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Para aprender a germinar las semillas de uva, sigue estos pasos cuidadosamente:
1. Elige la variedad de uva que quieras cultivar. Ten en cuenta si quieres cultivar tu vid para hacer mermelada,
preparar vino o simplemente preparar una zona con sombra, así como las condiciones del clima de la zona en que
vivas.
2. Una vez elegida la variedad, hazte con las semillas. Lo más seguro tiende a ser comprarlas en un vivero, pero
también extraerlas de las uvas que se pueden comprar.
3. Coloca las semillas en agua antes de hacer nada más. Si alguna flota, deshazte de ella, pues no germinará.
Comprueba que las demás son firmes al tacto cuando las presionas con los dedos un poco.
4. Consigue un poco de agua destilada y remoja las semillas en ella hasta 24 horas. Es importante que antes de esto,
las hayas lavado a conciencia para retirar cualquier resto de materia orgánica de ellas.
5. Para estratificar las semillas, hay que preparar una bolsa hermética con papeles
de cocina húmedos o, a ser posible, musgo de turba. Mete las semillas en el
lecho preparado, y guarda la bolsa cerrada en el refrigerador, a entre 1 y 3 ºC.
El mejor tiempo para hacer esto es en invierno, para que así, tras los 2 meses
de estratificación, sea un buen momento para plantarlas. A lo largo de este
tiempo, renueva la humedad del lecho cuando se seque demasiado, y abre la
bolsa de vez en cuando para que respiren y puedas comprobar que las semillas
no son atacadas por hongos.
6. Pasado este tiempo, puedes sacar las semillas a principios de primavera y
plantarlas en macetas pequeñas preparadas con sustrato adecuado rico en
nutrientes. Procura poner las macetas en algún punto en que la temperatura se
mantenga constante alrededor de 20 ºC, y riégalas cuando notes que la capa superior del sustrato se seca,
pulverizando agua con suavidad. En entre 2 y 8 semanas tus semillas deberían germinar.
Cuando vayas a colocar la parra en su ubicación definitiva, asegúrate de que la tierra cuenta con un buen drenaje y con un
pH adecuado, que varía según el tipo de uva. Dos semanas después de haber plantado, abona la tierra alrededor de las
plantas.
La vid necesita de entre 7 y 8 horas de luz solar al día, con incidencia directa. A menos que vivas en una zona con un sol
excepcionalmente fuerte, plántala donde la incidencia de luz sea mayor.
Abono
Después del primer abonado, este debe repetirse una vez al año, en primavera. Recomendamos los abonos ecológicos
como el humus de lombriz. En este otro artículo de EcologíaVerde te mostramos todo acerca de Qué es el abono orgánico,
tipos, beneficios y cómo hacerlo.
La mayoría de vides son plantas trepadorasy, por tanto, necesitan de una pérgola, un enrejado u otro apoyo al que fijarse.
Prepárale apoyos en los primeros años de la planta y guíala después por las partes en las que prefieras que crezca. Del
mismo modo, aplica una poda de formación adecuada. En este otro post te explicamos En qué época y cómo podar una
parra.
https://www.ecologiaverde.com/germinar-semillas-de-uva-como-hacerlo-y-cuidados-2250.html