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44 Cesárea E. González Bosquet, L. Amat Tardiu y J.

González-Merlo

La cesárea es una intervención obstétrica en la que se extrae el TABLA 44-1  Tasa de cesáreas por total de partos
feto y la placenta a través de una incisión realizada en la pared
abdominal y otra en el útero. Año 1990 (%) Año 2014 (%)
A lo largo de los años, la cesárea ha experimentado impor- Latinoamérica y Caribe 22,8 40,5
tantes cambios en la técnica quirúrgica, en la frecuencia y en Norteamérica 22,3 32,3
sus indicaciones, tanto maternas como fetales. Oceanía 18,5 32,6
En los siglos xviii y xix, la cesárea implicaba una elevadí- Europa 11,2 25
sima mortalidad materna, por lo que se practicaba en casos Asia 4,4 19,5
África 2,9 7,4
excepcionales, desesperados, con la finalidad de salvar al niño.
La introducción de la sutura de la pared uterina (Max Sanger,
en 1889), de la práctica de la incisión uterina en el segmento
inferior (Krönig, en 1912) y de la incisión transversa en el seg- (parto de nalgas, cesárea anterior, gestaciones múltiples, rotura
mento inferior del útero (Kerr, en 1926) supuso una importante prematura de las membranas y otras).
disminución de la mortalidad materna. Ya en el año 1980 un grupo de expertos de la Organización
Finalmente, la introducción de los antibióticos, de la trans- de las Naciones Unidas, y posteriormente autoridades sanitarias
fusión de sangre, el perfeccionamiento de los métodos anes- de algunos países, numerosas comisiones de expertos, reunio-
tésicos y la modificación ulterior de algunas técnicas quirúrgicas nes científicas y congresos, elaboraron una serie de normas
han conseguido que la cesárea pase de ser una operación que y protocolos con la finalidad de disminuir el porcentaje de
condenaba a la mujer a la muerte con una gran probabilidad, cesáreas practicadas (1,5-9). Sin embargo, en la mayoría de los
a una técnica que, en la actualidad, es demandada por algunas casos no se ha conseguido obtener los resultados pretendidos.
mujeres en sustitución del parto vaginal. En un estudio (10) realizado en 150 países, el 18,6% de los
Paralelamente, ha aumentado la frecuencia de la práctica partos finaliza con una cesárea. El porcentaje de cesáreas varía
de la cesárea y se han ido modificando las indicaciones, tanto de forma notable según la región geográfica: en los lugares con
maternas como fetales. menor desarrollo económico es del 6%, frente al 27% en las
regiones más desarrolladas (tabla 44-1). Latinoamérica presen­
ta el índice más alto, con un 40%, seguida de Norteamérica
FRECUENCIA con un 32,3%, Oceanía con un 31%, Europa con un 25%, Asia con
un 19,2% y África con un 7,3%. Al analizar el período com-
Hasta el año 1970, la tasa de la operación de cesárea para ter-
prendido entre 1990 y 2014, se observa un incremento del
minar la gestación y el parto era baja, no superaba el 5,50%
índice de cesáreas de un 12,4% (pasó del 6,7 al 19,1%), y este
del total de partos. Durante las décadas de 1970 y 1980, la tasa
incremento se ha observado en todas las regiones estudiadas,
de cesáreas se incrementó enormemente (1). En los Estados
manteniéndose la diferencia observada entre países según su
Unidos pasó del 4,5% en el año 1965 al 24,7% en 1988 (2,3),
desarrollo económico (10). En España, la tasa de cesáreas se ha
y en España pasó del 4% en el año 1970 al 14,0% en el año
ido incrementando de forma progresiva, del 14% en 1990 al
1990. Este ascenso de la tasa de cesáreas se asoció en principio
19,3% en el año 2000. Desde 2010 hasta 2014 la tasa de cesáreas
a una importante disminución de la mortalidad perinatal; pero
se ha mantenido estable en España, un 25% aproximadamente
posteriormente no fue así, siguió incrementándose la tasa de
según el portal estadístico del Sistema Nacional de Salud (11).
cesáreas y la mortalidad perinatal permaneció estacionaria. En
No está claro si existe una predisposición familiar a experi-
1983, O’Driscoll y Foley (4) estudiaron en la National Mater-
mentar una cesárea. Algunos estudios lo afirman y mantienen
nity de Dublín la asociación entre el incremento de la tasa
que puede obedecer a factores hereditarios, ambientales o
de cesáreas y la mortalidad perinatal, comparándolas con los
ambos (12).
resultados obtenidos en los Estados Unidos, y comprobaron
En varios estudios se ha comunicado que la tasa de cesáreas es
que en la National Maternity de Dublín la mortalidad perinatal
superior en los hospitales privados que en los públicos (9,12-15).
descendió de 42,1 a 16,8/1.000 nacidos, manteniéndose inva-
riable la tasa de cesáreas, mientras que en los Estados Unidos
la mortalidad perinatal permanecía constante mientras la tasa INDICACIONES
de cesáreas se incrementaba.
Habitualmente se distinguen cuatro grupos de indicaciones:
Las tasas de cesáreas comunicadas al final de la década de
1980 fueron consideradas excesivamente elevadas por parte 1. Distocias. Comprende las indicaciones resultantes de las
de muchos expertos. Un grupo de expertos en Estados los Unidos, dificultades originadas por la relación entre el tamaño de la
en el año 2000, consideró que el 15% del total de partos era pelvis materna y la presentación cefálica del feto, la anormal
la tasa de cesárea idónea. En 1985, la Organización Mundial situación y posición fetal, así como alteraciones funcionales
de la Salud estableció: «No hay justificación para que ninguna del parto con feto normal en presentación cefálica flexio-
región tenga un porcentaje de cesárea superior al 10-15%» (5). nada. Este grupo representa aproximadamente el 30% de
Sin embargo, es difícil de establecer cuál debe ser la tasa todas las indicaciones de cesárea (1). En España, en una
óptima de cesáreas, ya que son muchos los factores que pue- encuesta realizada en el año 2000 (16), el grupo de distocia
den condicionarla, tales como el tipo de población asistida, la representó el 39,55% de todas las indicaciones de cesárea.
dotación de medios de que disponen los centros de asistencia, 2. Cesárea anterior. Representa entre el 25 y el 30% de todas
la formación del obstetra, si el hospital es público o privado, y las indicaciones de cesárea (1). En España, en la encuesta
los protocolos de asistencia frente a determinadas situaciones referida, fue del 15,52% (16).

