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Clase 26 Historia Universal Contemporánea.

El proceso de descolonización.

Descolonización y tercer mundo: causas y consecuencias


ACNUR Comité Español
Febrero 2018
La descolonización es uno de los fenómenos más importantes del
siglo XX, y la situación actual de los países que pasaron por ese
proceso depende de su etapa como colonias y de la forma en la que
se desarrolló esa descolonización.

Dentro del grupo de países que se denominaban tercer mundo,


actualmente se pueden encontrar países en vías de desarrollo y
ricos en recursos naturales.

Los factores que influyeron en el proceso de la


descolonización son de muy diverso tipo y podemos destacar los
siguientes:

 Las ideas democráticas que se extendieron por algunos países


colonizados.
 Factores sociológicos como el aumento de la población.
 Las ideas de libertad e independencia.
 Los conflictos bélicos como la I y la II Guerra Mundial.

No obstante, los factores que influyeron en cada país son diferentes


debido a la situación histórica y económica de cada uno.

Cómo se desarrolló el proceso de descolonización del tercer


mundo

La descolonización fue un proceso relativamente rápido, ya que se


desarrolló en gran parte entre los años 1945 y 1962. Los hitos más
importantes del proceso son los siguientes:

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 La independencia de Asia. Se produjo una primera fase que se
desarrolló en Asia y que tuvo su base en la valoración de la
identidad cultural.

 Hacia el año 1946 obtuvieron la independencia Líbano, Irak y


Siria, entre otros países.

 La independencia de la India y Pakistán se produjo entre los


años 1945 y 1947.

 En todo el proceso descolonizador fue un factor esencial la


Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1947, que
reconoce el derecho de los pueblos a gobernarse a sí
mismos.
 Por lo que se refiere a la descolonización de Indochina, se
produjo como consecuencia de un conflicto, pero la de Laos
y Camboya fue un proceso más pacífico.

 La descolonización de África se produjo más tarde que la de
Asia, aunque hay países que se descolonizaron antes, como
Egipto en el año 1922. Libia declaró su independencia en el año
1951, Túnez en el año 1956, Marruecos hacia el año 1956 y
Argelia en el año 1962.

 En cuanto a otros países africanos, podemos destacar el caso de


Ghana, que se independizó en el año 1957 y más tarde le
seguirían Sierra Leona, Uganda, Tanzania, Zambia y Malawi.

 Entre los años 1975 y 1995 se produce la última fase de la
descolonización que afecta a Oceanía y el Caribe.

Actualmente, la mayor parte de los países descolonizados forman


parte del grupo de países que están en vías de desarrollo. Este se
mide teniendo en cuenta factores como el número de escuelas, el
nivel educativo, la alimentación y el grado de desnutrición, la situación
de la salud y el número de hospitales (camas por cada mil habitantes),
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es decir, se trata de un conjunto de indicadores de carácter
socioeconómico.

Fuente: https://eacnur.org/blog/descolonizacion-tercer-mundo-
causas-consecuencias-tc_alt45664n_o_pstn_o_pst/

Actividad.
1.- Menciona dos de los factores que influyeron en el proceso de
descolonización.
2.- ¿Cuál fue el factor esencial del proceso de descolonización y
por qué?
3.- Indica 3 países de Asia que se independizaron en este
proceso.
4.- Señala 3 países de África que se independizaron en este
periodo.
5.- ¿Entre que años se realizó el proceso más intenso de
descolonización?.

El proceso de descolonización: Sudáfrica.


