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1• t
FÁBULAS
SAMANIEGU
NOVISIIIIA EDICIÓN ILDSTRADA
PARÍS
LIBRER iA ARMAND COL IN
i90 2
ABREVIAT URAS
au montati\'O.
anticuado. r roeto .
. derivado, dorivaUos. J. C.•• . Jesucristo.
~f~~- :. ~~~~:~~~:~~: ~\d~: : ~!~~o~~·~rbial.
oj.: ejemplo ó ejemplos. pd,::-. . . pdgina.
oxpr oxpros10n ¡1. a .•.• p:nticipio acth·o.
De doradas espigas
Como Cercs rodeado.
El ilus tre fabuli s ta , ll am ado con jus ti cia por Pdn cipe
y poi' otros el La Fontainc espa ñol, nac ió en i. 7ft5 y
muri ó en la ,·illa de Lngu;:u·tlia en 1801 , después de
e mpl ea r s u vida en e l fome nto de los intereses dr su país
na tal. Fué un o de los primeros qu e se a lista ron en
aquell as famosas Sociedades de A migos del Jla.is, ini-
ciadas y fomentadas en ti emp o de Carl os III y á las que
~~:::~\~'.:::~;j:~:\~:~~:;;.;,~~~::;~~~~ ¡:~;:;;i~!;?:f:;:;t;~~;~~::i:::~r:;;
-7-
con motivo del centenari o de su muerte 1 • De es te modo
procuraba correspo nd er al carii1o de su hijo pi·edilec to,
q'u e habla hecho inmortal su nombre, inscribiéndole al
frente de la 111 ed ición Oc sus Fábulas .
La junta de Gobierno de dicha Sociedad, que tiene
por presiden te á D. Leo nardo Al oyúa y pO I' secretario
gc neml á D. Tomás Bermin ghan , no pertlonó medio
para dar el mayor b•·illo y realce á tan patriótica cere-
monia, en la qu e fi guraba, presidiendo la esce na, el nota-
ble busto de Samanicgo debido al ci ncel del escultor
bilbai no Sr. Larrea 2 • En un inspirado di scu rso, cuyos
elocuentes párrafos al'l·ancttro n frecuentes ap lausos, traz ó
un animad o cuadro de la vida y t1·abajos de nuestro poeta,
el elega nte escrito r, profeso r y e rudilo polfg•·afo D.
Hi card o Bece 1TO de Bengoa 3 •
Puso términ o á la patriótica ceremon ia co n se ntida,
al pa r que elocuente peroración, el Excmo. Sr. Duqu e de
Almod óvar del !lío, i\lioistro de Estado, que hi zo notar
co n mu cha opo l'Lunidad qu e 1< en las Fábulas morales del
insi gne hij o de Laguard ia, no sólo gustamos las pri-
micias del arte litera ri o, sino qu e ap1·endirn os los
p1·eccptos morales, c¡ue más tard e en nu estra vida
ha bfan de guiarn os, con más gusto, co n mayor placer
qu e cuando esos mismos preceptos eran expues tos con
la seve ridad de la ciencia en Jos tratados ;'u·idos de la
Filoso ffa ¡\IOI·aJ. n
FÁBULA PlUMERA
El Asno y el Cochino
Oh jóvenes amables
Que, en vuestros tiernos años,
Al templ o de Min erva
Oil'igfs vu estros pasosi
Seguid, Sf•gu id la se nda
En que rH ;:u·chái s, guiad os
1\ la luz de las cie ncias
Por profeso res sabios .
Aunqu e el camin o sea
'Ya difi c il , ya largo,
Lo allana y faci lita'
El li cmpo y el l•·abajo.
Hompi endo el duro suelo,
Con la esteva agobiado,
El labrador sus bueyes
Gufa co n paso Lal'do ;
Mas al fin ll ega tl verse
En med io del vc¡·ano
- 14 -
De doradas espigas,
Como Cer es ', rodeado .
Á mayo res tareas,
Á más graves cuidad os
Es mayo r y más dul ce
El premi o y e l descanso .
Tras penosas ra ti gas,
La lab radora mano
¡ Con qué gu sto r ecoge
Los racim os de Baca 2 !
Ea, j úve nes, ca,
Seguid , seguid marchand o
Al templo de Minerva
Á rec ibi r· f' llauro.
Mas yo sé, ca balle ros,
Que un j ove n entre ta ntos
Hcs pondcr á á mi s voces :
No puedo , que me canso .
Descanse en hora buena,
¿ Di go yo lo co n tra ri o?
Ta n lej os es toy de eso,
Que en es tos ve rsos trato
De daros un as unto
Qu e in struya d eleita nd o .
Los perros y los lobos,
Los ra tones y gatos,
Las 1.orras y las mon as ,
Los ciervos y caba ll os
Os han de ha bla r en verso,
Pe ro co n jui cio ta nto,
Que sus máx imas sean
Los consejos más san os .
Dele itaos en ell o ,
Y co n es te descan so
1t las serias tar eas
Volv ed más alen tados.
Ea, j óvenes, ea ,
Segui d, segui d ma t•c hando
Al tem plo d e l\lin erva
Á r ecibir el lauro.
-15-
Pero ¡ qué! ¿ os detiene 1
El ocio y el regalo?
Pues escuchad á Esopo,
Mis j óve nes amados.
Envidiando la suer te del Cochino 2
Un Asno maldecía su destino.
Yo, decía, trabajo y como paja;
El come harina y berza, y no trabaja.
Á mi me dan de palos cada día;
A él le rascan y halagan a porfia.
Así se lamentaba de su suerte¡
Pero luego que advierte
Que á la pocilga alguna gente avamm
En guisa de matanza!,
Al'mada de cuchillo y de caldera,
Y que con maíía fie1·a
Dan al gordo Cochino fin sa ngriento,
Dijo entre sí el Jumento :
Si en esto para el ocio y los 1'eyalos,
Al trabajo me atengo y ti los palos.
FAJ3ULA ll
La Cigarra y la Hormiga
. Cantando la Cigarra,
Pasó el verano entero
Sin hacer provisiones
-16-
Allá para el invi erno.
Lo s fJ'fos la obligaron
Á guardar el silenci o,
)' á acogerse al abrigo
De su estrec ho aposento.
Vióse desproveída '
J)c) preciso susten to,
Sin mosca, sin gusa no,
Sin trigo, sin ce nteno.
Habitaba la Hormi ga
Allí tabique en medio!,
Y con mil expresiones
De atención y respe to
La dijo : - Dot1a ll ol'miga,
Pues qu e en vuestl'os g¡·anc¡·os
Sobra n las provisiones
P ara vuestro alimen to,
Prestad alguna cosa
Con que viva este invi erno
Esta triste Cigarra,
Que alegre en o tro tiempo,
Nunca conoció el da i10 ,
Nunca supo temerlo.
No dudé is en preslarme,
Que fie lmente prometo
Pagal'oS con gana ncias,
Por el nombre que tengo. -
La cod iciosa ll ot· mi ga
Bcspo ndi ó con denuedo,
Ocultando á I<L espalda
Las llaves del granero :
- ¡Yo prestar Jo que gano
Con un trabajo inm enso !
Dfrn e pues, holgazana,
¿Qué has hecho en el buen tiempo?
- Yo, dijo la Cigarra,
A todo pasajero
Cantaba alegremente
Si n cesa r ni un momen to .
- ¡ Hola !¿ conq ue cantabas
-n-
cuando yo andaba al remo 1 ?
Pues abara que yo como,
Baila ¡ pese á tu cuerpo!
FÁBULA IJI
El Muchacho y la Fortuna.
Á la orilla de un pozo,
Sob r e la fl'escn hi erba,
Un in cauto mane bo 2
J)orm fa á pierna suel ta.
Gritóle la Fortun a :
- Insensato, despierta;
¡.No ves que ahogarte puedes
Á poco que te muevas?
Por ti y otros canallas
Á veces me motejan ,
Los unos de inconstante,
Y los otros de adversa.
Reveses de fo¡•ttma
Llamdis á las miserias :
¿ Por que, si son. fev escs
De la conduela nec-ia?
- !8 -
FÁBULA IV
La Codorniz.
FABULA V
El Águila y el Escarabajo.
~~ ¡ Qué me m a tan! fa vor >> : as í clamaba
Una Li ebre infeliz, que se miraba
~n las garras de un Águila san gri enta .
.\ las voces, según Eso po cue nta,
Acudi ó un co mpasivo Escara hnj o;
Y viendo á la cuitada eu ta l trabaj o ,
Po r libertarl a d e ta n cruda mu erte,
Ll eno de horror cxc lam.a d e esta s u erte :
- Oh r eina de las aves escogida,
¿_P or qu é quitas la vida
A es te pob1'C animal, ma nso y co ba rde ?
¿No se r ía mej o r hace r a larde
De devorar á d ai\ad oras fi eras :
Ó ya que res isten cia hall ar n o qui eras ,
Cebar tus uñas y lu co n •o pi co
En el f¡•ío caúávcL' de un borri co'! -
Cua_ndo e l Escambaj o así dec fu,
El AguiJa con desprecio se re fa ¡
Y sin u sar de más a tenta frase,
:\lata, trin cha, d evora, pilla y vase .
El pequcilo animal asl burlado,
Quiere verse vengad o.
En la ocasión primCI'a
Vuela al nido del Águil a ulta ne 1'a :
Halla sol os l os hu cYOS y, al'l'ilSLrando ,
Uno por un o fu élos 1 despefl a ndo .
-20-
Mas co mo nada a lcanza
Á dejar sati sfec ha una venganza,
Cuantos hu evos pon fa en ade lante
Se los hizo tortilla en el instante.
La reina de las aves sin co nsuelo,
Hemontando su vuelo,
Á Júpiter excelso humild e ll ega,
.Ex pon e s u t.lo lor, pfclele, ¡•uega
Hemedic ta nto mal. El dios prop icio,
P or un incomparable be neficio,
En ~u regazo hizo. que pus iese
El AguiJa s us hu evos, y se fuese;
Que á ht vuelta, co lmada de consuelos 1,
En co ntrarfa herm osos s us polluelos 2•
Sup o el Escarabtljo e l c<.~so todo¡
Astuto é in genioso, hace de modo,
Que una bola fabrica diestramente
De la materia en que continuam ente
Trabaj ando se halla,
Cuyo nombre se sabe, aunque se calla;
Y <ru e, según yo pienso,
Para los di oses no es muy buen in cie nso.
Carga con ella, vuela, y atrev ido
Pone su bola en el sagrado nido.
Júpite•· qu e se vió co n tul basura,
Al punto sac udi ó su vestidura,
Haciendo, u/ <lrrojar la a lb ondiguill a,
Con la bola y los hu evos su to •tilla.
Del L•·ágico s uceso noLiciosa,
AITepentida el 1\ guila y ll orosa,
J\preudió esta lección (L mucho precio :
A nadie se le lt•ate con desprecio,
Como at Escarabajo ;
Porque al mlis miserable, vil y bajo,
fJara tomar vcnaan:a, si se irrita,
¿Le {altarti siquiera -un" bolita 3?
- 21 -
FÁBULA \'1
FABULA Vll
L a Zorra y el Busto.
Dij o la Zo1Ta al Bus to,
Des pués de ole l'l o :
Tu cab eza es herm osa ,
Pero sin seso'·
Como Cslc hay muchos
Que, aunque tJaJ·cceJi. hombr es ,
Sólo son bustos.
-22-
FÁBULA Vlll
FÁBULA lX
El Herrero y el Perro.
Un l·lerrero tenía
Un Perro, qu e no hacfa
Sino co mer, dor mir y estarse echado .
De la casa j a más tuvo cuidado;
LevanLábase sú lo á mesa puesta :
Entonces con gran fiesta
Al due i'io se acercaba,
Con perrunas 1 cari cias le halagaba,
Mostrand o de ca rii•o mi l excesos
Por pillar las piltt•afas y los huesos.
- He ll egado á n o Lar, le dij o el amo
Que aunqu e nun ca te llamo,
Á la mesa te llegas prontamente :
En la fragua jamús te vi presente;
Y yo m e maravi ll o
De que, no despet·tándote el martillo,
Te desveles a l ruidú de mis dienles.
Anda, anda, poltrón; no es bi en que cuentes
Que el amo, hecho un gañán y sin reposo,
Te mantiene á lo co nde muy ocioso.
-24-
El Perro le responde :
-¿Qué más tiene que yo cualquiera conde?
Para no trabajar debo al destino
llabm· nacido perro y no ponina.
- Pues, seilor conde, fuera de mi casa;
Verás en las demtts Jo que le pasa.
En efecto salió á probar fortuna,
Y las casas anduvo de una en una :
Allf le hacen servi¡• de centinela,
Y que pase la noche toda en vela;
Acá de lazarillo 1 y de danzante;
Allá, dentro de un torno, á cada instante
Asa la carne que comer no espe ra.
Al cabo conoció de esta manera, .
Que el destino, y no es cuento,
A todos nos cm·gó, como al jumento.
FÁBULA X
La Zorra y la Cigüeña.
Una Zorra 2 se e mp eña
En dar una comida á la Cigüe1ia.
La convidó con tales expresiones,
Que anunciaba n sin duda provisiones
De lo müs cxcelenle y exquisito.
Acepta alegre, va con apetito;
-25-
Pero enco ntró en la mesa solamente
Jigote 1 claro sobre chata fuente.
En vano ú. la comida picoteaba,
Pues era para el gui so que miraba
Inútil tenedo r su Ja,·go pico.
La Zorra co n la lengua y el ho cico
Limpi ó tan bien su fuente, qu e pudiera
Servir de fregatriz, si á Holanda 2 fuera.
Mas, de allr á poco tiempo co nvidada
De la Cigüeila, halla preparada
Una redoma de jigote ll ena :
Allf fué su aflicción, alH su pena.
El hocico go loso al punto asoma-
Al cuello de la hidrópica 3 r edoma:
Mas en van o, pues era tan es trec ho ,
Cual si por la Cigli eña fuese hecho.
Envidiosa de ver que, á co nveni en cia,
Chupaba la del pico..._ á su presencia.
Vuelve, lienta, di scurre,
Huele, se desati na; en fin, se aburre.
Marchó rab o entre piernas, tan co rrida,
Que ni aun tuvo siquiera la salida
De decir : Estdn vcJ'Clcs, como anta1i o.
Tmnbien hay pa1'(t picm·os cngafio r; .
-26-
FÁBULA XI
Las Moscas.
Á un panal de ri ca mie l
Dos mil Moscas acudieron,
Que, por golosas, murieron
Presas de patas en él.
Otras 1 dentro de un pastel
Enterró su go losina.
A si, si bien se examina,
Los ln~manos com.:oncs
Perecen en las p1·isiones
Del vicio que lfJs domi na.
FÁBULA XII
El Ciervo en la fu ente .
Un Ciervo se miraba
En una hermosa cristalina fuente :
P lacentero admiraba
Los en ramados cuernos d"c su frente
P ero, al ver ~us delgadas largas piernas,
A1 alto ciclo daba quejas ti ernas.
rr ¡Oh di oses! L á qué intento 1 ,
Á esta fábrica hermosa de cabeza
Construís su cim iento,
Si n guardat· p•·oporción en la belleza?
¡Ob qu é pesar /¡ oh qué dolor pro funt.lo,
No habe1' gloria cu mplida en este muntlo!
ll ablando de esta s uerte
El Ciervo viO ven ir á un lebrel fi ero.
Por evitar su mu erte
Parte a l espeso bosque m u y ligero¡
Per-o el cuern o retarda su sal ida
Con una y otm rama entre tejida.
Mas libl'e del apul'o
Á duras penas, dijo co n espa nto :
• Si me veo seguro,
Pese á mis cuern os, fué por coner tanto.
Lleve el di ab lo lo hermo so de mis cuernos;
Haga. mis feos pi es ' el cielo etern os "·
-20-
Asi frecuentemente
El hombre se deslumbra con lo hermoso :
Elige lo apm·ente,
Abra:ando tal ve: lo mds daftoso;
Pero escarmiente uhom en tal cabeza 1•
FABULA XTV
El L eón y la Zorra 2.
g15:i~i;Ht~~~?~~J:;~~~~i¡~.J ::;:~~.~:~~:,:::;::¡:~:i:;~~~::::i:~,:::
-30-
-¿ Cómo otros? ¡ ah , Sei10r! he con ocid o
Qu e entraron , s í, pe ro qu e n o han salitlo .
) lirad, mirad lll hu ella,
Oi en claro lo di ce ella ;
Y no es bi en el cnll·ar do 1 no se srtl e.
La prudente cautela mucho vale.
FABULA XV
La Cierva y el Cervato.
liÁBULA XVI
El Labrador y la Cigüeña.
