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FACULTAD DE INGENIERÍA
E.A.P. INGENIERÍA AMBIENTAL
ASIGNATURA
CONTAMINACION Y TRATAMIENTO DE
SUELOS
PROPIEDADES FISICAS DEL SUELO
DOCENTE:I NG. SIMEÓN CALIXTO VARGAS 2
0 2 2 - II
INTRODUCCION
El suelo es un recurso natural no renovable compuesto por sustancias sólidas
(materia orgánica, organismos y minerales), agua y aire. La proporción en la que
se encuentren estos componentes le confiere al suelo propiedades físicas,
químicas y biológicas propias. La productividad de un suelo no sólo depende de
los contenidos nutrimentales sino también de las características físicas del mismo,
ya que como es bien conocido, el desarrollo de la parte aérea dependerá del
desarrollo de la raíz. El desarrollo radical de las plantas está fuertemente influido
por el balance entre humedad y aireación del suelo. Por lo tanto, antes de iniciar
cualquier actividad agrícola o instalar una huerta, es importante conocer las
propiedades físicas del suelo.
LA TEXTURA DEL SUELO
La textura del suelo se refiere a la proporción de componentes
inorgánicos de diferentes formas y tamaños como arena,
limo y arcilla. La textura es una propiedad importante ya que influye como
factor de fertilidad y en la habilidad de retener agua, aireación, drenaje,
contenido de materia orgánica y otras propiedades.
La textura indica la proporción de las partículas fundamentales del
suelo: arcilla, limo y arena, que se pueden agrupar en fina, media y
gruesa. El diámetro de las partículas de arcilla es menor de 0.002 mm,
las de limo están entre 0.002 y 0.05 mm y las de arena son entre 0.05
y 2.0 mm. La textura, además influye en la cantidad y disponibilidad
de agua y nutrimentos, así como en la aireación, drenaje y
accesibilidad en el uso de implementos agrícolas.
Suelos de textura gruesa. Son los suelos con más de 50 % de
arena, pero contienen menos del 20 % de arcilla. Cuentan con una
baja capacidad para retener nutrientes y agua. La gran cantidad de
poros grandes y bajo contenido de arcilla provoca que se pierda más
fácilmente agua y nutrientes, especialmente nitrógeno.
Suelos de textura media. Son suelos con buena aireación y drenaje para
el desarrollo de las raíces. Generalmente tienen menos de 35 a 40 % de
arcilla y menos de 50 % de arena. Presentan una alta proporción de poros
de tamaño medio a fino. Son suelos con una amplia capacidad productiva,
disponibilidad de agua y nutrimentos. Son suelos que facilitan la
penetración de las raíces y desarrollo más acelerado al tener un equilibrio
entre las partículas de arena, limo y arcilla.
Suelos de textura fina o pesada. Son suelos con más de 40 % de arcilla,
aunque también se pueden agrupar aquellos con más de 60 % de limo.
Presentan alta capacidad de retención de agua y nutrimentos. Estos suelos
normalmente son los de más alta fertilidad natural. Sin embargo, deben
manejarse con precaución, pues se compactan fácilmente cuando se labran
o se cultivan en condiciones húmedas.
Estructura del suelo
La estructura del suelo se define por la forma en que se agrupan
las partículas individuales de arena, limo y arcilla. Cuando las
partículas individuales se agrupan, toman el aspecto de
partículas mayores y se denominan agregados.
La agregación del suelo puede asumir diferentes modalidades, lo que da
por resultado distintas estructuras de suelo. La circulación del agua en el
suelo varía notablemente de acuerdo con la estructura; por consiguiente, es
importante que conozca la estructura del suelo donde se propone construir
una granja piscícola. Aunque quizás no pueda recopilar toda está
información por cuenta propia, los técnicos especializados del laboratorio
de análisis de suelos podrán suministrársela después de examinar las
muestras de suelo no alteradas que tome. Le podrán decir si la estructura
del suelo es mala o buena (poros/canales capilares, red, etc.). También
podrán ofrecerle información sobre el grado de circulación del agua o la
permeabilidad.
Clases y tipos de estructura del suelo
Por definición, la clase de estructura describe el tamaño medio de los
agregados individuales. En relación con el tipo de estructura de suelo de
donde proceden los agregados, se pueden reconocer, en general, cinco
clases distintas que son las siguientes:
Oscuro Denota alto contenido de materia orgánica (MO). Sin embargo, suelos con bajo
contenido de MO y exceso de sodio también puede tornarse oscuros por la
disolución de la MO a pH alcalino. Otra razón es la presencia de MnO2 o carbón
elemental después de la quema de residuos
Rojo o Amarillo Propio de suelos viejos, puede ser producido por la presencia de Fe2O3 (rojos) o
por FeO-OH (amarillos, cafés). Estos colores provienen de la oxidación e
hidratación de los compuestos minerales de Fe, cuando el drenaje permite la
aireación y las condiciones de humedad y temperatura son favorables.
Gris Indican períodos prolongados bajo inundación e inadecuada aireación. Este color o
blanquecino puede deberse por la falta de intemperización de roca madre de ese
color o por depósitos de carbonato de calcio, así como la afloración de sales y/o
remoción de Fe.
Textura del suelo.
La textura indica la proporción de las partículas fundamentales del suelo: arcilla,
limo y arena, que se pueden agrupar en fina, media y gruesa. El diámetro de las
partículas de arcilla es menor de 0.002 mm, las de limo están entre 0.002 y 0.05
mm y las de arena son entre 0.05 y 2.0 mm. La textura, además influye en la
cantidad y disponibilidad de agua y nutrimentos, así como en la aireación, drenaje
y accesibilidad en el uso de implementos agrícolas. Suelos de textura gruesa. Son
los suelos con más de 50 % de arena, pero contienen menos del 20 % de arcilla.
Cuentan con una baja capacidad para retener nutrientes y agua. La gran cantidad
de poros grandes y bajo contenido de arcilla provoca que se pierda más
fácilmente agua y nutrientes, especialmente nitrógeno. Lo anterior ocasiona un
desarrollo pobre de los cultivos al no cubrir sus necesidades nutricionales.
La alta lixiviación y volatilización de nitrógeno en estos suelos hace necesario
fraccionar la fertilización nitrogenada tanto como sea posible y la aplicación de
materia orgánica. Por otra parte, la gran cantidad de poros grandes facilita la
penetración y desarrollo del sistema radical de los cultivos.
Humedad del suelo.
Referida a la cantidad de agua disponible para la planta. Dicho
contenido puede variar de acuerdo al tipo y cantidad de arcilla y
el porcentaje de MO que se encuentre en el suelo. Entre mayor
cantidad de arcilla y/o MO, mayor cantidad de agua retenida; es
por ello que suelos arenosos suelen saturarse más rápidamente
que un arcilloso. Es importante conocer el manejo de los riegos
en el cultivo en base al tipo de suelo y evitar un estrés hídrico
que repercuta en el rendimiento.
Humedad del suelo.
Referida a la cantidad de agua disponible para la planta.
Dicho contenido puede variar de acuerdo al tipo y
cantidad de arcilla y el porcentaje de MO que se
encuentre en el suelo. Entre mayor cantidad de arcilla
y/o MO, mayor cantidad de agua retenida; es por ello
que suelos arenosos suelen saturarse más rápidamente
que un arcilloso. Es importante conocer el manejo de los
riegos en el cultivo en base al tipo de suelo y evitar un
estrés hídrico que repercuta en el rendimiento.
Conductividad hidráulica.
Es definida como la capacidad del suelo para transmitir
agua y oxígeno hacia el perfil del suelo. Su
determinación es considerada como una medición
indirecta de la compactación, de la estabilidad
estructural del suelo y/o posible presencia de sodio en la
fase de intercambio. Una baja conductividad hidráulica (<
2.5 cm/h) puede deberse a un bajo contenido de materia
orgánica, combinada con un alto contenido de sodio (>5
% de PSI), sobre todo en suelos de textura fina. Suelos
con este problema pueden mejorar su condición al
incorporarles una fuente calcio (yeso agrícola) y/o MO.
Penetrabilidad.
Es la resistencia que presenta un suelo a la penetración radical y
está íntimamente ligada a la densidad aparente (sólidos por
unidad de volumen) y al nivel de humedad del suelo. Se mide
con aparatos denominados penetrómetros y se expresa en
kg/cm2. La penetrabilidad está estrechamente relacionada con el
volumen de raíces. Según algunos estudios, resistencias
mayores a 20 kg/cm2 medida a capacidad de campo, ocasiona
crecimientos limitados de las raíces de cultivos de alfalfa, maíz y
algodón.
La porosidad del suelo.
La porosidad es la cantidad de espacio de los poros en
el suelo y que se subdivide en macro y microporos. El
porcentaje de porosidad es alto en suelos de textura fina
con una mayor proporción de microporos, lo cual
favorece una mayor retención de humedad en relación a
un suelo arenoso. Por otro lado, a medida que aumenta
la densidad aparente, la porosidad disminuye e influye
directamente en la aireación del suelo, llegando a
disminuir en casos extremos el desarrollo de las raíces.
Los poros de diámetros de 0.2 a 0.3 mm limitan el
crecimiento de raíces.
La compactación del suelo
La compactación del suelo está referida a la reducción de la
porosidad de los suelos, incrementando la densidad aparente de
éste. Por lo tanto, el fenómeno de compactación limita el espacio
para el almacenamiento o movimiento del aire y agua dentro del
suelo. Además es una de las principales causas de restricción
física para el crecimiento radical de los cultivos. Los suelos con
mayor tendencia a compactarse son suelos de texturas finas a
medias comparados con suelos de texturas gruesas. De igual
manera, suelos con bajos contenidos de materia orgánica o con
altos contenidos de humedad son más susceptibles a sufrirla
Los mayores daños de compactación los encontramos en los campos
agrícolas en los cuales se practica agricultura intensiva (elevado uso de
maquinaria agrícola); normalmente se encuentran problemas de
compactación a diferentes profundidades, dependiendo del tipo de
implemento que se use en la preparación del suelo,
ASIGNATURA
COTAMINACIÓN Y TRATAMIENTO DE
EFECTOS DE LA DEGRADACIÓN DEL SUELO SOBRE LA POBLACIÓN
SUELOS
DOCENTE: ING. SIMEÓN CALIXTO VARGAS
11/10/2022 36
LA DEGRADACIÓN DEL SUELO AFECTA YA A UN CUARTO DE LA
POBLACIÓN MUNDIAL
• La erosión crece y afecta a un 20% de las tierras
agrícolas, el 15% de los pastizales y el 30% de los
bosques.
• 1.500 millones de personas dependen de estos suelos
para sobrevivir.
• La erosión trae consigo hambre, emigración y daños al
ecosistema.
El 78% de las tierras sujetas a degradación están en zonas húmedas
La erosión del suelo ha aumentado en los últimos 20 años y afecta a un
20% de las tierras agrícolas, un 15% de los pastizales y un 30% de los
bosques, ha informado este miércoles la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Esa degradación del suelo afecta ya a un cuarto de la población
mundial, es decir, más de 1.500 millones de personas, según la FAO,
que concluye en su estudio que "la erosión del suelo empeora en vez
de mejorar".
frente a los problemas futuros causados por la falta Una de las metas
del Objetivo 6 de Desarrollo Sostenible es aumentar el uso eficiente de
los recursos hídricos –a la vez que disminuye la huella hídrica– para
poder hacer de agua.
Aunque aquí nos hemos centrado, fundamentalmente, en
los suelos, el escenario es más complejo y preocupante.
Hay otros recursos gravemente amenazados por la
degradación y contaminación, además del cambio
climático: están los océanos y la atmósfera. Estos, como
ocurre con los suelos y el agua continental, son
igualmente necesarios para el mantenimiento de la vida.
