Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Último Bandolero
El Último Bandolero
646 17 07 21
Jorge Dorado
617 63 09 60
1 CORTIJO DEL LOBO. COBERTIZO. EXT. AMANECER.
PACO
(le cuesta hablar)
¿Ha... ha dicho... bandidos?
ANTONIO
(lo confirma, tras resoplar)
Bandidos...
PACO
(con sorna, deletrea las sílabas)
Malhechores...
-1-
Un cuchillo corta de lado a lado el cuello de un cochino
rosado. Una sala fría y aséptica, desprovista de adornos;
sólo los utensilios imprescindibles para llevar a cabo el
despiece de un animal. En un extremo, una barra horizontal de
la que penden una serie de ganchos en vertical, y un diminuto
fregadero. Las paredes blancas se presentan oscurecidas,
dadas las innumerables limpiezas de la sangre impregnada. Una
puerta en cada extremo de la sala: una conduce a la calle, la
otra a la tienda. FRANCISCO QUERO (50), afable a pesar del
aspecto de su rostro y manos, llenos de grietas, es el
encargado de la matanza. Sus hijos, ANTONIO (24) y PEDRO
(22), sujetan el animal. Pedro presenta un innato gesto de
bondad y despiste en su cara. PACO QUERO (16), de
adolescente, asiste con asombro y temor a la escena desde la
puerta de entrada. Todos visten por encima de su ropa un
mandil negro.
FRANCISCO
(al ver a Paco)
¡Paco! No te asustes, hijo. Para tu padre
este es el pan de todos los días.
FRANCISCO
(a Antonio y Pedro)
Está más asustado que el propio gorrino.
PACO
(serio, sin dejar de mirar)
A mí no me asusta nada.
PEDRO
Padre, ¿podemos irnos ya?
FRANCISCO
Anda, marchad...
-2-
FRANCISCO
(quitándose el mandil)
Pues sí que se ha hecho tarde...¡Antonio!
FRANCISCO
Hijo, te importa acabar y cerrar tú, yo
llego tarde a la partida.
ANTONIO
(cansado)
Padre...
PACO
Me quedo yo.
ANTONIO
Nos quedamos los dos.
FRANCISCO
(orgulloso)
Gracias hijos.
FRANCISCO
Y cuidado con lo que hacéis luego. Que ya
os conozco, ya...
-3-
El perro se pone a la altura de los viandantes;
interrumpiéndoles el paso, levanta el morro para pedir
alimento. Martín le propina una fuerte patada en el lomo que
hace que el perro corra dolorido a la puerta del matadero.
ANTONIO
Esos cabrones no van a cambiar nunca.
PACO
Antonio...¿nos lo quedamos?
ANTONIO
Ya me gustaría.
RAMÓN
Francisco...
FRANCISCO
Don Ramón... ¿Anda el patio revuelto?
-4-
RAMÓN
Pues sí. Y es comprensible. El Guinea
quería esas tierras.
FRANCISCO
La puja ha sido legal.
RAMÓN
Sí, pero hay cosas que a uno le gusta
seguir viendo en su sitio. No sé si es
buena idea que la gente humilde se
dedique ahora a comprar terrenos.
RAMÓN
¡No lo digo por mí! Sabes cuáles son mis
ideas... Pero la gente de a pie no acepta
los cambios de golpe. Hay que darles la
alternativa como se da el jarabe que no
gusta: poquito a poco, de cucharada en
cucharada.
FRANCISCO
Pues yo pienso que las cosas justas
cuanto antes mejor.
RAMÓN
Si, pero entonces que no te sorprenda el
revuelo. Esas tierras han pertenecido
toda la vida a los Guinea y es muy duro
para ellos perderlas ahora, de pronto,
sólo porque andan de mala racha.
FRANCISCO
Yo sólo creo en el presente. Si un día me
veo en la necesidad de vender mi
carnicería lo haré sin reproche.
RAMÓN
(cambia de tema)
Hablando de cosas justas. A ver si atas
más en corto a tus hijos.
FRANCISCO
¿A qué te refieres?
RAMÓN
Aquí todos saben que es tu Antonio, y el
tal Matías, que ese sí que es un mal
bicho, los que se dedican a hacer
gamberradas en el ferrocarril.
-5-
Y tu Paco ronda más de la cuenta mi casa.
El otro día me encontré una ventana rota.
FRANCISCO
¿Pero cómo sabes que...?
RAMÓN
Francisco, ¿nos conocemos o no? Si admiro
en ti cosa alguna, es tu honestidad.
FRANCISCO
Son chiquilladas, Ramón... A ver, ¿cuánto
cuesta esa ventana?
RAMÓN
Guarda eso. No es una cuestión de dinero.
PASCUAL
Francisco, ¿qué? ¿Vienes a la partida?
Por unas o por otras siempre te tenemos
que estar esperando.
CARLOS GUINEA
Ramón, me vas a disculpar... Pero es que
esto apesta a bolchevique.
-6-
6 CORTIJO DE LAS AGUAS. EXT. NOCHE.
TERESA
Eres un caso.
PACO
¿Por qué?
TERESA
Dos ventanas en menos de una semana. Mi
padre te va a matar.
PACO
Bah...
TERESA
(muy seria)
O me terminará matando a mí.
PACO
(se detiene)
¿Por qué dices eso?
TERESA
No creo que le guste mucho que nos
veamos...
PACO
¿Por qué?
TERESA
Supongo que... porque... no sois gente de
dineros...
-7-
PACO
Te lo ha dicho...
PACO
Pues tu padre debería de saber que nadie
le prohíbe nada a un Quero.
PACO
Y menos si se trata de ti.
FRANCISCO
(tras besar a las dos)
¿No es un poco tarde para estar levantadas?
MATILDE
A la niña le hacía ilusión terminar el
bordado.
FRANCISCO
Y los chicos sin venir, ¿no?
MATILDE
Pues eso digo yo...
-8-
Francisco sonríe. La perfecta complicidad del matrimonio le
permite adivinar a Francisco que esa es la verdadera causa
del desvelo.
FRANCISCO
¡Ay, los bordados! Cómo se resisten... ¡Y
que tarde llegan a casa!
FRANCISCO
¡Hombre! Aquí llega el primer hijo pródigo.
JOSÉ
Disculpad la tardanza. He estado
estudiando con Manolo. (Señala los
libros.) Y viendo la biblioteca de su
padre. ¡Es fantástica!
MATILDE
¿Y te ha dejado esos libros su padre?
JOSÉ
No, son de Manolo. Los del padre no me he
atrevido a pedirlos.
FRANCISCO
Ya veréis que abogado va a ganar la
familia, ya...
José sonríe.
JOSÉ
¿Y mis hermanos qué? ¿De parranda?
ENCARNA
Eso... O vete a saber.
-9-
ANTONIO
¡Ya viene!
ANTONIO
¡Espera!
EL MATÍAS
¡Ya!
EL MATÍAS
¡Antonio! ¡Quítate de ahí ya, joder!
EL MATÍAS
Estás loco.
ANTONIO
Lo que pasa es que tú a la valentía la
llamas locura...
ANTONIO
Algún día descarrilaremos uno de verdad.
-10-
12 CASA DE LOS QUERO. EXT. NOCHE.
LUIS GUINEA
Bájate de la acera, carnicero. La acera
es para las personas honradas. Las
bestias debéis andar por el arroyo. Y a
tu hermano le dices que se aleje de la
Maya. Esa mujer es mía.
LUIS GUINEA
¿Esta es la fiereza de los Quero?
FRANCISCO
¡Vamos hijo! Estamos que nos morimos de
hambre.
FRANCISCO
¿Qué te ha ocurrido?
-11-
PEDRO
Nada.
FRANCISCO
¿Cómo que nada? A ti te ha pasado algo.
¿Y esas ropas manchadas?
PEDRO
Me caí.
PACO
¿Quién ha sido esta vez?
