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de la palabra
Jo
I
ROSANA BO LLIN I
VALERIA SARDI
docencia
Cartografías de la palabra
Problemas de la enseñanza
de la lengua
Icrj’
LA CRUJIA EDICIONES
Botlini, Rosana
Cartografías de ta palabra : problemas de la enseñanza de
la lengua / Rosana Bollini y Valeria Sardi. - 1a ed. - Buenos
Aires : La Crujía, 2013.
144 p .; 21x14 cm. - (Docencia)
ISBN 978-987-601-193-8
© La Crujía Ediciones
Tucumán 1999. CABA. Argentina
E-mail: editorial@lacrujialibros
www.lacrujiaediciones.com.ar
ISBN 978-987-601-193-8
La c o le c c ió n " D o c e n c ia ” se p ro p o n e a b rir un e s p a c io
de d iá lo g o y d e b a te so b re la t a r e a de e n se ñ a r. E s tá p r in c i
p a lm e n te d irig id a a lo s / la s d o c e n te s y a q u ie n e s se fo rm an
g o s / a s e s p e c ia lis t a s en d is t in t a s d is c ip lin a s y p r o fe s o re s /
a s que a b o rd a rá n un c o n ju n to de te m a s - t a n t o p e d a g ó g i-
la fo rm ació n d o cente.
la e n se ñ a n z a .
e s p a c io de re fle x ió n c r í t ic a que p o te n c ie - d e s a f ia n d o el
d e s c re im ie n to y el d o g m a tis m o - la p r á c t ic a c o t id ia n a de
e n se ñ a r.
Valeria Sardi
A la s p e rso n a s que in te rv in ie ro n en la s e x p e
rie n cia s que se evo ca n , a lo s que me rodean y a
los q u e y a no está n conm igo.
Rosana Bollini
índice
Introducción................................................................................. 13
V a le ria Sard i
Epílogo......................................................................................... 129
R o sa n a B o llin i
V aleria Sardi
I
.
Las entrañas de la lengua
VALERIA SARDI
1. Barbery, M uriel, La elegancia del erizo, Buenos A ire s, Seix B a rra l, 2010, p.
174.
CARTOGRAFIAS DC LA PALABRA | CAPITULO 1
Preguntas
Un poco de historia
El idiom a no se aprende con re g las. Las reg las sirven so lam ente al
ad u lto , que la s entiende y la s ap ro ve ch a, para d epurar y em b elle
cer su e stilo , y para ap ro vech ar la s reg las, es preciso, a n te s, sab er
y sab er m e cán icam e n te , h a b la r y e scrib ir con co rrecció n .
La e n se ñ an za del id io m a, com o la de los e je rc ic io s fís ic o s en g e
n eral, debe hacerse realizando el acto y los a ctos de que el idiom a
se com pone; no estu d ian d o la s re g las, que son in ú til to rtu ra de la
m em oria in f a n t il.13
Una prim era con fu sión que conviene renovar es la ¡dea ab surd a de
que el id iom a se enseña e stu d ian d o g ra m á tic a ( . . . )
P a ra que u na c u e stió n g ra m a tic a l a d q u ie ra alg ú n se n tid o y se
vu e lva de se c a y ru tin a ria en in te re sa n te , hay que lle v a rla al p la
no de la h is to r ia .14
21. Lallemand, Roger, La Grammaire par le texte libre, Cannes, Ed. de l'Ecole
Moderne Francaise, 1949, p. 11, citado por Iglesias, Luis, Didáctica de la libre
expresión, Buenos Aires, Ediciones Pedagógicas, 1979, p. 316.
22. Iglesias, Luis, op. c it., p. 317.
Gramático y experiencia 33
Se me ocurrió esto.
Ahora vemos -responde... Luego a todos:
¿Puedo ir borrando esto? ¿Sí? Sin esperar respuesta comien
za a borrar.
