m a ñ a n a esas cumbres trada que separa el altar mayor del resto de la capilla, nalmente la iuano á su sombrero, pensó u n instante en
n o estarán cubiertas por nubes sombrías preñadas de en(;oittramos á la m a ñ a n a siguiente á las ocho á Baltís- lo que podrían h a b e r lomado para almorzar, y luego
rayos! la y SiH'rany.a ai'rodillados escuchando con devoción la volvíi'i á caer en sus penosas rellexioues.
Los maravillosos juegos de luz y de sombra qu(! por misa que dicen para olios. Pero cuando la trompeta de las cien bocas, ó hablan-
-consideración á la paciencia do nuestros lectores liemos El aliar sobre el cual se olova la imagen milagrosa do con menos poesía y mas exactitud, cuando nuestro
despachado sin rodóos en algunas líneas, babían larda- üculla con una corlína, está ricamente adornado, y la amigo el ebanista esparció por lodas partes la noticia de
do en ])i'oducíi'so una hora jusia, cuyo primer cuarlo pared (¡ue le rodea, como las paredes do las dos capillas qne los dos compañeros del doi'lor Anlonío eran nada
había pasado sir John en leer su periódico, el segundo mas pe(]ueñas á los dos lados de la nave, están cubier- menos quo el Milordo iiig/esi' de Mordighera y su hija que
iin hallar una postura cómoda, y los dos restantes en tas de e.v-voto, consistentes la ntiLyor parle de ellos en iban á Lampedusa, donde pensaban permanecer un par
u n profundo sueño. corazones de [dala, piornas ó brazos de plata y algu- de dias, un rayo de luz cruzó por la m e n t e del e m p r e -
Por esto enirámbos jóvenes se hablaban bajo, y al nos niños de jilala también, fajados como se acostumbra sario, y le hizo entrever una séríc de ainmerzos y de
hablarse así sucedía que de tiempo en tiempo si; incli- en Italia. comidas.
naban el uno hacía el oli'O. Asimismo se ven muchos cuadrílos, de los cuales los Nuesiro honiiiro corrió á su casa á loda prisa, se sen-
La calma solemne do la tardo fué intiírrumjiida de nueve décimos iTprcsentan naufragios es])anlosos. tó á su mesa y escribió lo que sigue:
repente poi' las campanas do las seis iglesias do ("atellaro Terminado el .servicio divino, el viejo í-acrislan abre
que locaban la oración, y a l a s cuales respondieron en la balaustrada y hace señal á los novios de que se ade- «Husti'ísimo MiJordo:
u n a sucesión rápida las de las iglesias mucho mas nu- l a n t e n .
merosas de Taggía y de los convenios lejanos <le los ca- Entonces los concurrentes, sobro lodo las mujeres, se «Cuando un amigo y un jirotector de las artes de
puchinos v de los dominicos. Era el concierto mas suave precípilan al altar. So encienden los cuairo cirios quo vuestra calegoría y generosidad se e n c u e n t r a lan de
y melancólico que puede imaginarse. eslán delante, luego se levanta la cortina lentamente al cerca con discípulos y adoradores de Mel¡)omeno y de
Talía, humildes es verdad, poro sinceros como nosotros,
Sir John cambí'í de. posición, pero tío se diísperló; v sonido lie las campanillas, y se vé aparecer un cuadro
Antonio se puso A recitar al oído de Lucy estos versos de corta dimensión i'cpresenlaudülres personajes, la San- seriamos muv indignos seguramonlo de esto nombre de
incomparables del llanto citados tan á mentido y que lísitna Virgen y el Niño Divino, cada uno con una aureo- artistas quo constituye nuestro orgullo, si no ofreciéramos
siempre se oyen con grado: la en la cabeza, y á su lado santa Catalina. respetuosamente^al noble represeiitiiiUe de! ARTE y do
Los fieles dejan o i r á medía voz una exclamación gene- la i;HAN BUETAÑA un testimonio púlíiico de nuestra
Lra giá Tora che volge il dísío ral desalisfaccion;sus ojos resplandecen de ji'ibiío al con- respetuosa siinpaüa y de nuestra deferencia. Con este
A'navíganti, e'nlenorisce il enore templar la imagen. El sacristán también eslá ra- fin la compañía dramáíica de Pislacchiní prepara una
Lij di c'han dello á dolci amici; a Dio; diante. runcion extraordinaiia que tendrá lugar mañana 'i2 de
1'^ che le nnovn pci-egrin d'amorr, Speranza de rodillas y encarnada como una cereza, junio y se compondrá del quinto acto de la célebre tra-
Punge, se ode squÜla di lonlano presenta sn ofrenda que es un enorme corazón de plata; gedia:'
Che paja il gíorno pianger che si m u o r e . lialtisla presenta la suya como escondiéndose; es un co- AlUSTODEMO '
che que acaba de volcar, en cuyo cielo eslá la MaJona
seguido de h.i inleresmitisma comedia:
"Era la hora que despierta el deseo délos naveganíes, sentada en una n u b e .