PACO
¿Quién de los Guinea?
PACO
¿Quién?
PEDRO
Luis... Luis Guinea.
ANTONIO
¡Su puta madre...!
MATILDE
¡Antonio!
FRANCISCO
Hijo...
ANTONIO
Ni hijo ni...
-12-
ANTONIO
Vamos, Paco.
FRANCISCO
¿Vamos a dónde? No vais a ningún sitio.
Estas cosas no se solucionan así, por el
amor de Dios. Sed un poco sensatos.
PACO
No se puede ser sensato cuando no pasan
dos días sin que nos humillen.
FRANCISCO
La venganza no tiene fin, Paco. Nunca se
acaba.
PACO
Nuestra dignidad tampoco, Padre.
PACO
Hijo de puta...
-13-
JOSÉ
¿Qué pasa?
PACO
Va al cortijo de los Maya.
LUIS GUINEA
(dolido por la caída)
¡Muy valientes los Quero! Atacando en
cuadrilla, en un camino oscuro.
ANTONIO
Vengo yo solo, Guinea. Mis hermanos
vienen a disfrutar del espectáculo.
ANTONIO
No te haremos nada, si por vuestra parte
dejáis en paz a nuestra familia.
LUIS GUINEA
¿Te atreves a amenazarnos, Antonio?
-14-
ANTONIO
Me atrevo a tener la educación de no
partirte la cara ahora mismo. Para
intentar arreglar las cosas sin que en
esta ciudad haya una sangría.
JOSÉ
¡Antonio, cuidado!
ENCADENA A
ENCADENA A
ENCADENA A
-15-
GUARDÍA CUARTEL
Buenas noches, Don Carlos.
CARLOS GUINEA
No tan buenas, Miguel.
VECINO 1
¡Fuego! ¡Fuego en la carnicería de los
Quero!
VECINO 1
¡Francisco! ¡Vamos! Tienes la tienda en
llamas.
FRANCISCO
(alarmado)
¿Qué dices? ¡Matilde! Dame todos los
cubos que tengas, cacerolas, lo que sea.
¡Hijos!
FRANCISCO
Vamos, Paco, Antonio.
PEDRO
¿Qué pasa?
-16-
FRANCISCO
Tú no, hijo. Debes cuidar tu asma...
FRANCISCO
Y de las mujeres de la casa...
PACO
(para si)
Chico listo...
CARLOS GUINEA
¡Tsssh! ¡Tomás!
CARLOS GUINEA
¿A qué tanta prisa?
TOMÁS
(sorprendido)
Don Carlos, hay que apagar ese incendio
como sea... Todo el pueblo está...
-17-
CARLOS GUINEA
¿No es un poco tarde? Si hoy te fatigas,
mañana rendirás poco en mis tierras. O a
lo mejor es que ahora los Quero te
ofrecen mejor jornal...
FRANCISCO
(a Tomás)
¡Vamos! ¿Qué pasa? ¡Tomás! ¿Qué ocurre?
MATILDE
¡Dios mío! ¿Y si nos quedamos sin la
tienda? ¿Qué va a ser de nosotros?
-18-
ENCARNA
Tranquila, madre. También el ayuntamiento
ardió el año pasado, y con la ayuda de
todo el pueblo consiguió apagarse.
MATILDE
Dios te oiga, hija.
CARLOS GUINEA
No me puedo creer que hayan dejado sola a
la mujer de la casa.
MATILDE
Pues ya lo ve, Don Carlos. Se nos va la
vida en ese incendio.
CARLOS GUINEA
Desde luego, es una desgracia sin
precedentes...como la de mi hijo.
CARLOS GUINEA
Hay que acabar con los desalmados que se
dedican tan pronto a desfigurar rostros
como a provocar incendios. ¿No cree,
Matilde? Son la misma mierda.
-19-
Matilde le mira sin saber qué decir. Finalmente se atreve.
MATILDE
Una reyerta no es lo mismo que un
incendio.
CARLOS GUINEA
No, la verdad es que no... Todo depende
del bando en que se esté. Y nosotros
salimos ganando, Matilde, porque en
nuestro bando está la justicia.
MATILDE
(agarra a los guardias)
¡No! ¡Por favor! Ya les he dicho que mis
hijos están con su padre, vayan allí a
buscarles... (A Carlos.) O a ayudarles,
que es lo que tendríais que hacer.
CARLOS GUINEA
Mirad aquí también, por todas partes.
-20-
32 CASA DE LOS QUERO. HABITACIÓN DE ENCARNA. INT. NOCHE.
CARLOS GUINEA
(a los guardias)
¡Son ellos!
LUIS GUINEA
Verás que bien te queda, Paco...
CARLOS GUINEA
Ni se te ocurra, Francisco.
-21-
José, asustado, se incorpora como puede y sale corriendo de
la casa. El guardia que disparó sobre Antonio sale tras él.
GUARDIA CUARTEL
Le he dado, no llegará muy lejos.
CARLOS GUINEA
Nunca debiste comprar esas tierras.
FRANCISCO
(desesperado)
Suelta a mis hijos y son tuyas.
CARLOS GUINEA
Tu caridad ya no me vale. Es basura. (A
los guardias.) Esposadle a él también.
GUARDIA CUARTEL
Lo siento, Don Carlos, pero no tenemos
más esposas.
CARLOS GUINEA
Pues con una cuerda, joder, con lo que
sea.
-22-
37 CASA DE LOS QUERO. EXT. NOCHE.
CARLOS GUINEA
Vete tú con ellos.
LUIS GUINEA
Pero padre...
CARLOS GUINEA
¡Que te vayas!
ANTONIO
(gritando)
¡Guinea! ¡Te mataré, Guinea! ¡Juro que te
mataré!
PEDRO
Lo siento, madre, soy un cobarde...
MATILDE
No, hijo... No sirve de nada enfrentarse.
Siempre van a ser ellos los fuertes.
MATILDE
Es mejor que no salgas nunca... Es lo
mejor... No llamar la atención nunca...
-23-
Resignarse... Me quieren quitar a todos
mis chicos. A Dios gracias que tú has
tenido más cuidado... A Dios gracias...
PACO
¿Qué miras?
BASILIO
Eres Antonio Quero, ¿verdad?
ANTONIO
Ése soy yo.
-24-
BASILIO
Mi nombre es Basilio. Soy amigo de
Matías. Te conozco de algunas tardes, en
la taberna de la Pica. ¿No me recuerdas?
ANTONIO
¡Claro que me acuerdo! Siempre ganabas a
las cartas...
BASILIO
Mi única virtud. Y que no puedo practicar
aquí por desgracia.
PACO
¿Quién es?
BASILIO
Le llamamos “El pulga”. Lleva así dos
días. Los mismos que hace desde que le
llamaron al patio. Allí le esperaba su
padre contra el paredón. Querían que
viera cómo le fusilaban. Aquí se están
volviendo todos locos.
ANTONIO
¿Y tú que haces aquí? ¿Cuánto tiempo
llevas?
BASILIO
Una semana que parece un mes. Los
militares me arrestaron por repartir
propaganda anarquista en una escuela.
Todos hablan de un golpe de estado
militar. Si no, no tiene sentido. Saben
que les daremos guerra en las calles si
la cosa se pone fea.
PACO
(a Antonio)
¿Te acuerdas de él? (Al perro.) Chico
listo... Te hace falta un nombre.
Veamos... ¿Cuál puede ser?
-25-
41 CÁRCEL DE “LA CAMPANA”. SALA DE RECLUSOS. INT. NOCHE.
PACO
Padre... ¿Estás bien?
FRANCISCO
Los guardias no se dieron cuenta. Ni los
militares. Vaya inútiles... (Sonríe
amargamente.) Hijo, si algún día yo falto
quiero que cuides de tu madre y tus
hermanos.
FRANCISCO
Eres valiente y tienes un corazón puro.
MILITAR 1
En orden, joder, que hay para todos.
