Está en la página 1de 19

Ecosistemas

Un ECOSISTEMA es un conjunto de componentes bióticos y abióticos que interactúan entre sí, a través de los cuales fluye la energía y la
materia. Es decir, una unidad compuesta por organismos interdependientes que forman cadenas alimentarias.

Esta acción de compartir un ambiente genera competencias entre especies que se dan, por ejemplo, por alimento o espacio. La
supervivencia de un organismo en un ambiente está limitada por factores bióticos y abióticos de ese ambiente.

Al referirnos a los organismos bióticos se hace referencia a las bacterias, hongos, protozoarios, plantas, animales y los abióticos a la luz,
agua, nitrógeno, sales, calor, clima.

Presentación del caso

Ecosistemas

Flujos de energía

Ciclo de nutrientes

Ciclos biogeoquímicos

Referencias
LECCIÓN 1 de 6

Presentación del caso

En la provincia de Corrientes, en el Noreste Argentino (NEA) se encuentra un ecosistema emblema para nuestro país, denominado Esteros del Iberá. Se extiende
aproximadamente por 12.000 km2, que forman parte de un sistema mucho más extenso (que involucra al Pantanal brasilero, a terrenos en Paraguay y otros) cuya
superficie se estima en alrededor de 45 000 km2. (Orfeo, 2012, p. 7).

Los Esteros del Iberá son un extenso humedal que abarca unos 12 000 km², como ya se mencionó, y es parte de un sistema hidrográfico mucho más extenso: el
macrosistema del Iberá, en el que se desarrolla un ecosistema subtropical y tropical de enorme diversidad. El 15 de abril de 1983, por ley 3771, fue instituida como
Reserva Natural Provincial por el Gobierno de la provincia de Corrientes.

Tiene una importancia ecológica, no solo por el ecosistema en sí, sino también por la biodiversidad, a tal punto que está valorado y reconocido por la ONU
(Organización de las Naciones Unidas) como un Sitio Ramsar. Este reconocimiento no solo es una distinción, sino que es una responsabilidad de preservarlo.

Fuente: Dodda, 2018, https://www.flickr.com/photos/dodda/2330254806

Figura 1. Cocodrilo en los Esteros de Iberá

Diversos seres vivientes, aptos para vivir en ambientes acuáticos, también conocidos como humedales, son los que abundan en los Esteros del Iberá.
 Para ampliar la información respecto de los Sitios Ramsar, es relevante saber todos los que hay en la República Argentina, y los Esteros del
Iberá son el mejor emblema.

https://www.argentina.gob.ar/ambiente/agua/humedales/sitiosramsar 
LECCIÓN 2 de 6

Ecosistemas

La ecología es la rama de las ciencias biológicas que estudia la relación entre los seres vivos y su ambiente, es decir, entre factores bióticos que comparten un
ambiente (organismos vivientes) y factores abióticos (físico y químicos). 

El objetivo de definir a la ecología es poder entender en dónde se ubica el hombre como especie y como individuo y qué relación existe con las demás especies.

Actualmente la ecología está muy relacionada con la política y la sociedad, ya que la problemática ambiental es un tema que afecta no sólo al hombre sino a todas
las especies y al equilibrio de los ecosistemas naturales. 

Como ya se introdujo, a la ecología se la considera como ciencia multidisciplinaria, ya que recure a los
conocimientos aportados por la botánica, zoología, fisiología, genética, física, química, geología, entre
otras, para poder comprender las relaciones que existen en un ecosistema.

El ecosistema no tiene límites físicos establecidos. El mayor conocido es la ecósfera que se compone de la biósfera (constituido por todos los seres vivos de la
tierra y el medio físico que los rodea) y la hidrósfera (agua), litósfera (tierra) y atmósfera (aire). Cada una de las especies en la biósfera, tiene un lugar determinado
para vivir y al cual está adaptada denominada hábitat. Pero este es compartido por varias especies con funciones diferentes en el mismo, conocido como nicho, es
decir la función o la posición de una población o parte de ella en el ecosistema.

