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de Alimentos
1. ALIMENTOS-INVESTIGACIONES. 2 ALIMEN-
TOS-PRUEBAS. 3. ALIMENTOS-MANUALES DE LA-
BORATORIO. 4. COMPOSICIÓN DE LOS ALIMENTOS
5. NUTRICIÓN-ENSEÑANZA. 6. CONSERVACIÓN DE
LOS ALIMENTOS. I Bolaños V. Nuria, coautora. II Lutz
Cruz, Giselle coautora. III. Título
CIP/1176
CC/SIBDI.UCR.
Presentación xi
I- AGUA 1
1.1- Determinación de la actividad del agua (Aw) de un alimento 1
II- CARBOHIDRATOS 4
2.1- Identificación de azúcares por cromatografía de capa fina 4
2.2- Extracción del almidón de diferentes tejidos vegetales
y estudio de algunas de sus propiedades 7
2.3- Determinación de la pureza y el grado de ramificación
del almidón 13
2.4- Pardeamiento no enzimático o reacción de Maillard
en sistemas modelo 19
III- ACEITES Y GRASAS 22
3.1- Propiedades generales de los lípidos 22
3.2- Evaluación físico-química de aceites y grasas 27
IV- PROTEÍNAS 33
4.1- Técnicas de separación de proteínas 33
4.2- Determinación de proteínas 36
V- ENZIMAS 39
5.1- Reacción de pardeamiento enzimático: Cinética de la
polifenoloxidasa 39
5.2- Cinética enzimática: Determinación de la velocidad de
hidrólisis de la grasa de la leche por la lipasa pancreática 43
5.3- Inmovilización de enzimas: Inmovilización de invertasa
para la obtención de jarabes de azúcar invertido 45
5.4- Propiedades catalíticas de la ureasa 49
VI- ADITIVOS 54
6.1- Aditivos utilizados en la industria alimentaria 54
6.2- Colorantes naturales y sintéticos 58
10
Carlos H. Herrera R.
Nuria Bolaños V.
Giselle Lutz C.
I. AGUA
OBJETIVOS
1- Determinar el contenido de humedad y la actividad del agua de diferentes
alimentos.
2- Evaluar la variación de la actividad del agua con el contenido de humedad de un
alimento.
INTRODUCCIÓN
Los tejidos animales y vegetales contienen agua en diferentes proporciones, distri-
buida de una manera muy compleja y heterogénea. Las proteínas, los carbohidra-
tos y los lípidos contribuyen a la formación de complejos hidratados de alto peso mo-
lecular dentro de estos tejidos y cuya caracterización y cuantificación en un alimen-
to es difícil de efectuar.
En general, el contenido de humedad de un alimento es el agua total que contiene,
sin considerar que en la mayoría de los alimentos existen zonas o regiones micros-
cópicas que, debido a su composición química, no permiten la presencia del agua, lo
cual provoca una distribución heterogénea a través del producto.
El agua no sólo contribuye a las propiedades reológicas y de textura de un alimen-
to, sino que a través de sus interacciones con los diferentes componentes determina
el tipo de reacciones químicas que se pueden suscitar en el alimento.
El término "actividad del agua" establece el grado de interacción del agua con los de-
más constituyentes de los alimentos, y es una medida indirecta del agua disponible
para llevar a cabo las diferentes reacciones a las que están sujetas estas sustancias
químicas o para el desarrollo microbiano. Matemáticamente, se define como:
P % HR
Aw = =
Pº 100
PROCEDIMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
1. Badui, S. Química de los Alimentos. Editorial Alhambra Mexicana, S.A. Mé-
xico. 1981; pp. 28-33.
2. Herrera, C. Manual de Laboratorio: Evaluación de la calidad de pescado,
mariscos y productos pesqueros. UNA: Heredia. 1989; pp. 64-67.
Figura 1.1. Determinación de la actividad del agua en un alimento, utilizando sales de referencia
II. CARBOHIDRATOS
OBJETIVOS
1- Estudiar un método de identificación cualitativa de azúcares por la técnica de
cromatografía de capa fina.
2- Evaluar la presencia de diversos azúcares en diferentes matrices de productos
alimenticios.
3- Evaluar el uso de diferentes enzimas de interés comercial utilizadas en la hidró-
lisis de oligosacáridos y polisacáridos.
INTRODUCCIÓN
La cromatografía en papel o en capa fina son métodos útiles para la separación y
caracterización de pequeñas cantidades de compuestos, dada la distribución de los
componentes de la mezcla entre dos fases: Una fija (fase estacionaria) y otra móvil (fase
móvil). La separación se logra porque algunas sustancias son más fuertemente retenidas
por la fase estacionaria, mientras que otras se desplazan mejor en la fase móvil.
La caracterización de los compuestos se realiza comparando la migración (Rf)1 de sustan-
cias desconocidas con la migración de un compuesto patrón. En un sistema particular de
disolventes, el Rf es característico de cada sustancia, y es así posible identificar los com-
puestos desconocidos en un determinado alimento. Frecuentemente, comparando la mi-
gración (Rf) de sustancias desconocidas con la migración de compuestos patrón, en un
sistema particular de disolventes, es posible identificar tentativamente los compuestos
que se encuentran presentes en un determinado alimento.
En la industria alimentaria, es común el uso de monosacáridos y disacáridos como
agentes edulcorantes (Figura 2.1), destacando en importancia la glucosa, fructosa y sa-
carosa. Con menor frecuencia es posible encontrar galactosa, lactosa y maltosa. El
uso de polisacáridos, como los almidones, pectinas, derivados de la celulosa, en al-
gunos productos alimenticios es, también, bastante frecuente. En este caso particu-
lar, las reacciones de hidrólisis enzimática permiten la obtención de los azúcares co-
rrespondientes. Los azúcares mencionados pueden ser identificados por la técnica de
cromatografía de papel o capa fina.
Reacciones específicas de color pueden usarse para detectar e identificar compues-
tos en cromatogramas de papel. Por ejemplo, los azúcares reductores dan productos
coloreados cuando reaccionan con ftalato ácido de anilina: Las aldohexosas forman
manchas de color café y las aldopentosas manchas rojas.
1. Rf: Distancia recorrida por el soluto/distancia recorrida por el disolvente.
5 II-Carbohidratos II-Carbohidratos 5
PROCEDIMIENTO
1- Colocar en un tanque de cromatografía una mezcla de acetonitrilo: agua (85:15; v/v),
para formar una capa de 1 cm de espesor. Tapar el tanque de cromatografía y es-
perar 30 minutos para que la cámara cromatográfica se sature con la mezcla de
disolventes indicada (equilibrio líquido-vapor).
2- Utilizar cromatoplacas de 20 x 20 cm, de gel de sílice y con un espesor de 0,2 mm.
Trazar suavemente con lápiz una línea a 1 cm del borde inferior, y sobre esa lí-
nea marcar puntos equidistantes (separados 1,5 - 2 cm uno de otro). Dejar una
distancia de 1 cm a cada borde lateral.
3- Utilizar un capilar para aplicar una gota (0,05 mL) de cada una de las disolucio-
nes 0,1 M de los azúcares que se utilizarán como patrones: D-glucosa, D-fructo-
sa, D-galactosa, sacarosa, maltosa y lactosa.
4- Aplicar en igual forma, los extractos o preparados de azúcares presentes en las
diferentes matrices alimentarias.
6 II-Carbohidratos II-Carbohidratos 6
BIBLIOGRAFÍA
1. Acuña, F. Prácticas de laboratorio para los cursos de Química Orgáni-
ca. Universidad de Costa Rica, Ciudad Universitaria "Rodrigo Facio." 1993. pp.
51-66.
2. Hellmut, J.; Funk, W.; Fischer, W. y H. Wimmer. Thin-Layer Chromato-
graphy: Reagents and Detection Methods. Volume 1º. VCH. Germany.
1990; pp.195-197.
3. Rodríguez, J. y L. Rojas. Manual de Prácticas de Bioquímica. Editorial de
la Universidad de Costa Rica. UCR. 1987; pp. 117-121.
7 II-Carbohidratos II-Carbohidratos 7
OBJETIVOS
1- Extraer y cuantificar el contenido de almidón presente en un tejido vegetal
(tubérculos o cereales).
2- Estudiar algunas de las propiedades del almidón obtenido.
INTRODUCCIÓN
El almidón es el carbohidrato de reserva más abundante en los tejidos vegetales. Se
encuentra en grandes cantidades en los tubérculos y semillas de cereales y legumi-
nosas, de donde puede obtenerse fácilmente en forma de gránulos, característicos
por su forma y tamaño (Figura 2.2). Después de un proceso de molienda o trituración
adecuado, el almidón se extrae por arrastre con agua, aprovechando la diferencia en
densidad presentada por los gránulos de almidón respecto a la fibra, lípidos y pro-
teínas del tejido vegetal.
El almidón es un polisacárido que contiene alrededor de un 20% de una fracción in-
soluble en agua llamada amilosa y un 80% de una fracción soluble denominada ami-
lopectina. Ambas fracciones están constituidas por unidades de -D-glucosa, pero di-
fieren en el tamaño y la configuración molecular.
Todos los polisacáridos son hidrolizados en sus constituyentes monosacáridos por la
acción de ácidos diluidos. Como el almidón es un polímero de la -D-glucosa, es de
esperar que por hidrólisis completa se obtenga D-glucosa como producto final. Esta
hidrólisis se puede llevar a cabo en forma enzimática, utilizando -amilasas y -ami-
lasas o por la acción de la amilasa presente en la saliva.
La hidrólisis del almidón sucede en varias etapas; primero se obtienen las dextrinas
(polisacáridos de menor masa molecular), luego la maltosa y por último la glucosa.
Esta hidrólisis se puede demostrar de dos maneras diferentes:
a) Por la desaparición del color azul característico de la prueba del yodo-yoduro.
b) Por la aparición de D-glucosa, un azúcar reductor, el cual puede ser detectado
con los reactivos de Benedict, Fehling y otros.
8 II-Carbohidratos II-Carbohidratos 8
PROCEDIMIENTO
Figura 2.2. Forma y tamaño de los gránulos de diferentes clases de almidón utilizados
en la industria alimentaria
Prueba de Yodo-Yoduro
El almidón y las dextrinas producen color con una disolución de yodo y yoduro de po-
tasio. Este color puede ser azul, púrpura o rojizo, según sea el grado de hidrólisis de
la macromolécula.
Las unidades de -D-glucosa en la amilosa forman una hélice con seis unidades del
monosacárido en cada vuelta. El color azul característico desarrollado por el almi-
dón en presencia de yodo-yoduro se cree que es debido a un complejo que se forma
cuando se retiene la especie I3- en el interior de la espiral del poliglucósido.
Procedimiento
En un tubo de ensayo, colocar 0,5 mL de la disolución de almidón. Posteriormente,
adicionar 3 ó 4 gotas del reactivo de yodo-yoduro. Observar el cambio de color.
Prueba de Molisch
Todos los carbohidratos reaccionan con el reactivo de Molisch y producen una diso-
lución color púrpura. Esto ocurre porque el carbohidrato experimenta una serie de
reacciones de deshidratación sucesivas catalizadas por el ácido sulfúrico concentra-
do empleado en este ensayo, produciendo furfural (1) a partir de las pentosas o 5-hi-
droximetilfurfural (2) a partir de las hexosas (Figura 2.3). El reactivo de Molisch es
una disolución al 15% de -naftol en etanol. EL -naftol reacciona con el furfural o
11 II-Carbohidratos II-Carbohidratos 11
Carbohidrato
Procedimiento
1- En un tubo de ensayo, colocar 3 mL de la disolución del carbohidrato y añadir 2
gotas del reactivo de Molisch. Agitar.
2- Inclinar este tubo en un ángulo de aproximadamente 30º y agregar con cuidado,
resbalando por las paredes, 2 mL de ácido sulfúrico concentrado. No agitar esta
mezcla. Observar cualquier cambio de color entre las dos fases.
Carbohidrato 1ó 2
Prueba de Benedict
El reactivo de Benedict está constituido por una disolución de sulfato de cobre II, ci-
trato de sodio y carbonato de sodio. Al tratar el azúcar con estos reactivos, experi-
mentan una reacción de oxidación. El cobre II en disolución acuosa, de color azul, se
reduce a cobre I, el cual precipita como óxido de cobre I, de color rojo. El esquema de
la reacción se muestra en la Figura 2.5.
Figura 2.5. Esquema de reacción para una prueba positiva con el reactivo de Benedict.
Procedimiento
En un tubo de ensayo, colocar 0,5 mL de la disolución del carbohidrato. Agregar una
disolución de NaOH 3 M, hasta obtener un pH entre 9 y 10. Posteriormente, adicio-
nar 5 mL del reactivo de Benedict y colocar el tubo de ensayo en un baño de agua en
ebullición. Observar la formación de un precipitado rojo de óxido de cobre I.
BIBLIOGRAFÍA
1. Acuña, F. Prácticas de laboratorio para los cursos de Química Orgáni-
ca. Universidad de Costa Rica, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio. 1993. pp.
206-219.
2. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los Alimentos. 2.ª edición. Editorial
Acribia, S.A. Zaragoza. España. 1982; pp. 257-262.
3. Rodríguez, J. y L. Rojas. Manual de Prácticas de Bioquímica. EUCR. San
José, C.R. 1987; pp. 15-30.
4. Solomons, T.W. Fundamentos de Química Orgánica. Editorial Limusa S.A.
México D.F. 1985, pp. 754-758.
13 II-Carbohidratos II-Carbohidratos 13
OBJETIVOS
1- Determinar el grado de pureza del almidón extraído (en la práctica anterior) uti-
lizando un método colorimétrico basado en la generación de color con el reactivo
de antrona.
2- Determinar el grado de ramificación y la longitud promedio de las ramificacio-
nes de la amilopectina presente en el almidón extraído.
3- Determinar el contenido de amilosa en el almidón extraído.
INTRODUCCIÓN
El almidón es el carbohidrato de reserva de los vegetales y está constituido por dos
polisacáridos, la amilosa y la amilopectina (Figura 2.6). La amilosa es un polisacárido
lineal, perfecto, formado por unidades de -D-glucosa con enlaces -1,4, lo cual fa-
vorece la formación de estructuras helicoidales. La amilopectina posee una estruc-
tura compleja, de cadenas ramificadas. En las cadenas principales, los monómeros
de D-glucosa están unidos por enlaces -1,4, y las ramificaciones se realizan me-
diante enlaces -1,6, con un punto de ramificación cada 15-30 unidades de glucosa.
La base del método consiste en una medida fotométrica del color, a una longitud de
onda de 620 nm, producido por la condensación del grupo carbonilo del furfural o hi-
droximetilfurfural, con un compuesto fenólico (el reactivo de antrona en medio fuer-
temente ácido) (Figura 2.7).
Compuesto coloreado
PROCEDIMIENTO
8- Comparar sus resultados, con los obtenidos por sus compañeros, con otras clases
de almidón.
9- Investigar en la literatura el grado de ramificación promedio de otros almidones
de interés industrial.
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los Alimentos. 2.ª edición. Editorial
Acribia, S.A. Zaragoza. España. 1982; pp. 257-262.
2. Redley, J. Examination and analysis of starch and starch products. Ap-
plied Sc. Publishers, Ltda. London. England. 1976; pp 156-157.
3. Rodríguez, J. y L. Rojas. Manual de Prácticas de Bioquímica. EUCR. San
José, C.R. 1987; pp. 31-35.
19 II-Carbohidratos II-Carbohidratos 19
OBJETIVO
1- Estudiar el efecto de diversos factores, entre ellos el tipo de azúcar, el pH, la tem-
peratura y el tiempo de exposición, en la velocidad de reacción de pardeamiento
no enzimático, o reacción de Maillard, utilizando sistemas modelo sencillos.
INTRODUCCIÓN
Durante el procesamiento, almacenamiento y preparación de los alimentos, se for-
man coloraciones pardas u oscuras, las cuales se deben a reacciones de naturaleza
enzimática o no enzimática. Entre las últimas se encuentran las reacciones de ca-
ramelización de los azúcares y la reacción de Maillard o reacción de pardeamiento
no enzimático.
En las etapas iniciales de la reacción de Maillard, el grupo carbonilo de las aldosas
o cetosas es capaz de reaccionar con grupos amino libres de moléculas de proteínas
o aminoácidos, los que por posterior deshidratación forman una imina, la cual se ci-
cla y produce una glicosilamina o un N-glicósido. Las aldosilaminas, a través de la
transposición de Amadori, y las cetosilaminas, a través de la transposición de
Heynz, son transformadas, en 1-amino-1-desoxicetosas y 2-amino-2-desoxialdosas,
respectivamente. Estos compuestos son inestables y participan en una serie comple-
ja de reacciones que finalmente produce saborizantes, aromatizantes y pigmentos de
color pardo, conocidos con el nombre de "melanoidinas".
Diversos factores afectan el grado de pardeamiento que ocurre a través de la reac-
ción de Maillard. En primer lugar, debe estar presente un aldehído o una cetona (los
azúcares reductores se encuentran frecuentemente en los sistemas de alimentos) y
una amina (sin duda alguna, las proteínas constituyen la fuente más importante de
estos grupos). En general, los azúcares pequeños reaccionan con mayor velocidad
que los grandes. Las pentosas reaccionan más rápido que las hexosas y estas con
mayor rapidez que los disacáridos. La galactosa parece ser la más reactiva de las he-
xosas; la fructosa reacciona más rápido que la glucosa en las etapas iniciales, pero
a medida que la reacción avanza, las velocidades se invierten.
La reacción es extremadamente lenta en alimentos secos y en disoluciones muy di-
luidas. Las reacciones de pardeamiento que ocurren con mayor velocidad tienen lu-
gar en alimentos con un 10-15 % de humedad, esto porque se requiere de una cier-
ta cantidad de agua para que los reactivos interactúen. Cuando el contenido de hu-
medad es muy elevado, el agua actúa como inhibidor de la reacción ya que varios de
los pasos de la serie de complejas reacciones son deshidrataciones.
