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Argentina, UESTRA

ISTORIA
Fascículo 17

Simón
Bolívar
EL CAUDILLO
QUE JUNTO A
SAN MARTÍN
LIBERÓ AMÉRICA
Argentina, Nuestra Historia

Simón Bolívar, el caudillo


que fue parte de la gesta
libertadora de América
Fue una de las figuras más destacadas de la emancipación
hispanoamericana frente al Imperio español. Contribuyó a inspirar y
concretar de manera decisiva la independencia de las actuales Bolivia,
Colombia, Ecuador, Panamá, Venezuela y la reorganización del Perú.

S imón José Antonio


de la Santísima
Trinidad Bolívar y
Palacios nació en
Caracas el 24 de
julio de 1783. Vene-
zuela era entonces una Capitanía
General del Reino de España
entre cuya población se respiraba
el descontento por las diferencias
invitaba a la rebeldía: “Estábamos
(explicaría Bolívar más tarde) abs-
traídos y, digámoslo así, ausentes
del universo en cuanto es relativo
a la ciencia del gobierno y admi-
nistración del Estado. Jamás éra-
mos virreyes ni gobernadores sino
por causas muy extraordinarias;
arzobispos y obispos pocas veces;
diplomáticos nunca; militares sólo
y Blanco. El niño Simón era el
menor de cuatro hermanos y
muy pronto se convertiría, junto
a ellos, en heredero de una gran
fortuna. Bolívar quedó huérfano a
los nueve años de edad, pasando
al cuidado de su abuelo materno
y posteriormente de su tío Carlos
Palacios; ellos velarían por su
educación, aunque también
a los quince años de edad, los
territorios aragüeños cobrarían un
mayor relieve en su vida cuando,
por la mediación que realizó su
tío Esteban (ministro del Tribu-
nal de la Contaduría Mayor del
Reino ante el rey Carlos IV), fue
nombrado subteniente de Mili-
cias de Infantería de Blancos de
los Valles de Aragua.
de derechos existentes entre la en calidad de subalternos; nobles, la negra Hipólita, su esclava y
oligarquía española dueña del sin privilegios reales; no éramos, nodriza, continuaría cuidando del l Mientras esto sucedía, tuvo
poder, la clase mantuana o crio- en fin, ni magistrados ni financis- muchacho. la suerte de formarse con los
lla, terratenientes en su mayoría, tas, y casi ni aun comerciantes; mejores maestros y pensadores de
y los estratos bajos de mulatos y todo en contravención directa de l ntre los valles de Aragua y la la ciudad; figuraban entre ellos
esclavos. nuestras instituciones”. ciudad de Caracas discurrió la Andrés Bello, Guillermo Pelgrón
infancia y parte de la adolescencia y Simón Rodríguez. Fue este
l Los criollos, a pesar de los l Ésta era, por lo demás, la clase del joven Simón. Combinaba sus último, sin embargo, quien logró
privilegios que tenían, habían a la cual pertenecían sus padres, estudios en la escuela de primeras calmar por instantes el ímpetu
desarrollado un sentimiento parti- Juan Vicente Bolívar y Ponte y letras de la ciudad con visitas a la nervioso y rebelde del niño, alo-
cular del «ser americano» que los María de la Concepción Palacios hacienda de la familia. Más tarde, jándolo como interno en su casa