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658 PARTE VI Operaciones obstétricas



3. Sospecha de pérdida del bienestar fetal. Representa entre el 10 y las siguientes conclusiones: si no existen contraindicaciones
el 15% (1); en la encuesta española señalada del año 2000 para el parto vaginal, es razonable el intento de parto por vía
fue del 20-50% (16). vaginal en mujeres con cesárea previa, si la cesárea anterior
4. Presentación de nalgas. Representa alrededor del 10-15% (1); fue realizada con incisión transversal baja en el útero, como
en la encuesta española, el 15,74%. es habitual actualmente, y el parto vaginal se realiza con un
control adecuado tanto del feto como la gestante, en un centro
En la práctica resulta útil distinguir dos grupos entre las
y por un equipo capaz de realizar una cesárea urgente y que
diferentes indicaciones de las cesáreas:
disponga de obstetras, anestesistas y pediatras cualificados.
1. Indicaciones absolutas, en las que, según los conocimientos Las mujeres candidatas a parto vaginal tras cesárea deben ser
actuales, existe consenso en considerar que son necesarias informadas del aumento de los riesgos y de los beneficios
en beneficio del conjunto madre-feto. maternos que genera el parto vaginal. Resultados semejantes
2. Indicaciones relativas o discutibles, sobre las que no existe se exponen en otras recientes publicaciones (25,26). En cam-
consenso. bio, cuando existen dos cesáreas previas, en general se acepta
realizar una tercera cesárea (27).
• Sospecha de pérdida del bienestar fetal.
Indicaciones absolutas • Fiebre intraparto.
Se incluyen en este grupo: • Macrosomía fetal. El American College of Obstetricians and
Gynecologists (ACOG) aconsejó que la cesárea profiláctica
• Anomalías marcadas de la pelvis que acortan ampliamente podía realizarse cuando se sospeche que el peso es superior a
los diámetros pélvicos. 5.000 g y no haya diabetes materna, y si pesa más de 4.500 g
• Situaciones transversas del feto. en gestantes diabéticas (28,29) (nivel de evidencia C, consen-
• Pérdida aguda del bienestar fetal. so y opinión de expertos). Sin embargo, existe controversia
• Placenta previa central o marginal con intensa hemorragia. sobre practicar una cesárea cuando se sospecha que el peso
• Enfermedades maternas que desaconsejan el parto vaginal. del feto excede los 4.250 g, como se expone en el capítulo 28.
Como advierte el mismo ACOG, los datos expuestos no están
establecidos por estudios prospectivos aleatorios (22,28). Se
Indicaciones relativas ha debatido la posibilidad de practicar cesárea a gestantes con
En este grupo se incluyen numerosas situaciones obstétricas, prematuros de poca edad, cuando sea necesario interrumpir
en las cuales, según las condiciones de cada caso, unas veces el embarazo, ya que se ha demostrado que la mortalidad
se practica una cesárea y otras se espera el parto vaginal (17). neonatal es inferior tras la cesárea entre las semanas 22 y 25
Las principales indicaciones relativas son: que con la vía vaginal. Por el contrario, el riesgo materno es
superior, como ya hemos expuesto, en la cesárea (30).
• Desproporciones cefalopélvicas, después de una prueba de
• Gestaciones en mujeres tratadas hasta entonces por inferti-
parto fallida, como se expone en detalle en el capítulo 20.
lidad o esterilidad.
• El parto de nalgas en algunas ocasiones puede requerir la
• Factores adversos interdependientes (1). El aumento de la
práctica de una cesárea por el bien del feto, como se expone
edad materna se asocia a un incremento de la tasa de cesárea;
en el capítulo 17.
varios estudios han observado una elevación progresiva en
• Cesárea anterior. Clásicamente se consideró que «una vez cesá-
el índice de cesáreas a medida que aumenta la edad (31,32).
rea, siempre cesárea». En cambio, en la actualidad se calcula
En este grupo puede incluirse también el parto prolongado.
que en el 60-80% (18) de las mujeres sometidas a cesáreas,
• Cesárea a demanda. En ocasiones es la propia gestante la que
el siguiente parto se realiza por vía vaginal. En numerosas
solicita la práctica de la cesárea para terminar el embarazo.
publicaciones se destacan las ventajas del parto vaginal tras
En estos casos, el obstetra debe informar detalladamente a
una cesárea anterior frente a una cesárea electiva. Las principa-
la mujer de los riesgos, para la madre y el feto, de la cesárea,
les ventajas son el restablecimiento más rápido, una estancia
advirtiéndole de que, aunque estos son muy bajos, son aún
hospitalaria más corta, y menor frecuencia de fiebre intraparto
menores los que acompañan al parto vaginal; sin embargo,
y de transfusión de sangre (18). En contrapartida, el fallo de
es mucho lo que ignoramos sobre los riesgos y los benefi­
intento del parto vaginal se asocia, según dos importantes
cios de las cesáreas (33). En una encuesta realizada a los socios
metaanálisis (19,20), con la siguiente morbilidad: en primer
de la SEGO, el 24% están dispuestos a practicar una cesárea
lugar, la rotura uterina es una complicación de baja inci-
programada a una gestante normal, el 93% están dispues-
dencia, de aproximadamente el 1%, aunque según algunas
tos a practicar una cesárea a una primípara con el feto en
estadísticas es aún menor, por debajo del 1% (21); en segundo
presentación de nalgas, y el 81% si se trata de una multípara
lugar, el riesgo de secuelas neurológicas de los neonatos, aun­
en presentación de nalgas (24). En general, existe un número
que no se conoce con exactitud, se supone que es muy bajo;
difícil de evaluar de obstetras dispuestos a realizar una cesá-
en tercer lugar, la mortalidad perinatal oscila entre el 0 y el 1%,
rea en ausencia de indicaciones médicas (34). Existen escasos
de dos a once veces superior que en la cesárea electiva (22);
estudios que valoren el número de mujeres que prefieren la
y finalmente, el índice de Apgar anormal a los 5 minutos
cesárea a un parto vaginal, pero la mayoría optan por el parto
ocurre con el doble de frecuencia que en los partos termina-
vaginal y las que se inclinan por la cesárea es generalmente
dos por cesárea electiva (22). En un estudio retrospectivo de
porque presentan una complicación durante la gestación o
cohortes, publicado en 2004 (23), con 308.755 mujeres con
han tenido una mala experiencia en un parto anterior (35).
parto previo de cesárea entre 1988 y 2000, se encontró una
tasa significativamente más alta de rotura uterina (0,65%),
transfusión (0,19%) e histerectomía (10,10%) en el grupo CLASIFICACIÓN
de mujeres que dieron a luz por vía vaginal; en cambio,
Se distinguen distintos tipos de cesáreas, según el momento
la mortalidad materna fue más baja, 1,6/100.000 frente a
en que se realizan:
5,6/100.000, en el grupo de cesárea electiva. En un protocolo
sobre parto vaginal tras cesárea elaborado por la Sociedad 1. Cesáreas electivas o programadas, que son aquellas que se
Española de Obstetricia y Ginecología (SEGO) en 2010 (24), realizan sin esperar al comienzo espontáneo del parto.
después de analizar detenidamente las principales ventajas y 2. Cesáreas intraparto, que como su nombre expresa, se realizan
riesgos, tanto del parto vaginal como de la cesárea, se llega a durante el parto.

