INTRODUCCIÓN
Tal como se expone en la Ley 29/ 1985, el agua es un Es rnuy variable y está en relación directa con el grado
recurso natural escaso, indispensable para la vida y para el
ejercicio de la inmensa mayoría de las actividades
económicas, es irreemplazable, no ampl iable, irregular en su
forma de presentarse en el tiempo y en el espacio, fácilmente
vulnerable y susceptible de usos sucesivos.
En nuestro planeta cubre el 75% de su superficie, pero no
toda el agua se encuentra en condiciones aptas para el uso
humano. El 97 del agua es salada, el 2,5% resultante es agua
dulce distribuida en lagos, ríos, arroyos y embalses; esta
mínima proporción es la que podemos utilizar con más
facilidad.
NECESIDADES DE
AGUA
La ingesta de agua es imprescindible para reponer las
pérdidas orgánicas, al mismo tiempo que permite ingresar
determinados iones necesarios para la vida, pero el hombre
no sólo tiene estos requerimientos biológicos, sino que
también depende del agua para otras rruchas actividades, por
lo que las necesidades de agua pueden clasificarse como
sigue:
1. Necesidades para el metabolismo somático:
a) Biológicas: 1 ,5 a 2,5 1 diarios que varían en
función del clima y grado de actividad. Este consumo
de agua determina fundamentalmente los criterios de
calidad.
2. Necesidades para el metaboliyno exosomático:
a) Domésticas: son rnuy variables y dependen de factores
educacionales, grado de desarrollo económico y social, etc.
Las necesidades biológicas y doméstiz cas en las poblaciones
se satisfacen conjuntamente o por medio de la red de
abastecimiento público, que debe disponer de un
caudal suficiente para cubrir la demanda.
Municipales: limpieza de calles, jardines, etc.
Industriales: calefacción, refrigeración, limpieza
industrial.
Agrícolas: para la producción de alimentos de origen
agrícola y ganadero.
Recreativas: para el baño y los deportes
e) acuáticos.
f) Medioambientales: el ser humano es un elemento más
de los integrantes del ecosistema, y las condiciones
ambientales van a estar en gran medida reguladas
por el agua disponible.
Estas necesidades se plantean en el doble aspecto de la
cantidad y calidad del agua.
Necesidades de cantidad
de desarrollo económico y social. La Organización Mundial
de la Salud (OMS) recomienda que la cantidad de agua
suminisüada a las poblaciones no debería ser inferior a 250
1/ habitante/día para poblaciones superiores a 500.000
habitantes, 125 1/ habitante/ día para poblaciones
inferiores a 500.000 habitantes y 90 1/ habitante/ día para
poblaciones rurales. La legislación española establece que
el suministro de agua a las poblaciones debe satisfacer sus
necesidades, pero en ningún caso debe ser inferior a 100
1/ habitante y día.
Necesidades de calidad
Para que el agua no entrañe riesgos para la salud debe
tener una calidad adecuada, es decir, estar exenta de
sustancias tóxicas y microorganismos patógenos. Ello da
lugar a la definición de unos estándares de calidad, de
obligado cumplimiento para el suministro público de
aguas, que están contemplados en la legislación española
en el Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se
establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de
consumo.
Para las aguas de baño también se establecen unas
exigencias sanitarias, que se contemplan en el Real Decreto
1341/2007, de 11 de octubre, sobre la gestión de calidad
de las aguas de baño.
CONTAMINACIÓN DEL
AGUA
A medida que se incrementa la demanda de agua, y, por
lo tanto, la búsqueda de nuevos recursos hídricos, pueden
349
aparecer problemas relacionados con la calidad, generalmente
producidos por la contaminación. Esta puede producir un cambio
en la composición fisica, química o biológica del agua por la
inüoducción de sustancias o microorganismos no deseables
capaces de constituir, bajo determinadas circunstancias, un
riesgo para la salud de las personas a corto o a largo plazo.
Contaminación química
Los riesgos para la salud de los contaminantes químicos del
agua de bebida difieren de los asociados a la contaminación
microbiológica debido principalmente a la capacidad de los
componentes químicos de producir efectos adversos sobre la
salud tras períodos de exposición prolongados. Son pocos los
contaminantes químicos que pueden ocasionar problemas de
salud como resultado de una única exposición, excepto en los
350 PARTE III. Protección de la salud
casos de una contaminación masiva accidental de una fuente de
abastecimiento de agua de bebida. Además, la experiencia
demuestra que en muchos —aunque no todos incidentes de este
tipo, el agua se hace inaceptable, por su gusto, olor o apariencia.
Hace años, o aún hoy en los países en vías de desarrollo, los
riesgos más frecuentes asociados al agua de consumo eran las
enfermedades infecciosas de transmisión hídrica, tales como el
cólera, el tifus o la disentería. Sin embargo, en países
desarrollados e industrializados como España, hoy en día los
riesgos sanitarios se asocian cada vez más con la exposición a
contaminantes de origen químico.
Esta contaminación química se puede producir en alguna de
las siguientes formas:
1. Contaminación en la fuente de captación.
2. Contaminación procedente de los tratamientos de
desinfección.
3. Contaminaciones añadidas en la clarificación de las
aguas.
4. Contaminación en las redes de distribución.
Contaminación en la fuente de captación
La contaminación en la fuente de captación puede ser de
diferentes clases:
Contaminación natural. El agua no se encuentra pura en la
naturaleza, sino que contiene una cierta cantidad de sustancias,
sales minerales, gases y sustancias en suspensión que adquiere a
lo largo del ciclo hidrológico.
Cuando cae en forma de lluvia, incorpora sustancias
contaminantes y gases por contacto con la atmósfera;
posteriormente, en el suelo, según los terrenos que atraviesa,
puede solubilizar nuevas sustancias: gases (principalmente
oxígeno y dióxido de carbono), iones (como calcio, magmesio,
sodio, potasio, bicarbonatos, carbonatos, sulfatos, niüatos, etc.),
dependiendo de las características climáticas y geomorfológicas
de la zona.
Contaminación antropogénica. Procedente de determinadas
actividades del hombre:
1. Industriales. Se trata de las aguas residuales
generadas por las industrias, semejantes a las
urbanas, pero más variadas y peligrosas en cuanto
a los productos objeto del vertido; es frecuente la
presencia de sustancias tóxicas, elementos
radiactivos, etc., que alteran el receptor hídrico y
pueden producir cambios importantes en el pH y la
temperatura, lo cual, a su vez, puede provocar el
desencadenamiento de diversos procesos de
disolución y precipitación. El pH tiene una gran
influencia en los procesos químicos que ocurren en
el agua, tales como actuación de los floculantes,
tratamientos de depuración, etc.
2. Explotaciones ganaderas. Se caracterizan por
contener una gran cantidad de rnateria orgánica y
biológica; las granjas porcinas son las que mayores
problemas ocasionan.
3. Actividades agrícolas. La alteración de las aguas
procedentes de usos agrarios se debe a la presencia
de herbicidas, pesticidas, sales, restos de
fertilizantes (abonos químicos a base de nitrógeno,
fosfatos y potasio) y una fuerte carga de sólidos.
Entre estos contaminantes procedentes de las
actividades agrícolas cabe destacar algunos
nutrientes vegetales inorgánicos (abonos), tales
como nitxatos y fosfatos. Son sustancias solubles
en agua que las plantas necesitan para su
desarrollo, pero que si se encuentran en cantidad
excesiva, inducen el crecimiento desmesurado de
algas y otros organismos, provocando la
eutrofización de las aguas. Qiando estas algas y
otros vegetales mueren, al ser descompuestos por
los microorganismos, se agota el oxígeno y se hace
imposible la vida de otros seres vivos. El resultado
es un agua con caracteres organolépticos
inaceptables e inutilizable. Este desarrollo de
microalgas, a menudo representadas por
floraciones de cianobacterias, exige prestarle una
gran atención cuando esta agua es destinada al
abastecimiento humano, ya que algunas de sus
especies producen sustancias capaces de alterar las
propiedades organolépticas de las aguas y de
conferirles un carácter tóxico para el hombre y los
animales.
De igual modo, la aplicación excesiva de
fertilizantes inorgánicos a base de nifratos se asocia
con la metahemoglobinemia, sobre todo en
lactantes alimentados con biberón.
Merece un apartado especial el grupo de
sustancias xenobióticas, como los plaguicidas,
muchos de los cuales actúan como disruptores
endocrinos, ya que suplantan a las hormonas
naturales de los seres vivos alterando los procesos
normales de reproducción y desarrollo. Los más
habituales son el DDT (o sus productos de
descomposición) y los PCB. La razón es su gran
afinidad por las grasas, lo cual posibilita que se
acumulen en el tejido adiposo, por lo que pasan a la
cadena alimentaria, razón por la cual aún se puede
encontrar DDT o sus subproductos a pesar de que
está prohibida su utilización y comercialización
desde hace años. Además de su carácter de
disruptores endocrinos, se ha comprobado su
genotoxicidad y carcinogenicidad.
4. Actividades urbanas. Las aguas residuales, los
residuos sólidos procedentes de los hogares y
establecimientos comerciales, pueden deteriorar el
agua en origen, en las captaciones, las aguas