El caso más radical de dominio colonial y discriminación fue el de
Sudáfrica. La política del apartheid, impulsada desde 1948 por el
primer ministro Daniel-Francois Malan, hacía hincapié en la
necesidad de llevar a cabo un “desarrollo separado de las razas”, lo
que suponía la inferioridad de los negros y un trato de subordinación
hacia ellos por la gente blanca. En 1950 se institucionalizó la
clasificación racial, y durante la primera mitad de esa década quedó
legislada dicha separación en lugares públicos, transportes y centros
educativos.
El apartheid es considerado una especie de resurrección de las tesis
racistas de los nazis. Contra esta situación, el Congreso Nacional
Africano (ANC) realizó varias protestas; en marzo de 1960 una
manifestación concluyó con 79 muertos a manos de la policía

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sudafricana. Unos meses después, el ANC fue prohibido y Nelson
Mandela, su dirigente principal fue arrestado.
El Apartheid fue el sistema de segregación racial (separación de
población de blancos y negros) que prevaleció
en Sudáfrica y Namibia hasta 1992.

Apartheid significa “separación” en afrikáans, lengua hablada en


Sudáfrica, y apuntalaba la dominación de blancos sobre negros.
 
El régimen otorgaba sólo a los blancos el poder de ejercer el
voto y prohibía los matrimonios y las relaciones sexuales entre
blancos y negros. 

El apartheid consistía también en la creación de espacios públicos


separados para los dos tipos de población: comercios, lugares de
estudio o de recreo. Su propósito era conservar el poder para la
minoría blanca, que representaba el 21 % de la población y
promover el “desarrollo” del país.

En 1991 el Parlamento de Sudáfrica, ya conformado por población


de grupos étnicos negros, mestizos y de color, invalidó la última ley
que sustentó este sistema: “Los recién nacidos no serán clasificados
por razas”, poniendo fin a las normas del Black Land Art, vigente
desde 1913, luego de que Sudáfrica obtuvo la autonomía de Reino
Unido.

Antes de la decisión histórica de los legisladores de ese país, la


población negra (casi 70 %) tenía prohibido adquirir tierras o podían
desposeerlas de ellas. Se terminaba así con toda una cadena de
normas que comenzó en 1913 con el Black Land Act, por el que la
población negra podía ser desposeída de sus tierras, tenían prohibido
ocupar cargos en el gobierno y no tenían derecho al voto, sólo en
elecciones aisladas.

Estas privaciones impedían también poner negocios, entrar en zonas


designadas para la población afrikáner (blanca), de la misma forma en
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la que los blancos no podían entrar en zonas designadas para las
personas de color.

Las políticas impactaban la vida más cotidiana de los sudafricanos: el


transporte público estaba dividido, trenes, camiones, taxis, tenían
apartados específicos según el color de piel, de igual forma, los
accesos a edificios, oficinas de correos y juzgados.

Esto generó que los costos de vida se dispararan, los servicios de


salud mejoraran o empeoraran según el sector al que atendían y el
sistema educativo se hizo inaccesible para la comunidad de color. No
obstante, el sistema permaneció vigente durante ocho décadas.
Mientras gobiernos occidentales condenaban los movimientos de
resistencia.

Fue a finales de los años setenta, tras la matanza de Soweto, cuando


el apartheid entró en caída libre. El conflicto se había prolongado,
entre condenas de Naciones Unidas y críticas del resto de la sociedad
internacional, a niveles insospechados. Sudáfrica tenía que avanzar y
dejar atrás los fantasmas del pasado si no quería que la espiral de
aislamiento en la que se encontraba llegara a un punto de no retorno y
el estallido fuera inevitable.

Presión internacional 

En la década de los 90 la comunidad internacional impuso sanciones


económicas a Sudáfrica, lo que dañó severamente su economía.
Mientras el mundo atravesaba el fin de la Guerra Fría y la caída del
muro de Berlín en 1989, Naciones Unidas emitía sanciones cada vez
más severas contra el sistema de segregación.

A principios de 1990, Frederik de Klerk, presidente de Sudáfrica en


aquella época, inició un proceso de reforma del sistema político que
significaría a la postre el fin de la segregación. En apenas unos meses
fueron legalizadas las principales organizaciones de la oposición, de
las cuales algunas, como el CNA, abandonaron la lucha armada, así
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como numerosos presos políticos recibieron el indulto. Entre ellos se
encontraba Mandela y otros 120 líderes del Congreso Nacional
Africano (declarado ilegal 30 años antes). Como contrapartida, las
violaciones de los derechos humanos que fueron cometidas bajo el
sistema apartheid no serían juzgadas, siempre y cuando se hubieran
realizado al amparo de la legalidad entonces vigente.

