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AÑO XXII.

PERIÓDICO DE LAS FAMILIAS,


' T I E N Ü L i ALTA HONRA DE CONTAR COiíO PRIMERA SÜSCIUTOILA
NlTM. 1 .

A S. M. LA REINA (Q. D. G.) h\ |^^ j ^


m \ \ m LOS DIBUJOS MAS ELEGASTES DE US ID.Ai DE PARISiMODELOS DE TODA CLASE DE TllABAJOS ÜE AfiOJA, INCLUSOS LOS DE T A P K | U I N 'mul CROCHETS. CA.\BVAS ETC.
g e pT-T-T^iioa, u n n n r a e r o t o d o s l o s D o m i n g o s .
PRECIO DE LA MODA ELEGANTE ILUSTRADA. ÍREaO DE LA MODA ELKr.ANTK ILUSTRADA, PRECIO DE LA MODA ELEGANTE ILUSTRADA.
E n España, Canarias y P o r t u g a l . En las Américafi Españolas E n los d e m á s e s t a d a s d e A m é r i c a .
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DnaBo 110 rs.—Seis meses 80 rs,—Tres meses [|5 rs. Por un aBo 12 ps. rs.—S«is mesea 7 ps, fs. Por un año 15 ps. l!i.~Por seis meses 8 ps. fs.

^TUaariO.—T^"-'' PHIUIJI'"'^ P''^" ^'''^^ ileíntroilnodon.— 1.' vuelta.—* 12 puntos sobre los 12
' Bolsii al' crat^liet.—Cortlon ilc campauilla licclio <!on primeros de la cadeneta,—3 punios en el
ciientiiM d e Bolieniin. — H O I S Í I I O d e Inlo de pinta
liL'oho á piintti de uj^niju-— Acerico de fultriqm?™.
siguiente, —11 en los 11 siguienles; se
—Aoorico püFii afíu.jiis.—Lambrequin pum eaims- pasan 2 de la cadencia, y se vuelve á em-
tillu.—C'ojin puní los pies.—Pfdetot-levjta. — Cal- pezar desde * hasta el íin de la vuelta.
zndoa.—Stmiljreros de invierno.— E l Doctor An- Estos crecidos y estos menguados, repe-
tonio,—A la Srtii. D." Belén Arando y L á m a r . — lidos en los mismos sitios cu cada vuel-
^•'1 íroray.un por limosna.— El Ómnilms.— Crónica
<le Xavidad.—"Ksplicacion del Hgurin iluminado- ta, forman las punías ó festones del borde.
~-Advert€nciii.—GerOglítico. 2," mtelta.—Seda negra. Se hace
como la anterior; se pasan siempre
dos puntos cu el hueco de cada fes-
^os palabras por vía de in- tón, y se hacen siempre 3 puntos en
troducción. el que está colocado en el medio,
esto es, en la punía de cada fes-
tón.
Hiiestro periódico eutra hoy oii
el año 22 de su existencia, lo cual Se continúa del mismo modo. La
es ya, en su género, una muy no- 3." vuelta se hace con seda amari-
table longe\iclEid. Sin embargo, co- lla,—la 4." con seda negra,— la 5."
coa amarilla, — !a 0." con encar-
mo los 22'años constituyen la pii- nada.
ineríi juventud para las damas, co- ' En la 7." vuelta se comienzan los
nio os el periódico mas pro])io do la lunaritos, hechos siempre con seda
elegancia, L.\ ^MOPA redoblará sus blanca y en el medio de cada lisia
esfuerzos para ponerseal nivel de su ancha. No se suspende mnica el ínen-
edad, y para no defraudar las espe- guado de 2 puntos en el hueco de los fes-
ranzas de sus amables y elegantes lecto- tones, ni el crecido de oíros dos en [apun-
ras. Ella tiene de sobra \-igor y i-obustez: ta de los mismos. Se hacen * 5 punios en-
para vivú- aun muclio, y como los perió- carnados,—ó blancos,— 11 encarnados,—'
dicos tienen el privilegio do no enveje- 3 blancos,—4 encarnados. Vuélvase desde
cer, el nuestro, no solo confia en \'ivLr, * hasta el íin de !a vuelta.
sino en ^ivir joven, y como joven, ga- 8.' yí/e/M.—Como la 1.^
lante. En prueba de olio, y además de 9." vuelta.—Como la 0."
cuanto animciamos en su nuevo prospec- Se vuelve á comenzar cuatro reces des-
to, daremos en breve nna sección com- de la 3.=" hasta la 9.=» vuelta, pero cam-
prensiva de problemas de agedroz, á fin biando el fondo délas listas de lunares,—
de que en ellos se ejerciten agradable- la 2.^» es verde,— la 3.^ negra, — la -i.^ en-
mente aquellos de nuestros lectores que carnada,—la 0.=" verde. Se repite en segui-
sean aficionados á tíin ingenioso juego. da desde la 3." hasta la o.-'' vuella.—Se to-
ma la seda amarilla; * en los 2 puntos co-
locados en ci hueco del íeslon, se hacen
2 bridas,—2 puntos en el aire,— 2 bridas,,
Bolsa al crochet. luego 5 puntos en el aire, bajo ios cua-
les se pasan 5 puntos de la vuelta anterior,
MATEHUl.ES Tor/.;,lli„o -le scfb, neítro,-eiiraniinIo, y en el punto siguiente una b r i d a ; — 5
acero ' ~ " ^ ' ' ' ^ " " " ' ' ' " " í " " crndiei adecuado de puntos en el airej, después, en el de la
punta,—2 bridas,—2 puntos en el aire,—
Se hace de dos panes separadas; cuan- 2 bridas,—3 puntos en el aire (bajo los cua-
vdo están concluidas se reúnen en el sitio les se pasan 5 de la vuelta anterior),—en
en que se ve nn borde formando puntas. el punto siguiente, una brida, — apuntos
Se toma la seda negra, se hace una ca- en el aire,—vuélvase á empezar desde *.
deneta de 364 punios, se une el último Esta vuelta, que sirve para pasar los cor-
al primero, y se trabaja en espiral, enteramente dones» termina la parte superior de la labor. Se
con puntos sencillos, picando siempve*el crochet principia !a inferior con el mismo número de pun-
en la parle de detrás del punto. tos que la otra, y se distribuyen los colores del

'*»MÍ>..1^^,
LA MODA ELEGANTE, PERIÓDICO DE LAS FAIÜLIAS.
mismo modo, esto es, que con la G." vuelta se co- 4 punios ala vez.—Nuestro modelo está forrado de metros de largo, cuyos cabos se anudan, v que
mienzii la primera lista de lunares, el fondo de ella pie! blanca; se corlan scparadameule los forros de ^lerminaa en caioabeíillos como los anteriores.
es ^(.Tíie,—el de la siguiente encarnado,—el de la las dos palles, y se cose uno á otro, después se pe-
tercera negro. Des])ues se toma la seda amarilla, y ga el Corro al borde superior de l;i bolsa. Eu la
no se signe el crerido pero si el ¡miunmdo. Después vuelta calada se pasa un cordón rief,fro guarnecido Acerico de faltriquera.
de esta lista negra, se hace una vuelta amarilla,-- | de cascabelillos amarillos; el fondo y IDS costados
una negra,—una amarilla,—2 verdes. Se precipitan se adornan con borlas de seda de colores adecúa- MATERIALES. - r ü í a mloii
s ¡\(: ii'la lie seda ó ciiiiii üp (|¡VI.TSQS colurus : r a r -
; ylK'iiIuii i'ii raillLI, i:lt.
los menguados haciendo aun í vueltas verdes,—una dos á los que se han empleado en la labor.
_^ Esla 'abof recuerda la que varias veces hemos se-
amarilla,—2 ó ^ encr.rnadas, que terminan el fon- _^ ñalado 3on el nond)re de ¡iclch/rw!; ó mosaico de
do. Se juntan las dos parles haciendo con la seda seda; se compone de 12 trozos peniagomiics, esde-
negra uua vuelta de puntos SCIUMIIOS, ejecutados 1
sobre las dos cadenetas, em Cordón de campanilla,
hecho con cuentas de Bo-
hemia.
MATRniAI.ES.—Cuernas An B«ilii;iii¡;i,
si'stiii los signus ({uc iiiiliniii los
coliirivs; i:uciUas lii'fí'as larniis: irl,
hl.iiKüs lun.'c;is piMiuofms, cxniuvas.
Gouipóuese i'sle cordón
de parles hechas por sepa-
rado en n^osaicü de cuen-
tas y reunidas por cintas
formadas con enrulas ne-
gras y blancas. El dibujo
que sirve para estas parles
re])reseuta una rama ler-
de sobre fondo blanco; en
cada lado rixin de estas
parles se colocau bucifs
hechos con cuentas deó-
pñlo, y para cada buclíse
ensai'tan licúenlas. Lacin-
ia que reúne estas pJrtes
se hace de cuentas negras
de Jiohemia, largas j- pe-
queñas, y cuentas blancas
huecas; nueslro dilínjo in-
dica su di.sposicÍQrj. Cuan-
do se ha preparaíJo un nú-
mero de trazos iuliciente
para el largo dd cordón,
se los dispone ••obie uua
lira de canev;is ó de tela
gruesa, que tcfiga 7 centí-
metros de aucho: en la
parte inferiorse sujeta un
aro aucho de cristal talla-
do, ú otro objeto análogo.
•f^^t~^
l-f-T-X** lili
I I 1 n I***!-* l i l i
Bolsillo de hilo de plata, 11 i-í'+*'i-^íí-í"i-í"i- l i l i l í
hecho á )iunto de aguja. I I i-l-^-XK'J.Í-l- l*.I^ I I f-l I 1 I
1 I H-ííírJíx-í 1 ' Mxx I I I I
1 1 I I I l*4"I":-l' I \-KXX I I M
MATEI\1AI.SS. — 8 yi;iiiios de liilt» I I I I n I I I 1.1 i x x x x I I I I
t;l'ltE:^(l (l||)la|;); (iO CÜIllllllüIlOÁ (lU I I I I IXXXXV \X'>fK I I J 1 I
( , I WxXJePB-.XlíX I I I I I ,
coriiüH t* jilnta; al(,'tinus JiolitüStu- I M I ix»(xxx>; Mj: I I I I I I
liiiTia^ d(! hiiiiio ||><| misiiiu im-lal; I 1 I IKXKXX I OD I I
a(^uj;i> i i i n i i a s di: iict-iu. I IM IIII II

