Está en la página 1de 16

1 ERA ASIGNACIÓN

CLASE DOMINGO 29/05/2022


A. ¿Cuándo empieza el tiempo de cuaresma y cuando termina?

La Cuaresma es un momento de reflexión que llama a convertirnos y volver a Dios; es


un tiempo apropiado para purificarnos de las faltas; es un tiempo para creer, es decir,
para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su morada” en nosotros (Juan
14,23), y esta conversión que se logra mediante una buena confesión de los pecados.

El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación (Mateo
6, 1-18), son las condiciones y la expresión de nuestra conversión. En este tiempo de
Cuaresma, acoger y vivir la verdad que se manifestó en Cristo significa ante todo
dejarse alcanzar por la palabra de Dios.
 
Para llegar preparados y limpios interiormente a la Semana Santa, te explicamos en
qué consisten estas prácticas:

•    Ayuno: No solo de comida y bebida, sino también de nuestro egoísmo, vanidad,
orgullo, odio, pereza, murmuraciones, malos deseos, venganza, impureza, ira, envidia,
rencor, injusticia, insensibilidad ante las miserias y necesidades del prójimo.

•    Limosna: No solo material, sino prestar ayuda a quien la necesita, enseñar al que
no sabe, dar un buen consejo a quien lo pide, compartir alegrías, repartir sonrisa,
ofrecer nuestro perdón a quien nos ha ofendido.

•    Oración: Sin oración, tanto el ayuno como la limosna no se sostendrían; caerían


por su propio peso. En la oración, Dios va cambiando nuestro corazón, lo hace más
limpio, más comprensivo, más generoso. La oración es generadora de amor e induce a
la conversión interior.
 
 
Para poder comprender mejor en qué consiste la Cuaresma, te damos estos cinco
puntos:
1.    ¿Cuándo comienza?

Esta práctica inicia el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo con el inicio del
triduo pascual (viernes santo, sábado santo y domingo de resurrección).

2.    ¿Cuánto dura?

Aunque no son 40 días exactos, en la biblia el número cuatro simboliza el universo


material. Seguido de ceros significa el tiempo de la vida de la tierra, con sus pruebas y
dificultades. Por ejemplo:  40 días de diluvio, 40 días de Jesús en el desierto, 40 años
de la marcha del pueblo judío por el desierto, 40 años de Moisés y Elías en la montaña
y 400 años que duró el pueblo judío en Egipto.

3.    ¿Qué significa el color morado?

El color litúrgico en este tiempo es morado, color que significa penitencia.

4.    ¿Cuáles son las prácticas cuaresmales?

La oración, que es indispensable para nuestro encuentro con Dios; la penitencia, que
se realiza cotidianamente y sin necesidad de grandes sacrificios; y la caridad, que es
necesaria para llegar a la Pascua santificados.

5.    ¿En qué consiste el ayuno y la abstinencia?

En el ayuno se ingiere una sola comida fuerte en el día, mientras que la abstinencia
consiste en no comer carne.
 
Si tenemos la gracia de seguir felices en la casa paterna como hijos y amigos de Dios,
la Cuaresma será entonces un tiempo apropiado para purificarnos de nuestras faltas y
pecados pasados. Te invitamos a hacer conciencia en la sociedad, acompañado de un
propósito para responder a estas necesidades a través de obras de misericordia y
oraciones.

B. ¿Qué día empieza el triduo pascual y hasta que día se prolonga?

El triduo comienza el Jueves Santo con la misa vespertina de la cena del Señor,
alcanza su cima el viernes Santo con la celebración de la Pasión de Cristo y cierra con
las vísperas del Domingo de Pascua (vigilia pascual en sábado).

Esta unificación de la celebración pascual es más acorde con el espíritu del Nuevo
Testamento y con la tradición cristiana primitiva.

El mismo Cristo, cuando aludía a su pasión y muerte, nunca las disociaba de su


resurrección. En el evangelio del miércoles de la segunda semana de cuaresma (Mt
20,17-28) habla de ellas en conjunto: "Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los
gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen, y al tercer día resucitará".

