matrimonio, adquiere el compromiso de permanecer unidos (lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe" Mar 10:9), vivir con un mismo propósito, unir esfuerzos, asumir roles y trabajar en equipo para poder formar la ilustre ecuación 1+1=1.
PERTENENCIA: Como compañeros de pacto, un
matrimonio intercambia todo lo que antes había tenido por separado: Su independencia Su cuerpo Sus pertenencias Guardar posesiones como “mías” y no “nuestras” (mi salario, tu deuda, mi herencia, tus regalos, mis amigos…), va en contra del concepto divino que los hace una sola carne. Ya no es: “yo” sino “nosotros”.
COMPLEMENTARIDAD: Dios creó al hombre y a la
mujer iguales en su naturaleza, pero diferentes en su constitución física, forma de ser y de pensar, pero que al mismo tiempo sean complemento el uno con el otro, se apoyen en sus debilidades, se fortalezcan, y juntos incrementen su potencial.
1. Unidad en el propósito: felicidad
2. Unidad en la crianza de los hijos 3. Unidad en la toma de decisiones 4. Unidad en la búsqueda y la obediencia a Dios