» y enternece el corazón (le aquellos que en aquel mis- Después de mra corta oración á la que responde la
E\. MAESTRO EN ArUllOS.
n mo d í a s e han despedíilo de sus buenos a n ú g o s ; la asamltiea, el sacerdote so retira.
)) hora que hace estremecer al jijven peregrino de amor El sacristán mientras apaga lentamenlelos cirios, sos-
H SI oye á lo lejos el sonido de una campana que pare- tiene con algunos de los presentes una conversación par- nl'hi cuyas piezas Orlando Pislacchiní tendrá el honor
n ce llorar el dia que muere.» ticular sobre los progresos quo hace la pintura; otra vez de desempeñar los pape'es de Arislodemo y del Maestro.
Tal es la diversión para la cual sidicílamos el paírocinio
—Hasta ahora no había comprendido bien lo patíHicos se oye la campanilla se baja eí cortinaje y se retiran los del Mecenas inglés, v pedimos humildemente el honor
que son esos versos, exclamó Lucy; el dolor de oslar lejos (leles. do su presencia y ol de su incomparalde hija. Todo Tag-
(le la palria, eso dolor quo los anima, peneíra hasla i-l l.:oncluida a.ií la ceremonia, el doctor Antonio llevó gia irá al teatro para honrar ápíirsonas lan díslinguidas.
i'undo del corazón; deben haber sido escritos á la hora á Lucy á la iz(¡uierda de la eajtilla por u n a bóveda so- Esperamos que no fullarois. ¡Ay! La musa eslá muy
on que nos encontramos. lire la cual eslaba el terrado donde se habían sentado descuidada on el día, ¿y qne. será de ella sí no la sos-
—=-V por u n desterrado, añadió Antonio; probablemen- en la tardo anterior á contemplar el asombroso espec- tienen las manos nobles y generosas? Os suplicamos pues
le los ojos del ilustre gibolino estallan clavados en una táculo del sol en ol ocaso. encarccídamenle que no falléis. Es una súplica del muy
cordillera de nionlañas como la que so eleva á nuestra —Si (juereis dejaros guiar, la dijo, os llevaré á una humilde y obedienle servidor de V. V..
vista... parle donde os prometo u n a agradable sorpresa.
Y cambiando de tono añadió; —Como gustéis, respondió Lucy. » ORLANDO PISTACCUJNI,
—Pero esiamos hablando, y la noche nos cubre de Esta friaídaii en acoplar una proposición hecha con
sombra; es íienq)0 de que me vaya á mi casa. alegría, lan diferente de su gozo ordinario en tales ca- «Empresario y p r i m e r guian de la compañía.»
