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Desierto

1. El desierto es un paisaje bioclimático que puede ser cálido o helado y que se caracteriza por
tener bajos índices de precipitación, un clima seco, temperaturas extremas y un suelo árido.
En los desiertos habitan escasas especies de flora y fauna que pudieron adaptarse a estas
duras condiciones de vida.
Los desiertos ocupan aproximadamente un cuarto de la superficie del planeta y un 53 %
corresponde a desiertos cálidos y el resto a desiertos helados. Los desiertos están distribuidos
a lo largo y ancho de los cinco continentes, en zonas como el norte de África, el norte de
México, la tundra de Rusia, la Antártida, las planicies gélidas de Groenlandia y Alaska y el
norte de Chile y el sur de Argentina.
En los desiertos cálidos la erosión eólica y la radiación solar son muy intensa, las
temperaturas son altas y el suelo suele ser arenoso, pedregoso o rocoso. Por su parte, en los
desiertos polares, las temperaturas suelen estar por debajo de los 0 °C, el clima es seco y hay
poca flora y fauna.

2. Algunas de las principales características del desierto son:


Bajas precipitaciones y clima seco: Los desiertos son zonas que reciben muy pocas precipitaciones,
porque son regiones en las que no se forman nubes. Las lluvias que puede recibir un desierto suelen
ser esporádicas y abundantes, lo que lleva a la erosión del terreno por falta de vegetación que
absorba el agua.
Suelo árido: La falta de precipitaciones produce suelos con aridez y secos. Estos suelos son pobres
en nutrientes y suelen estar formados por arena o piedra. En el caso de los desiertos polares, el
suelo está cubierto por una gran capa de hielo.
Temperaturas extremas: En el desierto las temperaturas son extremas, tanto frías como cálidas. En
los desiertos polares las temperaturas suelen estar por debajo de los 0 °C y en los cálidos superan
los 40 °C y la radiación solar es muy fuerte.
Baja presencia de flora y fauna: La falta de precipitaciones y de nutrientes en el suelo son algunas de
las causas que dificultan el crecimiento y el desarrollo de organismos vivos en el desierto.
Terrenos erosionados y con bajos nutrientes: Los vientos en las zonas desérticas suelen ser fuertes
y constantes, lo que produce una erosión del suelo producto de la falta de vegetación.

3. Flora:
La flora de los desiertos es muy particular y suele ser escasa, producto de los bajos índices de
humedad que imposibilitan a muchas especies de plantas realizar la fotosíntesis. La flora del
desierto varía de acuerdo al tipo de clima. En los desiertos cálidos, suele haber vegetación de
tipo xerófila: plantas espinosas, carnosas y resistentes, con gran capacidad de
almacenamiento de agua. Algunos ejemplos de flora del desierto cálido son: cactus, agave,
acacia, rosa de Jericó, nopal y suculentas. En los oasis es posible observar palmeras y
arbustos de mayor altura, incluso árboles frutales como el dátil o el coco.
Por otro lado, en los desiertos polares, existe una vegetación muy escasa y de tamaño
pequeño, por la falta de precipitaciones y los suelos fríos y congelados. La flora del desierto
ártico es más abundante que en la Antártida (donde solo pueden encontrarse el pasto
antártico, el clavel antártico y los musgos) y habitan vegetales como musgos, hierbas,
pastizales y matorrales.

4. Fauna:

Algunas de las especies de animales que habitan los diferentes tipos de desiertos cálidos son:
Reptiles. Como serpientes, iguanas, tortugas, lagartijas y lagartos.
Insectos. Como hormigas, langostas, pulgas, mariposas y escarabajos.
Arácnidos. Como escorpiones y tarántulas.
Aves. Como avestruces, lechuzas, pájaros carpinteros, halcones, búhos y buitres.
Mamíferos. camellos y dromedarios de altísima resistencia a la sequía, coyotes, lobos,
murciélagos, canguros, pumas, adax, suricatas, chacales, gacelas y zorros.

Los desiertos helados, en cambio, no albergan tantos organismos y se destacan las algas y la
vida bacteriana. Sin embargo, el desierto polar ártico presenta más especies animales que la
Antártida y es posible encontrar, en las regiones más externas del desierto, osos, renos,
zorros, liebres y otros mamíferos de piel aislante y mucha grasa almacenada. En las zonas
costeras y dentro del mar habitan focas, orcas, ballenas, peces y plancton.

5. Importancia:

Los desiertos están llenos de minerales preciosos para nosotros, como el petróleo la
sequedad y el calor, características típicas de los desiertos, ayudan a la formación y
concentración de minerales importantes como el yeso, boratos, nitratos y potasio, que se
forman en el desierto cuando el agua que los transporta se evapora, también la pequeñez de
la vegetación favorece la extracción de tales elementos. Por último, las arenas del desierto
son un importante "reciclador de carbono", un poco como los bosques y las selvas, por
ejemplo, los científicos han descubierto que las bacterias que viven en el desierto ayudan a
recolectar y almacenar el dióxido de carbono del aire, por lo tanto, dado que el dióxido de
carbono es responsable del calentamiento global, las arenas del desierto pueden desempeñar
un papel clave en la prevención de la entrada de CO2 adicional a la atmósfera.

6. Adaptaciones de los animales del desierto


La mayoría de los animales de pequeño tamaño utilizan estas estrategias para adaptarse al
desierto:
los animales fosores son los excavadores que excavan galerías
los animales nocturnos evitan la actividad durante el día
otros animales pueden extraer el agua de alimentos secos sin llegar a beber jamás produciendo
una orina muy concentrada.

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