Está en la página 1de 7

EL CUENTO

INTRODUCCIÓN

El término cuento procede del término de origen latino computus,


computare: contar numéricamente. De ahí pasó a designar la acción de contar
acontecimientos. Con él se designa un relato, de carácter oral o escrito, de
origen remoto, pues sus formas se pierden en la historia de la humanidad y se
le vincula con el mito y las leyendas. Por lo que se refiere a su origen, el cuento
constituye una de las formas primitivas de la expresión literaria transmitida por
tradición oral. Se encuentra en todas las culturas conocidas y aparece
estrechamente vinculado a los mitos, de tal manera que algunos antropólogos
lo consideran como un mito ligeramente “debilitado” o un “mito en miniatura” (C.
Lévi-Strauss, 1969); otros creen que es en el mito donde se genera un tipo
especial de cuento al que, por eso, califican de "mítico": el cuento maravilloso
(V. Propp, 1974). El cuento, en general, es un género literario que en un
principio no estaba destinado a los niños. El cuento no nació como género
infantil, sino como entretenimiento general.

Para Aguiar e Silva "el cuento es una narración breve, de trama sencilla
y lineal, caracterizada por una fuerte concentración de la acción, del tiempo y
del espacio". Por su parte, Cervera afirma que "el cuento es un relato cerrado,
frente a la novela, a menudo abierta. Tras el final feliz que deja zanjado el
relato, precisamente con este carácter irrenunciable para el cuento infantil,
puede surgir la prolongación onírica o fantástica, pero el relato queda
terminado ya. En cualquier caso será una prolongación, fruto de la decisión
personal, pero no del aliento que aporta el texto como en la novela abierta".

Es un género literario de extraordinaria importancia, tanta que rebasa los


límites de la literatura infantil y llega a la literatura adulta dejando, a veces, de
ser patrimonio exclusivo de los niños, a los que tampoco iba destinado en un
principio. El motivo parece claro: el cuento no nació como género infantil, sino
como entretenimiento general; es, en otras palabras, un claro antepasado de la
literatura. Además, gracias a los cuentos, se conservan antiguas costumbres
de los pueblos y sus relaciones entre sí. El cuento, en definitiva, también es
objeto de la investigación folklórica.

Los cuentos surgen de una sociedad campesino-feudal, aunque la raíz


última de los cuentos es antiquísima y se remonta a viejos mitos y leyendas. Es
en la sociedad agraria estamental donde se han fraguado las formas actuales
de los cuentos de encantamiento. Sus contenidos responden a esa estructura
piramidal de la sociedad de príncipes, princesas, caballeros y vasallos o
sirvientes.

Mª Amor Martín< Anabel Sáiz Ripoll


Se caracteriza por la brevedad (en oposición a la novela) y por una estructura
narrativa secuencial organizada desde un conjunto mínimo de condiciones:
pocos personajes, carácter realista o ficticio, desarrollo de una fábula elemental
o básica, con clímax y desenlace rápido, e intensidad.

El cuento es el género que goza de mayor difusión entre los géneros de


literatura infantil. Es, también, el género de mayor aceptación por los niños. Y
entre ellos, el folclórico popular es el más demandado: textos conocidos por
todos, historias que pueden compartir, contar y volver a contarse. De ahí la
universalidad de los cuentos.
Todos los cuentos considerados infantiles tienen una construcción similar.
Presentan un principio y un final estereotipados y sus personajes muestran
cualidades simples y muy marcadas. La descripción del espacio es escasa y
las coordenadas temporales no son precisas. Cada personaje personifica un
rol: o son muy buenos o muy malos, o muy bellas o muy feas, o muy listos o
muy tontos, o muy pobres o muy ricos, o príncipes o mendigos. Todo esto
responde a la psicología infantil, ya que en la mente del niño domina la
polarización, porque no sabe ver, aún, que todos, en realidad, podemos ser
buenos y malos a la vez.
Dentro del género hay que distinguir entre los cuentos tradicionales,
populares y de hadas, y los cuentos literarios, de autor conocido, creados
expresamente para niños.