Paiahacer estalindahol- i." 2.—Dimuo i'Aii.v Ri, coitDüK


sita tíc juego, se ai-man -i8 DE CAIU'AMLLA.
punios sühi-e ;Í agujas, em- SiüHüs: ' lílanco de lípalo. ^Ver-
declaro. *líi. menos claro. «
pleando el hilo de plata Id. o.'íL'uro. ^Colof l;rouro(en .^crinen nr. TAI-TIUIJCEIÍA,
seijcillo, de modo que los cuentas luiecas). "Negro.
pUn t os formen
sobre la aguja
especies de bu-
cles ; estos -í8
puntosseieuuen
en redondo, y se
traliaja sicmpi'e
al derecho; pero
en vez tlecolocar
la hebra, coiuo
es costunil)rc,de
delante atrás, t^e
la dirige siem-
pre en sentido
(qniesLO, oslo es,
de airas adelan-
te sobre la agu-
ja. En la prime-
ra vuelta se pica siempre \^
aguja en el lado de detrás
í/e los puntos de la vuelta
Anterior: en lorias las de-
más vueltas se pica, por el
contrario, en el lado de de-
lante de los ya dichos pun-
tos, esto es, en el lado colo-
cado delante de la aguja. Lo
único que se requiere para
esta labor Os la extremada regularidad en
los puntos. Se hacen ;Uó ^G vueltas; después
se pasa una hebra por los punios de 'a úlli-
ma vuelta, .se aprieta el bolsillo, y en.eslesi-
tio (el Ibndo) se ponen fres cascabelillos ó
bolitas Cubiertas de hilo de piala. Por los
puntos que se armaron para la primera vuel-
ta, se |¡asa un curdon de plata de líU ceulí-
N . " 1.—COIUJUN UK CAyi'ANil.l. i . ACEHlCü l'AllA AOL'JAS,
3
LA MODA ELEGANTE, PKRIODICO DE LAS FAMILIAS.
Acerico en forma de corona.
cir, que cada uno de d i o s tenga cinco ángulos ó esquinas; sobre cada pe-
dazo de estos se distinguen, consullanilo nuestro dibujo, cinco cabezas de MATRIUAÍJTÍS,—Una caja rwlonila, qiio l(;piga poco itins C> monos 1 rpiuiniclros rtp diSiilciro; \Y.»\a VSFMV.IU:
cordiHi lit! uní; cuenlas blansuis npacíis; luuiiia!) «le ^'l•¡sr.^l; ciicmas in!nras: Ivntejiitlas ile acero y di? mo \
allileros, que figuran un adorno de cuentas; este dibujo representa el acerico, railtm iklgado, un pocn íli- Wla Ot; soda gris, i-li-.
y por consiguiente lodos los trozos que !e componen, cu tamwio miiitral. Los La cubierta de esta linda corona i'orma el acerico, y su inleriur sirve para
doce trozos ae corlan en cartón; se los cubre con tela de seda, se unen guardar ciertos objetos pequeños, como bolones de puños, broches, etc.
unos á otros por el revés, cosiéndolos á punios muy pequeños. Antes de co- Se necesita una caja redonda de ia dimensión iii-
locar el 12." pedazo, se rellena el acerico con sal- cha, pero cuya ¡apa, en vez de llegar biista su mitad,
vado seco, y en seguida secóse aquel cubriendo ia llegue hasta ahajo; se guernece la cara superior de
abertura. esta tapa con algodón en rama, cubierto con una
le a de seda gris sujeta poi' los lados; esto es lo que
Acerico para agujas. ' forma el acerico pruplamenle dicho. Al rededor de
M.ATEIUALKS.—Terc¡o|n:lo .T/.ul Méjico: riiciiins tiburíis ile crisUil: riu;"-
la lapa, que se cubre de tela lin;i, se aseguran los
Ins lilailas saiiiiailuh;ciicnlüsiliiacero; laso lil;iiicu; un iioco ai: l:.i- adornos, compuestos de seis ramas, rccoi'tadas en
nda lihiiica una; ['anón, oic. paño 6 en tei-ciopelo escarlata; se rodean sus bor-
Nuestro dibujo representa el acerico en taroiiño des con cordourilio de o r o , atravesado de trecho
naliiral y servirá por consiguiente pai'a ejecutíir el en trecho por torzal de seda negro. Las hojas se
bordado al pasado en cuenlas. Se toma un pedazo bordan con cuentas blancas, opacas y de cristal,
de lerciopelo bastante grande para componer bis cuya disposición se señala por la diferencia del tin-
dos cariis del acerico, y sobre eale terciopelo se te en el dibujo; cada hoja se forra con carlon lino,
trasladan los conlornos "del dibujo asi en una cara que se pega con goma arábiga, y que se cubre con
como en otra. Se pone el terciopelo en un bastidor; tafetán blanco; después se cosen las 6 hojas al re-
en papel blanco fino se recorta una boja algo mas dedor de la caja; sus punías se reúnen y se cosen
pequeña que la representada en nuestro dibujo, la conosA. sobre un pedazo do carlon redondo, de centímeiro
y medio de diámetro; este cartón se asegura sobre el cogin y se le cose
cual se ílja á aquel jwr algunos puntos : sirve para
atravesado repetidas veces, no solo el cogin sino también la caja. Sobre él
impedir que entre los vacíos que fnrzosamenle dejan entre si las cuenlas se se pone, para ot:nllarlo, nn ancho botón ü ofí-o adorno análogo, sirviendo •sirviendo
vea el terniopelo del fondo. Contados tiue sean ias cuentas ffic^ ^e imtim en el cíi- además para levantar la lapajle la caja. — l'n ilibiijo repiTsi.'ula una parte
bujü, se las ensarta y se las cose a! sesgo sobre el terciopelo: el dibujo para levamar la uipí
muestra la dirección de ellas. Las ramas pequeñas sebacen del mismo mo- de la orla en tamaño
do, pero sin paptj: el natural; esta orla l o -
borde que forma pon- dea la caja; el fondo KKxi t-:x I xxKi xKüi :--5(;:i xxxr xxxi ;>c:-( xxw Jfflxi ;:M
l i l i 'í.xv.\ I 11 I I I I I !?.x!:i I I I I I I I I ; K;-.I I I t I I I I I "
las se marca por cuen- es como el de las ho-
las de acero; se enjiu-- jas.— Los adornos se
liin dos pan: ciida pun- componen de cordon- m..
IMKKKkl
i ó . — Después de LQI- cillo de oro, de cuen- ••X«* • •KBB
minar el bortbulo pa. tas bUnu^as o p a c a s [linCJO HE TAI'I'EIUA rAHA EL LAÍIHKKUIIIN-
ra una y oira cara sa grandes y pequeñas,
quila la tela del bas- SiGND?. — " ( A i c u l a s n e g r a s , ^ d o r m í a s , ^'azules,
de cuentas pequeñas °lilant'as opacas, ' Wiíncns <le ri-islat.
tidor, y se corla el Ler- negras, de lentcjuebs
ciopelo detrás de las de oro y de aceio, co-
cuenlas de acero, de- sidas con cuentas de
jando solo la Lela ne- acero v de oro.
-N." -X.—\01,:l^TK DEL r.OtlK l'AllA LOS V\i'-A-
cesaria para una cos-
tura. Se coloca el bor-
dado sobre un pedazo
de cartón, y ae cubre Cogin para los píes.
este con raso blanco: (Aplicación..)
se redoblan hacia a- MATEllUnES. - n r i i s U c Inii;i
dentro terciopelo y ra- tjianalc: pailii blaiicn liiui pa-
ra los soliii.'iiiH^stusí lüriiil lie
so, y se cosen juntas seda (le dos pimuis de colot
las dos telas con p u n - CiisiuÑ» dorada; la núitiiui se-
da m3¡7,; ciienia^gniCsas ne-
ios muy pequeños: es- gras; cinti de lareiiiii gmiia-
la cosíura se cubre te, de 3 ccnlfmeirns de aii-
i-1](i; Irciicilla aiiiai'illn de uro, MULRE^íClJS PAIIA CAKASTII.I.A.
con puntos, para cada verde—entaniada; tiiiio, e[c.
uno de los cuales se
ensartan dos cuentas Este cogin redoniio
de acero. está rodeado i)or dos
Se corta en Franela volantes, y sobre ellns
un pedazo de la mis- corrr Uij rizado de cin-
ma Ibrma que el ace- ta. Nuestro modelóse
rico, pero algo mas hace de reps de lana
p e q u e ñ o , sugeto de granate; los volantes
están bordados con se-
nn exiremoáotro, por
da color castaño dora-
dentro ilel acerico,por do,y estos colores enn-
mediodeuuabobrade vienen á casi lodos los
hilo muy fuerte, en la mueblages; no hay in-
que se ensartan cuen- ^•.'' 3.—OtlLA DR LA rotiONA.
K." 3.—VOLANTE DEL COGIN TAHA LOS PUÍS. HAMA DE I-^COROHA conveniente, sin em-
tas de acero. — K n la bargo, en que se em-
punta
punta de (le delante
«eianie de
uc plee el verde, el blanco; el amarillo 6 el encarnado.—Ponemos aquí un di-
cada cara del acerico se cose un pedazo de cinta blanca de raso de centíme- \)ujo que representa una parle denlos volantes en tamaño natural. Cada uno
tro y medio de ancho, que sirve para anudar los dos lados del acerico, que- ie ellos debe tener de largo el contoruo del cogin y una niüad mas. El
dando ya este completamente terminado y formando un adorno de 'os mas '^rde del volante ancho se festonea con seda color casiaño, y el punto, algo
bonitos en su clase. claro, se hace sobre una trenci-
lla amarilla de oro. Laslloreci-
lí&líabrequin para canastilla. las son íiObrepiKístas, de paño
blanco, sujetas alternativamen-
te con trencilla encarnada y
Se hace con cuentas, cuyos ti'encilla verde: en el medio de
colores van indicados en la ex- cada llor se pone una euenla
plicación del dibujo de tapice- negra; la ramila que acompaña
ría que ha deservir pai'a ejecu- á la ílor se hace á punto de
tarlo. Un segundo dibujo lo re- i'i'Ston claro, con sedas de tres
présenla terminadoy guarneci- puntos diferentes de color cas-
do con un lleco también de taño dorado.
cncntas. Las cuentas que sir-
van para el lleco deben sermas Para hacer el cogin, se corta
gruesas que las otras. Termi- en percalina fuerte un pedazo
nado que sea el lambrcquin, redondo de ;íí cenlinu'lros de
se lorra antes de colocarlo en diámetro; este pedazo se forra
ia canasLilla; la parte superior de cartón duro, ó bien con una
del lleco es azul, la inferior lámina de madera cubierta pnr
blanca, y se adorna con una el otro lado con percalina. La
cuenta dorada en el medio de parle superior del cogin secom-
cada bucle. pone de un pedazo redondo de
percalina, de H:} cenlimetros de
circunfereneia, fruncido y c o -
ido al rededor del fondo; se