En la primera mitad de la década de los noventa, el país se preparó


para la transición hacia la democracia, pero durante aquellos años la
violencia se recrudeció como resultado de la oposición de los sectores
más conservadores. No obstante, el proceso de paz sobrevivió y
continuó adelante hasta la constitución, a finales de 1993, del Consejo
Ejecutivo de Transición, que logró aglutinar a las principales fuerzas
políticas del país en vísperas de las elecciones de abril de 1994. Fue
entonces cuando Mandela, que había salido de prisión con los indultos
de 1990, se hizo con la victoria. Al año siguiente fue lanzada
una Comisión de Verdad y Reconciliación de Sudáfrica, que tuvo
como objetivo esclarecer los alcances de las violaciones de los
derechos humanos cometidas y construir la historia del país.

La Sudáfrica democrática se incorporó a una sociedad internacional


naciente tras la caída de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría.
El cambio ideológico que supuso la llegada de la democracia situó al
país en una nueva posición en el mundo. Frente a los retos que
suponía su incorporación a un panorama aún incierto, Sudáfrica no
podía olvidar el apoyo recibido en la lucha contra el apartheid por
parte no solo de sus vecinos, sino del conjunto de la sociedad
internacional.

El legado del supremacismo, una vez superado, configuró una política


exterior basada en los principios de solidaridad, paz y desarrollo que
buscó hacer frente a los remanentes de la injusticia humana. Por otro
lado, el desarrollo del país en la primera década del siglo XXI no ha
tenido parangón en el contexto africano.

Su consolidación como potencia regional ha implicado una serie de


responsabilidades ineludibles, en primer lugar en lo que a la resolución
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de los conflictos vecinos se refiere. A nivel global, su posicionamiento
como primera potencia continental le ha valido la incorporación al G-
20, su consideración como potencia emergente en el grupo
denominado BRICS por sus integrantes Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica, así como su participación activa en numerosos foros
internacionales.

El apartheid es parte de la historia de Sudáfrica y su legado ha


ayudado a reforzar positivamente la identidad nacional y los principios
sobre los que se asienta el país en la actualidad. Aun convertida en
paradigma de la tolerancia y el multiculturalismo, siguen perviviendo
profundas diferencias socioeconómicas en una población que, si bien
ha alcanzado la igualdad a nivel político, todavía no lo ha conseguido
a nivel material. Como resultado, el país se enfrenta hoy a nuevos
retos que debe conjugar con decisión con los resquicios de su amargo
pasado para mantener viva la llama del ejemplo de un pueblo que se
levantó unido frente a la intolerancia y el racismo.

Actividad.
1.- Define que es el Apartheid.
2.- Señala una de las políticas del Apartheid que se
implementaron en Sudáfrica.
3. Indica el nombre del líder principal de la lucha contra el
apartheid.
4.- ¿En qué año se decretó el fin de las leyes del Apartheid?
5.- Desde tu punto de vista, ¿hay discriminación en nuestro país?
Sí, no, ¿por qué?

3.5.2. El proceso de descolonización: países árabes.

A comienzos del siglo XX surgieron en el Magreb y el Cercano


Oriente, varios movimientos islámicos como reacción a la
modernización y occidentalización de su cultura, pero también como
resistencia al colonialismo. En 1936, bajo el reinado de Ghazi I (Irak),
se consolidó un movimiento conocido como panarabismo, cuyo
objetivo era lograr la unión de todos los árabes, hasta ese momento
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divididos, que culminó con la creación del Baaz o Partido Socialista
del Renacimiento Árabe.