Un Labrador miraba
Con du elo su se mbrad o,
Porque gansos y grullas
De su trigo sall an hacer pasto.
Armó sin más ta rd anza
Di es tram ente s us hl7.os,
Y cayeron en ell os
La Cigüefl a 4, las grullas y los gansos.
-32-
cflor rústi co 1 , dijo
La Cignei1a lcmbland o,
Qurtcme las prisiones,
Pues no merezco pena de culpados.
La di osa Ceres sabe,
Que lejos de hace r dai10,
. Limpi o de sabandijas,
De culebras y víboras los campos.
- Nada me sa tisface,
Respo ndi ó el 1-lombre a irado:
Te hall é co n delin cu e ntes,
Con ellos morir(Ls e ntre mis manos.
La inocc~zte Cigüc1ia
Tuvo el fin dcsgmcindo
Que pueden promclc,·sc
Los buenos que se juntan con los malos.
FÁBULA XVII
La Serpiente y la Lima.
En casa de un cerraj ero 2
Entró la. se rpi ente un dfa,
Y la i nseosata mordía
-33-
En una Lima de acero.
Dijole la Lima 1 : - El mal ,
Necia, será para ti :
¿Cómo has de hacer mella en mf,
Qu e hago polvos el meta l?
Quien 1Jrclendc, sin 1'a:dn,
Al mlis {ucl'tede1'ribm·,
No consigue sino da1'
Coces contra el aguijón.
FÁBULA XVIII
El Calvo y la Mosca.
Pi caba im per tin ente
En la espac iosa calva de un anciano.
Una Mosca in so len te.
Quiso matad a, levantó la mano,
Ti1·ó un cachete, pero ruese salva,
lliri endo el go lpe la redonda calva.
Con risa desmedida
La mosca prorrumpió : -Calvo maldito 2,
Si quitarme la vida
Inten taste por un leve delito,
¿Á qué pena condenas á tu brazo,
Bárbaro ej ec utor de tal porrazo·?
- Al que obra con malicia,
La respondió el varón 3 prudentemente,
Ri gurosa 4 justicia
-3ft-
l'ÁBULA XIX
FABULA XX
FABULA. PRIMERA
FABULA JI
L a L echera.
Ll evaba en la cabeza
Una. Lechera e l c;.í.nta l'o 1 al mercado,
Con aquella pt·esteza,
Aquel aire sencillo, aque l agrado,
Que va diciendo á. tot.lo el que lo advierte :
¡ 1'o s i que es toy co n ten tu. con mi su el'le !
Porque no apetecía
- '~0 -
FABULA lll
El Asno sesudo .
Cierto llurro pacfo.
En la fresca y hermosa pradería •
Con tanta paz, como si aque lla Licna
No fuese entonces teatro de la guerra.
Su duelio, que con miedo le guardaba,
De centinela en la ribera estaba :
Divisa al enemigo en la llanut·a;
Uaja, y al buen Borrico le conj ul'a 2
Qu e huya precipitado.
E l asno muy sesudo y reposado
Empieza á anclar á paso perezoso .
Im paciente su dueño y temeroso
Con el marcial t•u ido
De bélicas trompclas al oído,
Le exhorta con fervor á la carrera.
- ¡Yo correr! dijo el Asno, ¡ bueno fuet·a 1
-42-
Que ll egue en hora buena Marte 1 fi ero :
Me rind o, y él me Ll eva prisionero .
Se rvir aqu í ó allr ¿ no es lodo un o?
¿ Me pondrá n dos alb;:trdas1 no, nin gu no 2..
Pues nada pie rdo, nada me acobarda,
Siem pre seré un esclavo con alb<trcL.1..
No estuvo más en sf, ni más entero
Que el huen Pollin o 3 , Ami c\as el barqu ero,
Cuando en su humilde choza le des pi erta
César con sus soldados :_í. la pu erta,
Pa ra que á la Calabria los gui ase.
¿Se podría encon tra r qui én no tembl ase,
Entre los poderosos,
De insultos 4 milita res horrorosos
De la guerra enemi ga?
No hay sin o la pob reza que co nsiga
Esla grande exen ción; de aq uí provien e ¡¡ :
Nada teme perdeJ' quien mula tiene.
FÁBULA IV
FÁBULA V
FÁBULA VI
E l Lobo y la Cigüeña.
FAIIULA VIl
El Hombre y la Culebra.
A una Oulebm, que de frf o ye rta 2
En el suelo yac! a medi o muerta,
Un Labrador cog ió ; mas fu é tan bue no,
Que in ca utame nte la abrigó en su seno .
~penas revivió , cuando la in grata
A su gt·an bi enh echor traidot·a mata.
FABULA Vlll
FÁBULA IX
E l Pescador :t y el Pez.
FÁBULA X
E l G orrión y la Liebr e .
::;7g;;l;~:;:e;:,:i;~~~~:~;e~~~~o;,~~~~ ::~!~~1~~~::\~et~O~~·~:~~:~:.d~fcrcer,o.
-48-
¿Q ui én te mandó in sultar al afl igido?
¿Y á más, á más meterte á co nsejero 1,
No sab iendo mirar por ti primero?
FÁBULA XI
Júpiter y la Tortuga.
FÁllULA XII
El Charlatán.
u Si cualquiera de ustedes
Se da por las pa1·edes
O arroja de un tejado,
Y queda á buen lib rar descos till ado,
Yo me reiré muy bien: importa un pito 1,
Como tenga mi bálsamo exquisito '' ·
Con esta relación un chacharero 2
Gana mucha opinión y más diner o;
Pues el vul go, pendiente de sus labios,
Más quiere á un chal'iatún que á veinte sabios .
Por esta con ve ni encia
Los hay el din de hoy en toda ciencia,
Que ocupan igualm ente acred itados
Cáted ras, academias y tablados.
Prueba de es ta verdad se rá un famoso
Doctor en elocue ncia, k'l.n copioso
En charlatanería,
-50-
Que ofreció ens eñaría
Á habl ar discreto, con fecundo pico,
En diez años de término á un borrico.
Sábclo el rey, le ll a ma, y a l momento
Le manda de lecc iones á un jumento;
Pero ])ico entend ido.
Que sería, cumpli endo lo ofrecido,
Ricamente premiado;
.Mas cuand o IJ O, que moriría a horcado.
El doctor asegum nuevamente
Sacar un orador asno elocuente.
Dfcele callandito 1 un cortesano :
- Escuche, buen hermano,
Su r,·cscura me espanta :
Á cátmmo me hue le s u ga rganta.
-No temáis, señor mfo,
Hespondió el Charlatá n, pues yo me rfo.
¿ En diez a1i os de plazo que tenemos,
Ell'cy, el asno ó yo no mori1·emos?
Nadie encuentra embm·a:o
En dm· un largo pla:.o
A importantes negocios; mas no advierte
Que njusta mal su cuenta sin la muerte.
FÁBULA XUI
FÁBULA XlV
-52-
Una en un estanque,
Otra en un camino.
CiCL'lo dfa á ésta
Aqu élla le dijo :
-¿Es creíb le, amiga,
De tu mucho juicio,
Que vivas contenta
Entre los peligros,
Donde te amenazan,
Al paso prec iso,
Los pies y las ruedas,
Ri esgos infinitos?
Deja Lal vivienda 1,
Muda de desLino :
. igue mi dictam en,
Y vente conm igo . -
En tono de mora,
ll aciendo mil mim os 2 ,
Hespondió á su amiga :
- ¡ Excelenle aviso!
¡ ,\ mí novedades!
¡Vaya, qué de liri o!
Eso si que ruera
Da rm e el diablo ruido.
¡Yo dejat· la casa,
Que ru é domici lio
nc padres, abuelos
Y Lod os los míos,
Sin que haya memoria
De haber sucedido
La men or desgracia
Desde luen gos :J siglos!
- Allá Le co mpongas :
Mas ten entendido,
Que tal vez suceda
Lo que no se ha visto . -
Llegó una carreta
J\ este ti emp o mismo,
-53-
y á la triste Hana
Tortilla la hizo.
Po1· hqmbres de seso
Mtwhos hay tenidos,
Que timWVltS1'(l.;UilCS
Cien·an los oidos .
Jlccibir consejos
Es 101 dcsuario :
La rancia costumbre
Suele se1· su. lib1'o.
FÁBULA XV
FÁBULA XVI
FÁBULA XVII
El Asno y el Caballo.
tlli"u~:~lal, R!gnlllca m¡u( : en m11!/ mui estado. l>tRI\·. : Fatalidad, {ataiWmo, (a-
-56 -
FÁBULA XVlll
El Cordero y el Lobo.
FÁBULA XIX
FÁBULA XX
El Caballo y el Ciervo .
. P ersegu ía un Caba ll o ve nga tivo
A un Ciel'\'o qu e le hizo leve ofensa :
Mas hallaba segura la defensa
En s u veloz carrera e l fu gitivo.
El vengad or , perd id a la esperan za
De a lcanza d e y l o~ ril r as í s u intento,
Al hombre le piJiü s u valimi en to
Pa ra tomar d el ofenso r venganza.
Co ns iente e l hombre ; y el Caba ll o a irado
Sale co n s u jin ete 1 á la campañ a,
Corre con dirección, sigue con m a i1 a 2,
Y qu eda al fin del ofensor ve ngado.
Muéstrase al b~e nh ech o r agradecido,
Quiere marcha rse libre de su peso;
Mas desde enton ces mi sm o qued ó preso
Y e ternam ente al hombre so me tid o.
El Caball o, qu e s uelto y rozaga nte,
-59-
En el ft•ondoso bosque y prado ameno
Su lib ert.."ld gozaba tan de ll eno,
Padece sujeción desde ese instante .
Oprimi do del yugo ara la Licn·a;
P ;_\sa tal vez la vida más n-ma rga;
Sufre la silla, freno, espuela, car ga,
Y aguan la los horrores de la guerra.
En fin, per(lió la libeJ•lcul amable
Po1· vengar una ofensa solumente.
1
1'ales los frutos son que cieJ'tamenle
Prodt1ec la vengan.:a detestable .
1. Tult• IN (ruto• .ton. J.::Stn es um1 1rnns¡1o~iclón lnndmislblc en ¡1ron. llcbc rl~
tlt'dr~o: 'l"ulUJOII cierwmc11te los(rntos ...
LlBHO TEHCERO
FÁBULA PRDIEHA
El Águila y el CuerTo.
FÁRULA lJ
FÁBULA lli
El Milano enfermo.
Un Milan o, después de haber vivido
Con la co nciencia peo r qu e un forajido,
Enfermó gravemente.
Supuesto que :1 el paciente
~¡ á Galeno ni á ll ipócrales lefa,
A bulto co noció que se m orfa .
Á los di oses desea ver + propic ios,
Y ofrecel'ies ntonces sact·ifi cios
Por m ed io de s u madre, c¡uc afligida
Hogal'fa sin duda por su vida.
Mus és ta le r espo nd e : - Desdi chado ,
¿Cómo pod1'é al ca nzar pa ra un mulvado
De los di oses clemencia,
Si , e n vez de darles culto y reverencia,
Ni aun perdo n as te ;.Í. víctima sag rada
En las aras divinas inmolada?
Asi queremos , irritando al ciclo ,
Que en la ll'ibulación nos etc consuelo.
-65-
FÁ BULA IV
Al m iserable estado
De una ce r cana muerte red ucido ,
Estaba ya postrado
fTn viejo Le6 n del ti empo conswn ido :
Tanto más infeliz y lastimoso,
Cuan to ll abfa viv ido más dichoso 1.
Los que cuando va li en te,
ll um il des le re ndían vasn ll aj c,
Al ve d o decu den tc,
Acud e n á tratarle co n ultraj e ;
Que, como la t"x peri cn cia nos ensf' ila,
Del úrbol caído Lodo!; hace n le iw.
CC'bados {l porfí<l,
Le sitiaban sangl'i cntos y fC' roccs.
El Lobo le mordía;
Tirábale e l Caball o fu e rtes coces;
Lu ego le daba e l Toro una rornacla 2;
Después e l J abalí s u de ntellada.
Suftió constantemente
Estos in su ltos ; pero l'Cparnndo
Qu e hasla el Asno insolen te
Iba á ullrajarl e, fall eció clamando :
- Esto es doble m01·ir: no hay sufrim iento,
FÁBULA V
L a Zorra y la Gallina.
na Zorra caza nd o,
De corral en corral iba saltando
Á favo r de la noche en una a ld ea.
Oye al Gall o cantar : ¡maldito sea ! ,,
1(
FÁBU LA VI
L a Cierva y e l L eón .
Más lige ra que el viento '2
Precipitada hu ra
Una inocente Cierva
De un cazador seguida.
En una obscura gruta,
Entre espesas encinas,
;\.lrope lladamente
Entró la fugitiva.
Mas ¡ay! que un León sañudo,
Que allf mi smo tenra
Su albergue, y e ra s usto 3
De la selva \'CCina,
~o g~e ~~~~.~~li~:·~a~us gart·as
1 1
Oió con crü el fi er ez a
Fin sangl' iento {t su vida.
Si ttl evitar los riesgos
l.a ?'a;;ón no nos aula,
lrop ie;;o
P o1· lmi1· de un
Damos mo7'ta.l caída.
-68-
FÁJ3ULA VII
E l León enamorado.
FABULA YIII
FÁBULA IX
El Lobo y la Oveja.
Cruzando m ontes y trepando cerros ,
Aquf malo, allf r obo,
Andaba cierto Lobo,
Hasta que Ui ó en las manos de los perros.
Mordido y arras trado
Pué de s us en emi gos cru elm ente :
Qu edó con vida mil ag rosam ente,
i\las invá li do al fin y Uerrolaclo .
Iba el Li c rnpo curand o su dolencia,
El hambre al m ismo !laSO le afiigfa;
Pero , como caza r aun no paella,
Con las hierbas hacia peniLencia.
Una Oveja pasaba, y él la 1 dice :
- Ami ga, ven acít : ll ega al mom ento :
Enfermo es lo y, y mu ero d e sed iento 2 :
Socorr e con el agua á este infeli cc 3 •
-¿. Agua quieres que yo vaya á ll evar le?
Le responde la Oveja recelosa;
Dfmc pues un a cosa :
¿Sin dud a que se rá para enjuagarte,
-71 -
Limpiar bien e l gtLrguero,
Abrir el apetito,
Y Lragarme d('spués como á un pollito?
¡ Anda, que te conozco, marru ll ero !
As[ d ijo, y se fué; s i no, In. m a ta.
¡ Cminlo impo1·ta saber con quien se trata !
FÁBULA X
El Hombre y la Pulga.
- Oye, Júpiter s um o 1, mi s qu erell ns,
Y haz, disparando rayos y ce ntellas,
Qu e muera es te anima l vil y tirano,
Plaga fatal para. el linaje hum a no;
Y si vos no lo hacéis, Hércules sea
Quien acabe con él y su ra lea 2 •
Éste es un ll ombre que á los dioses cla ma,
Porq ue una Pulga le picó en la cama,
Y es justo, ya que el pobre se rat iga,
Que de Júpiter y Hércul es cons iga,
De és te, qu e viva cl es pulga nd o sayos;
De aquél, matando pulgas co n sus rayos.
Tenemos en. el cielo los mortales
Recurso en las desdichas y los males;
1lfas se suele abusen· frecuentemente,
Por logt·m· un antojo impertinente.
- 72-
FABULA XI
~
1
:. - ~ •• _ ..... # -;.,:-~~~
.
El Cuervo y la Serpiente.
Pill ó el Cuervo dormida á la Serpiente,
Y a l quererse cebar e n ell a hambriento,
Le mordi ú venenosa. Sepa el euenlo
Quien sioue d su ape tito 1 incaut~.tmenlc .
FABULA XII
El Asno y las Ranas.
Mu y ca rgado de lcf1a un ButTO viejo,
1'risle a rm azón de htt('SOS y pell ejo,
Pensatfvo, según lo cn bizbajo,
Caminaba, ll eva ndo con trabajo
Su débil fu erza la pesada car ga.
El paso tardo, la ca rrera la rga,
Todo al fin co ntra el misero se e mp C'ila,
El ca min o, los ai1os y la leil a.
Enl ra C' n una laguna el desdichado,
Qu eda profundamente empantanado :!,
Vi 6nJosc de aquel modo,
Cubi erto dr agua y lodo,
Trocu nd o lo sufrid o a en impaciente,
Co nLra el destino dij o neciam ente
Exp resio n es aj e nas de s us cun as.
Mas las vecinas llanas,
Al oí r s us la mcntns y qu ejidos 1,
l. Seyuir ,¡ •11 "J'Clito. ~cr/3 un\~ co- le da car.lctcr de :uljciii'O, y llUido ~ 1111
rrecto ;teyvir.II'Ufll'etitu,couwsctllrl' lldjctl•o,losubllrmth·o .•hfdi ee lln¡lOCta:
•euuir/amoda.•euuir•n••oc,.cililt,8t-
!Juirl01 jJIIIOIU/al/ltMifllllletttiO,I'IC.
