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Cuad. Sac. Esp. Cien. Far.

13: 11-24(2002) «1 a Reunión sobre Hidrología Forestal»

Conferencia Inaugural

LA RESTAURACIÓN DE CUENCAS TORRENCIALES

Filiberto López Cadenas de Llano

Profesor Emérito. Universidad Politécnica de MADRID

Agradezco al Presidente de la Sociedad donde, F, es el número de Froude; v, es la


Española de Ciencias Forestales y Catedrático velocidad del flujo; g, es la aceleración de la
de esta Escuela, D. José Alberto Pardos gravedad y h, es el calado de las aguas.
Carrión y al Dr. José Luis García Rodríguez,
Según esto, se pueden clasificar los flujos
su invitación a participar en esta I Reunión del
en supracríticos (F>I), críticos (F=I) y infra-
Grupo de Hidrología para exponer la confe-
críticos (F<I).
rencia inaugural, "La Restauración de
Cuencas Torrenciales". La cuenca hidrográfica es un gran colector
que recibe las precipitaciones pluviales y
Creo que esta temática de actualidad por
nivales, y las transforma a través de los pro-
las catástrofes que desgraciadamente origi-
cesos del ciclo hidrológico, en escorrentías
nan esas avenidas torrenciales que constitu-
superficiales, hipodérmicas o subsuperficia-
yen preocupación de políticos, científicos y
les y subterráneas, que generan los caudales
técnicos, como lo confirma las "Jornadas
de avenida y de base.
Parlamentarias" sobre "Prevención de riesgos
ocasionados por las aguas" que se celebraron Esa generación de caudales está condicio-
en el Senado (Noviembre, 1997) y el informe nada por el clima fundamentalmente preci-
anual sobre "El estado de la Investigación, el pitación (intensidad, duración y frecuencia)
Desarrollo y la Tecnología de la Comunidad y la temperatura (procesos de evapotranspi-
Valenciana" (1999), donde se define como el ración) y el complejo fisico-biótico de la
área del mayor interés social y económico la cuenca, morfología (formas, pendientes,
del "Medio Ambiente y Recursos Hídricos". distribución de la red de drenaje, que influ-
yen en los tiempos de concentración), hidro-
geología, edafología (textura, estructura y
INTRODUCCIÓN materia orgánica), usos del suelo y acción
antrópica.
Mi primera reflexión trata de analizar el
concepto de torrencialidad. En Hidráulica, se Coloquialmente, cuenca torrencial es una
definen los flujos por el número de Froude, cuenca con precipitaciones concentradas en
cuya expresión relacionada las fuerzas de aguaceros de gran intensidad, de relieve acci-
inercia a las de volumen. dentado, deforestada parcial o totalmente, de
v suelos poco evolucionados, erosionados y
F=- erosionables, donde se originan avenidas
.Jgh súbitas y violentas de aguas cargadas de sedi-

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F. LÓPEZ CADENAS «La restauración de cuencas torrenciales»

mento s procedentes de la erosión de las ver- En España, por el Real Decreto de 7 de


tientes y cauces. Julio de 1901, se creaba el Servicio
Hidrológico Forestal y las Divisiones
Mi segunda reflexión, se centra en las
Hidrológico Forestales (DHF). Y por Ley de
adversidades de nuestra red hidrográfica, y
15 de Julio de 1950, pasó el Servicio
no me refiero a ese desequilibrio hidrográfi-
Hidrológico Forestal al Patrimonio Forestal
co que supone que el 75% de nuestros ríos
del Estado pero conservándose las DHF que
viertan al Atlántico y sólo el 25% al
continuaron con su labor de restaurar cuen-
Mediterráneo.
cas, corrección de torrentes y aludes, conso-
Me refiero a esas otras adversidades que lidación de suelos inestables, fijación de
Unamuno sintetizaba diciendo que "el pro- dunas y las que le atribuían la Ley de 19 de
blema de España era un problema de seis- diciembre de 1951, de Forestación y
cientos". Con este juego de palabras y núme- Ordenación de Cultivos en las Cuencas
ros, aludía a dos rasgos fisiográficos básicos Alimentadoras de Embalses. La Ley de
de nuestra geografía, invitando a imaginar 1 Montes de 1957 y el Reglamento (1962) aún
sueño imposible de una España con seiscien- vigentes, desarrollaban la normativa en rela-
tos milímetros más de precipitación y seis- ción con el Servicio Hidrológico Forestal.
cientos metros menos de altitud.
Esas competencias fueron asumidas por el
Si estas adversidades, añadimos la desigual ICONA, al crearse este nuevo Organismo,
repartición de la precipitación anual, con ten- por decreto del Ministerio de Agricultura de
dencia generalizada a concentrarse en aguace- 5 de noviembre de 1971, desapareciendo los
ros de gran intensidad sobre cuencas parcial o Servicios periféricos de la Administración
totalmente deforestadas (sólo el 14% de nues- Forestal entre ellos, las Divisiones
tra entrañable geografía conserva una cubier- Hidrológico Forestales que eran las más tec-
ta de bosque) no puede extrañar que Gómez nificadas y eficaces de esa Administración.
de Pablo, Ingeniero de Caminos, canales y
Todo 10 expuesto evidencia el geodinamis-
Puertos y Director de Obras Hidráulicas, dije-
mo torrencial de nuestras cuencas conse-
se que "nuestros ríos se transforman en ver-
cuencia como ya hemos dicho, de las adver-
daderos torrentes con sus avenidas de aguas
sidades climáticas, del complejo físico y de
cargadas de sedimentos que asolan comarcas
la acción antrópica y la importancia de los
enteras". Hoy esas avenidas torrenciales den-
espacios forestales que ocupan posiciones
tro de los riesgos "naturales" son considera-
estratégicas en esas cuencas, por estar situa-
das como las de mayor impacto medioam-
dos en las cabeceras y zonas medias, donde
biental, social y económico.
las precipitaciones son mayores y el relieve
Mi tercera reflexión, se refiere a la res- más accidentado y destaca el papel del eco-
puesta activa del hombre al desafío de la sistema bosque, óptimo grado que puede
torrencialidad de las cuencas, que se produjo alcanzar la vegetación para el control de la
en Suiza a medi;:tdos del siglo pasado para torrencialidad, siendo además esas masas
controlar la dinámica torrencial de las cuen- arbóreas heterogéneas e irregulares, en las
cas alpinas. que conviven además los estratos arbustivo y
herbáceo, las que mejor aprovechan la ener-
Francia fue el segundo país en incorporarse gía del medio y, consiguientemente, el logro
a esa trascendental tarea y el libro de Thiery, de su permanencia.
"Restauración de Montañas-Forestación-
Corrección de Torrentes" (1892), establece
las bases científicas y técnicas del sistema
EL PAPEL DEL BOSQUE EN LOS PRO-
corrector de una cuenca torrencial, conjun-
CESOS DEL CICLO HIDROLÓGICO
ción armónica de las biotecnologías para la
restauración de la cubierta vegetal, en las ver- En la figura 1, se expresa una sinopsis del
tientes y en las riberas, y las hidrotecnias de papel del ecosistema bosque en los procesos
corrección y defensa en los cauces. del ciclo hidrológico.

