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UN EMPRENDEDOR MACIZO

Raúl Torpoco habla con pausa, no mezcla ideas, presta atención a las preguntas. Tiene la
mente ordenada de un matemático, el matemático que sería si, hace 35 años, hubiera
decidido seguir con sus estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en vez
de hacerse cargo del negocio de fabricación de ladrillos de la familia.
Los Torpoco Cerrón, matrimonio y nueve hijos originarios de Concepción (Junín), vivieron
en Chanchamayo hasta 1962. Ese año, la hacienda, que arrendaban y de la cual vivía la
familia, fue invadida. Lo único que nos quedó fue un terreno de una hectárea en Zárate
que mi padre había comprado con los ahorros de su trabajo en la hacienda‖. La
migración de los Torpoco fue difícil: Mis padres intentaron tener una granja, pero fracasó;
incluso, un taller automotor, pero este fracasó‖.
En 1971, Gerardo Torpoco, el padre, falleció. Con la idea de qué nuevo negocio iniciar,
los hermanos mayores notaron que la tierra sobre la cual vivían ofrecía buena materia
prima para la fabricación de ladrillos. Tomaron a tres trabajadores y comenzaron a
producir ladrillos crudos. Estos eran vendidos a otras ladrilleras que tenían hornos para el
secado. El negocio pronto comenzó a prosperar, aunque no había quién se hiciera cargo
de él a tiempo completo, pues todos los hermanos Torpoco estaban estudiando una
carrera.
El hermano menor, Raúl, decidió hacerse cargo de la ladrillera y, poco después, construyó
los primeros hornos. La empresa, entonces llamada Ladrillera El Pacífico, seguía
creciendo. La gran oportunidad llegó cuando un hacendado de Huachipa, empeñoso en
impedir la expropiación del gobierno velasquista, le ofreció 15 hectáreas a un precio bajo.
Los Torpoco compraron y tomaron cerca de 150 obreros. Literalmente, trabajaron día y
noche. Yo me iba a supervisar el trabajo desde las 2 de la mañana hasta las 6 o 7 de la
noche‖, recuerda Raúl Torpoco.

El trabajo rindió sus frutos y, en 1980, los Torpoco compraron maquinaria de punta por un
valor que hoy alcanzaría los US$3 millones. La moderna planta fue inaugurada por el
presidente Fernando Belaúnde. Con esta inversión, se produjo, también, el cambio de
razón social a Cerámicos Peruanos S.A. y la creación de una marca líder: Ladrillos
Pirámide.

Realice lo siguiente:
1. Reconozca las características principales del empresario. ¿Cuál fue su evolución??
2. Se puede considerar la empresa ¿Cómo pequeña, mediana o gran empresa?, justifique
la respuesta.
3. Defina de acuerdo a la lectura que rasgos identifican al empresario y al emprendedor.

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