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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

FACULTAD DE HUMANIDADES, ESCUELA DE FILOSOFIA

LICENCIATURA EN FILOSOFIA E HISTORIA

LÓGICA 1

PROFESOR

RICHARD RODRÍGUEZ

ESTUDIANTE

JOYCE WATSON

8-808-126

TRABAJO FINAL

MARZO 2023

ENSAYO, LAS PARADOJAS


Paradojas

La palabra "paradoja" proviene del griego antiguo "paradoxon", que significa


"contrario a la opinión común" o "increíble". La palabra se compone de "para", que
significa "contra", y "doxa", que significa "opinión" o "creencia".

El origen de las paradojas se remonta a la antigua Grecia, donde fueron utilizadas


por filósofos como Zenón de Elea y Heráclito para desafiar el pensamiento
convencional y examinar las limitaciones de la razón humana. Las paradojas
también fueron un elemento común en la literatura y la poesía griegas, y se
utilizaron para crear efectos sorprendentes y humorísticos.

Desde entonces, las paradojas han sido utilizadas en muchas culturas y épocas,
en diversos campos del conocimiento, como la filosofía, la lógica, la matemática, la
física, la literatura, la música y las artes visuales. Las paradojas han sido
importantes para estimular el pensamiento crítico y la reflexión, y para desafiar
nuestras ideas y supuestos más básicos.

Una paradoja es una situación que parece contradictoria o absurda a primera vista,
pero que, sin embargo, puede ser verdadera o tener sentido si se analiza más
profundamente. Es decir, una paradoja es una aparente contradicción que desafía
nuestra comprensión común de las cosas.

Algunos ejemplos de paradojas famosas son la paradoja del barbero, la paradoja


de Aquiles y la tortuga, la paradoja del gato de Schrödinger, entre otras. En
general, las paradojas son importantes para la comprensión de cómo funciona la
lógica y para ayudarnos a pensar de manera más creativa y profunda.

Las paradojas lógicas son situaciones en las que se produce una contradicción o
una imposibilidad lógica, a pesar de que aparentemente las premisas o
afirmaciones son verdaderas o coherentes entre sí. Las paradojas lógicas a
menudo se utilizan como ejemplos para mostrar las limitaciones o debilidades de
los sistemas lógicos y de razonamiento, y son una herramienta común en la
filosofía, las matemáticas y la teoría de la computación.
Por ejemplo, la paradoja del mentiroso es una de las paradojas lógicas más
famosas y se presenta cuando alguien hace la sustentada "esta declaración es
falsa". Si la obtenida es verdadera, entonces implica que es falsa, lo que conduce
a una contradicción. Pero si la sustentada es falsa, entonces implica que es
verdadera, lo que también conduce a una contradicción. La paradoja del mentiroso
es solo un ejemplo de una paradoja lógica, hay muchas otras paradojas lógicas
que se utilizan para desafiar nuestro pensamiento y lógica.

Las paradojas tienen varias características que las distinguen de otras formas de
argumentación o razonamiento. A continuación, se presentan algunas de las
principales características de las paradojas:

Aparente contradicción: Las paradojas se caracterizan por una aparente


contradicción entre dos afirmaciones o ideas que parecen ser verdaderas al mismo
tiempo, pero que no pueden coexistir lógicamente.

Sorpresa y desconcierto: Las paradojas pueden generar sorpresa y desconcierto


en quien las escucha o lee, ya que desafían las expectativas y supuestos comunes
sobre la lógica o la realidad.

Desafío a la lógica y al sentido común: Las paradojas a menudo desafían las


leyes de la lógica.