—¡A vuestra casa! repiti<) Lucy "sorprendida; sin duda sos, hizo que Antonio clavara en ella la vista y la di-
no iréis esta noche á Bordíghcra". jera: 1, ¡Sola.—iSo se economizará nada para d a r á la función
^400 LA MODA ELEGANTE, PERIÓDICO DE LAS FAMILIAS.
eí esplendor que conviene en una circunstancia [an glo- dichos populares, aclos de heroísmo y de amor
.rííjKii.'. VA lealro estiirá iluTninado á iiiorno y cnli'c la patrio, á los que no se daba ímpoi'lancia baslanli;
Iragtniia y lacoinedia se soltarán paíomiis. Cmi[iaiiios
'ileinasiaiJo en vucslro noble corazón para ijue toiíaMios para hacerlos pasar á la poslei-ídiul, porque eran
una negalivaj) conumes, pcn'quc no se hacían por oslcnlaeion, poi'-
qucenaquclla inmortal guerra la patria era el lodo,
Ociando saetí dos copias de esta especie do ''iltiiito cun- y ante sus aras desaparecía el hombre.
io do un empresario á dos dedos de su pérdida; la se- Desde 1808 hasta principios de 1810, Cádiz U\é
gunda con ItLíeras variantes desuñada á miss Davenne. poco mas (') menos lo que fueron las mas de las ca-
y so acostó «para tratar de doriniíM) pitales de E-;paña. El alzamiento nacional se con-
Al otro dia él y su esposa la siynora Itosalinda {fiyura sume» aquí con no menor entusiasmo que en pai'te
redonda {'orno una bola y un pocoasniáliea), se vistieron CÁDIZ EN t A GtlERUA HE L\ INDEPENDENCIA. alguna; pero aquí como e;i otras parles, corrió
con sus iiif'jfircs fájalas y se cncaniiiiarou bañados por (il CUADRÓ IIISTÓniCO POIl EL ILUIO. SEÑOll DON ADOLFO ÜE sangre, quizá iiioeente : aquí también la violencia
sol á I.ainpedusa.
Casi al mismo tiempo sir Jolin Davenne babia tenido
CASTHO. de! esfuerzo cosb') vidas. Los hijos de este pueblo
el capriclio des|uies de almorzar, de ir á leer su perió- no fueron cierlamente de los úilimos en corrcj' á
dico á la sornbi'a de una de las ilos encinas ([ue des- Éntrelos obsequios dispuestos por el Excelenlísi- em[)uña(^ las armas; pero, lo rí"'petimos, no fué na-
plei^jan su bóveda de follaje á pocos pasos en l'renle del mo Ayunbuniento con ocasión de la reciente visila da (te esto lo que distinguió á Cádiz de lo demás
sanUiario. hecha á esta ciiulad por S. M. ia lleiiia, fue uno el del suelo españul.
La sombra era nuiy densa; soplaba una bi'isa del Ñor- , (le ofrecerle una resena de los nolalnlísinios acae- Sitiada la Isla gaditana en el año ya dicho, con-
íe, y sir Joluí al <:al)o de una bora sÍMti<i ([UIÍ tenia un ' cimientos que tuvieron lugar en Citdiz durante la virtióse esta en asiento del gobierno, en cabeza del
poco de (Vio; se levnnti) y con los njos clavados en su guerra de la intlependcncia; ópoca tle inmarcesi-
perióílico, comen/.i) íi pasearse con íeulilud por el std, ble gloria, magniíicii epopeya de los tiempos m o - país, en centro de la defensa nacional. Desde las
lomando Jnstamenle como impelido por su mala estrella, dernos, y qne cuenta muy pocos ejemplos en los forres de nuestras casas veíase, según la aguda ex-
la dirección de (laslellaro. iCl barón saboreaba con delicia antiguos. La nación española se elevó entonces de presión deU'aIpsero allicilada: "la frontera de Fran-
un ataque terrible contra el Jele \\h\¡i del Parlamento cia;» el estampido del cañón, el estrépito de las
por im miembro de la oposición, cuando de repcnle ca- un solo vuelo ;Í la altura de la sublimidad. ¿Pero bombas que deiTumbíaban nuestros edilicios, da-
yo sobre su papel como una sombra. de qué habrían servido tantos sacri/icios, lanío va- ban clai'o testimonio del peligro iumínente que cor-
