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PATOLOGÍAS
SISTÉMICAS
1: sostén: los huesos son el soporte de los tejidos blandos, y el punto de apoyo
de la mayoría de los músculos esqueléticos. 2: protección: los huesos protegen
a los órganos internos, por ejemplo, el cráneo protege al encéfalo, la caja
torácica al corazón y pulmones. 3: movimientos: en conjunto con los músculos.
4: homeostasis de minerales: el tejido óseo almacena calcio y fósforo para dar
resistencia a los huesos, y también los libera a la sangre para mantener en
equilibrio su concentración. 5: producción de células sanguíneas: en la médula
ósea roja (tejido conectivo especializado) se produce la hemopoyesis para
producir glóbulos rojos, blancos y plaquetas. 6: almacenamiento de
triglicéridos: la médula ósea roja es reemplazada paulatinamente en los adultos
por médula ósea amarilla, que contiene adipocitos.
2. Sistema respiratorio
Además del corazón, el sistema cardiovascular está formado por los vasos
sanguíneos (arterias, venas y capilares), unos conductos que permiten la
circulación de la sangre, el principal tejido (aunque sea líquido) de este
sistema.
4. Sistema nervioso.
La pieza clave de este sistema son las neuronas, las cuales conforman una
autopista en la que miles de millones de ellas se transmiten, mediante un
proceso conocido como sinapsis, información sobre las condiciones del medio
(gracias a los sentidos) y también envían órdenes a otros sistemas para que
respiremos, el corazón lata, corramos, leamos, etc.
Todo está bajo control del sistema nervioso, el cual nace de la unión de la parte
central (cerebro, cerebelo, tronco encefálico y médula espinal) y de la parte
periférica (nervios craneales y nervios periféricos).
Sistema nervioso central
El bulbo raquídeo: dirige las actividades de los órganos internos como, por
ejemplo, la respiración, los latidos del corazón y la temperatura corporal.
La médula espinal se conecta al encéfalo y se extiende a lo largo de la columna
vertebral. Se encarga principalmente de los movimientos involuntarios, como
cuando pisamos una espina con el pie y lo levantamos casi de inmediato.
El sistema nervioso periférico (SNP) engloba todos los nervios que salen del
sistema nervioso central hacia el cuerpo. Los nervios craneanos se originan en
el encéfalo y reciben la información de la cabeza y el cuello. Los nervios
espinales se originan en la médula espinal y se dirigen a las extremidades, el
tronco y el abdomen.
En este sentido, el sistema digestivo está formado por todos aquellos órganos
que participan en la deglución, la digestión o la absorción de nutrientes. Por
ello, tenemos la boca, la lengua, las glándulas salivares, la faringe, el esófago,
el estómago, el hígado, el páncreas, el intestino delgado y el intestino grueso.
El recto y el ano participan en la defecación, por lo que también son
constituyentes de este sistema.
7. Sistema urinario.
El sistema urinario, pues, está formado por dos riñones (filtran la sangre y
producen la orina), el uréter (conducen la orina desde los riñones), la vejiga
(almacena la orina hasta que es el momento de la micción) y la uretra
(conducto a través del cual se expulsa la orina).
8. Sistema reproductor.
El 90% de los músculos del cuerpo son de control voluntario, por lo que somos
nosotros los que, de manera consciente, controlamos las contracciones. Ahora
bien, el 10% restante es de control involuntario, pues hay músculos (como los
del corazón o los de los pulmones) que deben estar siempre en movimiento.
10. Sistema endocrino.
Por lo tanto, el sistema linfático está compuesto por la linfa, los vasos linfáticos,
los ganglios linfáticos (hay más de 600, como en las axilas o el cuello, y
producen glóbulos blancos cuando hay infección) y órganos linfoides primarios
(médula ósea y timo, donde maduran los glóbulos blancos).