Ejemplos de paradojas:

1. Si quieres paz, prepárate para la guerra. A lo largo de la historia, en muchas


ocasiones los procesos que buscaban la paz en una región debieron utilizar
la estrategia bélica.
2. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Las condiciones fundamentales de
provenir el uno del otro hacen imposible poner un evento inicial en la
secuencia de nacimiento de gallinas.
3. No todos los números son expresiones de cuadrados de otros, pero no hay
más números que números cuadrados de otros. La infinitud de los números
hace que dentro de esos aparezcan subgrupos que a su vez son infinitos.
Analizar una paradoja puede ser un ejercicio interesante e instructivo, ya que nos
permite profundizar en nuestras ideas y creencias y cuestionar nuestra forma de
razonar. A continuación, se presentan algunos pasos que se pueden seguir para
analizar una paradoja:

Identificar la aparente contradicción: Lo primero que hay que hacer es identificar la


aparente contradicción que se presenta en la paradoja. Es decir, hay que
determinar cuáles son las dos afirmaciones o ideas que parecen ser verdaderas al
mismo tiempo, pero que no pueden coexistir lógicamente.

Analizar las premisas: Luego, se debe analizar cada una de las premisas o
afirmaciones que componen la paradoja, y tratar de determinar si son verdaderas o
falsas. En algunos casos, puede ser útil buscar evidencia o argumentos que
respalden cada una de las premisas.

Buscar soluciones posibles: Una vez que se han identificado las premisas y la
aparente contradicción, se puede intentar buscar soluciones o respuestas que
permitan resolver la paradoja. En algunos casos, puede ser necesario reconsiderar
o revisar algunos supuestos o creencias previas para encontrar una solución.

Evaluar la importancia y relevancia de la paradoja: Finalmente, es importante


evaluar la importancia y relevancia de la paradoja en cuestión. Algunas paradojas
pueden ser simples curiosidades o ejemplos teóricos, mientras que otras pueden
tener implicaciones importantes en la filosofía, la ciencia, la política o la cultura en
general.

En general, el análisis de una paradoja puede ser un proceso desafiante y


estimulante, que nos permite profundizar en nuestra comprensión del mundo y
nuestras propias ideas y creencias.

Vamos a remontarnos a la paradoja de Aquiles y la tortuga

La paradoja de Aquiles y la tortuga es una paradoja famosa en la filosofía y la


lógica, que fue propuesta por el filósofo griego Zenón de Elea en el siglo V a C La
paradoja plantea la pregunta de si Aquiles, el héroe griego más rápido de la
mitología, podría alcanzar una tortuga que se encuentra delante de él.
La paradoja se presenta de la siguiente manera: Supongamos que Aquiles y una
tortuga corren una carrera de 100 metros. La tortuga comienza con una ventaja de
10 metros. Según Zenón, Aquiles nunca alcanzará a la tortuga, incluso si corre
mucho más rápido que ella, porque cada vez que Aquiles llega al lugar donde
estaba la tortuga antes, ésta ya ha avanzado un poco más. Por lo tanto, según
Zenón, Aquiles nunca alcanzaría a la tortuga, ya que siempre estaría persiguiendo
un punto donde la tortuga ya no estaría.

Aunque esta paradoja parece contradictoria e imposible, en realidad es un ejemplo


de cómo se pueden construir argumentos lógicos a partir de premisas que parecen
verdaderas pero que en realidad son engañosas. La paradoja de Aquiles y la
tortuga es un ejemplo de paradoja de movimiento, que cuestiona la naturaleza del
espacio y el tiempo.

En cuanto a la simbología de la paradoja, la imagen de Aquiles, el héroe más


rápido de la mitología griega, tratando de alcanzar una tortuga lenta y torpe, puede
interpretarse como una metáfora de la lucha humana por superar obstáculos y
alcanzar metas imposibles. Además, la paradoja puede ser vista como una crítica
a la idea de que la realidad se puede dividir en instantes sucesivos, y que el
movimiento es sólo una ilusión.

En resumen, la paradoja de Aquiles y la tortuga es un ejemplo clásico de cómo


una premisa engañosa puede llevar a una aparente contradicción lógica. Además,
la paradoja es un ejemplo de cómo la filosofía y la lógica pueden desafiar nuestras
ideas comunes sobre el espacio, el tiempo y el movimiento.