La velocidad de reacción es directamente proporcional a la temperatura, la reacción
es lenta a 37 ºC, rápida a 100 ºC y violenta a 150 ºC.
20 II-Carbohidratos II-Carbohidratos 20
PROCEDIMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los Alimentos. 2ª Edición. Editorial
Acribia, S.A., Zaragoza, España. 1992.
2. Miller, D.D. Química de los Alimentos: Manual de Laboratorio. Editorial
Limusa, S.A. de C.V., México. 2001.
III. ACEITES Y GRASAS
OBJETIVOS
1- Definir algunas características importantes de los lípidos.
2- Determinar las diferencias existentes entre grasas animales y vegetales.
INTRODUCCIÓN
El término lípido se aplica a una clase de compuestos que son solubles en disolven-
tes orgánicos e insolubles en agua.
Se conocen numerosas clases de lípidos, pero solamente un cierto número limitado
de ellos tiene alguna importancia a nivel biológico. Uno de los grupos más importan-
tes de los lípidos son los triacilgliceroles, o sea ésteres de ácidos grasos y el glicerol.
Algunos de ellos actúan como hormonas o precursores de hormonas, otros en la di-
gestión, o como proveedores de energía almacenada; también actúan como compo-
nentes funcionales estructurales de biomembranas y en la conducción nerviosa.
Algunas de las características fácilmente evaluables de los triacilgliceroles son, en-
tre otras, su punto de fusión y su solubilidad, para lo cual basta ensayar una peque-
ña cantidad de la sustancia en un pequeño volumen del disolvente deseado. El gra-
do de solubilidad puede ser determinado por simple observación. Otras característi-
cas, no menos importantes, son:
Saponificación
Cuando un triacilglicerol se somete a un proceso de hidrólisis alcalina, se obtiene gli-
cerol y sales de metales alcalinos de los ácidos grasos; estas últimas se conocen, co-
múnmente, con el nombre de jabones. Este proceso se denomina saponificación. La
reacción tiene lugar en dos etapas: Primero se liberan los ácidos grasos, y luego el
álcali y los ácidos grasos se neutralizan; así se forma el jabón (Figura 3.1).
Las sales de sodio producen jabones duros y las de potasio jabones blandos. Los ja-
bones deben su acción limpiadora a sus propiedades emulsificantes, lo que a su vez
se debe a su naturaleza hidrosoluble del extremo hidrofílico y al carácter liposoluble
del extremo hidrocarbonado de la molécula.
Formación de acroleína
Cuando se calienta el glicerol, o cualquier otro lípido que contenga el glicerol, se for-
ma acroleína (Figura 3.2), un aldehído responsable de un olor desagradable.
Presencia de insaturaciones
Los ácidos grasos pueden dividirse en dos grandes grupos: los saturados y los insa-
turados. Los primeros están formados por enlaces simples carbono-carbono, mien-
tras que los segundos pueden tener enlaces múltiples, que se conocen con el nombre
de insaturaciones. Estas uniones no saturadas de los ácidos grasos tienen la propie-
dad de halogenarse estequiométricamente, en especial con yodo o bromo. La canti-
dad de halógeno absorbido es un índice del grado de insaturaciones de la grasa o del
aceite (Figura 3.3)
Presencia de esteroles
Al esterol que se le ha dado mayor importancia por su efecto en el sistema circula-
torio es el colesterol. De ahí la importancia de determinar su presencia en los pro-
ductos que el ser humano consume. Se encuentra, exclusivamente, en grasas de ani-
males y por ende, en el hombre. Prácticamente, todas las células del cuerpo huma-
no contienen algo de colesterol. El colesterol es un alcohol sólido, policíclico, de alto
peso molecular.
La determinación cualitativa y cuantitativa de colesterol, y de los esteroles en gene-
ral, consiste en un método rápido, basado en la reacción química de Liebermann-
24 III- Aceites y grasas III- Aceites y grasas 24
PROCEDIMIENTO
Solubilidad de lípidos
1- Determinar la solubilidad de manteca, aceite, ácido esteárico y glicerina, prepa-
rando para cada muestra cinco tubos de ensayo de 10 mL. Colocar en cada tubo
3 mL de los siguientes disolventes:
Tubo 1: Agua
Tubo 2: Alcohol etílico
Tubo 3: Eter etílico
Tubo 4: Cloroformo
2- Adicionar a cada tubo una pequeña cantidad del lípido y agitar fuertemente.
3- Anotar sus observaciones en un cuadro. Clasificar cada sustancia como soluble,
parcialmente soluble, o insoluble.
25 III- Aceites y grasas III- Aceites y grasas 25
Preparación de un jabón
1- Colocar en un frasco cónico de 250 mL, 75 mL de una disolución de NaOH al 10%
y 8,0 g de manteca. Calentar a ebullición, durante 1 hora.
2- Enfriar la disolución obtenida. Tomar 5 mL y añadir unas gotas de una disolu-
ción de CaCl2 saturada. Anotar los resultados.
Formación de acroleína
1- Preparar tres tubos de ensayo secos. Colocar 1 mL del aceite vegetal, 1 mL de
glicerol y una punta de espátula de ácido esteárico en cada uno de ellos.
2- Calentar con el mechero, y en forma gradual, cada uno de los tubos y notar el
olor que se desprende.
3- Anotar los resultados.
Prueba de insaturaciones
1- Disolver una pequeña cantidad (punta de espátula) de ácido oleico en 1 mL de
cloroformo. Agregar, gota a gota, el reactivo de Hülb (1,3 g de I2 en 25 mL de
etanol al 95%; 1,5 g de HgCl2 en 25 mL de etanol al 95%; mezclar ambas diso-
luciones antes de usar). Agitar. Continuar la adición hasta notar un cambio de
color. Anotar los resultados.
2- Repetir la prueba utilizando cantidades equivalentes de ácido esteárico, aceite
vegetal, mantequilla y manteca vegetal. Disolver cada muestra en 1 mL de clo-
roformo y añadir, gota a gota, el reactivo de Hülb. Agitar en forma constante.
3- Anotar los resultados.
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los Alimentos. 2ª edición. Editorial
Acribia, S.A. Zaragoza. España. 1988.
2. Rodríguez, J.A. y L.F. Rojas. Manual de Prácticas de Bioquímica. Editorial
Universidad de Costa Rica, San José. 1987.
27 III- Aceites y grasas III- Aceites y grasas 27
OBJETIVOS
1- Conocer algunos métodos de extracción y evaluación físico-química de aceites y
grasas.
2- Evaluar el grado de oxidación de un aceite o grasa, utilizando como parámetro
el índice de peróxidos.
INTRODUCCIÓN
Las grasas y los aceites pueden ser identificados por sus constantes químicas y físi-
cas. Las constantes químicas más usadas son el índice de yodo y el índice de sapo-
nificación; y las constantes físicas de mayor empleo son la gravedad específica, el ín-
dice de refracción y el punto de fusión. Existen pruebas que evalúan la calidad de
una grasa o de un aceite, de acuerdo con su grado de rancidez, como el valor del áci-
do tiobarbitúrico (TBA) y el índice de peróxidos.
Índice de saponificación
El término "saponificación" significa la hidrólisis de un éster para formar el corres-
pondiente alcohol y el ácido o la sal del ácido correspondiente. Aplicado a las grasas,
denota la reacción entre una base fuerte y un aceite o una grasa, dando como resul-
tado la formación de un jabón (sal alcalina de los ácidos grasos) y glicerina.
El método se basa en la reacción expresada en la Figura 3.1.
El índice de saponificación es una medida de la cantidad de base fuerte requerida
para saponificar una determinada masa de aceite o grasa y, generalmente, se expre-
sa como el número de miligramos de hidróxido de potasio necesarios para saponifi-
car un gramo del triacilglicerol.
El índice de saponificación está relacionado en forma inversa con el peso molecular
medio del aceite o de la grasa. El índice de saponificación es un dato muy empleado
en el análisis de grasas y de aceites. Es una de las constantes más empleadas para
la identificación de estas sustancias en muestras desconocidas, y para la estimación
de la composición de mezclas grasas.
El procedimiento general consiste en calentar un exceso de una disolución de hidró-
xido de potasio en etanol, con una masa conocida de un triacilglicerol, hasta que la
reacción de saponificación sea completa. El exceso de base se valora con una disolu-
ción patrón de un ácido y se calcula el índice de saponificación a partir de la canti-
dad de base fuerte que reacciona con la muestra.
Índice de yodo
La determinación del índice de yodo en aceites o grasas que contienen enlaces do-
bles, se basa en la absorción del halógeno según ciertas condiciones, para provocar
28 III- Aceites y grasas III- Aceites y grasas 28
Índice de refracción
Puede ser definido como la relación de la velocidad de la luz en el aire y su veloci-
dad en el medio en cuestión. Esta característica se presenta como una forma simple
y exacta para determinar el grado de pureza de una grasa. El índice de refracción
puede ser obtenido en algún tipo de refractómetro, por ejemplo el de Abbé. La lectu-
ra se realiza normalmente a 40 ºC, o, en su defecto, se hace una corrección a la tem-
peratura a la que se efectúa la medición, multiplicando la constante 0,000365 por
cada grado Celsius de cambio en la temperatura normal de lectura.
Índice de acidez
El índice de acidez de un aceite o de una grasa, se define como el número de mili-
gramos de hidróxido de sodio requeridos para neutralizar la acidez libre por gramo
de muestra. A menudo, el resultado se expresa como el porcentaje de ácido oleico
presente en la muestra.
El índice de acidez es una medida del grado de descomposición del aceite o de la gra-
sa, por acción de las lipasas o por alguna otra causa. La descomposición se acelera
por la luz y el calor. Como la rancidez se acompaña, usualmente, por la formación
29 III- Aceites y grasas III- Aceites y grasas 29
de ácidos grasos libres, la determinación es usada, con frecuencia, como una indica-
ción general de la condición y comestibilidad de los aceites y las grasas.
Índice de peróxidos
Los productos iniciales en la oxidación (rancidez) de aceites y de grasas son los hi-
droperóxidos (R-OOH); sin embargo, se denominan normalmente peróxidos. La de-
terminación de peróxidos se basa en su capacidad de liberar yodo de una disolución
de yoduro de potasio en ácido acético glacial. El yodo formado se valora con una di-
solución patrón de tiosulfato de sodio, utilizando una disolución de almidón como in-
dicador (Veáse Figura 3.6).
El índice de peróxidos se expresa en mmol de yodo/kg de aceite o grasa, los cuales
son equivalentes a los hidroperóxidos presentes en el triacilglicerol.
PROCEDIMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
1. A.O.A.C. Official Methods of Analysis of the Association of Official
Analytical Chemists. 12 th edition. W. Horwitz, editor. Washington. USA.
1975. pp. 485-517.
2. Egan, H.; Kirk, R.S. y R. Sawyer. Análisis Químico de Alimentos de Pear-
son. Compañía Editorial Continental, S.A. México. 1987.
3. Mehlenbacher, V.C. Análisis de Grasas y Aceites. Editorial URMO. España.
1979.
IV. PROTEÍNAS
OBJETIVOS
1- Ilustrar algunas técnicas de separación de proteínas.
2- Separar las principales proteínas de diferentes matrices.
INTRODUCCIÓN
Las proteínas son macromoléculas formadas por cadenas de alrededor de 20 diferen-
tes aminoácidos, unidos entre sí por medio de enlaces peptídicos y se encuentran co-
mo mezclas complejas en los tejidos orgánicos. Su separación en fracciones con ca-
racterísticas moleculares definidas ha permitido alcanzar un enorme conocimiento
sobre sus funciones y estructuras.
Las proteínas poseen propiedades y características que las diferencian unas de otras
y por medio de ellas pueden ser separadas y aisladas de sus fuentes. Entre las pro-
piedades más importantes se mencionan la solubilidad, el punto isoeléctrico, la des-
naturalización, la solvatación o hidratación, la densidad y el comportamiento en pre-
sencia de sales.
La solubilidad de una proteína depende del grado de hidratación y del número o
arreglo de las cargas sobre la molécula, lo cual depende, a su vez, de la composición
de aminoácidos y de la presencia o ausencia de otros residuos, tales como fosfatos,
lípidos, carbohidratos y otros. Las moléculas de proteínas cargadas se acercan lo su-
ficiente como para formar agregados o precipitados, cuando la constante dieléctrica
del medio es reducida por la adición de acetona, alcohol u otros disolventes. Esto
también sucede cuando se consigue la fortaleza iónica apropiada, mediante la adi-
ción de electrolitos. En presencia de grandes concentraciones de sales, como el sul-
fato de amonio, se disminuye el grado de hidratación y se reduce el número de car-
gas de las proteínas y, consecuentemente, estas se agregan y se precipitan.
La separación selectiva de proteínas puede realizarse con bajas concentraciones de
los iones de algunos elementos pesados, tales como Hg2+, Zn2+ y Cu2+. A pH inferiores
al punto isoeléctrico de la proteína, esta se carga positivamente y se precipita con
aniones; a pH superiores, precipita con cationes.
Un procedimiento corriente para separar proteínas de sus disoluciones consiste en
ajustar el pH al punto isoeléctrico de la proteína de interés. La solubilidad de la pro-
teína tiene su valor mínimo, y luego se adiciona una sal neutra, por ejemplo, sulfa-
to de potasio o de sodio. Puesto que las distintas proteínas de una mezcla se preci-
pitan a diferentes concentraciones de una sal, la separación es factible mediante el
incremento controlado de la concentración de esa sal.
34 IV- Proteínas IV- Proteínas 34
En esta práctica se hará uso del punto isoeléctrico y la presencia de sales para se-
parar las proteínas de la leche y de la harina de trigo.
PROCEDIMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los Alimentos. 2ª edición. Editorial Acri-
bia, S.A. Zaragoza. España. 1988. pp. 405-414.
2. Rodríguez, J.A. y L.F. Rojas. Manual de Prácticas de Bioquímica. Editorial
Universidad de Costa Rica, San José. 1987.
3. Woods, M.E. y L.W. Aurand. Laboratory Manual in Food Chemistry. Avi
Publishing Co. Inc. Wesport, Connecticut. USA. 1977. pp. 26-28.
36 IV- Proteínas IV- Proteínas 36
OBJETIVOS
1 - Ilustrar la determinación de proteínas solubles por el método de Biuret.
2 - Determinar el contenido de proteínas solubles en diversas matrices de alimentos.
INTRODUCCIÓN
Existen varios métodos para la cuantificación de proteínas, pero la mayoría tiene co-
mo principio alguna reacción química de los grupos alquilo o arilo de los diferentes
aminoácidos.
El método de Biuret es la técnica más simple para la determinación de proteínas so-
lubles. Las sustancias que contienen dos o más enlaces peptídicos forman un com-
plejo púrpura-violeta con sales de cobre (II) alcalinas (Figura 4.1). Es posible que el co-
lor se desarrolle por la formación de un ion coordinado, tetracúprico, con dos grupos
amida adyacentes.
El desarrollo del color es diferente para cada proteína y su intensidad se puede de-
terminar espectroscópicamente a 540 nm. La cuantificación de la proteína se lleva
a cabo con una curva patrón, utilizando el principio establecido por la ley de Beer.
Un ámbito adecuado para la determinación de la masa de proteínas por este méto-
do oscila entre 20 y 40 mg de proteína.
Existen pocas interferencias en esta determinación; entre ellas, la presencia del ion
amonio altera el desarrollo del color; algunos pigmentos absorben a la misma longi-
tud de onda, algunos lípidos y carbohidratos son capaces de formar complejos con el
ion coordinado.
PROCEDIMIENTO
Cuadro 4.1
Datos necesarios para realizar la curva de calibración para la
determinación de proteínas solubles por el método de Biuret
Transmitancia Absorbancia Promedio
Disolución Disolución de Concentración
Reactivo de (% T) (A) (A)
patrón de tartrato de proteína
Biuret (mL)
proteína (mL) alcalino (mL) (mg/mL) Serie 1 Serie 2 Serie 1 Serie 2
BIBLIOGRAFÍA
1. Schosinsky, K. et al. Manual de Técnicas de Laboratorio de Química Clí-
nica. 7.ª edición. Cátedra de Análisis Químico-Clínicos. Facultad de Microbiolo-
gía. Universidad de Costa Rica. 1983. pp. 1-5.
V. ENZIMAS
OBJETIVOS
1- Adquirir experiencia en la preparación de extractos enzimáticos crudos.
2- Estudiar la cinética de la reacción de pardeamiento catalizada por la enzima po-
lifenoloxidasa.
INTRODUCCIÓN
Cuando las superficies recién cortadas o maltratadas de las frutas, verduras y ma-
riscos, y otros, se exponen al aire, se desarrolla un color café o pardo conocido con el
nombre de "pardeamiento enzimático", debido a que las reacciones iniciales que in-
tervienen en este fenómeno son catalizadas por enzimas.
La enzima que cataliza el pardeamiento tiene varios nombres comunes: fenolasa, fe-
noloxidasa, tirosinasa, polifenoloxidasa, catecolasa, la cual se encuentra presente en
tejidos animales y vegetales.
En los animales, la enzima generalmente se denomina tirosinasa, debido a que la ti-
rosina es uno de sus sustratos más comunes. El aminoácido tirosina es hidroxilado
por la enzima a 3,4-dihidroxifenilalanina; y por posterior oxidación, al compuesto in-
dol-5,6-quinona. Este compuesto absorbe luz a una longitud de onda de 475 nm (sin
interferencia de las otras sustancias presentes), por lo cual se puede utilizar esta
propiedad para determinar los parámetros cinéticos de la enzima y de la reacción de
pardeamiento. Esta enzima cumple una función importante en la biosíntesis de me-
lanina, que da color a la piel, ojos, cabello, y otros.