l.evanló los ojos y se encoutni cara á cara con una lor, tan tenaz porlia, heroicidad lan incontrastable, ría, no ya tan sedo Cádiz, sino la patria entera; y
nmjercilla repleta que llevaba un sombrero de color de ' si Cádiz no hubiese desnudado su espada, si no sin embargo jamás peneiró el desaliento en los co-
rosa muy ajado, y un individuo alto, delgado y amarillo ' hubiese amparado tras de sus muros tle acero á los razones : ia alegría andaluza se mostraba siempre
que no tenia mas que el pcdlejo y los bnesos, l,os dos hombros qne -podían constituir un centro de ac- festiva é ingeniosa, y el caer de cada nuevo proyec-
personajes alai'gando los bi'azos se acercaron haciendo ción, un gobierno, una cabeza que reasumiese, por
gestos y de un modo enleramentc teatral. til era la señal de algún dicho agudo por lo des-
decirlo así, aquella nacionalidad, que organizase la preciativo, de alguna copla burlona lanzada por el
Sir .lobn prosiguió su paseo; pero el bombro y la mu- defensa del país, qne representase la autonomía
jer resoplando de calor ydera(i,::a conservaron su puesto nacional y utilizase su energía y su fuerza poderosa, vulgo contra los que tenia por esfuerzos impoten-
á cada lado del barón ésliipefaclo, y conlinuaron vale- que de otro modo se habría consumido en esfuer- tes del poder colosal que oprimía con su mano de
rosanienUi sus estrambóticas demostraciones. hierro la Europa entera, desde Moscow hasta el
zos aislados, casi individuales, 6 impotentes por Puerto de Santa María.
Sir John incomodado dio media vuelta v luego alargó tanto á conlrastar el empuge de numerosas, aguer-
el paso de modo que parecía que corria; la pareja dra-
mática se volvió también y apresuró la marcha en la ridas y disciplinadas huestes que habían esclaviza- Al estruendo de los cañones que en las líneas ene-
misma propoi'cion. do á la Eiu'opa entera. migas festejaban ios días del lilulado rey de Espa-
I,a mujer en particular brincaba detrás del barón con ña, hacía eco en la misma hora un periíjdico d e
encarnizamiento. Tal fué Cádiz; tal fué sobre lodo en la época de Cádiz, insertando una sangrienta cuanto donosa sá-
—¡Misericordia! exclamó Speranza que por casualidad su memorable sitio. tira contra el usurpador {sátira que en el libro se
miró e-u aquel instante por aquel lado; ¿por quií corre Una Reina entusiasta por las glorias de su patria, copia íntegra) y que principia así;
así ei haronV debía desde luego acoger con placer vivo la rápi-
—;.No veis un hombre y una mujer qne le persiguen? da enumeración de estas preciosas glorias, de las
dijo buey espantada; quizá son ladrones. aSaliul, gran rey de la rebelde gente; • "
que tanta parte cupo al pueblo que á la sazón visi- Salud, salud, Pepillo diligente, '•
—¡Oh! no; repuso Spcranza; no Iiay peligro; es el taba, y véase por qué el Ayunlaniicnlo inlerprcló
empresario del teatro de Taggia, el señor IMstacchini con fielmente, á nuestro modo de ver al menos, los d e - Prolecfoi' del cultivo de las uvas
£u mujer. Voy á ver lo que quieren. Y calador experto de las cubas:
seos de este pueblo, ofreciendo á la angusla señora
Un instante después sir John llegó al terrado sin aliento Hoy te saluda mi insurgenle mano
"y de muy mal bumoi'. este recuerdo de io que Cádiz entonces hizo, como
garantía de lo qne en todos tiempos está dispuesta Desde el grandioso emporio gaditano.»
—¡.Qué es eso, padre mió? pi'egunfó Lucv.