BASILIO
Al principio yo pensaba igual. (Ríe, con
la boca llena.) Pero el hambre puede con
todo... Los principios y los valores se
rinden tarde o temprano al estómago.
-26-
Un segundo militar, MILITAR 2 (30), de aspecto amable, se
acerca al grupo.
MILITAR 2
¿Quién es Francisco Quero?
MILITAR 2
Tiene que acompañarme.
PACO
Nosotros vamos con él.
MILITAR 2
(comprensivo y conciliador)
Vamos, chicos. No hagáis tonterías.
Una sala pequeña con una mesa y dos sillas. Junto a una
puerta enrejada hay varias cajas amontonadas con munición.
FRANCISCO
¡Ramón! ¿Cómo está Matilde? ¿Y mi hija?
RAMÓN
Tu mujer está bien. Ayer la llevé algo de
comida. (Baja la cabeza) De tu hija no sé
nada...
FRANCISCO
Ramón, tú sabes que soy un hombre honrado
y trabajador. Nunca he hecho mal a nadie.
Si esas tierras son el motivo de esta
tragedia ya no las quiero, dile a Carlos
Guinea que renuncio a ellas. Si no las
acepta, dile que te las he vendido a ti y
tú se las cedes, me da igual. Sólo quiero
volver a empezar, sin rencor.
-27-
A Francisco se le saltan las lágrimas.
RAMÓN
He hablado con el general en mando y te
van a soltar ahora mismo.
FRANCISCO
¿Y mis hijos?
RAMÓN
Tus hijos están mejor aquí dentro.
Créeme, Francisco. Se va a armar una muy
gorda. El ejército se ha sublevado. El
país se está dividiendo a paso de
gigantes.
FRANCISCO
Yo sin mis hijos no voy a ningún sitio.
RAMÓN
Tú verás... Tu mujer también te necesita.
RAMÓN
Me gustaría acercarte, pero no quiero que
nos vean llegar juntos a Granada.
FRANCISCO
Pare... ¡Pare! Me bajo aquí...
-28-
Encarna está semidesnuda. Tiene la cara llena de magulladuras
y las ropas destrozadas.
ENCADENA A
ANTONIO
Lo que daría yo por un par de botas.
PACO
Cambian los turnos cada seis horas y por
la noche sólo hay uno en cada torre.
-29-
ANTONIO
Olvídalo, Paco. Ya sabes lo que le
ocurrió a Basilio.
PACO
Si hubiera ido más decidido habría
alcanzado la salida y ahora estaría
dinamitando el muro para liberarnos a
todos.
ANTONIO
Pero acabó con un tiro en la cabeza. Como
acabaremos nosotros...
PACO
Antonio, prométeme una cosa. Cuando
salgamos de aquí, volveremos para hacer
volar estos muros, aunque ya no sea una
cárcel. Solo por el placer de verlos
volar en mil pedazos.
ANTONIO
(desganado)
Te lo prometo.
PACO
Durruti, ven aquí. Deja eso.
ANTONIO
Paco, ¿qué haces? Déjalo.
PACO
Durruti, ¿qué te he dicho?
MILITAR 3
Así que Durruti, ¿eh? Tú, (A Paco.)
suelta el perro.
-30-
PACO
¿Qué va a hacer? El perro no tiene...la
culpa es mía.
MILITAR 3
(a un compañero)
Jacinto, vamos a llevarnos a esta
parejita a donde tú y yo sabemos...
ANTONIO
Cortés... Balboa... Aguirre... Anda que
no te di nombres para el perro...
Durruti...
PRESO 1
¿Nos vais a fusilar, verdad?
MILITAR 3
Por ahora sólo tenéis que picar un poco
de piedra. Pero si hay ganas no os
preocupéis, que en cuanto acabéis la
faena, os fusilamos.
-31-
MILITAR 4
Vamos a por algo de comer. Volvemos en
diez minutos.
MILITAR 3
Tranquilos, ya me quedo yo con estos.
PACO
Aquí estaremos a salvo.
VOZ
¿Quién vive?
-32-
VOZ
Decid quién vive.
PACO
No des un paso más. Estamos armados.
VOZ
Sólo soy un campesino. No quiero hacer
daño a nadie. Si estáis bien ya me
marcho.
ANTONIO
¿Matías?
EL MATÍAS
El mismo. ¿Quién eres?
EL MATÍAS
¡Antonio! ¡Me cago en todo lo sagrado,
estás vivo! Dios te ha bendecido...
PACO
Joder, primero se caga en dios y luego le
da las gracias.
ANTONIO
Es mi hermano, Paco.
ANTONIO
¿Qué haces tú por el monte?
EL MATÍAS
En esta cueva se cogen los mejores
gusanos para la pesca. Ahora soy un
trabajador. Me he casado. ¿Te acuerdas de
la Sonsoles? Pues toda mía.
-33-
EL MATÍAS
¡Pero bueno! Este no es lugar para que un
Quero duerma. Venís ahora mismo a mi
casa.
ANTONIO
Debes saber que somos fugitivos de la
justicia.
EL MATÍAS
(sonriendo)
¿Habéis descarrilado un tren?
EL MATÍAS
Nada más empezar la guerra mataron a mi
padre por no querer ir a luchar. Mi
madre, aconsejada por el cura, me dijo
que luchara del lado nacional y así me
tiré año y medio. Luego me hirieron en
Málaga, y en el hospital me encontré con
ésta...
SONSOLES
Quita, loco.
EL MATÍAS
...que es la ilusión de mi vida. Siéntate
con nosotros, mujer. No conocerás en tu
vida familia más excepcional.
EL MATÍAS
Trabajo de labrador en el cortijo de un
Coronel. Bueno, seis meses trabajo, seis
meses me largan.
-34-
Y al año siguiente lo mismo... Me da lo
justo para vivir. Ya no le pido más a la
vida, sólo que me dejen tranquilo. Fue
muy duro ver morir uno a uno a todos mis
compañeros. Y mis amigos en el otro
bando. Una locura...
PACO
¿Y no has vuelto a Granada?
EL MATÍAS
Alguna vez.
ANTONIO
¿Viste a mi madre?
EL MATÍAS
Me crucé con tu padre en una taberna.
Pero te estoy hablando de hace uno o dos
años. No le dejaban visitar la cárcel.
Hablaba de vosotros como si estuviérais
muertos.
EL MATÍAS
Sé poco más. Le expropiaron las tierras y
vive casi de la caridad y los
racionamientos. De tu madre no he oído
hablar, pero sé que tu hermana Encarna ha
tenido un hijo...
-35-
EL BARTOLO
Pues si que llevas este mes cantidad. ¿Te
ha subido la paga Don Carrasco?
EL MATÍAS
(incómodo, sin saber qué
responder)
Un capricho de vez en cuando no le va mal
al cuerpo...
EL BARTOLO
Mucha comida para dos bocas... ¿O es que
tienes visita?
EL MATÍAS
Están por venir unos familiares.
EL BARTOLO
¿Tuyos o de Sonsoles?
EL MATÍAS
Cóbrate.
PACO
Cuatro años siendo unos don nadie... Y de
repente... En primera plana... Según esto
somos “sujetos peligrosos”, Antonio.
ANTONIO
Estoy de acuerdo.
-36-
EL MATÍAS
Ahí le dan mucho bombo. Pero en un par de
semanas la cosa estará fría y ya nadie se
acordará de vosotros. Lo mejor es que os
quedéis aquí y luego, si queréis, bajáis
a Granada.
ANTONIO
Matías, no tenemos con qué pagarte todo
esto.
EL MATÍAS
Y aunque lo tuviérais, no lo aceptaría.
SONSOLES
Esto es todo lo que había en el baúl.
Mirad a ver si os sirve algo.
EL MATÍAS
Joder. No puede ser.
EL MATÍAS
Vamos. Hay una ventana que da atrás.
Sonsoles abre tú y entretenles un poco.