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por orden de la Real Audiencia, en su lecho de muerte. Vestía de Caracas y, a pesar de los resque- alejarse y marchó nuevamente a
lo cual sería la génesis de una soldado en esos tiempos en los mores que canalizaban los criollos Europa.
gran amistad. Pero ni el apego al cuales España comenzaba a ha- a través de sus conspiraciones,
mentor ni el ingreso en la milicia blar de Napoleón, y así visitaba al Bolívar permaneció junto a su l Mientras el caraqueño
fueron suficientes para aquietar al marqués de Ustáriz, hombre culto esposa, llevando una vida tran- Francisco de Miranda, desde
muchacho, y sus tíos decidieron con quien compartía largas tardes quila. Esta serenidad conyugal, Estados Unidos y las Antillas,
enviarlo a España a continuar su de conversación. sin embargo, no duraría mucho: reunía pacientemente apoyos
formación. María Teresa murió pocos días para una expedición militar que
l En una de ellas conoció a después de haberse contagiado de diese la independencia al país, los
La estancia María Teresa Rodríguez del fiebre amarilla, en enero de 1803. acontecimientos en Venezuela
en Europa Toro, con quien se casaría el 26 Bolívar, desilusionado, decidió comenzaban a tomar aires de
Corría el año 1799 cuando de mayo de 1802 en la capilla de revuelta. Ajeno a todo
Bolívar desembarcó en tierras San José, en el palacio del duque aquello, Bolívar se reunió
peninsulares. En Madrid, a pesar de Frías. Mientras Bernardo Ro- con su suegro en Madrid,
de seguir sus estudios, el ambiente dríguez, padre de la muchacha, para trasladarse a París en
de la ciudad le seducía: frecuen- decidía dar largas al compromiso, 1804. A la sombra de Na-
taba los salones de lectura, baile Bolívar los siguió hasta Bilbao y poleón Bonaparte (quien
y tertulia, y observaba maravilla- aprovechó para viajar a Francia: no tardaría en proclamarse
do la corte del reino desde los Bayona, Burdeos y París. Inme- emperador de Francia) se
jardines de Aranjuez, lugar éste diatamente después de la boda, había formado una clase
que evocaría en sueños delirantes los recién casados se trasladaron a aristócrata, hallada entre

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Argentina, Nuestra Historia

Batalla de Junín
doras de Francisco de Miranda zo, las autoridades coloniales se
en Ocumare y la Vela de Coro, mostraron reacias al proyecto,
Bolívar decidió emprender el pero posteriormente, ante el vacío
viaje de vuelta. de poder que se había producido,
decidieron pactar con los conspi-
l Tras una corta estancia en radores. Enterado de la situación,
Estados Unidos, Bolívar regresó a Bolívar abrió las puertas de una
mediados de 1807 a Caracas, don- casa de verano familiar (la Cuadra
de hubo de retomar sus antiguas de Bolívar) para acoger las reu-
ocupaciones de hacendado. José niones. Se negó categóricamente
Antonio Briceño, un vecino de a participar en cualquier alianza;
tierras y fincas, le esperaba con para él, debía clamarse por la
un cerco en sus tierras; tal asunto emancipación absoluta.
debía resolverse cuanto antes.
Pese al fracaso, las incursiones de l En las vísperas del jueves santo
Miranda habían tenido la virtud de 1810, arribaron a la ciudad los
de adherir algunos caraqueños al comisionados del nuevo Consejo
proyecto emancipador; sin embar- de Regencia de Cádiz, órgano de
go, la gran mayoría de los criollos gobierno que actuaba en la pe-
se conformaba con rebelarse nínsula en sustitución de Fernan-
pasivamente violando las normas do VII, tras haber relevado a la
que se dictaban desde España. Junta Suprema. Fueron recibidos