En las plantas, la enzima es mayormente conocida como polifenoloxidasa (PFO), ya
que sus principales sustratos son compuestos fenólicos (monofenoles u o-difenoles)
presentes en los tejidos vegetales, como el aminoácido tirosina, la catequina, el áci-
do cafeico, el ácido clorogénico, y otros. En los tejidos vegetales intactos, la PFO y los
sustratos están separados por estructuras celulares y el pardeamiento no se lleva a
cabo; al realizar un corte, o una magulladura, o al dañar en cualquier forma la inte-
gridad del fruto o de la verdura, se permite que la enzima y sus sustratos se pongan
en contacto, y den lugar a la aparición de coloraciones oscuras o pardas.
En la reacción de pardeamiento enzimático, los monofenoles son hidroxilados por la
PFO, en presencia de oxígeno y forman orto-dihidroxifenoles, los cuales son oxida-
dos por la enzima y forman o-quinonas. Las quinonas pueden reaccionar con grupos
nucleofílicos presentes en las proteínas, como algunos aminoácidos, grupos fenóli-
cos, y otros, generando pigmentos oscuros, de estructura desconocida y denominados
en forma genérica como "melanoidinas".
40 V- Enzimas V- Enzimas 40
En este caso, la actividad enzimática puede ser determinada por medición del incre-
mento en la absorbancia a una longitud de onda de 420 nm, en función del tiempo,
en un sistema que contiene un compuesto fenólico como sustrato (por ejemplo, una
disolución de catecol) y la enzima polifenoloxidasa (preparado enzimático extraído
de algún tejido vegetal), a un pH entre 6,5-6,8.
El pardeamiento enzimático de los alimentos, es por lo general, un cambio indesea-
ble, porque reduce el grado de aceptación del producto; por tal razón, se han desa-
rrollado diferentes métodos seguros y eficaces para evitar este fenómeno. Para que
esta reacción se lleve a cabo deben estar presentes tres componentes: La polifenolo-
xidasa activa, el oxígeno y el sustrato adecuado; por lo que la eliminación de alguno
de ellos evitará el pardeamiento del alimento. Además, los agentes reductores (ca-
paces de transformar las o-quinonas en compuestos fenólicos), pueden reducir en
forma eficaz el pardeamiento enzimático. La PFO puede ser inactivada en forma
efectiva por la acción del calor: Este procedimiento se utiliza con frecuencia en las
verduras que se cuecen antes de su consumo; sin embargo, no resulta adecuado pa-
ra la inactivación de la PFO de algunas frutas, debido al desarrollo de sabores inde-
seables o texturas muy blandas. La PFO puede ser inactivada químicamente: los
sulfitos, hidrógenosulfitos y el dióxido de azufre, son potentes inhibidores de esta en-
zima, pero su uso está recientemente restringido por instituciones u organizaciones,
nacionales e internacionales. Los acidulantes inhiben la enzima al reducir el pH por
debajo del valor óptimo. Los agentes quelantes o secuestrantes inhiben la enzima,
al acomplejar el ion cobre presente en el sitio activo de esta enzima. Los alimentos
propensos a experimentar la reacción de pardeamiento enzimático pueden almace-
narse en recipientes sellados al vacío, sumergirse en jarabes azucarados concentra-
dos o recubrirse con películas (comestibles o no) impermeables al oxígeno; de esta
forma, hay exclusion del oxígeno del medio de reacción y el pardeamiento no se lle-
va a cabo.
PROCEDIMIENTO
Cuadro 5.1
Cantidades empleadas para medir la cinética de la reacción de pardeamiento enzimático
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los Alimentos. 2.ª Edición. Editorial
Acribia, S.A., Zaragoza, España. 1992.
2. Galeazzi, M.A.M.; Sgarbieri, V.C. y S.M. Constantinides. "Isolation, purification
and physicochemical characterization of polyphenoloxidases from a dwarf va-
riety of banana (Musa cavendish, L)." Journal of Food Science. 46(1)1981.
150-155.
3. Galeazzi, M.A.M. y V.C. Sgarbieri "Substrate specificity and inhibition of
polyphenoloxidase from a dwarf variety of banana (Musa cavendish, L) ". Journal
of Food Science. 46(5)1981. 1404-1406.
4. Miller, D.D. Química de los Alimentos: Manual de Laboratorio. Editorial
Limusa, S.A. de C.V., México. 2001.
43 V- Enzimas V- Enzimas 43
OBJETIVOS
1- Determinar la velocidad de hidrólisis de la grasa de la leche por la acción de la
lipasa pancreática.
2- Evaluar el efecto del contenido de grasa de la leche y el grado de homogeneiza-
ción en la velocidad de hidrólisis.
INTRODUCCIÓN
La grasa en la leche se encuentra en una proporción que varía entre 2,2 y 8,0 %
(m/v). Está formada por varios compuestos que hacen de ella una sustancia de na-
turaleza relativamente compleja y es la responsable de ciertas características espe-
ciales que posee la leche, tales como el sabor, el color, la viscosidad y la densidad. La
grasa de la leche se encuentra en forma de pequeños glóbulos (0,1-22 µm) en emul-
sion temporal. Cada glóbulo posee un núcleo constituido por triacilgliceroles (98 %)
rodeado de una película o membrana, formada por varias capas de triacilgliceroles
de alto punto de fusión encajados en una capa externa de fosfolípidos (0,5 - 1,0 %),
vitamina A, colesterol y otras sustancias (1,0 %).
La grasa de la leche es hidrolizada en el tracto digestivo por la lipasa pancreática (o
esteapsina) con la consecuente formación de glicerina y una mezcla de ácidos grasos
saturados e insaturados.
La pancreatina es un preparado enzimático obtenido del páncreas de ganado bovino
o porcino, en cuya composición se incluyen proteasas, amilasas, lipasas, fosfolipasas
y otras enzimas. Su pH de acción oscila entre 7,5-8,0; su temperatura óptima es de
37 ºC y se requiere una emulsificación eficiente de la grasa por ser hidrolizada.
Para determinar la velocidad de hidrólisis de la grasa de la leche por acción de la
pancreatina, debe medirse, en períodos definidos, la cantidad de ácidos grasos for-
mados por medio de titulación con una disolución de base de concentración conoci-
da. La unidad de velocidad de reacción o hidrólisis enzimática, en el sistema S. I.,
usualmente se reporta en µmol/s.
PROCEDIMIENTO
1- En cada uno de 8 frascos cónicos de 250 mL, medir exactamente las siguientes
cantidades de reactivos:
a) 40,0 mL de una disolución amortiguadora de pH 7,5; cloruro de sodio 0,15 M
y fosfatos totales 10 mM.
b) 20,00 mL de la leche asignada.
c) 10,00 mL de disolución de "pancreatina" (1,2 mg/mL)
44 V- Enzimas V- Enzimas 44
2- Cubrir inmediatamente los frascos cónicos con "parafilm" o con papel de aluminio.
3- Incubar los frascos cónicos en un baño de agua a una temperatura de 37 ºC por
0; 2,5; 5,0; 7,5; 10,0; 15,0; 20,0; y, 30,0 minutos. Iniciar la medición del tiempo de
incubación con un cronómetro inmediatamente después de adicionar la disolu-
ción de pancreatina a cada uno de los frascos cónicos. Agitar frecuentemente du-
rante el período de incubación.
4- Una vez transcurridos los tiempos de incubación indicados, agregar a cada fras-
co cónico 10 mL de etanol al 95 %.
5- Titular cada una de las muestras con una disolución patrón de NaOH 0,1000 M,
utilizando 1 mL de disolución de timolftaleína como indicador. La muestra de le-
che con 0 minutos de incubación, corresponde al blanco.
6- Calcular la cantidad de NaOH (en µmol) consumida durante la titulación y la
cantidad de ácidos grasos (en µmol) formada durante la reacción de hidrólisis.
7- Construir un gráfico de la cantidad de ácidos grasos formados durante la reac-
ción de hidrólisis (µmol) en función del tiempo de reacción (minutos).
8- Calcular la velocidad de hidrólisis de la grasa de la leche en µmol/min. La velo-
cidad de reacción se obtiene de la pendiente del gráfico mencionado.
9- Recopilar la información obtenida por sus compañeros, con los otros tipos de le-
che utilizada y construir gráficos similares al indicado. Calcular, para cada tipo
de leche, la velocidad de hidrólisis enzimática y establecer las relaciones corres-
pondientes respecto al contenido de grasa y grado de homogeneización de cada
una de las muestras.
BIBLIOGRAFÍA
1. Lantero, M.; Llama, E. y M. Colomina. Manual de Prácticas de Laboratorio
de Bioquímica de la Carne y de la Leche. Facultad de Farmacia y Alimen-
tos. Habana. Cuba. 1987. pp. 29-31.
2. Revilla, A. Tecnología de la leche: Procesamiento, manufactura y análi-
sis. IICA. San José. Costa Rica. 1985. pp. 7-48.
45 V- Enzimas V- Enzimas 45
OBJETIVOS
1- Ilustrar uno de los mecanismos más usuales de inmovilización de enzimas en la
industria alimentaria.
2- Mostrar el uso de las enzimas inmovilizadas por medio de la inversión de una di-
solución de sacarosa.
3- Ilustrar la determinación enzimática de glucosa por el método de Trinder.
INTRODUCCIÓN
Las enzimas en forma soluble pueden ser utilizadas generalmente una sola vez. Más
económico resulta fijar la enzima a un soporte adecuado, de tal forma que pueda ac-
tuar repetidas veces sobre gran cantidad de moléculas de sustrato y, sobre todo, pa-
ra poder controlar con facilidad la velocidad de la reacción mediante un proceso con-
tinuo. Por ejemplo, constituyendo la enzima y su soporte la fase estacionaria de una
columna. Las enzimas inmovilizadas son preparadas en la actualidad de muy diver-
sas formas; una de ellas consiste en atrapar la enzima dentro de la estructura geli-
ficada de un polisacárido: Alginatos, carragenatos y otros. En el caso de geles de al-
ginato, la porosidad de las "perlas" gelificadas depende de la concentración del poli-
sacárido, de la temperatura de gelificación y de la concentración de iones divalentes
en la disolución, los cuales determinan la formación de interacciones electrostáticas
entre las cadenas del polisacárido. En algunas ocasiones, se agregan reactivos bifun-
cionales, como el glutaraldehído, que permiten un mayor entrecruzamiento de las
cadenas y por tanto mayor resistencia al desgaste.
Para la inversión de sacarosa se utiliza la enzima invertasa, procedente de cepas es-
peciales de levadura. La invertasa es una ß-fructofuranosidasa; el pH óptimo de in-
versión es de 4,5 y presenta máxima actividad a una temperatura entre 50-60 ºC.
El azúcar invertido, por el alto contenido de fructosa libre, es más soluble en agua,
presenta un poder edulcorante más elevado (es más dulce) que una disolución de sa-
carosa de igual concentración y una viscosidad mayor.
El grado de inversión del azúcar se puede determinar cuantitativamente por medio
del método enzimático, una mezcla de los reactivos apropiados para que se lleven a
cabo una serie de reacciones: La glucosa, en presencia de la glucosa oxidasa, forma
el ácido D-glucónico y peróxido de hidrógeno. La peroxidasa cataliza la oxidación de
la 4-aminofenazona; el producto de la oxidación reacciona con un fenol, y se forma
un compuesto que absorbe a 500 nm.
46 V- Enzimas V- Enzimas 46
PROCEDIMIENTO
Cuadro 5.2
Datos necesarios para realizar la curva de calibración para la
determinación de glucosa por el método de Trinder (enzimático)
Transmitancia Absorbancia
Volumen del Concentración Promedio
Agua destilada Reactivo para (% T) (A)
patrón de de glucosa
(mL) glucosa (mL)
glucosa (mL) (mg/L) Serie 1 Serie 2 Serie 1 Serie 2
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los Alimentos. 2.ª edición. Editorial
Acribia, S.A. Zaragoza. España. 1988. pp. 122-132.
2. Linko, P. y J. Larinkari (editores). Enzime Engineering in Food Processing.
Food Process Engineering. Vol 2. Applied Science Publishers Ltd. London.
1979. pp. 1-91.
3. Schosinsky, K. et al. Manual de Técnicas de Laboratorio de Química Clí-
nica. 7.ª edición. Cátedra de Análisis Químico-Clínicos. Facultad de Microbiolo-
gía. Universidad de Costa Rica. 1983.
49 V- Enzimas V- Enzimas 49
OBJETIVOS
1- Extraer la enzima ureasa del frijol de soya.
2- Evaluar los parámetros cinéticos de la enzima.
INTRODUCCIÓN
La ureasa, enzima número 3.5.1.5 en la Union Internaciónal de Bioquímica, cuyo
nombre sistemático es amidohidrolasa de urea, tiene un peso molecular de 483 000
Dalton. La ureasa consta de seis subunidades estructurales iguales. Es una enzima
muy específica, que existe en varios tipos de tejidos vegetales; por ejemplo, en el fri-
jol de soya.
La ureasa se utiliza mucho como agente catalítico para la medición cuantitativa de
urea (Figura 5.1). El hidróxido de amonio que se forma puede titularse y puede rela-
cionarse, estequiométricamente, con la cantidad de urea presente en una muestra.
Aunque la ureasa no es muy común en la naturaleza, esta enzima ha tenido más im-
portancia en el desarrollo de la enzimología moderna que ninguna otra. Las inves-
tigaciones sobre la ureasa han permitido deducir un principio importante en las
reacciones enzimáticas: La función de los grupos SH (sulfhidrilo) en la catálisis. La
ureasa posee tres o cuatro grupos activos, es una representante de un gran número
de enzimas cuya actividad depende de la existencia de grupos SH, intactos, proce-
dentes de cisteínas que forman parte de la cadena polipeptídica de la enzima.
PROCEDIMIENTO
Extracción de la ureasa
1- Pesar 10,0 g de frijol de soya molido. Agregar 30 mL de alcohol etílico al 30% y
agitar, en baño de hielo, la mezcla durante una hora.
2- Filtrar la mezcla resultante al vacío. Recoger el filtrado y agregar 50 mL de
acetona.
50 V- Enzimas V- Enzimas 50
Cuadro 5.3
Cantidades de reactivos y pasos necesarios para medir el efecto de la temperatura
sobre la velocidad de la reacción catalizada por la ureasa
Reactivo 1A 1B 2A 2B 3A 3B 4A 4B
Urea 0,25 M (mL) 7,5 7,5 7,5 7,5 7,5 7,5 7,5 7,5
Disolución reguladora de fos-
fatos 0,1 M, pH 7,2 (mL)
4,5 4,5 4,5 4,5 4,5 4,5 4,5 4,5
Disolución de Hg2(NO3) 2
0 4 0 4 0 4 0 4
0,001 M (gotas)
Temperatura de incubación
durante 5 minutos (ºC)
4 4 TA* TA* 50 50 80 80
Ureasa (mL) 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
* Temperatura ambiente
Cuadro 5.4
Cantidades de reactivos y pasos necesarios para medir el efecto del pH
sobre la velocidad de la reacción catalizada por la ureasa
Reactivo 1A 1B 2A 2B 3A 3B 4A 4B 5A 5B
Urea 0,25 M (mL) 5,0 5,0 5,0 5,0 5,0 5,0 5,0 5,0 5,0 5,0
pH de la disolución
reguladora de fosfatos 0,1 M
5 5 6 6 7,2 7,2 8,5 8,5 10 10
Disolución de Hg2(NO3)2
0 4 0 4 0 4 0 4 0 4
0,001 M (gotas)
Ureasa (mL) 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
2- Valorar cada muestra como se indicó para la prueba del efecto de la temperatu-
ra sobre la velocidad de la reacción catalizada por la ureasa.
3- Representar la cantidad de sustancia de urea hidrolizada (mmol) / mL / minuto
en función del pH.
Cuadro 5.5
Cantidades de reactivos y pasos necesarios para medir el efecto de la
concentración de sustrato sobre la velocidad de la reacción catalizada
por la ureasa
Reactivo 1 2 3 4 5 Blanco
Cuadro 5.6
Cantidades de reactivos y pasos necesarios para medir el efecto
de la concentración de la enzima sobre la velocidad de la reacción
catalizada por la ureasa
Reactivo 1 2 3 4 Blanco
Cuadro 5.7
Cantidades de reactivos y pasos necesarios para medir el efecto del tiempo sobre
la velocidad de la reacción catalizada por la ureasa
Reactivo 1A 1B 2A 2B 3A 3B
BIBLIOGRAFÍA
1. Schosinsky, K. et al. Manual de Técnicas de Laboratorio de Química Clí-
nica. 7.ª edición. Cátedra de Análisis Químico-Clínicos. Facultad de Microbiolo-
gía. Universidad de Costa Rica. 1983.
2. Rodríguez, J. y L. Rojas. Manual de Prácticas de Bioquímica. EUCR. San
José, C.R. 1987.
VI. ADITIVOS
OBJETIVO
1- Ilustrar el uso de diferentes grupos de aditivos de uso común en la industria
alimentaria.
INTRODUCCIÓN
En la industria alimentaria se requiere la adición de ciertos compuestos químicos o
aditivos que permiten tener un mayor control de las variables que intervienen en la
producción de alimentos.
Muchos aditivos se añaden al alimento para efectos de su conservación, con el fin de
aumentar su valor nutritivo, impartirle color o sabor, o mejorar su textura. Por lo
tanto, un aditivo se puede definir como una "sustancia o mezcla de sustancias que
están presentes en la composición final del alimento, como resultado de su adición
premeditada para mejorar alguna característica del producto".
Entre los grupos de aditivos más importantes, se encuentran los antioxidantes, los
conservadores, los colorantes, los acidulantes, los emulsionantes, los agentes de
blanqueo, los humectantes, los saborizantes, los edulcorantes, las vitaminas y los
aminoácidos.
PROCEDIMIENTO
4- Tapar las placas de Petri y dejar en reposo a temperatura ambiente durante una
semana.
