Guía para cuidar

tu salud sexual

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Guía para cuidar
tu salud sexual
Escrito por Platanomelón

La sexualidad masculina y de las personas con pene

también está llena de mitos y tabúes por diferentes
creencias sociales: que si el sexo anal es cosa exclusiva
de hombres homosexuales, que si un pene grande
es sinónimo de virilidad, que si las erecciones tienen
que ser siempre potentes y duraderas, que si durar
mucho es demasiado y durar poco, demasiado poco...

Esto se traduce en una sexualidad estandarizada,

prácticas inflexibles y un disfrute limitado. ¡Además,
supone que se vea el sexo como una performance
y no como lo que es, placer y diversión!

Lo cierto es que cada persona es un mundo,

y tenemos mil y una formas de disfrutar y sentir placer,
¡sin que esto nos defina!

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Desmitificar para pasarlo

(aún más) en grande

“El sexo anal es cosa de gays”

La idea de asociar el placer anal a una orientación sexual

concreta es parte de una herencia religiosa y cultural antigua.
En épocas pasadas a la penetración anal se le llamaba
“sodomía” y, entre otras cosas, este concepto también hacía
referencia a la homosexualidad que era vista como algo malo
que debía castigarse.

Hoy en día sabemos que el sexo anal es una práctica como

cualquier otra. Igual que el sexo oral lo puede practicar
cualquiera que lo desee, el sexo anal también. Además, ningún
juego erótico define tu orientación o tu género, simplemente
es una pequeña parte de tus gustos.

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“Si te masturbas es porque estás solterx”

¡MEC! Seguro que en algún momento

has pensado que, acabada la soltería,
la masturbación sería algo esporádico...
¡Pues no tiene por qué!
La masturbación a solas no tiene por
qué ser una compensación a la falta
de sexo en pareja, sino que esta
enriquece y acompaña la vida sexual
de cada persona.

De hecho, la masturbación es una

práctica superbeneficiosa, capaz
de aportar equilibrio y bienestar físico
y emocional, ¡además de mucho placer!

Así que, recuerda, compartir momentos

de placer con tu compi de juegos
no es incompatible con darte un poco
de gustirrinín a solas. Además,
te ayuda a conocerte y, por tanto,
a saber cómo pasarlo aún mejor
con tu compi.

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“El tamaño importa”

O no. El tamaño del pene es una de las infinitas variables

que existen a la hora de jugar.

No es ni la única, ni la más importante, ni la decisiva

para que el sexo sea placentero y divertido.

Lo que sí importa es pasarlo bien, comunicarse con

la pareja y salir de la ENORME zona de confort que
es la penetración. Tengas el pene que tengas, ¡disfruta!

El tamaño no te define,
tu carisma y sex appeal, sí.

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“Durar poco en la cama es sinónimo de que hay un problema”

¿Verdad que no todo el mundo corre, lee, habla

o come a la misma velocidad? ¡Pues con el sexo
pasa exactamente lo mismo!

Cada persona tiene una respuesta sexual distinta en lo que

a tiempos se refiere y no tiene por qué ser ningún problema.
De hecho, solo se vuelve un problema cuando a la persona
le genera malestar e interfiere en su disfrute sexual y de pareja.

En muchas ocasiones nos guiamos por estándares que

no se corresponden con la realidad (¿te suena de algo
el porno?) e intentamos adecuarnos a ellos, sacrificando
nuestra propia felicidad.

¿Qué tal si cambiamos de punto

de vista y empezamos a disfrutar
más sin importar el tiempo?

Quizás es la ocasión perfecta

para descubrir y mimar
tus zonas más erógenas...

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“Perder la erección es cosa de gente mayor”

SPOILER ALERT: no es verdad.

De hecho, puede que estés en ese 25% de personas que ha

perdido la erección durante un encuentro sexual, aun teniendo
entre 20 y 30 años. ¡Nada más natural! Ya sea por estrés
o por circunstancias o cambios que estés teniendo en tu vida,
a todo el mundo nos puede pasar.

Eso sí, si es algo que te pasa con frecuencia, no dudes

en acudir a profesionales de la sexología para que te ayuden
a encontrar la mejor solución para ti, si es que la necesitas.

“Tener erecciones potentes es un signo de masculinidad”

A veces interpretamos las respuestas

fisiológicas de nuestro cuerpo como
algo simbólico, pero la verdad es que
esto no es así. El concepto de virilidad
no tiene nada que ver con la respuesta
sexual del pene.

(no, ¡con su tamaño tampoco!)

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Tener erecciones firmes se debe a un conjunto de factores

que nada tienen que ver con el concepto de masculinidad
que nos inculca la sociedad, como tener un estilo de vida
saludable y una buena salud mental o cuidar la alimentación
y la calidad del sueño, entre otros.

“Si pierdes la erección es que no te excita tanto la otra persona”

Si has tenido un gatillazo alguna vez, sabes perfectamente

que esto no es así. Por si acaso, lo decimos claro:
la pérdida de la erección no tiene que ver con la atracción
que sintamos por la otra persona.

Los responsables
suelen ser
los nervios.

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¿Entonces? Como decíamos, la erección puede

verse afectada por muchas circunstancias,
pero la mayoría de las veces los responsables
suelen ser los nervios. Así es, lo que llamamos
también ansiedad puede jugar en nuestra
contra, se activa el sistema nervioso simpático
(el que nos pone en alerta para huir ante
un peligro) y bloquea la respuesta eréctil.
Así que, si te pasa, intenta racionalizarlo:
puede que estés pasando por una época
estresante o que esa misma situación
te genere inseguridad.