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• Menor luminosidad
...
C ,.
Modificación de los
parámetros
• Menor temperatura "'1
... 1
aractenstlcas
I

• Menor velocidad del viento


climáticos

~
• Mayor humedad

I Ecoclima
• Ciclónicas
• Conectivas Intercepción
• Relieve

• Condensaciones
No convencionales internas
Influencias sobre los Infiltración mayor • Rocios, escarchas
parámetros del ciclo
hidrológico • Precipitaciones
Escorrentía menor horizontales
Evapotranspiración
Influencias sobre la
calidad de las aguas
Control de la erosión

Influencias en el suelo Contribución al mantenimiento y mej ora


de la calidad biológica

Figura 1

SISTEMA CORRECTOR DE UNA CUEN- considerarse como una ayuda a la Naturaleza,


CA TORRENCIAL que invierte su proceso degradatorio y antici-
pa en varios estadios su evolución hacia el
El sistema corrector de cuencas torrencia-
ecosistema bosque, óptimo grado que puede
les que se viene utilizando, responde a la
alcanzar para el control de esa torrencialidad.
experiencia acumulada en siglo y medio de
Recordad siempre lo que afirmaba Francis
estudios, investigaciones y realizaciones.
Bacon: "La Naturaleza para ser dominada ha
Se integra en dicho sistema las biotecnias de ser obedecida".
para la restauración de la cubierta forestal
fundamentalmente el bosque, en las vertien- En relación con las hidrotecnias, los princi-
tes y en las riberas y las hidrotecnias de pios que establecen el diseño y uso de las
corrección y defensa en los cauces. Conviene obras de corrección y estabilización de cau-
resaltar en la restauración de las vertientes ces, están dirigidos a la regulación y control,
que no son los árboles que se introduzcan los total o parcial de los efectos que la dinámica
que van a conseguir en exclusiva, la correc- de los caudales que circulan por los cauces,
ción del fenómeno torrencial, sino como ya producen en el contorno en forma de erosión,
hemos visto, el ecosistema que representa. La transporte y sedimentación de los materiales
Forestación de cuencas torrenciales debe que lo constituye.

13
.¡::..
- :-r1
t"""
o-
Sistema corredor de una cuenca torrencial. ~
Acciones S
~
Localización Características Propósito :>
v.>

Coberturas vegetales y
de erosión laminar en regueros
Acciones biológicas IForestación Mejoras de la infiltración
IControl
En la cuenca Control de escorrentías directas
y
de erosión laminar regueros
Prácticas mecánicas ¡Terrazas
Drenajes Control de la humedad del suelo
IControl
Control de los movimientos en masa
Albaradas, palizadas de cárcavas
Pequeñas obras transv. IFajinas IControl
Control de la erosión remontante

Diques de consolidación PerfIl de equilibrio o compensación (control de erosión del lecho)


¡Consolidación de laderas marginales

Total Retención de sedimentos (defensa de embalses, vegas, etc)


Area de erosión I Obras transversales Diques de retenida Retención parcial de sedimentos
Selectiva Defensa de instalaciones hidroeléctricas, obras de
infraestructuras
Umbrales de fondo I Control de la erosión del lecho
En el cauce Cubiertas vegetales y Defensa contra erosiones laterales aumentando resistencia
(Régimen revestimientos
I de las márgenes y/o controlando la velocidad del agua
torrencial) Obras longitudinales Espigones IDefensa contra erosiones laterales desviando las aguas P,
Area de sedimen Muros de defensa IDefensa de márgenes y rectificación del eje hidráulico P>

tación Soleras IProtección del lecho contra la erosión Ci!


~
Perfil escalonado con tra- ~
Obras mixtas mos erosionables (muros Concentración del agua en cauce fijo y estable ~
o~
longitudinales, solera,
rastrillos) =
~

En el cauce (Ré- Revestimientos y espigones de márgenes contra erosiones laterales I


gimen fluvial)
IObras longitudinales IMalecones IDefensa
Defensa contra inundaciones y rectificación del eje hidráulico
I
~
Cuadro 1 ~
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En el cuadro 1 se recogen las principales originados por la erosión de las vertientes,