La ¡rrr¡1. ti .Uio !le antl'¡wru• ~ los com·
pl l'mC'niOI di' ¡w rwn11. ,\, n'CI'i 5C un(' lo co n un atljNil·o fem e-
't.E!IIJI(IIItlmado•·il'nl.'dcpanlano,u- nlno:megitdiiiUI!ermana¡oorwriltleiia
:::::Uu~~ e 1!~J:a":;;;,; 1 ,~~:~,,
· ,t ta•cado, (¡~~ ':.U~~:~~;::,n~ ~~t}~:~o~f¡~)¡ pleonumo
3. Lo~uf.·irhJ.Lo, unldo:i un subst~nth·o. ¡rar3 licuar el •cno
-73 -
Las unas se tapaban los ofdos.
L;:ts otras, que prudentes Jo escuchaban,
Hcprendfan le asr, y aconsejaban :
u - Aprrnda el mal Jum ento
Á tener su frimi ento,
Que entre las que IHtbitam os la laguna,
/l a de encontrar lecciün muy oportuna.
P o r Júpiter estamos condenadas '
;\ vivir sin rcme(lio cncenngadas
En agua dcteniJa 1, lodo espeso¡
Y á mús de todo eso,
Aqu f perpetuamente n os e nc ier ra,
Si n es pera n za de co rt'C I' lu tie r ra,
Cruzar el nnc lt urosn mar profu ndo,
Ni aun Rabcr lo que pasa por el mund o.
!\las ll eva mos ú b ien nuestro destino,
Y asf nos premia ,llíp iter divi no,
He pa r tiendo entre todas cada dfa
La sa lud , el suslenlo y alegría. ,,
Es de sume¿ importancia
Tener en los trabajos tolerancia;
Pues la impaciencia, en la contrm·ia suerte,
Es un mal mds wnal'go que fa muerte.
FÁBULA XIII
El Asno y e l P erro.
Un Peno y un Borrico caminaban
Sirviendo (t un mismo ductio.
-7/t-
FÁBULA XIV
FÁBULA XV
, El Charlatán y el RU stico.
- Lo qu e jamás se ha visto, ni se ha ofd o
Verán ustedes : a tenció n les pido.
Así decía un Charlatán fam oso,
Cercado de un co n curso num e roso .
En e fecto : quedando todo el mundo
En silencio pro fund o,
Re medó á. un cochinill o tle tal modo,
Que el aud itorio todo,
Creyendo qu e le ti ene y que le tapa,
Atumultuado grita- ¡ftwra capa!
Dcscubrióse , y a l ver que n ada había,
Con vítores le aclaman á porfia.
- Pardi ez, dij o un Pa t{m, que yo prometo
Para mailaoa, hablando co n r espe to ,
ll acer el puerco 1 más perfectamente;
Si n o, qu e me lo claven en la fr ente .
Con ri stL pro meti ó la co n currencia,
Á burlarse del Payo, su asistenci a.
Llegó la hora, todos acudi er on :
No bi en al Charlatán gruflir oye ron
Gentes á su fav or preocupadas,
¡ Viva ! dicen, al so n de las palmadas.
Sube después e l Rú s ti co al tablado
Con un bullo en la capa, y em bozado ,
lmit.."l a l Charlatán e n la pos tura
De fin gir qu e un lec hón tapar procura;
Ma s es taba la gracia en que era el bu lLo
Un ma.rranill o que ten fa oculto.
Tind e callanclilo de la oreja :
Gruil endo en tipl e, el animal se qu eja;
Pero , al cree r que es r emedo el tal gl'llliido,
Aquí se oía un ¡ fuerld a lH un silbido,
, , todo el mund o queda
En que es el o tro quien mej or rem eda.
t.I111Ctr elJJUuco JlO r imitar al p1u:rco. v~~~~c lo not:1 i!, Jlllfl:. t:>
-i1-
El Rú sti co descubre su marrano;
Al público lo e oscila, y d ice ufano 1 :
- ¿Así juzgan ustedes?
j Oh preocu.ptwió.n, y ctui1llo puedes t!
LIBRO CUARTO
FÁBULA PRULERA.
La Mona corrida.
FÁBULA 11
El Asno y Jú.piter.
FÁBULA Ill
El Cazador y la Perdiz.
Una Penli z, en celo reclamada,
Vin o á ser e n la red ap ri s ionada.
Al Cazado r la mh:iC I'i.l decfa :
-S i me das libe rtad, e n este día
Te he de proporciona•· un grao consue lo¡
Por ese ca mpo ex te nderé mi vue lo:
Juntaré ;í mi s am igas en bandada,
Que gui a ré {t tus red(·S enga ñada,
Y ir ndrús , s in costartr dos ochavos 3 ,
Doce pe rdi ces co rn o d oce pavos.
- ¡ Engai1ar y vend f' l' Ct lus amiga s !
;. Y asr crt•cs que me ob li gus?
Hespondi ó e l Cazador; pu es no, scf10m :
Mue re y paga la pe na d e t ra id ol'a.
L a pcrdi:. {u é bilm muer·la, no es dudable :
La traición, attn. so1iada, es delcslablc.
-82-
FÁBULA IV
El Viejo y la Muerte.
FABULA V
El Enfermo y el Médico.
Un miserable enfermo se morra,
Y el Médi co importuno le decfa:
- Usted se mucre, yo se lo confieso,
Pero por la alta ciencia que profeso,
Conozco, y le ascg ttL'O firmemente,
Que ya estuviera sano,
Si se hubiese acudido más temprano
Con el benigno clister 1 detergente.
El triste enfermo, que lo estaba oyendo,
Volvió la espalda a l J\lédico diciendo :
- Scilor Galeno 2 , su consejo alabo:
Al asno muerto la cebada al rabo ·3.
Todo va1·6n prudente
Aconseja en el tiempo conveniente :
Que es hacer de In ciencia vano alarde,
Dm· el consejo cuando llega tarde.
FABULA VI
La Zorra y las Uvas.
Es voz común c¡ue á más del medio día
En ayu nas la Zorra iba cazando :
llalla una parra, quédase mirando
-84-
De la alta vid el fruto que pendfa 1•
FÁBULA VIl
La Cierva y la Vifta.
FÁBULA VID
FÁBULA IX
FÁBULA X
FABULA XI
La Tortu ga y e l Águila.
Una Tortu ga (tuna .\ g uiJa rogaba
La cnscilasc á volar; así la habl aba :
- Con só lo que me des cuat ro lecciones,
Li gera volaré ¡>Ot' las t·egiones :
Ya remontado e l ntelo,
Poi' medio de los aires, hasta el cielo,
Veré cercano al so l y las es trellas,
Y otras cien cosas bellas :
Ya rápida bajand o,
De ciudad en ciudad irP pasando;
y de este rú c il delicioso modo
Logral'é en poros días verlo todo.
El .\guiJa se rió del desatino :
La • aconseja que siga su destino,
Cazando torpemente con paciencia,
Pues l o dispuso nsf la Providencia.
Ella in s iste e n s u antojo c iegamente:
La re in a de las aves pt·ontruncntc
l.a arrebata, la ll eva po r las nubes
- J\lira , la t dice, mira có mo subcR.
Y al remontada 2 , dijo-¿ Vas contenta?
Se la deja caer, y se revi enta.
Para que asi cscannicnlc
Quien des¡n·ecict el c011Sejo del pmdcnlc.
FÁBULA XII
El L eón y e l Ratón.
Estaba un Hatonc ill o aprisionado
En las ganas de un León :el desdichado
En la. tal mtonem no fu(: preso
Por ladrón de tocino ni d e queso,
-89-
Sino porque ro n oli·os moles taba
Al Leó n que en ~ u retiro descansa.ba .
Pide perdún ll orando su in so lencia ;
Al ofr implorar la real cle mencia,
Bcspond e e l rey en maj es tuo so Lona :
(No dijera más Tilo) - Te perdono .
Poco después, car.a ndo el León, tropieza
En un a red oculta en la maleza;
Quiere sal ir, mas qu eda prisionCI'O :
Atrona nd o la se lva, ruge fiero.
El libre Hatonc ill o, qu e lo s ie nte,
Corriendo ll ega, I'OC 1 di ligente
Los nudo s de la red, de tal manCI'i.L,
Que al fin rompió los grill os de la fi e ra.
Conviene al podel'oso
Pa1·a 2 los infcl'iccs ser piadoso :
1'al ve.: se puede ' VC1' necesitado
Del auxilio de aque l más desdichado.
FABULA Xlll
FÁBULA XlV
El Gallo y el Zorro.
Un Gallo muy madul'o
De edad provecta, duros espolones,
Pacrfico y seguro,
Sob re un árbol ofa las razones
De un Zorro muy cortés y muy atento,
Más elocuente cuan to más hambriento.
- Hermano, le decra,
Ya cesó entl"C nosoll'OS una guerra,
Que cruel repartía
-91-
Sangre y plumas al viento y á la ti erril :
Baja, daré para perpetuo sello
Mis amorosos brazos á tu cuell o.
- Amigo de mi alma,
Responde el Gallo, ¡ qué placer inm enso
En deliciosa calma
Deja esta vez mi espí ritu suspe nso 1
Allá. bajo, allti. voy tierno y ansioso
J\ gozar en tu seno mi r eposo;
Pero aguarda un instante
1
Porque vienen ligeros como el viento ,
Y ya estún adelante
Dos correos que ll egan al momento,
De es ta n oti cia portadores fieles,
Y son, según la traza, dos lebreles.
- A Dios, á Dios, amigo,
Dijo el Zorro, que estoy muy ocupado;
Luégo hablaré co nti go
Para finalizar es te tratado.
El Gallo se quedó lleno de gloria,
Cantando en esta letra su victoria :
S·icmpre traboja en su daiio
El astuto enga1iadm· :
A un enga1i0 hay otl·o engwio,
A tm picata otro mayor 2 •
FÁBULA XV
El León y la Cabra.
Un señor León andaba como un perro
Del valle al m onte, de la selva al ccn·o,
-!)2-
Á caza, sin ha llar pelo ni lana 1 ,
Perd iendo la paciencia y la maflana.
Po1· un ri co esca r pado
Ve trepa r á una Cab ra á Jo encu mbrad o,
De modo que- parece que se em peüa
En hace r cree r al León que se despeila .
El pretender segu irla fuera en vano :
El cazado r ento nces co •·tesa no 2
La d ice : - Baja, baja, mi quer ida,
No busques precip icios a tu vida :
l~ n el valle frondoso
Pacerús á mi Jado con reposo .
-¡.Desde <' Uáod o, sc i1or, la real persona
Cu ida co n tanto am or de la barbo na 3 ·!
Esos hal agos tiernos
No so n por bien, apostaré los cuer nos.
Asf le rcspoocli U la astuta Cabl'a;
Y él se fué sin repl ica r palabra.
Lo plt(la la infcli:. con el pellejo,
Si toma sin examen el consejo.
FÁBULA "XVl
La Hach a y el Mang o.
Un homb re, que en el bosq ue se mintba ~
Con una ll ucha sin Mango, s uplicaba
-n-
Á los úr bolcs diesen la made ra 1
Que más sólida fueta,
Para hacerle un o l'u c rle y mu y durable.
Al punto la arbolc cla 1 innum e rabl e
Le cedió el acebuche . ) él con tento ,
Perfecc ionand o luego su in s trum ento,
De rama en rama va cortand o á gusto
Del al lo rob le el brazo más robusto.
Ya los árbo les todos recorría,
)' mi entras los mejores elegía,
Dij o la triste En cina al Fresno : l( Amigo,
¡ lnfcli; del qttc ay ud(L lÍ su enemig o! ))
FÁBULA XVll
FÁBULi\ XVIII
El Grajo vano 2.
FABULA XIX
. El Hombre y la -comadreja.
Así dec ía cierta Comadreja
Á un Homb re que la h abía aprisionadO :
-¿.Por qu 6 no me dejái R 2 ? ¿Os he yo dado
Mo ti vo de disgusto ni de queja?
¿No soy la que desvanes y rincones,
Tu casa toda, cual si fuese mía,
Cuidadosa reg is tro n och e y día ,
Para qu e vivas Jibl'C de ratones? -
-¡Gran flnéza por cier to!
E l Ho mbre respo ndi ó : pues di, ladrona,
Si tu glotone ría n o perdona
Ni á ratón vivo, ni á. cochino muerto,
Ni á cu anto gua rd an ruines despenseras,
¿,Cómo he de cr eer que tu cu id ado ap ura
Por mi bien los ratones? ¡Qué locu ra!
No ten dría yo malas tragaderas a :
Morirás. Y el astuto que pretenda
Vender como fineza lo que ha hecho
Sin mira1· á mas fin que cí. stt pmvecho,
Sabrá que hay en el mundo quien lo entie1tda.
FABULA XX
Batalla de las Comadrejas y los Ratones.
Venc id os los Ra ton es,
llufa n co n presteza
De una atroz 1 en emi ga
-OG-
Tropa de Comadrejas.
]llarchab a n con desorden,
Que, cuando el miedo 1·ein a,
Es la con fusión so la
El jefe que gobi"t'na.
Ll egaro n prcsut·osos
Á sus angostas cuevas,
Logmndo los soldados
Entrar á dums penas¡
Pero los cap itanes 1 ,
Que e n las estrec has puertas
Uu edaro n atascados
~ in ninguna def ensa,
A causa de un os cuer nos
Pues tos en las cabezas,
Pa ra se r de s us lropas
Vistos en la refriega,
Fuemn las desdichadas
Víctimas de la guerra;
Haciendo de sus cuc t·pos
Pasto las Comadrejas.
¡Cuántas veces los hombres
Distinciones anhelan,
Y suelen seJ· la causa
De sus desdicltascllas2J
Si Jlipiter dispm·c,
Sus rayos tí la tie1Ta,
Antes que á las cabtuias,
A los palacios y á las l01'1'CS llegcm.
FABULA XXI
El L eón y la Rana.
Una lób rega noc he silenciosa,
Iba un Leó n horroroso,
Con mesurado paso majesLuoso
Por una. selva: oyó una voz ruid osa,
- n-
Que co n to no m o l<'slo y co ntinuad o
Ll a ma ha la a lc nc iü n , y <Hill e l cuiJ a d o
Del reinanlr 1 a nim a l, {JU C no sab ía
De qué b e~ ti a fcr ol. qui zá saltlria
t\ {(U t' lla \'(JZ, q ue ta nto müs sonaba
Cuan lo m ús e n si le nc io tod o es ta ba.
Su Majes tad leo nesa
La :-;e lva toda registra r proc ura;
.\l as nada encuentra co n la noc he obscura, .
JI as ta qu e pudo ve r, ¡o h qu é sorpresa!
Que sal e de un esta nqu e, á la mai'iana,
La tal bes tia feroz, y e ra un a Rana.
Llamará. üt ate11ciú n de mucha y cnte
El chm·tatán con su mani a loca ¡
¡)fas ¡,qué l ogt•et, si al fin VCJ'li el prudente
Que no es sino una Uana, todo boca '!.?
FÁBULA XXll
FAI3ULA XXIIl
Los Navegantes.
FtÍBUL.\ XXIV
El Torrente:·y el Río.
Despeiiado un Torrente
De un encumbrado cerro 2 ,
Cara en una pei1a,
Y atro naba el r·ecinto co_11 su csll'u endo.
Seguido Oc ladrones
Un triste pasaj e ro ,
Desp reciando e l ruido,
Atr·avesó el raudal s in desaliento;
Que es comt.'ln en Jos homb res
Posefdos de l mi edo,
Para salvar la vida,
Exponerla tal vez á mayor ri esgo.
Ll ega ron los bandidos,
J>racticaron lo mcsmo 3
Que antes el cam in a nte,
Y fueron e n s u a lcance y seguimiento.
Encontró el mi se rable
De gilí á muy poco tr·echo
Un rfo caudaloso 4,
1. lt er u tlnl l'n~e lo~ rcfrnnc~; ne l•orfl 1 :J. Jlumo es \ulgar r nntlrun•lo; se
tr~hora!Jiw tut)Ortl .ru.thQrr<I;Noh«y dlrc mi1111o.
F.\BULA XXY
I•ABULA PIWI81U
FÁBULA ll
El Asno y el Lobo.