[lOülN rAIAl.OS l-lliS.


LA MODA ELEGANTE, PERIÓDICO DE LAS EAMILTAS.
fleja una alierliiríi ni coserlo, á fin todas en los pormenores, en los
de rellenarlo con crin ñ crin vegetal: bavolets, en la colocación de las
se cubre el cogincon el ri'psdc la- flores y las plumas, etc. Debe sin
na, bien estirado; y se le guarnece embargo adverlirse que estas fur-
con los dos volantes y el rizado de nias no son tan rígidas que no pue-
cinla. dan modiltrarse para que vengan
Todas estas indicaciones pueden bien á las varias lisononiías. En
emplearse para íiaccr un acei-ico, y evlo consiste el primer talento de
publicamos un dibnjoinaspequí^íjij una' modista.
que servirá ¡lai-a los volantes. El j'os- N." 1 .—Sombrero de raso blan-
lon de] bórdese Iiace con seda cas- co con fondo, no de capucha, sino
taña sobre Ircncilla maiz; las fruncido: el ala, i-ecorliida,
llores se aseguran con lorz;U de es du lerciopelu negro con
seda encarnado y verde, en vez orla de encage negro , esta
do Irencilla. Las ramas se ejecu- orla forma una punta que
tan ii punto ele espina, con tres se sujeta al fondo. En la
punios de color verde. )arle superior del sombi'cro
dirigiéndose un poco á la
derecha, se halla
Palé tot-le vita. ] un ramo de rosas
con fültage negro
liste m o d e l o . i'Oíleado de yei'-
metlioajnsladopor has muy finas. El
. deirás, incho por bavoletde tercio-
delante, se hace de líelo negro, pun-
p [i n o - terciopelo, liagudo por de-
color castaño La- Irás, eslá guarne-
cido con un an-
•Valiiere:esláaf]or- clm ribete de ra-
nado con galonea so blanco,cubier-
del mismo color, to de encige ne-
pero de difereníes gro. Las bridas,
punios liasla el muy anchas, de
blanco, y con ribe- rasó blanco , es-
tes de terciopelo fánadornadascon
negro; cinco galo- ULi losange de ler-
nes se colocan de- ciopelonegro,ro-
trás: los dolanle- deado de encage negro.—N." 2.— Sombrero de ter-
ros del palcLot, las vuellas de las mangas y las fal- gra y charol negro; los eláslicos eslán folocados en ciopelo gris lójfiz. La parte superior eslá adornada
Iriiiueras llevan la misma guarnición. el empeine: osle está guarnecido de botones ne- con un bando de terciopelo negro, guarnecido de
gros de pasamanería, que sujetan cin/as negras las encage negro: una ancha presilla cae hacia lo inte-
Calzados. cuales se cruzan por delante, y ahuecan un poco rior del ala adornada aquí con un ramo de plumas
cuando está puesto el calzado. I lápiz, cuyo pié está oculto por un" rosa; hojas de
!í! primer boíi'io se hace de salen de lana, con ta- encage ncgi'O adornan el interior del ala. Las bridas
lón y media pala de piel charolada negra: elásti- son de terciopelo lápiz.
cos ii los lados, y en el empeine del pié un adorno Sombreros de invieríjo.
compuesto de dos anchas rosetas de pasaniaiiería, Casi no hay alteraciones que seíalar en la forma ^ \ ' ' 3 , — Sombrero de fondo frimcido, de raso
rodeadas de cascabelillos, también de pasamanería. general de los sorabieros, y las diferencias están azul Méjico. Este punto de color es meaos oscuro
Este calzado saldrá solamente en carruage. que el azul Luisa y mas que el azul de China. El
lia zapütilla se hace de terciopelo negro; una lira ala del sombrero es de raso negro, bordada con
de lerciopf'lo azul turquí, boidada de trencilla ne- sobrepuestos de hojas de terciopelo negro, cuyas
gra, y re. cada de hojas do felpilla negra y felpüla venas están indicadas por cuentas negras pequeñí-
azul turquí, se lija sohi'C el empeine del pié por simas: el bavolel, semejante al ala, está guarnecido
medio de una ancha hebilla de acero. con un ancho encage: olro encage semejante cae
El zapato es de UUiletc color castaño; se orla con sobre el fondo, que se adorna con un sauce, y sobre
lina felpilla gruesa del mismo color, la cual forma él una garzota negra; en el interior, plumas y flo-
una gran rósela adornada con bolitas doradas. res de terciopelo azul ¡Méjico. Las bridasson de cin-
La zapaiUla(jnarnccidacon rizosos es de talilete ta de tafetán negro, guarnecidas de encage, con
gris: el rizado es de lafelan violeta: la roseta, del adornos de terciopelo negro.
luismo tafetán, va adornada con un cordón de se- N." 4.—Sombrero de tafetán color castaño La Va-
da violeta, terminado por borlas. llierede dos tonos. Eslá bordado de felpilla fina del
£1 fioíilo n." 2 es de laíilete color castaño y cha- mismo color que el fondo: el ala es mas
rol negro pespunteado con seda del color riel ía- oscura: el bavolci es de color castaño : el
íiletc: un cordón de ambos colores, terminado por ramo se compone de ílorcs mezcladas de
borlas, forma dibujo y concluyu en lazo.—Esle terciopelo y de un racimo de uvas: está
calzado irá á^ rod e a d o de
pié sise quiere, encage negro:
peroyoprcleri- el interior va
ria el que se u- guarn eci do
sasiisoloen car- con las mis-
ruage. mas flores:
E\botitün.°'S bridas de ter-
puede ir muy ciopelo.
bien á pié ; es N.° ri.—Ca-
de cabi-ililla ne- polado tercio-
ciopelo blan-
co rayado,con