actuaciones en materia de corrección de carga de lavado, y la erosión en los cauces,
cuencas torrenciales. carga de sedimentos del lecho. La carga de
lavado en forma de suspensión y la carga de
Toda la sistemática de la corrección está sedimentos del lecho, en suspensión y aca-
pues, orientada a controlar esos procesos en rreo (rodadura, deslizamiento y saltación).
el lecho y márgenes evitando que se incorpo-
re esos caudales sólidos a la corriente. Estudios iniciados a finales de la década de
los ochenta por Pierson, Costa, Bradley,
En los cauces de régimen torrencial, el sis- Takahasi, etc, y sobretodo, por Meunier con
tema corrector está basado en el libro: su Hidráulica Torrencial (1991) recogiendo
"Principios de la Hidráulica Torrencial" las investigaciones de Etudes Montagne,
(1962) del catedrático de la Escuela, José CEMAGREF (Grenoble), sobre el comporta-
Maria García Nájera, posteriormente, libros miento reológico de los sedimentos aconse-
que he publicado: "Diques para la corrección jan ciertas cautelas (Figura 2).
de cuencas torrenciales" (1963), "Corrección
de torrentes y estabilización de cau- Situados en el polo "Agua", en le sentido
ces"(1989), han contribuido al conocimiento del contenido creciente de sólidos, nos
de las hidrotecnias correctoras y defensivas. encontramos con el dominio de la Hidráulica
Torrencial clásica, flujos newtonianos bifási-
En los cauces de régimen fluvial, el libro cos, donde la carga de sedimentos no modifi-
de B. Quesnel, "Tratado de Hidráulica ca la ley de comportamiento del fluido ni
Fluvial Aplicada" (1964), ofrece diseños de influye en su calado. En este dominio son de
la obra de defensa de márgenes además, de aplicación las fórmulas de la Hidráulica clá-
los ya conocidos espigones, escolleras, etc. sica, ya que no existen interacciones entre
En general, en cuanto al objetivo básico del ambas fases, y el agua por sí sola, condiciona
control del fenómeno torrencial, las obras todo el flujo.
longitudinales limitan su función a evitar la Umbral A: separa los flujos newtonianos
erosión y las inundaciones y las orillas y már- de los hiperconcentrados, caracterizados por
genes, cumpliendo la que impide la erosión tener rigidez inicial, aunque mantienen un
del lecho y deslizamientos de las vertientes, comportamiento líquido: Las fórmulas de la
las obras transversales. La protección de las Hidráulica viene afectadas lie coeficientes
obras longitudinales es más bien de salva- correctores.
guarda pasiva del fenómeno torrencial, mien-
tras que las obras transversales inciden activa Umbral B: corresponde a las lavas torren-
y decisivamente sobre el propio fenómeno. ciales o corrientes de barro. Tiene un com-
portamiento plástico, causado por las fuerzas
Aunque desde le punto de vista fisico de la electroquímicas de ligazón motivadas por la
ribera se refiere as un espacio próximo al río, viscosidad (corrientes de barro viscosas) o
desde le punto de vista biológico, el elemen- por las fuerzas de fricción o de cohesión
to principal de la ribera es la vegetación. De intergranulares (corrientes de barro inercia-
forma general, puede afirmarse que esa vege- les).
tación constituye, "el bosque de galería",
cuya restauración contribuye a la estabiliza- Umbral C: movimientos en masa.
ción de las orillas, regular la entrada de luz y
temperatura del agua, ofrecer un hábitat
valioso para las especies acuáticas, favorecer TRES EJEMPLOS HISTÓRICOS
la depuración de las aguas y retener sedimen-
tos y nutrientes. Para aproximarnos a la torrencialidad de
nuestras cuencas y a las catástrofes de sus
El sistema corrector que hemos considera- avenidas, vamos a recordar las de los ríos
do corresponde a cuencas torrenciales, de Júcar y Guadalmedina y las del torrente
flujos newtonianos, aguas con sedimentos Arás.

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F. LÓPEZ CADENAS «La restauración de cuencas torrenciales»

{¡llOS cohe5ivO-~

Cinemática
rápida

Caida de bloques

-------...:~-----
Eje de \OS

Figura 2. Fenómenos lentos y rápidos en la hidráulica y movimientos del terreno (según MEUNIER, 1991)

a) Río Jucar ceo s al P. pinaster. Estos suelos debieron


estar ocupados por el roble del que quedan
En la descripción del río Júcar, se pueden aún importantes reductos. Al sur de la sierra,
considerar tres tramos en los 506 km desde haciendo frontera con La Mancha, pinares
su nacimiento a 1720 m de altura entre las xerofiticos del P. piñonero sobre terrenos
capas del Jurásico en le paraje de Ojuelo de sueltos de P. carrasco sobre suelo caliza, en
Valdeminguete, en la serranía de Tragacete, áreas que ocupó la encina.
hasta su desembocadura en le Mediterráneo
atravesando las provincias de Cuenca, El tercer tramo, el valle del Júcar, en la
Albacete y Valencia. comarca de La Mancha conquense, en la que
el río todavía se encaja y forma hoces en el
El primer tramo, la "cuenca alta" en la terreno de naturaleza calcárea. Después, el
serranía con cotas superiores a los 1400 m, valle se va ensanchando poco a poco, para
con un c1ime de alta montaña y precipitacio- terminar al sur de La Mancha, en una cubeta
nes que alcanzan los 1000 mm. El 60% de la de no gran extensión. Sobre los depósitos
serranía está ocupada por masas arbóreas en aluviales se mantienen todavía pinares de P.
su mayor parte por formaciones de hoja aci- piñonero, autóctonos y de reforestación con
cular de tipo pino-juniperetea, y caracteriza- cortejo de retamas, genistas, jaras, tomillares,
da por el P. silvestre con acompañamiento de etc.
enebros. En cotas más bajas, el P. laricio, que
tiene como especies acompañantes, boj, bér- Salpicados en toda la región encontramos
beris, quejigo, etc. masas de encina en mayor o menor estado de
degradación como consecuencia de la pre-
Despues, la cuenca media en la parte más sión humana. Esta presión ha sido aún más
baja de a serranía, con precipitación anual de fuerte en La Mancha albacetense, en donde
700 mm a 800 mm, soporta sobre suelos silí- prácticamente ha desaparecido. Sólo quedan