Allá por los años 1.900 en la ciudad de Buenos Aires don Evaristo
Sierra un colaborador del pueblo tuvo que asumir un cargo publi
co donde la gente lo apoyaba en su labor cotidiana vivía con sus
padres y tres hermanos en el barrio de San Telmo, el es un hombre
muy observador y le gusta participar dentro de la comunidad y así
formó una agrupación que se llamo "Los unitarios” .
Su gente eran la mayoria de clase baja gente de pueblo.
Un día apareció don Rogelio Castillo un restaurador que tenia a
su gente, un grupo de hombres que trabaja para él, en una ca
silla donde cobraba los impuestos y las multas de violación del
reglamento; don Pascual el juez dicta la sentencia, (un hombre
importante del poder).
En ese lugar despreciable acomodan un gran letrero donde dice:
"Viva el restaurador” "Somos los Federales” estos letreros son
muy significativos por los símbolos políticos que resalta aquella
memorable azaña de la mazorca que ahora voy a detallar:
En aquel entonces la gente del pueblo estaban con mucha necesi 45
dad existía mucha miseria y abia que conseguir algo para calmar
el ambre y también la bronca y el mal humor de la gente ya era
insoportable.
Los federales imponían un precio que la gente no podía pagar el
impuesto entonces empezó las amenazas entre federales y uni
tarios.
Era una noche paulatinamente calma dentro de la casilla había una
mesa con vaso y unas bebidas, se notaba ademas en un rincón otra
mesa con unos cuadernos de apunte y un sillón destinado para el
juez. A los costados unas sillas en desorden y las luces que encan
dilaban en el centro al rato fueron llegando de a uno la gente entre
conversaciones se tomaron unos tragos mientras esperan al juez.
Don Evaristo fue sorprendido por un grupo de los federales gente
de don Rogelio; con la voz de alto, lo tomaron, lo maniataron a los
empujones y los llevo al centro donde estaba el juez que le miraba
y se reía burlón primero lo vamos a destripar de a poco con esa
amenosa lo subieron sobre la mesa: don Evaristo dijo prefiero que
me maten antes que me usen yo soy un hombre de palabra y mi
palabra es una ley.
y allí todos se echaron encima y a las carcajadas lo golpearon con
furia con los dientes apretados decían que se muera estos unita
rios no merecen vivir ja, ja, le cortamos las orejas y le damos a los
perros y asi gritaron todos asta que lo degollaron.
( manera tal que, a partir de una instancia como esta donde surge
un emergente en el que están presentes problemáticas lingüísti
cas, podemos combinar el trabajo de la literatura con la lengua
y abandonar su tratamiento escindido tan habitual en las aulas.
Si elegimos este modo de trabajar, tendremos que -luego
de enumerar las problemáticas presentes-jerarquizarlas para
luego seleccionar con cuál vamos a empezar a trabajar. Cuando
decidimos sobre qué aspecto vamos a trabajar podemos pensar
una consigna de reescritura para abordar ciertas zonas del texto
con esa problemática elegida, copiar fragmentos del texto en el
pizarrón para que entre todos se revise y se reescriba, trabajar
en el escritorio con el estudiante para que observe de manera
focalizada el problema; proponer un código de corrección que
todos comparten, o bien se puede hacer una guía estándar para
la revisión de los textos que atienda a aspectos vinculados con la
normativa, por ejemplo. Otra posibilidad es, luego de habertra-
bajado a partir del texto del estudiante, proponer alguna consig
na de escritura que apunte a seguir trabajando esa problemática
para poder reflexionar sobre ella. En el caso del texto de Néstor,
podríamos empezar con la puntuación, que podría ser un punta
pié inicial para resolver problemas de sintaxis y de tema y rema.
Si elegimos abordar en primer lugar la puntuación, podríamos 47
proponer una consigna de reescritura que apuntara a trabajar
por párrafos y pedirle que reescriba cada párrafo usando oracio
nes breves y concisas. Se trata de que el estudiante pueda volver
sobre su texto, focalizando una problemática por vez.
