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El uso del adobe se fecha sobre el 10.000 y el 8.000 a.C. y los ladrillos, como elemento de
construcción, en unos 11.000 años. La primera vez que se utilizaron fue en el neolítico
precerámico del Levante mediterráneo hacia 9500 a. C. Se cree que esto se debe a que en
aquella zona había escasez de madera y de piedra, elementos constructivos de otras
zonas.
A lo largo de unos 10.000 años, desde su invención hasta nuestros días, el ladrillo ha ido
evolucionando según las necesidades del hombre. Comenzando por la invención del
molde, más tarde con la cocción y la evolución de los hornos, la introducción del
esmaltado, dar forma a los ladrillos para crear esculturas y la invención de difíciles
diseños para unir juntas.
La arcilla para fabricar ladrillos fue utilizada ya por las poblaciones mesopotámicas hacia el
6000 a. C. La utilización de ladrillos se debía a que era más fácil transportarlos ya
fabricados que cargar el barro al lugar de construcción.
Los primeros ladrillos fueron de arcilla secada al sol, llamados adobe. Una de sus
principales características era su fácil manejabilidad ya que podían colocarse con una sola
mano.
Los primeros poblados fueron amuralladlos para protegerse del exterior. Estos son
anteriores a la época de la cerámica y de los metales. Aquí se han descubierto los ladrillos
más antiguos, hechos de una forma tosca. El ladrillo más antiguo se encontró en Jericó,
datando del 8300 a.C.
Al comienzo se fabricaban sacando barro del suelo con un palo, después lo mezclaban con
agua y más tarde lo amasaban hasta darle una forma más o menos rectangular, luego se
secaban al sol. Dos milenios después empezaron a marcar la parte superior con espinas de
pescado o con la huella del dedo pulgar para saber quién lo había fabricado.
Los ladrillos eran más prácticos que el barro en sí. Éstos eran más fáciles de transportar y
las paredes eran más resistentes. Además, acabó con la necesidad de poner un soporte
para sujetar ambos lados de la pared para mantenerla recta.
En el antiguo Egipto fue donde se dio la primera gran innovación respecto al ladrillo.
Aunque las imágenes más antiguas que se tienen de usar moldes para fabricar ladrillos
están en Tebas (Egipto), hacia el 1450 a.C., se cree que éstos seguían la técnica de los
pueblos mesopotámicos desde el 5.900 a.C.
En dichas imágenes hay varios obreros sacando agua del suelo para mezclarla con barro y
paja y metiendo la mezcla en un molde de madera sin fondo. Así podían fabricar muchos
ladrillos idénticos y rectangulares en un solo día.
El problema: el adobe y su terminología empírica versus científica
Como se observa, los términos tierra, masa de barro y tierra arcillosa resultan ambiguos e
imprecisos para la Ciencia del Suelo. Así, en el mejor de los casos el concepto tierra puede
interpretarse como la fracción inorgánica desmenuzable presente en un suelo. Sin
embargo, en el caso de los conceptos masa de barro y principalmente masa de tierra
arcillosa, su acepción es más compleja e incierta, generando confusiones significativas.
La construcción con adobe es casi tan antigua como la historia de la civilización, sus
propiedades son tan favorables que pueblos distantes entre sí y con culturas
completamente distintas construyeron con adobe desde sus humildes chozas hasta
palacios y ciudades enteras. El adobe está hecho del material más abundante que existe,
aquel cuyo nombre hemos escogido para nuestro planeta: tierra.
En México la mayoría de las viviendas humildes fueron construidas con adobe, por ello su
uso se ha asociado con la construcción de baja calidad, y así, en la precipitada carrera por
aprovechar los materiales y métodos de construcción modernos, aunado a las agresivas
campañas publicitarias de las compañías cementeras a mediados del siglo pasado, su uso
fue perdiéndose. Sin embargo, esa percepción ha cambiado y en estos tiempos en que
buscamos opciones sustentables el adob e vuelve a tomar auge como un material cuyas
propiedades son únicas y sus ventajas inigualables.
El adobe fue el material predilecto por la mayor parte de las culturas del mundo, sus
resultados positivos perduraron milenios y se convirtieron en tradición popular, ahora
este material tiene un resurgimiento en el ámbito mundial, ya sea como adobe, cob, tierra
apisonada o bajareque, existen un sinfín de libros y un interés creciente de un público con
ganas de vivir sanamente y ver un mejor entorno.
Han pasado 25 años desde aquella primera casa, lo que empezó como un interés por un
bloque de adobe hoy se ha transformado en propuestas arquitectónicas distintas.
Después de todo, siempre puede acudirse a la madre tierra en busca de refugio.