Yo vuelvo enseguida.
EL MATÍAS
Por ahí todo recto atravesáis el monte y
llegáis a Padul. (A Antonio, agarrándole
con fuerza del brazo.) Mucha suerte,
hermano.
-37-
Suena un disparo. Antonio y Paco se detienen en seco. Tras el
segundo disparo se escucha un grito ahogado que proviene de
la casa. Los hermanos cruzan una corta mirada. Un escalofrío
les recorre a ambos al mismo tiempo.
EL MATÍAS
(llorando, con voz temblorosa)
Asesinos...
EL BARTOLO
(a los guardias)
A lo mejor en la leñera.
EL BARTOLO
¡Clemencia! ¡Matías, clemencia, por lo
que más quieras!
EL BARTOLO
Veníamos a por ellos. Lo de Sonsoles ha
sido un acci...
-38-
60 CASA DE “EL MATÍAS”. MONTE CERCANO. EXT. DÍA.
PACO
¿Qué hacemos con estos?
EL MATÍAS
(sin dejar de andar)
Que se los coman los gusanos.
Paco se une a los dos amigos. Los tres marchan despacio monte
arriba, provistos de macutos con alimentos. Paco y Antonio
portan lar armas de los guardias, “El Matías” la suya propia.
MATILDE
Ese niño es un infierno. Me va a volver
loca. Ninguno de mis hijos lloró tanto.
(Nostálgica.) Incluso al nacer, las
comadronas tuvieron que golpearlos para
que lloraran. No bastaron unos simples
azotes, no...
-39-
MATILDE
¡Patatas! Habrá por lo menos diez kilos.
FRANCISCO
Me las ha dado Pascual. No he sabido
decir que no, pero vengo deslomado.
FRANCISCO
¿Y a este canijo cómo le va?
MATILDE
(a Francisco)
Lleva toda la tarde llorando. No hay
manera de hacerle callar.
MATILDE
(a Francisco)
¡Espera! Pedro...
FRANCISCO
Buenos días. ¿Qué se les ofrece?
GUARDIA JOVEN 1
¿Es usted Francisco Quero?
Francisco asiente.
GUARDIA JOVEN 2
Supongo que estará al corriente... Dos de
sus hijos, Antonio y Paco Quero, se
fugaron hace dos días de la cárcel de “La
Campana”.
-40-
Francisco y Matilde abren los ojos emocionados.
GUARDIA JOVEN 2
Se les atribuye el asesinato de tres
personas en Trevélez. Vamos a realizar un
registro rutinario. Si no esconden a
nadie no hay nada que temer.
FRANCISCO
(resignado)
Adelante.
GUARDÍA JOVEN 2
Gracias, señor Quero, y disculpen las
molestias.
-41-
ANTONIO
Si es que somos idiotas. Mira que no
traer cerillas.
PACO
Yo me voy a dormir.
EL MATÍAS
(nervioso, desesperado)
¿Qué vamos a hacer ahora, Antonio?
ANTONIO
Lo de siempre, Matías: sobrevivir.
PACO (OFF)
(emocionado)
¡Antonio, Matías! ¡Venid aquí!
Paco tiene una caja de munición entre las manos. Bajo una
lona se encuentran apiladas decenas de armas, munición,
combustible y alimentos embutidos y en conserva. Quesos en
aceite, chorizos, sardinas...
ANTONIO
Esto es muy raro.
EL MATÍAS
No. Yo había oído hablar de esto. Tanto
la guerrilla como los campesinos dejan,
estrategicamente, en algunas cuevas sólo
conocidas por ellos, armas y alimentos
para ayudarse mutuamente. Pensé que eran
leyendas.
PACO
Pues ya ves que no. Al final vamos a
cenar como señores.
-42-
PACO
Matías... Tu patrón, el tal Carrasco,
¿era buena gente?
EL MATÍAS
Nunca se portó mal conmigo. ¡Si apenas
aparecía por allí! Muy de vez en cuando y
para llevarse los dineros... Me regateaba
en los pagos, y a veces me tenía
trabajando once o doce horas, pero nada
más.
PACO
(asombrado)
¿Te parece poco? Ese hombre es un
explotador.
EL MATÍAS
Te aseguro que los hay peores.
ANTONIO
Eso no le justifica.
PACO
A ver, dime uno peor.
EL MATÍAS
Manuel Acosta. Una de las familias más
ricas de Motril. Con más de cinco
haciendas. Sus trabajadores se mueren de
hambre y en épocas de recolecta apenas
les deja dormir cuatro horas. Ha amasado
fortuna a costa del sudor de los demás.
Ese si que es un verdadero hijo de puta.
PACO
¿Y sabes dónde vive ese Acosta?
EL MATÍAS
Claro, lo sabe todo el mundo.
PACO
Pues si el señor Acosta es tan rico y tan
hijo de la gran puta, estará encantado de
que le hagamos una visita...
-43-
EL MATÍAS
(asustado)
¿Un atraco? Somos fugitivos, Paco, nos
estarán buscando por todas partes...
PACO
Sobrevaloras la inteligencia de las
fuerzas del orden. Que te cuente Antonio
algún día cómo nos fugamos de la Campana.
ANTONIO
(con la boca llena)
Además, que tenemos que reponer todo lo
que hemos comido...
PACO
Es mucho más sencillo de lo que parece...
PACO (OFF)
Antonio o yo, da lo mismo, se presenta en
la casa de nuestro buen amigo Manuel. Hay
que estudiar bien a qué hora está en
casa, pero bueno, eso es fácil. El señor
Acosta abrirá la puerta y le preguntará
qué desea. Antonio le contará que fue
injustamente encarcelado y que ahora le
busca la guardia civil. Luego le pedirá
dinero, por caridad, para poder
mantenerse. Como es natural, si lo que
cuentas del señor Acosta es cierto, le
cerrará con la puerta en las narices.
-44-
67 CASA DE LOS ACOSTA. INT. DÍA.
PACO (OFF)
Al mismo tiempo, y por una ventana de la
parte de atrás entramos en la casa Matías
y un servidor. Amenazamos a Manuel de
muerte, ayudados de escopetas para
hacernos respetar, comprobado ya, que no
es suficiente con la palabra. Y le
pedimos que nos acompañe a su banco, de
donde sacaremos una cantidad
insignificante... 500.000 pesetas, por
ejemplo.
PACO (OFF)
Vosotros dos acompañáis a Manuel al
banco, dando un paseo y charlando sobre
la recolección de la remolacha. Tú,
Matías, que sabes bien sus costumbres, le
puedes aconsejar que no es bueno trabajar
más de nueve horas seguidas. Mientras, yo
os espero en la casa custodiando al resto
de la familia.
-45-
PACO (OFF)
En el banco, Manuel saca lo prometido en
la caja central. Se trata de una
operación que seguramente repetirá con
asiduidad... Y os entrega el dinero a la
vista de todo el mundo.
PACO (OFF)
Y asunto resuelto. Volvéis con Manuel a
casa, donde os recibo con los brazos
abiertos. Le damos las gracias a la
familia diciéndoles que esperamos volver
a colaborar con ellos en futuras
ocasiones y nos vamos por donde hemos
venido.
EL MATÍAS
¿Y luego?
PACO
Luego, si todo ha salido bien, compramos
unos caballos y lo celebramos.
-46-
PETRI (45) maternal y opulenta, recorre las mesas llenando
vasos y recogiendo botellas. En una de ellas, Paco, Antonio,
“El Matías” y FARINA (50), delgado y afable, juegan una
partida de dominó. Las piezas se dejan caer con fuerza contra
la madera. Petri rellena los vasos de cada uno de ellos.
FARINA
¡Manda huevos con los hermanitos! ¿Qué te
parece, Petri? Aquí jugando una partida
de dominó con una panda de bandidos.
FARINA
¿Qué pasa? Que estoy en mi casa, coño...
