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Uno de los tantos aportes de Aristóteles a la filosofía fue el uso de premisas para estudiar la potencia de
las cosas; una premisa es el conocimiento previo que se tiene sobre un ente o una situación, por ejemplo, y
con su debido estudio, se puede establecer las posibles formas de cómo se puede desarrollar dicho objeto
de estudio. Lo importante siempre va a ser que resulten cosas posibles, y para esto es necesario que las
premisas sean precisas; el conocimiento tiene que ser diverso, o por el contrario la potencia será
imperfecta. Más precisamente, se necesita la ontología, es decir, el estudio sobre el ser, su origen, y su
naturaleza. Junto con la dialéctica, ambas nos llevarán a un conocimiento muy cercano a lo real.
Consecuentemente, en este momento de coyuntura, es importante que apliquemos esto a nuestra situación
social. No se trata de algo muy complicado tampoco; de hecho la idea es simplificar las cosas. Para
entender la potencia del conflicto en Colombia sólo hace falta aplicar la ontología. Hace falta conocer,
conocer más sobre nuestra historia, sobre nuestro origen. ¿Cómo vamos a saber opinar frente a un
referendo si no tenemos ni idea de que trata el conflicto?
Entonces digamos que, por ejemplo, queremos estudiar la potencia del conflicto. Tendríamos entonces que
hacer no sólo una investigación histórica sobre su origen y sus principales personajes, sino también entrar
a conocer la realidad que viven distintas personas dentro del conflicto. Por ejemplo, una cosa es vivir el
conflicto desde la capital del país, pero otra historia tienen las familias de los soldados; otra historia tienen
las familias desplazadas y los campesinos, y otra la tienen los integrantes de las filas de las FARC.
Realizando un diálogo entre diversas realidades como aquellas, y construyendo así un conocimiento más
acertado sobre el conflicto, entonces podemos ir moldeando nuestra opinión y nuestras posturas frente al
proceso de paz. Lo mismo ocurre con los diálogos en proceso y los acontecimientos que suceden a su
alrededor. Informarnos sobre los términos en los cuales se decidió negociar, las posturas de distintas
figuras políticas, etc, nos ayudarán a entender mejor el proceso.
Es importante tener presente la importancia de entender el proceso de paz que estamos viviendo y de
transmitirlo a las generaciones más jóvenes, que somos las que más impacto tendremos en el posconflicto.
Por eso es importante no sólo educarnos en filosofía como vimos anteriormente, sino también a ser
críticos con lo que vemos y escuchamos. La historia nos ha mostrado como la filosofía también ha sido
usada para volver ignorantes a las personas y así poder ejercer poder sobre ellas.
En conclusión, me parece importante que en el proceso en el que estamos como país, nos demos cuenta de
la importancia de no quedarnos en las definiciones, por ejemplo, de conceptos filosóficos y en biografías
de famosos filósofos, sino que nos concentremos también en enseñar cómo pensar filosóficamente para así
salir de los mitos y los sofismas que se nos planteados y que planteamos como sociedad.
Juanita Mayorga 2015
Bibliografía
Borges, J. L. (1979). Diccionario Privado de Jorge Luis Borges. (B. Matamoro, Ed.) Madrid, España:
Altalena.
Galeano, E. (2000. La función del arte / 2). El libro de los abrazos. (primera ediciòn) DF, México:
Siglo xxi editores .
Mayorga, J. (2015). Apuntes de Clase. Bogotá, Colombia: Clases de literatura y filosofìa (Carlos
Lozada).