subterráneas o en otxos puntos de la zona de
abastecirniento. Igualmente, una mala gestión
durante el tratamiento o distribución del agua puede
generar riesgos sanitarios.
Contaminación procedente de los
tratamientos de desinfección
La inadecuada aplicación o dosificación de aditivos y
sustancias utilizadas en esos procesos pueden generar
subproductos en determinadas circunstancias.
Los trihalometanos (THM) son compuestos químicos
cancerígenos que se forman cuando la materia orgánica que
arrastran los ríos entra en contacto con el cloro en las plantas
potabilizadoras. Está claro que debe realizarse un esfuerzo para
prevenir su contaminación, pero no se puede eliminar la
desinfección del agua, gracias a la cual se están evitando
enormes pandemias. Para los THM se establece un valor
paramétrico de 150 pg/l.
Los bromatos proceden de la desinfección con ozono y su
aparición se debe a la oxidación de bromuros presentes, bien en la
propia agua de suministro, bien como impurezas del hipoclorito
sódico, usado a menudo como desinfectante residual en
combinación con el ozono, No hay suficiente evidencia
epidemiológica de la carcinogenicidad del bromoformo y
clorodibromometano en los seres humanos, y la evidencia en
animales de experimentación es limitada, pero el
bromodiclorometano es un posible carcinogénico para los
seres humanos. El Real Decreto 140/2003, sobre calidad de
aguas de consumo, establece un valor paramétrico de 25 gg/l
para el bromato, principalmente en vista de la conversión de
los bromuros por el ozono.
z o Contaminaciones
añadidas en la clarificación
de las aguas
Partículas como las arcillas, el limo y otras, aunque no
lleguen a estar disueltas, son arrastradas por el agua, bien en
suspensión estable (coloides), bien en suspensión que sólo
dura mientras que el movimiento del agua las arrastra. Las
partículas coloidales sólo son capaces de precipitar después de
someterlas a tratamiento de coagulación-floculación; TABLA
28-1. Criterios de calidad del agua de consumo según el Real
Decreto 140/2003, de 7 de febrero. Grupo B2. Parámetros
químicos que se controlan según las especificaciones del producto
Parámetro Valor paramétrico Notas
Acrilamida 0,1 0 ug/l
0,10
Epiclorhidrina
Cloruro de vinilo 0,50 ug/l
Estos valores paramétricos corresponden a la concentración monomérica
residual en el agua, calculada con arreglo a las características de migración
máxi m ma del polímero correspondiente en contacto con el agua.
CAPÍTULO 28. Aspectos sanitarios del agua 351
para mejorar este tratamiento en las plantas potabilizadoras
se suele añadir mucha más alúmina y otras sustancias
floculantes, cuyos monómeros, tales como la acrilamida, la
epiclorhidrina y el cloruro de vinilo, son sustancias tóxicas
y cancerígenas con efectos mutagénicos.
En el proceso de tratamiento del agua, y con objeto de
conseguir una mejor formación del flóculo, que, a su vez,
lleve a un mayor rendimiento en las etapas de decantación y
filtración y, en definitiva, a la mejor calidad posible del agua
fratada, se utilizan con frecuencia coadyuvantes de
floculación, productos conocidos comúnmente como
polielectrolitos, generalmente poliacrilamidas. Una muy
pequeña fracción del polímero poliacrilamida, conocida
como acrilamida residual o monómero libre de acrilamida,
no pasa a formar parte del flóculo, es muy soluble en agua
y permanece disuelto en ella, es decir, pasa a ser un
contaminante del agua tratada. La acrilamida polimerizada
no es tóxica, pero en cambio el monómero puede causar
diversos problemas de salud. Por este motivo, las distintas
reglamentaciones obligan a los fabricantes de estos
polímeros a limitar el contenido de acrilamida libre.
La actual Directiva Europea y la legislación española
para el agua de consumo fijan en 0,1 gg/l el valor
paramétrico de acrilamida en el agua (tabla 28-1). Este
límite máximo se alcanzaría si la dosis aplicada del polímero
superara la cifra de 0,4 ppm. Las dosis aplicadas en el
tratamiento del agua potable generalmente no superan los
0,2 ppm.
Contaminaciones en las redes
de distribución
(canalizaciones)
Problemas con las instalaciones interiores, ya sea por
una mala elección o conservación de los materiales de las
tuberías, por unas malas prácticas de instalación y
mantenimiento, o por la edad del inmueble, pueden producir
alteraciones de la calidad del agua dentro de las viviendas.
Así, por ejemplo, las aguas duras pueden producir
incrustaciones en las canalizaciones, mientras que las aguas
corrosivas o ácidas son más agresivas, por lo que pueden
solubilizar metales de las conducciones y provocar
enfermedades, tales como saturnismo por el plomo de las
tuberías domésticas antiguas o la enfermedad hepática
infantil a partir del cobre liberado en la fontanería moderna.
C)üos tipos de tuberías pueden fransmitir elementos
perjudiciales para la salud humana, como el amianto de
ciertos fibrocementos, o los ftalatos del PVC.
También se pueden producir problemas con los depósitos
privados y aparatos de potabilización doméstica que no son
adecuados o no se mantienen correctamente (limpieza y
revisiones). Algunos microorganismos forman biopelículas sobre
superficies que están en contacto con el agua. La mayoría de estos
microorganismos, con pocas excepciones, como las legionelas, no
causan enfermedades en las personas sanas, pero pueden resultar
molestos ya que generan sabores y olores o colores en el agua de
bebida.
352 PARTE III. Protección de la salud
Contaminación física
Radiactividad
En el agua pueden estar presentes isótopos radiactivos solubles
que a veces se pueden ir acumulando a lo largo de las cadenas
tróficas, alcanzando concenüaciones considerablemente más altas
en algunos tejidos vivos que las que existían en el agua. Dan lugar
a tumores o producen alteraciones genéticas que afectan a la
descendencia de la persona expuesta. No se fijan valores de
referencia formales para radionúclidos individuales en el agua de
bebida, sino que se utiliza un sisterna basado en la dosis indicativa
total, y en el análisis de tritio y radiactividad alfa y beta total en el
agua de bebida (tabla 28-2).
Aunque la detección de niveles de radiactividad superiores a
los límites fijados no indica que exista un riesgo inmediato para la
salud, es preciso impulsar una investigación adicional para
determinar qué radionúclidos son responsables de la radiactividad
y los posibles riesgos existentes, teniendo en cuenta las
circunstancias locales.
TABLA 28-2. Criterios de calidad del agua de consumo según el
Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero. Grupo D. Parámetros
radiactivos
Parámetro Valor paramétrico Notas
0,1 mSv/año
Dosis indicativa total
1 00 Bq/l
Tritio
Actividad alfa total
Actividad beta resto
Excluidos el tritio, el potasio-40, e' radón y los productos de desintegración del
radón.
b
Excluidos el potasio-40 y el tritio.
Contaminación térmica
El agua caliente liberada por cenüales de energía o
procesos industriales en ocasiones eleva la temperatura
de ríos o embalses, con lo que disminuye su capacidad de
contener oxígeno y afecta a la vida de los organismos. El
aumento de la temperatura disminuye la solubilidad de
gases (oxígeno) y aumenta la de las sales; también
aumenta la velocidad de las reacciones del metabolismo,
acelerando la putrefacción.
EFECTOS DE LA
CONTAMINACIÓN FÍSICA
Y QUÍMICA
La contaminación fisica y química ha propiciado la
aparición de numerosos efectos sobre la salud y el
ecosistema. El 90% de la gran cantidad de residuos
producidos guarda una estrecha relación con el agua por
tratarse del elemento transportador. Los contaminantes
se elirninarán mediante procesos de autodepuración
natural o por diversos sistemas de tratamiento, aunque
hay una parte de estos residuos cuya eliminación es casi
imposible, lo que da lugar a su bioacunulación. De esta
forma, ciertas sustancias químicas, incluso de baja
solubilidad, pueden alcanzar niveles tóxicos. Por esta
razón, los contaminantes que penetran en una corriente
de agua pueden convertirse en una amenaza para la salud
de las personas por medio de la cadena alimentaria o por
la ingesta directa de agua.
El efecto de los contaminantes en el agua depende de
la toxicidad del compuesto y de la dosis ingerida. Con
respecto a la toxicidad, muchas sustancias químicas
vertidas en el medio ambiente experimentan cambios
físicos y químicos que afectan a su toxicidad y las
convierten en inofensivas, mientras que otras se
transforman en compuestos más tóxicos que pueden
entrañar un mayor riesgo para la salud. Habitualmente, la
concentxación a la que se encuentra un tóxico en el agua
de bebida no suele provocar fenómenos de toxicidad
aguda, pero su absorción continua puede producir efectos
crónicos. Los efectos tóxicos que las sustancias
contaminantes presentes en el agua producen en el ser
humano se denominan efectos directos. Estos
contaminantes, en función de su concentración y del
tiempo de exposición, originan intoxicaciones agudas, en
las que el efecto es causado por un componente químico
en un breve espacio de tiempo o en una dosis única, o
intoxicaciones crónicas, en las que los efectos se
manifiestan al cabo de un largo tiempo de exposición y
pueden llegar a causar la nauerte o, a dosis menores,
provocar deterioro de las funciones fisiológicas. En las
intoxicaciones crónicas podrían citarse todos aquellos
compuestos químicos que producen un daño en el
material genético, que ocasionan procesos cancerosos o
que i_nducen mutaciones genéticas transmisibles y
alteraciones en la estructura y el número de cromosomas,
lo que incrementa la incidencia de enfermedades
genéticas transmisibles y enfermedades degenerativas.
También pueden describirse efectos indirectos para la
salud, que se producen por la alteración de los ecosistemas
acuáticos. Por ejemplo, pueden acurrullarse sustancias tóxicas
del agua en ciertos organismos que sirven para la alimentación
del hombre; la acidez excesiva del agua produce efectos
corrosivos, destrucción de la vida acuática y daños en las
cosechas; la salinidad afecta a la agricultura, o las partículas en
suspensión reducen la penetración luminosa en el agua y
provocan el enturbiamiento de ésta.
Para evitar posibles riesgos por la presencia de sustancias
químicas en el agua, es necesario determinar las máximas
concentraciones que se pueden encontyar en el agua sin que se
produzcan efectos negativos sobre la salud de la población.
Esta concentración máxima de cada sustancia química que no
se debe superar en el agua destinada al consumo humano se
denomina nivelparamétrico (NP) en la normativa española, y
se establece siguiendo las recomendaciones de la OMS.

Se tiene en cuenta la ingesta diaria admisible (IDA), que es
la cantidad de una sustancia (expresada en miligramos o
microgamos por kilogramo de peso) que puede ser ingerida
diariamente durante toda la vida sin que se detecte ningún
efecto sobre la salud. Se establece con uno de los dos siguientes
datos toxicológicos: nivel de efecto adverso no observado
(NOAEL) o nivel de efecto adverso mínimo observado
(LOAEL).
El NOAEL es definido como la dosis o concentración más
alta que no produce efecto adverso detectable sobre la salud.
Si este parámetro no se conoce, puede usarse también el
LOAEL, que es la mínima dosis o concenüación que produce
un efecto detectable sobre la salud.
La IDA se obtiene de la siguiente forma:
IDA = (NOAEL a LOAEL) / FI
donde FI es un factor de incertidumbre que habitualmente alcanza
el valor de 100, al tener en cuenta la incertidumbre inherente a la
extrapolación de los datos entre el hombre y los estudios en
animales, o la variabilidad entre la población general y
subpoblaciones más sensibles (niños, embarazadas y
ancianos).
El NP se obtiene de la IDA de la siguiente forma:
z donde PC es el peso corporal
(para la población en general, se considera 75 kg), F es el
porcentaje de la IDA que se considera que se ingiere con el
agua (ya que una parte puede ser ingerida con alimentos, vía
respiratoria, dérmica, etc.) y C es la cantidad diaria de agua
consumida.
También habría que tener en cuenta la presencia
sirnultánea en el agua de varios tóxicos, cuyo efecto puede ser
aditivo, o incluso sinérgico, si el efecto conjunto es mayor que el
que cabría esperar considerando la suma de los efectos indic
viduales.
CONTAMINACIÓN
BIOLÓGICA:
EL AGUA COMO
VEHÍCULO DE
INFECCIÓN
El agua, debido a su capacidad de transporte, se
contamina por medio de las excretas humanas o animales y
de las aguas residuales, e incorpora diversos organismos
patógenos, cuya presencia está relacionada con las
enfermedades que puedan existir en ese momento en la
comunidad. Otros organismos, cuya existencia en el
ambiente es natural y a los que no se considera patógenos,
pueden producir infecciones oportunistas. Cerca de 500
millones de personas en todo el mundo sufren cada año
infecciones entéricas debido a una inadecuada calidad
microbiológica del agua, lo que demuestra la gran
importancia que tiene el abastecimiento y saneamiento del
CAPÍTULO 28. Aspectos sanitarios del agua 353
agua para evitar que se produzcan epidemias de origen
hídrico.
Aunque son rnuchas las enfermedades en las que el agua
participa como mecanismo de transmisión, existe un grupo
de infecciones, denominadas gastrointestinales o de
transmiSión fecohídrica, en las que el agua es el principal
mecanismo responsable. Estas infecciones tienen una gran
importancia cuando se transmiten por medio de la red de
abastecimiento, lo que da lugar a brotes epidémicos
holomiánticos.
Todos los agentes que se eliminan por las heces y la
orina de los enfermos y portadores pueden llegar al agua en
cantidades suficientes como para producir infecciones
hídricas (fiebre tifoidea, disentería bacilar y amebiana,
cólera, hepatitis, etc.). Como el agua no es un buen medio
de cultivo y operan, además, mecanismos naturales de
autodepuración, las posibilidades de supervivencia y
multiplicación de los microorganismos son escasas, lo que
explica que generalmente no debe mediar mucho tiempo
enfie el momento de la contaminación del agua y su
consumo para que se produzcan las infecciones hídricas.
Para explicar el comportamiento del agua como
vehículo de infección, se habla del ciclo de contaminación
fecohídrica (fig. 28-1). El agua se contamina por medio de
los ex-
FIGURA 28-1. Ciclo de contaminación fecohídrica.
crementos hurnanos o animales y aguas residuales; de esta forma,
los agentes causales pueden llegar al agua de bebida y transmitir
la enfermedad. En el entorno humano puede producirse la
contaminación de manantiales y aguas subterráneas, aguas
superficiales y cauces, y pueden producirse filtxaciones desde la
red de alcantarillado hasta la red de aguas de consumo. Esto es
frecuente en el medio rural, donde las distintas fuentes de agua que
se utilizan para consumo humano pueden contaminarse por
filtraciones de los pozos negros permeables y por otros
mecanismos no higiénicos de recogida de excretas.
Es importante anotar que además de los patógenos que
tradicionalmente se encuentran en el agua y que son causantes de
enfermedades de origen hídrico, cada vez es más habitual que estas
enfermedades estén relacionadas con la presencia de
microorganismos emergentes y reemergentes. Cabe destacar las
epidemias hídricas producidas por Coptosporidium, un parásito
intestinal que resiste elevadas concentraciones de cloro (80 mg/ l).
En Milwaukee (Estados Unidos), un fallo en la clarificación
354 PARTE III. Protección de la salud
provocó 400.000 casos de criptosporidiosis, y un año más tarde,
en Las Vegas, ocurría la primera epidemia de Coptosporidium en
un abastecimiento urbano sin ningún fallo aparente. Debido a la
gran incidencia de brotes de Cryptosporidium de origen hídrico y
a su elevada resistencia al tratamiento de potabilización, se ha
calificado a este enteroparásito como de alta prioridad para los
organismos reguladores de servicios de abastecimiento público de
agua.
Desde ese año, 1993, se han descrito numerosas epidemias
hídricas de otros protozoos, como Microsporidium, siendo
frecuente que sucedan después de las lluvias, por lo que se puede
interpretar que el agua se contamina con tierra y heces de roedores
silvestres, portadores de estos parásitos. Su presencia en el agua se
debe, por un lado, a su resistencia al cloro y, por oüo, a que sus
pequeños quistes apenas son retenidos por los filtros
convencionales de las plantas potabilizadoras.
Aunque se desconoce su incidencia en procesos intestinales,
crece la preocupación sobre la presencia en aguas de consumo de
bacterias con moderada resistencia al cloro. Es el caso de
Mycobacterium avium, menos patógena que el bacilo de la
tuberculosis, pero ubicua en el ambiente (estos bacilos han sido
aislados en agua natural y de suministro, polvo, alimentos, etc.) y
capaz de causar enfermedades en los animales y en el hombre, pero
no hay evidencia de la transmisión de persona a persona. Pueden
producir enfermedad tanto en las personas inmunocompetentes
como en los innaunodeprimidos, especialmente en los afectados
por el sida.
La presencia de Legionella pneumophila en el agua doméstica
se debe a su estancamiento, instalaciones mal diseñadas o con
mantenimiento inadecuado, que favorece la acurnulación de
productos nutrientes para la bacteria, formando una biocapa, que
con la temperatura propicia se produce la multiplicación de la
legionela hasta concentraciones infectantes para el hombre.
En cualquier caso, el agua contaminada actúa como
mecanismo de transmisión indirecta en la cadena
epidemiológica de muchas i_nfecciones, al vehicuhzar
los microorganismos hasta el individuo sano susceptible.
En este mecanismo indirecto, el agua puede intervenir de
diversas formas:
1. Por ingestión de agua contaminada. Se produce a
partir de aguas incorrectamente cloradas en servicios
de abastecimiento mal controlados, o a partir de
fuentes, manantiales o pozos contaminados. Los
microorganismos que producen brotes de
enfermedades de transmisión hídrica con más
frecuencia son: bacterias (Salmonella, Escherichia
coli, Shigella, Campylohacter), virus (rotavirus,
virus Norwalk, virus de la hepatitis A, virus de la
hepatitis E), protozoos y helmintos (Crystoporidium
parvum, Dranculus medinensis, Giardia, Entamoeba
histolytica).
2. Por contaminación hídrica de alimentos. Tiene
especial importancia en verduras y frutas, cuando se
han regado con aguas residuales, ya que se ingieren
crudas, y en moluscos, cuando proceden de aguas
marinas contaminadas con aguas residuales.
3. Por contacto. Puede ocurrir por contacto con el agua
en usos higiénicos, recreativos, ocupacionales,
terapéuticos a través de piel, heridas, ojos, mucosas,
etc. (Aeromonas spp. , Pseudomonas, Leptospim,
micobacterias no tuberculosas).
4. Por inhalación y aspiración. Mediante aerosoles (L.
pneumophila, micobacterias no tuberculosas,
diversos virus).
5. Mediante vectores. Se produce en muchas
infecciones fransmitidas por vectores activos
(Aedes, Anopheles) o pasivos (Linnea, Planorbis,
Cyclops), en los que el agua interviene de alguna
forma en el desarrollo del ciclo biológico.
La susceptibilidad de las personas ante la infección
depende de factores como la edad, la higiene personal, la
acidez gástrica, etc., y de otros factores epidemiológicos
secundarios, como factores estacionales, infraestructura
sanitaria o grado de desarrollo tecnológico, económico y
social.
CRITERIOS DE CALIDAD
DEL AGUA DE CONSUMO
A efectos del Real Decreto antes mencionado, un
agua de consumo humano será salubre y limpia cuando
no contenga ningún tipo de microorganismo, parásito o
sustancia en una cantidad o concentración que pueda
suponer un riesgo para la salud humana, estableciéndose
un valorparamétrico que será el nivel máximo o mínimo
fijado para cada uno de los parámetros que haya que
controlar. De acuerdo con estos niveles se establece la
calificación sanitaria del agua:
1. Agua apta para el consumo es aquella en la que ninguno
de los parámetros microbiológicos, químicos y
radiactivos superan los valores paramétricos; en caso de
incumTABLA 28-3. Criterios de calidad del agua de
consumo según el Real Decreto 140/2003, de 7 de
febrero. Grupo A. Parámetros microbiológicas
Parámetro Valor paramétrico Notas
Escherichia coli O UFC en 1 00 ml
Enterococo O UFC en I OO ml
Clostridium perfringens O UFC en 1 00 ml
Cuando la determinación sea positiva y exista una turbidez mayor de 5 UNF
(unidades nefelométricas de formacina), se determinará en la salida de ETAP o
depósito, si la autoridad sanitaria lo considera oportuno, Cryptosporidium u otros
microorganismos o parásitos. ETAP, estación de tratamiento de agua potable;
UFC, unidades formadoras de colonias.
plimiento de los parámeüos indicadores, la autoridad
sanitaria valorará en hmción del riesgo para la salud.
 CAPÍTULO 28. Aspectos sanitarios del agua 355