Ahora veamos la paradoja de Russell


Russell llevó a cabo este plan explicando los números en términos de la idea de
clase; es decir, definió los números como clases de clases (definió el número 2
como la clase de los pares, el número 3 como la clase de los tripletes, etc.). Al
ilustrar la clase de sillas, resume todo el grupo de sillas, pero nuestra "clase" no es
una silla. Por otro lado, la clase de cada una de las clases es en realidad una clase
ya que se incluye a sí misma como clase (ya que tiene las mismas propiedades
que el grupo de recursos que la define).
Esto nos permite distinguir entre clases que son miembros de sí mismas y las que
no lo son. Y aquí surge la paradoja: ¿la clase de las clases que no son miembros
de sí misma es miembro de sí misma?
Russell se tomó esta pregunta en serio: si el número debe determinarse en
términos de clase, y esta idea conduce a una contradicción, entonces parece que
debe haber una contradicción en el número mismo, en la aritmética.
Para superar esta complejidad, Russell introdujo su teoría de tipos.
La iniciativa básica de Russell fue que tenemos la posibilidad de eludir la fijación
en "R" (el conjunto de todos los conjuntos que no son miembros de sí mismos)
organizando jerárquicamente las funcionalidades proposicionales. De esta manera,
es posible nombrar todos los objetos para los que se cumple una cierta condición
(o predicado) solo si todos permanecen en el mismo grado o son del mismo "tipo".

El ejemplo anterior, "La clase de cada una de las sillas no es una silla" lejos de ser
cierto, en realidad carece de sentido ya que son predicados de un tipo lógico que
no le pertenece. Se puede decir que un objeto no es una silla, pero no una clase
de objetos; e igualmente lo que puede decirse de una clase de objetos no puede
decirse de una clase de una clase de objetos.
Mounce muestra un problema con esta suposición: una vez que Russell define 2
como la clase de pares, nunca se nos ocurre preguntar si tal clase existe, ya que
es notable que haya pares de cosas. Para salvar esta complejidad, Russell afirmó
que el número de objetos en el cosmos es infinito (es el llamado "Axioma del
Infinito").

Conclusión
El comienzo del círculo sin fin dicta que ni siquiera se puede definir una
funcionalidad proposicional antes de que se especifique el entorno de aplicación
de la funcionalidad. En otras palabras, antes de que pueda diseñar una
funcionalidad, debe especificar exactamente los objetos a los que se aplicará la
funcionalidad (el dominio de la funcionalidad). Esto significa que deben evitarse las
totalidades ilegítimas, es decir, se supone que un grupo de objetos sólo puede ser
definido por un grupo total.

Las paradojas pueden presentarse en diferentes formas, como, por ejemplo:

Paradojas verbales: Son aquellas en las que se juega con el lenguaje y la


semántica, utilizando palabras que tienen múltiples significados o que pueden ser
interpretadas de formas diferentes.

Paradojas de auto-referencia: Son aquellas que se refieren a sí mismas, creando


una situación en la que la sustentada se contradice a sí misma.

Paradojas de la verdad: Son aquellas que plantean la pregunta de si una


sustentada es verdadera o falsa, y que no pueden ser resueltas fácilmente.

Paradojas de la causalidad: Son aquellas que cuestionan la relación entre causa y


efecto, y que sugieren que los eventos pueden ocurrir en un orden aparentemente
ilógico.

Paradojas de la identidad: Son aquellas que cuestionan la naturaleza de la


identidad y sugieren que las cosas pueden ser idénticas y diferentes al mismo
tiempo.

En general, una paradoja en lógica es una herramienta útil para cuestionar


nuestras creencias y supuestos, y para examinar las limitaciones de nuestro
razonamiento. Sin embargo, es importante recordar que algunas paradojas pueden
ser engañosas y llevar a conclusiones falsas si no se analizan cuidadosamente.
Por lo tanto, es importante analizar cuidadosamente cualquier paradoja antes de
sacar conclusiones apresuradas.

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