Hemos superado la capacidad autorregeneradora del
planeta. En este escenario de agotamiento progresivo de
los recursos naturales, que –si se consideran las
amenazas sobre ellos– se agravará en las próximas
décadas, se hace apremiante la necesidad de usar y
gestionar nuestros recursos naturales de una manera
sostenible. De esa manera podremos conseguir el
equilibrio ineludible entre el crecimiento económico y
demográfico, por un lado, y el bienestar social de la
población y el mantenimiento de los ecosistemas, por el
otro.
UNIVERSIDAD DE HUÁNUCO
FACULTAD DE INGENIERÍA
E.A.P. INGENIERÍA AMBIENTAL
ASIGNATURA
COTAMINACIÓN Y TRATAMIENTO DE
SUELOS
DEGRADACION DEL SUELO
DOCENTE: ING. SIMEÓN CALIXTO VARGAS
11/10/2022 69
INTRODUCCION
El uso agrícola del suelo representa una modificación brutal de su entorno.
Como consecuencia el suelo reacciona, se producen unos cambios negativos
en sus propiedades y se degrada.
La degradación del suelo es la consecuencia directa de la utilización del
suelo por el hombre. Bien como resultado de actuaciones directas, como
agrícola, forestal, ganadera, agroquímicos y riego, o por acciones indirectas,
como son las actividades industriales, eliminación de residuos, transporte, etc.
Actualmente existe una fuerte tendencia que clama por una utilización
racional del suelo. Sus principios se agrupan en lo que se conoce por
Conservación de Suelos. Las teorías conservacionistas persiguen obtener
más rendimientos pero con mínima degradación.
CONCEPTO
La degradación del suelo es un proceso que afecta negativamente la biofísica
interna del suelo para soportar vida en un ecosistema, incluyendo aceptar,
almacenar y reciclar agua, materia orgánica y nutrientes. Ocurre cuando el
suelo pierde importantes propiedades como consecuencia de una
inadecuada utilización. Las amenazas naturales son excluidas habitualmente
como causas de la degradación del suelo.
Proceso que rebaja la capacidad actual y potencial del suelo para producir
(cuantitativa y cualitativamente) bienes y servicios (FAO-UNESCO)
OBJETIVOS
Se pretende aclarar
• Que se entiende por degradación del suelo
• Que ocurre en los suelos cuando se degradan
• Como se puede evaluar la degradación de los suelos
Se considera como degradación del suelo a toda modificación que conduzca
al deterioro del suelo.
El problema de la degradación del suelo no es un descubrimiento de nuestra
civilización, pues ya quedaba registrado en los documentos de los romanos y
de los griegos: Así ya Platón describió la destrucción del suelo como
resultado de las deforestaciones. No obstante en un principio el problema no
era acuciante debido a la escasa densidad de población y al hecho de que
las civilizaciones primitivas se establecían en las llanuras próximas a los ríos
(suelos fértiles, con abundante agua y fáciles comunicaciones). La
espectacular explosión demográfica actual ha provocado la roturación de
tierras en relieves cada vez con pendientes mas fuertes, fuertemente
degradables, y como consecuencia frenar la degradación del suelo se ha
convertido en uno de los grandes retos de nuestra civilización.
Degradación fertilidad:
Disminución de la capacidad de soportar vida. Existe una relación
inversa entre degradación y producción. Al degradarse el suelo
pierde fertilidad y para un buen uso agrícola hay que reponer los
nutrientes con fertilizantes externos. Un suelo con buena salud
responde con rapidez y con aumento de la producción al añadirle
fertilizantes, pero un suelo degradado tiene una respuesta lenta e
incompleta. Puede tratarse de una degradación química, que se
puede deber a varias causas: pérdida de nutrientes, acidificación,
salinización, sodificación, aumento de la toxicidad por liberación o
concentración de determinados elementos químicos.
El deterioro del suelo a veces es consecuencia de una
degradación física, por: pérdida de estructura, aumento de
la densidad aparente, disminución de la permeabilidad,
disminución de la capacidad de retención de agua. En
otras ocasiones se habla de degradación biológica,
cuando se produce una disminución de la materia
orgánica incorporada.
Es la disminución de la capacidad del suelo para soportar vida.
Se producen modificaciones en sus propiedades físicas,
químicas, fisicoquímicas y biológicas que conllevan a su
deterioro.
Pérdida de fertilidad por monocultivo y salinización
Cuando se siembra la misma especie cada año, la tierra se
deteriora. El trigo agota el nitrógeno y otros nutrientes del suelo.
Si se continúa cultivando trigo en la misma tierra, disminuye la
producción cada año.
El monocultivo de especies forestales también es un problema
por la misma razón. Se está viendo que el replante de pinos en
el mismo terreno ya no es tan rentable, porque en la segunda y
tercera plantación disminuye el ritmo de crecimiento de los
árboles. Además de agotar las tierras, el monocultivo multiplica
algunas plagas, pues éstas pueden contar siempre con el tipo de
alimento al que están adaptadas (especialmente si el
monocultivo es además de siembra directa) .
La erosión hídrica se produce por el paso del flujo de agua
Existen tres tipos principales de erosión natural del suelo:
• La erosión hídrica. Se produce por el paso del flujo de agua que
puede ser pluvial o fluvial.
• La erosión eólica. Se produce por el viento que sopla con fuerza.
• La erosión gravitatoria. Se produce por acción de la gravedad ante
la caída de rocas o el deshielo de glaciares, desde lo alto de una
ladera.
Existe otro tipo de erosión del suelo que ocurre de manera más
acelerada:
• La erosión antrópica. Se produce por la actividad humana que
impacta en el desgaste y en el deterioro del suelo como, por
ejemplo, la agricultura intensiva, la deforestación, la construcción de
canales y de rutas, la ampliación de las zonas urbanas, la cría de
ganado intensivo, la minería, entre las principales.
CAUSAS DE LA EROSIÓN DEL SUELO
El golpe del viento contra el suelo, desprende partículas y restos de la superficie.
Las causas de la erosión del suelo pueden ser diversas y entre las principales
se destacan:
La plantación de árboles favorece el mantenimiento del suelo.
Para evitar la erosión y el desgaste del suelo debido al accionar del humano,
la mejor solución es la prevención y el desarrollo de actividades como:
• El uso sostenible de la tierra. Puede ayudar a reducir los impactos de la
agricultura y de la ganadería, y evitar la degradación del suelo por la
pérdida nutrientes.
• La reforestación. La plantación de árboles y de plantas favorece la
restauración de los ecosistemas y el mantenimiento del suelo.
• La plantación de vegetación. Fomentar la plantación sostenible en
territorios expuestos o zonas donde hubo despliegue de maquinaria para la
construcción, ayuda a estabilizar el terreno y sus nutrientes.
• La construcción de canales de desagüe. En zonas donde el suelo tiene
poca capacidad de absorción, los desagües pueden ayudar a canalizar el
agua para evitar inundaciones.
Deforestación y erosión del suelo
La deforestación ocasiona la pérdida de hábitat de millones de especies animales y vegetales.
La deforestación es la acción provocada por el humano que consiste
en desmontar los bosques y las selvas mediante la tala o la quema.
Si esta acción se realiza de manera intensiva y no es seguida por la
práctica de reforestación adecuada, genera daños graves en el
suelo y en el ecosistema, entre los que se destacan:
ASIGNATURA
COTAMINACIÓN Y TRATAMIENTO DE
SUELOS
DESARROLLO HISTÓRICO DE LOS AGENTES CONTAMINANTES
DOCENTE: ING. SIMEÓN CALIXTO VARGAS
11/10/2022 108
Agentes contaminantes y su procedencia
Son muy diversos. Dentro de ellos tenemos los metales pesados, las emisiones
ácidas atmosféricas, la utilización de agua de riego salina y los fitosanitarios.
Estos agentes contaminantes proceden generalmente de la actuación
antropogénica del hombre, así los metales pesados proceden directamente de
las minas, fundición y refinación; residuos domésticos; productos agrícolas como
fitosanitarios; emisiones atmosféricas mediante actividades de minería y
refinería de metales, quema de combustibles fósiles, purines, etc.
Los metales pesados en pequeñas dosis pueden ser beneficiosos
para los organismos vivos y de hecho son utilizados como
micronutrientes, pero pasado un umbral se convierten en elementos
nocivos para la salud.
Procesos responsables de la redistribución y acumulación
Un riesgo importante en la acumulación de contaminantes en el suelo se
produce en aquellas situaciones en las que el contaminante no pierde su
capacidad tóxica sino que únicamente se encuentra almacenado en forma
inactiva en el suelo mientras este mantenga unas determinadas condiciones
pero que, si éstas desaparecen, regresa a su condición negativa. Este hecho es
frecuente en moléculas orgánicas de alta persistencia pero es especialmente
importante en metales pesados
La presencia de metales como contaminantes pueden producir a las plantas
diferentes alteraciones, tales como:
METAL EFECTOS
ALUMINIO Inhibición de la división celular, alteración de la membrana celular y de las
funciones a nivel citoplásmico.
ARSÉNICO Reducción del crecimiento y alteración de la concentración de Ca, K, P y Mn en la
planta.
CADMIO Inhibición de la fotosíntesis y la transpiración. Inhibición de la síntesis de clorofila.
Modificación de las concentraciones de Mn, Ca y K.
COBRE Desbalance iónico, alteración de la permeabilidad de la membrana celular,
reducción del crecimiento e inhibición de la fotosíntesis.
CROMO Degradación de la estructura del cloroplasto, inhibición de la fotosíntesis. Alteración
de las concentraciones de Fe, K, Ca y Mg.
MERCURIO Alteración de la fotosíntesis, inhibición del crecimiento, alteración en la captación de
K.
PLOMO Inhibición del crecimiento, de la fotosíntesis y de la acción enzimática.
ZINC Alteración en la permeabilidad de la membrana celular, inhibición de la fotosíntesis,
alteración en las concentraciones de Cu, Fe y Mg.
Uno de los tantos elementos que afectan el suelo son: los metales
pesados, tradicionalmente se llama metal pesado a aquel elemento
metálico que presenta una densidad superior a 5 g/cm3, aunque a
efectos prácticos en estudios medioambientales se amplía esta
definición a todos aquellos elementos metálicos o metaloides, de
mayor o menor densidad, que aparecen comúnmente asociados a
problemas de contaminación. Algunos de ellos son esenciales para
los organismos en pequeñas cantidades, como el Fe, Mn, Zn, B, Co,
As, V, Cu, Ni o Mo, y se vuelven nocivos cuando se presentan en
concentraciones elevadas, mientras que otros no desempeñan
ninguna función biológica y resultan altamente tóxicos, como el Cd,
Hg o el Pb.
Estos elementos tienen su origen en el substrato litológico,
apareciendo bien como elementos nativos o incorporados
normalmente en las estructuras de sulfuros, silicatos, carbonatos,
óxidos e hidróxidos. Los aportes dominantes se producen por
deposición atmosférica y afectan de forma significativa a los primeros
centímetros de suelo. Son fuentes importantes de metales en suelos
las cenizas y escorias de los procesos de combustión de carbón fósil
o derivados del petróleo, el aporte directo procedente de actividades
agrícolas (adición de fertilizantes, pesticidas, lodos de depuradoras,
compost, etc.) y su acumulación a partir de residuos industriales,
urbanos y mineros (metalurgia, fabricación de pinturas, barnices,
disolventes, baterías, textiles, curtidos, etc.).
Al hablar de contaminación por metales hay que tener en cuenta que
más importante que el contenido total de un elemento en el suelo es
la forma o especie química bajo la que se encuentra, es decir, su
especiación. Así, la forma resultante de dicha especiación va a influir
decisivamente en su distribución en el suelo, condicionando su
solubilidad, su movilidad en el suelo y las aguas superficiales y
subterráneas, su biodisponibilidad y toxicidad y, por tanto, su
comportamiento como contaminante potencial .
