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TEMA 2 DERECHO PENAL. DELITOS CONTRA LA SALUD Y LA INTEGRIDAD CORPORAL.

Según el art 147.1 CP tipo básico, las lesiones son conductas que afectan directamente a la
integridad corporal o a la salud, física o mental de las personas. Por tanto, el bien jurídico
protegido es la integridad corporal y la salud física o mental del ya nacido; las lesiones al feto se
tipifican en otro lugar. Del concepto de salud derivan dos consecuencias:

- No constituye delito de lesiones (sino delito de coacciones o delito contra la integridad


moral), la disminución de la integridad corporal que no supone un menoscabo a la salud
(ej: un corte de pelo o barba).
- No constituye delito de lesiones la acción que objetivamente supone una mejora de la
salud, aunque incida negativamente en la integridad corporal (ej; amputación de una
pierna gangrenada)

1. LESIONES RESPECTO A LAS PERSONAS NACIDAS.

+TIPO BÁSICO:

El tipo básico del delito de lesiones previsto en el art. 147.1 CP castiga al que “causare a otro una
lesión que menoscabe su integridad corporal o su salud física y mental”. La acción se puede llevar a
cabo “por cualquier medio o procedimiento”; es decir, tanto por acción como, en los casos en los
que haya posición de garante, en comisión por omisión (ej. dejando a una persona sin alimentar).
El resultado es el menoscabo de la integridad corporal o de la salud física o mental.

Entre la acción y el resultado debe existir una relación de causalidad y comprobarse, además,
sobre todo en las lesiones causadas por imprudencia, los criterios que fundamentan la imputación
objetiva. Los problemas de esta índole que se plantean en el delito de lesiones son similares a los
que se plantean en el delito de homicidio.

Si se causa por imprudencia grave se recurre al art 152.1.1º. Sin embargo, si se causa por
imprudencia menos grave se recurre al art 152.2

*LA LESION PSÍQUICA COMO DAÑO COLATERAL:

En relación con la lesión psíquica se dan dos problemas:

- El concepto de esta.
- Su autonomía cuando se produce como daño colateral de otro delito, bien cometido
contra la propia víctima, bien contra un tercero (impacto afectivo o el dolor moral que
puede causar el hecho en los familiares)

En el Derecho español el problema del impacto psíquico en las victimas de asesinato, secuestro,
violación… No sólo pueden tenerse en cuenta como factor agravante de la pena, sino que además
puede ser constitutivo directamente de un delito autónomo de lesiones.

Las lesiones incluidas en el art. 147.1 CP son las que, para su sanidad, además de una primera
asistencia facultativa, requieren tratamiento médico o quirúrgico (puntos de sutura). La pena es
de prisión de 3 meses a 3 años, o multa de 6 a 12 meses. Si la lesión no precisare tratamiento
médico o quirúrgico, o solo exigiere la primera asistencia facultativa, entonces constituye el tipo
privilegiado previsto en el art. 147.2 CP, que se caracteriza por un tipo subsidiario cuando la lesión
no cumple los requisitos del art. 147.1 CP, y cuya pena es multa de 1 a 3 meses.
+TIPO PRIVILEGIADO: LESIONES QUE NO REQUIEREN TRATAMIENTO.

Está previsto en el artículo 147.2 CP, se caracteriza como un tipo residual o subsidiario cuando la
lesión no cumple los requisitos establecido en el 147.1, la pena en este caso es la multa de 1 a 3
meses.

El artículo 147.3 CP castiga con una multa de 1 a 2 meses el delito de maltrato de obra que comete
‘el que golpeare o maltratare de obra a otro sin causar lesión’. Según el 147.4 CP, los delitos
previstos en el apartado 2 y 3 solo se perseguirán mediante denuncia de la persona agraviada o de
su representante legal. Sólo cabe de forma dolosa, no entra la imprudencia.

