Está en la página 1de 34

1,1,2 DEL LIBRE ALBEDRÍO 201

DEL LIBRE A L B E D R I O Ag.—Sí, ciertamente, ya que no puede ser hecho sino por
alguien. Pero si me preguntas quién sea éste en concreto, no
te lo puedo decir, por la sencilla razón de que no es uno de-
Trad. P.E. Seijas, en Obras de San Agustín III, B.A.C., Madrid, 1963. terminado y único, sino que cada hombre que no obra recta-
mente es el verdadero y propio autor de sus malos actos. Y si
lo dudas, considera lo que antes dijimos, a saber: que la jus-
LIBRO I ticia de Dios castiga las malas acciones a . Y claro está que no
serían justamente castigadas si no procedieran de la voluntad
CAP1TU LO l libre del hombre.
2. Ev.—Mas no sé yo que peque nadie que no haya apren-
¿Es D i o s EL AUTOR DEL MAL?
dido a pecar. Y si esto es verdad, dime, ¿quién es aquel de
1. Evodio.— -Dime, te ruego: ¿puede ser Dios el autor quien hemos aprendido a pecar?
del mal ? Ag.—¿Crees tú que la disciplina 11 es un bien?
Agustín.—Te lo diré, si antes me dices tú a qué mal te re- Ev.—¿Quién se atreverá a decir que la disciplina es un m a l ?
fieres, porque dos son los significados que solemos dar a la Ag.—¿Y si no fuera ni un bien ni un mal?
palabra m a l : uno, cuando decimos que «alguien ha obrado Ev.—A mí me parece que es un bien.
mal»; otro, cuando afirmamos que «alguien ha sufrido al- Ag.—Y con mucha razón, puesto que por ella se nos co-
gún mal». munica la ciencia o se enciende en nosotros el deseo de adqui-
Ev.—De uno y otro deseo saber quién sea el autor. rirla, y nadie adquiere conocimiento alguno sino mediante la
Ag.—Siendo Dios bueno, como tú sabes o crees—y cierta- disciplina. ¿O piensas tú de otro modo?
mente no es lícito creer lo contrario—, es claro que no puede Ev.—Yo pienso lo mismo, o sea, que mediante la disciplina
hacer el mal. Además, si confesamos que Dios es justo—y ne- no aprendemos sino el bien.
garlo sería una blasfemia—, así como premia a los buenos, Ag.—Mira, por tanto, no aprendas el mal, ya que disciplina
así tamben castiga a los malos; y es indudable que las penas no se deriva sino de discendo.
con que los aflige son para ellos un mal. Ahora bien, si nadie Ev.—¿De dónde procede, pues, que el hombre obre el mal,
que padece, padece injustamente, como nos vemos obligados si no lo ha aprendido?
a confesar, pues creemos en la Providencia divina, reguladora Ag.—Quizá de que se aparta de la disciplina y se hace
de cuanto en el mundo acontece, sigúese que de ningún modo
es Dios autor del primer género de mal, y sí del segundo. Aug.—Est c e r t e : non enim nullo auctore fieri posset. Si a u t e m
Ev.—¿Hay, pues, otro autor de aquel primer género de quaeris q u i s n a m iste sit, dici non potest: non enim u n u s aliquis est,
mal, del cual acabamos de ver que no es Dios el autor? sed quisque malus sui malefacti a u c t o r est. L n d e si dubitas, illud atien-
de quod s u p r a dictum est, malefacta iustitia Dei v i n d i c a n . Non enim
LÍBER I iuste v i n d i c a r e n t u r , nisi fierent volúntate.
2. Ev.—Nescio u t r u m q u i s q u a m peccet, qui non d i d i c e r i t : quod
CAPUT l si verum est, q u i s n a m sit ille a quo p e c c a r e didicerimus, i n q u i r o .
AN DEUS ALICUIÜS MALÍ AUCTOR SIT? Aug.—Aliquid boni existimas esse d i s c i p l i n a m ?
Ev.—Quis a u d e a t dicere m a l u m esse d i s c i p l i n a m ?
1. Evodius.—Dic mihi, quaeso te, u t r u m Deus non sit auctor m a l í ? Aug.—Quid, si n e c b o n u m nec m a l u m est?
Augustinus.—Dicam, si p l a n u m feceris de quo mala q u a e r a s . Duo- Ev.—Mihi b o n u m videtur.
bus enim modis a p p e l l a r e solemus m a l u m : uno, c u m male q u e m q u e fe- Aug.—Bene s a n e ; siquidem scientia per illam d a t u r aut excitatur,
cisse d i c i m u s ; alio, cum mali aliquid esse perpessum. n e c q u i s q u a m nisi per disciplinam aliquid discit: an tu aliter p u t a s ?
Ev.—De u t r o q u e scire cupio. Ev.—Ego per disciplinam non nisi bona disci arbitror.
Aug.—At si D e u m b o n u m esse nosti vel credis, ñ e q u e enim aliter Aug.—Vide ergo ne non discantur m a l a : n a m disciplina, nisi a
fas est, male non facit: rursus, si D e u m iustum fatemur, n a m et hoc discendo non dicta est.
n e g a r e sacrilegum est, ut bonis p r a e m i a , ita supplicia malis t r i b u i t ; quae Ev.—Lnde ergo a b h o m i n e fiunt si non d i s c u n t u r ?
u t i q u e supplicia p a t i e n t i b u s mala sunt. Q u a m o b r e m si nemo iniuste poe- Aug.—Eo fortasse quod se a disciplina, id est a discendo avertit
nas luit, quod necesse est credamtis, q u a n d o q u i d e m divina providentid
hoc universum regí credimus, illius p r i m i generis m a l o r u m nullo modo, » Retrae!, c.9 n.3.
t> Disciplina viene de discipuli doctrina, o sea la enseñanza recibida. San Agus-
h u i u s autem secundi auctor est Deus. tín toma ordinariamente la palabra disciplina en este sentido; pero a veces la
Ev.—Est ergo aliu» auctor illius mali, cuius D e u m n o n esse com- toma también en sentido general de método escolástico o pedagogía, enseñanza y
pertum est? aun por la ciencia misma.
¿{i 1.2,4 DEL LIBRE ALBEDRÍO 203
¿ DEL LIBRE ALBEDRÍO 1^ 1_ 3

completamente extraño a ella. Mas, sea de ello lo que fuere, entienda aprende, sigúese que todo aquel que aprende obra
lo cierto es que la disciplina es un bien, y que se deriva dé bien. Porque todo el que aprende, entiende, y todo el que en-
discendo, y que el mal no se puede en modo alguno aprender; tiende, obra bien. Por consiguiente, desear saber quién es nues-
porque, si se aprendiera, estaría contenido en la disciplina, tro maestro en orden al conocimiento de alguna cosa es lo
y entonces no sería ésta un bien, como tú mismo acabas de mismo que desear saber quién nos enseña a obrar bien. Desiste,
decirme. No se aprende, pues, el mal, y es, por tanto, inútil pues, de preguntar por no sé qué mal doctor o maestro, porque,
que preguntes quién sea aquel de quien aprendemos a hacer si es malo, no es doctor, y si es doctor, no es malo.
el m a l ; y si aprendemos el mal, lo aprendemos para evitarlo,
no para hacerlo. De donde se infiere que obrar mal no es otra
cosa que alejarse de la disciplina. CAPITULO II
3. Ev.—No obstante, yo creo ciertamente que hay dos dis-
ciplinas: una que nos enseña a obrar bien y otra que nos ANTES DE INVESTIGAR EL ORIGEN DEL MAL, VEAMOS QUÉ DEREMOS
enseña a obrar mal. Lo que ha ocurrido es que, al preguntarme CREER ACERCA DE DLOS
tú si la disciplina era un bien, el mismo amor del bien cautivó 4. Ev.—Sea como dices, y puesto que me acosas de ma-
de tal modo mi atención, que, fijándome en aquella que nos nera que me veo obligado a confesar que no aprendemos a
enseña a obrar bien, contesté que era un bien; pero ahora me hacer el mal, dime: ¿ cuál es el origen del mal ?
doy cuenta de que hay otra disciplina, de la cual afirmo que Ag.—¡Ah! Suscitas precisamente aquella cuestión que tan-
indudablemente es un mal, y de ésta precisamente deseo saber to me atormentó a mí siendo aún muy joven, y que, después
quién sea el autor. de haberme fatigado inútilmente en resolverla, me empujó e
Ag.—Pero al menos admitirás sin distingos que la inteli- hizo caer en la herejía de los maniqueos a . Y tan deshecho
gencia es un bien. quedé de esta caída y tan abrumado bajo el peso de sus tantas
Ev.—Sí, y la considero un bien tan grande, que no sé que y tan insulsas fábulas, que, si mi ardiente deseo de encontrar
en el hombre pueda haber otro mayor, ni diré jamás que nin- la verdad no me hubiera obtenido el auxilio divino, no habría
guna inteligencia pueda ser mala. podido desentenderme de ellos ni aspirar a aquella mi primera
Ag.—Dime entonces, cuando se trata de instruir a alguien, libertad de buscarla b. Y porque en orden a mí actuó con tanta
si no entiende lo que se le enseña, ¿podrá parecerte docto? eficacia que resolví satisfactoriamente esta cuestión, seguiré
Ev.—No, de ningún modo. contigo el mismo orden que yo seguí y que me puso a salvo.
Ag.—Si, pues, toda inteligencia es buena, y nadie que no Séanos Dios propicio y haga que lleguemos a entender lo que

atque abalienat: sed sive hoc, sive aliud aliquid sit, illud certe mani- intelligit, discit; omnis qui discit, bene facit: omnis enim qui discit,
festum est, quoniam disciplina bonum est, et a discendo dicta est disci- intelligit; et omnis qui intelligit, bene facit: quisquís igitur quaerit
plina, mala disci omnino non posse. Si enim discuntur, disciplina conti- auctorem, per quem aliquid discimus, auctorem profecto, per quem bene
nentur, atque ita disciplina non erit bonum; bonum est autem, ut ipse facimus, quaerit. Quapropter desine velle investigare neccio quem ma-
concedis: non igitur discuntur mala, et frustra illum a quo male faceré lum doctorem. Si enim malus est, doctor non e^t: =i doctor est. malus
discimus, quaeris; aut si discuntur mala, vitanda non facienda discun- non est.
tur. Ex quo male faceré nihil est, nisi a disciplina deviare.
3. Ev.—Prorsus ego duas disciplinas esse puto; unam per quam
bene faceré, aliam per quam male faceré discimus. Sed cum quaereres CAPUT 11
utrum disciplina bonum esset, ipsius boni amor intentionem meam ra- MAI.DM UNDE PRIUSQUAM DrSQUIRATUR, QUID DE DEO CREDENDUM
puit, ut illam disciplinam intuerer, quae bene faciendi est, ex quo bo- PROPONITUR
num esse respondí: nunc autem admoneor esse aliam, quam procul
dubio malum esse confirmo, et cuius auctorem requiro. 4. Ev.—Age iam, quoniam satis cogis ut fatear non nos discere male
Aug.—Saltem intelligentiam non nisi bonum putas? faceré, dic mihi unde male faciamus.
Ev.—Istam plañe ita bonam puto, ut non videam quid in homine Aug.—Eam quaestionem moves, quae me admodum adolescentem
possit esse praestantius; nec ullo modo dixerim aliquam intelligentiam vehementer exercuit, et fatigatum in haereticos impulit, atque deiecit.
malam esse posse. Quo casu ita sum afflictus, et tantis obrutus acervis inanium fabula-
Aug.—Quid? cum docetur quisque, si non intelligat, poteritne tibí rum, ut nisi mihi amor inveniendi veri opem divinam impetravisset,
doctus videri? emergeré inde, atque in ipsam primam quaerendi libertatem respirare non
Ev.—Omnino non poterit. possem. Et quoniam mecum sedulo auctum est, ut ista quaestione libe-
Aug.—Si ergo omnis intelligentia bona est, nec quisquam qui non a
Conf. n i 10-18.
* Conf. n i 19.
1, 3, 6 DEL LIBRE ALBEDRÍO ÍOft
•-!()4 DEL LIBRE ALBEDHÍO 1,2,5
la nada todas las cosas que han sido hechas. Sentado esto, y
liemos creído, ya que estamos ciertos de seguir en esto el ca- contando con el auxilio divino, intentemos ahora con empeño
mino trazado por el profeta, que dice: Si no creyereis, no en- la inteligencia de la cuestión que propones, por este orden.
tenderéis. Creemos que hay un solo y único Dios y que de El
procede todo cuanto existe, y que, no obstante, no es Dios el
autor del pecado. Turba, sin embargo, nuestro ánimo esta con- CAPITULO III
sideración : Si el pecado procede de las almas que Dios creó,
LA CONCUPISCENCIA ES EL ORIGEN DEL MAL
y las almas vienen de Dios, ¿cómo no referir a Dios el pecado,
siendo tan estrecha la relación entre Dios y el alma pecadora? 6. Ag.—Deseas saber, sin duda, cuál es el origen del mal
5. Ev.—Acabas de formular con toda claridad y precisión que hacemos. Pero antes es preciso saber qué se entiende por
la duda que cruelmente atormenta mi pensamiento, y que me obrar mal. Dime, pues, ¿cuál es tu parecer sobre este par-
ha obligado y empeñado en esta discusión contigo. ticular? Y si no puedes resumir todo tu pensamiento en pocas
Ag.—¡Animo! No desmayes y cree firmemente lo que crees, palabras, dámelo a entender enumerando al menos particular-
pues no hay creencia alguna más fundamental que ésta, aun- mente algunas acciones malas.
que se te oculte el porqué ha de ser así, ya que el concebir a Ev.—Omitiendo algunas por falta de tiempo y otras de las
Dios como la cosa más excelente que se puede decir ni pensar, que no me acuerdo, ¿quién duda que son obras malas los adul-
es el verdadero y sólido principio de la religión, pues no terios, y los homicidios, y los sacrilegios?
tiene esta idea óptima de Dios quien no crea que es omnipo- Ag.—Dime, por tanto, y en primer lugar, por qué te pare-
tente y absolutamente inconmutable, creador de todos los bie- ce a ti que el adulterio es una acción mala. ¿Acaso porque la
nes, a todos los cuales aventaja infinitamente, y gobernador ley lo prohibe?
justísimo de todo cuanto creó, y que no necesitó de cosa al- Ev.—Es malo, no ciertamente porque la ley lo prohiba,
guna para crear, como si a sí mismo no se bastara. De donde sino que la ley lo prohibe porque es malo.
se sigue que creó todas las cosas de la nada, mas no de sí Ag.—Y ¿qué decir si alguien nos apremiara exagerando
mismo, puesto que de sí mismo engendró sólo al que es igual «1 placer del adulterio y preguntándonos por qué lo juzgamos
a El, y a quien nosotros decimos Hijo único de Dios, y al un mal, y un mal digno de condenación? ¿Crees tú que ha-
brías respondido satisfactoriamente a los que desean no sólo
que, deseando señalar más claramente, llamamos «Virtud de
creer, sino también entender, escudándote ante ellos con la
Dios» y «Sabiduría de Dios», por medio de la cual hizo de autoridad de la ley? Porque yo creo contigo, y creo indubi-
rarer, eo tecum agam ordine quem secutus evasi. Aderit enim Deus, et tutis, ad intelligentiam eius rei quam requiris, opitulante Deo, nitamur
nos intelligere quod credidimus, faciet. Praescriptum enim per prophe- hoc modo.
1
tam gradum, qui ait: Nisi credideritis, non intelligetis , tenere nos, bene
nobis conscii sumus. Credimus autem ex uno Deo omnia esse quae sutn; CAPUT III
et tamen non esse peccatorum auctorem Deum. Movet autem animum,
CONCUPISCENTIA CAUSA MALÍ
si peccata ex iis animabus sunt quas Deus creavit, illae autem animae
ex Deo, quomodo non parvo intervallo peccata referantur in Deum. 6. Aug.—Quaeris certe unde male faciamus: prius ergo discutien-
5. Ev.—Id nunc plañe abs te dictum est, quod me cogitantem satis dum est quid sit male faceré; qua de re tibi quid videatur exprome.
excruciat, et quod ad istam inquisitionem coegit et traxit. Quod si non potes totum simul breviter verbis comprehendere, saltem
Aug.—Virili animo esto, et crede qxiod credis: nihil enim creditur particulatim malefacta ipsa commemorando. sententiam tuam notam fac
melius, etiamsi causa lateat cur ita sit. Optime namque de Deo existi- mihi.
mare verissimum est pietatis exordium; nec quisquam de illo optime Ev.—Adulteria et homicidia et sacrilegia, ut omittam caetera, qui-
existimat, qui non eum omnipotentem, atque ex nulla partícula commu- bus enumerandis vel tempus vel memoria non suppetit, quis est cui non
tabilem credit; bonorum etiam omnium creatorem, quibus est ipse prae- male facta videantur?
stantior; rectorem quoque iustissimum eorum omnium quae creavit: nec Aug.—Dic ergo prius, cur adulterium male fieri putes; an quia id
ulla adiutum esse natura in creando, quasi qui non sibi sufficéret. Ex faceré lex vetat?
quo fit ut de nihilo creaverit omnia; de se autem non creaverit, sed Ev.—Non sane ideo malum est, quia vetatur lege: sed ideo vetatur
genuerit quod sibi par esset, quem Filium Dei unicum dicimus, quem lege, quia malum est.
cum planius enuntiare conamur, Dei Virtutem et Dei Sapientiam nomi- Aug.—Quid, si quispiam nos exagitet, exaggerans delectationes adul-
namus, per quam fecit omnia, quae de nihilo facta sunt. Quibus consti- tera, et quaerens a nobis cur hoc malum et damnatione dignum iudice-
mus; num ad auctoritatem legis confugiendum censes hominibus, iam
1
Is., 7,9, sec. Lxx. non tantum credere, sed intelligere cupientibus? Nam et ego tecum
206 DEL LIBRE ALBEDRÍO 1,3,7
I. 3, 8 DEL LIBRE ALBEDRÍO
tablemente, y digo muy alto a todos los pueblos y naciones
que deben creer que el adulterio es un mal muy grande. Pero una prueba cierta de alguna mala acción de los condenados,
ahora tratamos, además, de saber y entender y tener por cer- siendo así que todos aquéllos fueron hallados dignos de con-
tísimo lo que hemos recibido por la fe. Así, pues, reflexiona denación por haber confesado la fe de Jesucristo. De suerte
que, si es malo todo cuanto los hombres condenan, sigúese
cuanto puedas, y dime luego por qué razón te parece que es
que en aquel tiempo era un crimen el creer en Jesucristo y
un mal el adulterio.
confesar esta fe. Si no todo lo que los hombres condenan es
Ev.— Sé ciertamente que es un mal esto, que yo mismo no malo, preciso es que aduzcas otra razón por la que pruebes
quisiera verme obligado a ver en mi mujer, porque el que que el adulterio es un mal.
hace a otro lo que no quiere que se haga con él, obra cierta-
Ev.—No sé qué responderte.
mente mal.
Ag.—Y ¿qué dirías de cualquier hombre cuya lujuria lle- 8. Ag.—Tal vez la malicia del adulterio proceda de la
gara a tanto que de buen grado prestara a otro su mujer para libídine, pues, como ves, te has encontrado con dificultades in-
superables al querer dar una razón extrínseca de la malicia
que libremente abusara de ella, a condición de tener él a su
de este hecho, que por lo demás te parece evidentemente malo.
vez la misma libertad respecto de la mujer de aquél? ¿Te pa-
Y para que entiendas mejor que la malicia del adulterio pro-
rece que nada malo haría en eso? cede de la libídine, te diré que, si alguien deseara eficazmente
Ev.—Al contrario, muchísimo mal. abusar de la mujer de su prójimo y de algún modo llegara a
Ag.—Pues, como ves, éste no peca contra el principio que saberse su intento, y que lo hubiera llevado a cabo de haber
acabas de citar, puesto que no hace lo que no querría que se podido, éste no sería ciertamente menos culpable que si real-
hiciera con él. Así que debes buscar otra razón por la que me mente hubiera sido sorprendido en flagrante delito, aunque de
convenzas de que el adulterio es un mal. hecho no hubiera podido realizar sus deseos.
7. Ev.—Me parece ser un mal, porque con frecuencia he
visto que han sido condenados los hombres acusados de este Ev.—Nada más claro, y ya veo que no es necesario un
largo discurso para convencerme de lo mismo respecto del ho-
crimen.
micidio y del sacrilegio, y así de todos los demás pecados, pues
Ag.—Y qué, ¿no se ha condenado también con frecuencia es evidente que la libídine es el origen único de toda suerte
a muchos hombres por sus buenas acciones? Recuerda, recuer- de pecados.
da, la Historia, y no digo la profana, sino la que goza de
autoridad divina, y verás cuan mal tendríamos que juzgar de indicium esse malefacti, cum illi omnes damnatione digni propter con-
los apóstoles y de todos los mártires, si es que hemos de fessionem suam iudicati sint. Quamobrem si quidquid damnatur malum
considerar la condenación de unos hombres por otros como est, malum erat illo tempore credere in Christum, et ipsam confiten
fidem: si autem non omne malum est quod damnatur, quaere aliud
credo, et inconcusse credo, omnibusque populis atque gentibus creden- unde adulterium malum esse doceas.
dum esse clamo, malum esse adulterium: sed nunc molimur id quod Ev.—Quid tibi respondeam non invenio.
in fidem recepimus, etiam intelligendo scire ac tenere firmissimum. Con- 8. Aug.—Fortassis ergo libido in adulterio malum est: sed dum
sidera itaque quantum potes, et renuntia mihi, quanam ratione adulte- tu foris in ipso facto quod iam videri potest, malum quaeris, pateris
angustias. Nam ut intelligas libidinem in adulterio malum esse, si cui
rium malum esse cognoveris. etiam non contingat facultas concumbendi cum coniuge aliena, planum
Ev.—Hoc scio malum esse, quod hoc ipse in uxore mea pati nollem: tamen aliquo modo sit id eum cupere, et si potestas detur facturum
quisquís autem alteri facit quod sibi fieri non vult, male utique facit. esse, non minus reus est, quam si in ipso facto deprehenderetur.
Aug.—Quid, si cuiuspiam libido ea sit, ut uxorem suam praebeat Ev.—Nihil est omnino manifestáis, et iam video non opus esse longa
alteri, libenterque ab eo corrumpi patiatur, in cuius uxorem vicissim sermocinatione, ut mihi de homicidio et sacrilegio, ac prorsus de ómni-
parem cupit habere licentiam? nihilne malí faceré tibi videtur? bus peccatis persuadeatur. Clarum est enim iam nihil aliud quam libi-
Ev.—Imo plurimum. dinem in toto malefaciendi genere dominari.
Aug.—At iste non illa regula peccat: non enim id facit quod pati
nolit. Quamobrem aliud tibi quaerendum est. unde malum esse adulte-
rium convincas.
7. Ev.—Eo mihi videtur malum, quod huius criminis nomines vidí
saepe damnari.
Aug.—Quid, propter recte facta nonne nomines plerumque damnati
sunt? Récense historiam, ne te ad alios libros mittam. eam ipsam quae
divina auctoritate praecellit; iam invenies quam male de Apostolis et
de ómnibus martyribus sentiamus, si placet nobis damnationem certum
208 DI L I IBIH ALBLDRÍO I,4,9«
' *> 1 0 DEL LIBRK ALBEDRÍO