La dinámica y disponibilidad de los metales están muy influenciadas
por las condiciones físico-químicas del suelo en el que se encuentran,
como el pH y el potencial rédox, mientras que los constituyentes
orgánicos e inorgánicos del suelo son los que en gran medida
condicionan los mecanismos de retención de metales por adsorción,
complejación y precipitación fundamentalmente. Además, las plantas
y los microorganismos (bacterias y hongos) del suelo también
pueden interaccionar con los metales mediante mecanismos de
extracción, estabilización, biosorción, bioacumulación,
biomineralización y biotransformación.
En cualquier caso, es importante resaltar que los metales
tóxicos en los suelos no pueden ser destruidos sino sólo
neutralizados y que pequeñas variaciones en las
condiciones del medio edáfico pueden liberar los metales
anteriormente insolubilizados, por lo que es necesario
realizar un seguimiento en profundidad de la distribución de
estos contaminantes en el suelo, especialmente de los más
tóxicos.
Lluvias ácidas Consisten en deposiciones húmedas (agua de lluvia, nieve y
niebla) o secas (gases o partículas sólidas) de la atmósfera constituidas
principalmente por SO2 y óxidos de nitrógeno, NOx[1] , que proceden
fundamentalmente de actividades industriales, como las emisiones de centrales
térmicas y las producidas por la combustión de hidrocarburos, la desnitrificación
de fertilizantes añadidos en exceso a los suelos y otros procesos naturales
similares que tienen lugar en zonas de manglares, marjales, arrozales, volcanes,
etc. Los óxidos de azufre y nitrógeno así emitidos a la atmósfera reaccionan con
el agua y el oxígeno, dando lugar a soluciones diluidas de ácido sulfúrico y
nítrico que se van depositando sobre los suelos, plantas, árboles, ríos, lagos, etc.
Las consecuencias de estas deposiciones se reflejan en un aumento de la
acidez de los suelos y las aguas, un incremento de la movilidad de iones y
metales pesados, la solubilización y movilización del Al y la materia orgánica y,
en definitiva, el descenso de la capacidad de los suelos para neutralizar ácidos.
En este sentido, los suelos presentarán distinta sensibilidad al impacto de las
deposiciones ácidas en función de su poder de amortiguación para contrarrestar
la acidez, de forma que los suelos más sensibles a las lluvias ácidas serán
aquellos desarrollados en zonas frías, donde las bajas temperaturas limiten su
alteración, sobre materiales poco alterables, con valores bajos de capacidad de
intercambio catiónico y grado de saturación y pobres en formas de Al y Fe
activas.
Salinización
Es el resultado de la acumulación en el suelo de sales más solubles que el yeso
(2,6 g/L en agua pura a 25°C. La salinización se refleja en un incremento en la
conductividad eléctrica de la solución del suelo que tiene efectos adversos sobre
las propiedades físicas y químicas del suelo y dificulta el crecimiento y la
productividad vegetal.
Los suelos afectados por este proceso se denominan suelos salinos y en ellos el
Ca y el Mg son los cationes predominantes en el complejo de cambio. En el caso
específico de que sea el Na el catión predominante en el complejo de cambio se
habla de suelos sódicos, en los que esta acumulación de Na produce una
alcalinización que da lugar a la dispersión de las arcillas y la materia orgánica y
a la destrucción de la estructura del suelo. Los principales tipos de sales que se
encuentran en suelos salinos son cloruros, sulfatos, carbonatos y bicarbonatos,
y nitratos. Para que se produzca esta acumulación de sales en el suelo es
necesario que haya un fuerte aporte de sales y que su eliminación del suelo esté
impedida por algún mecanismo, como malas condiciones de drenaje y lavado.
En regiones áridas y semiáridas, donde la evapotranspiración es superior a la
precipitación, el proceso de salinización se origina de forma natural a partir de la
herencia o alteración de la roca original (fundamentalmente rocas sedimentarias)
o de las aguas de escorrentía cargadas de sales que se acumulan por
evaporación en las zonas más deprimidas. En otras ocasiones, las
acumulaciones salinas ocurren por ascensión capilar de las sales en el suelo a
partir de mantos freáticos suficientemente superficiales, especialmente en zonas
costeras y, en cualquier caso, el viento siempre puede contribuir a la
contaminación salina por arrastre de partículas en suspensión. El hombre
también contribuye en gran medida a la contaminación de los suelos por sales a
través de prácticas agrícolas inadecuadas, como el riego con aguas salinas y el
empleo de cantidades muy elevadas de fertilizantes solubles, de la
sobreexplotación de acuíferos, que ocasiona un descenso de los mantos
freáticos regionales y la intrusión de agua salina, y de actividades industriales y
mineras que contaminan directamente los suelos o indirectamente a partir de
deposiciones atmosféricas o de las aguas superficiales.
Como ya se ha indicado, el exceso de sales en el suelo
tiene efectos perniciosos sobre los cultivos. La
concentración de sales eleva la presión osmótica del suelo y,
en consecuencia, el agua menos concentrada contenida en
los jugos celulares de las plantas tiende a salir hacia la
solución del suelo para igualar ambas concentraciones.
Como resultado, las plantas sufren estrés hídrico, se secan
a pesar de que el suelo contenga agua y terminan muriendo.
En otras ocasiones, las plantas realizan una adaptación
osmótica que les permite seguir absorbiendo agua pero que
requiere un consumo energético que se realiza a costa de
un menor crecimiento
También se atribuye a que la inhibición del crecimiento está asociado
a que las sales afectan la división celular y producen un
engrosamiento de las paredes celulares, impidiendo el crecimiento
de forma irreversible aunque se produzca el ajuste osmótico o
disminuya la salinidad del suelo. En cualquier caso, el proceso de
salinización aumenta la concentración de algunos iones que pueden
resultar tóxicos para las plantas o que pueden provocar
desequilibrios en el metabolismo de nutrientes. Además, en suelos
sódicos la destrucción de la estructura puede favorecer el sellado y
encostramiento del suelo y la disminución de la conductividad
hidráulica.
Causas Fitosanitarias
El hombre, con objeto de “proteger” los cultivos frente al efecto pernicioso de
múltiples organismos vivos (insectos, hongos, nemátodos, malas hierbas, etc.) y
aumentar la producción viene utilizando desde hace décadas productos
fitosanitarios como plaguicidas, herbicidas, fungicidas y fertilizantes. Una vez
aplicados, son absorbidos por las plantas o sufren procesos de adsorción,
volatilización, lavado y degradación biótica y abiótica en el suelo que conducen a
la formación de nuevos productos, en ocasiones más móviles, persistentes y
más peligrosos que los compuestos de partida, que son susceptibles de
contaminar los suelos, las aguas y pasar a la cadena trófica.
Los fertilizantes son sustancias químicas de origen agrícola (fertilizantes
inorgánicos) o ganadero (purines, estiércoles, composts, etc.) que aportan
nutrientes, fundamentalmente N y P, para mejorar el desarrollo y crecimiento de
las plantas en el suelo. Sin embargo, cuando son aplicados de forma abusiva
con objeto de aumentar el rendimiento de las cosechas pierden su efecto
beneficioso y se convierten en fuentes de contaminación. El exceso de estos
nutrientes no puede ser absorbido por la vegetación y su lixiviado del suelo se
forma sobre todo de nitratos, muy solubles, o a través de las aguas de
escorrentía en el caso de los fosfatos da lugar a problemas de eutrofización de
las aguas superficiales y subterráneas, provocando el crecimiento desmesurado
de biomasa, en especial algas, y un aumento de la demanda biológica de
oxígeno para descomponer y degradar la materia orgánica procedente de esa
biomasa que puede terminar creando condiciones de anaerobiosis que lleven a
la destrucción de ese ecosistema
Lógicamente, el aporte de nutrientes realizado por los fertilizantes es
deseable en tanto en cuanto conduzca a una mejora de las cosechas
y un aumento de la producción, pero para minimizar sus efectos
perniciosos en los suelos es necesario tener un extenso
conocimiento de las condiciones iniciales del suelo previas al aporte
y de las propiedades edáficas que permitirán en mayor o menor
medida amortiguar esos efectos, fundamentalmente la capacidad de
cambio, la conductividad hidráulica, la capacidad de fijación, etc.
Las Explotaciones mineras
Las actividades mineras provocan generalmente grandes impactos ambientales,
con destrucción de los suelos naturales y creación de nuevos suelos
(Antrosoles) que presentan fuertes limitaciones físicas, químicas y biológicas
que dificultan la reinstalación de vegetación. Las consecuencias negativas se
reflejan fundamentalmente en una destrucción de la estructura del suelo y una
modificación de sus características texturales, frecuentemente una disminución
de la fracción arcilla a favor de fracciones más gruesas; una acidificación
asociada a los procesos de oxidación que favorece la movilización de especies
químicas tóxicas limitantes de la actividad biológica; la decapitación de los
horizontes superficiales biológicamente activos, que conlleva la ruptura de los
ciclos biogeoquímicos y la dificultad de enraizamiento; y una disminución de la
capacidad de cambio y de la retención de agua en el suelo como consecuencia
de la escasez de materia orgánica y arcilla.
Los Contaminantes orgánicos
La producción y el uso masivos de compuestos orgánicos los hace estar entre
los contaminantes más frecuentes en suelos y aguas. Entre ellos podemos citar
los hidrocarburos monoaromáticos, hidrocarburos policíclicos aromáticos,
hidrocarburos alifáticos, hidrocarburos policlorados, fenoles, nitroaromáticos,
alcoholes, éteres, disolventes clorados, isocianatos, cianuros orgánicos,
carbonilos de metales, etc.
La distribución y el comportamiento de los compuestos orgánicos contaminantes
en suelos están gobernados por diferentes factores que incluyen las
características del suelo (pH, contenido en materia orgánica y arcilla, potencial
rédox, contenido en nutrientes, actividad microbiológica, etc.), las propiedades
específicas de cada compuesto (presión de vapor, solubilidad, estabilidad
química, biodegradabilidad, características de sorción, etc.) y factores
ambientales como la temperatura y la precipitación. Así, estos compuestos
pueden sufrir procesos de lavado, biodegradación, volatilización,
fotodescomposición e hidrólisis, inmovilización por adsorción y formación de
enlaces con partículas de arcilla, óxidos, oxihidróxidos, etc., y transferencia a
organismos. Los procesos de contaminación de suelos descritos anteriormente
tienen efectos locales o regionales.
Sin embargo, la comunidad científica está cada vez más sensibilizada ante las
consecuencias que determinados procesos generales como el calentamiento
global del planeta debido al efecto invernadero pueden tener en los ciclos
biogeoquímicos terrestres y el papel que los suelos pueden jugar para mitigar
sus efectos perniciosos. Desde el inicio de la revolución industrial, ha habido un
drástico incremento en la atmósfera de la concentración de dióxido de carbono
(CO2) y otros gases (metano, óxido de nitrógeno, clorofluorocarburos) como
consecuencia de la quema de combustibles fósiles para las actividades
industriales y el transporte y la deforestación, que provoca la disminución de la
actividad fotosintética.
Este enriquecimiento artificial en la atmósfera de los llamados gases invernadero
aumenta la absorción de la radiación infrarroja emitida por la superficie terrestre
y da lugar a un incremento global de la temperatura. Para limitar la emisión de
gases invernadero a la atmósfera se desarrolló el Protocolo de Kioto de 2005, un
convenio internacional en el que se reconoció que las emisiones netas de
carbono podían ser reducidas en parte a través de su acumulación en sumideros
terrestres. Así, los suelos constituyen uno de los principales sumideros de
carbono de la naturaleza y tiene potencial para incrementar el secuestro de CO2,
principal responsable del efecto invernadero.
El secuestro de carbono por el suelo implica la eliminación del CO2 atmosférico
por las plantas y el almacenamiento del carbono fijado como materia orgánica
del suelo. Esta estrategia persigue incrementar la densidad de carbono orgánico
en el suelo, mejorar su distribución en profundidad y estabilizarlo en
microagregados edáficos para protegerlo de la actividad microbiana. Aunque la
02. Y las técnicas de recuperación de suelos contaminados, para acumular
carbono en el suelo depende del contenido original en materia orgánica, del
clima, de las características del suelo y su manejo, se puede potenciar al tomar
medidas para restaurar los suelos degradados y adoptar prácticas que protejan
los suelos cultivados como la ausencia de laboreo o el uso de cubiertas
vegetales.