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Cesárea 659


Según las causas por las que se realizan las cesáreas, pueden
ser por indicación materna, fetal o mixta, y por indicación 44
absoluta o relativa.
Según la técnica quirúrgica se distinguen:
1. Cesárea corporal, en la que se practica una incisión, habi-
tualmente vertical, en el cuerpo uterino, aunque la incisión
también puede ser transversa; en la actualidad este tipo de
cesárea está casi totalmente abandonada.
2. Cesárea segmentaria, con incisión transversa en el segmento
uterino, que en la actualidad es la habitualmente practicada,
pero la incisión también puede ser vertical o en «T» invertida.
Según la vía de abordaje, la cesárea puede ser:
1. Transperitoneal, en la que se llega al útero a través de la
cavidad abdominal, que es la técnica actualmente utilizada.
2. Extraperitoneal, que se realiza a través de la pared abdomi-
nal, pero sin penetrar en la cavidad abdominal.
3. Vaginal, en la que el abordaje se hace a través de la vagina. Figura 44-1.  Incisión de Pfannenstiel.

Las dos últimas han sido totalmente abandonadas.


de ejecutar que la incisión transversa. En contrapartida, sus
resultados estéticos son muy inferiores a los de la técnica de
TÉCNICA QUIRÚRGICA Pfannenstiel y principalmente por ello ha sido relegada a un
La cesárea, además de los cuidados comunes a toda interven- segundo plano.
ción quirúrgica, necesita una anestesia adecuada y un equipo Durante algún tiempo se mantuvo que el riesgo de dehis-
de reanimación especializado para el recién nacido. cencia de la herida operatoria era superior que con la incisión
Es aconsejable también que la gestante esté en decúbito supi- transversa. Sin embargo, existen trabajos retrospectivos que
no, en ligera posición de Trendelenburg, con una inclinación analizan un gran número de cesáreas y concluyen que no hay
de alrededor de 15° a la izquierda para evitar la compre­ diferencia significativa en la tasa de dehiscencias entre la inci-
sión de los grandes vasos, y con sondaje vesical. sión vertical y la técnica de Pfannenstiel (39), probablemente,
en gran parte, por la introducción de nuevos materiales de
sutura como el ácido poliglicólico (34).
Incisión en la piel Tampoco se ha confirmado que exista una mayor tasa de
adherencias tras la incisión vertical que en la operación de
Se han propuesto dos tipos de incisiones en la piel para la Pfannenstiel en las pacientes obstétricas y ginecológicas (40).
práctica de la cesárea: la transversa y la vertical. En conclusión, la incisión transversa tipo Pfannenstiel es la
La elección del tipo de incisión en la piel para la práctica de incisión cutánea de elección para la mayoría de las cesáreas (en
la cesárea se apoya fundamentalmente en los siguientes factores: más del 90% de los casos) (34). La incisión vertical debe quedar
acceso al campo quirúrgico, mínima morbilidad, resultado reservada para casos concretos, especialmente para cesáreas
estético y urgencia de la operación (34). urgentes en beneficio del feto, de la madre o de ambos, si se
La incisión transversa se empezó a utilizar a finales del si­ sospecha la necesidad de intervención en la mitad superior del
glo xix y fue divulgada por Pfannenstiel (36), argumentando que abdomen o en caso de cicatrices abdominales anteriores.
con ella se eliminaban las hernias abdominales.
En la técnica propuesta por Pfannenstiel, la incisión en la
piel se realiza a unos 2 cm por encima de la sínfisis del pubis; Separación del peritoneo, que reviste el segmento
la incisión transversa sigue las líneas de fuerza de Langer y tiene
una longitud de 13-14 cm. La grasa y la fascia se seccionan
inferior del útero y la vejiga
transversalmente, haciendo una cuidadosa hemostasia de los Clásicamente, en este tiempo operatorio se incide transversal-
vasos sangrantes. La fascia se separa ampliamente del mús- mente el peritoneo, que recubre el segmento inferior del útero,
culo en la línea media para permitir la separación de ambos por encima del borde superior de la vejiga (aquí es fácil de des-
músculos rectos y abrir verticalmente el peritoneo parietal plazar) y se separa ampliamente del útero, tanto hacia ambos
(fig. 44-1). lados como hacia abajo, separando igualmente el útero de la
La principal ventaja de la incisión de Pfannenstiel es el buen vejiga. La disección se realiza de forma cortante con la ayuda de
resultado estético, lo que ha contribuido fundamentalmente a tijeras y roma con torunda (figs. 44-2 y 44-3). Se crea así una
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la gran extensión de su uso; pero además, esta técnica se asocia bolsa de peritoneo que contiene la vejiga y dentro de ella, en el
a una disminución del dolor postoperatorio y a una menor fondo, está el segmento inferior del útero, fácilmente accesible.
inhibición de la respiración profunda, y raramente incrementa En principio se pensó que, si la bolsa peritoneal se cerraba
el riesgo de hernia inguinal o de lesión del nervio femoral (34). después de extraer el feto y la placenta, la incisión uterina podía
En contrapartida, aumenta el riesgo de hematoma suprafascial. quedar extraperitoneal y así disminuiría el riesgo de infección.
Su principal inconveniente es la incapacidad de ampliar el Sin embargo, en un estudio aleatorizado (41) que incluye 102 ce­
campo operatorio para acceder al abdomen superior. sáreas, en el que se compararon dos grupos, uno en el que
La ampliación de la incisión transversa propuesta por May- se realizó el despegamiento peritoneal como hemos expuesto
lard, a unos 17 cm aproximadamente de longitud, no parece y otro en el que no se realizó despegamiento peritoneal, no
que aporte ventajas sobre la técnica de Pfannenstiel en la prác- se encontró diferencia significativa en la tasa de infecciones;
tica de la cesárea (37,38). en cambio, se halló un descenso significativo del tiempo ope-
La incisión vertical proporciona un buen acceso al campo ratorio y de pérdida de sangre en el segundo grupo. El des-
quirúrgico y puede fácilmente ampliarse hacia arriba y per- pegamiento vesical es útil en algunos casos, como en gestantes
mitir la visión perfecta de la mitad superior del abdomen. con cesárea anterior, en la cuales la vejiga puede estar elevada
Además, es de técnica más simple y, por tanto, más rápida sobre el segmento uterino (42).