De lo que se trata es de acompañar el proceso de escritura
del alumno, promover la reflexión metalingüística, volver sobre el
texto, revisar y reescribir el propio texto, y no caer en la correc
ción indiscriminada por parte del profesor, que no es funcional
al aprendizaje del alumno. Es decir, se trata de volver a pensar
el modo en que intervenimos sobre los textos de los alumnos, no
para que la escritura se transforme en un papel lleno de correc
ciones, sino para que volver sobre el texto, sea otro momento de
la apropiación de los saberes lingüísticos.^?)/, a partir de esa vuel
ta sobre el propio texto, se busca que el alumno pueda poner en
juego sus saberes gramaticales o adquirirlos en la propia práctica
de escritura a partir de su experiencia de escritura y reescritura.
?8. Otra práctica posible para intervenir sobre los textos de los estudiantes
rs la que lleva a cabo, por ejemplo, la profesora Laura Vizcay, de la ciudad
de Reconquista (Santa Fe). Sus estudiantes del ISP N° 4 "Angel Coreano” le
rnvían por correo electrónico sus trabajos en formato word, ella los trans
forma en texto PDF y luego les hace sugerencias y recomendaciones sobre
cuestiones normativas, discursivas y conceptuales que luego amplía en un
diálogo presencial. £1 archivo PDF le permite la opción "com entarios” que
irgistra el historial de las intervenciones y, además, no se altera el trabajo del
estudiante. De esa manera, sus estudiantes pueden revisar luego los textos
y ver qué aspectos pueden mejorar. Además, para sus estudiantes esta ins
tancia también implica un aprendizaje acerca de los modos en que se puede
Intervenir sobre el texto de sus futuros alumnos de escuelas secundarias.
cartografías de la palabra | capítulo 1
38. Por ejemplo, lo consigna titulada Abel Ababa: Abel Ababa es un chico al
que le gusta jugar con las palabras e inventar historias que sucedan en el
pasado. Desde que era muy pequeño y debido a su nombre y apellido tiene la
costumbre de usar sólo verbos con b. Lean el texto que escribió y continúen
la historia teniendo en cuenta las costumbres de Abel:
Los hombres que habitaban el lejano país de Babel soñaban que viajaban
a un país lejano donde sólo las jirafas amaban y amamantaban a sus
crías. En ese país se comentaban e Imaginaban historias raras y maravi
llosas. Por ejemplo, un viejo de la tribu contaba que los días de tormenta
las alimañas se multiplicabany perforaban las paredes de las casas. Otra
de las historias que narraban cuando iban al mercado era que a pesar de
que el príncipe montaba a caballo...
39. Por ejemplo, la consigna titulada Martín Tildón: Martín Tildón es un escri
tor que sufre de una rara enfermedad que lo obliga a usar predominantemente
palabras esdrújulos y sobreesdrújulas. Martín acaba de empezar una historia
que comienza así. "El árbol de la mansión gótica sufrió un extrañísimo...” . Te
proponemos que lo ayudes a escribir el relato, teniendo en cuenta su extraña
afección.
debe resolverse a partir de ciertas pautas dadas.40 Es decir, la
consigna establece ciertas restricciones de manera velada -e n
S3
tramada con la lógica de la imaginación- que están directa
mente relacionadas con un problema gramatical que se busca
enseñar; en el primer ejemplo se busca trabajartildación y en el
segundo caso el propósito es abordar la sintaxis.