Figura 2. Ecosistema

Los ecosistemas están formados por diversos elementos, este esquema es una réplica de lo que ocurre en los Esteros del Iberá. En este espacio conviven seres

de todos los reinos biológicos, en el interfaz de los ambientes acuáticos y aeroterrestres.

Características de los ecosistemas

Relaciones alimentarias

El concepto principal de ecosistema es la interrelación entre los factores, los cuales ninguno puede ser modificado sin afectar a otro.
 
Los organismos necesitan de aporte de energía suministrado por el Sol y pasa de unos a otros a través de relaciones alimentarias llamadas cadenas tróficas o alimentarias.

Flujos de energía

En un ecosistema fluye energía desde el sol hacia cada uno de los niveles tróficos de la cadena alimentaria. El curso de la energía es unidireccional, degradándose en formas
menos aprovechables.

Esta energía cumple con las leyes de la termodinámica. La primera ley establece que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma; mientras que la segunda ley señala
que cuando se transforma la energía disminuye la cantidad útil, la cual parte se pierde por calor y parte se disipa.

Ciclo de la materia

Los organismos utilizan las moléculas para degradar la energía y así pasar a formar parte de su organismo. Una vez que los seres de los distintos niveles tróficos consumen estas
moléculas las van depositando en la tierra, atmósfera, o agua por la respiración, heces o por su descomposición cuando mueren.
Contrario al ciclo de la energía, los ciclos de la materia son cerrados, fluye desde el entorno abiótico pasando por los cuerpos de los organismos vivos, retomando nuevamente al
abiótico cerrando el ciclo. En todo ecosistema existen ciclos de oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, entre otros, que son necesarios conocerlos para entender el funcionamiento
de los ecosistemas.

Por ejemplo, las grandes lagunas de los Esteros del Iberá en su conjunto son un ecosistema que compone de suelo, aire, agua, nutrientes, especies de animales, pájaros, insectos,
microorganismos, árboles, entre otros, si algunos de los árboles son cortados, el resto de los elementos pueden verse afectados, perder su hábitat, producirse erosión,
desplazamientos de nutrientes.
LECCIÓN 3 de 6

Flujos de energía

El flujo de materia y energía pasan de un ser vivo a otro por medio de las cadenas alimentarias. Cada nivel de esa cadena se denomina Nivel Trófico.

Para que el ecosistema funcione necesita de energía, la cual proviene del sol, esta energía es conocida como flujo de energía. Es aprovechada por las plantas y
otros organismos fotosintéticos para la síntesis de compuestos orgánicos, es decir, corresponde a la energía que se va transportando desde los vegetales hacia
los otros seres vivos. La energía se va transformando, disminuyendo en cada nivel y perdiéndose como calor.

Durante la fotosíntesis se produce la transformación de la energía lumínica en química, la cual en la respiración, es liberada en procesos que se producen dentro
de las plantas y animales. En las cadenas alimentarias, la materia se traspasa de un eslabón a otro por la interacción que se produce entre los distintos
organismos que la conforman.

Fuente: Granados, 2018, https://www.eltribuno.com/salta/nota/2018-6-7-10-10-0-esteros-del-ibera-un-viaje-al-refugio-de-la-naturaleza

Figura 3. Esteros del Iberá

Los Esteros del Iberá son "refugio de más de 1.600 tipos de plantas, 350 especies de aves y unas 60 de reptiles según describió [Douglas] Tompkins [alguien que

ha hecho mucho por la conservación de los Esteros del Iberá]" (Granados, 2018, https://bit.ly/2MTXR8c). Por ello se han convertido en un centro turístico de interés

mundial. Los vegetales capturan la energía del sol y sirven como alimento para ellas y a las poblaciones de los niveles superiores.
Fuente: Economis, 2019, https://www.economis.com.ar/retorna-a-los-esteros-del-ibera-el-lobo-gargantilla-una-especie-extinta-en-argentina/

Figura 4. Lobo gargantilla

El proyecto de reintroducción del lobo gargantilla que se inicia con la llegada de estos dos ejemplares continuará durante muchos años hasta que pueda

establecerse de vuelta una población de la especie en el Iberá y en Argentina. ("Retorna a los Esteros del Iberá el lobo gargantilla, una especie extinta en Argentina",

2019, https://bit.ly/2MW2rmK). Su función como nivel trófico superior en el ecosistema de los Esteros del Iberá actúa controlando a las poblaciones de los niveles

inferiores.

