La 

identidad social se muestra como el sentido de pertenencia de un individuo a

la sociedad. Adopta comportamientos y formas de pensar, e influye significativamente en la
formación de valores cívicos, especialmente la participación en la toma de decisiones
ciudadanas. Es un conjunto de características distintivas que le permiten a un individuo,
diferenciarse del resto. El término proviene del latín “identitas” o “ídem”, que se refiere a la
mezcla de atributos o cualidades propias que posee una persona para distinguirse de los
demás. No obstante, este concepto también puede aplicarse a la información o datos
personales que identifican al individuo dentro de la sociedad (nombre, documento de
identificación, etc.).

Del mismo modo, la palabra “identidad” suele asociarse con la concepción que posee una
persona sobre sí misma, con referencia al resto de las personas. En este sentido, el rasgo o
característica resaltante de cada individuo varía según la cultura, períodos de tiempo,
intereses económicos o sociales, estatus social, etc. Sin embargo, esta cualidad decisiva no
es exclusiva de cada persona, pues, aunque suene contradictorio, muchos individuos se
sienten identificados con lo mismo. La identidad personal es el conjunto de rasgos o
características propias de un individuo, con los que es posible diferenciarse de otras
personas. Del mismo modo, esto se refiere a la concepción o percepción que tenga una
persona sobre sí misma y que considere que lo hace único. Esto es algo individual,
dinámico y que puede llegar a abarcar diversas áreas en la vida de un hombre o mujer.

No obstante, en otras áreas de la ciencia, como la administración, la identidad personal se

refiere a la información o conjunto de datos que identifican a un individuo como único
dentro de la sociedad. Entre estos se incluyen: huellas dactilares, nombre, fotografías,
documentos de identificación, etc., los cuales permiten reconocer oficialmente a una
persona. La identidad juega un papel esencial en la vida de cada ser humano, pues brinda la
sensación de resguardo y protección ante una sociedad que está en constante cambio. Así
mismo, le permite al individuo tener el sentido de pertenencia a un contexto, grupo, familia,
tiempo histórico o lugar determinados, arraigándose en sus creencias o perspectiva del
mundo. En este sentido, cuanto más sólida sea la identidad de una persona, mayor será su
capacidad de decisión y autoestima.