En este sentido, la consigna también puede pensarse dentro
de la propuesta de Linda Torp y Sara Sage del aprendizaje basado
en problemas que busca impulsar a los alumnos “ a situarse en
un nivel de desempeño de roles que los comprometa íntimamen
te como participantes activos, de modo que los estudiantes se
adueñen del problema y se interesen más en resolverlo” .41 La con
signa pone al alumno en una situación problemática y, a la vez,
atractiva, que hace que se introduzca en determinado rol y des
de ese lugar intente solucionar el problema o resolver el enigma
planteado. De esta manera, los estudiantes cuestionan y desa-
40. Como, por ejemplo, la consigna titulada Un policial: Mr. John Searching
•1 un profesor que da clases en la Universidad de Oxford y que tiene la cos
tumbre de hablar con oraciones muy largas. En sus ratos libres lee novelas
policiales y descifra los enigmas que publican en la revista de ciencias de la
universidad. Después de dar clases, normalmente se va a tomar una cerveza
ul pub de los universitarios. Uno de esos días, luego de dar clases, se dirigió
n la biblioteca en busca de una nueva novela policial. Al llegar allí, encontró
un papel extraño pegado en la puerta que decía lo siguiente:
S .0 ,S. El profesor...........................................................................................................
sufrió un extraño accidente. En medio de la noche, una explosión.................
causó la pérdida de la computadoray de algunos ejemplares de la bi
blioteca.
¡Auxilio! Es necesario que se descubra al atacante............................................
¡Ayúdenos a descubrirlo! Estamos perdidos...........................................................
l'lfO ayudar al profesor a descifrar este enigma, tené en cuenta que, como
no puede con su genio, trató de dilucidar el extraño mensaje completando
!n* blancos con frases largas donde suma mucha información, en algunos
1 utos inútil.
41 Torp, Linda y Sage, Sara, El aprendizaje basado en problemas. Desde el
/nnlln de infantes hasta el final de la escuela secundaria, Buenos Aires, Amo-
iiortu, 1998, p. 137.
CARTOGRAFÍAS DE LA PALABRA | CAPÍTULO 1
esto fuera poco, las palabras están tram adas en una sintaxis
bien compleja, a veces velocísima por las oraciones cortas, que
obligan a pasar de una a la otra o que se complican por el estilo
indirecto libre. La voz del narrador, la voz del personaje. Regis
tros, tonos, saltos de uno a otro, mundos inestables desde sus
¿lógicas?
£n el comienzo de Glosa, la novela de Saer,1un narrador poco
preciso crea problemas a los lectores habituados a ciertas co
modidades del realismo:
Leto -Angel Leto, ¿no?- Leto, decía, ha bajado, hace unos se
gundos, del colectivo, en la esquina del bulevar, muchas cuadras
antes de donde lo hace por lo general, movido por las ganas re
pentinas de caminar, de atravesar a pie San Martín, la calle prin
cipal, y de dejarse envolver por la mañana soleada en lugar de
encerrarse en el entrepiso sombrío de uno de esos negocios a los
que, desde hace algunos meses, les viene llevando, con paciencia
pero sin entusiasmo, los libros de contabilidad.
En I a. o en 3a.
Al fin a l, el person aje descubre algo.
(E xten sió n m áxim a, cu atro c a r illa s ).
CARTOGRAFÍAS DE LA PALABRA | CAPÍTULO 3
E s tiio (s )
2. B arth es, R oland , El grado cero de la escritura, M éxico, Siglo XXI, 1986.
3. Flaubert, G u stave, Oeuvres com pletes, P arís, Louis Conard, Lib raire-éd iteu r,
1947.
CARTOGRAFÍAS DE LA PALABRA | CAPÍTULO 3
E scritu ra d eleg ad a
Texto 1:
Ese día fue el tan esperado por mucho tiempo, por fin tenía al
malevo que le había arrebatado la vida a mi hermano cuando se
trabaron en un encuentro, y en mis venas la sangre hervia, estába
mos frente afrente sabia que él me iba a hacer pata ancha.