2. Agua no apta para el consumo es aquella en la que uno Cadmio 5 ug/l

o varios parámetros superan los valores paramétricos.

Existen cuatro grupos de parámetros considerados en la Cianuro 50 ug/l

actual normativa de agua de consumo (Real Decreto
140/2003), recogidos en su Anexo I. Cobre

Cromo 50 ug/l
Parte A: parámetros microbiológicos
Son indicadores de contaminación biológica de las aguas 1,2 dicloroetano
(tabla 28-3). El incumplimiento de los límites establecidos
puede ocasionar riesgos para la salud. Fluoruro 1 ,5 mg/l

0 ug/l
Parte BI : parámetros químicos
La contaminación química es una de las mayores
Mercurio
preocupaciones de nuestro tiempo, y generalmente llega al
medio acuático por las actividades industriales, agarias, las
aguas de tormenta y a través de los efluentes y vertidos de Microcistina
aguas residuales de origen urbano. Son contaminantes
orgánicos, inorgánicos, en función de la naturaleza del
Níquel 20 ug/l
terreno, mediante contaminación puntual o difusa, y en
ocasiones debido a subproductos generados en los
fratamientos de potabilización. Nitratos 50 mg/l
En este grupo se incluyen sustancias de enorme interés
z sanitario, ya que, además del efecto sobre la salud que pue0 Nitritos
den producir muchas de ellas, tienen el valor de ser indicativas de Red de distribución
contaminación en general y, en algunos casos, son Salida ETAP mg/l
indicadores químicos indirectos de contaminación fecal (tabla mg/l
28-4). Entre estas sustancias, los nitratos y los niüitos son dos Total de plaguicidas 0,50 ug/l
iones cuya presencia en las aguas de consumo ejerce un
efecto negativo en la salud, con acciones tóxicas y con un
importante papel en la génesis del cáncer. En aguas naturales Plaguicida individual 0 ug/l
no contaminadas, las concentraciones de nitratos y nitritos
suelen ser muy bajas y aumentan por la contarninación Plomo 25 ug/l
TABLA 28-4. Criterios de calidad del agua de consumo según el A partir del 1 de enero de 2014 10 ug/l
Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero. Grupo BI . Parámetros
químicas
Selenio 10 ug/l
Parámetro Valor paramétrico Notas
Trihalometanos 1 50 ug/l
Antimonio 5 ug/l A partir del 1 de enero de 2009 1 00 ug/l

Arsénico 10 ug/l Tricloroeteno + tetracloroeteno 10 ug/l

Se determinará cuando se utilice el ozono en el tratamiento de

Benceno 1 ug/l desinfección. b Sólo cuando exista sospecha de eutrofización.
'Se cumplirá la condición de que (nitrato) / 50 + (nitrito) / 3 < 1 .
d
Se determinaré cuando se utilice la cloraminación como método de
Benzo@)pireno 0,01 0 ug/l
desinfección. Suma de todos los plaguicidas.
Las comunidades autónomas velarán para que se adopten las medidas nece
sarias para poner en disposición de la autoridad sanitaria y de los gestores del
Boro agua el listado de plaguicidas fitosanitarios utilizados en cada una de las
campahas contra plagas en el campo.
g
Se determinará cuando se utilice el cloro y sus derivados en el
Bromato 25 ug/l tratamiento de potabilización. Si se utiliza dióxido de cloro, se determinarán
A partir del 1 de enero de 2009 10 ug/l cloritos a la salida de la ETAP o depósito de cabecera.
356 PARTE III. Protección de la salud

h
En los casos en que los niveles estén por encima del valor citocromooxidasa y bloquean la cadena respiratoria en las
paramétrico, se determinará 2,4, 6 triclorofenol u otros subproductos de la
desinfección. células.
ETAP, estación de tratamiento de agua potable; HPA, hidrocarburos Asimismo, podríamos señalar las acciones de otros
policíclicos aromáticos.
elementos: el cromo es cancerígeno y tóxico
con aguas residuales. En las aguas subterráneas con frecuencia se
hepatorrenal; el mercuño origina trastornos
detecta una elevación de las concentraciones, como
neurológicos y renales, aunque también presenta
consecuencia de la utilización excesiva de los nitratos como
efectos gonadotóxicos y nutagénicos, así como
abono agícola. En general, la acción sanitaria de los nitritos es de
alteración del metabolismo del colesterol; el plomo es
fres tipos: metahemoglobinizante, vasodilatadora y nitrosante.
conocido como un veneno del metabolismo general, con
Una de las acciones más importantes de los nitritos es que tendencia a la acumulación, que afecta al sistema
originan metahemoglobinemia infantil; en los niños de corta muscular y nervioso, órganos hematopoyéticos, sistema
edad, fundamentalmente lactantes, el jugo gástrico, cardiovascular, sistema renal, y los T HM, en el caso de
insuficientemente ácido, permite el desarrollo de que se produzcan tras la utilización del cloro como
microorganismos productores de nitratorreductasas que reducen desinfectante, son cancerígenos. La microcistina es una
los nitratos a niüitos. Estos, al ser absorbidos, pasan a la sangre y toxina con poder hepatotóxico e irritante, procedente
se combinan con la hemoglobina, lo que da lugar a la de las algas cianoficeas, que se puede encontrar en
metahemoglobina, con menor capacidad de transporte de casos de eutrofización de las aguas.
oxígeno. Esto origina un estado de cianosis. Esta aclorhidria
fisiológica no aparece en niños mayores de 6 meses ni en adultos,
y al ser la acidez gástrica más elevada, no se produce una prolife
ración bacteriana en los tramos altos del intestino, por lo que no
Parte B2: parámetros químicos que se
tiene lugar esta reducción de nitratos a nitritos. controlan según las especificaciones del
Aunque nitratos y nitritos no son directamente carcinógenos producto
para los animales, pueden aumentar el riesgo de cáncer en el
hombre, debido a la formación endógena y exógena de Son sustancias relacionadas con los fratamientos de
nitrosaminas y compuestos N-nitrosos. potabilización y los productos de construcción en
contacto con el agua (v. tabla 28-1). Tienen en común
Como los datos epidemiológicos sobre la relación entre
las dificultades analíticas para su determinación, por lo
nitratos y cáncer son insuficientes, el valor paramétrico se
que se requiere un especial control por parte de las
establece exclusivamente para prevenir la metahemoglobinemia.
industrias durante los procesos de fabricación.
El grupo más vulnerable son los lactantes menores de 3 meses
alimentados con biberón. Puesto que los datos disponibles no
permiten determinar el NOAEL, se aplica un criterio práctico: para
nitritos y nitratos se considera una potencia relativa en términos Parte C: parámetros indicadores
molares de 10:1 para la metahemo globinemia.
La presencia de estas sustancias, o las oscilaciones
Por otra parte, los nitritos ejercen un efecto vasodilatador de algunos de estos parámeüos, están relacionadas bien
periférico sobre el sistema cardiovascular. Cuando nitratos y nitritos con la eficacia de fratamiento del agua y su control, bien
están presentes simultáneamente, la suma de las razones de las con la percepción del agua a través de los sentidos (olor,
concentraciones de cada uno y el valor guía que recomienda la OMS color y sabor, es decir, características organolépticas).
debe ser inferior a la unidad:
En la tabla 28-5 se expone el grupo de parámeüos
indicadores recogidos en la legislación. Dentro de este
[NO;] / 50+ [No;] / grupo destacan por su importancia sanitaria la
oxidabilidad, el amonio, la conductividad y los
Igualmente, en este grupo de parámeüos químicos (v. tabla
coliformes como indicadores químicos y microbiológicos
28-4), destacamos por su importancia las sustancias que de contaminación fecal del agua.
presentan un marcado efecto tóxico sobre el organismo, y cuyo
El pH es un parámeüo muy importante ya que es
valor paramétrico viene dado en microgramos (gg/l). Tal es el
esencial para que el agua no se comporte como agresiva
caso del arsénico, cuya intoxicación crónica se manifiesta por una
o incrustante, de forma que el resultado de calcular el
atonía muscular general, pérdida de apetito y náuseas,
índice de saturación OS) debería estar comprendido
inflamación de las mucosas del ojo, nariz y laringe, lesiones
entre Este índice es una medida del grado de saturación
cutáneas, manifestaciones neurológicas e incluso tumores; en
del carbonato de calcio en el agua, el cual se basa en el
intoxicaciones agudas puede producir la muerte. Entre los efectos
pH, la conductividad, la alcalinidad y la dureza. Se
del cadmio destacan la hipertensión, los efectos tóxicos y
determina a partir de la ecuación IS = pH — pHs, donde
gonadotóxicos, así como los efectos rnutagénicos, teratogénicos
pH es el valor que se determina en el agua, y pH s es el
y cancerígenos, aunque la mayor parte de estos efectos no están
pH de saturación, es decir, el que tendría el agua si
suficientemente demostrados. Los cianuros se combinan con la
estuviera en equilibrio con el carbonato cálcico. Si el pH
s es inferior al pH del agua, el IS es positivo, lo cual
 CAPÍTULO 28. Aspectos sanitarios del agua 357