Más adelante, durante las décadas de 1950 y 1960, esta corriente se


convirtió en un instrumento fundamental para la descolonización e
independencia de las colonias árabes del norte de África y del cercano
oriente. Sin embargo, los intentos por conformar organismos capaces
de lograr la unidad de los árabes fueron infructuosos. La República
Árabe Unida (RAU) es un ejemplo de ello. Constituida en 1958 por
Gamal Ander Nasser para unificar Egipto y Siria, fracasó y terminó por
disolverse en 1961. De igual forma, la Federación Árabe, resultado de
la integración de Irak y Jordania, duró menos de seis meses.

El fracaso del panarabismo propició la consolidación del islamismo


fundamentalista, una doctrina que pretende el retorno al esplendor y
poder de la civilización islámica, cuyo declive fue motivado por el
abandono de las viejas costumbres. Si bien las circunstancias varían
entre diversas regiones, este “renacimiento” islámico se originó por los
magros resultados que dieron los programas de modernización de las
naciones musulmanas para ponerlas a la par de occidente. Esta
tendencia conservadora defendió la idea del regreso a las raíces del
islam y el rechazo a la libre interpretación de la sharia (código
normativo islámico), el cual, en su práctica más ortodoxa, niega
sistemáticamente los derechos de las mujeres y también derechos
humanos de todas las personas.

El fundamentalismo es una forma moderna de religión politizada a


través de la cual, quienes se autodenominan “verdaderos creyentes”,
intentan restructurar las relaciones e instituciones sociales y culturales
según los preceptos y normas tradicionales de la fe. Pretenden
controlar la opinión pública de los países musulmanes mediante el
adoctrinamiento y, para justificar su causa, afirman que sus objetivos
son reducir la pobreza y la carencia de los servicios elementales que
provocan crisis económicas. Algunos combaten el secularismo a
través de escuelas, prensa y academias, otros ingresan a la política y

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hay quienes practican el terrorismo y la guerra religiosa para intimidar
y derrocar a gobiernos enemigos.

Los extremistas tratan de incidir en el comportamiento colectivo, tanto


de aquellos que comparten su fe, como de quienes no lo hacen. Esta
práctica fusiona la religión con el poder político. Desde su perspectiva,
las circunstancias exigen actuar con el fin de cumplir con sus
obligaciones religiosas. Piensan que éste es un momento histórico en
que deben aspirar a establecer Estados islámicos nacionalistas. Los
grupos que se inclinaron por el fundamentalismo respondían a la
compleja situación sociopolítica en que vivían, en especial ante la
existencia de numerosos regímenes corruptos y no democráticos, al
servicio de intereses extranjeros.

Desde la década de 1970, el fundamentalismo se convirtió en la


tendencia más radical y violenta de los movimientos nacionalistas
árabes. En las décadas siguientes, la reconfiguración de la identidad
por medio de una visión ortodoxa del islam, se vio favorecida por las
recurrentes crisis económicas, la occidentalización del modo de vida
de la mayoría de los países árabes y el avance del capitalismo. La
instauración en 1969 de la República Árabe de Libia Popular y
Socialista por Muammar al-Gaddafi, y la Revolución Islámica de Irán
de 1979, dirigida por el ayatolá Ruholla Jomeini, son ejemplos de la
consolidación de esta tendencia, sin olvidar a Afganistán, donde
gobernó el movimiento integrista talibán, así como la caída de Sadam
Hussein en Irak, gracias al ataque de los USA a un supuesto arsenal
de armas químicas en 2001, lo cual no fue más que una manipulación
mediática del gobierno estadounidense, que en los hechos abrió la
puerta a la instalación de los extremistas islámicos.

Actividad.
1.- ¿Cuál era el objetivo del panarabismo?
2.- Menciona una de las causas por las que fracasó el
panarabismo.
3.- Indica los propósitos del islamismo fundamentalista.

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4.- Conforme al video que se adjunta, ¿a qué grupo islámico
apoyó Estados Unidos en la guerra de Afganistán?
5.- Menciona tres elementos de la situación de las mujeres
durante el gobierno de los talibanes en Afganistán.

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