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El menor le pidió a su
padre el dinero que recibiría cuando el muriera. El padre le dio al
hijo menor la parte del dinero que le correspondía.
El hijo se fue a un país lejano y desperdició todo el dinero.
Luego tuvo hambre y tuvo que trabajar alimentando a los
cerdos. El deseaba poder comer de la comida de esos
cerdos.
El pensaba: Los sirvientes de mi padre están mejor que
yo. Volveré a casa y admitiré que he pecado contra mi
padre y contra Dios. Ya no soy digno de ser llamado tu
hijo, hazme como uno de tus siervos..
El hijo regresó a su casa, mientras aun estaba lejos, el padre lo
vio, corrió hacia él y lo besó. El hijo le dijo: Padre, no soy digno
de ser llamado tu hijo, he pecado contra ti y contra Dios.
El padre dijo a sus siervos: saquen el mejor vestido, vístanlo,
pónganle un anillo en su dedo y calzado en sus pies. Cocinen el
becerro mas gordo, comamos y hagamos fiesta; porque mi hijo
muerto era y ha revivido, se había perdido y lo he encontrado.
El hijo mayor se enojó mucho cuando escucho la celebración, y
dijo: ¡no es justo! Yo he trabajado fielmente y no he recibido
nada. Pero cuando vino este tu hijo, que ha desperdiciado tu
dinero, has hecho matar el becerro gordo.
Entonces el padre dijo: Todo lo mío es tuyo. Tu hermano estaba
muerto, pero ha revivido; estaba perdido y ha sido encontrado.
Es por eso que era necesario hacer fiesta.
Responde las siguientes preguntas:
1.-¿Cuál de los hijos se fue de la casa?
m
Dios nos perdona de todos nuestros pecados. ( )
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