Es significativo que los padres de la Iglesia, tanto san Ambrosio como san Agustín,
conciban el triduo pascual como un todo que incluye el sufrimiento de Jesús y también
su glorificación.

(También: Papa insta a obispos de Colombia a motivar al diálogo y la reconciliación).


El obispo de Milán, en uno de sus escritos, se refiere a los tres santos días (triduum
illud sacrum) como a los tres días en los cuales sufrió, estuvo en la tumba y resucitó,
los tres días a los que se refirió cuando dijo: "Destruid este templo y en tres días lo
reedificaré".

San Agustín, en una de sus cartas, se refiere a ellos como "los tres sacratísimos días
de la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo".

Esos tres días, que comienzan con la misa vespertina del Jueves Santo y concluyen
con la oración de vísperas del Domingo de Pascua, forman una unidad, y como tal
deben ser considerados.

Por consiguiente, la Pascua cristiana consiste esencialmente en una celebración de


tres días, que comprende las partes sombrías y las facetas brillantes del misterio
salvífico de Cristo.

Las diferentes fases del misterio pascual se extienden a lo largo de los tres días como
en un tríptico: cada uno de los tres cuadros ilustra una parte de la escena; juntos
forman un todo. Cada cuadro es en sí completo, pero debe ser visto en relación con los
otros dos.

Interesa saber que tanto el viernes como el sábado santos, oficialmente, no forman
parte de la Cuaresma. Según el nuevo calendario, la Cuaresma comienza el Miércoles
de Ceniza y concluye el Jueves Santo, excluyendo la misa de la cena del Señor. El
viernes y el sábado de la Semana Santa no son los últimos dos días de Cuaresma, sino
los primeros dos días del "sagrado triduo".

C. ¿Cuantas semanas son del tiempo ordinario?

Se llama “Tiempo Ordinario”, porque en dicho tiempo se medita sobre la “vida ordinaria”
de Jesús, es decir, qué hizo con sus discípulos, los lugares que visitó, los milagros que
realizó. Pero, a diferencia de otros tiempos, en el tiempo ordinario se profundiza en la
vida cotidiana Jesús. Por ejemplo, en el tiempo de Navidad se profundiza sobre el
nacimiento de Jesús, en el tiempo de Pascua se profundiza en la Resurrección de
Jesús, mientras que en el tiempo ordinario no hay un misterio específico que se
profundice, sino más bien se acompaña a Jesús en sus “actividades” de día a día.

Este tiempo es peculiar, es el más largo del año, dura entre 33 a 34 semanas, el color
que se utiliza es el verde, comienza después de la fiesta del Bautismo del Señor y
concluye con la Solemnidad de Cristo Rey del Universo. Y ahora ya sabemos, se
llama ordinario porque acompañamos a Jesús en su vida ordinaria.
D. ¿cuáles son los colores litúrgicos y que se significan cada uno de ellos?

La diversidad de colores en las vestiduras sagradas pretende expresar con más


eficacia, aún exteriormente, tanto el carácter propio de los misterios de la fe que se
celebran, como el sentido progresivo de la vida cristiana en el transcurso del año
litúrgico. Así los cristianos oran con sentimientos diversos evocados también por los
colores de las vestiduras litúrgicas.

 BLANCO:
Se usa en tiempo pascual, tiempo de navidad, fiestas del Señor, de la Virgen, de los
ángeles, y de los santos no mártires. Es el color del gozo pascual, de la luz y de la vida.
Expresa alegría y pureza.

 ROJO:
Se usa el domingo de Ramos, el Viernes Santo, Pentecostés, fiesta de los apóstoles y
santos mártires. Significa el don del Espíritu Santo que nos hace capaces de
testimoniar la propia fe aún hasta derramar la sangre en el martirio. Es el color de la
sangre y del fuego.

 VERDE:
Se usa en el tiempo ordinario (período que va desde el Bautismo del Señor hasta
Cuaresma y de Pentecostés a Adviento). Expresa la juventud de la Iglesia, el resurgir
de una vida nueva.