5- Comparar el desarrollo de colonias en cada placa de Petri. Relacionar las diferencias
entre las placas, con el agente antimicrobiano empleado, y con el pH del agar-agar.
Efecto de antiespumantes
1- Homogeneizar durante 5 minutos, con un homogeneizador manual, 25 mL de
una disolución de albúmina al 10% (m/v). Cuidar de que las aspas permanezcan
siempre dentro de la disolución. Observar su apariencia y textura.
2- Repetir el procedimiento anterior y agregar a la disolución de albúmina 1,0 mL
o 1,0 g de las siguientes sustancias: Aceite silicona, aceite vegetal, dióxido de si-
licio, monoestearato de aluminio y ácido esteárico. Batir cada una de esas mez-
clas por 5 minutos. Observar la apariencia y textura de las espumas formadas.
Comparar con la disolución de albúmina sin tratamiento alguno.
BIBLIOGRAFÍA
1. Badui, S. Química de los Alimentos. Editorial Alhambra Mexicana S.A. Mé-
xico. 1986. pp. 319-337.
2. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los Alimentos. 2 º edición. Editorial
Acribia, S.A. Zaragoza. España. 1988. pp. 349-376.
3. Salfield, J.R. Prácticas de Ciencia de los Alimentos. Editorial Acribia S.A..
Zaragoza. España. 1984. pp.41-51, 107-112, 118-123.
58 VI-Aditivos VI-Aditivos 58
OBJETIVOS
1- Ilustrar las variaciones en el color de algunos colorantes vegetales, con respecto
a los cambios en la acidez del medio.
2- Extraer e identificar los colorantes permitidos, presentes en alimentos preparados.
INTRODUCCIÓN
El color es una de las características que influye más directamente en la aceptación
o rechazo de los alimentos por parte del consumidor, siendo uno de los factores de
calidad que se aprecian más rápidamente y de forma general.
Los colorantes pueden ser naturales o sintéticos, y se clasifican según diversas formas:
• Por el grupo cromofórico del cual se derivan: Azoicos, del trifenilmetano, del in-
dofenol, ftaleínas, antraquinónicos, pironinas e índigoideos.
• Por su modo de aplicación.
• Por su solubilidad en agua: Los insolubles (liposolubles) y los solubles (hidrosolubles).
Los colorantes naturales presentan el problema de que su color puede modificarse
por el uso de ácidos, bases, por la acción de minerales, enzimas y por la acción del
calor. Es por ello que la industria de alimentos utiliza colorantes de origen sintéti-
co, que transfieren a los productos elaborados los colores propios de las sustancias
frescas o proporcionan colores más atractivos para el consumidor.
Existe una legislación muy estricta en el uso de los colorantes debido a la toxicidad y
carcinogenicidad de algunos de ellos. Por esa razón, son objeto de control por las auto-
ridades de salud. El control abarca la determinación de la pureza de los colorantes, ex-
tracción y separación de los colorantes presentes en los alimentos, y su identificación.
Todos los colorantes autorizados para uso alimentario son solubles en agua, tienen
carácter ácido y son capaces de colorear las fibras naturales cuando se encuentran
en disolución ácida. Lo anterior constituye el fundamento de extracción de los colo-
rantes presentes en los alimentos. Una vez extraídos, se detectan principalmente
por cromatografía de papel o de capa fina o, bien por medio de espectrofotometría.
PROCEDIMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
1. Arrieta, R. y E. Obando. Laboratorio de Análisis de Alimentos II. Universi-
dad de Costa Rica, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio. 1986.
2. Constenla, U. y J. Mata. Química Orgánica Experimental. Litografía e Im-
prenta Lil, S.A. San José. 1978.
VII. PRODUCTOS CÁRNICOS
OBJETIVOS
1- Estudiar la estructura macroscópica y microscópica del tejido muscular.
2- Estudiar algunas de las propiedades de los principales componentes del tejido
muscular.
INTRODUCCIÓN
El músculo esquelético está formado por largas y estrechas células, denominadas fi-
bras musculares, ordenadas en forma paralela y rodeadas de una envoltura de teji-
do conectivo. Capas más finas de este mismo tejido separan los grupos de fibras, for-
mando haces musculares. Las fibras musculares se caracterizan por ser estriadas y
multinucleadas. La membrana celular y el citosol de las fibras musculares reciben
el nombre de sarcolema y sarcoplasma, respectivamente. Suspendidas en el sarco-
plasma se encuentran las miofibrillas, rodeadas por una red de microtúbulos deno-
minada retículo sarcoplasmático.
El tejido conectivo está formado principalmente por fibras de colágeno y elastina, y
entre ellas se encuentra inmerso el tejido adiposo, conformado por células (adiposi-
tos) repletas de grasa y con sus núcleos desubicados.
a) b) Tejido conectivo
Tendón
Fibra muscular
individual Vasos sanguíneos
y nervios
Tejido incrustados en el
conectivo tejido conectivo
Haz de fibras Núcleos
musculares
Haz de
Una fibra
Núcleos fibras
muscular
musculares
Figura 7.1. Esquema de a) un corte longitudinal, y b) un corte transversal del tejido muscular
62 VII- Productos Cárnicos VII- Productos Cárnicos 62
Núcleo
Estriaciones
transversales
Varias fibras
musculares
Fibra muscular
Vacuola de grasa
Núcleo desubicado en la
membrana de la célula por la
gran vacuola de grasa
Una célula
PROCEDIMIENTO
Fibras musculares
1- Tomar una pieza de carne magra, cruda, pequeña y delgada y colocarla sobre un
portaobjetos. Disociar las fibras musculares, hasta que se vean completamente
separadas. Colocar una gota de agua sobre las fibras musculares, y tapar con un
cubreobjetos, oprimiendo suavemente sobre la preparación.
2- Observar seguidamente en el microscopio con:
a) pequeño aumento (usar un objetivo 10 x; este aumenta el objeto 100 veces)
b) gran aumento (utilizar un objetivo 45 x; este aumenta el objeto 450 veces)
3- Comparar lo observado con los esquemas presentados en las Figuras 7.1 y 7.2.
4- Dibujar e indicar el nombre cada una de las estructuras observadas.
BIBLIOGRAFÍA
1. Salfield, J.R. Prácticas de Ciencia de los Alimentos. Editorial Acribia S.A.
España. 1986. pp. 31-35.
64 VII- Productos Cárnicos VII- Productos Cárnicos 64
OBJETIVOS
1- Determinar la composición química del tejido muscular de diferentes especies
animales.
2- Separar y cuantificar los diversos tipos de proteínas presentes en el tejido
muscular.
INTRODUCCIÓN
Proteínas
Las proteínas del músculo se clasifican como proteínas sarcoplasmáticas, miofibri-
lares y del estroma (tejido conjuntivo o conectivo), y pueden separarse por diferen-
cias de solubilidad. Las proteínas sarcoplasmáticas son solubles en agua y en diso-
luciones salinas de baja fuerza iónica (µ = 0,05-0,15). Las proteínas miofibrilares só-
lo se solubilizan en disoluciones salinas de alta fuerza iónica (µ > 0,5). Si estas pro-
teínas son desnaturalizadas, pierden su solubilidad en disoluciones salinas, pero
pueden extraerse con disoluciones de NaOH 0,1 M.
Las proteínas del estroma son insolubles en las disoluciones mencionadas.
Proteínas sarcoplasmáticas
Están constituidas por la mioalbúmina, globulina y varias enzimas, especialmente
las que participan en la vía glucolítica.
Proteínas miofibrilares
Estas representan las proteínas estructurales que son responsables de la contrac-
ción muscular (la miosina y la actina), y aquellas que regulan este proceso (la tropo-
miosina y las troponinas).
Miosina
Cada filamento grueso de la miofibrilla está constituido por aproximadamente
300 ó 400 moléculas de miosina en su estructura. Cada molécula de miosina tie-
ne un peso molecular aproximado de 480 000 Dalton y está compuesta por dos
65 VII- Productos Cárnicos VII- Productos Cárnicos 65
cadenas pesadas que tienen un peso molecular de 200 000 Dalton cada una y por
cuatro cadenas livianas con un peso molecular de 20 000 Dalton cada una.
Las características más importantes de la miosina son las siguientes: Es soluble
en disoluciones salinas de alta fuerza iónica, puede hidrolizar el ATP en ADP y
fosfato inorgánico, liberando energía, e interactúa con los filamentos delgados
(actina), siendo esta la base de la contracción muscular.
La molécula de miosina puede ser fraccionada por la tripsina, lo cual produce dos
fragmentos: Uno de alto peso molecular, denominado meromiosina pesada
(MMP), y otro de bajo peso molecular, llamado meromiosina liviana (MML). El
fraccionamiento de la miosina por la papaína produce dos fragmentos: El frag-
mento S-1 ("cabeza" de la miosina) y el bastoncillo (la "cola"). El fragmento S-1
contiene el centro enzimático que hidroliza el ATP y tiene la capacidad de unir-
se a la actina.
La MML puede solubilizarse en disoluciones salinas de baja fuerza iónica, en
tanto que la MMP requiere de disoluciones salinas de alta fuerza iónica. Este úl-
timo fragmento es el que posibilita la unión de las moléculas de miosina entre sí,
para formar el filamento grueso y es el que da la característica de solubilidad a
la molécula de miosina.
La actividad ATP-asa de la miosina es inhibida por el Mg2+ y es activada por el Ca2+.
Actina
Es una proteína globular (Actina G), con un peso molecular de 42 000 Dalton.
Estas unidades se unen entre sí, en presencia de ATP, y forman un filamento he-
licoidal, denominado Actina F, el cual es la base estructural de los filamentos
delgados de la miofibrilla. La actina es aislada del polvo muscular que se obtie-
ne al tratar el músculo con acetona, solubilizándola con disoluciones salinas de
baja fuerza iónica.
Actomiosina
Cuando el músculo es extraído con una disolución salina de alta fuerza iónica
(µ > 0,5), se obtiene la actomiosina (complejo de actina y miosina), la cual tiene
un elevado peso molecular. Si a esta disolución se le agrega Mg2+-ATP ó Mg2+-pi-
rofosfato, se lleva a cabo el proceso de disociación de la actina y de la miosina,
disminuyendo marcadamente la viscosidad de la disolución. La actomiosina tam-
bién posee actividad ATP-asa, la cual es activada por el ion Mg2+, mientras que
la actividad Ca2+-ATP-asa de la actomiosina es la misma que la de la miosina.
Tropomiosina y troponina
Ambas regulan la contracción muscular, facilitando o impidiendo la interacción
entre la actina y la miosina. El peso molecular de la tropomiosina es de 68 000
Dalton y está constituida de dos cadenas polipeptídicas que son estables al calor.
66 VII- Productos Cárnicos VII- Productos Cárnicos 66
PROCEDIMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
1. Vicetti R. "Estructura y composición química del músculo del pescado". In: La-
boratorios de Química, Microbiología y Análisis Sensorial. V Curso Inter-
nacional "Tecnología de Procesamiento de Productos Pesqueros". ITP/JICA. Li-
ma, Perú. 1988. pp. 3-26.
69 VII- Productos Cárnicos VII- Productos Cárnicos 69
OBJETIVOS
1- Estudiar algunos métodos objetivos (físicos) y subjetivos (organolépticos) de evalua-
ción de la calidad de la carne y las correlaciones estadísticas entre ambos métodos.
2- Evaluar la calidad física y sensorial de diferentes tipos de cortes industriales de
carne de res.
INTRODUCCIÓN
La calidad de una carne se puede evaluar utilizando diversos métodos. Son paráme-
tros de interés en una carne, la dureza y la capacidad de retención de agua. Ambas
variables se correlacionan en forma inversa y dependen del grado de frescura de la
carne (etapa en que se encuentre la carne analizada: Pre-rigor, rigor mortis, pos-ri-
gor o maduración), de la edad, del sexo, de la especie y variedad del animal sacrifi-
cado, de las condiciones antes y durante el sacrificio, y otros.
Las variables descritas se pueden evaluar en forma sensorial (dureza, jugosidad, y
otros de la carne) o utilizando pruebas físicas. Por ejemplo, la pérdida de agua duran-
te la cocción y durante la descongelación de la carne permiten determinar en forma in-
directa la capacidad de retención de agua de las proteínas presentes en el tejido mus-
cular. Una pérdida excesiva de agua, en los ensayos anteriores, se reflejará en una car-
ne extremadamente dura, producto de un fuerte acoplamiento entre las proteínas (ac-
tina y miosina) del músculo. La dureza o suavidad de la carne se puede determinar en
forma totalmente objetiva, midiendo la fuerza de corte (kg/cm2) en un texturómetro.
PROCEDIMIENTO
Cuadro 7.1
Escala de evaluación sensorial de la carne
BIBLIOGRAFÍA
1. Calderón, S. Comunicación personal. CITA - UCR. 1994.
2. Rodríguez, S.T. Efecto de la estimulación eléctrica en la suavidad de la
carne. Tesis de Licenciatura en Tecnología de Alimentos. Carrera Interdiscipli-
naria en Tecnología de Alimentos. Facultad de Agronomía. U.C.R. 1986.
72 VII- Productos Cárnicos VII- Productos Cárnicos 72
OBJETIVOS
1- Estudiar las diferentes etapas involucradas en el proceso de elaboración de un
embutido en una planta piloto.
2- Introducir al estudiante en los cálculos requeridos en la formulación de un pro-
ducto alimenticio.
INTRODUCCIÓN
Definición de salchicha
Aunque existen muchas clasificaciones para los embutidos, actualmente estas se ba-
san en la formulación y las características del proceso. De tal modo, se tienen
embutidos cocidos, picados, triturados, frescos, ahumados, curados, fermentados,
crudos, y otros.
La salchicha se puede clasificar como un producto finamente picado, curado, cocido
y ahumado. Pero en esta clasificación podrían incluirse el salchichón y las mortade-
las. La diferencia física más obvia sería su diámetro.
La composición básica de la salchicha consiste en carne, grasa, agua, sal, nitritos,
condimentos, sustancias de relleno y sustancias ligantes, además de otros compo-
nentes que en algunos casos se incluyen como los fosfatos, los antioxidantes y los fi-
jadores de color. En el Cuadro 7.2 se presenta la composición porcentual promedio de
ingredientes y aditivos utilizados en la elaboración de una salchicha, establecidos
por la Norma Oficial de Conservas Embutidas. El Cuadro 7.3 y la Figura 7.4 muestran,
respectivamente, la formulación básica de una salchicha y el diagrama de flujo pa-
ra su elaboración. En breve, se presenta una explicación general del proceso de for-
mación de una emulsión cárnica y de cada uno de los ingredientes requeridos para
la elaboración de un embutido.
Emulsiones cárnicas
Una emulsión es un sistema de dos fases, formado por una dispersión bastante gro-
sera de un líquido en otro líquido inmiscible, como es el caso de la mayonesa (agua
- aceite).
Las emulsiones cárnicas se dan cuando las proteínas de la carne se han solubiliza-
do en disoluciones salinas, formando una matriz que encapsula los glóbulos de gra-
sa. Las proteínas de la carne solubilizadas actúan como emulsionantes de la grasa.
Para formar una emulsión estable, es necesario que las proteínas de la carne (mio-
sina y actina) se encuentren solubilizadas. Esto se logra tratando las carnes magras
con salmuera diluida para solubilizarlas. La solubilidad de las proteínas en salmue-
ra depende principalmente del pH de la carne y de la fuerza iónica de la disolución.
73 VII- Productos Cárnicos VII- Productos Cárnicos 73
Cuadro 7.2
Composición química recomendada por la Norma Nacional del
Sector Cárnico de Costa Rica para los embutidos
Parámetro Proporción
El pH óptimo se encuentra entre 5,3 - 6,0 y la fuerza iónica en 0,6, lo cual equivale
a una disolución de cloruro de sodio de 0,5 M.
Las proteínas de la carne, pueden ser solubilizadas también por la acción de corte
de las cuchillas de una picadora, y su solubilidad depende del tiempo de operación
de la picadora y la temperatura de la carne.
La temperatura de la carne puede oscilar entre 0 °C y 7 °C; la emulsión final debe
tener una temperatura entre 10 °C y 16 °C.
Cocción y ahumado
La cocción de los embutidos tiene por finalidad proporcionar una consistencia firme
al embutido por la coagulación de las proteínas y deshidratación parcial, fijar el co-
lor de los embutidos curados por la desnaturalización de la mioglobina y formación
final del nitrosilhemocromo y pasteurizar el producto para prolongar su vida útil.
La temperatura interna del embutido que se recomienda alcanzar en la etapa de co-
cido está entre 68 °C y 72 °C.
Los embutidos se ahuman principalmente para conferirles su sabor característico.
Los componentes de humo contribuyen a evitar las reacciones de rancidez, la alte-
ración bacteriana y a proporcionarles mejor aspecto visual. Los embutidos pueden
ser ahumados con humo natural o con preparaciones de humo líquido; sin embargo,
con el humo líquido solo se da sabor al producto y se pierden las otras ventajas. Pa-
ra el ahumado de una salchicha se recomienda un tiempo de exposición al humo de
20 a 30 minutos, con temperaturas entre 60 °C y 65 °C.
74 VII- Productos Cárnicos VII- Productos Cárnicos 74
El uso de estos aditivos está limitado y es legislado en muchos países, en Costa Ri-
ca el límite máximo es de 125 ppm. Una cantidad mayor a la indicada no es meta-
bolizable por el organismo y puede perjudicar la salud, atribuyéndosele, con la pre-
sencia de aminas volátiles, un efecto carcinogénico. Se utiliza generalmente una
mezcla de nitrito de sodio (5-7%) y sal común.
