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ligera Su carga
Recordemos que cada persona de esta
tierra es hijo de Dios y que Él ama a
cada uno.
Por la hermana J. Anette Dennis
Primera Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro
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Cuenta la historia que un hombre llamado Jack tenía una amada perra cazadora de pájaros de nombre
Cassie. Jack estaba tan orgulloso de Cassie que a menudo alardeaba de lo habilidosa que era ella. Para
probarlo, Jack invitó a algunos amigos para ver a Cassie en acción. Luego de llegar al club de caza, Jack
dejó suelta a Cassie para que correteara y él entró a registrarse.
Cuando llegó el momento de empezar, Jack estaba ansioso por mostrar las asombrosas habilidades de
Cassie. Sin embargo, Cassie estaba actuando de una manera extraña. No obedecía ninguna de las
órdenes de Jack como normalmente lo hacía de manera tan dispuesta; todo lo que quería hacer era estar
junto a él.
Jack estaba frustrado, avergonzado y enojado con Cassie, y pronto sugirió salir del lugar. Cassie ni
siquiera saltó a la caja de la camioneta, por lo que Jack la levantó impaciente y la empujó hacia la jaula.
Estaba lleno de ira, mientras los demás se burlaban del comportamiento de la perrita en todo el camino a
casa. Jack no podía entender por qué Cassie se estaba portando mal. Ella estaba bien entrenada y todo lo
que deseaba en el pasado era complacerlo y servirlo.
Luego de llegar a casa, Jack empezó a examinar a Cassie para ver si tenía heridas, abrojos o garrapatas,
como usualmente lo hacía. Al ponerle la mano en el pecho, sintió algo mojado y vio que tenía la mano
llena de sangre. Para su vergüenza y horror, se dio cuenta de que Cassie tenía un corte largo y ancho en
el pecho que le llegaba hasta el hueso. Encontró otro en la parte delantera de la pata derecha, que
también le llegaba hasta el hueso.
Jack levantó a Cassie en sus brazos y empezó a llorar. Su vergüenza por haberla juzgado y tratado mal lo
abrumaba. Cassie había actuado antes de forma inusual porque estaba lastimada. Su comportamiento
había sido influido por su dolor, su sufrimiento y sus heridas. No tenía nada que ver con una falta de
deseo de obedecer a Jack o una falta de amor por él.
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Conclusión
“Nosotros le amamos a él, porque él nos
amó primero”.