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660 PARTE VI Operaciones obstétricas



Figura 44-2.  Separación del peritoneo que reviste el segmento Figura 44-4.  Incisión transversal en el segmento inferior del útero.
inferior del útero. Se tracciona el peritoneo y se seccionan las fibras
que lo unen al segmento inferior uterino, con tijeras.

Figura 44-3.  Se completa la separación del peritoneo, que incluye la


vejiga, con disección roma.

Histerotomía
Se practica una incisión transversa en el segmento inferior del
útero de 2-3 cm (fig. 44-4). Posteriormente se extiende la incisión
inicial a ambos lados hasta obtener la abertura necesaria que
Figura 44-5.  Prolongación roma con los dedos de la incisión
permita la extracción del feto. La extensión de la incisión inicial
transversa en el segmento inferior del útero.
puede realizarse de forma roma con los dedos, como se expone
en la figura 44-5, o con tijeras. Existe controversia sobre cuál de
ambas formas es la más favorable. En un estudio aleatorizado (43), En conclusión, la histerotomía transversa roma en el seg-
realizado en 1994, sobre 296 cesáreas, que comparó ambas for­ mento inferior el útero es la técnica de elección y se realizará
mas de expansión de la incisión inicial, no se encontraron siempre que sea posible.
diferencias significativas entre ambos métodos. En otro estudio
aleatorizado (44) realizado en el año 2001, sobre 945 cesáreas,
se encontró una tasa inferior de pérdida de sangre, de hemo-
Extracción fetal
rragia posparto y de transfusión de sangre en el grupo en que la La extracción de la cabeza fetal puede hacerse con la mano o
extensión de la incisión inicial se realizó de forma roma. instrumentalmente con fórceps o ventosa obstétrica.
La incisión transversa en el segmento inferior del útero es la En la extracción manual se introduce la mano con los dedos
incisión más beneficiosa para la mujer por los siguientes motivos: extendidos y la cara palmar mirando al feto, entre la cabeza fetal
origina menos pérdida de sangre, entraña menor riesgo de rotura y la cara posterior del segmento inferior (figs. 44-6 y 44-7); el
uterina en un parto ulterior, es de fácil sutura y tiene un menor feto se extrae con suavidad ayudándose por una ligera presión
riesgo de adherencia. En contrapartida, es difícil su ampliación en el fondo uterino (figs. 44-8 y 44-9).
sin riesgo de lesión de vasos importantes. En estos casos, la inci- En algunos trabajos (34) se aconseja la extracción instru-
sión puede prolongarse verticalmente en forma de «T» invertida. mental con fórceps o ventosa obstétrica de la cabeza fetal en
Excepcionalmente puede estar indicada de entrada la incisión la cesárea, argumentando que la pérdida sanguínea es menor
vertical en el segmento inferior o en el segmento superior del y la incisión uterina necesaria más pequeña. En cambio, en un
útero, por alteraciones (miomas, adherencias, etc.) que limitan estudio aleatorizado (45) realizado en el año 2000, en el que
la extensión transversa de la incisión en el segmento inferior. se comparan tres grupos de extracción de la cabeza en la cesárea

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44

Figura 44-9.  Una vez extraído el feto, se procede al pinzamiento


del cordón umbilical.

Figura 44-6.  Extracción de la cabeza del feto. (manual, con fórceps o con ventosa obstétrica), no se encon-
traron diferencias significativas en la pérdida de sangre ni en el
riesgo de extensión de la incisión uterina entre los tres grupos.
En las situaciones transversas, la extracción del feto se realiza
mediante tracción de un pie.

Extracción de la placenta
La extracción de la placenta puede realizarse fundamentalmente
por dos procedimientos: extracción manual (fig. 44-10) y por
ligera tracción del cordón umbilical asociada a una suave pre-
sión sobre el fondo uterino.
Clásicamente se aconsejó la extracción manual, argumentando
que acortaba el tiempo operatorio, disminuía la pérdida de san­
gre y reducía el riesgo de retención de restos placentarios (34).
Sin embargo, en una serie de estudios aleatorizados (46-49)
y en un importante metaanálisis (50) se ha demostrado que
la extracción manual de la placenta se asocia con una tasa más
Figura 44-7.  Extracción de la cabeza del feto. alta de endometritis posparto y de pérdidas de sangre que la
tracción suave del cordón umbilical.
En conclusión, según los datos disponibles, la extracción
de la placenta mediante ligera tracción del cordón umbilical
resulta beneficiosa.
Algunos autores han mantenido que estos resultados se pro-
ducen por realizar la extracción manual de la placenta con los
mismos guantes que la extracción de la cabeza fetal, que podría
estar colonizada por microorganismos si las membranas ovula-
res están rotas, pero esta afirmación no ha podido demostrarse.
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Figura 44-8.  Extracción del feto. Figura 44-10.  Extracción manual de la placenta.