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relictos en Munera y Ossa de Montiel. Masa recuerdo de todos sus trágicas consecuencias,
boscosas de pino carrasco en el río Cabriel y entre ellas, la rotura de la presa de Tous.
también en las llamadas Muelas desde Alcalá
En la línea de información geoarqueológi-
de Júcar hasta la provincia de Valencia a la
ca, las investigaciones en Alcira nos ofrece
derecha del río y en los montes de Almansa.
una valiosísima panorámica sobre la historia
Finalmente la ribera Alta y después la ribera
del Júcar desde tiempos medievales.
Baja hasta el Mediterráneo
Antes del siglo XI, el régimen hidrológico
No escapa la cuenca del Júcar en sus del Júcar parece haber sido diferente al de
21.578,5 km2 a esas adversidades hidrológi- épocas posteriores. Los picos de las descar-
cas de nuestra geografia que ya hemos gas de las crecidas eran más suaves y las ria-
comentado: Podría resumirse diciendo que das violentas eran casi inexistentes.
esas adversidades y la deforestación de la
cuenca, sólo algo más del 20% está cubierta A mediados del siglo XI, tuvo lugar un
de bosques, hacen que el geodinamismo cambio importante del régimen fluvial de
torrencial se presente de forma imprevisible forma que los picos de las crecidas aumenta-
y catastrófica. ron sistemáticamente a partir del último cuar-
to de siglo XI con carácter destructivo,
La evaluación en cuanto a las pérdidas de
suelo por erosión hídrica, laminar y en regue- Las investigaciones de Butzer, Miralles y
ros, obtenidas por aplicación del modelo Mateu (1983) sitúan el problema de las inun-
USLE, permiten establecer que la media en la daciones de la ribera del Júcar, en su pers-
cuenca del Júcar es de unas 35 t·ha-laño- l . pectiva más completa. El paso a riadas más
Por otra parte, hay que considerar otras for- breves y violentas ocurrido en toda la zona,
mas de erosión hídrica en barrancos y cárca- se debe tanto a anomalías climáticas como a
vas, presentes en toda la cuenca del Júcar que la expansión general de asentamientos huma-
incrementan su caudal sólido. nos y deforestación extensiva en la cuenca
del JÚcar.
En cuanto alas avenidas e inundaciones, el
Júcar hace realidad su nombre de devastador Es evidente que con nuestros medios actua-
asolando con sus riadas, sobre todo su cuen- les, las actuaciones sobre el clima y la geo-
ca baja y concretamente, la Ribera. En los morfología, son muy limitadas, pero no así
archivos existentes, podemos encontrar rela- sobre la vegetación, ya que la restauración
tos que se remontan a la inundación del 27 de hidrológico-forestal, combinación armónica
septiembre de 1517. Sólo comentaré la más de acciones biológicas y obras de ingeniería
importante: 4 y 5 de octubre de 1779. El rela- hidráulica, ofrece amplias posibilidades.
to de esta riada existe en el Archivo parro- Analizamos la influencia que en la cuantía
quial de la Iglesia de Cárcer, donde se cita: y desarrollo de la avenida catastrófica regis-
"Muertes, viviendas destruidas y vegas asola- trada a partir del día 20 de octubre de 1982 en
das en Cárcer, Carcagente, Alcira, Sueca, etc. el curso inferior del río Júcar, que motivó la
En Sueca rompió el Júcar por el mismo rotura de la presa de Tous, puede atribuirse a
sitio en 1753, 1779, 1801 y 1805 la destrucción., por incendios, de parte de las
masas forestales existentes en las cuencas del
El4 y 5 de noviembre de 1864. Conocida Escalona y Jarafuel, vertientes directas al
como la riada de San Carlos. Afecto a toda la tramo inferior del río Júcar, con una superfi-
cuenca baja, Ayora, Millares, Tous, etc, y a la cie de 2.079 km2 . Dentro de la zona se
ribera Alta y Baja, Cárcer, Alberique, Alcira, encuentran 451 km2 (21,7%) de terrenos que
etc. en los años 79 y 80 sufrieron modificaciones
importantes en su cubierta vegetal a causa de
El 20 y 21 de octubre de 1982, los hechos
incendios forestales.
ocurrieron de forma similar a la riada de
1864, aunque la zona afectada fue mayor y El hidrograma del río Escalona, línea de
mayores los daños ocasionados. Está en el trazo continua, responde a las condiciones de

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F. LÓPEZ CADENAS «La restauración de cuencas torrenciales»

la cuenca, en su mayor parte deforestada por guiente mejora de las condiciones de evacua-
los incendios y a los 425 mm de precipitación ción en el caso de avenidas de mayor volu-
media en 24 horas, dato obtenido de la men como las anteriormente contempladas,
Central de Cofrentes. 10 que influiría indudablemente en la dismi-
nución de los daños que en estos casos llega-
En cuanto a las posibilidades de control de ron a producirse.
este tipo de fenómenos mediante la
Restauración Hidrológico Forestal (RH.F.), Por eso, ya en 1981, se había estudiado y
los resultados fueron los siguientes: aprobado el proyecto de Ordenación
Agrohidrológica de la Comarca Ayora-
En el caso verdaderamente excepcional de Enguera, asolada por los incendios de los
intensidades de precipitación análogas a las años 79-80 y, posteriormente, después de la
registradas el día 20 de octubre de 1.982, el avenida catastrófica de 1982, los proyectos
control de caudales y escorrentías con los tra- de RH.F., siguientes:
bajos de RH.F. y conservación de suelos,
afectando a un 65% de la zona considerada R.H.F.de la cuenca del río Grande y de la
(los estudio y experiencias de Molchanov vertiente derecha del río Escalona desde la
demuestran que a partir de un 65 5 de super- confluencia de ambos hasta el río Júcar
ficie boscosa, el coeficiente de es correntía es (1983). RH.F. de la vertiente izquierda del
asintótico al 8%), aún cuando supondría una río Cabriel (1983). RH.F. de la vertiente
reducción de caudales punta del orden del derecha del río Cautoban o Reconque desde
25% y 20%, en cuanto al volumen de esco- la confluencia del Zarra hasta el Júcar (1983).
rrentía evacuado, no son suficientes por sí RH.F. de las cuencas parciales: margen dere-
mismos para la defensa de vegas, poblados e cha del Júcar desde la rambla de la Carrasca
infraestructuras dominadas, debiendo ser hasta el barranco de la Parra. Margen izquier-
completados con obras complementarias da desde el límite de la provincia de Valencia-
para la regulación de caudales y la mejora del Albacete hasta la rambla de Star. Margen
régimen de evacuación de las aguas en los derecha del Cabriel desde el mismo límite
cauces de la red hidrográfica hasta el embalse del Embarcadero. (1984).
RH.F. de la cuenca alimentadora del embal-
Que con precipitaciones medias de aguace- se de Contreras (1986). RH.F. de la cuenca
ro del orden de 300 mm, que son los valores del río Escalona (1987)
históricos que originan avenidas e inundacio-
nes de carácter catastrófico, el control de RH.F. de la vertiente izquierda del río
caudales derivados de la RH.F. y conserva- Júcar entre los embalses de Embarcadero y
ción de suelos, alcanzaría niveles suficiente- Tous (1987). RH.F. de la vertiente derecha
mente significativos disminuyendo los cau- del río Júcar entre la presa del Embarcadero
dales del orden del 33% en sus máximos para y la divisoria del río Escalona (1987)
que los daños previsibles no llegasen a alcan-
zar carácter catastrófico, ni dentro de la zona
ni en las dominadas. b) El Guadalmedina
Que con precipitaciones menores, pero El Guadalmedina, "río de la ciudad", atra-
suficientemente representativas del régimen viesa Málaga en una longitud canalizada de 5
habitual de las avenidas de unos 150 mm que km, dividiéndola en dos partes iguales apro-
se producen con recurrencia de 100 años, el ximadamente.
control obtenido puede considerarse del
Málaga se extiende al pie de un semicircu-
orden del 50% en los caudales punta, 10 que
lo de montañas que constituyen la zona lla-
no sólo supondría la desaparición completa
mada, la Axarquía, que atenaza la llanura que
de los riesgos y daños habituales debido a
forma la Hoya de Málaga.
este tipo de crecidas, sino una importante dis-
minución de la torrencialidad de los cauces Esta situación y emplazamiento de la
que facilitaría su estabilidad, con la consi- población, unida a la geología del terreno