No te preocupes, Matías, que ni un
guardia civil pisa aquí. Preocúpate de
jugar bien que no das ni una.
PETRI
Para mí son los chicos de Francisco...
Igual que siempre...
FARINA
Claro que sí... Igual de revoltosillos...
Joder con los Quero, los Quero, los
Quero, no hacen más que hablar de
vosotros.
JOSÉ
¿Alguien por aquí habla mal de los Quero?
PACO
¡José! ¡Joder!
ANTONIO
José...
-47-
JOSÉ
(emocionado)
Antonio...
JOSÉ
Cuando acabó la guerra fue casi peor.
Toda la ilusión, que al final era lo que
contaba, lo único que te daba un poco de
apoyo, desapareció. Se fue al garete. Los
que no habían muerto, se iban al
extranjero, y todavía hubo algún hijoputa
que se pasó a los nacionales sin
reservas. De un día para otro parecía que
nadie se acordaba de que nos habíamos
dejado la piel, otros la vida, en esta
guerra para ahora...
ANTONIO
¿Y qué esperabas, José?
JOSÉ
No lo sé, Antonio. Nuestros antepasados,
los de Numancia, se resistieron a los
romanos hasta la muerte. No nos han
ganado, joder. La hemos dado por perdida.
Para mí la guerra no ha acabado.
PACO
Para nosotros tampoco, Antonio.
JOSÉ
¿Habéis luchado?
ANTONIO
¿Cómo? Si estuvimos en “La Campana”...
PACO
Estamos luchando ahora. Es nuestra
particular guerra civil. Bueno, casi
local. Nos hemos echado al monte.
JOSÉ
Pues entonces estáis igual que nosotros.
-48-
PACO
¿Estáis todos en el monte?
JOSÉ
Sí. La guerrilla de resistencia
“Mediodía” para servirles en lo que haga
falta.
ANTONIO
Ala, vamos a acostarnos Matías...
JOSÉ
No sabe nada, este Antonio...
PACO
Hemos pasado mucho tiempo solos, José.
JOSÉ
Me lo vas a decir a mí. Todo el día
rodeado de hombres...
PACO
¿No has conocido a ninguna mujer?
JOSÉ
¿Y tú?
JOSÉ
Pues nada, por Antonio.
PACO
Por Antonio.
-49-
Antonio y Carmela descansan tras hacer el amor. Antonio le
llena de besos la cara, cariñosamente. Se abraza a ella.
Quedan abrazados de lado, mirándose a los ojos.
ANTONIO
¿Cómo te llamas?
CARMELA
Carmela.
ANTONIO
Carmela, gracias.
CARMELA
Estoy acostumbrada a que me den la
espalda, una vez que...
ANTONIO
¿Quieres que te de la espalda?
CARMELA
No...
CARMELA
No toques ahí. Me da vergüenza.
ANTONIO
¿Cómo te hiciste esto?
CARMELA
Son malos recuerdos.
ANTONIO
¿Quién te lo hizo?
CARMELA
Alguien que no tenía tus ganas de
mimarme...
-50-
75 HOSTAL. CANTINA. INT. NOCHE.
JOSÉ
Me preocupan padre y madre, Paco. Y
Encarna. Solos con todo el pueblo
mirando, y chismorreando... Que si no se
les enseña parece ser lo único que saben
hacer los pueblos de este país...
PACO
José. Únete a nosotros, ¿quieres?
JOSÉ
No puedo dejar la guerrilla.
PACO
No tienes porqué dejarla. Puedes estar en
contacto con ella. La puedes ayudar más
estando con nosotros. José, no
fallaremos. Vamos a robar el dinero que
haga falta, y se lo daremos a tu
guerrilla y a los campesinos que esta
guerra ha dejado sin pan y que ningún
gobierno va a alimentar.
José se lo piensa.
JOSÉ
Soy un soldado, José, no un bandido...
PACO
(borracho, pero lúcido)
¿Es lo que te parezco? ¿Te parezco un
bandido, sin más? Yo iba a ser carnicero,
o vete a saber qué. No me dieron ni la
oportunidad de soñarlo. Tú ibas a ser
abogado. Tal y como están las cosas,
José, nadie se va a molestar en
diferenciar a un guerrillero de un
bandido, ni a un bandido de un maqui.
Para ellos somos igual de peligrosos, la
misma mierda. Y ya no es sólo eso. Tú lo
has dicho, José, es la familia. ¿Qué pasa
con nuestra familia? ¿Vamos a estar
siempre separados el uno del otro? ¿Va a
estar siempre Madre cosiendo a la lumbre?
¿
-51-
Esperando nuestra vuelta, como cuando
salíamos de juerga y volvíamos a las
tantas? Ahora las horas se han hecho
años, y ya está bien. José, la familia
tiene que juntarse de nuevo. Hay muchos
asuntos en Granada que se han quedado sin
cerrar.
PACO
Antonio, Antonio... ¿A dónde vas con todo
eso?
ANTONIO
Carmela se viene con nosotros.
PACO
Antonio, no podemos, ¿qué dijimos cuando
todo empezó?
ANTONIO
Nada de mujeres.
PACO
Eso es, nada de mujeres.
ANTONIO
¡Pero es que no entiendo porqué nada de
mujeres!
PACO
¿Quieres verla morir por tu culpa? Ya no
te acuerdas de la mujer de “El Matías”...
¿
-52-
Quieres que ella vea cómo cualquier día
te meten un balín en las tripas? Antonio,
joder...
JOSÉ
Yo he visto a mujeres guerrear como
hombres, Paco. Estás siendo un poco...
ANTONIO
Machista.
ANTONIO
Está bien. Pero puedo... quiero...
sacarla de aquí.
PACO
¿Quieres darle parte del botín?
ANTONIO
O el botín entero...
EL MATÍAS
¡Ey! ¿Qué se cuece aquí?
ANTONIO
Te haces con una casa y me dejas aquí las
señas.(Señala al hostal.) Volveré pronto.
EL MATÍAS
¡No me lo puedo creer! Estas cosas se
consultan, ¿no? ¿Le habéis dado las
450.000 a esa...?
EL MATÍAS
Antonio, eres un calzonazos.
-53-
ANTONIO
Cállate, Matías. Te corroe la envidia.
EL MATÍAS
Pues sí. Pero no de ti, de ella, que se
ha quedado con las 450.000 calas que yo
me he ganado a pulso, ¿o no?
PACO
¡Venga, Matías, que enseguida nos hacemos
con eso y con más!
CARLOS GUINEA
¿Se sabe quién ha sido?
-54-
GUARDIA VAGÓN
Aún no... Con certeza... Pero nos lo
podemos imaginar.
-55-
EL MATÍAS
“Sin lugar a dudas estos hermanos
despiadados están dispuestos a regar de
sangre toda la provincia de Granada en
pos de su ánimo de lucro y sed de crimen.
Son fuertes, inclementes, sin corazón
alguno. Imbatibles, como el dragón que
protege el castillo. Ellos solos, tres
hermanos, son el ángel exterminador de
nuestra antaño próspera y floreciente
sierra andaluza.”
EL MATÍAS
Joder, no soy Quero pero algo sí que
hago, ¿no?
ANTONIO
Claro que sí, Matías, no tengas celos,
hombre, que ya tendrás tu momento de
fama.
ANTONIO
Al menos a ti no te dan por muerto día
sí, día no en la prensa. “Hoy, quince de
agosto, se dio por muerto al despiadado
bandido Antonio Quero”, y a la semana
siguiente otra vez... “Hoy, 23 de agosto,
Antonio Quero, el bandido despiadado, ha
sido dado por muerto”.
PACO
¿Qué pasa, José?
JOSÉ
Nada... Pensaba en nuestros padres. Y en
la risa que les debe entrar cuando leen
esas noticias.
ANTONIO
Lo siento, José... No había caído...
