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CONCEPTOS BÁSICOS
GESTIÓN Y MANTENIMIENTO.
- FIABILIDAD…………………………………………………………………PÁGINA 5
- MANTENIBILIDAD…………………………………………………………PÁGINA 5
- DISPONIBILIDAD…………..……………………………………………...PÁGINA 6
CURVA DE LA BAÑERA………………………………………………………………..PÁGINA 6
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La gestión
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inmediatas. Su alcance no suele exceder uno o dos meses. Constituyen la mayoría de las
decisiones típicas del entorno productivo.
Estratégico. Corresponde a las decisiones a largo plazo. Tienen por objeto definir
el futuro de la empresa y son responsabilidad de la gerencia de la empresa; por tanto, no
corresponden a la gestión de la producción.
Igualmente, y de manera genérica, se pueden extrapolar a otros tipos de gestión como, por
ejemplo, la gestión del mantenimiento y la gestión de la calidad. En la gestión del
mantenimiento, el control de los costes, el cumplimiento de plazos previstos, el diseño y
optimización de los procedimientos, junto a la obtención y análisis de datos para la toma
de decisiones, serán igualmente importantes.
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Objetivo del mantenimiento
El sistema productivo industrial se basa en la ejecución de una serie de operaciones
concretas que conforman el proceso productivo.
- Evitar accidentes.
- Garantizar el buen estado tanto de las instalaciones como de los equipos pro-
ductivos, así como prolongar su vida útil el mayor tiempo posible.
- Reducir costes.
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• Mantenibilidad, ligada a la duración de la interrupción.
Fiabilidad
La fiabilidad es la probabilidad de que un equipo o máquina funcione correctamente un
determinado tiempo y en unas condiciones operativas adecuadas.
La fiabilidad es, por tanto, un concepto de carácter estadístico que, como tal, se debe
estudiar. Para trabajar este concepto y proporcionar una medida de la fiabilidad, debemos
evaluar la función de probabilidad del fallo F(t) en un instante t determinado.
Mantenibilidad
De entre los diversos factores que condicionan este tiempo, podremos destacar:
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A nivel numérico, y de manera similar a la fiabilidad, podremos definir una función de
mantenibilidad M(t), que puede evolucionar con el tiempo y utilizar una tasa de reparación
μ(t), que podríamos definir como la relación entre el número total de elementos con fallos y
el tiempo total de intervenciones correctivas, en esos elementos, en el periodo observado.
Es la inversa del tiempo promedio de reparación.
Disponibilidad
Si analizamos estos dos condicionantes, vemos que estos responden perfectamente a los
dos conceptos analizados anteriormente: fiabilidad y mantenibilidad. Ambos conceptos
serán los pilares de la disponibilidad. Para lograr una disponibilidad alta, será
imprescindible tener también una fiabilidad alta y, simultáneamente, una alta
mantenibilidad. No se puede disponer de una buena disponibilidad si uno de estos dos
pilares falla.
Curva de la bañera
Como ya hemos comentado anteriormente, la tasa de fallos irá en aumento a me- dida que
el equipo empiece a deteriorarse por el uso y, por tanto, al acercarse al final de su vida útil.
Este fenómeno se conoce como envejecimiento del equipo.
• Fase I. Juventud.
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En la primera fase, la de juventud, se producen muchos más fallos de los espera- dos
debido a problemas de fabricación, diseño, ajuste, etc. A medida que se van solucionando,
la tasa de fallos se estabiliza y da lugar a la fase de madurez.
Con el tiempo, los componentes del equipo empiezan a deteriorarse y a producir- se más
fallos de los esperados: entramos en la tercera fase, la del envejecimiento. El efecto
acumulativo del desgaste, la fatiga de los materiales, corrosión, condiciones extremas,
etc., son las causas de este deterioro, que se refleja perfectamente en la tasa de fallos.
En esta fase de la vida del equipo, la fiabilidad empieza a resentirse. De igual manera, la
mantenibilidad también empeora, ya que las reparaciones serán más importantes y
costosas.
El análisis de la evolución de la tasa de fallos será de especial utilidad para detectar esta
situación y actuar en consecuencia.
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No todos los equipos o sistemas envejecen de igual modo. Las condiciones de trabajo
influyen notablemente en ello, pero son el tipo de componentes y las características
propias los que determinan el envejecimiento de los equipos.