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cámbrico y triásico, fácilmente erosionable, das. La realidad es que en 1787, en que se


así como a las fuertes pendientes de las lade- produjeron tres avenidas en primavera, aun-
ras, a la desnudez y forma de cultivo de las que no de la gravedad de las anteriores,
mismas y a la intensidad de las precipitacio- seguía sin tomarse ninguna medida. Se pidió
nes, han hecho que la población, red de nuevamente ayuda al Gobierno de Su
alcantarillado, vías de comunicación, etc, Majestad, entonces el Rey Carlos 111. La pre-
hayan experimentado gravísimos daños en sencia entre sus ministros de José Gálvez,
épocas de fuertes lluvias por las aguas carga- malagueño, motivó que se crease una Junta
das de sedimentos del río, de los torrentes encargada de tan importante misión que con-
que tienen su origen y vierten en la zona edi- siguió que se "desarenase el río, descendien-
ficada. do su nivel tres varas" y, se "construyeran los
muros de la canalización y los grandes colec-
De Oeste a Este, el arroyo del Cuarto, el
tores de los pasillos". A los pocos años, se
Guadalmedina, torrentes del Calvario, San
pararon los trabajos, y el Guadalmedina,
Cristobal, torrenteras de Gibralfaro, arroyo
antes de terminar el siglo tuvo otras tres ave-
de la caleta, torrenteras comprendidas entre
nidas.
el Paseo de Miramar y el arroyo de jaboneros
y los arroyos de jaboneros y de Galica. En el siglo XIX, continuaron las riadas,
Centrándonos en la cuenca del 1802, 1803, 1804, 1814 y 1816. El
Guadalmedina, tres años después de la con- Ayuntamiento aceptó el proyecto de Diego
quista de Málaga por los Reyes Católicos, el Ramírez que aprobado por el Gobierno en
río conservaba sus aguas permanentes y de 1849, permitió que en 1852, se inaugurase
ellas se abastecía la población según se dedu- con gran solemnidad las obras realizadas.
ce del acuerdo de los primeros regidores de Nuevas obras y la avenida de 1881, hizo
su Cabildo (1490), "ningún ganado enturbia- rebosar las aguas por encima de los paredo-
rá sus aguas, porque usando de ellas los veci- nes causando daños y víctimas.
nos, era justo que estuviesen puras". Hay que señalar que después de cada inun-
En los comienzos del siglo XVI, se trans- dación ocurrida en el siglo XIX, invariable-
formó este río en un torrente devastador, al mente se llegaba a la acertada conclusión, por
ser talados y descuajados los bosques que técnicos y científicos, de que el origen del
cubrían las vertientes de su cuenca, para problema era la deforestación de a cuenca del
implantar el cultivo de la vid, de alto rendi- Guadalmedina.
miento por la calidad de los mostos que de En el siglo XX, continuaron las inundacio-
ellas se obtenían y que dieron fama universal nes, 1901, 1902, 1905, 1907, 1917, 1918 y
a los vinos de Málaga. 1919. Ante la elevación continua del lecho
Las primeras avenidas y consiguientes del encauzamiento proyectado por la
inundaciones se producen los años 1544, Comisión de Ingenieros de Caminos, se orde-
1548, 1580, 1608. 1611 y 1614, pero de las nó por el Director General de Agricultura,
que guarda lm amargo recuerdo la historia de José Estrada, redactar el "proyecto de correc-
la ciudad fueron las de 1626 1628, casi con- ción y repoblación forestal de la cuenca del
secutivas, y la de 1661, que motivo un infor- río Guadalmedina", que fue aprobado el 29
me al Rey Felipe IV que había pedido deta- de abril de 1927 y declarados de Utilidad
lles del siniestro: En ese informe, se citan Pública, los trabajos a efectos de la expropia-
"pérdidas de vidas humanas 400. Entre ción forzosa de los terrenos necesarios para
mayores y menores, 2.318 casas derrumba- su ejecución.
das, etc,"
La concienciación que ya existía en técni-
Ya en el siglo XVIII, la riada del año 1765 cos y científicos de que el origen del proble-
en que se produjeron muertes de personas y ma estaba en la deforestación de la cuenca, la
daños de gran consideración, motivó estudios campaña del diario "Ideal" de Málaga en ese
encaminados a paliar los efectos de las ria- sentido y la ruina de los cultivos de la vid por