El atardecer se refleja en las hojas de los facones listos para cru
zarse en el pleito. La mirada fija en sus ojos quería anticipar algún
movimiento. En ese momento pensé que el pleito se ponía bravo,
no me dio tiempo para atajarme. En ese momento, él mostró su
hilacha. Me quiso tempranear, tiró el chusazo, fue rápido y acortó
en mi cara, sentí algo caliente que corría por mi cuello. Le amagué
con el poncho y largué el puntazo. Sentí que el facón entraba en
el costado izquierdo y un quejido se escuchó, levanté la mirada y
lo vi encorvándose con su mano apretándose su estomago. Tras
tabilló dando unos pasos hacia atrás, en ese momento hice pata
ancha, el pleito estaba pa mi lado.
Sin pensar le mandé el segundo, ese iba a nombre de mi hermano,
con furia y desgarrando su estómago, su sangre salia a chorros,
mi mano sentía el calor de la sangre, veia como se arrodillaba 105
delante mío. Levantó su cara y mirándome a los ojos me dijo Ahora
eres igual que yo.
Texto 2:
Siete años estuve esperándolo... Largos siete años, que se convir
tieron en un suspiro el día que lo tuve enfrente.
No quise abandonar el pago, es más, lo esperé en la misma pulpe
ría de Recabarren. Sabía que regresaría.
Pasó mucho tiempo, pero recuerdo ese día como si fuese ayer...
Le hablé con dulzura, agradeciéndole sin querer. Me replicó con
voz áspera, disculpándose quizá sin querer.
Le eché en cara la espera, a lo cual me explicó que ese día no quiso
andar a las puñaladas frente a su hijo.
Bebió una caña, y emprendió con uno de sus consejos que en este
momento no recuerdo. - 0 no quiero recordar-.
Caía la tarde, salimos de la pulpería. Sentía cómo afloraba el odio,
tantos años contenido, me dolia la derrota en el contrapunto,
quería cobrármela. Murmuré acerca de ese dolor y él sabía muy
bien que me había dejado con la sangre en el ojo.
Estábamos listos para comenzar, más no me pude contener y le
pedí que pusiera todo su coraje y maña. Tenía en mente la imagen
de mi hermano.
Sé que algo le provoqué, su mirada y su cuerpo lo denotaban.
Me marcó la cara, reculé, perdí pié...pero finalmente le amagé a
la cara y lo ensarté en el vientre.
Una extraña sensación de vacío me recorría; pero tenía paz. Limpié
el facón en el pasto y volví con lentitud a las casas.
Texto 3:
Nunca me gustó hablar demasiado del tema porque no es algo de
lo que me sienta orgulloso, pero espero que mi historia te sirva
tanto como me sirvió a mí vivirla.
En ese momento lo único que quería era que el asesino de mi her
mano pagara, y no medí las consecuencias de mi deseo.
CARTOGRAFÍAS DE LA PALABRA | CAPÍTULO 4
Una de las últimas cosas que me dijo fue que “ el hombre no debe
derramar la sangre del hombre” , grandes palabras...
Disculpó si me pierdo en mis recuerdos, ¿dónde estaba? Bueno, no
importa, nos cruzamos esa tarde; con la primer embestida perdí
pie hice un par de amagues a su cara y le metí una puñalada di
recto a su vientre, lo atravesé; inmediatamente después le metí
otra del mismo modo. Fierro quedó tendido en el piso y ya nunca
más se levantó. Fue en ese instante que me di cuenta que nunca
volvería a ser el mismo porque mis manos se habían ensuciado con
la sangre de un hombre y no iba a alcanzar toda el agua del mundo
para limpiarlas. Así, me fundí con el atardecer, uno muy parecido
al de hoy y desaparecí...
Quiero que guardes estas palabras en lo profundo de tu alma "el
hombre no debe derramar la sangre del hombre” .