él desea es vivir sin temor. Sin duda desea un bien el que de


CAPITULO IV sea vivir sin temor, y he aquí por qué este deseo no es cul-
pable; de lo contrario tendríamos que culpar a todos cuantos
OBJECIÓN RESPECTO DEL HOMICIDIO COMETIDO POR MIEDO.— desean el bien. Nos vemos, por tanto, obligados a confesar
QUÉ CONCUPISCENCIA ES CULPABLE que se dan homicidios en los que no hallamos como factor
el deseo de hacer mal, y que es falso aquello de que la pasión
9. Ag.—¿Sabes que a esta libídine se la llama también constituya el fondo de la malicia de todo pecado; pues de otro
por otro nombre concupiscencia? modo se daría algún homicidio que pudiera no ser pecado.
Ev.— Lo sé. Ev.—Si el homicidio consiste en matar a un hombre, pue-
Ag.—Y qué te parece, ¿hay entre ella y el miedo alguna de darse alguna vez sin pecado, pues a mí no me parece que
diferencia, o no hay ninguna? peque el soldado que mata a su enemigo, ni el juez o su mi-
Ev.—Al contrario, me parece que distan mucho entre sí nistro que da muerte al malhechor, ni aquel a quien involun-
estas dos cosas. tariamente y por una fatalidad se le dispara la flecha.
Ag.—Por lo que veo, opinas que es propio del apetito el Ag.—De acuerdo; pero de ordinario a éstos no les llama-
tender hacia su objeto, y que es propio del miedo la fuga mos homicidas. Así que dime a ver si el siervo que mata al
del mal. señor de quien teme graves tormentos, debe ser o no incluido,
Ev.—Así es. como tú dices. según tú, en el número de los que matan a un hombre en
Ag.—Ahora bien, si un hombre matare a otro, no por el circunstancias tales, que de ningún modo debe dárseles el cali-
deseo de conseguir algún bien, sino por el temor de que le ficativo de homicidas.
suceda algún mal, ¿acaso no sería éste homicida?
Ev.—Lo sería ciertamente, mas no por esa razón dejaría E,v.—Veo que éste dista mucho de aquéllos, pues aquéllos
de ser este acto imperado por el apetito, porque el hombre que lo hacen o en virtud de las leyes o no contra la ley; en cam-
por temor a otro le mata, es evidente que desea vivir sin temor. bio, no hay ley alguna que justifique el homicidio de éste.
Ag.—¿Y te parece un bien pequeño el vivir sin temor? 10. Ag.—Otra vez me remites a la autoridad como a ra-
Ev.—Al contrario, me parece un bien muy grande; pero zón última. Pero conviene tengas presente que lo que ahora
en modo alguno puede aquel supuesto homicida obtenerlo a nos preocupa es entender lo que creemos, Y puesto que damos
costa de su crimen. crédito a las leyes, es preciso intentar ver, en la medida que
Ag.—No digo yo que así pueda obtenerlo, sino que lo que nos sea posible, si las leyes, que castigan este hecho, lo hacen
o no con razón y justicia.
CAPUT IV
certe ením bonum cupit, qui cupit vitam metu liberam; et idcirco ista
OBIECTIO DE HOMICIDIO PATRATO EX METU.—CüPIDITAS CULPABILIS cupiditas culpanda non est; alioquin omnes culpabimus amatores boni.
«.•LID SIT Proinde cogimur fateri esse homicidium, in quo nequeat malae illius
cupiditatis dominado reperiri; falsumque erit illud, quod in ómnibus
9. Aug.—Scisne etiam istam libidinem alio nomine cupiditatem peccatis ut mala sunt, libido dominatur; aut erit aliquod homicidium,
vocari? quod possit non esse peccatum.
Ev.—Scio. Ev.—Si homicidium est hominem occidere, potest accidere aliquan-
Aug.—Quid? inter hanc et metum nihilne interesse, an aliquid do sine peccato: nam et miles hostem, et iudex vel minister eius nocen-
putas? tem, et cui forte invito atque imprudenti telum manu fugit, non mihi
Ev.—Imo plurimum haec ab invicem distare arbitror. v i d e n t e peccare, cum hominem occidunt.
Aug.—Credo te ob hoc arbitran, quia cupiditas appetit, metus fugit. Aug.—Assentior: sed homicidae isti appellari non solent. Responde
Ev.—Est ita ut dicis. itaque, utrum illum qui dominum occidit, a quo sibi metuebat cruciatus
Aug.—Quid si ergo quispiam non cupiditate adipiscendae alicuius graves in eorum numero habendum existimes, qui sic hominem occidunt,
rei, sed metuens ne quid ei mali accidat, hominem occiderit? num ho- ut ne homicidarum quidem nomine digni sint?
micida iste non erit? Ev.—Longe ab eis istum differre video: nam illi vel ex legibus fa-
Ev.—Erit quidem, sed non ideo factum hoc cupiditatis dominatu ciunt, vel non contra leges; huius autem facinus nulla lex approbat.
caret: nam qui metuens hominem occidit, cupit utique sine metu vivere. 10. Aug.—Rursus me ad auctoritatem revocas: sed meminisse te opor-
Aug.—Et parvum tibi videtur bonum sine metu vivere? tet id nunc a nobis esse susceptum, ut intelligamus quod credimus; legi-
Ev.—Magnum bonum est, sed hoc illi homicidae per facinus suum bus autem credimus: tentandum itaque est, si quo modo possumus id
provenire nullo modo potest. ipsum intelligere, utrum lex quae punit hoc factum, non perperam
Aug.—Non quaero quid ei provenire possit, sed quid ipse cupiaf. puniat.
210 1.5,11 DEL LIBRE ALBEDRÍO 2\ ¡
DEL LIBRE ALBEDRÍO I, 4,10
Ev.—La ley n o castiga i n j u s t a m e n t e c u a n d o castiga al q u e vida m a l v a d a y c r i m i n a l , q u e , m á s b i e n q u e v i d a , d e b e r í a lla-
marse muerte.
a ciencia y conciencia m a t a a su señor, lo q u e n o h a c e n i n g u n o
d e los a n t e s c i t a d o s . Ev.—Confieso m i e r r o r , y m e a l e g r o m u c h í s i m o de h a b e r
visto a l fin c l a r a m e n t e q u é es a q u e l d e s e o c u l p a b l e q u e l l a -
Ag.—Qué, ¿ a c a s o n o te a c u e r d a s de q u e p o c o h a dijiste
m a m o s l i b í d i n e . A h o r a veo con e v i d e n c i a q u e consiste e n el
q u e en t o d o a c t o m a l o d o m i n a b a l a p a s i ó n y q u e p r e c i s a m e n t e
a m o r d e s o r d e n a d o de a q u e l l a s c o s a s q u e p o d e m o s p e r d e r con-
p o r eso e r a m a l o ?
tra n u e s t r a p r o p i a v o l u n t a d .
Ev.—Me a c u e r d o p e r f e c t a m e n t e .
Ag.—¿Y n o a c a b a s de c o n c e d e r t a m b i é n q u e n o es u n de-
s e o m a l o el deseo del que a n h e l a vivir sin m i e d o ?
CAPITU LO V
Ev.—También me acuerdo.
Ag.—Según eso, c u a n d o el siervo m a t a a su s e ñ o r p o r ese OTRA OBJECIÓN FUNDADA EN LA M U E R T E D E L INJUSTO AGRESOR,
d e s e o , n o lo m a t a p o r u n deseo c u l p a b l e . P o r c o n s i g u i e n t e , n o PERMITIDA POR LAS LEYES HUMANAS
h e m o s d a d o a ú n con el p o r q u é de la m a l i c i a de este h o m i c i -
d i o . C o n v e n i m o s a m b o s en q u e t o d a acción m a l a n o es m a l a 1 1 . Ev.—Veamos, p u e s , a h o r a , si te p a r e c e , si la l i b í d i n e
p o r o t r a c a u s a , sino p o r q u e se realiza b a j o el influjo de la i m p e r a t a m b i é n en los s a c r i l e g i o s , q u e v e m o s se c o m e t e n en
p a s i ó n , o sea de u n deseo r e p r o b a b l e . gran número p o r las personas supersticiosas.
Ag.—Mira n o sea p r e m a t u r o p l a n t e a r e s t a c u e s t i ó n : c r e o
Ev.—Ya m e p a r e c e v e r q u e i n j u s t a m e n t e se c o n d e n a a este
que d e b e m o s discutir antes si se p u e d e m a t a r sin n i n g ú n gé-
siervo, lo q u e , a la v e r d a d , n o m e a t r e v e r í a a decir si t u v i e r a
n e r o de c o n c u p i s c e n c i a al e n e m i g o q u e v i o l e n t a m e n t e se a r r o -
alguna otra razón que dar.
j a s o b r e n o s o t r o s o al s i c a r i o q u e t r a i d o r a m e n t e n o s a c o m e t e ,
Ag.—¿Es p o s i b l e q u e así te h a y a s c o n v e n c i d o de q u e d e b a
en defensa de la p r o p i a v i d a , de la l i b e r t a d o de la p u r e z a .
d e c l a r a r s e i m p u n e u n c r i m e n t a n g r a n d e antes de v e r d e s p a c i o
Ev.—¿Cómo p u e d e s p e n s a r que se h a l l a n e x e n t o s de li-
si a q u e l siervo n o d e s e a b a v e r s e l i b r e del m i e d o a su s e ñ o r ,
b í d i n e quienes se defienden p o r s a l v a r estas c o s a s q u e p u e d e n
con el fin de s a c i a r sus d e s o r d e n a d o s a p e t i t o s ? P o r q u e el de-
p e r d e r c o n t r a su l i b e r t a d ? Y si en c o n t r a de su v o l u n t a d n o
s e a r vivir sin m i e d o n o s ó l o es p r o p i o de los b u e n o s , s i n o t a m -
p u e d e n p e r d e r l a s , ¿ q u é n e c e s i d a d h a y de q u e l a s defiendan
b i é n de los m a l o s , p e r o con esta d i f e r e n c i a : q u e los b u e n o s lo
h a s t a la m u e r t e del i n j u s t o a g r e s o r ?
desean r e n u n c i a n d o al a m o r de a q u e l l a s cosas q u e n o se p u e -
Ag.—¿No son e n t o n c e s injustas las leyes q u e p e r m i t e n al
d e n p o s e e r sin p e l i g r o de p e r d e r l a s , m i e n t r a s q u e los m a l o s , a
v i a j e r o m a t a r al s a l t e a d o r de c a m i n o s a n t e s d e q u e éste m a t e
fin de g o z a r p l e n a y s e g u r a m e n t e de e l l a s , se esfuerzan en re-
a a q u é l , o que u n h o m b r e o u n a m u j e r m a t e , si p u e d e , a n t e s
m o v e r los o b s t á c u l o s que se lo i m p i d e n , y p o r eso l l e v a n u n a
securitate incubent, removeré impedimenta conantur. et propterea faci-
Ev.—Nullo modo perperam punit, quandoquidem punit eum quí vo- norosam sceleratamque vitam, quae mors melius vocatur, gerunt.
lens et sciens dominum necat, quod nullus istorum. Ev.—Resipisco, et admodum gaudeo iam me plañe cognovisse quid
Aug.—Ecquid, recordaris te paulo ante dixisse, in omni facto malo sit etiam illa culpabilis cupiditas, quae libido nominatur. Quam esse
libidinem dominan, et eo ipso malum esse? iam apparet earum rerum amorem, quas potest quisque invitus amittere.
Ev.—Recordor sane.
Aug.—Quid? illud nonne ídem tu concessisti, eum qui cupit sine C.APUT V
metu vivere, non habere malam cupiditatem?
OBIECTIO ALTERA DE OCCISIONE HOMINIS VIM AFFERENTIS PER HUMANAS
Ev.—Et hoc recordor.
LEGES LICITA
Aug.—Cum ergo ista cupiditate a servo dominus interimitur, non iLla
tulpabili cupiditate interimitur. Quamobrem cur sit hoc facinus malum, 11. Ev.—Quare nunc, age, quaeramus, si placet, utrum etiam in
nondum comperimus. Convenit enini Ínter nos omnia malefacta non ob sacrilegiis libido dominetur, quae videmus plura superstitione committi.
aliud mala esse, nisi quod libídine, id est improbanda cupiditate fiunt. Aug.—Vide ne praeproperum sit: prius enim mihi discutiendum vi-
Ev.—Iam mihi videtur iniuria iste damnari: quod quidem non aude- detur utrum vel hostis irruens, vel insidiator sicarius, sive pro vita,
rem dicere, si aliud haberem quod dicerem. sive pro libértate, sive pro pudicitia, sine ulla interficiatur libídine.
Aug.—Itane prius tibi persuasisti tantum scelus impunitum esse opor- Ev.—Quomodo possum arbiüari carere istos libídine, qui pro iis re-
tere, quam considerares utrum ille servus propter satiandas libídines bus digladiantur, quas po«sunt amittere inviti: aut oí non possunt, quid
suas metu domini carere cupiverit? Cupere namque sine metu vivere, opus est pro his usque ad hominis necem progredi?
non tantum bonorum, sed etiam malorum omnium est: verum hoc inter- Aug.—Non ergo lex iusta est, quae dat potestatem vel viator! ut la-
est, quod id boni appetunt avertendo amorem ab üs rebus, quae sine tronem, ne ab eo ipse occidatur, occidat; vel cuipiam viro aut feminae
amittendi periculo nequeunt haberi; mali autem ut his fruendis cum ut violenter sibi stupratorem irruentem ante illatum stuprum, sí possit,
212 DEL LIBRE ALBEDRIO 1,5,12 l, 5.13 DEL LIBRE ALBEDRÍO 213
de que se consume el hecho, al que violentamente atenta con- za con la misma fuerza, a fin de defender a los ciudadanos.
tra su honra? Igualmente la ley manda al soldado que mate Y dígase lo mismo de todos los ministros subalternos que ju-
a su enemigo, y si no lo hace es castigado por sus jefes. ¿Aca- rídica y jerárquicamente están sujetos a cualesquiera potes-
so nos atreveremos a decir que estas leyes son injustas, o más tades.
bien que son malas? Pues a mí me parece que no es ley la Pero en cuanto a los demás, aun siendo justa la ley, no
que no es justa.
veo cómo puedan ellos justificarse; porque la ley no les obli-
12. Ev.—Creo que se halla suficientemente a cubierto de ga a no matar, sino que les deja en libertad de hacerlo o no
tal acusación la ley que en la nación a quien se da permite hacerlo. En su mano está, por consiguiente, el no matar a
males menores a fin de evitar los mayores. Mucho menor mal nadie por defender aquellas cosas que pueden perder en con-
es, evidentemente, matar al que pone asechanzas a la vida tra de su voluntad, y que por esto mismo no deben amarlas.
ajena que al que defiende la propia. Y mucho mas criminal Por lo que hace a la vida, quizá alguno dude de si de algún
•es el estupro de un hombre contra su voluntad que el que éste modo se le puede quitar o no la vida al alma, al dar muerte
mate al que violentamente pretende semejante agravio. al cuerpo; pero si se la puede quitar, debe despreciársela;
Por lo que hace al soldado, al matar a su enemigo, no es si no se puede, no hay por qué temer. En cuanto a la pureza,
más que un mero ejecutor de la ley, por lo cual es fácil que ¿quién duda que radica en la misma alma, puesto que es una
cumpla su deber sin pasión alguna. Y, finalmente, a la ley virtud? De donde se sigue que no puede sernos arrebatada
que ha sido dada para defensa del pueblo no se la puede por la profanación involuntaria de nuestro cuerpo. Luego no
-argüir de apasionada; porque si el que la dio lo hizo por or-
está en nuestra mano el poder retener todo lo que nos puede
den de Dios, esto es, de acuerdo con los principios de la
arrebatar el injusto agresor, a quien damos muerte. Así que
•eterna justicia, pudo hacerlo absolutamente libre de toda pa-
no entiendo en qué sentido podemos decir que es nuestro. Por
sión, y si lo hizo movido por alguna pasión, no se sigue de
esto que se deba obedecer esta ley apasionadamente, ya que esta razón no condeno yo las leyes que permiten matar a los
un legislador malo puede dar leyes buenas. Si un tirano de tales; pero no encuentro cómo disculpar a los que de hecho
usurpación, por ejemplo, recibe de un ciudadano, a quien in- matan.
teresa, una suma de dinero para que decrete que a nadie le 13. Ag.—Mucho menos puedo yo comprender por qué has
sea lícito raptar a una mujer, ni aun para casarse con ella, de intentar justificar a quienes ninguna ley condena como reos.
¿acaso será mala esta ley por el hecho de haber sido dada Ev.—Ninguna quizá, pero de aquellas que nos son cono-
por aquel injusto y corrompido tirano? Se puede, por consi- cidas externamente y promulgadas por los hombres, porque
guiente, cumplir sin pasión la ley que manda repeler la fuer- no sé yo que no estén sujetos a alguna otra ley mucho más

interimat. Nam muid etiam iubetur lege, ut hostem necet: a qua caedc illi legi quae tuendorum civium causa vim hostilem eadem vi repelli
si temperaverit, ab imperatore poenas luit. Num istas leges iniustas, vel iubet, sine libidine obtemperan: et de ómnibus ministris, qui iure atque
potius nullas dicere audebimus? Nam mihi lex esse non videtur, quae ordine potestatibus quibusque subiecti sunt, id dici potest.
iusta non fuerit. Sed illi homines lege inculpata, quomodo inculpati queant esse, non
12. Ev.—Legem quidem satis video munitam contra huiuscemodi video: non enim lex eos cogit occidere, sed relinquit in potestate. Libe-
accusationem, quae in eo populo quem regit, minoribus malefactis ne rum eis ¡taque est neminem necare pro iis rebus quas inviti possunt
maiora committerentur, dedit licentiam. Multo est enim mitius eum amittere, et ob hoc amare non debent. De vita enim fortasse cuipiam
qui alienae vitae insidiatur, quam eum qui suam tuetur, occidi. Et sit dubium, utrum animae nullo pacto auferatur, dum hoc corpus interi-
multo est immanius invitum hominem stuprum perpeti, quam eum a quo mituí: sed si auferri potest, contemnenda est; si non potest, nihil me-
vis illa infertur, ab eo cui inferre conatur, interimi. tuendum. De pudicitia vero quis dubitaverit, quin ea sit in ipso animo
constituta, quandoquidem virtus est? unde a violento stupratore eripi
Iam vero miles in hoste interficiendo minister est legis; quare offi- nec ipsa potest. Quidquid igitur erepturus erat ille qui occiditur, id
• cium suum facile nulla libídine implevit. Porro ipsa lex, quae tuendi totum in potestate nostra non est: quare quemadmodum nostrum appel-
populi causa lata est, nullius libidinis argui potest. Siquidem ille qui landum sit, non intelligo. Quapropter legem quidem non reprehendo,
tulit, si Dei iussu tulit, id est quod praecepit aeterna iustitia, expers quae tales permittit interfici; sed quo pacto istos defendam, qui inter-
omnino libidinis id agere potuit: si autem ille eum aliqua libidine hoc ficiunt, non invenio.
statuit, non ex eo fit ut ei legi eum libidine obtemperare necesse sit;
quia bona lex et a non bono ferri potest. Non enim si quis, verbi causa, 13. Aug.—Multo minus ego invenire possum, cur hominibus defen-
tyrannicam potestatem nactus, ab aliquo cui hoc conducit, pretium acci- sionem quaeras, quos reos nulla lex tenet.
piat, ut statuat nulli licere vel ad coniugium feminam rapere, propterea Ev.—Nulla fortasse, sed earum legum quae apparent, et ab homini-
mala lex erit, quia ille iniustus atque corruptus hanc tulit. Potest ergo bus leguntur: nam nescio utrum non aliqua vehementiore ac secretissi-
ma lege teneantur, si nihil rerum est quod non administret divina pro-

0
214 DEL L1BKE ALBEDRIO I, 6,14 I. 6» 14 DEL LIBRE ALBEDRÍO 215
o b l i g a t o r i a y secreta, p u e s t o q u e n o h a y cosa que n o g o b i e r n e
Ev.—Mi deseo es l l e g a r a los límites e x t r e m o s d e c u e s t i ó n
la divina P r o v i d e n c i a . ¿ C ó m o p u e d e n h a l l a r s e l i m p i o s de pe- t a n i m p o r t a n t e , si es q u e a l p r e s e n t e p o d e m o s , p u e s los consi-
c a d o a n t e esta l e y q u i e n e s p o r d e f e n d e r l a s cosas q u e c o n v i e n e d e r o infinitos.
d e s p r e c i a r h a n m a n c h a d o s u s m a n o s con la s a n g r e de u n h o m -
Ag.—De n i n g ú n m o d o . C o b r a á n i m o y e n t r a p o r los ca-
b r e ? P a r é c e m e , s e g ú n esto, q u e la ley, d a d a p a r a el b u e n g o - m i n o s d e la r a z ó n confiado en la p i e d a d , p u e s n o h a y n a d a
b i e r n o de u n p u e b l o , a u t o r i z a l e g í t i m a m e n t e estos a c t o s , q u e , t a n a r d u o y difícil q u e con la a y u d a d e D i o s n o se h a g a m u y
n o o b s t a n t e , castiga la P r o v i d e n c i a d i v i n a . P o r q u e , sin d u d a , l l a n o y m u y fácil. Así q u e , p e n d i e n t e s s i e m p r e d e E l e i m p l o -
la ley h u m a n a se p r o p o n e c a s t i g a r n o m á s q u e en la m e d i d a d e r a n d o su a u x i l i o , i n v e s t i g u e m o s lo q u e n o s h e m o s p r o p u e s t o .
lo p r e c i s o p a r a m a n t e n e r la p a z e n t r e los h o m b r e s , y s ó l o e n Y a n t e s de n a d a , d i m e si esta l e y q u e se p r o m u l g a p o r escrito
a q u e l l a s cosas q u e están al a l c a n c e del l e g i s l a d o r . M a s en c u a n - es útil a t o d o s los q u e viven v i d a t e m p o r a l .
to a o t r a s c u l p a s , es i n d u d a b l e q u e tienen o t r a s p e n a s , de l a s
Ev.—Es c l a r o q u e s í ; p o r q u e de estos h o m b r e s precisa-
que ú n i c a m e n t e p u e d e a b s o l v e r la s a b i d u r í a divina.
m e n t e se c o m p o n e n los p u e b l o s y l a s n a c i o n e s .
Ag.—Alabo y a p r u e b o esta tu distinción, que, a u n q u e s ó l o
Ag.—Y estos m i s m o s h o m b r e s y p u e b l o s , ¿ p e r t e n e c e n a
i n c o a d a e i m p e r f e c t a , es confiada y a l c a n z a s u b l i m e s a l t u r a s . a q u e l l a s cosas q u e n o p u e d e n ni p e r e c e r n i m u d a r s e y q u e
T e p a r e c e q u e es v e r d a d q u e la ley h u m a n a , q u e tiene s ó l o son, p o r t a n t o , e t e r n a s , o, p o r el c o n t r a r i o , son m u d a b l e s y
p o r fin el g o b i e r n o de los p u e b l o s , p e r m i t e v deja i m p u n e s están sujetas al t i e m p o ?
m u c h o s actos q u e castiga l a P r o v i d e n c i a divina, y, a d e m á s , Ev.-—¿Quién p u e d e d u d a r d e q u e el h o m b r e es evidente-
de q u e la l e y h u m a n a n o a l c a n c e a t o d o , n o se sigue q u e d e b a n m e n t e m u d a b l e y q u e está sujeto a l t i e m p o ?
r e p r o b a r s e sus d e t e r m i n a c i o n e s . Ag.—Ahora b i e n , si se d i e r a p u e b l o t a n m o r i g e r a d o y gra-
ve y c u s t o d i o t a n fiel del b i e n c o m ú n q u e c a d a c i u d a d a n o
CAPITULO VI t u v i e r a en m á s la u t i l i d a d p ú b l i c a q u e la p r i v a d a , ¿ n o sería
j u s t a u n a ley p o r la q u e se le p e r m i t i e r a a este p u e b l o ele-
L A L E Y E T E R X A , MODERADORA D E L A S L E Y E S HVMAXAS.—NOCIÓN g i r m a g i s t r a d o s , q u e a d m i n i s t r a r a n la h a c i e n d a p ú b l i c a del
DE LA L E Y E T E R N A mismo?
14. E x a m i n e m o s a h o r a c u i d a d o s a m e n t e , si te p l a c e , h a s - Ev.—Sería m u y justa.
ta q u é p u n t o deba c a s t i g a r las m a l a s acciones esta ley p o r Ag.—Y si, finalmente, este m i s m o p u e b l o l l e g a r a p o c o a
la q u e se g o b i e r n a n los p u e b l o s en la p i e s e n t e v i d a , y vea- p o c o a d e p r a v a r s e de m a n e r a q u e prefiriese e l b i e n p r i v a d o
m o s d e s p u é s q u é es lo q u e d e b a ser secreta, p e r o i n e x o r a b l e - al b i e n p ú b l i c o y v e n d i e r a su v o t o al m e j o r p o s t o r , y, sobor-
m e n t e c a s t i g a d o p o r la d i v i n a P r o v i d e n c i a . Ev.—Cupio, si modo perveniri possit ad tantae reí términos: nam
hoc ego infinitum puto.
videntia. Quomodo enim apud eam sunt isti peccato liberi, qui pro lis
Aug.—Imo adesto animo, et rationis vias pietate fretus ingredere.
tebus quas contemni oportet, humana caede polluti sunt? Videtur ergo
Nihil est enim tam arduum atque difficile, quod non, Deo adiuvante,
mihi et legem istam, quae populo regendo scribitur. recte ista permitte-
planissimum atque expeditissimum fíat. In ipsum ¡taque suspensi atque
re, et divinam providentiam vindicare. Ea enim vindicanda sibi haec lex
ab eo auxilium deprecantes, quod instituimus, quaeramus. Et prius re-
populi assumit, quae satis sint conciliandae paci hominibus imperitis, et
sponde mihi, utrum ista lex quae litteris promulgatur, hominibus hanc
quanta possunt per hominem regi. Illae vero culpae alias poenas aptas
vitam viventibus opituletur.
habent, a quibus sola mihi videtur posse liberare sapientia.
Ev.—Manifestum est: nam ex his hominibus utique populi civitates-
Aug.—Laudo et probo istam, quamvis inchoatam minusque perfec- que consistunt.
tam, tamen fidentem et sublimia quaedam petentem distinctionem tuam.
Aug.—Quid? ipsi homines et populi, eiusdemne generis rerum sunt.
Videtur enim tibi lex ista. quae regendis civitatibu- fertur, multa con-
ut interire mutarive non possint, aeternique omnino sint? an vero mu-
cederé atque impuníta relinquere, quae peí divinam tamen providentiam
tabiles temporibusque subiecti sunt?
vindican tur; et recte. Ñeque enim quia non omnia facit. ideo quae facit
improbanda sunt. Ev.—Mutabile plañe atque tempori obnoxium hoc genus esse quis
dubitet?
CAPÜT VI Aug.—Ergo, si populus sit bene moderatus et gravis communisque
utilitatis diligentissimus custos, in quo unusquisque minoris rem priva-
LEX AETERNA MODERATRIX HUMANARUM ACTIONDM. EIUS NOTIO tam quam publican! pendat; nonne recte lex fertur, qua huic ipsi po-
pulo liceat creare sibi magistratus, per quos sua res, id est publica, ad-
14. Sed dispiciamus diligenter, si placet, quo usque per legem is-
ministre tur?
tam. quae populos in hac vita cohibet, malefacta ulciscenda sint: deinde
quid restet, quod per divinam providentiam inevitabilius secretoque pu- Ev.—Recte prorsus.
niatur. Aug.—Porro si paulatim depravatus idem populus rem privatam reí
publicae praeferat, atque habeat venale suffragium, corruptusque ab eis
216 DEL LIBRE ALBEDHIO I, 6, 15 I, 6, 15 DEL LrBRE ALBEDRÍO 217

nado por los que ambicionan el poder, entregara el gobierno para elegir sus magistrados y, por el contrario, se prive de
de sí mismo a hombres viciosos y criminales, ¿acaso no obra- este derecho al disoluto y malvado?
ría igualmente bien el varón que, conservándose incontamina- Ev.—Entiendo que esta ley es inconmutable y eterna.
do en medio de la general corrupción v gozando a la vez de Ag.—Creo que también te darás cuenta de que en tanto
gran poder, privase a este pueblo de la facultad de conferir la ley temporal es justa, y legítima en cuanto que está fun-
honores, para depositarla en manos de los pocos buenos que dada en la ley eterna; porque si el pueblo a que aludimos
hubieran quedado, y aun de uno solo? en un tiempo gozó justamente del derecho de elegir a sus ma-
Ev.—Sí, igualmente bien. gistrados, y en otro distinto se vio justamente privado de este
Ag.—Pero siendo, al parecer, estar dos leyes tan contra- derecho, la justicia de esta vicisitud temporal arranca de la
rias entre sí, que la una y la otra quitan al pueblo la facul- ley eterna, según la cual siempre es justo que el pueblo juicioso
tad de elegir sus magistrados, y habiendo sido dada la se- elija sus magistrados, y que se vea privado de esta facultad el
gunda en condiciones tales que no pueden existir ambas en que no lo es, ¿no te parece?
un mismo pueblo, ¿podemos decir que una de las dos es injus- Ev.—Conforme.
ta y que no debía haberse dado? Ag.—Según esto, para dar verbalmente, y en cuanto me
Ev.—De ningún modo. es posible, una noción breve de la ley eterna, que llevamos
Ag.—Llamemos, pues, si te parece, ley temporal a esta que, impresa en nuestra alma, diré que es aquélla en virtud de la
aun siendo justa, puede, no obstante, modificarse justamente cual es justo que todas las cosas estén perfectamente ordena-
según lo exijan las circunstancias de los tiempos. das. Si tu opinión es distinta de ésta, exponía.
Ev.—No tengo nada que oponerte; es verdad lo que dices.
Ev.—Llamémosla así.
Ag.—Y siendo como es única la ley eterna, con la cual
15. Ag.—Y aquella ley de la cual decimos que es la ra- deben conformarse siempre las diversas leyes temporales, a
zón suprema de todo, a la cual se debe obedecer siempre, v pesar de las diversas modificaciones que sufren de acuerdo
que castiga a los malos con una vida infeliz y miserable y pre- con las exigencias del buen gobierno de los pueblos, ¿puede
mia a los buenos con una vida bienaventurada, y en virtud ella experimental" alguna modificación?
de la cual justamente se da aquella que hemos llamado ley Ev.—Entiendo que absolutamente ninguna, ya que ninguna
temporal, y en su misma virtud y con igual justicia se la fuerza, ningún acontecimiento, ningún fallo de cosa alguna
modifica, ¿puede no parecer inmutable y eterna a cualquiera llegará nunca a hacer que no sea justo el que todas las cosas
persona inteligente? ¿O es que puede ser alguna vez injusto estén perfectísimamente ordenadas.
el que sean desventurados los malos y bienaventurados los
buenos, o el que el pueblo morigerado y sensato se le faculte miseri, boni autem beati sint; aut ut modestus et gravis populus ipse
sibi magistratus creet, dissolutus vero et nequam ista licentia careat?
Ev.—Video banc aeternam esse atque incommutabilem legem.
qui honores amant, régimen in se flagitiosis consceleratisque committat; Aug.—Simul etiam te videre arbitror in illa temporali nihil esse ius-
nonne item recte, si quis tune exstiterit vir bonus, qui plurimum possit, tum atque legitimum, quod non ex hac aeterna sibi homines derivarint:
adimat huic populo potestatem dandi honores, et in paucorum bonorum. nam si populus Ule quodam tempore iuste honores dedit, quodam rur-
vel etiam unius redigat arbitrium? sus iuste non dedit; haec vicissitudo temporalis ut iusta esset, ex illa
Ev.—Et id recte. aeternitate tracta est, qua semper iustum est gravem populum honores
Aug.—Cum ergo duae istae leges ita sibi videantur esse contrariae, daré, levem non daré: an tibi aliter videtur?
ut una earum honorum dandorum populo tribuat potestatem, auferat Ev.—Assentior.
altera; et cum ista secunda ita lata sit, ut nullo modo ambae in una Aug.—Ut igitur breviter aeternae legis notionem, quae impressa no-
civitate simul esse possint; num dicemus aliquam earum iniustam esse. bis est, quantum valeo verbis explicem, et est qua iustum est ut omnia
et ferri minime debuisse? sint ordinatissima: tu si aliter existimas, prome.
Ev.—Nullo modo. Ev.—Quid tibi vera dicenti contradicam non habeo.
Aug.—Appellemus ergo istam legem, si placet, temporalem, quae Aug.—Cum ergo haec sit una lex, ex qua illae omnes temporales ad
quanquam iusta sit, commutari tamen per témpora iuste potest. homines regendos variantur, num ideo ipsa variari ullo modo potest?
Ev.—Appellemus. Ev.—Intelligo omnino non posse: ñeque enim ulla vis, ullus casus,
15. Aug.—Quid? illa lex quae summa ratio nominatur, cui semper ulla rerum labes unquam effecerit ut iustum non sit omnia esse ordina-
obtemperandum est, et per quam mali miseram, boni beatam vitam rae- tissima.
rentur, per quam denique illa quam temporalem vocandam diximus,
recte fertur recteque mutatur, potestne cuipiam intelligenti non incommu-
tabilis aeternaque videri? An potest aliquando iniustum esse ut mali
218 DEL UBRE ALBEDRÍ0 I, 7, 16 1,7,16 DEL LIBRE ALREDRÍO 211»