Resumiendo;
El suelo es, por principio, el sitio donde van a parar gran parte de los desechos
sólidos y líquidos de cualquier actividad humana. Indiquemos no obstante, que
los suelos son también el receptáculo de los deshechos no deseables de origen
geológico, por ejemplo, de las aguas ácidas con metales pesados provenientes
de mineralizaciones sulfuradas aflorantes.
Todo lo que no tiene una utilidad en los procesos industriales, mineros, urbanos,
agrícolas, etc., se acumula en el suelo, en general sin precauciones. Con ello,
las escombreras, mineras, los productos producidos en una fábrica, muchos
desechos líquidos, se han venido depositando sobre los suelos sin control
alguno a lo largo de siglos e incluso milenios.
Acompañado a ello, la actividad agrícola se ha venido enfrentando durante las
últimas décadas a la necesidad de aumentar la producción, sobre dos bases
principales: el abonado, y el control de plagas. Baste mencionar dos ejemplos: el
uso intensivo de nitratos y fosfatos. En países como Reino Unido y Francia
existen serios problemas de contaminación de acuíferos con compuestos
nitratados.
En definitiva, las actividades industriales y mineras por un lado, y las agrícolas
por otro, han dado origen al problema de que muchos productos de origen
humano, o formados gracias a las actividades humanas, han ido a parar a los
suelos, generando a su vez otros problemas: la contaminación de aguas
subterráneas, la bajada de productividad agrícola, la contaminación de cultivos,
el envenenamiento de ganado, la contaminación de la selva, afectando así de
forma directa la salud humana y ambiental.
DESARROLLO HISTÓRICO DE LOS AGENTES CONTAMINANTES
Las primeras manifestaciones de contaminación antrópica pudieron
causar efectos similares a los de otras causas naturales. Así en las
primeras culturas sin duda el fuego, que fue un elemento clave para
el desarrollo de las mismas, permitió modificar la organización
espacial del suelo. En un incendio forestal se producen un gran
número de sustancias volátiles, cenizas, etc, que regresan al suelo
con la lluvia o simplemente por la acción de la gravedad.
DOCENTE:I NG. SIMEÓN CALIXTO VARGAS 2
0 2 1 - II
INTRODUCCION
Uno de los recursos naturales más importantes es el suelo. Su
conocimiento se obtiene a través de levantamientos que indiquen
las varias clases de suelos que podrían usarse para determinar los
cultivos que pueden desarrollarse exitosamente. Los estudios de
suelos pueden usarse para determinar la adaptabilidad de tierras
nuevas para la colonización, o para proyectos de irrigación y
drenaje. Los estudios pueden ayudar también para determinar los
problemas de erosión, que tan seriamente atañe a las tierras del
Perú. Estos levantamientos suministran la información básica
necesaria para los planes reguladores del uso de la tierra, de
urbanización, carreteras, etc.
La sostenibilidad y seguridad del sistema global de producción de
alimentos dependen de la conservación de determinadas funciones
del suelo, que es un recurso finito y no renovable. Actualmente la
producción primaria de alimentos prioriza el mantenimiento de la
productividad del suelo, disminuyendo los costes financieros. La
degradación del suelo inducida por la agricultura intensiva es la causa
principal de pérdida de productividad; por ello, la investigación
agronómica se ha orientado hacia sistemas de cultivo que mantengan
la productividad del suelo. Algunos ejemplos significativos son
sistemas basados en no-laboreo, siembra directa, cultivos resistentes
a herbicidas, cultivos resistentes a la sequía y a la salinidad y
eficiencia de uso del agua. En el contexto de seguridad del suministro
global de alimentos las estimaciones no parecen comprometidas a
corto plazo. Otra cuestión es la calidad de los alimentos, la cuál
depende de muchas otras funciones ecológicas del suelo
LA CONTAMINACIÓN DEL SUELO, PROBLEMÁTICA DE
PRIMERA MAGNITUD
Según la ONU, “la sostenibilidad de los suelos es
fundamental para afrontar las presiones de una población
cada vez mayor y el reconocimiento, la promoción y el
apoyo para fomentar la gestión sostenible de los suelos
pueden contribuir a la existencia de suelos sanos y, por
extensión, de un mundo que cuente con seguridad
alimentaria y de ecosistemas estables y que se utilicen de
manera sostenible”.
El suelo es la base para la producción de la inmensa mayoría de alimentos,
carburantes y materias primas que se emplean diariamente, y está sometido a
diversos tipos de amenazas, entre las que destaca la contaminación por
fuentes puntuales industriales.
En el marco de la política de protección ambiental en la
Unión Europea, la Hoja de Ruta hacia una Europa Eficiente
en el Uso de los Recursos (COM 2011) 571 final) establece
que “para 2020 las políticas ambientales de la UE deberán
tener en cuenta el impacto directo e indirecto del uso del
suelo a en la UE y globalmente, asegurarse de que la tasa
de ocupación del suelo está alineada con el objetivo de una
tasa nula para 2050; que la erosión del suelo se reduzca y
la materia orgánica del suelo aumente, y que los trabajos
de remediación en emplazamientos contaminados esté
siendo acometida a un ritmo notable»
A nivel de la UE, la problemática de la contaminación del suelo es de primera
magnitud, con cerca de 250.000 emplazamientos potencialmente contaminados
(EEA), aunque el número real podría ser aún mayor ya que existen cerca de 3
millones de actividades con capacidad potencial de contaminar el suelo.
Aunque se han hecho esfuerzos en este sentido (80.000 emplazamientos
recuperados en los últimos 30 años) se espera que el impacto de los errores
cometidos en el pasado en la gestión de actividades potencialmente
contaminantes siga perdurando en las próximas décadas a medida que se
amplíen los inventarios de emplazamientos históricos y se inicien nuevas
actividades. La estimación de la UE sobre los costes de les acciones de
recuperación se sitúa en el rango de miles de millones de €. En el caso
concreto de España se estima que existen más de 10.000 emplazamientos
contaminados.
Con el fin de seguir proporcionando la mejor capacitación a los profesionales
responsables de la gestión de espacios contaminados, el Instituto Superior de
Medio Ambiente imparte el curso de Contaminación de Suelos y de las Aguas
Subterráneas. El curso, con un claro enfoque práctico, proporciona las
herramientas de diagnóstico necesarias para evaluar la calidad del suelo y las
aguas subterráneas ante episodios de contaminación puntual de origen
industrial, aborda estrategias y técnicas para la planificación del muestreo,
profundiza en la metodología del análisis cuantitativo de riesgos (ACR) y perfila
las principales tecnologías disponibles para la recuperación de suelos y aguas
subterráneas contaminados.
Manejo de suelos problemáticos
Los suelos no se categorizan como ‘‘buenos’’ ni ‘‘malos’’ ya
que la distinción se basa en su uso previsto. No obstante, la
mayoría de los suelos presentan características donde se
requiere intervenciones de manejo para evitar problemas en
la producción agrícola o degradación ambiental. Se
diferencian entre los suelos “problemáticos” cuyas
características poseen problemas para su manejo óptimo y
‘‘degradados’’ cuyos manejos inapropiados resultan en
problemas ambientales y de productividad.
La degradación del suelo y sus efectos sobre la
población
La degradación del suelo afecta la calidad de vida de todo
ser humano. El suelo es uno de los recursos naturales más
valiosos de un país, calificado con acierto como “el puente
entre lo inanimado y lo vivo”. Se compone de material
rocoso meteorizado y descompuesto, agua, aire, materia
orgánica formada de la descomposición vegetal y animal, y
miles de formas diferentes de vida, principalmente
microorganismos e insectos (FAO)
El uso actual que se le da a la tierra, es el tema ambiental que hoy
reviste mayor gravedad y, a la vez, mejores posibilidades para la región,
siendo sus principales consecuencias la erosión y pérdida de fertilidad, la
desertificación, la deforestación, la degradación de pasturas, la
salinización y alcalinización de suelos bajo riego y la subutilización de
tierras agrícolas de buena calidad (BID-PNUD, 1992; IICA, 1997). Es
indudable que las modificaciones producidas en el suelo, y por efecto de
éste en el medio ambiente, afectan considerablemente la calidad de vida
de toda una población. Sabemos que la agricultura es uno de los
principales autores de ese cambio. El cuidado ambiental no debe ser
considerado una cuestión momentánea, ni pasajera. Debe realizarse con
visión de futuro, en función a una idea de sostenibilidad, con el fin último
de crear las condiciones que aseguren mejores niveles de vida, para las
generaciones actuales y venideras
Causas de la pérdida de tierras
La modificación del ambiente, a través de la degradación de la tierra, es un
proceso perjudicial que afecta negativamente el desarrollo de la población. Una
de las consecuencias se da en el rendimiento de los cultivos, que va
disminuyendo a medida que avanza la degradación. Con el tiempo, cambia
también el uso que se da a esa tierra: de ser cultivable se convierte en área de
pastoreo; luego, se cubre de maleza y, finalmente, se torna árida (Encina R.,
Arnulfo y José Ibarra. 2000). Muchas tierras aptas para cultivo se pierden, pues
éstas son destinadas en la actualidad a usos no agrícolas (FAO, 1984). Las
causas principales son la expansión urbana, la construcción de carreteras, la
minería y la industria. Aparte de estas formas de pérdida, existen otras de
degradación de la tierra, como la acumulación salina, daños físicos y biológicos,
erosión eólica y erosión hídrica.
Efectos de la degradación del suelo sobre la población
En los últimos decenios, la ganadería y el pastoreo excesivo han ocasionado
daños incalculables en numerosas regiones de África, Asia y América Central y
del Sur. En las zonas más secas, el resultado final de la erosión es la
desertificación. Si la erosión es para la tierra una enfermedad, la desertificación
significa su muerte. Hoy, la desertificación amenaza a unos 3.200 millones de
hectáreas de tierra, y pone en peligro el sustento de más de 700 millones de
personas. Hace veinte años, aproximadamente, un 30 por ciento de los suelos
cultivables del mundo se dedicaban todavía a la agricultura migratoria. Sólo en
África, más de 30 millones de personas practican este tipo de agricultura. En el
pasado, esto permitía conservar la fertilidad de la tierra, al dejarla en barbecho
durante largos períodos. Así, el suelo recuperaba su fertilidad original. En la
actualidad, debido a la presión demográfica y a los esfuerzos por aumentar el
rendimiento, prácticamente se suprimen los períodos de barbecho o descanso
de suelos utilizados en agricultura, y ésta se convierte en una mucho más
intensa.
La degradación del suelo, sustento fundamental de toda la
población humana, puede intervenir en la destrucción de
civilizaciones enteras. Este es el caso de la cultura Maya, que se
mantuvo floreciente durante 1.700 años, en lo que es actualmente
el territorio de Guatemala. Entre las causas de su decadencia, hacia
el año 900 d.C., se menciona la drástica degradación que sufrieron
sus suelos, ocasionando una grave disminución de la productividad
agrícola. Al aumentar la presión demográfica, los Mayas
comenzaron a talar árboles de las laderas abruptas, para extender
sus áreas de labranza. La tierra comenzó a sufrir una fuerte erosión,
decayó la capacidad de autoabastecimiento alimentario, y se
produjo, finalmente, el desmoronamiento de su civilización
Practicar el desarrollo sustentable es, sin duda, una necesidad
urgente. El desarrollo no puede dejarse enteramente a los albures
del mercado. La relación hombre-medio ambiente debe ser
armónica, en donde al hombre le corresponde establecer reglas y
condiciones, pues es quien posee poder de decisión. La
conformación de una relación satisfactoria entre la sociedad y la
naturaleza implica, necesariamente, prever con suficiente antelación
los daños ecológicos que las actividades humanas ocasionan,
algunos de los cuales podrían ser de carácter irreversible. De esta
manera, se podrá tomar las medidas requeridas para mitigarlos o
evitarlos, antes de que ocurran. A partir de ahí, el ordenamiento
territorial juega un rol fundamental.