Coadyuvantes del curado: Los agentes que se utilizan como coadyuvantes del cu-
rado son el ácido ascórbico, el isoascórbico y el eritorbato de sodio. Estos productos
mejoran y retienen el color de los productos curados que desean someterse a trata-
mientos térmicos. Estos productos aceleran la reacción de curado al reducir la
metamioglobina a mioglobina. Además, tienen acción reductora sobre el nitrito de
sodio, generando una concentración mayor de NO. Por otro lado, estos productos
ayudan a la estabilización del color cuando se expone al aire.
Fosfatos: Los fosfatos se utilizan para disminuir la contracción de los productos du-
rante el ahumado y aumentar la capacidad de retención de agua del embutido, debi-
do a que aumentan el pH de la carne y tienen acción secuestrante sobre diversos io-
nes metálicos. Los fosfatos permitidos son el tripolifosfato de sodio, el hexametafosfa-
to de sodio, el pirofosfato ácido de sodio, el pirofosfato de sodio y el fosfato disódico.
PROCEDIMIENTO
1- Se prepararán 10 kg de cada uno de los tipos de salchicha indicados en las for-
mulaciones del Cuadro 7.3. Utilizar dichas formulaciones para determinar la ma-
sa (en kg o g) de cada uno de los ingredientes por utilizarse en la elaboración de
los embutidos.
2- Pesar cada uno de esos ingredientes (esta operación debe realizarse el día antes
de la práctica) y colocar cada uno de ellos en bolsas plásticas independientes y
rotuladas debidamente. La carne y el tocino deben ser cortados en trozos peque-
ños, empacados en bandejas y posteriormente almacenados en congelación.
3- Preparar el gel de soya mezclando una parte de aislado de soya y cuatro partes
de hielo en la picadora (o cutter) por 4 ó 5 minutos, o hasta obtener una textura
homogénea. Almacenar el gel de soya en refrigeración.
4- Para la elaboración de las salchichas, seguir el diagrama de flujo mostrado en la
Figura 7.4.
5- Enfriar la picadora, agregando suficiente cantidad de hielo a la tolva. Una vez
que la temperatura es de 0-2 ºC, descartar el hielo utilizado para efectos de
enfriamiento.
6- Adicionar a la picadora la carne semicongelada. Accionar las cuchillas y el movi-
miento rotatorio de la picadora, hasta obtener una carne finamente picada. Adi-
cionar la sal común, la sal de cura y los fosfatos (los condimentos y el eritorbato
de sodio se agregan al final de la etapa de picado), continuar con la operación de
picado. Agregar en forma gradual el gel de soya y la mezcla de agua-hielo. La
temperatura de la mezcla debe mantenerse por debajo de 4 ºC.
76 VII- Productos Cárnicos VII- Productos Cárnicos 76
Cuadro 7.3
Formulación básica de una salchicha tradicional y
de una salchicha dietética
Salchicha (%;m/m)
Componente
tradicional dietética
Tocino 20 5
Almidón de papa 5 5
Gel de soya 10 10
Agua/hielo 20 27
10- Colocar las salchichas en la cámara de secado, ahumado y cocción. Las tres ope-
raciones se llevan a cabo en la misma cámara, programando las temperaturas y
tiempos indicados en la Figura 7.4. Para esta última etapa, es importante conocer
la temperatura interna del embutido (máximo de 72 ºC); por lo cual se recomien-
da la utilización de un termopar, para el control contínuo de la temperatura.
11- Enfriar las salchichas con una mezcla de agua-hielo, hasta alcanzar una tempe-
ratura interna de 40 ºC. Las salchichas deben ser almacenadas a una tempera-
tura entre 2-5 ºC.
BIBLIOGRAFÍA
1. Benavides, W. Evaluación del efecto de sustitución de carne de res por
pasta de pescado sobre las características sensoriales del salchichón.
Tesis de Licenciatura en Tecnología de Alimentos. Escuela de Tecnología de Ali-
mentos. Facultad de Agronomía. UCR. 1994.
2. Blanco, C. et al. Inventario de Normas Nacionales del Sector Cárnico en
Costa Rica. Organización Panamericana de la Salud - Centro de Investigacio-
nes en Tecnología de Alimentos. Proyecto Informática Alimentaria. UCR. 1992.
3. Mora, E. Comunicación Personal. CITA-UCR. 1994.
78 VII- Productos Cárnicos VII- Productos Cárnicos 78
OBJETIVOS
1- Familiarizar al estudiante con algunas técnicas de evaluación química y senso-
rial de la calidad del pescado fresco.
2- Evaluar la calidad del pescado fresco comercializado por algunas pescaderías.
INTRODUCCIÓN
En un estudio para determinar la calidad de los productos pesqueros, es necesario
tener un control completo sobre las condiciones de recolección, transporte y almace-
namiento del producto, desde el momento de su captura hasta el final del experi-
mento. Un conocimiento preciso de estas variables, asegurará, en gran medida, la
obtención de resultados confiables. Otro factor que afecta la confiabilidad de los re-
sultados es la metodología empleada para determinar la calidad del pescado, o los
cambios durante su almacenamiento.
Los métodos sensoriales de evaluación juegan el papel más importante. La selección
de métodos objetivos (no sensoriales) de análisis debe ser hecha según el criterio de
una correlación directa con los cambios en la calidad del pescado desde un punto de
vista sensorial y en la factibilidad de realizar estos de acuerdo con las condiciones
locales.
En la interpretación y presentación de los resultados, es necesario incluir una des-
cripción detallada de todos los factores que pudieron haber afectado la calidad del
pescado y la estimación de su vida útil, de tal modo que la comparación con estudios
similares sea posible.
En forma prioritaria, los estudios de calidad de pescado y productos pesqueros de-
ben concentrarse en aquellas especies de valor comercial, y en segunda instancia, en
aquellas especies que en la actualidad son subutilizadas o poco explotadas, y cuya
captura y comercialización sea considerada significativa en el futuro.
MÉTODOS SENSORIALES
Un gran número de esquemas ha sido propuesto para la evaluación sensorial del
pescado y son usados principalmente en institutos de investigación. En el ámbito in-
dustrial, es suficiente tener un sistema de "aceptable / inaceptable", que determine
cuando el pescado está fresco para ser procesado o comercializado. Sin embargo,
cuando se lleva a cabo un estudio de almacenamiento para determinar la vida útil
del producto, es necesario hacer una estimación lo más precisa posible de la calidad
y asignar al producto un valor numérico. La medición de la frescura del pescado, en
una forma cuantitativa, requiere de un sistema lo más objetivo posible. Para tal
efecto, se propone el uso de una escala, en la cual se asume que la calidad oscila de
"absolutamente fresco" (recién capturado) a "absolutamente pútrido". La frescura
puede ser relacionada con la calidad del pescado a lo largo de una línea continua, en-
tre los extremos opuestos de la escala. Es usual la escala de 10 puntos (del 1 a 10),
en la cual se asume, para propósitos estadísticos que los intervalos entre cada uno
de los puntos de la escala representan iguales diferencias en calidad.
Algunas de estas escalas de evaluación sensorial son presentadas en este manual.
Con un entrenamiento apropiado, los evaluadores o jueces pueden distinguir peque-
ñas diferencias en la calidad o frescura del producto, por lo cual es fundamental con-
tar con un panel entrenado de evaluación sensorial de al menos seis miembros. Un
número menor de evaluadores no permite una rigurosa interpretación estadística de
los resultados; un número mayor de jueces le confiere mayor objetividad a este mé-
todo de evaluación.
MÉTODOS NO SENSORIALES
Métodos químicos
Una gran variedad de compuestos químicos o grupos de compuestos se acumulan en
el tejido muscular del pescado, como productos intermedios o finales de diferentes
cambios bioquímicos que ocurren en el pescado después de su muerte, o como resul-
tado de la acción de bacterias exógenas. Las cantidades formadas de estos produc-
tos pueden ser utilizadas como índices de frescura o descomposición del pescado. Sin
embargo, estos métodos presentan una seria desventaja, ya que los cambios en el
pescado post mórtem, varían considerablemente de especie a especie, con la época
del año y el lugar en que se realice la captura.
81 VIII- Pescados y Mariscos VIII- Pescados y Mariscos 81
Entre los métodos químicos más usados están la determinación de las bases voláti-
les nitrogenadas totales, amoníaco, hipoxantina, valor K, peróxidos, y otros.
Métodos físicos
Se destacan como métodos físicos la medición del pH y las lecturas del Torrymetro.
El pH del pescado, después de su captura, decrece de 7,1-7,2 a 6,2-6,5 debido a la
formación de compuestos ácidos (ácido láctico). El pH aumenta otra vez, en las últi-
mas fases de descomposición, como resultado de la formación de aminas volátiles y
otros compuestos básicos. Sin embargo, el pH del músculo del pescado depende de
muchos factores que hacen de esta determinación un índice poco preciso de evalua-
ción de la frescura.
Las lecturas del Torrymetro están asociadas con la disminución progresiva en la re-
sistencia eléctrica del tejido muscular del pescado.
Métodos microbiológicos
El crecimiento bacteriano es la principal causa del deterioro del pescado. Para de-
terminar la actividad bacteriana en el pescado, el método más sencillo y práctico es
el "Conteo Total de Bacterias" de muestras incubadas a 35-37 ºC. Considerando que
la microflora responsable de la putrefacción es psicrófila, se recomienda temperatu-
ras de incubación de 0-4 ºC y de 20-25 ºC.
Otros estudios microbiológicos usuales en la evaluación del pescado y productos pes-
queros, son la determinación de coliformes totales y fecales como índice de sanidad
y la determinación de Staphylococos aureus (coagulasa positiva) como índice de mal
manejo del producto.
PROCEDIMIENTO
Evaluación organoléptica
La evaluación sensorial debe ser realizada por lo menos por seis jueces. Un número
menor de jueces puede ser utilizado, pero los resultados no pueden ser procesados
estadísticamente.
1- Cada pescado será examinado individualmente para evaluar la condición de sus
ojos (color, forma, opacidad), agallas (color, olor), piel (pigmentación, mucosidad,
adherencia de escamas) y cavidad abdominal (color, olor, textura, elasticidad del
tejido muscular).
- Observar la apariencia de los ojos, piel, músculo y cavidad estomacal de ca-
da uno de los especímenes por evaluar.
- Determinar con la yema de los dedos la presencia de secreciones en su su-
perficie.
- Utilizando el dedo pulgar, presionar suavemente el músculo del pescado.
- Oler el pescado en la superficie, regiones branquiales, así como su cavidad
estomacal.
2- Asignar el puntaje adecuado a cada parámetro, de acuerdo con las característi-
cas presentadas por la muestra. La evaluación de esos parámetros se hará con
base en una escala descriptiva de 10 a 1 (véase Cuadro 8.1), donde el valor máximo
representa un producto de excelente calidad, fresco, recién capturado, y el míni-
mo un producto pútrido, descompuesto, totalmente inaceptable para el consumo
humano. Un valor de 4 representa un producto en el límite de aceptabilidad. Pro-
ductos con evaluación superior, son aceptables para consumo humano; una eva-
luación inferior, indica que el producto es inaceptable para consumo humano, pe-
ro podría utilizarse en la elaboración de harinas para consumo animal.
3- Obtener el valor promedio de los puntajes asignados a cada parámetro; en esta for-
ma se obtiene el puntaje correspondiente a la "apariencia general" del pescado.
4- Recopilar los resultados obtenidos por sus compañeros en la misma evaluación.
Realizar un análisis estadístico con un 95% de confianza, para definir diferen-
cias significativas entre los evaluadores o entre las especies de pescado analiza-
das. Aplicar la Prueba Robusta para decidir el rechazo de los valores extremos.
83 VIII- Pescados y Mariscos VIII- Pescados y Mariscos 83
Cuadro 8.1
Evaluación sensorial de la calidad del pescado fresco
Categorías de
I.Superior (Buena calidad) / II. Media (Baja calidad) / III. Inferior (No comercial)
calidad
Parámetro 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1
Muestran viveza y
brillo. Ligeramente
Llenan toda la Opalescencia de la
hundidos. Pupila gris y
cavidad orbitaria. cóncava. Completamente
córnea.
OJOS Córnea clara, pupila
Deformidad del
hundidos y opacos.
globo ocular. Córnea arrugada y
negra y convexa. Pérdida del brillo.
muy opaca.
Iris rojizo- Pupila gris.
amarillento.
EVALUACIÓN QUÍMICA
Medición de pH
1- Homogeneizar en una homogeneizadora de alta velocidad, una muestra de 10 g
del músculo del pescado con 100 mL de agua destilada.
2- Calibrar el equipo para la medición del pH y medir el pH de la mezcla pescado-
agua a temperatura ambiente. Lavar escrupulosamente el electrodo con agua
destilada, después de cada lectura. Considerar los ámbitos de pH, presentados
en el Cuadro 8.2, como criterios de calidad del pescado analizado.
Cuadro 8.2
Ámbitos de pH utilizados como criterios de calidad del pescado fresco (*)
Cuadro 8.3
Ámbitos de BVNT (mg N%) utilizados como criterio de calidad
del pescado fresco (*)
BIBLIOGRAFÍA
1. Herrera, C. Evaluación de la calidad de pescado, mariscos y productos
pesqueros. Departamento de Química. U.N.A. Heredia. Costa Rica. 1989.
2. Lima dos Santos, C.A.M. et al. Guidelines for chilled fish storage experi-
ments. FAO Fish. Tech. Paper. Nº 210. 1981.
86 VIII- Pescados y Mariscos VIII- Pescados y Mariscos 86
OBJETIVOS
1- Conocer algunos métodos químicos y sensoriales de evaluación de la calidad del
camarón fresco.
2- Evaluar la calidad del camarón fresco comercializado en algunas pescaderías.
INTRODUCCIÓN
En el desarrollo industrial de un país, es factor principal la industria de alimentos, por
constituir la base primordial que suministra la alimentación a esa población crecien-
te en número y en exigencias. Dentro de las industrias de alimentos, se hacen cada día
más importantes aquellas que se dedican al aprovechamiento de los recursos del mar.
En la distribución porcentual de las principales especies capturadas, el camarón
ocupa un lugar de preferencia. Sin embargo, no existe en la literatura suficiente in-
formación que permita conocer las condiciones de calidad según las cuales son ex-
pendidos los camarones y la forma en que estos se descomponen a diferentes tempe-
raturas. Es de importancia, buscar medios de preservación eficaces que alteren los
patrones normales de descomposición de estos crustáceos, y así evitar las frecuentes
intoxicaciones que se producen cuando estos alimentos no son bien conservados.
Uno de los grandes problemas de los investigadores en el deterioro de los camarones
ha sido encontrar algún método mediante el cual esos cambios puedan ser medidos
cuantitativamente. Numerosos procesos analíticos físicos, químicos, organolépticos
y biológicos, han sido sugeridos en este sentido, pero pocos han resultado útiles en
cuanto a su aplicación general.
Diversos trabajos realizados en otros países han demostrado la utilidad de los méto-
dos aquí presentados, en la evaluación de la calidad del pescado y de los camarones.
La determinación del contenido de bases volátiles nitrogenadas totales como índice de
frescura, la cual, a través de diferentes muestras analizadas, permitió establecer un
valor aproximado de 30 mg/100 g de muestra como indicador de descomposición.
El pH ha sido utilizado también, obteniéndose resultados que varían con la especie
analizada, zona de pesca, estado de desarrollo, pero, dentro de ciertos límites, ha
probado su aplicabilidad.
El examen microbiológico siempre ha sido útil, no solo como índice de descomposi-
ción, sino también como indicador del estado sanitario del producto por medio del re-
cuento total de bacterias, el conteo de coliformes totales y fecales y otros microorga-
nismos patógenos; además, constituye un análisis obligado en los controles de cali-
dad en casi todos los países.
En cuanto a los cambios oxidativos, se estudian los transformaciones que ocurren en
el pigmento carotenoide (astaxantina), el cual va perdiendo su coloración roja, du-
rante el almacenamiento del camarón.
87 VIII- Pescados y Mariscos VIII- Pescados y Mariscos 87
Cuando los aceites o grasas se oxidan, con formación de hidroperóxidos, los carote-
noides asociados a la fracción lipídica son simultáneamente oxidados.
El indol ha sido utilizado muchas veces como criterio de frescura en camarones y
constituye uno de los métodos de análisis propuesto por la A.O.A.C.
PROCEDIMIENTO
Evaluación organoléptica
1- La evaluación organoléptica es efectuada con base en la descripción de las carac-
terísticas del cambio de color, olor y textura del camarón entero, según el Cuadro 8.4.
Determinación del contenido de bases volátiles nitrogenadas totales (mg%) en el tejido muscular
del camarón
1- Llevar a cabo la determinación de las bases volátiles nitrogenadas totales
(BVNT) por medio del método descrito en la práctica 8.1
Cuadro 8.4
Características organolépticas y grado de calidad del camarón entero fresco
Marrón o manchas
Muy blanda y
1 negras en el Pútrido Mala
pegajosa
caparazón
88 VIII- Pescados y Mariscos VIII- Pescados y Mariscos 88
BIBLIOGRAFÍA
1. Luna, G.A. "Cambios químicos y microbiológicos en la descomposición de cama-
rones". Archivos Latinoamericanos de Nutrición. Vol 21 (3): 1987. 381-399.
2. Maza, S. Manual de procesamiento y control de calidad del camarón
congelado. Instituto Tecnológico Pesquero. Lima, Perú. 1986.
89 VIII- Pescados y Mariscos VIII- Pescados y Mariscos 89
OBJETIVO
1- Estudiar algunas técnicas físicas y sensoriales utilizadas para evaluar la calidad
de los moluscos bivalvos frescos.
INTRODUCCIÓN
La frescura de los moluscos depende de la vitalidad del músculo y de la cantidad de
agua contenida en el interior de sus valvas (conchas). Las pruebas de control de ca-
lidad consisten en la determinación de los índices de moluscos abiertos, del líquido
escurrido, del pH y de la evaluación sensorial.