+TIPO CUALIFICADO NO SON ACUMULABLES SOLO PODEMOS APLICAR UN TIPO:

Son los contenidos en los arts. 148, 149 y 150 CP. En estos se tienen en cuenta para imponer una
pena más grave que la fijada para el tipo básico, tanto la gravedad del medio empleado, la forma
en que la lesión se lleve a cabo o la cualidad de la víctima (art.148 CP), como la mayor gravedad del
resultado (arts. 149 y 150 CP). NO hay imprudencia.

A. POR EL MEDIO EMPLEADO, LA FORMA DE COMISION.

El art.148 CP contiene una serie de cualificaciones aplicables a las lesiones previstas en el art.147.1
CP. Estas cualificaciones no aumentan automáticamente la pena del tipo básico cuando concurran
en un delito de lesiones.

Las cualificaciones se refieren además solo a las lesiones previstas en el art 147.1 CP, por tanto, si
concurren en la lesión del art 147.2 CP, en el maltrato del 147.3 CP, o en las cualificaciones por la
mayor gravedad del resultado de los arts 149 y 150 CP, estas circunstancias funcionarán, en su
caso, como agravantes genéricas.

- Por la peligrosidad del medio:

El art. 148.1 CP permite imponer la pena de prisión de 2 a 5 años si “en la agresión se hubieren
utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para
la vida o la salud, física o psíquica, del lesionado”. La razón de esta agravación es la peligrosidad del
medio empleado en la lesión

- Por el empleo de ensañamiento o alevosía:

El art. 148.2 CP establece la misma cualificación de la pena para la lesión prevista en el apartado
147.1 “si hubiere mediado ensañamiento”. Por tal hay que entender los actos que configuran la
agravante genérica del art.22.5 CP; es decir, aumentar deliberada e inhumanamente el sufrimiento
de la víctima. Por lo demás, la presencia de esta cualificación excluye la aplicación de la agravante
genérica, que, sin embargo, es aplicable como tal en las cualificaciones previstas de los arts.149 y
150 CP o en los delitos de los arts.147.2 y .3. CP. Lo mismo sucede con la alevosía.

- Por cualidad de la víctima:

El art. 148.3 CP permite imponer la pena antes citada “si la victima fuere menor de 12 años o
persona con discapacidad necesitada de especial protección”. Es preciso que este hecho genere
una mayor peligrosidad de la acción o mayor indefensión de la víctima, no basta por tanto con que
la víctima sea menor de 14 años o una persona con discapacidad para que automáticamente se
aplique la cualificación. El término “persona con discapacidad necesitada de especial protección”
debe ser interpretado según el sentido del art.25 CP.

La LO 1/2004 añadió otras dos cualificaciones del art.148 CP relacionadas con la víctima: la 4º hace
referencia a la mujer ligada al agresor por una relación de afectividad, actual o pasada; la
agravación 5º se refiere como víctima a la persona especialmente vulnerable que convive con el
autor, a la que también se alude en los delitos relativos a la violencia familiar.

B. POR LA ENTIDAD DEL RESULTADO.

Aunque el resultado en el delito de lesiones es siempre un menoscabo de la integridad corporal o


de la salud, la mayor o menor gravedad de este menoscabo puede determinar también una mayor
gravedad de la pena aplicable al responsable del delito de lesiones, en la medida en que esa mayor
gravedad objetiva de la lesión sea también abarcada por el dolo. Los arts.149 y 150 CP establecen
una serie de cualificaciones en función de la mayor o menor gravedad de los resultados que
produzca la lesión:

- Cualificación del art 149 CP (lesiones muy graves)

“1. El que causare a otro, por cualquier medio o procedimiento, la pérdida o la inutilidad de un
órgano o miembro principal, o de un sentido, la impotencia, la esterilidad, una grave deformidad o
una grave enfermedad somática o psíquica, será castigado con la pena de prisión de 6 a 12 años”.