y t a n sujetas q u e , p l e g á n d o s e c o m p l e t a m e n t e a su d o m i n i o ,
CAPITULO Vil le o b e d e c e n c o m o p o r u n a especie de i n s t i n t o y de h á b i t o , ¿ n o
CÓMO EL HOMBRE ESTÁ PERFECTÍSIMAMENTE ORDENADO A UN FIN
se te h a o c u r r i d o n u n c a q u e p u d i e r a d a r s e el caso de q u e al-
SEGÚN LA LEY ETERNA, Y CÓMO, SEGÚN E S T E FIN, VALE MÁS E L
g u n a , e n t r e t a n t a s c o m o son c a p a c e s de d o m i n a r y d a r m u e r t e
SABER QUE EL VIVIR
al h o m b r e p o r la fuerza o p o r la a s t u c i a ( a l g u n a s de e l l a s
m á s t e m i b l e s p o r su f e r o c i d a d , p o r su c o r p u l e n c i a o t a m b i é n
16. Ag.—Continuemos y v e a m o s a h o r a c ó m o el h o m b r e p o r cierto i n s t i n t o de c r u e l d a d ) , i n t e n t a r a a su vez s u b y u g a r
está p e r f e c l í s i m a m e n t e o r d e n a d o en r e l a c i ó n consigo m i s m o , al h o m b r e ?
p u e s ya v e m o s q u e u n p u e b l o consta de h o m b r e s u n i d o s e n t r e Ev.—Estoy s e g u r í s i m o de q u e este caso n o p u e d e d a r s e
sí p o r el v í n c u l o de u n a m i s m a ley, que es, s e g ú n d i j i m o s , nunca.
la ley t e m p o r a l , y d i m e , a n t e t o d o , si tienes p o r i n d u b i t a b l e Ag.—Muy b i e n ; p e r o s i e n d o e v i d e n t e q u e m u c h o s ani-
q u e vives. m a l e s a v e n t a j a n al h o m b r e en fuerzas y d e m á s h a b i l i d a d e s cor-
Ev.—¿Qué cosa p o d r í a y o a s e g u r a r con m á s certeza q u e p o r a l e s , d i m e : ¿ c u á l es la cosa p o r la q u e el h o m b r e a v e n t a j a
ésta? al b r u t o , de m a n e r a q u e n i n g u n o de éstos p u e d e d o m i n a r al
Ag.—¿Y a l c a n z a s tú a d i s t i n g u i r que u n a cosa es vivir h o m b r e y, sin e m b a r g o , el h o m b r e p u e d e d o m i n a r a m u c h o s
y o t r a m u y distinta s a b e r q u e v i v i m o s ? de a q u é l l o s ? ¿ E s p o r v e n t u r a la que s o l e m o s l l a m a r r a z ó n o
Ev.—Sé c i e r t a m e n t e q u e n a d i e s a b e q u e vive, sino el q u e inteligencia?
r e a l m e n t e v i v e ; p e r o i g n o r o si t o d o ser viviente se da c u e n t a Ev.—Puesto q u e al a l m a p e r t e n e c e a q u e l l o p o r lo q u e so-
de q u e vive. m o s s u p e r i o r e s a las b e s t i a s , n o veo q u e p u e d a ser otra cosa,
Ag.—Cuánto q u i s i e r a y o q u e , así c o m o crees, así t a m b i é n así c o m o , si fueran i n a n i m a d o s , d i r í a q u e los a v e n t a j a m o s e n
s u p i e r a s q u e las b e s t i a s c a r e c e n de r a z ó n ; p a s a r í a m o s enton- q u e n o s o t r o s t e n e m o s a l m a y e l l o s n o . P e r o , s i e n d o e l l o s ani-
ces r á p i d a m e n t e p o r esta c u e s t i ó n ; m á s , al d e c i r q u e n o lo m a d o s c o m o n o s o t r o s y s i e n d o , p o r o t r a p a r t e , e v i d e n t e que n o
sabes, t e n d r e m o s que d e t e n e r n o s m u c h o en e l l a , p o r q u e es p u e d e m e n o s de ser a l g o , y a l g o m u y i m p o r t a n t e , a q u e l l a rea-
tal, que pasarla por alto equivaldría a imposibilitarnos p a r a l i d a d , c u y a a u s e n c i a de su a l m a es c a u s a de q u e estén someti-
c o n t i n u a r n u e s t r a discusión h a c i a el fin q u e n o s h e m o s p r o - dos a n o s o t r o s y c u y a p r e s e n c i a en l a n u e s t r a constituye el
p u e s t o con t a n t a lógica c u a n t a sé que es n e c e s a r i a . p o r q u é de n u e s t r a s u p e r i o r i d a d s o b r e ellos, ¿ q u é n o m b r e le
Así q u e d i m e : al v e r a las b e s t i a s t a n f r e c u e n t e m e n t e c o m o d a r é q u e m e j o r le c u a d r e q u e el de r a z ó n ?
l a s v e m o s d o m a d a s p o r el h o m b r e , esto es, sujetas al h o m b r e Ag.—Mira c u a n fácil es, con la a y u d a de D i o s , lo q u e
n o sólo en c u a n t o al c u e r p o , s i n o t a m b i é n en c u a n t o al a l m a , los h o m b r e s tienen p o r m u y difícil. P o r q u e te confieso q u e
creí que esta cuestión, q u e c o n s i d e r o y a r e s u e l t a , nos i b a a
CAPUT Vil l l e v a r t a n t o t i e m p o c o m o q u i z á t o d o lo t r a t a d o desde el prin-

HOMO EX AETERNA LEGE QUOMODO ORDINATISSIMUS DISQUIRENDUM, EOQUE ut voluntati eius sensu quodam et consuetudine serviat; utrum tibi ullo
FINE OSTENDITUR SCIRE MELIUS ESSE QUAM VIVERE modo fieri posse videatur, ut bestia quaelibet immanis vel feritate vel
corpore, vel etiam sensu quolibet acérrima, parí vice sibi hominern
16. Aug.—Age nunc, videamus, homo ipse quomodo in seipso sit subiugare conetur, cum corpus eius sen vi seu clam multae interimere
ordinatissimus: nam ex hominibus una lege sociatis. populus constat; valeant.
quae lex, ut dictum est, tempoialis est. Et dic mihi utrum certissimum Ev.—Nullo modo istuc fieri posse consentio.
sit tibi vivere te. Aug.—Bene sane: sed item dic mihi, cum manifestum sit. viribus
Ev.—Hoc vero quid certius responderim? caeterisque officiis corporis a plurimis bestiis hominern facile superari,
Aug.—Quid? illud potesne dignoscere, aliud esse vivere, aliud nosse quaenam res sit qua homo excellit, ut nulla ei bestiarum, ipse autem
se vivere? multis imperare possit? an forte ipsa est quae ratio vel intelligentia dici
Ev.—Scio quidem nemineni se nosse vivere, nisi viventem; sed utrum solet?
omnis vivens noverit se vivere, ignoro.
Ev.—Non invenio aliud, quandoquidem in animo est id quo belluis
Aug.—Quam vellem ut credís, ita etiam scires pécora carere ratio- antecellimus: quae si exanimes essent, dicerem nos eo praestare, quod
ne; cito nostra disputatio ab ista quaestione transiret: sed quoniam ne- animum habemus. Nunc vero cum et illa sint animalia, id quod eorum
scire te dicis, longam sermocinationem moves. Ñeque enim talis res est, animis non inest ut subdantur nobis, inest autem nostris ut eis meliores
qua praetermissa pergere in ea quae intendimus, tanta connexione ra- simus, quoniam ñeque nihil, ñeque parvum aliquid esse cuivis apparet:
tionis, quanta opus esse sentio, sinamur. quid aliud rectius, quam rationem vocaverim?
Dic itaque mihi, cum saepe viderimus bestias ab hominibus domitas. Aug.—Vide quam facile fiat, Deo adiuvante, quod homines difficil-
id est, non corpus bestiae tantum, sed et animam ita homini subiugatam,. limum putant. Nam ego, fateor tibi, quaestionem istam, quae, ut intel-
220 DEL LIBRE ALBEDRÍO 1.7.17 1,8,18 DEL LIBRE ALBEDRÍO 221

cipio de nuestra discusión. Así, pues, ten esta verdad muy en Ev.—Muy bien has entendido y explicado mi pensamiento,
cuenta para continuar ahora lógicamente nuestro discurso, si es que la ciencia no puede ser alguna vez mala.
pues creo no ignoras ya que esto que llamamos saber, scire, Ag.—Tal creo yo firmemente, a no ser que, tomando una
no es otra cosa que percibir por la razón. palabra por otra, confundamos la ciencia con la experiencia,
Ev.—Así es. pues el experimentar no siempre es un bien, como, por ejem-
Ag.—Por tanto, el que sabe que vive, no carece de razón. plo, experimentar suplicios. Pero la que propia y verdadera-
Ev.—Es una conclusión muy natural. mente llamamos ciencia, porque se adquiere por la razón y lai
Ag.—Pero también las bestias, como ya hemos visto clara- inteligencia, ¿quién puede decir que sea nunca mala?
mente, carecen de razón. Ev.—Veo también esta diferencia; sigue adelante.
Ev.—Es claro que sí.
Ag.—He aquí, pues, que ya conoces lo que habías dicho
que ignorabas, o sea que no todo viviente sabe que vive, aun- CAPITULO VIII
que todas las cosas que saben que viven son necesariamente
LA RAZÓN, QUE HACE AL HOMBRE SUPERIOR A LAS BESTIAS, ES.
vivientes.
LA QUE DEBE PREVALECER TAMBIÉN EN ÉL
17. Ev.—Ya no me cabe duda. Continúa hacia donde te
habías propuesto llegar, pues he visto ya con claridad que una 18. Ag.—He aquí lo que deseo explicarte ahora. Si esto
cosa es vivir y otra muy distinta saber que se vive. que hace al hombre superior a las bestias—sea lo que fuere
Ag.—¿Y cuál de estas cosas te parece más digna? y llámese como se quiera, mente o espíritu, o mejor, mente
Ev.—¿Cuál te parece a ti, sino la ciencia de la vida? y espíritu indistintamente, puesto que una y otra expresión
Ag.—Dices que te parece que es mejor la ciencia de la vida se encuentran también indistintamente en los sagrados l i b r o s -
que la misma vida; ¿o es que tal vez quieres decir que la domina en él y tiene sometidos a su imperio todos los demás
vida más elevada y pura consiste en la ciencia, que nadie pue- elementos de que consta el hombre, entonces es cuando se halla
de alcanzar, sino el que está dotado de inteligencia? ¿Y qué éste perfectísimamente ordenado.
es entender, sino vivir mediante la luz misma de la mente una Es indudable, en efecto, que tenemos mucho de común, no
vida más noble y perfecta? Por lo que, si no me engaño, no sólo con los brutos, sino también con las plantas y semillas.
has preferido a la vida ninguna otra cosa distinta de la mis- Y así vemos que también las plantas, que se hallan en la es-
ma vida, sino una vida mejor a cualquiera vida. cala ínfima de los vivientes, se alimentan, crecen, se robustecen
y se multiplican, v que las bestias ven y oyen, y sienten la
ligo, terminata est, tamdiu nos retenturam putaveram, quam fortasse presencia de los objetos corporales por el olfato, por el gusto.
omnia quae dicta sunt ab ipso nostrae disputationis exordio. Quare ac-
cipe iam, ut deinde ratio connectatur: nam credo non te ignorare, id Ev.—Optime omnino et cognovisti et explicasti sententiam meam:
quod scire dicimus, nihil esse aliud quam ratione habere perceptum. si tamen scientia mala esse nunquam potest.
Ev.—Ita est. 4ug.—Nullo modo arbitror, nisi cum transíate verbo scientiam pro
Aug.—Qui ergo scit se vivere, ratione non caret. experientia dicimus: experiri enim non semper bonum est; sicut experiri
Ev.—Consequens est. eupplicia: illa vero quae proprie ac puré scientia nominatur, quia ratione
Aug.—Vivunt autem bestiae, et sicut iam emicuit, rationis expertes atque intelligentia paratur, mala esse qui potest?
sunt. Ev.—Teneo et istam differentiam: persequere caetera.
Ev.—Manifestum est.
Aug.—Ecce igitur iam nosti, quod te ignorare responderás, non omne
quod vivit scire se vivere, quamiiuaim omne quod se vivere sciat, vivat CAPUT VIII
necessario.
RATIO QUA PRAECELLIT HOMO BESTIIS DERET IN IPSO DOMINARI
17. Ev.—Non mihi est iam dubium; perge quo intenderas: aliud
enim esse vivere, aliud scire se vivere, satis didici. 18. Aug.—Illud est quod voló dicere: hoc quidquid est, quo peco-
Aug.—Quid ergo tibí horum duorum videtur esse praestantius? ribus homo praeponitur, sive mens, sive spiritus, sive utrumque rectius
Ev.—Quid putas, nisi scientiam vitae? appellatur (nam utrumque in divinis Libris invenimus), si dominetur
Aug.—Meliorne tibí videtur vitae scientia quam ipsa vita? an forte atque imperet caeteris quibuscumque homo constat, tune esse hominem
intelligis superiorem quamdam et sinceriorem vitam esse scientiam, quam ordinatissimum. Videmus enim habere nos non solum cum pecoribus,
scire nemo potest, nisi qui intelligit? Intelligere autem quid est, nisi sed etiam cum arbustis et stirpibus multa communia: namque alimen-
ipsa luce mentís ilhistrius perfectiusque vivere? Quare tu mihi, nisi fal- tum corporis sumere, crescere, gignere, vigere, arboribus quoque tri-
lor, non vitae aliud aliquid, sed cuidam vitae meliorem vitam praepo- butum videmus, quae Ínfima quadam vita continentur; videre autem
suisti. atque audire, et olfactu, gustu, tactu corporalia sentiré posse bestias.
222 DEL LIBRE ALBEDRÍO 1,8,18 ' y' 1" DEL LIBRE ALBEDRÍO 2211