Un BulTO coj o vi''' qu e le segura
Un Lobo cazado r , y no pudi end o
llui1' de su en em igo, le decía :
- Amigo Lobo, yo me estoy muri end o :
Me acaban por instantes los dolores
- 105-
De este mn!Jito pi e de que coj eo :
Si yo no m e valiese d e he rradores,
No me vcria así co mo nw veo;
Y pues falkz t'n, sé ca ritativo:
S(lCame con lo s di <· ntrs (•s Le c lavo,
Muera yo s in Jolur lun t•xccs ivo,
Y có mcmc dC'spués d e ra bo ti. rab o.
- ¡Oh! dij o el cazado r co n ironía,
Contando con la presa ya en la mano,
No ·solamente sé la a nato min,
~in o que soy pe rfecto ci mj ano.
El caso es pa1·a rnf un a patamla 1;
La o peración no más qu e de un m o mt~ nto :
Ala rgu e bi e n la pala,
Y no se me acobarde, Lue n Ju mento.
Co n su cs tu ch p m o lar desenvainado
El nuevo profeso r ll ega al dolien te;
~la s éste lo cl ispa 1·a de co ntado
Una coz que le deja si u un diente.
Escapa el cojo; pero el tr iste he ri do
Ll omndo se quedó s u desventura .
<< ¡Ay infeliz de mf! bien merrciclo
FABULA lil
l'ÁlllJ LA JV
FÁBULA V
Un Asno disfrazado
Con un a grand e pie \ 2 d e León nndaba;
Pol' su temib le aspecto casi estaba
Desierto el bosque, solitario el prado .
Pero qui so el destino,
Que le li gase á ver desde el molin o
L;t punta de un a oreja el mol in ero.
Armado entonces d e un ga n ·ote fi ero,
Dale de palos, ll éva la á su casa ;
Di vú lgn.se al con lomo 3 lo r¡n P. pasa;
Ll egan todos á ver e n el in s ta n le
Al que ha h,an te mid o Leó n re in ante;
Y hacic ntl o mofa de s u idea necia,
Quien mils le res petó, más le desp recia.
Desde que oi del Asno cantal' esto,
Dos ocltnvos apue:;lo,
i es que J'ed1'0 FcJ'IUinde:. ' no $C deja
De amúu· con el dis(ra:. de caballero,
A vucltlLS del vestido y el sombrero :; ,
· Que le han de t•ct la puntn ele la oreja.
- 109-
FÁBULA VI
FÁBULA \'U
Los Cangrejos.
Los müs autol'ilados, los más viejos
])e todos los Cangrejo~,
Una gran asamblea celebraron.
Entre los graves puntos qu e trataron,
f.._ propuesta. de un docto presiden te,
Como resolu ción la más urgente,
Tomaron la que sigue : - pues que a l mundo
Estamos dando ejemplo sin segundo
E l más vil y grosero
En andar hacia ;lli'ÚS como el soguero 1 ;
Siendo cierto tambi én qu e los a ncianos,
Dm·os de pies y manos,
Causándonos los años pesadumbre ,
No podemos vencer nu es tra coStumbre :
Toda madre, desde este mi s mo instante,
Ha ele enseñar á andar hacia adelante
Á sus hijos; y dure la ense ñanza
ll asla quilar del mundo tal usanza.
- Garras á la ob ra ', dicen las macstms
Que se crefan diestras " :
Y sin dejar nin guno,
Ordenan á sus hijos uno (1 uno
Que muevan sus palitas blandamente
Hacia adelante sucesivamente.
- 111 -
FABULA Vlll
Las Ranas sedientas.
Dos Hanas qu e vivfa n junlam cnle,
En uu vera no a rdi e nte
~e quedaron en seco r n su laguna:
Sa ltand o aqu f y a llí, ll egó la una
.\..la orill a de un pozo .
Ll e na e nlo nce!:i de gozo,
Gritó it su co m pai1 cra :
- Ven y sa lla liger a.
Ll egó, y es ta ndo e ntra mbas á la orilla ,
No ta ndo co mo gra nde maravilla
Entre los agos tados 3 j un cos y heno
- 112-
EI rresco pozo casi de agua ll eno,
P¡•orrumpió la prim ero : - ¡,,\qué es pC' I'<un os,
Que no nos a l'l'oja mos
Al agua que apaciblr nos co nvida?
La seg unJa res pond e : - ln ad\•ertida ,
Yo te ngo igual d eseo ;
Pe ro pi enso y pn·vco
Qu e, aunque es fi1cil al pozo nu estra e ntrad a,
J.a. agua 1 , co n los ca lor es ex hal ada,
~egún vaya raltauúo,
Xos iL'<i dulcemente sepultando;
Y al ti e mpo que salir !->o li citc mos,
En la E~Li g ia laguna no s veremos.
Por consu ltar al uusto solamente,
Entra en la nctSa cl7Je::. i ncautamente;
Bl pfijaro sencillo en la 1·etl queda;
¡ Y en que ln:.os el ltom.ln·e no se em·etla!
FA~BULA JX
El Cuervo y el Zorro.
En la rama de un ár bol,
Bien urano y conten to,
Con un qursó en el pico
Estab\.1 el srf1or Cuervo.
Ocl olor atraft.!o
Un Zorro muy maestro,
Le dijo es tas pnlabras
- 1 13 -
Á poco m<'ts ó menos :
- Ten ga uste d bu nos dfas 1,
Sei1or Cuervo, mi dueil o :
¡Vaya! que cstú is donoso,
.\l ono, lindo en t•xlrc m o.
Yo no gasto li sonjas,
Y di go lo que sie nto,
Que si Ct Lu bella 1mza
CorrC'spondc el go t'j co,
Juro á la diosa Cct·rs,
~icndo tes ti go el cic lo,
Uu c tú sc ¡•;'ts el fén ix ~
De sus vastos impe ri os.
Al ofr un discut·so
Tan dulce y ha lag:ncilO,
nr vanidad ll evado
Quiso cantar e l Cuervo.
Abrió su n egro pic. o,
Dej ú cae r e l qu eso .
El muy astuto Zoi'I'O,
Des pu (·s de habe rl o presu J,
Le dijo : - Sc i1 or bobo,
Pu es sin o li'O a lim e nto
Qu ed:.ii s con alabanzas
Tan hin c had o y r e pl e to,
Di gC' r id las li so njas,
Mi en tras digie r o el queso .
Quien oye aduladorc,r;;,
NunclL CSJJCre otro p1'cmio.
FÁ BULA X
U n Cojo y un Picarón 4,
1\ un bue n Cojo un desco l'tés
Ins u ltó atl'evi(lamente:
-if!t-
Oyólo paci entemente
Continuando su carrera,
Cuando al so n de la coj era
Dijo e l otro : Una, dos, L1'es,
Cojo cs .
Oyó lo el Cojo; aqu! fuó 1
Dond e el buen hombre perdió
Los es tribos, pues le dió
Ta ntu cóle ra y la \ ira,
Que la mul eta le Li1·a,
Quedándose, ya se ve,
Sobre un pie .
- Sólo el no poder cor rer
Para darte el esca rmi ento ,
Dijo r l Cojo, es lo que sien to,
Que es te ma l no me ;.üormenta :
Porque ltl hombre sólo afrenta,
Lo que supo nw·ccer,
Pltd CCC1' .
FÁBULA XI
El Carretero y Hércules.
En un ato ll adero
El ca rro se a Lascó de Juan Rega iJa ' ;
Él á nada se mu eve ni se amaña,
- 1 15 -
Pero jura muy bi en : ¡ g t'an ca n·elero!
Á ll ércules invocó y r l dios le dice :
-A li gera In carga, ceja un tanto;
Quita ahora ese can lo;
¿Está?- Sf, le res ponde, ya lo hi ce .
- Pvcs en a rbola el láti go, y co n eso
Puedes ya ca min a r. - De esta ma nera,
Arreando ú la l\l ohin a y la Roncera,
Sali ó Jua n co n su cano del suceso 1 •
Si haces lo que estuviere de tu pa1'te,
J>ide al ciel o (aoo1· : ha de ayudw·tc 2 •
FÁBULA X II
La Zorra y e l Chivo.
Una Zorra cuzaba;
Y al segu ir á un gazapo,
Entre aquí se esca1 ull e, allí lo atrapo,
En un pozo cayó que al paso estaba.
Cuando m ás la afli gía su tl'istc7.a,
Por n o ha llar In infeli z salida aJguna ,
fi ó asomarse a l brocal por su fortuna
Del Chi vo padre la gentil cabeza.
-¡, Qué tal ? dijo el barbón,¿ la agua 3 es salada?
- Es tan dul ce, Lan fresca y deli ciosa,
Respondió Ja Raposa,
Que en el tal pozo estoy como encantada.
3. La ayua. Véa~e ht u ~;~la 1, ¡nig. 11:!.
- 116 -
AI agua e l Chi \'O se ar rojó sedi ento :
Mon la sobre él la Zor1;a, de manera
Que, haciendo de sus cuern os escalem,
Pilla el brocal y sale en el mo mento.
Quedó el pob re ato ll ado¡ cosa dura!
¿ lllas quién podrli ti la Zorra dar castigo
Cuando el hombre, aun d costa ele su amigo,
Del pclifJ1'0 mayor salir procura?
FÁBULA Xlll
FÁBULA XIV
FÁBULA XV
L a Mona y la Zorra.
En visita un a Mona
Co n un a Zo!Ta esln.ba cierto dfa,
Y as f ni mús ni meno s la 3 decfa. :
- P or mi fe qu e tenéis bell a persona"-,
Ga ll ardo tall e, ca ra place ntera,
Airosa en el anda r , como vos so la :
l .Serral/Q, IUf'llt en ¡¡ue los musul·¡l11mbit11 n ej~plo ... elc.,ron lucnal
wane• e ncil'rrun ~ r.111 nmJ<'ret. S!~Ó'f. : qnl'da de~lruido el •·erso.
11
:~~~~~ muchas \Pe:
edlclonn 110 pr~~J2~~~::;,:;;:e~~~~:~~~~~·~~:rv;b=~a
Sín·a
- ii8-
Y :í no se r tan disfol'me vuestra co la,
Ser!ais e n lo herm oso la primera.
Escuchad un co nsejo,
Que ha de ser á Jns dos muy importante :
Yo os la he de rOI'lU I', y lo restante
Me lo acomodaré po1· zagalejo 1.
Abrenuncio 2 , la Zorra le responde :
Es cosa para mf menos amarga
Bal'rer el suelo co n mi co la larga,
Que Yel'ia por pa1ia l bien sé yo donde.
JloJ' ingenioso que el necesitado
Sea para pedir al avm·icnto,
.nste sc1·á de supe1'iOI' tCLlcnto
Pam 1tcgcwse cí dar ele lo sobraclo.
FÁBULA XVI
La Gata mujer 3,
Zapaquilda la bella
Era Gala doncella
Muy l'ecatada, no menos hermosa :
Quel'fala su duc1io po1' esposa
Si Ve nu s cons inti ese,
Y en mujer á In. t: ata com•irLi ese.
De agradable manera
Vino en ello la dio&1. placentera;
Y ved á Zapaquilda en un instante
Uecha moza gallarda, rozagante.
Cclébrase la boda;
Estaba ya Ja sala nu pcial toda
De un lu cido co n curso coro nada;
La novia relamida, almidonada
Jun to al novio galán enamorado;
Todo bri ll antemente preparado;
Cuando quiso la diosa
Que ce r ca de la es posa
- 1[9 -
Pasase un ratoncillo de repe nte .
. -\1 punto qu e le ve, vi olenta mente,
,.\ pesar del concur!'IO y de su amante,
Salta, corre tras él, y éc hal c el guante.
Aunque clel valle humilde á la ctlt" cmnbre
Inconstante nos mude lct llo1·tuna,
La propensión del natural t:s W 1."
En todo estado, y más con la costumbre 1•
La Leona y el Oso.
Dcnll·o de un hosque obsc um y silencioso,
Co n un rugir co utinu o y es pa ntoso,
Que e n medio de la noc he reso naba,
Una Leona ú las ri eras inqui etaba.
Díce la 11 un Oso : - Escúcliame una cosa :
¿_ Qué tragedi a ho rrorosa ,
O qué sangr ienta guerra ,
Qué rayos, ó c¡ué plagas á la ti erra
Anun cia tu clam or desesperado
En el nombre de Júpiter airado?
- ¡Ah 1 mayo r ca usa ti enen mi s rugidos.
)'o , la más infeliz ele los nacidos,
¿ Cómo no mol'iré deses perada
Si me han robado el hij o~ ¡ ay desdi chada!
- 120 -
- ¡ ll ola ! ¿ co nqu r eso es Lodo?
Pues si se lam entasen de ese modo
Las madres de los muchos qu e devoms ,
Bu ena músi ca hubiera á todas hor as.
¡ \'aya! ¡ vaya! co nsu(·latc como ellas,
No nos q uite n el sucflo tu s querellas.
i desdichas y males
Vivimos condenados los mortales.
A cadet cual no obstante le parece,
Que de esta ley una cxcepciól11nCI'CCC .
. .-\ si nos conformam os con la pena,
No cuando es lJ1'0lJÚt, si cuando es ajena, 1•
FÁBU LA XVIII
FABU LA XIX
L a Ovej a y e l Ciervo.
Un celemín 4 de tri go
P idió á la Ovej a e l Cie rvo, y la tl cc fa :
-Si es qu e us ted de mi paga desco nfía,
.\. presc ntal· me obli go
Un fiad o1· desde lu ego,
Que no da rá luga r á tc ne l' qu eja .
-¿.Y q ui én es és te? pl'cgunló la Ü\'Cj a.
- Es un lobo a bonado, ll;mo y lego .
- 122-
- ¡ Un lobo! ya; mas hallo un embarn1.0 :
Si no tenéis más fin cas que él sus dientes,
Y tú los pies para escapa r vt~ li c nLes ,
¿A quién acudiré cumpl ido el plazo·?
Si, quit!n e.~ el que pide y sus fiadores,
Antes de dar p1·estado se examina,
Será menor, sin otra medicina,
La peste de los maLos pagadores.
FÁBULA XX
La A l forja.
En un a Alforja al hombro
Ll evo los vic ios;
Los ajenos delante,
Detrás los mios.
Esto hacen todos;
Asf ve n los aje n os,
Mas no los prop ios.
FÁBULA XXI
El Asno infeliz.
Yo conocl un Jumento 1
FÁBULA XXII
El J abalí y la Zorra.
Sus hot·r•iblcs culm illos aguzaba
Un Jabalí e n el tro nco de una encin a .
La Zorra , que vecina
Del an im al ce•·doso se miraba,
Le di ce : - Extrañ o el verte,
Siendo tú en paz se ñot· de la beUota.,
Cuando ningún contrari o Le alborota,
Qu e tus armas afiles d e esa su et•Le.
La fi era le •·esponde : - Tengo oído
Que en la paz se prepara el buen gue1Tero,
Asf co mo en la calma el marin ero,
Y que vale po1· do s el pnvcn.illo 2 •
l. f"11ert~. !'1~0,.: l'cll(jo, piel.
-!. Tamblfn ha)' olro rcfr.in ti Uf' tllrc : llom!,r-c oputiltifio, medio comb6Udo
- 124,-
FÁBULA XXIll
E l Perro y el Cocodrilo.
Be bi e nd o un }>e r ro en el Ni lo,
Al mi s mo ti e mp o co rría.
- Be be qu ie to, le d ec ía
Un taimad o Cocodril o.
Díj ole e l Pe l'l'o prud e nte :
- Da üoso es be be r y a ndar,
J~ e r o ¿.es san o e l agua rd a r
A q u ~ me c laves e l di e nte?
Oh ¡ quti docto Perro t'iejo!
Yo venero su sentir
En esto de no se[J ttir
Del enemigo el co nsejo.
liÁHULA XXIV
La Comadreja y lo s R atones.
Dé bil y fl aca c ierta Co ma dreja,
No pudi e ndo ya m ás de puro 1 vi ej a,
Ni cazaba , ni hac ía provis ion es
De a bundantes Halon es,
Como e n ti e mp os pasados,
Qu e e leg ía los ti ern os r cg~Llad os
Jla1·a cu bri r s u mesa.
ólo de ta rd e e n ta rd e hacia presa
En ta l cu a l, qu e pasaba mu y ce rca no,
Gotoso, pa ra lrti co 6 a nc ia n o.
1 . /~prtro, 111. arl\,ylllrubltln d ¡¡uro.
- 125 -
Obligada del hambre cie rt o día,
Urdió e l modo mejor co n que sald rfa
De m¡uella pobre s ituació n ha mbri enta 1 ,
Pu es la necesidad todo lo inventa 2 •
Esta vieja taimada
Métese entre la harina amo ntonada.
Alerta y co n cnutcla,
Cual sue le en la gar ita el ce ntin ela,
Espf'l'a ansiosa su feli z momento
PHI'il la ejecución del pr nsamiento.