siY1ifica que el agua está sobresaturada de carbonato b Los valores paramétricos se refieren a los niveles en las redes de
distribución.
cálcico, y será incrustante; por el contrario, si el IS es c Se determinará cuando se utilice el cloro o sus derivados. Si se usa
negativo, será agresiva, y si IS es 0, el agua estará en dióxido de cloro, se determinarán cloritos a la salida de ETAR d Se determinará
equilibrio. cuando se use la cloraminación como método de desinfec Clón.
e
El agua en ningún momento podrá ser agresiva ni incrustante. El resultado
La turbidez refleja la aproximación al contenido en
de calcular el índice de Langelier debería estar comprendido entre
materias coloidales minerales u orgánicas, por lo que puede Para la industria alimentaria, el valor mínimo podrá reducirse a 4,5 unidades
ser TABLA 28-5. Criterios de calidad del agua de consumo
según el Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero. Grupo C. CRC., cloro residual combinado; CAL, cloro residual libre; ETAP, estación
Parámetros indicadores de tra m tamiento de agua potable; UFC, unidades formadoras de colonias; UNF,
unidades nefelométricas de írmacina.
Parámetro Valor paramétrico Natas
indicativo de contaminación. Además, una turbidez elevada
Bacte rias coliformes O UFC en 1 00 ml puede proteger a los microorganismos de los efectos de la
desinfección, estimular la proliferación de bacterias y generar
Recuento de colonias a 22 0 C una demanda significativa de cloro,
A la salida de ETAP
Entre los parámetros de yan importancia sanitaria que se
En la red de distribución
I OO UFC/ml consideran en este grupo se encuentra la conductividad. Esta
Sin cambios anómalos indica, de forma global, el contenido iónico del agua y permite
apreciar, mediante una medida única, un cambio significativo
200 ug/l
Aluminio en la mineralización. Cuando esto ocurre en un agua destinada
al consumo público, la causa es un inadecuado tratamiento o
0,50 ug/l una contaminación en la red de disüibución, por lo que un
Amonio cambio en la conductividad tendrá valor como indicador
sanitario.
Carbono orgánico total
Sin cambios anómalos La conductividad es la magnitud inversa de la
resistencia eléctrica. La unidad que se emplea es la inversa
del ohmio y recibe el nombre de Siemens (S). Cuando las
CRC 2 ppm
conductividades son pequeñas, como suele ocurrir en las
aguas para consumo, se utilizan subunidades (BS),
1 ppm expresándose la conductividad en BS/ cm o en grnhos/cm
CRL (1 grnhos/cm = 1 gS/cm).

250 mg/l
Cloruro
Parte D: radiactividad
1 5 mg/l Pt/Co
Color Los valores paramétricos que establece la normativa
vigente se exponen en la tabla 28-2. La presencia de este
2.500 uS/cm-l a 20 o c tipo de contaminación en España se debe a la radiactividad
Conductividad natural procedente del terreno, y está restringida a
determinados tipos de formaciones geológicas. Es más
Hierro 200 ug/l frecuente en las aguas subterráneas.

Manganeso 50 ug/l
CONTROL Y VIGILANCIA
Oxidabilidad
5 mg 02/1 DEL AGUA
El control y vigilancia del agua deben realizarse
pH continuamente y en todas las fases del saneamiento, por lo
que con frecuencia resulta poco operativa la utilización
sirrmltánea de muchos parámetros para definir la calidad del
Sulfato 250 mg/l
agua o la determinación de algunos parámetros que entrañan
una especial dificultad. Estas razones han dado lugar a la
definición de indicadores, sustancias o microorganismos
Turbidez cuya presencia informa acerca de un proceso complejo por
A la salida ETAP el que se ven afectados múltiples parámetros del agua, o
I UNF
Red de distribución señala riesgos sanitarios mediante una fácil determinación.
5 UNF
a En abastecimientos mayores de 1 0.000 m 3 de agua distribuida por día Los principales indicadores sanitarios del agua pueden
se de m terminará carbono orgánico total; en el resto de los casos, oxidabilidad. clasificarse en los siguientes grupos:
358 PARTE III. Protección de la salud
1. Indicadores de contaminación fecal:
a) Químicos indirectos.
b) Microbioló gicos.
2. Indicadores de contaminación química.
3. Indicadores de procesos de tratamiento.
Indicadores de contaminación fecal
Indicadores químicos indirectos
Existe una serie de sustancias que se consideran
indicadores químicos indirectos de contaminación fecal. La
contaminación fecal del agua produce dos hechos notables
desde el punto de vista sanitario: a) la incorporación de un
gran número de microorganismos pertenecientes a la flora
fecal, entre los que se enconüarán las especies patógenas
para el hombre, y b) la incorporación de materias orgánicas
fecales, El primero justifica el empleo de indicadores
microbiológicos, mientras que la incorporación de materias
fecales condiciona el tipo de indicadores químicos.
Los indicadores químicos de contaminación fecal
considerados normalmente son la materia orgánica, los nitratos,
los nitritos y el amoniaco.
Los cloruros se han considerado un indicador por encontrarse
en gran cantidad en la orina del hombre y de los animales, pero
han perdido su valor por estar presentes en todo tipo de aguas, a
veces en concenüaciones excesivas, debido a la sobreexplotación
de acuíferos e inüusiones de aguas marmas.
Los nitratos, los nitritos y el amoniaco se producen en los
procesos de desaminación y nitrificación que sufre la materia
orgánica fras la contaminación fecal, a expensas de la propia flora
microbiana de las heces:
Materia orgánica nitrogenada NI-14 -B N02 -B N03
De los compuestos inorgánicos niüogenados, el amoniaco es el
mejor indicador de contaminación fecal. Los nitratos, debido a su
amplia utilización como abono agrícola, pueden encontrarse en
concentraciones excesivas, sobre todo en las aguas subterráneas,
así como los niüitos, que pueden formarse a partir de los nitratos
por reducción microbiológica; por esta razón, estos dos iones se
han convertido en indicadores de aplicación limitada y resultados
inciertos.
Hoy en día, la oxidabilidad, que mide fundamentalmente
materia orgánica oxidable por el permanganato en medio ácido, el
amonio y el niüógeno Kjeldahl (nitrógeno con exclusión de
nitratos y nitritos) se consideran indicadores químicos indirectos
de contaminación fecal reciente, mientras que los nifratos y los
nitritos tienen poco valor como indicadores de contaminación
fecal.
Con frecuencia también se utilizan diversas sustancias, como
fosfatos, clorofila, turbidez, etc. El coprostanol, uno de los
esteroles más abundantes en heces humanas, se ha utilizado
también como indicador, ya que se han obtenido buenas
correlaciones con coliformes fecales y closüidios
sulfitorreductores, pero no se ha generalizado su uso por la
dificultad de su determinación.
Los indicadores microbiológicos y químicos se correlacionan
aceptablemente, aunque en ocasiones esta correlación depende del
tipo de muestras y de las condiciones del agua. A pesar de todo,
los parámeüos químicos son de gran utilidad como indicadores
puesto que facilitan el control de la contaminación fecal, ya que su
determinación requiere menos tiempo.
Indicadores microbiológicos
Desde el punto de vista microbiológico, la condición esencial
que debe reunir el agua destinada al consumo humano es que esté
exenta de parásitos y patógenos, con objeto de que no constituya
un vehículo de infección. Sin embargo, aunque en el agua potable
deben estar ausentes parásitos y patógenos, la definición de la
calidad y el control microbiológico del agua no se puede orientar
exclusivamente hacia la búsqueda de especies patógenas, ya que
ello entraña una gran complejidad técnica. Por oüa parte, el
número de microorganismos patógenos es pequeño en relación
con otros saprofitos, debido a que el número de individuos
enfermos y portadores es muy pequeño con respecto al total de la
población. Es por ello que se utilizan indicadores
microbiológicos, los cuales tienen que reunir una serie de
condiciones, como: a) estar siempre presentes a la vez que los
patógenos; b) ser más frecuentes y numerosos que los patógenos;
c) presentar una mayor resistencia a las condiciones
medioambientales y a la desinfección que los patógenos, y d) ser
objeto de fácil aislamiento, recuento e identificación.
De acuerdo con las características señaladas, y
teniendo presente su diferente capacidad de
supervivencia, la calidad sanitaria del agua de consumo
se establece mediante los siguientes grupos: coliformes
totales, coliformes fecales, estreptococos fecales y
closüidios sulfitorreductores. Algunos enterovirus
muestran una mayor resistencia en determinados
ambientes acuáticos, así como en los procesos
convencionales de tratamiento, incluida la desinfección.
Esta es la principal razón que ha determinado la inclusión
de clostridios sulfitorreductores como parámetro
microbiológico en las normas de calidad, por su mayor
resistencia, y esta rnisma razón ha llevado a la utilización
de colifagos para el control microbiológico del agua.
Además de los grupos señalados, también se utiliza
el recuento de bacterias aerobias a 22 y 37 0 C, ya que
expresa el contenido global de bacterias, es decir, la carga
microbiana presente en el agua. El recuento de bacterias
aerobias a 22 0 C tiene una menor significación, ya que
las bacterias patógenas para el ser humano tienen una
temperatura óptima de 37 0 C, pero es muy útil para el
control de los tratamientos.
Muchos de estos grupos de microorganismos no se
encuentran exclusivamente en el intestino humano.
También forman parte, en diferentes proporciones, de la
flora intestinal de diversos animales de sangre caliente.
Esto es importante porque algunos animales contribuyen
al aporte de microorganismos patógenos por medio de la
contaminación fecal, como ocurre con Salmonella,
Leptospira y E. coli enteropatógeno.

Los coliformes fecales (E. coli), los esüeptococos
fecales (enterococo) y los closüidios sulfitorreductores
(Clostñdium pefhngens) tienen el valor de indicadores
microbiológicos de contaminación fecal. Los tres se
utilizan simultáneamente por presentar distinto grado de
resistencia a las condiciones medioambientales. Este
hecho puede observarse en la figura 28-2, en la que se
representa el porcentaje de supervivientes de cada uno de
los grupos mencionados, durante un proceso de
autodepuración natural o durante un tratamiento
convencional de aguas residuales, y en la que puede
observarse que los coliformes totales y los estreptococos
Contaminación Contaminación reciente
FIGURA 28-2. Supervivencia de los indicadores microbiológicos de contaminación fecal.
fecales experimentan una reducción porcentual similar,
pero inferior a los clostridios sulfitorreductores. Este
diferente grado de resistencia en el agua permite obtener
información acerca del origen y el momento en que se
produjo la contaminación fecal, lo que aporta
importantes datos para el estudio epidemiológico de
brotes de enfermedades infecciosas transmitidas por el
agua.
CAPÍTULO 28. Aspectos sanitarios del agua 359
La relación entre diversos indicadores puede utilizarse como
fuente de información sobre el origen de la contaminación
microbiológica. La abundancia de coliformes y estreptococos
fecales con relación a los closüidios sulfitorreductores indica una
contaminación fecal reciente. Por el contrario, en una
contaminación fecal antigua se reduce en menor grado el número
de clostridios sulfitorreductores, al tener mayor capacidad de
supervivencia que los coliformes y los esüeptococos fecales.
Debido a su alta resistencia, las esporas pueden indicar de
forma indirecta la presencia de quistes de protozoarios.
Los coliformes fecales y los esüeptococos fecales
tienen una capacidad de supervivencia similar, pero se
antigua
utilizan con mucha frecuencia para saber si el origen de la
contarninación es humano o animal. Los estreptococos fecales se
encuentran en mayor número que los coliformes en las heces de
los animales de explotación ganadera, domésticos y
peridomésticos, mientras que en las heces humanas, los coliformes
se encuentxan en mayor número que los estreptococos fecales.
Cuando la razón coliformes fecales/ estreptococos fecales es
mayor de 4, se frata de heces o aguas residuales de origen humano,
y cuando es menor de 0,7, la contaminación es de origen animal.
Si la razón se encuentra en el intervalo entre 0,7 y 4, la
interpretación es dificil, puede responder a una contaminación
mixta de origen humano y c animal.
Indicadores de contaminación química
La detección de riesgos de toxicidad en las aguas es
también un problema de dificil solución, ya que requiere la
investigación de la presencia de sustancias muy diversas
mediante técnicas muy diferentes. Además de este conüol
directo, con objeto de facilitar la vigilancia de las aguas y
detectar riesgos, se han desarrollado y aplicado indicadores
indirectos de toxicidad. En algunos casos, estos indicadores
son parámetros sencillos que informan por medio de una
adecuada interpretación: pH, conductividad, oxidabilidad,
dernanda de cloro, cloro residual combinado,
360 PARTE III. Protección de la salud

especüofotometría UV / VIS y de fluorescencia, etc. Sus prevención y control de la legionelosis (BOE n. 0 1 80, de 28 de julio.
p. 27750).
variaciones se producen por la incorporación de sustancias
Ministerio de Sanidad y Consumo. Orden SCO/31 7/2003, de 7
que pueden estar relacionadas con un efecto tóxico. de febrero, que regula el procedimiento para la
Actualmente existen biotest para la detección de homologación de los cursos de formación del personal que
toxicidad en aguas, que tienen varias ventajas: son de fácil realiza las operaciones de mantenimiento higiénico-
aplicación, indican la presencia de sustancias tóxicas en el sanitario de las instalaciones objeto del Real Decreto
agua y, además, son capaces de detectar efectos sinérgicos 909/2001 (BOE n.0 44, de 20 de febrero. p. 701 7).
de los tóxicos presentes. Los organismos utilizados Ministerio de Sanidad y Consumo. Orden SCO/371 9/2005, de 21 de
pertenecen a muy diversas escalas biológicas, desde noviembre, sobre sustancias para tratamiento del agua destinadas a
organismos superiores (peces, crustáceos) hasta protozoos, la producción del agua de consumo humano (BOE n. 0 287, de 1 de
bacterias, algas unicelulares, o sistemas enzimáticos. diciembre, p. 39473).
OMS. Guías para la calidad del agua potable. Vol. 1 . Recomendaciones.
3.a ed. Ginebra: OMS; 2004.
Pérez López JA, Espiga res García M. Estudio sanitario del agua. 2. a ed.
Indicadores de procesos de tratamiento Granada: Universidad de Granada; 1 999.
No sólo interesa que el agua tratada reúna las
características de potabilidad; el tratamiento debe
realizarse adecuadamente y no debe producir efectos
negativos como los anteriormente mencionados. Se
utilizarán para ello los parámeüos que se comporten
como mejores indicadores para detectar efectos
negativos en cada uno de los tratamientos.
Se revisarán los componentes de los procesos de
tratamiento de agua, y los sistemas de dosificación de
sustancias químicas; se identificarán los datos para evaluar
los riesgos sanitarios en la inspección de las ETAP
(estaciones de tratamiento de agua potable), tales como
turbidez, pH, alcalinidad y cloro residual, y se reconocerán
los riesgos sanitarios de los procesos de tratamiento de agua
relacionados con la infraestructura y las operaciones. Estos
aspectos pueden incluir el inadecuado control de los
procesos de análisis, procedimientos deficientes de
mantenimiento, deficiencias de personal y financiación, etc.

