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ACTITUD CORPORAL DE SERVICIO EN LA UNIDAD BÁSICA DE GESTIÓN

La postura del oficial de policía, juntamente con una presencia adecuada y el correcto uso
del uniforme provisto, son cuestiones fundamentales en tres aspectos a considerar, a saber:
a) seguridad del funcionario, b) imagen percibida por el vecino, y c) prevención y disuasión
de delitos, contravenciones y faltas.
La postura corporal adecuada y la corrección en el uso del uniforme, constituyen la carta de
presentación del personal, además de ser una obligación, en consonancia con los
reglamentos de la Policía de la Ciudad.
Tales circunstancias ameritan lograr un criterio unificado en relación a la conducta a asumir
por parte del oficial de policía en servicio, que se ajuste al uniforme que viste y a los
elementos provistos por la institución para llevar adelante su labor cotidiana.

ACTITUD CORPORAL DE SERVICIO:

La actitud corporal de servicio en la Unidad Básica de Gestión (U.B.G), brindará a todos los
vecinos una imagen del efectivo policial, acorde con un servicio de excelencia. Con ella, el
personal estará en condiciones de mostrarse ante la ciudadanía como un actor proactivo y
accesible a ser fuente de consulta para ocasionales transeúntes y como un profesional que
se encuentra en situación de adoptar rápidamente una posición defensiva ante una potencial
agresión utilizando, en caso de que la situación lo requiera, algunos de los elementos
provistos por la institución para tal fin (bastón tonfa, esposas, arma de fuego).
El oficial de policía durante su servicio, mientras se encuentre estático, debe adecuar su
posición corporal de la siguiente manera:

 Pies separados a una distancia equivalente a un ancho de hombros: esta posición


permite distribuir el peso del cuerpo entre ambas piernas, iniciar un desplazamiento a
paso gentil o emprender una carrera corta.

 Pie de la mano hábil un poco retrasado, alineando su punta con el talón del otro pie:
en consonancia con la separación de las piernas, propicia un desplazamiento normal,
además de lateralizar (retrasar) levemente el flanco en el cual se porta el arma de
fuego. De esta manera, facilita la adopción de una posición defensiva ante una
eventual agresión física.

 Antebrazos apoyados ligeramente sobre los portaobjetos al frente del correaje: si bien
permite un contacto con el equipamiento provisto por la institución, representa una
buena forma de descansar los brazos a lo largo del servicio y evitar ubicar los mismos
en otras posiciones que resultarían perjudiciales, tanto para la imagen policial como
para la capacidad operativa del oficial () VER POSTURAS QUE AFECTAN AL
SERVICIO Y MENOSCABAN LA IMAGEN INSTITUCIONAL)
 Ambas manos a la altura de la hebilla del cinturón posando la mano que asiste sobre
el dorso de la mano hábil, siendo esto uno de los puntos más relevantes de la posición
a adoptar durante el servicio. Con las manos en esta ubicación, el personal tiene la
capacidad de poder acceder velozmente a cualquiera de los elementos dispuestos en
el correaje (VER DISTRIBUCION DE ELEMENTOS EN EL CORREAJE), desde el
bastón Tonfa y esposas, hasta el arma de fuego. Ubicar la mano que asiste por
sobre la mano hábil, permite extender la primera a efectos de tomar distancia y
liberar el espacio personal del oficial para operar con su mano hábil el resto del
equipo.
POSTURA CORRECTA
Es importante tener en cuenta, que el efectivo policial NO debe estar apoyado contra la
pared, sino que debe mantener con la pared una distancia prudencial. La misma debe
ser tal, que evite que los individuos circulen por la espalda del personal pero permita
ser percibido con facilidad por los vecinos, tal y como se ilustra en la fotografía
siguiente.

Esta es una medida de seguridad que tiene por objeto mantener un control visual de
180 grados de todo el entorno y de los individuos que circulan o interactúan en el
lugar.

USO DEL CORREAJE Y DISTRIBUCION DE ELEMENTOS:


La Orden del Día Interna N° 159/2017 de la Policía de la Ciudad reglamenta el correcto uso
del uniforme, siendo parte del mismo el correaje policial, de uso obligatorio. La distribución de
los porta elementos, a los efectos tácticos, adquiere una relevancia significativa.
 Pistolera: ubicada al lateral del cuerpo, del lado de la mano hábil del operador.
 Porta Tonfa: en el lateral opuesto a la ubicación de la pistolera, dado que su
extracción inicia con la mano que asiste.
 Porta Esposas: al frente el cinturón, del lado al que corresponde la mano hábil,
próxima a la hebilla, lo cual facilita la extracción de las esposas con cualquiera de
las dos manos.
 Porta Cargadores: al frente del cinturón, del lado de la mano que asiste, lo cual
posibilita la rápida extracción de los cargadores ante la necesidad de una recarga
táctica o de emergencia del arma de fuego provista.
 Porta Objetos: el personal policial debería (aunque no es un elemento asignado)
llevar un portaobjetos con elementos de bioseguridad y primeros auxilios, o algún
elemento de necesidad para la función que desempeña en su caso, como por
ejemplo una linterna que, a pesar de ser poco usada, puede llegar a ser un
elemento útil.