la burguesía, que se reunía en los era Roma. Cruzaron los Alpes por Vicente Emparan, máxima
grandes salones a los cuales asistía caminando hasta Milán, donde se l En 1808 Bolívar se había ya autoridad colonial en tanto que
Bolívar en compañía de Fernan- detuvieron el 26 de mayo de 1805 incorporado a las actividades gobernador y capitán general de
do Toro y Fanny du Villars. para presenciar la coronación conspirativas. Ese mismo año tu- Venezuela, pero al día siguiente
como rey de Italia de Napoleón, a vieron lugar gravísimos sucesos en los criollos lo sitiaron y lo obli-
l Allí el joven Bolívar, especie quien Bolívar admiraría siempre. la metrópoli: Napoleón invadió garon a dirigirse al cabildo. La
de dandy americano, se conta- Después visitaron Venecia, Fe- la península, mantuvo retenidos mitología venezolana recoge de
giaría poco a poco de las ideas rrara, Bolonia, Florencia, Perusa en Bayona a Carlos IV y a su hijo esta fecha (19 de abril de 1810)
liberales y la literatura que habían y Roma. En esta última ciudad Fernando VII y dio la corona a el instante en el cual Vicente
inspirado la Revolución Francesa. tuvo lugar el llamado Juramento su hermano José I Bonaparte. Emparan se asomó al balcón del
Era un gran lector y un interlo- del Monte Sacro: en presencia Tal usurpación desencadenó cabildo de Caracas para interro-
cutor bastante interesado en la de Simón Rodríguez y Fernando la Guerra de la Independencia gar al pueblo enardecido acerca
política de la actualidad. En esos Toro, Simón Bolívar juró solem- Española (1808-1814), convulsa de su predisposición a continuar
tiempos conoció al eminente nemente dedicar su vida y todas etapa en la que los continuos aceptando su autoridad, con el
naturalista alemán Alexander sus energías a la liberación de las combates contra el invasor y el clérigo José Cortés de Madariaga
von Humboldt, expedicionario colonias americanas. rechazo popular al impuesto rey detrás de él haciendo señas con el
y gran conocedor del territorio francés ocasionaron un vacío de dedo al pueblo para que negasen.
americano, quien le habló de la La gestación poder en España, cubierto apenas Tras un rotundo “¡No!” por parte
madurez de las colonias para la de un ideal con el establecimiento en Sevilla de la población, Vicente Em-
independencia. “Lo que no veo Evidentemente, tal propósito y de la Junta Suprema de España e paran cedió: “Pues yo tampoco
(diría Humboldt) es el hombre convicciones no habían nacido Indias (27 de mayo de 1808). quiero mando”.
que pueda realizarla”. en Bolívar de forma espontánea o
repentina; el fervor del momento l La situación era propicia l Comenzaba así la famosa
l Su antiguo preceptor, Si- y sus conversaciones con impor- para que Martín Tovar y Ponte, revuelta caraqueña que, sin pro-
món Rodríguez, se hallaba por tantes intelectuales (empezando entonces alcalde de Caracas, ponérselo, daba inicio al proceso
entonces en Viena; Bolívar, al por su maestro Simón Rodríguez) presentara a la Capitanía General de independencia de Venezuela.
enterarse, corrió en su búsqueda. le habían hecho comprender un proyecto para crear una junta Se constituyó la Junta Suprema
Posteriormente el maestro se la injusticia que entrañaba el de gobierno adscrita a la Junta de Venezuela, órgano gubernativo
trasladó a París, y en compañía sometimiento de América al yugo Suprema de Sevilla, expresando teóricamente fiel al rey Fernando
de Fernando Toro emprendie- de España. Tras tener noticia de así las demandas criollas de parti- VII que, entre otras disposiciones,
ron un viaje cuyo destino final las fallidas expediciones liberta- cipación política. En un comien- nombró a Simón Bolívar coronel

