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Enfoques clásicos para el estudio de la

estratificación social y de las clases sociales

Los sistemas mundiales. América Latina en el mundo - Parte I

Referencias
LECCIÓN 1 de 2

Los sistemas mundiales. América Latina en el mundo


- Parte I

Te invitamos a leer el siguiente artículo sobre la situación de la desigualdad a


nivel mundial.

Cinco datos escandalosos sobre la desigualdad extrema global y


cómo combatirla _ Oxfam International.pdf
318 KB

Te proponemos reflexionar sobre los siguientes interrogantes ¿conocías esta


situación a nivel mundial? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de
continuar en un modelo semejante? ¿Consideras que la población se
encuentra escandalizada o preocupada por esta situación? ¿Cómo puedes
comprender esto desde un enfoque sociológico?  

Así como cada país presenta en su interior profundas disparidades sociales,


a escala planetaria también existen desigualdades entre los países. En este
sentido, veamos la situación de Sven, un niño nacido en un hogar sueco
promedio.
 La situación de Sven  

Sus posibilidades de morir durante el primer año de


vida son mínimas (0,3%) y su esperanza de vida es
de 80 años, esto es, 12 años más que Pieter y 30
más que Nthabiseng.  

Sus probabilidades de educación son de 11,4 años –


5 más que el sudafricano promedio. A estas
diferencias en años de escolaridad se suman
diferencias de calidad: en octavo grado, Sven
normalmente obtendrá un puntaje de 500 en una
prueba de matemáticas internacionalmente
comparable, mientras que el estudiante sudafricano
promedio no obtendrá más que 264 puntos –más de
dos desviaciones estándar por debajo de la mediana
de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE). Lo más probable es
que Nthabiseng nunca llegue a ese grado y, por
tanto, nunca presentará esa prueba. (Ferreira et al.,
2006, p. 1)

La pregunta inicial que podemos hacernos es ¿qué categorías utilizamos


para referirnos a las desigualdades a nivel global?, o bien ¿qué indicadores
nos sirven para medir las desigualdades? 
El punto de partida de esta sección será reflexionar sobre la situación social y
económica de América Latina. Los interrogantes que nos movilizan son
amplios, por ejemplo, ¿existen diferencias estructurales entre América Latina
y el resto del mundo desarrollado, o se trata más bien de grados de
desarrollo? ¿Nuestra situación se debe a que la modernidad (de la que
hablamos en el primer módulo) no se implementó de manera exitosa o a que
nuestra modernidad tuvo características específicas?  

Estas preguntas también nos llevan a interrogarnos sobre el lugar que ocupa
América Latina en el contexto global. Una inicial categorización de la
ubicación de América Latina en el contexto mundial fue la que propuso el
economista francés, Alfred Sauvey (1952). Según él, el concepto de tercer
mundo designaba a los países que no pertenecían a ninguno de los bloques
enfrentados en la Guerra Fría: el bloque occidental (Estados Unidos, Europa
Occidental, Japón, Canadá, Corea del Sur, Australia y aliados) pertenecía al
primer mundo; el bloque comunista (Unión Soviética, Europa Oriental, China)
pertenecía al segundo mundo. Uno de los rasgos esenciales del segundo
mundo es que estaba conformado por sociedades con economías de
planificación centralizadas, que concedían un papel pequeño a la propiedad
privada o la competencia entre las empresas. La Unión Soviética tenía una
forma muy característica de organización social, política y económica.
Fundamentalmente, era una comunidad compuesta por diferentes grupos
nacionales y culturales. Rusia era el mayor de ellos, y el ruso, el idioma oficial
de la Unión. Sin embargo, también se hablaban otras muchas lenguas, como
letón, alemán, árabe o georgiano (Giddens, 2010).  
En ese contexto, América Latina pertenecía al tercer mundo. Sin embargo,
esta inicial forma de categorizar a los países actualmente está en desuso, ya
que los países del bloque socialista han desarticulado muchas de las
políticas de aquel momento histórico; además, porque implica un criterio
esencialmente político para estratificar a los países.  