“Deficiente Aprovechamiento del Recurso Suelo en
el Sector Agrario” en el Perú
El Programa de la FAO Land Degradation Assessment in
Drylands señala que a nivel de degradación del suelo
debido al factor humano, la actividad agraria (
sobrepastoreo y deforestación) constituye la principal
causa de degradación. El Perú presenta el 54% de la
superficie con degradación moderada, severa y muy
severa, por encima de países como Chile, Brasil, México,
Holanda, Noruega, Egipto, etc.
La problemática de contaminación de suelos en el Perú
El Perú es un país pobre en suelos. Solamente el 6 % tiene un
potencial para el desarrollo agrícola, mientras que el 13.94 %
para pastos naturales; solo contamos con 25,525,000 ha aptas
para la producción agrícola y ganadera; por ello, el alto valor de
los suelos con potencial agrícola. En comparación con otros
países de Sudamérica, nuestro país presenta la relación más
baja de suelo productivo como sustento alimentario. Los tipos de
suelo que tenemos se han clasificado en siete regiones
geoedáficas: Yermosólica, Litosólica, Paramosólica o
Andonsólica, Kastanosólica, Lito-Cambisólica, Acrisólica y
Ferrasólica, con variedades de grupos en cada región,
determinando en total 36 grupos de suelos en nuestro territorio.
El suelo es un sistema abierto, complejo, autoorganizativo,
estructural y polifuncional; se comporta como un filtro y es un
soporte material de las plantas; por lo tanto, debe proporcionar
un medio adecuado para la germinación de las semillas y el
desarrollo de las raíces; buena aeración, buena capacidad de
retención del agua y un régimen de circulación adecuado de las
fases líquida y gaseosa dentro de los espacios porosos de la
fase sólida. Un buen suelo tiene 45 % de materiales inorgánicos
en su composición, 5 % materiales orgánicos, 50 % de espacio
poroso, 25 % ocupado por el aire y 25 % por el agua; por las
propiedades que presenta el suelo, los contaminantes que estén
en el aire o en agua ocupan los espacios y modifican su
composición.
Una vez que los contaminantes entran al suelo, se dispersan y
pueden llegar por aire, agua o depósitos de residuos; tener un
suelo contaminado es tener un depósito donde se dispersarán
los contaminantes por la acción del aire y del agua,
convirtiéndose en un foco de contaminación. La movilidad de
tales contaminantes depende de condiciones ambientales como
tipo de suelo, estructura, nivel de la napa freática, temperatura,
composición del suelo, y de los procesos del suelo que
finalmente regulan la contaminación, como el pH que tiene una
capacidad de amortiguamiento, materia orgánica que influye en
las propiedades físicas y químicas, precipitación y disolución,
volatilización, oxidación – reducción, que se produce en los
electrones libres en el agua oxidando los elementos metálicos y
formando sulfitos con los sulfatos, cambio iónico, y el proceso de
adsorción y desorción.
Los contaminantes en el suelo, dependiendo de sus
características, si son residuos sólidos se mantienen formando
parte de él, degradándose de acuerdo a su composición material.
Los contaminantes que estén en líquido o en estado gaseoso
serán transportados por el agua y el aire; en el primer caso, el
agua transporta los contaminantes solubles presentes en el
suelo, superficialmente, por la acción de las lluvias, ríos, lagos y
mar, o se infiltran llegando hasta el acuífero subterráneo;
mientras que los contaminantes en estado gaseoso, debido a su
peso molecular, pueden ser transportados por el viento, por
ejemplo los hidrocarburos que son muy volátiles, los compuestos
orgánicos aromáticos, aminas, etc.
La falta adecuada de uso, manejo y planificación de suelo en el
Perú ha ocasionado la pérdida de este recurso, y cada día es
mayor, principalmente el que sirve para el desarrollo agrícola y
ganadero. La problemática es diferente en cada región
geográfica, por ejemplo, en la costa se presenta la salinización
de suelos, erosión eólica, erosión fluvial, erosión hídrica,
desertificación; en la sierra y selva alta la erosión hídrica es
grave, así como el sobrepastoreo, la quema de pajonales y la
cobertura forestal, mientras que en la selva baja, se suma a los
problemas señalados la pérdida de fertilidad de los suelos una
vez que se pierde la cobertura forestal
Salinización de suelos
Se presenta debido al excesivo sistema de riego que
todavía practicamos en el Perú. El riego por gravedad
que inunda el suelo y la malas condiciones de drenaje
ocasionan que el agua se evapore y se queden las sales
en el suelo, causando su pérdida por el alto contenido de
sal; es el principal problema de contaminación de suelo
en la costa peruana.
Erosión eólica
Causada por la acción del viento. Este transporta
partículas que, cuando chocan con el terreno, lo van
desgastando; es un proceso lento y afecta al suelo
cuando ha perdido la cobertura vegetal.
Erosión pluvial
Los ríos tienen un potencial erosivo por la energía que
genera la acción del agua, determinada por su caudal,
ocasionando el arrastre de suelos de las orillas en los
diferentes valles de la costa, sierra y selva.
El sobrepastoreo y la quema de pajonales
El pastoreo mal manejado por parte de algunas comunidades
campesinas ocasiona que el ganado divague sin ningún control
en busca de alimento, erosionando el suelo y, a la vez,
exterminando las especies vegetales. El pastoreo en forma
simultánea y por tiempo prolongado anula la capacidad de
regeneración natural. Otro problema asociado a la pérdida del
suelo es la quema de pajonales compuestos por ichu, iro ichu,
kachi, acsha, etc; una práctica muy común cuando los pastos
alcanzan gran tamaño y no son consumidos por el ganado.
Después de la quema, los rebrotes de los pastos son más
suaves y suculentos, pero la continuidad de la quema afecta la
regeneración natural de los pajonales y el suelo pierde
propiedades básicas y está expuesto a la erosión hídrica y eólica
Desertificación
La desertificación es la intensificación de la aridez. Cabe
destacar que este término se utiliza para describir
procesos causados por los seres humanos. En cambio,
otro concepto llamado "desertización", se utiliza para
describir el proceso natural de la formación de desiertos.
La desertificación, definida como la intensificación de las
condiciones desérticas y el decrecimiento paulatino de la
productividad de los ecosistemas, es generada
principalmente por el ser humano, que actúa sobre un
medio frágil y lo presiona en exceso para obtener su
sustento.
Cuando se tala vegetación para despejar tierras o usar leña, la
capa fértil del suelo es expuesta a la lluvia y al sol, la corteza del
suelo se endurece y se seca, impidiendo la infiltración de más
agua. Así comienza el proceso de desertificación, ya que
disminuye la filtración acuosa a depósitos subterráneos, y la
capa de suelo superficial se erosiona y se convierte en estéril.
ASIGNATURA
COTAMINACIÓN Y TRATAMIENTO DE
SUELOS
METODOLOGÍA DE EVALUACIÓN DE SUELOS.
DOCENTE: ING. SIMEÓN CALIXTO VARGAS
11/10/2022 180
GUÍA PARA MUESTREO DE SUELOS
Introducción
De conformidad con el Decreto Supremo N° 002-2013-MINAM por medio del
cual se aprueban los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) para Suelo, la
Guía para Muestreo de Suelos establece especificaciones para:
i) determinar la existencia de contaminación en el suelo,
ii) determinar la dimensión (extensión horizontal y vertical) de la
contaminación,
iii) determinar las concentraciones de nivel de fondo, y/o
iv) determinar si las acciones de remediación lograron reducir la concentración
de los contaminantes en el suelo, de acuerdo a las metas planteadas
En función al objetivo del muestreo de suelos, la Guía establece los siguientes
tipos:
muestreo de identificación,
muestreo de detalle,
muestreo de nivel fondo, y
muestreo de comprobación de la remediación.
En ella se especifica además, diferentes técnicas de muestreo, criterios para la
determinación del número de muestras, así como medidas de calidad para la
toma y el manejo de muestras de suelos. No incluye el muestreo de aguas
subterráneas y sedimentos en ríos, lagos y mares.
1. PLAN DE MUESTREO
Para la realización de cualquier tipo de muestreo, previamente se debe elaborar
un plan de muestreo que contenga la información y programación relacionada
con los objetivos del muestreo. Para el plan del muestreo de suelos, es
necesario definir claramente los objetivos que permitan un óptimo proceso de
levantamiento de la información necesaria para la descripción del sitio,
definiendo:
i) el área en la que se focalizarán los esfuerzos de muestreo,
ii) objetivos del plan de muestro,
iii) los tipos de muestreo según los objetivos definidos, la determinación de la
densidad, y posición de puntos de muestreo,
v) los procedimientos de campo,
vi) los métodos de conservación de muestras, y
vii) las necesidades analíticas a desarrollarse.
1.1. Consideraciones Generales
El plan de muestreo, debe contener por lo menos los siguientes aspectos:
a) Información básica del suelo (potencialmente) contaminado, comprendiendo
los mapas de ubicación, planos de distribución de la infraestructura y
construcciones realizadas en el sitio de acuerdo a la evaluación preliminar
(investigación histórica e inspección del sitio) descrita en la Guía para la
elaboración de Planes de Descontaminación de Suelos (PDS).
b) Resultados de los estudios previos del suelo (potencialmente) contaminado.
c) Determinación de las Áreas de Potencial Interés. La sustentación de la
ubicación y el número de puntos de muestreo, la profundidad y el volumen
de muestra a colectar.
d) Personal involucrado precisando las responsabilidades y actividades en cada
procedimiento
e) La estrategia y procedimiento de toma de muestras a realizar. Tipo y método
de muestreo.
f) Determinación de los parámetros a analizar en las muestras.
g) Las técnicas, el equipo y los instrumentos a emplearse en el muestreo, que
aseguren la homogeneidad y representatividad de las muestras.
h) Tipo y características de la preservación y conservación de las muestras a
emplearse durante el transporte de las mismas al laboratorio.
i) Medidas de seguridad para el manejo de muestras, que determinen las
condiciones óptimas de la calidad del muestreo.
j) Medidas de seguridad ocupacional a seguir durante el muestreo, lo
suficientemente explicitadas para garantizar la salud y seguridad de quienes
toman la muestra.
k) Número mínimo de puntos de muestreo según el tipo de muestreo
1.2. Estructura del Plan de Muestreo
El plan de muestreo de suelos (potencialmente) contaminado debe tener la siguiente
estructura básica:
1. Datos generales
1.1.Objetivo del muestreo: Definir de manera precisa las metas que se desean cumplir
1.2. Vías de acceso al sitio: Explicitar el acceso geo-referenciado al sitio de interés
1.3. Resumen de estudios previos: Identificar información relevante de acciones previas
realizadas en el sitio de estudio
1.4.Localización geográfica del sitio (UTM WGS 84): Para su respectivo mapeo
1.5.Delimitación de las áreas de interés de muestreo: En base a la información
disponible sobre las actividades anteladas o los procesos en curso.
2. Planeación y procedimiento del muestreo
2.1.Tipo de muestreo
2.2.Localización, distribución y número de puntos de muestreo
2.3.Profundidad de muestreo
2.4.Tipos de muestras (muestras simples o compuestas, de profundidad o
superficiales)
2.5.Estimación del Número total de muestras
2.6.Parámetros de campo
2.7.Equipo de muestreo de suelo
2.8.Medidas para asegurar la calidad del muestreo
2.9.Preservación de las muestras
2.10. Tipo de recipientes y volumen de las muestras
2.11. Plan de salud y seguridad del operario
2.12. Plan de cadena de custodia
Anexos
3.1.Planos de ubicación 1
3.2.Plano vial de carreteras, caminos o calles para llegar al sitio y edificaciones2
3.3.Imagen aérea o satelital del sitio de alta resolución (de 15 cm a 60 cm) orto-
rectificadas.