BOTITO N." 2. ÜOTITO ? i . " 'á.


LA MODA ELEGANTE. PElílODÍCO DE LAS FAMILIAS.
soberbios «lo Aiibrey habrían excitado la admimcion de
un juuz mas impari'ial (jue su padi'C.
Lüs pieganlas liol hüi'on oblij;aron á Aubiey á con-
tar oUa VLZ ' mas las rircinisliim-ias que Imbiim apresu-
rado su partida, y entonces principio entre el padris y
el hijo un fuego graneado de preguntas y de res-
pnestas-
No era ile oxirañar que tuviesen inucluí que drcirse
al cabo do. una ícjuiiacion de diez años. Asi charlaron
sin intori'upcioií liusla el niomonto en que sir Jolm
Diickel llcí^ü para ponei- la iiiosa. lA rapilan Davonnc
felicitó á Jolm por su buena rara, lionoi' ciuc produjo
en el grave ['oslro de Jolin nn ^eslo de salisraccion
profunda.
I uof^io ci padre y el hijo so i'cliraron al aposento de
sir John, de donde salieron al anuncio que la comida
estaba servida,
Aubrey comió \ bobii'i abnndantcmonte, y mientras
comía y'bebiíi, lii'zo en voz alia el elogio de los man-
jares, d(( los vinos y de la situación, sazonando sus ex-
presiones con carciijadns que barian lemblar platos, va-
sos y holcllas, \ hasta la puerta ^idi'iei'a.
—¿Y en iju^rposada le ha dejado Camirex, bijo mto?
prefiunUl el barotí-
—En iiiui^una, resp(tndi(i Aiibrey; yo he dejado mi
nialclu en una especie de labprna donde (\\ cambió de
caballos.•lohn,habr;ique recogeriay traer-
••-, la aqui.
-'•* —Temo, dijo el liaron, qno no haya
cnai-|o disponible en esta casa, que es lan
yi'atnle como mía cási'ara dií nuez.
—¡Oh! conlesti'i el joven, en la ¡íuerra
como en la Líuena, [lueílo tenilcrnie en
ol sofá, ú au^iqne sea en el suelo. Aquí
estoy y aijui me (|iiedo, |)ues suponi,'ü que
no ute arrojareis á la calle.
l-sle era el ultimalum de Anbrey, y se
veia que las incjnros razones del mondo
no le babrinii hecho eainl>iaile en lo mus
mínimo.
Hubo pues entre sir John y .luhn Du-
kül una corla consulta, cuyo ix'sultado
fuii (jue Jobo se arrejilariacomo pudiera, ' ' • ' ^ V ^ ^ - ^ ^ ^ ^
y que se dispondría el cuarto que ocupa-
bavolet de (erciopelo liso veríle Inglés orlado de ea-
cage negro: la parte snperior del sombrero se ador- hubiera dicho qnelno podía sni'rirle. ,',Por qué pues ase-
na ron un ancho lazo de lerciopelo verde, sobre guraba lo que no era cierto'? Lucy, casi sin saberlo, sen-
tía una especie de nci'.esidad de condescender con los
el cual se ven llores ciibierLas de rocío y frutos ne- deseos de su hermano. uPobrc Lucy! CuAntas hermanas
gros: inleriín- adeeu;ido: anchas bridas'blancas: se- luyas he visto tan cSndidas, lan ingenuas como tú, pe-
gundas bridas de eiicage negro. cando del mismo modo y mas fíraveinente todavía para
merecer las buenas graciiis de hombres tan salvajes co-
mo tu hermanol
Sir Jolm ni acopló ni protestó contra la afirmación de
Aubrev en lo relativo á su persona; qui/á no estaba se-
guro líel modo cómo seria recibida una protesta por su
I L B®eT@B! ^FtT@PCIl@. parle, ó qui/.á quiso mostrarse indulgente en aquel
dia.
Lo que hizo fui5 proponer que se tomara el café en
el jarilin, y todos se levantaron de la mesa.
Sir Jüliu liabria hecho locuras si el senüniiento de SU tlabia pasado ya la hora ordinaria de la segunda vi-
decoro se lu hubiera [lerniiiiiio. sita d(d noí'lo!, y este no parecía.
¡Con euáiilo oiLinilii y ternura miraba á su hijo! —Me [iioMieto' que no nos vi á faltar el doctor, ex-
Es verdad que las proporciones hercúleas y los rasgos clamó sir Jübn después de haber consultado su reloj do»

N." 3.