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Batalla de Ayacucho
de infantería y le asignó la tarea
de viajar a Londres, en compañía
de Andrés Bello y Luis López
Méndez, en busca de apoyos para
el nuevo gobierno.

l En Londres fueron recibidos


por el ministro de Asuntos Exte-
riores, Lord Wellesley, quien des-
pués de varias entrevistas terminó
por mantenerse neutral frente a la
situación. Bolívar, a pesar de ver
frustrado el intento, encontró en
esta coyuntura una reorientación
y clarificación de sus ideas sobre
la emancipación de la América
Latina. El momento clave fue
su entrevista en Londres con
Francisco de Miranda, ideólogo y
visionario de la independencia de absoluta para Venezuela, Bolívar l En esta oportunidad, sin em- un discurso deslumbrante, era
América, quien ya había ideado, y Miranda instaron a los miem- bargo, le tocó defender la Repú- encontrar apoyo en las fuerzas
entre otras cosas, un proyecto bros de la Sociedad Patriótica a blica desde Puerto Cabello. A pe- neogranadinas para emprender
para la construcción de una gran pronunciarse en ese sentido ante sar de su excelente labor política la reconquista de la República
nación llamada «Colombia», el Congreso Constituyente de y militar en defensa del castillo, en la vecina Venezuela. “Yo soy,
que había de reunir en su seno a Venezuela, reunido el 2 de marzo todo fue inútil; las fuerzas del otro granadinos, un hijo de la infeliz
todas la antiguas colonias, desde de 1811. Fue a propósito de ello bando eran superiores, y a ello se Caracas, escapado prodigiosa-
México hasta Chile y Argentina. que Bolívar dictó su primer dis- le sumaba la ruina causada por mente de en medio de sus ruinas
Bolívar se empapó de las ideas curso memorable: “Pongamos sin los terremotos ocurridos en marzo físicas, y políticas”: con estas
del gran precursor y las reformuló temor la piedra fundamental de de 1812. El 25 de julio se produjo palabras se iniciaba el Manifiesto
a lo largo de una campaña que la libertad suramericana. Vacilar la capitulación del generalísimo de Cartagena, carta de presen-
duraría veinte años. es perdernos”. El 5 de julio de Francisco de Miranda; si bien era tación de Bolívar ante el Sobe-
1811, el Congreso Constituyente necesaria en su opinión, Miranda rano Congreso de las Provincias
l Bolívar regresó a Caracas con- declaró la independencia y se no había consultado a sus compa- Unidas de Nueva Granada, en la
vencido de la misión que había aprobó la Constitución Federal ñeros, y la rendición llenó de ira a cual trazaba un diagnóstico de la
decidido atribuirse. Miranda no para los estados de Venezuela. Bolívar, quien, al enterarse de los derrota al tiempo que ofrecía sus
tardaría en seguirlo; su figura era l La primera República se planes de Miranda de abandonar servicios al ejército de esa región.
algo mítica entre los criollos, tan- perdió como consecuencia de las el territorio, participó en su arresto Los granadinos lo acogieron otor-
to por el largo tiempo que había diferencias de criterios entre los en el puerto de La Guaira: “Yo no gándole el rango de capitán de la
pasado en el exterior como por su criollos, de los resentimientos en- lo arresté para servir al rey, sino guarnición de Barrancas.
participación en la independencia tre castas y clases sociales, y de las para castigar a un traidor”.
de Norteamérica y en la Revo- incursiones de Domingo Monte- l Bolívar libró unas cuantas
lución Francesa. Casi nadie lo verde (capitán de fragata del ejér- l La estrategia de Bolívar fue batallas, incluso desobedeciendo
conocía, pero Bolívar, convencido cito realista) en Coro, Siquisique, entonces huir hacia Curazao, órdenes, y bajo el mismo proce-
de la utilidad de Miranda para la Carora, Trujillo, Barquisimeto, desde donde partió a Cartagena, dimiento inició su arremetida
empresa que se iniciaba, lo intro- Valencia y, finalmente, Caracas. en la costa caribeña de Colom- hacia Venezuela. En mayo de
dujo en la Sociedad Patriótica de Estaba claro que una guerra civil bia. El 27 de noviembre de 1811, 1813 emprendió la «Campaña
Agricultura y Economía, creada iba a desatarse de inmediato, Cartagena y otras ciudades del Admirable», gesta que consistió
en agosto de 1810. pues la empresa en cuestión era Reino de Nueva Granada (actual en la reconquista de los territorios
todo menos monolítica. Bolívar Colombia) habían proclamado del occidente del país (mientras,
La independencia tomaría conciencia del carácter su independencia y constituido de forma simultánea, Santiago
de Venezuela clasista de la guerra y reflexionaría las Provincias Unidas de Nue- Mariño tomaba los de oriente)
Partidarios a ultranza de pro- sobre ello a lo largo de todas sus va Granada. La intención de hasta entrar triunfalmente en
clamar una independencia proclamas políticas. Bolívar, arropada en el manto de Caracas en agosto del mismo año.

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Argentina, Nuestra Historia

A su paso por Mérida le llamaron «el

Simón Bolívar, el caudillo


Libertador», y con ese título fue ratificado
por la municipalidad de Caracas, que lo
nombró, además, capitán general de los
ejércitos de Venezuela. Pero la Segunda
República iba a ser, en esencia, tan efíme-
ra como la primera.
Estaba claro que la naturaleza de la
guerra era cambiante, lo cual no tardaría
en demostrarse nuevamente. La astucia
con la cual Bolívar intentó polarizar los
bandos a través del Decreto de guerra
a muerte de 1813 (“Españoles y cana-
rios, contad con la muerte, aun siendo
indiferentes. [...] Americanos, contad con
la vida, aun cuando seáis culpables”), no
fue suficiente para mitigar las diferencias
existentes entre los ejércitos de mulatos y
negros frente a la gesta emancipadora. La
furia de los ejércitos realistas, al mando
del español José Tomás Boves, forzó a los
patriotas a abandonar Caracas en julio de
1814. La República caía nuevamente.