Se usa en los oficios y Misas del «ciclo anual».


 MORADO:
Indica la esperanza, el ansia de encontrar a Jesús, el espíritu de penitencia; por eso se
usa en adviento, cuaresma y liturgia de difuntos.
Es signo de penitencia y austeridad.

MENOS USADOS:

 DORADO o PLATEADO:

Subraya la importancia de las grandes fiestas. En los días más solemnes pueden
emplearse ornamentos más nobles, aunque no sean del color del día

 ROSA:
Subraya el gozo por la cercanía del Salvador el Tercer Domingo de Adviento, e indica
una pausa en el rigor penitencial el Cuarto Domingo de Cuaresma. Es símbolo de
alegría, pero de una alegría efímera.

 AZUL:

Indica las fiestas marianas, sobre la Inmaculada Concepción.

 NEGRO:
Expresión de duelo.

TODOS ESTOS COLORES DEBEN ESTAR MARCADOS TAMBIÉN EN NUESTRO


CORAZÓN:

Debemos vivir con el vestido blanco de la pureza, de la inocencia. Reconquistar la


pureza con nuestra vida santa.

Debemos vivir con el vestido rojo del amor apasionado a Cristo, hasta el punto de estar
dispuesto a dar nuestra vida por Cristo, como los mártires.

Debemos vivir el color verde de la esperanza teologal, en estos momentos duros de


nuestro mundo, tendiendo siempre la mirada hacia la eternidad.
Debemos vivir el vestido morado o violeta, pues la penitencia, la humildad y la modestia
deben ser alimento y actitudes de nuestra vida cristiana.

Debemos vivir el vestido rosa, solo de vez en cuando, pues toda alegría humana es
efímera y pasajera.

Debemos vivir con el vestido azul mirando continuamente el cielo, aunque tengamos
los pies en la tierra.

En resumen
 Alba: proviene del latín alba, que significa blanca. Es el vestido que se consideró
básico para todos los ministros en la celebración litúrgica. Es blanca para simbolizar la
pureza de los ministerios.
 Cíngulo: la palabra latina cingulum viene de cingere, que significa ceñir. Este cordón
es útil para ceñir a la cintura ciertos vestidos amplios como el Alba.
 Amito: del latín amictus, que significa rodear, envolver. Es un lienzo blanco,
rectangular que emplean los ministros de la liturgia debajo del alba cuando ésta no
tiene cuello.
 Estola: es una tira de tela, más o menos de entre 15 y 25 cm de ancho, de colores, que
pende del cuello. Es común de todos los ministros ordenados, con la diferencia de que
los sacerdotes se la cuelgan en torno a los dos hombros sobre el alba y bajo la casulla,
y los diáconos, cruzada desde el hombro izquierdo al derecho.
 Casulla: viene del latín casulla que significa casa pequeña o tienda. Se llama casulla a
la vestidura que el sacerdote se revista por encima del Alba y la Estola, a modo de
capa o manto amplio, abierta por los lados y con un hueco para la cabeza. La casulla
es la vestidura que caracteriza al que preside la Eucaristía.
E. ¿estructura del misal?
LECTURAS INFORMATIVAS SEGÚN LA CLASE DOMINGO
29/05/2022

Definición libro litúrgico 


Se entiende por libro litúrgico aquél que contiene los textos redactados en orden a la
celebración litúrgica, es decir, que explican la ejecución de gestos, incluye
proclamaciones, preces, cantos, respuestas de las asambleas, etc. Existen definiciones
más o menos específicas, por ejemplo, corresponde a un "libro que se dedica al culto
en la Iglesia" (Martínez de Sousa, 2001); "libro que sirve a la Iglesia para las funciones
eclesiásticas" (Martínez de Antoñana, 1957), y "libro que sirve para una celebración
litúrgica y está escrito en vistas a ella. En sentido más amplio, es tal también el libro
que, aun no habiendo sido escrito con vistas a la celebración, contiene, sin embargo,
textos y ritos" (Sartore, D. y Triacca, Achille M., 1987).