Cuento clásico Folklórico Cuento moderno literario


Origen Raíces populares Autor
No para niños Para niños
Forma Oral Escrito
E R E R
  Libro/Tv...
Estructura simple: Estructura más variada
Leyes épicas  
Fórmulas oral  
Ritmo ternario  
Lenguaje reiterativo  
   
Léxico menos variado Léxico más variado
Intención Didactismo universal Objetivos más concretos
Elemental
Símbolos
Contenido Distanciamiento Identificación
Bien/Mal Temas variados
Maravilloso Realismo fantástico
Curva cerrada Momento determinado
Personajes Reyes Campesinos Todas s clases sociales
Príncipes Leñadores  
Roles diferenciados Elimina distinción
El triunfo corresponde al débil El protagonista no siempre logra el
éxito
Tabla: Elena María Blancas

Mª Amor Martín< Anabel Sáiz Ripoll


El cuento de origen folclórico-popular es el más conocido gracias a su
amplia difusión. El cuento maravilloso, mágico o de hadas, es el que ha sido
más cultivado y el que ha merecido más estudios por parte de psicólogos y
de pedagogos. Los cuentos tradicionales, de transmisión oral, han sido
sometidos a un continuo proceso de relaboración, y se hubiesen perdido de
no ser por la tarea de los recopiladores. En efecto, disponemos de versiones
de textos muy antiguos que han sido adaptadas según las zonas y las
costumbres de las poblaciones y comunidades. Los recopiladores y
folcloristas de los siglos XVI, XVII, XVIII y, sobre todo, el XIX, nos han
transmitido textos que ya eran muy conocidos y que, desde entonces, se han
ido convirtiendo en clásicos de la Literatura Infantil.

Los cuentos se habrían perdido en una maraña de versiones sí no se


hubiesen preocupado de ello los recopiladores. Sin ellos, los estudios que se
siguen realizando sobre el cuento no tendrían objetivo. Al cambiar la forma de
vida, los pueblos habrían olvidado el hábito de narrar, y con él, habría
desaparecido el último cuento. No olvidemos que “cuento” viene de “contar”,
de hablar, en fin. La literatura nació como algo oral, de ahí la importancia que
tiene para nosotros el folklore de los pueblos primitivos, porque es la única
forma de conocer su cultura, sus creencias y pensamientos.

A los hermanos Grimm se debe la recopilación de cuentos alemanes en el


S. XIX y el inicio de este tipo de trabajos. Ellos realizaron prospecciones en la
memoria del pueblo y utilizaron como fuente de información a amigos, a
familiares, a dueños de viejas recopilaciones o archivos, etc.

A veces se ha visto en los cuentos maravillosos o de hadas un perjuicio para


los niños y se han sustituido por narraciones más morales o didácticas,
aunque, así, se amputa una parte importante de la sensibilidad del niño. Hoy
en día parece que se está de acuerdo en los valores formativos que el cuento
puede aportar en el desarrollo del niño. El componente maravilloso hace que
estos relatos penetren en el subconsciente del niño y lo liberen de sus miedos
y frustraciones. Por eso cada niño tiene su cuento favorito, que no se cansa
de leer o de escuchar. Es el cuento que le permite calmar sus temores, aliviar
sus angustias, encontrar nuevas salidas a las incógnitas que se plantea.

El niño, gracias a los cuentos de hadas, se orientará en el mundo e irá


entendiendo mejor qué es lo que se espera de él porque esas historias hacen
referencia a los problemas humanos universales -a los que más desasosiegan
al niño- y estimulan al niño a tomar sus propias decisiones, a la vez que le
permiten templar el ánimo y superar estadios edípicos, narcisistas o
rivalidades fraternas. Los cuentos de hadas llevan un mensaje implícito que
los niños captan muy bien: la vida trae complicaciones y adversidades; pero
hay que enfrentarse a ellas, por muy injustas y dolorosas que sean, para
superarlas y obtener la victoria

Mª Amor Martín< Anabel Sáiz Ripoll


Los cuentos de hadas suelen plantear todos los conflictos existenciales,
de una manera breve y concisa. Esta forma permite al niño atacar los
problemas o reconocerlos en su forma esencial. Los cuentos de hadas
simplifican las situaciones, sin descartarlas. Los personajes de los cuentos de
hadas tienen la característica de estar típicamente definidos, sin ambigüedades
en su comportamiento. La bruja es bien mala, y el príncipe totalmente bueno.
Blanca Nieves o la Cenicienta son bellísimas, y las hermanas de esta,
horriblemente feas. La polarización maniqueísta domina la mente del niño y
está presente en estos cuentos: el bien y el mal están permanentemente
presentes, fácilmente identificables en acciones y personajes, en lucha
constante. La victoria del bien muestra el absurdo de la maldad y su
incapacidad para alcanzar nada en la vida.

