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Kierkegaard y Nietzsche

Brujo Postergado de Borges, en relación a


Kierkegaard y Nietzsche

Instituto Albert Schweitzer

Abril Jacobino

Filosofía

Fecha de entrega: 26/5/2022


Kierkegaard y Nietzsche

Kierkegaard habla de la angustia como un estado anímico, experimentándolo así

con el mundo y con el hombre mismo, pero este también decía que existía una división, una hacia

dentro, es decir, la interioridad del sujeto como se ha nombrado y otra hacia afuera, que es con el

mundo y el cuerpo en él. “síntesis irreductible entre alma y cuerpo. Síntesis que encarna el espíritu”

(Kierkegaard, 1979: 61-67). Este filosofo afirma que “El ser humano es un intento de síntesis de

cuerpo y alma, tiempo y eternidad, necesidad y libertad, finitud e infinitud, etc”

(Antropologia.Kierkegaard.p.2). Entendiendo a lo infinito (alma) entre lo finito (cuerpo), esto se

conoce como dualidad ontológica del ser humano.

En la interioridad del hombre se encuentra esta angustia, la incertidumbre del ser

humano, esta refiere a las tantas posibilidades existenciales, como decidir o elegir. El entre situado

en el medio de infinito y finito se interpreta como la libertad, la misma que le dio Don Illán al Deán.

Tuvo tres oportunidades para decidir de no olvidarse y recompensarlo, pero en las

tres oportunidades decidió no hacerlo; esta libertad de decidir al ser humano lo angustia.

Esto difiere con la elección ya que al elegir esta libertad deja de existir, porque se

nos imponen opciones, sin poder salir de las mismas y debiendo elegir por una.

Como dijimos, esta prueba se trataba de posibles caminos, ya que Don Illán de

Toledo era brujo, pudo conocer este, que muestra al Dean desde una imagen representativa que iba a

olvidarse de su bondad y no cumplir con lo que prometió.

Pero como plantea Nietzsche en el Nihilismo Integral, “ Después de la caída de los

fundamentos, un lugar vacío desertificado por representaciones sucesivas de un fundamentum

inconcussum” (Nietzsche y la cuestión de la “nada”1) donde se menciona un lugar vacío y

desertificado podríamos asociarlo cuando el brujo dice que para aprender magia debe ser en un lugar
Kierkegaard y Nietzsche

apartado, en donde ocurre esta prueba de representaciones para poder darle lógica a este simulacro,

esto en Nietzsche significa Arché, que también se entiende por voluntad de poder.

Pero, ¿por qué culpar al Deán? Porque debemos partir de que Nietzsche a pesar de

ser sujeto de representación, es decir, el sujeto interpretante, por tanto, productor de sentidos, sigue

siendo de algún modo, un propietario de los mismos.

Cuando hablamos de productor de sentidos, podemos entenderlo con otro concepto,

como el del diapasón, este tiene un toque muy fino que produce un análisis y así se da la posibilidad

de ver cómo funciona todo.

“la ficción de los objetos o del yol, no es más que una máscara -un centro

provisional- que se desplaza continuamente, poniendo en escena a un personaje u otro según las

exigencias de las circunstancias, dejando en un segundo plano a otros tantos qué virtual o potencial

mente también somos” (Nietzche.p.6-7)

En este cuento de Borges, este centro provisional que se menciona, lo entendemos

como el simulacro que el Dean atravesó a lo largo de la historia.

Por esto podemos deducir que la verdad es un error necesario, no se puede vivir en

la nada, pero la estructura del todo está sobre la nada y necesitamos una estructura para vivir, no se

puede vivir sin inocular veneno en uno, se necesitan pequeñas dosis de sentido, son simulacros. Por

eso no hay verdad, es por concordancia o correspondencia, y esta es una estructura dada.

Esto se trata de la conciencia, razón y espíritu, enfocándonos en el último, ya que

en Kierkegaard el espíritu es en sí mismo, como libertad.

Este autor creía que el espíritu era la gloria del ser humano, ya que el espíritu es el

yo, que es una relación que se relaciona consigo misma. Le da una enorme importancia a los
Kierkegaard y Nietzsche

acontecimientos y a la libertad, que como el plantea despiertan al espíritu, que esta soñando y al

despertar toma conciencia de si y se elige.

El concepto de la angustia mencionado en el principio, nos lo hace entender como

la singularidad de la libertad humana, Kierkegaard ve al espíritu como una filosofía de libertad.

Habiendo explicado la relación espíritu que se da a partir de la libertad y los

acontecimientos, es decir que el espíritu se forma a través de estos, podemos suponer que el Deán

luego de los acontecimientos y la libertad que tuvo para decidir si favorecer o no a Don Illán, no

cometería el mismo error.


Kierkegaard y Nietzsche

Bibliografía
Borges, J. L. (1935). El brujo postergado. Buenos Aires: Argentina.
Cragnolini, M. (2010). Albergando el desierto: Nietzsche y la cuestión de la nada. Buenos Aires:
Universidad de Buenos Aires- CONICET.
María Fernanda Guevara Riera (2019) Una aproximación a las nociones de angustia y
desesperación en Sören Kierkegaard y su papel en las relaciones concretas con el prójimo de Jean-
Paul Sa- Universidad Católica Andrés Bello.
Adolfo Vásquez Roca (2007). Nietzsche: la ficción del sujeto y la seducción es de la gramática.
Ángel Viñas Vera (2016). Notas sobre la antropología de Kierkegaard- Daimon. Revista
Internacional de Filosofía.

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