6. Deleuze, Gilíes y G u attari, Félix, Kafka. Por una literatura menor, México,
Ediciones Fra, 1983, p. 31.
de los estudiantes, es política la decisión de cada escritor de 109
contar la historia del Negro en el cruce entre su lengua y la lengua
de la cultura; también es política la articulación entre la historia
del Negro y la ética del escritor para contar su relato desde una
perspectiva singular que da cuenta, por ejemplo, de las dimen
siones morales de la pelea como así también porque da la posibi
lidad al lector de "forjar los medios de otra conciencia y de otra
sensibilidad” . Esta dimensión política se vincula, también, con
"el carácter social de la enunciación” -otra característica de la
literatura menor-, por ejemplo en el uso del discurso indirecto,
donde se busca instalar la dimensión colectiva de la enuncia
ción, ya que el discurso indirecto "es la presencia de un enun
ciado transmitido en el enunciado trasmisor” .7 Pero también
esa dimensión social de la enunciación está dada en reconocer
que todo discurso directo siempre proviene de otros discursos
o, como señalan estos autores, "es como un rumor de donde ex
traigo mi nombre propio, el conjunto de voces concordantes o
no de donde saco mi voz” .8 0, como plantea Voloshinov, "toda
palabra expresa a 'una persona’ en su relación con 'la otra’. En
la palabra me doy forma a mí mismo desde el punto de vista del
otro, al fin de cuentas desde el punto de vista de mi colectividad.
La palabra es el puente construido entre el yo y el otro” .9En este
sentido, la enunciación es colectiva porque es producto de una
interacción social, de la relación entre el hablante y el interlo
cutor en un medio social determinado.
Podríamos observar en los textos de los estudiantes el uso
de una lengua menor que busca darle variedad y cromatismo a
la lengua estándar, que desterritorializa la lengua mayor para
construir una lengua propia. De allí que Deleuze y Guattari expli-
citan que ese uso de una lengua menor en esta literatura permite
19. Como señala Jerome Bruner, la etimología de "narrar” "nos advierte que
narrar deriva ya del narrare latino, ya degnarus, que es "aquel que sabe de un
modo particular”; lo que nos hace pensar que relatar implica ya un modo de
conocer, ya un modo de narrar, en una mezcla Inextricable” . Bruner, Jerome,
La fábrica de co n ta r histo ria s. Derecho, literatura, vida, Buenos Aires, FCE,
2003, p. 48.
20. Mandigorra Llavata, M. L., op. cit., pp. 137-138.
21. Páez, L., "Recuerdos de mi escuela primaria” , en AA.VV. In iciarse como
docen tes en escuelas rurales, Buenos Aires, Ministerio de Educación, 2009,
pp. 69-71.
CARTOGRAFÍAS d e la p a labr a | CAPÍTULO 4
22. Riña Moraga, Gladys Mabel Á vila, S ilvina A lejandra Rodríguez y Berta Ju á
rez conform aron el grupo de au to ras del libro Un caso de la práctica: somos
todos nuevos, publicado por el M inisterio de Educación en 2009.
CARTOGRAFÍAS D£ LA PALABRA | CAPÍTULO 4
gráfico tal como ellas lo habían vivido para que el lector se ima
ginara el lugar como si lo estuviera viendo a medida que leyera el
texto. Queríamos que encontraran otro modo de decir que diera
cuenta de cuál había sido el impacto de esa primera visita. Vea
mos la segunda versión:
27. Para leerlo com pleto, ver V illan i, P atricio , "R ecord ar del la tín re-cordts,
volver a pasar por el corazón” , en Kurlat, S. y otros. Con la cabeza en los Pyes,
Buenos Aires, Instituto de Tiempo Libre y R ecreación, 2011, pp. 37-39.
sin necesidad de historizar o enmarcar teóricamente el concepto 125
de murga y, de esta manera, encuentra su propia voz, su propia
poética, que le imprime una marca subjetiva singular a su me
moria.