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F. LÓPEZ CADENAS «La restauración de cuencas torrenciales»

la filoxera, habían propiciado al fin, la solu- parte, la superficie del cono de deyección
ción verdadera. abarca un total de 69 ha.
El 13 de septiembre de 1930, la 7a División El punto más alto de la cuenca es el pico
Hidrológico Forestal iniciaba los trabajo, que Valposata, con 2.177 m de altitud y el más
dirigió el Ingeniero de Montes, José bajo, la desembocadura en el río Gállego con
Martínez-Falero. Se planificó la repoblación 835m.
de 12.835 ha en los términos de Casasbermeja
y málaga, y los consiguientes diques de con- Los parámetros que definen el complejo
solidación y retenida, así como las albarradas físico de la cuenca dan los siguientes valores:
en las barranqueras para consolidar las lade- coeficiente de Gravelius 1,308; pendiente
ras. Se fijó un plazo de 25 años para realizar media 46,04%; altura media 613 m; coefi-
los trabajos. ciente de masividad 33,03 m. ·Km.; coefi-
ciente orográfico 20,02; densidad de drenaje
En 1964 en que me incorporé como 1,28 Km.
Ingeniero de Montes a la 7 a División
Hidrológico Forestal, Martínez-Falero, fina- Del análisis de los parámetros citados se
lizaba un artículo sobre los trabajos hidroló- desprenden la siguiente caracterización de la
gico forestales para la defensa de Málaga cuenca: la forma óvalo-redonda junto a la
contra las inundaciones y los daños produci- geometría radial-convergente de la red prin-
dos por los torrentes y las ramblas diciendo: cipal de cauces y la relativamente alta densi-
"Málaga constituye hoy en día, la exposición dad de la red de drenaje, implica un recorri-
de 10 que supone y entraña la repoblación do corto del escurrimiento laminar de las
forestal: servir los intereses nacionales y aguas superficiales y su inmediata llegada a
beneficiar de un modo íntegro y absoluto a la red de cauces, donde aquellas, por su
la sociedad que se desenvuelve y desarrolla mayor concentración y calado discurren a
en el medio geográfico qu le ha tocado mayor velocidad. En suma, la cuenca tiene un
vivir". tiempo de concentración corto y en los hidro-
gramas el tiempo al pico se alcanzará rápida-
mente.
e) El Torrente Arás
Coherentemente, los valores de los pará-
La cuenca de este torrente se encuentra metros de relieve que se han calculado con-
situada en la región pirenaica, próxima al firma la diagnosis establecida anteriormente,
límite con la zona subpirenaica. En el aspec- además de indicar tilla alta potencialidad para
to administrativo, pertenece al término muni- erosionar los terrenos que constituyen la
cipal de Biescas (Huesca), incluyendo las cuenca, especialmente cuando estos cauces
pedanías de Aso, Yosa de Sobremonte y se asientan y abren paso sobre depósitos
Betés. inconsistentes de origen glaciar como es este
caso.
El torrente Arás se forma por la confluen-
cia, casi coincidente, de sus tres afluentes En cuanto al clima, en las partes bajas de la
principales: los torrentes de Aso, Betés y la cuenca es centroeuropeo, en el que no hay
Selva. Tras esta confluencia el cauce se enca- ningún periodo árido y tiene una estación fría
jona en una angosta garganta que finaliza en larga, siendo de alta montaña el de las partes
un amplio cono de deyección antes de por encima de 1.500 m.
desembocar en el río Gállego.
La configuración orográfica de esta zona,
La superficie total de la cuenca aportante rodeada por auténticas paredes, hace que, si
por encima del cono de deyección, es de bien en ella tienen incidencia los vientos
1.856 ha con la siguiente distribución: torren- generales, cobre gran importancia los vientos
te de Aso, 1.054 ha (57%); torrente Betés 422 locales. Esto hace que se favorezca la reten-
ha. (23%); torrente de la Selva 272 ha. ción de las masas de aire, 10 que constituye la
(14%); torrente de Arás 108 ha. (6%). Por su génesis de perturbaciones atmosféricas. Pero

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Cuad. SOCo Esp. Cien. For. 13(2002) «1 a Reunión sobre Hidrología Forestal»