ES IMPORTANTE NO PORTAR ELEMENTOS INNECESARIOS, PARA NO SUMAR PESO


AL EQUIPO, LO CUAL PUEDE ENTORPECER LA LABOR POLICIAL. CABE
MENCIONAR QUE LA DISTRIBUCION DE LOS PORTAELEMENTOS DESCRIPTOS EN
EL CORREAJE, COMO ASI TAMBIEN CUALQUIER OTRO QUE SE INCORPORE DEBE
PERSEGUIR DOS FINES:

1. UBICARSE EN UNA ZONA EN LA CUAL EL OPERADOR PUEDA ACCEDER CON


FACILIDAD.
2. LIBERAR LA ZONA LUMBAR DE CUALQUIER OBJETO QUE, YA SEA A BORDO
DE UN MOVIL O AL MOMENTO DE APLICAR UNA CAIDA HACIA ATRÁS (VER
TÉCNICAS DE CAIDAS, DEFENSA POLICIAL), PUEDA ATENTAR CONTRA LA
INTEGRIDAD FÍSICA DEL FUNCIONARIO POLICIAL.
ACCIONES QUE POSIBILITA LA POSTURA DE SERVICIO:
Entrevista con: vecinos:

Desde la posición inicialmente descripta se puede llevar a cabo una entrevista con cualquier
vecino,, ya sea, para evacuar una duda que posea el mismo, como así también para
interrogarlo por alguna cuestión particular.

La posición del cuerpo erguido y dirigido hacia la persona demuestra interés por la
interacción. Desde esta posición, las manos pueden moverse libremente, mientras que la
exhibición de las palmas de las manos cuando se habla evidencia una actitud de “apertura” al
dialogo.

Entrevista con oponente potencial:

La posición descripta anteriormente, también aplica para la interacción con algún oponente
potencial (aquella persona sobre la cual el personal policial pudo observar alguna actitud o
acción que haga presumir que podría atentar contra el orden público); en tanto y en cuanto,
éste no porte algún elemento que pueda ser utilizado para dañar la integridad física del
personal policial, es decir, QUE EL FUNCIONARIO POLICIAL PUEDA VERLE LAS
MANOS Y NO OBSERVAR EN ELLAS NINGÚN RIESGO. Este tipo de postura, se
denomina “Abierta o de Persuasión” 1, donde las manos del funcionario permanecen
abiertas, debajo de la línea de la cintura, mostrando las palmas, la cual permite reclasificar y
elevar el nivel de fuerza en caso que la persuasión verbal no haya funcionado o sea
necesario acercarse. La distancia con el sujeto debe ser TRES (03) metros para
resguardarse de posibles agresiones.

En caso de que sea necesario acercarse y elevar el nivel de fuerza, deberá cambiar a una
“Postura de Alerta”2, dado que se encontraría dentro del área de alcance del intervenido
(menos de tres metros). Las manos son colocadas a la altura de los hombros, mostrando las
1
Manual de Técnicas de Intervención, Procedimientos y Tácticas Policiales. Curso de Formación inicial para aspirante a
Oficial de la Policía de la Ciudad. Instituto Superior de Seguridad Pública. Edición 2019. Pág. 47.
2
Ibídem. Pág. 48.
palmas para no sugerir agresividad, manteniendo el lateral en el cual se porta el arma
alejando y fuera del alcance del individuo (propiciado por la Posición Inicial). Con las manos
elevadas, el oficial estará en condiciones de bloquear o defenderse de un golpe.

Al invadir el espacio personal del intervenido (muy cercano), el funcionario policial podrá
adoptar una “Postura Defensiva”3, elevando las manos abiertas a la altura del rostro, lo cual
facilitará la protección de su cabeza.

Es importante destacar que si el funcionario policial considera que no es posible dominarlo


con técnicas de defensa policial, no debe acercarse, pues esto compromete su seguridad y
3
Ibídem. Pág. 49
reduce sus opciones de protección. Mientras interactúa con el intervenido debe seguir
emitiendo órdenes.