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662 PARTE VI Operaciones obstétricas



Cierre de la incisión uterina uterina en un parto vaginal ulterior. En un reciente estudio alea-
torizado no se han observado diferencias significativas en cuanto
Dos detalles de la técnica quirúrgica del cierre de la histerotomía a mortalidad materna y posibles complicaciones en un siguiente
han sido especialmente debatidos: la exteriorización del útero embarazo en mujeres en las que se suturó la histerotomía con
y el empleo de una o dos capas de sutura. una capa o con dos capas de sutura (55).
La exteriorización del útero para el cierre de la histerotomía
ha sido defendida durante algún tiempo por algunos autores
que afirman que facilita la práctica de la sutura y se asocia con
Cierre del peritoneo visceral
una menor pérdida de sangre, y no incrementa la tasa de náu- El cierre del peritoneo visceral se ha aconsejado clásicamente
seas y vómitos. Estos datos han sido evaluados por un estudio con la finalidad fundamental de reducir el riesgo de infección.
aleatorizado y doble ciego (51). No obstante, en un metaanálisis Sin embargo, en un estudio aleatorizado (56) en el que se
de la Cochrane (52), que recoge los estudios en los que se han comparó un grupo de gestantes a las que se practicó el cierre
comparado los resultados de la sutura de la histerotomía con del peritoneo visceral en la cesárea, frente a otro en el que no
la exteriorización, no se encontró diferencia significativa en la se cerró el peritoneo en la cesárea, se encontró un aumento
pérdida de sangre ni en la tasa de infecciones, aunque en algún significativo de cistitis, del uso de antibióticos y del empleo de
caso la exteriorización del útero puede facilitar la práctica de analgésicos en el postoperatorio en el grupo en que se cerró el
la sutura. Los datos de que disponemos en la actualidad no peritoneo. Por tanto, no hay datos que apoyen la necesidad del
avalan la práctica sistemática de la exteriorización del útero cierre del peritoneo visceral.
para suturar la histerotomía (52).
El cierre de la incisión uterina puede realizarse con una o dos Cierre del peritoneo parietal
capas, y la segunda invagina la primera (figs. 44-11 y 44-12).
Se han estudiado las posibles ventajas de realizar la sutura de Clásicamente se ha aconsejado el cierre del peritoneo parietal
la histerotomía en una sola capa. Diversos estudios han comuni- con una sutura continua de material reabsorbible con la finali-
cado un acortamiento del tiempo quirúrgico y una disminución dad de reducir el riesgo de infecciones y de adherencias. En un
de las suturas hemostásicas adicionales (53,54). Se ha debatido si estudio aleatorizado (57) en el que se compararon dos grupos
la sutura en una sola capa podría incrementar el riesgo de rotura de mujeres a las que se practicó cesárea –en uno se cerró el
peritoneo parietal y en el otro no–, se encontró un descenso
significativo del tiempo operatorio, sin aumentar las com-
plicaciones infecciosas. En un metaanálisis de la Cochrane (58)
se encontró, igualmente, un descenso del tiempo quirúrgico,
del coste y de la necesidad de analgésicos en el postoperatorio
inmediato en el grupo de cesáreas en que no se cerró el peri-
toneo parietal, sin aumentar las complicaciones infecciosas.
Tampoco se ha comprobado que el cierre del peritoneo parietal
proteja de la producción de adherencias (55). En estudios realiza-
dos con exploración laparoscópica (59,60), tras algún tiempo de
haberse realizado la cesárea no se han encontrado diferencias en
la producción de adherencias entre aquellas en las que se cerró el
peritoneo parietal y aquellas otras en las que no se cerró.
En conclusión, de los datos actualmente disponibles se extrae
que resulta beneficioso prescindir del cierre del peritoneo parie-
tal en la cesárea.

Cierre de la pared abdominal


Ya se ha expuesto que puede prescindirse del cierre del perito-
Figura 44-11.  Cierre de la incisión uterina. Primera capa con sutura neo parietal.
continua. Los músculos rectos pueden aproximarse con varios puntos
sueltos si hay diástasis.
La aponeurosis se cierra con puntos sueltos o con una sutura
continua.
Se ha discutido sobre la conveniencia del cierre del espacio
subcutáneo, así como sobre la colocación de un drenaje en este
espacio para reducir la tasa de dehiscencia y la infección. Existen
estudios aleatorizados (61) que han evidenciado que ni el cierre
del espacio subcutáneo ni la colocación de drenajes mejoran los
resultados. Sin embargo, en las mujeres obesas con un panículo
adiposo superior a 2 cm hay estudios que observan una dis-
minución del riesgo de hematomas, seromas y complicaciones de
la herida cuando se realiza la sutura del tejido subcutáneo (42).
La piel puede cerrarse con una sutura intradérmica o con gra-
pas. No parece que haya diferencias significativas entre ambas
técnicas sobre la tasa de dehiscencia y los resultados cosméticos
a los 6 meses de la operación (34).

Otras modalidades técnicas


Figura 44-12.  Cierre de la incisión uterina. Segunda capa La técnica quirúrgica de la cesárea ha experimentado importan-
con puntos entrecortados que invaginan la primera capa. tes mejoras a lo largo de la historia. Hemos descrito la técnica