“2. El que causare a otro una mutilación genital en cualquiera de sus manifestaciones será
castigado con la pena de prisión de 6 a 12 años. Si la victima fuera menor o persona con
discapacidad necesitada de especial protección, será aplicable la pena de inhabilitación especial
para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por el tiempo de 4 a
10 años, si el juez lo estima adecuado al interés del menor o persona con discapacidad necesitada
de especial protección”

Los resultados mencionados en este art.149 CP consisten en graves menoscabos de la integridad


física o de la salud, algunos de ellos irreversibles (como la pérdida o inutilización de un órgano o
miembro principal), o difícilmente corregibles, como una grave deformidad, enfermedad (SIDA)...
De ahí la especial gravedad con la que se castiga esta cualificación. La cualificación del art 149 CP
sólo es aplicable en caso de que la deformidad sea grave.

El órgano o miembro inutilizado que se menciona en el art 149.1 debe ser principal,
entendiéndose como esencial, pero NO vital: un riñón, un pie, la mano, ojo… Sin embargo, cuando
el miembro no es principal será aplicable la cualificación del art 150 CP.

- Cualificación del art 150 CP (grave):

Según el art 150 CP, “El que causare a otro la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro no
principal o la deformidad será castigado con la pena de prisión de 3 a 6 años.”

Deben tenerse en cuenta las circunstancias personales de la víctima, pues una cojera evidente es
una deformidad grave, o una pequeña cicatriz en la cara puede ser grave en el caso de una modelo
fotográfica, y menos grave en el caso de una persona dedicada a otro tipo de actividades.

Las posibilidades de reparación de la deformidad con una intervención de cirugía estética deben
también ser tenidas en cuenta en orden a determinar la gravedad de la deformidad; desde luego
una deformidad que quede bien reparada con una sencilla operación de cirugía estética debe ser
valorada como menos grave que otra en la que la posibilidad no exista o sea más difícil. La pérdida
de piezas dentarias es subsumible al art.150 CP.

+TIPO SUBJETIVO:

Tanto en el tipo básico como en los cualificados se tipifican conductas dolosas. La comisión
imprudente de estos hechos se castiga en el art.152 CP. Es evidente que la imputación a título de
dolo de los resultados calificantes o simplemente de la necesidad de tratamiento médico o
quirúrgico para la calificación de la lesión como delito sólo puede hacerse en la medida en que el
tribunal sentenciador, tras la correspondiente valoración de la prueba, llegue al convencimiento
de que realmente se dio el dolo.

Se requiere, para aplicar la cualificación del art.148.3 CP, que el sujeto sepa que la víctima es
menor de 14 años o persona con discapacidad necesitada de especial protección; y, en la
cualificación del art.148.5 CP, saber que la víctima es especialmente vulnerable.

Las lesiones imprudentes se castigan, cuando la imprudencia es “grave”, con la pena de prisión de
3 a 6 meses o multa de 6 a 18 meses si se tratare de las lesiones del art.147.1 CP; y con la pena de
prisión de 6 meses a 2 años si se tratare de las lesiones del art.150 CP. En la reforma de 2015 se
añadió la determinación de la pena en las lesiones por imprudencia grave había que realizarse con
relación al riesgo creado y el resultado producido. Si los hechos se hubieran cometido utilizando un
vehículo a motor o un ciclomotor se impondrá la pena de privación del derecho a conducir
vehículos a motor y ciclomotores de 1 a 4 años.

Según el art.152.2 CP, si la imprudencia es “menos grave”, las lesiones imprudentes se castigan
con la pena de multa de 3 meses a 12 meses, tanto las del art.149 CP como las del art.150 CP, y
sólo mediante denuncia de la persona agraviada o de su representante legal.

*El castigo de los actos de participación intentada:

En el art.151 CP se castiga con la pena inferior en 1 o 2 grados a la del delito correspondiente de


lesiones dolosas, previsto en los artículos anteriores, “la provocación, la conspiración y la
proposición” para cometer alguno de dichos delitos. La punibilidad de estas conductas a todo tipo
de lesiones es considerada como una violación de los ppios de proporcionalidad e intervención
mínima.