En el caso que el intervenido porte un arma blanca, un arma de fuego o tenga las
manos ocultas, el personal policial debe priorizar la seguridad, por lo que la
verbalización y la postura para ello son cuestiones secundarias. En este caso
estaríamos ante la presencia de un OPONENTE REAL O DEFINIDO, por lo que el
funcionario debe elevar las medidas de prevención tomando mayor distancia y en lo
posible una cubierta, disponiéndose a utilizar en caso de ser necesario los elementos
asignados por la Institución para repeler esas posibles agresiones (bastón tonfa o
pistola reglamentaria).

Modulación con equipo de comunicación:

Deberá el equipo provisto ubicarse en el correaje con las premisas descriptas anteriormente,
y conectado el micrófono altavoz remoto (R.M.S), deberá sujetarse cercano al oído y del lado
de la mano que asiste. Esto permite operar el mismo con dicha mano, posibilitando tener la
mano hábil libre en todo momento.

Extracción y utilización de las esposas:


Para extraer las esposas se utilizará la mano hábil (para lo cual se debe poseer ambas
manos libres de elementos) se debe tomar las mismas sin perder de vista al oponente,
sujetarlas y manipular el elemento a la altura de la vista, debiendo quedar tomadas por sus
cadenas con las anillas simples hacia arriba, mientras la mano que asiste sale en línea recta
para tomar distancia del individuo o cubrirse ante algún tipo de agresión.

Extracción de bastón Tonfa:

La ubicación de la manos al frente, con la mano que asiste sobre el dorso de la mano hábil,
simplifica el movimiento de desenfunde, al encontrarse la primera a pocos centímetros del
tahalí donde se encuentra el bastón Tonfa. La posición de los pies, teniendo el
correspondiente al lado de la mano hábil más retrasado, evita que el oficial tenga cambiar su
ubicación, siendo que ya se encuentra en condiciones de adoptar una posición defensiva con
el elemento y resguardar el arma de fuego.
Desenfunde del arma de fuego

Al igual que en el caso anterior, ambos manos se encuentran cerca del correaje. La mano
hábil al dirigirse a la posición de la pistolera, no tendría obstáculos en el camino, mientras
que la mano que se asiste puede salir en línea recta hacia el frente para poder tomar
distancia de un individuo (en caso de ser necesario) o dirigirse al centro del pecho, para
configurar la Posición de tiro que se conoce como Tiempo 2, la cual posibilita una respuesta
con el arma de fuego a muy corta distancia, efectuando los disparos dirigidos con el cuerpo.
:
POSTURAS QUE AFECTAN AL SERVICIO Y MENOSCABAN LA IMAGEN
INSTITUCIONAL

Hay situaciones donde el personal, por un gesto, una posición o una incorrecta portación de
los elementos provistos, exhibe una imagen institucional que no se corresponde con una
buena predisposición al servicio.

Todos los miembros de la institución deben tener conciencia de la importancia de proyectar


una imagen institucional de seguridad, servicio, proximidad y respeto, que no debe ser
menoscabada con posturas que aún siendo involuntarias, provocan rechazo a los ojos de la
sociedad, ya que la percepción es de desdén, desidia, falta de interés o profesionalismo.

Brazos Cruzados: desde el punto de vista táctico, es una postura que implica pérdida de la
capacidad operativa, dificultando el acceso a los elementos asignados. También puede ser
percibida como una actitud hostil hacia la comunidad
Manos en los Bolsillos: postura que denota excesiva confianza en el entorno, falta de
preocupación. Desde el punto de vista táctico implica pérdida de la capacidad operativa,
dificultando el acceso a los elementos asignados.

Manos sobre pistola asignada y porta cargador: es una postura que denota hostilidad,
puede generar rechazo en el ciudadano. Desde el punto de vista táctico facilita el agarre de
los brazos por parte de un eventual oponente.

Manos en la Espalda: es una que denota falta de apertura o predisposición. Desde el punto
de vista táctico reduce la capacidad operativa, al dificultar el movimiento para tomar los
elementos asignados y adoptar una posición defensiva.
Manos dentro del chaleco a la altura de las axilas: postura que resulta ser poco eficiente,
ya que limita el movimiento de las manos ante cualquier incidencia, y demuestra desdén o
falta de interés ante el ciudadano.

Manos colgadas del cuello del chaleco balístico: postura que denota cansancio y hastío
en el personal policial, limitando así también el movimiento de las manos.
Espalda apoyada contra una pared y/o planta de un pie contra la misma: esta posición
no solo no resulta operativa, sino que además afecta gravemente la imagen institucional.
Demuestra comodidad y un total desinterés en el entorno. La ubicación de las manos sobre
la espalda limita el movimiento de los brazos y las manos.

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