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Cesárea 663


quirúrgica actualmente más aceptada, pero existen otras, par- Con respecto a la morbilidad materna, clásicamente se acos-
ticularmente la técnica de Joel-Cohen y el método de Misgav tumbra a distinguir dos grupos de complicaciones maternas 44
Ladach, que merecen ser conocidas. A continuación exponemos asociadas a la cesárea: intraoperatorias y postoperatorias.
los detalles diferenciales más importantes de estas técnicas.
La técnica de Joel-Cohen se recomendó en 1972 (62). En
ella se propone realizar una incisión transversa en la piel unos
Complicaciones intraoperatorias
3-4 cm por encima de la sínfisis del pubis (1-2 cm superior En el 1-2% de las cesáreas aparecen complicaciones en el curso
a la incisión de Pfannenstiel) y sección transversa cortante de la intervención. En este grupo se incluyen:
en la aponeurosis de unos centímetros que se completa con
• Hemorragias, que pueden producirse por:
disección roma con los dedos, sin separar la fascia del músculo
– Desgarros del útero, que prolongan la incisión uterina. La
subyacente, y apertura roma del peritoneo parietal, sin cerrar el
sutura del desgarro suele realizarse sin dificultad; puede
peritoneo visceral ni parietal, ni el espacio subcutáneo.
facilitarse con la exteriorización del útero.
En dos estudios aleatorizados (63,64) que compararon la
– Lesión de vasos uterinos. La ligadura de los vasos lesiona-
técnica del Joel-Cohen con la técnica habitual de Pfannenstiel
dos se facilita con la exteriorización del útero.
se encontró una disminución significativa del tiempo operatorio
– Atonía uterina. El tratamiento se detalla en otros capítulos:
con la técnica de Joel-Cohen; en cambio, no hubo diferencias
masaje uterino, oxitocina, ergóticos o prostaglandinas. Si
en cuanto a la pérdida de sangre ni a la tasa de complicaciones
no se logra la hemostasia puede practicarse la compresión
infecciosas (34).
uterina con sutura (técnica de B-Lynch), ligar los vasos ute­
La técnica de Misgav Ladach fue propuesta en 1994 por
rinos, las arterias hipogástricas, o realizar histerectomía
Stark (que trabajaba en el Hospital General de Misgav Ladach,
o embolización selectiva de las arterias hipogástricas.
de Jerusalén) (65,66) como una modificación de la técnica de
– Placenta previa (si está situada en la cara anterior uterina
Joel-Cohen. En ella se propone realizar la incisión transversa
se desplaza la placenta, se extraen el feto y la placenta, y se
en la piel de manera semejante a la recomendada por Joel-
cierra con rapidez la incisión uterina) y placenta acreta,
Cohen, una pequeña apertura en la línea media del espacio
en ocasiones favorecida por la inserción de la placenta en
subcutáneo, una apertura transversa de la aponeurosis con
la cicatriz uterina de una cesárea previa (su tratamiento
tijeras bajo el tejido subcutáneo, una apertura del útero por
se expone en otros capítulos).
encima del repliegue vesicouterino sin despegar el peritoneo, y
• Lesiones de vísceras vecinas, que incluyen:
el cierre de la histerotomía en una sola capa de sutura continua
– Lesiones vesicales, que ocurren en el 0,3% de los casos;
y el de la piel con puntos discontinuos de seda.
el 0,19% en la primera cesárea y el 0,6% en cesáreas de
En dos estudios (67,68) se ha comparado la técnica de Mis-
repetición (72).
gav Ladach con la técnica de Pfannenstiel y se ha encontrado
– Lesiones ureterales, que ocurren en el 0,9% de los casos (72).
un acortamiento del tiempo operatorio, una disminución de la
– Lesiones intestinales, que ocurren raramente, con más fre-
pérdida de sangre, de las complicaciones de las infecciones, del
cuencia en el ciego y en el sigma cuando hay adherencias.
uso de analgésicos en el postoperatorio inmediato y del coste.
• Complicaciones anestésicas. Síndrome de Mendelson, parada
Otros autores (34) han propuesto algunas modificaciones
cardiorrespiratoria, etc.
a la técnica de Joel-Cohen, como el empleo del cauterio para
abrir el espacio subcutáneo (69).
Complicaciones postoperatorias
ANESTESIA En este grupo se incluyen:
La anestesia que se utiliza fundamentalmente en la operación • Infecciones. Constituyen la principal complicación de la
de cesárea puede ser general o de conducción. En el capítulo 14 operación cesárea. Clásicamente se considera que el riesgo
se expone detalladamente cada una de estas técnicas y su posi- de asociación de infección a la cesárea es entre 5 y 20 veces
ble empleo en la operación de cesárea. mayor que en el parto vaginal. En este grupo se incluyen:
En muchos hospitales se prefiere la anestesia regional, ya – Endometritis, que ocurren en un 20-40% de todas las
que evita posibles riesgos o fallos de la anestesia general, no cesáreas (34).
interfiere en la contracción uterina y permite a la madre ver al – Infección de la herida de la pared abdominal, que ocurre
recién nacido. En cambio, la anestesia general es preferible en en un 5-10% (34).
caso de graves hemorragias, y en algunas mujeres aterrorizadas – Infecciones urinarias, que ocurren en un 2-16% (73).
por la intervención. • Enfermedad tromboembólica. El riesgo de trombosis venosa
profunda es entre tres y cinco veces mayor que en el parto
vaginal (74), y el de embolia pulmonar es más de diez veces
COMPLICACIONES MATERNAS mayor (75). Se ha propuesto la administración subcutánea
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de heparina profiláctica para evitar la embolia pulmonar.


Los importantes avances logrados en la anestesia (70) y el uso exten-
• Íleo. Algunos estudios mantienen que la primera cesárea
dido de la profilaxis condicionan una tasa de morbimortalidad
aumenta las posibilidades de un déficit de vitamina D (76).
materna baja imputable directamente a la operación de cesárea.
La mortalidad materna atribuible directamente a la cesárea es En ocasiones resulta difícil delimitar cuál es la implicación
baja; se calcula que está por debajo de 1/1.000. directa de la cesárea en la complicación materna y cuál es la
En Inglaterra y Gales, entre 1988 y 1990, se calculó una mor- causa de patología obstétrica que indica la cesárea, como sucede
talidad materna imputable a la cesárea de 0,21/1.000 frente a con algunas hemorragias.
0,017/1.000 en el parto vaginal (71). En un estudio retrospectivo En un estudio de cohortes con 18.435 gestantes (entre los
de cohortes realizado en Canadá entre los años 1988 y 2000, años 1988 y 2001, según datos de la Nova Scotia Atlee Data-
con 308.755 mujeres con antecedentes de cesáreas previas, la base), de las cuales 712 se sometieron a cesárea electiva, se
mortalidad materna en el grupo de mujeres en las que se practicó compararon los resultados de la cesárea frente al parto vaginal
cesárea electiva fue de 5,6/100.000, frente a 1,6/100.000 en espontáneo y solo se encontró un incremento de la morbilidad
aquellas en las que el parto fue vaginal (27). Sin embargo, en al­ febril puerperal en la cesárea electiva frente al parto vaginal
gunas estadísticas la mortalidad materna en cesáreas electivas espontáneo (riesgo relativo [RR]: 2,2; intervalo de confianza
es aproximadamente igual que en el parto vaginal. del 95% [IC 95%]: 1,1-4,5; p = 0,03). La morbilidad febril fue