Con todo, es una tipología de libros que responde únicamente al contenido y no a su


materialidad. Este hecho trae consigo el desafío a los museos de analizar el contenido
(texto) para su correcta identificación en el proceso de documentación de colecciones.

Apuntes históricos

Los libros litúrgicos propiamente tales se desarrollaron a partir del siglo VII;
anteriormente, durante los periodos denominados "tiempo de improvisación" y "tiempo
de creatividad", se contaba sólo con algunas indicaciones sobre el bautismo, la
Eucaristía, la oración diaria, el ayuno y, por supuesto, el texto de la Biblia. Los primeros
libros litúrgicos se conocen con el nombre de libros "puros", en el sentido que cada uno
contiene un elemento de la celebración litúrgica: el Sacramentario, con fórmulas para la
Eucaristía; el Leccionario, con lecturas de la misa, y el Antifonario, con los cantos (que
al principio no tenían anotaciones musicales).

A partir del año 1000, aproximadamente, se empieza a recoger en un solo libro todos
los elementos que sirven para la celebración. Los dos más importantes en esta época
son el Misal, que contiene los elementos para la Eucaristía, y el Breviario, que reúne
los textos del salterio, homiliario, himnario, antifonal y oracional. También aparecieron
el Pontifical, con las indicaciones para las ceremonias reservadas a los obispos, y el
Ritual, con los ritos que debían realizar los presbíteros. A este conjunto se les conoce
como libros "plenarios" o "mixtos".

En la época moderna es posible distinguir entre libros postridentinos y aquellos


publicados después del Concilio Vaticano II. De los primeros, que el Concilio de Trento
(1545-1563) reformó de manera superficial, los más conocidos son el Misal romano y el
Breviario romano, con sus antecedentes, por supuesto, en sus respectivos libros
litúrgicos medievales. Adquieren el calificativo "romano" porque corresponden al rito
católico de Roma que se extiende a toda la Iglesia occidental. En este período se
publicaron nuevas ediciones del Pontifical y del Ritual, y aparecieron el Martirologio y el
Ceremonial de los Obispos (conocido por su título en latín Caeremonial episcoporum).

Los libros litúrgicos del rito romano usados en la actualidad, que son principalmente el
Misal romano y la Liturgia de las Horas, fueron definidos en el Concilio Vaticano II
(1962-1965). Entre las innovaciones que resultaron del encuentro ecuménico fue la
introducción de la lengua vernácula a la liturgia y por tanto a los libros (por esta razón,
la mayoría de los libros que se encuentran en museos y bibliotecas son previos a la
década del 60 y están en latín, lengua oficial de la liturgia desde el siglo VI). En este
contexto también se modificaron el Leccionario, el Pontifical y el Ritual.

Libros litúrgicos

 Antifonario. Tb.: libro antifonal, libro antifonario. Libro litúrgico del rito


romano, generalmente iluminado, que contiene una antología de cantos para los
oficios litúrgicos. Los más antiguos no tenían todavía notación musical. Los
antifonarios pueden ser monásticos y seculares, distinguiéndose por el número y
orden de los cantos. Habitualmente se les puede encontrar en formato de libro
de coro. Entre los títulos frecuentes está el Anthiponalem monasticum.
 

 Breviario. Libro litúrgico, según el ritual romano, en el que está contenido el


texto que sirve para rezar el Oficio divino de todo un año. Contiene pasajes de la
Sagrada Escritura y de los Padres de la Iglesia, así como himnos, oraciones y,
como elemento fundamental, el Salterio. En un comienzo, la Biblia era el libro de
rezo del Oficio y se denominó con el término "breviario" (del lat. breviarium,
epítome) a un sencillo fascículo indicativo de la forma en que debía ser rezado.
A lo largo de los siglos, el breviario fue sufriendo continuas modificaciones por
parte de las iglesias, de tal modo que los Papas se vieron obligados a introducir
revisiones y reformas. Tras el Concilio Vaticano II fue sustituido por la Liturgia de
las Horas (no confundir con Libro de Horas).
 