—iNo lo sé, nunTUuró sir John; dos vagabundos que á hacer. Si en esto hay orgullo, es cierlamente un ¿Rasgos de esta especie no son dignos de conser-
me siguen como mi sombra aullando como demonios. orgullo muy legítimo; es lomar cada cual el lugar
No comprendo una palabra de lo que dicen. No le dejan que le pertenece, el lugar que ha sabido conquis- varse, de trasmitirse á la posteridad?
á uno en este pais ni aun en la cumbre de una mon- tarse por eminentes servicios. Felicitamos por tanto al municipio por su pensa-
taña. miento, y no menos á nueslro amigo el Sr. Caslro
—Spcrauza los conoce, dijo buey tratando de calmar- Dada pues ia oportunidad de este obsequio, era por su brillante ejecución. Pero como no se hizo
le; son cómicos de Taggia qué de seguro no tienen malas preciso lomar en cuenta lo apremianíe del líempct. de este curiosísimo libro sino una cortísima edición
intenciones. Pensar, escríbii', dar á la estampa, encuadernar de lujo, que no está venal, nosotros desearíamos que
—;.Üu¿ me importa que las lengan ó no si me inco- convcnien'.emcnte una obra dedicada á tan escelsa se hiciese otra mas modesta para el público. Los
modan? respondió el harón; la peste se los lleve. persini', y eso en breves días, eran cosas todas que
hijos de Cádiz, los de lodií España, deben poseer
Lucy se calló. reclamaban un poderoso esfuerzo dclrabajo y una
Spenmza volvió en el mismo inslanle con los dos ra- decisión á toda prueba, unidos á una segura garan- esta obra, recuerdo de la gloría inmarcesible por
mosos memoriales, contó que el signor y la signora I'is- tía (le éxilo en el escritor á quien semejante tarea suspadres alcanzada. Ella es una ejecutoria p;u'a to-
tacchini habiendo oido decir que íniss llavenn(! y sir John se encomendase. Este escritor solo podía ser nues- dos los españoles. ¿Por qué privarlos de adquirirla?
se hallaban cu las cercanías, habiendo i-esuelto dar una tro especial amigo el Sr. Caslro, autor do la Histo-
gran función en su Iionor, y se presenlaban á pedir t-'nANCisco FLORES ARENAS.
que el padre y la hija honraran el teatro cotí su pre- ria de Cádiz y de su provincia, cuya primera parte
sencia. ha salido ya á luz, y cuya segunda aetualmenle
Explicación del fignirin iluniinado<
—Los pobres es!án rendidos, dijo Speranza, y su voz se escribe. Los eonocimientos especiales que en la
se apagó murmurando algunas palabras al oido de malería posee e! expresado señor, el prodigioso nú- TnAcí; i)i: TArETAN' VERD!-; DE nos PUNTOS HE COLOR. La ena-
Lucy. mero de datos que para aquel li'abajo ha tenido gua, rccoríaiia en punías, es del color mas subido. Las
—¡Se mueren de liaud)rel exclamó Lucy, cuya voz, que recoleclar, lo galano de su esiílo y su laborio- puntas van guarnecidas de encage negro. Un volante, de
vibró con una sorpresa dolorosa. Padi'e udo, {'Sos inreli- sidad incansable, ei'an otros tantos elementos que unos 'iñ cenlími'lros de alto, de color verde mas chu-o,
ccs han venido á \i\é <ie Taggia y no han almorzado. aseguraban el éxito de la empi'csa. eslá colocado debajo de las puntas. El corpino, verde
—V bien, repuso el padre gruñendo; si no han al- claro, se ciei'ra con bolones mas ocuros. Este mismo ver-
morzado, (¡uc les den de comer y so acabó. Las esperanzas del municipio no fueron defrau- de oscuro ligiu-a, sobre el primer corpino, un segundo
Spcrauza recibió la ói'den de í(ue les sirvieran una dadas esta vez, porque no pndian serlo. De su acuer- corpino casi escolado, recortado por delante on forma
buena comida, y ile decirles que miss Davenne tendría do :Í la terminación completa del libro solo m e - de presillas y cuadrado por abajo. Las mangas son ver-
gusto en nicibirlos desjuies. de oscuro, recortadas en puntas, debajo de las cuales cor-
diaron algunos días, y al llegar SS. MM. á Cádiz ya re un vedante verde claro, til corpino y las puntas de las
Lucy leyó las carias y tradujo á su padr(í, no sin reírse estaba aquel en disposición de serles ofrecido, co-
íi carc/ijadas la que estaba destinada al liaron. Sir Joba mo en efi'cto lo fué, encuadernado lujosamente en mangas se guarnecen con un encage negro.