A un nivel sencillo los niveles tróficos en un ecosistema son:

Primer nivel trófico: productores (plantas y/o fitoplancton)

Son capaces de producir su propio alimento ya que producen sustancias orgánicas a través de sustancias inorgánicas.

Las plantas toman el agua y los minerales del suelo por medio de sus raíces. La clorofila permite captar la energía del sol necesaria para sus
funciones vitales, almacenándola en sus tejidos para ser utilizado por otros seres vivos. Parte de la energía es liberada en forma de calor.

Consumidores primarios: (herbívoros y/o zooplancton)

Obtienen sustancias orgánicas por medio de los vegetales que ingieren, las cuales sirven para elaborar otras sustancias. La energía recibida la
utilizan para los diferentes procesos metabólicos y para sus actividades pero parte se pierde por respiración, excreción y calor.

Una parte de la energía química consumida por estos consumidores se convierte en nueva biomasa animal que es la energía disponible para el
siguiente nivel trófico.

Consumidores secundarios
Carnívoros que se alimentan de los consumidores primarios. La materia orgánica del cuerpo del herbívoro pasa a incorporarse a la del
carnívoro.

Consumidores terciarios y cuaternarios

Carnívoros que se alimentan de carnívoros.

Detritívoros (carroñeros, buitres, lombrices y descomponedores como hongos o bacterias)

Son organismos que se sustentan de desechos de la comunidad o animales muertos. Se aprovechan de la energía química y producto de
desecho nitrogenado no utilizable por animales.

Los detritívoros segregan sustancias digestivas actuando sobre los tejidos muertos de los animales y vegetales, desintegrándolos y
transformándolos en sustancias más simples.

Los minerales que formaban parte del animal muerto caen también al suelo, además del cuerpo de los detritívoros que luego ingresan al suelo
enriqueciéndolos.

Fuente: INTA, 2019, https://inta.gob.ar/documentos/cadenas-alimenticias-troficas

Figura 5. Cadena alimenticia

Todos los reinos biológicos están vinculados en las cadenas y redes tróficas, en el ciclo de la materia y flujo de la energía.

Productividad

La producción de un ecosistema se refiere a la cantidad de energía que éste es capaz de aprovechar a través del proceso de fotosíntesis. Por ejemplo en la
conversión de energía lumínica en biomasa, un bosque tiene mayor producción que un desierto.
La importancia fundamental de conocer la producción de un ecosistema es hacer un manejo y aprovechamiento adecuado de los recursos naturales disponibles
del ese ecosistema.

Para determinar la producción se mide la productividad, que es la producción de biomasa en un área determinada por unidad de tiempo. Dependiendo de cómo se
almacene y utilice la energía en el ecosistema se puede hablar de varios tipos de productividad:

1 La productividad primaria bruta de un ecosistema es la energía total fijada por fotosíntesis por las plantas utilizando la energía solar, en un
área y tiempo determinado. Se expresa en términos de energía acumulada (calorías/ml/día o en calorías/ml/hora) o en términos de la materia
orgánica sintetizada (gramos/m2/día o kg/hectárea/año).

2 La producción primaria neta es la energía fijada por fotosíntesis menos la energía empleada en la respiración, es decir la energía que pasa al
siguiente nivel trófico.

3 La productividad secundaria es la materia orgánica producida por los organismos consumidores o heterótrofos, que viven de las sustancias
orgánicas ya sintetizadas por las plantas, como es el caso de los herbívoros.