Ll ega el Baló n s in conocer su ruina,
Y mete el hociqu ill o entre la harin a .
Entonces e lla le ec ha de repente
La ga rra al cue ll o y al hoc ico el Uiente.
Con es te nu evo a rdid tan o portuno
Se los iha t'm hu chand o de un o en un o;
Y (L mCJ'CCd de discurso tan ex trai• o
L o~l'ó sat.:a r s u tl'ipa tic mal ai1o.
1:-'s w1 {cli:. ingenio inlercsm1te :
Él nos ayuda, si el pocleJ· nos deja;
Y al ver lo que pasú á la Comadreja,
¿ Ouit!n no aau:m·á el suyo en adel ante?
El Lobo y e l Perro.
En bus('a do a lilll ento
ILa un Lobo mu y flaco y lllU) hambriento.
-126-
Encontró co n un Perro tan ¡•e ll en o,
Tan lu cio, sano y bueno ,
Que le dijo:- Yo extmño
Qu e es tés tl e tan bu en afio,
Corno se deja ve r por tu se mblante ;
Cuando á mr, más pujante,
Más osado y sagaz, mi tri ste suerte
!\l e ti ene hec ho ,. •trato de la muerte.
El Pe rro respondió : :....-- Sin duda alguna
Logra ¡'{ls, s i tú quieres, mi fortun a .
Deja el bosque y el prado,
Helírate á pob lado;
Se rvi¡•fts d e J)OI'Le r o
Á un rico CRba\l cro,
Sin otro afán ni mt'ts ocupac iones
Que d efend er la casa d e ladrones.
- Acepto desde luego tu partido
Que para mu cho más estoy curtido.
Asf me librarl' de la fa ti ga,
Á que el hamb1·e me obli ga,
De a ndar pol' montes sendereando peitas,
Trepautlo riscos y rompi en do breiHlS,
Sufri endo d e los ti em pos los ri go res,
Lluvias, ni eves, esc<U'chas y calores. -
Á paso dili ge nte
Marchaban juntos a mi gab lemente,
Tratando \'arios puntos de con fianza
Per tenec ientes á ll c nal' la panza t.
E:n esto e l Lobo po 1' algún r ece lo,
Que co'm enzó á turbarl e su co n suel o,
Mirando a l Perro dijo : - ll e r eparado 2
Que tien es el pescu ezo algo p elad o.
Dfme , ¿qué es eso? - Nada.
-Dímelo por tu vida , camarada. -
No es más que la sei1al de la cadena ;
Pero no me da pena,
Pues, aunque por inqui eto,
Á ella estoy suje to,
Me sueltan cuand o co m en mis se ilores.
Recí ben me á s us pi es de mil amores :
-127-
Ya me tiran el pan, ya la tajada,
~ 5 ~~~~ ~<~t1c~~a;:~~~ les desagrada :
Aqu él un hu eso poco descarnado;
Y aun un glotó n que Lodo se lo traga,
¡;_lo menos me hala ga,
Pasánd ome lo mano por e l lomo ;
Yo meneo la co la, call o y como.
-Todo eso es bueno, yo te lo confieso;
Pero por 11 n y ()OS lre tú es tás preso,
Jam<ÍS sales de casa,
No puedes ver lo que en el pueblo pasa.
¿ Es asf? pues, amigo,
La amada lib cl'k'ld c¡uc yo consigo,
No he de trocada de m anera alguna
Por tu abundante y próspe ra fortuna.
Marcha, maL"cha (t vivir enca rcelado;
No sercts envidi ado
De qui en pasea el campo libre mente,
Aunque tú comas tan glotonamente,
Pan, tajadas y hu esos, porque al cabo
No hay bocado en sa:;ón para ttn esclavo 1 •
l . 1\ l'ru¡!rde~l' l'l r<·frin t¡nl' llice : Jllist·a/e romer !/1"1111111 y 11brojo q11e traer
ru¡¡irolttll dQjn
LIBRO SEXTO
1' 11ÚLOGO
FÁBULA PRl~lERA
El Pastor y el Filósofo.
De los confusos pueblos apartado,
Un anciano Pastor vivió en su choza,
En el feliz estado en que se go.za,
Existir ni envidioso, ni envidiado 1 •
No turbó co n t·uidados la riqueza
A su tranquila vida 2;
Ni la extremada mrser a pobreza
Fu é del dichoso anc iano conoc ida.
Empleado en su labor gustosamente
Envejeci(J : sus ca n as , su exper iencia
Y su virtud le hi ciero n finalm ente
n cspc tabl e varón, homb re de cie ncia.
Voló su gra nlle !';.un a por el mundo,
Y ll evado de nu eva tan cxL!'afla,
A.ccrcllse un Filósofo profundo
Á la humilde cabai1a,
Y pregunltí a l Pastor: - Dímc, ¿en qué escuela
Te hi ciste sabio ? ¿Acaso Le ocupaste
FABULA ll
El Hombre y la Fantasma.
Un Joven licencioso
Se ha ll aba en un estado vcrgonzo!'io
Con sus ma les secretos L'etiratlo :
En solcdatl, doliente, exasperado,
Cavi la, ll ora, ca nta, jura, reza, .
Co n10 qui e n ha pcrdiJo la cabeza.
- ¡. Tr falta la salud·! Pues, caball ero,
De todo tu din e ro,.
Nob lr7.a, juven tu d y podc rro
Súbe te 1 qu e me rfo:
T•·ata de •·ccobral'ia, pues perdid a,
¿.De qué si rven lns bicocs de La vida?-
Todo esto una Fantasma 2 le previno,
Y a l instante se fué co mo se vino.
El enfe rm o se ('U ida, se repone,
Un nuevo plan de vida se propone.
En efecto se casa;
Cércan le los cuid¡¡dos de la casa,
Que se van aumenla nd o de hora en hora.
La mujer (Dios nos libre), gastadora,
Aun mucho más que rica,
Los hijos y las deudas multipli ca;
De modo que e l mal'id o,
Mús que nun ca abul'rido,
Se puso so bre un pie de cronomía,
Quc 1 estr ec h{tndnln más de día e n día,
Al fi n se c nl'iqucc ió con o pul e n c ia.
l.a Fantas nm le dice : - En m i co n c itlncia
Qn e Le veo ;tHHu·i l\ o romo C' l o t·o :
Ti C' nl's Lu rol'azón en e l teso ro 3 :
~lil' as so bre tu pt~¡; lt o acongojado
El puf! a l del ladnh1 enal'holado ~;
- 132 -
Las noches pasas en mortal desvelo,
Y¿ así, quieres vivir? .. ¡ c¡ué desconsuelo! -
El hombre, como caso milagroso,
Se transl'ot·mú Oc a\·aro en ambicioso.
Llegó dc nll'O de poco á la privanza:
¡ El seiiO I' don Dinero qué no alcanza 1 !
La Fantasma le muesl1'a claramente
Un falso confidente,
Cien traidores am igos,
Que quieren ~cr aulu1·es y testigos
De su · pronta carJa.
Hesué lvcse á dejar aque lla vida,
Y ya JcscngaiJado,
En los campos se mira retil'ado.
Busca ba los plácercs in ocentes
En las flores y frulas Jifc rcn les.
¿ Quiel'fm ustedes creer (esto me pasma)
Que aun allf le persigue la Fantasma?
- Los insectos, los hielos y los vientos,
Todos los clcmcnlos
Y las plagas de todas estaciones
Han de se r en el campo tus ladrones.
¿ Pu es adónde irá el pobre caball ero? .. ,
Digo que es un solemne nutjadcro
Todo aquel que pretende
\fivi1· en este mundo sin su duende.
FÁBULA lli
El Jabalí y e l Carnero.
De la rama de un árbol un Carnero
Dego llad o pcndfa;
En él á sangr e frfa
Cot'laba e l remangado cal'Oicero.
El rebtuio in ocente,
Qu e el trúgi co espectáculo mi raba,
De miedo ni pacfa, ni balaba.
-133-
Un Ja.ba1í gritó : - CO'harlle ge nte,
Que mirüi s la Ct~rnfvonl matanza 1,
¡.Cómo no os vengáis del enem igo·?
- Tcndr{l (di jo un Curnei'O) su castigo;
Mas n o de n uestra parte la venganza.
La piel, que an·anl'a co n sus propias manos,
Sirve para los pleitos y la b'llHru,
Las dos mayores plagas <.le la tierra,
Que afligen á los miseros humanos.
Apenas nos desuellan, se destina
Para hacer pergaminos 2 y tambo res :
Jltim cónw los hombres malltcchores
Lab1·an en su maldad su 1Jl'Dpia 1·ui1w.
I'Á BULA IV
No es tuyo, s in o mfo;
1t 1 mismo lo confi esa.
~li c nLI·as t•sto decía ,
El Callo libre vuela,
Y e n la co pa tl e un á1·bo l
Canta que se h1 s pe la.
El llaposo bul'iado
1-lu yó ¡ qui é n lo c reye ra!
Yo, pues , ci más de cuatro
Muy .::o1'ros en sus tretas ,
Jlor habla1' á destiempo,
L os v·i 7JC1·clc1·1a, ptcsrt.
li'JÍHULA V
El Filósofo y e l Rústico.
Ln. del alha scrfa
Lu. hora en e¡ u o un Fil óso fo salía
Á m editar ni campo so li tario,
En lo he rm oso y lo vari o
Qu e á la lu z d E' la aurora nos e nsc ila
Naturaleza, entonces mú s r isuC'im.
llislmfdo, sin senda caminaba,
Cuando llegó á un co i'Lij o, dond e cslaha
Con un martill o el Hústico e n la m ano,
En la Oll'a un milan o,
Y so bre una po¡•L;.Hi l escale ra .
- ¿.Qué haces d e esa man e l'a ?
El Fil úsoro dij o .
- 135-
-Castigar ú un ladrón de mi cortijo,
Qu(' e n mi co l'l'al ha h{'c ho m;ls des trozos,
Que tod os ¡,,s liulrunes en Torozos.
Le davn Pn la pared ... ya estoy co ntento ...
Sirve á toda tu 1·aza de esca rmi ento .
-El matad or es di"no de la mu e!'Le,
El Sabio dij o : mas si de esa suerte
El milan o JllC I'CCC se r tratado,
¿ De qué modo será bien castigado
El hombre sangui nari o, cuy os dientes
Devoran ú infinitos inocentes,
Y cuenta co mo mrse t·n. su vid n,
Si no hace de cachtvc t·cs com ida?
Y aun tú , que ilSí castigas los de litos,
Ce nadas anoc he tus pollitos 1 •
- Al mundo le e nco n tramos de este mOdo,
Dijo airado el patá n 2 ; y sobre lodo,
Si lo mi smo son hombl'es que milanos,
Guárdese no le pill r entre mi s manos.
E l Sabio se dejó de refl ex iones.
Al tirano le ofenden las ?'a.::;ones,
Que demucst1'an su otgullo y timnia :
,1/'ientJ-.as 1J01' su sentencia cada dia
Muere (viviendo Cl mismo impunemente)
l'ot meno1·es delitos otra gente.
FÁB ULA VI
La Pava y la Hormiga.
Al sa lir con las y un tas
Los c riado s de Pedro ,
El corral se dejaron
De par e n par ubie 1·lo.
Todos los pav ipoll os
Co n su mad re se fu ero n,
Aquí y allí pi ca ntl o
- 13 6 -
ll a~Ha el cercano otero 1•
1. Our11, <'l'rro QlH' domin~ un ll~no.l ''i~se la unt:. '!, 1•~¡¡-. ~.y
~e d<'rln de ottor, \l'rbo muy nnlii!UO In '!.Polluelo.
not11 1, ll~!(- 133
FÁBULA 1"11
El Enfermo y la Vision.
- « ¡Con que de tus r celas exqu isitas
(Un enfermo exclamó) ninguna alcanza!
El médico se ful' sin esperanza,
Contando por los do<.los sus vis itas. ,,
As[ desc ngait:.ulo,
Y creciendo por horas su dolencia,
De este modo examina su concien cia :
- 138 -
- \( En todos mis contratos he logrado
(No lo niego ) ga nan c ia muy scg um:
Trabajt· e n c<.~ l c ular mi s intereses.
AunH'nlé mi caudal r n potas mcsrs,
Más por felicitlad qur por usura.
Sin rrnCOI' ni mali cia
lli cc que ú mi de ud or pusiese n preso :
Muri ó po lwe e n la cárce l, lo con fi eso¡
Mas en fin es un hecho de justicia.
Si (lOr ci crlo instrum ento 1
H.edujc una famili a mu y hcmrada
.l pohrcza extre mada ,
Al gún día lecr<i n mi tes tam ento .
Entonces, mu erto ~·o, se hadt patente
En la ti erra , lo mi s nw que en rl ciclo,
Para ;i\ivi o d e po brr!-l y co n sue lo,
Mi ca ridad arllicntr. "
Una Yi siún se nccn·a, y dice : - ll er mano ,
La espe ranza co nJ cno
De l qu e aguarda {t morir para ser hu c no :
Una acción d e pie dad c!it~t en tu mano.
Tu s prój im os, según s us oracion es,
Es tán neces itados :
Pa1·a S(' r I'C' med iad os
Han mc ncs le 1· s iqui e 1·a eic n doblones'·
-¡Cien doblon es ! ¡No es nada!
Y s i, porqu e Di os {1ui e1'il, no m e murro.
"'1' tl es pu (•s me ho.t·c l'alta ese dinero,
¿.Seda cal'idad Li t• n ordenada?
-Ava ro ¡.le r es is tes'! l'u esa l cal)u
Te anuncio que lu mu ert e está ce r ca na.
-¿M e muoro ?. .. Pu es qu e es per en [l maflana.
La Visión se volvió s in un oc havo a. "
-1:19-
FÁBULA Vlli
El Camello y la Pulga.
Al que oste nta va limiento,
Cuando su poder es tal
Qu e ni influ ye en bien n.i e n mal ,
Le quiero co ntar un cuen to.
En una larga joi·nada
Un Camello 1 muy cargado
Exclamó, ya fatigado :
,, ¡Oh qué carga tan pesada! 11
t. ron ¡~rdún. ~e uta Ula fúrmula corl~l , cuando su cita algun11 palab ra ó ro~•
de&l.l~radabh.•s ,
llliii iOUitUICS, CIC.
- i 'l- 1 -
Quizi¡ no matarán ta n prontamente;
Pe ro á mí , que soy bueno so lam ente
Para pasto del hombre ... no lo Judo,
Mai1:ula co me1·án de mi menudo 1 •
Á Di os, pocilga, :.'L Dios, gamel la mía.
SulilmenLc su muerte prcvefa;
¿Mas, qué log ,·aba el pe nsador Marran o?
Nad d, si no sentirl a de ante ma no .
El dolo1· ni los ayes es segw·o
Qlle no remecliardn el mal futw·o.
FÁBULA X
F.\ BUL.\ XI
La Muerte.
Pensaba en elegir la reina :\fuerte
Un ministro de Esla.do 1 •
Le quería ele sue rte
Que hiciese fl oreciente su rein ado.
-El Tabardillo, Gotu, Pulm onía,
Y todas ln s demás cn fcnn cdades,
Yo conozco, dedn,
Que tienen ex.ce le ntes calidad rs.
MtLs¡, qué imp orta'! La Peste 2 , por ejemp lo,
Un mini stro sería s in segun d o ;
Per o ya por intilil la contemplo
Habiendo tanto m éd ico e n e l mundo.
- 1'~:3-
FABULA Xll
El Amor y la Locura .
ll abicndo la Loc ura
Co n el Amor l'rü id o,
Dejó c iego de un go lpe
Al miserable nii10 .
\'en ganza pide a l cie lo
Ye nus, i m as ,·on qué gritos!
Era madre y espnsa,
Co n esto queda dicho.
Qucréllasc {L los dioses
Prese nta ndo á su hij o :
- ¿ Oc qu é s irve n las fl ec has,
De qué e l arco ú Cupido,
Fallándo le la vista,
Para asrstar sus tiros'!
Quflc nsc lc las a las,
·y aque l a rdi r ntc ciri o,
Si tí. su !m. S(' l' no pueden
Sus vue los dirigidos.-
Atendiendo á que el Ciego
Siguiese ~u ejucicio,
- J'f.'t. -
Y á que la delincuente
Tuvi ese su castigo,
Júpiter, pl'csidentc
De la asamiJiea, dijo :
- Ordeno á la Locura
Desde este instcmte mismo,
Que elcrnamenlc sea
De .\mm•clla;;arillo •.
t.l.a:;a,.jllu, \ta<cla nutn 1.¡•:11(.::1:1.
LIBHO S J~PTIMO
FABULA PHIMERA
El Raposo enfermo.
FABULA TI
L as Exequias de la Leona.