l Había que repensar la situación. Des-


pués de un corto pero victorioso tránsito
por la Nueva Granada (dirigió las tropas
que ocuparon Santafé de Bogotá, sellando
así la adhesión de Cundinamarca a las
Provincias Unidas de Nueva Granada),
Bolívar marchó hacia Jamaica en mayo
de 1815. En Kingston se dedicó a divul-
gar, a través de una copiosa corresponden-
cia con personalidades de todo el mundo,
el propósito de la guerra que se estaba
librando en el territorio de la América
meridional. Hasta entonces, el mundo
sólo conocía la versión de los realistas.

l De estos documentos divulgativos, el


más famoso es la Carta de Jamaica. En
ella reproduce el panorama de todas las
luchas que se llevaban a cabo simultá-
neamente en América, especula acerca
del futuro del territorio y adelanta la
idea de la unión colombiana. Y es que la
escritura fue un capítulo importante en
la vida de Bolívar. Puede decirse que el
poder que ejercía su pluma le garantizó
gran parte de sus triunfos. Revolucionó
el estilo de la prosa haciendo de su letra
el reflejo vivo de sus pasiones, pensa-
mientos y acciones. Sus amanuenses y
secretarios convenían en que los dictados
del Libertador “tenían ganada la impren-
ta sin un soplo de corrección”. Al mismo
tiempo, desde el despacho de Jamaica,
Bolívar preparaba la nueva estrategia
para Venezuela.
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Argentina, Nuestra Historia