-56-
JOSÉ
No pasa nada, Antonio. Si la culpa es
mía, por amargarme. Tienes derecho a
divertirte con esto, porque si no...
EL MATÍAS
(le interrumpe)
¡Chicos!
GUARDIA OLIVO 1
¡Buenas tardes!
JOSÉ
Buenas...
GUARDIA OLIVO 1
¿Qué les trae por estos caminos?
JOSÉ
Nada, vamos a Granada y hemos decidido
hacer un alto en el camino.
GUARDIA OLIVO 2
A ver, identificación.
GUARDIA OLIVO 2
(cada vez más nervioso)
¡He dicho identificación!
PACO
¿De verdad no sabéis quienes somos?
PACO
(a su grupo)
¿Pero en qué mundo vive esta gente? ¡Que
no saben quienes somos!
-57-
El resto del grupo ríe, pero disimuladamente empuñan sus
armas. Los guardias civiles pierden los papeles y levantan
sus escopetas.
GUARDIA OLIVO 2
¡La identificación u os pego un tiro
ahora mism...!
PACO
Estos guardias deberían leer más.
CARMELA
¿Qué te parece?
ANTONIO
¿El qué?
CARMELA
¿El qué va a ser? ¡La casa!
ANTONIO
Pues muy bien, ¿qué me va a parecer?
CARMELA
Mira la sala de estar, a ver si te
gusta...
ANTONIO
(la abraza)
Me encanta, me encanta...
-58-
CARMELA
Y este cuarto... ¿Qué te parece?
CARMELA
Entonces...¿te gusta? He elegido el azul
a ciegas.
ANTONIO
¿Estás...estás embarazada?
CARMELA
¡Antonio! Antonio, no hay ninguna prisa.
CARMELA
Sí que hay prisa.
ANTONIO
En unas horas, preparamos un nuevo golpe.
-59-
JOSÉ
Los primeros lunes de cada mes, o sea, el
lunes que viene, pasa por el callejón de
enfrente un carro blindado con las
nóminas de los jornaleros de toda la
región.
EL MATÍAS
Eso sería robar a los trabajadores.
JOSÉ
No si se hace antes de que el dinero
entre en el banco y se distribuya a los
beneficiarios.
PACO
Es un suicidio, José. A plena luz del día
y con todos los niños y mujeres en la
calle. Puede haber muchos muertos.
JOSÉ
La confusión será nuestra arma secreta.
Tendríamos que preparar un explosivo en
ese buzón...
JOSÉ
...justo antes de que el carro enfile el
callejón. La gente grita, corre, la
guardia se alerta y el carro es
desatendido por unos minutos; los pocos
que nosotros necesitamos para volar la
puerta y llevárnoslo todo.
EL MATÍAS
Yo no lo veo nada claro...
-60-
CARMELA
¿Por qué tienes que irte, Antonio?
ANTONIO
Tengo que ganarme nuestra felicidad.
¿Cómo si no te podía haber sacado de tu
trabajo? ¿Cómo te podría haber dado esta
casa?
CARMELA
¿Y para qué quiero esta casa si no la
comparto contigo? Ahora te vas, después
de hacerme el amor, y me quedo tan vacía
como... (No se atreve a decirlo.)
ANTONIO
¿Como qué?
CARMELA
Como cuando trabajaba...
CARMELA
Las horas se me hacen muy largas en esta
casa, yo sola. Necesito tenerte a mi lado
a la mañana siguiente... ¿Lo entiendes,
Antonio?
ANTONIO
Creo que sí.
PACO
Sería bueno tener acceso a ese balcón. Tú
podrías estar ahí, Matías. Se debe ver
toda la plaza y es un buen punto para
cubrirnos al resto.
-61-
DOS JOVENES (16) están sentados a la puerta de una casa
llorando uno sobre el hombro del otro.
PACO
¿Os podemos ayudar, chicos? ¿Por qué
lloráis?
PACO
Dime que te pasa.
ADOLESCENTE
Esta mañana han fusilado a nuestro padre
... Y nuestra madre está enferma en cama.
El médico ha dicho que aquí no tiene
cura.
Paco mira a “El Matías”, que saca de una bolsa grande dos
fusiles, los que quitaron a los guardias que abatieron en el
encinar. Paco entrega las armas a los chicos.
PACO
Tomad, para que a partir de ahora
defendáis lo que es vuestro. No os dejéis
nunca pisar por nadie.
PACO
¿Vale?
PACO
Con esto a lo mejor el médico opina
distinto sobre la enfermedad de vuestra
madre.
Los chicos se miran sin saber qué decir. Los dos hermanos y
“El Matías” continúan subiendo la cuesta. José se pone a la
altura de su hermano.
JOSÉ
Son unos chavales, Paco...
-62-
PACO
Lo mismo me da.
JOSÉ
A ver que hacen ahora con las
escopetas... Meterse en un lío...
PACO
Joder, José, o defender lo que les
pertenece... Que es lo que tendría que
estar haciendo todo el pueblo en vez de
echar siestas o dormir la mona.
JOSÉ
Tienes razón, Paco. Es que... a veces
dudo de todo. Incluso de lo que estamos
haciendo.
PACO
Lo que pasa es que necesitamos
divertirnos. Un poco. Y en Granada.
EL MATÍAS
¿Qué dices?
PACO
Lo que has oído. (A José.) Cada vez más
cerca de casa.
JOSÉ
Esto es una locura, Paco. Aquí puede
reconocernos cualquiera.
-63-
PACO
Déjalo ya, José. Estamos fuera de la
jornada de trabajo.
PEDRO
Esto hay que celebrarlo. (Al camarero.)
Camilo, tres güisquis por aquí.
PACO
Cuatro. (Señala a Matías.) Te presento a
“El Matías”. (Señala a Pedro.) Aquí, mi
hermano Pedro.
PEDRO
Encantado. ¿Tú eres el cuarto? Los
periódicos hablan siempre de cuatro, pero
nunca dicen tu nombre.
EL MATÍAS
El anonimato es mi sino.
PEDRO
¿Y Antonio?
PACO
Anda ennoviado.
-64-
PEDRO
¡Joder! Del último que me lo esperaba...
Pero, ¿cómo habéis sabido que actuaba
aquí?
PACO
¡No lo sabíamos! Ha sido casualidad...
PEDRO
¡Cago en la mar! ¡Un brindis ahora mismo!
PEDRO
Os he seguido día a día, golpe a golpe.
Tengo en casa todos los recortes de
periódicos. Sois famosos en toda Granada,
y supongo que fuera también.
JOSÉ
¿Vives en casa?
PEDRO
No. Hará cuatro años que marché. Vivo por
la Trinidad, muy cerca de la plaza.
PACO
¿Dónde? ¿Frente al convento?
PEDRO
Ahí mismo. Aquí gano lo justo para mis
gastos, no necesito más. Ahora, algún día
tendré un local como este o mucho mejor.
JOSÉ
¿Sabes algo de nuestro padre?
-65-
PEDRO
Perdimos hasta la casa. Se han trasladado
a otra más chica, cerca de Santa
Catalina. Desde la guerra no hemos
levantado cabeza.
PACO
Queremos ir a verles, Pedro. Nos hemos
cansado de escondernos.
PEDRO
Es peligroso. Me han dicho que la casa
suele estar vigilada por la guardia o por
algún Guinea, por si se os ocurre
aparecer...
JOSÉ
Siempre lo mismo... Nunca cambiará...
PEDRO
(ríe amargamente)
Es como una maldición... El tren que
hicisteis descarrilar en Tudela llevaba
mercancía suya. Le habéis hecho perder
varios miles.
PACO
Pedro, no me creo que las cosas te vayan
tan bien por aquí.
PACO
Eso que llamas casa lo he visto yo desde
fuera y no es mas que un hostal
cochambroso. El camarero, que tiene pinta
de ser el dueño, no te ha hecho ni caso
con las bebidas. Creo que vives de las
propinas y comes de la caridad.