En esta búsqueda de la voz propia en la escritura, una di
mensión interesante para analizar es cómo, a veces, la presencia
del registro oral en la escritura puede dar cuenta de una poética,
de una marca personal en la enunciación que construye un dis
curso propio, una voz propia. Recuerdo a un estudiante, Matías,
que cursó el taller en el año 2011, cuya escritura estaba marcada
fuertemente por el registro coloquial -con matices de una jerga
barrial- y que ante la propuesta de revisar ciertas zonas de su
texto en las que se incluían expresiones coloquiales o giros lin
güísticos populares, atendiendo a una posible publicación de la
memoria, defendió la inclusión de términos como "partidos al
medio” , "estos pibes” , “ no te van a perdonar que seas un cagón
en territorio ajeno lavando culpas pequeño burguesas” porque
dijo que usar esas palabras era “su forma genuino de escribir” y
que no encontraba "el sentido de forzar [su] estilo de escritu
ra” como habitualmente le pedían en la mayoría de las materias
teóricas. La decisión férrea de este estudiante de no modificar su
texto, de no borrar las marcas de la oralidad, da cuenta de reco
nocer que en esas palabras estaba la singularidad de su poética,
en ese modo de decir la experiencia se hallaba su subjetividad
hecha palabra, su voz propia. De allí que coincidimos con Rosana
Bollini cuando dice que "un texto surge de una determinada poé
tica que lo ha hecho realizarse, además de que pueda contener
una propia” , 28 por lo que podemos pensar que el uso de ciertas
marcas de subjetividad como el uso del registro coloquial y oral
puede estar dando cuenta de una voz propia, un recorte singular
de la palabra para decir su discurso, y habilitar esa palabra im-
28. Bollini, Rosana, "Trazos para una poética de la e scritu ra” , en Actas V Con
greso Nacional de D id á ctica de la Lengua y la Lite ra tu ra . Homenaje a Maite
A lvarado, Buenos A ires, £1 Hacedor-Jorge Baudino Ediciones, p. 71.
CARTOGRAFÍAS DE LA PALABRA | CAPITULO 4
29. Con este térm ino, B lan ch e -B e n ve n iste se refiere a un lenguaje u tilizad o
por los u suarios de la lengua que es consid erad o e sp e c ia l, prestig io so , que
se usa en ocasiones e sp e ciale s. Ver Blan che-B enveniste, C., "La escritu ra del
lenguaje dom inguero” , en Ferreiro, £. y Gómez P a la c io , M. (c o m p .), Nuevas
perspectivas sobre los procesos de lectura y escritura, México, Siglo XXI, 1986.
a la vez lo escrito y lo hablado” , como señala Josette Rey-Debo- 127
ve.30Asimismo, desde la incorporación de las nuevas tecnologías
a la vida cotidiana y su presencia en las prácticas de lectura y
escritura habituales, se pueden observar cambios en los modos
de escrituración y la aparición del "hablaescritura” ( p a r l é c r i t )
-término acuñado por A. M. Jeay en su libro L a s m e n s a je r ía s
e l e c t r ó n ic a s (1991)-; es decir, se da una hibridación entre la
oralidad y la escritura, "a mitad de camino entre lo oral y lo es
crito ( ...) un abandono de las formas de escritura clásicas”31 y
la aparición de nuevas formas de textualización que dan cuenta
de otros modos de apropiación y circulación de lo escrito y lo
oral. En este sentido, Anne Marie Chartier señala la invención de
nuevas escrituras que evolucionan "con la rapidez de las len
guas orales mientras que lo escrito, al fijar las formas gráficas,
aminoraba la evolución de los idiomas” ; además, plantea que
estos cambios repercuten “ en los escritos comunes: estilo elíp
tico, simplificación de la sintaxis, brevedad en lo producido, ra
pidez necesaria en las interacciones y, en consecuencia, en las
reacciones” .32 De allí que sea necesario, como docentes, romper
ciertas cristalizaciones teórico-prácticas en torno a lo oral y lo
escrito, y atender a otras dimensiones cuando hablamos de ora
lidad y escritura/escritura y oralidad.
En esa urdimbre de palabras y discurso es donde el sujeto
construye su voz propia, su subjetividad hecha letra, su propio
yo. Encontrar la voz propia es encontrar la propia lengua, esos
sonidos que construyen una musicalidad singular donde el sujeto
se reconoce.