La «Gran el fundamento jurídico de la Lima en 1821 y proclamó la manifiesto, sin embargo, que el
Colombia» soñada República de la Gran independencia. Pero apenas proyecto de mantener unidas
La reconquista de Venezuela Colombia. Presidida por el mis- un año después, la disensiones en confederación a las nuevas
tardaría seis años en conseguirse. mo Bolívar, la «Gran Colombia» internas y el hostigamiento de los naciones era una quimera.
Las expediciones se iniciaron en quedó constituida ese mismo realistas, que controlaban de he-
la isla Margarita y continuaron su año, y agrupaba por el momen- cho la mayor parte del territorio, l Si bien logró todavía aplacar la
escalada por el oriente en direc- to los territorios de las actuales habían debilitado sensiblemente sublevación de la Cosiata (1826),
ción hacia Guayana. La batalla de Venezuela y Colombia. su posición. Ambos libertadores Bolívar intentó luego evitar la
San Félix (1817) dio a los inde- se reunieron en Guayaquil en desmembración de la Gran Co-
pendentistas la región de Guayana l El sur se encontraba en la julio de 1822 con el fin de tratar lombia invistiéndose de poderes
y la navegación por el Orinoco. mira de la Gran Colombia, es éste y otros asuntos relativos a la dictatoriales (1828), lo que sólo
En 1819, Bolívar emprendió la decir, de Bolívar. La liberación guerra. Nunca se supo de qué sirvió como pretexto para que, el
Campaña de los Andes, y, tras y adhesión de las provincias de hablaron Simón Bolívar y José 25 de septiembre del mismo año,
derrotar a los realistas en la batalla Quito y Guayaquil (el actual de San Martín, pero el curso se perpetrase un atentado fallido
de Boyacá (7 de agosto de 1819), Ecuador) resultaba fundamental de los acontecimientos brinda contra su persona que minó
obtuvo el control de las Provincias para consolidar y mantener la la evidencia de un profundo profundamente su moral. Todo
Unidas de Nueva Granada (la hegemonía en el continente de desacuerdo; poco después, San era inútil: el general victorioso
actual Colombia), que habían caí- la recién creada República. Ello Martín renunció a su cargo de en las luchas por la libertad de
do en manos de los españoles en fue logrado, desde el punto de Protector del Perú y regresó a las naciones se veía vencido en
1816. Finalmente, la victoria en la vista militar, en la batalla de Pi- Chile. La definitiva liberación aquella nueva etapa de lucha para
batalla de Carabobo (24 de junio chincha (1822), y desde el punto del Perú quedó así en manos de la verdadera construcción de las
de 1821) selló definitivamente la de vista político, por las negocia- Bolívar. Apenas dos años des- mismas. El 27 de abril de 1830,
independencia de Venezuela y ciones adelantadas por Antonio pués, tras hacerse cargo en perso- Bolívar presentó su renuncia ante
Colombia. José de Sucre y Simón Bolívar, na de los preparativos, las batallas el que sería el último Congreso
gracias a las cuales la región de Junín y de Ayacucho (agosto de la Gran Colombia. Las pugnas
l Fueron los tiempos del temi- aceptó integrarse en la Gran y diciembre de 1824) acabaron caudillistas y nacionalistas desba-
ble general realista Pablo Morillo, Colombia una vez liberada. con la resistencia realista: la rataron toda posible conciliación
al que el absolutista monarca l El proceso de emancipación caída del Virreinato del Perú y condujeron a la separación de
español Fernando VII, repuesto de Latinoamérica terminaría en ponía fin a tres siglos de domina- Venezuela y Ecuador.
en el trono una vez finalizada Perú dos años después. El valor ción española. En el Alto Perú,
la Guerra de la Independencia estratégico que tenía la conquista liberado en los primeros meses l Durante los meses que prece-
Española, había encomendado la y liberación de este territorio por de 1825, se constituyó la actual dieron a su muerte, el Libertador
misión de aplastar toda insurgen- parte del ejército libertador era República de Bolivia, presidida había de evocar constantemente
cia. Vencerlo fue tarea difícil, y vital: en tanto que verdadero por su lugarteniente Antonio su amarga derrota política.
Bolívar tuvo que emplear nuevas centro neurálgico del poderío José de Sucre. Culminadas así Recordaba a su último amor,
estrategias de adhesión: proclamó español, la caída del Virreinato todas las operaciones militares, Manuela Sáenz, que al salvarle
la libertad de los esclavos y ofreció del Perú significaría la salida Bolívar regresó a rendir cuentas la vida en el atentado del 25 de
tierras a cambio de lealtad militar. definitiva de los españoles del al Congreso colombiano. septiembre de 1828 se había
Obtuvo así la colaboración de territorio americano. Tal victoria ganado el título de «Libertadora
los ejércitos llaneros al mando de supondría, además, el triunfo Bajo su impulso medio conti- del Libertador»; también evoca-
José Antonio Páez, vitales para el de la ideología bolivariana nente había alcanzado la inde- ba otros amores y otros atenta-
desarrollo de la contienda, como republicana sobre la propuesta pendencia, pero, pese a haber dos. Lloraba la muerte de Sucre,
también lo fue la ayuda de un im- de construir monarquías en los reflexionado largamente sobre la el fiel lugarteniente asesinado el
portante contingente de soldados territorios del sur, defendida por forma de gobierno que convenía 4 de junio de 1830 en Berruecos;
y generales europeos, británicos la oligarquía peruana y secunda- a los territorios americanos, ni recordaba y deliraba, y así murió,
fundamentalmente, quienes da, aparentemente, por otro gran la fortuna ni la clarividencia solo y defenestrado de los terri-
anhelaban unirse al Libertador. caudillo de la independencia le acompañarían en su acción torios que había liberado, por
Simultáneamente, Bolívar se americana: José de San Martín. política. Bolívar abogó en todo causa de una hemoptisis, en la
encargó de la reconstrucción momento por la edificación Quinta San Pedro Alejandrino,
política de la región. En febrero l En una inolvidable gesta que de un Estado centralista que el 17 de diciembre de 1830. En
de 1819 convocó el Congreso de incluyó la travesía de los Andes lograra cohesionar aquello que, 1842 el gobierno de Venezuela
Angostura, ante el que pronun- desde Argentina, San Martín en virtud de una heterogeneidad decidió trasladar los restos de
ció un célebre discurso en el había liberado Chile en 1817; racial, cultural y geográfica de Bolívar, según su último deseo.
cual instaba a los representantes desde allí, al frente de un nutrido la que era muy consciente, no Desde entonces, su legado ha
a promulgar una constitución ejército que trasladó por mar, resistía la perfección de una devenido mito y veneración
centralista que había de ser desembarcó en Perú, ocupó federación; pronto se puso de como fundador de la patria.

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