además, bajo determinadas condiciones de la dad del torrente Arás, pudiendo establecer
dinámica atmosférica, estas perturbaciones dos periodos fundamentales en su ejecución:
pueden tener carácter convectivo, por 10 que el primero, desde 1902 hasta los años 20; el
al tratarse de un clima húmedo, dan lugar a segundo, a partir de los años 30 hasta la déca-
fenómenos tormentosos, intensos aguaceros da de los 60. Desde entonces, se ejecutaron
que pueden llegar a ser verdaderamente trabajos de reparación y limpieza de los
torrenciales, que tienen lugar al final del diques y encauzamientos según se iban nece-
verano cuando se alcanzan las mayores tem- sitando e incluso, se construyeron dos diques
peraturas. en la década de los 80.
En 10 relativo a la geología, hay que reseñar También parece evidente que el encauza-
que la cuenca de este torrente tiene como miento se construyó sin haber finalizado las
substrato básico una formación constituida tareas de corrección del torrente. Este orden
por alternancias de estratos de areniscas y de ejecución, no muy ortodoxo, se explica
margas. Morfológicamente, este flysch evo- por la necesidad perentoria de fijar el paso
luciona hacia colinas de cumbre redondeada de la carretera de Sabiñánigo a Biescas por
y alargada. la parte baja del cono del torrente, donde las
aguas divagaban en una zona de un kilóme-
Los valles de Aso y Betés tienen el carácter
tro de anchura aproximadamente, según
de llanos suspendidos. Las morrenas locali-
consta en la memoria del proyecto realizado
zadas en el fondo del valle o colgadas de las
por el Ingeniero de Montes, M. Borderas, en
laderas representan morfologías inestables en
1930.
las actuales condiciones climáticas. El des-
mantelamiento de las mismas es un proceso En dicho proyecto, se adopta como caudal
natural, bien de una forma paulatina ó a gran- de avenida máxima el que se produjo en la
des impulsos, coincidentes con importantes crecida de 11 de junio de 1929 (la mayor
eventos metereológicos. conocida hasta la fecha) que según los cálcu-
los que se realizaron fue de 125 m3· s-1.
En cuanto a la cubierta vegetal actual y su
caracterización, extensión y distribución El conjunto de las obras realizadas logró
específica, puede decirse que se acerca desactivar durante las últimas décadas, la
mucho a 10 que, como óptimo de estructura torrencialidad del Arás. No obstante, debido
vegetal, se propone para la regulación natural a las tormentas que lógicamente, continuaron
de las escorrentías superficiales. Así, en sín- produciéndose periódicamente, había que
tesis, las partes altas están cubiertas íntegra- efectuar reparaciones y limpiezas en el siste-
mente por pastizales de montaña, formando ma corrector.
una orla alrededor de las zonas ocupadas por
La tormenta que tuvo lugar en la zona de
el arbolado. En el fondo de los valles y en el
entorno de los tres pueblos ya citados, se sitú- Biescas la tarde del 7 de Agosto del 96, des-
cargó de forma irregular sobre la cuenca del
an los prados y cultivos, pequeñas parcelas
rodeadas por vegetación arbórea ó arbustiva. torrente Arás, según testimonios de la gente
El resto de la cuenca, se encuentra cubierta del lugar, corroborados posteriormente por el
registro del rádar del Instituto Nacional de
por bosques de roble pubescente en las lade-
ras inferiores, pinares de pino silvestre por Meteoreología, alcanzándose, según dicha
encima de los anteriores y formaciones ripí- fuente, una precipitación total máxima, en
tomo a los 240 mm por encima de la pobla-
colas en las vaguadas.
ción de Betés, y mínima de 40 mm en la
De las anteriores descripciones, se des- cabecera del torrente Aso.
prende que la cuenca del torrente Arás pre-
senta una elevada potencialidad torrencial. Sobre la excepcionalidad de la intensidad
de dicho aguacero poco se puede argumen-
En diversas publicaciones que abarcan el tar de modo objetivo, dada la ausencia de
periodo 1909 a 1964, existen referencias de registros pluviográficos significativos en la
los trabajos de corrección de esa torrenciali- zona.

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F. LÓPEZ CADENAS «La restauración de cuencas torrenciales»

Con objeto de estimar el caudal máximo da entre los vertederos de las obras transver-
instantáneo que semejante precipitación pudo sales y a 10 largo del cono de deyección, evi-
provocar, se han realizado numerosos estu- tando la excesiva divagación de las aguas).
dios e informes, redactados por diferentes
Salvo en el caso de los diques de barras
organismos así corno profesionales a título
metálicas, en general el material de cons-
personal. Así, se han obtenido en valores que
trucción elegido, tanto para los diques corno
oscilan de los 100 a los 500 m 3's- l
para los encauzamientos, ha sido el hormi-
Prescindiendo de la cuantía del caudal gón ciclópeo, con el paramento visto a base
máximo que pudo generarse y haciendo abs- de mampostería careada en el caso de las
tracción de la dolorosa tragedia humana que obras más visibles. Los motivos que llevaron
tuvo lugar, como consecuencia de la avenida a esta elección fueron varios entre los que se
se produj eron importantes daños materiales puede citar como más importantes, la mayor
tanto en la cuenca como en infraestructuras, facilidad y por tanto, mayor rapidez de eje-
edificaciones y cultivos ubicados en ella. cución y la disponibilidad de gran cantidad
de acarreos gruesos, que por otra parte,
En este sentido, es interesante señalar que hubiera sido necesario despejar. No obstante,
la avenida apenas produjo erosiones impor- para los muros cajeros de los dispositivos de
tantes en las laderas de la cuenca, lo que con- disipación, se ha elegido el hormigón arma-
firma la bondad de la cubierta vegetal que la do, con objeto de evitar volúmenes excesivos
cubre, salvo en las vertientes del Betés. No de obra.
ocurrió 10 mismo en la red de drenaje, sobre
la que provocó alteraciones importantes Finalmente, conviene hacer notar una vez
según los tramos. Así, en las subcuencas de más, que la situación de la cubierta vegetal en
Aso y de la Selva, la red de drenaje se vio la cuenca respecto al control de la erosión
poco afectada y por el contrario, el cauce del superficial del suelo y regulación de las esco-
torrente Betés quedó completamente arrasa- rrentías superficiales, puede considerarse
do, sobre todo en su tramo inferior. En cuan- óptima, debido a 10 cual no se plantean actua-
to al cauce del torrente Arás, los efectos sufri- ciones encaminadas a su mejora, salvo las
dos están íntimamente relacionados con los que quedan englobadas en el preceptivo apar-
sufridos por el sistema corrector asentado en tado de rehabilitación ambiental.
él. En todo caso, el desmantelamiento fue
prácticamente generalizado produciéndose el
vaciado de gran parte de los diques construi- REFLEXIÓN FINAL
dos. El geodinamismo torrencial presente en
toda nuestra geografia es, como ya he dicho,
La Diputación General de Aragón manifes-
la resultante de adversidades climáticas, del
tó su deseo de conservar las obras que sopor-
complejo fisico de la cuenca y de las accio-
taron el paso de la avenida, especialmente el
nes del hombre en ella, ó consecuencia de
encauzamiento, tanto funcionalmente como
esas acciones. Y 10 hemos comprobado:
en su aspecto exterior. Por último, el caudal
de cálculo se fijó en 250 m3·s-1. El río Júcar, "el devastador", por sus riadas
desde principios del siglo XI, motivadas por
El sistema corrector adoptado comprende la deforestación progresiva de su cuenca y
actuaciones encaminadas al control de los actividades del hombre, azudes, acequias,
fenómenos de erosión, transporte y sedimen- que reducían el espacio natural inundable y
tación de los materiales a 10 largo de la red de
obstruían el drenaje libre de los flujos con-
drenaje principal de la cuenca, bien de forma
vergentes.
activa (obras transversales que propician una
modificación de la topografia del cauce) ó El Guadalmedina, cuyas avenidas torren-
pasiva (obras longitudinales que protegen las ciales comienzan en el siglo XVI, al ser tala-
márgenes del cauce frente la erosión y favo- dos los bosques que cubrían sus vertientes,
recen la conducción de los caudales de aveni- para el cultivo de la vid. Durante siglos se