PEDRO
¿Qué tramáis?
-66-
PACO
Con nosotros... Con tu parte te podrías
montar tu propio bar, en cualquier otro
sitio, y llevar la vida que de verdad has
soñado.
PEDRO
Pero Paco...
PACO
No hay peros. Además, que sin tu
habitación, no hay atraco...
JOSÉ
Yo pasé por lo mismo, Pedrito. Y no hay
modo de negarse.
PEDRO
Si es que yo...
PACO
Anda, que os invito a otra...
PACO
(para si)
Teresa...
JOSÉ
¿Quién era ése?
EL MATÍAS
Uno que dice que quiere unirse a
nosotros. Se ha escapado de la cárcel y
ahora le persigue la guardia.
JOSÉ
¿Qué le has dicho?
-67-
EL MATÍAS
Que se equivocaba de personas.
PACO
Mierda.
-68-
CONDUCTOR
¡Por allí, se escapan!
ANTONIO
(se levanta precipitado)
¿Qué hay de Matías?
PACO
(señala a los periódicos)
También hablan de ti, Pedro. Saben que
“El Matías” estaba en tu habitación y ya
te relacionan con nosotros.
ANTONIO
(desconsolado)
Todos estos años quejándose de que no
salía su nombre en el periódico y mira...
Ahora que puede leerlo...
-69-
José, Pedro y Paco miran al suelo con abatimiento.
ANTONIO
Yo me vuelvo a casa. Si me tienen que
matar como a Matías que sea después de
haber visto a mis padres. Estoy harto de
esconderme.
ANTONIO
Además, que vais a tener un sobrino.
JOSÉ
Paco... (Señala el periódico y lee.)
“Mañana se fusilará en la cárcel de
Villasanta a los dos jóvenes de quince
años acusados de asesinar a dos guardias
civiles. Encontraron en su casa los
fusiles de los caídos, lo cual les acusa
directamente de su muerte.”
PACO
Antonio...
ANTONIO
Dime...
PACO
¿No te importará que resolvamos un asunto
de camino, antes de llegar a Granada?
ANTONIO
(satisfecho de que se le
consulte)
Lo que haga falta, Paco. Pero siempre por
la puerta grande...
-70-
94 CÁRCEL DE VILLASANTA. EXT. DÍA.
PACO
Venimos a ver al Coronel Lacomba. Somos
Luis Andujar y Carlos Millán, inspectores
de ferrocarril. El Coronel nos está
esperando.
CORONEL LACOMBA
Pasen señores, ¿en qué puedo ayudarles?
PACO
Venimos a interceder por los muchachos a
los que han detenido por encontrarles
unos fusiles de la guardia civil. Esos
muchachos no tienen nada que ver con este
asunto. Somos nosotros quienes les
dijimos que guardasen esos fusiles.
PACO
Somos los hermanos Quero y debe tener
usted presente que si a esos muchachos se
les fusila, tanto usted como toda su
familia, estarán firmando su sentencia de
muerte. Sin duda, sabe que hablamos en
serio.
-71-
CORONEL LACOMBA
Les agradezco su visita, señores. No les
quepa duda de que los chicos serán
liberados de inmediato.
PACO
Le rogamos que no nos obligue a dudar de
su palabra.
CORONEL LACOMBA
Por supuesto que no.
MATILDE
Mis niños...
FRANCISCO
No podéis quedaros mucho tiempo. Este es
un sitio peligroso para vosotros.
-72-
PACO
Hemos venido para quedarnos, padre.
Estamos cansados. Ningún Quero tendrá que
huir de nadie nunca más.
PACO
(a su madre)
¿Qué le ha pasado?
MATILDE
El mes pasado... No paraba de llorar. Le
tapó la cabeza con la manta para que no
le escucháramos. La culpa es mía...
PACO
Vamos, madre...
LUISA GUINEA
Los mochuelos han vuelto al nido.
LUISA GUINEA
Esta vez vamos a hacerlo distinto.
-73-
101 CORTIJO DE LAS AGUAS. EXT. NOCHE.
PACO
¿Buscas esto, querida?
TERESA
Francisco Quero hijo, déme eso ahora
mism...
TERESA
Tienes que irte. Mi padre o la tata
pueden entrar en cualquier momento.
-74-
PACO
Después de todo, ¿qué más nos daría?
TERESA
Paco, estoy prometida.
PACO
(sereno, deja de acaricarla)
¿Con quién? ¿Le quieres?
TERESA
Las cosas no le van demasiado bien a mi
familia.
PACO
Niégate. Nadie puede obligarte a eso. Ni
siquiera tu padre.
TERESA
Ya lo sé. Pero tampoco puedo quedarme sin
hacer nada mientras mi familia se deshace
cada día un poco más. No soportaría ver a
mi padre en las condiciones...
PACO
Dilo. En las condiciones del mío.
TERESA
No podría vivir, siempre con la culpa
encima de que yo pude haber solucionado
los problemas de mi familia y no quise.
Todo por egoismo.
PACO
(derrotado)
Por amor, Teresa, Por amor...
PACO
Tengo algo de dinero, Teresa... Yo
puedo...
TERESA
Ya. Dinero...robado.
-75-
Paco la mira sin entenderla. Una becha se ha abierto entre
ambos. Paco hace el ademán de huir por la ventana, pero es
Teresa quien ahora le agarra. Se abraza a él con el rostro
bañado en lágrimas.
PACO
Vente conmigo. Mandaremos dinero a tus
padres. Las cosas se solucionarán, ya lo
verás. Sólo hace falta un poco de
voluntad.
TERESA
No sigas, Paco, por favor.
PACO
Yo te quiero, Teresa. Siempre te he
querido.
TERESA
Yo puedo escaparme de noche en noche, a
bailar en un tablao, pero no sirvo para
ir de monte en monte, día tras día,
huyendo eternamente. No sirvo para ser la
mujer de un ladrón, por muy justo y
honrado que sea. Levantándome cada mañana
sin saber si sigues vivo o si ya estás
muerto.
PACO
¿Quién es el afortunado?
PASCUAL
Os he dejado listas las camas. A alguno
le va a tocar dormir en el suelo o encima
de algún saco.
-76-
ANTONIO
Gracias, Pascual. Dios te lo pague. Este
guiso está de muerte.
Llaman a la puerta.
JOSÉ
Debe ser Paco. Ya abro yo.
PEDRO
(pícaro)
¿Qué tal te ha ido, bribón?
PACO
Mal.
JOSÉ
¿Qué tal te ha ido el negocio todos estos
años, Pascual?
PASCUAL
¡Bien! A este país le encanta el vino y
la buena comida. Pero hoy es el último
día que abro. Mañana se acabó la taberna.
PACO
¿Te jubilas? ¿Por qué no se lo dejas a tu
hijo? Es una pena que se pierda este
sitio.
PASCUAL
El negocio no es mío, Paco, ya lo
quisiera yo...
PACO
Ya lo sé, es de Don Amancio...
PASCUAL
Era. Don Amancio, que en paz descanse, ya
no es el dueño de este local. Tras la
guerra las gentes de clase utilizaron los
favores del bando nacional para
apropiarse de ciertas tierras y
edificios.
-77-
Lo mismo le ha ocurrido a tu padre, que
os voy a contar... El nuevo dueño me
impone cada mes un alquiler distinto y
ahora pretende que le pague la diferencia
de los últimos tres años. Nada menos que
100.000 pesetas. Si no pago mañana, se
acabó.
PACO
Estos garbanzos están muy buenos. Y éste
vino...si yo tuviera que ponerle precio
sería un vino carísimo. Yo creo que el
precio justo de esta comida son 100.000
como mínimo. ¿No Antonio?
ANTONIO
Como poco.
PASCUAL
(emocionado)
No tenéis porqué hacer esto.
PACO
Y no te olvides de pedir el recibo.
PACO
(a Antonio)
Nosotros nos quedamos un rato aquí. Nos
vemos esta tarde en la cueva.