y por el tacto, y vemos, y tenemos que confesar, que la mayor es cuando se puede decir que domina en el hombre lo que
parte de ellas tienen los sentidos mucho más despiertos y agu- debe dominar, y domina en virtud de aquella ley que dijimos
dos que nosotros. Añade a esto la fuerza y robustez, la solidez que era ley eterna.
de sus miembros y la celeridad y agilidad de los movimientos Ev.—Te comprendo y sigo tu razonamiento.
de su cuerpo, en todo lo cual superamos a algunas, igualamos
a otras y somos inferiores a no pocas. Tenemos, además, de
común con las bestias el género a que pertenecemos. Pero, al CAPITULO IX
fin y al cabo, toda la actividad de la vida animal se reduce a
procurarse los placeres del cuerpo y evitarse las molestias. LA DIFERENCIA ENTRE EL SABIO Y EL NECIO ESTÁ EN EL SEÑORÍO
Hay algunas otras acciones que ya no parece que sean O VASALLAJE DE LA MENTE
propias de los animales, pero que tampoco son en el hombre
el exponente de su mayor perfección, verbigracia, el bromear 19. Ag.—Y cuando el hombre se halla así dispuesto y
y el reír, actos propios del hombre, sí, pero que, a juicio de ordenado, ¿no te parece que es entonces verdaderamente sabio?
cualquiera que tenga un concepto cabal de la naturaleza hu- Ev.—No sé qué otro hombre pueda parecerme sabio, si éste
mana, son una de sus más ínfimas perfecciones. no me lo parece.
Observamos también en el hombre amor a la alabanza y a Ag.—Creo sabrás también que la mayor parte de los hom-
la gloria v el deseo de dominar, tendencias que, si bien no son bres son necios.
propias de los brutos, no debemos, sin embargo, pensar que Ev.—También esto es mucha verdad.
sean ellas lo que nos hacen superiores a las bestias, pues cuan- Ag.—Ahora bien, si el ser necio es contrario a ser sabio,
do la apetencia de éstas no se halla subordinada a la razón, puesto que ya hemos visto quién es el verdadero sabio, seguro
nos hace desgraciados, v claro está que a nadie se le ha ocu- que también te das perfecta cuenta de quién sea el propiamente
rrido nunca el hacer título de su miseria para preferirse a los necio.
demás. Por consiguiente, cuando la razón domina todas estas Ev.—¿Quién no ve que lo es aquel en quien la mente no
concupiscencias del alma, entonces es cuando se dice que el tiene el mando supremo?
hombre está perfectamente ordenado. Porque es claro que no Ag.—En vista de esto, ¿qué hemos de decir de aquel que
hay buen orden, ni siquiera puede decirse que haya orden, allí se halla en estas condiciones, que no tiene mente o que, aun
donde lo más digno se halla subordinado a lo menos digno, cuando la tenga, no tiene ésta el principado que le corresponde?
si es que a ti no te parece otra cosa. Ev.—Más bien esto último que acabas de decir.
Ev.—Es evidente que no.
Ag.—Pues cuando la razón, mente o espíritu gobierna los motus regit, id scilicet dominatur in homine, cui dominatio lege debe-
movimientos irracionales del alma, entonces, y sólo entonces, tur ea quam aeternam esse comperimus.
Ev.—Intelligo ac sequor.
et acrius plerasque quam nos, cernímus et fatemur. Adde vires et va-
lentiam firmitateraque membrorum, et celeritates facilliraosque corporis CAPUT IX
motu«. quibus ómnibus quasdam earum superaraus, quibusdam aequamur,
a nonnullis etiam vincimur. Gemís tamen ipsum rerum est nobis certe STULTI ET SAPIENTIS DISCRIMEN EX DOMINATU AUT SERVITUTE
commune cum belluis: iam vero oppetere voluptates corporis, et vitare MENTÍS
molestias, ferinae vitae omnis actio est.
Sunt alia quaedam, quae iam cadere in feras non videntur, nec ta- 19. Aug.—Cum ergo ita homo constitutus atque ordinatus est. nonne
men in homine ipso summa sunt. ut iocari et ridere: quod humanum tibi sapiens videtur?
quidem. sed infimum hominis iudicat, quisquís de natura humana rec- Ev.—Nescio alius quis mihi sapiens homo videri po«sit, si hic non vi-
tissime iudicat. Deinde amor laudis et gloriae, et affectatio dominandi, detur.
quae tametsi bestiarum non sunt, non tamen earum rerum libídine Aug.—Credo etiam te illud scire, plerosque homines stultos esse.
bestiis meliores nos esse arbitrandum est. Nam et iste appetitus cum ra- Ev.—Hoc queque satis constat.
tioni subditus non est, miseros facit. Nemo autem cuiquam miseria se Aug.—At si stultus sapienti est contrarius, quoniam sapientem com-
praeponendum putavit. Hisce igitur motibus animae cum ratio domina- perimus, quis etiam stultus sit, profecto iam intelligis.
tur, ordinatus homo dicendus est. Non enim ordo rectus, aut ordo appel- Ev.—Cui non appareat hunc esse, in quo mens summam potestatem
landus est omnino, ubi deterioiibus meliora subiiciuntur: an tibi non non habet?
videtur? Aug.—Quid igitur dicendum, cum homo ita est affectus deesse illi
Ev.—Manifestum est. mentem, an, quamvis insit. eam carere dominatu?
Aug.—Ratio isla ergo, vel mens, vel spiritus cum irrationales animi Ev.—Hoc potius quod ultimum subiecisti.
2 2
4 * • '•' DEL LIBRE ALBEDRÍO ' I, 9, 19
I, 10,20 DEL LIBKE ALBEDKÍO 225
Ag.—Quisiera oír de ti en qué te fundas para decir que de que es claro que el hombre tiene mente, aunque de hecho
tiene mente el hombre en el que ésta no ejerce el principado. no tenga señorío sobre sus pasiones, pues es indudable que
Ev.—Ojalá quisieras tomar a tu cargo estos razonamientos, le sería imposible hacer las cosas que hace si no la tuviera;
pues a mí no me es fácil defender lo que pretendes. sin embargo, no ejerce el principado, ya que es insensato, y de
Ag.—Al. menos te será fácil recordar lo que poco ha diji- vsobra sabido es que el reinado de la mente no es propio sino
mos, a saber, cómo los animales domesticados y domados por de los sabios.
los hombres sirven a éstos, y que, como la razón nos lo ha Ev.—Parece mentira que, habiendo tratado ya esto mismo
demostrado, los animales subyugarían a su vez a los hombres ¡poco antes, no se me ocurriera nada que responder.
si éstos no fueran en algo superiores a aquéllos. Pero este algo
no le encontrábamos en el cuerpo, y siendo, por tanto, evi-
dente que debía hallarse en el alma, juzgamos que no podría- CAPITULO X
mos darle un nombre más adecuado que el de razón, la cual
recordamos en seguida que se llama también mente y espíritu. NADA ES CAPAZ DE OBLIGAR A LA MENTE A SER ESCLAVA
Aunque, si bien es verdad que una cosa es la razón y otra la DE LAS PASIONES
mente, consta, sin embargo, con certeza que la mente es la
única que puede usar de la razón. De donde se sigue que al 20. Ev.—Mas pasemos a otra cosa, pues ya hemos visto
que tiene razón no puede faltarle la mente. que la humana sabiduría consiste en el señorío de la mente
Ev.—Recuerdo y comprendo perfectamente todo esto. sobre las pasiones y que es también evidente que puede no
Ag.—Pues bien, ¿crees tú que los domadores de animales •ejercer de hecho este señorío.
no pueden ser sino hombres sabios? Porque yo llamo sabios Ag.—¿Crees tú que sea la libídine más poderosa que la
a quienes la verdad manda llamar sabios, esto es, a los que mente, a la que sabemos que por ley eterna ha sido dado el
mediante el reinado del espíritu han conquistado la paz subyu- dominio sobre todas las pasiones? Por lo que a mí toca, no
gando todas las pasiones. lo creo de ningún modo, porque no habría orden perfectísimo
Ev.—Es ridículo considerar como sabios a los que vulgar- allí donde lo más imperfecto dominara a lo más perfecto. Por
mente llamamos domadores, pastores, boyeros o aurigas por lo cual juzgo de necesidad que la mente sea más poderosa que
«1 solo hecho de que doman a voluntad a los animales mansos el apetito desordenado, y esto por el hecho mismo de que lo
y logran domar con su habilidad a los bravos. domina con razón y justicia.
Ag.—Aquí tienes, por consiguiente, una prueba certísima Ev.—También yo soy del mismo parecer.
Ag.—¿Y dudaremos ahora de que todas y cada una de las
Aug.—Pervellem abs te audire, quibus documentis perceptum habeas, virtudes están por encima de toda suerte de vicios, y que cuanto
mentem inesse homini, quae suum non exserat princípatum.
Ev.—Ltinam tuas istas partes faceré velles: nam non mihi facile fíat inesse mentem homini sine dominatu. His quippe inest; agunt enim
«st sustinere quod ingerís. talia, quae agi sine mente non possent: non tamen regnat; nam stulti
Aug.—Illud saltem facile est tibi recordari, quod paulo ante dixi- sunt, ñeque regnum mentís nisi sapientium esse, percognitum est.
mus, quemadmodum bestiae mansuefactae ab hominibus ac domitae Ev.—Mirum est hoc iam fuisse a nobis in superioribus confectum,
serviant: quod ab eis vicissim nomines, ut demonstravit ratio, paterentur «t mihi quid responderem, non potuisse in mentem venire.
nisi aliquo excellerent. Id autem non inveniebamus ín corpore: ita cum
in animo esse appareret, quid aliud appellandum esset quam ratio, non
comperimus: quam postea et mentem et spiritum vocari recordati su- CAPUT X
mus. Sed si aliud ratio, aliud raens, constat certe nonnisi mentem uti
posse ratione. Ex quo illud conficitur, eum qui rationem habet, mente MEXS A NULLO COGITUR SERVIRÉ LIBIDINI
carere non posse.
Ev.—Probé ista reminiscor ac teneo. 20. Ev.—Sed alia contexamus. Iam enim et regnum mentís huma-
Aug.—Quid? illud credisne, domitores belluarum nisi sapientes esse nae humanam esse sapientiam, et eam posse etiam non regnare, com-
non posse? Eos enim sapientes voco, quos veritas vocari iubet, id est, pertum est.
qui regno mentís omni libidinis subiugatione pacati sunt. Aug.—Putasne ista mente, cui regnum in libidines aeterna lege con-
Ev.—Ridiculum est tales putare istos, quos vulgo mansuetarios nun- ceísum esse cognoscimus, potentiorem esse libidinem? ego enim nullo
cupant, vel etiam pastores aut lubulcos, aut aurigas, quibus ómnibus pacto puto. Ñeque enim esset ordinatissimum ut impotentiora potentio-
domitum pecus subiectum videmus, et quorum industria indomitum ribus imperarent. Quare necesse arbitror esse ut plus possit mens quam
subiici. cupiditas, eo ipso quo cupiditati recte iusteque dominatur.
Aug.—En igitur habes documentum certissimum, quo manifestum Ev.—Ego quoque ita sentio.
Aug.—Quid? Virtutem omnem num dubitamus omni vitio sic antepo-
S.As. 3 8
226 ,. DEL LIBRE ALBEDRÍO I, 10, 21
1,11,21 DI L LIBRE ALBLDRIO 227
son m e j o r e s y m á s s u b l i m e s , son t a m b i é n m á s firmes y m á s
invencibles ? Ev.—Creo que ninguna, excepto Dios.
Ev.—¿Quién puede dudarlo? Ag.—Este es t a m b i é n m i p e n s a m i e n t o ; p e r o c o m o es u n a
Ag.—Ningún á n i m o vicioso p u e d e , p o r c o n s i g u i e n t e , d o - c u e s t i ó n difícil y n o h a l l e g a d o a ú n el m o m e n t o o p o r t u n o de
m i n a r a otro á n i m o v i r t u o s o . t r a t a r l a de m o d o q u e l l e g u e m o s a c o m p r e n d e r l a , si b i e n es u n a
Ev.—Certísimo. d e l a s v e r d a d e s q u e c r e e m o s c o n fe firmísima, c o n t i n u e m o s
Ag.—Tampoco n e g a r á s , según creo, q u e c u a l q u i e r á n i m o e s d e s a r r o l l a n d o d i l i g e n t e y c a u t a m e n t e , h a s t a d a r l a cima, esta
mejor y más poderoso que cualquier cuerpo. cuestión que ahora nos ocupa.
Ev.—No n e g a r á esto n a d i e q u e e n t i e n d a — l o q u e es f á c i l —
q u e l a s u b s t a n c i a viviente es p r e f e r i b l e a l a n o viviente y q u e
la q u e d a l a v i d a es p r e f e r i b l e a a q u e l l a q u e la r e c i b e . CAPITULO XI
Ag.—Mucho menos, p o r consiguiente, vencerá u n cuerpo, L A MENTE QUE DE S U P R O P I A VOLUNTAD S E ENTREGA
c u a l q u i e r a q u e sea, a u n á n i m o v i r t u o s o . A LA L I B Í D I N E E S J U S T A M E N T E CASTIGADA
Ev.—Esto es e v i d e n t í s i m o .
Ag.—¿Y p o d r á u n á n i m o justo y u n a m e n t e q u e sea c u s -
P o r ahora bástenos saber lo que d e él n o s es dado s a b e r :
todio fiel de sus d e r e c h o s y de su s e ñ o r í o d e r r i b a r d e su estado-
ijue en m o d o a l g u n o p u e d e s e r i n j u s t a a q u e l l a n a t u r a l e z a , sea
v i r t u o s o y s o m e t e r a la l i b í d i n e a o t r a m e n t e q u e r e i n a a s i m i s -
Ja q u e fuere, q u e es s u p e r i o r a la m e n t e v i r t u o s a . A s í q u e n i
m o en el h o m b r e con i g u a l justicia y f o r t a l e z a ?
é s t a , a u n q u e m á s p o d e r o s a , o b l i g a r á j a m á s a l a m e n t e a some-
Ev.—De n i n g ú n m o d o ; n o ya sólo p o r la i g u a l e x c e l e n c i a
t e r s e a la l i b í d i n e .
de a m b a s , sino p o r q u e se a p a r t a r í a de su p r i m e r a justicia y se
Ev.—No h a y a b s o l u t a m e n t e n a d i e q u e n o a d m i t a eslo sin
c o n v e r t i r í a en u n a m e n t e viciosa la q u e p r e t e n d i e r a a r r a s t r a r
género de duda.
al vicio a otra, y q u e , p o r lo m i s m o , se c o n v e r t i r í a e n i n f e r i o r
Ag.—Resta, p u e s , c o n c l u i r q u e , si t o d o c u a n t o es i g u a l o
a ella.
s u p e r i o r a l a m e n t e , q u e ejerce su n a t u r a l s e ñ o r í o y q u e es
2 1 . Ag.—Entiendes p e r f e c t a m e n t e esto, p o r lo c u a l n o res-
v i r t u o s a , n o la p u e d e h a c e r esclava de la l i b í d i n e , p o r q u e s u
ta sino q u e m e digas, si p u e d e s : ¿ t e p a r e c e q u e h a y cosa a l g u n a
m i s m a justicia se l o i m p i d e , y t o d o lo q u e le e s i n f e r i o r n o
superior a la mente racional v s a b i a ? puede tampoco conseguirlo, a causa de la misma inferioridad,
c o m o l o d e m u e s t r a lo q u e a n t e s d e j a m o s firmemente s e n t a d o ,
nere, ut virtus quanto melior atque sublimior, tanto firmior invictiorque n i n g u n a o t r a cosa h a c e a la m e n t e c ó m p l i c e de l a s p a s i o n e s
sit? sino la propia voluntad y libre albedrío.
Ev.—Quis dubitaverit?
Aug.—Nullus igitur vitiosus animue "virtute armatum animum =u- Ev.—Nihil praeter Deum arbitrar.
perat. Aug.—Et mea ista sententia est. Sed quoniam res ardua est, ñeque
Ev.—Verissimum est. mine opportune quaeritur, ut ad intelligentiam veniat, quanquam robus-
Aug.—Iam corpore omni qualemlibet animum meliorem potentiorem- tissima teneatur fide, integra nobis sit huius quaestionis, diligens et
que esse, non te arbitrar negaturum. cauta tractatio.
Ev.—Nemo id negat, qui (quod facile est) videt aut substantiam
viventem non viventi, aut eam quae vitam dat ei quae aceipit, esse CAPUT XI
praeferendam.
Aug.—Multo minus igitur corpus, qualecumque id sit, animum vir- MENS EX LIBERA VOLÚNTATE LIBIDINI SERVIENS PUNITUR IUSTE
tute praeditum vincit.
Ev.—Evidentissimum est. In piaesentia enim scire possumus quaecumque illa natura sit, quam
Aug.—Quid? animus iustus, mensque iu« proprium imperiumque cus- menti virtute pollenti fas est excellere, iniustam esse nullo modo posse.
todiens, num potest aliam mentem pari aequitate ac virtute regnantem, Quare ne i^ta quidem, tametsi habeat potestatem, coget mentem serviré
ex arce deiicere, atque libidini subiugare? libidini.
Ev.—Nullo modo; non solum propter eamdem in utraque excellentiam, Ev.—Istud prorsus nemo est qui non sine ulla cunctatione fateatur.
«ed etiam quod a iustitia prior decidet, fietque vitiosa mens. quae aliam Aug.—Ergo relinquitur ut quoniam regnanti menti compotique vir-
faceré conabitur, eoque ipso erit infirmior. tutis, quidquid par aut praelatum est, non eam facit servam libidinis
propter iustitiam; quidquid autem inferius est, non possit hoc faceré
21. Aug.—Bene intelligis; quare illud restat ut respondeas, si potes» propter infirmitatem, sicut ea quae Ínter nos constiterunt docent; nulla
utrum tibi videatur rationali et sapienti mente quidquam esse praestan- res alia mentem cupiditatis comitem faciat, quam propria voluntas et
tius. liberum arbitrium.
228 DKL LIBRE ALBEDRIO 1,11,22 1.12. 24 DEL LIBRE ALBEDRIO 22»
Ev.—Veo con c l a r i d a d que n a d a se sigue tan n e c e s a r i a m e n - de o t r o s i n n u m e r a b l e s m a l e s q u e lleva consigo el i m p e r i o de
te c o m o esta c o n c l u s i ó n . la l i b í d i n e . ¿ P o d e m o s , d i g o , t e n e r en n a d a este castigo, al q u e ,
2 2 . Ag.—Igualmente lógico te p a r e c e r á ya t a m b i é n q u e c o m o ves, se h a l l a n n e c e s a r i a m e n t e s o m e t i d o s t o d o s los q u e
es m u y j u s t o q u e sufra l a s c o n s e c u e n c i a s p e n a l e s de t a n g r a n n o p o s e e n la v e r d a d e r a s a b i d u r í a ?
pecado. 2 3 . Ev.—Sí, c o m p r e n d o q u e es éste u n m u y g r a n d e , a la
Ev.—No puedo negarlo. vez q u e m u y j u s t o castigo p a r a los q u e , c o l o c a d o s ya en el
Ag.—Pero q u é , ¿ e s q u e debe m i r a r s e c o m o c a s t i g o p e q u e ñ o t r o n o de la s a b i d u r í a , h a n d e t e r m i n a d o d e s c e n d e r de él p a r a
el q u e la l i b í d i n e d o m i n e a la m e n t e y el q u e , d e s p u é s d e h a c e r s e esclavos de la l i b í d i n e ; p e r o m e p a r e c e i m p o s i b l e q u e
h a b e r l a d e s p o j a d o del c a u d a l de su v i r t u d , c o m o a m i s e r a b l e pueda haber alguien que haya querido o quiera obrar así. Por-
e i n d i g e n t e , la e m p u j e de a q u í p a r a a l l á a c o s a s t a n c o n t r a - que, a u n q u e creo firmísimamente q u e , n o o b s t a n t e h a b e r c r i a d o
d i c t o r i a s c o m o a p r o b a r y defender lo falso c o m o v e r d a d e r o % D i o s al h o m b r e t a n perfecto c o m o lo crió y h a b e r l e c o l o c a d o
a d e s a p r o b a r poco d e s p u é s lo que a n t e s h a b í a a p r o b a d o , p r e c i - en u n estado de v i d a feliz, él p o r su p r o p i a v o l u n t a d se p r e c i -
p i t á n d o s e , n o o b s t a n t e , en n u e v o s e r r o r e s ; o r a a s u s p e n d e r su p i t ó de a q u í en las m i s e r i a s de esta v i d a m o r t a l , sin e m b a r g o ,
j u i c i o , d u d a n d o las m á s de las veces de r a z o n a m i e n t o s clarí- a ú n n o lo he p o d i d o c o m p r e n d e r . Así q u e , si p i e n s a s diferir
s i m o s ; o r a a d e s e s p e r a r en a b s o l u t o de e n c o n t r a r l a v e r d a d , el e x a m e n serio de esta cuestión, l o h a r á s m u y a p e s a r m í o .
s u m i é n d o l a p o r c o m p l e t o en las t i n i e b l a s de la e s t u l t i c i a ; o
b i e n a t o m a r con e m p e ñ o a b r i r s e p a s o h a c i a la luz, p a r a c a e r
de n u e v o e x t e n u a d a p o r la f a t i g a ? D e b i e n d o a ñ a d i r s e a t o d o
esto q u e l a s p a s i o n e s ejercen su d o m i n i o s o b r e e l l a c r u e l y t i r á - CAPITULO XII
n i c a m e n t e , y q u e a t r a v é s de m i l y e n c o n t r a d a s t e m p e s t a d e s LOS QUE SON ESCLAVOS DE LAS PASIONES, JUSTAMENTE SON
p e r t u r b a n p r o f u n d a m e n t e el á n i m o y v i d a del h o m b r e , de u n a CASTIGADOS CON LAS PENAS DE ESTA VIDA MORTAL, AUNQUE
p a r t e , con u n g r a n t e m o r , y de otra, con u n i n c o n t e n i b l e d e s e o ; NUNCA HAYAN SIDO SABIOS
de u n a , con u n a a n g u s t i a m o r t a l , y de o t r a , con u n a v a n a y fal-
sa a l e g r í a ; de u n a , con el t o r m e n t o de la cosa p e r d i d a y s u m a - 2 4 . P e r o lo q u e n o te c o n c e d e r é en m a n e r a a l g u n a es q u e
m e n t e a m a d a , v de o t r a , con u n a r d i e n t e deseo de p o s e e r l o 3a difieras y c o n t i n ú e s sin que antes m e e x p l i q u e s , si p u e d e s ,
q u e n o t i e n e ; de u n a , con u n s u m o d o l o r p o r la i n j u r i a reci- m e d i a n t e la discusión, lo que m á s a m í m e i n t r i g a , a s a b e r , p o r
b i d a , y de otra, con u n i n s a c i a b l e deseo de v e n g a n z a . A d o n d e - q u é p a d e c e m o s p e n a s t a n a c e r b í s i m a s n o s o t r o s , q u e s o m o s in-
q u i e r a q u e este h o m b r e se v u e l v a , la a v a r i c i a le a c o s a , la luju- s e n s a t o s , es v e r d a d , p e r o que t a m p o c o fuimos n u n c a sabios,
ria le c o n s u m e , la a m b i c i ó n le cautiva, la s o b e r b i a le h i n c h a , p a r a q u e p o d a m o s d e c i r con r a z ó n q u e l a s p a d e c e m o s p o r
la e n v i d i a le a t o r m e n t a , la d e s i d i a le a n o n a d a , la o b s t i n a c i ó n
le a g u i j o n e a , la h u m i l l a c i ó n le aflige, y es, finalmente, el b l a n c a concitare, afflictare subiectio, et quaecumque alia innumerabilia regnura
illius libidinis frequentant et exercent? possumusne tándem nullam istam
poenam putare, quam, ut cernís, omnes qui non inhaerent sapientiae,
Ev.—Nihil tam necessarium restare video. necesse est perpeti?
22. Aug.—Sequitur iam ut tibi videatur iuste illam pro peccato tanto
23. Ev.—Magnam quidem istam poenam esse iudico, et omnino
poenas penderé.
iustam, si quis iam in sublimitate sapientiae collocatus, inde descen-
Ev.—Negare non possum. deré ac libidiní serviré delegerit: sed utrum esse quisquam possit in-
Aug.—Quid igitur? Num ista ipsa poena parva existimanda est, quod certum est, qui haec aut voluerit faceré, aut velit. Quanquam enim cre-
ei libido dominatur, exspoliatamque virtutis opulentia, per diversa inopem damus hominem tam perfecte conditum a Deo, et in beata vita consti-
atque indigentem trahit, nunc falsa pro veris approbantem, nvmc etiam tutum, ut ad aerumnas mortalis vitae ipse inde propria volúntate de-
defensitantem, nunc improbantem quae antea probavisset, et nihilomi- lapsus sit; tamen hoc cum fumissima fide teneam, intelligentia nondum
nus in alia falsa irruentem; nunc assensionem suspendentem suam, et assecutus sum: cuius rei diligentem inquisitionem, si nunc differendam
plerumque perspicuas ratiocinationes formidantem; nunc desperantem de putas, me invito facis.
tota inventione veritatis, et stultitiae tenebris penitus inhaerentem; nunc
conantem in lucem intelligendi, rursusque fatigatione decidentem: cum
interea cupiditatum illud regniim tyrannice saeviat, et variis contrariis- CAPUT XII
que tempestatibus totum hominis animum vitamque perturbet, hinc timo-
re, inde desiderio; hinc anxietate, inde inani falsaque laetitia; hinc MOhTALIS \ITAE POEÍVAS QUI LIBIDINÍ SERVIUNT MÉRITO PATIUNTUR,
cruciatu rei amissae quae diligebatur, inde ardore adipiscendae quae ET1AMS1 SAPIENTES TTONOUAM FUEMNT
non habebatur; hinc acceptae íniuriae doloribus, inde facibus vindican-
dae; quaquaversum potest coarctare avaritia, dissipare luxuria, addicere 24. Verum illud quod me máxime movet, cur huiuscemodi acerbis-
ambitio, inflare superbia, torquere invidia, desidia sepeliré, pervicacia simas poenas patiamur nos, qui certe stulti sumus. nec sapientes un-
quam fuimus, ut mérito haec dicamur perpeti propter desertam virtutis
230 DLL LIBRE ALBEDRÍO I \<¿ 2 5 I. 12.26 DLL LIBRE ALBKDRIO 231

haber abandonado el reino de la virtud y haber elegido servir Ag.—Continuaré; pero antes dime también si sabes que
a la libídine. licnes buena voluntad.
Ag.—Esto dices corno si tuvieras por muy averiguado que Ev.—¿Qué es la buena voluntad?
nunca hemos sido sabios, teniendo en cuenta únicamente el tiem- Ag.—Es la voluntad por la que deseamos vivir recta y ho-
po que ha vivimos en esta vida. Pero, como sabes, la sabiduría nestamente y llegar a la suma sabiduría. Considera ahora si no
tiene su asiento en el alma, y precisamente es hoy una cuestión deseas una vida recta y honesta, o si no tienes vehementes de-
batallona, un gran rnislerio, que trataremos en su propio lugar, seos de ser sabio, o si te atreves a negar que tenemos buena
si el alma ha vivido o no otra vida antes de su unión con el voluntad cuando queremos estas cosas.
cuerpo, y, por tanto, si en algún tiempo ha vivido o no sabia- Ev.—Nada de esto niego, y reconozco, por tanto, que tengo
mente. Sin embargo, los datos que actualmente tenemos sobre no sólo voluntad, sino buena voluntad.
esto no son una razón que nos impida esclarecer, en lo posible, Ag.—Dime, ¿en cuánto aprecias esta voluntad? ¿Te parece
el problema que ahora traemos entre manos. por ventura que pueda comparársela desde algún punto de
25. Así que dime: ¿hay alguna voluntad en nosotros? vista con las riquezas, con los honores, con los placeres del
Ev.—No lo sé. cuerpo o con todas estas cosas juntas?
Ag.—¿Quieres saberlo? Ev.—Líbreme Dios de demencia tan criminal.
Ev.—Ignoro esto mismo. Ag.—¿No hemos, pues, de alegrarnos sobremanera de tener
Ag.—Pues no vuelvas a preguntarme nada. en el alma un algo, es decir, esta misma buena voluntad, en
Ev.—¿Por qué? cuya comparación han de tenerse por abyectísimas las cosas
Ag.—Primeramente porque no debo contestarte a lo que antes dichas, y por cuya consecución vemos que no rehusan
trabajo ni peligro alguno la mayor parte de los hombres?
me preguntas, si tú no quieres saber la respuesta. En segundo
Ev.—Debemos alegrarnos, y mucho.
lugar, si no quieres llegar a la sabiduría, no hay para qué
Ag.—Y ¿qué dices de aquellos que no tienen este gozo?
tratar contigo de estas cosas, y, finalmente, no podrás ser amigo
¿Te parece que padecen poco daño, hallándose privados de
mío si no quieres mi felicidad. En cuanto a ti, tú verás si no tanto bien?
tienes voluntad ninguna de ser dichoso. Ev.—-Al contrario, muchísimo.
Ev.—Confieso que no se puede negar que todos tenemos esta 26. Ag.—Ya ves, por tanto, según creo, que de nuestra
voluntad. Continúa y veamos qué conclusión pretendes sacar voluntad depende el que gocemos o carezcamos de un bien
de aquí.
Aug.—Faciam: sed dic etiam prius, utrum et bonam voluntatem te
arcem, et electam sub libídine servitutem, quin aperias disputando, si habere sentías.
vales, nullo modo tibi differendum esse concesserim. Ev.—Quid est bona voluntas?
Aug.—Ita istuc dicis, quasi liquido compertum habeas nunquam nos Aug.—Voluntas qua appetimus recte honesteque vivere, et ad sum-
fuisse sapientes: attendis enim tempus ex quo in hanc vitam nati su- mam sapíentiam pervenire. Modo tu vide utrum rectam honestamque
mus. Sed cum sapientia in animo sit, utrum ante consortium huius cor- non appetas vitam, aut esse sapiens non vehementer velis, aut certe ne-
poris alia quadam vita vixerit animus, et an aliquando sapienter vixerit, gare audeas, cum haec volumus, nos habere voluntatem bonam.
magna quaestio est, magnum secretum et suo considerandum loco: ñeque Ev.—Nihil horum negó, et propterea me non ?ohim voluntatem, sed
ideo tamen hoc quod nunc habemus in manibus impeditur, quominus etiam bonam voluntatem iam habere confíteor.
aperiatur ut potest. Aug.—Quanti pendis, oro te, hanc voluntatem? Numquidnam ei ulla
25. Nam quaero abs te, sitne aliqua nobis voluntas. ex parte divitias, aut honores, aut voluptates corporis, aut haec simul
Ev.—Nescio. omnia conferenda arbitraos?
Aug.—Visne hoc scire? Ev.—Averterit Deus istam sceleratam dementiam.
Ev.—Et hoc nescio. Aug.—Parumne ergo gaudendum est habere nos quiddam in animo,
Aug.—Nihil ergo deinceps me interroges. hanc ipsam dico bonam voluntatem, in cuius comparatione abiectissima
Ev.—Quare ? sint ea quae commemoravimus, pro quibus adipiscendis multitudinem
Aug.—Quia roganti tibi responderé non debeo, nisi volenti scire quod videmus hominum millos labores, nulla pericula reculare?
rogas. Deinde nisi velis ad sapientiam pervenire, sermo tecum de huius- Ev.—Gaudendum vero, ac plurimum.
modi rebus non est habendus. Postremo meus amicus esse non poteris, Aug.—Quid? hoc gaudio qui non fruuntur, parvo damno eos effectos
nisi velis ut bene sit mihi. Iam vero de te tu ipse videris, utrum tibi putas tanti bonf?
voluntas nulla sit beatae \>;'ae tuae. Ev.—Imo máximo.
Ev.—Fateor. negari non potest habere nos voluntatem: perge iam, 26. Aug.—Vides igitur iam, ut existimo, in volúntate nostra esse
videamus quid hinc conficias. constitutum, ut hoc vel fruamiu vel careamus tanto et tam vero bono.
232 DEL LIBRh ALBLDRIO I, 12, 26
1,13.27 DEL LIBRE ALBLDRÍO 233
t a n g r a n d e y tan v e r d a d e r o . P o r q u e ¿ q u é es lo q u e está e n
n u e s t r a v o l u n t a d t a n t o c o m o la m i s m a v o l u n t a d ? E l q u e tiene CAPITULO XI ¡1
esta b u e n a v o l u n t a d tiene c i e r t a m e n t e u n bien, q u e debe pre-
ferir con m u c h o a t o d o s los r e i n o s t e r r e n o s y a t o d o s los p l a c e - P O R NUESTRA P R O P I A VOLUNTAD V I V I M O S UNA VIDA F E L I Z O UNA
res del c u e r p o a . M a s el que n o la tiene, ¿arece, sin d u d a , d e VIDA MISERABLE
lo q u e es s u p e r i o r a t o d o s los b i e n e s , q u e n o está en n u e s t r a
2 7 . Ag.—Considera a h o r a a v e r si n o te p a r e c e q u e es l a
m a n o poseer, v que únicamente podría darle la voluntad por
p r u d e n c i a el c o n o c i m i e n t o de l a s cosas que d e b e m o s a p e t e c e r
sí y a n t e sí. A h o r a b i e n , al h o m b r e q u e £e tiene a sí m i s m o
y de las que d e b e m o s e v i t a r .
p o r el m á s m i s e r a b l e , si ha l l e g a d o a p e r d e r u n g l o r i o s o re-
Ev.—Eso me parece.
n o m b r e , g r a n d e s r i q u e z a s y t o d o s los biertes del c u e r p o , ¿ n o
Ag.—Y la f o r t a l e z a , ¿ n o es a c a s o a q u e l s e n t i m i e n t o del
lo tendrías tú también por m u y miserable, a u n q u e abundase
a l m a p o r el q u e d e s p r e c i a m o s t o d a s las i n c o m o d i d a d e s y l a
en t o d a s estas cosas, p o r el h e c h o de h a l l a r s e e n t r a ñ a b l e m e n t e
p é r d i d a de l a s cosas cuya posesión n o d e p e n d e de n u e s t r a
u n i d o a lo q u e f a c i l í s i m a m e n t e p u e d e p e r d e r , y q u e n o está voluntad?
en su m a n o t e n e r l o c u a n d o q u i s i e r e , c a r e c i e n d o , p o r o t r a p a r t e ,
Ev.—Tal creo.
d e b u e n a v o l u n t a d , b i e n t a n excelente q u e n o a d m i t e c o m p a -
Ag.—Y la t e m p l a n z a es a q u e l l a v i r t u d del a l m a que m o -
r a c i ó n con los b i e n e s antes d i c h o s , y q u e , n o o b s t a n t e s e r u n
d e r a y r e p r i m e el deseo de a q u e l l a s cosas que se a p e t e c e n
bien tan grande, basta quererlo para tenerlo?
d e s o r d e n a d a m e n t e , ¿ n o te p a r e c e ?
Ev.—Es esto m u c h í s i m a v e r d a d .
Ev.—Estoy de a c u e r d o c o n t i g o .
Ag.—Con r a z ó n , p u e s , y con j u s t i c i a , p a d e c e n s e m e j a n t e
Ag.—¿Qué h e m o s de decir, finalmente, d e l a justicia, s i n o
m i s e r i a los h o m b r e s necios, a u n q u e n u n c a h a y a n sido s a b i o s ,
que es la v i r t u d q u e m a n d a d a r a c a d a u n o lo s u y o ?
lo c u a l es, c o m o d i j i m o s , u n a cuestión l l e n a de d u d a s y de
Ev.—Este es el c o n c e p t o q u e yo t e n g o de la j u s t i c i a , y
misterios.
no otro.
Ev.—Conforme.
Ag.—E>e c u a l q u i e r a , p u e s , q u e , t e n i e n i o b u e n a vo'nmvaa
Quid enim tam in volúntate, quam ipsa voluntas sita est? Quam quis- — d e c u y a excelencia ya h e m o s h a b l a d o l a r g o y t e n d i d o — ,
que cum habet bonam, id certe habet quod terrenis ómnibus regnis, 3a a m e con v e r d a d e r o a m o r y c a r i ñ o s o b r e t o d a s l a s cosas,
voluptatibusque ómnibus corporis longe anteponendum sit. Quisquís autem s a b i e n d o que n a d a h a y m e j o r q u e e l l a , y en e l l a se recree,
non habet, caret profecto illa re, quam praestantiorem ómnibus bonis in y de e l l a , finalmente, goce, y d e e l l a se a l e g r e , a b i s m a d o en su
potestate nostra non constitutis, sola illi voluntas per seipsam daret. Ita- c o n s i d e r a c i ó n y en la p o n d e r a c i ó n de c u a n g r a n d e b i e n sea
que cum se ipse miserrimum iudicet, si amiserit gloriosam famam, in- y de q u e n o le p u e d e ser a r r e b a t a d a , ni p o i la fuerza ni p o r
gentes opes, et quaelibet corporis bona; tu eum non miserrimum iudi-
cabis, etiamsi talibus abundet ómnibus, cum iis ínhaeret quae amittere
facillime potest, ñeque dum vult habet, caret autem bona volúntate, quae CAPUT XIII
nec comparanda est cum istis, et cum sit tam magnum bonum, velle so-
lum opus est, ut habeatur? VOLÚNTATE VITAM BEATAM, \OLUNTATE MISERAM DEGIMUS
Ev.—Verissimum est.
27. Aug.—Considera nunc utrum tibi videatur esse prudentia appe-
Aug.—Iure igitur ac mérito stulti homines, tartietsi nunquam fuerunt tendarum et vitandarum rerum scientia.
sapientes (hoc enim dubium et occultissimum e st), huiuscemodi affí-
ciuntur miseria. Ev.—Videtur.
Ev.—Assentior. Aug.—Quid? foititudo nonne illa est animae affectio, qua omnia in-
commoda et damna rerum non ¡n nostra potestate constitutarum contem-
a Retrae!, c 9 n 35 nimus?
Ev.—Ita existimo.
Aug.—Potro temperantia e«t affectio coercens et cohibens appetitum
ab iis rehus quae turpiter appetuntur: an tu aliter puta'-?
Ev.—Imo ita ut dicis sentio.
Aug.—Iam iustitiam quid dicamus esse, nisi virtutem qua sua cuique
fribuuntur?
Ev.—Nulla mihi alia iustitiae notio est.
Aug.—Quisquís ergo bonam habens voluntatem, de cuius excellentia
iam diu loquimur, hanc unam dilectione amplexetur, qua interim melius
nihil habet, hac sese oblectet, hac denique perfruarur et gaudeat, con-
siderans eam et iudicans quanta sit, quamque invito illi eripi vel surripi
234 DEL LIBRE ALBEDRIO 1,13,27 1.13,28 DEL LIBRE ALBEDRÍO 235
la astucia, ¿podremos dudar de que sea enemigo declarado posibles, y que justamente, por tanto, se dice que tiene la
de todo cuanto se oponga a este bien único? virtud de la templanza.
Ev.—Es de todo punto necesario que así sea. Ev.—Estamos de acuerdo. Sigue.
Ag.—¿Podemos considerar falto de prudencia a este hom- Ag.—Réstanos la justicia, que, a la verdad, no veo cómo
bre, que ve que éste es el bien, que ha de ser preferido a to- pueda no tenerla este hombre. Porque el que tiene buena vo-
dos y que ha de ser rechazado cuanto a él se oponga? luntad y la ama, y se opone a todas aquellas cosas que, como
Ev.—No creo en absoluto que pueda obrar así nadie que dijimos, son enemigas de ésta, no puede desear mal a nadie.
no sea prudente. De donde se sigue que a nadie hace injuria, lo que no puede
Ag.—Perfectamente. Mas, ¿por qué no hemos de conce- ser verdad sino del que da a cada uno lo suyo, y sin duda
derle también la fortaleza? La razón es porque no puede este recuerdas que, cuando dije que el dar a cada uno lo suyo per-
hombre amar ni tener en mucho ninguna de aquellas cosas tenecía a la justicia, tú lo aprobaste.
cuya posesión no depende de nuestra voluntad, ya que no pue- Ev.—Sí recuerdo, y confieso que en el hombre, que tanto
aprecia y ama su buena volunlad, se hallan evidentemente las
den ser amadas sino por una voluntad mala, a la cual es pre-
cuatro virtudes que poco ha describiste, dando yo mi confor-
ciso que él resista, como al enemigo de su bien más querido; midad.
y porque no las ama cuando las tiene, no las llora cuando las 28. Ag.—¿Qué dificultad hay, por tanto, en que digamos
pierde; antes bien las desprecia, lo cual, según antes dijimos que la vida de este hombre es laudable?
y convenimos, es propio de la fortaleza. Ev.—Ninguna en absoluto; al contrario, todo nos invita
Ev.—Concedámosle también sin dificultad esta virtud, pues y obliga a ello.
no sé yo a quién pueda llamársele fuerte con más verdad que Ag.—Y ¿qué me dices de la vida miserable? ¿Puedes de
a aquel que con ánimo igual y sereno soporta la carencia de algún modo no juzgar que se debe huir de ella a toda costa?
las cosas que no está en nuestra mano ni conseguir ni retener, Ev.—Juzgo que se debe huir de ella, y con grande empeño,
lo cual es evidente que por necesidad tiene que hacer este y creo que nada, sino esto, ha de constituir nuestro primer
hombre. quehacer.
Ag.—Veamos ahora si puede serle ajena la templanza, sien- Ag.—Pero seguramente no piensas que se deba huir de la
do ésta la virtud que refrena las pasiones. ¿Qué hay tan ene- vida laudable.
migo de la buena voluntad como la concupiscencia? Por donde Ev.—Todo lo contrario; me parece que «e debe procurar
fácilmente comprenderás que este amante de su buena voluntad con diligencia y constancia.
Ag.—Por consiguiente, no es miserable la vida laudable.
ha de resistir y combatir las pasiones por todos los medios
voiuiitatis suae amatorem resistere omni modo, atque adversan libidini-
nequeat; nura dubitare poterimus istum adversan rebus ómnibus, quae bus, et ideo une temperantem vocari.
huic uni bono inimicae sunt? Ev.—Perge; assentior.
Ev.—Necesse est omnino ut adversetur. Aug.—Iustitia re=tat, quae quomodo desit huic homini, non sane vi-
Aug.—Nullane hunc putamus praeditum esse prudentia, qui hoc bo- deo. Qui enim habet et diligit voluntatem bonam. et obsistit eis, ut
num appetendum, et vitanda ea quae huic inimica sunt videt? dictum est, quae huic inimica sunt, male cuiquam velle non potest. Se-
Ev.—Nullo modo mihi videtur hoc posse quisquam sine prudentia. quitur ergo ut nemini faciat iniuriam; quod nullo pacto potest, nisi qui
Aug.—Recte: sed cur non huic etiam fortitudinem tribuamus? Illa sua cuique tribuerit: hoc autem ad iustitiam pertinere cum dicerem,
quippe omnia quae in potestate nostra non sunt, amare iste ac plurimi approbasse te, ut puto, meministi.
aestimare non potest. Mala enim volúntate amantur, cui tanquam inimi- Ev.—Ego vero memini et fateor in hoc homine, qui suam bonam vo-
luntatem magni pendit et diligit, omnes quatuor virtutes quae abs te
cae charissimo suo bono resistat necesse est. Cum autem non amat haec,
paulo ante, me assentiente, descriptae sunt, esse compertas.
non dolet amissa, et omnino contemnit; quod opus esse fortitudinis, dic-
28. Aug.—Quid igitur impedit cur huius vitam non concedamus esse
tum atque concessum est. laudabilem?
Ev.—Tribuamus sane: non enim intelligo quem fortem verius appel- Ev.—Nihil prorsus; imo hortantur vel etiam cogunt omnia.
lare possim, quam eum qui rebus iis quas ñeque ut adipiscamur, ñeque Aug.—Quid? vitam miseram potesne ullo modo non iudicare fu-
ut obtineamus in nobis situm est, aequo et tranquillo animo caret; quod giendam?
hunc necessario faceré compertum est. Ev.— Et magnopere quidem iudico, nihilque aliud agendum existimo.
Aug.—Vide iam nunc utrum ab eo temperantiam alienare possimus, Aug.—At laudabilem non fugiendam profecto putas.
cum ea sit virtus quae libídines cohibet. Quid autem tam inimicum bo- Ev.—Quin etiam appetendam sedulo existimo.
nae voluntati est quam libido? Ex quo profecto intelligis istum bonae Aug.—Non ergo misera est quae laudabili» vita est.
2 3 6
DEL LIBRE ALBEDRÍO I, 1 3 , 29 1,13, 29 DEL LIBRE ALBEDRÍO 237
Ev.—Así es t a m b i é n . Ev.—Sí lo r e c u e r d o .
Ag.—Ya n o t e n d r á s a h o r a dificultad a l g u n a en conceder, Ag.—Si, p u e s , a m a m o s y a b r a z a m o s a s i m i s m o con t o d o el
s e g ú n creo, q u e es d i c h o s a la v i d a que n o es m i s e r a b l e . afecto de n u e s t r o c o r a z ó n a esta n u e s t r a b u e n a v o l u n t a d , y l a
Ev.—Es c l a r o q u e n o . p r e f e r i m o s a t o d a s las c o s a s q u e n o p o d e m o s r e t e n e r con nos-
Ag.—Estás c o n f o r m e , s e g ú n eso, en q u e es d i c h o s o el h o m - o t r o s , a u n q u e q u e r a m o s , sigúese q u e m o r a n en n u e s t r a a l m a
b r e a m a n t e de su b u e n a v o l u n t a d y q u e a n t e e l l a J e s p r e c i a a q u e l l a s v i r t u d e s en c u y a p o s e s i ó n consiste p r e c i s a m e n t e el vivir
t o d o lo q u e se e s t i m a c o m o b i e n , y c u y a p é r d i d a p u e d e sobre- j u s t a y h o n e s t a m e n t e , c o m o l a r a z ó n n o s lo h a d e m o s t r a d o .
venir a u n a p e s a r de la firme v o l u n t a d de c o n s e r v a r l o . D e d o n d e r e s u l t a q u e el q u e q u i e r e v i v i r recta y h o n e s t a m e n t e ,
Ev.—¿Por q u é n o e s t a r l o , si se d e d u c e n e c e s a r i a m e n t e de si r e a l m e n t e prefiere este q u e r e r a los b i e n e s fugaces de la v i d a ,
lo q u e a n t e s h e m o s a d m i t i d o ? c o n s e g u i r á i n d u d a b l e m e n t e ese t a n i n m e n s o b i e n , y con t a n t a
Ag.—Lo h a s e n t e n d i d o p e r f e c t a m e n t e ; p e r o d i m e , te r u e g o : f a c i l i d a d c u a n t a s u p o n e el ser p a r a él u n a m i s m a cosa el q u e r e r
¿ a c a s o el a m a r la b u e n a v o l u n t a d y a p r e c i a r l a en c u a n t o q u e d a a l g o y el t e n e r lo q u e q u i e r e .
d i c h o , n o es t a m b i é n b u e n a v o l u n t a d ? Ev.—En v e r d a d te digo q u e a p e n a s p u e d o c o n t e n e r m e sin
Ev.—Sí, dices v e r d a d . g r i t a r de a l e g r í a al v e r q u e i m p e n s a d a m e n t e m e h a l l o a n t e u n
Ag.—Mas si j u z g a m o s d i c h o s o al h o m b r e de b u e n a v o l u n t a d , b i e n t a n g r a n d e y t a n fácil de c o n s e g u i r .
¿ n o d e b e m o s t e n e r p o r d e s d i c h a d o , v con r a z ó n , al q u e es de Ag.—Pues b i e n , este m i s m o gozo q u e e n g e n d r a l a conse-
voluntad contraria a ésta? c u c i ó n de u n b i e n t a n g r a n d e , c u a n d o e l e v a el a l m a suave, so-
Ev.—Y con m u c h í s i m a r a z ó n . s e g a d a y c o n s t a n t e m e n t e , es l o q u e c o n s t i t u y e l a v i d a bien-
Ag.—¿Qué r a z ó n h a y , p u e s , p a r a d u d a r de q u e , a u n n o a v e n t u r a d a , si es que tú n o p i e n s a s q u e el vivir d i c h o s a m e n t e
h a b i e n d o sido n u n c a s a b i o s , p o d a m o s v o l u n t a r i a m e n t e m e r e c e r c o n s i s t e en o t r a cosa distinta del goce d e los b i e n e s v e r d a d e r o s
vivir u n a v i d a l a u d a b l e y dichosa o v i t u p e r a b l e y d e s d i c h a d a ? y estables.
Ev.—Confieso q u e h e m o s l l e g a d o a esta c o n c l u s i ó n a t r a v é s Ev.—Pienso lo m i s m o q u e t ú .
de r a z o n a m i e n t o s ciertos e i n n e g a b l e s .
2 9 . Ag.—Veamos o t r a c o s a : creo r e c o r d a r á s c u á l d i j i m o s Ev.—Ita memini.
q u e e r a la b u e n a v o l u n t a d ; m e p a r e c e d i j i m o s q u e e r a a q u e l l a Aug.—Hanc igitur voluntatem, si bona itidem volúntate diligamus
atque amplectamur, rebusque ómnibus quas retiñere non quia volumus
en cuya v i r t u d d e s e a m o s vivir justa y h o n e s t a m e n t e . possumus, anteponamus; consequenter illae virtutes, ut ratio docuit, ani-
mum nostrum incolent, quas habere idipsum est recte honesteque vivere.
Ev.—Hoc utique sequitur. Ex quo conficitur ut quisquis recte honesteque vult vivere, si id se velle
Aug.—Nihil iam, quantum opinor, difficile tibi ut assentiaris relin- prae fugacibus bonis velit, a=sequatnr tantam rezn tanta facilitate, ut nihil
quitur, eam scilicet quae misera non est, beatam esse vitam. aliud ei quam ipsum velle sit habere quod voluit.
Ev.—Manifestissimum est. Ev.—Veré tibi dico, vix me contineo quin exclamem laetitia, repente
Aug.—Placet igitur beatum esse hominem dilectorem bonae volun- mihi oborto tam magno, et tam in facili constituto bono.
tatis suae, et prae illa contemnentem quodcumque aliud bonum dicitur, Aug.—Atqui hoc ipsum gaudium, quod huius boni adeptione gigni-
cuius amissio potest accidere etiam cum voluntas tenendi manet. tur, cum tranquille et quiete atque constanter erigit animum beata vita
Ev.—Quidni placeat, quo superiora quae conoessimus, necessario dicitur: nisi tu putas aliud esse beate vivere, quam veris bonis certisque
trahunt? gaudere.
Aug.—Bene intelligis: sed dic, quaeso, nonne bonam voluntatem suam Ev.—Ita sentio.
diligere, et tam magni aestimare, quam dictum est, etiam ipsa bona vo-
luntas est?
Ev.—Verum dicis.
Aug.—At si hunc beatum recte iudicamus, nonne recte miserum, qut
contrariae voluntatis est?
Ev.—Rectissime.
Aug.—Quid ergo causae est cur dubitandum putemus, etiamsi nun-
quam antea sapientes fuimus, volúntate nos tamen laudabilem et bea-
tam vitam, volúntate turpem ac miseram mereri ac degere.
Ev.—Fateor huc certis et minime negandis rebus esse perventum.
29. Aug.—Vide etiam aliud: nam credo te memoria tenere quam
dixerimus esse bonam voluntatem: opinor enim, ea dicta est qua recte
atque honeste vivere appetimus.
238 DEL LIBRE ALBEDRÍO I, 14. 30> í, 15, 31 DEL LIBRE ALBEDRÍO 239