ba para su joven amo, del mejor mo-


do posible.
John so halM'ia acostado en medio
del campo para hacer lugar al capí-
tan Davcnnc.
Conídnida la comida Aubrev, de-
jando sorprendido y consternado á su
padre, encendió un cigarro enorme.
—Cigarros de superior calidad, ex-
clami) lanzando bocanadas de humo;
pienso que el humo no te incomoda,
l.ucv; á mi paihe sé que le agrada.
Lúcv responriió que lejos de inco-
modarla lamliien á ella la gustal)a el
olor del cigarro.
ilabria estado mas en la verdad si
y." 4. N." 5.
6 LA MODA ELEGAKTE, PERIÓDICO DE LAS FAIÜLUS.
ti tres vccúü. I..i foinioinía de iiii liijo no (IGIJÍ-. privarme pias chanzas y de, las liislorías qne conlalia, y behiendo rodaba casi siempre sobre Londres {por supuesto el
(le lii prcscTUMiL d(í un amigo. Deseo mucho que le co- ahundaiilemenle lo (|ue él llamaba linioniula, qne lo Londres fashionaliíe), sobre las divei'siones de Londres,
no'/Ciií;, Aiihrcy; í^sI' (ioclor Auloriío es el hombre iiiiis era en (ífecto, amujue con una añadiduiii considerable sobre, los parientes y las relaciones ibislres de la fami-
distinguido qiu! puede verse, es iiii ijimth-.man f.n loda la de ron añejo de la Jamaica. lia Davenne, solire (il sentimiento general por la pro-
acopfion <lt' la palulim. y le debeuius estar muy a;^rii- Algunas de sus aventuras de cacerías de tigres, que longada ausencia del barón y otras cosas por el mismo
dccidtjs. cont('> con umcba aniíuacíon, hnn-üii (íscucbadas con in- estilo. Ilegularmente sír John era c! ([ue sacaba la con-
Y enloTices sii' iohu contó de nuevo á su liijtj, ixin to- terés; sirviendo Antonio de inli'T|irele al conde, que sabia versación; pciü ¿no era m u y nalnral que u n hijo res-
dos los purnienores, hi liisluria del vuelco, y el soeorru tanto inglés como sir Jobn salda italiano. petuoso continuara hablando de cosas que tanto agrada-
lan o¡)ortuno del ituliiuio, cosas que ya sahja Aubrey Lucy se reliró leiiiprinio, pero hahia tenido tiempo lian á su padre?
por las eartas de sn padre. I>ara ver qnc se eslahleeíei'on reficiones amistosas mitre Sin embargo, id brillo de la salud .se oscurecía rápi-
.Aniniándosí! al Iralar de af[iiel ayunto, el barón se Anlonío y su b e r m a n o . Pensamos (]iu! ¡a pobre Lucy damente on las megillas de Lucy, y su cabeza se incli-
cxlendiii iargamenle aceri.a lio bis incesiuiley alcneiunes dormiría"a(¡uella noche con sueño sosegado. naba lánguida como una azucena privada de los rayos
do Aiilonio con Lucy, y nobi'e los in^eniosu-í uieilios que Cuando dieron las dii-/.. sír John y Antonio coraen- \ del sol. iNo era baslante para la pobre Lucy el \ersc
lialiia onconti-adn para divei'lirla nncntras Uivo que es- Karoii como rie cosinmhre sn juego de ajedrez; el ba- ' privada de repente, de las alegrías y de los bcnelicios
tarse 011 el rnarlo, Lüifiis in-islailos, eurso de buliuiieií, rón comelí"'" mil torpezas; evideulenicnte pensaba en que i'osultahan para ella de sus relaciones amistosa-s
leeeioues de guilari-a. todo se espceineó luinuriosanien- otrii cosa. \ con el doctor, fi'licidad (pte el báhílo h.ibia convei'tido
le, y el (:fitálo;:,'o se lermiurt eun u[i niaiavilioso yolpe \ la oira mañana á eso de las ocho, Lucy que había i en una necesidad uuiy dulce, sino que lonía que po-
maesiro, el billón invonlado por Ardonlo. lomado su baño y halda descaiisailo una bora lí dos, se I nerse nua máscara y desempeñar nn papel cruelmente
Aulirey esenchó á su padre con una aliíiiciuii ^uuift disponía á bajar. Al atravesar la antesala enconli'o á su • en oposí(-Jon <;on siís senlimícnlos.
y un aire de indet^ible siilif-larcidn. que se puso ina,-í v hiu-mano instalado ya en el sofá y bostezando l'uerle- • A decir verdad, mt sabía con precisión qué es lo qne
íiias en evideneia á medida (¡ue el iiuen hiM'íUiínd futí meiile. la obligaba á obrar de [al manera; poro una advertencia
nolando el gusto que eausalian eslos detalles á su ber- ^¿DtHule. vas? preguntó Auhrey. misteriosa la indicaba ínteriormeuto que solo asi podía
mauii qnerida, de envo roslro radiante no ;i[)arlaba un —A regai' mis flores; tengo uii IKHIÍIO jardín, ven á ¡ evitar algún suceso Icrriblc.
itislurilesu mirada. verle. I Su corazón estaba lleno de presentimientos y de e \ -
—¡Guánlu dcsiío dar v.i\ ¡ipreíou de manos á ese por- Aubrey se levanbí, fué á ver el jai'ilin y le admiró Iraños temores. Las demoslraciones de amistad que
tento (le los dfirl(tres! dijo Aulirey, y pedirle mil penlü- niiiclm. I Aubrey- piodigaba á Antonio, lejos de calmarla a u m e n -
n e s p o r mi grosería. Supongo que era él quien estaba —,•^o eres lú quien le ha dispuesto como está? ^ ! laliauHus inquielndes. Aun en sn inexperiencia conocía
aquí rsla niaíiaua. —¡Oh! no; ha sido Speranza, la bija de la posadera, ¡ que aquella benevolencia excesiva era afectada, y se li-
—Si, respondií) Luey. nua buena niLichacha; y las plantas casi todas me las mitaba á puras cxieríoridades; ¿qué motivos podía t e n e r
—Tengouiia idea, e\í-!amó Aulirey dirijiéndose á sir hu dado el doctor Antonio. ¿No son lierinosas'/ t Aubrey para seguir esa conducta?
John y mirando ii su bermaua; ¿vamos á nisa de esc - Muy liermosa.s, dijo Auhrey, y luego añadió: ¡sabes,
amigo que os olvida <! Iraerle aquí por fuerza? Lucy, que me, giisla iniicho^ lu doclor Antonio? (Sd conümiará.)
—Sij si, liuena idea! dijo Lu^y con los ojos enrendí- —;.Dc veras? exclanni la ¡lUiiii mirando á su hei'mano
dos, y reeonviniéudose iníertornionle por lialier j n / g a d o con ojos i'adianles de júbilo.
tan nial á sn heidiaiio. —I'ocos hombres he visto de aii-e mas imponenle que A LA SEÑORITA
Sir-lolm aceptó al |)unlo la proposición, el capilaii (d suyo; es seguramente un hombre muy distinguido.
Quisiera i[n(; hiesc duque y par de Inglaterra.
Daveniie encendi-í nii i;igai-i'o v salieron ¡milos.
Al pasar por la puerui ilLdjardiu, Aubrey se eclid A —¿I'or qué? tlijo Lucy; le aseguro que él está m u y
D/ BELÉN ARANGO Y LAMAE.
reir i'i cai-eajiídas. coulerdn con su suerli'.
—¿De qué te riew'í le pre[;uutij sir .lobii sorprendido. —Poique sí fuera dui[ne, liaciais los dos una herniosa
pareja. tJim nuche lieritioRii y t r i s t e
. —¡'it, ja, ja! ¡lisia casa lieníí na aire tan eslranihó-- e n t n ; t u l e s v entre gaaiis
tiro!... Daría cualquiera cosa [lor llevármela entera á —Lucy se puso encarnada como la grana; Auhrey Ui l>ella imagen l u n a
Londres para enseñarla á lazim de nn ehe.lin por per- prosiguió lentamente con u n a voa clara, dura y cruel; tomo lina p s l r d l a Pii el agua.
sona. Apuesto á ([lie nadie querría creer que sir John y — i'ci'o en el estado en que se balhm las cosas, antes listabas cmiio 1» hiiiii
niiss Daví'nne lian vi\idn mi ella y muy contentos ilu- (|ue casada con ese hombre pieferíria verte muerta y vustidii de indiCfí liiiinciiK
ranle algnnas semanas, y.viío, á le'mía, iiiie Uulschin y enterrada. .•on 1111 lazo a/.iil de t-ielo
Jon han olvidado cómo' está edilicadií una hahilaeion La regadera se escapó de las manos d e Lucy, y sus [¡11 bis trenzas j^errumadiis.
decente. rodillas flaquearon. Tenia.s el i>elo muy negro,
Sir .lolin vio como una reconvención directa en las —¡Dios inic! cvclainó Aubrey levantándola; no te es- tenias lii frente muy lilanca,
palabras de su hij<i, y bajó la cal¡cza. pantes por nua >imple suposición. tenias toí* ojos iniiy (hilces
—Ahora que me aciundo, dijo Aubrey^ tengo qnc de- Y sin pronuncíai' una palabra mas, pasó su brazo vi- y muy laríínü las pestaCas,
ciros (|ue el viejo duiíue de B... me ha preguntado goroso en torno del talle de su hermana, y subiendo con La mirada afable y tierna,
pur vos. ella, laesciilera, la llevó ai sofá. la lioia fresca y losada,
lista fué la primera y la úllima vez que entre ello» t'spresioil celeste y pura,
—Gracias, exclamó el barón muy salísfecho; ¿cómo Huiirisa suave y velada. _
está? dos se prouuncíó el noiiibi'e del doclor Antonio.
Tenias los labíüs df nieve,
—Mejor que nunca, rcspoiniíií Aubrey; no sabia lo lil doclor llegó á l a b o r a acoslnmbi'acla. pero en vez
tenias el .seno de n á t a r ,
q n c babia sido de vos... es verdad que á lodo i^.l mondo de la acogida que siempre le hacia Lucy, no recil)ió tenias el ciiellii de cisne,
le sucede lo mismo. En su ensa encontré á la embajadora mas que una reverencia silenciosa. de alidiastro la garganta-
de"*,y A sn cuñada lady Carióla 'i'iney, entrambas llenas Las megillas de la joven estaban s u m a m e n t e pálidas IjaK virginales incjillaa
de so;i[H!Chas relaiivainenle k vuesira ausencia, y prontas y sus ojos encarnados. deliciosamente pálidas
á. entrar en cualquiera conspiración que tuviera por ob- Antonio la ¡n'cguntó cómo se hallaba, y ella le res- coinu azuceniw que se abren