Tal vez se trate, como señalan Deleuze y Guattari, de que
cada sujeto pueda encontrar "la lengua menor, dialecto o más
Lengua y discurso
Literatura
Didáctica y pedagogía
Textos
Fuentes
Valeria Sardi
Profesora y doctora en Letras de la Universidad Nacional de La
Plata.
Es profesora adjunta ordinaria e investigadora en la cátedra
de "Didáctica de la lengua y la literatura II y Prácticas de la En
señanza” en la misma casa de estudios.
Es profesora en la carrera de Letras del IES N° 1 "Dra. Alicia
Moreau de Justo” de la Ciudad de Buenos Aires y en el "Taller de
escritura y memoria profesional” en la carrera de Pedagogía y
Educación Social del Instituto de Tiempo Libre y Recreación de
la Ciudad de Buenos Aires.
Ha coordinado seminarios y talleres de enseñanza de la len
gua y la literatura para profesores y maestros en la Escuela de
Capacitación CePA, para el Ministerio de Educación de la Nación,
para el Instituto Nacional de Formación Docente y para la Super
visión de Media en Lengua y Literatura del Consejo Provincial de
Educación de la Provincia de Neuquén.
Es coautora del documento Proyecto de Mejora de la Formación
Docente para el nivel secundario orientado al área Lengua y
Literatura del Instituto Nacional de Formación Docente y, para la
misma institución, se desempeña como consultora especialista en
Lengua y literatura y Tic del Programa Conectar Igualdad.
Es coordinadora editorial de la Serie Acompañar los primeros
pasos en la docencia y coordinadora autoral y editorial de
CARTO G RAFÍAS D E LA PALABRA | LAS AUTORAS
Rosana Bollini
Profesora y Licenciada en Letras por la UBA. Ha coordinado cursos
y talleres de lectura y escritura en ámbitos privados, particu
lares y en instituciones y espacios públicos de formación y capa
citación docente, como el Cepa (Escuela de Capacitación Docente
de la ciudad de Buenos Aires). En este último caso, ha dado cursos
sobre Juan José Saer y Jorge Luis Borges y talleres en el Seminario 141
de escritura del Postítulo de Literatura infantil y Juvenil. Actual
mente se desempeña como docente de Taller I en la carrera de
Ciencias de la Comunicación de la UBA, en el Traductorado del IES
en Lenguas Vivas "J. R. Fernández” y en el IES N° 1 "Alicia Moreau
de Justo” de la ciudad de Buenos Aires. Ha publicado libros para
docentes y para trabajo en el aula (Leer para escribir y Los hace
dores de textos, en coautoría), artículos y ensayos sobre lectura
y escritura de textos literarios y no literarios y en el ámbito de la
ñcción una novela, Lugares habitados, en 2006.
Estas Cartografías de la palabra nos llevan a volver
a m irar una trama multidim ensional de problemá
ticas que nos hablan de tradiciones escolares,
modos de hacer que se constituyen históricam en
te, recortes curriculares y decisiones de macropolí-
tica educativa, relaciones entre mercado editorial
escolar y prácticas docentes, marcos teóricos
vigentes y teorías desterradas del campo académi
co, prácticas de lectura, escritura y oralidad que
atraviesan o son atravesadas por escenarios y
sujetos diversos y que pueden ser productivas a la
hora de repensar la enseñanza de la lengua. Carto
grafías de la enseñanza de la gramática, cartogra
fías de la lengua cotidiana y de la lengua literaria,
cartografías de la escritura, cartografías de la cons
trucción de la voz propia conforman este libro y
diseñan una territorialidad posible en el mapa
complejo de la enseñanza de la lengua. Cartogra
fías que imaginan atajos, callejones sin salida,
grietas, m uros, túneles, pasadizos y otros cam inos
posibles para repensar y reflexionar en torno a los
problemas de la enseñanza de la lengua en la
contemporaneidad.
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d o c e n c ia