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AUDITORIA ENERGETICA EN
ESCUELAS.
Introducción
Una auditoría energética es una inspección, estudio y análisis de los flujos de energía en un edificio,
proceso o sistema con el objetivo de comprender la energía dinámica del sistema bajo estudio.
Normalmente una auditoría energética se lleva a cabo para buscar oportunidades para reducir la
cantidad de energía de entrada en el sistema sin afectar negativamente la salida. Cuando el objeto
de estudio es un edificio ocupado se busca reducir el consumo de energía, manteniendo y mejorando
al mismo tiempo el confort higrotérmico, la salubridad y la seguridad. Más allá de la simple
identificación de las fuentes de energía, una auditoría energética tiene por objeto dar prioridad a los
usos energéticos de acuerdo con el mayor a menor costo efectivo de oportunidades para el ahorro
de energía.
¿Qué es?
La auditoría energética consiste en la realización de un estudio completo de un edificio y de sus
instalaciones para poder obtener información objetiva sobre la energía consumida por el mismo, de
manera que contempla la valoración tanto de aspectos técnicos como económicos que influyen en el
consumo energético de todas las instalaciones y de cualquier otro equipo consumidor de energía, siendo
su objetivo principal poder comprender como el mismo gestiona dicho consumo, detectar los puntos
débiles donde se pierde o se emplea de forma inadecuada y proponer medidas de mejora que reduzcan
el consumo y mejoren la eficiencia energética.
Normalmente la auditoria requiere de varias fases en su desarrollo que se centran en obtener información
real sobre el edificio y su consumo energético para de ese modo poder compararla con la información
teórica obtenida mediante una simulación y poder detectar en qué zonas no se gestiona adecuadamente
la energía, de manera que en este artículo explicaremos de forma clara y sencilla cuáles son sus fases, que
se detallan a continuación:
Para realizar auditorías energéticas se puede recurrir a varios estándares. Uno de ellos es la norma UNE 216501: “Sistema
de gestión energética. Requisitos”, que establece directrices para realizar auditorías energéticas en organizaciones y
facilitar la identificación de las oportunidades de mejora de la eficiencia energética, el ahorro de costes y la disminución
de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Otro estándar para la realización de este tipo de auditorías es la norma UNE-EN 16247-1: “Auditorías energéticas. Parte 1:
Requisitos generales”, que presenta una metodología homogénea para la realización de las auditorías energéticas, las
directrices a seguir y los documentos entregables tras la realización de las mismas. Además de los requisitos generales, se
prevé que las partes sucesivas de la norma contengan requisitos específicos para evaluar energéticamente edificios,
transportes y procesos industriales. Es aplicable a organizaciones comerciales o industriales, y complementaria a la Norma
ISO 50001 de sistemas de gestión de la energía.
Metodología
1. Cuantificar el consumo de energía de la muestra representativa nacional de las escuelas
primarias y secundarias públicas.
Determinar el consumo energético global del universo total de las escuelas primarias y secundarias
públicas del país, mediante el cruce de información entre los resultados de los diagnósticos
energéticos practicados y la información obtenida de otros estudios, para que con estas dos fuentes
se proyecte tanto el consumo global de energía eléctrica y los potenciales de eficiencia energética.
1. Las tarifas eléctricas en que se encuentran contratados los servicios de suministro eléctrico de las
escuelas primarias y secundarias públicas.
2. Tipo de tarifa contratada para establecer en un periodo de un año el consumo energético en kWh,
demanda en kW, factor de potencia, factor de carga y demanda contratada.
A la par, y una vez concluidos los diagnósticos energéticos, los resultados fueron resumidos en una
base de datos, además de la investigación documental en la que se revisaron otros informes y
documentos que aportaron información de medidas de eficiencia energética en las escuelas
primarias y secundarias públicas.
a. El equipamiento típico de cada una de las áreas que integran la infraestructura de primarias y
secundarias públicas del país consideradas en la muestra, para lo cual se tomaron en cuenta:
I. Aulas (salones de clases).
II. Laboratorios y talleres.
III. Auditorios.
IV. Oficinas administrativas y de atención escolar.
V. Áreas deportivas.
VI. Estacionamientos.
VII. Sanitarios.
Se identificó y cuantificó el consumo de energía del equipamiento de operación de las escuelas
primarias y secundarias públicas de la muestra, para lo que se consideraron:
I. Las especificaciones técnicas de cada uno de los equipos de las diferentes tecnologías
utilizadas por estas escuelas.