Otra manera de categorizar es aquella que divide a los países en países en


vías de desarrollo y países desarrollados, y que considera que los primeros
están de alguna manera en una etapa de transición desde un estado de
subdesarrollo a otro de pleno desarrollo económico; por el contrario, hay
ciertos países que ya han alcanzado niveles plenos y óptimos de desarrollo
económico.  

El Banco Mundial utiliza una clasificación de los países según los ingresos.
Esta clasificación se basa en el ingreso nacional bruto (INB) per cápita. Con
base en su INB per cápita, cada economía se clasifica como de ingreso bajo,
ingreso mediano (que se subdivide en mediano bajo y mediano alto) o
ingreso alto. También se utilizan otros grupos analíticos que se basan en
regiones geográficas.

¿Qué es el Ingreso Nacional Bruto y el Producto Interno Bruto de un país? 

El producto interno bruto es la variable más conocida y utilizada para analizar el


desempeño de las economías. Sin embargo, no es la que mejor refleja la cantidad de
recursos con que cuentan los residentes de un país para gastar o destinar a ahorro. Esto
es así porque no todos los recursos que se generan internamente permanecen en el país,
sino que parte de ellos se transfieren al exterior por concepto de remuneración de los
factores de producción de propiedad de residentes en el resto del mundo, tales como los
pagos de intereses por las deudas contraídas y las remesas de utilidades de las empresas
extranjeras radicadas en el país. De igual modo, los residentes de un país determinado
reciben recursos por concepto de remuneración de los factores radicados en el resto del
mundo.  

Por este motivo, y desde la perspectiva de las cuentas nacionales, cobra relevancia la
diferenciación de los conceptos de ingreso interno e ingreso nacional. Medido a precios
corrientes, el ingreso interno bruto de un país es igual al producto interno bruto y
corresponde a la sumatoria de los ingresos generados en la actividad productiva de los
sectores residentes. Al sumar a este ingreso interno bruto los pagos netos de factores
mencionados en el párrafo anterior, se obtiene el ingreso nacional bruto. Dadas las
características de las economías de los países de América Latina y los montos
registrados por concepto de estos pagos, la diferencia entre el comportamiento del
ingreso interno bruto y del ingreso nacional bruto ha sido, en determinados momentos,
apreciable. 

Adicionalmente, en los últimos años ha ganado importancia en muchos países de América


Latina la recepción de recursos correspondientes a remesas de dinero que los
trabajadores emigrantes realizan a sus familias. Estos son recursos que, aunque se
generan en otro país y por lo tanto no están incluidos en el cálculo del PIB, forman parte de
las disponibilidades de los residentes para solventar los gastos en los que deben incurrir, o
alternativamente, destinar al ahorro. Al sumar estos recursos al ingreso nacional se
obtiene entonces el ingreso nacional bruto disponible. Dadas las magnitudes de los
montos registrados por concepto de transferencias corrientes netas recibidas del resto del
mundo en los últimos años, la diferencia entre los conceptos de ingreso interno bruto,
ingreso nacional bruto e ingreso nacional bruto disponible adquieren, para algunos países,
gran relevancia. (Kacef, 2008, pp. 11-12) 

¿Lo sabías?
De los 6.000 millones de personas que viven en el mundo, más de
1.200 millones viven con menos de US$1 por día, y otros 2.000
millones de personas viven apenas un poco mejor.

Alrededor del 60% de las personas que viven con menos de US$1
por día viven en Asia oriental y en África al sur del Sahara.

En los países de ingreso alto, los agricultores - hombres y mujeres-


constituyen menos del 6% de la fuerza laboral, mientras que en el
conjunto de los países de ingreso bajo y mediano representan casi
el 60% de todos los trabajadores.

A los países en desarrollo les corresponde casi US$1 de cada US$4


que ganan los países industriales con sus exportaciones.

