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Para que se produzca una transacción el precio tiene que ser aceptado por los compradores y
vendedores. Por ello, el precio es un indicador del equilibrio entre consumidores y ahorradores
cuando compran y venden bienes o servicios.
Existe una teoría económica que sirve para representar ese equilibrio entre compradores y
vendedores. Es la llamada ley de la oferta y la demanda.
Asimismo, la intervención en los mercados monetarios fomentan una inflación y, por ende,
ésta puede llegar a incrementar los tipos de interés así como el coste de financiación de las
empresas, llevando a éstas a reducir personal, principalmente, por sus ajustados márgenes de
beneficio. Por tanto, aumenta la tasa de paro de la economía.
Por el contrario, en economías capitalistas, el precio de un bien o servicio puede llegar a ser
muy alto, especialmente si se trata de bienes y servicios básicos. Si el precio es elevado se
debe a que alguien está dispuesto a comprarlo o venderlo a ese nivel. Sin embargo, si no
existiera nadie dispuesto a comprar o a vender ese bien o servicio, el precio se corregiría hasta
que pueda alcanzar un nivel óptimo en el que exista contrapartida. Por tanto, funciona como
una balanza dónde los poderes de oferta y demanda son los conductores y determinantes.
Cuando existe libertad de competencia, si hay un bien o servicio con un precio alto, entrarán
más productores para ofrecer ese servicio. Algunos de ellos reducirán el precio para ganar
cuota de mercado, llevando así el precio a un nivel aceptable por los consumidores.
El precio también se valora por las necesidades que tienen las personas de consumirlo y por
sus preferencias. La utilidad marginal será decreciente a medida que se consuman bienes con
regularidad debido a que las preferencias cambian. Imagina cuánto valoras un vaso de agua en
el desierto. Pero si llegas a la ciudad y bebes 10 vasos de agua, el siguiente ya no lo valorarás
prácticamente nada.
Estrategias de precio
Las estrategias de precios más comunes se basan en fijar precios menores, mayores o iguales a
los precios de mercado, dependiendo de la intención de la empresa y la imagen que quiera
trasladar a los consumidores.
Según este criterio, las estrategias que se pueden elegir en términos de precio son:
Penetración: Con precios por debajo del valor de mercado, con el objetivo de crear
atracción y estimular al cliente a elegir el producto. Es muy habitual en productos de
nuevo lanzamiento.
Alineamiento: Es la forma más sencilla debido a que el bien o servicio que entra en el
mercado lo hace con un precio similar al de sus competidores y dentro del valor que
los clientes le dan.
Selección: En esta estrategia se ofrece un producto con precio superior al de mercado,
y del cual los consumidores tienen un valor otorgado muy superior. Los artículos de
lujo o exclusivos suelen estar promocionados mediante este tipo de práctica de
marketing.
Podemos entender entonces que el mercado interno corresponde a todas las transacciones
que se llevan cabo en un determinado espacio geográfico o institución.
Por ejemplo, podemos hacer alusión al mercado interno de Bogotá, de la colonia Roma en la
ciudad de México, o incluso de los trabajadores que viven en un campamento minero en Los
Andes.
En cambio, el mercado externo se caracteriza por estar sujeto a la política comercial de cada
nación, pudiendo establecerse acuerdos internacionales.
Por ejemplo, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte o la propia Unión Europea
representan acuerdos de integración que reducen las barreras para el intercambio comercial.
En contraste, los países pueden fijar altos aranceles (impuestos a la importación) u otras
barreras a la compra de determinados productos o servicios provenientes del extranjero.
Cabe precisar que la distinción entre interno y externo es solo una forma de clasificar los
mercados. Estos pueden dividirse, a su vez, por ejemplo, por actividad económica como el
textil, farmacéutico, de alimentos y bebidas, entre otros.
Mercado externo
Proteccionismo
El proteccionismo es un corriente de pensamiento que da prioridad al mercado interno frente
al mercado externo. De ese modo, si se encuentra un nuevo yacimiento de un recurso natural,
por ejemplo, petróleo, este debería destinarse en primer lugar a abastecer la demanda
interna, según esta postura.
LA ECONOMIA INDUSTRIALIZADA
Las ventajas ofrecidas por la Economía Industrial
La economía industrial puede referirse directamente a las actividades que combinan
diferentes factores de producción como son las instalaciones, suministros, trabajo,
conocimiento y más, todo para producir bienes materiales destinados al mercado. Bien podría
decirse que es el estudio de las empresas, industrias y mercados, lo que podría responder
acerca de qué es la economía industrial y cuáles son sus principales áreas de aplicación.
Este campo también analiza empresas de todos los tamaños: desde las tiendas locales que
vemos en cualquier esquina, hasta las gigantes multinacionales que pueden ver en cada país.
A su vez, considera una amplia gama de industrias bastante variadas y diversas, sea el de
generación de electricidad, la producción de automóviles o incluso también restaurantes, por
solo mencionar algunos.
Una de las cosas clave que hace la economía industrial en su ejercicio es la evaluación de los
mercados competitivos debido a que estos suelen ser buenos para los consumidores, aunque
puede que no en todo momento sean viables. Por ello, un experto en esta área profesional
conoce las distintas maneras de evaluar cómo medir el grado de competitividad en los
mercados. Al menos esto responde en parte a qué es la economía industrial y cuáles son sus
principales áreas de aplicación.
De forma más sencilla, podríamos decir que la economía industrial es el estudio de las
condiciones competitivas y del monopolio, pues estos son los principales que pueden afectar
en gran medida los resultados del mercado. Esta área profesional se ocupa sobre cómo se
armonizan las actividades productivas con la demanda de bienes y servicios a través de algún
mecanismo de organización, como son los mercados libres y otros.
Es así como entendemos qué es la economía industrial y cuáles son sus principales áreas de
aplicación. Por tanto, esta reconoce la teoría de las estructuras competitivas del mercado, las
cuales son fáciles de resolver cuando existe el equilibrio apropiado. Sin embargo, en la mayoría
de los casos, no puede explicar la composición y comportamiento de las empresas en la
industria debido a las variantes que pueden existir.
Conoce más acerca de la Organización y la Economía Industrial
Son muchas las ventajas que ofrece la Economía Industrial, no solo para la empresa, sino
también para su gobierno: Aumento de la renta nacional, mejora el nivel de vida, logra la
estabilidad económica, incremento de la producción agrícola, aumento de ahorros e
inversiones y un mayor ingreso del gobierno. Sin duda alguna, demasiados los beneficios de
este campo para las personas que se ven involucradas.
En cuanto a sus áreas podríamos entender que funciona en cualquiera de la sociedad actual,
tanto Mercados, Industria Automotriz, Industria Electrónica, Industria Alimentaria, Industria
Petrolera, etc. Claro, si quieres convertirte en un verdadero profesional de este campo, te
recomendamos estudiar con Euroinnova.