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Cuad. Soco Esp. Cien. For. 13(2002) «1a Reunión sobre Hidrología Forestal»

consideró, por técnicos y científicos, la nece- y esa vegetación típica era leñosa: leñosa
sidad de reforestar su cuenca. Esta solución en los cultivos, olivo, almendro, vid, y fruta-
se adoptaba en 1929, pero ya he señalado, les en general; leñosa en los montes, bosques
que años antes la filoxera, había eliminado esc1erófilos de encina, alcornoque, quejigo y
los cultivos de la vid que existían. coníferas xerófilas. Y gozó del mayor esplen-
dor durante la dominación árabe.
El torrente Arás, integrado por los afluen-
tes Aso, Selva y Betés, tenía su cuenca res- Se citan como causas históricas de la defo-
taurada y corregida salvo la del Betés, que se restación de nuestra geografía, el continuo
consideró siempre como un arroyo. Aso y guerrear de la Reconquista, las leyes de
Selva no tuvieron problemas graves en la Mesta favoreciendo el desarrollo ganadero, el
avenida del 7 de Agosto (1996). La catástro- pacto de familia de los Barbones facilitando
fe, se produjo en la garganta del Arás al reci- la corta de bosques para los astilleros, las
bir del Betés las lavas ó lodos torrenciales leyes de Desamortización de Mendizabal, y
que se habían producido por el desplome y el en nuestro siglo el desarrollo demográfico, y
deslizamiento de sus laderas, a causa de la en los últimos treinta años, los incendios
intensidad de la precipitación caída. La trage- forestales.
dia humana, en el área del lecho de deyección
del Arás donde se había instalado el camping La intuición poética de A. Machado en
de Las Nieves. "Campos de Castilla" describe de forma
luminosa esa deforestación y consiguiente
Debemos recordar que la ocupación de degradación de los recursos naturales agua y
cauces, riberas, zonas de servidumbre y suelo. Las aguas de los ríos cargados de sedi-
zonas de policía de cauces, han dado lugar a mentos, extensas áreas de "bad land", zonas
tragedias no sólo en los ríos torrenciales y yermas de agricultura marginal, altiplanicies
torrentes, sino también en esas ramblas que con afloramientos rocosos generalizados y
ya citamos, Mayor, Judío, Molvízar, Nogalte, sobretodo, esas sierras desnudas, esqueléti-
Albuñol, Albóx, etc, y en los años 96 y 97, en cas, de las que se lamentaba Unamuno
Alicante y Badajoz. diciendo " España era como un caballo que
En definitiva, la presencia de la acción se está quedando en los huesos".
antrópica es una constante en el desencade- Es difícil una política seria de Restauración
namiento de estas catástrofes. Hidrológica- Forestal de nuestras cuencas
Creo que esta última reflexión debe cen- hidrográficas, no por esas adversidades que
trarse en la deforestación de nuestra geogra- ya citamos, que la propia Naturaleza, la
fía, de la que sólo un 14% nos queda cubier- Ciencia y la Técnica ayudan a vencer, sino
ta por bosques. por la baja rentabilidad de esos bosques
esc1erófilos y de coníferas xerófilas y porque
Hispania en los inicios de nuestra Era, en de su propiedad ó de las tierras necesitadas
condiciones climáticas similares a las actua- de reforestación sólo un 5% corresponden al
les, según Lehuerou, Hare y Tomaselli, fue Estado y Autonomías, cuando la media de
descrita por Estrabón en su "Geografía", esa propiedad estatal en los países de la
Columela en "De Re Rústica" y Mela en su Comunidad Económica Europea sobrepasa el
"Corografía" , como un territorio poco habita- 20%.
do, de relieve accidentado, desigualmente
regado, cubierto de bosques, salvo el "sparta- Además, ya 10 he comentado, la
rium pedium" en el Sureste. De esos bosques, Administración Forestal (Dirección General
que según Justiniano, historiador romano, de Montes, Patrimonio Forestal del Estado,
fueron una de las causas de la llegada de los Instituto Forestal de Investigaciones y
fenicios y cartagineses atraídos por su rique- Experiencias, Servicio Hidrológico Forestal
za maderera, y de los que Julio César comen- y Divisiones Hidrológico- Forestales, etc)
taba en "Guerra de las Galias" que se abaste- desapareció en la nueva estructuración del
cían los astilleros romanos. Ministerio de Agricultura del año 1971.

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F. LÓPEZ CADENAS «La restauración de cuencas torrenciales»

Creo que el Servicio Hidrológico Forestal, recarga de los acuíferos; controlan los proce-
cuyas competencias se desarrollan en la Ley de sos erosivos en las vertientes y en los cauces
Montes (1957) y correspondiente Reglamento y consiguientemente, la carga de sedimentos
(1962) aún vigentes, debían "renacer" adminis- que llevan las aguas; regulan las avenidas
trativamente en el Ministerio de Medio contribuyendo a la defensa de vías de comu-
Ambiente, con sus Divisiones Hidrológico- nicación, poblados y explotaciones agrícolas;
Forestales en las respectivas cuencas hidrográ- defienden los embalses de los procesos de
ficas para abordar seriamente su restauración. sedimentación y eutrofización; mejoran la
capacidad biológica del suelo; además de
Porque los bosques, como hemos visto, proporcionar esos paisajes y ambientes ópti-
crean un ecoc1ima menos xerófilo y por con- mos para la vida, el estudio, recreo y descan-
siguiente más favorable para la vida cualitati- so del hombre. Esos bosques que como sinte-
va y cuantitativamente, para esa biodiversi- tiza Unamuno "dan limpieza y transparencia
dad de la que tanto se habla ahora; mejoran la a las aguas de nuestros ríos para que sean
economía y calidad de las aguas, favorecen la conciencia del paisaje".

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