 Misal. Libro litúrgico del rito romano que contiene las oraciones y lecturas
propias de la misa, así como el orden y el modo de celebrarse. Se desarrolló a
partir de varios libros usados en la Iglesia primitiva y en la época medieval, como
el Sacramentario, Leccionario, Antifonario y los primeros Ordines. Se le conoció
con el nombre de Missale, Liber missalis o Missale plenarium. La rapidez de su
difusión se debe a la multiplicación de misas "privadas", en el que el celebrante
decía todo, incluso lo que correspondía a otros ministros. En 1570 se promulga
el primer misal romano, que se difundiría posteriormente a la Iglesia occidental.
El título más habitual es Missale romanum.
 

 Pontifical. Libro litúrgico que contiene los textos y normativas para las
celebraciones reservadas al obispo, como la confirmación, las ordenaciones, las
consagraciones de iglesias, de vírgenes, la bendición de abades y hasta la
coronación de reyes y emperadores. El primero fue el romano-germánico (950),
que fue simplificado por Gregorio VII (1073-1085). En el siglo XIII, Guillermo
Durando, obispo de Mende, preparó el pontifical que fue difundido
posteriormente a toda la Iglesia. Ya bajo la denominación de "pontifical romano",
el Concilio Vaticano II lo reformó. El título más común es Pontificale romanum.
 

 Ritual. Tb.: libro ritual. Libro litúrgico de la Iglesia Católica que contiene las


normas y fórmulas necesarias a los eclesiásticos para la administración de los
sacramentos y de los sacramentales. Establecido y promulgado oficialmente por
Pablo V (1614), revisado por Benedicto XIV, quien lo enriqueció con algunos
formularios (1752) y posteriormente fue ampliado. De la "edición tipo" se
preocupó León XIII (1884). El Concilio Vaticano II lo adaptó. El título más
frecuente es Rituale romanum.
 

Otros libros litúrgicos (algunos no considerados como tal en la actualidad) que


podemos encontrar son: Canto de la Pasión, Cantorino, Ceremonial de los Obispos,
Evangeliario, Gradual, Kirial, Leccionario, Liturgia de las Horas, Himnario, Homiliario,
Instrucción Clementina, Martirologio, Memorial de los ritos, Octavario, Oficio de
difuntos, Sacramentario y Salterio.

Términos afines

Términos vinculados a su aspecto exterior:

 Broche. Conjunto de dos piezas, generalmente de metal, que se encajan o


enganchan la una con la otra. En libros, donde una está unida a la cubierta y
otra a la contracubierta, sirve para cerrar textos voluminosos y puede estar
provista de una cerradura.
 

 Libro de coro. Tb.: libro coral, libro de facistol. Manuscrito de grandes


dimensiones destinado al canto de todo un coro y que en iglesias habitualmente
se apoyaba sobre un facistol. Desde el siglo XVI, a medida que los coros
crecían, se impusieron libros con partes individuales. Los antifonarios,
capitularios y libros entonatorios son en la mayoría de los casos libros de coro.
 

 Orejeta. Pequeño saliente de papel, cartón o tela que se pega al borde exterior
de una página de libro con el propósito de facilitar su uso y la búsqueda de
contenidos. Común en libros grandes, como misales y enciclopedias.
 

 Registro. Cordón, cinta u otra señal que se pone entre las hojas de los libros
para manejarlos y consultarlos con facilidad. Algunas veces, como ocurre en
misales y otros libros litúrgicos, se puede encontrar más de uno y de distintos
colores.
 

Términos vinculados a su aspecto interior:

 Capitular. Tb.: letra capitular. Inicial que comienza en un capítulo o parte


importante de cualquier obra y es resaltada en tamaño, pintada o adornada. En
libros impresos se suele distinguir si corresponde a una capitular alta, cuya parte
inferior se alinea con la primera línea del texto; capitular baja, cuya parte alta se
alinea con la parte superior de la primera línea del texto, o capitular de dos
líneas, cuando su tamaño abarca dos líneas de composición del texto. En los
manuscritos medievales se suelen encontrar capitulares historiadas o floridas.
 