El cuento tiene una misión concreta, que es preparar para el


aprendizaje, iniciar en los ritos de socialización, ya que proporciona distintas
claves sobre el futuro comportamiento que se espera del niño.

Esta forma de incidir los cuentos de hadas sobre la mentalidad infantil,


desde hace varios siglos, permite concluir que, si bien desde el punto de vista
psicológico los cuentos reúnen unas características particulares que alientan al
desarrollo de la personalidad del niño, su popularidad y trascendencia no
hubieran sido posible si estas narraciones no tuvieran en sí mismas, además,
la calidad de las obras de arte.

Los cuentos populares, maravillosos y de costumbres, así como los


mitos, han sido estudiados desde distintas perspectivas:

1. La escuela filológica comparatista.- Esta escuela, del mismo


modo que comparaba las lenguas entre sí, comparaba las
diferentes versiones de los cuentos, con la intención de encontrar
la versión prototípica original. En opinión de sus seguidores, la
fuente de los cuentos se encontraría en el Rig Veda (3.500 a.C).

2. La escuela antropológica.- Opuesta a la filológica, trata de


profundizar en el conocimiento de las culturas primitivas para ver
en su realidad actual estadios superados de nuestra propia
condición.

3. La escuela psicológica.- Abanderada por Freud, Rank, Jung,


Fromm, Bettelheim o Cooper: los cuentos serían producto de
nuestro inconsciente y de la actividad del sueño... Entre sus
grandes aportaciones se encuentra el estudio de las
identificaciones que el niño realiza sobre los modelos propuestos
por los cuentos y el análisis de la proyección que éstos tienen
sobre su personalidad.

En cuanto a su estructura, es inevitable la mención de Vladimir Propp.


Su trabajo, publicado hace casi medio siglo, sigue teniendo hoy gran vigencia.

Mª Amor Martín< Anabel Sáiz Ripoll


Basado especialmente en al análisis de los llamados cuentos
maravillosos llega el investigador soviético a la conclusión de que sus
elementos y estructura son similares en la mayoría de estos textos. Así:

1) Los únicos elementos constantes, permanentes del cuento, son las


funciones de los personajes, sean cuales fueren estos personajes y
sea cual sea la manera en que cumplen esas funciones.
2) La función, que es la parte constitutiva fundamental del cuento, es la
acción de un personaje, definida desde el punto de vista de su
significación en el desarrollo de la intriga.
3) El número de funciones que se presenta en el cuento maravilloso y
en general en el cuento infantil tradicional, es limitado.
4) La sucesión de las funciones es siempre idéntica.
5) Todos los cuentos maravillosos tienen generalmente el mismo tipo de
estructura.

Es precisamente el valor simbólico de las acciones lo que Propp ha


denominado función. Son estas funciones, o partes constitutivas esenciales de
los cuentos, las que permiten armar la estructura de los mismos.

Tras el análisis de una gran cantidad de cuentos, se llegó a la conclusión


de que si bien obviamente cambian los nombres de los personajes y en
muchos también sus atributos o capacidades, existen valores constantes que
son sus acciones y el significado de las mismas.

A partir de ese estudio, Propp ha descubierto, descrito y definido treinta


y una funciones presentes en los cuentos infantiles, asegurando además que
su número es relativamente limitado y que la sucesión en que se van
desarrollando es rigurosamente. idéntica. Lo anterior no quiere decir, sin
embargo, que todas las funciones deban aparecer en todos y cada uno de los
relatos que se analicen. Pueden faltar algunas sin que por ello se altere la es-
tructura del cuento.

Las treinta y una funciones especificadas por V. Propp son las que siguen:

1. Alejamiento. Uno de los miembros de la familia se aleja de la


casa.
2. Prohibición. Recae sobre el protagonista una prohibición.
3. Transgresión. Se transgrede la prohibición.
4. Interrogatorio. El agresor intenta obtener noticias.
5. Información. El agresor recibe informaciones sobre la víctima.
6. Engaño. El agresor intenta engañar a su víctima para apoderarse
de ella o de sus bienes.
7. Complicidad. la víctima se deja engañar y ayuda así a su ene-
migo, a su pesar.
8. Fechoría/carencia. El agresor daña a uno de los miembros de la
familia o le causa perjuicios. Algo le falta a uno de los miembros
de la familia; uno de los miembros de la familia tiene ganas de
poseer algo.
9. Mediación, momento de transición. Se divulga la noticia de la