El índice de moluscos abiertos es una medida directa de la vitalidad o vivacidad
del animal. Valvas abiertas, semiabiertas o que se pueden abrir fácilmente con las
uñas, indican que el bivalvo ha perdido frescura. Este índice se utiliza para el
control de materia prima por adquirir y no refrigerada. Se considera adecuado un
índice del 25%, como límite máximo, pero en condiciones de refrigeración este
valor puede variar.
El índice de líquido escurrido representa el contenido porcentual de agua interval-
var en relación con la masa total de una muestra no menor de 10 unidades. El por-
centaje de líquido escurrido debe ser menor o igual a 15%. Valores más elevados in-
dican un almacenamiento prolongado del bivalvo. Durante este período el animal
utiliza sus reservas de carbohidratos, lípidos y proteínas como medio de subsisten-
cia, por lo que el volumen de líquido intervalvar se incrementa y el músculo pierde
firmeza y lozanía.
El pH se mide con un medidor de pH (previamente calibrado), utilizando una mues-
tra del tejido muscular del molusco homogeneizada con agua (destilada y desioniza-
da) en una proporción 1:10. Los moluscos frescos presentan un pH entre 6,3 y 6,9.
Un pH menor o igual a 5,8 indica pérdida de frescura en el molusco. La disminución
del pH se debe a diversos tipos de reacciones fermentativas y anaeróbicas que se lle-
van a cabo en el interior de las valvas del animal. Si los moluscos van a ser conge-
lados, deben de tener un pH mayor o igual que 6,0.
La evaluación sensorial se puede utilizar como criterio adicional para determinar la
calidad de los moluscos bivalvos. Se anexa una hoja de evaluación organoléptica de
la calidad de las pianguas (Anadara sp.)
90 VIII- Pescados y Mariscos VIII- Pescados y Mariscos 90
PROCEDIMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
1. Herrera, R.C.H. Evaluación de la calidad de pescado, mariscos y produc-
tos pesqueros. Departamento de Química. Facultad de Ciencias Exactas y Na-
turales. Universidad Nacional. Heredia. Costa Rica. 1989.
Cuadro 8.5
Evaluación sensorial de la calidad de moluscos bivalvos
Producto muy
• El músculo se encuentra desintegrado, casi licuado.
4 descompuesto
• Olor pútrido, nauseabundo.
IX- PRODUCTOS LÁCTEOS
OBJETIVOS
1- Determinar la composición química de diferentes tipos de leche.
2- Evaluar la calidad físico-química y microbiológica de diferentes tipos de leche.
INTRODUCCIÓN
Características generales
El Instituto Centroamericano de Investigación y Tecnología (ICAITI) da la siguien-
te definición: "Leche fresca de vaca es el producto íntegro, no alterado ni adultera-
do, del ordeño higiénico regular, completo e ininterrumpido de vacas sanas, que no
contenga calostro y que esté exento de olor, sabor y consistencia anormales".
Además de esta definición, existe la exigencia de ciertas características que debe
reunir la leche; estas varían de un país a otro y, solo como ilustración se transcriben
las características exigidas por la Norma Centroamericana (Cuadro 9.1).
"La leche fresca de vaca deberá presentar aspecto normal, estará limpia y libre de
calostro, preservadores, antibióticos, colorantes, materias extrañas y sabores u olo-
res objetables o extraños. La leche se obtendrá de vacas acreditadas como sanas, es
decir, libres de toda enfermedad infecto-contagiosa tales como tuberculosis, brucelo-
sis y mastitis. A partir del momento de obtención de la leche, se la someterá a filtra-
ción y enfriamiento inmediato a 4,5 ºC (40 ºF). La leche fresca de vaca se ajustará a
las condiciones exigidas por la legislación sanitaria de cada país".
Toma de muestras
La toma de muestras es un paso de suma importancia, ya que de ella depende la ve-
racidad de los resultados del análisis. En la leche, la muestra tomada es general-
mente muy pequeña comparada con el volumen con que trabajan las plantas leche-
ras; por ende, un pequeño error puede representar grandes pérdidas económicas.
Las muestras más comunes en una planta lechera son las tomadas a vacas indivi-
duales, tanques de almacenamiento y envases que van al consumidor.
La muestra debe ser representativa para que los resultados sean los más aproxima-
dos a la realidad; para lograr esto se debe considerar el tamaño y la forma del reci-
piente en que se encuentra el producto, la uniformidad y viscosidad del producto y,
por último, el tipo y tiempo de agitación o mezclado. Los productos muy viscosos, por
ejemplo, así como los que se encuentran en recipientes rectangulares, requieren de
93 IX- Productos Lácteos IX- Productos Lácteos 93
mayor tiempo de agitación para obtener un mezclado uniforme. Cuando las cantida-
des de donde se van a tomar las muestras líquidas son pequeñas, basta con transfe-
rir el líquido de un recipiente a otro, de tres a cuatro veces. Cuando las cantidades
son grandes, pueden ser agitadas con medios mecánicos adecuados por lo menos du-
rante 5-10 minutos.
Las muestras para algunos análisis, como el de grasa, pueden ser individuales o
compuestas: Las muestras individuales son aquellas tomadas en cantidades igua-
les a 100-125 mL y que provienen de una sola fuente. Las muestras compuestas son
las formadas por la mezcla de muestras individuales tomadas en cantidades propor-
cionales al total del producto que representan; estas muestras, generalmente, son
almacenadas de 10 a 15 días y, para evitar su deterioro, además de la refrigeración,
se le agrega una sustancia preservativa, que puede ser el cloruro de mercurio (II),
formaldehído o el dicromato de potasio.
Cuadro 9.1
Características físicas, químicas y microbiológicas de la leche fresca
de acuerdo con la Norma Centroamericana
PROCEDIMIENTO
En esta práctica se trabajará con muestras individuales; sin embargo, debe tener
presente que:
1- Si la muestra va a representar al contenido de varios recipientes, tomar dos
muestras por cada 2-5 recipientes, tres por 6-60, cuatro por 61-80, cinco por 81-
100 y finalmente una muestra más por cada 100 recipientes adicionales o frac-
ción de ella.
2- Al realizar pruebas en muestras compuestas, calentar la muestra en baño María a
43,3 ºC (110 ºF) hasta que la muestra alcance la temperatura de 35-40,5 ºC (95-105
ºF); agitar la muestra en forma suave hasta que todas las partes estén bien mezcla-
das y, finalmente, pasar la muestra de un recipiente a otro, tres veces, antes de to-
mar la muestra con la pipeta apropiada y a la temperatura de 13,3-35 ºC (56-96 ºF),
ya que a mayores temperaturas los resultados son bajos en grasa.
3- Las muestras de crema deben ser individuales y analizadas dentro de los prime-
ros tres días de tomada la muestra, ya que debido a la acción enzimática después
de ese período de almacenamiento, se obtienen resultados bajos en grasa.
La leche recién ordeñada da resultados erróneos en esta prueba, por lo que debe ser
almacenada en cámaras frías un mínimo de 4-5 horas para hacerle la prueba.
1- Regular la temperatura de la leche entre 50 y 70 ºF, preferiblemente a 60 ºF.
2- Mezclar la leche pasando de un recipiente a otro, en forma lenta para evitar la
incorporación de aire, por lo menos cuatro veces.
3- Agregar suficiente leche a una probeta 250 mL, de manera que al colocar el lac-
tómetro el nivel de la leche llegue cerca del borde del cilindro.
4- Introducir el lactómetro en la leche, en forma lenta y en el centro, hasta que flote li-
bremente. Dejar que el lactómetro se estabilice. Simultáneamente, tomar la tempe-
ratura de la leche y hacer la lectura del lactómetro en la parte superior del menisco.
5- Registrar las lecturas y hacer las correcciones necesarias para averiguar el peso es-
pecífico. Determinar el contenido de sólidos totales (ST) y de sólidos no-grasos (SNG),
usando las siguientes ecuaciones (una vez determinado el contenido de grasa):
cónicos de 250 mL. Agregar a cada una de las muestras 0,5 mL de disolución in-
dicadora de fenolftaleína.
3- Haciendo uso de una bureta, agregar, en forma lenta y con agitación continua,
una disolución valorada de hidróxido de sodio 0,100 M, hasta que aparezca un
color ligeramente rosado que no se desvanezca por lo menos en 30 segundos.
Anotar el volumen (mL) de disolución de hidróxido de sodio agregado.
4- Calcular la acidez titulable expresada como ácido láctico (ATECAL) (%,m/m)
presente en la muestra de leche.
Cuadro 9.2
Clasificación de la leche de acuerdo con el ensayo de reducción
Rosado Mala
BIBLIOGRAFÍA
1. Eagan, H. et al. Análisis Químico de Alimentos de Pearson. Continental.
México, D.F., México. 1987. pp. 447-451.
2. Revilla, A. Tecnología de la Leche: Procesamiento, Manufactura y Aná-
lisis. 2 º. edición. IICA. San José, Costa Rica. 1985. pp. 1-47, 329-374.
98 IX- Productos Lácteos IX- Productos Lácteos 98
OBJETIVOS
1- Estudiar el efecto de diferentes variables sobre el proceso de coagulación de la
leche con la enzima renina.
2- Elaborar un queso a nivel de planta piloto.
INTRODUCCIÓN
El queso es una de las formas más antiguas de conservar los principales elemen-
tos nutritivos de la leche. Está compuesto por caseína, grasa, sales insolubles,
agua y pequeñas cantidades de lactosa, albúmina y sales solubles de la leche, que
son concentradas por coagulación de la leche, debido a la acción de la renina o del
ácido láctico producido por microorganismos. Después de la coagulación, parte del
agua de la leche es removida mediante el calentamiento, agitación, desuerado y
prensado de la cuajada.
El queso, desde el punto de vista nutricional, es considerado como un alimento alta-
mente nutritivo, debido a su variado contenido de materias nitrogenadas, materias
grasas, calcio, fósforo y vitaminas.
La elaboración del queso se ve condicionada por varios factores, entre los que se tie-
ne la temperatura, el pH, la concentración del agente coagulante, y otros.
PROCEDIMIENTO
Efecto de la temperatura
1- Medir 10 mL de leche dentro de una serie de 6 tubos de ensayo de 25 mL, eti-
quetados del 1 al 6.
2- Colocar el tubo 1 en un baño de agua a 30 ºC, junto con otro tubo que contenga
una disolución para cuajo (una pastilla para cuajo disuelta en 250 mL de agua
destilada); dejarlos hasta que ambos alcancen los 30 ºC.
3 - Añadir al tubo 1 (que contiene la leche), 1,0 mL de la disolución para cuajo, con
ayuda de una pipeta. Anotar el tiempo en que se efectúa la adición. Agitar y
mantener en el baño de agua a 30 ºC. Observar la formación de grumos, o de un
gel, en el tubo de ensayo. Anotar el tiempo requerido para la coagulación de la
leche a 30 ºC.
99 IX- Productos Lácteos IX- Productos Lácteos 99
Cuadro 9.3
Efecto de la temperatura sobre la coagulación de la leche
por acción de la enzima renina
1 Ambiente
2 30
3 40
4 50
5 60
6 70
Efecto del pH
1- Colocar cinco tubos de 25 mL en una gradilla. Etiquetarlos del 1 al 5 y llenarlos
como se indica a continuación:
Tubo 1: 10 mL de leche y 2,0 mL de disolución de ácido láctico 0,1 mol/L
Tubo 2: 10 mL de leche y 1,0 mL de disolución de ácido láctico 0,1 mol/L
Tubo 3: 10 mL de leche (control)
Tubo 4: 10 mL de leche y 1,0 mL de disolución de NaOH 0,1 mol/L
Tubo 5: 10 mL de leche y 2,0 mL de disolución de NaOH 0,1 mol/L
2- Determinar el pH de cada uno de los tubos utilizando papel indicador universal.
100 IX- Productos Lácteos IX- Productos Lácteos 100
3- Poner los cinco tubos en un baño de agua a 35 ºC junto a otro tubo que contiene
la disolución para cuajo.
4- Cuando todas las disoluciones han alcanzado los 35 ºC, añadir 1,0 mL de la di-
solución para cuajo a cada tubo que contenga la leche. Mezclar bien el contenido
de cada tubo de ensayo y volverlos a poner en el baño de agua a 35 ºC.
5- Anotar el tiempo que se necesita para la coagulación de la leche en cada tubo.
Procesar los datos en una forma similar a la señalada en el proceso anterior.
Descremado
Esta operación será realizada solamente por el grupo de estudiantes que elaborarán
el Queso 1. La leche entera será sometida a una etapa de descremado mecánico pa-
ra eliminar la grasa de la leche, a una temperatura de 30 ºC y utilizando una cen-
trífuga a alta velocidad. La diferencia en densidades permite una separación efecti-
va de la leche descremada (0,1% de grasa) y de la crema de la leche.
2- Haciendo uso de una marmita, calentar la leche a una temperatura de 30 ºC.
3- Mientras se realiza esta operación, lavar escrupulosamente la descremadora y
cada una de sus partes. Conectar la descremadora e introducir por la parte su-
perior y en forma gradual la leche calentada a 30 ºC. Disponer de dos recipien-
tes limpios, para recoger la leche descremada y la crema de la leche. Terminada
la operación de descremado, la centrífuga debe de lavarse nuevamente.
4- Determinar la masa o el volumen de leche descremada y de crema obtenida en
esta operación. Calcular el rendimiento (%, m/m) de la operación de descremado.
5- La crema obtenida contiene en promedio un 30% de grasa, y será utilizada por
el grupo de estudiantes que elaborarán el Queso 2, para normalizar al nivel ade-
cuado de grasa la leche entera inicial.
Normalización
La operación de normalización de la leche consiste en ajustar la composición quími-
ca de cada uno de los componentes de la leche a un valor predeterminado, por adi-
ción de cada uno de ellos o por adición de agua. La grasa separada en la operación
de descremado será utilizada para normalizar el contenido de grasa de la leche, ne-
cesario para la elaboración del Queso 2. Se utilizará la siguiente ecuación:
G=P·F
G: Contenido deseado de grasa en la leche
P: Contenido de proteína (aproximadamente 3,5%)
F: 1,12 (factor para obtener un queso fresco con 50% de grasa (en base seca)
102 IX- Productos Lácteos IX- Productos Lácteos 102
Pasteurización
La pasteurización de la leche descremada o normalizada será realizada a una tem-
peratura de 60-65 °C por 30 minutos.
8- Colocar la leche descremada o normalizada, en lecheras de aluminio o acero ino-
xidable. Colocar las lecheras dentro de una marmita que contenga agua a una
temperatura de aproximadamente 70 ºC. El calentamiento de la marmita se rea-
liza con vapor.
9- Agitar en forma contínua la leche, hasta que alcance una temperatura de 60-65 ºC
y mantener constante esta temperatura por 30 minutos. Una vez que la leche ha
sido pasteurizada; debe de manipularse en condiciones asépticas. Utilizar guan-
tes, bozal y lavarse las manos y el instrumental por usar con una disolución es-
terilizante.
10- Proceder a enfriar la leche a una temperatura de 30-35 ºC, utilizando un baño de
agua-hielo. Posteriormente, verter la leche directamente en la marmita (previa-
mente lavada y esterilizada).
Inoculación
La leche descremada y normalizada será inoculada con un cultivo mesófilo (Lacto-
coccus cremoris y L. lactis) en una proporción de 2,5% sobre la masa de la leche,
a una temperatura de 35 °C por 30 minutos.
13- Calcular la masa de inóculo necesario para cada tipo de leche. Pesar (g) o medir
(mL) la cantidad de inóculo necesaria y proceder a hacer la mezcla respectiva.
Dejar en reposo por 30 minutos a una temperatura de 35 ºC.
Coagulación
La leche será cuajada o coagulada con "cuajo líquido", en una proporción de 0,01%
respecto a la masa de leche, a una temperatura de 30-35 °C por 30-40 minutos.
103 IX- Productos Lácteos IX- Productos Lácteos 103
14- Calcular la masa de cuajo necesaria para cada tipo de leche. Pesar (g) o medir
(mL) la cantidad de cuajo calculada y proceder a hacer la mezcla respectiva.
El tiempo de coagulación será estimado utilizando una técnica artesanal: La prue-
ba del cuchillo o prueba del tacto (ambas técnicas serán explicadas durante el desa-
rrollo de la práctica).
Corte de la cuajada
15- Una vez que el proceso de coagulación se ha completado, cortar la cuajada en cu-
bos de tamaño uniforme utilizando una lira vertical y otra horizontal. Agitar
suavemente la cuajada por 5 minutos. Dejar en reposo por 15 minutos.
Desuerado
16- Proceder a separar, en forma muy cuidadosa, el suero de la leche de la cuajada.
Utilizar los tamices y recipientes adecuados.
17- Determinar la masa de cuajada y suero obtenidos. Calcular los rendimientos
(%, m/m) respectivos.
Salado
18- Incorporar a la cuajada una proporción de sal del 2,0%, sobre la masa de la cua-
jada. Mezclar la sal y la cuajada manualmente.
Moldeado y prensado
19- Colocar la cuajada, previamente salada, en moldes cilíndricos. Aproximadamen-
te, 2 kg de cuajada por molde. Colocar la tapa de cada molde y prensar por 20-
30 minutos a una presión de 30 lb/pulg2. Desmoldar los quesos elaborados. De-
terminar su masa (kg) y calcular el rendimiento porcentual (m/m) respectivo.
20- Comparar los rendimientos, textura y sabor de ambos tipos de queso.
BIBLIOGRAFÍA
1. Henderson, M. Comunicación Personal. CITA-UCR. 1994.
2. Revilla, A. Tecnología de la leche: Procesamiento, manufactura y análi-
sis. 2. edición. IICA. San José, Costa Rica. 1985. pp. 192-244.
X- HUEVOS
OBJETIVOS
1- Familiarizar al estudiante con algunas técnicas de evaluación de la calidad de
huevos.
2- Evaluar la calidad de los huevos expendidos al público en diferentes estableci-
mientos comerciales.