En :;u regia ~ave rna, inconsolable,
El rey Leó n yac f<l 1,
Porque en el 1nis mo dia
Murió (¡ cru el dolor !) su esposa amab le.
1\ palacio la GO rl e toda ll ega,
Y en fúnebre aparato se co ngrega.
En la cóncava gruta resonaba
Del triste rey el doloroso llanto.
Allí los cortesanos entre tanto
También gcnllan, porque el rey lloraba ;
Que si el viudo monarca se riet·a,
La co rte lisonj era
Trocara e n risa el lam entab le paso.
Perdone la Jifunl.a, voy a l caso.
Entre tanto so ll ozo
El Ciei'Vo no' llomba (yo lo creo),
P01·que lleno de gozo
Miraba ya cumplido su deseo.
La tal reina le habla devorado
Un hij o y la muj er al desdichado.
El Ciervo, en ri n , no llora;
t. l'11rtr, \Crbo irrq¡ulnr,hUl'f.'l'llt'l¡fro'tl'Ulo."dcindlciltivu. IJ(J::>!JU0 [!Cr<f tumhll!n
.eencucntrn laf<muoyn90
- 148 -
El concurso lo adv ierte,
El monarca Jo sabe, y en la hora
Ül'dena co n furor darle la muerte.
- ¿ Cómo podrt'> ll orar, e l Ciervo dijo,
Si ape nas puedo hablar de r egoc ij o·?
Ya disfruta, gra n rey, más venturosa
Los elfseos campos vuestra esposa :
,\l e lo ha. revelado á la venida,
.\l uy cerca de la gruta, aparecida :
Me mandó lo callase a lgún m om ento t,
Porque gus ta mostréis e l sentim iento. -
Dij o asf, y e l co ncurso cor tesano
Aclamó por milagro la patra1ia :!,
El Cier vo co nsigui ó que el sobe ran o
Cam biase en am is tad su ll e m saña.
Los que en la indignación lum, incurl'ido
De los grandes smiores,
A veces su favor han conseguido
Con SCI' adulaclores.
Mas no por esto advierto
Que el medio sea justo; pues es cierto
Que li más tn•incipes viC'ia
La adulación SCJ'IJil, que la malicia.
PABULA lli
FÁBULA IV
El Buho y el Hombre.
FÁBULA V
La Mona.
Subi6 una ~I OIHl á un nog¡t\
Y cogiend o una nu ez verde,
En la cásca ra la. muerde;
Con que la 1 s up o mu y mal.
Al'l'ojóla el animal,
Y se quedó si n co mer.
1 /.11 cu lul!:or tiC /11 . \\l u~c nula 1, ¡1ág. 31:.
-152-
Asi suele suceder
..f quien :;u empresa abandona,
Po1·que halla, como la Mona,
A l p1·incipio que rcncet· .
· FÁBULA VJ
Esopo y un Ateniense.
Cercado d e muchac hos,
Y jugando á las nu eces,
Estaba el viejo Esopo
Más qu e todos a leg re.
- ¡Ah pob re ! ¡ ya chochea!
Le dijo un Ateni ense .
En r esp ucs la el An cia no
Coge un m·co qu e ti en e
La cuenta floj a, y dice :
- Ea, si es que lo cnticnclcs,
Dime, ¡,qut! signillca
El arco d e esta s Ucl'tc? -
Lo exa mina el de Atena s,
Pi ensa, cavila, vuelve,
Y se rati ga en vano,
Pu es qu e no lo co mprende . ...
El Fri gio 1 victo ri oso
Le dij o: - Atni go, adv ierte ,
Que rompe rás e l arco
Si está tirante sie mpre :
Si fl ojo, ha de se rvirte,
J. E.-)JHl cna orlumlu t.le t'rl~IA.
-153-
Cuando Lú lo quisieres.
Si al ánimo estudioso
Alylin t'CCI'~O dieren,
VolvcJ'(i ri sus tareas
Mucho más titilmente.
FÁBULA Yll
Demetrio y Menandro.
Si te falta el buen 11ombre,
Fabio en vano p1·esumes
Que en el mundo te tcngcm pOI' g1•anclc 1 hom.bre
Si más que pm· tus galas y pe1'{tmlCs.
Dc m ctrio e l fa !cri an o 2 so apodera
De AlentlS ¡ y aun qu e fué con tiranía,
De agradable manera
Los del vulgo le aclaman á porfía.
Los grandes y los ~o bies distinguidos
Con fin gid o placer la mano besan
Qu e los tiene oprimidos .
Aun á los que en rl ocio se embelesan,
Y á la poltrona gen te
Los a rrastra el temor al cump limi ento :
Con e ll os va Me n and ro juntamen te,
Dram útico esc ritor de gra n talento,
Cuyas obras leyó, sin conocerle,
De m e tri o. Co n perfumes olor osos
Y pasos a fec tados en tra : al ve d e
Ll egtu· entre los tardos per ezosos,
El nuevo arconte 3 p!'O I' r u mpió e n oja do :
-¿.Co n qu6 va lo r se pon e en mi prese ncia
Ese hom bre a fem in ado '?
- SCiior, le r es pondi ó In concurre n c ia,
Es Mcnand ro, e l autor . - Al punto muda
De sembla nte el tirano :
Al escri tor salu da,
Y co n grata expresiú n le da la mano.
- 1:.> '.. -
FÁBULA VIII
Las H ormigas.
Lo que hoy las hormi gas son,
Eran los hombres anlaflo :
l) e lo prop io y de lo ex trail o
ll acian s u provisión.
Júpiter, qut: ta l pasión
Notó de siglos a11·tts,
No pudiendo agua ntna· mús.
En Hormi gas los trunsforma.
15/los mttdet!'on de fotnw.
¡. Y ele cos tumbres? Jamás .
FÁBULA IX
L os Gatos escrupulosos.
~'- las once, y aun mús de la m;_uiana,
La corinera Ju ana,
Co n pa·etexlo dC' hablar á la vecina,
Se sale, cierra, y deja en la coc in a
A Micifuf y Zapir6n hambri entos .
Al punto (pues no gastan cumplimientos
f:atos en ha mbrecidos)
Se avanzan á probar de los cocidos.
- ¡ Fú, dijo Zapirón, maldita olla!
¡ Cómo abrasa! Veamos esa po lla
Que está en e l asador lejos del fuego. -
Ya ta mbi én escaldado, desd-e l uego
Se arrima Micifu.f, y en un inst.._1.nte
;\lucs tra cada trin cha nte 1
Que en el arte cisor ia \sin gran pena,
- t:):.;-
Pudiera dar lecc iones á Vi ll ena.
Concluido el asu nto,
El sc il o r Mici{uf tocó es te punto :
Ut1·wn 1, si se podfa ó no en co nciencia
Com et· el asador. - ¡Oh qu é demen cia!
(Exclamó Zapirún en altos gritos}
¡Come ter e l mayor de los delitos!
¿.Nn sabes que e l herre ro
ll a ll evado por (• \ mucho din ero,
\'qu e, si bien la cosa se exa mina,
Entre la baterla de cocina 2
No hay un mu ebl e más se ri o y respeta ble?
Tu pas iún te ha engaflad o, mis erabl e . -
Micifu{ en efecto
Abandonó el proyec to;
Pues e ran Jos dos r:ato s
Oc sue rte tim oratos
Que si el di ab lo, tentando sus pasiones,
Les pusiese asadores ;i mill on es,
(No hahlo yo dr lc:ts pollas} l• me engaf10,
Ó no co mi emn unn en todo el afio.
DE OTilO M0 1)0.
FÁBULA XI
La Paloma.
Un pozo pintado vió
Una paloma sed ien ta 2 :
Tirúse á t'·l lan violenta ,
Que contra la tabla dió :
Del golp e al s uelo cayó,
Y allí mu cl'l' de tont.:1.do .
De Stt ltpctito yttütdo,
POI' no consullar al juicio,
Asi 'lmelt' al precipicio
El hombre desenfrenado.
FÁBULA Xll
El Chivo afeitado.
- Vaya una quisicosa :
Si aciertas, Juao a h ermosa,
Cuál es el animal más presumido,
Que mbia por hacerse distinguido
- J58-
Entre sus semejan tes,
Te he tle regular un pa1· de guantes.
No es el pav,Jn ',ni el gallo,
Ni el leó n, ni el caba llo,
r así no me ratigues co n de ma nda s. -
¿.Será ta l vez ... el mono·! - Cerca le an das. -
¿. El mi co'?- Que te quemas:
Pero no accr ta rús; no, no lo temas :
])éjalo, n o te canses el caletre
Yo Le dirt· cuúl es : el Petimetre 2 •
Este vano orgull oso
Pi et•J.e ti empo. doblones y reposo
En hace r di stinguida su fi gura.
No p;Ha en lo s adom os su loc ura :
ll acc es tudi o de ges tos y de acc ion es
A costa de violentas co ntors iones.
l)c perfumes va s iempre p reven id o :
l\' o quiere ole r á h ombre ni en .dcscuido 3 •
Qu e mire, marche (, ha iJi c,
En todo busca hace rse 1'enuu·ca1Ac . "'
\' ¿.qut'· co nsigue? Lo que todo nerio:
Cuanto más se di s tin gue, más desprecio.
En la hi sto ria siguie nte yo m e fund o:
Un Chivo, co •no mu chos en el mundo,
\"an o extremadam e nte,
Se mira ba al espejo de una fuente.
- (( ¡ Qut'· liis tima , decía, .
Que es té mi juvrntud y lm·.anfa
Por sie mpre di sfra zada
Debajo de esta barba lu n poblada !
Y ¿cuándo? cuand o en todas las nacion es
.No ti en e n ni aun bi go tes los varones;
Pues ya cuc nli.1n qu e so n los m osco vita s:;,
Si barbones aye r. hoy se i1 orita s.
¡ Qut- cabr un os estil os tan groseros!
Á bien que es toy en ti e r ra tl e barh e1·os. n -
La hi sto ria fu é en Te tu ün, y Lodo el día
l.a ha rl.H.:: ril guita rra se sr ntía.
-150-
~1 Chivo fu é g~li ado de su tono t
A la li e nd a dC' un m on o,
Bal'bcrill o afamad o,
Qu e afeiLtj al sei10 rito de co ntad o.
Sale barbilampiño:! á la campai•a;
Al ver una figura tan cxLra iHL,
No hub o pen o ni gato ·
Qu e n o le hi cie r a burla ul mentecato.
Los chi\'OS le desprec ia n, de man em
Qu e no hay más que decir(¡ qukn lo CI'Cyera !)
Un res petabl e Macho
Dicen que se ri cí co mo un muchado.
LIBRO OCTAVO
FAilULA PH IMERA
El N aufragio de Simónides.
Á ~LIS.\
FÁBULA 11
E l Filósofo y la Pulga.
:\led ilan do á sus solas cierto dlu,
Un pen sador Filósofo, d ecía :
e( - El jru·di n adornado de mil ll ores ,
Y difCI'Cnles árboles ma yo r es,
Con su fruta sabrosa en riquec id os,
Tal vez entretejidos
Con la frond osa vid que se derrama
Por una y otra rama,
Mostrand o á todos lados
Las pel'as y racimos desgajados,
Es cosa destinada solamente
Para que la disfruten lib¡·emente
La o¡·uga, el caraco l, la mariposa :
Ne se persuaden ell os otra cosa.
Los pújaros sin cuento,
Burlándose del viento,
P or los aires si n ducüo van girand o.
El milano cazand o
Saca la co nsecuencia :
Para mf Jos cl'i ó la Providencia.
El can grejo, en la playa envan ecid o,
Mira los anchos mares, persuadido 1
Á que las olas ti ene n por e mpleo
Sólo satisfacerle su deseo ;
Pues cree que van y vienen tantas veces
P or dejarle en la orilla ciertos peces.
No hay, prosi gu e el Filósofo pl'ofundo,
Anima l s in or gull o en este mundo :
El hombr e sola mente
Pu ede en esto a labarse justamente.
Cuando yo me co ntemp lo colocado
En la ci ma de un risco agigantado,
Imag ino que si 1·vc {t mi perso na
Tod o el có n cavo cic lo de co r ona.
\ 'en á mi s pies los mares espac iosos,
, . Jos bosques umbrosos
l.l'tnuadítlo d. Seria mejor J>er~rwdill o d~fJUe.
-103-
Poblndos de animales diferentes:
Las escamosas gentes 1,
Los brutos, y las licl'i.IS
Y las aves lige ras,
Y cuanto tiene aliento
En la ti erra, en el agua y en el viento;
·y digo finUlm ente : Lodo es mfa;
¡ Oh gra ndeza del hombre y podcrro! "
Una Pulga que oyó con gran cachaza
Al Filósofo maza t
Dijo : - Cuando me mi1'0 en tu s nari ces,
Como tú sobre el ri sco qu e nos dices,
Y co nte mpl o á mis pi es aquel ins tante 3
Nada me n os que al hombre domina n te,
Que manda en cunnlo encierra
El :1guu , viento y ti erra,
Y qu e r l ta l pode roso ca ballero
De alimento me sirve cuando quiero ,
Concluyo finalm ente: lodo es mfo;
¡Oh grand eza de Pulga y podc rfo!
Así dijo , y sa ltando, se le ausenta'·
De este modo se a(rcnl(L
;lun al más JJoderoso,
Cuando se muestrct vano y orgulloso.
- 164 -
FABUL.\ lli
FÁBULA IV
El Filóso fo y el Faisán .
Ll evado de la du lce mc lodia
Del c[tntico va 1·iado y de li c ioso,
Que en un bosque frond oso
Las aves fo 1·man saludando a l clia,
Entró cie rta matian tt
Un Sabio en los dominios úc Diana.
Sus pasos esparcie 1'on el es pan Lo
En la agradable cst;mcia :
fn terrümpcse e l canto;
Las aves vuela n á mayor distancia;
Todos los animales, asustados,
Huyen delante de é l precipitados;
Y el Fil ósofo queda
Con un triste silenc io en la arboleda.
Marc ha co n cauto paso O(' ult.:tm e nte,
J)escubre sobl'c un fu·bo l emine nte
¡{ un Faisán rodC'aclo de su crf<J,
Que con amor matcr·no l it r dccfa :
r. /~1 in<'orr. \'l!ucnoro 1, ro(i¡~. :tt;
- I GG-
- llij os m ros, pu es ya qu e en mi s leccionf'S
Largam ente os habl é de los milan os,
])e los hu ilrcs y hal cones,
Hoy hemos de t r al..'l l' de l os humanos.
La ovej a en lec h e y lana
Da abri go y alim ento
Para la ra1.a humana;
) " en agrad ec imi ento
Á tan gra n bi enh ech ora,
xal:~~~j~l' l:l~:~~~~l~~~su~op~n·t~ll :scvora.
ArtiO ciosamente,
La 1 r oba , co me, vend e sus caud ales,
Y la ~ ma ta e n ej érci tos su ge nte .
¡.Qué r eco mp en sa <' 11 suma
Co nsigue al nn el gan so mi se rabl e
P or el precioso bi en in co mparable
3
De ay ud ar á las cien cias e n !';U plum a ?
Le da muerte temprana el h ombre in gr ulo
Y hace de s u ca dáver un gr an pla to.
Y pues qu e los human os so n peo res
Qu e mil an os y a zores,
Y qu toda pc L'VCL'Sa cri atura ,
Huiréis co n horror d e s u figura. -
Asf cha rl ó 4 , y el homb re se prese nta .
- Ése es, grita la maUre; y a l iust..'lntc
La fa mili a vo la nte
Se desprende de l (¡rbol y se a use nta.
¡ Oh rú mo habl ó el Fa isan 1 ¡ Mas, que dijera,
El fil óso fo ex clama , si sttpiCI'a
Que en sus PJ'01'ios hel'man.os
Ln ingmtitud ejercen los humanos !
- 1/i l -
FABULA Y
FÁB LA VI
El Murciélago y la Comadreja.
Cayó sin sab er có mo
Un Murciélago á ti erra.
Al ins tante le a trap a
La lis ta Comadreja .
Clama ba el desdi chado _
Vi end o su muerte ce rca.
Ella le di ce : -Muere,
Que por 11\lluraleza
Soy morta l enemiga
Oc todo cuanto vu ela. -
El avec hu cho ' grita,
Y mil veces protes ta
Que él es ratún, cual todos
Los de su descend en cia.
Co n cslo (¡ qué fortun a !)
El preso se liberta .
Pasado ciert o ti empo,
No sé de qu é man era,
Seg unda vez le pilla :
1~ 1 nu evam ente ru ega ;
¡\las ell a le r es pond e
Qu e Júpiter la ordena
Tenga paz co n las aves,
Con los ra tones guerra.
- ¿Soy yo ratón acaso ?
Yo creo qu e es tás c iega.