jelo sacaros por la Tuerza de vuestro mistei'iuso es- pondió con precipitación que estaba perfectamente. con las lágriuiiis del alba.
condile. Ouiso lomarla el pulso; pero Lucy le asetíuró (jne no A mi te acercaste luego
—Dios (juiera i¡ue no ejecuten su amenaza, exclamó lo nocesilalia puesto qne se sentía" muy bien. Cuando vaiiorosa como una linda,
el harón jiendo; y á propósito de rapios, ¿has oido ba- se inclinó sobr.; sn hombro á mirar su dibujo, ella se ino miraste dnlremente,
l)lar del hoiiilo In'ncc de Tannv nai-niTev? acordó que balda dejado en su cuarto un pincel que me diste t « mnnu blanca.
—¡I¡1 cielo coní'mida al colíarde mendigo italiano! necesitaba en aquel momento, y se levantó jiara ir á Me dijiste no líé c[iié
vociferó Anbrey; sá tod;! la hisloria- buscarle. tiernas y dulces ¡¡alabrftsj. ^
En la pobre Lucy so notaba una violencia que Anto- V« con t u s manos en lii3 miftB
—¿l*ei-o al tnenos se han casado? preguntó sii' John ha-
nio no babia visto nunca, lii corazón del doctor se oprí- t e miralia enibelezada;
ciendo im esfuerzo.
mí('i dolorosanienlc. Porque esa noche adorable
—Si, pero es una alianxa nialrimoníal qne no durará ¡olí joven lievmosa y casta!
m u c h o ; Fanny quedará viuda deulro" de poco. No dudaba que Aubrey fuera la cansa de aquella al-
un ciclo azul paiecias
—¿Üuó queréis decir? pieguntó sir John sorpren- teración en las miradas" y en las m a n e r a s de Lucy; vestido de nubca Wnncas.
dido. pero ¿cómo y por qut5? ¿Tenia t5l algo que ver en ese
Auhrey se detuvo, alzó lenlanieníc el biazo derecho, nuevo estado de cosas? Con gusto habría derramado su L m a i P n R E z B E ZAMBBAS'A.
le mantuvo inmóvil como si esluviela apuntando, y con sangre pataaclai'ar aquel misterio; ¡sí, por estar diez
u n chasquido de la lenyua imitó el ruido que hace u n a segundos solo con ella, diez segundos no mas, para
pistola cuando sale el tiro. liacer una pregunta y recibir una lespnesta, por eso da-
ría su sangreL.. Seqíicdó mas tiempo que de costumbre
—Toni Carnifex es uno de los mejoies tiradores de á fin de aprovechar una o.:asion sí es que se presenta- EL CORAZÓN POR LIMOSNA.
Inglalcira, mi querido padre, añadió por via de expli- ba. Pero en vano; babia entre ella y él como una m u -
cación. ralla que era imposible salvar.
La acción de esta escena era tan natural, y habia en A nn rey «n P»bre rubá
el aire del autor una expresión tan salvaye» nñe sir John Cnalro días pasaron sin (¡ue la situación se mejorase. V, haciendo acallur la ley.
no pudo menos de estremecerse. Habíale podidn piirecor Aul)rey se había aficionado lanío á la nnserahli; posada, lo r o b a d o , el noble rey,
justo \in instanle qne so hiciera un ejemplo con el que ni'las repetidas invitaciones del conde, ní las ex- como limosna le diO.
italiano, pero no puso en su programa ¡¡ue qiieiia asis- horlaciones de su padre que le decía que to[nara su ca- l»neH c(nnpiiüivi) pensabíi
t i r á la ejecíicion. ballo y saliera á ver las bellezas del paisaje, pudieron que con Iñj"--* viviría
Absorbidos en una convei-sacion lan agradable, el j e - determinar al colosal dragón á dejar un momento la y tal vez ni pan teiidriii
fe lie la dinaslía de los Davcnne y sn heredero hablan posada, á menos que Lucy no saliera, lo que sucedía quien al luiwnio rey robaba.
llegado dclanle de la casa del doctor Antonio justa- ordinariameníe por la larde; enlonccs Aubrey tomaba Que »i íiii ™ entniñaldc afán
m e n t e cíiando este salía haslatite mal dispuesto. el brazJ de sn hermana bajo td suyo y sostenía con un padre ve sn impotencia
t e r n u r a sus pasos. hasta falta lí Kii conciencia,
Antonio no eslalia piepaiado á que le saludara afec- por diii- á sns liijos i)aii.
Inosamenlc el tosco descijiiocido á quien hahia visto al- Todo el día, di'sde las siele <le hi nuniana Iiasla las
gunas horas antes, y ([ue en aquel monienlo le estrc- oni;e de la noche, Aubrey ¡jei'manecía en ba casa, la Obrando tú MÍU cor.sejo,
chalia cordíalnienle la mano pidíéuilolc mil perdones mayor parle del tiempo léndido en el sofá, fumando y con alma pobre llegaste, '
por la poca corlesia que haliia tenido con él en aquella bebiendo su brevaje favorito 6 haciendo Icmbiar el piso y el i'oruKon me robaste •. •-,
mañana. con su m a r c h a de yíganle. (pie por limosna t e dejn.
Aunque eslaha i[espre\enido, el italiano respondió á Su sonrisa mas gi-aciosa, su apretón de manos mas i Que si, en t a s trinnÍM prolijos,
Aubrey con toda la aíaliílidad que ¡nido encontrar en- cordial eran para Antonio, á quií-n liabia cobrado tai I lifiy el santo amor evitní*,
tonces á su servicio, y lus Ires, el doclor en medio se cariño que [loi- nada en el mundo habría perdido un j !ii! i'rn-ax.iiu necesitas
dírijíeron á la posada. n n n ñ l o de la compañía de sn nuevo amigo. ¡ si algmi dia tienes liijos.
líi conde cslaiKi ya de visita íiacía algunos minutos, Era en s u m a n n buen umcbacho el capitán Davenne; lílloa, pese á t n afán lOco
de modo qne Imijo entre él y el joven Davenue una muy vivo , muy social, de carácter franco, que estaba y ó. t u pobreza en sentir,
prcsenlacíon en deliida forma. satisfecho «•.on poca cosa, s (lue jamás hablaita de los sin pan n o jmeden vivir.
inconveníenles de su cuarto en M piso bajo, el cual no pero sin amor tampoco.
La noche im se pasó lan tranquila como de coslimi-
Ijic, pero sin embargo, no por eso dejó de ser agra- tenia nada de cómodo; pero en lin nnnca manifesla-
ba ni con la boca uí con los ojos el deseo de ikjar su EDUARDO BÜSTILXO.
dable.
15! capitán Oavenne estaba de nn luinior muy comnni- morada aclual.
talivo; charló cuanto pudo riéndose m u c h o de sus pro- Es cierto también que su conversación con sír John
LA MODA ELEGANTE, PERIÓDICO DE LAS FAMILIAS
ductor de ómnibus ha visto tantas veces á nodrizas piernas, sin que te contenga el miramiento de inva-
gimiendo bajo el peso de su dormida cria, á mu- dir el sitio agenu. Qw los dcjinis se <:oiii/ionii!i7i como
jeríos cardadas con cestas laii jiesadas como ellas puedan. Tal es su noble divisa.
mismas, á damas snrpiendidas por la lluvia qm; Mas allá se encuentra otra variedad del egoisla:
corre en arroyos sobra su llanianle li-age, ipie en es el hombre de ¡nipoi laniña. lisie eslá iJi-eoeupado
verdad no puede exigirse de él uini compasión sol]i'e lodo por el deseo de |)rodiicir eleeto. 'J'oma
muy vi\^a para lodos los inlbrluíiios que le imploran un aire metlilativo calculando los movimientos que
casi siempre inúlümenlc. pungan de relieve ,su buena planta, Si tiene una cinta
El bailar un sitio disponible en el írayecto de e.nel ojal, el har.i de modo que su lado izquicrdosea
los ómnibus, es una furtuna rara. comparal)le, ¡I vislo de todos. Si halla que su aiicluí frente revela
El ómnibus de París es el arca moritM'iia; si un la de ganar li. la loleiia; pui' eso las tuuuillnnsas tálenlo, él cuidará de qiiilar=c el sombrero y en-
catacli.smo (Itisíruycso cslii úllima ciiuiad respeUin- olas de los aspirantes se diiigen liácia tos puntos jugar con un [lañnelo su cabeza. Menos lu)sco que
(lo los ómnibus qiic l.n surcan en lodas direcciones. de parada. el anterioi', no es sin embargo mas servicial, ó por
Se hailíiria en el personal que cnnlienen lii mayoi- Pero estos mismos puntos de parada jusliíir.an , lo nuüios lo es solo en ciertas ocEisioncs, He mn.s-
parle de los lipos Inuiianos. 'i'odas las razas del ccn luirla t'reeuencia las palabras de! Evangelio: I Irará obsequioso al lado de una dama eleganlenien-
globo, todas las clases de la sociedad, irnnidan, eo- •'Muchos son los llamados, jioeos los e.scoí^idos.n te vestida, amable con cualquier liomhre cu c! que
1^10 una ola conlínua y siempre renovada, Cíalos El linllicio se oprime, se codea, se empuja; hasta I sospeche algo de superioridad. Piensa que quizá
Ciirruages, consagrados :i iudo <A mando, según In se [)ronuu:\en vei'daderas luchas, y el dibujo que Cíi alguno de estos hallará un hombre célebre á
atestigua su nombi'e. acompaña á estos rtMiglones représenla el asalto de 'quien ¡^n conversación seiluzca; espera lal vez ia
Si damos le ;i los ei-uditos, la creaeion de los óm- un ómnibus. Pero una incxoi-able igualí!.ad preside incfaltle dicha de pasear algún dia con él, y de oir
nibus no es del lodo modcriia: estos carruajes hi- á la (lishibncion de los asienlns disponihies, y cual- murnniiar á su paso. "/.Quién es ese caballero que
cieron una corta aparición duranle el rt^nado de quiera que .sea la posición social del n." lÓ, de se- acompaña :i Mr. D...? Debe de ser una persona dis-
Luis XIV; su inventor l'iié el ilnslre ptmsadorPasc^I. guro no pasa anles que el n." O, aunque vista la ; Linguida, puesto que (lene aniistad con un hombre
Pero en aquella época el ómnibus no era lal vez niüdcsla blusa. i tan célebrc.it