*El consentimiento del lesionado:

Dice el art.155 CP que “en los delitos de lesiones, si ha mediado el consentimiento válido, libre,
espontánea y expresamente emitido del ofendido, se impondrá la pena inferior en 1 o 2 grados. No
será válido el consentimiento otorgado por un menor de edad o una persona con discapacidad
necesitada de especial protección”. El consentimiento válido no exime la pena, sino que la atenúa.

Sin embargo, en el art 156 CP, se recogen ciertas excepciones, como el consentimiento válido en
los supuestos de trasplantes de órganos, esterilizaciones y cirugía transexual.

Según el art 155 CP el único consentimiento que no pueden eximir ni atenuar la apena en el delito
de lesiones es el viciado, es decir, aquel que por inmadurez de la persona que consiente, falta de
información o por constreñimiento ilícito de su voluntad no pueden tener relevancia, o cuando el
sujeto no tenga conciencia exacta del alcance de su consentimiento o porque se abusa de una
situación económica grave.

PROVOCACION A LAS AUTOLESIONES A TRAVES DE INTERNET

Fuera del ámbito de aplicación del art.155 CP quedan los casos de participación en autolesión
misma, que son conductas atípicas. Si hay una puesta en peligro por tercero con consentimiento
del afectado lo que se plantea es la posible responsabilidad del tercero por un delito de lesiones
imprudentes que nada tiene que ver con el art.155 CP.

Los artículos 147 a 152 se refieren a lesiones causadas a otros sin su consentimiento y los artículos
155 y 156 a las lesiones causadas con el consentimiento del lesionado, no confundir con el
consentimiento al riesgo inherente (esto se resuelve por imputación objetiva)

El código penal no regula nada sobre la autolesión o la participación de tercero en lesiones que un
sujeto se causa a sí mismo, por lo que tanto la participación como la participación intentada a las
autolesiones eran atípicas hasta que la ley orgánica 8/2021, de 4 junio, de Protección integral a la
infancia y la adolescencia frente a la violencia ha introducido un nuevo delito en relación al artículo
143 bis respecto al suicidio.

Se configura un nuevo delito de peligro estructurado como una especie de provocación a la


autolesión tipificada expresamente por el legislador como un delito autónomo. Sin embargo, la
conducta sólo es típica si se pretende, específicamente, promover la autolesión de menores o
personas con discapacidad necesitadas de especial protección. Se exige que la intención sea clara,
y pretenda directamente la autolesión, aunque no esté dirigida a un colectivo.

NO serán típicas de este delito las conductas que inciten a la realización de conductas
peligrosas para la integridad física o salud, sino solo aquellas que se dirijan específicamente
a provocar la decisión del destinatario de autolesionarse.

Si la autolesión llega a producirse o intentarse habrá que distinguir si se trata de una


verdadera autolesión o si por el contrario se trata de una persona que es un mero instrumento
de su propia lesión, pues en este caso sería aplicable la autoría mediata del delito de lesiones
de los artículos 147 al 149, que se haya consumado o intentado. En cualquier caso, la
conducta debe llevarse a cabo a través de los medios de comunicación como internet
mencionado expresamente en el artículo.

La exposición voluntaria a actividades peligrosas

El individuo tiene un amplio margen de autonomía en la realización de actividades peligrosas


o en la creación de situaciones de peligro, en las que puede configurar su propio ámbito de
responsabilidad, exonerando de la misma al tercero que coopera o que incluso realiza
personalmente la actividad peligrosa contando con el consentimiento del titular de los bienes
jurídicos que pone en peligro.

Surge así un extenso número de casos que tienen en común que, se trata de conductas de mero
riesgo consentido o creado por su propio titular que no entra en el ámbito del art.155 CP.
(rechazo de una transfusión sanguínea o las huelgas de hambre). Por ejemplo, el seroportador que
contagia a quien, conociendo esta circunstancia, decide voluntariamente mantener relaciones
sexuales con él. En estos casos el titular del bien jurídico no quiere directamente el resultado, pero
asume voluntariamente el riesgo de que se produzca.