BIBLIOGRAFÍA
Espigares García M, Moreno Abril O, Fernández-Crehuet Navajas M.
Aspectos sanitarios del agua. En: Gálvez Vargas R, Sierra López A,
Sáenz González MC, Gómez López Lli Fernández-Crehuet Navajas J,
Salle ras Sanmartí L, et al., editores. Medicina preventiva y salud
pública. 1 ed. Barcelona: Masson; 2001 . p. 301 -1 0.
Ministerio de la Presidencia, Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por
el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de
consumo humano (BOE n. 0 45, de 21 de febrero. p. 7228).
Ministerio de la Presidencia. Corrección de erratas del Real
Decreto 140/2003, de 7 febrero, por el que se establecen los
criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo
humano (BOE n. 0 54, de 4 de marzo. p. 8469).
Ministerio de la Presidencia. Real Decreto 1 341/2007, de 1 1 de
octubre, sobre la gestión de calidad de aguas de baño (BOE n. 0
267, de 26 de
octubre. p. 45620).
Ministerio de Sanidad y Consumo. Real Decreto 865/2003, de 4
dejulio, por el que se establecen los criterios higiénico-
sanitarios para la prevención y control de la legionelosis
(BOE n. 0 1 71, de 18 de julio. p. 28055).
Ministerio de Sanidad y Consumo. Real Decreto 909/2001, de 27 de julio,
por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la
 M.EspigaresGarcía, O.Moreno Aril, M.Fernández-Crehuet Navajas y D.Jurado Chacón
INTRODUCCIÓN
La calidad del agua disponible para la bebida y otros
usos posee una variedad natural determinada
fundamentalmente por una combinación de factores
geológicos y climáticos que forrnan parte del ciclo del agua.
Dentro de este ciclo, la mayor parte del agua que
utilizamos procede de dos fuentes principales: las aguas
superficiales y las subterráneas; pero en su movimiento a
través de estas dos fuentes, el agua modifica su calidad,
resultando un producto muy diferente del agua de
precipitación que las origina. El agua de lluvia en nuestras
latitudes es, en general, suficiente para satisfacer la
demanda de agua de la población, pero los lugares donde
se dan las mayores precipitaciones suelen estar alejados de
las zonas más pobladas. Debido a que, además, las lluvias
únicamente son frecuentes durante un período limitado,
es preciso establecer sistemas de recogida y
almacenamiento, así como su fransvase a grandes
distancias. En zonas donde abundan los períodos largos de
sequía, también suele ser preciso buscar y explotar tantos
suministros alternativos como sea posible.
El aprovechamiento de los recursos hídricos en España ha
estado condicionado hasta hace pocos años por las
necesidades agrícolas, prácticamente sin ninguna
limitación. Un mejor conocirniento sobre el ciclo del agua
y una mayor disponibilidad de recursos económicos y
técnicos, así como cambios sociales y demográficos, han
desplazado el concepto meramente explotador por el del
agua como recurso natural que debe ser protegido. La
utilización de este recurso debe efectuarse de tal modo
que se garantice un mantenirniento sostenible, dando
prioridad a la conservación de la calidad del agua y de los
ecosistemas acuáticos, especialmente los humedales, y
evitar prácticas hidráulicas que deterioren el entorno.
Además de un tratamiento mínimo de desinfección
que evite la presencia de microorganismos patógenos, la
mayoría de las aguas destinadas al consumo humano
requieren algún 0110 tipo de tratamiento destinado
fundamentalmente a eliminar la turbidez, disminuir la
dureza o corregir la presencia de algunas sustancias
químicas peligrosas o de color, olor o sabor desagradables.
La complejidad y el coste del tratamiento serán mayores a
medida que la calidad del agua disminuya, pero su objetivo
debe ser dejar un agua agradable para el paladar, sin riesgos
sanitarios, razonablemente blanda, que no produzca
zincrustaciones en las tuberías y electrodomésticos, y que
dificulte la solubilización de metales y otras sustancias
procedentes de las cañerías o tanques por los que circule. La
desinfección es la etapa más importante del tratamiento,
siendo en muchos casos la única que se realiza. En numerosas
ocasiones, el resto de las etapas únicamente cumplen la
función de facilitar la desinfección eliminando compuestos
orgánicos o inorgánicos que la dificuiten. El Ñatamiento
que debe aplicarse al agua superficial bruta destinada a la
producción de agua potable depende de sus características
fisicoquímicas y microbiológicas, y se establecen fres
categorías legislativas según el fratamiento que dichas aguas
deban recibir:
1. Al: tratamiento fisico simple y desinfección.
2. A2: fratamiento físico normal, tratamiento químico y
desinfección.
3. A3: fratamiento fisico y químico intensivos, afino y
desinfección.
El suministro de agua para consumo humano en las
condiciones adecuadas se efectúa a través de los servicios de
abastecimiento, los cuales corresponden a las corporaciones
locales en función de lo establecido en la Ley de Bases de
Sanidad Nacional y en la Ley de Régimen Local actualmente
vigentes. Estos organismos, no obstante, podrán otorgar
concesiones o autorizaciones administrativas a empresas.
Como ya se ha expuesto en el capítulo 28, los servicios de
abastecimiento deben garantizar un suministro de agua
suficiente en cantidad y en calidad. Según el Real Decreto
140/2003, por el que se establecen los criterios sanitarios de
la calidad del agua de consumo humano, se especifica que la
dotación de agua deberá ser suficiente para las necesidades
higiénico-sanitarias de la población y el desarrollo de la
actividad de la zona de abastecimiento, y como objetivo
mínimo, 100 1 por habitante y día.
Los servicios de abastecimiento de agua para consumo
humano dependen de la cantidad de agua que deban
suministrar y de la complejidad del tratamiento. En cualquier
caso, siempre es posible diferenciar tres etapas básicas, como
son: captación, tratamiento y distribución a las poblaciones.
CAPTACIÓN DEL AGUA
La captación consiste en la obtención de agua en aquel
origen que resulte más adecuado para que, una vez efectuado
el tratamiento que corresponda, la calidad y cantidad del agua
se adapten a lo establecido en la normativa vigente. Esta
captación deberá realizarse de tal modo que se garantice el
suminisüo sin llegar a una sobreexplotación, al mismo tiempo
que se asegure la adecuada protección sanitaria de los
acuíferos y zonas de captación. El agua se extrae
361
fundamentalmente a partir de lo que genéricamente se
denomina como aguas superficiales, es decir, de ríos,
embalses o lagos. También se puede obtener a partir de las
aguas subterráneas, de las de precipitación o incluso del mar.
España es un país que tiene unas precipitaciones con una
fuerte variación espacial y temporal. El caudal total de los ríos
es de 110.100 Hm3 , con una capacidad de embalse de 56.100
Hm3 y un volumen medio de agua embalsada de unos 25.000
Hm3 . La demanda consuntiva de agua alcanza los 30.400 Hm3
, que se divide entre 24.100 Hm 3 para usos agrícolas, 4.700
Hrn3 para usos urbanos y 1.600 Hrn 3 para usos industriales. El
regadío es un factor importante para la producción agrana, ya
que extensas regiones del país tienen un clima semiárido o
subhúmedo. La demanda de agua de riego ha experimentado
362 PARTE III. Protección de la salud
un fuerte aumento en los últimos decenios, y actualmente
representa el 80 0 0 de la demanda total de agua. La creciente
escasez de agua debida a los usos alternativos no se refleja en
los precios que se pagan por ella, siendo los de riego en
general excesivamente bajos. En consecuencia, las políticas de
gestión de agua deberían dar prioridad a la racionalización del
uso agrícola del agua. Algunas propuestas de política de
gestión de agua plantean medidas de gestión de demanda,
como el aumento de los precios del agua para recuperar
costes, la introducción de mercados de agua o la revisión de
las concesiones de ésta.
En cuanto a su calidad natural, en España la mayoría de los
recursos hídricos se encuentran en condiciones válidas para
su utilización en agricultura o el abastecimiento a poblaciones,
aunque en los últimos años se observa un deterioro paulatino
de la calidad de la mayoría de los acuíferos debido a la acción
humana. Los embalses con frecuencia presentan problemas
de eutrofización, y en las aguas subterráneas es posible
observar todo tipo de contaminantes procedentes
fundamentalmente de la indusfria y de las actividades
agrícolas y ganaderas.
La captación a partir de los ríos se suele efectuar mediante
la construcción de presas que garanticen una profundidad
mínima del agua retenida, procurando que no interfieran con
otros usos del río, como la pesca o la navegación, y se evite la
intrusión de aguas salobres. El caudal de extracción deberá
basarse en el flujo mínimo del río en las estaciones más secas,
sin sobrepasarlo en ningún momento y reducir la extracción SI
en algún caso se sobrepasa. Los embalses son caros de
construir, pero aportan numerosas ventajas en cuanto a la
regulación del suminisüo, sobre todo en períodos largos de
sequía. La construcción y gestión de los embalses a menudo
plantean problemas relacionados con la preservación de los
ecosistemas acuáticos naturales y con los intereses de otros
países cuando se trata de ríos internacionales, siendo motivo
permanente de conflictos. Para garantizar el suministxo de
agua, suele recurrirse a embalses de regulación, los cuales, en
función de sus características, se clasifican en tres categorías:
embalses con resfricciones en su aprovechamiento
secundario (actividades como la caza, la pesca, el baño o la
navegación), embalses sin restricciones pero con condiciones
naturales poco favorables (presencia de fangos o turbidez,
tamaño reducido) y embalses sin restricciones.
El aprovechamiento del agua subterránea con fines de
suminisüo es más reducido en nuesüo país que en los
países de nuestro entorno, atendiendo con ella en torno al
30 0 0 de la demanda urbana e industrial y el 27% de la
agrícola. Es, por otro lado, un recurso extremadamente
sensible y su sobreexplotación, bien sea en forma de
manantiales, pozos artesianos o de bombeo, puede
repercutir en el descenso del nivel de los acufferos y en los
caudales de los ríos o manantiales a los que drenan.
Otras fuentes de suministro denominadas no
convencionales, como el agua procedente de
precipitaciones, o incluso de las nieblas, de la desalación de
aguas marinas o salobres, o de la reutilización directa de
aguas residuales, suponen actualmente en nuestro país
menos del 1% de los recursos convencionales disponibles.
No obstante, estos recursos no convencionales resuelven
determinados problemas locales, y probablemente deban
incrementarse en un futuro relativamente próximo si,
como consecuencia de un previsible cambio climático, se
registrara una ligera disminución de las precipitaciones
aunque ésta fuera mínima. La Comisión Nacional del Clima
ha calculado que un aumento de 1 0 C en la temperatura
como consecuencia del cambio climático y un descenso del
5% en las precipitaciones supondría una disminución del 20
0 0 en el aporte de algunas cuencas, especialmente las
situadas en el este y sudeste peninsular. Ante estas
perspectivas, se hace imprescindible mejorar las
explotaciones actuales e incrementar la utilización de
recursos no convencionales, en especial los procedentes de
la reutilización de aguas residuales y la desalación de aguas
marinas o salobres. La utilización de estos recursos,
circunscritos sobre todo al ámbito agrícola, supone
actualmente unos 400 Hm3 / año, repartidos en un 50%
enüe la desalación y la reutilización de aguas residuales.
Uno de los problemas más importantes relacionados
con el consumo del agua es la dificultad para efectuar
estimaciones objetivas de la demanda futura. Según
algunas previsiones, en nuesüo país la demanda puede
verse inüementada en más de un 30 0 0 en los próximos 20
años. Pero mientras en algunas zonas geográficas, o
sectores como la industria pesada, el consumo podría
incluso reducirse, en oüas zonas, especialmente en la costa
mediterránea, y en sectores relacionados con el ocio y la
agricultura intensiva, la dernanda podría ser mucho mayor.
Ante estos problemas de cantidad y calidad, la gestión del
agua se dirige hacia conceptos como el de su conservación,
que eviten la necesidad de nuevos suministros y el deterioro
progresivo de la calidad del agua y del ambiente. Oüos
conceptos como el ahorro, la revisión de las redes de
abastecimiento, elecüodomésticos de bajo consumo de
agua, reutilización y reciclaje, educación ambiental,
cambios en las práclicas agrícolas, tarificación en función
del volumen consumido y rnuchas otras medidas, no son
actualmente exclusivas de épocas de sequía o de zonas con
insuficientes recursos hídricos. La idea es dejar las fuentes
de abastecimiento de mejor calidad para el consumo
humano, con el consiguiente ahorro en el tratamiento que
ello supone.
Por último, hay que tener en cuenta que la legislación
actual señala que la zona de captación debe estar protegida
por un perímetro que evite las posibles contaminaciones del
agua para el abastecimiento.
TRATAMIENTO DEL
AGUA DE
ABASTECIMIENTO
 CAPÍTULO 29. Servicios de abastecimiento de aguas de consumo 363
El agua se ha considerado tradicionalmente como el
disolvente universal. Es capaz de disolver infinidad de
sustancias tanto del aire como del suelo por donde circula.
Aunque muchas de las sustancias que se encuentran en el
agua pueden tener un efecto positivo, o al menos indiferente
sobre la salud humana, con frecuencia la presencia de
algunas de ellas o su elevada concentración hacen que el
agua no sea apta para el consumo humano. En el mejor de
los casos, el agua en su origen puede ser perfectamente
adecuada para su consumo, pero incluso en este caso, la
necesidad de almacenamiento, la existencia de depósitos
particulares o la distribución a través de la red de
abastecimiento hacen siempre necesario un tratamiento de
desinfección para evitar la contaminación con
microorganismos patógenos.
Con independencia del obligado tratamiento de
desinfección, la mayoría de las aguas destinadas al consumo
humano requieren la corrección de algunos caracteres,
fundamentalmente color, olor o sabor desayadables, sólidos
responsables de la turbidez, dureza y, en general, cualquier
sustancia química peligrosa; además, debe tener un
comportamiento inerte, es decir, que no produzca ni
incrustaciones ni corrosiones. La calidad del agua en su origen
determinará la complejidad del tratamiento y su coste
económico. En la mayoría de los casos, un tratamiento
convencional es suficiente para adaptar el agua de captación a
los criterios de calidad establecidos. Este tratamiento se
realizará mediante procesos unitarios que se efectúan en serie,
muchos de ellos comunes a la práctica totalidad de las plantas
de tratarniento. En algunos casos, dependiendo de la calidad
del agua bruta y del producto que se desee obtener, podrán
aplicarse oüos tratamientos más especfficos. Los procesos
unitarios principales según su orden de uso son:
l .Tratamiento preliminar.
2. Aireación.
3. Sedimentación primaria.
4. Clarificación: coagulación-floculación, decantación y
filtración.
5. Ablandamiento.
6. Ajuste de pH.
7. Desinfección.
En la figura 29-1 se muestra un esquema con los
principales procesos que se efectúan en una planta de
tratamiento de agua para el abastecimiento urbano.
Tratamiento preliminar
El tratamiento preliminar consiste en la retirada de todos
aquellos objetos que pueda arrastrar el agua, que podrían
obstruir o dañar los equipos de la planta de tratamiento y
tuberías, o dificultar su tratamiento posterior. El primer paso
en el tratamiento preliminar consiste en el desbaste del agua
bruta, es decir, la eliminación de todos los sólidos de gran
tamaño como maderas, plásticos, piedras, hierbas o cualquier
otro objeto. Este tratamiento se suele realizar con rejas de
barrotes paralelos separados entre sí por una distancia que
puede oscilar enfre 1 y 10 cm. ü:ando las circunstancias lo
aconsejen, también puede efectuarse una tamización del agua
mediante mallas, de 1 a 5 mm de luz de malla, para retener
sólidos de menor tamaño.
Antes o justo después de este tratamiento preliminar,
generalmente debe realizarse la medida del caudal de agua que
se va a someter a tratamiento, ya que es un dato imprescindible
para poder establecer las dosis de reactivos que se añadirán al
agua. La medida de caudales se puede hacer tanto si se üata de
líneas de presión, cerradas o en líneas abiertas.
Aireación
El agua procedente de embalses estratificados o de recursos
subterráneos puede contener sustancias que se generan en
procesos anóxicos y dan lugar a una pérdida de calidad. La
aireación aumenta el contenido de oxígeno disuelto, mejora la
calidad organoléptica del agua, reduce la corrosividad debida
al exceso de dióxido de carbono que pueda contener, y elimina
364 PARTE III. Protección de la salud