lo que quieren, esto es, una vida bienaventurada, ya que a su


CAPITULO XIV vez no quieren lo que le es inseparable y sin lo cual nadie se
hace digno de ella y nadie la consigue, a saber, el vivir se-
¿ P O R QUÉ LLEGAN A SER FELICES TAN POCOS, SIENDO ASÍ QUE gún razón a .
TODOS LO DESEAN? Esto ha establecido con estabilidad inconmovible aquella
ley eterna, a cuya consideración es ya tiempo que volvamos,
30. Ag.—Perfectamente. Pero ¿crees tú que hay hombre a saber, que de parte de la voluntad esté el mérito, y que el
alguno que no quiera y no anhele ante todo vivir una vida feliz? premio y el castigo consistan en la bienaventuranza y en la
Ev.—¿Quién duda que todo hombre lo quiere? desventura. Así que, cuando decimos que los hombres son des-
Ag.—¿Por qué, pues, no lo consiguen todos? Hemos dicho, graciados por su propia voluntad, no queremos significar que
y hemos convenido en ello, que los hombres se hacen dignos de quieran ser desegraciados, sino que son de una voluntad tal,
una vida feliz por su voluntad, y que también por su voluntad que a ella sigue necesariamente la desgracia, aun sin quererla
se hacen acreedores a una vida miserable, y tan eficazmente, ellos. Por tanto, al afirmar que todos los hombres desean ser
que en uno y otro caso reciben su merecido. Mas se presenta dichosos, y que, a pesar de esto, no todos lo son, no estable-
ahora no sé qué contradicción, que, si no la examinamos y des- cemos contradicción alguna con lo arriba dicho; porque, sien-
hacemos minuciosamente, podría dar al traste con nuestras do verdad estos dos extremos, lo es también que no todos quie-
conclusiones anteriores, tan escrupulosa y firmemente estable- ren vivir rectamente, y que a sola esta voluntad de vivir según
cidas. ¿Cómo se explica que los que viven una vida miserable la razón, y no a otra, es a la que se debe la vida bienaventura-
lo hagan por su propia voluntad, siendo así que nadie quiere da, si es que tú no tienes algo que decir en contra de todo esto.
vivir miserablemente? ¿O cómo se explica que por su propia
voluntad consiga el hombre vivir una vida feliz, siendo así que Ev.—No tengo absolutamente nada que oponer.
hay muchos miserables, a pesar de que todos desean ser felices?
Acaso sucederá así porque una cosa es querer vivir bien CAPITULO XV
o mal, y otra muy distinta es merecer algo en virtud de la
buena o mala voluntad. En efecto, los que son dichosos—y EXTENSIÓN Y VALOR DE LA LEY ETERNA Y DE LA LEY TEMPORAL
para serlo es preciso que sean también buenos—no lo son pre-
cisamente porque han querido vivir una vida dichosa, pues esto 31. Pero veamos ya cómo estas consideraciones se rela-
lo quieren también los malos, sino porque han querido vivir cionan con aquella cuestión de las dos leyes.
bien o rectamente, cosa que no quieren los malos. Por lo cual Ag.- -Sea. Pero dime antes a ver si el que ama el vivir rec-
no es de extrañar que los hombres desventurados no alcancen volunt, id est, beatam vitam. Illud enim cui comes est, et sine quo ea
nemo dignus est, nemoque assequitur, recte scilicet vivere, non itidem
volunt.
CAPUT XIV Hoc enim aeterna lex illa, ad cuius considerationem rediré iam tem-
pus est, incommutabili stabilitate firmavit, ut in volúntate meritum sit;
CuR ERCO PAUCI BEATI EVADANT, CUM OMNES BEATI ESSE VELINT
in beatitate autem et miseria praemium atque supplicium. Itaque cum
30. Aug.—Recte: sed censesne quemquam hominum non ómnibus dicimus volúntate homines esse miseros, non ideo dicimus, quod miseri
modis velle atque optare vitam beatam? esse velint, sed quod in ea volúntate sunt, quam etiam eis invitis miseria
Ev.—Quis dubitat omnem hominem velle? sequatur necesse est. Quare non repugnat superiori rationi, quod volunt
Aug.—Cur igitur eam non adipiscuntur omnes? Dixeramus enim at- omnes beati esse, nec possunt: non enim volunt omnes recte vivere, cui
que convenerat Ínter nos, volúntate illam mereri nomines, volúntate etiam uní voluntad vita beata debetur:
miseram, et sic mereri ut accipiant: nunc vero existit nescio quae re- Nisi quid habes adversus haec dicere.
pugnantia, et nisi düigenter dispiciamus, perturbare nititur superiorem Ev.—Ego vero nihil.
tam evigilatam firmamque ratienem. Quomodo enim volúntate quisque
miseram vitam patitur, cum omnino nemo velit misere vivere? Aut quo-
CAPUT XV
modo volúntate beatam vitam consequitur homo, cum tam multi miseri
sint, et beati omnes esse velint? LEX AETERNA, LEX TEMPORALIS IN QUOS ET QUANTUM VALEAT
An eo evenit, quod aliud est velle bene aut male, aliud mereri ali-
quid per bonam vel malam voluntatem? Nam illi qui beati sunt, quos 31. Sed videamus iam quomodo haec ad propositam illam quaestio-
etiam bonos esse oportet, non propterea sunt beati, quia beate vivere nem de duabus legibus referantur.
voluerunt; nam hoc volunt etiam mali: sed quia recte, quod mali nolunt. Aug.—Fiat: sed dic mihi prius, utrum qui recte vivere diligit, eoque
Quamobrem nihil mirum est quod miseri homines non adipiscuntur quod! a Retract. c.9 n.3.
" " BEL LIBRE ALBEDRÍO 1, 15. 31
I. 15.32 I)KL LIBRE ALBEDRÍO 241
lamente, y en ello se complace tanto, que constituya para él
no sólo el bien verdadero, sino también el verdadero placer Mrrnas y otros las temporales, y que, según antes hemos visto,
y la verdadera alegría, ama y aprecia sobre todas las cosas esta existen dos leyes, una eterna y temporal otra, dime—si tienes
ley, en virtud de la cual ve que la vida bienaventurada se da idea de la justicia—, ¿cuáles de éstos piensas tú que han de ser
como premio a la buena voluntad y la miserable a la mala. Hijetos de la ley eterna y cuáles de la ley temporal?
Ev.—La ama sobre todas las cosas y con vehemencia, y por- Ev.—Me parece que no es difícil contestar a lo que pregun-
que la ama y la sigue con fidelidad, por eso vive rectamente. tas, pues aquellos a quienes el amor de las cosas eternas hace
Ag.—Y al amarla de este modo, ¿ama algo que es mudable felices, viven, a mi modo de ver, según los dictados de la ley
y temporal o algo que es estable y sempiterno? eterna, mientras que los infelices viven sometidos al yugo de
Ev.—Algo que es, indudablemente, eterno e inconmutable. la ley temporal.
Ag.—Y ¿qué dices de los que, perseverando en su mala Ag.—Dices bien, a condición, sin embargo, de que tengas
voluntad, desean, no obstante, ser dichosos? ¿Pueden amar por inconcuso lo que la razón nos ha demostrado ya eviden-
esta ley, según la cual la desdicha es su justa herencia? temente, a saber, que los que viven según la ley temporal no
Ev.—Creo que de ningún modo. pueden, sin embargo, quedar libres de la lev eterna, de la cual,
Ag.—¿No aman ninguna otra cosa? como dijimos, procede todo lo que es justo y todo lo que justa-
Ev.—Al contrario, muchas, todas aquellas en cuya conse- mente se modifica. En cuanto a los que por su buena voluntad
cución y retención persiste la mala voluntad. viven sumisos a la ley eterna, es claro, y me parece que tú lo
Ag.—Supongo que te refieres a las riquezas, a los honores, ves suficientemente, que no necesitan ley temporal alguna.
a los placeres, a la hermosura del cuerpo y a todas las demás Ev.—Entiendo lo que dices.
cosas que pueden no conseguir, aunque quieran, y que pueden 32. Ag.—¿Manda, por consiguiente, la ley eterna que
perder contra su voluntad. apartemos nuestro amor de las cosas temporales y lo convirta-
Ev.—A éstas precisamente me refiero. mos purificado a las eternas?
Ag.—¿Te parece que serán eternas estas cosas, viendo, como Ev.—Lo manda.
ves, que están sujetas a la volubilidad del tiempo? Ag.—¿Y qué piensas que manda la ley temporal, sino que,
Ev.—¿A quién, por insensato que sea, le puede parecer cuando los hombres desean poseer estas cosas, que temporal-
esto? mente podemos llamar nuestras, de tal modo las posean que
Ag.—Y siendo evidente que unos hombres aman las cosas conserven la paz y sociedad o convivencia humana tan perfec-
tamente como es posible tratándose de esta clase de bienes?
ita delectatur, ut non solum ei rectum sit, sed etiam dulce atque iucun- Estos son, en primer lugar, el cuerpo v los que se llaman
dum, amet hanc legem habeatque charissímam, qua videt tributan! esse bienes del cuerpo, como una salud perfecta, la agudeza de los
bonae voluntati beatam vitam, malae miseram?
Ev.—Amat omnino ac vehementer: nam istam ipsam sequens ita
aeternarum, alios temporalium, cumque duas leges esse convenerit, imam
vivit.
Aug.—Quid? cum hanc amat, mutabile aliquid amat ac temporale, aeternam, aliam temporalem; si quid aequitatis sapis, quos istorum iudi-
an stabile ac sempiternum? cas aeternae legi quos temporali esse subdendos?
Ev.—Aeternum sane atque incommutabile. Ev.—Puto in promptu esse quod quaeris: nam beatos illos ob amo-
Aug.—Quid illi qui in mala volúntate perseverantes, nihilominus beati rem ipsorum aeternorum sub aeterna lege agere existimo; miseris vero
esse cupiunt? possuntne amare istam legem, qua talibu= hominibus mi- temporalis imponitur.
seria mérito rependitur? Aug.—Recte iudicas, dummodo illud inconcussum teneas, quod aper-
Ev.—Nullo modo, arbitror. tissime iam ratio demonstravit, eos qui temporali legi serviunt, non esse
Aug.—Nihilne amant aliud? posse ab aeterna liberes; unde omnia quae iusta sunt. iusteque varian-
lur, exprimí diximus: eos vero qui legi aeternae per bonam voluntatem
Ev.—Imo plurima; ea scilicet in quibus adipiscendis vel retinendis
haerent, temporalis legis non indigere, satis, ut apparet, intelligis.
mala voluntas illa persistit.
Aug.—Opinor te dicere divitias, honores, voluntates, et pulchritudi- Ev.—Teneo quod dicis.
nem corporis, caeteraque omnia quae possunt et volentes non adipisci^ 32. Aug.—Iubet igitur aeterna lex avertere amorem a temporalibus,
et amittere inviti. et eum mundatum convertere ad aeterna.
Ev.—Ista ipsa sunt. Ev.—Iubet vero.
Aug.—Num haec aeterna esse censes, cum temporis volubilitati vi- Aug.—Quid deinde censes temporalem iubere, nisi ut haec quae ad
deas obnoxia? tempus nostra dici possunt, quando eis homines cupiditate inhaerent, eo
Ev.—Quis hoc vel dementissimus senserit? iure possideant, quo pax et societas humana servetur, quanta in his re-
Aug.—Cum igitur manifestum sit alios esse nomines amatores rerum bus servari potest?
Ea sunt autem: primo, hoc corpus, et eius quae vocantur bona, ut
242 DLL LIBRK ALBEDRIO 1,15, 32 I. 15,33 DEL LIBRE ALBEDRÍO 243
sentidos, la fuerza, la hermosura y otras cualidades, de la* orden causado, cuando injustamente se quitan a los demás.
que unas son necesarias para las artes liberales y, por tanto, Kíjate ahora a ver si hemos llegado ya a la que considerabas
más apreciables, y otras que tienen un fin menos noble. En i'uestión interminable. Nos habíamos propuesto investigar si la
segundo término, la libertad, si bien no hay más libertad ver- ley penal, por la que se gobiernan los pueblos y naciones de
dadera que la de los bienaventurados y la de los que siguen la tierra, tiene derecho a castigar y hasta qué punto.
la ley eterna. Pero bien entendido que no hablo sino de aque- Ev.—Sí; veo que ya hemos llegado.
lla libertad por la que se creen libres los que no sirven a otros 33. Ag.—¿Ves también, como consecuencia, que no exis-
hombres y la que apetecen los siervos, que desean ser manu- liría la pena que a los hombres se les causa, ora cuando injus-
mitidos por sus señores. En tercer lugar, los padres, los her- lamente se les priva de sus bienes, ora cuando se les aplica
manos, los hijos, los deudos, los afines, los familiares y todos como justo castigo, si no amasen estas cosas que pueden serles
los que están unidos a nosotros por algún parentesco. Después arrebatadas en contra de su voluntad ?
nuestra misma patria, a la que solemos considerar como a una
Ev.—También esto lo veo.
verdadera madre; los honores y las alabanzas y todo lo que
Ag.—Ahora bien, siendo así que unos hacen buen uso de
llamamos gloria popular. Y, finalmente, el dinero, nombre que
damos a todas aquellas cosas de las cuales somos dueños legí- las mismas cosas de las que otros abusan; y que el hombre
timos, y de las que nos parece que podemos disponer en con- que de ellas abusa, de tal modo las ama y se da a ellas, que
cepto de venta o donación. llega a convertirse en esclavo de aquello mismo de que de-
bería ser dueño v señor, y que mira como un bien para sí
Sería difícil y largo de explicar cómo la ley humana dis- las cosas para las cuales debería ser él un bien por su justa
tribuye estos bienes, dando a cada uno lo suyo, y evidente- reglamentación y buen uso; y, por el contrario, que el hom-
mente innecesario para el fin que nos hemos propuesto. Bás- bre que usa bien de ellas, demuestra que ciertamente son
tenos saber, por tanto, que la potestad vindicativa de esta ley un bien las cosas temporales, mas no para él, ya que no son
no se extiende más que a poder privar de todos o parte de ellas las que le hacen a él bueno ni mejor, sino él a ellas,
estos bienes a aquel a quien castiga. Reprime, pues, por el y que, en consecuencia, no se adhiere a ellas por amor, ni
miedo, y por el miedo inclina y doblega el ánimo de los mi- las considera como parte de su alma, lo que se verifica tam-
serables, para quienes fué dada, a hacer lo que les manda o bién mediante el amor, a fin de que, cuando comienzan a
prohibe, porque, temiendo perder estos bienes, usan de ellos faltarle o desvanecerse, no le cause pena su pérdida ni le
según ciertas normas, que son necesarias para constituir y man- manche su corrupción, sino que está muy por encima de ellas
tener la sociedad, que es posible constituir y mantener con v dispuesto a poseerlas y administrarlas, cuando fuere nece-
semejantes hombres. Pero es de advertir que esta ley no cas- sario, y más dispuesto a perderlas y a no tenerlas; siendo todo
tiga el pecado que se comete amando estos bienes, sino el des-
esto así, como digo, ¿crees tú por ventura que se debe con-
integra valetudo, acumen sensuum, vires, pulchritudo, et si qua sunt
caetera, partim necessaria bonis artibus, et ideo pluris pensanda, partim
autem ulciscitur peccatum cum amantur ista, sed cum alus per impro-
viliora. Deinde libertas, quae quidem nulla vera est, nisi beatorum, et bitatem auferuntur. Quamobrem vide utrum iam perventum sit ad id
legi aeternae adhaerentium: sed eam nunc libertatem commemoro, qua quod infinitum putabas. Institueramus enim quaerere, quatenus habeat
se liberos putant qui dóminos homines non habent, et quam desiderant ius ulciscendi ea lex qua populi terreni civitatesque gubernantur.
ii qui a dominis hominibus manumitti volunt. Deinde parentes, fratres, Ev.—Video perventum.
coniux, liberi, propinqui, affines, familiares, et quicumque nobis aliqua 33. Aug.—Vides ergo etiam illud, quod poena non esset, sive quae
necessitudine adiuncti sunt. Ipsa denique civitas, quae parentis loco ha- per iniuriam, sive quae per talem vindictam infertur hominibus, si eas
bed solet; honores etiam et laudes, et ea quae dicitur gloria popularis. res quae invito auferri possunt non amarent?
Ad extremum pecunia, quo uno nomine continentur omnia quorum iure Ev.—Id quoque video.
domini sumus, et quorum vendendorum aut donandorum habere potesta- Aug.—Cum igitur eisdem rebus alius male, alius bene utatur; et is
tem videmur. quidem qui male, amore his inhaereat atque implicetur, scilicet subdi-
Horum omnium quemadmodum lex illa sua cuique distribuat, diffi- lus eis rebus quas ei subditas esse oportebat, et ea bona sibi constituens,
cile et longum est explicare, et plañe ad id quod proposuimus non quibus ordinandis beneque tractandis ipse esse utique deberet bonum:
necessarium. Satis est enim videre non ultra porrigi huius legis potesta- ille autem qui recte his utitur, ostendat quidem bona esse, sed non sibi;
tem in vindicando, quam ut haec vel aliquid horum adimat atque aufe- non enim eum bonum melioremve faciunt, sed ab eo potius fiunt: et
rat ei quem punit. Metu coercet ergo, et ad id quod vult, torquet ac ideo non eis amore agglutinetur, ñeque velut membra sui animi faciat,
retorquet miserorum ánimos, quibus regendis accommodata est. Dum quod fit amando, ne cum resecari coeperint, cum cruciatu ac tabe foe-
enim haec amittere timent, tenent in his utendis quemdam modum aptum dent; sed eis totus superferatur, et habere illa atque regere, cum opus
vinculo civitatis, qualis ex huiuscemodi hominibus constituí potest. Non est paratus, et amittere ac non habere paratior: cum ergo haec ita sint,
244 DEL LIBRE ALBEDRIO I, 16. 34 I. 16,35 DI.L LIBRE ALBEDRIO 245