3.4.Plano de la zona de estudio e identificación de los puntos de muestreo geo-
referenciado en coordenadas UTM.
3.5.Copia de la acreditación y de la aprobación del laboratorio vigente, con el
listado de signatarios autorizados.
1.3. Tipos de muestreo
1.3.1. Muestreo de Identificación (MI)
El muestreo de identificación tiene por objetivo investigar la existencia de
contaminación del suelo a través de la obtención de muestras representativas
con el fin de establecer si el suelo supera o no los Estándares de Calidad
Ambiental y/o los valores de fondo de acuerdo a lo establecido en el D.S. N°
002-2013-MINAM. El alcance del MI estará definido por los resultados y
conclusiones de la investigación histórica y el levantamiento técnico (inspección)
del sitio.
En el muestreo de identificación, no se dispone de datos precisos sobre la
concentración de compuestos contaminantes en un suelo, sin embargo, para
contar con un límite de confianza aceptable, es pertinente realizar un número
mínimo de puntos de muestreo
Los resultados analíticos del MI serán comparados inicialmente con
los ECA suelo. Si los valores detectados en el suelo superan los
valores del ECA y/o los valores de fondo, se determina que el suelo
está contaminado y se procede con la fase de caracterización.
Para la elaboración del muestreo de identificación es necesario
utilizar la información de la investigación histórica y la inspección del
sitio potencialmente contaminado, que provee de insumos para la
elaboración del modelo conceptual inicial, el mismo que debe ser lo
suficientemente detallado para identificar claramente las fuentes
potenciales o sospechosas de contaminación. La hipótesis de
distribución de contaminantes contenidas en el modelo conceptual
orientan el diseño del muestreo de identificación.
Se debe tener en consideración los siguientes aspectos al momento de la
formulación del Muestreo de Identificación:
• Se determina el Área de potencial Interés sobre la base de la investigación
histórica y el levantamiento técnico (inspección) del sitio.
• Los contaminantes (parámetros) que se analicen serán aquellas sustancias
químicas de interés toxicológico o ecotoxicológico generados por las
actividades y procesos principales, secundarios y auxiliares, que se
desarrollan o se desarrollaron en el sitio de estudio).
• Cuando en base a la investigación histórica y la inspección del sitio se
considere que hay información concluyente sobre el origen, fuente y tipo de la
posible contaminación del suelo, el número de puntos de muestreo se
determinará respetando el número mínimo de puntos de muestreo indicados
en la Tabla N° 5, aportando información que valide los resultados obtenidos y
enfocado en el área y los compuestos de potencial interés.
• Cuando no se tiene previo conocimiento de la distribución del contaminante
se podrá optar primero por una distribución sistemática por ejemplo una
Rejilla regular, en el Área de Potencial Interés, tomando en consideración los
puntos de muestreo. Más información de patrones de muestreo.
• La profundidad del muestreo dependerá del tipo de suelo y contaminante a
estudiar, y debe ser debidamente justificado, siendo necesario el muestreo a
lo largo de la perforación, incluyendo su documentación geológica.
• En casos de perforaciones a diferentes profundidades, las muestras deben
ser tomadas por cada metro de profundidad que se perfore, considerando la
estratigrafía local. La longitud del núcleo de perforación a muestrear no debe
ser mayor a un metro.
• Para puntos de muestreo con profundidades igual o menores a 3 m, todas las
muestras tomadas deben ser analizadas.
• En perforaciones o zanjas con una profundidad mayor a 3 m, el número
mínimo de muestras a analizar obtenidas por punto de muestreo son 3. Como
el objetivo de los análisis químicos es delimitar verticalmente la
contaminación, puede ser necesario analizar más de tres muestras.
• Las muestras a ser analizadas deben ser aquellas que presenten mayor
evidencia de la presencia del contaminante bajo estudio.
• Las modificaciones al proceso de muestreo de identificación previamente
elaborado deberán justificarse, fundamentarse y documentarse.
• Para el control de calidad analítica se debe duplicar el 10% de las muestras a
ser analizadas para sitios con superficies menores o igual a 20 ha, y 5% para
superficies mayores a 20 ha, que deben ser analizadas en otro laboratorio
acreditado.
Con la documentación y los resultados del muestreo de identificación, y
establecida la necesidad de proceder con una fase posterior, se elaborará el
Estudio de Caracterización, el cual retroalimenta el modelo conceptual3 y los
objetivos del muestreo de detalle.
Patrón de En identificación y caracterización En remediación
Muestreo
Con distribución uniforme
Rejillas regulares Recomendado ampliamente Recomendado ampliamente
Rejillas triangulares Recomendado ampliamente Recomendado ampliamente
Rejillas circulares Recomendado en sitios donde hayan ocurrido Recomendado en sitios donde se aplique
fugas o derrames puntuales una remediación in situ en
contaminaciones puntuales
Sobre una línea Recomendado en sitios donde hayan ocurrido Recomendado en sitios donde se aplique
fugas a lo largo de una remediación in situ a lo largo de ductos
ductos
Diagonales múltiples Recomendado sólo si se asegura Recomendado sólo si se asegura
equidistancia entre los puntos homogeneidad en el suelo y
equidistancia entre los puntos
Con distribución homogénea
Diagonal cruzadas rotantes No recomendado Recomendado sólo en aquellos sitios
donde la contaminación es uniforme y
se va a dar seguimiento a una
atenuación natural
1.3.2. Muestreo de Detalle (MD)
Tiene por objetivo obtener muestras representativas de suelo para determinar el
área y volumen (la distribución horizontal y vertical) del suelo contaminado en
las áreas de interés determinadas a través de la fase de identificación.
El muestreo de detalle, cuantifica y delimita las zonas de afectación del suelo y
las plumas de propagación en el agua subterránea, tanto en espacio y tiempo, a
partir del modelo conceptual redefinido. Caracteriza los medios en relación a
factores que influyen en la liberación, migración y comportamiento de los
contaminantes, a través de la delimitación y cuantificación de los focos; así el
muestreo de detalle deberá también enfocarse a la determinación de las
probables rutas y vías de exposición debiendo considerar los posibles puntos de
exposición en el caso de que se lleve a cabo una evaluación de riesgos a la
salud y el ambiente (ERSA).
Como resultado de la información generada (modelo conceptual final), se
establece la necesidad de continuar con los siguientes procesos de gestión de
un suelo contaminado: la realización del ERSA (de ser el caso) y, la propuesta
de remediación, que podría incluir, entre otras, las siguientes acciones:
• De remoción de contaminantes
• De contención
• De atenuación natural monitorizada
• De restricciones de uso
• De control de riesgo
Para el MD deberá tomarse un número de puntos mínimos de muestreo, En el
caso de que la información obtenida a través del Muestreo de identificación no
sea concluyente, se debe realizar un muestreo sistemático lo suficientemente
detallado como para justificar la validez estadística asociada al grado de
definición de la alteración.
1.3.3. Muestreo de Nivel de Fondo (MF)
El objetivo de este muestreo es determinar la concentración de los químicos
regulados por el ECA suelo en sitios contiguos al área contaminada, los mismos
que pueden encontrarse en el suelo de manera natural o fueron generados por
alguna fuente antropogénica ajena a la considerada, siendo aplicable a metales
y metaloides.
Cuando se trate de sitios con antecedentes de presencia natural de sustancias
potencialmente tóxicas en el sitio en estudio, se deberá tomar muestras fuera
del área de influencia del contaminante, pero de características geográficas
similares, que sirvan para establecer los niveles de fondo de dichos
contaminantes.
La estrategia del muestreo de nivel de fondo ha de ser debidamente justificada
tanto desde el punto de vista estadístico como desde el punto de vista de la
localización de las muestras, usando como ayuda los datos y conclusiones de la
Fase de Identificación. Así, la localización del área de muestreo ha de
considerar lo siguiente:
a) El sitio de muestreo deberá estar fuera del sitio o predio en estudio y no debe
estar demasiado alejado del mismo.
b) El sitio de muestreo deberá presentar una orografía y geología similar al sitio
en estudio; y debe de estar en la misma área climática y de vegetación.
c) Las muestras para el nivel de fondo deben ser compuestas, recolectadas en
un mínimo de tres áreas diferentes pero con características similares al área
de estudio
Se debe proponer una estrategia de muestreo en base a la Fase de
Identificación y los criterios del especialista o empresa calificada.
1.3.4. Muestreo de Comprobación de la Remediación (MC)
Tiene como objetivo demostrar que las acciones de remediación implementadas
en un suelo contaminado, alcanzaron de forma estadísticamente demostrable,
concentraciones menores o iguales a los valores establecidos en el ECA Suelo
o los niveles de remediación específicos establecidos en base al Estudio de
Evaluación de Riesgos a la Salud y el Ambiente (ERSA), según su guía
correspondiente.
Los resultados serán incorporados en el Informe de culminación de acciones de
remediación que será presentado a la entidad de fiscalización ambiental
correspondiente.
Es recomendable que antes de la realización de un Muestreo de comprobación
de la Remediación (MC) se realice un muestreo preliminar (muestreo que al no
ser obligatorio se realiza bajo criterios de la empresa), con la finalidad de tener
un buen margen de seguridad que los resultados del MC sean exitosos (el MC
se realiza con laboratorio acreditado y en lo posible con la presencia de la
autoridad fiscalizadora). Las experiencias recopiladas de otros países muestran
que cuando no se realiza un muestreo preliminar entonces es muy probable que
ocurran MC subsecuentes.
Para la remediación consistente en la remoción de suelos contaminados se
muestra seguidamente el procedimiento para la determinación de los puntos de
muestreo en el área de excavación.
a. Para áreas de contaminación de forma regular menores a 1 000 m2
� Cuando el área de contaminación tenga forma regular de un cuadrado, el
Número de muestras y distribución, será de una muestra en cada pared (4) y
una en el fondo (1), total 5 muestras.
x x
x x
Cuando el área de contaminación tenga forma regular de un rectángulo, el
Número de muestras y distribución, será de una muestra en cada pared corta (2),
dos en cada pared larga (4) y dos en el fondo (2), total 8 muestras.
x x
x xx
x x
b. Para áreas de contaminación de forma irregular menores a 1 000 m2 y hasta
5 000 m2
� El Número de muestras y distribución, será de una muestra por cada 15 – 20
metros lineales en las paredes del perímetro del área excavada y 2 en el fondo
según la superficie (áreas menores a 1 000 m2) y 3 o 4 para áreas hasta 5 000
m2, según sea el caso
c. Para áreas de contaminación de forma regular de 1 000m2 hasta 9 999
m2
El número de muestras y distribución será:
- Una muestra (1) por cada 75 a 100 m lineales en cada pared corta o larga
(distancia/75 - 100 = NPM).
- Dos muestra (2) en el fondo por cada 1 000 m2
d. Para áreas de contaminación de forma regular de 10 000 m2 a 150 000m2
� El número de muestras y distribución será: - Una muestra (1) por cada 75 a
100 m lineales en cada pared corta o larga (distancia/75-100 = NPM)
- El número de puntos de muestreo (NPM) en el fondo se calculará según la
siguiente ecuación.
NPM = 18+ 2.34 * A
Donde
NPM = Número de puntos de muestreo;
A = Superficie en hectáreas.
Por ejemplo el total de puntos de muestreo para un área de 6,000 m2 y 750
metros lineales de perímetro es de 12 muestras {2 x (6000 m2 /1000 m2)} en el
fondo, más 8 muestras en las paredes (750 m/100 m).
En total son 20 puntos de muestreo más 2 duplicados.
Para otras técnicas de remediación como, técnicas in situ (extracción de
vapores, air – sparging, bioventilación, oxidación/reducción, etc.) o
confinamiento/contención (cobertura, instalación de barreras, sistemas de recojo
de aguas y lixiviados), se requiere comprobar la eficacia de dichas técnicas
mediante un muestreo idóneo a la técnica aplicada.