el sulfuro de hidrógeno y otras sustancias volátiles, siguiente fase, o floculación, se producirá la agregación de
responsables de la alteración de los caracteres organolépticos. las partículas coloidales desestabilizadas para formar
El hierro y el manganeso solubles en aguas anóxicas de pH partículas de mayor tamaño, que pueden eliminarse por
ácido y responsables en parte del color de algunas aguas en su decantación y posterior filtración.
origen, también se reducirán en esta etapa al oxidarse a Los coagulantes más conocidos son sales de aluminio o
hidróxidos metálicos insolubles, que serán eliminados hierro como sulfato de aluminio o alúmina, hidróxido de
fácilmente por decantación. aluminio, cloruro de polialuminio, cloruro férrico y sulfato
férrico. Una vez que se ha determinado previamente la
cantidad de coagulantes precisa, éstos se añaden al agua y
Sedimentación primaria se favorece su mezcla mediante agitación.
Los iones üivalentes neutralizarán en parte las cargas
Después del tratamiento preliminar en algunos negativas de las partículas coloidales, desestabilizándolas, y
servicios de abastecimiento, el agua se suele pasar a un reaccionarán con la alcalinidad del agua formando
decantado' primario, tanque en el que, mediante hidróxidos metálicos insolubles cargados positivamente,
sedirnentación por gravedad, se van a depositar sólidos capaces de unirse a los coágulos formados. La floculación
como arena, grava y barro. En este decantador mejorarán es una reacción fisicoquímica que conduce a la formación
algunas oüas características del agua bruta: a) las de estructuras tridimensionales, poliméricas, observables a
radiaciones ultravioletas del sol eliminarán algunos simple vista, denominadasflóculos, con consumo de
alcalinidad del agua, y que engloban y arrastran las
microorganismos; b) los procesos de autodepuración
pequeñas partículas desestabilizadas por la acción de los
disminuirán algunas de las sustancias orgánicas coagulantes.
responsables de olores y sabores desagradables; c) el La formación de hidróxidos metálicos en el agua tras la
metabolismo de las algas en estos tanques provocará un adición de sales de aluminio o hierro requiere un aporte de
aumento de la alcalinidad, que facilitará el tratamiento alcalinidad (OH O, que se obtendrá del agua si existe en
de la dureza inicial del agua cruda, y d) en general, la luz suficiente cantidad. Normalmente es necesario aportar esta
solar favorecerá el aclaramiento del color que el agua alcalinidad mediante la adición de hidróxido cálcico u otra
pudiera presentar. sustancia alcalina, con lo cual se mejora el rendimiento del
Estas operaciones previas tienen por objeto dejar el agua
en condiciones idóneas para facilitar los tratamientos
posteriores, especialmente la desinfección.
Clarificación
Una vez alcanzada esta fase, el agua deberá contener
únicamente partículas de tamaño aproxi_madamente
inferior a 10 pm, además de sustancias disueltas. Estas
partículas forman una suspensión coloidal responsable de la
turbidez del agua, y suelen estar cons6tuidas por arcilla,
óxidos metálicos, biomoléculas de composición proteica o
incluso microorganismos. La característica común a todas
estas partículas es su carga negativa, por lo que, debido a su
repulsión, la posibilidad de que formen agregados de mayor
tamaño y sedimenten por gravedad es bastante dificil,
Durante el proceso de clarificación se eliminarán la mayoría
de estas partículas, orgánicas o inorgánicas, y buena parte
de las sustancias disueltas, al tiempo que se corregirán
determinadas características fisicoquímicas del agua. Este
proceso se realiza de forma sucesiva, mediante una primera
etapa de coagulación-floculación, una etapa posterior de
decantación y, finalmente, una filtración.