d e n a r la p l a t a y el o r o p o r c a u s a de l o s a v a r o s , los m a n j a r e s d i s q u i s i c i ó n , y v e a m o s si q u e d a ya r e s u e l t a , p u e s n o s h a b í a -
p o r c a u s a de los g l o t o n e s , el v i n o p o r c a u s a d e los q u e con mos p r o p u e s t o i n v e s t i g a r en q u é consistía el o b r a r m a l , y a
f r e c u e n c i a se e m b r i a g a n , la h e r m o s u r a d e l a s m u j e r e s p o r p r o p ó s i t o de esto h e m o s d i c h o c u a n t o h a s t a el p r e s e n t e d e j a m o s
c a u s a de los h o m b r e s p e r d i d o s y a d ú l t e r o s , y así t o d a s l a s d i c h o . P o r lo cual c o n v i e n e a h o r a a d v e r t i r y c o n s i d e r a r si el
d e m á s cosas, s o b r e t o d o v i e n d o , c o m o v e m o s , q u e el m é d i c o o b r a r el m a l n o consiste en o t r a cosa q u e en d e s p r e c i a r los
h a c e b u e n uso del fuego y u n e n v e n e n a d o r a b u s a c r i m i n a l - bienes eternos, de los c u a l e s goza la m e n t e p o r sí m i s m a y p o r
m e n t e del p a n ? •ií m i s m a p e r c i b e , y q u e n o p u e d e p e r d e r , con t a l de q u e los
Ev.—Es m u c h í s i m a v e r d a d q u e n o son l a s cosas m i s m a s a m e , y en p r o c u r a r , p o r el c o n t r a r i o , c o m o cosa g r a n d e y ad-
l a s q u e h a n de ser c o n d e n a d a s , sino l o s h o m b r e s q u e a b u s a n m i r a b l e , los b i e n e s t e m p o r a l e s , q u e se gozan p o r el c u e r p o ,
de ellas. parte v i l í s i m a del h o m b r e , y q u e n u n c a p o d e m o s t e n e r c o m o
s e g u r o s . A mí m e p a r e c e q u e t o d a s las m a l a s a c c i o n e s , es
CAPITULO XVI decir, t o d o s los p e c a d o s , p u e d e n r e d u c i r s e a esta sola cate-
g o r í a . M a s c u á l sea tu o p i n i ó n , es lo q u e e s p e r o s a b e r a h o r a
E P Í L O G O DE I.OS CAPÍTULOS ANTERIORES
de ti.
3 4 . Ag.—Muy b i e n . P u e s t o q u e , s e g ú n yo creo, h e m o s 3 5 . Ev.—Es c o m o tú dices, y estoy c o n f o r m e en q u e t o d o s
c o m e n z a d o ya a c o m p r e n d e r c u á l sea el v a l o r de la ley eter- los p e c a d o s se r e d u c e n a esta c a t e g o r í a , p o r q u e , en efecto, el
n a , y p u e s t o q u e ya h e m o s visto t a m b i é n h a s t a d ó n d e p u e - h o m b r e se a p a r t a de l a s cosas d i v i n a s y v e r d a d e r a m e n t e per-
d e l l e g a r en la i m p o s i c i ó n de castigos la ley t e m p o r a l , y manentes, p a r a entregarse a las m u d a b l e s e inciertas, pues
d i s t i n g u i d o suficiente y c l a r a m e n t e d o s g é n e r o s de cosas, eter- n o o b s t a n t e h a l l a r s e éstas p e r f e c t a m e n t e j e r a r q u i z a d a s y cons-
n a s u n a s y t e m p o r a l e s o t r a s , e i g u a l m e n t e dos s u e r t e s de h o m - t i t u i r u n o r d e n t í p i c o de b e l l e z a , es, sin e m b a r g o , p r o p i o de
b r e s , u n o s q u e siguen y a m a n l a s e t e r n a s y o t r o s q u e s i g u e n u n á n i m o p e r v e r s o y d e s o r d e n a d o el h a c e r s e e s c l a v o , p o r con-
y aman las temporales; y habiendo hecho constar, además, s e g u i r l o s , de a q u e l l o s b i e n e s s o b r e los q u e le c o n s t i t u y ó a él
q u e de la v o l u n t a d de c a d a u n o d e p e n d e e l e g i r lo q u e le p l a z c a el o r d e n y j u s t i c i a d i v i n a , a fin de q u e los a d m i n i s t r a r a según
s e g u i r y o b r a r , y q u e n a d a n i n a d i e , si n o es l a v o l u n t a d , p u e - su b e n e p l á c i t o . Y al m i s m o t i e m p o m e p a r e c e ver ya r e s u e l t a
d e d e r r o c a r a l a m e n t e del t r o n o de su r e i n o y a p a r t a r l a del y e s c l a r e c i d a la cuestión del o r i g e n del m a l , q u e nos h a b í a -
c a m i n o del o r d e n ; y, en fin, h a b i e n d o m a n i f e s t a d o t a m b i é n m o s p r o p u e s t o d i l u c i d a r d e s p u é s de ésta, a s a b e r , en q u é con-
q u e n o se d e b e c u l p a r a l a s c r i a t u r a s del m a l u s o q u e de e l l a s siste el o b r a r m a l ; p u e s , si n o m e e n g a ñ o , tiene su o r i g e n ,
h a c e n los h o m b r e s , s i n o a l m i s m o q u e d e e l l a s a b u s a , volva- s e g ú n l a s r a z o n e s a d u c i d a s , en el l i b r e a l b e d r í o de la v o l u n t a d .
m o s , si te p a r e c e , a l a c u e s t i ó n p r o p u e s t a al p r i n c i p i o de esta P e r o q u i s i e r a m e d i j e r a s si el m i s m o l i b r e a l b e d r í o , del q u e
Tium aut argentum et aurum propter avaros accusandum putas, aut cibos
propter voraces, aut vinum propter ebriosos, aut muliebres formas prop deamus utrum soluta sit; nam quaerere institueramus quid sit male
ter scortatores et adúlteros, atque hoc modo caetera, cum praesertim faceré, et propter hoc omnia quae dicta sunt, diximus. Quocirca licet
videas et igne bene uti medicum, et pane scelerate veneficum? nunc animadvertere et considerare, utrum sit aliud male faceré, quam
Ev.—Verissimum est, non res ipsas, sed nomines qui eis male utun neglectis rebus aeternis, quibus per seipsam mens fruitur, et per seip-
tur esse culpandos. sam percipit, et quas amans amittere non potest, temporalia et quae per
corpus hominis partem vilissimam sentiuntur, et nunquam esse certa
possunt, quasi magna et miranda sectari. Nam hoc uno genere omnia
CAPUT XVI malefacta, id est peccata, mihi videntur includi. Tibi autem quid videa-
EPILOCUS THACTAE QUAESTIOMS tur, exspecto cognoscere.
35. Ev.—Est ita ut dicis, et assentior, omnia peccata hoc uno ge-
34. Aug.—Recte: sed quoniam et quid valeat aeterna lex. ut opi- nere contineri, cum quisque avertitur a divinis vereque manentibus, et
nor, videre iam coepimus, et quantum lex temporalis in vindicando pro- ad mutabilia atque incerta convertitur. Quae quanquam in ordine suo
gredi possit, inventum est; et rerum dúo genera, aeternarum et tempo- recte locata sint, et suam quamdam pulchritudinem peragant; perversi
ralium, duoque rursus hominum, aliorum aeternas, aliorum temporales tamen animi est et inordinati, eis sequendis subiici, quibus ad nutum
sequentium et diligentium, satis aperteque distincta sunt: quid autem suum ducendis potius divino ordine ac iure praelatus est. Et illud simul
quisque sectandum et amplectendum eligat, in volúntate esse positum mihi videre iam videor absolutum atque compertum, quod post illam
constitit: nullaque re de arce dominandi, rectoque ordine mentem de- quaestionem, quid sit male faceré, deinceps quaerere institueramus, unde
poni, nisi volúntate: et est manifestum, non rem ullam, cum ea quisque male faciamus. Nisi enim fallor, ut ratio tractata monstravit, id facimus
male utitur, sed ipsum male utentem esse arguendum: referamus nos,
ex libero voluntatis arbitrio. Sed quaero utrum ipsum liberum arbitrium,
si placet, ad quaestionem in exordio huius sermonis propositan!, et vi-
246 DEL LIBRE ALBEDRIO 1,16,35
estamos convencidos que trae su origen el poder pecar, ha
podido sernos dado por aquel que nos hizo. Porque parece in-
dudable que jamás hubiéramos pecado si no lo tuviéramos, y
es de temer que por esta razón pueda ser Dios considerado LIBRO II
como el verdadero autor de nuestros pecados.
Ag.—No temas nada por esto; pero a fin de tratar esta
cuestión más detenidamente, es preciso dejarla para otra vez, CAPITULO I
pues pide ya punto final esta nuestra primera disertación, con
la que quisiera tuvieras por cierto que hemos llegado a pulsar l'OR QUÉ NOS HA DADO DlOS LA LIBERTAD, CAUSA DEL PECADO
a las puertas de grandes y profundos misterios. Cuando, te-
niendo a Dios por guía, comencemos a penetrar en ellos, ve- ] . Ev.—Explícame ya, si es posible, por qué ha dado Dios
rás sin duda qué gran diferencia existe entre esta disquisición al hombre el libre albedrío de la voluntad puesto que de no
y las que siguen, y cuánto la aventajan, no sólo en la saga- habérselo dado, ciertamente no hubiera podido pecar.
cidad de investigación, sino también en la sublimidad de las Ag.—¿Tienes ya por cierto y averiguado que Dios ha dado
cosas y la espléndida luz de la verdad. Que la piedad sea al hombre una cosa que, según tú, no debía haberle dado?
nuestra única compañera, a fin de que la divina Providencia Ev.—Por lo que me parece haber entendido en el libro an-
nos permita continuar y terminar felizmente la carrera que terior, es evidente que gozamos del libre albedrío de la volun-
hemos comenzado. tad y que, además, él es el único origen de nuestros pecados.
Ev.—Cedo a tu voluntad y a ella uno gustosísimo la mía Ag.—También yo recuerdo que llegamos a esta conclusión
con rendimiento de juicio y de deseo. sin género de duda. Pero ahora te he preguntado si sabes que
Dios nos ha dado el libre albedrío de que gozamos, y del que
quo peccandi facultatem habere convincimur, oportuerit nobis dari ab eo es evidente que trae su origen el pecado.
qui nos fecit. Videmur enim non fuisse peccaturi, si isto careremus; et Ev.—Pienso que nadie sino El, porque de El procedemos,
metuendum est ne hoc modo Deus etiam malefactorum nostrorum auctor y ya sea que pequemos, ya sea que obremos bien, de El me-
existemetur. recemos el castigo y el premio.
Aug.—Nullo modo istuc timueris: sed ut diligentius requiratur, aliud
tempus sumendum est. Nam haec sermocinatio modum terminumque iam Ag.—También deseo saber si comprendes bien esto último,
desiderat; qua velim credas magnarum abditarumque rerum inquiren- o es que lo crees de buen grado, fundado en el argumento de
darum quasi fores esse pulsatas. In quarum penetralia cum Deo duce autoridad, aunque de hecho no lo entiendas.
venire coeperimus, iudicabis profecto quantum Ínter hanc disputationem,
et eas quae sequuntur inteisit, quantumque illae praestent, non modo
investigationis sagacitate, sed etiam maiestate rerum, et clarissima luce
veritatis: pietas tantum adsit, ut nos divina providentia cursum quem LÍBER II
instituimus, tenere et perficere permittat.
Ev.—Cedo voluntati tuae, et ei meam iudicio et voto libentissimo
adiungo. CAPUT l
LIBERTAS QUA PECCATUR, CUR A DEO DATA

1. Ev.—Iam, si fieri potest, explica mihi quare dederit Deus homini


liberum voluntatis arbitrium: quod utique si non accepisset, peccare non
posset.
Aug.—Iam enim certum tibi atque cognitum e»t, Deum dedisse ho-
mini hoc, quod dari debuisse non putas?
Ev.—Quantum in superiori libro intelligere mihi visus sum, et habe-
mus liberum voluntatis arbitrium, et non nisi eo peccamus.
Aug.—Ego quoque memini iam nobis id factum esse perspicuum. Sed
nunc interrogavi utrum hoc quod nos habere, et quo nos peccare mani-
festum est, Deum nobis dedisse scias.
Ev.—Nullum alium puto. Ab ipso enim sumus; et sive peccantes,
sive recte agentes, ab illo poenam meremur aut praemium.
Aug.—Hoc quoque utrum liquido noveris, an auctoritate commotus
libenter etiam incognitum credas, cupio scire.
316 DEL LIBRE ALBEDRÍ0 11.20. 54 II. 20, 54 mi i IIIIII AIBEDRÍO 317

convierte h a c i a sí p r o p i a , o a u n b i e n e x t e r i o r o inferior, p e c a . se m u e v e , y osle m o v i m i e n t o es m a l o , a p e s a r de que la vo-


Se convierte h a c i a sí m i s m a , como a b i e n p r o p i o , c u a n d o q u i e - l u n t a d debe c o n s i d e r a r s e como u n b i e n , ya q u e sin e l l a n a d i e
re ser d u e ñ a de sí m i s m a ; conviértese h a c i a los b i e n e s exte- p u e d e vivir r e c i a m e n t e . Si este m o v i m i e n t o , es decir, el a c t o
r i o r e s , c u a n d o q u i e r e a p r o p i a r s e los b i e n e s de o t r o o c u a l q u i e r a de apartar.se la v o l u n t a d de su D i o s y S e ñ o r , es, sin d u d a
cosa q u e n o le p e r t e n e c e : y a los inferiores, c u a n d o a m a los a l g u n a , pecado, ¿ p o d e m o s acaso decir q u e es D i o s el a u t o r del
p l a c e r e s del c u e r p o . Y de esta s u e r t e el h o m b r e s o b e r b i o , cu- p e c a d o ? N o , y en este caso n o p r o c e d e r í a de D i o s este movi-
r i o s o y lascivo e n t i a en o t r a v i d a , q u e , c o m p a r a d a con la vida miento. ¿De dónde, pues, procede?
s u p e r i o r , m á s b i e n se ha de l l a m a r m u e r t e que v i d a , a la cual Si al h a c e r m e esta p r e g u n t a te r e s p o n d i e r a q u e n o lo sé,
rige y g o b i e r n a , n o o b s t a n t e , la p r o v i d e n c i a de D i o s , q u e p o n e q u i z á se a p o d e r a r a de ti u n a m a y o r tristeza, y, n o o b s t a n t e ,
las cosas en el l u g a r q u e les c o r r e s p o n d e v d i s t r i b u y e a cada le d i r í a la v e r d a d , p o r q u e n a d i e p u e d e s a b e r lo que no es
u n o s e g ú n sus m é r i t o s . n a d a , lo q u e n o tiene ser. T ú c o n t é n t a t e p o r a h o r a con c r e e r
Así r e s u l t a q u e n i a u n a q u e l l o s b i e n e s que a n h e l a n lo-- pe- r e l i g i o s a y firmemente q u e no h a y b i e n a l g u n o q u e p e r c i b a s
c a d o r e s son en m a n e r a a l g u n a m a l e s , n i lo es t a m p o c o la vo- p o r los sentidos o p o r la i n t e l i g e n c i a , o v e n g a de a l g ú n m o d o
l u n t a d l i b r e del h o m b r e , q u e h e m o s r e c o n o c i d o q u e debe cla- a tu p e n s a m i e n t o , q u e n o p r o c e d a de D i o s . N o d u d e s en a t r i -
sificarse en la c a t e g o r í a de los b i e n e s i n t e r m e d i o s , sino q u e el b u i r a D i o s c u a l q u i e r a cosa en la que a d v i e r t a s q u e h a y me-
m a l consisle en su a v e r s i ó n del b i e n i n c o n m u t a b l e y en su con- d i d a , n ú m e r o y o r d e n . Y a l l í de d o n d e s u b s t r a j e r e s estas t r e s
versión a los b i e n e s m u d a b l e s : y a esta a v e r s i ó n y c o n v e r s i ó n ,
p e r f e c c i o n e s n o q u e d a a b s o l u t a m e n t e n a d a ; p o r q u e , a u n q u e al
c o m o q u e n o es o b l i g a d a , sino v o l u n t a r i a , sigue de cerca l a
p a r e c e r q u e d a r a c o m o cierto p r i n c i p i o o c o n a t o de a l g u n a for-
d i g n a y justa p e n a de la m i s e r i a .
m a , sin e m b a r g o , c o m o la m e d i d a , el n ú m e r o y el o r d e n es l o
q u e da perfección a la f o r m a , sigúese que d o n d e n o h a y ni
CAPITULO XX m e d i d a , ni n ú m e r o , ni o r d e n , n o h a b r á t a m p o c o n i el m á s ru-
EL M O V I M I E N T O P O R E L Q U E LA V O L U N T A D S E A P A R T A D E L BIEN
d i m e n t a r i o vestigio de f o r m a q u e , a m o d o d e m a t e r i a , p a r e z c a
I N C O N M U T A B L E NO T I E N E S U ORIGEN EN DLOS a b a n d o n a r s e en m a n o s del artífice p a r a r e c i b i r de e l l a s la per-
fección c o r r e s p o n d i e n t e . Si la perfección de la f o r m a es u n
54. T ú q u i z á m e vas a p r e g u n t a r a v e r de d ó n d e le v i e n e b i e n , lo es t a m b i é n la m i s m a i n c o a c i ó n de la f o r m a . Así q u e ,
a la v o l u n t a d el m o v i m i e n t o p o r el q u e se a p a r t a del b i e n in- si se p r e s c i n d e en a b s o l u t o de t o d o b i e n , n o q u e d a a l g o de
c o n m u t a b l e y se u n e al m u d a b l e , p u e s en este caso la v o l u n t a d a l g o , sino que n o q u e d a a b s o l u t a m e n t e n a d a de n a d a . T o d o
bonura. Voluntas autem aversa ab incommutabili et coramuni bono, et b i e n p r o c e d e de D i o s ; n o h a y , p o r t a n t o , ser a l g u n o q u e n o
conversa ad proprium bonum, aut ad exterius, aut ad inferius, peccat. p r o c e d a de D i o s . C o n s i d e r a a h o r a de d ó n d e p u e d e p r o c e d e r
Ad proprium convertitur, cum suae potestatis vult esse; ad exterius, a q u e l m o v i m i e n t o de a v e r s i ó n , q u e d e c i m o s q u e es u n pe-
cum aliorum propria, vel quaecumque ad se non pertinent, cognoscere te vivi potest, in bonis numeranda sit. Si enim motus i=te, id est aversio
studet; ad inferius, cum voluptatem corporis diligit: atque ita homo su- voluntatis a Domino Deo, -áne dubitatione peccatum est, num possumus
perbus, et curiosus, et lascivus effectus, excipitur ab alia vita»quae in
comparatione superioris vitae mors est; quae tamen regitur administra- auctoiem peccati Deum dicere? Non erit ergo iste motus ex Deo. Unde
tione divinae providentiae, quae congruis sedibus ordinat omnia. et pro igitur erit?
meritis sua ouique distribuit.
Tta quaerenti tibi, si respondeam nescire me, fortasse eiis tiistioi;
Ita fit ut ñeque illa bona quae a peccantibus appetuntur, ullo modo- sed tamen vera responderim. Sciri enim non potest quod nihil est. Tu
mala sint, ñeque ipsa voluntas libera, quam in bonis quibusdam mediis tantum pietatem inconcussam teñe, ut nullum tibi bonum vel sentienti,
numerandam esse comperimus: sed malum sit aversio eius ab incommu- vel ¡ntelligenti, vel quoquo modo cogitanti occiuiat quod non sit ex
tabili bono, et conversio ad mutabilia bona: quae tamen aversio atque Deo. Ita enim milla natura oceurrit quae non sit ex Deo. Omnem quippe
conversio. quoniam non cogitur, sed est voluntaria, digna et iusta eam> rem ubi mensuram et numerum et ordinem videris, Deo artifici tribuere
miseriae poena subsequitur. ne cuncteris. Unde autem ista penitus detraxeris, nihil omnino remane-
bit: quia etsi remanserit aliqua formae alicuius ¡nchoatio, ubi ñeque
CAPUT XX mensuiam ñeque numerum ñeque ordinem invenías, quia ubicumque ista
sunt, foima perfecta est; oportet auferas etiam ipsam inchoationem for-
Ex DEO NON EST MOTUS ILLE, QUO VOLUNTAS AB INCOMMUTABILI mae, quae tanquam materies ad perficiendum subiacere videtur artifici.
BONO AVERTITOR Si enim formae perfeotio bonum est, nonnullum iam bonum est et for-
54. Sed tu fortasse quaesiturus es, quoniam movetur voluntas cum se mae inchoatio. Ita detracto penitus omni bono, non quidem nonnihil, sed
avertit ab incommutabili bono ad mutabile bonum, unde ei iste motus exi- omnino nihil remanebit Omne autem bonum ex Deo: milla ergo natura
stat: qui profecto malus est, tametsi voluntas libera, quia sine illa nec rec- est quae non sit ex Deo. Motus ergo ille aversionis, quod fatemur esse
.318 DEL LIRRE ALBEDRIO II, 20, 54

cado, por ser un movimiento defectuoso—todo defecto procede


de la nada—, y no dudes que no procede de Dios.
Defecto, sin embargo, que, por ser voluntario, es potes-
tativo nuestro. Si lo temes, preciso es que no lo quieras, y si
no lo quieres, no se dará. ¿Qué mayor seguridad para nosotros
que vivir esa vida, en la que no nos puede suceder nada que L I B R O I I I
no queramos que nos suceda? Mas, puesto que el hombre, que
cae voluntariamente, no puede igualmente levantarse por su
voluntad, asgámonos con fe firme a la mano derecha que Dios CAPITULO 1
nos tiende desde el cielo, esto es, a Jesucristo, Señor Nuestro;
esperemos en El con esperanza cierta y deseémosle con caridad D E DÓNDE TRAE SU ORIGEN EL MOVIMIENTO POR EL QUE LA VO-
LUNTAD SE APARTA DEL BIEN INCONMUTABLE
ardiente.
Si crees que debemos investigar aún m¿ís y con más dili- 1. Ev.—Puesto que veo ya claramente que debemos con-
gencia sobre el origen del pecado—a mí me parece que ya siderar la voluntad libre del hombre como un bien, y no de
no es absolutamente necesario—, hay que dejarlo para otra los ínfimos, y que, por tanto, nos vemos obligados a confe-
discusión. sar que nos ha sido dada por Dios, y que, efectivamente, con-
Ev.—Me parece muy bien que dejemos para otra ocasión vino que nos la diera, deseo saber ahora de ti, si lo crees
lo que tenemos que tratar aún sobre este particular, pues no procedente, de dónde proviene aquel movimiento por el que
te puedo conceder que hayamos dilucidado ya suficientemente la misma voluntad se aparta del bien común e inconmutable
esta cuestión. y se da a los bienes propios, o a los ajenos, o a los ínfimos,
y se convierte a todas las cosas mudables.
peccatum, quoniam defectivus motus est, omnis autem defectus ex nihilo
est, Nide que pertmeat, «,t ad Dewm »oa pertmeie ft^ dulñtes. Ag.—¿Y qué necesidad hay de saber esto?
Qui tamen defectus quoniam est voluntarius, in nostra est positus po- Ev.—Porque si la voluntad nos ha sido dada de modo
testate. Si enim times illum, oportet ut nolis; si autem nolis, non erit. que lleve consigo como natural este movimiento, entonces va
Quid ergo securius quam esse in ea vita, ubi non possit tibi evenire quod tras estos bienes necesariamente, y en verdad que no puede
non vis? Sed quoniam non sicut homo sponte cecídit. ita etiam sponte haber culpa en el hombre cuando se halla dominado por la
surgere potest; porrectam nobis desuper dexteram Dei. id est Dominum naturaleza y por la necesidad.
nostrum Iesum Christum, fide firma teneamus, et exspectemus certa spe. Ag.—Este movimiento, ¿te agrada o te desagrada?
et chántate ardenti desideremus.
Si quid autem de origine peccati diligentius quaerendum adhuc putas
Ev.—Me desagrada.
(nam omnino ego iam opus esse non arbitror): si quid tamen putas, in Ag.—Por consiguiente, tú lo condenas.
aliam disputationem differendum est.
Ev.—Sequor sane voluntatem tuam, ut in tempus aliud, quod hiño
moverit, differamus. Nam illud tibi non concesserim. ut satis iam inds LÍBER III
•quaesitum putes.
CAPUT I

TJNDE SIT MOTUS ILLE QUO VOLUNTAS DEFLECTIT AB INCOMMUTABILI BONO'