II. II. La antigüedad promedio de los equipos y sistemas, según el caso y el tipo de
tecnología.
III. III. La capacidad de operación o nominales.
IV. IV. Potencias eléctricas.
V. V. Tipos de combustibles utilizados.
VI. VI. Eficiencias estimadas. VII. Horas de operación al día, mes y año.
VII. VIII. Consumos energéticos mensuales y de al menos un año por cada escuela de la
muestra.
VIII. Detallar en forma de cronograma los tiempos de operación.
IX. Costos de operación de conformidad con la antigüedad del equipo y el tipo de
energético utilizado (electricidad y, de ser el caso, hidrocarburos).
c. Se identificaron los usos finales de energéticos tras cuantificar los consumos de energía
del equipamiento de todas las áreas que integran la infraestructura pública de educación primaria
y secundaria del país. d. Se realizó la distribución de cargas eléctricas (balance energético)
respecto a la facturación de consumos energéticos de las escuelas primarias y secundarias
públicas de la muestra representativa.
I. Demanda eléctrica.
II. Consumos energéticos.
e. Los resultados del balance energético deben plasmar como mínimo las demandas y
consumos 7 eléctricos y térmicos en cuadros, listados y gráficas para su mayor visualización
Las actividades que se desarrollaron para el cumplimento de esta actividad son las
siguientes:
1. Entrevista con funcionarios públicos para solicitar información.
2. Análisis de la información solicitada, tanto de la facturación como de infraestructura.
3. Trabajo de gabinete para desarrollar un perfil energético de las escuelas.
Educación Primaria.
De las escuelas primarias públicas existen tres tipos que son los modelos que tienen el Consejo
Nacional de Fomento Educativo (Conafe), las primarias generales y las indígenas, las cuales a su
vez se dividen por el tipo de turno y del ámbito en el que se encuentra (urbana o rural). Las
escuelas Conafe por tipo de turno cuentan con tres que son discontinuos, matutinos y vespertinos.
Las escuelas generales tienen siete tipos de turno: complementarias, de jornada ampliada, tiempo
completo, discontinuo, matutino, vespertino y nocturno; a su vez, también se dividen cada una de
ellas en urbanas y rurales.
Educación Secundaria
Existen seis tipos diferentes de escuelas secundarias: comunitarias, generales, migrante, para
trabajadores, técnica y telesecundaria. Las telesecundarias cuentan con cinco turnos diferentes:
jornada ampliada, tiempo completo, discontinuo, matutino y vespertino. A su vez, cada escuela
secundaria se divide por su tipo de turno; existen tanto en el ámbito urbano como en el rural.
Las secundarias generales cuentan con los siete turnos existentes: complementario, jornada
ampliada, tiempo completo, discontinuo, matutino, vespertino y nocturno. En el caso de las
secundarias técnicas cuentan con cinco turnos diferentes: matutino, vespertino, discontinuo,
jornada ampliada y tiempo completo.
Por otra parte, las secundarias de tipo comunitario sólo cuenta con tres turnos: matutino,
discontinuo y vespertino. Respecto a las secundarias para trabajadores, por su condición, sólo se
encuentran en zonas urbanas con los siguientes turnos: nocturno, matutino, vespertino y jornada
ampliada. Las secundarias de tipo migrante sólo cuentan con dos turnos: matutino y vespertino.
83.3% de los planteles fueron construidos para ser escuelas. Esto significa que la mayoría cumple
con lo estipulado por la normatividad para su construcción (iluminación, aislamiento acústico,
confort térmico, entre otros), lo cual asegura su adecuación a las actividades educativas.
En las modalidades públicas una mayor proporción de planteles fue construida para funcionar
como escuela. En ellas, la proporción de infraestructuras que cumplen con esta condición es
superior a 78% en todas las modalidades públicas.
En las escuelas urbanas, rurales e indígenas, nueve de cada diez escuelas fueron construidas para
fungir como planteles educativos; en la comunitaria, en cambio, esta cifra desciende.