El tratamiento médico

Son una serie de prescripciones procedentes de persona autorizada a ello, o de acciones


realizadas directamente por dicha persona sobre otra con finalidad paliativa o curativa, que
pueden afectar a la salud y la integridad física de esta. En estos casos estás consintiendo el riesgo
inherente pues te puede pasar o no, pero no estás consintiendo las lesiones.

Cuando el tratamiento médico menoscaba la salud del afectado tampoco dará lugar a la
exigencia de responsabilidad penal automáticamente, ya que, si dicho tratamiento ha sido
realizado conforme a la diligencia debida y con intención de curar, puede que el resultado no le
sea imputable al facultativo y en todo caso quedará excluido de la parte subjetiva del tipo del
delito de lesiones (al no mediar en el sujeto activo ni dolo ni imprudencia, atípicas).

A la inversa, sólo el tratamiento sin éxito puede llegar a constituir el tipo objetivo de un delito
de lesiones. En el tipo subjetivo estas serán imputables a título de imprudencia. Para saber cuándo
hay o no imprudencia hay que tener en cuenta:

- La propia capacidad profesional del médico, su preparación y experiencia.


- Las circunstancias de lugar y tiempo.
- La valoración de la actuación médica depende también de la fase en la que se
produzca.

El médico tiene el deber de informar sobre las consecuencias y riesgos del tratamiento. Esta
información debe referirse también a los medios y forma de tratamiento y a sus posibles
alternativas. La información ha de ser más precisa cuanto mayor sea el riesgo de la
intervención o del tratamiento.

El consentimiento informado se convierte en el presupuesto de la intervención médica, siempre


que la misma se realice dentro de los límites que el consentimiento señaló y conforme a la
diligencia debida y actuando conforme a los conocimientos y reglas de la experiencia generalmente
admitidas.

Salvo casos excepcionales de tratamiento obligatorio o de estado de necesidad en


situaciones de urgencia, incapacidad, etc., es el propio paciente quien debe decidir libremente
sobre las medidas que deben utilizarse para preservar su salud.

Participación en riña

Según el art.154 CP: “quienes riñeren entre sí, acometiéndose tumultuariamente, y utilizando
medios o instrumentos que pongan en peligro la vida o integridad de las personas, serán
castigados por su participación en la riña con la pena de prisión de tres meses a un año o
multa de seis a 24 meses”.

El CP no castiga la mera participación en riña, sino la participación utilizando medios o


instrumentos que pongan en peligro la vida o la integridad; la mera participación es impune
como tal. Se exige además que los que participan en la riña lo hagan “acometiendo
tumultuariamente”; han de intervenir, por tanto, más de dos personas y es preciso que se
llegue a las vías de hecho, no bastando las simples agresiones verbales.

En la riña tumultuaria no hay un agresor y víctima, sino que hay multitud de personas
participando, hay muchos lesionados por no podemos demostrar quien ha sido lesionado, por lo
que se castiga la participación en la riña. Por tanto, no requiere la demostración de quien ha
ocasionado las lesiones, sin embargo, si puedo identificar quién ha sido el agresor no aplicaré la
participación en riña. Una pelea a puñetazos no sería participación en riña pies es necesario que se
utilicen medios o instrumentos que pongan en peligro la vida o integridad de las personas.

Tráfico de órganos (ilícito)

La LO 5/2010 introdujo un nuevo delito en el título de las lesiones destinado a sancionar el


tráfico ilícito de órganos humanos, así como el trasplante de los mismos.

Una tipificación expresa de la extracción misma del órgano no es en cambio necesaria,


porque en el delito de lesiones se encuentran ya tipificados supuestos de mutilación de
órganos aplicables también en caso de que se realice para un posterior trasplante a otra
persona, teniendo en cuenta sobre todo que la regulación legal del trasplante de órganos
actualmente vigente prohíbe expresamente la venta de órganos y que, por tanto, el
consentimiento del donante no es válido. Pero la tipificación expresa que ahora se hace de
este hecho incluye otras conductas periféricas anteriores o posteriores a la extracción misma
que son las que constituyen el núcleo del art.156 bis CP.