1. Ev.—Quoniam satis mihi manifestum est, inter bona, et ea qui-


dem non mínima, numerandam esse liberam voluntatem, ex quo etiam
fateri cogimur eam divinitus datam esse, darique oportuisse: iam si op-
portunum existimas, cupio per te cognoscere unde ille motus existat, quo-
ipsa voluntas avertitur a communi atque incommutabili bono, et ad pro-
pria vel aliena vel Ínfima, atque omnia commutabilia convertitur bona.
Aug.—Quid enim opus est hoc scire?
Ev.—Quia si ita data est. ut naturalem habeat istum motum. iam-
necessitate ad haec convertitur; ñeque ulla culpa deprehendi potest, ubi
natura necessitasque dominatur.
Aug.—Pláceme tibi iste motus. an displicet?
Ev.—Displicet.
Aug.—Reprehendis ergo eum
J ü , 1,2 DEL LIBR1. AMibDRIO 321
320 DEL LIBRE AI BI URÍO 111,1.1
alma que por este movimiento se aparta del bien inconmutable
Ev.—Sí que !o condeno. y se une a los bienes mudables, si su naturaleza es tal, que ne-
Ag.—Condenas, por tanto, un movimiento inculpable de! cesariamente se vea empujada por dicho movimiento.
alma. 2. Ag.—¿Cuyo es ese movimiento que, en efecto, recono-
Ev.—No condeno un movimiento inculpable del alma, pero ces que es culpable?
no sé si hay culpa en ir tras los bienes pasajeios abando- Ev.—Veo que existe en el alma, pero no sé a quién atri-
nando el bien inconmutable. buirlo.
4g.—Condenas, pues, lo que no sabes. Ag.—¿Niegas que ese movimiento mueva al alma?
Ev.—Poi Dios, no tomes las palabras al pie de la letra.
Ev.—No lo niego.
Digo que no sé si hay culpa alguna, para dar a entendei que
sin duda hav culpa; pues por esta palabra que dije: «No sé», Ag.—¿Y niegas que el movimiento con el que una piedra
indico suficientemente que me río de la duda sobre una cosa se mueve sea movimiento de la piedra? No hablo aquí de aquel
evidente. movimiento con el que la movemos nosotros o es movida
por una fuerza extraña, como cuando es lanzada hacia arriba,
Ag.—Considera a ver cuál es la verdad evidente que te
sino de aquel con el que por su propio peso se dirige y cae
ha obligado a olvidar tan pronto lo que poco antes dijiste.
a la tierra.
En efecto, si este movimiento procede de la naturaleza o de
Ev.—No niego, es verdad, que el movimiento con el que,
la necesidad, de ningún modo puede ser culpable, y, sin
como dices, cae y se dirige la piedra al suelo, sea movimiento
embaígo. tan firmemente sostienes que es culpable, que juzgas
de la piedra; pero es un movimiento natural, y si el movimien-
irrisoria toda duda sobre este punto. ¿Por qué te ha parecido
to del alma es de este géneio, es indudablemente un movimiento
que debías afirmar o decir con alguna duda aquello de lo que
natural, y no puede ser vituperada con razón por seguir este
tú mismo estás convencido de que es evidente? Si la voluntad
movimiento natural; porque, aunque para su ruina lo sigue,
libie nos ha sido dada, has dicho, de manera que le sea como
es impelida a ello por la necesidad de su naturaleza. Ahoia
natuial este movimiento, entonces apetece necesariamente estas
bien, por lo mismo que no dudamos de que el movimiento del
cosas, v realmente no puede haber culpa alguna cuando el hom-
alma hacia el pecado sea culpable, por lo mismo debemos ne-
bre obra dominado por la naturaleza o por la necesidad. De
gar que sea natural, y, por tanto, no es semejante al movimien-
ninguna maneía debiste dudar de que nos ha sido dada de ese
to de la piedra.
modo, siendo así que no dudas de que dicho movimiento sea
culpable. Ag.—¿Hemos hecho algo de provecho en las dos anteriores
disquisiciones?
Ev.—Yo dije que el mismo movimiento era culpable, i
que, por consiguiente, me desagradaba, y no puedo dudar de Ev.—Sí, por cierto.
que es, en efecto, reprensible; peí o niego que sea culpable el
ab incommutabili bono ad commutabilia detrahitur, negó esse culpan-
dam, si eius natura talis est. ut eo necessario moveatur.
Ev.—Utique reprehendo. 2. Aug.—Cuius est iste motus, quem profecto culpandum esse con-
4ug.—Reprehendis igitur animi motum inculpabilem. «edis?
Ev.—Inculpabilem animi motum non reprehendo, sed nescio an tilla Ev.—In animo eum video, sed cuius sit nescio.
culpa sit, relicto incommutabili bono ad commutabilia convertí Aug.—Numquid negas eo motu animum moveri?
4ug.—Reprehendis ergo quod nescis.
Ev.—Non negó.
Ev. — Noli verbo promere: ita enim dixi: Nescio an ulla culpa sit, Aug.—Negas ergo motum quo movetur lapis, motum esse lapidis?
ut intelligi voluerim sine dubio culpam esse. Nam hoc verbo quod dixi' INeque enim illum dico motum quo eum no-, movemib, vel aliqua vi
Nescio, satis profecto irrisi dubitationem de re manifesta. aliena movetur, veluti cum in caelum iacitur, sed eum quo ad terram
Aug.—Vide quid sit certissima veritas, quae te coegit tam cito oblivisci nutu suo vergit et cadit.
quod paulo ante dixisti. Si enim natura vel necessitate iste motus existit, Ev.—Non equidem negó motum quo ita ut dicis inclinatur, et ima
culpabiHs esse millo pacto potest: tu vero esse culpabilem ita firmissime petit, motum esse lapidis, sed naturalem. Si autem hoc modo etiam illum
tene=, ut dubitationem de hac re tam certa etiam irridendam putaverK motum habet anima, profecto etiam ipse naturalis est; nec ex eo quod
Cur ergo tibi vel affirmandum, vel certe cum aliqua dubitatione dicen- naturaliter movetur recte vituperari potest: quia etiamsi ad perniciem
dum visum est, quod perspicue falsum esse ipse convincis? Dixisti enim: movetur, naturae tamen suae necessitate compellitur. Porro quia istum
Si ita data est voluntas libera ut naturalem habeat istum motum, iam motum non dubitamus esse culpabilem, omnímodo negandum est esse
necessitate ad haec convertitur; ñeque ulla culpa deprehendi potest, ubi naturalem; et ideo non est similis iili motui quo naturaliter movetur
natura necessitasque dominatur. Nullo modo autem dubitare debuisti lapis.
non esse ita datam, quando istum motum culpabilem esse non dubitas.
Aug.—Egimusne aliquid superioribus duabus disputationibus?
Ev.—Ego ipsum motum culpabilem dixi, et ideo mihi displicere, et Ev.—Egimus sane.
repreliendendum esse dubitare non possum: animam vero quae isto motu
SAs 3 11
322 DEL LIBRE ALHtURIO III, 1.2 111,1,3 DEL LIBRE ALBEDRIO _ 323
Ag.—Creo, p u e s , q u e te a c o r d a r á s de que en la p r i m e r a
t o d a s las n o r m a s p r á c t i c a s s o b r e esta m a t e r i a n o s a d v i e r t e n
q u e d a suficientemente e v i d e n c i a d o q u e n i n g u n a cosa p u e d e ha-
q u e , d e s p u é s de h a b e r c o n d e n a d o y r e p r i m i d o este m a l movi-
cer el a l m a e s c l a v a de la p a s i ó n sino su p r o p i a voluntad»
m i e n t o , a p a r t e m o s n u e s t r a v o l u n t a d de las cosas t e m p o r a l e s y
p o r q u e n o p u e d e ser o b l i g a d a , d e c í a m o s , n i p o r u n a v o l u n t a d
l a o r i e n t e m o s a l goce del b i e n s e m p i t e r n o ?
s u p e r i o r ni p o r u n a i g u a l a ella, p o r q u e esto es i n j u s t o ; ni
3 . Ev.—Veo, y h a s t a cierto p u n t o p a l p o , y c o m p r e n d o
p o r u n a inferior, p o r q u e es i m p o t e n t e p a r a e l l o . N o resta, p o r
q u e es v e r d a d lo q u e d i c e s ; p o r q u e n a d a h a y , en efecto, q u e
t a n t o , sino q u e sea p r o p i o de la v o l u n t a d a q u e l m o v i m i e n t o
s i e n t a y o t a n firme e í n t i m a m e n t e c o m o q u e t e n g o v o l u n t a d
p o r el q u e e l l a a p a r t a del C r e a d o r su v o l u n t a d p a r a e n t r e g a r l a
p r o p i a y q u e p o r e l l a m e m u e v o a p r o c u r a r el goce de a l g u n a
a l a s c r i a t u r a s ; el c u a l , si es c u l p a b l e — l a sola d u d a de que lo
cosa. Y en r e a l i d a d de v e r d a d n o e n c u e n t r o q u é cosa p u e d a
sea te h a p a r e c i d o r i d i c u l a — , c i e r t a m e n t e n o es n a t u r a l , s i n o
l l a m a r m í a , si n o es m í a l a v o l u n t a d p o r l a q u e q u i e r o y n o
v o l u n t a r i o . P o r lo d e m á s , es s e m e j a n t e al q u e hace caer la
q u i e r o . P o r lo c u a l , ¿ a q u i é n sino a m í h a de a t r i b u i r s e el
p i e d r a a la t i e r r a en q u e , así c o m o éste es p r o p i o de la p i e d r a ,
mal que hago por mi propia voluntad? Habiéndonos hecho
así a q u é l es p r o p i o del a l m a ; p e r o se diferencia en q u e la p i e -
D i o s , y n o p u d i e n d o h a c e r n o s o t r o s b i e n a l g u n o sino p o r me-
d r a n o tiene en su m a n o el i m p e d i r el m o v i m i e n t o p o r el q u e
d i o de la v o l u n t a d , es e v i d e n t e q u e p a r a esto p r i n c i p a l m e n t e
es a r r a s t r a d a h a c i a a b a j o , m i e n t r a s q u e el a l m a , c o m o n o
n o s h a sido d a d a p o r n u e s t r o b u e n D i o s .
q u i e r a , n a d i e la o b l i g a a m o v e r s e , de f o r m a que t e n g a q u e
p r e f e r i r los b i e n e s i n f e r i o r e s a l o s s u p e r i o r e s ; y h e a q u í poi- Si el m o v i m i e n t o p o r el q u e la v o l u n t a d se d i r i g e a u n a
q u é el m o v i m i e n t o de la p i e d r a es n a t u r a l y el del a l m a vo- u a o t r a p a r t e n o fuese v o l u n t a r i o y n o estuviese en n u e s t r o
luntario. p o d e r , n o sería el h o m b r e ni d i g n o de a l a b a n z a n i de v i t u p e r i o
c u a n d o , p o r d e c i r l o así, g i r a s e s o b r e el q u i c i o de su v o l u n t a d
P o r esta r a z ó n , si a l g u i e n d i j e r e que la p i e d r a peca p o r q u e h a c i a los b i e n e s s u p e r i o r e s o h a c i a los i n f e r i o r e s ; n i d e b e r í a
p o r su n a t u r a l i n c l i n a c i ó n t i e n d e h a c i a la t i e r r a , n o d i r í a d e t a m p o c o a c o n s e j á r s e l e p a r a q u e , d a n d o de m a n o a los b i e n e s
él q u e es m á s e s t ó l i d o que la p i e d r a , sino s i m p l e m e n t e que es i n f e r i o r e s , p r o c u r a s e a l c a n z a r los e t e r n o s , n i q u e c a m b i a r a la
u n m e n t e c a t o . A l a l m a la a c u s a m o s de p e c a d o c u a n d o v e m o s v o l u n t a d de vivir m a l p o r l a de vivir b i e n . P e r o el q u e o p i n a
c l a r a m e n t e q u e a los bienes s u p e r i o r e s a n t e p o n e el goce de lo? q u e al h o m b r e n o deben a c o n s e j á r s e l e estas cosas, m e r e c e ser
inferiores. e x c l u i d o del n ú m e r o de los h o m b r e s .
P o r lo c u a l , ¿ q u é necesidad h a y de i n v e s t i g a r de d ó n d e
p r o c e d e este m o v i m i e n t o p o r el que la v o l u n t a d se a p a r t a nonnisi animi, et voluntarium, et ob hoc culpabilem esse fateamur; om-
del b i e n i n c o n m u t a b l e p a r a e n t r e g a r s e a l o s b i e n e s p a s a j e r o s , nisque de hac re disciplina utilis ad id valeat, ut eo motu improbato at-
r e c o n o c i e n d o , como r e c o n o c e m o s , que es u n m o v i m i e n t o p r o - que cohibito, voluntatem nostram ad fruendum sempiterno bono, a lapsu
p i o del a l m a , v a d e m á s v o l u n t a r i o , y p o r eso c u l p a b l e , y q u e temporalium convertamus?
3. Ev.—Video, et quodammodo tango, et teneo vera esse quae dicis:
Aug.—Credo ergo meminisse te, in prima disputatione satis esse com- non enim quidquam tam firme atque intime sentio, quam me habere vo-
pertum, nulla re fieri mentem servam libidinis, nisi propria volúntate ' : luntatem. aeque me moveri ad aliquid fruendum; quid autem meum di-
nam ñeque a superiore, ñeque ab aequali eam posse ad hoc dedecus cam, prorsus non invenio, si voluntas qua voló et nolo non est mea: qua-
cogi, quia iniustum est, ñeque ab inferiore, quia non potest. Restat igi- propter cui tribuendum est, si quid per illam male fació, nisi mihi? Cum
tur ut eius sit proprius iste motus, quo fruendi voluntatem ad creatu- enim bonus Deus me fecerit, nec bene aliquid faciam nisi per volunta-
ram a Creatore convertit: qui motus si culpae deputatur funde qui du- tem, ad hoc potius datam esse a bono Deo, satis apparet.
bitat, irrisione dignus tibi visus est), non est utique naturalis, sed vohm- Motus autem quo huc aut illuc voluntas convertitur, nisi esset volun-
tarius; in eoque similis est illi motui quo deorsum versus lapis fertur, tarius, atque in nostra positus potestate, ñeque laudandus cum ad su-
quod sicut iste proprius est lapidis, sic ille animi: verumtamen in eo dis- periora. ñeque culpandus homo esset cum ad inferiora detorquet quasi
similis, quod in potestate non habet lapis cohibere motum quo fertur quamdam cardinem voluntatis; ñeque omnino monendus esset ut istis
inferius; animus vero dum non vult, non ita movetur, ut superioribus neglectis aeterna vellet adipisci, atque ut male nollet vivere, vellet au-
desertis inferiora diligat; et ideo lapidi naturalis est ille motus, animo tem bene. Hoc autem monendum non esse hominem, quisquís existimat
vero iste voluntarius. de hominum numero exterminandus est.
Hinc est quod lapidem si quis dicat peccare, quod pondere suo tendit
in ínfima, non dicam ipso lapide stolidior, sed prefecto demens iudicatur:
animum vero peccati arguimus, cum eum convincimus superioribus de-
sertis ad fruendum inferiora praeponere.
Propterea, quid opus est quaerere unde iste motus existat, quo vo-
luntas avertitur ab incommutabili bono ad commutabile bonum, cum eurre
1
Supra, 1.1 c.ll n.21.
DEL UBRE ALBEDRÍO I I I , 2. 5 111,2,5 DEL LIBRE ALBEDRIO 325

que llamamos con tanta insistencia. Si esta cuestión atormenta


CAPITULO II a la mayor parle de los hombres, no es por otra causa, según
creo, sino porque no inquieren piadosamente, y porque son
D E CÓMO LA PRESCIENCIA DE D I O S NO ANULA LA VOLUNTAD DE más diligentes en excusar sus pecados que en confesarlos.
LOS QUE PECAN, CUESTIÓN QUE TRAE PREOCUPADOS A MUCHOS Otros admiten voluntariamente y de buen grado que la
4. Siendo esto así, estoy, sin embargo, sumamente pre- Providencia divina no preside los acontecimientos humanos, y
ocupado, porque no acierto a comprender cómo puede ser que así, abandonando al destino sus cuerpos y sus almas, se entre-
Dios conozca de antemano todos los futuros y que, no obs- gan a toda suerte de vicios, que los malhieren y despedazan.
tante, no pequemos por necesidad. Porque decir que las co- Niegan la justicia divina, burlan la humana y pretenden re-
sas pueden suceder de otro modo distinto de como Dios las chazar a sus acusadores al amparo de la fortuna, la que, no
prevé, es intentar destruir la presciencia de Dios con tanta obstante, acostumbran a presentar y pintar como ciega, o con
impiedad como locura. el fin de tenerse por mejores que esta misma fortuna, por la
Por lo cual, si Dios previo que el primer hombre había cual se creen gobernados, o para confesar que ellos sienten y
de pecar, lo que no puede menos de conceder cualquiera que dicen estas cosas porque son no menos ciegos que ella. Y no
crea conmigo que Dios tiene presciencia de todos los futu- conceden que sea un absurdo el que ellos hagan todas estas
ros, si así es, como no cabe dudarlo, no digo por eso que cosas obligados por el hado, cuando al obrar caen en tales
Dios no debió haber creado al hombre, pues lo creó bueno, y demencias.
en nada se puede oponer a la acción de Dios el pecado del Pero en contra de esta opinión tan errónea, tan loca e
hombre, a quien él mismo creó en toda su bondad; más toda- insensata, creo que hemos dicho lo bástanle en nuestra se-
vía : en el cual mostró su bondad al crearlo, su justicia al gunda conversación.
castigarlo y su misericordia en redimirlo. No digo, pues, que Otros, aunque no se atreven a negar la providencia de Dios
no debiera haber hecho al hombre, sino que, por lo mismo en la vida humana, prefieren, sin embargo, creer, por un error
que Dios había previsto que había de pecar, era de necesidad abominable, que es impotente, injusta y perversa, antes que
que sucediera lo que Dios había previsto que sucedería. ¿Cómo, confesar sus pecados con piedad suplicante.
pregunto yo ahora, puede darse la libertad de la voluntad Todos éstos, si se dejaran aconsejar, es indudable que,
donde tan evidente e inevitable es la necesidad? al pensar en este ser óptimo, justísimo y poderosísimo, cree-
5. Ag.—Has llamado con insistencia y fuertemente. Que rían sin dificultad que la bondad, la justicia y potencia de
la misericordia de Dios nos asista y abra sus puertas a los Dios es mucho mayor que todo lo que ellos pueden pensar,
y, considerándose a sí mismos, entenderían que deberían dar
gracias a Dio* aun en el caso de que hubiera querido darles
CAPUT II
DEI PRAESCIENTIA QÜOMODO LIBERAM VOLUNTATEM PECCANTIBUS NON queri non ob aliud crediderim, nisi quia non pie quaerunt, velociores-
AUKERAT, QCJAESTIO PLURIMOS TOROULVS que sunt ad excusationem, quam ad confessionem peccatorum suorum.
Alii enim nullam divinara providentiam praeesse rebus humanis li-
4. Quae cum ita sint, ineffabiliter me movet, quomodo fieri possir benter opinantur, dumque fortuitis committunt casibus et ánimos et cor-
ut et Deus praescius sit omnium futurorum, et nos milla necesítate pec- pora sua tradunt se feriendos et dilaniandos libidinibus, divina iudicia
cemus. Quisquís ením dixerit aliter evenire pos=e aliquid quam Deus negantes, humana fallentes, eos a quibus aecusantur, fortunae patroci-
ante praescivit, praescientiam Dei destruere insanísima impietate mo- nio propulsare se putant; quam tamen caecam effingere ac pingere
litur. consueverunt, nt aut meliores ea sint a qua se regi arbitrantur, aut se
Quapropter, si praescivit Deus peceaturum esse piimum nominen, quoque cum eadem caecitate et sentiré ista fateantur et dicere. Nec
quod necesse est concedat mihi quisquís mecura omnium futurorum enim talibus absurde etiam conceditur casibus eos agere omnia, quando
praescium fatetur Deum; si ergo ita est, non dico non eum faceret, bo- agendo cadunt.
num enim fecit, nec obesse quidquam Deo posset peccatum eiu= quem Sed adversus hanc opinionem plenam stultissimi ac dementissimi
bonum ipse fecít: imo in quo faciendo bonitatem suam ostenderat, os- erroris, satis, ut arbitrar, secunda nostra sermocinatione dissertum est.
tendit etiam in puniendo iustítiam, et in liberando misericordiam: non Alii vero quanquam negare non audeant praesidere humanae vitae
itaque dico, non eum faceret; sed hoc dico, quoniam peceaturum e s e providentiam Dei, malunt tamen eam vel infirmam, vel iniustam, vel ma-
praesciverat, necesse erat id fieri, quod futurum esse praesciebat Deus. lara nefario errore credere, quam sua peccata pietate supplici confiten.
Quomodo est igitur voluntas libera ubi tam inevitabilis apparet neces- Qui omnes si persuaden sibi paterentur, ut cum de óptimo et iustis-
sitas? simo et potentissimo cogitant, bonitatem et iustitiam et potentiam Dei
5. Aug. — Pulsasti vehementer: misericordia Dei adsit aperiatqué longe maiorem superioremqtie esse crederent quam quidqnid cogitatione
pulsantibus. Verumtamen maximam partem hominum ista quaestione tor- concipiunt; considerantesque semetipsos, gradas Deo se deberé intelli-
326 DEL LIBRE ALBEÜRKl III, 3,6 III- 3. 6 DÍL LIBRE ALBKDKÍO 327