En el caso de acciones de remediación in situ se requiere un número mínimo de
puntos de muestreo igual al muestreo de identificación.
En el caso de acciones de confinamiento/contención, la comprobación de
la eficiencia de las medidas aplicadas estará en función de los objetivos
de remediación trazados, por ejemplo que la fuente de contaminación esté
completamente aislada y no se generen lixiviados, polvos y gases, y/o
evitando la entrada a aguas superficiales y subterráneas; esta
comprobación se podría realizar por ejemplo instalando una cadena de
pozos distribuidos transversalmente al flujo del agua subterránea que
atraviesa el área remediada.
Cuando la remediación sea por atenuación natural, el muestreo de
comprobación tiene como objetivo el cumplimiento de la hipótesis
planteada para la recuperación natural del sitio en el tiempo previsto.
2. TÉCNICAS DE MUESTREO
2.1. Consideraciones generales El muestreo es la actividad por la que
se toman muestras representativas que permiten caracterizar el suelo en
estudio, en tanto que la muestra puede ser definida como una parte
representativa que presenta las mismas características o propiedades del
material que se está estudiando y las muestras que serán enviadas al
laboratorio4 , constituyen las muestras elegidas para ser analizadas de
acuerdo a los objetivos establecidos.
La técnica del muestreo a aplicar depende, entre otros, del objetivo del
estudio, de las condiciones edáficas, meteorológicas, geológicas e
hidrogeológicas en el sitio, la profundidad y accesibilidad de la
contaminación en estudio y de los requerimientos analíticos acerca de la
cantidad y calidad de las muestras
Los equipos, las herramientas y los instrumentos a usarse en el muestreo
estarán en función de:
• La profundidad máxima a la que se va a tomar la muestra.
• El tipo de textura del suelo.
• El tipo de contaminante (volátil, semivolátil, no volátil) que se presuma en el
sitio.
• La accesibilidad al punto de muestreo.
• El tamaño de muestra necesaria para los análisis requeridos, con base en
la(s) característica(s) o propiedad(es) de interés del contaminante y del sitio,
así como las especificaciones de los métodos analíticos.
• Los instrumentos para la colecta de muestras en campo, deben ser fáciles de
limpiar, resistentes al desgaste y no deberán contener sustancias químicas
que puedan contaminar o alterar las muestras
• En el caso de contaminantes orgánicos, los instrumentos de muestreo y los
envases o contenedores para la conservación de la muestra no deberán
contener sustancias químicas que puedan producir interferencias al momento
de realizar las pruebas analíticas.
• Cuando se trata de suelos contaminados con metales, se recomienda
utensilios de plástico, teflón o acero inoxidable para el muestreo. Los más
comunes son: palas rectas y curvas, picos, barrenas y barretas, nucleadores,
espátulas, navajas y martillo de geólogo, considerar lápices, marcadores y
etiquetas, así como, cinta métrica o flexómetro, planos o fotografías aéreas de
la zona con la ubicación tentativa de los puntos de muestreo.
• Durante las actividades de muestreo, es importante incluir como material de
apoyo, cartas topográficas, edafológicas, climáticas y geológicas, un plano
cartográfico del sitio y mapas de carreteras, con toponimia actualizada.
Además, es recomendable incluir una libreta para registrar las acciones de
campo, una cámara fotográfica y la cadena de custodia para las muestras.
En zonas de montañas con laderas de diferentes pendientes, el muestreo
deberá realizarse considerando la estratificación en ladera alta, media y baja,
obteniéndose muestras para cada uno de los estratos identificados.
La toma de muestras debe documentarse detalladamente considerando los
siguientes aspectos
• Datos generales del sitio en estudio (por ejemplo razón social, ubicación, uso
principal). Datos del punto de muestreo (por ejemplo clave del punto,
coordenadas, técnica de muestreo, instrumentos usados, profundidad final,
profundidad de la napa freática, operador, etc.).
• Datos de las muestras tomadas (por ejemplo, clave de muestra, profundad,
características organolépticas, textura, cantidad de la muestra tomada,
compactación/consistencia, humedad, etc.).
• Comentarios adicionales y ubicación de los puntos de muestreo en un
Croquis
Durante el muestreo las condiciones organolépticas comprenden:
• El color determinado con la Tabla Munsell de colores.
• El olor teniendo cuidado de posibles intoxicaciones por inhalación de agentes
contaminantes (por ejemplo olor petroquímico para gasolinas y productos
petroquímicos, sulfuroso por presencia de H2S, ácido proveniente de relaves
mineros, aromático provenientes de hidrocarburos aromáticos como alquitrán,
BTEX, dulce para solventes, almendrado para cianuros, etc.).
2.2. Para muestras superficiales
Para la toma de muestras superficiales (hasta una profundidad de
aproximadamente un metro) se pueden aplicar sondeos manuales. Este sistema
es relativamente fácil, rápido de usar y de bajo costo, siendo poca la cantidad de
suelo que se puede extraer con esta técnica, será necesario obtener muestras
compuestas de varios sondeos. Otras técnicas alternativas para la toma de
muestras superficiales pueden ser hoyos o zanjas.
En este tipo de muestras es permisible tomar muestras compuestas. La toma
de muestras superficiales no es aplicable para la determinación de sustancias
orgánica volátiles.
Grandes volúmenes de muestras (p.e. extraído de zanjas) requieren someterlas
a partición, para reducirlas y obtener una muestra compuesta representativa.
Para esto se recomienda cuartear la muestra mezclada y repetir el proceso
hasta que llegue a la cantidad de material necesario
Se recomienda en particular la toma de muestras superficiales compuestas para
la evaluación de riesgos a la salud humana (p.e. cuando se tiene un contacto
directo) o para la flora y fauna. En estos casos se recomienda un muestreo
bidimensional, es decir, la toma de sub-muestras (10 – 25 unidades) en un área
y una capa determinada y unir las sub-muestras individuales en una muestra
compuesta.
Tabla N° 2: Profundidad del muestreo según el uso del suelo
Usos del suelo Profundidad del muestreo (capas)
Suelo Agrícola 0 – 30 cm (1)
30 – 60 cm
Suelo Residencial/Parques 0 – 10 cm (2)
10 – 30 cm (3)
Suelo 0 – 10 cm (2)
Comercial/Industrial/Extracti
vo
1) Profundidad de aradura
2) Capa de contacto oral o dermal de contaminantes
3) Profundidad máxima alcanzable por niños
2.3. Para muestras en profundidad
En un sitio potencialmente contaminado puede existir también una distribución espacial
en profundidad de las sustancias contaminantes. Esta puede resultar de la interacción
entre las características y propiedades del suelo a lo largo del perfil con las
características y propiedades de las propias sustancias contaminantes. Por ello, es
esencial que el muestreo refleje también la posible variabilidad espacial en profundidad
de las sustancias contaminantes. De otra forma, las decisiones tomadas pueden no
resultar adecuadas.
• La profundidad del muestreo dependerá del tipo de suelo y contaminante a estudiar,
y debe ser debidamente justificado, siendo necesario el muestreo a lo largo de la
perforación, incluyendo su documentación geológica.
• En casos de perforaciones a diferentes profundidades, las muestras deben ser
tomadas por cada metro de profundidad que se perfore, considerando la estratigrafía
local. La longitud del núcleo de perforación a muestrear no debe ser mayor a un
metro.
• Las muestras del suelo contaminado, siempre serán simples (material colectado en
un solo punto de muestreo), a menos que se señale otra especificación dependiendo
del contaminante.
• Evitar el uso de fluidos de perforación y la utilización de equipos y recipientes para
las muestras, que ocasionen la pérdida de hidrocarburos volátiles y la contaminación
cruzada.
• En el proceso de perforación para la obtención de muestras de suelo no se debe
inducir a la contaminación de acuíferos o cuerpos de agua subterráneas.
• Cuando se pueda recuperar una muestra del producto contaminante en fase libre (en
el caso de compuestos orgánicos como por ejemplo hidrocarburos), debe entregarse
dicha muestra al laboratorio junto con las muestras de suelo para la identificación del
tipo de compuesto presente.
• Se elegirá el método y equipo para el muestreo de acuerdo a las condiciones
geomorfológicas del sitio, el tipo de contaminante, el nivel de la napa freática; así
como el tipo y profundidad de muestras a tomarse.
• En el caso exista peligro de que la perforación induzca una contaminación de
acuíferos o cuerpos de aguas subterráneas u ocasione un corte hidráulico es
requerido sellar el agujero de la perforación con materiales adecuados (p.e. pellets
de arcilla, suspensión de bentonita, etc.).
• Una lista de los sistemas comúnmente utilizados para la toma de muestras sólidas,
indicando su aplicación y las ventajas e inconvenientes
2.4. Para muestras en la fase gaseosa del suelo
Las muestras (aire de suelo, vapores en el suelo) se toman para medir la
concentración de agentes contaminantes volátiles en la fase gaseosa del suelo
(BTEX, hidrocarburos clorados y/o fluorados, n-alcanos), siendo importante para
la caracterización de estos compuestos en el suelo. Por las características
fisicoquímicas de los contaminantes volátiles (por ejemplo su fugacidad,
tendencia de acumularse en estratos con granulación fina) se considera que la
determinación de su concentración en la fase sólida del suelo es insuficiente.
La lixiviación y fugacidad de contaminantes volátiles es controlado por varios
factores (por ejemplo características fisicoquímicas de la matriz sólida del suelo
y de los agentes contaminantes, influencias atmosféricas e hidrogeológicas,
interferencias por el proceso del muestreo, etc.) que se tiene que considerar en
la interpretación de los resultados y el cumplimiento de altos estándares de
calidad.
La extracción de la muestra gaseosa se realiza a través de pozos de
extracción, que pueden ser:
• Pozos de extracción temporales (diámetro entre 35 a 80 mm, en
pulgadas apto para uso único, bajos costos, instalación de los
dispositivos de extracción en el agujero de un sondeo).
• Pozos de extracción estacionarios (diámetros > 80 mm, apto para
múltiples muestreos y ensayos de extracción, costos más
elevados, instalación de tuberías de plástico o acero con
perforaciones en el tramo de muestreo).
Antes y durante la construcción de los puntos de muestreo debe observase lo
siguiente:
• Durante la perforación de un punto de muestreo no debe aplicarse ningún
enjuague dentro del mismo.
• Las cuerdas de las brocas de los tubos de perforación no deben aceitarse o
engrasarse.
• Solo se deben utilizar equipos de perforación limpios. Antes de cada nueva
perforación debe limpiarse el equipo de perforación completa y
minuciosamente ya sea mecánicamente o con agua. Compuestos
tensoactivos o solventes deben evitarse completamente durante la limpieza
del equipo.
• El equipo o herramienta de perforación debe sacarse inmediatamente
después de realizada la perforación.
Independiente de qué tipo de pozo sea, es necesario colocar un sello en el
espacio superior del pozo entre el suelo y el equipo de muestreo (por
ejemplo mangueras o arcilla) y extraer un volumen de aire determinado
evitando el ingreso o presencia de aire atmosférico en el agujero que podría
falsificar la muestra La temperatura atmosférica durante el muestreo no debe
estar por debajo de los 5°C, para evitar resultados atenuados por
condensación de contaminantes volátiles en el equipo. Además se
recomienda evitar la toma de muestras en momentos de lluvias. Para la toma
de muestra se aceptan métodos directos (por ejemplo envasar la muestra en
recipientes como viales de vidrio, botellas de aluminio con depresión
“minican”, bolsas de plástico), métodos de acumulación (por ejemplo tubillos
con carbón activado) o sistemas de medición pasiva.
El equipo básico que se requiere para la extracción de muestras gaseosas
abarca:
• Sondeo de extracción.
• Dispositivos de extracción (por ejemplo bombas), que permiten regular el
flujo de aire.
• Medidor del flujo de aire.
