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ROSARIO DE SAN JOSÉ

1. Señal de la Cruz.
2. Acto de contrición.
3. Oración inicial:

«Oh San José, que con amor trabajaste la madera para, en


esta vida pasajera, proveer a tu familia el pan de cada día:
ahora en el cielo con Cristo, enséñanos a reconocer, en el
quehacer de cada día el camino hacia Dios».

4. A CONTINUACIÓN SE ENUNCIAN LOS MISTERIOS.

+ 1er Misterio: La anunciación a José (Mateo 1,18-21).


Contemplamos el gozo de José al recibir el encargo de tomar a María,
Virgen, como esposa quien llevaba en el seno a Jesús.

+ 2do. Misterio: El nacimiento de Jesús (Mateo 2,1-12; Lucas


2,1-20).
Contemplamos a José hombre, con el encuentro de lo divino, testigo
de los coros de ángeles y de la presencia de la grandeza de Dios en
el nacimiento de Jesús.

+ 3er. Misterio: La circuncisión y la atribución del nombre de


Jesús (Lucas 2,21, Mateo 1,20-21).
Contemplamos a José fiel cumplidor de la voluntad y de la ley de Dios.

+ 4to. Misterio: La presentación en el Templo (Lucas 2, 22-38).


Contemplamos a José devoto padre que acompaña a su hijo en el
inicio de su vida religiosa.

+ 5to. Misterio: La huida en Egipto (Mateo 2, 13-15).


Contemplamos a José valeroso, jefe de familia que en momento de
adversidad no duda en poner a su familia a salvo.

+ 6to. Misterio: El regreso a Nazaret (Mt 2, 23).


Contemplamos a José, confiado en la palabra del Señor que regresa y
dedica su vida no solo a ganar el sustento para ella sino también a la
educación de Nuestro Señor.

+ 7mo. Misterio: El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo


(Lucas 2,44-46).
Contemplamos a José, padre como cualquiera que sufre con las
decisiones de su hijo, pero confía plenamente en los designios del
Señor.
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5. LUEGO DE ENUNCIAR CADA MISTERIO, EN LAS CUENTAS DEL


ROSARIO SE DICE:

«Dios te salve José, lleno de la gracia divina.


Entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció.
Bendito eres entre todos los hombres,
y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.

San José, padre adoptivo de Jesús,


ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de
trabajo, hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de
nuestra muerte. Amén».

(se repite 7 veces)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo…

Después de meditar en los 7 misterios, se puede concluir de la siguiente


manera:

ORACIÓN

«¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a san


José como esposo de tu Santísima Madre; te rogamos nos
concedas tenerlo como intercesor en el cielo, ya que lo
veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén».

- Se puede concluir con las letanías de San José -

«Señor, ten misericordia de nosotros (bis)


Cristo, ten misericordia de nosotros. (bis)
Señor, ten misericordia de nosotros. (bis)

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.


Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
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Santa María, ruega por nosotros.


San José, ruega por nosotros.
Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.
Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.
Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.
Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.
Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
José, justísimo, ruega por nosotros.
José, castísimo, ruega por nosotros.
José, prudentísimo, ruega por nosotros.
José, valentísimo, ruega por nosotros.
José, fidelísimo, ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, ruega por nosotros.
Amante de la pobreza, ruega por nosotros.
Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.
Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.
Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.
Sostén de las familias, ruega por nosotros.
Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.
Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.
Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.
Terror de los demonios, ruega por nosotros.
Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de
nosotros».

Cristo óyenos. (bis)


Cristo escúchanos. (bis)

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