En estos casos es autor toda persona que ayuda a que se lleve a cabo el tráfico de órganos ilícitos,
pues según el art 156 bis CP: Los que de cualquier modo promovieren, favorecieren, facilitaren,
publicitaren o ejecutaren el tráfico de órganos humanos serán castigados con la pena de
prisión de seis a doce años tratándose del órgano de una persona viva y de prisión de tres a
seis años tratándose del órgano de una persona fallecida.

Ej: la persona que extrae el órgano está cometiendo dos delitos: la extracción del órgano y
además el delito de tráfico ilícito de órganos. La respuesta del legislador es que no hay Bis in
ídem, pues con la extracción de órganos estamos protegiendo la integridad física de la persona
(Delito de lesiones).

Tú puedes consentir que haya una extracción de órganos, pero sin precio, pues incluso cuando
se ofrece dinero la extracción se constituye como ilícito, aunque la extracción haya sido con
consentimiento. Por tanto, no se puede vender un órgano independientemente del
consentimiento de la persona.

El bien jurídico protegido es el buen funcionamiento del sistema legal de trasplantes. Extraer el
órgano de una persona sin consentimiento válido o de una persona muerta fuera de los casos
legales es delito, así como la preparación, preservación, almacenamiento, transporte, traslado,
recepción, importación o exportación de órganos ilícitamente extraídos.

En el caso del que se implanta el órgano también tendrá responsabilidad penal, según el art
156.3 bis CP, si el receptor del órgano consintiere la realización del trasplante conociendo su
origen ilícito será castigado con las mismas penas previstas en el apartado 1, que podrán ser
rebajadas en uno o dos grados atendiendo a las circunstancias del hecho y del culpable. No
obstante, al estar en una situación de necesidad incompleta, no podemos imponer la misma
pena que al que realiza la extracción del órgano.

A. Presupuestos

El art.8 RD 1723/2012 regula los presupuestos para la extracción de órganos de personas


vivas con finalidad de trasplante. El donante debe ser mayor de edad y estar sano física y
mentalmente. La extracción debe ser compatible con la supervivencia del donante y no debe
producir una perturbación relevante de la funcionalidad de su organismo.

El donante debe ser informado de las consecuencias de su decisión, su consentimiento debe


ser expreso, libre, consciente y no motivado por algún tipo de recompensa, y debe ser
registrado ante el juez competente por el propio donante en presencia del médico que haya
explorado su salud corporal y psíquica y del médico que deba realizar la operación extractora.
En todo momento, el donante puede desistir de su propósito.

Se prohíbe el consentimiento de disminuidos psíquicos y de menores o, en su caso, el de sus


padres, tutores o guardadores legales. Por tanto, los trasplantes entre mellizos o gemelos
quedan prohibidos en la medida que el donante sea menor o disminuido psíquico.

B. Las conductas típicas y la impunidad del que ofrece sus órganos a cambio de una
contraprestación económica y la punibilidad del recepto

El apartado 1 del art. 156 bis considera tráfico de órganos, además, las conductas anteriores a la
extracción (preparación) y las posteriores, como pueden ser la preservación, almacenamiento,
transporte, traslado, recepción, importación o exportación de órganos ilícitamente extraídos,
pero también el uso de órganos ilícitamente extraídos con la finalidad de su trasplante o para otros
fines, por ejemplo, el uso de órganos para la extracción de tejidos y células de estos.

