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La segunda más importante ley de Dios es amar a otros como nos amamos a nosotros
mismos. Muchas personas tienen dificultades en amarse a ellas mismas como debieran.
Algunas personas creen que no valen mucho. Se sienten excluidos, o que no hacen las
cosas tan bien como otros. Se ofenden con facilidad o e preocupan mucho por lo que los
demás piensan o dicen acerca de ellos.
Estos sentimientos de poca estimación propia, o tener una imagen pobre de sí mismo.
Los que tienen esta clase de sentimientos no se aman a sí mismos en la forma apropiada.
¿Se siente como si usted no sirve para nada - un fracaso completo? Puede ser que usted
piense que no tiene derecho a triunfar y sentirse feliz. Podría ser que usted crea que
nadie le pueda amar.
Tal ve usted piensa que no vale mucho porque usted nunca ha hecho nada
extraordinario, o porque usted no posee cosas finas.
La poca estimación de i, se aprende por lo general durante la niñez. Tal vez usted fue
maltratado cuando era niño o no recibió el cariño que debía. Alguien pudo haberle
llamado de manera despectiva, o hacerlo sentir así.
“Usted vale muchísimo porque Dios lo hizo. Como criatura de Dios usted es
importante para él.”
Dios hizo ángeles antes de hacer humanos. Los ángeles eran maravillosos y la mayoría
de ellos obedecían a dios perfectamente. Sin embargo, dios no estaba totalmente feliz
con los ángeles. Quiso hacer algo que se pareciera a él; así que hiso a los humanos. Lo
hizo a usted a semejanza de él.
Su importancia depende de lo que Dios piensa de usted. Decir o pensar que usted no es
nada bueno equivale a decir “Dios se equivoco cuando me hizo.” Condenarse a usted
mismo es ordenar a Dios quien lo hizo.
Piense en su cerebro. Esa masa encefálica de tres libras dentro de su cabeza, tiene más
de 10 billones de células nerviosas. El número de uniones entre ellas es tan grande que
ni siquiera podríamos describirlo. Para hacerlo, usted tendrá que escribir en uno
seguido por 15 millones de ceros. Además dicen los médicos que nadie ha usado el 10%
de su habilidad cerebral.
Cada vez que usted habla su cerebro se pone en función 72 músculos en perfecta
armonía. Su cerebro es mucho más grandioso que el computador más caro del mundo.
Su cuerpo es mucho más maravilloso de lo que usted se imagina. Por ejemplo, en una
pulgada cuadrada de su piel 65 vellos y músculos, 78 nervios, 19,500.000 células, etc.
Tendríamos toda una biblioteca o más al contar las maravillas que tenemos en nuestro
cuerpo.
CUESTIONARIO
ACTIVIDAD
2da. Actividad.-
1. El moderador pide a los asistentes que elaboren un anuncio para el periódico donde cada uno
venda sus mejores cualidades.
2. Cada participante elaborar su guión durante unos minutos y lo presenta a los compañeros por
turnos.