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El poema advierte a una madre sobre tres posibles encuentros con un hombre que podría no ser su hijo. En cada caso, la madre es aconsejada a no salir a su encuentro ya que el hombre podría haber cambiado y no ser la persona en la que se convirtió. Solo en el tercer encuentro, cuando el hombre regresa con la frente descubierta y herramientas en la mano después de una jornada de trabajo, la madre tiene derecho a abrazarlo porque reconoce que es su hijo que ha vuelto de la vida como el hombre que ella crió.
El poema advierte a una madre sobre tres posibles encuentros con un hombre que podría no ser su hijo. En cada caso, la madre es aconsejada a no salir a su encuentro ya que el hombre podría haber cambiado y no ser la persona en la que se convirtió. Solo en el tercer encuentro, cuando el hombre regresa con la frente descubierta y herramientas en la mano después de una jornada de trabajo, la madre tiene derecho a abrazarlo porque reconoce que es su hijo que ha vuelto de la vida como el hombre que ella crió.
El poema advierte a una madre sobre tres posibles encuentros con un hombre que podría no ser su hijo. En cada caso, la madre es aconsejada a no salir a su encuentro ya que el hombre podría haber cambiado y no ser la persona en la que se convirtió. Solo en el tercer encuentro, cuando el hombre regresa con la frente descubierta y herramientas en la mano después de una jornada de trabajo, la madre tiene derecho a abrazarlo porque reconoce que es su hijo que ha vuelto de la vida como el hombre que ella crió.
3 De tu hijo un hombre real y íntegramente humano 4 El triunfara en la vida. Se marcha y es el caso 5 De hablar de su regreso. Cuando veas volver, 6 En un día de fiesta, un viador que en la mano 7 Luzca preciosas joyas y haga notorios pasos 8 Y además insolencia, dinero o buna suerte 9 No salgas a su encuentro, puede no ser tu hijo 10 11 Es madre, si mirando el camino se acongoja tu alma 12 Y tras la tapia asoma entonces un caminante 13 Que trae gran renombre, espada poderosa, 14 Ceñidas armaduras en la frente en la palma 15 De la victoria, y gesto de sigamos adelante 16 Por mucho que eso valga vale muy poca cosa 17 El poder de la espada el oro y el renombre; 18 No salgas a su encuentro puede no ser tu hijo 19 Madre, si aspirando el aroma de una flor 20 En un día de otoño gris y meditabundo 21 Oyes que alguien te llama y te dice: señora, 22 Allá por el camino viene un gran señor 23 Del brazo de su amada, conoce todo mundo 24 En la pupila clara trae la marque añora 25 Y en su copa de mieles un sabor de aventural; 26 No salga a su encuentro, puede no ser tu hijo. 27 28 Madre, si en el invierno, después de haber cenado, 29 Estas junto al bracero pensando con desgano, 30 Oídos a la lluvia que cae sobre el techo, 31 Y en eso, puerta y viento… es alguien que ha entrado, 32 Descubierto la frente y herramienta en la mano, 33 Levántate a su encuentro porque tienes derecho 34 De abrazar a tu hijo de quien hiciste un hombre 35 Que vuelve de la vida con el jornal ganado. 36 37 Miguel Ángel Asturias 38 39