 Historiado, da. Decoración de manuscritos y obras visuales en general, como


estampas o tapices, con escenas narrativas, ya sean sagradas o profanas. En
los libros iluminados, las capitulares historiadas (o letra historiada) están
decoradas usualmente con figuras y símbolos.
 

 Iluminado, da. Decoración con colores en manuscritos y estampas. El


encargado de adornar las páginas manuscritas de los copistas se llamaba
iluminador. Los libros de Horas, antifonarios y algunos códices medievales se
encuentran muchas veces ricamente iluminados.
 

 Florido, da. En las letras, algún adorno alrededor de ella.


 
 Miniado, da. Iluminación con miniaturas de manuscritos, comúnmente
medievales. A través de los textos miniados se difundieron iconologías y estilos
que a veces influyeron en la pintura y la escultura.
 

 Miniatura. Pintura de pequeñas dimensiones, realizada a base de colores y de


polvo de oro y plata desleído en agua de goma, con los que se iluminaban los
manuscritos medievales. Su origen se encuentra en la Antigüedad, donde se
utilizó para decorar el Libro de los Muertos en Egipto y poemas homéricos en
Grecia. Con la invención de la imprenta, rápidamente la miniatura perdió
importancia en Occidente.
 

Mobiliario relacionado:

 Atril de altar. Mueble en forma de plano inclinado, de madera o metal, que es


utilizado para sostener libros abiertos sobre el altar. Algunas veces, en el culto
cristiano, se cubre con una tela o funda de color del período litúrgico
correspondiente (llamado velo de atril de altar).
 

 Arqueta portamisal. Tb.: arqueta de libro de oraciones, caja para misal,


portamisal. Caja pequeña de paredes planas y poca altura, hecha de materiales
nobles, empleada para guardar y transportar misales y libros de oraciones.
 

 Facistol. Atril de gran tamaño, generalmente con pie alto, en el que se ponen


los libros para cantar en las iglesias. Pueden ser giratorios y tener cuatro caras,
permitiendo el uso de varios volúmenes. Se asocia por lo común a las iglesias,
sin embargo, en la Edad Media, algunos de menor tamaño fueron empleados
por burgueses y letrados en sus estudios.
 

Otros libros religiosos (no litúrgicos):

 Biblia. Libro que contiene el conjunto de Sagradas Escrituras formado por dos


partes principales: el Antiguo y el Nuevo Testamento, de los cuales el primero es
común a judíos y cristianos, mientras que el segundo es aceptado sólo por
cristianos. La división corresponde a los dos periodos en que, según la doctrina
cristiana, se ha manifestado la Revelación. El nombre viene del griego biblia,
que significa "libro". A veces el Nuevo Testamento constituye un volumen
individual.
 
 Libro de Horas. Libro de oraciones y textos de los oficios correspondientes a las
horas canónicas, generalmente de pequeñas dimensiones y ricamente iluminado
y miniado.

La Misa católica: historia, estructura y otras


curiosidades
Cuentahabientes, just for fun, vamos a saber qué onda con la misa católica, su
estructura, en qué momento va cada cosa y ¿pooor?

¿Qué es?

La misa se utiliza en el catolicismo como una celebración que dirige un sacerdote


donde se renueva el sacrificio de Jesucristo.

Es el evento más importante de la religión católica.

A lo largo del desarrollo de la misa se hacen varias acciones además del rito de la
comunión.

Orígenes

El término “misa” empezó en el siglo 4 para despedir a los fieles al final de la ceremonia
eucarística y, luego, para toda la celebración o bien a la segunda parte de la misma (la
actual celebración eucarística).

Aunque, también hay explicaciones que prefieren su derivación de la palabra latina


missio. De ese modo, la misa no sería otra cosa que vivir en la vida práctica lo que se
ha aprendido y vivido en la liturgia eucarística.