INTRODUCCIÓN
En el mercado de los huevos, su calidad se basa en la frescura, porque los huevos
frescos tienen mejor sabor, son más fáciles de separar en clara y yema para fines de
procesamiento y responden mejor para operaciones de batido y horneado.
El método más común para clasificar los huevos consiste en examinarlos delante de
una fuente de luz, en la llamada cámara de miraje u ovoscopio. Esta operación re-
vela muchos defectos, como: Cáscaras agrietadas, yemas fertilizadas, manchas color
rojo, cámaras de aire agrandadas, claras fluidas y yemas deslocalizadas del centro.
El grado de frescura de los huevos se puede determinar también en los huevos sin
cáscara. Los huevos frescos tienen yemas abultadas, más que aplanadas, una mayor
cantidad de clara densa y firme en proporción con la clara fluida y delgada. Esto ha-
ce que un huevo no fresco se extienda sobre un área mayor que la que cubre un hue-
vo fresco.
También las características exteriores de la cáscara pueden usarse como factor de
clasificación.
El Cuadro 10.1 resume una serie de criterios o factores de calidad, que varían a medi-
da que el huevo envejece y que pueden ser tomados como base para una observación
tanto externa como interna de los huevos, para su posterior clasificación como hue-
vos frescos, menos frescos y viejos. Todas estas características se pueden determinar
por simple observación organoléptica.
PROCEDIMIENTO
2- Determinar en cada grupo de huevos, el día del experimento, los siguientes sig-
nos de calidad:
Externos:
a) Masa
b) Forma: Medir el ancho máximo y la longitud
c) Limpieza de la cáscara
d) Resistencia a la ruptura
e) Diámetro de la cámara de aire
f) Posición de la yema
Internos:
1- Consistencia de la clara y de la yema
2- Movilidad de la yema
3- Presencia de manchas color rojo u otras
4- Localización y situación de la yema
5- Olor
6- Diámetro y altura de la cámara de aire
3- Utilizando esos parámetros, discutir sobre la calidad de los huevos. Clasificarlos
por edad (como fresco, menos fresco o viejo según el Cuadro 10.1).
Cuadro 10.1
Características organolépticas de los huevos en función de su frescura
Consistente en gran
Clara Fluida en gran parte
parte
Central, difícilmente
Situación yema Fácil de mover, a veces adherida a la cáscara
movible
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los alimentos. 2. edición. Editorial Acri-
bia S.A. Zaragoza, España. 1985. pp. 433-446.
XI-CEREALES
OBJETIVOS
1- Estudiar la estructura microscópica de algunos granos de cereales y la localiza-
ción de sus principales componentes químicos.
2- Estudiar algunas propiedades físicas y químicas de las harinas de trigo.
INTRODUCCIÓN
La estructura anatómica de los granos de cereales es básicamente similar, diferen-
ciándose de un cereal a otro solamente en ciertos detalles. Los granos de trigo, cen-
teno y maíz son cariópsides desnudos, están formados por una cubierta externa de-
nominada pericarpio y por la semilla. La semilla está conformada por una envoltu-
ra, el germen y el endospermo. Los granos de avena, cebada y arroz son cariópsides
vestidos. Contienen, además del pericarpio, las glumas o cascarilla que constituyen
la cáscara del grano. Cada una de las principales partes del grano (pericarpio, en-
voltura de la semilla, germen y endospermo) están a su vez subdivididos en varias
capas, tejidos o regiones.
PROCEDIMIENTO
4- Cubrir los cortes del grano de maíz, con algunas gotas de etanol y dejar secar.
Añadir unas gotas de disolución del colorante Sudán III; cubrir con un cubreob-
jetos. Observar las zonas del grano teñidas de un color rojo intenso. Esto se de-
be a la presencia de lípidos en la estructura del grano.
5- Añadir unas gotas de disolución del colorante Ponceau 2R a las preparaciones.
Transcurridos unos 5 minutos, aclarar cuidadosamente con agua y secar el por-
taobjetos en una estufa. Añadir algunas gotas de agua destilada y tapar enton-
ces con un cubreobjetos. Observar las partes del grano teñidas de color rosado;
esto se deberá a la presencia de proteína en el grano.
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los alimentos. 2. edición. Editorial Acri-
bia S.A. Zaragoza, España. 1985. pp. 239-240,
2. Eagan, H. et al. Análisis químico de Alimentos de Pearson. Continental.
México, D.F., México. 1987. pp. 447-451.
XII-LEGUMINOSAS
OBJETIVOS
1- Realizar la extracción y cuantificación de los diversos componentes del frijol de
soya.
2- Ilustrar el proceso de elaboración de aislados de soya.
INTRODUCCIÓN
Las leguminosas siguen a los cereales en importancia como fuente de alimento pa-
ra el ser humano. Son la "carne" vegetal del mundo y se asemejan en valor proteico
a la carne de los animales.
El elevado contenido proteínico de las leguminosas, que en la mayoría de ellas as-
ciende de un 17 a un 25%, es aproximadamente el doble que el de los cereales y li-
geramente superior al de la carne, pescado y huevos. La soya es excepcional, pues
contiene aproximadamente un 38% de proteína.
Las proteínas de las leguminosas se caracterizan por tener un alto contenido de la
mayoría de aminoácidos esenciales, exceptuando la metionina. Dentro de las proteí-
nas predominantes se encuentra el grupo de las globulinas, aunque algunas espe-
cies poseen albúminas.
Para la determinación de las proteínas de la harina de soya, el índice de solubilidad
de nitrógeno (ISN) y el índice de dispersabilidad de proteínas (IDP) son dos de las
mediciones de uso más común. El primer método mide la cantidad de nitrógeno to-
tal de la muestra que es soluble en agua, mientras que el segundo mide la propor-
ción de proteína total dispensable en el agua bajo condiciones específicas.
Los productos de soya que contienen un mínimo de 70% de proteínas, se conocen co-
mo concentrados proteicos de soya. Se preparan a partir de harina de soya desen-
grasada, eliminando los oligosacáridos, la materia mineral y otros componentes so-
lubles en agua, responsables del sabor a soya cruda o frijol amargo. Los concentra-
dos están constituidos por las principales proteínas y polisacáridos del frijol de so-
ya. Se preparan por diversos métodos que insolubilizan las proteínas principales, en
tanto que eliminan los compuestos de bajo peso molecular. Un proceso consiste en la
extracción con etanol acuoso; mientras que otro implica la extracción con ácido di-
luido a un pH de 4,5; el punto isoeléctrico de las proteínas. En un tercer proceso, las
proteínas se insolubilizan por medio de la acción desnaturalizante del calor. Los tres
tipos de concentrados son similares en composición química, pero difieren principal-
mente en la solubilidad de las proteínas en agua.
112 XII- Leguminosas XII- Leguminosas 112
Los aislados de soya son los productos de soya más refinados que existen y contie-
nen el mayor porcentaje de proteína. Se preparan por eliminación de todos los poli-
sacáridos insolubles en agua y de otros constituyentes presentes en menor escala.
Las harinas de soya desengrasadas se extraen con álcali diluido, a un pH entre 7,0
y 9,0 y a una temperatura entre 50 y 55 ºC.
Los polisacáridos insolubles en agua y proteínas residuales son separados por tami-
zado, filtración o centrifugación. El extracto acuoso se acidifica a un pH entre 4,0 y
5,0 con una disolución ácida, lo cual provoca la precipitación de las proteínas en su
punto isoeléctrico. Este "cuajo" de proteínas se filtra o se centrifuga, se lava con
agua en abundancia y se seca por aspersión para obtener la forma isoeléctrica de la
proteína. Es más común redisolver el "cuajo", neutralizando a un pH de 7,0; para
obtener una disolución concentrada de proteinatos de sodio. Posteriormente, esta di-
solución es secada por aspersión, para producir una forma proteica fácilmente dis-
persable en agua.
PROCEDIMIENTO
8- Recoger los extractos etéreos en un balón de fondo plano, prepesado, limpio, se-
co, de 250 mL y boca esmerilada 24/40.
9- Evaporar la mezcla de éter etílico y éter de petróleo en un evaporador rotatorio,
a presión reducida y a una temperatura de 40 ºC.
10- Determinar la masa del residuo obtenido (la grasa del frijol de soya) y calcular
el contenido (%, m/m) de grasa en el frijol de soya.
BIBLIOGRAFÍA
1. Badui, S. Química de los alimentos. Editorial Alhambra Mexicana S.A. de
C.V. México. 1981. pp. 401-424.
114 XII- Leguminosas XII- Leguminosas 114
OBJETIVOS
1- Demostrar la presencia de inhibidores de proteasas en las leguminosas.
2- Estudiar el efecto de la temperatura en la inactivación de los inhibidores de pro-
teasas.
3- Analizar los efectos de las leguminosas en las velocidades de reacción de hidró-
lisis enzimática.
INTRODUCCIÓN
Muchos de los alimentos de consumo masivo como las legumbres, los cereales, la pa-
pa, el tomate, e inclusive en algunos tejidos animales, en estado crudo, contienen in-
hibidores de hidrolasas; específicamente se conocen los inhibidores de proteasas y de
amilasas. Se han encontrado más de treinta leguminosas con hasta nueve inhibido-
res distintos. En la mayoría de los casos, son proteínas cuyos pesos moleculares os-
cilan entre los 6 000 y 50 000 Dalton y representan del 0,2 al 2% de las proteínas so-
lubles de las legumbres.
En el caso de los inhibidores de proteasas, la especificidad puede variar considera-
blemente: Algunos inhibidores actúan sobre la tripsina, otros son activos frente a la
tripsina y la quimiotripsina, y otros inhiben proteinasas de origen vegetal o micro-
biano. Los inhibidores se combinan con las proteasas y forman un complejo inactivo
que tiene una baja constante de disociación.
Los inhibidores de proteasas son termolábiles, por lo que se pueden inactivar, en
mayor o menor grado, por la acción de tratamientos térmicos. La estabilidad térmi-
ca de estos depende de su peso molecular y de la cantidad de uniones disulfuro pre-
sentes en la proteína; estos enlaces estabilizan la conformación activa del inhibidor.
Algunos de los inhibidores más ampliamente estudiados se han aislado de la soya.
El inhibidor de Bowman-Birk tiene un peso molecular de 7 900; es muy estable al
calor, contiene 7 puentes disulfuro en su estructrura y es un inhibidor del tipo de
"doble cabeza", capaz de inhibir, en forma simultánea, la tripsina y la quimiotripsi-
na. El inhibidor de Kunitz, también aislado de la soya, es sustancialmente menos es-
table a los tratamientos térmicos.
Debido a que en un mismo material de partida se pueden encontrar diferentes inhi-
bidores, para elegir el tratamiento térmico adecuado para su inactivación se debe to-
mar en cuenta tanto el tipo de materia prima, como también las diferentes variables
que van a intervenir en el proceso, a saber: tiempo, temperatura, presión, conteni-
do acuoso de la muestra, entre otros.
El papel biológico de estos inhibidores se desconoce, pero en términos generales es
claro que impiden que animales e insectos puedan digerir las proteínas y las
115 XII- Leguminosas XII- Leguminosas 115
PROCEDIMIENTO
Procedimiento 1
1- Preparar 5 tubos de ensayo, debidamente rotulados, y adicionar en cada uno de
ellos, las siguientes cantidades de reactivos:
a) 1,00 mL de disolución de pancreatina al 5% (pesar 5,00 g de pancreatina y
disolver en 100,0 mL de disolución amortiguadora, pH 8,00 y 0,1 M de fos-
fatos totales).
b) 1,00; 2,00; 3,00; 4,00 y 5,00 mL del extracto de leguminosa, respectivamente
c) 5,00; 4,00; 3,00; 2,00; 1,00 y 0 mL de disolución amortiguadora pH 8,0 (0,1
M de fosfatos).
2- Introducir en todos los tubos de ensayo un trozo de placa de rayos X de 15 cm de
largo y 0,5 cm de ancho.
3- Incubar los tubos de ensayo en un baño de agua a una temperatura de 37 ºC du-
rante 12 horas.
4- Comparar el desprendimiento del recubrimiento de plata de la placa de rayos X,
una vez transcurrido el tiempo de incubación. Las placas de rayos X poseen una
fina capa de gelatina que protege la impresión radiográfica. La acción proteolíti-
ca de la pancreatina hidroliza la capa gelatinosa y deja expuesto el recubrimien-
to de plata, que, con el tiempo, se desprende.
5- Calcular, en forma cualitativa, la cantidad de extracto de leguminosa necesaria
para inhibir la acción proteolítica de la pancreatina. Comparar su resultado con
el de sus compañeros y analizar la acción inhibitoria de cada una de las mues-
tras empleadas.
Procedimiento 2
1- Preparar una caja de Petri con agar-sangre, debidamente rotulada, la cual pre-
senta orificios distribuidos según se muestra en la Figura 12.1.
Procedimiento 1
1- Preparar 5 tubos de ensayo, debidamente rotulados, y adicionar en cada uno de
ellos, 5,00 mL del extracto de leguminosa.
2- Incubar los tubos de ensayo en un baño de agua a temperatura de ebullición por
0; 30; 60; 90 y 120 minutos, respectivamente.
3- Una vez transcurridos los tiempos de incubación indicados, dejar enfriar los tu-
bos a temperatura ambiente y agregar a cada tubo de ensayo 1,00 mL de la di-
solución de pancreatina al 5% y 2,00 mL de la disolución amortiguadora.
4- Introducir en todos los tubos de ensayo un trozo de placa de rayos X de 15 cm de
largo y 0,5 cm de ancho.
5- Incubar los tubos de ensayo en un baño de agua a una temperatura de 37 ºC du-
rante 12 horas.
6- Una vez transcurrido el tiempo de incubación, comparar el desprendimiento del
recubrimiento de plata, del trozo de placa de rayos X introducida en cada tubo
118 XII- Leguminosas XII- Leguminosas 118
Procedimiento 2
1- Preparar una caja de Petri con agar-sangre, debidamente rotulada, la cual pre-
senta orificios distribuidos tal y como se muestra en la Figura 12.1.
2- Preparar tres tubos de ensayo, debidamente rotulados, y adicionar a cada uno de
ellos 10,00 mL del extracto de leguminosa.
3- Colocar los tubos de ensayo en un baño de agua a ebullición por 0; 30 y 60 mi-
nutos, respectivamente.
4- Dejar enfriar los tubos a temperatura ambiente y agregar a cada uno de ellos
1,00 mL de disolución de pancreatina y 5,00 mL de disolución amortiguadora.
5- Agitar el contenido de cada tubo para homogeneizar. Dejar en reposo por 15 mi-
nutos.
6- Colocar, por triplicado, una gota del contenido de cada tubo de ensayo dentro de
los orificios de la caja de Petri. En el orificio central colocar una gota de la diso-
lución de pancreatina como control (1,00 mL de pancreatina al 10% mezclada con
15,00 mL de disolución amortiguadora pH 8,5; 0,01 M en fosfatos). Debe usarse
el mismo gotero y el mismo volumen cada vez.
7- Tomar lecturas, en milímetros, del diámetro del halo formado alrededor de cada
orificio a partir de 12 horas hasta 24-48 horas después de la inoculación.
8- Preparar un gráfico de diámetro (mm) en función del tiempo transcurrido (ho-
ras). Calcular la pendiente de cada recta. Comparar la actividad enzimática en
mm/h para cada extracto con relación al control.
9- Comparar el tiempo de calentamiento necesario para la inactivación de los inhi-
bidores de proteasas en los extractos de todas las muestras empleadas.
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H. D., y W. Grosch. Química de los alimentos. 2.° ed. Zaragoza: Acri-
bia, 1992. pp 804-811.
2. Mata, J. Comunicación Personal. Escuela de Química, UCR. 2000.
3. Morris, J.G. Fisicoquímica para Biólogos, 2.° edición, Editorial Reverté S.A.,
1976 pp 245-282.
4. Robinson, D.S. Bioquímica y valor nutritivo de los alimentos. Zaragoza:
Acribia, 1991. Pp.162-164.
XIII- FRUTOS
OBJETIVOS
1- Evaluar los cambios que experimenta un fruto durante el proceso de maduración.
2- Determinar algunos parámetros de calidad de un fruto.
INTRODUCCIÓN
La maduración de las frutas está ligada a complejas modificaciones físicas y quími-
cas de sus propiedades. Algunos de los fenómenos más destacados, en el proceso de
maduración son:
• Maduración de la semilla
• Cambios en el color del fruto
• Abscisión
• Cambios en la velocidad de respiración (producción de dióxido de carbono)
• Cambios en la velocidad de producción de etileno (hormona vegetal que desenca-
dena el proceso de maduración)
• Cambios en la permeabilidad de los tejidos vegetales
• Suavizamiento, pérdida en la composición de sustancias pécticas
• Cambios en la composición de carbohidratos
• Cambios en la composición de los ácidos orgánicos
• Cambios en la fracción proteica
• Producción de sustancias aromáticas, responsables de olor y sabor de los frutos
maduros
En esta práctica se dará seguimiento al proceso de maduración de un fruto, mediante
la evaluación de algunas de sus propiedades en los diferentes estados de maduración.
Se determinará el pH, el contenido total de pigmentos carotenoides (expresados como
mg%) y la velocidad de respiración de frutos con diferentes grados de maduración.
PROCEDIMIENTO
Determinación del pH
1- Pesar 100,0 g de cada una de las muestras de tomate y colocarlos en el frasco de
una licuadora de alta velocidad. Homogeneizar la mezcla por 5 minutos.
2- Medir el pH de la mezcla, en un medidor de pH previamente calibrado.
3- Realizar la medición por triplicado.
4- Representar el pH obtenido en los tomates en función del grado de maduración
de estos.
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.D. y W. Grosch. Química de los alimentos. 2º edición. Editorial Acri-
bia S.A. Zaragoza, España. 1985. pp. 629-678.