"Como ocurre con los lagos, los humedales varían en la entrada de nutrientes y en su productividad
biológica; algunos humedales están entre los sitios más productivos de la tierra y otros prácticamente
constituyen sistemas acuáticos biológicamente desiertos" (Boveri y Renella, s. f.,
https://bit.ly/307rR6c). En el caso de los humedales como lo son los Esteros del Iberá, la tasa de
productividad es altísima, por lo que la conversión de luz solar a biomasa, por parte de los vegetales es
muy provechosa. 
Fuente: Sunsinger, 2016, https://sp.depositphotos.com/108556930/stock-photo-capybara-in-the-national-park.html

Figura 6. Carpincho en Esteros del Iberá

Sobre el éxito de la productividad del Iberá, se sustentan la gran cantidad de herbívoros (carpincho) que habitan el ecosistema y posibilitan un entramado de

especies muy rico, como por ejemplo el yacaré.

Como se dijo anteriormente, no toda la energía es consumida por los herbívoros estará disponible para el siguiente nivel trófico, ya que parte de la energía total
ingerida, para procesos de respiración y movimiento, se pierde por calor, orina y por las heces.

Por lo tanto la energía que sí estará disponible para el consumidor secundario será la que sea usada para crecimiento del individuo o producción de nuevas crías.
Es por ello que las biomasas de los niveles tróficos decrecen rápidamente a medida que aumenta el nivel.

 La productividad biológica es la velocidad de crecimiento de la biomasa en un periodo y una superficie determinados, que puede ser por año
en una hectárea. Puede ser mejorada y superada con diferentes técnicas tales como agroquímicos y manejos intensivos de rodeos, sin
embargo el mal manejo de estas técnicas puede traer inconvenientes tales como daños al suelo, agua, a la salud de los animales y los
humanos. Como por ejemplo se puede nombrar a pesticidas no degradables que producen daños irreparables en los ecosistemas, tal es el
caso de los DDT.
LECCIÓN 4 de 6

Ciclo de nutrientes

Como se dijo en una oportunidad los elementos y compuestos inorgánicos se mueven en forma circular en los llamados ciclos nutritivos o ciclos biogeoquímicos.

En estos ciclos se pueden reconocer dos zonas, una abiótica y otra biótica. En la primera hay grandes cantidades de sustancias inorgánicas que se descomponen
en forma lenta, están a disposición de los organismos en forma abundante y fácil (gaseosos: agua, dióxido de carbono, oxígeno) o escasa y difícil (materiales
sedimentarios: hierro, fósforo, magnesio). En la zona biótica el flujo del ciclo es rápido y la cantidad de sustancias inorgánicas es menor. El organismo vivo toma
elementos inorgánicos y al morir y descomponerse éstos son devueltos al ambiente para ser nuevamente aprovechados.

En los ciclos gaseosos los nutrientes circulan entre la atmósfera y por los organismos vivos, en los ciclos sedimentarios circulan principalmente entre la corteza
terrestre, la hidrósfera y los organismos vivos.

Los Dres. Boveri y Renella, del Centro de Educación a Distancia de la Universidad de Buenos Aires, aportan conocimiento sobre los humedales como los esteros del
Iberá. Ellos manifiestan que

la mayoría de las plantas de los humedales, [como el Iberá], no son consumidas directamente por los herbívoros, por lo tanto, la trama trófica de
los humedales está caracterizada por la rama de detritos. En los humedales con aguas ricas en nutrientes y no sombreadas, las algas son una
fuente importante de alimento para algunos pequeños animales pastoreadores.

Los humedales [como el Iberá] proveen áreas de refugio y de alimentación para las aves, peces, reptiles y mamíferos. Las aves migratorias que
se reproducen en los humedales estacionales se alimentan de la densa, aunque de corta vida, explosión de las poblaciones de insectos (s.f.,
https://bit.ly/307rR6c).
LECCIÓN 5 de 6

Ciclos biogeoquímicos

Ciclo del Nitrógeno

El nitrógeno es uno de los elementos más abundantes sobre la tierra ya que forma el 78% del aire. Constituye el nutriente más relevante asociado al crecimiento,
desarrollo y producción de las plantas; también para la producción de nutrientes esenciales para la vida de los animales y del ser humano.

Los animales obtienen el nitrógeno que necesitan consumiendo plantas u otros animales, los cuales contienen moléculas orgánicas parcialmente compuestas de
nitrógeno.