¿. Quie res ve r có mo vu elo? -
En efecto, le deja,
Y á merced de s u in ge ni o,
-169-
Libre el pájaro ' vuela.
Aqui aprendió de Esopo.
La gente marinera,
JlurciClagos que fingen
Pasapo1·tc y bandera.
No importa que haya pocos
Ingleses comad1·cjas :
Tal vez puede de un 1·iesgo
Sacarnos una t1'eta.
FÁBULA VII
L a Mariposa y el Caracol.
Aunque te haya elevado la fortuna
Desde el polvo á los cuernos de luna,
Si hablas, Fabio, a l humilde con desprecio,
Tanto como eres b'Ta nde, serás necio .
j QLlé! ¿ te il'l' itas ·¡¿te ofende mi lenguaj e?
- No se habla de ese modo ú un personaje .
-Pues haz cuenta, scf10 1', que no me oiste,
Y escucha á. un Caracol : vaya de chiste.
En un be ll o jm·dfn cierta maJiana,
Se puso muy ufana
Sobre la blanca rosa
Una recién nacida Ma1·iposu.
El sol rcsplande('iente
Desde su clal'o nl'icnte
- !iO -
Los ray o ~ espan·ra :
Ella á su luz las alas extendía ,
ólo por qu e e nvidia se n su s co lores
Manchadas aves y pinl_a das fl ores 1 •
Esta vana , p reciada de bell eza,
Al volver la cabeza
Vi ó mu y c~ rca de s i so bl'e un a rama
Á un pa nl o Ca r aco l. La bella dam a
J_rritada cxcl~m ú : - ¿,Cómo, grosero.
A mi lad o Le acer cas'! .Jardin er o,
¿De qu é sirve qu e tengas co n cuidad o
El jardfn cultivado,
Y guard e Lu desvelo
La ri ca fruta d el rigor del hi elo,
Y los ti ernos b oton es de las plantas,
Si ensu cia y com e todo cuanto plantas,
Este vil Caracol d e baj a es fera?
Ú mfttal e al ins tante, ó vaya fu era.
- Qui en ahora Le oyese,
Si no te con ociese,
Respondi ó el Caracol, en mi con cien cin
Qu e pudi era tembl ar en tu presen cia .
Mas dí me, misHabl e rri atura,
Que acabas de salir de la basura,
¿Puedes n egar que aun n o hare cuatro días
Qu e gustosa so \ras,
Com o humild e repLil andar co nmi go,
Y yo Le hacía h on or en se r tu ami go?
¿No es tambi (: n evid ente ,
Qu e et·es por línea r erta desce ndi ente
De lus Oru gas:!, pobres hilandero s 3,
Qu e mirándo se e n cu ero s,
De sus tripas hilaban y tejfan
Un fardo en qu e el im·iemo se melfan ,
Como tú le has m etid o,
Y aun no hace cua tro dfas qu e has salid o.
Pues si és te fu é tu ori gen y tu casa ,
-171-
¿, Por c¡ué lu ventolera se propasa
Á despreciar á un Camcol honrado'?-
El que tiene de vidrio su lcjculo 1
.. Esto logra de bueno
Con tim1· las pcclmclas al ajeno.
l'JÍBULA Vllf
Los dos T itiriteros !!.
Todo el pueb lo admirad o
Es taba en una pl aza nmontonado,
·y en medi o se empi naba un Titerero
Ensetiantl o un a bolsa sin dinero ;
- Pase de mano en ma no, les decfa :
Señores, n o hay enga ño, es tá vacra. -
Se la vuelven, la sop la, y al m omento
Derrama pesos duros, ¡qué portento!
Leván tase un mu rmu ll o de repente,
Cuando ven por encima de la gcn tP.
Otro Titiritero á co mpete ncia .
Queda e n expec tación la co n currencia
Con silencio profundo ;
Cesó el prim e r o, y empezó el segund o.
Presenta de li co r unas botellas:
Al gun os se a l'l'ojai'O D hacia ell as ,
Y al punto las hall aro n transformaJas
En sangrienlas espadas.
Muestm un par de bolsillos de doblones :
Dos pe 1·so nas, s in duda dos lad ron es,
Les echaron la garra muy ufan os,
Y se ven dos co rd eles en sus man os.
Á un r clato1' cargado d e p1·ocesos
Una letra le ensci1a d e mil pesos.
Sop le usted : sop la el hombre ap resurado,
Y le cim·ra los labios un candado .
Á un abate 3 arrimad o á su co ,·Lejo
Le presenla un espej o,
- Jl2-
Y al mirar su r etrato pP.regt·ino,
Se vió co n las orejas de pollino.
A un san tero 1 le manda
Que se acerque: le pi ll a la demanda!,
Y a ll á, co n sus hochizos,
La co nvirti ó en merienda de chorizos.
A un joven d esenv uelto y r ozagante
Le rega la un diamante :
Es te le dió á su dama, y en el punto
Pálido se quedó co mo un difunto,
Hem mús, s in n<Jrices y sin di e ntes;
Al\1 fu6 la r echifla de \us gentes,
La burla y la chaco la.
El primer Tite rero se albOI'Ota.
Dice po r el segu ndo con denu edo :
- Ese hombre ti e ne un diablo en cada dedo,
Pues n o enc ierran vi 1·Lud tan peregrina
Los polvos de la mad re Celestina 3 ;
Que declare su nombre. -
El conc urso lo pide, y el buen hombre
Entonces, mtí.s modesto que un novicio,
Dij o : No soy el diablo, sino el vicio .
F.\BULA IX
El Raposo y el Perro .
De un modo muy afable y amistoso,
El i\lasLrn de un pustor con un B.aposo
Se so lía juntar algunos ra tos,
-173-
Como tal vez los penos y los gatos 1
r:~~~~ ~~~~J~~~~
LIBHO 1
0NO
FÁBULA PlliMERA
FÁBULA 11
La Danza pastoril.
Á. la som bra que o frece
Un gran pei1ún tajado,
-1.76-
P or cuyo pi e co rría
Un arroy uelo man so,
So fol'rllab a en estío
Un tlrli cioso prado.
Los árboles silvestres
Aqul y ulll plunlud os,
El sue lo siempre verde
De mil fl o ~es.se mbmd o,
l'll ús agr·adnble hacian
E\lu •ar solilario .
Contento en él pasaba
La siesta, recostaJo
Debaj o lir una e ncina,
Con el a l bogue, Bato 1.
Al so n de s us tonadas
Los pasto res ce rcanos,
Sin olvitl ar algunos
La gua1·da del ga nado.
Descendfan li geros 2
Desde la sierra al llano.
Las hones ta s zagalas,
Según iban llegando,
Bai laba n lindamente,
Asidas de las ma nos,
En torno de la encina
Donde tocaba Bato.
De las e pesas mmas
Se vera colgando
Una guirnalda bella
De r osas y a maa·anto.
La fi es ta presi dfa
Un mayo l'ul anc iano :
Y ya qu e el regoc ijo
Bas tó pam desca nso,
Antes que se volviesen
Al eg res al r ebañ o,
El vi ej o presidente
Con s u co rvo cayado
Al canzó la guimalda,
-'117-
Que penclra de l {trbo l,
Y co •·o n6 co n ella
Los cnbe llos dorados
De la ge ntil zagala,
Qu e co n se nc ill o ag rado
Supo ganar á toda s
En modes ti a y r eca to.
Si la viNucl p7·cmiaran
Algunos cortesanos,
Yo seque no lmi1·ia
Desde la co1·tc al campo.
]rÁBULA 111
FÁBULA IV
La Moda.
Dcr.; pués de h¡¡ber corrido
Cie rto danumte Mono
Por canton es y plazas
He ciudad en ciudad el mund o todo ,
Log¡•ó (di ce la hi storia,
Aunque no cuenta el có mo)
Volverse libremente
Á lo s ca mpos de l Áfri en orgull oso .
Los Monos al viaj ero
Hcciben co n más go1.0
Que á P eOro, el czar, los rusos,
Qu e los griegos á Uli ses ge n eroso .
De leyes, d e cos tumbres
Ni él h;:tbl ó, ni algún otro 2
Le prct.'llllló palabra ;
P er o de traj es y d e m odas todo s.
En cie rta j eri go nza ,
Co n extra nj ei'O ton o,
l.es hizo un gran detalle 3
-179-
De lo más t·cmtu·cahlc 1 á los curiosos.
t< Empece mos, decían,
Aunque sea por poco . "
lli ciéron sc zapa tos
Cón cásca ras de nu eces por Jo pronto.
Toda la raza mona
Andaba co n s us choclos',
Y el no traerlos era
Falla r (t la dece ncia y al deco ro.
Un leopa rd o hambriento
Trepa para los .\l onas;
Ellos hui r intentan
Á salvarse en Jos á rholes de l so to a.
Las c hin e la s~ lo es to rban ,
Y de mu y fácil modo
Aquí y a ll í mataba,
llacien do á su placer dos mil d es trozo~.
En Tetuü n desde entonces
Manda e l senado docto,
Que cualqui er uso ó moda
De países ce rca nos ó remotos,
Antes que lleg ue e l caso
De adoptarse en el prop io,
Haya de exa minarse
En junta de políticos á fondo .
Con tan :justo dcct·eto ,
Y el suceso lto1'1'0J'OSo
;, Dejaron tales modas ?
Primero dcjw·ian de SCJ' Monos.
FÁBULA V
El Lobo y e l Mastín.
Trampas, redes y perros
Los celosos pastores disponían
En lo oculto Jel bosqu e y de los cerros,
l> orquc matar qu erran
-180-
.\ un Lobo por e l btu·baro delito
De no dejar [L vida ui un cabrito .
IJ allúse CU I'U (L CU I'U
Un 1\lastrn co n el Lobo de repente,
Y cada c ual se para,
Tal co mo en Za ma estaba n frente á frente
Antes de la batalla, muy serenos,
Anibal y Esc ipión , ni más ni me nos .
En esta suspensión treguas propo ne
El Lobo á su enemi go .
El Mastín no se opone,
Antes le di ce :-Amigo,
Es cosa bi en ex t¡·aiw. po1' mi vida
Meterse un sc Ji or Lobo á cab 1·icida t .
Ese cuerpo brioso
Y de pujanza fuerte,
Que mate al j a ba lf , qu e venza al oso.
Mas ¿ qu(· dirán al ve rte
Qu e lo valiente y fi ero
]~ m picas en la sa ngre de un cord ero?
El Lobo le respo nd e : -Ca marada ,
Tienes mu cha razón; en adclñ.nte
l>ropongo no co me¡• sino ensalada. -
Se despiden y toman el portante .
Informados del hecho
Los pas tores se apuran y patean :
Aga rran a l ,\lastín y le apa lean.
Oigo qu e fu é bien hec ho;
Pues, e n vez de ensalada, en aque l ai10
Se fu é co mi end o el Lobo su rebailo.
¿ Con una 1'Cptensiún, con un consejo
Se pretende quil01' un vicio micjo?
- 181-
FABUL.\ Yl
La Hermosa y el Espejo.
Anarda la bella
Tenia un am igo
Co n qu ien coHsultaba
Todos sus caprichos :
Co lores de moda,
Mús 6 menos vivos,
Plum as, so mbre retes 1 ,
Lunares y rizos
Jamás en su adorno
Fueron admi ti dos,
Si él no la 2 decfa :
1< Gmcioso, bonito>>.
Cuando su hermosura
Ll ena de al racti vo,
En sus verdes <~iJos
Te n fa m ás brillo,
Traido ras la roban
(Ni ac ierto á decirl o)
Las negras viruelas
Sus gracias y hec hizos.
Ll ogóso al espejo :
Este era su amigo,
Y como se jacta
De fiel y se ncillo,
Lisa y llanamente
- 1 82-
La verdad la dij o .
Anarda ful'i osa,
Casi sin se ntid o,
Le vuelve la espalda
Dando mi 1 quejidos.
Desde aq u el instante
Cuen ta n que no quiso
Vo lver á co nsultas
Con el selio 1' mío 1.
Escúcltame A nw·da :
<<Si buscas amigo$
Que te representen
Tus gracias y hechizos,
Jlfas que no le adviertan
Defectos , y mm vicios
De aquellos que 1wdie
Conoce en si mismo ;
Dime¿ de que modo
Podt·ás corrcgi1·los? >l
FABULA VIl
El Viejo y el Chalan.
Fabio estlt , no lo ni ego, muy notado
De un a cierta pasión que le domina;
¿ Mas qu é im porta, se iwr? s i se exam ina
Se verá que es un mozo muy honrado,
f. encroso, co rtés, hábil, activo,
Y que de todo enti ende
Cuanto pide el empl eo que pretende.
Y qu r, ¿ no se le dan ? ... ¿ por qu6 motivo? ...
Tmtab a un Vi ejo de co mprar u n perro
Para. que le guardase los doblon es.
Le decra el Cha lán estas raz on es :
- Con un coll ;u de hi err o
Qu e ten ga el animal, échen le gen te :
Es herm oso , puj ante ,
- 1 83 -
Leal , bravo , arrogan te;
Y aun que ti en e la falta solamente
De se r a lgo go loso ...
- ¿Go loso? di ce el Ri co¡ no le qui ero.
-No es para marmitón 1, ni dcs pC' nsc ro,
Continúa el Chalún m uy presuroso,
Sin o pa1·a vali en te centin ela.
- Menos, co nclu ye el Viej o :
Dejará que me qu iten el pell ej o
Por lam er entre ta nto la ca7. ucla .
FÁBULA \'!Il
L a Gata con Cascabeles.
FÁBULA IX
El Ruiseñor y el Mo chuelo.
t.: na. noche de mayo,
Den tro de un bosque espeso,
Donde segú n I'Cin a ba
l.a triste obscuridad con el sil cncin,
J>cu ecc que tenia
Su habitación Morfeo;
Cuando Lodo viviente
Disfrutaba del dulce y blando suci1o,
Pendiente de una rama
Un lluise Jj o¡· parlero 1
-185-
EmpezO rn n s us ayes
t\ publica,· sus do lol'osos ce los .
J)espués dr mil qucrcllns,
Que llegaron a l cir io,
,\ canta r empeza ba
La a nti gua hi sto ria d el infi e l Teseo,
Cuando, sin sRbc r como,
[n cazad ot· Mochuelo
Al músico arrebata
Entre las co rvas uilas pt·isioncro.
Jamas Pan co n ln llauta
Igualó sus go rj eos,
Ni rcsonú tan grata
La dul ce Ji,·a del divin o Ot•fco .
No obstante, cua ndo da ba 1
Sus últimos lamentos,
Los vecin os de l bosq ue
Aplnudfan su mu e¡·tc : yo lo c reo .
Si co n s us se re na tas
El mi smo Farinclo
Vini ese á despertarme,
Mi entras que yo dormfa:! en blando lecho ;
En lugar de los bmvos,
])irfa : Caball ero,
¡Que no vi niese ahol'a
Para tal Hui seilo r a lg ún :\loc hu elo !
Clori tiene mil gracias :
Y ¿ qut! logm con eso?
llace1·se fastidiosa
Pol' no qllercr usa1·las (i su tiempo .
t .Cumulodn&l,)nll'j ormit•¡¡/msdfdm.
:!. /Jormfn. Heria u u'L~ eorrect'; micntrM que yo d1umiem ..
- 1 86 -
F.iBULA X
El Amo y el Perro.
- Callen tod os los perros de es te mundo
n ond e es tá mi Palomo : '
Es fi el, dec ía el Amo, sin segun J o
Y me guarda la casa ... pero¿ có m.o ?
Con la despe nsa abi erta
Le dej é cierto dfa ¡
En m edio de la puet·La
De guardi a se plantó co n biza rría.
Un formid abl e ga lo,
En vez de perseguir á los ratones,
. e ven fa gui ado del olfa to
Á vi sitar chori zos y jamo nes.
Palomo le des pide buenam ente;
El ga ta 7.0 1 se encrespa y acalora :
lliiJCn sn ngri cntnmente,
Y mi Guarda;"amoncs 2 le devorn. -
Esto co nta ba el Am o (l sus ami gos,
"1' des pués f1 s u casa se los ll eva
Á que fu ese n tes tigos
De tal fid elidad en otra prueba.
Teni a a l buen Palomo pri sionero
Entr·e manidas poll as y pe rdi ces :
Los se bosos t•iiw nes de un ca t·nero
Casi cas i le unta ban las nari ces .
- I Si-
Dcntro de este retiro á penitencia 1
El triste fu é metiJ o
Desp u és de a lgunos dfas de abstin encia.
Al fin , ya s u SciiOl' co mpaJ ecido
Abre co n sus amigos el cncic n o;
Sale rabo entre piernas agac hado :
Al Am o se acercaba el pobre P eno,
Lami éndose el hoc ico <!nsangrc ntado.