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664 PARTE VI Operaciones obstétricas



mayor en las mujeres que previamente a la cesárea tuvieron Las alteraciones del suelo pélvico secundarias a un parto
algún trabajo de parto. En cambio, las mujeres con cesárea vaginal pueden deberse a una lesión del esfínter anal, una lesión
electiva tuvieron menor probabilidad de hemorragia en el pos- del compartimento anterior (incontinencia) o una lesión del
parto precoz (RR: 0,6; IC 95%: 0,4-0,9; p = 0,01). No hubo músculo elevador del ano (prolapso) (88). Todo ello estaría re­
mortalidad materna ni diferencia en la tasa de transfusiones de lacionado con la paridad, con un riesgo que aumentaría con
sangre ni de traumatismos intraoperatorios (76). el número de partos, sobre todo en lo que se refiere al pro­
lapso (89,90). Otros factores predisponentes serían la edad,
el tipo de parto (fórceps, ventosa), el tamaño del feto (peso,
COMPLICACIONES NEONATALES circunferencia cefálica), la prolongación del segundo periodo
El riesgo más importante del recién nacido por cesárea es la posibi- del parto o incluso si se ha realizado episiotomía o analgesia
lidad de sufrir un cuadro de dificultad respiratoria o disneico. Este peridural (91,92).
riesgo es significativamente superior al del neonato de la misma Estas disfunciones, que podrían mantenerse silentes durante
edad gestacional nacido espontáneamente por vía vaginal (77,78). años, ocasionarán un número importante de cirugías en la
Son muy raros otros riesgos neonatales, como la posibilidad tercera etapa de la vida, estimándose que solo en los Estados
de lesiones al incidir el segmento inferior del útero y en la Unidos unas 330.000 mujeres serán intervenidas por este moti-
extracción a través de la apertura uterina (79), como fracturas vo cada año (93,94).
de fémur y de húmero (80). Desde el punto de vista de la prevención de estas disfun-
Es importante que la cesárea electiva se realice a partir de ciones, uno de los factores más importantes sería «evitar» en
la semana 39 de gestación con el feto maduro; así puede dis- su medida el parto vaginal, hecho que iría en contra de los
minuirse el riesgo de aparición de un cuadro de dificultad res- principios que previamente hemos descrito. Lo ideal sería poder
piratoria (42). identificar aquellas pacientes con riesgo de sufrir una disfunción
del suelo pélvico en el futuro, y evitar un parto traumático
o incluso plantear una cesárea electiva en algunos casos. Ya
PROFILAXIS ANTIBIÓTICA hay algún estudio que plantea esta predicción, sobre todo en
aspectos como puede ser el tamaño de la cabeza fetal (95).
Cuando se realiza profilaxis antibiótica en la cesárea disminu-
Todo ello abre un debate interesante para el futuro sobre
ye significativamente la tasa de infecciones (81), tanto en las
cuál será la mejor vía de parto, que como ya hemos visto ha ex­
cesáreas electivas como en las que van precedidas de trabajo
perimentado unos cambios sustanciales en los últimos 40 años,
de parto (82).
y es bien seguro que la tendencia será a identificar aque­
Se han llevado a cabo estudios para conocer cuáles son los
llas pacientes tributarias de un parto vaginal, o en su defecto
antibióticos y los regímenes más eficaces para la profilaxis en
una cesárea, y todo ello con la intención de causar la mínima
la cesárea (83). La ampicilina y las cefalosporinas de primera
morbilidad maternofetal, ya sea a corto o largo plazo.
o segunda generación, la gentamicina, la cefuroxima y la cefa-
zolina (84), por vía sistémica o local, son los fármacos más
BIBLIOGRAFÍA
recomendados, pero no hay una pauta que haya demostrado
con seguridad ser superior a las demás (83,84). Tampoco hay 1. Vergara F, Abel F, Álvarez D, Coll C, Cuadrado C, González-Merlo J,
evidencia sobre si es mejor administrar los antibióticos preo- et al. Consideraciones éticas sobre la cesárea. Comisión de Bioética
de la SEGO. Prog Obstet Ginecol 2001;44:43-5.
peratoriamente o después de haber extraído el feto y pinzado 2. Taffel SM, Placek PJ, Liss T. Trends in the United States caesarean section
el cordón umbilical, aunque este último proceder es el más rate for the 1980-1985 rise. Am J Public Health 1987;77:955-61.
utilizado. En recientes estudios se concluye que la profilaxis con 3. McElrath TF. Caesarean delivery at the limits of neonatal viability.
antibióticos debe realizarse antes de la incisión cutánea (85). En: Heffner L, editor. Caesarean delivery on demand. Clin Obstet
En un estudio aleatorizado (86) se ha demostrado que la Gynecol. 2004;47:342-51.
administración de metronidazol por vía vaginal, asociado a 4. O’Driscoll K, Foley M. Correlation of decrease in perinatal mortality
antibióticos parenterales, disminuye significativamente la tasa and increase in caesarean section rates. Obstet Gynecol 1983;61:1-5.
de endometritis posparto en las cesáreas electivas. 5. US Department of Health and Human Services. Public Health
Service. Healthy people 2000 national health promotion and disea-
se prevention objectives. Washington, DC: DHHS; 1991. (PHS
CONCLUSIONES 91-50212).
6. Cabero L. Estrategias para disminuir la tasa de cesáreas. I Congreso
El riesgo materno y fetal asociado a la cesárea es bajo, pero es virtual Hispanoamericano de Ginecología y Obstetricia; 1999.
más alto que en el parto vaginal. La Comisión de Bioética de 7. Herruzo AJ, Miranda JA, Puertas A. Propuestas para reducir el
la SEGO destaca que «la cesárea, en nuestro tiempo, con una elevado número de cesáreas. Ponencia obstétrica en el XVI Congreso
indicación correcta, ha sido un factor de primer orden en la de Medicina Perinatal. Cádiz; 1997.
protección de la salud maternofetal, pero cuestiona, desde 8. Foradada CM, Grimau M. La cesárea ¿demasiada o adecuada? Folia
una perspectiva de rigor científico y ético, si el indiscutible Obstet Ginecol 2002;33:6-48.
incremento de la cesárea se acerca al óptimo cociente positivo 9. David S, Mamelle N, Riviere O. Estimation of expected caesarean
section rate taking into account the case mix of a maternity hos-
entre beneficios y riesgos maternofetales, y considera el peli- pital. Analysis from AUDIPOG Sentinelle Network (France). Obs-
gro de alejarnos excesivamente de este cociente positivo si no tetricians of AUDIPOG. Association of Users of Compurised Files
contribuimos todos los profesionales en la autoexigencia en in Perinatology. BJOG 2001;108:919-26.
la práctica de la especialidad con rigor profesional y excelente 10. Betran AP, Ye J, Moller AB, Zhang J, Gülmezoglu AM, Torloni MR.
conducta de respeto a las gestantes» (1). The increasing trend in cesarean section rates: global, regional and
Cuando hemos hablado de los riesgos y los beneficios que su­ national estimates: 1990-2014. PLoS One 2016;11:e0148343.
pone una cesárea, siempre nos hemos referido a aquellos que 11. Portal Estadístico del Sistema Nacional de Salud. Disponible en:
suceden intraparto, ya sea vaginal o mediante cesárea, o los http://www.msssi.gob.es/estadEstudios/estadisticas/sisInfSanSNS/
que acontecen en los días sucesivos. Pocos estudios contemplan home.htm.
12. Leung GM, Lam TH, Wong I, Tchach TQ. Caesarean section rates
la morbilidad a largo plazo, sobre todo en lo que se refiere al in Hong Kong. BMJ 2002;324:486-7.
suelo pélvico (87). De entrada, una cesárea electiva sería en 13. Cabré S, Rodríguez MA, Vela A, Borrás M, Lailla JM. Incidencia
muchos casos protectora del suelo pélvico, aunque hay algunas de cesáreas. Evolución. Causas. Análisis de 17 años. Prog Obstet
alteraciones que ya pueden producirse durante la gestación, Ginecol 2002;45:192-200.
como puede ser la incontinencia urinaria. 14. Caesarean section on the rise. Lancet. 2000;356:1697.