Mª Amor Martín< Anabel Sáiz Ripoll


fechoría o de la carencia, se dirigen al héroe con una pregunta o
una orden, se le llama o se le hace partir.
10. Principio de la acción contraria. El héroe-buscador acepta o
decide actuar.
11. Partida. El héroe se va de su casa.
12. Primera función del donante. El héroe sufre una prueba, un
cuestionario, un ataque, etcétera, que le preparan para la re-
cepción de un objeto o de un auxiliar mágico.
13. Reacción del héroe. El héroe reacciona ante las acciones del
futuro donante.
14. Recepción del objeto mágico. El objeto mágico pasa a disposición
del héroe.
15. Desplazamiento. El héroe es transportado, conducido o llevado
cerca del lugar donde se halla el objeto de su búsqueda.
16. Combate. El héroe y su agresor se enfrentan en un combate.
17. Marca. El héroe recibe una marca.
18. Victoria. El agresor es vencido.
19. Reparación. la fechoría inicial es reparada o la carencia colmada.
20. La vuelta. El héroe regresa.
21. Persecución. El héroe es perseguido.
22. Socorro. El héroe es auxiliado.
23. Llegada de incógnito, El héroe llega de incógnito a su casa o a
otra comarca.
24. Pretensiones engañosas. Un falso héroe reivindica para sí pre-
tensiones engañosas.
25. Tarea Difícil. Se propone al héroe una tarea difícil.
26. Tarea cumplida. la tarea es realizada.
27. Reconocimiento. El héroe es reconocido.
28. Descubrimiento. El falso héroe o el agresor, el malvado, queda
desenmascarado.
29. Transfiguración. El héroe recibe una nueva apariencia.
30. Castigo. El falso héroe o el agresor es castigado.
31. Matrimonio. El héroe se casa y asciende al trono.

Estas funciones afectan al cuento maravilloso o de hadas y se refieren,


sobre todo, a su organización formal.

Estos cuentos tradicionales presentan, además, otras características:

- La formación numérica
- Los motivos.

Junto a la consideración de la estructura propuesta por Propp, la atención a las


constantes numéricas y la existencia de motivos (arquetipos) explican de forma
general la esencia del cuento.

- Existe en esta clase de historias otra característica constante: la


triplicidad. Esta formulación numérica le imprime al cuento maravilloso un ritmo
especial que coincide con el proceso de la vida de los seres del universo;
nacimiento, desarrollo y muerte. Igualmente permite que la narración, la

Mª Amor Martín< Anabel Sáiz Ripoll


anécdota, el problema y hasta las soluciones, descansen sobre una serie
convencional de posibilidades mínimas, que de manera tradicional se ha fijado
en tres. Tres son los hermanos que actúan en el relato; tres son los pases o
palabras mágicas del hada maligna o benigna para que algo ocurra; tres veces
se encontrará el auxiliador del héroe con éste; la tercera vez se superará la
prueba que debe salvar al protagonista; tres son las puertas o cerraduras que
deben abrirse. (Otros números mágicos aparecen en los cuentos maravillosos,
tales como el siete: - los siete cabritos, los siete enanitos, los siete hermanos
que se convierten en cisnes, pero éstos son menos frecuentes).

- Los cuentos maravillosos tienen motivos que aparecen en la mayoría de


ellos. Motivo es el elemento más pequeño del cuento, que ha tenido la
característica de persistir en la tradición. La persistencia se ha logrado
precisamente porque el motivo consiste en algo notable, poco usual,
demasiado extraño. Podemos ver dos grandes clases de motivos:

o Los personajes: dioses, animales extraordinarios o criaturas fantásticas:


brujas, ogros, hadas. Otros no extraordinarios, pero sí con características
especiales: el hijo menor, el hijo pequeñísimo, la cruel madrastra, las hermanas
especialmente feas, y malas, etcétera.
o Ciertos temas o elementos con características poco comunes o irreales:
objetos mágicos, costumbres extrañas, insólitas, hechizos, talismanes o
fórmulas mágicas.

Estos motivos permiten mostrar la identidad o similitud de los elementos del


cuento infantil en todas partes del mundo.

Mª Amor Martín< Anabel Sáiz Ripoll

También podría gustarte