Coagulación-floculación
Es un procedimiento básicamente dirigido a la
eliminación de las partículas coloidales presentes en el agua,
en el cual se pueden diferenciar dos fases consecutivas. La
primera, o coagulación, consiste en la desestabilización de
los coloides mediante la adición de sustancias químicas
coagulantes, que anulan las cargas negativas de las
partículas coloidales y facilitan su agregación. En la
 CAPÍTULO 29. Servicios de abastecimiento de aguas de consumo 365
proceso y se evita una disminución del pH por disrninución
de la alcalinidad. Estas sustancias que se añaden para
aumentar el rendimiento del proceso se denominan
coadyuvantes, y se adicionan junto con los coagulantes.
También se utilizan sustancias que tienen un efecto
predominantemente floculante, y que ejercen una débil
acción coagulante. Entre éstos, en la actualidad se tiende a
utilizar floculantes de naturaleza orgánica en forma de
polímeros de carga positiva o negativa (polielecfrolitos), de
los cuales los más usados son las poliacrilamidas.
Cuando las partículas son pequeñas, la floculación,
denominada pehcinética, ocurre de forma natural debido al
movimiento bro'.vniano, pero cuando son mayores de 1 ltm,
este movimiento es lento y se requiere una agitación
mecánica que incremente la frecuencia de colisiones entre
partículas, denominándose floculación ortocinética. Las
fuerzas de Van der Waals hacen que las partículas
permanezcan agregadas y formen cada vez partículas de
mayor tamaño.
Decantación
La eliminación de los flóculos formados durante la
coagulación-floculación se efectúa en decantadores, en los que
generalmente el agua fluye hacia arriba desde la base del tanque
haciendo que los flóculos, más pesados que el agua, se depositen
en el fondo por la acción de la gravedad. El agua clarificada de
la superficie pasará a través de un rebosadero hacia la siguiente
etapa del tratamiento, y los flóculos se irán concentrando e irán
adquiriendo un tamaño mayor hasta constituir un lodo en el fondo
del tanque que se deberá eliminar periódicamente. Este lodo
tendrá un elevado contenido en microorganismos, por lo que
deberá manipularse cuidadosamente durante su eliminación
definitiva. El proceso de decantación es bastante complejo y
aunque se puede realizar de varias formas, siempre debe
efectuarse de un modo conüolado para obtener buenos
resultados. En la decantación estática, el agua circula lentamente
y de forma continua y laminar, permitiendo que las partículas
se depositen en el fondo. Un procedimiento mucho más
utilizado por su rapidez consiste en la decantación por
contacto de fangos. En él se suelen combinar los tratamientos
de coagulación-floculación y de decantación en un mismo
tanque, con lo cual mejora el rendimiento de la clarificación
al facilitar la adsorción de las sustancias aún disueltas z sobre
flóculos ya formados. Esto se puede conseguir me0 diante
dos sistemas: en el primero de ellos se permite que los fangos
circulen mezclándose de forma mecánica o hidráulica con el
líquido entrante al que se le han añadido los reactivos de la
coagulación-floculación; el segundo procedimiento consiste
en hacer pasar al líquido desde abajo hacia arriba a través de
un lecho de fangos en el que éstos no circulan, sino que se
encuenüan formando una masa que se irá incrementando
continuamente. Cualquier sistema de decantación deberá ir
provisto, además, de un mecanismo
de eliminación de fangos, generalmente mediante bombas o
succionadores.
Filtración
El agua procedente del tanque de decantación aún suele
contener algunos sólidos de pequeño tamaño procedentes
tanto del agua bruta como de los formados durante la
coagulación-floculación. Su eliminación se suele efectuar
mediante filtros, de los que existe una gran variedad de
modelos y métodos, aunque básicamente todos consisten en
hacer pasar el agua a través de un sistema de tamaño de poro
adecuado para que retenga los materiales sólidos. Los filtros
suelen estar constituidos por capas de arena y grava por las
que se hace circular el agua y en las que quedan atrapadas la
mayor parte de las partículas. En el üatamiento del agua
potable se utilizan básicamente dos tipos de filtxos de arena:
los filtros rápidos y los filüos lentos.
Los filtras rápidos contienen partículas de arena de
aproxinaadamente 1 mm de diámetro que proporcionan un
tamaño de poro relativamente grande, entre 0,5 y 1,5 mm,
dispuestas sobre una capa de grava gruesa. La profundidad de
estos filtros puede oscilar entre 0,6 y 1 m, asegurando un
caudal de entre 5 y IO m3 /m2 /h. Estos fillxos se usan para
aguas que han sido previamente Iratadas por coagulación-
floculación y decantación, y aunque son menos efectivos que
los filtros lentos de arena, su uso está n-ruy extendido debido
al menor tiempo de retención del agua y a su facilidad de
manejo y econornía.
Los filtros lentos de arena están constituidos por capas de
arena de cuarzo mucho más fina dispuesta igualmente sobre
otras capas de arena más basta o gruesa. La superficie de estos
filtros es mayor y la velocidad de circulación del agua es más
reducida, oscilando entre 0,1 y 0,3 m3 /m2 /h. En estos filtros
se desarrolla una combinación de procesos fisicos y
biológicos que contribuyen a eliminar la mayoría de los
microorganismos que hayan superado los fratamientos
anteriores, además de sabores y olores desagradables. En la
parte más superficial de estos filtros se forma una capa
biológica constituida por una mezcla de algas y bacterias
nitrificantes fundamentalmente, capaces de eliminar
nitrógeno y fósforo y otros residuos coloidales o materiales
orgánicos solubles. Los filüos lentos a veces pueden utilizarse
directamente sobre aguas a las que no se les ha realizado
tratamiento de coagulación ni decantación, aunque sólo en el
caso de que el contenido de partículas sea nmy pequeño.
Ambos tipos operan por gravedad, y cuando los
materiales del filtro, junto con los materiales retenidos, se
compacten y obturen dificultando el paso del agua, se deberán
regenerar para recuperar sus condiciones iniciales. Los filtros
rápidos se restauran fácilmente mediante un lavado con agua
y aire a contracorriente, mientras que los lentos, además de
colmatarse mucho más fácilmente, precisan que la capa de
arena superficial se renueve periódicamente. Cuando no se
dispone de suficiente espacio, pueden utilizarse filtros en los
que el material filtrante se dispone en el interior de tanques
de acero inoxidable y donde el agua circula a una presión
hidráulica cercana a las 10 atmósferas. Son filtros bastante
rápidos, aunque su manipulación suele ser más compleja.
366 PARTE III. Protección de la salud
Ablandamiento, ajuste de pH y otros
procesos de tratamiento terciario
Para reducir la dureza del agua, suele utilizarse el método de
precipitación química o tratamiento de ablandamiento por
precipitación, que consiste en convertir los iones Ca y
Mg solubles en sales insolubles que puedan ser eliminadas por
una posterior sedimentación y filtración. El tratamiento se
efectúa generalmente añadiendo sosa o cal, o una combinación
de ambas, dependiendo del tipo de dureza del agua. Las
reacciones esquemáticas del tratamiento con cal serían como
sigue:
Ca++/Mg+ JC03Ca/
Agua dura + cal [Ca++y Mg + insolubles] + Agua blanda
El ablandamiento con cal sólo permite eliminar dureza
temporal, es decir, calcio y magnesio que se encuentran en forma
de bicarbonatos, pero no la dureza permanente (calcio en forma
de sulfatos, cloruros, nitratos, etc.), que precisarán la adición de
carbonato sódico:
suca / + C03Na2 -3 C03Ca [insoluble] + SO: / cl- / Na
Como alternativa a la precipitación química puede realizarse
un üatamiento de intercambio iónico, que puede ser aplicado para
la elirninación de otros aniones o cationes presentes en exceso en
el agua. En este tratamiento, el agua dura se hace pasar a través
de resinas, generalmente de origen natural como las zeolitas
(aluminosilicatos de sodio), en las cuales el calcio y el maglesio
se intercambian con el sodio de la resina, y el agua queda
ablandada. Estas resinas catiónicas se mantienen en instalaciones
similares a los filüos rápidos de arena y deberán regenerarse
periódicamente cuando estén saturadas. La regeneración se
efectúa bombeando a través de la resina una solución de cloruro
sódico concentrada, la cual elimina el calcio y el magnesio de la
resina que se arrastra en esta solución de lavado.
La eliminación de algunas sustancias aniónicas solubles, tales
como nitxatos, sulfatos, cloruros, silicatos o carbonatos, se puede
realizar mediante resinas intercambiadoras aniónicas (p. ej.,
poliaminas, poliestirenos, etc.).
Muchos iones también pueden ser separados del agua
mediante tecnologías de membrana. El proceso que se aplica
habitualmente es la ósmosis inversa, en la que se utilizan
membranas semipermeables que permiten el paso del agua pero
no de los solutos; de ellas, las más comúnmente empleadas son
las compuestas por acetatos de celulosa o poliamidas. El paso a
través de la membrana, en conüa de la preSión osmótica, requiere
la aplicación de la presión suficiente, lo que requiere un gran
aporte de energía.
El agua puede ser sometida a un tratamiento de adsorción,
Algunos materiales como el carbón activo (en forma granular
o en polvo) permiten la depuración de microcontaminantes del
agua. Así, mediante este üatamiento se pueden eliminar olores
y sabores, trihalometanos, pesticidas, disolventes orgánicos y
metales pesados (p. ej., arsénico, mercurio, plomo y
halógenos).
El ajuste delpH es una operación que puede ser
requerida como consecuencia de procesos como el
ablandamiento y la coagulación-floculación, o por la
acidez o alcalinidad del agua en su origen. El pH se puede
corregir con sustancias alcalinas (cal, carbonato sódico o
sosa cáustica) o con ácidos (clorhídrico, sulfúrico), según
se desee subir o bajar el pH para ajustarlo a lo establecido
en la reglamentación sanitaria.
Un parámetro que tiene una gran importancia desde el
punto de vista de los üatamientos y del comportamiento
incrustante o agresivo del agua, más que desde un punto
de vista sanitario, es la alcalinidad. El dióxido de carbono
suele estar presente en las aguas en mayor o menor
proporción, mejorando los caracteres organolépticos,
comunicándole un sabor más agradable sin que presente
ningún riesgo para la salud. El dióxido de carbono sufre
diversas reacciones en el agua, originando nuevos
productos entre ellos, el ión bicarbonato que, junto con
carbonatos e hidróxidos, constiluyen la denominada
alcalinidad del agua. El equilibrio enfre bicarbonatos y
dióxido de carbono puede dar lugar a la disolución del
carbonato cálcico (agresividad) o a la producción de
incrustaciones, acciones que pueden superponerse a las
reacciones electroquímicas de corrosión que ocurren entre
los metales y el agua. El bicarbonato cálcico en solución
acuosa da lugar al siguiente equilibrio:
Caco 3 + H 20 +
C02 semicombinado C02 combinado libre
Cuando no existe una cantidad de C.02 llamada
equilibrante, la reacción se desplaza a la derecha con
precipitación de carbonato cálcico. Por lo tanto, el C.02
del agua se puede distribuir de acuerdo con el esquema de
la figura 29-2.
A veces las aguas contienen una cantidad de C02
mayor de la que se necesita para mantener en solución al
bicarbonato cálcico. Este exceso es el C02 agresivo que
puede dar lugar a la disolución de metales tóxicos. Por el
contrario, si el C02 libre es menor que el equilibrante, el
agua se comportará como incrustante, precipitando
carbonatos.
El comportamiento agresivo o incrustante del agua es
muy importante para poder diseñar el tratamiento
adecuado del agua antes de utilizarla. Entre las aguas
agresivas se encuentran algunas aguas naturales de
alcalinidad y dureza bajas, así como las aguws sometidas
a tratamientos de coagulación-floculación o
desmineralización.
 CAPÍTULO 29. Servicios de abastecimiento de aguas de consumo 367
FIGURA 29-2. Distribución del C02 en el agua.
Con respecto a las aguas incrustantes, éstas acumulan
precipitaciones en las instalaciones de tratamiento,
depósitos, líneas de distribución, electrodomésticos,
calderas y otros equipos. En términos generales, los
problemas de corrosión o incrustación de las aguas se deben
principalmente a la concenfración de anhídrido carbónico
libre (CO), aunque también pueden intervenir oüos
elementos como la dureza, el oxígeno disuelto, alcalinidad,
ácidos húmicos, ácido sulfhídrico, sales y microorganismos.
La estabilización química del agua consiste en ajustar el
pH, la concentxación de CC)2 libre y la concentración de
carbonatos (CaC03) y bicarbonatos a su
equilibrio de saturación. Esto se consigue mediante el
cálculo del índice de saturación (IS), que nos marcaría la
diferencia entre el pH del agua y el pH de saturación (pH), en
el cual se logra el equilibrio carbónico:
IS = 0, agua en equilibrio químico
IS < 0, agua agresiva
IS > O, agua incrustante
Desinfección
Algunos de los procesos descritos resultan bastante
eficientes para eliminar buen número de microorganismos,
especialmente el tratamiento de coagulación-floculación en
el que se eliminan gran número de bacterias y virus. Sin
embargo, en el agua quedarán microorganismos patógenos
que deben ser eliminados antes de su distribución. La
desinfección es una operación imprescindible que además
de garantizar que el agua esté libre de patógenos, debe
tener un efecto residual que evite que pueda contaminarse
en las conducciones, desde la planta de tratamiento hasta el
grifo de los consumidores.
La desinfección del agua se realiza generalmente por
procedimientos químicos, y muy especialmente mediante
cloración. Si el agua contiene materiales que al combinarse
con el cloro producen derivados perjudiciales para la salud,
o dan lugar a olores o sabores desagradables, se suele
utilizar el ozono. El ozono es una forma alotrópica del
oxígeno con un poder de oxidación mucho mayor que el
cloro. Se utiliza principalmente en aguas con
sustancias precursoras de trihalometanos, aunque
tiene el inconveniente de presentar una escasa acción
residual. El ozono es un gas bastante inestable que
debe generarse en la misma planta de tratamiento a
partir del aire, mediante descarga eléctrica. A
continuación, se inyecta en una cámara de mezcla
junto con el agua, siendo bastante eficaz con una
amplia gama de pH y temperatura. Es muy efectivo en
la eliminación de quistes y otras formas de resistencia,
así como de olores y sabores desagradables; precisa
un tiempo de contacto menor al cloro y no produce
sustancias tales como los trihalometanos. El coste de
su implantación es, sin embargo, mucho más elevado
y apenas produce efecto de desinfección residual. A
menudo se empleajunto con la cloración, aunque en
este caso la cantidad de cloro es mucho menor ya que
sólo se usa para garantizar el efecto desinfectante
residual en la red de distribución. Actualmente se
tiende a inüoducir el ozono, precisamente con vistas a
reducir las concentraciones de cloro que se usan en la
desinfección del agua de consumo. En presencia de
bromuros, el fratamiento con ozono no está
recomendado, ya que al resultar oxidados por el ozono,
pueden producirse bromatos que están considerados
como carcinógenos genotóxicos a niveles que no son
detectados por los procedimientos analíticos habituales.
El doro no es peligroso para los seres humanos a las
concenüaciones necesarias para desfruir a los
microorganismos, aunque su uso a altas concenüaciones
podría estar relacionado con el cáncer de vejiga. Es
altamente soluble en el agua y, dependiendo de las
necesidades y de las instalaciones disponibles, puede
utilizarse en estado líquido, sólido o gaseoso. El cloro en
forma de gas o las soluciones de hipoclorito sódico
concenüado son las formas más usadas. Cuando el cloro
reacciona con el agua se forma ácido hipocloroso, ácido débil
que, según el pH del agua, se disocia fácilmente dando lugar
al ión hipoclorito. Ambas formas, ácido hipocloroso e ión
hipoclorito, que reciben el nombre de cloro libre o doro
residual libre (CRL), poseen acción desinfectante, aunque en
forma de ácido es unas 80 veces más efecfivo que en forma
iónica. A un pH de 7,5, el balance entre la forma ácida y la
iónica es del 50%, pero a un pH de 9, todo el cloro está en la
forma iónica. Para que la desinfección sea más efectiva, y
dado que es mejor limitar al máximo la concentración de
cloro que debe usarse, es conveniente reducir el pH del agua
a valores próximos a la neuüalidad.
La cloración también puede verse afectada por muchos
otros factores, entre los que podemos destacar las bajas
temperaturas, el tiempo de contacto entre el desinfectante
y los microorganismos, turbidez del agua, compuestos
orgánicos insaturados, agentes reductores, etc. Algunos
368 PARTE III. Protección de la salud
compuestos naturales del tipo de los ácidos húmicos reaccionan
fácilmente con el cloro, produciendo hidrocarburos clorados
como los trihalometanos que pueden resultar tóxicos.
El cloro libre es un desinfectante que destruye los
microorganismos patógenos mediante la oxidación de nuchos
de sus componentes orgánicos. Por esta razón, para que se
alcance la desinfección del agua decimos que se debe añadir
suficiente concentración de cloro activo como para oxidar la
materia orgánica. Esta concenüación de cloro necesaria para
eliminar la materia orgánica oxidable por el cloro, y, por
consiguiente, los microorganismos presentes, es lo que se
denomina demanda de cloro de un agua.
La oxidación de la materia orgánica en el agua la podemos
describir de forma sencilla en dos etapas:
1. Se produce una reacción reversible entre el cloro libre y las
sustancias orgánicas, formándose cloro residual combinado
(CRC). Las sustancias orgánicas que tienen radicales amino,
así como el amomaco, originan cloraminas, mientras que el
resto de sustancias orgánicas dan lugar a la formación de
compuestos organoclóricos:
Materia orgánica + CRL CRC (cloraminas y
compuestos organoclóricos)
NH3 + CRL CRC (cloraminas)
Como estas reacciones son reversibles, se puede volver
a liberar CR L, por lo que las cloraminas, aunque son menos
efectivas que el cloro libre, conservan una cierta capacidad
de desinfección que las hace muy inte resantes desde el
punto de vista sanitario por su efecto residual a largo plazo.
2. Si existe suficiente cantidad de cloro libre, la materia
orgánica que se encuentra en forma de CRC reaccionará
con él, descomponiéndose por oxidación hasta la
formación de compuestos sencillos, y reduciéndose el
cloro a ión cloruro.
CRC + CRL —B [Compuestos sencillos de C, N, ...J +
2Cl"
Podríamos hacer una simplificación diciendo que
primero se gasta cloro en la forrnación de CRC y
posteriormente se gasta más cloro para la oxidación
completa de la materia orgánica.
Para determinar la demanda de cloro, se puede ir
añadiendo al agua un clorógeno, una solución de
hipoclorito sódico por ejemplo, a la dosis necesaria para
oxidar todos los compuestos inorgánicos y orgánicos
reducidos que contenga el agua. Al final del proceso en el
agua deberá quedar la concenfración deseada de CRL. Si
se representa gáficamente el cloro que queda en un agua,
tras un tiempo mínimo de contacto de 30 min, en función
de la dosis de clorógeno añadido, se podría observar una
curva de cloración al punto de ruptura como la de la figura
29-3, en la que se pueden apreciar varias fases.
De la fase A de la curva son responsables
determinados compuestos i_norgánicos, como el hierro y
el manganeso, que reaccionan con el cloro libre,
reduciéndolo a cloruro.
La fase B de la curva es reflejo de la formación de
compuestos organoclóricos y cloraminas. Al seguir
incrementando el cloro añadido, estos compuestos se
oxidan, con la consiguiente disminución de CRC en la fase
C, ya que, como se indicaba anteriormente, en esta etapa
se utiliza la capacidad oxidante del cloro que se encuentra
combinado (fase B), además del cloro libre que se va
añadiendo.
 CAPÍTULO 29. Servicios de abastecimiento de aguas de consumo
369