Con la eliminación de sus excrementos y la descomposición de sus cuerpos cuando mueren, llevan el nitrógeno al suelo el cual adquiere formas orgánicas como
las sales de amonio (NH4+) mediante un proceso llamado mineralización. Durante la descomposición intervienen bacterias, algas y hongos que transforman el
amonio en nitrito (NO2‐) y luego en nitrato (NO3‐) absorbible así por las plantas. Este proceso es conocido como nitrificación. Esto explica la función de la rotación
de cultivos ya que las plantas, con la fijación simbiótica de nitrógeno atmosférico, enriquecen los suelos con compuestos nitrogenados que luego son
aprovechados por otras plantas. Artificialmente se puede inocular estas bacterias y aumentar la productividad de cualquier leguminosa.

Pero no todo el nitrógeno se utiliza en forma de sales inorgánicas, una parte es fijada a la atmósfera (nitrógeno atmosférico) por procesos que realizan las
bacterias reiniciando nuevamente el ciclo, éste proceso se denomina desnitrificación.

El proceso es el siguiente:

NO3 ---> NO2 ---> NH3 ---> N2

Muy pocos organismos pueden aprovechar directamente el nitrógeno del aire y la mayor parte lo hace a través de bacterias que viven en el suelo o en las raíces de
las leguminosas, formando nódulos en simbiosis.

El nitrógeno puede ser también aportado por fertilizantes inorgánicos (en forma de nitrato o amoníaco) u
orgánicos (estiércol, abonos verdes).

En un suelo fértil los compuestos nitrogenados están en la materia orgánica. Por eso cuánto más materia orgánica tenga un suelo, más fértil será, porque contiene
compuestos de nitrógeno, esenciales para el crecimiento de las plantas. En zonas muy lluviosas suelen producirse lavados de los suelos y los compuestos
nitrogenados son lixiviados junto con el agua de lluvia provocando la pérdida de la fertilidad del suelo.

Muchas de las acciones del hombre están generando cambios en el ciclo del nitrógeno, mediante el uso abusivo de fertilizantes nitrogenados, quema de
combustibles fósiles y bosques; las heces de los animales en la ganadería liberan nitrógeno afectando el ciclo normal y los desechos de las cloacas al suelo y al
agua.
Figura 7. Ciclo del Nitrógeno

Fuente: s.a, s.f, https://acidoclorhidrico.org/ciclo-del-nitrogeno/

Para profundizar el desarrollo temático y vincularlo con el caso testigo de los Esteros del Iberá, es provechoso leer lo siguiente:

Análisis del ciclo del nitrógeno en el medio ambiente con relación al agua subterránea y su efecto en los seres
vivos.pdf
212.2 KB

Ciclo del Carbono

El carbono es fundamental para construir las moléculas orgánicas necesarias para la vida de los organismos vivos.

Se encuentra almacenado en el aire como gas, disuelto en agua y en el suelo, en forma de dióxido de carbono (CO2). Hace miles de años se fueron formando
depósitos fósiles con un alto contenido de carbono, dando origen al petróleo, carbón, gas natural. El hombre al utilizarlos como combustibles está liberando
carbono en mayores cantidades provocando desequilibrios en el ciclo.

Durante la fotosíntesis, las plantas toman CO2 (del agua si son plantas acuáticas, del aire o suelo sin son plantas terrestres) e incorporan el carbono en los
carbohidratos que sintetizan. Junto con la energía de la luz del sol producen alimentos y luego liberan oxígeno (O2) al aire, agua o suelo.
Parte de esos carbohidratos (azúcares, almidón, celulosa, lignina) son transferidos a los animales y demás heterótrofos, devolviendo carbono al medio en forma de
CO2 durante la respiración. En los herbívoros, los carbohidratos son descompuestos por procesos químicos en las células y forman el combustible de su cuerpo,
es decir que al respirar absorben oxígeno descomponiendo los azucares y emitiendo CO2 al aire o al agua. En los animales carnívoros absorben la materia de otros
animales por el proceso digestivo y los descomponen con el oxígeno durante la respiración emitiendo también CO2 al agua y al aire.