un ser inferior al que tienen, y con todo su corazón y con ciencia divina respecto de todos los futuros o que, si no la
todas las fuerzas de su alma clamarían: Yo dije, Señor, ten podemos negar, sigúese la confesión de que pecamos no li-
misericordia de mí; da la salud a mi alma, porque pequé con- bremente, sino por necesidad. ¿O es que es otra la causa de
tra ti. Así, serían conducidos al templo de la sabiduría por las tu perplejidad?
vías ciertas e infalibles de la divina misericordia, y de tal Ev.—Al ;;r¿»eme ésta es v no otra.
suerte que, ni envanecidos por los nuevos conocimientos ni Ag.—Tú crees, según eso, que todas ¡as cosas, que Dios
abatidos por lo que aún ignoran, quedarían más capacitados prevé, suceden por necesidad y no por el querer libre de una
para ulteriores conocimientos en virtud de los adquiridos, y voluntad.
reconociendo su ignorancia, procederían con más cautela en las Ev.—Tal creo.
nuevas investigaciones. Ag.—Despierta y entra un momento dentro de ti mismo
Mas en cuanto a ti, que, según creo, no dudas de ninguna y dime, si puedes, qué voluntad tendrás mañana, si la de pecar
de estas verdades, mira cuan fácilmente voy a responder a o la de obrar bien.
cuestión tan magna como la que has propuesto, tan pronto Ev.—No lo sé.
como tú me hayas contestado a las pocas cosas que te voy a Ag.—¿Y crees que tampoco Dios lo sabe?
preguntar. Ev.—Nunca lo creí, ni lo creeré.
Ag.—Si, pues, conoce cuál ha de ser mañana tu voluntad,
prevé igualmente cuáles han de ser las voluntades de todos los
CAPITULO III
hombres existentes y futuros, y con mucha más razón prevé
LA PRESCIENCIA DE D I O S NO NOS OBLIGA A PECAR, ES DECIR, qué es lo que ha de hacer de los justos y de los malvados.
NO QUITA LA LIBERTAD AL PECADOR Ev.—Claro que sí; si digo que Dios tiene presciencia de
todas mis acciones, con mucha más razón tengo que decir que
6. De modo que lo que te tiene perplejo y admirado es la tiene de las suyas propias y que sabe certísimamente qué
cómo no puedan ser cosas contrarias y repugnantes entre sí es lo que ha de hacer.
la presciencia divina de todos los futuros y el que nosotros Ag.— ¿Y no temes, por consiguiente, que alguien te pue-
no pequemos por necesidad. Si Dios sabe de antemano, dices, da argüir diciendo que si todo cuanto es objeto de la pres-
que el hombre ha de pecar, es necesario que e! hombre pe- ciencia divina ha de suceder por necesidad v no libremente,
que, y si es necesario, ya no hay libertad de la voluntad para sigúese que él mismo hará por necesidad v no libremente todo
pecar, sino más bien una inevitable e inflexible necesidad. cuanto haya de hacer?
Tu perplejidad proviene de que ves con espanto que de
este razonamiento se sigue o la negación impía de la pres- mes, ut aut Deus futurorum omnium praescius impie negetur, aut si hoc
negare non possumus, fateamur non volúntate, sed necessitate peccari:
gerent, etiamsi aliquid inferius eos' voluisset esse quam sunt, omnibusque an aliquid aliud te movet?
ossibus et medullis conscientiae suae clamarent: Ego dixi, Domine, mi-
serere mei, cura animam meam, guia peccavi ubil: ita certis itineribus Ev.—Nihil interim aliud.
divinae misericordiae in sapientiam ducerentur, ut ñeque inventis rebus Aug.—Res ergo universas quarum Deus est praescius, non volúntate
inflati, ñeque non inventis turbulenti, et cognoscendo instructiores fie- sed necessitate fieri putas.
rent ad videndum, et ad quaerendum ignorando mitiores. Ev.—Omnino ita puto.
Aug.—Expergiscere tándem, teque ipsum paululum intuere, et die
Tibi vero cui iam hoc persuasum esse non dubito, vide quam facüe
mihi, si potes, qualem sis habiturus eras voluntatem. utrum peccandi.
de tam magna quaestione respondeam, cum mihi prior interroganti
an recte faciendi.
pauca respóndeos.
Ev.—Nescio.
CAPUT III Aug.—Quid? Deum itidem nescire hoc putas?
Ev.—Nullo modo id putaverim.
D E I PRAESCIENTIA NON EFFIC1T UT NON LIBERA VOLÚNTATE PECCEML'S Aug.—Si ergo voluntatem tuam crastinam novit, et omnium homi-
num, sive qui sunt, sive qui futuri sunt, futuras praevidet volúntales,
6. Certe enim hoc te movet, et hoc miraris, quomodo non sint con- multo magis praevidet quid de iustis impiisque facturus sit.
traria et repugnantia. ut et Deus praescius sit omnium futurorum, et nos Ev.—Prorsus si meorum operum praesciuní Deum dico, multo fi-
non necessitate, sed volúntate peccemus. Si enim praescius est Deus, in- dentius eum dexerini praescire opera sua, et quid sit facturus certissime
quis, peccaturum esse hominem, necesse est ut peccet: si autem necesse praevidere.
est, non ergo est in peccando voluntatis arbitrium, sed potius inevitabi- Aug.—Nonne igitur caves ne tibi dicatur, etiam ipsum quaecumque
lis et fixa necessitas. Qua ratiocinatione hoc videlicet ne conficiatur ti- facturus est, non volúntate sed necessitate facturum. si omnia quorum
1 Deus praescius est, necessitate fiunt, non volúntate?
Ps. 4 0 , 5 .
328 DEL LIBRE ALBEDRÍO I I I , 3, 7 131.3,7 DEL LIBKE ALBhDRIO 329
Ev.—Es q u e al d e c i r q u e sucede p o r n e c e s i d a d todo lo q u e Ag.—Tú l l e g a r á s , p o r c o n s i g u i e n t e , a ser b i e n a v e n t u r a d o a
D i o s p r e v é q u e h a de s u c e d e r , m e fijaba sólo en a q u e l l a s c o s a s la fuerza.
q u e p a s a n en l a s c r i a t u r a s , y n o lo que p a s a en él, p u e s en Ev.—Si en m i m a n o estuviera el ser b i e n a v e n t u r a d o , lo
D i o s l a s cosas n o c o m i e n z a n a ser n i d e j a n de ser, sino q u e sería desde a h o r a ; lo q u i e r o desde a h o r a m i s m o , y n o lo soy
son s e m p i t e r n a s . p o r q u e n o soy yo q u i e n m e hace d i c h o s o , s i n o él.
Ag.—Dios n o a c t ú a , p o r t a n t o , s o b r e sus c r i a t u r a s . Ag.—Has e x p r e s a d o fielmente la v e r d a d . N o p o d e m o s , en
Ev.—El d e t e r m i n ó de u n a vez p a r a s i e m p r e c ó m o ha de efecto, t e n e r la convicción de q u e está en n u e s t r o p o d e r sino
d e s a r r o l l a r s e el o r d e n u n i v e r s a l que e s t a b l e c i ó , y n a d a d i s p o n e
a q u e l l o q u e h a c e m o s c u a n d o ( m e l e m o s h a c e r l o . P o r lo c u a l
n u n c a p o r u n acto n u e v o de su v o l u n t a d .
n a d a está t a n t o en n u e s t r o p o d e r c o m o n u e s t r a m i s m a v o l u n t a d ,
Ag.—¿Acaso no hace a nadie dichoso?
p u e s ei/a está d i s p u e s t a a /a ejecución sin d e m o r a a b s o l u t a -
Ev.-—Sí, c i e r t a m e n t e . m e n t e n i n g u n a en el m i s m o i n s t a n t e en q u e q u e r e m o s . De a q u í
Ag.—Entonces lo h a c e d i c h o s o c u a n d o el h o m b r e l l e g a a
que con r a z ó n p o d a m o s decir q u e e n v e j e c e m o s p o r n e c e s i d a d
serlo.
y n o p o r v o l u n t a d , e i g u a l m e n t e que m o r i m o s p o r n e c e s i d a d ,
Ev.—Así es.
n o p o r v o l u n t a d , y así de o l í a s cosas s e m e j a n t e s ; p e r o ¿ q u i é n ,
Ag.—Según eso, si, p o r e j e m p l o , tú vas a ser dichoso den
si n o es u n loco, se a t i e v e r á a decir q u e no q u e r e m o s v o l u n t a -
t r o de u n a ñ o , d e n t r o de u n a ñ o te h a r á él d i c h o s o .
r i a m e n t e lo q u e q u e r e m o s ?
Ev.—Sí. P o r lo c u a l , a u n q u e D i o s conozca de a n t e m a n o l o d o s los
Ag.—En ese caso p r e v é ya h o y lo q u e h a de h a c e r d e n t r o actos de n u e s t r a v o l u n t a d , n o se sigue, sin e m b a r g o , que q u e r a -
de u n a ñ o . m o s a l g u n a cosa sin v o l u n t a d de q u e r e r l a . L o q u e h a s d i c h o
Ev.—Desde la e t e r n i d a d h a t e n i d o esta p r e s c i e n c i a , y, si de la felicidad, de que n o l l e g a b a s tú a ser feliz p o r ti m i s m o , lo
eso h a de suceder, a d m i t o q u e de eso la tiene t a m b i é n igua 1 - dijiste c o m o si yo lo n e g a r a : n o lo n i e g o , sino que d i g o q u e ,
mente hoy mismo. c u a n d o l l e g u e s a ser feliz, lo s e r á s , n o c o n t r a tu v o l u n t a d , s i n o
7. Ag.—Dime, te r u e g o , ¿ a c a s o n o eres t ú su c r i a t u r a , o q u e r i é n d o l o t ú . Así, p u e s , s i e n d o D i o s c o n o c e d o r de tu felicidad
tu d i c h a n o se r e a l i z a r á en t i ? f u t u r a y n o p u d i e n d o ser de otro m o d o de c o m o él lo conoce,
Ev.—Sí, soy su c r i a t u r a , y m i d i c h a se r e a l i z a r á en m í . de lo c o n t r a r i o n o t e n d r í a p r e s c i e n c i a , n o p o r eso nos v e m o s
Ag.—Así, p u e s , p o r d i s p o s i c i ó n de D i o s , tú l l e g a r á s a ser o b l i g a d o s a p e n s a r lo q u e sería u n a b s u r d o e n o r m e y m u y dis-
d i c h o s o , n o p o r v o l u n t a d p r o p i a , sino p o r necesidad. t a n t e de la v e r d a d , a s a b e r : que tú h a s de ser b i e n a v e n t u r a d o
Ev.—Su v o l u n t a d es p a r a m í u n a n e c e s i d a d . sin q u e r e r l o .
P u e s bien, así c o m o tu v o l u n t a d de ser feliz, c u a n d o comien-
Ev.—Ego cum dicerem necessitate universa fieri quae Deus futura zas a s e r l o , n o a n u l a la p r e s c i e n c i a de D i o s , q u e es i n d u b i t a b l e
praescivit, et sola intuebar quae in creatura eius fiunt. non autem quae
in ipso: non enim ea fiunt, sed sunt sempiterna. Aug.—Tu itaque invitus beatus eris.
Aug.—Nihil ergo in sua creatura operatur Deus. Ev.—Mihi si esset potestas ut essem beatus, iam profecto essem: voló
Ev.—Iam semel statuit quemadmodum feratur ordo eius universita- enim etiam nunc, et non sum, quia non ego, sed ille me beatum facit.
tis quam condidit; ñeque enim aliquid nova volúntate administrat. Aug.—Optime de te veritas clamat. Non enim posses aliud sentiré esse
Aug.—Numquid neminem beatum facit? in potestate nostra, nisi quod cum volumus facimus. Quapropter nihil tam
Ev.—Facit vero. in nostra potestate, quam ipsa voluntas est. Ea enim prorsus nullo inter-
Aug.—Tune utique facit, quando Ole fit. vallo, mox ut volumus praesto e=t. Et ideo recte possumus dicere: Non
Ev.—Ita est. volúntate senescimus, sed necessitate; aut, non volúntate morimur, sed
Aug.—Si igitur, verbi gratia, post annum beatus futurus es, post necessitate; et si quid aliud huiusmodi: non volúntate autem volumus,
annum te beatum facturus est. quis vel deliras audeat dicere?
Ev.—Etiam. Quamobrem. quamvis praesciat Deu« nostras voluntares futuias, non
Aug.—Iam ergo praescit hodie quod post annum facturus est. ex eo tamen conficitur ut non volúntate aliquid velimus. Nam et de bea-
Ev.—Semper hoc praescivit: mine quoque hoc eum praescire con- titudine quod dixisti, non abs teipso beatum fieri, ita dixi=ti, quasi hoc ego
sentio, si est ita futurum. negaverim: sed dico, cum futurus es beatus, non te invitum, sed volen-
7. Aug.—Dic, quaeso, num tu creatura eius non es. aut tua beati- tem futurum. Cum igitur praescius Deus sit futurae beatitudinis tuae,
tudo non in te fiet? nec aliter aliquid fieri possit quam ille praescivit, alioquin nulla prae-
Ev.—Imo et creatura eius sum, et in me fiet quod beatus ero. scientia est; non tamen ex eo cogimur sentiré, quod absurdissimum est
Aug.—Non ergo volúntate sed necessitate in te fiet beatitudo tua Deo et longe a veritate seclusum, non te volentem beatum futurum.
faciente. Sicut autem voluntatem beatitudinis, cum esse coeperis beatus, non
Ev.—Voluntas illius mihi est necessitas. tibi aufert praescientia Dei, quae hodieque de tua futura beatitudine
330 DEL LIBRE ALKEDRIO III, 3,8 lli,3,8 DLL L1EKE ALBEDRÍO 331

hoy, como siempre, respecto de tu felicidad futura, del mismo remos es imposible no querer, los que quieren una cosa tienen
modo, si el día de mañana has de realizar voluntariamente un voluntad, y, sin embargo, ninguna cosa está en *u poder sino
acto culpable, no porque Dios lo vea de antemano dejará de aquello que tienen, cuando lo quieren tener. Nuestra voluntad,
ser un acto voluntario. por consiguiente, no sería nuestra si no estuviera en nuestro
8. Considera ahora, te ruego, cuan ciega e irracionalmente poder, Y por lo mismo que está en nuestro poder, por eso es
se suele decir: Si Dios ha previsto los actos futuros de mi vo- libre, pues es claro que no es libre lo que no eslá en nuestro
luntad, tengo que querer necesariamente lo que él ha previsto, poder o que, estándolo, puede dejar de estarlo.
porque nada puede ser de otro modo de como él lo ha previsto; He aquí cómo, sin negar la presciencia divina de todas las
y si es necesario que lo quiera, hay que confesar que lo quiero cosas que han de suceder, es posible que nosotros queramos
por necesidad y no por elección de mi libre albedrío. ¡Oh de- libremente ¡o que queremos. Dios tiene presciencia de nuestra
mencia singular! ¿Cómo podría explicarse que no pueda suce- voluntad, y tal será cual él la prevé; y será una voluntad o
der de otro modo de como Dios lo ha previsto si la voluntad acto libre, porque Dios así lo ha previsto; y, por otra parte,
no fuera la misma que él ha previsto que había de ser? no sería voluntad nuestra si no estuviera en nuestro poder.
Luego también Dios tiene presciencia de nuestro poder. En fin,
No quiero hacer mención de aquel otro igualmente mons-
no queda anulada nuestra libertad por la presciencia divina;
truoso delirio que poco antes te indiqué, a saber: que el mismo
al contrario, es más cierta, porque aquel cuva presciencia no
hombre que dice: Es ineludiblemente necesario que yo quiera
se engaña previo que seríamos libres.
esto, trate, no obstante, de suprimir la voluntad, supuesta la
necesidad del querer. Porque, si es necesario que quiera, ¿de Ev.—He aquí que desde ahora mismo admito que es nece-
dónde puede proceder su querer si no tiene voluntad? sario que suceda todo cuanto Dios ha previsto y tal y como
él lo ha previsto, y que, no obstante la presciencia de nuestros
Mas si no ha querido decir esto, sino que, al decir que el
pecados, nuestra voluntad no deja de ser libre ni de estar
acto de su voluntad es necesario, ha querido significar que su
siempre en nuestro poder.
voluntad no depende de él, en ese caso se le refuta con lo que
tú mismo respondiste cuando te pregunté si tú no serías dichoso adest utique voluntas volentibus; nec aliud quidquam est in potestate,
sin quererlo, pues me contestaste que ya serías dichoso, si es- nisi quod volentibus adest. Voluntas igitur nostra nec voluntas esset,
tuviera en tu mano el serlo; dijiste que querías, pero que aún nisi esset in nostra potestate. Porro, quia est in potestate, libera est nobis.
no podías serlo. Yo repuse entonces que habías dicho una gran Non enim est nobis liberum, quod in potestate non habemus, aut pot-
verdad, y con razón, porque no podemos negar que tenemos est non esse quod habemus.
este poder sino en el caso de no poder tener lo que queremos. Ita fit ut et Deum non negemus esse praescium omnium futurorum,
Pero cuando queremos, si realmente no hay voluntad de que- et nos tamen velimus quod volumus. Cum enim sit praescius voluntatis
nostrae, cuius est praescius ip«a erit. Voluntas ergo erit, quia volunta-
rer, es que realmente no queremos. Ahora bien, si cuando que- Sis est praescius. Nec voluntas esse poterif, si in potestate non erit.
Ergo et potestatis est praescius. Non igitur per eius praescientiam mihi
certa est: sic etiam voluntas culpabilis, si qua in te futura est, non prop- potestas adimitur. quae propterea mihi certior aderit, quia ille cuius
terea voluntas non erit, quoniam Deus eam futuram esse praescivit. praescientia non faliiiui, adfuturam mihi esse praescivit.
8. Attende enim, quaeso, quanta caecitate dicatur: Si praescivit Ev.—Ecce iam non negó ita necesse esse fieri quaecumque praescivit
Deus futuram voluntatem meam, quoniam nihil aliter potest fieri quam Deus, et ita eum peccata nostra praescire, ut maneat tamen nobis vo-
praescivit, necesse est ut velim quod ille praescivit: si autem necesse luntas libera, atque in nostra posita potestate.
est, non iam volúntate, sed necessitate id me velle fatendum est. O stulti-
tiam singularem! Quomodo ergo non potest aliud fieri quam praescivit
Deus, si voluntas non erit, quam voluntatem futuram ille praesciverit?
Omitto illud aeque monstruosum, quod paulo ante dixi eumdem ho-
minem dicere: Necesse est ut ita velim, qui necessitate supposita au-
ferre nititur voluntatem. Si enim necesse est ut velit, unde volet cum
voluntas non erit?
Quod si non hoc modo dixerit, sed dixerit se, quia necesse est ut
velit, ipsam voluntatem in potestate non habere; occurrettir ex eo quod
ipse dixisti, cum quaererem utrum invitus beatus futurus sis: respondisti
enim quod iam esses beatus, si potestas esset in te; velle enim te,
sed nondum posse dixisti. Ubi ego subieci de te clamasse veritatem: non
enim negare possumus habere nos potestatem, nisi dum nobis non adest
quod volumus; dum autem volumus, si voluntas ipsa deest nobis, non
utique volumus. Quod si fieri non potest ut dum volumus non velimus,
332 DEL LIBRL; AI.KKDKIO III, 4,10 111,4,11 DEL LIBRE ALBEDRIO 333

Ag.—En ese caso, es necesario que suceda lo que Dios ha


CAPÍTULO IV previsto que sucederá, no porque sea presciencia de Dios, sino
únicamente por la razón de ser presciencia, ya que, de no ser-
LA PRESCIENCIA DE D I O S NO OBLIGA A PECAR, Y, POR TANTO, las cosas ciertas, sería ciertamente nula.
JUSTAMENTE CASTIGA DLOS LOS PECADOS Ev.—De acuerdo; pero ¿a qué viene esto?
Ag.—Porque, si no me engaño, tú no obligarías a pecar
9. Ag.—¿Qué es, pues, lo que aún te tiene perplejo? ¿Es
a nadie por el simple hecho de que previeras que había de
que, olvidado quizá de las conclusiones de nuestra primera
pecar, ni tu presciencia le obligaría a pecar, aunque, sin duda,
discusión, vas a negar que pecamos por nuestra propia volun-
tad, sin que a ello nos pueda obligar ser alguno, ni superior, habría de pecar, pues de lo contrario no preverías que había
ni inferior, ni igual a nosotros? de cometer tal pecado. Así, pues, como no se oponen estas dos
cosas, a saber, el que por tu presciencia conozcas lo que otro
Ev.—No me atrevo a negar ninguna de estas cosas; pero
confieso ingenuamente que aún no veo cómo no están en con- ha de hacer por su propia voluntad y el hecho de obrar él
tradicción estas dos cosas: la presciencia divina de nuestros pe- libremente, así Dios, sin obligar a nadie a pecar, prevé, sin
cados y nuestra libertad de pecar. Es de necesidad confesar, embargo, quiénes han de pecar por su propia voluntad.
es verdad, que Dios es justo y previsor; pero querría saber 11. ¿Por qué, pues, no ha de casligar como justo juez el
con qué justicia castiga los pecados, que es necesario que se mal, que no obliga a cometer, no obstante de conocerlo de
cometan, o cómo no sucede necesariamente lo que previo que antemano, como sapientísimo previsor? Así como tú con tu
había de suceder, o cómo no se ha de imputar al Creador cuan- memoria de las cosas no obligas a ser a las cosas que ya fueron,
to es de necesidad que suceda en su criatura. del mismo modo Dios no obliga a que se haga lo que real-
10. Ag.—¿Por qué te parece a ti que es incompatible nues- mente se ha de hacer. Y así como tú te acuerdas de algunas
tra libertad con la presciencia de Dios: porque es presciencia cosas que has hecho y, no obstante, no has hecho todo aquello
o porque es presciencia de Dios? de que te acuerdas, así también Dios prevé todas las cosas, de
Ev.—Más bien porque es presciencia de Dios. las que él mismo es el autor, y, no obstante, no es él el autor
Ag.—¿Qué pasaría si tú previeras que alguien había de de todo lo que prevé. Pero de las cosas de las que no es malhe-
pecar: no sería necesario que pecara? chor es, sin embargo, justo vengador.
Ev.—Sí, sería necesario que pecara; de lo contrarío no De aquí puedes entender ya por qué razón o con qué justicia
habría presciencia de parte mía, al no prever cosas indefectibles. castiga Dios los pecados: es porque no es él el autor del mal
futuro que prevé. Si por el hecho de que prevé que los hom-
.CAPUT IV bres han de pecar no los hubiera de castigar, tampoco debería
DEUS PRAENOSCENS NON COGIT AD PECCANDUM ATQUE ADEO
Aug.—Non igitur' quia Dei praescientia est, necesse est fieri quae
PECCATA IUSTE PUNIT
praescierit, sed tantummodo quia praescientia est; quae si non certa
9. Aug.—Quid ergo te movet? an forte oblitus quid prima nostra praenoscit, utique nulla est.
disputado peregerit, negabis nullo cogente, aut superiore, aut inferiore. Ev.—Consentio: sed quorsum ista?
aut aequali, sed ea nos volúntate peccare? Aug.—Quia, nisi fallor, non continuo tu peccare cogeres, quem pec-
Ev.—Nihil horum prorsus audeo negare: sed tamen, fateor, nondum caturum esse praescires: ñeque ipsa praescientia tua peccare eum coge-
video quomodo sibi non adversentur haec dúo, praescientia Dei de pec- ret, quamvis sine dubio peccaturus esset: non enim aüter id futurum
catis nostris, et nostrum in peccando liberum. Nam et iustum Deum esse praescires. Sicut itaque non sibi adversantur haec dúo, ut tu prae-
necesse est fateamur, et praescium. Sed scire vellem qua iustitia puniat scientia tua noveris quod alius sua volúntate facturus est; ita Deus
peccata quae necesse est fieri; aut quomodo non sit necesse fieri quae neminem ad peccandum cogens, praevidet tamen eos qui propria volún-
futura esse praescivit; aut quomodo non Creatori deputandum est quid- tate peccabunt.
quid in eius creatura fieri necesse est. 11. Cur ergo non vindicet iustus, quae fieri non cogit praescius?
10. Aug.—Unde tibi videtur adversum esse liberum arbitrium nos- Sicut enim tu memoria tua non cogis facta esse quae praeterierunt; sic
trum praescientiae Dei? quia praescientia est, an quia Dei praescientia Deus praescientia sua non cogit facienda quae futura sunt. Et sicut
est? tu quaedam quae fecisti meministi, nec tamen quae meministi omnia
Ev.—Quia Dei potius. fecisti; ita Deus omnia quorum ipse auctor est praescit, nec tamen om-
Aug.—Quid ergo? si tu praescires peccaturum esse aliquem, non es- nium quae praescit, ipse auctor est. Quorum autem non est malus auctor.
set necesse ut peccaret? iustus est ultor.
_ Ev.—Im0 necesse ut peccaret: non enim aüter esset praescientia mea. Hinc ergo iam intellige qua iustitia Deus peccata puniat, quia quae
nisi certa praescirem. novit futura, non facit: nam si propterea non debet retribuere supplicium

i
334 DEL LIBRE ALBhDKIO III, 5,12
111,5,13 DEL LIBRE ALBEDRIO 335
p r e m i a r a los q u e o b r a n b i e n p o r la m i s m a r a z ó n , o sea, p o r -
q u e t a m b i é n p r e v é q u e h a n de o b r a r b i e n . n o e x i s t i e r a n ; p u e s h a s de s a b e r q u e , si l a s v i t u p e r a s , es com-
P e r o n o , t o d o lo c o n t r a r i o ; confesemos q u e es p r o p i o d e p a r á n d o l a s consigo m i s m a s , al c o n s i d e r a r c u á l e s s e r í a n si n o
su p r e s c i e n c i a el n o i g n o r a r n a d a de c u a n t o h a de suceder,, h u b i e r a n c o m e t i d o el p e c a d o . P e r o el h o m b r e d e b e , en el g r a d o
y p r o p i o de su j u s t i c i a el n o d e j a r i m p u n e el p e c a d o en s u que le p e r m i t a n sus f a c u l t a d e s , t r i b u t a r al C r e a d o r de e l l a s l a s
j u i c i o , p r e c i s a m e n t e p o r q u e es c o m e t i d o p o r la v o l u n t a d l i b r e , m á s d i g n a s a l a b a n z a s , n o sólo p o r q u e su j u s t i c i a las o b l i g a
y que la p r e s c i e n c i a n o o b l i g a a n a d i e a p e c a r . a e n t r a r en el o r d e n p o r él e s t a b l e c i d o , sino t a m b i é n p o r q u e
las hizo tales q u e , a u n a f e a d a s p o r el p e c a d o , son m u y supe-
r i o r e s en d i g n i d a d a la luz c o r p o r a l , p o r la c u a l j u s t a m e n t e
CAPITULO V le a l a b a m o s .
13. T a m b i é n te a d v i e r t o que te g u a r d e s de d e c i r , si n o q u e
DEBEMOS ALABAR A D I O S POR H A B E R DADO E L S E R AUN A LAS- m e j o r sería que n o existiesen, al m e n o s q u e l a s d e b í a h a b e r
CRIATURAS QUE PECAN VOLUNTARIAMENTE, Y QUE SON» P O R LO- c r e a d o de o t r a c o n d i c i ó n ; p o r q u e t o d o lo q u e r a z o n a b l e m e n t e
MISMO, DESGRACIADAS se te o c u r r a a ti c o m o m e j o r , ten p o r cierto q u e D i o s lo h a
h e c h o , c o m o C r e a d o r que es de lodos los b i e n e s . Y es de s a b e r
12. E n c u a n t o a lo q u e m e p r o p u s i s t e en t e r c e r l u g a r , a
q u e n o es u n a r a z ó n v e r d a d e r a , sino u n a d e b i l i d a d e n v i d i o s a ,
s a b e r , c ó m o es p o s i b l e n o i m p u t a r al C r e a d o r lo q u e es nece-
s a r i o que s u c e d a en su c r i a t u r a , f á c i l m e n t e n o s lo d i r á a q u e l l a e l n o q u e r e r a d m i t i r g r a d o s i n f e r i o r e s en la e s c a l a de los seres,
n o r m a de p i e d a d q u e conviene r e c o r d a r , y es q u e s i e m p r e y p o r c u a n d o se p i e n s a q u e u n a cosa, c u a l q u i e r a q u e sea, d e b e r í a
t o d o d e b e m o s d a r g r a c i a s a n u e s t r o C r e a d o r , c u y a larguísima" h a b e r sido d o t a d a de m á s p e r f e c c i ó n ; c o m o si, p o r e j e m p l o ,
b o n d a d d e b e r í a m o s a l a b a r , sin d u d a a l g u n a , y con t o d a j u s t i - d e s p u é s de h a b e r c o n t e m p l a d o la h e r m o s u r a del cielo n o qui-
cia, a u n en el caso de q u e n o s h u b i e r a c o l o c a d o en a l g u n o d e s i e r a s que h u b i e r a sido h e c h a la t i e r r a . E s t o sería u n a i n i q u i -
los g r a d o s i n f e r i o r e s de la c r e a c i ó n . A u n en el caso de q u e d a d . J u s t a m e n t e le c e n s u r a r í a s si, n o h a b i e n d o h e c h o ei cielo,
n u e s t r a a l m a e s t u v i e r a m a n c h a d a con el p e c a d o , sería, sin em- t ú no vieras que h a b í a hecho nada más que la tierra, p o r q u e
b a r g o , m á s s u b l i m e y m e j o r q u e si fuera t r a n s f o r m a d a en esta h u b i e r a s p o d i d o decir q u e d e b í a h a b e r l a h e c h o de f o r m a q u e
luz visible. T ú m i s m o te das c u e n t a de c u á n t o a l a b a n a D i o s p o r ella h u b i e r a s p o d i d o i m a g i n a r el cielo. P e r o c u a n d o h u b i e -
p o r la h e r m o s u r a de esta luz h a s t a los m i s m o s que viven es- r a s visto r e a l i z a d o a q u e l cielo, c u y a i m a g e n q u e r í a s se desper-
clavos de los s e n t i d o s del c u e r p o . t a s e en ti m e d i a n t e la vista de la t i e r r a , y c u a n d o h u b i e r a s
P o r lo cual n o te t u r b e el que sean v i t u p e r a d a s las a l m a s s a b i d o q u e se l l a m a b a cielo y n o t i e r r a , creo q u e , n o h a b i e n d o
p e c a d o r a s , de m o d o que digas en tu c o r a z ó n : m e j o r sería q u e s i d o f r u s t r a d o tu deseo de u n ser m á s perfecto, n o te h u b i e r a
p a r e c i d o m a l q u e d e b a j o de este cielo h u b i e r a u n a c r i a t u r a
peccantibus, quia praevidet peccaturos, nec recte facientibus debet prae- inferior llamada tierra.
mia retribuere, quia et recte facturos nihilominus praevidet. A d e m á s , en l a m i s m a t i e r r a h a y t a n t a diferencia e n t r e sus
Imo vero fateamur et ad praescientiam eius pertinere ne quid eum-
lateat futurorum, et ad iustitiam, ut peccatum, quia volúntate commit- ut dicas in corde tuo melius fuisse si non essent. In sui enim compara-
titur, ita indicio eius impune non fiat. sicut praescientia non cogituí tione vituperantur, dum cogitatur quales essent, si peccare noluissent.
fieri. Institutor tamen earum Deus praeclarissime pro humana facúltate lau-
dandus est, non solum quoniam peccantes eas iuste ordinat, sed etiam
CAPUT V quia tales instituit, ut etiam peccatis sordidatae, nullo modo lucis cor-
poralis dignitate superentur, de qua tamen iure laudatur.
DEUS DE CREATURAE ETIAM QUAE PECCATO MISERIAKQUE OBNOXIA
EST PRODUCTIONE LAUDANDÜS
13. Illud quoque moneo caveas, ne forte non dicas quidem melius
fuisse ut non essent, sed aliter fieri eas debuisse. Quidquid enim tibi
12. Iam illud quod tertio loco posuisti, quomodo non Creatori depu- vera ratione melius occurrerit, scias fecisse Deum tanquam bonorum om-
tandum sit quidquid in eius creatura fieri necesse est; regula illa pie- nium conditorem. Non est autem vera ratio, sed invida infirmitas, eum
tatis facile commonebit, quam meminisse nos convenit, gratiarum actio- aliquid melius faciendum fuisse cogitaveris, iam nihil aliud inferius
nem nos deberé Creatori nostro. Cuius profecto largissima bonitas ius- velle fieri tanquam si perspecto cáelo, nolles terram factam esse; inique
tissime laudaretur, etiamsi aliquo inferiore creaturae gradu nos condi- omnino. Recte enim reprehenderes, si praetermisso cáelo terram factam
disset. Quamvis enim anima nostra peccatis tabefacta sit, sublimior est videres, quoniam díceres ita eam fieri debuisse, sicuti posses cogitare
tamen et melior, quam si in hanc lucem visibilem verteretur. Et vides caelum. Cum ergo etiam illud ad cuius speciem volebas terram perdu-
profecto de huius lucís eminentia, quantum laudent animae Deum etiam cere, factum esse perspiceres, non autem hoc terram, sed caelum vocarí;
corporis sensibus deditae. credo quod re meliore non fraudatus, ut inferior quoque aliqua fieret
Quapropter non te iam moveat, quod vituperantur animae peccatriees„ et térra esset, nequáquam ínvidere deberes.
In qua térra secundum partes eius tanta est varietas, ut nihil quod

También podría gustarte