FIGURA 29-3. Curva de cloración al punto de ruptura. CRC, cloro residual combinado; CRL, cloro residual libre; ms, margen
de seguridad.
 CAPÍTULO 29. Servicios de abastecimiento de aguas de consumo 370
Después, la curva cambia de tendencia, por lo que el
punto de inflexión se denomina punto de n.ptura o break
point, y a partir del cual no quedarán sustancias que puedan
reaccionar con el cloro, y la adición de más cloro se reflejará
como un aumento proporcional de CRL (fase D).
La cantidad de cloro necesaria para alcanzar el punto de
ruptura es la demanda de cloro del agua, y deberá calcularse
tantas veces como sea necesario en función de las
fluctuaciones de calidad que puedan ocurrir. Al alcanzar el
punto de ruptura se considera que el agua está potencialmente
desinfectada; sin embargo, en la práctica se añade un exceso
de cloro, denominado margen de segwidad, para evitar las
contaminaciones que se pudieran producir durante el
almacenamiento y distribución, para completar la oxidación
de algunos compuestos orgánicos dificiles de degradar, y para
los propios usos sanitarios del agua. Este exceso está
determinado en la normativa vigente, indicándose como valor
paramétrico 2 mg/ I de cloro combinado y 1 mg/ I de cloro
libre, por lo que no se pueden superar estas concentraciones.
Comparado con olios desinfectantes, el cloro es en general
fácil de manejar y no resulta caro desde un punto de vista
económico. Se puede usar de múltiples formas: cloro gas,
dióxido de cloro, hipoclorito de calcio o de sodio, o la gene
ración de cloro mediante electxocloración a partir de cloruro
sódico. Cada aplicación puede resultar más o menos efectiva
dependiendo de las características fisicoquímicas del agua,
pero en todo caso se debe buscar un efecto residual durante el
mayor plazo posible.
Según el momento en el que se aplique, se puede hablar de
cloración previa o de cloración subsiguiente. La cloración previa,
o precloración, consiste en añadir el clorógeno a la entrada del
agua a la planta de tatamiento, y aunque tiene la ventaja de que
favorece el proceso de coagulación y elimina los organismos que
suelen obstruir los filtros de arena, la demanda de cloro es mucho
mayor y, por consiguiente, puede favorecer la producción de
derivados del cloro no deseables desde el punto de vista sanitario.
La cloración subsiguiente, o posdoración, es la que se realiza
después del proceso de filtración. Lo habitual es añadir parte
del cloro en precloración, completando el resto de cloro
necesario en poscloraClón.
Cuando el agua presenta problemas de olor y sabor
debidos a una elevada carga de materia orgánica, se suele
realizar una supercloración, que consiste en la adición de una
cantidad de clorógeno muy superior a la demanda de cloro
del z agua. De esta forma se consigue eliminar un mayor
número 0 de sustancias orgánicas que permanecerían después
del punto de ruptura, y se requiere un menor tiempo para la
desinfección. Posteriormente será preciso eliminar el exceso
de cloro con agentes neutralizantes aprobados en la
normativa vigente, tales como anhídrido sulfuroso, bisulfito
y metabisulfito sódicos, sulfito cálcico o sódico, o mediante
el empleo de carbón activo.
El control de la cloración del agua, tanto en las
instalaciones de fratamiento como en la red, debe hacerse
con la frecuencia que señala la normativa vigente. Para la
determinación de cloro en el agua, denominada clorometría,
se debe emplear el método del DPD (dietil-p-
fenilendiamina), ya que permite cuantificar tanto el CRL
como el CRC. Con frecuencia se utiliza el método de la 0-
tolidina, que presenta el inconveniente de no permitir una
cuantificación exacta del CRL, lo cual es imprescindible para
garantizar una adecuada cloración del agua. Por esta razón
siempre es recomendable utilizar el método del DPD.
Fluoración
La adición de flúor al agua de abastecimiento ha sido un
tema rnuy controvertido, desde su recomendación en la
década de 1940 para reducir la caries dental en la población.
Algunos estudios sugieren que la presencia de flúor en el agua
a unos niveles enfre 0,6 y 1 mg/ I reduce la caries dental en la
población infantil, y además, aunque hay evidencias
contradictorias, reduciría el endurecimiento de las arterias y
podría estimular la formación de hueso en el tratamiento de
la osteoporosis. La fluoración de las aguas de suministro se
mició con especial interés en Estados Unidos y en numerosos
países europeos, llegando a alcanzar a más de 250 millones
de habitantes. Sin embargo, a pesar de los beneficios
sanitarios demostrados, este üatamiento no se realiza en
muchas poblaciones por falta de un control adecuado que
garantice que no se produce accidentalmente superfluoración,
debido a que su consumo a concentraciones próximas a 5 mg/
I durante períodos prolongados de tiempo se ha relacionado
fundamentalrnente con la fluorosis dental.
La fluoración se debe efectuar después de procesos como
la coagulación-floculación o tratamiento con carbón activo
que eliminarían el flúor. Los compuestos de flúor más
utilizados para la fluoración de las aguas de abastecimiento
son el fluorosilicato de amonio, el fluoruro cálcico, el
fluoruro sódico y el ácido fluorosilícico, caracterizados todos
ellos por producir ión fluoruro en el agua. La concentración
final de flúor en el agua debe estar lo más próxima a 1 mg/ I
y tiene que conüolarse asiduamente. La normativa vigente
señala como valor paramétrico 1,5 mg/ l.
ALMACENAMIENTO Y
DISTRIBUCIÓN
Una vez que el agua tiene una calidad adecuada para su
consumo, debe trasladarse hasta el consumidor a través de
una red de conducciones, de tal forma que el suministro
resulte constante y suficiente, y para ello es preciso disponer
en primer lugar de un servicio de almacenamiento y, si fuera
necesario, de una estación de bombeo. El sistema de
distribución debe responder a numerosos problemas e incluso
prever variaciones estacionales y futuras en relación con la
demanda. El servicio de almacenamiento y bombeo debe
garantizar un suministro constante incluso en las horas del día
en las cuales aumenta la demanda, además de constituir una
reserva en caso de problemas en la planta de tratamiento y
compensar algunas variaciones en la calidad del agua, cuando
ésta procede de más de un origen.
 CAPÍTULO 29. Servicios de abastecimiento de aguas de consumo 371
El almacenamiento se efectúa en depósitos cerrados, con un
tamaño que garantice como mínimo unas 12 a 24 h de suministro.
Es recomendable la presencia de dos tanques para poder efectuar
tareas de mantenirniento y limpieza sin tener que interrumpir el
suministro. Además, debe asegurar una fuerza hidráulica
suficiente para producir una presión capaz de impulsar el agua a
los edificios rnás altos sin causar daños en los aparatos
domésticos conectados a la red de abastecirniento. A menudo es
preciso recurrir a la construcción de torres de agua, cuya misión
es la misma que la de los tanques de almacenamiento, pero
mucho más pequeños. Generalmente se construyen en zonas
elevadas o bien, cuando se üata de una zona llana, sobre torres de
al menos 30 m
de altura. Las estaciones de bombeo permiten corregir desniveles
entre las fuentes de captación y la planta de tratamiento o entre
ésta y los depósitos de servicio.
La normativa vigente establece que los materiales de
construcción, revestimiento, soldaduras y accesorios de las
conducciones del agua e instalaciones de almacenamiento no
transmitirán al agua sustancias o propiedades que contaminen o
empeoren su calidad.
Las tuberías de la red de abastecimiento deben instalarse
subterráneas e ir siempre por encima de las de saneamiento. La
construcción de la red de distribución puede ser ramificada,
mallada o mixta. En las redes ramificadas, las conducciones se
van bifurcando, por lo que existen muchos puntos terminales en
los que queda estancada el agua y puede llegar a consumirse el
agente desinfectante, con el consiguiente riesgo de
contaminación. En las redes malladas no existen puntos
terminales, ya que todos los puntos terminales están conectados
entre sí. Este tipo de redes evitan que, en el caso de una avería en
la red de distribución, alguna zona amplia de la población quede
desabastecida, pues el agua podrá circular a través de otro
camino. En la legislación española se especifica que la red de
distribución deberá ser mallada. Dado que la mayoría de las
viejas redes de disüibución se construyeron siguiendo el esquema
ramificado, las redes suelen ser con frecuencia de tipo mixto, es
decir, hay zonas ramificadas, pero en aquellas zonas donde se han
efectuado nuevas acometidas o algún tipo de obra se han
efectuado conexiones de tal forma que la red es parcialmente
mallada.
CONTROL DE CALIDAD
Los municipios serán los responsables de velar por la calidad
del agua que se suministra a la población. En el caso de que
cualquier proceso sea realizado por un gestor o gestores distintos
del municipio, serán éstos los responsables de velar que se
cumple la legislación.
El control y la vigilancia de la calidad del agua para
consumo público se regulan en el citado Real Decreto
140/2003 en el que se consideran los siguientes apartados:
Autocontrol del agua de consumo, que corresponde a la empresa
suministxadora.
2. Vigilancia sanitaña, que deberá ser efectuada por las
autoridades sanitarias.
3. Control del agua en el grifo del consumidor, que es
responsabilidad de las autoridades municipales.
Los puntos de muestreo para el autocontrol en la red de
distribución se establecen de la siguiente forrna:
1. Uno a la salida de la estación de tratamiento o depósito
de cabecera.
2. Uno a la salida del depósito regulador y/o
distribuClón.
3. Uno en cada uno de los puntos de entrega enfre los
distintos gestores.
4. En la red de distribución (1 cada 20.000 m3 /día).
Las empresas proveedoras y/o distribuidoras de aguas
potables son las responsables de que el agua suminisüada
posea unas características de potabilidad que garanticen su
consumo sin ningún riesgo. Dichas empresas están
obligadas a efectuar su control y a mantener un registro
con las incidencias y resultados de todos los análisis
realizados, así como de su informe a la administración
sanitaria. En la normativa se establecen los análisis para el
autocontrol, que son:
Examen organoléptico: olor, sabor, color y turbidez.
2. Análisis de control, que incluye:
a) Parámetros básicos: olor, sabor, turbidez,
color, conductividad, concentración de ión
hidrógeno o pH, amonio, Escherichia coli y
bacterias coliformes.
b) Parámetros que al menos se determinarán a la
salida de la estación depuradora o salida del
depósito de regulación y/o distribución: hierro,
aluminio, recuento de colonias a 22 0 C,
Clostñdium perfringens.
c) Parámetros en función del proceso de
desinfección:
nitritos, cloro residual libre, cloro residual
combinado.
3. Análisis completo: todos los parámetros que figuran en
la reglamentación vigente.
En la normativa se establece el control en el grifo del
consumidor, cuyos parámeüos son: olor, sabor, turbidez,
color, conductividad, pH, amonio, E. coli y bacterias
coliformes, cobre, cromo, níquel, hierro, plomo, CRL y/o
CRC.
Igualmente, se establece el número mínimo de tomas
de rnuestxas y la periodicidad con la que deben realizarse
el autoconüol y el control en el grifo del consumidor.
372 PARTE III. Protección de la salud

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