Fuente: Etchegaray, 2019, https://marieclaire.perfil.com/noticias/lifestyle/esteros-del-ibera-viajar-donde-queda-humedal-mas-grande-america-

sur-carpichos.phtml

Figura 8. Ciervo en los Esteros del Iberá

Esta imagen resume gran parte del ciclo del carbono en los Esteros del Iberá. Los vegetales fotosintetizan, capturando el carbono de la atmósfera (como CO2) y

forman biomasa. La gran cantidad de herbívoros que habitan el ecosistema se alimentan de esa biomasa y posibilitan que el carbono circule.

Gran cantidad de carbono se encuentra contenida en los cuerpos muertos de animales, sus heces y
plantas caídas que al descomponerse por medio de bacterias y hongos liberan CO2 al ambiente.

Las actividades volcánicas y erosión de rocas carbonatadas son otros procesos que agregan CO2 a la atmósfera. Debido a que en el océano y la tierra almacenan
mucho más carbono que la atmósfera cualquier cambio entre la atmósfera y la tierra y el océano puede cambiar apreciablemente las concentraciones de CO2 en el
aire, provocando lo que se conoce como calentamiento global.

Las intensas actividades que realiza el hombre como quema de combustibles fósiles, laboreos intensivos y deforestación ha provocado que se incremente la
concentración de dióxido de carbono a la atmósfera con el consecuente incremento de las temperaturas, reducciones o incrementos de precipitaciones,
disminuciones de los glaciares, tempestades mucho más fuertes e intensas, ascenso del nivel del mar y acidificación del mar entre otras.
Figura 9. Ciclo del Carbono

Fuente: s.a., s.f., https://acidoclorhidrico.org/ciclo-del-carbono/

Ciclo del Fósforo

El fósforo (P4) es un elemento esencial en los procesos fotosintéticos, para los organismos y se puede encontrar en sus estructuras de ADN. Si bien, la proporción
de fósforo en la materia es relativamente pequeña, desempeña una función vital, ya que sin la intervención del fósforo no es posible que un ser vivo pueda
sobrevivir.

Al contrario que en el ciclo del nitrógeno, en el del fósforo no hay fase gaseosa en el aire. Se lo puede
encontrar en la tierra por procesos de meteorización de las rocas o por las cenizas volcánicas quedando
así disponible para las plantas.

Parte es arrastrado por el agua hacia el mar, el cual se incorpora a la cadena trófica marina o se sedimenta en el fondo formando rocas subterráneas.

El fósforo es también absorbido por el plancton que a su vez es ingerido por algunas especies de peces. Cuando éstos son comidos por aves devuelven parte del
fósforo en las heces a la tierra.

Las plantas absorben los iones de fosfato y los integran a su estructura en diversos compuestos. Estas plantas al ser ingeridas por los herbívoros absorben los
compuestos fosforados mediante la digestión y los integran a su organismo.

Por otra parte, los carnívoros toman el fósforo de la materia viva que consumen y lo integran a su estructura orgánica.
Cuando mueren las plantas y los animales por procesos de descomposición se restituyen los compuestos de fósforo al suelo y al agua y son nuevamente
aprovechados por las plantas comenzando nuevamente el ciclo

Figura 10. Ciclo del Fósforo

 
Fuente: s.a., 2010, http://www.madrimasd.org/blogs/universo/wpcontnt/blogs.dir/42/files/148/o_CICLO_P.gif

Ciclo del Agua

En este ciclo hay una continua movilidad de masas de agua, tanto en sus diferentes estados (sólido, líquido y gaseoso) como a distintos puntos del planeta pero en
forma irregular en el espacio y el tiempo. Requiere del sol, como fuente principal de energía para producir la evaporación del agua, llegar a la atmósfera y regresar
en sus fases líquidas y sólidas.

Otra de la función del ciclo es colaborar a mantener la superficie de la tierra más fría y la atmósfera más caliente, moderando las temperaturas y precipitaciones.