no pudo menos de soureii'se ile lo (¡ue él llainaba el TaAOE m. \uiA»L ANTioi'É ni:A\co, DE COLA. Lo bajo dc
estilo hambriento del memoiáal. ¿Añadiremos ((uo el in- muaré blanco con primui'osas cantoneras de oro, la enagua está orlado por un volante de encage negro,
cienso que exhalaba, á [tesar de su tosca calidad, lison- ocupando eí centro un escudo de las armas reales de I;Í centímetros de alto, puesto casi liso, y s()bre i'd
jeó agradablemenle el amor propio del dígiKt gcntletnan, cincelado en el mismo metal. corre un entredós compuesto de dos ramns dc follage.
y que la idea de la llegada del Meceruis inglés halló Pero qué es este libro? Eslc entredós sube sobre cada costura de los paños. Cor-
gracia anie .sus ojos? Su autor le ha dado su verdadero n o m b r e ; es pino escolado, mangas cortas. El tocado se compone de
—¿Vamos A la función, padre mío?exclamó Luy cuan- un Ciindrn Iñatúrico, que comprende todos los su- una ca[)ucba española de encage negro^ adornada en cí
do le vi('] un poco calmado. lado izc¡uieriio por claveles encarnados. La capucha for-
cesos acaecidos en Cádiz durante el glorioso perío- ma una maulelela de cabos nuiy largos que pueden
—Sí, para volver después de las doce por ese maldi- do (le la guerra de la independencia. Xo debía lla- atarse por detrás; cubre una parte del corpino, y se su-
to camino; Crf imposible, bija mía. Ai signor T'asfncvaiü, mársele historia, porque la historia no puede des- jeta en el pecho con un ramo dc claveles encarnados.
ú comoscllamii, li; importa poco rmeslra presencia, lo
que quiere es dinero; dáselo, y que se vaya. cender á esos cien pormenores, ([ue sin embargo Tres cintas estrechas de lercioi)elo negro separan el en-
cage negro que rodea uno de los lados y el borde ínfe-
—Uueno seria lu'egunlitr a! docloi' Antonio lo qne so dan ima idea de lo que era la sociedad durante un rioi- delfondo propiamente dicho.
debe hacer, repuso l.ncy. i^sos iid'elices eslán muy mal; determinado espacio de üerapo, que retratan, por
y sin end)argo, añadió titubeando, ¡es difícil o"l'recer decirlo así, á un pueblo en épocas tan anormales,
dinero á personas que no lo piden, y que (¡nizá han visto lan raras, tan nuevas como aquella. La guerra ex- S o l u c i ó n d e la c h a r a d a i n s e r t a e n el a." 4 9 .
días mejores! .tranjera y la lucha de opuestos principios polílícos
—Prueba y verás si no lo aceptan, dijo sir John le- se ven en primer término, siendo Cádiz la arena don- MARIANA.
vantándose para marcharse. de estos encontrados principios luchaban de frente;
tras estos grandes objetos, propios de la historia, EDITOR HESPONSABLE: O. F E U S PRIGHAUD,
\0a continuarjj.} '
veíanse surgir controversias literarias ^ rasgos de
portentosa escentricidad, personalidades, errores, CÁDIZ: 1802.—IMPRENTA \ LITOGRAFÍA DE LA REVISTA MEDICA.
Bombu n. 1.

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