KL ÜSlNUiUS.

Muo una reminiscencia, una aplicación á un uso El ómnibus no examina los individuos, sino las ICl personal femenino generalmente sé caracferl-
público y popular del gran coche del que Enrique cifras; no reconoce privilegio alguno, sino un solo za menos; cualquiera que sea su educación y su po-
iV se enorgullccia tanto, que muy rara ve?, y con derecho, igual para lodos. sición soc al, la mujer es mas hii])Íl que el homjjre
mucha dilicullad lo preslaba á la reina María de Procuraré delinear aquí algunos lipos oliserva- para ocultar sus pretensiones y su carácter. En
Mediéis. Leenms cu electo, en la relación del asesi- do-S en el rápido trayecto del ómnibus, jior mas punto á disimulo, el Jiello sexo es mas experto que
nato cometido por Ravaülac, que aquel rey baliía ' que la empresa sea diricii, porque estos tipos se el oti'O, Seria menester mucho tiempo para desci-
salido d(d Louvre, en su coche, ¡lara ir áver á Sully; renuevan incesantemente, y su mismo número los frar las inclinaciones, los senlimienlos de una mu-
ahora bien, la eiumieracion de los personajes (pie protejo contra la obsi'ivacion. jer, y el tiayecto que corre un ómnibus es dema-
acompañaban ai monarca, es bien larga, y podemos Allí se ve el caiácter licnévolo y oficioso: es aquel siado coi-io para eso.
deducir con razón que el coche real era un verda- señor que se apresura á recoger las monedas de lo- En un ómnibus, las mujeres se dividen por lo
dero ómnibus, al nucios en cuanto á las diniensio- ' dos sus vecinos para eulregai las al conductor; dá comiui (n dos categorías: las que hablan, y las
nes del vehículo. la mano á las señoras que bajan, ayuda á las que que no hablan. Entre ¡as que hablan, las hay que
Los ómnibus, multiplicados hoy basta loinünilo, ! suben, toma en brazos al niño niienlras la madre se obedecen á ese impci'ioso instinto de locuacidad
no bastan aun a la ardiente solieilud del público: ocupa en escalar el estribo; es el depositai-io del que ha validí) tantas pullas ¡i la mas bella porción
sus conductores se vengan en e! presente de los in- saco de noche, ó de la cesta de aquella oira señora del género h u m a n o ; á otras las mueve un seuti-
justos desdenes del pasado, y en cualquier punió que no puede dejar el cari-uage cargada con todos miento de benevolencia, una cierta tendencia á hi
en que uno encuentre algún carruage de estos, le ' aquellos adminículos, yque vuelve á tomarlos cuan- espansion, y no ¡jucdeii j-eprimir el deseo de con-
vé pasar orgullosamente sin hacer caso de lo.s ges- i do se ve sana y salva eu tierra. liar una parte de sus asuntos á sus vecinos. Les ha-
tos de desesperación de los transeúntes, el impa- | No necesitamos ir muy lejos psra hallar la som- bla de la enfermedad de su niño, de los estudios
sihle conductor, llevando á modo de corona un le- \ hra que hace destacar esla ligura: Ireide á ella se de su niña; les habla de la crueldad de .su casero
Irero donde en caracteres lalidicos CSIH trazada la ' ve al egoísta, áspero, hosco, ceñudo, que |)rocura que les sube el cuarto todos ios años, y hasla no
palabra completo, contempla sin emoción el espec- ¡ acomodarse á su gusto sin cuidarse de los demás; deja de contarles los percances que le acaecieron
tácuio lamentable de tantas esperanzas desvanecí- i abre ó cierra los crislales sin consultar si á otro le en el último dulce que hizo. '
das. La costumbre embota las impresiones: el con- i molesta; se repantiga, se echa de codos ó cruza sus El motivo que dicta estas conversaciones no es
8 LA MODA ELEGANTE. PERI0Í3IC0 DE LAS FAMILIAS.
vitu¡:erablc cíerlamonle, pero ellas intcresjín poqui- tendencias del siglo comienzan poco á poco á m o - la enagua está guarnecida con una tira de terciopelo
simo á las personas cxliañas, y revela por desgra- dificar en ciertos pormenores la antigua y vene- negro, b.ijo la cuul seliatla un rizarlo encañonado cío la-
cia una líiiía ¡iLsolula fie laclo. Este es Í?1 molivo feUn azul .Méjico, que tenga 3 cciitnni^tros de ancho; so-
randa tradición conservada por tantos años: la feria bre esta tira se vé oti-a igual (|uedescribe L:urvas y bucles,
de que enconlrenios on los ómnilius lanías mujeres
escrupulosamciile üilíMiciosas. actual no es en todo y por lodo la copia lie! de la y en sus luieoos liay una roseta de [afcliin a/.ul, lijada en
Aquí, como en loclüs parles, se reconocen fácil- feria de nuestra niñez, como parecía razón ei es- el medio por un I)olon de tcreipelu. Corpino escotado,
con berta gunnitícida do terciopelo negro, terminada
mente las personas bieii educadas. Esas no moles- perarlo. Sobre este punto vamos á emitir algunas por iMi ri/íido. Mangas cortas y lluecas, guarnecidas co-
tan á nadie, esas no invaden el sitio de oíros, y breves redexiones. mo la berta. Ginturojí de terciopelo negro, con rizado
ellas se mueslran eorleymeute agi'adecidas :i ios por arriba y por abajo. Camisoliu plegaílo y montíuile,
Sabido es que nuestra ípoca se preocupa harto con mangas largas de muneliiia blanca, lledecilla de se-
pequeños servicios ([ue hay que aceptar y liasla
que pedir en k'.gares como estos. mas de lo que lo es útil que de lo que solo es un da azul.
pasatiempo fugaz. Un nacimiento con su portal, con Nr.Ño Dii 8 AÑOS. Pantalón basta la liga, chaleco y cha-
En ningún caso la mujer debe acoplar, mucbo
menos pedir uno de esos servicios considerables sus viejas asando castañas, can sus pastores matan- queta de paño color castaño liso.
que no pueden retribuirse por una simple expre- do cerdos, con sus ermilauns leyendo libros en de NrÑA iiE 10 A.Ños (sentada en la bulara).—Trago corto
laffilau verde; lo bajo de la enagua está adornado
sión de fíiratituil. Un día el ómnibus se hallaba en fóiio á la puerta de una ermita, con su posadero con presillas de unos 12 coiif[metros de largo^ puesta al
uno de los punios de parada; estaba completo, y el armado de gorro y provisto do candil, con su ciu- sesgo. listas se componen de un entredós de guipur ne-
cielo, abriendo sus cataratas, derramaba sobre Pa- gro con dos cintas de terciopelo negro; en uno de los la-
dad de Belén y su palacio de llcrodes adornado de dos del entredós se baila un guipur negro estrecho; de-
rís torrentes de lluvia. Una señora se aproximó al
carruage^ y al verlo lleno exclamó con acento de cortinas verdes, era hace años un indispensable ad- bajo de cslo, ufi ri'zíido Je tafetán viM-de recortado; en lo
angiislia: !i¿\o habrá entre estos señores alumno minículo, una condición forzos;ten (oda casa donde alto de cada presilla hay un lazo de rorciopclo negro muy
eslrcchü. Corpino escolado, con berta adornada de ter-
c^ue consienta en subirse á la imperial y cederme su había chicos, los cuales soñaban todo el año con el ciopelo negro estrecho, de guipur negro, y de rizados
sillo?'! Ai oir eslo, lodos so miraron unos á otros nacimiento de Navidad. De aqui qize entonces todos recortados," puestos debajo del guipur. Mangas cortas,
con profundo silencio, y volviendo los ojos á los los puestos d e la feria sin excepción se consagraban lluecas, guarnecidas como la berta, (^aniisa montantef
arroyos cada vez mas crecidos que inundaban las con mangas largas, de muselina plegada.
calles, comprendieron la ¡nmcn-->idad del sacrificio á la venta de estos objetos, viéndose en sus mos-
NIÑO bi-: lü MEst:s (sentado sobre los rodillas déla liña),
que se les pedia, uno de ellos, sin embargo, toman- tradores hacinados, entre los juguetes dichos, m a - Trage de cai^hcniira blanco gris, bordado de seda encar-
do una resolución heroica, se levantó, y para subir rineros pescando besugos de plomo, manadas d e nada; lo bajo de la enagua está guarnecido con ini ri-
á la imperial luvo que pasar junto á la dama q u e pavos, estudiantes de la sopa, ovejas y vacas, bur- zado de cinta encarnada de 2 centímetros; esta enagua
iba á aprovecharse de aquel esfuerzo de galantería; sube por el lado izquierdo hasta el cinturon-coselete. y
ros con serones, y demás que para el caso eran de forma asi una especie de túnica. lü cinturon, la berta y
pero ella ni sifjniera le dio las gracias. Sin entra-
da en el car'iuige fué, por tanto, acogida con mur- fórmula, si bien tcidi> ello intermediado con algún las mangas nniy cortas, eslán bordadas, y guarnecidas
mullos bastante significal vos. sofá de trompeta, algún Maiek-Adcl de barro, ó al- por un rizado como el del trage, pero iiias estrecho.
Camisolín moiitaiile con mangas largas.
gún Tío Ganiyitas de trapo viejo, lo cual era allí
La impolítica de aquella dama no debió, sin em- un mero episodio de circunstancias. NIÑO DE 6 AÑOS. Trage escocés á cuadros azules y tdan-
bargo sorprender ¡i nadie, porque una exigencia cos; chaqueta de terciopelo az-ul con orla azul y blanca
tal como aqnelia probaba desde luego mala educa- Esto se conserva aun en algunos puestos, pero á cuadros; zurrón y gorra de terciopelo azul; medias de
íizul y blanco. Rotitos de piel aznl.
ción. Aun cuando se le hubiese ofrecido por al- no en todos. Vense en otros exclusivamente pro- NIÑA (sentada sobre una banqueta). Trage de cache-
guno el sacrificio provocado por ella, janiEÍs liabria ductos de latonería del país, como velones pur mira negro. 1.0 bajo de la enagua está adornado por una
debido aceptarlo, porque era compensación insu- guirnalda r<nna de coral, de larelan encarnado sobre-
ficiente para él una simple expresión de gracias. sanfi de Lucenii, braseros, almireces, escupidores, puesto, con contornos de trencilla fina maiz. VA corpino-
peroles, ele.: la utilidad, la conveniencia, el siglo es una chaqueta española con chaleco, con adorno seme-
EMMELINE UATMOSD. en fin, principian á tomar su vez sobre lo que no jante al del Irage, y adornada con cascabelillos.
es mas que el mero zolaz, 3 á los niños se les hace NIÑA DE 12 AÑOS. Trage de cachemira color Habana;
la enagua está adornada con dos volantes encañonndos,
comprender, si es que no han nacido sabióndolo, de tafetán del color del trage; estos volantes, que tienen
que un almirez y un perol tienen una utilidad har- 6 y :í centímetros de alto, están orlados por das cintas,
to mas efectiva que un pastorcilo de barro, y eso y sobre ellos corren otras dos; estas son de terciopelo
violeta, estrechas; entre los dos volantes hay una greca
aun dejando ¿ un lado la duración, porque es cons- del mismo terciopelo, con dibujos sobrepuestos de igual
tante que un almirez ó un velón, siendo de industria tela V color. Corpino escolado, de punta redonda, con
del país, es cosa que pasa de padres á hijos basta 5 liras por delante de terciopelo violeta. Tícrla y mangas
cortas con el mismo adurno. Sombrero redondo de fiel-
la quinta generación, compensando en robustez y tro gris y pluma negra grande. Camiseta inonlanlc y
buena encarnadura lo que suele faltarles de elegan- mangas largas de muselina Manea.
cia artística. Vemos, por tanto, al positivismo aso- NIÑA DE 4 AÑOS. Trage corto de popelina rosa á cua-
mar la cabeza basla por los rincones de la feria de dros y con filetes negros. Corpino blanco montante, Irun-
cido de mangas largas; cosEdete de tiifeUin negro con
Navidad. tirantes y cintm'on, terminado este por cabos largos, an-
Las fiestas populares de carácter periódico son las
Otros puestos, sin dejar de ser de juguetes, se chos y redondeados, lledecilla de seda negra,
que permanecen siempre mas fieles á sus tradicio-
han sublevado contra el clasicismo tradicional allí,
nes. Todo lo que sea tratar de alterarlas equivale ADVEHTENCXA.
y todos pertenecen á la industria extranjera. Ar-
á desvirtuarlas por completo. Por ejemplo, una Na-
mónicos, escopetas de pistón, wagones de ferro-
vidad sin aguinaldos, sin turrón, sin pavo, sin feria Con el próximo número repartiremos á nuestros
carril, teatritos, niños llorones, soldados d e pasta, suscritores la portada, frontis 6 índice general, per-
en los Descalzos (y no en otra parte), sin misas d e
etc.; lo extranjero, en fia: este es también nuestro tenecientes al lomo XX[ de LA MODA ELEOANTE del
gallo, sin zambombas y panderetas, de seguro no
siglo, al menos en España. año próximo pasado.
se tendría en Cádiz por Navidad, y quien dice en
Cádiz dice también en el resto de España, salvas Tales son los puestos de la feria de Navidad en
jk rODA PEtlSOSA QDE 4NTES OE SCSCHIIIIRSE QUIERA CONOCER & FOSDO
las diferencias de costumbres propias de cada lo- el año de gracia de 1SG2. Dios nos deje ver la de 1 LA PDBLICSCIOX SE LC HEIIITIHA U« MISIERO GRÍTIS.