A continuación se pasa a describir en forma más detallada las fases del ciclo hidrológico

Evaporación

El ciclo se inicia con la evaporación del agua de las grandes superficies líquidas (océanos, mares) por medio de la radiación solar. El vapor de agua, menos denso que el aire,
asciende a capas más altas de la atmósfera donde se enfría y se condensa formando nubes.

Precipitación

Por condensación cambia el estado de la materia de forma gaseosa a líquida, comenzando a formarse gotas que caen por gravedad dando lugar a las precipitaciones, ya sea en
forma de lluvia, granizo o nieve.

Retención y almacenamiento

Una parte del agua de las precipitaciones, que no llega a alcanzar la superficie de la tierra vuelve a evaporarse durante su caída y otra es retenida por las plantas, edificios, entre
otros, que luego se evapora. La que llega a la tierra, parte es retenida por lagos, embalses, volviendo nuevamente a la atmósfera por el proceso de evaporación.

Escorrentía superficial

Otra parte circula sobre la superficie que luego se reúnen en arroyos, ríos y otros desembocan en mares. Nuevamente, una parte se evaporará y otra se infiltrará en el terreno.

Infiltración

Parte del agua de precipitación llega a penetrar de la superficie del terreno por los poros pasando a formar parte del agua subterránea. Ésta puede volver nuevamente a la atmósfera
por evapotranspiración cuando el nivel de saturación está próximo a la superficie del terreno, también pueden llegar a cargar cursos de agua de ríos o mares comenzando de nuevo
el ciclo.

Evapotranspiración

Del agua de las plantas que no utilizan se eliminan por evaporación directa junto con la pérdida de agua por transpiración, este proceso se denomina evapotranspiración.

Como en todos los ciclos, la acción del hombre altera también el del agua, por ejemplo al desecar
zonas pantanosas, modificar el régimen de los ríos, construir embalses, talar bosques para utilizar el
terreno para la producción agropecuaria, industria o construir ciudades

 Figura 11. Ciclo Hidrológico


Fuente: http://www.inea.uva.es/web/materiales/web/riego/anuncios/trabajos/webs/Iv%C3%A1n%20Gonzalo%20Tejero/Ciclo%20Hidrol%C3%
B3gico.jpg. 11/08/10

Figura 12. Esteros del Iberá

Fuente: Piotrkowski, 2019, https://www.latercera.com/tendencias/noticia/esteros-del-ibera-nuevo-parque-nacional-argentino/592321/

Naturalmente el agua tiene una presencia relevante en los Esteros del Iberá. Los movimientos de este elemento, atendiendo a su ciclo, tienen una particular
manifestación, dada la gran masa de agua líquida disponible, por ejemplo, marcando un índice de precipitaciones mayor que en otros territorios. Dato etnográfico:
Iberá, en lengua guaraní significa “aguas que brillan”.
LECCIÓN 6 de 6

Referencias

Boveri, M. y Renella, A. (s. f.). Texto extraído de la Guía de lectura de la asignatura Ecología Acuática, de la carrera de Ciencias Ambientales. Área de Sistemas de
Producción Acuática, Departamento de Producción Animal, FAUBA. Recuperado de https://ced.agro.uba.ar/ubatic/?q=node/56

Granados, J. (2018). Esteros del Iberá: un viaje al refugio de la naturaleza. Recuperado de https://www.eltribuno.com/salta/nota/2018-6-7-10-10-0-esteros-del-
ibera-un-viaje-al-refugio-de-la-naturaleza

Orfeo, O. (2012). Las aguas brillantes de Corrientes. Revista El Ojo del Cóndor. Instituto Geográfico Nacional. p. 7. Recuperado de:
https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/25798/CONICET_Digital_Nro.41c697e8-020b-43fe-bd4a-4ef3670ef296_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y

Retorna a los Esteros del Iberá el lobo gargantilla, una especie extinta en Argentina. (2019). Recuperado de https://www.economis.com.ar/retorna-a-los-esteros-
del-ibera-el-lobo-gargantilla-una-especie-extinta-en-argentina/

También podría gustarte