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Cesárea 666.e1


5. La inclinación de 15° a la izquierda de la paciente
AUTOEVALUACIÓN durante la práctica de la cesárea es aconsejable: 44
a. Para favorecer la extracción del feto
1. ¿Cuál de las siguientes indicaciones no pertenece al grupo
b. Para evitar el síndrome de decúbito supino o para evitar
de las cesáreas electivas?
la compresión de los grandes vasos
a. Dos o más cesáreas anteriores
c. Para favorecer la práctica de la incisión de Pfannenstiel
b. Cesárea anterior con persistencia de la causa que la provocó
d. Para favorecer la identificación de la vejiga urinaria
c. Signos de desproporción pelvicocefálica evidente
e. Para todo lo anterior
d. Desprendimiento de placenta normalmente inserta
Correcta: b. La inclinación de 15° a la izquierda en la práctica de la
e. Sufrimiento fetal anteparto
cesárea es aconsejable para evitar el síndrome por decúbito supino
Correcta: d. El desprendimiento de placenta normalmente inserta
o de compresión de los grandes vasos.
pertenece al grupo de las indicaciones urgentes durante el parto
o el embarazo.
6. La incisión de Pfannenstiel es una:
a. Laparotomía media infraumbilical
2. La técnica más idónea aceptada actualmente para la práctica
b. Incisión transversal y baja del abdomen
de una cesárea es:
c. Incisión pararrectal
a. Abdominal extraperitoneal
d. Histerotomía segmentaria y transversal
b. Abdominal transperitoneal corporal
e. Histerotomía segmentaria y vertical
c. Abdominal transperitoneal segmentaria longitudinal
Correcta: b. La incisión de Pfannenstiel es una incisión abdominal
d. Abdominal transperitoneal segmentaria transversa
transversal y baja.
e. Ninguna de las anteriores
Correcta: d. Se ha demostrado que la cesárea con la técnica de la
7. ¿Cuál de las siguientes no es una indicación absoluta de cesárea?
histerotomía segmentaria transversa presenta menor riesgo de rotura
a. Anomalías marcadas de la pelvis que acortan ampliamente
uterina por dehiscencia de la cicatriz en gestaciones posteriores,
los diámetros pélvicos
por lo que hoy se admite dicha técnica como la idónea en todo el mundo.
b. Situaciones transversas del feto
c. Pérdida aguda del bienestar fetal
3. El síndrome de Mendelson, que puede aparecer como complicación
d. Placenta previa central o marginal con intensa hemorragia
en una cesárea, consiste en:
e. Cesárea anterior
a. Hipotensión materna en anestesias regionales
Correcta: e. Una cesárea anterior no es una indicación absoluta
b. Parada cardiorrespiratoria, vómitos y aspiración, etc.,
para otra cesárea.
durante la anestesia
c. Relajación uterina debida al uso de fluotano
8. Se calcula que la mortalidad materna atribuible a la cesárea es:
d. Íleo poscesárea
a. Inferior a 1/1.000
e. Embolia
b. De 1/1.000
Correcta: b. El síndrome de Mendelson consiste en vómitos y aspiración
c. De 5/1.000
como complicaciones de la anestesia.
d. De 7/1.000
e. De 8/1.000
4. El momento más idóneo para iniciar la profilaxis antibiótica
Correcta: a. La mortalidad materna atribuible directamente a la cesárea
en una cesárea es:
se calcula que está por debajo de 1/1.000.
a. Una hora antes de la intervención
b. Media hora antes de la intervención
9. ¿Cuál es la complicación neonatal más importante asociada
c. Al terminar la operación
a la realización de una cesárea electiva?
d. Después de haber extraído el feto y tras el pinzamiento del cordón
a. Lesión con el bisturí al realizar la histerotomía
umbilical
b. Fracturas de fémur y de húmero
e. Antes de la incisión cutánea
c. Cuadro de dificultad respiratoria
Correcta: d y e. No hay evidencia sobre si es mejor administrar los
d. Enteritis necrotizante
antibióticos preoperatoriamente o después de haber extraído el feto y
e. Hemorragia cerebral
tras el pinzamiento del cordón umbilical, aunque esto último es lo más
Correcta: c. El riesgo más importante del neonato nacido por cesárea es
habitual; sin embargo, recientes estudios concluyen que la profilaxis
la posibilidad de sufrir un cuadro de dificultad respiratoria, que sucede de
con antibióticos debe realizarse antes de la incisión cutánea.
forma más frecuente cuando se realiza antes de la semana 40 de gestación.
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