El J)ueilo se alborota y enfurece
Con tan fatal es nuevas.
Yo te preguntw·ia ¿ Y quC merece
Quien la, virtud expone á tales pntebas ?
FÁBULA XI
Los dos Cazadores.
Qur en una rn ;.ucial funciún,
Ó cuu nd o el caso lo pida,
Arriesgue un hombre su vida,
J)igo que es mucha razón.
Pero el ctu c por divers ión
Exponer su vida quiem
1~ juguete de una fiera,
O pel igros no menvrcs,
Sepa de dos Cazadores
Una historia verJ.adcra.
P edro P once, el v;:Lie¡·oso,
Y Juan C:.uTam.a, e l prudente,
Vi ero n venir frente {t fren te
Al lobo más hono roso.
~1 prudente, teme r oso,
Á una cndna se aba lanza,
Y cual otro Sa ncho Panza,
En las ramas se sa h•ó .
Pech·o Poncc allf rnuriú :
fmitemos ti Cnrmn;;a.
1. Í penitcud11. Se \!ice mr.~ cor~clnmcnte ; tll J>tllit~nt:ill.
- 188-
FÁBULA XII
El Gato y el Cazador.
FÁBULA XIII
El Pastor.
~a li c i o!
usaba tnit et·
Ln zampoita todo el nito,
Y, por oí d o, el rcbaito
Se olvidaba de pace r.
M j or sería I'Ompcr
La zampoim a l tal Sali cio;
Pol'quc si causa perjuicio
En luga1· de utilidad,
La mayo1· habilidad,
En t•e.:de 'VÍ1'lucl,cs vicio .
El Tordo Flautista .
. E1·a un gusto el ofr, era un enca nto,
A un tordo gra n flautista, pero tanto,
Que en la ga ita gallega,
- 190-
ó la pasión me ciega,
Ó á ~li són le ll evaba mi l ventajas.
Cuando todas las aves se hacen raja!' •
Saludando á la aurom,
Y la turba confusa chttdadora t
La 3 canta sin compás y con destreza
Todo cuanto la viene {1 la cabeza,
El ll aulista empezó : cesó el conc ierto.
Los pújaros con tanto pico abierto
Oyeron en un tono soberano
Las folras 4 , la gaita y el villano;;_
Al escuchar las aves ta les rosas,
Quedaron admiradas y env idi osas¡
Los ji lgueros preciados de canto res,
Los vanos ruiseñores,
Unus y otros co rrid os,
Callan r ntre las h ojas escond id os.
Ufano el Tordo grita:- Camaradas,
Ni saben, ni sabd n estas tonadas
Los pájai'OS ociosos,
Sino los retirados estudiosos.
Sabed, c¡ue con un h:ibil zapate ro
Estudié un af10 entero :
Él dale que le das á sus zapatos,
Y allemando, silbá.bamos ú ralos.
En fin, viéndome dieslro,
- Vuela al campo, me dice mi maestro,
Y harús vc1· á las aves de mi pai'Lc
Lo que gana. el ingenio con el (1.1'lc.
FABULA XV
El R aposo y e l Lobo.
Un triste llap oso
J>or medio de l ll ano
;\1archaba sin piernas,
Cual oL1·o soldado,
-19 1 -
Qu e pent i~·~ las su yas
AII (L en Campo Santo .
L'n Lobo le elij o :
- ll ola, buen hermano,
Diga,¡. en qué rerr·iega
Quedó tan lisiado?
-¡Ay de mi! respo nde ;
Un maldito rastro
Me llevó tí una trampa,
Donde por mi lagro,
Dejando una pierna,
alí co n trabajo .
Des pués de algún tiempo
I ba yo cazando 1,
FABUL.\ XVI
El Cuidadano Pastor.
Cierto joven le la
En versos excelen tes
Las dulces pastorclas 1
rAilULA XVU
El Ladrón.
Por ca Lar ' una co lm ena
Cierto go loso Ladrón ,
De l Yenenoso agu ijún 2
Tuvo qu e sufrir la pcn<t.
e<- La miel, di ce, estú muy buena,
Es un bocado exq ui s ito ;
P or e l aguijón maltlito
:\'o vo lveré a l colm cna l'. -
¡ Lo que tiene el encontrar
La pc11a tms ol <lclitol
FÁBULA XVIII
El Jov en filósofo y sus Compañeros.
Un j oven ed ucatlo
Con e l mayor c uidad o
Por un viejo fil ósofo profundo,
Sali ópOI' fin tl visita!' el mundo .
- 196 -
Concurrió c ie rto dfa
Enll·c c ivil 1 y alegre co mpañfu ,
,\ un a mrsa abundante y primorosa.
u ¡ EspccLúculo horrend o! ¡ fi era cosa!
El Léon y la Zorra.
En un librill o he 1 ~ \d o
Que ~n un jum ~ nto ll e\'Uba n
Un a diosa qu e ndorn ban
Con el res peto d ebido,
Los que la oian pasar ,
Hincá ndose de ro<lillas¡
Cuyas altas mara\'ill as
Pudo el jUinento pensar
(Co mo en fin era ju mento)
Qu e era n po r Cl, y pm·óse.
Viénd olo el du eilo, cnfudóse
])el sol)erbio pensami ento,
Y pegá ndole mu y bi en,
Le d ijo co n vo1. ruriosa :
- No es a ti, si no a la diosa .
(Lo1•t: o& Yt:G.\, Los Tellos de .Mcne•e•)·
La Gata mujer.
La Corneja y al Águila.
' ' b ••ll {l' e•lro Slrn•"on!. ~otabl e lnuua- At.e llll 8 . Cn¡Jitul y dutlatl ¡•rhu• ]¡,~ l
nl ~ta ts¡•a il ol ¡¡ue ¡mltll có, e nt re otr-.u; de \a :aulil!u:a l:rtrla. ~:ra C'IUJIOri o '''-' la•
tlhru. 1:1~ ff,buln~ llnnHut:u dr t:Sono artes, de li•s denrlu y de la chlliueiUn
(l:;t;;-ttai), l!:ricgn.
Afa·lcn . ~na «s
lu elnco¡umuMI
mund o. Tiene:!!l m\llones dr kil. ruadra - nnco. lllo• del •lno:hiJodrJ•I¡til<'r
tlosr tOmlllonu de habltnnt rs. y tle Smnele. t:n ¡crlel!n •e llamnhallio
Al cti:r."'-' llalta ~:•r il ri.CII iehre¡ooct:l, U] $iO.
n:uurnlde8f'•illa 1:>30-lllOil). Uld¡ml ó PilJmi . J• ersonnje•w•·r-
Anll c ltt. @l, l'e~e ad or oiJAC Uroqu t>~ LCiit'O,l¡nc intero ieneen ht narr.H'L6no ri l.'n-
lllto c~ l¡• hr e J!Or lutbcr trnn s¡mrttu lo :1 tul Caliltt y Oinout. lln ~ta hO)' lo~ trM:I·
t:t:.ar en~~~ barí'a. tloH de literatura y 101 dirdunarios blo.
Anílml . llu~ t r<> gen<'ral cnrt:11Jílnl'~. ¡;r~flro• 11" han tomatlo errún<'D lll l"ll tl"
•tU~ d et~ trupi r, f'ognn to y tufO e n juque, como nutor ti c\ dtntio libro ti c llJHl logo •.
•inrante l:1rgo tl eJil[IO, !1. l o~ roma no•. Fu¡\ J~•·t- f úu dt• 108 .Jle •·•·e•·o"' lh-
Hndtio por t:Sd¡llón, y ~1" en n•n('n Ú ¡1ara nncl ). f.tllcbre e~~otrltor }' llOC tll tlnun~Uco
uo cae r e n man o~ tic ~u~ mortai CJ e ne- ,. sa tirko (ti\lol- IM73 1
wigos, lo• rom:ono~ l ~ii- 11'1:1 nn~c1 de J .C:. ). Jlult'Ón . C¡lldlrt• Ullturail ~ tu frtmc¡!~,
he~~:~:~~ '1W:~~~·.cf_~':';¡!~:,rt 1 ~!~':,.l ~~~~~~:, la1 ~f~~~"!. "at'mll tle tD.J cull-
rulos , <l e h1 nl l"!lld nu , ele lu ¡101"•fn, tl u
!u artu, del 501 y ti c l o~ ~_rn uatl oR. t:omo C nlnh•·ln . l' ~f~ d e l ~ utloes tc <l e il;olln-
JICfSO Ulft eudún del !iOI,II{' lluma t'cbo. tlhidltlo en lrc•¡•ru•inl"llll.l-:n li!CI Ioubn
Te nia ~ ~~ ¡orhu-irnl ~unllnlrlo e11 llciro~. un te rre moto t¡ne tl t' ilru~·ú 300 ¡¡obl:o-
Como dio• d e lto JID-e81Q ¡1 lns¡oindorde rlo nt'5 )' t¡uitó ip •·!tia :\ ~0000 JICI"liO U:o~ .
lol poeta ~ ,IC le rr¡¡reS('niB con un a lira. Cn ld t• •·c) nd r laii>,I' C'fl (ll. l'edNI ·.
A.l•llu cn nn ( I~R). l:~lebrc pornm Inmortal d nuuo turgo t'i Jl~í,ol {1!\01-llilt l .
de n . Alon so de t:rdllu ; tlc nr JIOT objl'tO C nlll n :r J)lnlllll., , •. · ·~ur:n.\-
<'lilllllr la ron¡¡ui~la de Arauco 1'11 (:hile. TA:'I"TU.
A.re l¡u· e~Jfe d e Jlltn . \'. 1\cn; C:\ IUJIOUUIOr n . tlnmón·. fo~llcbrt•
A••c•onf e. ~l agbtl'lld O 511Jll"('mo e n JlOC ili C~ I Inilolrontcmpori\nco,autord('lU
o\1 1'11~~. tit'SJlllt'l d r nbolhln llt ulomm¡uf,.. fJotor11~ y l'~queii~ l'otmll' {IIUi- lfll) l).
Ar·t e C l~o•·I¡L Ohrn fum oea del C ntn¡>o Sunto. LU (!:~ r de ltali~ '
)l~rqutlf tic \"1\l rna, lm¡orr!l~ ¡>flr wt nn O!i ~ tilúm. de ~ Vdeng. \111 dieron
¡¡rhnc ra t• n .V~drld , e n 1H7 1. Jo¡ C5 Jlllilolesune hnt:~li:L ct' lc hre<'ltlH:I
A ¡;¡ l11 . !"na de hu cinco ¡1artrs del C nn•¡•o¡;¡ • : l i,;¡eoM. \'. El.fst:U8.
tnund o. :le eon!ldcra co mo rl ori1Jíen y CC'" It•"' l l lllt . .Sombre ge nl•rlco que~r
r nnR de In humnnldod y tl t' In ri•· iliu- da A In• bruj u )":"t. laKc¡ne hnrrn ..,ncio
r \órt. Ti r ne H mlllont'l de til. cuod. y de 1.orclr ,·o J unlnde~. ilrl'temll cnclo •·n-
800 millones de h abi t outr~. lrrae ~~ ~ Hl t i'O~, ¡>Oh·oa )" he4:hfto~. D<'hl'
¡\.,;, tl't' I\ . II IJ~ de h't¡o ltl'r y di' Tr !IIIS, l"Cuirr"ruoulbtedelaramo,;a ('~lutimr,
di OIIl de In ju~ tlela . Su rei no en ln licrrn I'I'T~omtjc lm110rtante ol e 1~ COII Jedla uM
rolnddl' ron la llamada edml fic 01'0. ll ~mada, a tribuida ti. Fe nmndo tle 1\ oj :•~.
-207-
C eo ó Ce o i'O llú) Ze11: t:n:1 lit• In~ url((t'll tk lu ntlchln routatul •·on1u • l r~
lslus t:ltlwllu en el mur ~.gco, r ¡•:otrlu cNullcnte 111'1 tro~'llnn t:n('u
tle~~~~~-!';;~j~":;~e~-~~~~lnHl )' th• Clbrles, l h:;~·; · !!,~::a~- :-;~~!~~~~:~ ~~~:~=r~fd
diO~Il •le lo. nt~rlrulturo. 1\o !Indo ~11110m- ¡>ormo In , l,•lr!tl'f!/111( 1:-;:\:J...I:;!lU
hre A Lo~ urcn l u, ta n 1itllc~ :ti ho111hrc. .I<: I'O H. \'. 4:m•mu.
l.a ralabrA f'cru, ~1'@1111 In lllUth:rnn lllo- Jo; Mcl¡tiÓn Af••lcnn o l'uhllo Cor
logfa,tlencC' \ULllmO ori((CII y rllll tjlll' nrlio.t:tlehregcnenii"'mnuo,,·enccdor
la ¡;~·:.~~;.;;:;~or~ 1 'n''Nh't\ (,\ligue! ::~ A~ft.~:: c~~~~~::~~~~~~~~~~~~r~:u::~;,:~~c l~1~1t•
;~e in!~~~~~;~c 7~~~~~:rt~~~·:~~!· ¡;,: (11: ~ ~~~:~J;~e~~~~~-~Oilthre dn•ln en la E1lml
0 1
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ora- crilorea.
J) t• nu•t••lo ... ah• .-lo ó e l .1-'l.ll e- 1-'¡u •ln e l o )' rncjor J-' a••ln e lll
~,~~:i~~:::~::~~:r::~~~:~:~~.:~;::~~ ~i::::.~:~::~:f:;.fz:;;,~;~;:f~~~::\t:l:~:~
li ento Y J,lmt• ('n 1'1 1'\elo. traducid u cu~l !Ollas In t'ábuludc t'cdru
~~~Il!t.;~2¡~;~;?·~~:;~~t~:~ : :~:~~~:~2:,~;;,~.~:~~~~,~~·~~:~
~~~~~~~~ [~~}~~;~~~
~~r~~~t~:~~~~~:;~~;;~::~::~~~::~~ :~¡:j~I&~~~¡:f:~··:~: ·;.:·:·: : .:
- 20R-
- .20\l-
- 2 10 -
1 :-~rnonllCCIÓS ... .
Snmanicgo .• T. El León con su ojór-
Prólngo del autor .. cito........ 37
ll. La Lechera.......... :W
111. E\ Asno SC'SUdO...... 11
Jabalina... J\•. 05
- 2 12 -
V. J.a Zorra y la Gal·
lina .•. . ........... 66
G1 l. I..osRatoncs,ycl(i;Ho. IU3
YJ. La Cierva y el I.cün.
VI J. 1~1 l.ct",n ('namoratlo ..
ó8 JI. El Asno y cll..o iJO... 101
111. El Asno y el Caballo. JO..')
\' 11 1. <A>:r:~~~. ~~-o. ·J·o·s· -~ ~-· \\'. Ell:nhr:~dor y la Pro-
vHiencia ......... .
IX. El Lobo y la 0\'o-
Jn •... . .•.. . ...••..
70 Y. El Asno vostido do
71 León •............. IOR
xi: ;¿: lg.·~l~:~: )~lal;u~~~: i-!
Vl. La Gallina dolos hne·
vosdooro.... JO'J
pionto ............ .
XII. Jo:l.\sno y las nanas.
XIIL El.\sno y el Perro ..
~; \~;~;: ::~: ~l~~~~ojso:d¡¿~;~~: : :~
XIV. 1<:1 LeOn y el Asno ca· IX. El<.:ucrvo yol ~orro.. 11-1
znn¡Jo ............ . 15 X. UnCojoyunPicarón. tl:l
XL El Carretero y JJ C¡·cu-
XV. El~~~~·l.:u~~~- y el Hli:s· lcs .......... . . , .. JIJ
XII. l.u i':orra )'el Chi\'0 .. JJ;'¡
XIV.
XV. 131
X~~:: Lall<>cha•o'<'l"'"'""· 13'1
ros ..•.•...... 03
XYII L 1•:1 Grajo vano ..... 01
X IX. 1-:1 llomhrcylaComa· 13 1
drcja ............. . 13ft
XX. B:nn.lla tlo las Coma-
drojo.s y los Hato- 131
nos ..... . .. . ..... . !)5 130
XXL El J.eón y la B:ana .. \)6
XXII. Ji;JCií'n·oylosBu<'yCs 07 )lO
XXIII. l.osNavogantcs ...... •s
XXI\'. El Torrente y el Rio.
XX.\'. El León, el Lobo y la
Zorra ...
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113
- 2 13 -
LIIJI\O S f:I'TI:\10 \"IH. Lo,tlos Titiriteros... l'il
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P. VIDAL DE LA BLACHE
Profesor de ¡zeogrnrin en In Universidad do Pnris
M iomln·o correspondiente de In ncn! Acndemin de la Historia de Mndrid
'l'ORRES CAMPOS