Fines

Se ofrece a Dios para cuatro fines:

Para honrarle como conviene, y por esto se llama latréutico.

Para agradecerle sus beneficios, y por esto se llama eucarístico.


Para aplicarle, para darle alguna satisfacción de nuestros pecados y para ofrecerle
sufragios por las almas del purgatorio, por lo cual se llama propiciatorio.

Para alcanzar todas las gracias que nos son necesarias, y por esto se llama
impetratorio.
¿Cómo es la estructura de una misa católica?

Ritos Iniciales: preparan a los fieles para la palabra de Dios y la celebración de la


eucaristía.
Procesión de entrada: El fin de este canto es abrir la celebración, fomentar la unión y
elevar sus pensamientos a la contemplación del misterio litúrgico o de la fiesta.

Saludo inicial: luego de que el sacerdote besa el altar y se persigna, saluda a los


presentes.

Acto penitencial: se pide al Señor perdón por las faltas con una actitud de humildad.

Gloria: se alaba a Dios en reconocimiento de su santidad y de la necesidad de su


presencia.

Oración colecta: el sacerdote da una oración al Padre en nombre de todos los fieles y
a través de ella recoge las intenciones de todos.

Liturgia de la Palabra: Escuchar la palabra Dios y responder por medio del canto, la


meditación y el rezo.

Primera lectura: la historia de Israel y sus profetas, según se expresa en el Antiguo


Testamento.

Salmo: meditación a través del rezo o del canto de un salmo.

Segunda lectura: relatos de los apóstoles en el Nuevo Testamento.

Evangelio: se canta el Aleluya para dar lugar a la proclamación del misterio de


Jesucristo.

Homilía: una explicación de la Palabra de Dios por parte del sacerdote.

Credo: confesión de la fe.

Oración de los fieles: rezo por el prójimo y sus necesidades.

Liturgia de la Eucaristía

Presentación de las ofrendas: el pan y el vino se presentan para su transformación


en el cuerpo y la sangre de Cristo. Aquí se hace una colecta para toda la Iglesia.

Prefacio: una oración para agradecer y alabar a Dios.

Epíclesis: invocación al Espíritu Santo para que transforme el pan y el vino.


Consagración: recuerdo de la última cena citando las palabras de Cristo.

Aclamación: se aclama el misterio central de la fe.

Intercesión: se pide por todas las autoridades de la Iglesia, por los fallecidos y por los
más necesitados.

Padre Nuestro: se reza el Padre Nuestro en preparación para comulgar.

Comunión: los fieles se acercan a recibir el cuerpo de Jesús.

Oración: se agradece a Cristo y se le pide ayuda para la vida en comunión.

Ritos de despedida

Bendición: el sacerdote bendice a los presentes.

Despedida y envío: se termina la misa, la idea es que todos se lleven la Palabra y el


cuerpo de Jesús con ellos.

Clases de Misas católicas

Las misas pueden ser solemnes, cantadas o rezadas.

Misa solemne: es la que tiene canto, ministros sagrados e incensación.

Misa cantada: tiene canto y puede tener o no incensación.

Misa rezada: aquella que se dice sin canto. También se la conoce como sencilla o
privada.
Además, existe la llamada misa pontifical, es una misa solemne celebrada por el
obispo, en ocasiones especiales.

En honor a las personas fallecidas, por detallar otras posibilidades, se pueden celebrar
misas de cuerpo presente (con los restos del individuo en el lugar del oficio religioso) y
misas de difuntos.

La misa de gallo (al inicio del día de Navidad), la misa de campaña (es al aire libre para
un gran número de gente y/o para los integrantes de fuerzas armadas), la misa seca
(limitada a las oraciones, sin comunión, consagración, etc) y la misa de purificación
(para mujeres que, tras haber parido, regresaban a la Iglesia) son otras clases de
ceremonias que, a lo largo de la Historia, han permitido extender el alcance y
modalidad de las misas.

También podría gustarte