“Los juguetes son para gente insatisfecha”

¡Error! Y para que te hagas una idea de

lo equivocadx que estás, está comprobado
que las personas que utilizan juguetes
eróticos, ya sea a solas o en pareja, suelen
tener un repertorio sexual más amplio,
una relación más abierta con la sexualidad
y más facilidad a la hora de conocerse y llegar
al orgasmo. ¡Así que, de insatisfacción nada!
Eso sí, si no quieres jugar con ellos, es una
elección totalmente personal y respetable.

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“Con el porno se aprende a tener sexo”

Del porno podemos sacar muchas cosas, ¡pero, desde luego,

lecciones de cómo tener buen sexo… no!

La realidad es que la pornografía no está hecha para educar,

sino para excitar, encender nuestro deseo y ponernos.
De la misma forma que Fast and Furious nos da un subidón
de adrenalina, pero no nos enseña a conducir. ¿A que no?
Lo que te enseñará y ayudará a disfrutar más es conocerte,
deshacerte de todos los prejuicios y masculinidades tóxicas
con las que hemos crecido y comunicarte con tu pareja.

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Juegos compartidos

¿Qué mejor plan que pasarlo en grande juntxs? Muy importante,

no olvides todo lo aprendido hasta el momento. Comunicación,
actitud y… todo fluirá.

Recuerda que tus pensamientos no tienen altavoz. Si no lo dices

en voz alta, tu pareja no va a saberlo. ¿Listx? ¡Vamos allá!

El perrito

Es una de las mejores posiciones en el sexo anal. Ponte a cuatro

patas en la cama, tu pareja se colocará detrás e irá introduciendo
a Pim o Mao (siempre usando lubricante). En esta postura podéis
estimular vuestros genitales a la vez.

Recuerda que en el caso

de los juguetes, debéis
usar un lubricante a base
de agua, como Lubrín.

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¿Quieres ir un paso más allá? Podéis probar con Isa, el vibrador

para doble penetración, y practicar el pegging.

¿Sabías qué?

El pegging es una práctica donde hay un intercambio

de roles en las parejas donde haya pene y vulva.
Si tienes pene serás la persona penetrada y si tienes
vulva pasarás a ser la que penetra. Para ello vuestra
mejor aliada será Isa. ¿Os atrevéis? (guiño)

¿Recuerdas que te contamos que el ano no lubrica solo y necesita

progresividad para dilatarse? Pues justo en este punto es muy
necesario tener esto en cuenta. Si en el momento en el que vaya
a haber penetración (del tipo que sea: juguetes, pene, dedos),
no se está cómodx y relajadx, os podéis hacer daño. Así que,
sobre todo, no olvidéis los pasos previos y dedicad tiempo y mimo
a la estimulación antes de la penetración (vaya, como siempre,
pero en este caso mucho más).

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La cuchara

¡Un clásico! Esta posición es muy cómoda ya que ambxs estáis

tumbadxs de lado y pegadxs. Y, aparte de la comodidad, esta
postura permite tocar todo el cuerpo de tu pareja. Tu compi
de juegos está en la postura perfecta para llegar a los rincones
más erógenos de todo tu cuerpo.

¡Tip orgásmico!

¿Qué tal probar con Luke, el maestro de la estimulación

del punto P, a la vez que tu pareja se dedica a mimar
tus genitales? ¡Orgasmos de alta intensidad asegurados!

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El desatascador

¿Cómo? Pues sí, es como la postura

del perrito pero de pie. Tu pareja
se sitúa detrás de ti, de tal manera
que pueda estimularte todo el cuerpo
a la vez que la próstata.

¿Por qué no probar esta postura en

la ducha? Puedes ayudarte con algún
punto de apoyo como la pared o,
si es una bañera, subir una pierna.
Eso sí, ojo con los resbalones: coloca
un antideslizante, ¡seguridad ante todo!

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Ahora que ya os estáis haciendo especialistas en esto

del placer anal… ¿con qué juguete te gustaría probar
esta postura? ¿El minimalismo de Pim o Mao, la precisión
de Luke o la intensidad de Isa?

Vuelve a jugar

¡Hablar de cuidado y prevención es fundamental! De la misma

forma, es importante hablar de cómo gestionar la intimidad
y los encuentros eróticos después de pasar por un cáncer de
próstata, que a lo largo de la vida afecta a 1 de cada 9 hombres
y personas con pene en todo el mundo.

Ante todo, si has padecido cáncer de próstata, es probable

que hayas pasado por muchos cambios físicos y emocionales.
El estrés y la ansiedad pueden presentarse como parte del
proceso, algo totalmente normal, y esto puede llegar a afectar
a tus relaciones íntimas.

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Tu sexualidad es
importante para,
tu bienestar físico
y mental

así que no tienes por qué descuidarla ni restar importancia

a esta esfera de tu vida. No dudes en contactar con
profesionales de la salud sexual, hablar con tu pareja
de lo que estás experimentando y compartir experiencias
con gente que haya pasado por el mismo camino que tú.

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Recuerda que tu felicidad

también depende de tus

encuentros eróticos y de

lo lejos que estés de los

prejuicios. Cuídate, mímate

y diviértete, ¡es lo más saludable

que puedes hacer! Y para

cualquier duda o dificultad,

puedes escribirnos a:

consultorio@platanomelon.com,

¡estaremos encantadas

de asesorarte!

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