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1. Concepto de fisiología
El estudio de la fisiología humana data al menos del año 420 a.C. en la época de Hipócrates, padre de la medicina.
La fisiología es la ciencia que estudia las funciones de los sistemas vivos y sus partes (es una ciencia dinámica). La
anatomía es el estudio de la estructura o forma.
Existe una estrecha relación entre estructura y función, y este es el motivo por el que la anatomía y la fisiología están
intrínsecamente vinculadas y a menudo se estudian en tándem. Las estructuras anatómicas en general parecen
diseñadas para realizar funciones específicas.
La fisiología humana estudia los mecanismos del cuerpo que le permiten funcionar como un ser humano viviente a
diferentes niveles, desde células a sistemas, de una forma integrada. En cierta manera representa un nexo entre las
ciencias básicas y la medicina.
a) Homeostasis
Una de las grandes intuiciones de Claude Bernard, fundador de la medicina experimental, fue reconocer que, para
sobrevivir, el cuerpo intenta mantener constante el estado de su ambiente interno (medio interno). El cuerpo regula los
valores de numerosas variables fisiológicas, intentando mantenerlas más o menos constantes ante las perturbaciones
del ambiente externo y las del ambiente interno, como la temperatura, la concentración de sales, la acidez (pH), el
volumen y la presión de los fluidos, la concentración de oxígeno, etc. La homeostasis es un concepto que explica
cómo el cuerpo afronta las exigencias cambiantes a la vez que mantiene esta constancia interna necesaria para el
funcionamiento de todas las células y órganos.
Nuestro cuerpo está equipado con una gran red de sistemas de control por retroalimentación, que permiten que tengan
lugar los equilibrios necesarios, sin los cuales la vida no sería posible.
El medio interno es el líquido extracelular. El entorno cambia constantemente, y por eso debemos mantener la
homeostasis, mantener la constancia de los factores ambientales. Por eso cuando algo de fuera cambia, nosotros
cambiamos.
La mayoría de los mecanismos de control homeostáticos corporales emplean la retroalimentación negativa. Con
menos frecuencia, se utiliza también la positiva.
o Retroalimentación negativa: el cambio en la función efectora es siempre opuesto al cambio que ha ocurrido a
la variable.
o Retroalimentación positiva: el cambio en la función efectora es siempre en la misma dirección que el cambio
que ha ocurrido en la variable. Ejemplos: contracciones uterinas antes del parto y adherencia plaquetaria para
formación de un coágulo.
Para regular la tensión arterial, el sistema cardiovascular altera la función del corazón y de los vasos
sanguíneos. Por tanto, la tensión arterial es la variable regulada, pero la frecuencia cardiaca, el volumen
sistólico, y la resistencia periférica, son variables controladas
A pesar de que el flujo sanguíneo hacia los tejidos periféricos es una variable cardiovascular muy importante,
el cuerpo no dispone de medidores de flujo (no puede medir la variable) y por tanto no puede regular el flujo
directamente
Después de una comida, los niveles de glucosa en sangre pueden no mantenerse perfectamente constantes
inicialmente.
Cuando un sistema particular está involucrado en regular 2 variables diferentes. La circulación cutánea está
controlada por 2 sistemas diferentes, uno que regula la tensión arterial y otro que regula la temperatura corporal.
Durante el ejercicio extremo, la necesidad de mantener la tensión arterial toma prioridad, y la circulación cutánea
cambia de manera que puede resultar en hipertermia
Determinados procesos patológicos. La muerte es una consecuencia de un fallo generalizado del mantenimiento
de la homeostasis
La capacidad de mantener el equilibrio de las funciones corporales está relacionada con la edad
- La eficiencia máxima se da durante la etapa de adulto joven y, para muchas funciones, su descenso comienza
después de dicha etapa.