El número de escuelas primarias participantes fueron 488, y de escuelas secundarias, 356, lo que
representa 42% y 58% de participación, respectivamente. Al analizar la distribución de dichas
escuelas por tipo de tarifa, tenemos que de las 844 escuelas el 83% presentó tarifa T2 y el 13%
presentó tarifa OM.
Grafica 6. Escuelas participantes en el análisis del consumo energético y distribución en el
análisis del consumo energético y distribución porcentual por tipo de tarifa.
Del total de primarias participantes, se obtuvo que 97% de las escuelas presentan una tarifa T2;
2%, OM, y el resto del porcentaje se distribuye entre las tarifas T1, DAC y HM. Respecto a las
secundarias, 83% presenta una tarifa T2; 13%, tarifa OM; el resto del porcentaje se distribuye
entre las tarifas T3 y HM (gráfica 7).
En dicha tabla se aprecia que los mayores consumidores de energía son los sistemas de aire
acondicionado que están integrados por tipo ventana, minisplit y ventiladores. El consumo de
estos equipos alcanza los 158,849 kWh. Para los sistemas de iluminación (interior y exterior) su
demanda energética es de 42,987 kWh.
En tercer lugar están las cargas misceláneas que se componen de equipos que están ya sea en la
cafetería, cooperativa y oficinas; estos equipos alcanzan los 17,676 kWh. Por último, se tiene a los
sistemas de audio y video, que por lo general hay varios equipos del programa de 18 Enciclomedia
que nunca funcionaron o que, en el mejor de los casos, los equipos que aún se conservan en las
escuelas son utilizados para pasar documentales educativos, y los demás equipos de audio no son
muy utilizados; el consumo que representan estos sistemas es de 1,422 kWh.
De acuerdo a este balance, los principales consumidores de energía son los sistemas de
iluminación con 46%, seguido de los sistemas de acondicionamiento de aire con 21%, los sistemas
de audio y video con 13%. Esto se aprecia en la gráfica 9.
Tabla 9. Balance energético eléctrico para escuelas primarias que aplicaron diagnóstico
energético
Escuelas secundarias
Respecto a las secundarias, la tabla 10 muestra los resultados del consumo energético por tipo
de sistemas o equipos consumidores de energía.
De acuerdo con el balance estimado, los principales consumidores de energía son los sistemas
de acondicionamiento de aire con 34%, seguido de los sistemas de iluminación con 33% y los
sistemas de cómputo con 21%.
La anterior gráfica se construyó con datos de la tabla antes mencionada, donde nuevamente los
sistemas de acondicionamiento de aire son los mayores consumidores con 630,474 kWh. En
segundo lugar está el sistema de iluminación con un consumo de 593,072 kWh. Seguido están los
equipos misceláneos con 66,840 kWh. Posteriormente están los sistemas de cómputo, con un
consumo de 505,043 kWh. Un caso raro es el bajo consumo que presentan los equipos de
laboratorios y talleres, pues podría pensarse que esta área sería una de las mayores consumidoras
de energía; sin embargo, no ha sido así. La explicación es que a pesar de que existen los equipos,
éstos no operan por falta de mantenimiento, por ello su consumo es de 319 kWh.
Tabla 10. Balance energético eléctrico para escuelas secundarias que aplicaron diagnósticos
energético.
Escuelas primarias
Con base en los porcentajes del consumo eléctrico obtenidos de los diagnósticos energéticos se
obtuvo una estadística y con ella se proyectó en las escuelas primarias que participaron en las
encuestas, ya que este ejercicio es elemento fundamental de la estimación del consumo a nivel
nacional. Los resultados por tipo de tarifa eléctrica se presentan en la tabla 11, de la cual se obtuvo
el consumo global para un universo de 488 escuelas primaras encuestadas y que asciende a
3,198,331 kWh/año. Las escuelas por su tipo de servicio cuentan con diferente tipo de tarifa
eléctrica, por lo que las consideraciones antes mencionadas son justamente para facilitar las
estimaciones.
Tabla 11. Consumo energético eléctrico para escuelas primarias que aplicaron encuesta.
Escuelas secundarias
Para el caso de las escuelas secundarias, la muestra estadística fue de 356 encuestas, de las cuales
se calculó un consumo energético eléctrico de 15,224,052 kWh/año. Los datos que se tomaron
fueron los presentados en la tabla 12.