A todo ello se añade en el apartado 2 que también se consideran tráfico de órganos ciertas
conductas de intermediación como son solicitar o recibir dádiva o retribución de cualquier
clase, o aceptar ofrecimiento o promesa por proponer o captar a un donante o a un receptor
de órganos; y ofrecer o entregar dádiva o retribución de cualquier clase a personal facultativo,
funcionario público o particular con ocasión del ejercicio de su profesión o cargo en clínicas,
establecimientos o consultorios, públicos o privados, con el fin de que se lleve a cabo o se
facilite la extracción u obtención ilícitas o la implantación de órganos ilícitamente extraídos.

Se trata en de un bien jurídico colectivo, relacionado con la salud pública y dirigido sobre todo a
tratar de prevenir el daño para la salud de los potenciales donantes y receptores de órganos. En
caso de personas vivas, este delito entrará por concurso con cualquier otro delito que se haya
podido cometer, sea éste un delito contra la integridad o, si se produce la muerte del donante,
contra la vida (de homicidio o asesinato, o en su caso de cooperación ejecutiva al suicidio si el
sujeto consintió en morir para realizar un trasplante de un órgano vital), lo que puede llevar a
penas excesivamente altas.

El legislador español ha optado por no castigar la conducta del titular del órgano. Sin embargo,
esta impunidad no alcanza al receptor del órgano, pues el legislador si considera su conducta como
típica. Sin embargo, al considerarse que el receptor se encuentra en una especie de estado de
necesidad, el apartado 3 del artículo 156 bis, permite rebajar la pena en 1 o 2 grados atendiendo a
las circunstancias del hecho y del culpable.

En cualquier caso, si la extracción es ilegal pero el receptor no lo sabe, no se da el presupuesto de


aplicación del apartado 3, pues en éste se exige que el receptor conozca el «origen ilícito» del
órgano que se le trasplanta. Además de este tipo privilegiado, tras la reforma de 2019 contempla
el art. 156 bis varios tipos cualificados:

- Art. 156.4 bis prevé la imposición de las penas superiores en grado a las previstas en el
apartado 1 cuando se hubiera puesto en grave peligro la vida o la integridad física o
psíquica de la víctima del delito, o cuando la víctima sea menor de edad o especialmente
vulnerable por razón de su edad, discapacidad, enfermedad o situación. Si concurrieren
ambas circunstancias, se impondrá la pena en su mitad superior.
- También se impondrá la pena superior en grado a la del tipo básico al facultativo,
funcionario público o particular que, con ocasión del ejercicio de su profesión o cargo,
realice en centros públicos o privados las conductas típicas de tráfico de órganos de
los apartados 1 y 2, o solicite o reciba la dádiva o retribución, o acepte el ofrecimiento o
promesa de recibirla. En este caso se impone además inhabilitación especial. Si concurre,
además, alguna de las circunstancias previstas en el apartado 4, se impondrán las penas en
su mitad superior.
- Art 156.6 bis, pena superior en grado a la prevista en el apartado 1 e inhabilitación
especial, cuando el culpable pertenezca a una organización o grupo criminal dedicado a la
realización de tales actividades. Si concurre además alguna de las circunstancias previstas
en el apartado 4, se impondrán las penas en la mitad superior. Y si concurre la
circunstancia prevista en el apartado 5, se impondrán las penas señaladas en éste en su
mitad superior.
Pero si se trata de los jefes, administradores o encargados de dichas organizaciones
o grupos, entonces se aplicará la pena en su mitad superior, que podrá elevarse a la
inmediatamente superior en grado

Art. 156 bis. 7, posibilidad de exigir responsabilidad criminal a las personas jurídicas en relación
con el tráfico de órganos. En cuanto a los actos preparatorios, el 156.8 bis tipifica expresamente la
provocación, la conspiración y la proposición para cometer los delitos previstos en este artículo,
que se castigarán con la pena inferior en uno a dos grados a la que corresponde. Según el 156.9
habrá concurso de delitos con los demás delitos efectivamente cometidos (art. 177 bis “trata de
seres humanos”)
2. LESIONES AL FETO

Art. 157 CP: “el que por cualquier medio o procedimiento (cabe la comisión por omisión), causare
en un feto una lesión o enfermedad que perjudique gravemente su normal desarrollo o provoque
en el mismo una grave tara física o psíquica, será castigado con pena de prisión de uno a cuatro
años e inhabilitación especial para ejercer cualquier profesión sanitaria o prestar servicios en
clínicas, establecimientos o consultorios ginecológico en tiempo de 2 a 8 años”.