El dato común que encontramos entre las diferentes


categorizaciones de los países es que vivimos en un mundo
profundamente desigual. Según el Informe sobre el desarrollo
mundial 2006: Equidad y Desarrollo, del Banco Mundial (Ferreira et
al., 2006), estas desigualdades se traducen en extraordinarias
asimetrías de oportunidades, tanto dentro de las fronteras
nacionales como entre los países. En el informe se agrega que
incluso la misma oportunidad básica de la vida está distribuida en
forma muy desigual. Por ejemplo, mientras que menos de la mitad
del 1 % de los niños nacidos en Suecia muere antes de cumplir el
primer año, casi el 15 % de todos los nacidos en Mozambique
fallece antes de esa edad. En el Salvador, la tasa de mortalidad
infantil es del 2 % en el caso de los niños nacidos de madres con
cierto nivel de instrucción, y del 10 % si sus madres carecen de
formación. En Eritrea, la cobertura de la inmunización es próxima al
100 % en los niños del quinto más rico de la población, pero solo del
50 % en el quinto más pobre.

Seguramente tú debes conocer otras modalidades para categorizar a los


distintos países. Te invitamos a reflexionar al respecto. Lo que queremos
destacar es que los diferentes conceptos que usamos para referirnos al lugar
que ocupa América Latina en el escenario mundial no son neutrales; por el
contrario, implican una carga conceptual que intentaremos deslindar en esta
sección.  

Para analizar la desigualdad a escala global, la sociología (específicamente,


la reflexión sociológica latinoamericana) dio varias explicaciones. En esta
sección discutiremos las primeras teorías que intentaron dar cuenta de la
situación de desarrollo, subdesarrollo y desigualdad en la región, nos
referimos a la teoría de la modernización y la teoría de la dependencia.

¿Sabías que es el índice GINI?

Una de las formas de medir la desigualdad es el índice de Gini,


que permite identificar hasta qué punto la distribución del
ingreso se aleja de un reparto perfectamente equitativo. El
indicador demuestra que América Latina es una de las regiones
con el grado más alto de desigualdad en el mundo. (Hermoza,
2016,
https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2016/06/22/d
esigualdad-las-diferencias-entre-ricos-y-pobres-no-son-solo-de-
dinero)

Figura 1. La pobreza en América Latina

Fuente: Deutsche Welle (Usuario) (2020). La pobreza en América Latina. Recuperado de


https://www.dw.com/image/50846310_7.png

Actividad de repaso
Una de las maneras más efectivas que existen para disminuir los niveles de
desigualdad en el país consiste en una política subsidiaria efectiva que
permita disponer del equivalente a un salario mínimo universal para cada
persona.

Verdadero

Falso

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LECCIÓN 2 de 2

Referencias

Deutsche Welle (Usuario) (2020). Índice de pobreza en Latinoamérica.


Recuperado de https://www.dw.com/image/50846310_7.png  

Ferreira, F. H. G., Lanjouw, P., Ozler, B., Prennushi, G., Woolcock, M.,
Robinson, J., … y Walton, M. (2006). Informe sobre el desarrollo mundial 2006:
Equidad y desarrollo. Washington. Recuperado de
http://documentos.bancomundial.org/curated/es/2006/12/7385289/world
development-report-2006-equity-development-informe-sobre-el-
desarrollomundial-2006-equidad-y-desarrollo  

Giddens, A. (2010). Sociología. (trad. por F. M. D. Bustillo; 6ta Ed.). Madrid:


Alianza.  

Hermoza, D. (2016). Las diferencias entre ricos y pobres no son solo de


dinero. Recuperado de
https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2016/06/22/desigualdad-
las-diferencias-entre-ricos-y-pobres-no-son-solo-de-dinero  

Kacef, O. (2008). El ingreso nacional bruto disponible en América Latina: una


perspectiva de largo plazo. Serie macroeconómica de desarrollo (69).
Santiago de Chile: Cepal. Recuperado de
http://archivo.cepal.org/pdfs/2008/S0800787.pdf  

Sauvy, A. (1952). Trois mondes, une planète. París: L’Observateur.

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