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Introducción
Amado hermano, hoy empezaremos una serie de estudios sobre el liderazgo, el
Señor nos ha estado hablando sobre la necesidad de despertar y desarrollar el
liderazgo de su pueblo, la escritura nos revela que hemos sido llamados para
ser cabezas y no colas, para prestar y no pedir prestado, para dar y no pedir,
para ser ejemplo y no tropiezo, para bendecir y no maldecir, para ser
prosperados y no “arruinados”, para ser vencedores y no perdedores, pero que
frustrante es cuando la realidad que vivimos es todo lo contrario, y en vez de
estar por cabezas estamos por cola, en vez ser prosperados, estamos en crisis,
¿sabes por que? ¡Porque conocemos muy poco el propósito que Dios tiene
para nosotros! Pero hoy podemos empezar a cambiar, hoy mismo podemos
tomar el lugar que Dios tiene para nosotros.
Lo que la palabra de Dios dice que somos
1 Pedro 2:9 Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de
aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Amado hermano, nota que ahí no dice “seréis”, dice sois, así es, tu y yo somos
“la crema y nata del universo”, tu no eres un cualquiera, ¡no, no, y no! la versión
antigua dice en 2 Pedro 3:1 y en 1 Juan 3:21 que somos carísimos, así es,
somos los mas caros del universo, porque hemos sido comprados por la
preciosa sangre de nuestro Señor Jesucristo, ahora no importa nuestro origen
en la tierra (aunque hayamos nacido en la peor de las familias, aunque nuestros
antepasados hayan sido lo peor de la tierra), por la sangre de Cristo hemos sido
redimidos (1 Pedro 1:18), y ahora somos un pueblo único de Reyes y
Sacerdotes para Dios (Apocalipsis 1:6).
Nuestra Realidad versus Las Promesas
Una cosa es nuestra posición legal según las promesas de Dios, (las
promesas de Dios son si y amen), pero otra cosa es nuestra posición real de
esas promesas, por ejemplo, la Biblia dice que en Cristo somos más que
vencedores (Romanos 8:37), esta es una promesa que nos asegura que
debemos ser más que vencedores, pero paradójicamente muchas veces
nuestra posición real es que estamos en derrota, y a pesar que tenemos la
declaración bíblica que somos una cosa, en la realidad somos otra. La Biblia
declara que somos “Reyes y Sacerdotes”, y como tales deberíamos disfrutar de
una vida en abundancia aquí en la tierra, en el antiguo pacto, los reyes y
sacerdotes disfrutaban de lo mejor de las naciones, y ahora debería ser mucho
mas porque estamos en un nuevo y mejor pacto (Hebreos 8:6), el mismo Señor
Jesús declaró “yo vine para que tengan vida, y vida en abundancia” (Juan
10:10), pero muchas veces la realidad es que los reyes andan como siervos, tal
como lo declara la escritura:
Eclesiastés 10:7 He visto siervos a caballo y príncipes caminando como
siervos sobre la tierra.
Que tremendo, príncipes caminando como siervos, esto no debería ser así, la
culpa es nuestra por no conocer el propósito de Dios, pero hoy empezaremos a
renovarnos y tomar la posición que Dios ya ha declarado que tenemos en Cristo
nuestro Señor.
Deuteronomio 28:13 Y te pondrá el SEÑOR a la cabeza y no a la cola, sólo
estarás encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del
SEÑOR tu Dios que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente;
La palabra para cabeza es en hebreo Rosh (strong #7218) que entre sus
acepciones significa capitán, jefe, el primero, el principal, el líder. ¿Sabes por
qué debemos ser cabezas? ¡Porque nuestro Señor Jesucristo es cabeza de
toda la creación!, y nosotros somos parte de él, estamos “EN EL”, somos su
Iglesia, su cuerpo, la plenitud de él:
Efesios 1:22 Y todo sometió bajo sus pies, y a Él lo dio por cabeza sobre
todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que
lo llena todo en todo.
Amado hermano, como miembros de la Iglesia de Cristo tenemos que ser
cabezas, él nos ha dado su autoridad, no dice que nos dará, ya la tenemos
(Lucas 10:19), y nos ha dado las armas (la palabra y el Espíritu) para manifestar
su gloria a la creación, si amado hermano, él Señor quiere que nos paremos
firmes ante la pobreza, ante la escasez, ante la mediocridad, ante la
irresponsabilidad, y que venzamos, porque estamos en él y en él somos mas
que vencedores, él quiere que tomemos la vida en abundancia que él nos ha
dado ya, que empecemos a desarrollar el liderazgo que ha puesto en nosotros,
y que lo impongamos en esta tierra, y aunque el diablo como un gigante Goliat
se levante para amedrentarnos, debemos saber que mayor es el que esta en
nosotros, y en el nombre de Jesús y por su Espíritu Santo derribaremos todo
gigante y toda fortaleza que se levante contra nosotros (2 Corintios 10:4).
Cambiemos nuestra forma de pensar
Lo primero que debemos entender es que uno vive de acuerdo a lo que piensa,
la escritura declara en Proverbios 23:7 que “como piensa dentro de si la
persona, así es”, y Romanos 12:2 nos dice que renovemos nuestra mente para
entender la voluntad de Dios, en la versión Dios Habla Hoy dice, “cambien su
manera de pensar para que así cambien su manera de vivir”. Dios declara en su
palabra que somos líderes, nuestra confesión debe ser “yo seré lo que Dios
dice que soy”. Para vivir en esa realidad debemos renovar nuestra mente a
través de la palabra de Dios. Cuando Moisés murió, Dios levanto a Josué como
líder del pueblo de Israel, y Josué pudo desarrollar su liderazgo y vivir en el
propósito de Dios, porque meditaba de día y de noche en la palabra, y la ponía
por obra (Josué 1:8), esto le permitió ser un conquistador y tomo la vida en
abundancia que Dios les había dado, el pudo vivir Deuteronomio 28:13 de ser
cabeza y no cola porque guardaba la palabra, y por eso pudo declarar::
Josué 21:45 No faltó ni una palabra de las buenas promesas que el SEÑOR
había hecho a la casa de Israel; todas se cumplieron.
La palabra nos exhorta a que debemos vivir una vida victoriosa como la de
nuestro Señor, y para eso debemos pensar como él pensaba, que bendición
saber que en 1 Corintios 2:16 la palabra declara que tenemos acceso a la
mente de Cristo, es decir, esta a nuestra disposición para que podamos vivir
una vida igual que la suya, pero esto solo lo lograremos a través de meditar y
poner por obra su palabra. En la medida que meditamos en la palabra y la
ponemos por obra, la vida de Cristo se empieza a manifestar en la nuestra, y
pasamos de ser unos perdedores a ser unos victoriosos, pasamos de ser cola,
a ser cabeza, pasamos de pedir, y empezamos a dar, pasamos de pedir
prestado, a prestar, y en cada situación de la vida empezamos a dar gloria a
Dios sabiendo que todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios.
Amado hermano, tú eres un líder, no dejes que el diablo te diga lo contrario.
En el siguiente estudio continuaremos hablando sobre el liderazgo, como
desarrollarlo para vivir nuestra vida en el propósito de Dios.
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