Dualidad Frases

1. “Hay una cosa que aprendes cuando has vivido tanto como yo. Las personas
no son todas buenas, ni todas malas”. Neal Shusterman.

6. “A través de la trascendencia de la dualidad, producimos más unidad en

nuestras vidas, lo cual trae paz interna y el brote de amor incondicional”. Alaric
Hutchinson.

8. “La trascendencia significa ir más allá de la dualidad. La co-dependencia

significa quedarse dentro de la dualidad”. Rajneesh.

14. “Definirse a uno mismo es sufrir la dualidad. Uno debe evadir el definir la
existencia y la identidad”. Mark Mandemaker.

29. “El amor es el reconocimiento de la unicidad en el mundo de la

dualidad”. Eckhart Tolle.

39. “Toda dualidad es la creación de la mente. Toda dualidad viene de una

mente anclada y atada”. Rajneesh.

44. “No existe nada bueno ni malo, es el pensamiento humano el que lo hace
aparecer así”. William Shakespeare.

47. “No soy un aficionado del pensamiento positivo. El término sugiere que hay
algo negativo que se debe contrarrestar siendo positivo. Esto es una dualidad
artificial”. Srikumar Rao.

48. “Es solamente en el amor donde la unidad y la dualidad no están en

conflicto”. Rabindranath Tagore.

49. “En el universo, hay oscuridad y luz. Llamamos a esto dualidad. Cuando
buscas conocimiento y poder, hay fuerzas y personas que se opondrán a
ti”. Frederick Lenz.

50. “La mente no puede pensar sin la dualidad. La dualidad es una forma de
pensar. En silencio, toda dualidad desaparece”. Rajneesh.

‘Los dos lobos que luchan’, una leyenda india sobre el bien y el mal

Cuenta una antigua leyenda india, concretamente de los Cherokees, que un sabio
anciano hablaba durante una noche de luna llena con sus nietos. Alrededor de una
hoguera, al anciano le gustaba hablar de sus emociones con los niños, y contarles bellas
historias que les ayudara a entender nuestros actos.
Esa noche, sus nietos le miraban con mucha atención. El anciano se movía nervioso,
aturdido. Y los niños le preguntaron:

– Abuelo, ¿qué te pasa?

Y él contestó:

– Siento como si dos lobos estuvieran peleando dentro de mí, en mi corazón. Uno de
ellos es un lobo violento, lleno de rabia, vengativo y envidioso… El otro lobo sin
embargo es bueno, compasivo, generoso… está lleno de amor.

Los niños se quedaron atónitos. Y después de un largo silencio, preguntaron:

– Abuelo, ¿ y quién ganará la pelea?

Y el abuelo contestó:

– Aquel a quien yo alimente.