-78-
JOSÉ
Disculpe caballero. Pero creo que tiene
algo que nos pertenece.
JOSÉ
Muchas gracias.
JOSÉ
A mí me ha salvado la vida y con eso me
basta.
PACO
No le conocemos de nada.
JOSÉ
Yo sí. “El Matías” habló con él en la
taberna donde actuaba Pedro. Le dijo que
había estado en la cárcel y que quería
unirse a nosotros.
PACO
(a Pedro)
¿Tú le has visto alguna vez?
-79-
PEDRO
Nunca. Pero estoy con José, no me parece
un mal tipo.
PACO
No podemos ir por ahí fiándonos de
cualquiera. ¿Tu que dices Antonio?
ANTONIO
A mí me gusta su plan. Es mucho dinero.
Carmela y yo, quizás así, podríamos
marchar a Francia.
PEDRO
Si es verdad lo que dice podría ser
nuestro último robo. Y el plan no parece
demasiado descabellado...
PACO
No queremos hacerle daño. Sólo queremos
que nos deje pasar.
PACO
Siéntese.
-80-
Salcedo, José y Pedro llegan por la puerta que da a la
cocina. Traen de la mano a HIJO CASTELO (30), disminuido
mental, que viste y se comporta como un niño.
JOSÉ
Nos hemos encontrado a éste.
PACO
(a Salcedo)
Dijiste que estaría solo.
PACO
Pedro, mira la planta de arriba.
CASTELO
No hay nadie más en la casa.
PEDRO
Está vacío.
PACO
(a Castelo)
Levántese. Va a ser tan amable de abrir
su caja fuerte.
CASTELO
Yo sin mi hijo no voy a ningún sitio.
JOSÉ
No pasa nada. Subo yo. Salcedo, ayuda a
subir al chico. Paco, vosotros vigilar
los accesos, bajamos enseguida.
-81-
Paco se queda al pie de la escalera. Pedro junto a la puerta
principal. Antonio en la cocina.
CASTELO
¡No, por favor, no le haga daño! A mí lo
que quiera, pero a él no le haga daño.
Paco les mira sin saber qué hacer. Otea alrededor. Observa
que la caja fuerte está manchada de sangre que aún se desliza
por la pared. Sigue el rastro con la mirada hasta dar con el
cadáver de José.
ANTONIO (OFF)
(gritando)
¡Es una encerrona, esto está lleno de
guardias!
-82-
De nuevo en la entrada, Castelo y su hijo bajan las escaleras
hasta el rellano. Paco va tras ellos. Antonio y Pedro,
nerviosos, les esperan abajo.
ANTONIO
¿Qué ha pasado? ¿Y José?
PEDRO
(para sí)
Dios mío. Qué vamos a hacer ahora. Nos
van a matar.
PACO
¿Quién era ese hombre?
CASTELO
No lo sé. Yo sólo he hecho lo que me han
dicho. Me dijeron que no me harían nada.
Yo no vivo aquí. Esta no es mi casa.
PACO
(enfurecido)
¿Quién le dijo? ¡¿Quién le dijo qué?!
CASTELO
No sé su nombre. Un tal Guinea.
ANTONIO
¡Hijos de puta! Parece que no hay nadie.
Pero si esperas un momento quieto...
ANTONIO
Y como esos debe haber decenas. Les he
visto situarse por la parte de atrás. No
hay manera humana de salir de aquí.
-83-
PACO
Claro que la hay. Somos Quero, Antonio.
Por la puerta grande, siempre.
PACO
Ahora.
-84-
La puerta se abre de golpe. Entran Paco y Antonio sin
aliento. Disparan sus pistolas hacia el exterior.
PACO
Son sólo dos.
CARMELA
¿No había otro momento para esto, mi
amor?
PACO
¡Antonio! ¡Joder! No me dejes solo...
COMADRONA
Es un chico. Además, bien fortote.
PACO
O les dimos o se marcharon.
ANTONIO
¿Podemos llamarle José, Carmela?
ANTONIO
Bienvenido, José.
-85-
GUARDIA CUEVA 1
Tire las armas y salga con los brazos en
alto. No tiene escapatoria.
GUARDIA CUEVA 1
(a otro compañero)
¿Me habrá oído?
GUARDIA CUEVA 2
Grita más.
GUARDIA CUEVA 1
¡Tire las armas y salga con los brazos en
alto! ¡No tiene escapatoria! (A su
compañero.) ¿Qué hacemos? ¿Entramos?
GUARDIA CUEVA 2
¿Estás loco?
PEDRO (OFF)
Denme un cigarrillo y me entregaré sin
condiciones.
-86-
118 CASA DE CARMELA. SALÓN. INT. DÍA.
PACO
Vamos a Granada, Antonio. Ahora mismo.
ANTONIO
¿Para qué? No vamos a conseguir nada.
PACO
Nos han matado a dos hermanos, Antonio.
Venganza, es lo único que me sale del
alma.
ANTONIO
Ese niño que hemos visto nacer es lo
único que a mi me sale de dentro ahora
mismo, eso y el dolor por la muerte de
mis hermanos. Vente con nosotros a
Francia, Paco. Empecemos de cero, aquí ya
no hay nada que ganar.
PACO
La dignidad, Antonio, ¿te parece poco? Yo
sería incapaz de seguir viviendo si sé
que los asesinos de mi familia están
bebiéndo y riéndo. (Le señala una nota
del periódico.) Mira.
PACO
Lo haré contigo o sin ti. Después iré
donde tu me digas y haré lo que tu
quieras.
CARMELA (OFF)
Antonio. ¿Estás abajo?
-87-
119 CORTIJO DEL LOBO. ENTRADA PRINCIPAL. EXT. ATARDECER.
PACO
Buenas tardes. ¿Es aquí donde se celebra
la boda de los Guinea?
GUARDIA BODA
(serio)
Aquí es. ¿Por qué queréis saberlo? No
habrá restos hasta que termine el
banquete.
PACO
Venimos a matarlos.
-88-
Salcedo se apoya en el pozo y saca un cigarrillo de su
chaqué. Busca algo en todos sus bolsillos. Saca algo que
encuentra en uno de ellos, una pequeña cajita negra. La abre.
Dentro están los anillos del enlace. Los guarda y sigue
buscando.
SALCEDO
¿Tenéis fuego?
SALCEDO
Gracias.
PACO
¿Quién eres, hijo de la gran puta? Grita
y te cerceno la garganta. ¿Quién eres?
SALCEDO
(susurrando)
No olvides nunca Paco, que yo, Martín
Guinea, maté a tu hermano José Quero.
Martín Guinea, a mucha honra, hijo de
Carlos Guinea.
-89-
Carlos Guinea busca a su hijo Martín con la mirada. Luis
suspira aliviado al ver cómo Martín aparece por la puerta
lateral.
PACO
Lo siento.
PACO
Estaré en “La Chispa” esta noche.
-90-
125 CORTIJO DEL LOBO. DORMITORIO CARLOS GUINEA. INT./ EXT. NOCHE.
PACO
¿Clemencia? Te daré la única clemencia
posible: recibir en un sólo disparo el
sufrimiento que tú nos has provocado en
años.
ANTONIO
¿Hay alguna otra salida?
PACO
Por ahí, Antonio.
-91-
El silencio sólo es interrumpido por un inquietante canto de
pájaros. El sol sale por encima de los tejados del cortijo.
PACO
(le cuesta hablar)
¿Ha... ha dicho... bandidos?
ANTONIO
(lo confirma, tras resoplar)
Bandidos...
PACO
(con sorna, deletrea las
sílabas)
Malhechores...
PACO
No se atreven a entrar. Tendremos que
salir nosotros porque esto es muy
aburrido.
ANTONIO
Por la puerta grande... ¿no, Paco?
Paco sonríe.
PACO
Siempre por la puerta grande, Antonio.
FIN.
-92-