calidad. Por lanío, nuestra pascua de 1802 ha sido año de 4 8 ( J 3 . T o d o p e d i d o d e suaorícíon d e b e r á v e n i r a c o m p a ñ a d o d e s u


como todas ni mas ni menos. Los ciegos en com- FflAMfsco FLORES AnE.\Ag. i m p o r t e e n libranzas d e Tesorería ó del Giro M u t u o , sin
parsas nos han alaraccado los oidos con sus violi- c u y o ríH|uisíto n o p o d r á s e r s e r v i d o -
nes, con sus panderetas, con sus voces cascarronas ~ ~ ' ^ EDITOR RESPONSABLE: D. FZUX pnicriAltD,
y sus coplas alusivas; los chicos nos han atronado Explicación d e l figurín d e n i ñ o s .
CÁDIZ: 1863,—IMPBEHTA y LITOURAFU DE LA REVISTA MEDICA.
con sus zambombas, sus trompetillas y sus horri- Boiiibu n. 1.
NIÍSA HE 8 AJios. Trage corto de tela do lana aznl Méjico;
bles matracas, emulánilose unos á otros respecto á
racler el mayor y el mas desapacible ruido que po- GEEOGLIFICO.
dían; las targeías y las decimilas de repartidores de
periódicos, porteros, serenos, dependientes de po-
licía, mozos del alumbrado y distribuidores de la
correspondencia pública, han venido, como sucedió
en los años anteriores y como sucederá en los
l'iuuros, á trocar plácemes por plata sonante; los
pavos, cabalgando de malísima gana sobre los h o m -
bros de los mozos, han lucido por esas calles sus
esbeltas formas, dirijiéndose via recta hacia la ca-
zuela, último teairo de sus glorias; la feria de los
Descalzos ha levantado, conm siempre, sus pues-
tos de juguetes, ha hecho hervir el aceite de sus
buñuelos, y ha hecho exhibición de sus espec-
táculos á cuatro y seis cuarlos, según la impor-
tancia del teatro y la edad de los espectadores.
Pero si en lo esencial ninguna variación se halla,
no por eso el ojo del observador atento deja de no-
tar que aun aquí, en la feria de los Descalzos, las
M,il,U- /nipj',!/-!^

Cádiz

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