2. Wills, R.H.H.; T.H. Lee; D. Graham; W.B. Mc Glasson y E.G. Hall. Postharvest:
An introduction to the physiology and handling of fruit and vegetables.
The AVI Publishing Company, Inc. Wesport, Conn. USA. 1981. pp. 1-161.
122 XIII-Frutos XIII-Frutos 122
OBJETIVOS
1- Ilustrar el mecanismo de acción de las polifenoloxidasas en las reacciones de par-
deamiento enzimático.
2- Estudiar algunos mecanismos de inhibición de la actividad de la enzima polife-
noloxidasa.
INTRODUCCIÓN
Las reacciones de pardeamiento enzimático son muy comunes en frutas y vegetales
que han estado sujetas al daño físico y exponen su tejido interno al aire y a la luz, lo
cual indica que en las células intactas existe un micro ambiente anaeróbico que inhi-
be los mecanismos de oscurecimiento. La fruta se oscurece debido a reacciones enzi-
máticas que dan como producto final pigmentos oscuros llamados melaninas (Figura
13.1). Las enzimas que efectúan estas reacciones son conocidas con diferentes nombres:
fenoloxidasa, tirosinasa, catecolasa, fenolasa, polifenolasa y polifenoloxidasa.
Los sustratos más comunes para estas enzimas son compuestos insaturados como
los monofenoles, y o-difenoles, flavonoides, taninos, tirosina, y otros, en los que el
oxígeno actúa como aceptor de protones provenientes de esta reacción. Estas enzi-
mas requieren el ion cobre (I y II) como cofactor.
Este grupo de enzimas es abundante en frutas como manzanas, bananos, peras y
otras, pero no se encuentra en frutos cítricos. En la industrialización de la papa y de
otros productos vegetales, se debe controlar el oscurecimiento, ya que el tiempo en-
tre el pelado del vegetal y su procesamiento puede determinar una alta actividad en-
zimática que deteriora el vegetal.
Los mecanismos más usuales de inhibición de la reacción de pardeamiento son los
tratamientos térmicos (escaldado, agente inhibidor), adición de bisulfito de sodio
(agente reductor), ácido ascórbico (acidulante y agente reductor) y ácido cítrico (aci-
dulante y agente secuestrante) o bien evitar la exposición de los vegetales al oxíge-
no del aire.
Preparación de la muestra
Utilizar una manzana (como ejemplo de las reacciones de pardeamiento enzimático)
en todas las pruebas. Los ensayos se llevan a cabo con trozos de manzana o con ju-
go de manzana.
1- Pelar y quitar rápidamente las semillas de una manzana.
2- Colocar aproximadamente 75 g de manzana en trozos en un homogeneizador con
150 mL de una mezcla de hielo y de agua destilada. Homogeneizar a alta veloci-
dad por 15 segundos.
123 XIII-Frutos XIII-Frutos 123
1) O-difeniolxidasa
2) Dopadecarboxilasa
3) Transacetilasa
4) Autoxidación no enzimática
5) Condesación
2- Calentar cada uno de los tubos de ensayo, según las siguientes condiciones:
Tubo A: Calentar el tubo directamente con la llama del mechero y dejar que
su contenido hierva durante un minuto.
Tubo B: Colocar el tubo de ensayo en un baño de agua a 50 ºC por un minuto.
Tubo C: Colocar el tubo de ensayo en un baño de agua a 100 ºC por un minuto.
Tubo D: Mantener el tubo de ensayo a temperatura ambiente.
3- Comparar el grado relativo de pardeamiento en los cuatro tubos de ensayo y ano-
tar los resultados.
BIBLIOGRAFÍA
1. Badui, S. Química de los Alimentos. Editorial Alhambra Mexicana S.A. Mé-
xico. 1981. pp. 227-231.
2. Salfield, J.R. Prácticas de Ciencia de los Alimentos. Editorial Acribia. Zara-
goza. España. 1985. pp. 92-97.
126 XIII-Frutos XIII-Frutos 126
OBJETIVO
1- Evaluar la calidad de diferentes clases de café tostado y molido.
INTRODUCCIÓN
Se conoce con el nombre de café (café en grano) a las semillas de las plantas del gé-
nero Coffea desprovistas por completo de las vainas y tegumentos (envoltura platea-
da), en estado crudo (café crudo) o tostado (café tostado), enteras o molidas, así co-
mo a la bebida preparada con estas semillas.
En Costa Rica se cultivan preferentemente plantas de café de la especie Coffea ara-
bica, la cual produce en término promedio 1,0 kg de semillas limpias de pulpa a par-
tir de 6,4 kg de los frutos maduros del café.
Los frutos maduros del café son preparados en América Central por el método hú-
medo, luego del cual se elimina la cáscara y la gran mayoría de la pulpa. Posterior-
mente, los granos se someten a un proceso de fermentación por un período de 12-48
horas, con una corriente contínua de agua. Luego, los granos son secados al sol o con
aire caliente hasta alcanzar un contenido de agua de aproximadamente el 10%.
Las semillas crudas del café son sometidas a un tratamiento térmico denominado
"tostado", el cual proporciona el producto consumido por la población y conocido pro-
piamente como café. El tostado se lleva a cabo a temperaturas que oscilan entre 200-
220 ºC, para el tostado claro y de 230 ºC para el tostado oscuro, por períodos de 3-10
minutos. Durante el tostado se producen profundas transformaciones, caracteriza-
das por un aumento en el volumen (50-80%), modificaciones estructurales y del co-
lor, disminución del peso (mermas por tostado de 13-20%), formación de un aroma
típico que no existe en los granos crudos. En forma simultánea, disminuye la densi-
dad desde 1,126-1,272 a 0,570-0,694 g/mL; el café tostado flota en la superficie del
agua, mientras que el crudo se hunde. Los granos crudos son correosos, duros y di-
fícilmente fragmentables, pero con el tostado se hacen quebradizos y blandos.
El contenido de humedad en el café molido debe ser menor al 5%, su contenido de
cenizas o materia mineral oscila entre 0,3 y 5,6%, con un valor promedio de 2,2%. El
porcentaje de cafeína oscila entre 0,9 y 1,8%, el extracto etéreo entre 8,0 y 14,2% y
el extracto acuoso entre 23 y 33% (depende del método de extracción).
El valor del pH resulta de gran importancia para el sabor del café. Cuando se utili-
zan 42,5 g/L de café de tostado medio, el pH debe de estar entre 4,9 y 5,2. Con un
pH menor que 4,9; el café adquiere un sabor demasiado ácido; con un pH igual o ma-
yor que 5,2; es muy amargo.
127 XIII-Frutos XIII-Frutos 127
El café crudo puede almacenarse por 1-3 años; sin embargo, el café tostado solo con-
serva su frescura por 8-10 semanas. El aroma de tostado disminuye, a la vez que
progresa un regusto a rancio (envejecimiento, pasado). Estos cambios se aceleran,
una vez que el envase comercial ha sido abierto, debido al contacto con el aire, va-
por de agua y altas temperaturas.
PROCEDIMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.-D. y W. Grosch. 1992. Química de los Alimentos. 2.º edición. Edito-
rial Acribia. Zaragoza. España.
2. Martin, P.G. Manual of Food Quality Control. 3. Commodities. FAO Food
and Nutrition Paper 14-3. Food and Agriculture Organization of the United Na-
tions. Rome. 1979.
3. Vega, Antonio. 2001. Comunicación personal. CoopeNaranjo.
129 XIII-Frutos XIII-Frutos 129
OBJETIVOS
1- Evaluar la calidad de diferentes tipos de productos a base de cacao (chocolate
amargo, semiamargo, chocolate dulce, chocolate de leche, y otros) producidos y
comercializados.
INTRODUCCIÓN
Los granos de cacao son las semillas crudas, desprovistas de mesocarpio, fermen-
tadas o sin fermentar, del árbol del cacao (Theobroma cacao). Los granos enteros
y secos son sometidos a un tratamiento térmico denominado "tostado". Se remue-
ve la cáscara para obtener los granos descascarados o "puntas de cacao" (máximo
5% de cáscara y 10% de cenizas), los cuales son triturados o molidos para obtener
el "licor o pasta de cacao". Un posterior proceso de refinación (alcalinización con
una disolución de carbonato de potasio, neutralización y desecación) permite obte-
ner la "pasta de cacao soluble" (52-58% de manteca de cacao y 5-7% de materia mi-
neral). Esta pasta de cacao se calienta a 90-100 ºC, se prensa a presiones elevadas
para obtener la manteca de cacao (la cual fluye de la prensa) y una "torta de ca-
cao". Esta última se tritura y se muele finamente para obtener el "cacao en polvo"
(mínimo 20% de grasa en base seca, máximo 10% de agua y una alcalinidad máxi-
ma de 5%, expresada como carbonato de potasio). El cacao en polvo (mínimo 32%)
se mezcla con sacarosa, leche en polvo y otros ingredientes en diferentes propor-
ciones, para obtener las "bebidas instantáneas" de chocolate. El "licor o pasta de
cacao" se puede mezclar con azúcar, leche en polvo y manteca de cacao en diver-
sas proporciones para obtener diferentes tipos de productos, con la composición
(en base seca) indicada en los Cuadros 13.1 y 13.2.
PROCEDIMIENTO
Cuadro 13.1
Formulación aproximada de los productos elaborados a base de cacao
Chocolate amargo 95 5 -- --
Chocolate dulce 15 15 70 --
Cuadro 13.2
Composición (base seca) porcentual de los productos elaborados a base de cacao
Chocolate amargo 55 30 10 3
Chocolate dulce 30 60 5 1
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.-D. y W. Grosch. 1992. Química de los Alimentos. 2º edición. Edito-
rial Acribia. Zaragoza. España.
XIV-FERMENTACIÓN ALCOHÓLICA
OBJETIVOS
1- Evaluar el proceso de fermentación alcohólica de melaza de caña de azúcar con
levaduras del género Saccharomyces, en condiciones aeróbicas y anaeróbicas.
2- Determinar la cantidad de biomasa y el contenido de etanol formado durante la
fermentación aeróbica y anaeróbica de la melaza de caña de azúcar.
INTRODUCCIÓN
Las bebidas alcohólicas (cerveza, vino y aguardiente) se elaboran a partir de líqui-
dos azucarados sometidos al proceso de fermentación alcohólica, definido en el es-
quema de Embden-Meyerhoff-Parnas, el cual orienta sobre el curso de las reaccio-
nes químicas y enzimas participantes. Diversos factores afectan el desempeño de la
fermentación alcohólica: la calidad de la materia prima, la preparación adecuada
del mosto, la conducción correcta de la fermentación, el nivel o grado alcohólico es-
perado; todos ellos condicionan, en forma conjunta, la productividad del proceso.
Los azúcares fermentables por las levaduras del género Saccharomyces, se hallan
presentes como tales en el líquido azucarado; o bien, se generan a partir de las dife-
rentes materias primas mediante procesos de hidrólisis de almidones, dextrinas, di-
sacaráridos, y otros. En países productores de azúcar de caña, como Costa Rica, se
utiliza la "melaza" para el proceso de fermentación (subproducto del proceso de ob-
tención de sacarosa a partir de la caña de azúcar). En el Cuadro 14.1 se presenta la
composición química promedio de las "melazas".
Una de las etapas en el proceso de fermentación es la preparación del "mosto", el
cual consiste (en este caso particular) en una dilución de la melaza hasta 12-14º Brix
por adición de la cantidad adecuada de agua; esterilización de la melaza diluida a
121 ºC por 45 minutos; enriquecimiento del caldo con algunos nutrientes indispen-
sables para el proceso de fermentación, tales como el sulfato de amonio, sulfato de
magnesio, fosfato de amonio y en cantidades menores sulfatos de zinc, cobalto y
manganeso; y, finalmente, la acidificación del medio a un pH de 4,5-5,0 por adición
de ácido sulfúrico.
La mezcla se inocula con una cepa de levadura del género Saccharomyces (usual-
mente S. cerevisae o S. carlsbergensis) en una proporción de 6,0 kg de levadura fres-
ca por cada 1000 L del caldo enriquecido. Entre las características deseables de las
levaduras se encuentran la buena productividad (cantidad de alcohol formada por
unidad de tiempo), la cual propicia una fermentación más rápida, reduce el riesgo
136 XIV- Fermentación Alcohólica XIV- Fermentación Alcohólica 135
Cuadro 14.1
Composición química promedio de las melazas
PROCEDIMIENTO
1- Lavar en forma cuidadosa todo el equipo y la cristalería que se usará en el pro-
ceso de fermentación alcohólica en condiciones aeróbicas y anaeróbicas. Enjua-
gar con agua caliente, para reducir al mínimo el desarrollo de otros microorga-
nismos (diferentes a la levadura), durante el proceso de fermentación alcohólica
en condiciones aeróbicas y anaeróbicas.
2- Determinar el contenido de sólidos totales de la melaza que se utilizará en el pro-
ceso de fermentación. Para tal efecto, usar un refractómetro de Abbé para medir
los Grados Brix y el índice de refracción de la melaza. Realizar los cálculos co-
rrespondientes, para diluir la melaza hasta 12-14 ºBrix, por adición de la canti-
dad adecuada de agua.
3- Calentar a ebullición la melaza diluida, por un período de 30 minutos. Dejar enfriar.
4- Realizar los cálculos correspondientes para enriquecer la melaza diluida con los
siguientes nutrimentos en la proporción descrita a continuación: 1,5 g/L de sul-
fato de amonio, 0,30 g/L de sulfato de magnesio y 1,3 g/L de fosfato de amonio.
Agitar la mezcla hasta disolución de las sales agregadas.
5- Medir el pH de la mezcla anterior utilizando un pH-metro previamente calibra-
do. Agregar a esta mezcla en forma lenta y con agitación constante una disolu-
ción de ácido sulfúrico 3 M, hasta obtener un pH de 4,5-5,0.
6- Agregar, al mosto preparado anteriormente, 6 g/L de levadura, de marca regis-
trada Fleishman, activada en una disolución al 15% m/v en fructosa, 0,2 g/L en
fostato de amonio y 0,01 g/L en sulfato de magnesio. Permitir que la levadura
se active hasta que se observe el efecto de formación de burbujas de CO 2. Regu-
lar la temperatura entre 28 y 30 ºC. Agitar, cuidadosamente, hasta dispersar la
levadura.
7- Colocar (en el recipiente preparado para la fermentación alcohólica en condicio-
nes anaeróbicas) un tapón de hule provisto de un tubo de vidrio doblado en "U"
(invertido), destinado a la expulsión del dióxido de carbono formado durante el
proceso de fermentación. En el otro extremo del tubo en "U", colocar un trozo de
manguera y un gotero, el cual debe estar sumergido en agua, para asegurar con-
diciones anaeróbicas en la cámara de fermentación.
8- En el recipiente preparado para la fermentación alcohólica en condiciones aeró-
bicas, colocar un tapón de hule provisto de dos tubos de vidrio. El primero debe-
rá de encontrarse a 5 cm del fondo del recipiente y será utilizado para inyectar
aire en forma continua dentro del recipiente de fermentación; el aire deberá pa-
sar primero por una trampa de ácido sulfúrico concentrado para su esteriliza-
ción. El segundo tubo de vidrio, doblado en "U" (invertido), se destinará a la ex-
pulsión de los gases producidos en la fermentación. Al igual que en el caso ante-
rior, sumergir el otro extremo de este tubo (provisto de un trozo de manguera y
un gotero) en un recipiente con agua.
136 XIV- Fermentación Alcohólica XIV- Fermentación Alcohólica 137
9- Pesar los recipientes vacíos y llenar ambos, con la disolución a fermentar, hasta
la altura del hombro del recipiente. Pesar nuevamente.
10- Dejar ambos recipientes en reposo, a temperatura ambiente por un período de 3
días para que la fermentación se lleve a cabo.
11- Después de este período, separar el líquido sobrenadante del residuo sólido en el
mosto fermentado, utilizando respectivamente las técnicas de decantación, fil-
tración o centrifugación.
12- Secar el residuo sólido o "biomasa" formada en el proceso de fermentación alco-
hólica en una estufa a 50-60 ºC. Determinar la masa para calcular el porcentaje
(%, m/m) de rendimiento de formación de biomasa en ambos tipos de fermenta-
ción alcohólica (aeróbica y anaeróbica).
13- Destilar, en un aparato de destilación provisto de una columna de fracciona-
miento, el líquido sobrenadante o "vino". Descartar las primeras fracciones del
destilado inicial o "cabezas" que se producen a temperaturas inferiores a los 78
ºC, así como las últimas fracciones del destilado o "colas" a temperaturas mayo-
res a los 90 ºC. Medir el volumen de destilado (alcohol y agua) obtenido entre las
cabezas y las colas. Determinar el contenido de alcohol (%, v/v) en el destilado y
calcular el rendimiento porcentual (%, m/m) del proceso en ambos tipos de fer-
mentación alcohólica.
14- Medir el volumen del residuo (vinazas) en el recipiente o cámara de destilación
y calcular la relación de volumen de alcohol /volumen de vinazas producido du-
rante la fermentación.
BIBLIOGRAFÍA
1. Belitz, H.-D. y W. Grosch. Química de los Alimentos. 2º edición. Editorial
Acribia S.A. Zaragoza. España. 1992.
2. FANAL. Comunicación personal. Fábrica Nacional de Licores. Costa Rica. 2001.
3. PLANALSUCAR. Manual de utilizaçáo-Fermento selecionado IZ-1904.
Ministério da Indústria e do Comércio. Brasil. 1994.
4. Ward, O.P. Biotecnología de la fermentación. Editorial Acribia, S.A. Zara-
goza. España. 1989.
139
ÍNDICE DE CUADROS
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro 8.2 Ámbitos de pH utilizados como criterios de calidad del
pescado fresco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 2.5 Esquema de reacción para una prueba positiva con el reactivo
de Benedict . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 7.1 Esquema de a) un corte longitudinal y b) un corte transversal
del tejido muscular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61