Ej: caso de tentativa de aborto que sale mal. En caso de que podamos demostrarlo, entre lesiones
al feto y aborto hay el mismo concurso de leyes que entre el homicidio y las lesiones, en cada
aborto consumado doloso hay lesiones al feto desplazadas por consunción.

Art. 158 CP: “el que, por imprudencia grave, cometiere los hechos descritos en el artículo anterior,
será castigado con la pena de prisión de 3 a 5 meses o multa de 6 a 10 meses. Cuando los hechos
descritos en el artículo anterior fueron cometidos por imprudencia profesional se impondrá
asimismo la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por el
tiempo de 6 meses a 2 años”

El bien jurídico común a ambos es la salud y la integridad física del feto, debiéndose entender por
tal el óvulo fecundado ya anidado en el útero materno y el ser que a partir de ese momento se
genere durante todas las fases del embarazo hasta el momento mismo de su expulsión o extracción
del seno materno tras el nacimiento. La embarazada NO será penada en los casos imprudentes.

Ej: Si una embarazada en gestación fuma sería imprudente, pues puede provocar una lesion al feto.

Si la intención es causar la muerte del feto, pero a pesar de todo continúa con el embarazo y sólo
se producen lesiones en el feto, el hecho será punible como tentativa de aborto, salvo que resulte
mayor pena de las lesiones al feto. Si las lesiones al feto son producidas por imprudencia, pero
provocan la muerte del feto, será aplicable la modalidad de aborto imprudente prevista en el art
146 CP.

Una embarazada se pone de parto y el médico que lo atiende realiza maniobras negligentes
durante esto lo que provoca que el niño nazca pero que muera a los dos días a causa de las
lesiones cerebrales causadas durante el parto:

No podemos aplicar homicidio porque las lesiones se están cometiendo durante el parto por lo
que no nos encontramos ante una persona viva y nacida, sino sobre el feto pues la acción se
realiza durante el parto. No puedo castigar por aborto por que no ha muerto un feto, pues el
objeto material del aborto es la muerte de un feto y cuando este muere ya es una persona viva y
nacida. Por lo que solo puede aplicarse las lesiones al feto. Pues para que haya homicidio debe
realizarse la acción sobre una persona viva y nacida.

+TIPO OBJETIVO:

El tipo objetivo común a la modalidad dolosa e imprudente, acoge cualquier forma de producción
de una lesión al feto, como consecuencia de una actividad médica o quirúrgica realizada durante
el embarazo o en el momento del parto que incide directamente sobre el feto, como de
intervención indirecta a través del cuerpo de la madre, por acto médico, malos tratos… que a su
vez puedan ser constitutivos de otros delitos de lesiones a la mujer.

El resultado debe ser la causación en el feto de una lesión o enfermedad que “perjudique
gravemente su normal desarrollo o provoque en el mismo una grave tara física o psíquica”, es
decir, un atentado al bien jurídico protegido que, igual que en el delito de lesiones del ya nacido,
viene constituido por la salud física o psíquica y la integridad física.

El deber de cuidado cuya infracción puede dar lugar al delito de imprudencia grave previsto en el
art 158 CP, es un deber referido al ejercicio de profesiones relacionadas con la fisiopatología de la
reproducción humana o con actividades medicas que se produzcan en esa fase, aunque también
pueden incluirse otros como malos tratos, abandono del cuidado de la mujer… En la forma de
comisión dolosa que puede darse como consecuencia de actividades experimentales o también
con finalidad genocida o cualquier otra perversa de producción de seres deformes, la relación
causal sería más fácil de demostrar, pudiendo también apreciarse la tentativa.

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