Tabla 12. Consumo eléctrico para escuelas secundarias que aplicaron encuesta
Análisis de consumo energético de las encuestas realizadas
Una vez obtenida la información y después de haber realizado los análisis preliminares, se
continuó con la proyección nacional de consumo energético. Ésta tiene como base los porcentajes
del consumo eléctrico determinados de los diagnósticos energéticos, de los resultados de las
encuestas y de la información del consumo eléctrico de fuentes oficiales (CFE, SEP, dependencias
municipales, estatales y federales, etcétera).
De acuerdo con lo antes expuesto, se obtuvo la proyección del consumo energético eléctrico de
las escuelas primarias a nivel nacional. En la tabla 13 se presenta el consumo energético por tipo
de escuela; de esto se tiene que el consumo global nacional de electricidad en escuelas primarias
es de 934 millones de kWh/año, desglosándose en 864,112,500 en las escuelas generales y 70
millones de kWh en las escuelas indígenas. Visualmente lo antes comentado se aprecia en la
gráfica 11, donde en las columnas se distinguen el número de escuelas y sobre montado su
consumo eléctrico.
Grafica 11. Análisis de consumo energético eléctrico en escuelas primarias a nivel nacional
Proyección de consumo energético para el universo nacional de escuelas
secundarias.
La determinación del consumo eléctrico en las escuelas secundarias se determinó de la misma
manera que la de las escuelas primarias. Ésta proyección se desagregó por tipo de escuela
secundaria, en la que el consumo energético eléctrico a nivel nacional es de 730,770,200
kWh/año.
Tabla 14. Consumo energético eléctrico proyectado para escuelas secundarias a nivel nacional
Grafica 12. Análisis de consumo energético eléctrico en escuelas a secundarias a nivel nacional.
En la gráfica 12 se aprecia la comparativa entre el número de escuelas secundarias por tipo y sobre
montado su consumo eléctrico. En ella se aprecia que la que tiene el mayor consumo energético
es la secundaria general con 304 millones de kWh por año pero esto lo consumen 7,239 escuelas.
Le sigue en consumo las técnicas con 240 millones de kWh en 4,376 centros educativos. Las
telesecundarias consumen menos que los dos anteriores, alcanzando los 165 millones de kWh en
una mayor cantidad de escuelas, ya que en este tipo existen 18,403 unidades.
Equipamiento representativo de referencia en consumo de energía en escuela
secundarias públicas.
Con base en los diagnósticos energéticos y encuestas realizadas conforme a la disponibilidad de
acceso a la información, fue posible identificar de manera general y como referencia el
equipamiento más representativo en cuanto a consumo energético en las escuelas secundarias
públicas del país.
Sistema de iluminación.
La distribución porcentual del sistema de iluminación de las secundarias lo encabeza los salones
de clases, donde está instalado 29.25% de éstas. Le siguen los pasillos con 14.29%. En tercer lugar
están las oficinas con 7.14%. Mientras que los laboratorios tienen instalados 6.12% del total de
luminarias. En cuanto al sistema de iluminación este se integra por familias de tecnologías; la
tecnología FL, T-12, 2x39W es la que más existe en este tipo de centros educativos con 27.04%.
En segundo lugar se encuentran las LFC de 50W con 17.69%, mientras que las FL T-8 de 1x32W
están con 8.5%. El salón de clases es el área que mayor cantidad de luminarias tiene, con casi 39%;
le siguen los pasillos con 24%, mientras que las oficinas representan 7.4%, y los talleres, 6.52%. El
tipo de luminarias que más existen (instaladas) las FL, T8, 2X32 W en 28.3%, seguido de las FL.
Equipamiento informático
Dentro de la distribución porcentual del equipo informático en clima seco, las computadoras
desktop ocupan 68%, mientras que las computadoras mini laptop tienen un uso de 18%, las
impresoras a color con 5%, las computadoras laptop con 4%, así como las fotocopiadoras con 3%
y los multifuncionales con 2%. En clima cálido, las computadoras desktop tienen una participación
de 40% con respecto del total, mientras que las mini laptop se ubican con 26%. Le siguen las
impresoras negro con 23% y las de color con 11%. En la distribución porcentual del equipamiento
informático en clima templado, las computadoras desktop ocupan 89.25% del total, mientras que
el uso de uso de impresora se encuentran en 5.65%, las fotocopiadoras 3.23% y las computadoras
laptop 1.88%.