• Recipientes para colectarlas muestras gaseosas (dependiendo del método
de muestreo)
• Dispositivos para medir el contenido de metano, dióxido de carbono,
oxígeno y eventualmente ácido sulfhídrico o monóxido de carbono en el
flujo de aire.
• Eventualmente dispositivos para medir la concentración de agentes
contaminantes directamente en el campo.
Los datos básicos que se tienen que documentar en el muestreo son:
• Datos generales (fecha, hora, lugar, nombre de la persona que ejecute el muestreo).
• Características del punto de muestreo (por ejemplo sellado de la superficie, perfil
geológico, nivel de la napa freática).
• Datos climáticos (temperatura, presión atmosférica, precipitación antes y durante el
• muestreo).
• Descripción del pozo de extracción (profundidad del agujero, equipamiento, tipo de sello).
• Sistema/dispositivo de extracción.
• Volumen extraído antes del muestreo.
• Flujo de aire (antes y durante la toma de las muestras).
• Presión inferior.
• Contenido y desarrollo de los componentes principales durante la extracción (metano,
dióxido de carbono, oxígeno y eventualmente ácido sulfhídrico o monóxido de carbono),
que serán utilizados en el estudio de caracterización y en la evaluación de riesgos a la
salud y el ambiente.
• Descripción de los recipientes y/o el procedimiento del muestreo.
3. MANEJO DE LAS MUESTRAS
Es necesario observar ciertas consideraciones en el manejo de
las muestras, sin embargo, es pertinente cumplir con los
protocolos establecidos por los laboratorios respecto a la
recolección y conservación de las muestras para su análisis.
3.1. Materiales para guardar y transportar muestras
Las características del recipiente deben ser compatibles con el
material del suelo y los agentes contaminantes en estudio a
muestrear deben ser resistentes a la ruptura y evitar reacciones
químicas con la muestra y/o pérdidas por evaporación.
Debe evitarse en lo posible el uso de agentes químicos para conservar
muestras de suelo, salvo que las metodologías lo estipulen. Para su
conservación es conveniente mantenerlas en lugares frescos (4 a 6 °C),
aplicables en contaminantes orgánicos.
El volumen del contenedor debe ser aproximadamente el mismo de la
muestra, a fin de minimizar el espacio vacío.
Cuando se trate de COV’s o elementos volátiles, no es recomendable la
toma de muestras de suelos por trasvase debido a las pérdidas y
subestimaciones a las que estas últimas conducen, esto es aún más
importante y válido si se pretende realizar una evaluación de riesgos del sitio.
3.2. Etiquetado
• La etiqueta debe ser colocada en un lugar visible y no sobrepasar el
tamaño del recipiente y adherida adecuadamente para evitar su pérdida.
• La etiqueta que acompañe a la muestra, debe contar con la siguiente
información como mínimo: número o clave única de identificación, lugar
del muestreo, nombre del proyecto, y la fecha y hora del muestreo,
nombre de la empresa así como las iniciales de la persona que toma la
muestra.
• La impresión de los datos en la etiqueta, debe realizarse con tinta
indeleble.
• Inmediatamente de la toma de muestra se debe proceder al etiquetado y
registro de la muestra.
3.3. Ficha de muestreo
Documento que recoge información levantada en campo, que incluye la
técnica de muestreo, las condiciones del punto de muestreo y una
descripción de las muestras tomadas
3.4. Cadena de Custodia
La documentación de la cadena de custodia debe contener al menos:
• El número de la hoja de custodia proporcionada por el laboratorio
acreditado.
• El nombre de la empresa y del responsable del muestreo.
• Los datos de identificación del sitio (coordenadas UTM).
• La fecha y hora del muestreo.
• Las claves de las muestras.
• Nombre del laboratorio que recibe las muestras.
• Los análisis o la determinación requerida.
• El número de envases.
• Observaciones.
• Identificación de las personas que entregan y reciben en cada
una de las etapas de transporte, incluyendo fecha y hora.
La cadena de custodia en original y dos copias debe acompañar
a las muestras desde su obtención, durante su traslado y hasta el
ingreso al laboratorio. El laboratorio debe incluir una copia de esta
cadena con los resultados del análisis, la copia debe estar
firmada por todos los participantes en el proceso de muestreo y
por la persona del laboratorio que recibe las muestras para su
análisis
3.5. Condiciones de seguridad de las muestras
• Considerar los pre-tratamientos in situ de las muestras, según determinadas
operaciones requeridas como por ejemplo el filtrado, adición de reactivos, de
preservantes, etc.
• El traslado de la muestra deberá ser realizado con los cuidados requeridos para
evitar su deterioro, para ello deben ser embaladas asegurando la completa
inmovilidad de los recipientes que las contienen durante el transporte.
• Las muestras que requieran temperatura y condiciones de almacenamiento
especial deben ser transportadas en contenedores adecuados.
• El traslado de las muestras al laboratorio se debe hacer dentro de los plazos
recomendados.
• Para la seguridad y limpieza en la manipulación de la muestra, se debe incluir
guantes de látex-k, agua deionizada, lentes de seguridad, toallas de papel,
mascarilla para polvos y franelas. Usar etiquetas adheribles, marcador indeleble,
cinta adhesiva y bolígrafos.
• No se deben analizar muestras cuyos sellos hayan sido violados
4. MEDIDAS DE SEGURIDAD OCUPACIONAL DURANTE EL MUESTREO
El levantamiento de información y muestras en un emplazamiento
contaminado debe considerar los aspectos relacionados con el riesgo a la
salud y la seguridad del personal que interviene en su desarrollo, así como
de la población local si la hubiere y que puede verse afectada, debiéndose
tener en consideración los siguientes aspectos:
• Considerando que las muestras pueden tener propiedades tóxicas,
corrosivas, explosivas e inflamables, debe evitarse el contacto a través de
la piel o las mucosas. Una protección mínima implica el uso de gafas de
seguridad, de guantes de látex o de otro tipo (dependiendo de los
potenciales contaminantes), de botas aislantes, protectores auditivos, ropa
adecuada y uso de explosímetros.
• Acciones de contingencia frente a ingestión accidental de medios
contaminados (suelos, aguas, alimentos, etc.)
• Inhalación de gases o vapores presenten o que se desprendan durante el
muestreo pudiéndose emplear mascarillas y respiradores de oxígeno
cuando el muestreo se realiza en pozos o áreas cerradas, y en cúmulos
de residuos químicos, para ello deberán usarse detectores automáticos de
gases, tubos colorimétricos.
• Prevención a la exposición a peligros físicos durante las actividades de
muestreo y/o uso de la maquinaria y equipos tales como detectores de
canalizaciones y tuberías enterradas.
• Exposición a riesgos eléctricos, fuego o explosiones, para ello es
necesario el uso de ropa protectora especial.
Se deberá seguir los procedimientos, protocolos y directivas que están
establecidas en las normas sobre seguridad e higiene a nivel nacional.
5. DETERMINACIÓN DE PUNTOS DE MUESTREO
5.1. Consideraciones generales
La hipótesis planteada acerca de la distribución espacial de la contaminación
en el emplazamiento debe orientar la distribución y selección de los puntos
de muestreo, de allí que sea pertinente la división de la zona en estudio en
áreas de potencial interés en función a la probabilidad de encontrar
contaminación.
Se debe identificar aquellas áreas que presenten una distribución similar en
cuanto a la contaminación (zonas con afectación localizada y zonas en las
que se sospeche afectación no localizada), discriminadas de aquellas en las
que se tiene constancia de que nunca fueron utilizadas con fines industriales
dentro del emplazamiento (zonas no probable de afectación). Así el esfuerzo
se debe centrar en las áreas donde haya mayor incertidumbre o mayor
probabilidad de existencia de contaminantes y en la que la variabilidad de la
distribución de la contaminación sea mayor.
5.2. Número mínimo de puntos de muestreo
Un punto de muestreo es la ubicación espacial geo-referenciada
del lugar donde se va a colectar las muestras sean éstas
superficiales o en profundidad.
5.2.1. Para el Muestreo de Identificación
El número mínimo de puntos de muestreo se determina en
función de cada área de potencial interés dentro del predio de
estudio, que abarca el número total de los puntos de muestreo,
tanto superficial (área de toma de muestras compuestas) como
de profundidad.
Número mínimo de puntos de muestreo para el Muestreo de Identificación
Área de potencial interés (Ha) Puntos de muestreo en total
0,1 4
0,5 6
1 9
2 15
3 19
4 21
5 23
10 30
15 33
20 36
25 38
30 40
40 42
50 44
100 50
Nota: para áreas superiores a las 100 hectáreas se deberá determinar el
número mínimo de puntos de muestreo con la siguiente ecuación:
N = 0.1X + 40
Dónde:
N= Número mínimo de puntos de muestreo
X =Superficie en hectáreas
El número total puntos de muestreo estará distribuido entre puntos de
muestreo superficiales y de profundidad. Dicha distribución estará en función
de las características del sitio, de la distribución supuesta de los
contaminantes y de las rutas de exposición en estudio.
5.2.2. Para el Muestreo de Detalle
El número de puntos de muestreo de detalle está en función a los objetivos
señalados en el ítem
1.3.2, En el caso de que con el muestreo de identificación y los análisis
correspondientes hayan determinado que el suelo está contaminado. La
representatividad del muestreo debe justificarse adecuadamente de forma
técnica de acuerdo a las características del sitio.
Para asegurar una calidad mínima de la caracterización se requiere un
número mínimo de puntos de muestreo adicionales en torno a los puntos
provenientes del Muestreo de Identificación que hayan superado el ECA
para suelos o los Niveles de Fondo
Por ejemplo, en el muestreo de identificación se realizaron 10 puntos de
muestreo de los cuales resultaron mediante análisis 4 que superaban el ECA
Suelos o niveles de fondo, en consecuencia para el muestreo de detalle se
requerirán.
El número mínimo de puntos de muestreo
representan el “mínimo de calidad” y por ello en la
ejecución de una caracterización deberán tomarse
muestras de un número igual o mayor de puntos de
muestreo. Solo en casos particulares el mínimo es
adecuado, por regla común se requiere de un
número mayor de puntos de muestreo.
Número mínimo de puntos de muestreo en el Muestreo de Detalle
Puntos del MI P8untos de muestreo en el
> ECA o Nivel de Fondo M9uestreo de Detalle
1 4
2 6
3 7
4 9
5 11
6 13
7
8 14
9 16
10 18
15 20
20 37
25 46
50 90
Cuando se requiera calcular un número mínimo de puntos de muestreo que
no estén contemplados en la tabla se deberá utilizar la siguiente ecuación.
N = 1.75X + 2
Dónde:
N= Número mínimo de puntos de muestreo en el Muestreo de Detalle
X = Puntos de muestreo del MI que superaban los ECA suelos o Niveles de
Fondo
5.2.3. Para el Muestreo de Nivel de Fondo
En el caso del muestreo de fondo, se considera como punto de
muestreo un área donde se obtendrán sub-muestras
representativas para la conformación de una muestra compuesta.
Como se señaló en el ítem 1.3.3, para el muestreo de fondo se
considera un mínimo de tres puntos de muestreo en áreas
homogéneas con características orográficas, geológicas,
climáticas y de vegetación similares. En áreas de estudio
heterogéneas con las características mencionadas, se deben
duplicar el número de puntos de muestreo.
5.2.4. Para el Muestreo de Comprobación
El muestreo dependerá de las acciones de remediación ejecutadas conforme
al PDS, en consecuencia se deberá tener criterios y protocolos que permitan
abordar la variedad de dichas acciones. En la presente Guía se ha
considerado en el Ítem
1.3.4 los criterios para el muestreo de comprobación en actividades de
remediación concerniente a excavación o remoción del suelo contaminado.
Para otras actividades de remediación, tales como técnicas de mitigación in
situ, confinamiento, encapsulado, atenuación natural o restricciones de uso;
la comprobación de la eficacia de su aplicación estará en función de las
medidas propias de la técnica, en consecuencia se debe de tomar en
consideración las recomendaciones de cada técnica.