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Nancy Lizette Torres Jiménez

Tradicionales, Modernos y
Avanzados

Ing. Agrónomo
Nancy Lizette Torres Jiménez

4to 2 “A”
Universidad Regional de los Altos

Sistemas de Producción Agrícola


Nancy Lizette Torres Jiménez

TRADICIONAL

Estos sistemas de agricultura tradicional, unos más sostenibles que otros, comparten la
misma finalidad: garantizar la subsistencia de las comunidades locales con el cultivo de
varios productos y el uso de herramientas o técnicas rudimentarias. Se distinguen
principalmente en tres tipos: itinerante, extensiva de secano y ricicultura monzónica.

Itinerante, el más arcaico

Ésta es la más arcaica de todas y la responsable de la deforestación de gran cantidad de


bosques.

Itinerante

Conocida también como un sistema de “tala y quema”, consiste en cortar la vegetación y


quemarla para utilizar las cenizas como abono y proceder al sembrado. El terreno se
explota continuamente con policultivos para el consumo (cereales y vegetales,
principalmente) durante tres o cuatro años hasta que los nutrientes se agotan y los
agricultores se trasladan a otro sector para repetir el proceso. Los suelos abandonados están
listos para sembrar en un tiempo estimado de 25 años.

En Europa este tipo de agricultura no es muy común. Persiste en regiones con clima
tropical, como América, África y algunas partes de Asia.

Secano, tan tradicional como la comida mediterránea

Este sistema es más amable que el itinerante y demuestra la preocupación que los
agricultores tenían desde hace varias décadas por la sostenibilidad del medio ambiente.

Extensiva de secano

Consiste en dividir el terreno en dos partes, rotándolos para que mientras uno se cultive el
otro descanse y reponga los nutrientes. Este régimen depende de las condiciones naturales
de cada lugar y se hace sin aporte externo de agua.

Utilizado principalmente por la escasez de agua para regar los terrenos, este sistema es
característico en la región mediterránea de España y Europa, donde persisten ecosistemas
semiáridos. Precisamente, en esta parte de la península ibérica el secano es tan tradicional
como la comida mediterránea que se obtiene de los cultivos con esta técnica: olivo, trigo,
cebada, centeno, garbanzo, lenteja, entre otros.

Irrigada, una técnica sin descanso

Este sistema recibe su nombre debido a que surgió en el Asia Monzónica, donde hay gran
cantidad de lluvias a lo largo del año, produciendo inundaciones propicias para el cultivo de
especies como el arroz.
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Ricicultura irrigada o monzónica

Esta técnica, que requiere de una gran mano de obra y la utilización de herramientas
tradicionales, beneficia a un gran número de familias –propietarias y trabajadoras de la
tierra- que cosechan dos o tres veces al año, pues la tierra nunca descansa.

MODERNOS
¿Qué es y qué objetivo tiene la agricultura moderna?

En la actualidad, la agricultura se enfrenta a un reto sin precedentes: ¿Cómo suministrar


alimentos a los 9.000 millones de personas que poblarán el planeta tierra para el año
2050? Esto supone producir un 60% más de lo que se hace en la actualidad. Todo un
desafío si además tenemos en cuenta factores como el cambio climático.

Pues bien, la agricultura moderna se enfoca en responder a esta demanda. Para ello emplea
tecnología e innovaciones destinadas a  reducir y optimizar el uso de los recursos
naturales.  

¿Qué elementos componen la agricultura moderna? 

Software, algoritmos y big data: podemos afirmar que los datos son la semilla del futuro.
Su potencial es enorme y, de hecho, gracias a ellos ya pueden realizarse predicciones de
cosecha o elaborar precisos mapas de fertilización variable para ahorrar en abonos. Estas
herramientas digitales nos permiten tomar mejores decisiones y optimizar nuestros
recursos. Por ejemplo, sabiendo cuáles son las necesidades y los momentos exactos de
riego, podremos aplicar la cantidad exacta de agua y en el momento más adecuado. 

 Tecnología y ciencia en las semillas: el cambio climático provocará alteraciones en el


clima que darán lugar, por ejemplo, a acusados periodos de sequía. ¿Cómo podrán producir
las plantas en estas condiciones? La respuesta parece que vendrá de mano de la ingeniería
genética, que trabaja para buscar y mejorar variedades que sean capaces de adaptarse a este
nuevo escenario climático. 
Uso eficiente de los recursos

La agricultura moderna busca ser productiva y respetuosa con el medio ambiente a partes
iguales. Proteger los elementos naturales que hacen posible la producción agrícola es
básico:  

Conservación del agua: aunque parezca paradójico, pues vivimos en el planeta azul, la


disponibilidad de agua para su uso es limitada. Esta es una situación crítica, pues se trata de
un recurso imprescindible no solo en la agricultura sino también en la industria o en la
producción energética y, por supuesto, en el consumo humano y de otros seres vivos. Por
este motivo, en agricultura —que consume el 70% de toda el agua dulce disponible— es
fundamental aprovechar cada gota. La agricultura moderna planta cara a este reto con el
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desarrollo de sistemas de riego inteligente, de dosificación, y de detección de las


necesidades hídricas de las plantas mediante sensores.

Protección del suelo: quizá el concepto de “agricultura moderna” aplicado a la protección


del suelo te evoque enormes invernaderos con cultivos hidropónicos automatizados e
interminables estanterías verticales. Nada más lejos de la realidad. La agricultura moderna
se centra en proteger el suelo que ya tenemos. ¿Por qué? Porque tiene tres características
fundamentales: es el mejor suelo productivo, disponemos de grandes superficies del mismo,
y es gratuito. Por eso la agricultura moderna trabaja para conservarlo y mejorar sus
capacidades, de modo que pueda proporcionarnos toda su riqueza. Conservar el suelo en las
mejores condiciones es fundamental porque supone el sustento principal de la agricultura, y
es un recurso no renovable.

Conservación de la energía: la agricultura consume una gran cantidad de recursos


energéticos. Estos son imprescindibles para regar, fabricar fertilizantes, o bien para la
propia actividad de cultivar. Por eso la agricultura moderna debe pivotar hacia formas
sostenibles de utilizar la energía. Buenos ejemplos de ellos son el bombeo solar, o los
primeros prototipos de tractores eléctricos.

AVANZADOS

Gracias a la tecnología AFS (Sistemas agrícolas avanzados) de Case IH y al sistema


telemático AFS ConnectTM podrá controlar el funcionamiento del vehículo sentado al
volante. Tanto si trabaja por cuenta propia como si ofrece servicios por contrato a terceros,
esta tecnología persigue un verdadero objetivo. Permite controlar los datos empresariales
con la máxima eficacia posibilitando la gestión de la flota de vehículos y el cumplimiento
de los objetivos con suma precisión. AFS es un sistema modular que permite utilizar los
productos necesarios para satisfacer sus necesidades. De modo que con independencia de si
desea automatizar la dirección de un solo tractor o si pretende controlar una flota de
equipos utilizando el sistema telemático AFS Connect, encontrará la solución en la
ventajosa tecnología AFS disponible en su concesionario Case IH.

Gracias a una combinación de herramientas que incluyen todas las funciones, desde el
guiado automático y la gestión de datos hasta el manejo de los implementos y mucho más,
los sistemas AFS de Case IH ponen a su disposición la tecnología necesaria para dirigir una
explotación agrícola moderna. Un sistema modular permite intercambiar fácilmente los
componentes entre una serie de máquinas. Este es el futuro de la agricultura.

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